Los Temperamentos: Reconocerlos, Aprovecharlos, Enriquecerlos
relaciones sociales, familiares, espirituales o incluso amorosas, es
Efesios 4:31-32
Hay una imagen de Piolín que esta orando. La oración dice, “Señor hoy,
no he estado enojado con nadie, no he levantado mi voz no he
discutido con ninguna persona, pensado mal de alguien, o perdido
control de mi temperamento. Ninguna de estas cosas he hecho en todo
el día hasta el momento…pero en un momento voy a levantarme de la
cama y se que entonces voy a necesitar tu ayuda.”
El hecho de ser humanos nos lleva a conducirnos de vez en cuando por
impulsos y podemos llegar a perder el control de nuestro
temperamento. Pero las escrituras nos exhorta de tomar una pausa y
considerar nuestro comportamiento. Especialmente en la luz de
nuestra confesión de ser cristianos, esto es, como Cristo.
¿Eres temperamental? / ¿Que entiendes por esta palabra? Es muy
probable que en alguna situación de tu vida, te comportaste tan mal
que a la hora de reflexionar en tu actitud, te preguntes: ¿Por qué actué
de esta manera? ¿Y por qué otros compañeros actuaron tan bien en la
misma situación que yo?...
Veras, tu temperamento no es lo malo, es muy posible que no conozcas
aun el potencial que tienes y lo mucho que puede ser transformado por
medio del espíritu santo. El día que conoces a Jesucristo y lo invitas a
ser parte de tu vida, no cambia tu personalidad en un instante, sino que
comienza un camino (para algunos largo y para otros corto) pero te
aseguro que aceptar los dones del espíritu lo hace más fácil,
fortalecerán tu carácter con un propósito que Dios tiene reservado para
ti.
2 Corintios 5:17
La mayoría de las personas que fracasan emocionalmente o en sus
porque no se conocían así mismas, y no supieron ver lo dones que el
espíritu santo les estaba otorgando, por lo que tampoco fueron capaces
de conocer a las personas que los rodeaban.
Jamás se puede llegar a conocer a una persona en su totalidad, pero si
se puede tener una muy buena idea de como es alguien en general si
aplicamos la base temperamental, tanto en ti mismo como en los
demás.
No para juzgar, manipular, menospreciar, burlar, o hasta adular… sino
simplemente para concientizarnos y notar las capacidades que
podemos tener y ponerlas por encima de las debilidades que
podríamos (en todo caso) disminuir.
Colosenses 1: 9-11
Esta teoría puede ser una simple herramienta que te ayude a mejorar
tu personalidad y el trato que desarrolles con quienes te rodean, tanto
en tu familia, entre tus amigos (as), trabajo, academia o iglesia. Cada
persona es única y no pretendemos etiquetar a nadie en lo absoluto,
sino más bien es identificar las fortalezas y debilidades propias de los
temperamentos comunes para transformarlos siempre con la ayuda y
sabiduría del Espíritu Santo Dios.
Ministración: Necesitamos de la presencia del E.S para cumplir con lo
pedido en Efesios 4:31-32…
Tarea: -. Analiza a partir de este momento tus reacciones cuando vives
diversas situaciones (Felicidad, tristeza, problemas) ¿Qué crees que
deberías cambiar? ¿crees que necesitas ayuda?