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Alumna: Salma Danae Murillo González.

HABLANDO DE ELFOS
No nos dignamos a reconocer la calumniosa propaganda difundida por los humanos
atrofiados que se hacen llamar enanos. Esos pequeños mineros siempre han tenido
una visión, deberíamos decir, más bien prejuiciada de la historia el auténtico
funcionamiento de la realidad. Se llaman a sí mismos las criaturas más espléndidas
que adornan los mundos: con cuerpos como esos, suponemos que uno ha de
poseer una activa vida de fantasía.

Enigmáticos y poderosos, los elfos han dominado el paisaje de la fantasía


durante años. Aunque sus civilizaciones y poderes han sido siempre un misterio
para aquellos que viajan por los reinos de la fantasía, su influencia es
innegablemente fuerte. Ciudades abandonadas, tecnología perdida, leyendas
olvidadas…, todas estas cosas y más yacen dentro de la mística de los elfos. Su
tierra, su cultura y su filosofía son crípticos misteriosos a aquellos no bendecidos
con el amor de los elfos.

Los Elfos (Alves, en inglés; Elfen, en alemán) son una especie de…, genios
o espíritus aéreos, de forma humana, de rostro bello y agraciado, muy amantes de
la Naturaleza y generalmente dotados de un carácter generoso, compasivo y
benéfico; a menudo se les confunde con los silfos. En la mitología escandinava se
distinguen dos clases de Elfos: de Luz (Ljosalfar) y de Tinieblas (Döpkalfar o
Svartalfar) …” (“GlosarioTeosófico”, H.P. Blavatsky).

De aspecto similar a los humanos, aunque más pequeños, los elfos se


caracterizan por ser extremadamente delicados, de piel muy clara y cabellos
dorados o platinados y orejas puntiagudas. Para la mitología nórdica, los elfos eran
seres inmortales cuya esencia se encontraba en su gran espiritualidad, esto llevó a
suponer que no estaban condicionados por el mundo físico, es decir podían volar,
atravesar paredes y, hasta pasar desapercibidos por los humanos.

Aunque son seres extremadamente pacíficos, los elfos son eximios


dominadores del arte del arco y la flecha. Son diestros con la espada y sus
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movimientos son ligeros, sigilosos e imperceptibles. Son grandes conocedores de


los secretos de los bosques en los que habitan y poseen el don de la infra visión lo
que les permite ver en la oscuridad.

Las mujeres elfas comparten las mismas habilidades que los hombres,
inclusive para la batalla. Su vida se desarrolla en comunidades poco extensas – no
más de 100 o 200 integrantes – poseen pocas jerarquías y sus normas de
convivencia son básicas. Los elfos son criaturas que disfrutan de la música, el baile,
el canto y la poesía.

Por su estrecha relación con la naturaleza, los elfos se alimentan de los


productos que el propio bosque les proporciona. No comen animales de ningún tipo,
gustan del agua pura pero también beben vino, cerveza y aguamiel que ellos
mismos elaboran.

ELFOS. Pintura de Heinrich Füssli


(1781). Óleo sobre tela. Francfort,
Goethe Museum.

Se han dispersado a casi todos los mundos del Plano Material primario. Los
elfos se han adaptado a vivir en casi cualquier entorno posible. Montañas, bosques,
llanuras, aguas, e incluso el submundo, ha conocido el sabor de los elfos. Las
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extensiones nevadas han sentido el ligero contacto de las botas élficas, lo mismo
que las ardientes arenas de los desiertos.

A través de su conexión inherente con todos los mundos, los elfos se adaptan
más fácilmente que muchas otras razas. Por esta razón, pueden ser hallados en
cualquier clima, bajo casi cualquier extremo.

Entre las habilidades con las que han nacido todos los elfos se hallan la
comunión, visión élfica, manifestación, la ensoñación y la resistencia limitada
al calor y al frio. Cada una de ellas es explicada de una forma más completa en el
texto que sigue:

Comunión:
Todos los elfos tienen la habilidad innata de compartir sus experiencias, sus
sensaciones y sus vidas con aquellos elfos a los que aman o en quienes confían
implícitamente. Este compartir, llamado comunión, solo puede ser realizado por
elfos plenamente voluntarios.

La comunión requiere que los elfos participantes estén totalmente serenos, y


piensen tan solo en los otros dentro de su unión más íntima. (Así, la comunión no
es un método efectivo para retransmitir mensajes urgentes.) Todos los elfos deben
liberarse de juicios y prejuicios sobre los demás, lo cual puede tomar algún tiempo.

Cuando los participantes se han relajado lo suficiente y se han retirado de los


rigores del mundo, se tocan ligeramente palma contra palma, dedo contra dedo.

Abren sus mentes a los demás, uniéndose entre sí de una forma libre y
completa; si alguna vez queda alguna pequeña reserva, la unión falla. Durante la
comunión, los elfos exploran todas las facetas de la personalidad de los demás: sus
amores, odios, esperanzas y miedos.

Visión élfica:
Sus ojos tienen la habilidad de ver más adentro en el espectro de los
infrarrojos, lo cual les permite funcionar en la mayoría de lugares no iluminados.
Tienen unos ojos extremadamente agudos.
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Los ojos de los elfos tienen que ajustarse, por supuesto, a un cambio de luz.
No pueden usar más inmediatamente su visión élfica más que un humano puede
ajustarse inmediatamente a la luz del sol después de pasar un tiempo en la
obscuridad.

Manifestación:
Pese al hecho de que los elfos son más bajos que los humanos y a menudo
parecen infantiles debido a su estatura, normalmente no son confundidos con ellos.
Sin embargo, hay algunas ocasiones en que sí lo son, y es en estas ocasiones que
invocan la habilidad élfica de la manifestación.

Cuando los elfos lo desean, adquieren una presencia imponente. De pronto


pueden parecer mucho más grandes, más allí, que lo que su altura y su peso reales
podrían indicar. Utilizan esta habilidad en su beneficio contra los humanos
impresionables; mantiene a los crédulos a distancia y ocasionalmente atrae una
atención necesaria hacia el elfo.

La habilidad de la manifestación es puramente un resultado de la conexión


élfica con la tierra; el único truco implicado reside en demostrar esta conexión.

La ensoñación:
Otra diferencia entre los elfos y los demás humanoides de los mundos que
comparten es que los elfos no duermen en el sentido típico de la palabra, aunque
pueden entrar en ese estado si lo desean.

Cuando entran en la ensoñación, normalmente los elfos no cierran los ojos a menos
que haya presente una luz brillante. Relajan enteramente sus cuerpos, cada
músculo pierde su rigidez, hasta que se quedan absolutamente relajados.

Resistencia al calor y al frío:


Los elfos pueden resistir hasta los 30° C con solo una ligera incomodidad.
Del mismo modo, pueden permanecer vestidos con sus ropas habituales hasta casi
el punto de congelación del agua y sentirse tan solo un tanto incómodos.
Alumna: Salma Danae Murillo González.

La inmunidad de los elfos a toda una gama de temperaturas no se extiende


al fuego o a la nieve, o a cualquier cosa que simule estas condiciones. Por ejemplo,
un elfo no puede meter la mano en un fuego y retirarla sin sufrir sus efectos. Como
tampoco son inmunes los elfos a los conjuros que confían en el fuego, el hielo, el
viento y otros efectos se refiere únicamente a las temperaturas naturales. Un cono
de frío o una bola de fuego tienen el habitual efecto perjudicial sobre un elfo.

Hay quienes consideran que los elfos son virtualmente inmortales. Aunque
pueden morir a causa de un accidente o de violencia, nadie ha visto nunca a un elfo
morir de “vejez”. Esto se debe a que ningún elfo auténticamente viejo permanece
en el mundo conocido por los humanos; los elfos “viejos” han abandonado el mundo
y viajado a un lugar llamado Arvanaith. Hacia los 550 años, los elfos sienten un
irresistible impulso de efectuar un último viaje. Un elfo solo puede desafiar este
impulso marginalmente un poco más que un hombre puede desafiar la muerte
cuando llega.

Arvanaith es un lugar lleno de belleza natural, culto de todos menos de los


elfos. Algunos sabios humanos han especulado que esta bolsa es una pieza de
Arvandor en el plano de Olimpo, pero nadie ha sido capaz de alcanzarla nunca…,
excepto a través de la muerte. Los sabios capaces de regresar a su plano original
son incapaces de hablar de Arvanaith. El recuerdo de la belleza es demasiado
intenso para que sus mentes humanas lo soporten. Es realmente un reino solo para
los elfos.

Para finalizar este breve texto sobre lo extraordinario que son estos seres
grandes amigos de la naturaleza y casi desconocidos por nosotros los humanos,
me gustaría agregar un lindo relato del gran guardabosque elfo:

Bueno, por supuesto, somos diferentes. Vivimos más tiempo, a menudo más
de 400 años que un humano típico. Podemos funcionar fácil y confortablemente en
lugares donde la única luz es el calor irradiado por nuestros hermanos…, y nuestros
enemigos. Nuestra habilidad con el arco y con la espada ha sido llamada
paranormal por algunos, mientras que otros reconocen esta habilidad como
simplemente la maestría y el arte que es en realidad, Ni siquiera necesitamos
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dormir, y en vez de ello derivamos nuestro descanso morando en nuestros


recuerdos y esperanzas del pasado: el acto de la ensoñación. Algunos afirman que
esto no es estanca y hace que vivamos en el pasado. No es así. Aprendemos para
el futuro reviviendo el pasado.

Somos los señores del bosque, y con buena razón. Somos íntimos con el
mismo suelo sobre el que caminamos, porque nuestras almas están unidas a este
suelo. El terreno bajo nuestros pies nos acoge, sin traicionarnos nunca al enemigo.
Nuestros bosques nos abrazan ocultándonos en sus ramas, asegurándose de que
no nos traicionemos a nosotros mismos inconscientemente.

Podemos adaptarnos a cualquier entorno en cualquier lado, y hay miembros


de nuestra raza en lugares que la mayoría han considerado demasiado inhóspitos.
Aunque puede que veáis a nuestros hermanos, podéis estar seguros de que están
ahí observándoos…, asegurándose de que no hacéis nada que puede ofenderles.

Somos, en pocas palabras, los guardianes y mantenedores de este mundo.


No intentamos demostrar que somos naturalmente mejores que los demás. Solo
sabemos que nuestras habilidades exceden con mucho las de la mayoría, y
nuestras largas vidas nos proporcionan la perspectiva necesaria para usar estas
habilidades en toda su extensión.

Esto no quiere decir que el mundo deba de estar a nuestra disposición. Al


contrario, hacemos lo que podeos para asegurarnos de que no interferimos
demasiado en su funcionamiento. De hecho, vemos nuestra misión como la de
restaurar el mundo después de lo que vosotros le habéis hecho. Al contrario que
vosotros, nuestras vidas no están dedicadas a la idea de que tenemos que cambiar
el mundo, porque somos plenamente conscientes de que el mundo cambiará por sí
mismo cuando se necesario.

-Laranis, gran guardabosque elfo.

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