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ESTUDIO

Por MaryLou Riggle

t
a adoración como el encuentro personal del cre­
yente con su Dios es un tema poco discutido en
nuestro medio, tal vez porque nos parece de
índole íntimo y privado.
Una revisión de los prospectos de los seminarios, que
tienen a su cargo la responsabilidad de la formación de
los líderes de las iglesias, nos indica que muy pocos
tienen cursos sobre este tema como parte de su curricu­
lum. Si acaso los tienen, se desarrollan alrededor de la
historia o la metodología, es decir, el “cómo adorar” y no
sobre el “porqué” hacerlo. Puede ser que animamos a los
creyentes a practicar la devoción personal, pero con el
propósito utilitario de su propia maduración espiritual y
no como un fin en sí, que no requiere más justificación
que la dignidad de Dios.
Aunque no neguemos el valor y la prioridad de la
adoración privada, nos hemos quedado, por mucho tiem­
po, con la inquietud y con la convicción que la adoración
pública debe ser la función primaria y central en la vida

H
de la iglesia. Cualquier otra función, sea el evangelismo,
se r
la formación cristiana didáctica o el servicio social, se
deriva y toma su forma como fruto del encuentro de la /
congregación con su Dios por medio de la adoración.
Por otra parte, sospechamos que, a lo meior. ésta ha sido
una empresa “ adjunta” y no central en muchas de las
iglesias. E s esta inquietud que ha motivado la investi­
gación que a continuación se presenta.
Podemos definir la ado­

la adoracion
ración, de manera básica, como “ el
atribuir valor supremo y devoción a

público debe algo o a alguien más allá de uno


mismo” . Todo hombre adora porque

ser lo función esta necesidad es parte de esencia


como criatura hecha “a la imagen de

primario y Dios”. L a pregunta, entonces, no es


si adoramos o no, sino: /.Cuál es el

central en la objeto de nuestra adoración?


E l único digno de nuestra

vida de adoración es Dios; El que nos ha

la iglesia.
hecho para sí. Rendir culto a otro
objeto o persona; compartir la devo­
ción con otro o adorar a Dios por
motivos egocéntricos es idolatría .1
Es difícil encontrar una definición más completa que la
clásica de William Temple:

MINISTERIO 19
*r

E S T U D IO

“ Adorar es despertar la consciencia por la santidad creación hasta la desobediencia, hubo comunión sin
de Dios] alimentar ia mente con la verdad de D ios: obstáculos entre Dios y el hombre. Pero, cuando el hom­
purificar la imaginación con la hermosura de Dios: abrir
bre pecó, se dio cuenta de que existía un impedimento en
el corazón al amor de Dios: someter la voluntad al
propósito de Dios...(Es) la actividad suprema de que es esta relación y se escondió. No obstante, el Señor no esta­
capaz el ser humano y el remedio principal para el egó- ba dispuesto a que la alienación continuara. Lo llamó.
centrismo que es la fuente de todo nuestro pecacTo"? “ ¿Dónde estás tú?” (Génesis 3:9) Dios siempre obre
L a adoración cristiana se distingue por tener como para corregir y renovar la relación con el hombre, aun­
Mediador a Jesucristo,- 7 la máxima revelación de Dios al que este último sea el responsable de cualquier ruptura
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hombre. Solamente por medio de E l podemos acer­ Desde aquel entonces hasta hoy en día, Dios se h;
camos a Dios. encargado de la tarea de sembrar en el corazón de si
Podríamos haber tratado la materia de diferentes pun­ pueblo el deseo de adorarle, ya sea por medio de ui
tos de vista. Por ejemplo, un estudio de las bases bíblicas sueño, (Génesis 28:12-13); una zarza ardiendo en e
de la adoración o de su desarrollo a través de la historia desierto, (Exodo 3:1-4); una visión de seres celestiale;
de la Iglesia, tendría mucho valor. Un análisis de las (Isaías 6:1-5); una luz del cielo (Hechos 9:1-6); o senci
prácticas contemporáneas en las iglesias, sería útil. Sin llámente por un anhelo en el interior del creyente.
embargo, nos damos cuenta de que las diferencias doc­ Dios es el único digno de nuestra adoración. Ademá
trinales probablemente nunca han sido más divisivas que de ser Creador de todo, es el único Santo en sí; es la peí
las liturgias o las prácticas en la adoración cristiana. fección del poder, gobierna el mundo entero y está siem
Muchas reformas e innovaciones se han dado, ge­ pre presente. Si el carácter único e incomprensible d
neralmente con poca preparación Dios no fuera motivo suficiente par
teológica. El fruto, con frecuencia, glorificarle en todo lo que hacemos
ha tenido poca profundidad. Por esta
El proposito de la entonces veamos su revelación
razón hemos sentido la necesidad de celebración es vivir través de la historia por medio de su
analizar las bases teológicas de la múltiples hechos de amor, misericoi
adoración con la debida atención a la
el evento de nuevo; dia y justicia. Este es el Dios que in
enseñanza bíblica sobre el tema. traerlo al presente cia el diálogo con el hombre y nc
invita a abrirle lugar en nuestra vid;
La Biblia no nos provee un patrón para que éste Por su Palabra ha expresado clan
único para el culto. Además, es
obvio que la adoración como activi­ enriquezca la vida mente su deseo de habitar entre s
dad abarca mucho más que el culto de todos los que pueblo (Exodo 24:8-9; 29:42-46
público. No obstante, nos parece que Podemos entender las instruccions
hay una imagen bíblica que domina
participen. dadas para la elaboración d
tanto en el Antiguo Testamento como tabernáculo como una invitación
en el Nuevo; que se aplica de igual manera a la ado­ que su pueblo le prepare el lugar supremo en su vid
ración individual y a la corporal y que, a la vez, tiene Eso es la adoración.
relación con todos los elementos de la adoración. Esta es Dios busca a los que le adoran (Juan 4:23, 24). i
la imagen del diálogo entre Dios v el hombre. hombre este propósito le parece egoísta, pero Dios
A continuación procuraremos explorar esta figura hace para el bien de su pueblo. Es el Santo que pue<
bajo la siguiente división: - L a Iniciativa Divina; - La hacer santos a los que le adoran en espíritu y verdad, i
Respuesta Humana; - L a Adoración como Celebración; poder transforma la vida de pecado, y la calidad mist
- L a Adoración como Ofrenda; y - L a A cción de la riosa de su persona y sus hechos nos inspiran a postram
Adoración. en reverencia delante de El (Génesis 8:20-21; 9:1).
E l presente trabajo no pretende ser la última palabra Este es el D ios que nos llama a la adoración v tai
sobre la materia, sino un “ pensar juntos” y un instru­ bién quien nos capacita por media d e l Espíritu Santc
mento para motivar un trabajo más serio, que ayude a responder a su llamado. Se une con nuestro espíritu p¿
devolver la adoración a Dios a su lugar central, y que sea hacemos aptos para glorificarle en todo lo que hacem
orientador en la vida y ministerio de la iglesia. (Juan 16:13-15; 1 Corintios 10:31).
J. J. von Allmen ha escrito: “ La adoración cristia
está abierta a la acción libre y soberana de su Señor. L
LA INICIATIVA DIVINA adoradores no buscan manipularla. En este sentido
Dios es, a la vez, el que inspira la adoración, el adoración es la antítesis de la magia” .3 Para que
Mediador de ella y el objeto de toda la honra; mientras Espíritu Santo nos capacite para glorificar a Dios, te
el ser humano es la única de las criaturas que fue hecha dremos que sometemos a El y no resistimos a su guía
con la capacidad de comunicarse con Dios. Desde su Tesalonicenses 5:19; Efesios 4:30).

20 MINISTERIO
ESTUDIO

Por otra parte, si nos sujetamos a El, nos En medio de la adoración pura, Dios se revela. No
enseñará, nos convencerá de la verdad, nos liber­ solamente el carácter de su persona, sino también nos
tará para responder con todo nuestro corazón y demuestra nuestra condición. Es por medio de la ado­
nos unirá en amor con nuestros hermanos cris­ ración que llegamos a conocemos a nosotros mismos.
tianos. Sin esta operación sobrenatural, lo que 11a- ;.Será esta una de las razones por la cual evadimos
mamos adoración cristiana sería nada más que un encontramos con Dios?
hecho humano, un esfuerzo religioso para ganar el L a confesión del adorador abre ja puerta para que
favor de D ios o para cumplir propósitos propios Dios transforme a su pueblo, mientras que el perdón y la
(Hebreos 11:4). purificación capacitan al creyente a escuchar una vez
más la voz de su Señor. Hay trabajo que hacer, pero no
LA RESPUESTA HUMANA hay nadie que lo haga. El que se ha encontrado con Dios
Si D ios habla, invitando a su pueblo a adorarle, en la verdadera adoración está listo y responde: “Heme
el pueblo tiene que responder. El ignorar la in- aquí, envíame a mi” , (Isaías 6:1-8). Es importante obser­
vitación es rechazarla. Es en este sentido que la var que el mandato para el servicio se da como resultado
adoración llega a tomar forma de diálogo entre de la adoración.
Saulo, el fariseo, pensaba servir celosamente a Dios,
tiva de apertura y sumisión. pero lo hacía según sus propios términos, no como en­
Abraham comenzó a adorar a Dios cuando respondió viado de Dios. N o había hecho un alto en su actividad
a la voz de Jehová que le pedía dejar su propia tierra y para escuchar su voz. L a misma actividad religiosa
seguirle a un lugar desconocido. Respondió en obedien­ puede llegar a ser sustituto de la verdadera adoración.
cia: “ se fue” . L a respuesta positiva abrió una vía para Sin embargo, por la iniciativa divina, una luz del cielo
que el Señor se le apareciera de nuevo. Lo aseguró con penetró su confianza y Saulo cayó al suelo postrado para
la repetición de la misma promesa que le había dado escuchar a Dios. “ ¿Por qué me persigues?” oyó. ¡Qué
anteriormente. Ante tal maravilla inexplicable, Abraham extrañas las palabras para uno que pensaba estar sirvien­
hizo un altar para rendir culto a su Dios. do al Todopoderoso! Pero Saulo escuchó mientras el
Esta respuesta era el principio de un patrón de perseguido se identificaba, y el gran perseguidor de los
vida— escuchar la voz de Dios, obe­ creyentes comenzó a conocerse a sí
decerle, plantar su tienda e invocar mismo desde el punto de vista divi­
el nombre del Señor (Génesis 12:8; El propósito de la no.
13:17-18). La relación se profundizó adoración no es ¡Qué ciego había sido! Dispuesto
en el diálogo continuo, de tal forma a oír más, Saulo preguntó: “ ¿Qué
que cuando el Señor le pidió hacer el
convencer al quieres que yo haga, Señor?” (He­
sacrificio máximo de su propio hijo, mundo del Cristo chos 22:3-16); y habiendo oído las
pudo hacerlo (Génesis 22). Abra­ instrucciones se levantó para cum­
ham, conocía bien a aquel que le
que celebra, sino el plirlas, y aunque principiaba a “ ver”
pedía dicho sacrificio. Tenía toda poner al adorador al Señor, sus ojos no le servirían por
confianza en la promesa de su Señor algunos días. Necesitaría tiempo
en contacto con para contemplar todo el significado
que, o le proveería otro sacrificio o
resucitaría a su hijo. la reconciliación de su encuentro con el Señor.
L a naturaleza de la respuesta divina por medio Dios habla, no solamente por
idónea es ilustrada en la experiencia medio de palabras, sino por sus
de Isaías. L a de Cristo... hechos y por medio de sus siervos
cualquier encuentro de adoración es como Ananías. L a respuesta tam­
el Dios Santo, no la persona que adora. Toda la atención poco se limita a lo hablado; se requiere un responder con
estaba puesta en El v el profeta vio a Dios en toda su todo el ser— con los labios pero también con la mente,
m agnificencia v gloria. No estaba consciente de otra las emociones y también la acción. El silencio y la obe­
cosa; “ toda la tierra” estaba llena de su gloria. diencia son respuestas (Habacuc 2:20).
Ante esta realidad inexplicable, oyó las alabanzas de Una experiencia de adoración prepara al creyente
los seres celestiales y, sin duda, su propio ser se unió en para otro encuentro personal con Dios, pero cada expe­
la celebración. En medio de tal situación, de repente, el riencia será distinta. En obediencia, Saulo esperaba en
profeta se dio cuenta de su propia indignidad; del gran ayuno y oración en Damasco, hasta que el Señor le
contraste entre su propio carácter y el Santo. “ ¡Ay de mí! hablara nuevamente, esta vez por medio de Ananías. El
Soy muerto...mis ojos han visto al Rey, Jehová...” , con­ esperar es la respuesta correcta que abre la puerta para la
fesó. formación de un nuevo pueblo de Dios. E l está dentro

m in is t e r io 2 '\
ESTUDIO

del contexto de este pueblo formando a los adoradores muerte y resurrección lleguen a ser una experiencia
para hacerles como E l es. Debido a que Saulo había vivida. E l contar y dramatizar la vida, la muerte y la re­
surrección por medio de la celebración en la adoración,
contestado con un “ sí” , Ananías pudo aceptarle como
hace real el evento en el presente. En la adoración cris­
“ hermano” y Saulo pudo reunirse con los discípulos en tiana no se nos pide solamente creer en Jesucristo, sino
Damasco. vivir, morir y ser resucitados con El. La vida no es un
L a verdadera adoración derriba todas las barreras y concepto intelectual, sino un peregrinaje de muerte y
renacimiento. Cuando nuestra historia personal se incor­
los temores, y el Espíritu Santo obra para crear una
pora en la historia de la vida, muerte y resurrección de
comunidad conocida por su amor y unidad. Cristo, nuestra vida tiene significado y dirección ”.5

Una vida de gozo da motivo para celebrar, y este


LA ADORACION COM O CELEBRACION. gozo viene solamente del Señor. No depende de nuestro
L a adoración semanal de la comunidad cristiana es estado de ánimo, sino de la Persona que adoramos y de
motivo de gran gozo y debe ser el momento culminante la preparación que hemos tenido. Es la actividad coti­
de toda la semana anterior y el estímulo para la que diana de la semana la que nos prepara. Si hemos sido
sigue. L a celebración es parte de nuestra vida. C ele­ buenos mayordomos de nuestro tiempo, del dinero y de
bramos días de cumpleaños, los aniversarios y algunos nuestras energías, no vendremos con las manos vacías y
feriados. En las iglesias observamos podremos con integridad gozam os
la Navidad, el día de Resurrección, el con El. L a adoración para la persona
día del Pentecostés y aun el día de la
La experiencia que se ha preparado de esta manera
madre, del padre y del maestro, a ve­ interior del culto nunca será pesada, sino un deleite
ces sustituyendo la adoración a Dios, (Salmos 37:4).
(posiblemente siguiendo más el
tiene que ser Las invitaciones a las celebracio­
espíritu del mundo secular que el ca­ exteriorizada en la nes son circuladas a los que man­
lendario cristiano). Hablamos de “ce­ tienen una relación familiar o de
lebrar la Santa Cena” y algunos se re­
vida diaria. amistad con el agasajado. L o s que
fieren al presbítero que la oficia como celebran la fiesta semanal del Señor
el celebrante. ¿En qué sentido es la adoración semanal son los que lo conocen y todos ellos participan. N o hay
una celebración? jugadores o actores v espectadores, como en el deporte,
Cualquier celebración tiene sus raíces en un evento en un concierto o en lina obra de teatro. Otros pueden
anterior, sea ese un nacimiento, una boda, una victoria u asistir, cantar v dar ofrendas, pero no pueden celebrar
otro. E l propósito de la celebración es vivir el evento de hasta que ellos también respondan con un “ sí” a El que
nuevo; traerlo al presente para que éste enriquezca la les llama.
vida de todos los que participen. En este sentido nuestra
adoración semanal debe ser una gran celebración “ de la LA ADORACION C O M O OFRENDA
vida, muerte, resurrección y la obra presente de Jesu­ Toda adoración verdadera es ofrenda. Es dar, no
cristo por nuestra salvación y la del mundo” . 4 querer recibir algo de Dios; aunque el resultado es,
Bajo el antiguo pacto, el séptimo día de cada semana que quien así da, siempre recibe abundantemente.
era reservado como día de reposo para Jehová” ; (Exodo Ofrendar es devolver a Dios algo de la vida diaria
20:10) pero también se celebraban varias fiestas santas que E l mismo nos ha dado. Tal ofrenda debe ser lo
cada año. L a primera de estas era L a Pascua (Exodo mejor de lo que somos capaces de dar, algo que sea
12:11 ss). Su propósito era traer al presente la gran li­ costoso íSamiie.l 7.4:9.01
beración de Egipto para que aquella realidad fuera una Según el registro bíblico, las primeras ofrendas
experiencia propia de cada partícipe. Requería pre­ fueron traídas por Caín y Abel después de la caída.
paración espiritual y material; la presentación de una Frente a la ausencia de instrucciones específicas
ofrenda traída de la vida diaria, y solamente después sobre la ofrenda, podemos asumir que estas ofren­
todos podrían gozar de la fiesta. das fueron traídas voluntariamente por un deseo de
Después de la muerte y resurrección de Cristo, a la compensar en cierta medida el pecado que les
Pascua le fue dada un nuevo significado y con ello alienaba del Señor. Los dos hermanos trajeron
nuevo motivo de celebración por medio de la Cena del ofrendas que representaban el fruto de su trabajo.
Señor. Sin embargo, sólo la de A bel fue vista con el agra­
“ L a adoración bíblica tiene raíces en un evento que '( do de Dios (Génesis 4:1-5). ¿Cuál era la diferen­
debe ser vivido, no comprobado. El propósito de la ado- . cia? E l autor 3e la epístola a los Hebreos nos dice
ración no es convencer al mundo del Cristo que celebra, (
sino
o i n n el nponer
n n p r al
a l adorador en contacto rcon
a r ln r <sn laa rf»r*r»nr*i_
nn 1 reconci­ —'
que la ofrenda de Abel fue ofrecida en fe (Hebreos
liación divina por medio de Cristo, a fin de que su 11:4); es decir, su ofrenda fue dada, no para obte-

22 MINISTERIO
MARCOS
12 ESTUDIOS EN MARCOS
MRA GRUPOS DE LA COMUNIDAD,
DE ESTUDIANTES * 0 E lA I6 l£ S lí

ESTUDIOS BIBLICOS DE
WW
PARA GRUPOS
Título Código
PEQUEÑOS.
na colección de libros diseñados para

U
1 C o r in t io s SPMLEB266
ayudar a pequeños grupos a descubrir
E f e s io s SPMLEB268
por ellos mismos las verdades de la
H e c h o s (1-12 ) SPMLEB223
Palabra de Dios y cómo aplicarlas a sus
J u a n (13 -2 1) SPM LEB274
vidas diarias. Cada libro contiene información
1 , 2 , 3 J uan SPMLEB213
acerca de cómo principiar un grupo de
L ucas ( 1 -9 ) SPMLEB261 estudio bíblico además de un bosquejo, un
L ucas (9 -2 4 ) SPMLEB275 estudio por capítulo, muchas preguntas y
M arcos SPMLEB222 ejercicios. Los libros pueden estudiarse
1 ,2 Pedro SPMLEB246 individualmente, en grupo, con personas de
S a n t ia g o SPMLEB260 su iglesia o con su familia, o como estudios
T e s a l o n ic e n s e s SPMLEB269 electivos para clases de escuela dominical
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À
E S T U D IO

_ner fav o r de D ios, sino porque en prim er lugar recon oció resueltos. En el tiem po de la con strucción del tabernácu­
a D io s co m o d ig n o de a d o ra ció n . V in o en su m isió n y lo, después de que el p ueblo se había arrepentido y v u e l­
co n gratitud, y la o fren d a fu e presen tada co m o sím b o lo to a D io s , traía “ m u ch o m ás de lo que se n ece sita b a ” y
de una entrega de su persona. fu e n ece sario suspender la o fren d a (E x o d o 3 6:2-7).

LA ADORACION COM O ACCION


A través de la h isto ria d el A n tig u o T estam en to, L a ad o ració n es m ás qu e o ír y respon der a D io s con
v e m o s qu e la a d o ra ció n c o m e n z a b a co n la o fren d a , lo s la b io s. Isa ías v io a lg o , o y ó a lg o , e x p erim en tó una
porque representaba el m edio de a cceso a la presencia de tra n sfo rm a ció n de v id a y tam b ién p u so p o r obra las
D io s (D eu te ro n o m io 16 :1 6 ; S a lm o s 96 :8). L a m a y o r im plicaciones de su encuentro con el Señor (Isaías 6:1-8).
parte de las ofren das eran sa crificio s. E sta a cció n co m ie n za en el co n tex to de la adoración
E n J esu cristo fu e h e ch o e l s a c r ific io p e rfe c to y no in d ivid u a l y co rp o ral, p ero co n tin ú a m an ifestán d ose en
h a y m ás n e ce sid a d de s a c rific io s d e san gre (H eb reo s todos lo s a sp e cto s de n uestra v id a (1 C o rin tio s 10 :3 1).
13 :12 ). Sin em bargo, el p rin cipio de sacrificio es todavía H em o s d ich o qu e la ad o ració n p ú b lica es e m p resa de
un a parte d e la a d o ra ció n cristia n a . E l s a c r ific io de to d o s c o m o “ a cto re s ” y co m o co a d o ra d o re s. N o h a v
C risto es central en nuestra a d o ració n , no solam ente su esp e cta d o re s. T o d o s deb en ser p a rtíc ip e s a c tiv o s en el
m uerte sino tam bién su resurrección y ascensión, su vida d iá lo g o .
co n tin u a y su m in isterio de in tercesió n co m o el o b jeto H a y varias m aneras en que p o d em o s respon der a cti­
de nuestra adoración y v id a (H ebreos 13:20-21).6 va m e n te p o r m e d io de sím b o lo s. C a n ta m o s h im n o s,
A d e m á s de esto, qu ed a un elem en to de sa c rificio en in clin a m o s lo s ro stro s o n os a rro d illa m o s, d a m o s una
la a d o ra ció n p ara n oso tro s. L o s cristia n o s fo rm a n “ un ofrenda o cam inam os al frente de la ig le sia en respuesta
s a c e rd o c io san to para o fre c e r s a c rific io s e sp iritu a les, a la in v ita ció n a la m esa del Señor. T o d o esto p ued e
aceptables a D io s por m edio de Jesucristo” ( 1 Pedro 2:4- com un icar nuestra respuesta afirm ativa a la v o z de D ios.
5). /.C u ále s son estos sacrificio s? H av por lo m enos cua­ Sin em bargo, los gestos y las posturas no tienen v a lo r en
tro dim ensiones del sacrificio cristiano co m o aspectos de sí. Pueden ser h echos solam ente p or costum bre o pueden
la adoración representar un “ dram a m entiroso” , que pretende dar una
1. D ebem os o frecer sacrificios de alabanza (H ebreos im p resió n qu e no co rresp o n d e co n la actitu d del co ra ­
1 3 :1 6 ). E sto es m uch o m ás que cantar o dar testim onio zón.
co n lo s la b io s. L o que e xp re sam o s co n lo s la b io s d ebe L a B ib lia n os a d v ie rte en c o ntra de tal e n g a ñ o de
co m u n ica r e l s a c rific io o la en trega nosotros m ism o s. P resenta el caso de
de n uestra v id a entera, y esta s a la ­ un ad o ra d o r h ip o té tico qu e trae su
banzas son o fre cid as a D io s m ism o , El carácter ofrenda, pero que en el proceso se da
aunqu e c o m o resu ltad o secu n d a rio cuenta de que un herm ano tiene algo
pueden servir para ed ificar a nuestros
de coda culto de en su contra (M a teo 5 :2 3 ). Para que
coadoradores (C olo sen ses 3:16). adoración debe su o fre n d a sea re c ib id a , es p re ciso
2. D e b e m o s o fre c e r el s a c rific io que “ v a y a y se r e c o n c ilie p rim ero
de las huenas obras, “ p o rq u e de
ser un diálogo co n su h e rm a n o ...” S i la a d o ra cio n
tales s a c rific io s se agra d a D io s ” entre Dios y no n o s ca m b ia , no h em o s a d o ra d o ,
p o rque no p o d em o s estar en presen ­
(H eb reo s 1 3 :1 6 ). S in e m b a rg o , no
todas las buenas obras son adecuadas
los creyentes cia del Señor sin ser cam biados. C o n
co m o sacrificio espiritual. Solam ente este ca m b io , nuestras vid as lleg an a
lo que es fruto de nuestra relación con el Señor y es o fre ­ se r tran sp aren tes. N o ten em os n ada qu e esco n d er. N o
cid o p o r razón de su am or e n nosotros, se c a lific a co m o c u b rim os n uestra v id a , sin o que p erm itim o s al m undo
sa c rificio espiritual. v e r lo que la gracia de D io s p ued e h acer en la v id a de la
3. L a o fren d a de n uestros bienes m ateriales es una p erson a que se som ete a EL
prá ctica en todas las ig le s ia s . S in em b argo , a v e c e s ésta L a e x p e rie n cia in terio r d el cu lto tien e qu e ser e x te ­
es v ista co m o “ una in terrup ción ” en la adoración . E sto rio rizad a en la v id a d ia ria .8 L a adoración es em presa de
su ced e si la o fren d a es vista co m o n ecesaria para p agar toda la vid a v da su fruto en el trabajo, en la fam ilia v er
lo s g a sto s de la c o n g re g a c ió n y no co m o un s a c rific io las relacio n e s co n los dem ás. D e otra m anera, nuestros
esp iritual (H ebreos 13 :16 ). s a c rific io s v c antos no serán r e c ib ido s p o r e l Señoi
E stam os co n ven cid o s de que si la ofrenda fu era vista (A m o s 5 :2 1-2 7 ).
c o m o ad o ració n y no co m o un im p uesto; si fu era dada L a adoración es la fun ción prim aria y m ás importante
co n ge n e ro sid a d y a c ció n de g ra c ia s , m u ch o s, si no de la ig le sia . “ L a enseñ anza y la p redicación pueden da
todos, de los problem as finan cieros en las iglesias serían co m o resultado co n o cer acerca de D io s, pero solam enti

24 M INISTERIO

E S T U D IO

la adoración da co m o resultado co n o cer a D io s” .9 n os de la re a lid a d que e x p re sa n (1 C o rin tio s 14:40).


C u a lq u ie r a ctiv id a d , sea ésta un p ro gram a deno- A lg u n o s han querido rechazar “ la liturgia” en fa v o r de la
m in acio n al, la p red icació n , la e d u cació n , o aun el espontaneidad, porque han experim entado los problem as
e v a n g elism o que tom e el lu g ar de prioridad, lle g a de una liturgia in flex ib le que tiene p o co sign ificad o para
a ser un íd o lo en la vid a del in dividuo o de la ig le ­ la co n gre ga ció n . Sin em bargo, la espon taneidad no p er­
sia. m anece por m u ch o tiem po. E l p eligro es que intentam os
Sin em bargo, es precisam ente la adoración que recap tu rar a lgu n as de las e x p re sio n e s de e x p e rie n cia s
o rien ta y d a m o tiv o para to d o el m in iste rio y el anteriores para rep etirlas. A la rg o p la z o , éstas tam bién
s e r v ic io de la Ig le s ia . E n el co n te x to de la a d o ­ lleg an a ser una rutina in fle x ib le . C a em o s en el p eligro
ra ció n o ím o s al S eñ o r decir: “ v e ” y re cib im o s la de un “ m anip uleo em o cio n a l” co n p o co contenido bíbli-
gu ía, la autoridad y e l p o d er d el m andato d ivin o . c o -te o ló g ic o .10
E so es lo que hace la diferen cia entre el m inisterio O tros han hu ido al extrem o op uesto porque tem en el
cristian o y la obra hum anitaria. ca o s y la pérdida de co n ten id o que resulta de la falta de
orden. L a realid ad es que todos ten em os “ una litu rg ia ” .
OBSERVACIONES FINALES L a p regu n ta en to n ces n os es: ¿ U s a m o s o no una litu r-
L a im a g e n d el d iá lo g o p u ed e a yu d arn o s a g ia ? , sin o ;.qué c la se de litu rg ia n e ce sita m o s? L o que

I
enten der el sig n ific a d o de la adoración , no co m o ten em os qu e a v e rig u a r sobre c u a lq u ie r patrón es: ¿nos
una fu n ció n que es hech a p o r otros para nosotros, a y uda a encontrar realm en te a D io s, o es un o b stácu lo ?
sino co m o un a a ctiv id a d p ro p ia de to d o s lo s /.E s d ign o de la ad o ració n de un D io s Santo?
creyentes. Es un encuentro con D io s por m edio de E l ca rá cter de ca d a cu lto de a d o ra ció n deb e ser un
Jesucristo. D io s habla a su p u eb lo y este e scu ch a .d iá lo g o entre D io s v lo s c r e y e n te s . E ste m o d e lo p ued e
Aj_oír la P alabra de D io s v estar en su p re se n cia ,ayu dar en gran m anera a lo s qu e tien en la resp o n sab ili-
un o tien e que responder. dacTespecial de la jla jiif ic a c ión y la ejecución de los c u l­
H em o s d ich o qu e la a d o ració n es la fu n ció n m i s tos- sean estos los p astnrps n ntrns pnrqnp f|np p ro vee la
im portante del cu erp o de C r is to . E l cu erp o es m ás que m anera de:
un grupo de in dividuos que tienen puntos de vista sem e­ 1) P rese rv ar e l orden y el co n te n id o te o ló g ic o de la
jantes. E s un organism o cu y a v id a y salud depende de, y P alabra de D io s.
a la v e z , co n trib u y e a la v id a de to d o s lo s m iem b ro s. 2) S in p erd er la d ire c c ió n d e l E sp íritu San to y la
Tien e una fu n ció n que cu m plir que ninguna otra organ i­ espontaneidad.
zació n puede lle v a r a cabo — el g lo rifica r a D io s en todo A d em á s, es un m o d elo que p ued e ser usado p o r ig le ­
lo que hace. E s la ad o ració n co rp o ral que nos une, que sias de diferentes denom in acion es y p rácticas e clesiásti­
n os d a id en tid a d y qu e n os ca p a cita p ara c u m p lir co n cas. P ero , requiere una p reparación cu id a d o sa p o r parte
esta respon sabilidad. de los que lle v a n la respo n sabilid ad de la d irecció n del
T o d o s lo s creyen tes, co m o parte de culto.
un s a c e rd o c io san to (1 P ed ro 2: 9) E l predicador y los m ú sico s no
tien en resp o n sa b ilid a d e s en la a d o ­ Si Dios habla, son “ la s e str e lla s ” d el c u lto de
ración. U n sacerdote es uno que repre­ a d o ra ció n . Es D io s m ism o la
senta a D io s ante el p u eb lo y se identi­ invitando a Su P erso n a cen tra l, L o s líd e res son
f ic a co n el p u e b lo d elan te de D io s . A pueblo a adorarle, “ co a d o ra d o re s” con to d o s lo s
veces hem os o lvid ad o que esta función dem ás, aunque tienen un m andato
no se lim ita a los pastores, sin o que es
el pueblo tiene que e s p e cia l c o m o fa c ilita d o re s para
re sp o n sa b ilid a d m utua de to d o s lo s responder. que to d o s p ued an o ír y respon der
m iem bros de la co n gre ga ció n . a la v o z de D io s .
Ifor e sta ra zó n , el ad o ra d o r que E l pastor o predicador habla de
tom a e n serio este m andato no b u sca en el cu lto loLgue parte de D io s y tam bién se identifica co n los que respon­
“ a m í m e gusta” o aun lo que otros prefieren, sino lo que den a la P alabra de D io s. E l que d irige es el cread o r de
es aceptable a D io s . D e otra m anera, el sign ificad o de la o rd en p ara qu e el d iá lo g o se d esa rro lle. L o s m ú sico s
adora ció n se p ierde y asistim o s al cu lto con prop ósitos adoran, cantando sus p rop ias alaban zas a D io s, p ero lo
e g o ís ta s . hacen co m o representantes de toda la c o n g re g a ció n , de
H a y o rd en en la v id a de cu a lq u ie r o rg an ism o y la una m an era qu e p erm ita qu e to d o s p u ed an u n irse co n
adoración tam bién n ecesita orden. En la adoración p ri­ e llo s en alabanza. N o h ay lugar en el culto de ado ra ción
vad a, uno p uede usar las exp re sio n e s y los m ed io s que para las e je cu cio n es tea tra les!
m ás le ayu d en . P e ro , en la a d o ra ció n d el cu e rp o , es L o s líd eres de la ad o ració n tienen el gran p riv ile g io ,
necesario “ una liturgia” y los m edios tienen que ser dig- y a la v e z , la gran resp o n sa b ilid a d de a segu ra r qu e la

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