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Artículo de Opinión

Entrenamiento, Formación, Capacitación y Desarrollo


pilares del éxito empresarial.
Robert Emir Pacheco Arévalo

“La Distancia entre el querer y el poder se acorta con el entrenamiento”; esta es una frase muy usada
en gestión humana, y de la cual estoy completamente convencido, aplica para cualquier reto, disciplina
o deseo que tenga cualquier parroquiano como usted o como yo. En esta oportunidad, hablaremos del
entrenamiento de personal o lo que algunos amantes de los americanismos llaman el “corporate
training”.

Para cualquier empresa, sin importar el sector, tipo, tamaño o esquema de gobernabilidad, lo más
importante es su gente; algunos le consideran el recurso más preciado, al fin y al cabo, los bienes o
servicios que la organización produce se dan gracias al trabajo de sus colaboradores. Ahora bien, se
evidencia una disyuntiva entre el decir y el actuar conforme a lo que profesan, lo anterior es un juicio de
valor, basándome en la poca inversión que se realiza para los procesos de gestión humana.

Este articulo está diseñado para quienes consideran a su gente como su más importante recurso, los
lideres de elite o quienes se precien de serlo, tienen presente que la selección del personal hace parte
fundamental de sus labores y que el éxito del proyecto o proceso que van a liderar depende en gran
medida de los colaboradores, sin embargo, no basta con seleccionar las personas correctas en el cargo
correcto, este es apenas el inicio de la carrera, carrera que lleva un gran componente de entrenamiento
y desarrollo del talento.

Los más conocidos teóricos en administración de talento humano nos hablan de la importancia del
entrenamiento del personal y su desarrollo, entre ellos encontramos a Frederick Taylor (padre de la
administración científica), quien puntualiza que “el reto se encuentra en lograr el hombre idóneo para
cada función y proporcionarle el equipo adecuado y una organización eficiente”.

Henry Ford nos dice que “Solo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan… No formarlos
y que se queden”.

Por su parte Johann Wolfang von Goethe señala que “Nada es más terrible que la ignorancia en acción”,
en otras palabras, nada es más peligroso que tener un vehículo con muchos caballos de fuerza, pero
sin dirección, da vueltas en círculos y mientras lo hace se desgasta, desperdicia recursos y puede afectar
todo lo que tiene a su alrededor; en nuestras organizaciones tenemos muchos vehículos de este tipo,
algunos los llamamos Pedros, Pablos, Juanes, Marías y Andreas.

Continuamente escucho colaboradores, líderes y gerentes, hablando de entrenamiento, formación y


capacitación como si fuesen sinónimos, pero estoy seguro que usted sabe que no es lo mismo, sin
embargo, solo por el efecto de recordación vamos a describirlos; en algo concuerdan los tres (3), todos
transmiten conocimiento, dicho de otra manera, la diferencia se encuentra en el tipo del conocimiento y
el momento en que se va a transferir.
Para empezar, veamos que es cada una de ellas:
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 Entrenamiento: Es un proceso de educación diseñado para el corto plazo, a mi entender es


entregar el conocimiento necesario para el desempeño de sus funciones y se crea para
potencializar las competencias (conocimiento, actitudes y habilidades) de un colaborador en el
ejercicio de un determinado rol, este proceso es necesario en el momento de nuevos ingresos a
la organización, ascensos o movimientos internos. El ideal es que sea tan continuo y repetitivo
como sea necesario.

 Capacitación: Este es un proceso de actividades planificadas y cuyo desarrollo es permanente,


el propósito del mismo, es entregar conocimiento enfocado en el desarrollo productivo (entregar
mayor conocimiento de carácter técnico, teórico y práctico), buscando ampliar los conocimientos,
habilidades y aptitudes necesarias para mejorar el desempeño de sus funciones.

Para precisar, entre ambos conceptos existe una leve diferencia, la capacitación se centra en entregar
de conocimientos y el entrenamiento en desarrollar habilidades.

 Formación: Cuando nos referimos al proceso de formación, estamos hablando de un proceso


educativo ha mediado o largo plazo y tiene diversos niveles, ya que busca transmitir información
necesaria para que los colaboradores puedan desempeñar mejor su rol, estos procesos de
formación suelen efectuarse a raíz nuevos procesos, brechas evidenciadas en el equipo o planes
de desarrollo de los miembros del equipo.

En consecuencia, cuando hablamos de entrenamiento, capacitaciones o formaciones, son actividades


que realizamos en el presente para obtener beneficios en el futuro.

Antes de empezar a hablar de Desarrollo, es clave preguntarse lo siguiente ¿En su empresa existe un
correcto proceso de entrenamiento?, ¿Conocen los sobrecostos generados por errores asociados a
desconocimiento?, ¿Qué porcentaje de la rotación del personal está asociada a la falta de formación?,
¿Los planes de entrenamiento se encuentran actualizados?, ¿El 100% de los colaboradores participan
en actividades de capacitación y formación?, ¿Los colaboradores se encuentran totalmente
desarrollados?. Si desconoce la respuesta de alguna de las preguntas realizadas, se encuentra en una
situación crítica pero maravillosa, acaba de obtener una línea base para trabajar, acaba de evidenciar
un problema.

 Desarrollo: El proceso de desarrollo es una labor a largo plazo, que requiere un acompañamiento
permanente; buscando concebir nuevas formas de actuar y pensar, logrando sacar al
colaborador de su zona de confort; su propósito es ampliar las oportunidades de auto-realización
y crecimiento profesional; es preciso mencionar que hablamos de desarrollo cuando el
colaborador está listo para “llegar al siguiente nivel”, sin embargo, también se encuentra
desarrollado cuando alcanza a un alto nivel de conocimiento y habilidades que le permite
desempeñar de manera extraordinaria las labores que le fueron encargadas.

Cada vez que la organización incluye en su presupuesto programas de formación, entrenamiento y


desarrollo para sus colaboradores, le transmite a su equipo el interés genuino por desarrollarlos, por
valorarlos como personas, como colaboradores y como el recurso que más importa en su compañía.
Ahora bien, lo que usted se pueda estar preguntando en este momento es ¿Qué beneficios genera tener
correctamente entrenados a los colaboradores, hacerlos participes capacitaciones y formaciones?, pues
bien, estos procesos correctamente desarrollados han permitido ayudar a muchas empresas a reducir
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la rotación del personal, genera mayor empoderamiento de los colaboradores, agiliza la toma de
decisiones y la solución de los problemas diarios, contribuye a la formación de líderes, promueve el
desarrollo apuntándole a la promoción interna, mejora la relación con sus colaboradores, ayuda a
obtener resultados a bajos costos, obtiene mayor productividad laboral y calidad en el trabajo realizado,
y por ende obtiene resultados sorprendentes reflejados en mayor rentabilidad.

A mi juicio, los procesos de capacitación, entrenamiento, formación y desarrollo deben hacer parte
integral de la cultura organizacional.

Es importante precisar que el entrenamiento no se diseña para una persona, este entrenamiento se
desarrolla para un cargo determinado, es decir, lo que debe conocer una persona para un correcto
desempeño de su nuevo rol, sin embargo, el plan de desarrollo no se realiza para el cargo, el plan de
desarrollo se diseña para un colaborador especifico, buscando desarrollar las competencias necesarias
para “llevarlo al siguiente nivel”; es conveniente subrayar que para la creación de un plan de desarrollo
debe existir un consenso o alineación entre el líder, el colaborador y los intereses de la compañía.

Ninguna compañía debe llevar a cabo planes de desarrollo, sin antes haber trabajado en el plan de
entrenamiento y formación de sus equipos, en palabras de mi madre seria como “freír los chicharrones
antes de matar el cerdo”. Ahora bien, si el diagnostico fue favorable y aun así no se tiene éxito en los
planes de desarrollo, es necesario mirar hacia atrás y revisar, qué no está funcionando en los planes de
formación, lo que demuestra una completa filiación de ambos tópicos; así pues, entender que los planes
de entrenamiento y formación son tan necesarios como su formación académica; es el conocimiento
que trae (previo) y el que entrega la compañía (presente y futuro) lo que nos va a permitir resultados
extraordinarios. Obviamente, esto implica realizar inversiones de tiempo y dinero, sin embargo, la clave
está en saber cuánto puede perder la compañía si su gente no está correctamente entrenada,
capacitada, formada y desarrollada, al final no es cuanto “invierto” es cuanto costo puedo
“reducir”.

Lo que preocupa es que son pocas las empresas en Colombia que muestran interés en la formación y
desarrollo de su gente, otras muestran que su interés va en contravía de lo que realizan en su día a día
(falta de estructuración de un plan o poca puesta en marcha del mismo), lo que para muy pocas
compañías en nuestro país es su mayor pilar, para otras es un tema parcialmente conocido o totalmente
desconocido.

Y ¿Cómo va su plan de entrenamiento, formación, capacitación y desarrollo?

“Si la única herramienta que tienes es un martillo, todo lo que te rodea parece un clavo”.
Abraham Maslow.

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