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Introducción.
En esta semana nos toca el tema del manejo de conflicto en los proyectos. En mi
estudio no comenzaré, como habitualmente se hace, con una definición del
concepto. Debido a que la palabra conflicto se entiende tal cual, representando
problema, adversidad, obstáculo, impedimento y en una forma general una situación
que no es cómoda ni viable para estarla viviendo.
Al leer la bibliografía que menciono al final de este trabajo, encontré, que, resulta
ilógico, que el hombre, el cual ha alcanzado logros que lo han trascendido, como el
llegar a la Luna en persona, enviar sondas viajeras a Marte u otros planetas del
Sistema Solar alcanzando o superando la velocidad del sonido; que ha desarrollado
medios de transporte tan modernos, los cuales han reducido los tiempos de
traslado; que ha sido capaz de mejorar su comunicación a través de la internet, que
ha hecho aportaciones en el ramo médico para prolongar su vida; que ha podido
guardar y transmitir imágenes que perduran a través del tiempo; en fin, ese hombre
tan “poderoso” no es capaz de llevarse bien con su vecino, compañero de trabajo,
familiares cercanos como esposa e hijos, provocándole serios problemas
personales, laborales y sociales.
Pero, el problema real no es que al hombre se le presente problemas o conflictos
con sus semejantes, sino, que, como es un hombre que, para su sano desarrollo,
necesita ser interdependiente, los resultados de esas adversidades representan
mucho para su diario vivir. Se considera que un 80% de los problemas que se
presentan en los centros de trabajo, tienen como origen los conflictos entre
personas.
Por ende, en los proyectos, los cuales nos conciernen, es lógico que la presencia
de conflictos no resulte óptima para su inicio, desarrollo, ejecución e implantación;
ya que como usted, estimado profesor lo menciona en la introducción del tema, los
conflictos se deben a “calendarios, prioridades del proyecto, estructura del equipo
de trabajo, opiniones y compromisos técnicos, procedimientos administrativos y
costos”.
Entonces, ¿qué podemos decir? Que el gran problema al que se enfrenta nuestra
civilización actual, es un adecuado manejo de conflictos, los cuales en esencia son
fallas humanas. Y de esto su real complicación, porque no podemos llegar a conocer
en su totalidad cómo podrá reaccionar cada individuo ante una situación particular,
ni podemos generalizar u homogeneizar su comportamiento ante las dificultades.
El hecho de que sean fallas humanas provoca grandes paradojas en el desarrollo
de nuestras vidas.
¿Por qué paradojas? Porque resultan increíbles sus consecuencias. Por citar un
ejemplo, podemos hablar de nuestro México, que por una parte es rico en recursos
climatológicos, minerales, forestales, marinos, etc.; pero por otra se encuentra en
un estado de subdesarrollo y pobreza. Y, desde mi humilde punto de vista, esto se
debe a la presencia de conflictos entre personas, siendo ésta, la verdadera causa
del problema.
De lo anterior, podemos deducir, la imperiosa necesidad de estudiar el tema de
manejo de conflictos, analizar sus causas y así, plantear posibles estrategias a fin
de superarlos. La tarea es abrumadora y compleja.
Desarrollo.
Lo que he dicho en la introducción, ha sido con el afán de enfatizar la importancia
de los conflictos en la vida individual, laboral y social; para así, a partir de este
momento, analizar las actitudes y técnicas que resultan más favorables para su
manejo.
El primer paso que hay que dar, es reconocer el conflicto como una realidad
intrínseca a la vida. Así, nos podremos familiarizar con la “presencia cotidiana y
universal del conflicto”1, de acuerdo a lo que dicen los autores expertos en el tema.
Hay que tomar conciencia de que el conflicto es una condición humana básica, que
va mucho más allá del ámbito laboral.
Una vez reconocido el hecho anterior, se puede pasar a tratar de identificar los
conflictos en interpersonales, laborales y los sociales, por citar tres grandes rubros.
Dichas áreas resultan clasificarse así, porque son los ámbitos en los que
generalmente se le presentan al ser humano, resultando, que existen conflictos en
la vida personal y desarrollo profesional; relaciones humanas y negocios; así como
educación y política.
Pero. ¿Para qué clasificarlos? Según el autor que cito en la bibliografía: “Porque si
consideramos los campos potenciales del conflicto, éstos nos ayudarán a
concientizar la importancia del fenómeno y ubicarlo para poder manejarlo en el
momento oportuno”2.
Es así como siguiendo una secuencia lógica en mí estudio, es necesario mencionar
los diferentes tipos de conflicto que encontré. Estos son ocho y los enumeraré a
continuación, no sin antes citar que los obtuve de la bibliografía mencionada:
1
Estrada M. (1985). (capítulo del libro 1). En Manejo de Conflictos (página 3).
México: El Manual Moderno.
2
Estrada M. (1985). (capítulo del libro 3). En Manejo de Conflictos (página 7).
México: El Manual Moderno.
Tipos principales de conflictos.
Conflictos de intereses, opiniones, ideologías, valores, deseos y caracteres.
Conflictos conscientes y conflictos inconscientes.
Conflictos institucionalizados y no institucionalizados.
Conflictos psicológicos, sociales, legales y armados.
Conflictos de medios.
Conflictos positivos y negativos.
Conflictos primarios y secundarios.
Conflictos reales y simbólicos.
Respuesta.
Respuesta.
Mediación.
Indagación.
Arbitraje.
Facilitación.
Estrada M. (1985). (capítulo del libro 11). En Manejo de Conflictos (página 50).
3
Respuesta.
Calendarios.
Prioridades del proyecto.
Estructura del equipo de trabajo.
Opiniones y compromisos técnicos.
Procedimientos administrativos.
Costos.
* ¿De qué manera pueden manejarse los conflictos, a fin de que no afecten los resultados de
un proyecto?
Respuesta.
Como ya lo he mencionado en el desarrollo del presente trabajo, una manera
adecuada de manejarlos es como cito a continuación:
Diagnosticar el problema tras formularse una serie de preguntas para definir cómo
está uno viviendo la situación.
Reconocer la forma en que las propias actitudes contribuyen a crear o continuar el
problema y aclarar los propios valores al respecto.
Encontrar y ubicar todas las alternativas de acción, - es decir, de reacción al
conflicto-, con verdadero deseo de mejorar las cosas.
Decidir la alternativa más adecuada y una estrategia para implementarla.
Conclusiones.
Hemos hablado del manejo de conflictos en esta semana, y los he venido
analizando como vicisitudes o adversidades que se presentan en el desarrollo de
un proyecto.
Sin embargo, ya que los conflictos son inherentes a nuestra vida y por ende todo lo
que nos rodea, pienso que por qué no hay que tomarlos desde un punto de vista
positivo.
Podemos manejarlos y tratarlos como grandes oportunidades de cambio, y
entiéndase por cambio, cambio adecuado para mejorar. Los conflictos no
necesariamente dañan la ejecución o desenvolvimiento de un proyecto, o visto de
una manera más general, de una organización.
El adecuado manejo de conflictos en los proyectos y en las organizaciones, sin
duda, ayudarán a mejorar los resultados de trabajo a partir de estilos adecuados, la
cooperación entre los integrantes del equipo de trabajo y la sinergia que se pueda
presentar a partir de ellos.
Por ende, no debemos rehuir a los conflictos, no tratar de evitarlos. Debemos
aceptarlos como parte integrante de los proyectos, no se pueden simplemente hacer
a un lado, hay que visualizarlos como un agente motivado de mejora, de cambio
positivo en nuestra participación en los proyectos que lideremos.
Bibliografía.
Recuperado de Estrada, M. (1985). Manejo de Conflictos. México: El Manual
Moderno