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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN

1023/2016

QUEJOSO Y RECURRENTE: *****

MINISTRO PONENTE: ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA

SECRETARIA: ANA MARÍA IBARRA OLGUÍN

Ciudad de México. Acuerdo de la Primera Sala de la Suprema Corte


de Justicia de la Nación correspondiente al 9 de noviembre de 2016.

Visto Bueno Ministro

SENTENCIA

Cotejo

Recaída al amparo directo en revisión 1023/2016, promovido por *****


por propio derecho, en contra de la sentencia dictada el 14 de enero de
2016 por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo
Circuito, en el juicio de amparo directo civil *****.

I. ANTECEDENTES

1. Juicio de estado civil.

El 27 de noviembre de 2013, ***** demandó de ***** —con quien


mantuvo una relación de concubinato—, y de los dos hijos que tuvo con ella
—***** y *****—, la cancelación del estado jurídico adquirido por todos
ellos, y consecuentemente la entrega de un inmueble que habitaban los
demandados. Al respecto, el actor destacó que su relación con la
demandada comenzó en 1989 y terminó en el año 2003, cuando le dijo que
no quería seguir a su lado. Además, vale mencionar que el actor demandó
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la cancelación de la obligación alimentaria a la que fue condenado en favor


de su hijo *****, por considerar que éste ya no la necesitaba y aduciendo
que, en todo caso, él ya no contaba con la capacidad para proporcionarle
alimentos en razón de su edad y del deber de mantener a su nueva familia.

Los demandados contestaron lo que a su derecho convino, y por su


parte, ***** reconvino al actor el pago de alimentos a favor suyo,
consistente en el uso y goce del inmueble en cuestión, así como del 30%
de las percepciones ordinarias y extraordinarios del actor. Lo anterior, con
base en el artículo 4.129 del Código Civil del Estado de México y en
atención a que desde su perspectiva la relación de concubinato no había
terminado. Argumentó que, aun si se considerara terminado el concubinato,
tenía derecho a que se le retribuyera el trabajo que desempeñó en el hogar.
Por su parte, ***** —hijo del actor— reconvino al demandante el pago de
alimentos consistentes también en el uso y goce del inmueble en cuestión.

Agotados los trámites correspondientes, el juez de primera instancia


dictó sentencia en la que determinó que el actor probó su acción y
consecuentemente condenó a los demandados a la desocupación y entrega
del inmueble en cuestión. Igualmente, absolvió al demandante del pago de
una pensión a favor de ellos y declaró como terminada la obligación
alimentaria que contrajo en favor de su hijo *****. Finalmente, condenó al
actor al pago de una pensión alimenticia definitiva a favor de *****, hasta
en tanto la misma no se encuentre unida en nuevo concubinato o
contraiga matrimonio,1 a razón de un día de salario mínimo diario vigente
en la región, así como a garantizar por un año dicha pensión.

2. Recurso de apelación y su correspondiente resolución.

Inconforme con la resolución anterior, ***** interpuso recurso de


apelación, del que conoció la Tercera Sala Colegiada Civil de Tlalnepantla,
perteneciente al Tribunal Superior de Justicia del Estado de México.

1
Foja 496 del expediente número *****, correspondiente al juicio de primera instancia.

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Agotados los trámites correspondientes, la sala dictó sentencia el 19 de


marzo de 2015, en la que resolvió declarar infundados e inoperantes los
agravios del actor y confirmar, por lo tanto, la sentencia recurrida.

3. Juicio de amparo directo.

En desacuerdo con la resolución anterior, ***** promovió juicio de


amparo directo. En esencia, el quejoso expresó que la sentencia reclamada
violó el principio de congruencia y exhaustividad, así como que careció de
una debida fundamentación y motivación. A decir del quejoso, la sala
responsable debió de haber observado que el juez de primera instancia se
extralimitó y distorsionó la litis, en vez de abocarse a justificar y robustecer
su decisión.

Al respecto, el quejoso subrayó que la reconvencionista no precisó de


manera suficiente los hechos base de su acción en los términos del artículo
4.99 del Código Civil del Estado de México, ni ofreció medio de convicción
alguno para acreditar los elementos de dicha disposición, sino que se limitó
a manifestar que merecía alimentos porque el concubinato continuaba
vigente. El quejoso señala que, a pesar de ello, el juez de primera instancia
lo condenó al pago de una pensión alimenticia definitiva en favor de la
demandada, resolviendo así de manera desmedida y subjetiva.

Finalmente, el quejoso impugnó como inconstitucionales las dos


condiciones a las que el artículo 4.99 referido sujeta la existencia de los
alimentos, por considerar que permiten que se imponga una obligación
alimentaria por tiempo indefinido, en tanto el acreedor no contraiga
nuevas nupcias ni forme parte de un nuevo concubinato.

4. Sentencia del tribunal colegiado de circuito.

Por razón de turno tocó conocer del juicio de amparo al Cuarto


Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, mismo que

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admitió la demanda por auto de 28 de septiembre de 2015. Agotados los


trámites correspondientes, el tribunal colegiado dictó sentencia el 14 de
enero de 2016. En dicha resolución, el órgano jurisdiccional resolvió negar
el amparo al quejoso. Lo anterior, en atención a las siguientes
consideraciones:

i. Es inoperante por inatendible el concepto de violación en el que se


plantea la inconstitucionalidad del párrafo final del artículo 4.99 del
Código Civil del Estado de México. Lo anterior, en tanto la
sentencia reclamada tuvo como fundamento el artículo 4.99
vigente a partir de la última reforma de doce de junio de 2015, en
el cual no existía la porción normativa impugnada. Además, en
la sentencia reclamada no se hizo consideración alguna sobre
la temporalidad de la obligación alimentaria.
Consecuentemente, la porción impugnada no fue invocada por la
sala ni utilizada como sustento normativo. Finalmente, si bien la
sentencia de primera instancia sí precisó que la obligación duraría
hasta que se actualizara alguna de tales condiciones, la
sentencia emitida en apelación sustituyó al fallo primigenio, y
en ella no existió pronunciamiento al respecto.

ii. En relación con los conceptos de violación que versan sobre la


falta de debida fundamentación, motivación, congruencia y
exhaustividad en el fallo reclamado, así como sobre la omisión de
la Sala de analizar todos los agravios y el hecho de que convalidó
que el juez de primera instancia “distorsionara la litis”, el tribunal
colegiado los consideró como infundados en la medida en la que
constató que la autoridad responsable sí revisó exhaustivamente
el fallo de primera instancia y fundamentó correctamente su
determinación.

II. RECURSO DE REVISIÓN

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Inconforme con la sentencia dictada por el Tribunal Colegiado, el


quejoso interpuso recurso de revisión mediante escrito presentado el 9 de
febrero de 2016 ante la Oficina de Correspondencia Común de los
Tribunales Colegiados en Materia Civil del Segundo Circuito.2 En dicho
escrito el quejoso argumentó fundamentalmente lo siguiente:

I. El tribunal colegiado no contestó debidamente el planteamiento


de constitucionalidad expresado en la demanda de amparo. En
efecto, dicho órgano jurisdiccional no tomó en consideración
que si bien la porción normativa que tildó de inconstitucional ya
no se encuentra vigente, esta sí fue aplicada por el juez de
primera instancia y dicha aplicación fue confirmada por la sala
responsable, al confirmar en sus términos el fallo apelado. De
esta manera, aun cuando la sala responsable no haya
invocado dicha porción normativa, su actuar dejó firme la
aplicación de la misma en la esfera jurídica del quejoso.

II. Fue erróneo que el tribunal colegiado declarara infundado el


concepto de violación acerca de la falta de fundamentación y
motivación por parte de la autoridad responsable. En este
aspecto, el recurrente subraya que el tribunal colegiado no
fundó su resolución ni se pronunció en torno al artículo 4.99 del
Código Civil del Estado de México. De esta manera, tanto el
juez de primera instancia como la sala responsable y el propio
tribunal colegiado convalidaron una condena de alimentos a
pesar de que jamás se colmaron las hipótesis previstas por
dicho precepto.

III. TRÁMITE ANTE ESTA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA


NACIÓN

2
Fojas 182 a 186 del cuaderno correspondiente al juicio de amparo directo civil
*****.

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Por auto de 26 de febrero de 2016, el Ministro Presidente de esta


Suprema Corte de Justicia de la Nación registró el asunto con el número de
expediente 1023/2016 y admitió a trámite el recurso de revisión interpuesto
por el quejoso, turnándolo a la ponencia del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea para la elaboración del proyecto de resolución correspondiente y
radicándolo en la Primera Sala. Posteriormente, por auto de 9 de mayo de
2016, se envió el expediente a la Ponencia del Ministro Arturo Zaldívar Lelo
de Larrea para la elaboración del proyecto de resolución respectivo.

IV. COMPETENCIA

Esta Primera Sala es competente para conocer del presente recurso


de revisión, en términos de lo dispuesto por los artículos 107, fracción IX,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción II,
y 96 de la Ley de Amparo vigente; 21, fracción III, inciso a), de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en relación con lo establecido
en los puntos primero y tercero del Acuerdo General 5/2013, emitido por el
Pleno de este Alto Tribunal el 13 de mayo de 2013.

V. OPORTUNIDAD DEL RECURSO

El recurso de revisión fue interpuesto en tiempo, de conformidad con


lo establecido en el artículo 86 de la Ley de Amparo. De las constancias de
autos se advierte que la sentencia recurrida fue dictada por el Cuarto
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito el 14 de enero de
2016 y fue notificada por lista al quejoso el viernes 22 de enero de 2016,3
notificación que surtió sus efectos el día hábil siguiente, es decir, el lunes
25 de enero de 2016.

Así, el plazo de diez días para la interposición del recurso empezó a


correr a partir del martes 26 de enero de 2016 y concluyó el miércoles 10
de febrero de 2016, descontándose los días 30 y 31 de enero, así como 1,

3
Foja 180 del cuaderno correspondiente al juicio de amparo directo *****.

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5, 6 y 7 de febrero por ser inhábiles de conformidad con el artículo 19 de la


Ley de Amparo vigente. En esas condiciones, al haber sido presentado el
recurso de revisión el 9 de febrero de 2016,4 resulta incuestionable que fue
interpuesto dentro del término legal previsto en el artículo 86 de la Ley de
Amparo.

VI. PROCEDENCIA

Por tratarse de una cuestión de estudio preferente, antes de


abordar el análisis de los argumentos hechos valer por la parte
recurrente, debe examinarse previamente si el presente recurso de
revisión en amparo directo reúne los requisitos constitucionales y legales
de procedencia.

Para ello, debe recordarse que el recurso de revisión en amparo


directo es un medio de impugnación de naturaleza eminentemente
extraordinaria. Como lo ha señalado esta Primera Sala en diversas
ocasiones, las sentencias de amparo directo son, en principio, definitivas
e inatacables. En todo caso, para que las mismas puedan ser recurridas
a través del recurso de revisión, es necesario que el asunto reúna
determinados requisitos previstos en la Constitución General y en la Ley
de Amparo.

A continuación se analiza si en este caso se cumple con los


requisitos de procedencia establecidos en la fracción IX del artículo 107 de
la Constitución. Dicho precepto establece que procede el recurso de
revisión cuando las sentencias de amparo directo resuelvan sobre la
constitucionalidad de normas generales, establezcan la interpretación
directa de un precepto de esta Constitución u omitan decidir sobre tales
cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio
de importancia y trascendencia en términos de lo dispuesto por esta
Suprema Corte a través de acuerdos generales.

4
Foja 182 del cuaderno correspondiente al juicio de amparo directo *****.

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De esta manera, la materia del recurso debe limitarse


exclusivamente a las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder
comprender otros aspectos de la decisión del Tribunal Colegiado. Así,
deben satisfacerse conjuntamente dos tipos de condiciones:

(a) En la sentencia recurrida debe subsistir por lo menos alguno de


los siguientes problemas de constitucionalidad: (i) pronunciamiento
sobre la constitucionalidad de una norma general; (ii) interpretación
directa de un precepto constitucional; u (iii) omisión en el estudio
de cualquiera de las dos opciones anteriores cuando éstas fueron
planteadas en la demanda de amparo.

(b) El problema de constitucionalidad debe entrañar la fijación de un


criterio jurídico de importancia y trascendencia, de conformidad con
lo establecido en el Acuerdo General 9/2015 emitido por el Pleno
de esta Suprema Corte. En este sentido, la resolución del recurso
de revisión debe cumplir alternativamente con alguno de los
siguientes criterios: (i) dar lugar a un pronunciamiento “novedoso”
o de “relevancia para el orden jurídico nacional”; o (ii) cuando lo
decidido en la sentencia recurrida pueda implicar el
“desconocimiento de un criterio” sostenido por esta Suprema Corte
en relación con alguna cuestión propiamente constitucional, al
haberse dictado la sentencia de amparo en contra de dicho criterio
o cuando se hubiere omitido su aplicación.

Finalmente, es importante destacar que el análisis definitivo de la


procedencia del recurso es competencia, según sea el caso, del Pleno o las
Salas de esta Suprema Corte. El hecho de que el Presidente, del Pleno o
de la Sala respectiva, admita a trámite el mismo no implica la procedencia
definitiva del recurso.5

5
En este punto, resulta aplicable la tesis 14 de la otrora Tercera Sala de esta
Suprema Corte, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Octava Época, Tomo II, Primera Parte, julio a diciembre de 1988, página 271, cuyo

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En el caso, esta Primera Sala advierte que el recurso contiene un


auténtico planteamiento de constitucionalidad que justifica su
procedencia. Efectivamente, el quejoso planteó desde la demanda de
amparo la inconstitucionalidad del artículo 4.99 del Código Civil del Estado
de México, porque permite imponer una obligación que puede prolongarse
indefinidamente hasta que la acreedora se case, o se una en un nuevo
concubinato. Por su parte, el tribunal colegiado decidió no pronunciarse
acerca del planteamiento del quejoso, por considerarlo inatendible. Dicha
omisión, además, fue reclamada por el recurrente en su escrito de agravios.

Además, los requisitos de importancia y trascendencia se ven


satisfechos en el caso. En efecto, hay que destacar que la no resolución del
asunto puede implicar el desconocimiento de la doctrina de esta Suprema
Corte sobre el derecho de los alimentos. Debe recordarse que al quejoso se
le condenó a cumplir con una obligación alimentaria sujeta a condiciones
que, en circunstancias similares, han sido declaradas inconstitucionales por
este Alto Tribunal.6 Dicha condena fue confirmada en sus términos por la
sala responsable, y su constitucionalidad no fue analizada por el tribunal
colegiado. De esta manera, declinar el estudio del asunto podría convalidar
que subsista una obligación alimentaria contraria a los parámetros de esta
Suprema Corte sobre los alimentos. Por lo demás, resolver el asunto
permitiría formular criterios útiles para que los juzgadores establezcan
obligaciones proporcionales y razonables en favor de quienes necesiten
alimentos.

rubro es “REVISIÓN, IMPROCEDENCIA DEL RECURSO DE. NO ES OBSTÁCULO


QUE EL PRESIDENTE DE LA SALA LO HUBIERE ADMITIDO”; así como en los
puntos cuarto y quinto del Acuerdo General 9/2015 del Pleno de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, que establece las bases generales para la procedencia y
tramitación de los recursos de revisión en amparo directo.
6
Véanse: sentencia recaída al amparo directo en revisión 1594/2016, resuelta
por la Primera Sala en sesión de 6 de julio de 2016, por unanimidad de cinco votos; y
sentencia recaída al amparo directo en revisión 4607/2013, resuelta por la Primera Sala
en sesión del 15 de abril de 2015, por mayoría de tres votos.

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Así, en tanto existe un planteamiento de constitucionalidad cuyo


estudio fue omitido por el tribunal colegiado, y que a su vez se considera de
importancia y trascendencia, esta Primera Sala estima que el asunto es
procedente.
VII. ESTUDIO

Los agravios del recurrente son fundados y suficientes para


concederle el amparo de la justicia federal. Efectivamente, en primer lugar,
el recurrente tiene razón en que el tribunal colegiado debió de haber
analizado el planteamiento de constitucionalidad que formuló en su
demanda de amparo. En segundo lugar, al estudiar dicho planteamiento
esta Primera Sala concluye que las condiciones aplicadas al recurrente son
inconstitucionales.

El tribunal colegiado decidió no pronunciarse acerca del


planteamiento del quejoso, por considerarlo inatendible. A juicio del órgano
de amparo, no se aplicaron al quejoso las condiciones previstas por el
artículo impugnado, porque la sentencia de la sala sustituyó a la de primera
instancia. Además, en tanto la sala responsable no se pronunció en ningún
momento sobre dichas condiciones, no puede decirse que hayan
sustentado el acto reclamado. En cualquier caso, el tribunal colegiado
señala que el artículo que aplicó la sala fue aquél vigente después del doce
de junio de 2015, fecha en la cual la porción normativa ya no se encontraba
prevista por el artículo 4.99 del Código Civil del Estado de México. 7

Esta Primera Sala de la Suprema Corte no comparte las


consideraciones del tribunal colegiado. Con independencia de que el
párrafo impugnado fue derogado por decreto número 372 de 18 de
diciembre de 2014,8 y la resolución de primera instancia fue dictada el 20

7
Vigente hasta el 18 de diciembre de 2014.
8
Mismo que entró en vigor al día siguiente de su publicación, de conformidad con el
segundo resolutivo del propio decreto número 372.

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de enero de 2015,9 lo fundamental es que el juez natural estableció que la


obligación alimentaria subsistiría “hasta en tanto la [acreedora] no se
encuentre unida en nuevo concubinato o contraiga matrimonio”.10

En ese sentido, aunque el quejoso se refirió al artículo 4.99 del


Código Civil del Estado de México derogado, se advierte que en su
demanda de amparo impugnó una porción normativa cuyo contenido es
idéntico al que prevé el artículo 4.129 vigente después del 18 de diciembre
de 2014,11 precepto que resulta aplicable a los alimentos para el
supuesto específico del concubinato.

Por lo tanto, con fundamento en el artículo 76 de la Ley de Amparo, 12


esta Primera Sala de la Suprema Corte estima que debe referirse el estudio
de constitucionalidad al artículo 4.129 aludido, pues es ésta la disposición
aplicable al caso de los concubinos, misma que contiene las condiciones
que efectivamente fueron aplicadas al hoy recurrente.

Por lo demás, precisamente porque la sala responsable no se


pronunció sobre la temporalidad de los alimentos, sino que se abocó a
corroborar la legalidad del fallo primigenio y confirmarlo en todos sus
términos,13 es evidente que la obligación del quejoso subsiste configurada
tal como fue definida por el juez de primera instancia.

Así, toda vez que el planteamiento de constitucionalidad que formuló


en su demanda de amparo no ha sido analizado, esta Primera Sala se
abocará a estudiarlo en esta instancia.

9
Véase foja 487 del expediente número ****/**** correspondiente al juicio de primera
instancia.
10
Foja 496 del expediente número ****/****, correspondiente al juicio de primera
instancia.
11 Artículo 4.129. Los concubinos están obligados a darse alimentos, conforme a las
siguientes reglas: […] III. Que no haya contraído nuevas nupcias o viva en concubinato.
12 Artículo 76. El órgano jurisdiccional, deberá corregir los errores u omisiones que

advierta en la cita de los preceptos constitucionales y legales que se estimen violados, y podrá
examinar en su conjunto los conceptos de violación y los agravios, así como los demás
razonamientos de las partes, a fin de resolver la cuestión efectivamente planteada, sin cambiar
los hechos expuestos en la demanda
13 Véase foja 49 del toca número ****/****, correspondiente al juicio de apelación.

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Esta Primera Sala estima que la fracción III del artículo 4.129 del
Código Civil del Estado de México es inconstitucional, pues es contraria a
los principios de proporcionalidad y necesidad que debe observar toda
obligación alimentaria.

Para alcanzar esta conclusión se desarrollará i) la interpretación


constitucional de los alimentos, explicando los principios a los que se sujeta
cualquier deber alimentario, para ii) contrastar posteriormente este
parámetro con la porción normativa impugnada.

I. La interpretación constitucional del derecho de alimentos

El derecho a recibir alimentos está consagrado en el artículo 4 de la


Constitución General.14 Es doctrina reiterada de este Tribunal concebir al
derecho de alimentos como la facultad jurídica que tiene una persona
denominada acreedor alimentista para exigir a otra, deudor alimentario, lo
necesario para vivir como consecuencia del parentesco consanguíneo, de
la adopción, del matrimonio, del divorcio o del concubinato.15

Ahora bien, tal como se estableció al resolver los amparos directos en


revisión 1594/201616 y 4607/2013,17 frente al derecho a recibir alimentos se
ubica de forma correlativa una obligación alimentaria que necesariamente
está sujeta a respetar los principios constitucionales que rigen esta
institución. Esto permite que no se imponga una carga desproporcionada o
injustificada sobre el patrimonio del deudor alimentario.

14
Ibidem.
15
Idénticas consideraciones se sostuvieron en las contradicciones de tesis 389/2011 y
148/2012 resueltas por esta Primera Sala.
16
Resuelto por la Primera Sala en sesión de 6 de julio de 2016, por unanimidad de cinco
votos.
17
Resuelto por la Primera Sala en sesión del 15 de abril de 2015, por mayoría de tres
votos.

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En este contexto, hay que destacar que la justificación constitucional


de toda obligación alimentaria es la necesidad del acreedor alimentario.
Asimismo, toda obligación de dar alimentos debe ser proporcional tanto en
un aspecto económico, como en cuanto a su duración en el tiempo.

Necesidad de la obligación alimentaria

De acuerdo con la doctrina de esta Primera Sala, el derecho a los


alimentos se origina en el deber ético de solidaridad que debería de existir
entre los integrantes de un mismo grupo familiar.18 Este deber de
solidaridad es particularmente relevante cuando está en juego la
satisfacción de las necesidades básicas de uno de los miembros de una
familia.

Con el fin de garantizar la satisfacción de las necesidades de quienes


lo requieren, el derecho ha reconocido este deber ético elevándolo a la
categoría de obligación jurídica, y le ha dado el efecto de trascender el
vínculo familiar para que la obligación subsista aún disuelta esta unión —
como es el caso del divorcio o de la separación de los concubinos—.
Protegiendo esta finalidad, el Estado garantiza que se otorguen alimentos a
los integrantes de una familia que encuentren en imposibilidad real de
obtenerlos.

En este contexto, la obligación de dar alimentos constituye un deber


de solidaridad indispensable para garantizar la satisfacción de las
necesidades básicas del individuo.19 Así, tanto el nacimiento como la
subsistencia de la obligación encuentran razón de ser en la debida
solidaridad que se espera de una persona, con relación a un integrante de

18
Tesis 1a./J. 19/2011 (10a.), publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Décima Época, libro VII, abril de 2012, tomo 1, página 291, de rubro: “ALIMENTOS. EN
LOS JUICIOS DE NULIDAD DE MATRIMONIO FUNDADOS EN LA EXISTENCIA DE
MATRIMONIO PREVIO, ES PROCEDENTE EL PAGO DE ALIMENTOS A FAVOR DEL
CÓNYUGE QUE ACTUÓ DE BUENA FE (LEGISLACIONES DEL ESTADO DE MÉXICO Y DEL
DISTRITO FEDERAL).
19
Al respecto, véanse las resoluciones recaídas a la contradicción de tesis 148/2012 y al
amparo directo en revisión 4607/2013.

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su grupo familiar, quien padece la imposibilidad de procurarse alimentos por


sí mismo.20

De esta manera, la necesidad del acreedor alimentario es el


origen y fundamento de la obligación de alimentos, entendida como
aquella situación en la que pueda encontrarse una persona que no está en
posibilidad de mantenerse por sí misma, pese a que haya empleado una
diligencia normal para lograrlo y con independencia de las causas que
puedan haberla originado.21

En este sentido, toda obligación alimentaria debe dictarse y evaluarse


tomando en cuenta que su justificación esencial es la necesidad del
acreedor. Por lo tanto, esta característica debe estar presente desde la
determinación de alimentos, y es indispensable que permanezca patente a
lo largo de toda su vigencia. Lo contrario implicaría sujetar al deudor a una
carga patrimonial injustificada, con el único propósito de solventar las
necesidades de quien se encuentra en aptitud de hacerlo por sí mismo; sin
duda, un deber con esas características es contrario a la naturaleza de los
alimentos. En este contexto, si en el transcurso del tiempo la concubina o el
concubino adquieren recursos suficientes para solventar sus necesidades,
entonces es posible solicitar la reducción o la cancelación de los alimentos
por la vía judicial.

Con todo, el hecho de que la finalidad primordial de los alimentos sea


solventar las necesidades básicas de quien las requiera, no significa que
los alimentos deban decretarse de manera restrictiva, con el propósito de
garantizar apenas un piso mínimo de supervivencia para el acreedor. Por el
contrario, esta Primera Sala ha establecido que los alimentos tienen un
contenido económico, destinado a satisfacer cabalmente las necesidades
de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento de la persona, así

20
Véase la sentencia recaída al amparo directo en revisión 4607/2013, op. cit.
21
Véase la tesis de jurisprudencia 1a./J. 41/2016 (10a.) de rubro: “ALIMENTOS. EL
ESTADO DE NECESIDAD DEL ACREEDOR DE LOS MISMOS CONSTITUYE EL ORIGEN Y
FUNDAMENTO DE LA OBLIGAICÓN DE OTORGARLOS.” Localizable en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Libro 34, Septiembre de 2016, Tomo I, pág. 265.

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como su desarrollo integral en los aspectos biológico, psicológico, social,


entre otros.22

De cualquier modo, no puede perderse de vista que la determinación


de alimentos conlleva la imposición de una carga sobre el patrimonio de
una persona, misma que debe actuar con solidaridad frente a un integrante
de su grupo familiar. Por lo tanto, la existencia de dicha obligación no puede
descansar en el propósito de que el acreedor lleve una vida holgada. Así,
esta Suprema Corte ha expresado que: “el estado de necesidad surge,
como su nombre lo indica, de la necesidad y no de la comodidad, por lo que
es evidente que quien tiene posibilidades para trabajar no puede exigir de
otro la satisfacción de sus necesidades básicas.”23

Finalmente, es importante precisar que la necesidad como


justificación de los alimentos no es un principio absoluto, pues las personas
no se ubican solamente en un extremo de absoluta carencia, o en otro
extremo de total autosuficiencia. En realidad, existe una amplia gama de
matices a tomar en cuenta al imponer, reducir, aumentar o cancelar una
obligación alimentaria. Por esa razón, es preciso que todo deber alimentario
se encuentre en estrecha concordancia con las circunstancias reales de la
relación familiar de que se trate, tanto al surgir como a lo largo de toda su
vigencia.

Lo anterior explica el que los alimentos no sean cosa juzgada, sino


una determinación judicial variable y flexible, en la cual el juzgador debe
tomar en cuenta tanto las condiciones económicas del deudor y del
acreedor alimentario, como cualquier otra cualidad propia del caso

22
Al respecto, véase la sentencia recaída al amparo directo en revisión 2293/2013,
emitida por la Primera Sala el 22 de octubre de 2014, por mayoría de tres votos, así como la
tesis 1ª. LXXXV/2015 (10ª.) de rubro: “ALIMENTOS. EL DERECHO A PERCIBIRLOS EN
TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 4º. DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS TIENE UN CONTENIDO ECONÓMICO”. Localizable en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Libro 15, Febrero de 2015, Tomo II, pág. 1379.
23
Véase la tesis jurisprudencial 1a./J. 34/2016 (10a.) de rubro: “ALIMENTOS. EL
ESTADO DE NECESIDAD DEL ACREEDOR ALIMENTARIO ES ESTRICTAMENTE
INDIVIDUAL Y SURGE DE LA NECESIDAD Y NO DE LA COMODIDAD”. Localizable en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 33, Agosto de 2016, Tomo II, pág. 603.

15
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concreto. Ello es relevante a fin de que el deber que se dicte se ajuste


plenamente a las cualidades de la relación familiar en cuestión.24

De esta manera, es evidente que acreditar una reducción en la


necesidad del acreedor alimentario no produce automáticamente la
extinción de la obligación. Por el contrario, el juzgador deberá valorar
cuidadosamente cómo ha variado la situación del miembro familiar de que
se trate, para determinar en qué medida ha dejado de necesitar alimentos
—o si requiere de una cantidad mayor—, y de esa manera alcanzar una
determinación que resulte de ponderar integralmente las circunstancias y
cualidades del caso.

En conclusión, esta Primera Sala entiende que la necesidad del


acreedor alimentario constituye una justificación esencial en toda
obligación alimentaria. Si la finalidad de los alimentos es satisfacer las
necesidades básicas de quienes no pueden subsistir por sí mismos,
entonces la imposición de una obligación alimentaria únicamente se
justifica, desde el punto de vista constitucional, mientras subsista la
necesidad del acreedor de recibir alimentos. En esa medida, el deudor
alimentario debe contar con la posibilidad de cuestionar una determinación
de alimentos si acredita que la misma ya no resulta necesaria.

Proporcionalidad de la obligación alimentaria

Asimismo, como se estableció en los amparos directos en revisión


1594/201625 y 4607/2013,26 toda obligación alimentaria debe respetar el
principio de proporcionalidad. Este principio, en el caso de los alimentos,
se traduce en un deber de tomar en consideración las circunstancias del

24
Tesis de jurisprudencia 1ª./J.44/2001, ubicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, tomo XIV, agosto de 2001, página 11, de rubro: “ALIMENTOS.
REQUISITOS QUE DEBEN OBSERVARSE PARA FIJAR EL MONTO DE LA PENSIÓN POR
ESE CONCEPTO. (LEGISLACIONES DEL DISTRITO FEDERAL Y DEL ESTADO DE
CHIAPAS)”.
25
Resuelto por la Primera Sala en sesión de 6 de julio de 2016, por unanimidad de cinco
votos.
26
Resuelto por la Primera Sala en sesión del 15 de abril de 2015, por mayoría de tres
votos.

16
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1023/2016

caso concreto, con objeto de que no se fije una carga desproporcional o


irracional sobre el deudor alimentario.

En esta línea, esta Primera Sala ha sostenido reiteradamente que el


juzgador, al fijar una obligación alimentaria, está constreñido a observar los
límites de proporcionalidad y razonabilidad para que no se constituya una
obligación injusta en perjuicio del deudor.27

Por ejemplo, en la jurisprudencia 1ª./J.44/2001,28 esta Primera Sala


determinó que el principio de proporcionalidad obliga al juzgador a fijar
el deber alimentario atendiendo a las particularidades de la familia en
cuestión, y no únicamente observando el equilibrio entre la necesidad del
deudor alimentario y la capacidad económica del acreedor. En el mismo
sentido, en el amparo directo en revisión 3490/2014 se resolvió que para
fijar una obligación alimentaria en casos de divorcio el juzgador debe: i)
verificar si alguno de los cónyuges acredita la necesidad de recibir
alimentos, considerando la capacidad económica del otro consorte, y ii)
evaluar las circunstancias y características particulares del caso
concreto, así como las circunstancias propias de cada relación
familiar.

De lo anterior se desprende la verdadera amplitud del principio de


proporcionalidad en los alimentos, pues éste no solamente implica un
estudio de la capacidad económica del deudor frente a la necesidad de
alimentos del acreedor, sino que vincula al juez a analizar otras
circunstancias concretas de cada caso, con objeto de verificar que la carga
alimentaria impuesta no resulte desproporcionada. Esta proporcionalidad
debe revestir a la obligación alimentaria durante toda su vigencia, con
objeto de impedir que la obligación se vuelva excesiva e injustificada con el
transcurso del tiempo.

27
Contradicción de tesis 148/2012; contradicción de tesis 389/2011.
28
Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XIV, agosto de
2001, página 11, de rubro: “ALIMENTOS. REQUISITOS QUE DEBEN OBSERVARSE PARA
FIJAR EL MONTO DE LA PENSIÓN POR ESE CONCEPTO. (LEGISLACIONES DEL
DISTRITO FEDERAL Y DEL ESTADO DE CHIAPAS.)”.

17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1023/2016

Como consecuencia, la obligación alimentaria es susceptible de


perder su exigibilidad si se observa que resulta desproporcionada para el
acreedor, a partir de las circunstancias del caso concreto. La relación entre
necesidad y posibilidad alimentaria, es una situación variable que depende
de la modificación de las circunstancias que dieron lugar a la existencia y
cuantificación de la pensión. Así, la obligación alimentaria debe ser
proporcional y justa, no sólo cuando se origina, sino durante toda su
vigencia, pues en el momento en que se torna desproporcionada carece de
justificación constitucional.

Al tenor de lo anterior, esta Primera Sala observa que una obligación


alimentaria que carece de un límite temporal, debe ser aplicada de acuerdo
al principio de proporcionalidad que rige la institución alimenticia. De otro
modo, tal deber podría subsistir en el tiempo de manera indefinida, aun
cuando por las circunstancias particulares del caso sea evidente que se ha
vuelto desproporcionada e injusta. Expresado de otra forma: la falta de una
temporalidad definida no debe entenderse como una excepción al límite
que el principio de proporcionalidad impone a la obligación de proporcionar
alimentos, llegando incluso al extremo de someter al deudor a cumplir con
un dicho deber hasta el fallecimiento del acreedor.

De lo anterior resulta evidente que en todo momento la institución


alimenticia debe ser aplicada e interpretada de acuerdo a los límites que la
proporcionalidad impone a los deberes de solidaridad que se originan entre
los miembros de un grupo familiar. Uno de esos límites, consiste en la
razonabilidad de la duración de la obligación alimenticia que tuvo como
causa la disolución de una relación de pareja.

En virtud de todo lo anterior, esta Primera Sala estima que la


obligación alimentaria que en concreto se decrete, debe satisfacer el criterio
de proporcionalidad tanto en su cuantificación como en su duración. Como
lo ha determinado esta Primera Sala previamente, sería excesivo imponer

18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1023/2016

al acreedor alimentario una obligación que constriña su patrimonio para


siempre.29

*****

En suma, esta Primera Sala reitera que toda obligación alimentaria


debe estar justifica plenamente en un estado de necesidad por parte del
acreedor alimentario, y debe ser proporcional tanto en el aspecto
económico como en relación con su temporalidad.

II. Inconstitucionalidad de la fracción III del artículo 4.129


del Código Civil del Estado de México.

En el caso, el juez de primera instancia condenó al quejoso a pagar


alimentos a su ex concubina “hasta en tanto la [acreedora] no se encuentre
unida en nuevo concubinato o contraiga matrimonio”;30 es decir, bajo las
condiciones previstas por la fracción III del artículo 4.129 del Código Civil
del Estado de México. Debe recordarse que la sala confirmó en sus
términos la sentencia de primera instancia y que el quejoso impugnó dicha
determinación por inconstitucional.

Esta Primera Sala observa que la porción normativa impugnada


efectivamente vulnera los principios de proporcionalidad y necesidad que
deben observar los alimentos.

En efecto, por un lado, la norma permite que la obligación se


prolongue indefinidamente en el tiempo, lo cual es contrario al principio de
proporcionalidad de los alimentos, tal como ha sido entendido por esta
Primera Sala. Recordemos que un límite temporal determinado es un
requisito esencial de toda obligación alimentaria, pues en caso contrario la
obligación podría prolongarse de manera indefinida, aun cuando por las

29
Véanse: sentencia recaída al amparo directo en revisión 1594/2016, resuelta por la
Primera Sala en sesión de 6 de julio de 2016, por unanimidad de cinco votos; y sentencia
recaída al amparo directo en revisión 4607/2013, resuelta por la Primera Sala en sesión del 15
de abril de 2015, por mayoría de tres votos.
30
Foja 496 del expediente número ***** correspondiente al juicio de primera instancia.

19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1023/2016

circunstancias particulares del caso resulte evidente que se ha vuelto


desproporcionada.

Por otro lado, la norma impugnada circunscribe los supuestos en los


que cesa la necesidad alimentaria a dos casos específicos, por lo que
impide que el deudor alimentario pueda solicitar la extinción de la obligación
en cualquier supuesto distinto, a pesar de que haya cesado la necesidad
de recibir alimentos de la acreedora. Al respecto, debe tenerse presente
que la justificación constitucional de los alimentos es brindar satisfacción a
las necesidades básicas de quienes no cuentan con la capacidad de
subsistir por sí mismos.31 Por lo tanto, la porción impugnada es
subinclusiva, en tanto deja fuera muchos casos en los que el deudor puede
solicitar la extinción del deber alimentario establecido a su cargo.

Por lo demás, vale destacar que esta Primera Sala declaró


inconstitucional un precepto con el mismo contenido normativo al resolver el
amparo directo en revisión 1594/2016. En dicho precedente se invalidó el
artículo 342 del Código Civil para el Estado de Guanajuato, en la porción
normativa que establecía que la mujer tiene derecho a alimentos hasta en
tanto no contraiga nuevas nupcias y viva honestamente, por subordinar el
rol de la mujer a partir de la idea de que ésta no puede subsistir por sí
misma.32

Ante tal panorama, esta Primera Sala encuentra que la porción


normativa permite que se imponga y que subsista en el tiempo una
obligación contraria a los principios constitucionales que deben
observar los alimentos.

Consecuentemente, debe revocarse el fallo impugnado para el efecto


de que se modifique la obligación alimentaria a cargo del quejoso, en el
entendido de que no debe aplicarse la fracción III del artículo 4.129 vigente

31
Véase la sentencia recaída al amparo directo en revisión 4607/2013, op. cit.
32
Véase la sentencia recaída al amparo directo en revisión 1594/2016, op. cit.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1023/2016

después del 18 de diciembre de 2014,33 y precisando que la obligación


alimentaria establecida en favor de Amada Pedro Vargas subsistirá en tanto
la misma continúe siendo necesaria y proporcional, de conformidad con las
consideraciones emitidas en el último considerando del presente fallo, y con
las disposiciones aplicables a los alimentos.

Por todo lo anteriormente expuesto y fundado, esta Primera Sala de


la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelve:

PRIMERO. En la materia de la revisión se revoca la sentencia


recurrida.

SEGUNDO. Devuélvanse los autos al Cuarto Tribunal Colegiado en


Materia Civil del Segundo Circuito, para que emita una nueva sentencia, en
términos del último considerando de esta sentencia.

Notifíquese; con testimonio de la presente resolución, vuelvan los


autos al Tribunal de su origen y, en su oportunidad, archívese el toca como
asunto concluido.

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la


Nación, por unanimidad de votos de los señores Ministros Arturo Zaldívar
Lelo de Larrea (Ponente), José Ramón Cossío Díaz, quien se reservó el
derecho de formular voto concurrente, Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien
también se reservó el derecho de formular voto concurrente, y Presidenta
Norma Lucía Piña Hernández. Ausente: el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena.

Firman la Presidenta de la Sala y el Ministro Ponente con la


Secretaria de Acuerdos, quien autoriza y da fe.

PRESIDENTA DE LA PRIMERA SALA

33 Artículo 4.129. Los concubinos están obligados a darse alimentos, conforme a las
siguientes reglas: […] III. Que no haya contraído nuevas nupcias o viva en concubinato.

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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 1023/2016

MINISTRA NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ

PONENTE

MINISTRO ARTURO ZALDÍVAR LELO DE LARREA

SECRETARIA DE ACUERDOS

LIC. MARÍA DE LOS ÁNGELES GUTIÉRREZ GATICA

En términos de lo previsto en los artículos 3, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley


Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. CONSTE.

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