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INTRODUCCIÓN
El artículo 78 de la Ley del Mercado de Valores (LMV) obliga a todos aquéllos que
realicen actividades en los mercados de valores, incluidos los emisores, a respetar las
normas de conducta contenidas en el Título VII de dicha Ley, los códigos de conducta
que, en desarrollo de ésta apruebe el Gobierno, así como las normas contenidas en
sus propios Reglamentos Internos de Conducta (RIC). Por otra parte, el artículo 3 del
RD 629/931, establece que dicho RIC ha de regular la actuación de sus órganos de
administración y empleados.
El RIC se configura como una norma interna básica de obligada adopción por las
entidades y de obligado cumplimiento por los sujetos afectados que contribuye a
institucionalizar los principios que deben regular la actuación de la entidad y la de las
personas que la integran y en cuyo desarrollo se da cabida a la autorregulación2.
Alcance de la guía-modelo
Esta guía-modelo responde a una concepción teórica de emisor que no tiene por qué
coincidir necesariamente con la situación real de cada una de las entidades a las que
va dirigida. Cada RIC debe tener en cuenta las características y estructura propias de
la entidad y de las personas a las que afecta, y adaptarse a ellas.
La guía modelo no contempla de forma expresa el caso en que en una misma entidad o
grupo coinciden las condiciones de emisor e intermediario en los mercados de valores.
En este tipo de entidades aparecen conflictos de interés, que en emisores no
financieros no existen o en los que su importancia es menor, que deben ser
contemplados en el RIC.
En todo caso el RIC debe ser un documento único y corresponde a la entidad buscar
la mejor forma de integrar en él su condición de emisor e intermediario financiero.
2 La opción de autorregulación se justifica por la gran diversidad de entidades que operan en los
mercados de valores con papeles y dimensiones distintas. Por esta razón, aun cuando la
finalidad es común a todos los RIC, su contenido puede variar en función del tipo de entidad de
que se trate.
Contenido del RIC
El RIC debe tomar como punto de partida las normas legales o reglamentarias que
afectan a los mercados de valores, pero no agota su contenido exclusivamente en
ellas. Su objetivo es contribuir al cumplimiento de la normativa vigente, para lo que
ha de incluir medidas y procedimientos que garanticen la consecución de los objetivos
propuestos y mecanismos eficientes de control para detectar las conductas no
deseadas.
Por otra parte, el RIC debe considerarse un documento abierto al que debe
incorporarse en cada momento la experiencia obtenida en su aplicación.
Procedimiento de implantación
Difusión y publicidad
Todas las personas, incluidas aquéllas a las que no resulte de aplicación, deben
conocer el contenido del RIC; ello contribuirá a la consecución de sus objetivos.
Además, se debe procurar mantener vivo el interés por las normas de conducta. La
información debe ser continuada, mediante recordatorios periódicos, circulación de
informes sobre cumplimiento, novedades normativas, etc.
Vinculación
El cumplimiento de las normas de conducta debe ser una tarea común de directivos y
empleados, por lo que es preciso que todos se sientan vinculados. Con objeto de
otorgar al RIC la adecuada trascendencia es necesario que se apruebe por el Consejo
de Administración y que sea presentado a las personas a las que resulte de aplicación
por una carta del Presidente o máximo responsable de la entidad. También resulta
conveniente que se incorpore a los contratos laborales o mercantiles de empleados,
administradores y otras personas que presten servicios eventualmente.
Formación
Modelo de RIC
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GUÍA-MODELO DE REGLAMENTO INTERNO DE
CONDUCTA
Todo el que tenga acceso potencial a dichas informaciones debería estar sujeto al RIC.
(En cada una de ellas el RIC debería ser aprobado por el propio Consejo de
Administración)
Por otra parte, es conveniente incluir a otras personas que, aunque no estén vinculadas
laboralmente a la entidad (abogados externos, consultores, auditores, informáticos, etc.),
potencialmente puedan también acceder a dicha información. En este caso, su
sometimiento al RIC, o a algunas de sus normas, mientras presten servicios a la
entidad, debería incorporarse al contrato que regule la prestación de servicios. No
obstante, esta inclusión puede omitirse para aquellas personas o entidades que por
razón de su profesión o actividad estén sujetas al cumplimiento de normas de conducta
propias que garanticen los objetivos del RIC.
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A estos efectos se considerarán directivos los que ejerzan sus funciones bajo la
dependencia inmediata del Consejo de Administración, de los Directores o
Subdirectores Generales y los que tengan responsabilidad de dirección sobre
áreas concretas de actividad.
Deben incluirse en el ámbito de aplicación todos los valores que se puedan ver afectados
por las informaciones de que se disponga en el seno del Grupo del emisor. Ello no se
limita a los emitidos por el propio Grupo, sino también los instrumentos derivados cuyo
subyacente sean los anteriores y otros cuyo subyacente sean materias primas,
mercancías etc..., si alguna de las entidades del Grupo del emisor es productor o
comercializador.
Además, dependiendo de la posición en el mercado del Grupo del emisor, puede ser
conveniente incluir valores de otras entidades ajenas cuya cotización tenga alta
correlación con la de los valores afectados propios. En estos casos, disponer de
información privilegiada de una de las compañías, puede implicar que se conozca cómo
van a evolucionar los valores de otras.
Teniendo en cuenta que generalmente son pocos los valores asociados a un emisor y
que la principal consecuencia de la inclusión en la lista consiste en someter a control las
operaciones que las personas afectadas pretendan realizar sobre dichos valores,
resulta conveniente en la práctica que, en caso de dudas sobre un determinado valor,
éste se incluya. Con ello se garantizará un mejor cumplimiento de las normas de
conducta, sin que suponga realmente una carga administrativa importante.
Por último, aunque en esta guía modelo no se contemplan procedimientos para el caso
particular de entidades financieras que operan en los mercados de valores, cuando en
el Grupo del emisor concurran ambas circunstancias, el ámbito del RIC debe extenderse
a cualquier valor o instrumento sobre los que el grupo la entidad preste servicios
financieros y tenga un deber de confidencialidad.
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a) Los valores de renta variable emitidos por entidades del Grupo del emisor que
se negocien o vayan a ser negociados en un mercado secundario o sean de
idénticas características que otros valores negociados del mismo emisor, ya
sea en España o en el extranjero.
Además de los valores incluidos en la lista de valores afectados, esta Guía propone que
la DCN mantenga una lista de valores prohibidos, hayan sido o no emitidos por el
Grupo del emisor , para aquellas personas afectadas que dispongan de información
privilegiada sobre ellos.
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2. OPERATIVA POR CUENTA PROPIA DE LAS PERSONAS
AFECTADAS
No debe interpretarse, y corresponde a la propia entidad aclararlo, que sea objetivo del
RIC limitar o desincentivar la inversión de las personas afectadas en valores o
instrumentos emitidos por el Grupo del emisor. Más bien al contrario, tal inversión suele
considerarse positiva en términos de compromiso empresarial. Es obligación de la
entidad, sin embargo, “adoptar los controles y medidas oportunas”5 para que
administradores y empleados cumplan las normas de conducta y se evite el uso y
tráfico indebido de información privilegiada.
Para ello, esta Guía propone un sistema de control previo, mediante autorización, de las
operaciones personales. Esta es una medida preventiva frecuentemente utilizada por
emisores e intermediarios de los mercados de valores para disuadir de conductas
ilegales, dada la alta probabilidad de que sea detectada si se crean los procedimientos
adecuados y se aplican controles rigurosos. Sin perjuicio de las limitaciones,
prohibiciones o condiciones que puedan establecerse a la operativa por cuenta propia, es
conveniente que, al autorizar las operaciones, se tengan en cuenta las circunstancias
particulares de las personas afectadas, por lo que han de preverse excepciones
justificadas.
Todo ello sin perjuicio de que las personas afectadas en ningún caso puedan realizar
operaciones sobre los valores prohibidos.
Son operaciones personales las que pretendan realizar las personas afectadas sobre
valores afectados.
A los efectos de este RIC, también se considerarán operaciones personales las que
pretendan realizar las siguientes personas vinculadas:
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Artículo 3.5 del Código General de Conducta (CGC), Anexo al RD 629/1993.
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b) Transparencia. Las personas afectadas deberán suministrar toda la
información que pueda ser relevante en relación con sus operaciones
personales. Cuando realicen operaciones a través de personas interpuestas
deberán indicar, al solicitar autorización, su identidad y el alcance de su
actuación.
2.3.1. Generales.
Las personas afectadas no podrán realizar operaciones personales con los valores
prohibidos a que se refiere el apartado 1.4 de este RIC6.
2.3.2. Temporales
2.3.3. Excepciones
2.4.2. Forma escrita. Las personas afectadas tendrán que solicitar, por escrito y
en el modelo que a tal efecto establezca la DCN, autorización para la operación
que pretenda realizar, indicando:
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a) El titular de la operación, ya sea la persona afectada o alguna de las personas
vinculadas a las que se refiere el apartado 2.1. En este caso se indicará
también el alcance de la actuación por cuenta de la persona afectada.
b) En alguna de las entidades del Grupo del emisor se haya tomado o sea
previsible que se vaya a adoptar una decisión que pudiera tener la
consideración de hecho relevante tales como acuerdos de fusión, OPV, OPA o
similares, sin que se haya hecho pública.
Cuando existan razones que aconsejen no revelar las causas de una denegación
de autorización o la imposición de condiciones especiales a las operaciones, la
DCN podrá reservarse los motivos de tal decisión hasta que hayan desaparecido
las razones que justificaban tal reserva.
2.4.7. Plazo para la venta. La DCN establecerá con carácter general o particular
el plazo de mantenimiento mínimo de las inversiones.
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2.5. Gestión de carteras
A los efectos de este RIC, la firma por una persona afectada o una persona vinculada
de un contrato de gestión discrecional de carteras o la delegación de la gestión de una
sociedad de inversión mobiliaria controlada por ellas, tiene el carácter de operación
personal. En consecuencia, se aplicarán las siguientes reglas cuando se realicen tales
operaciones.
Las personas afectadas remitirán a la DCN en los quince días siguientes al final de
cada mes en que hayan realizado operaciones sobre valores afectados, una
comunicación comprensiva de todas las operaciones realizadas durante el período
ajustada al modelo que a tal efecto establezca la DCN. Cuando se trate de gestión de
carteras remitirán trimestralmente copia de la información que le haya enviado el
gestor relativa a las operaciones sobre valores afectados.
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3. DECLARACIÓN DE CONFLICTOS DE INTERÉS
Conocer los conflictos de interés de las personas afectadas puede servir para identificar
aquellas decisiones en las que es recomendable que la persona afectada se abstenga
en la toma de decisiones. Tal conocimiento es también útil para identificar posibles
fuentes de información privilegiada, así como para su control.
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a) La pertenencia a su Consejo de Administración.
4. INFORMACIÓN PRIVILEGIADA
4.1 Concepto.
Todas las personas afectadas deben conocer con precisión el concepto de información
privilegiada. Para evitar interpretaciones inexactas y confusión, puede resultar
conveniente reproducir literalmente en este apartado las previsiones legales al respecto
(artículo 81 de la Ley del Mercado de Valores). Además, para otorgarle la importancia
que merece es conveniente incluir las sanciones que establece la legislación por su uso
indebido, que deben ser independientes de las laborales que pueda imponer
internamente la entidad (artículos 99 y 100 de la Ley del mercado de Valores y 284 y
285 del Código Penal).
7 Artículo 81.2, letras b) y c) de la Ley del Mercado de Valores en relación con el uso de
información privilegiada. Respecto a la operativa por cuenta propia de las personas afectadas,
véase el punto 2.3.1 de este RIC.
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b) Salvaguarda de la información. Las personas afectadas velarán en todo
momento porque la información privilegiada a la que hayan tenido acceso por
razón de sus funciones quede debidamente salvaguardada.
Es importante que cada entidad defina qué informaciones deben ser tratadas con
confidencialidad y establezca procedimientos para declarar una información
privilegiada. Una fórmula para ello es concretarlas en una lista de ejemplos actualizada
por la experiencia. Asimismo parece conveniente que sean los distintos departamentos o
áreas de las entidades afectadas los que concreten los documentos, datos e
informaciones que, dentro de su ámbito, deban ser confidenciales e informen de ello a la
DCN8. En aras a facilitar el control sobre esta información debe corresponder a ésta la
responsabilidad de declarar la confidencialidad de un hecho o información en poder de
la entidad, de otorgarle la calificación de información privilegiada, de la inclusión del
valor en la lista de valores prohibidos y la responsabilidad de informar a las personas
afectadas de dicho otorgamiento y del sometimiento de esta información al compromiso
de confidencialidad suscrito por todas ellas.
Una vez otorgada dicha calificación, la DCN incluirá el valor sobre el que se disponga
de información privilegiada en la lista de valores prohibidos. Asimismo la DCN
mantendrá, directamente o a través del departamento encargado de esta función, un
especial seguimiento de la cotización del valor al que pueda afectar la información
declarada como privilegiada y, si existiera una filtración de dicha información, la
difundirá inmediatamente mediante el procedimiento previsto en el punto 5.2.
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Véanse las aclaraciones en recuadro al apartado 1.4 de este RIC.
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información privilegiada de que se disponga y en particular de aquélla que así haya
sido expresamente declarada como tal por la DCN conforme al punto anterior.
En caso de que el receptor de la información privilegiada sea una persona que no esté
vinculada por este RIC, la DCN le exigirá un compromiso de confidencialidad sobre
dicha información.
La DCN debería ser la encargada de definir las normas de separación entre los
departamentos (separación física, salvaguarda de registros, programas informáticos,
etc.).
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Cuando la información solicitada de acuerdo con el párrafo anterior tenga el carácter de
privilegiada será necesaria, además, la autorización de la DCN, que podrá denegarla
porque:
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5. HECHOS RELEVANTES
Esta publicación requiere para cumplir su objetivo -la correcta formación de los precios
en base a toda la información disponible- seguir un procedimiento que asegure que
todos los agentes del mercado disponen de la misma información al mismo tiempo.
En este sentido, un hecho o decisión puede ser considerado como relevante cuando,
aunque todavía no se haya producido, exista una alta probabilidad de que suceda o sea
previsible que no resulte rechazado por los órganos que deban autorizarlo o aprobarlo
siempre que pueda afectar a la decisión de un inversor razonable de invertir o
desinvertir en los valores afectados.
5.1. Principios generales de actuación del Grupo del emisor sobre los
hechos relevantes
La actuación de las entidades que forman el Grupo del emisor y de todas las personas
que tengan acceso a informaciones que puedan constituir hechos relevantes deberá
ajustarse a los siguientes principios de actuación:
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5.2. Difusión de hechos relevantes
(ii) Los datos relacionados con la política de inversión y financiación que conlleven
importantes movimientos inmediatos o futuros de flujos de caja.
En cumplimiento del principio de sigilo y del deber de diligencia, las reuniones con
analistas, inversores o medios de comunicación deben estar previamente planificadas
para prever posibles preguntas cuya contestación pueda dar origen a la comunicación
de una información no conocida por el mercado. Las personas que participen en tales
reuniones se abstendrán de revelar este tipo de información si previamente no ha sido
difundida al mercado.
La DCN vigilará la actuación de las personas que hayan tenido acceso a información
que pueda constituir un hecho relevante antes de que se haya hecho pública,
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advirtiéndoles de su condición de iniciados y de su obligación de guardar secreto sobre
tales informaciones.
Cuando la DCN detecte o haya sido informada de cualquier indicio de ruptura de los
controles adoptados para salvaguardar la información en la fase de secreto de la
comunicación de un Hecho relevante deberá realizar un análisis al respecto e informar
de sus conclusiones al Consejo de Administración.
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b) Transparencia en las relaciones con los supervisores y los organismos
rectores de los mercados.
d) Neutralidad. La actuación del Grupo del emisor debe ser neutral y en ningún
caso ejercerá una posición dominante en la contratación de sus acciones.
d) Establecer las relaciones con las entidades supervisoras que sean necesarias
para el adecuado desarrollo de lo establecido en este RIC.
e) Elaborar un informe trimestral, o siempre sea requerido para ello, sobre las
actividades del departamento.
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7. FUNCIONES DE LA DIRECCIÓN DE CUMPLIMIENTO NORMATIVO
e) Promover el conocimiento por las personas sujetas del presente RIC y del resto
de normas de conducta de los mercados de valores, pudiendo a tal efecto
organizar cursos o seminarios de obligada asistencia.
f) Resolver las dudas o cuestiones que se planteen por las personas a las que
resulte aplicación el presente RIC.
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b) Establecer los requisitos de información, normas de control, etc. que considere
oportunos.
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