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Protocolo de Peritaje Psicológico

I. Identificación del Caso


Autoridad que requirió el Peritaje Psicológico: Juzgado 5to de Instrucción, San Salvador.
Oficio No. 1021 Causa No. 823-41
Fecha de Solicitud: 03 de Noviembre de 2018
Delito: Homicidio 1er. Grado. Condición: Detención formal.
Psicólogo Forense: Lic. Miguel Alberto Palomo Aguilar.
Lugar, fecha y hora de evaluación: San Salvador, 10 de Noviembre de 2018, 10:00 a.m.

ii. Identificación del Entrevistado


Nombre: Claudia Draper Edad: 35 años
Sexo: Femenino Estado Civil: Divorciada Escolaridad: Secundaria
Ocupación: Trabajadora del Sexo. Religión: No definida.
Lugar, fecha y hora de evaluación: San Salvador, 10 de noviembre de 2018, 10:00 a.m.

II. Motivo de la Evaluación. Para conocer:


1. Si adolece de alguna enfermedad mental o está simulando la enfermedad.
2. Si adolece de algún trastorno mental y cuál puede ser.
3. Si la conducta delictiva de la que se le acusa está relacionada con alguna
comorbilidad, y si es así, cuál es.
4. La acusada es víctima o victimaria, y si lo es, cuál sería.
5. Determinar el tipo de delincuente que es.

III. Resumen legal.


Claudia Draper es presuntamente acusada de homicidio en primer grado del Sr. Allan Green.
Sin embargo, la defensa de la acusada ha presentado un peritaje psiquiátrico que afirma que
ella no es competente para comparecer en la corte ni mucho menos para entender las
implicaciones legales de su juicio. De esta manera, se realizó su traslado de la prisión hacia
un centro psiquiátrico en la ciudad de Nueva York, donde recibe medicamentos y tratamiento
psiquiátrico.

IV. Métodos y Técnicas


- Observación
- Tipos de Entrevista
o Psicológica
o Psiquiátrica
o Jurídica

V. Conducta, actividad y conducta general del periciado(a)


Al momento de la entrevista, Claudia se mostró evasiva, hostil, agresiva, renuente, poco
cooperativa, en estado de alerta, en estado de agitación, con mucha energía y a la defensiva,
y en otros momentos se comportó de forma seductora. Claudia presenta problemas en el
manejo de la ira y tiene bajo control de impulsos. Sin embargo, mostró mucha tristeza al
recordar los acontecimientos traumáticos que vivió en la infancia y adolescencia.

VI. Relato de los Hechos.


Al momento de los hechos, Claudia se encontraba en su apartamento con el sr. Allan Green,
quién era un cliente regular que adquiría los servicios sexuales de ella. En ese instante,
Claudia se preparaba para salir de su apartamento para ir a atender a otro cliente con quien
estaba ultimando los detalles por teléfono para poder encontrarse, cuando Allan decidió
tomar una ducha en la bañera y le dijo a Claudia que se bañaran juntos. Fue allí cuando
Claudia le dijo a Allan que no, porque en ese momento iría a atender a otro cliente. Allan se
mostró molestó y la cuestionó de sobre si tendría sexo con otro hombre. Ella no respondió y
decidió llamar por teléfono al cliente en cuestión. Mientras tanto, Allan buscaba el jabón de
burbujas para la bañera, mientras que Claudia concluía detalles con su siguiente cliente por
teléfono. Cuando terminó la llamada, entró al baño donde estaba Allan y le pidió que se fuera,
que no podía complacerlo en ese momento. Fue cuando Allan se sintió ofendido. Mientras
tanto, Claudia apagó las velas que Allan había encendido y estaba cerrando la ducha de la
bañera a fin de que Allan se fuera. Allan se negó a irse y tomó a Claudia por la bata para
desvestirla diciendo que él decía cuando sería tiempo de irse. Fue cuando Claudia se negó y
Allan la tomó de los brazos por la fuerza, ultrajándola y diciéndole que ella se comportaba
como su esposa. Siguió ultrajándole y le dio unas palmadas en el rostro diciéndole que no
fuera tonta. Claudia se soltó en ese momento diciéndole que se fuera, que ella no es como su
esposa y salió a la habitación a tomar el teléfono. Fue cuando Allan salió del baño y le quitó
el teléfono de las manos y lo arrojó a la pared, mientras continuaba ultrajándola. Claudia
corrió para intentar salir de su apartamento cuando en ese instante Allan le dio alcance y la
tomó por el cabello, le golpeó la cabeza contra la pared y luego la tiró al suelo. Una vez allí,
se puso sobre ella e intentó desvestirla. Forcejearon nuevamente y Claudia alcanzó a arañarle
el rostro, lo que hizo que Allan se quitara de encima de ella. En ese momento, Claudia se
levantó y corrió al baño para encerrarse allí, pero Allan logró entrar. Claudia le lanzó un bote
que contenía polvos de maquillaje, mientras que Allan le arrojó un florero que dio en el espejo
del baño, rompiéndolo. Allí Allan volvió a tomar a Claudia y llevarla al suelo nuevamente,
colocando sus manos sobre el cuello de ella asfixiándole. Claudia tomó un pedazo de vidrio
del espejo quebrado y se lo clavó a Allan hiriéndole de muerte.

VII. Historia Longitudinal.


Claudia proviene de una familia disfuncional, cuya separación se dio por el abandono del
padre cuando ella tenía cinco años de edad. En ese entonces, su madre, conoció al Sr. Kirk
quién se convirtió en su padrastro. De acuerdo a la versión de la madre, antes de dicha unión
Claudia era una niña tierna, amorosa, activa, pero cuya conducta comenzó a cambiar
abruptamente a la edad de los once años. Para ese entonces, Claudia se había convertido en
una niña con problemas de conducta que la llevaron al consumo de sustancias, a dormir fuera
de la casa sin autorización de sus padres y a la promiscuidad sexual. Sin embargo, el origen
de estas conductas se debió al abuso sexual que ella sufrió por parte de su padrastro, el Sr.
Kirk, desde los once hasta los dieciséis años, quien para compensar y manipular a Claudia,
le ofrecía dinero o regalos a cambio de que cediera a sus deseos sexuales. Posteriormente,
esto se convirtió en una conducta aprendida para Claudia, quien en su vida adulta, recurre a
la prostitución como estilo de vida a cambio de dinero o regalos que le dan sus clientes.
VIII. Evaluación de los diferentes procesos psicológicos.
Al momento de la entrevista, Claudia presenta una apariencia descuidada, completamente
desalineada, propio de las personas que están confinadas en los centros psiquiátricos. Su
postura corporal fue en un inicio a la defensiva, con señales de hostilidad, la cual cambió
posteriormente a una postura mucho más seductora. Su actitud hacia el entrevistador fue
hostil, despectiva, a la defensiva, y en otras ocasiones, fue seductora. Su expresión oral es
lógica, con contenido, coherente, habladora. No presenta signos de trastornos del lenguaje.
Su estado anímico es cambiante y va desde la hostilidad e ira hacia la tranquilidad y
pasividad. Su proceso de pensamiento es normal, no presenta dificultades para hilar sus
pensamientos con lo que dice, aunque es perseverante con su postura de que “no está loca,
sino que es una persona normal, y que lo que hizo fue en defensa propia, y por ello quiere ser
juzgada como una persona normal”. Su pensamiento, al igual que su discurso, es lógico,
ordenado, coherente. No presenta problemas de la memoria, ni alucinaciones, ni tampoco
problemas de la percepción. Persona ubicada en tiempo, espacio y lugar.

IX. Evaluación de los síntomas.


De acuerdo al comportamiento exhibido por Claudia, ella muestra una inestabilidad en sus
relaciones interpersonales, en su afecto y además presenta una impulsividad intensa, los
cuales corresponden al Trastorno de la Personalidad Límite, cumpliendo los siguientes
criterios diagnósticos: 1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real o imaginado,
el cual se evidencia a través de su labor que ejerce en la prostitución, teniendo diversas
parejas sexuales a fin de evitar la sensación de vacío; 2. Patrón de relaciones interpersonales
inestables e intensas que se caracteriza por una alternancia entre los extremos de idealización
y devaluación; 3. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente autolesivas, las
cuales son: sexo, drogas, gastos; 4. Inestabilidad afectiva debido a una reactividad notable
del estado de ánimo; 5. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira (p.ej.
exhibición frecuente de genio, enfado constante, peleas recurrentes); 6. Ideas paranoides
transitorias relacionadas con el estrés o síntomas disociativos graves, las cuales se evidencian
cuando ella dice que están tratando de encubrir este asunto “como si hubiera una
conspiración”.
X. Pruebas Psicológicas y resultado.
No se aplicaron pruebas psicológicas.

XI. Análisis del caso.


Claudia Draper era una niña que tuvo una infancia normal, hasta el momento en que su
familia se dividió por el abandono del padre biológico y la llegada del padrastro el Sr. Kirk,
quién abusó sexualmente de ella durante varios años. Esto produjo en el corto y mediano
plazo problemas de conducta en la vida de Claudia, como consumo de sustancias y dormir
fuera de su casa sin autorización, además de la promiscuidad sexual. Sin duda alguna, la
suma de estas situaciones produjo en Claudia un trauma de tipo emocional, lo que le ha
marcado en su personalidad durante su juventud y trajo consigo el desarrollo de un Trastorno
de la Personalidad Límite, llevándole a ella en su vida adulta a dedicarse a la prostitución,
repitiendo de forma inconsciente la situación de abuso sexual que el Sr. Kirk tenía con ella,
al chantajearla con dinero y regalos a cambio de sexo.

XII. Conclusiones y recomendaciones.


Al momento de este informe, Claudia no ha presentado ningún tipo de patología clínica que
indique que tenga una perturbación de la conciencia, enajenación mental o simulación de
algún trastorno mental que tenga como fin el obtener una menor pena al ser referida a un
centro psiquiátrico. Por lo tanto, Claudia no adolece de ninguna enfermedad mental. De
hecho, su estado mental indica que tiene la capacidad competente para ir a juicio y brindar
declaraciones que sirvan para su misma defensa de manera consciente.

Es importante tomar en cuenta que la prostitución, como trabajo o como servicio a adquirir,
es de alto riesgo para cualquiera de las partes. De esta manera, el Sr. Allan Green se convirtió
en una Víctima Provocadora, ya que consciente y de forma voluntaria, adquirió los servicios
sexuales de Claudia Draper y propició su propia muerte al intentar violarla y asesinarla.

Como está expuesto con anterioridad, Claudia Draper no tiene ninguna enfermedad mental
pero sí, un Trastorno de la Personalidad Límite. Y está comprobado que el Trastorno de la
Personalidad Límite está relacionado con las conductas delictivas, y los victimarios, como lo
es Claudia en este caso, suelen cometer sus delitos como respuestas impulsivas a conflictos
interpersonales. El bajo control de impulsos y la incapacidad de medir consecuencias a corto
y largo plazo son características que permiten determinar de estas personas que sus delitos
los cometen sin tener la premeditación para ello.

Recomendaciones.
 Brindar tratamiento psicológico para la superación de traumas emocionales producto
del abuso sexual recibido en su infancia y adolescencia.
 Brindar tratamiento y acompañamiento psicológico que sirva para menguar los
efectos del Trastorno de Personalidad Límite.

Lo hago de su conocimiento para los efectos de la ley consiguientes.

F. ____________________________
Lic. Miguel Alberto Palomo Aguilar
Psicólogo Forense
32-3356-2013
J.V.P.P.

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