añoran aspectos positivos de la vida social de los barrios de
El Espacio Defendible
Oscar Newman
Traducción y resumen del libro Defensible Space, 1972,
NY, MacMillan Co.
Las causas del crimen en la ciudad tienen sus raíces en la
estructura social de nuestra nación. Lo que tienen en común
los criminales y sus víctimas es que provienen de estratos de
la población sin posibilidades de elegir. Ambos grupos
carecen de acceso a las instituciones que les pueden ayudar
a superar esta condición. Con alarmante frecuencia, la
institución social más importante para la estabilidad social- la
familia- estás en franco deterioro. Estudios realizados en
barrios pobres han revelado que la necesidad más importante
de sus residentes es la de seguridad. Los sentimientos de
inseguridad sobre el entorno residencial, a su vez, alientan en
los residentes de estos barrios la adopción de puntos de
vistas negativos y derrotistas, ambivalencia sobre las
posibilidades de avanzar económicamente y expresiones de
impotencia sobre la posibilidad de sobrevivir exitosamente en
el mundo en que viven. El alcance de un entorno residencial
seguro puede ser una da las formas más significantes de
rehabilitación social para la familia y la sociedad.
Aunque es difícil aislar los factores que han contribuido al
aumento en la criminalidad, entre los más importantes
causas, se encuentran: la concentración geográfica de los
grupos marginados; el desarrollo de un ambiente urbano que
es cada vez más anónimo y cada vez menos auto-protector,
que resulta atractivo para el criminal; y la evolución de un
entorno físico que fomenta el comportamiento criminal. Las
familias de ingresos más bajos no tienen la opción de huir de
sus problemas. Las familias de clase media han podido
ejercer su poder de escogencia mudándose a los nuevos
barrios suburbanos o a “fortalezas” de condominios lujosos y
vigilados en el centro de la ciudad. Estas familias a veces
donde huyeron, pero se sienten seguras.
Pero esta huida física y psicológica de los problemas sociales
provoca, a su vez, actitudes contraproducentes. La primera es la
indiferencia hacia los problemas una vez que hayan sido
evadidos. Esto, a su vez, engendra la relegación
de la responsabilidad para la seguridad- tradicionalmente visto
como un problema colectivo- a una autoridad formalmente
designada, cuya función principal es la de detener a los criminales.
Pero la acción aislada de la policía no puede crear condiciones de
seguridad. Una ciudadanía desvinculada y apática con frecuencia
se limita a criticar a la policía por malograr una tarea que, en
verdad, debe ser desempeñada por ella misma. La parte
privilegiada de la ciudadanía, que se aísla en fortalezas seguras y
restringe voluntariamente sus paseos en las calles públicas, a la
vez que demanda que una autoridad impersonal imponga
seguridad en las calles, crea las condiciones para la imposibilidad
de cumplir sus demandas. La policía, en ausencia de la presencia
y vigilancia comprometida del ciudadano, tiende a volverse,
también, poco comprometida y cae fácilmente en la corrupción.
Estas actitudes contraproducentes se manifiestan en el diseño
físico de los edificios en nuestras ciudades. Para poder proveer
seguridad por medio de un guarda, requiere restringir la entrada a
un complejo residencial a una solo ubicación, efectivamente
aislándolo de la comunidad que lo rodea. Esta acción elimina el
contacto social y la vigilancia natural ofrecida por la calle urbana.
Los problemas de crimen que sufren nuestros centros urbanos no
pueden ser resueltos con más policías. Somos testigos del
deterioro de los mecanismos sociales que solían disuadir el crimen
y dar dirección y soporte a la actividad policiaca. Debido a la
evolución en el tamaño y la densidad de las áreas urbanas,
dependemos cada vez más de nuestros conciudadanos y nos
hemos vuelto más vulnerables a las conductas antisociales. Es
claro para la mayoría de los investigadores que la prevención del
crimen depende en alto grado en la habilidad de las comunidades
1
para unirse en acción conjunta, pero los entornos construidos
de las ciudades que hemos estado construyendo en los
últimos 25 años desalientan la persecución de la acción
colectiva. Debemos buscar los medios para unir a los
vecinos, por lo menos para alcanzar el objetivo limitado de
alcanzar un mínimo de seguridad. Si el diseño físico de
nuestros entornos cotidianos puede utilizarse para este
propósito, debe ser explotado.
El surgimiento de los proyectos de vivienda pública
El surgimiento de los proyectos de vivienda pública coincide
con la implementación de los grandes proyectos de
renovación urbana. En un esfuerzo para salvar la inversión
comercial y el valor de los bienes raíces en los centros de las
ciudades, en franco deterioro debido a la huida de la
inversión hacia la periferia suburbana, muchas
municipalidades idearon grandes proyectos de inversión en
actividades comerciales y oficinas, así como nuevas y
atractivas zonas residenciales para las clase media y alta.
Para disponer de suelo urbano para este propósito, era
necesario demoler barrios céntricos deteriorados donde
vivían grandes cantidades de familias pobres, reubicándolas
en proyectos de vivienda en las porciones más periféricas y
menos atractivas del sitio demolido, para que los usos de
mayor rentabilidad se ubicaran en áreas contiguas al centro
comercial y institucional existente. Porque la mayor parte del
área demolida estaba destinada para nuevas actividades
comerciales y residenciales para alentar a las familias de
más altos ingresos a regresar a la ciudad, la densidad de los
proyectos de vivienda pública, construidos para reubicar a los
antiguos residentes del área, necesariamente era mucho
más alta que los barrios demolidos.
En la construcción de las áreas residenciales del Siglo XX, no
se buscaron referencias con el pasado, porque nuestras
necesidades parecían totalmente nuevas y sin semejanzas
con las experiencias del pasado. En nuestro apuro para
proveer vivienda para los inmigrantes urbanos, hemos estado
construyendo con base en prototipos basados en grandes y
altos edificios de apartamentos, con sus respectivos empleados
de servicios (conserjes y vigilancia privada). Estos prototipos
funcionaron en forma aceptable para familias de clase alta y
media, pero han sido desastrosos para las familias,
generalmente grandes, de bajos ingresos. Considerando las
necesidades de las familias de bajos ingresos, estos prototipos
no tienen justificación lógica, más allá de la economía de
inversión. Una vez construidos, han demostrado ser peligrosos
para los residentes y caros para mantener. Se han convertido
en contenedores para la victimización de sus habitantes.
El diseño típico del proyecto de vivienda pública
Los proyectos de vivienda pública que sufren altos índices de
delincuencia tienen cinco o seis características en común: los
proyectos son grandes, acomodando a veces a más de mil
familias, y consisten de torres residenciales de más de siete
pisos de altura; los sitios son ensamblajes de lo que alguna vez
fueron cuatro a seis cuadrantes urbanos, consolidados en
super-cuadras cerradas al tráfico urbano; los edificios están
ubica-dos dentro del sitio en patrones en composiciones que
producen un espacio continuo alrededor de los edificios y
abiertas a las calles, sin hacerse un esfuerzo para diferenciar
partes del sitio para que se relacionen con un edificio o conjunto
en particular; los edificios tienen un solo vestíbulo, con acceso
desde el espacio abierto en el interior del complejo: el diseño
en planta de cada edificio consiste en un largo corredor central,
que da acceso a los apartamentos organizados en fila en ambos
lados del mismo, con el ascensor ubicado en el centro de este
corredor; para facilitar la salida del edificio en emergencias, hay
escaleras de emergencia que van desde el suelo hasta el último
piso, generalmente ubicados en los extremos de los corredores.
Estas características de diseño son comunes también en los
edificios de apartamentos para las familias de clase media y
alta, y funcionan razonablemente bien porque cuentan, además,
2
con la existencia de muros y cercas y la vigilancia de guardas.

Este mismo diseño, aplicado para albergar familias de

menores ingresos que no pueden contar con servicios de
vigilancia, facilita la acción de los delincuentes.

Estas características de diseño no son el producto de malas

intenciones de los diseñadores. La decisión de construir
edificios altos es el resultado de la intención de liberar grandes
áreas abiertas al nivel del suelo para posibles usos recreativos
de los residentes. Esta noción, complementada por la imagen
del modelo para la ciudad ideal del futuro proyectado por Le
Corbousier en Villa Radieuse, produce una preferencia, entre
los profesionales en diseño, para este tipo de solución. Pero
la torre residencial es primordialmente el producto de un
conjunto de circunstancias comunes a muchas áreas centrales
Fig. 1. Diseño típico de una torre residencial, vista desde afuera y
de la ciudad; los costos del suelo urbano inflados por Mostrando su configuración interior
especulación crean presión para construir con tasas cada vez
más altas de densidad, y cuando se alcanzan ciertos límites, la
opción de la torre residencial parece ser la única
económicamente viable.

Los diseñadores no pudieron prever que estas grandes áreas

no estarían usados; la trayectoria de los niños y otros
residentes entre sus apartamentos en las torres resultaría
demasiado peligrosa, creando una separación entre las
unidades de vivienda y el espacio público imposible de
superar. Esta disociación entre los apartamentos y las áreas
públicas contribuye a la anonimidad y peligrosidad potencial de
estos lugares.

La noción de la supercuadra libre de vehículos menospreció el

papel de la calle como senda prominente para la concentración
de movimiento tanto vehicular como peatonal. Las ventanas y
puertas, cuando dan frente a la calle, extienden los
compromisos territoriales de los residentes y permiten una Fig. 2. Vista aérea del proyecto Tilden Houses en Brooklyn, configurado
vigilancia natural del espacio público por sus residentes, como super-cuadra con grandes áreas abiertas.
además de la vigilancia casual desde los vehículos que

3
transitan en ello. Aquí se esboza una alternativa; un medio
para reestructurar los entornos residenciales para que
puedan ser controlados- no por la policía, sino por una
comunidad de vecinos que comparten un territorio. El
espacio defendible es un concepto de áreas residenciales
que inhibe el crimen por medio de la creación de una
expresión física de un tejido social que se defiende. Todos
los diferentes elementos que se combinan para crear un
espacio defendible tienen un objetivo común- un ambiente en
el cual la territorialidad latente y sentido de comunidad entre
los habitantes crean condiciones para un entorno cotidiano
que es seguro, productivo y bien mantenido. En un entorno
así, el criminal percibe que el espacio es controlado por sus
residentes, de manera que el puede ser fácilmente
reconocido y vigilado. Las barreras reales y simbólicas,
áreas bien definidas de influencia y mejores posibilidades de
vigilancia pueden ser empleadas por los residentes para
mejorar su seguridad.
Por medio de investigaciones rigurosas realizadas en los
proyectos de vivienda pública en la Ciudad de Nueva York y
otra grandes ciudades en la Estados Unidos, hemos podido
identificar los principios de espacio defendible buscan
recuperar el uso productivo del espacio más allá de las
puertas de los apartamentos individuales- los corredores, los
vestíbulos, las áreas externas y las calles- actualmente fuera
de control de los residentes.
Hay cuatro elementos de diseño físico que actúan
individualmente y en combinación para crear entornos más
seguros:
- La capacidad del entorno físico para crear áreas percibidas
por los residentes como zonas bajo su influencia territorial.
Esto implica la subdivisión del entorno residencial en zonas
que refuercen la habilidad de los habitantes de asumir
actitudes de apropiación del espacio.
- La capacidad del diseño para proveer a los residentes y
sus agentes oportunidades para ejercer vigilancia en forma
natural y continua sobre las áreas públicas, internas y
externas de su entorno cotidiano.
- La capacidad del diseño para influenciar la percepción de los
residentes de su entorno cotidiano, con mecanismos que evitan
estigmatizar a los residentes. El diseño debe evitar que
delincuentes perciban vulnerabilidad y aislamiento de los
habitantes de un edificio o barrio.
- La importancia de la ubicación de un entorno residencial
dentro de un contexto urbano particular, y la yuxtaposición del
proyecto con respecto a zonas seguras o inseguras de las áreas
adyacentes.
Las siguientes secciones resumen las investigaciones que
fundamentan estos principios y describen cómo los mismos
pueden ser implementados para crear condiciones de mayor
seguridad en los proyectos de vivienda de alta densidad.
Territorialidad
La casa, colocada en un lote individual y separada, aunque sea
por solo dos metros, de su vecina, simboliza el alcance de una
posición social en la mayoría de las culturas occidentales. Por su
propia naturaleza, la casa unifamiliar es una afirmación de
derecho territorial, por este posicionamiento dentro del lote que
impone una prudente distancia entre una casa y otra, que suele
ser reforzada con cercas o arbustos que definen claramente los
límites del lote. Pero, ¿qué pasa con un apartamento metido
dentro de un edificio con 300 otros apartamentos, ubicado en un
sitio de 15 hectáreas? ¿Cuáles medios existen para la auto-
afirmación, u oportunidades para una identificación territorial, por
limitada que sea?
Actualmente, la mayoría de las familias que viven en edificios de
vivienda multi-familiar perciben el espacio fuera de las puertas de
su apartamento como claramente público; en efecto, relegan la
responsabilidad para toda actividad en estas áreas a una
autoridad púbica. ¿Existen mecanismos que pueden ser
empleados para extender los límites psicológicos de los dominios
privados, o subdividir el espacio público para que territorios más
4
grandes caigan bajo la esfera de influencia y
responsabilidad del residente de apartamento? El análisis
Fig. 3. Diseño de sitio del proyecto Breukelen Houses en Brooklyn
de proyectos de diferentes características de diseño de
sitio indica que es posible subdividir un proyecto grande,
permitiendo a sus residentes percibir que partes del
espacio público pertenezcan a grupos particulares de
familias. Estas subdivisiones, claramente definidas y
cuidadosamente relacionadas con las sendas de
circulación, amenidades y puntos de entrada a los
edificios, pueden alentar la adopción de actitudes de
defensa territorial en los residentes. Lo que sigue es la
discusión de varios mecanismos para subdividir las
aglomeraciones de vivienda de alta densidad en
subunidades territoriales identificables. Estos mecanismos
señalan tanto al residente como al forastero la
preocupación de un grupo de vecinos por áreas que
comparten, a la vez que permiten a estos grupos de
vecinos desarrollar actitudes de mayor responsabilidad en
el mantenimiento y control sobre este entorno compartido.

Edificios de apartamentos, organizados en el espacio para

que el área abierta que los rodea se defina y se relacione
con un edificio particular, sirven para crear un una zona
percibida como territorialmente restringida. Estas áreas
definidas cerca de torres anónimos en todo otro sentido,
indican a los residentes y los extraños que esta área, así
como el edificio mismo, es para el uso de sus residentes.
El proyecto de densidad media, Breukelen Houses, en
Nueva York, presenta un buen ejemplo de esta subdivisión. Fig. 4. Area de
Los edificios tienen la forma de la letra L y se encuentran juego y de
ubicados en el sitio de manera que los extremos de la L descanso en la
llegan hasta las calles. El área definida por el ángulo recto entrada de los
constituye un territorio semi-privado que da acceso a las edificios en
Breukelen
varias entradas del edificio. El uso recreativo de esta área,
Houses.
alentado con la colocación de equipos de juego infantil y
mobiliario para sentarse refuerza esta territorialidad; el
hecho de que los niños

5
juegan y los adultos se sientan en esta área incrementa la Fig. 5. Croquis del área de entrada y l os edificios en forma de “L” en
preocupación de los residentes sobre las actividades que allí Breukelen Houses.
se realizan. Entrevista con los residentes demuestra que
conocen a la mayoría de los vecinos de su edificio, que
frecuente utilizan este mismo espacio. Así, las personas
extrañas son fácilmente reconocidas y su presencia es
observada con especial cuidado.
El gran área central de cada cuadrante del proyecto, es solo
parcialmente visible de la calle- escondida en partes detrás
de los edificios- pero es abierta y accesible desde muchas
direcciones. Como medio para implementar una directriz
política, en el sentido que las áreas abiertas del proyecto
contribuyen a la amenidad de las comunidades adyacentes,
las autoridades han preferido mantener estas áreas abiertas.
Como consecuencia, pocos residentes las usa y entrevistas
revelan que estas áreas son consideradas las más peligrosas
en el proyecto.
En la mayoría de los proyectos de alta densidad, sin
embargo, las torres se ubican en forma libre dentro de una
super-cuadra, sin hacer un esfuerzo para identificar y asignar
áreas al nivel del suelo con edificios específicos. El proyecto
Pruitt-Igoe, en St. Louis, es un ejemplo prototípico. Cada
edificio tiene acceso directamente desde áreas percibidas
como enteramente públicas, contempladas para el uso tanto
de los residentes del proyecto como los de la comunidad
contigua. La falta de territorialidad sentida en este proyecto
se manifiesta incluso en las áreas públicas dentro de los
edificios; donde existen problemas de acumulación de
basura, vandalismo y falta de mantenimiento.
Durante un período, en el cual se realizaba la reparación de
un bloque de los edificios, se colocó una cerca alrededor del
bloque para evitar el robo de las bodegas de las empresas de
construcción, ubicadas cerca del edificio. Los residentes
notaron que los robos disminuyeron dramáticamente en ese
período y solicitaron que la empresa dejara la cerca cuando Fig. 6. Area interna de Breukelen Houses, considerada peligrosa por los
terminó su contrato. Los robos continuaron siendo 80% más Residentes.

6
bajos en este bloque que en el resto del proyecto, y la tasa
de desocupación de apartamentos variaba entre 2 y 5%,
comparado con el 70 % en el resto del proyecto.
Un análisis de las metodologías de diseño utilizados por los
arquitectos de los proyectos Breukelen y Pruitt-Igoe revela
dos puntos muy diferentes, cada uno con sus propios
criterios. El tipo de diseño ejemplificado por Pruitt-Igoe es de
orientación composicional; el arquitecto demostraba
preocupación por cada edificio como un ente formal separado
e independiente. No hubo consideración alguna sobre el uso
funcional del área libre a nivel del suelo o la forma en que
podría tener relación con uno o un pequeño conjunto de
edificios. El arquitecto trabajó casi como escultor, el área no
construida del proyecto fue concebida básicamente como
una superficie neutra encima de la cual se organizaron los
elementos verticales (los edificios) en una composición
estéticamente congruente. Se intentó lograr el éxito en la
disposición de los edificios por medio del respeto a los
dictados composicionales. La preocupación más importante
en la disposición de las unidades de vivienda fue el efecto de
cada unidad en la forma del edificio visto desde afuera; la
relación entre las unidades individuales y la creación de
espacio compartido funcional y útil en cada nivel fue una
consideración secundaria.
La metodología que produce un proyecto territorialmente más
exitoso, como el de Breukelen, parte de la conceptualización Fig. 7. Diseño de sitio del proyecto
de los edificios y el espacio libre entre ellos como un ente Pruitt-Igoe, en St. Louis y la
orgánico. Hay un esfuerzo consciente por usar la imagen de sus edificios.
yuxtaposición de edificios para subdividir el área del proyecto
y definir entradas a áreas territorialmente definidas de
transición entre los edificios y el dominio más público. Las
entradas de los edificios y los sistemas de circulación vertical
dentro de ellos tienen relación directa con estas áreas de
transición. La disposición de las unidades de vivienda está
determinada por el contorno necesario de los edificios para
que cumplan su rol en la definición de estos espacios y el
potencial de diferentes agrupaciones de apartamentos para

7
definir áreas de entrada compartidas en cada piso, de la
misma forma en que los edificios definen el uso del sitio
donde están colocados.

De la misma manera, es posible subdividir le tejido existente

de las calles municipales para crear cuadrantes y áreas
territorialmente definidos. Un ejemplo es St. Mark´s Place, en
el área de Bedford-Stuyvesant, en Nueva York. La calle ha
sido modificado para bajar la velocidad del tráfico y se han
colocado portones simbólicos en caso extremo. Una parte en
el centro del tramo fue cerrada al tráfico vehicular,
construyéndose un parque infantil en el área anteriormente
ocupada por la calle. Los residentes afirman que el crimen
callejero ha sido prácticamente eliminado, se ha disminuido la Fig. 8. Diseño de sitio de St. Mark´s Place, Nueva York.
incidencia de los robos de las casas, y que los drogadictos
tienden a mantenerse alejados del área. Por su propia
iniciativa, los residentes han empezado a cultivar pequeños
jardines en zonas adyacentes a sus casas y se observa en
general una preocupación por la seguridad y mantenimiento
del área.

Existe un lenguaje de símbolos de reconocida utilidad para

definir límites o apropiar territorio. Estos definidores
consisten de interrupciones o barreras en la secuencia de
movimiento a lo largo de sendas de acceso y sirven para
crear zonas perceptibles de transición entre el espacio
público y privado. Algunos de estos símbolos son barreras
reales: cercas, muros, portones cerrados. Otros son barreras
únicamente simbólicas: portones abiertas, gradas y cambios
de textura del piso. Ambos tipos de barrera sirven el
propósito de comunicar al transeúnte que está pasando de un
área público, donde nadie cuestiona su presencia, a otro
privado donde su presencia requiere justificación y su
comportamiento debe ajustarse a las normas del grupo que
ejerce dominio sobre el espacio. Mientras que en una calle
urbana uno puede observar gente bailando con la música de Fig. 9. Area peatonal en St. Mark´s Place, con una vista de los
Juegos infantiles y otro mobiliario urbano.
un radio, recostarse sobre los vehículos estacionados,
mendigar o simplemente permanecer en el área sin ningún

8
propósito claro, dentro de los límites definidos por estas En cada fase de esta transición, existen reglas implícitas de
barreras simbólicas, el rango de comportamiento se reduce a conducta. Mientras que nadie cuestionaría la presencia de
lo que estén dispuestos a tolerar los residentes. Un intruso individuos en la acera de una calle pública, se espera que los que
que actúa de otra manera inmediatamente provoca entren una zona de transición tengan un propósito para estar allí,
suspicacia y cae bajo vigilancia. Acceso por medio de una y permanencia en esta área es un privilegio solo para los
barrera real solo puede realizarse con la aprobación de los residentes para propósitos aceptados por ellos.
residentes. La capacidad de la barrera simbólica en restringir
la entrada a un área depende de cuatro factores: 1) la
capacidad del intruso para leer los símbolos y su significado;
2) la capacidad evidente de los residentes para mantener
controles por medio de vigilancia; 3) la capacidad del espacio
definido para requerir que el intruso obvie sus intenciones (el
espacio debe tener una baja tolerancia para el uso ambiguo);
y 4) la capacidad de los residentes o sus agentes para
desafiar la presencia del intruso y tomar acción apropiada.

Al moverse por una secuencia de áreas territorialmente

definidas- por ejemplo, desde las áreas públicas hasta las
entradas de los edificios- las expectaciones y nuestro
comportamiento sufren un cambio. Las oportunidades para
usar barreras reales y simbólicos son múltiples. Un buen
ejemplo de un proyecto de vivienda que emplea símbolos
para definir límites de áreas de transición, sin delimitar
literalmente estas áreas, es First Houses, ubicado en un área
con niveles de actividad criminal de relativamente altos en el
lado este de la Ciudad de Nueva York. Los puntos de
entrada los conjuntos de vivienda están marcadas con muros
bajos y un portón abierto, retirados un poco más de un metro
de la línea de construcción de la calle. Este pequeño retiro Fig. 10. Proyecto First Houses.
constituye define la primera fase de transición entre lo público
y lo privado. Los muros y el portón definen la naturaleza
semi-público del patio interior. Otra fase de esta transición es Es notable que edificios y proyectos con altas incidencias de
simbolizada por las gradas para entrar los vestíbulos de os crimen y vandalismo, como Pruitt-Igoe, en St. Louis, Columbus
edificios. El diseño del interior del edificio sigue reforzando el Houises en Newark y Van Dyke en Nueva York, carecen casi
sistema de símbolos, indicando una progresión al espacio totalmente de estas barreras, literales o simbólicas, que definen
más privado de los apartamentos. áreas de transición. Pero los interiores de edificios de vivienda de

9
alta densidad pueden ser diseñados de tal manera que
agrupaciones de apartamentos, y las gradas para circulación
vertical que compartan, tienden a preocuparse por el espacio
inmediatamente adyacente al su edificio.
En el proyecto Breukelen, antes mencionado, los edificios
están subdivididos y tienen entre dos y cinco entradas, cada
una de las cuales sirve entre seis y nueve familias. Esta
subdivisión ha contribuido a crear una red de grupos de
vecinos cuyos miembros cooperan para mantener un
ambiente que beneficia a todos. Como el número de familias
que comparten el vestíbulo y las gradas en cada entrada es
relativamente pequeño, los vecinos se conocen muy bien y
perciben fácilmente la presencia de extraños. En este
proyecto, en cada piso, solo dos a cuatro familias comparten
un corredor común. Las puertas de los apartamentos abren
hacia este corredor, y acceso al corredor desde las gradas es
tamizado por una puerta de vidrio, para satisfacer
reglamentos anti-fuego. Como resultado, las familias han
adoptado el corredor como una extensión colectiva de sus
unidades de vivienda. En la primera planta de los edificios, el
área del vestíbulo se encuentra separada del corredor de
acceso a los apartamentos del primer piso con dos gradas
que diferencian el corredor semi-privado del área más pública
del vestíbulo. Los residentes generalmente permiten que sus
niños pequeños jueguen en estos corredores e incluso
mantienen sus puertas entreabiertas para poder monitorear
su actividad.
Esta subdivisión de áreas puede reforzarse como una
estrategia para crear espacio defendible si dentro de estas
zonas se ubican amenidades dirigidas a la satisfacción de las
necesidades del grupo de familias que habita cada
subdivisión. Los niños pequeños, cuando juegan al aire libre, Fig. 11. El corredor interior de Breukelen
generalmente lo hacen en zonas muy cercanas a la entrada Houses. El corredor es compartido por
del edificio. Si en estas zonas se coloca equipamiento para cuatro apartamentos y es separado de
juego y bancas para sentarse, se convierten en importantes las gradas de acceso por una puerta.
puntos focales. La presencia física en el área de residentes,
participando en actividades individuales o comunales- niños

10
jugando, amas de casa conversando, ancianos tomando es
Fig. 12. Configuraciones alternativas para edificios de
sol- suministra al área una vigilancia casual que incrementa apartamentos de tres psios.
su seguridad.

El predominio de criterios económicos frecuentemente

resulta en el diseño de edificios con filas de apartamentos en A.  Corredores atraviesan todo
ambos lados de largos corredores internos. La configuración el largo del edificio, con filas
física del corredor resulta en un espacio grande y anónimo, de apartamentos en ambos lados.
careciente de oportunidades para asumir las prerrogativas 13 unidades /piso
territoriales que potencia la subdivisión. En el diseño de 36 unidades
edificios de vivienda de alta densidad, los costos asociados 2 entradas
con la necesidad de dedicar mayor espacio a las áreas de
B.  Corredores limitados para dar
circulación vertical (gradas y ascensores) ha sido citado como acceso a las puertas .
una justificación para la implementación de diseños con Apartamentos agrupados
pocas entradas y largos corredores en cada piso edificio. 12 unidades/ piso
Sin embargo, esta situación es en gran parte mitigada por el 3 entradas
hecho de que la subdivisión del edificio reduce la cantidad
necesaria de corredor.

En el caso de edificios mayores de cuatro pisos que deben

ser servidos con ascensores, el alto costo de los ascensores
dicta que cada uno debe servir el mayor número posible de
Fig. 13. Configuraciones alternativas de acceso para un
apartamentos. Para reducir el tiempo de espera, el diseño de
edificio de 20 pisos, 520 familias.
estos edificios generalmente concentra grupos de ascensores
en un punto central, con la consecuencia de que los
corredores de cada piso deben ser muy largos. Si los
ascensores se desconcentran en varios puntos del edificio,
sería posible reducir apreciablemente la longitud de los
corredores.
A.  Circulación vertical concentrada en el centro.
La importancia del número de familias en un proyecto de
vivienda se observó en un estudio realizado por la New York B. Edificio subdividido, con corredores más cortos.
Housing Authority. La incidencia de crimen en los proyectos
con más de 1.000 apartamentos fue 50% más alto que esta
incidencia en proyectos con menos de 1.000 apartamentos.
Igualmente, importancia del número de familias que
comparten un corredor en la prevención del crimen fue
demostrada en un estudio de todos los proyectos de vivienda

1
11
pública en Nueva York. La incidencia de robos, violaciones y
asesinatos en los corredores compartidos por entre 2 y 5
familias fue la mitad que la incidencia reportada en
corredores compartidas por más de 6 familias.
El número de residentes en un proyecto o cantidad de
familias que comparte un corredor influye en la capacidad de
los residentes para reconocer la presencia de personas
ajenas al proyecto o edificio. Proyectos o áreas compartidas
por grandes números de personas disminuyen la capacidad
de distinguir entre quienes deben y no deben estar en un
área. En consecuencia, tienden a volverse más
impersonales. Una investigación que comparó dos tipos de
residencias estudiantiles en Sarah Lawrence College resulta
especialmente relevante. Las residencias viejas consisten de
tres edificios separados, cada uno con dos entradas, gradas
y corredores internas. Las residencias nuevas se concentran
en un solo edificio con una entrada principal en el centro y
escaleras de emergencia. Los dormitorios de los estudiantes
están organizadas en ambos lados de largos corredores en
cada piso del edificio. Entrevistas con los estudiantes y su
consejeros revelaron que, mientras que en los edificios viejos
los estudiantes desarrollaron fuertes actitudes comunales y
de solidaridad, en el edificio nuevo los estudiantes resistieron
los esfuerzos de los conejeros de organizarlos en grupos
sociales, y conducen sus vidas predominantemente en sus
cuartos.
El edificio nuevo sufre de vandalismo, mientras que en los
edificios viejos los estudiantes se sienten como miembros de
su edificio particular y cuidan las áreas públicas
Vigilancia natural
La mayoría de los crímenes ocurren en las áreas semi-
públicas en el interior de los edificios- vestíbulos, corredores,
gradas, escaleras de emergencia- donde hay poca visibilidad.
El mejoramiento en la posibilidad de observar las áreas
públicas del entorno residencial y sentirse observado por otros
residentes produce un sentimiento de mayor seguridad y alienta
el uso de esas áreas para actividades lícitas. La experiencia ha
demostrado, sin embargo, que la habilidad para observar
actividad criminal, por si mismo, no garantiza que el observador
actúe para asistir a la persona o propiedad que está siendo
victimizada. La decisión de actuar depende de algunas
condiciones:
-La actividad observada está ocurriendo dentro de un área
percibida por el observador como dentro de su área de influencia.
-La actividad observada es reconocida como anormal y amerita
una respuesta.
-El observador se identifica con la víctima o la propiedad que
está siendo vandalizada o robada.
-El observador siente que puede intervenir efectivamente.
Estas condiciones pueden ser creadas únicamente por medio de
reforzar la territorialidad, que lleva al residente a identificarse con
claridad con grupos de personas y espacio específicos. Es por
esto que la posibilidad de vigilancia que resulta de decisiones de
diseño que privilegian la mayor visibilidad solo puede tener éxito
en combinación con el empleo de principios territoriales
discutidos en la sección anterior. La provisión de vigilancia no
debe considerarse una panacea para un problema complejo.
El mejoramiento en las condiciones que permiten vigilancia
tendrá mayor efecto en las subdivisiones territoriales de áreas de
las áreas residenciales. Estas oportunidades de vigilancia
pueden servir para crear una imagen de mayor seguridad y
disminuir la ansiedad de los residentes. Más importante, esta
imagen también puede ser percibida por el criminal, quien busca
otras áreas para delinquir.
Debido al la influencia de las ideas del movimiento moderno,
muchos de los proyecto de vivienda de alta densidad están
diseñados con un carácter introvertido. Las unidades de vivienda
tienen vista del interior del proyecto, y no de la calle pública.
Solamente los extremos de los edificios están ubicados contiguo
a la calle. Como resultado, estas calles no pueden ser vigiladas
12
por los residentes y se han vuelto más peligrosas, tanto
para residentes como para transeúntes. Muchos residentes Fig. 14. Vista aérea de Baruch Houses, Nueva York
optan por quedarse en sus apartamentos para no correr el
riesgo de transitar por las calles, lo que alimenta la soledad
de las mismas y aumenta aún más su inseguridad.

El barrio tradicional consistencia de filas de casas

colindantes, densamente compactadas frente a la calle y
separadas de ella solo por pequeños antejardines, es
percibido como relativamente seguro, tanto por residentes
como policías. Entradas bien iluminadas de las casas son
fácilmente visibles desde las calles, permitiendo que los
policías y transeúntes puedan observar cualquier actividad
peculiar. El posicionamiento aleatorio de las torres
residenciales dentro de una gran super-cuadra produce
sistemas de acceso con virajes repentinos y rincones
oscuros donde anti-sociales pueden esconderse,
especialmente en aquellos proyectos donde el acceso a los
edificios se da desde el interior del proyecto en vez de la
calle. Independiente de la buena o mala iluminación que
reciben estas áreas, los residentes expresan fuertes
temores sobre estas áreas. Proyectos de este tipo, como
Columbus Homes, en Newark y Pruitt-Igoe, en St. Louis,
requieren que el residente abandone la seguridad relativa
de una calle pública bien transitada y camine al interior del
proyecto por una vía sinuosa hasta poder ver la entrada de significativamente más baja en edificios que tenían entradas
su propio edificio. Investigaciones en los proyectos de visibles y bien definidas. Crímenes también fueron 65% más
vivienda pública en Nueva York revelan que aquellos en los frecuentes en áreas de espera para ascensores que no ofrecen
cuales las entradas de los edificios dan frente a la calle y se no visibles desde fuera del edificio que en edificios en los cuales
encuentran a distancias de menos de 15 metros de ella estas áreas son visibles desde afuera.
sufrieron menores incidencias de crimen que otros
proyectos con un diseño introvertido, cuyos edificios tenían Las zonas internas de una torre residencial contienen muchas
frente en áreas interiores a una considerable distancia de al áreas que no presentan oportunidades para vigilancia. Los
calle. vestíbulos, ascensores, corredores y escaleras de emergencia
son, por definición, áreas públicas, pero estas áreas se difieren
Esta misma investigación reveló la importancia de la de otros espacios públicos, como las calles, por cuanto no
visibilidad de la entrada del edificio y la definición espacial experimentan vigilancia ni de policías ni de transeúntes. Hubiera
de la entrada al vestíbulo que resulta de su posición y la sido preferible que el diseño permitiera que las actividades de
configuración del edificio. La incidencia de crimen fue

13
todas estas áreas pudieran ser observadas desde fuera de
los edificios.

De todas estas áreas, la que presenta mejores condiciones

para maximizar la visibilidad desde el espacio exterior es el
vestíbulo. Este espacio debe ser configurado de tal forma
que todas las actividades que allí se llevan a cabo, tanto
lícitos, como recoger el correo o esperar el ascensor, como
ilícitos, como asaltar o traficar drogas, sean visibles desde
las calles y áreas públicas de los proyectos. Un ejemplo de
un vestíbulo mal diseñado es el proyecto Bronxdale Houses,
en Nueva York, donde los residentes deben entrar el
edificio, doblar a la derecha y luego doblar otra vez para
llegar a los ascensores. Así, no pueden percibir ni anticipar
una situación potencial de peligro. En cambio, en el
proyecto Highridge Houses los ascensores se encuentran
directamente frente las puertas de entrada y son visibles
Fig. 15. Diseño de ves´tibulos de Highridge (arriba) y
desde una considerable distancia fuera del edificio. La Bronxdale Houses. (abajo).
cantidad de crímenes reportados en los vestíbulos de
Bronxdale Houses es considerablemente más alta que los
reportados en los vestíbulos de Highridge.

Las escaleras de emergencia presentan un problema

particular ya que, debido a los requisitos impuestos por los
códigos, estas áreas deben estar efectivamente aisladas de
las áreas de mayor tránsito que sirven. Estas áreas
frecuentemente son construidas de concreto y tienen
acceso por medio de pesadas puertas metálicas con solo
una pequeña apertura de vidrio. Esta situación impide el
monitoreo visual o auditivo de la actividad en las gradas de
emergencia. En consecuencia, pocos residentes hacen uso
de esta área para entrar o salir del edificio, aumentando su
aislamiento. Estas áreas constituyen los puntos donde la
mayor cantidad de crímenes se realizan en los edificios de
vivienda de alta densidad. Con frecuencia los delincuentes
interceptan a sus víctimas en los corredores y los llevan a
estas áreas para robar, asaltar o violarlas. También son
lugares donde permanecen drogadictos. Una solución es el

14
uso de puertas transparentes en las entradas a las
escaleras de emergencia y grandes vidrios en los
descansos en las escaleras. Este diseño en el proyecto
Tilden Houses, en Brooklyn, permite la visibilidad de las
escaleras de emergencia desde el corredor y desde la calle.

El uso de superficies transparentes también puede ser

utilizado para permitir la visibilidad de áreas externas desde
los apartamentos de los residentes, facilitando la vigilancia
casual las sendas comunales, entradas y áreas de juego de
los proyectos. Los arquitectos el proyecto Breukelen
localizaron las ventanas de las cocinas de los apartamentos
para que ofrezcan una vista de las entradas de los edificios
y luego incorporaron áreas de juego y parqueos contiguas a
esta área. Esto permite a sus ocupantes observar desde la
cocina a sus niños mientras que juegan en el espacio semi-
privado cerca de la entrada y monitorear el ir y venir de
otros residentes y transeúntes.

El diseño del edificio también puede facilitar la vigilancia de

áreas públicas dentro de los edificios. Un diseño basado en
el concepto de filas de apartamentos en ambos lados de un
largo corredor dificulta la vigilancia del corredor desde el
interior de los apartamentos, ya que las superficies de las
paredes que separan el apartamento del corredor no tienen
ventanas. Si el diseño contempla apartamentos solo en un
lado del corredor, con el otro lado del corredor abierto al aire
libre o cerrado con superficies de vidrio, es práctico colocar Fig. 16. Plano de la primera planta de un edificio de Breukelen Houses.
El diseño de los apartamentos , con ventanas en las cocinas con vista de
ventanas en estas paredes, con la consecuente oportunidad
la entrada facilita la vigilancia de ese espacio desde adentro.
de vigilancia del corredor. Esta configuración tiene la virtud
adicional de permitir la ventilación cruzada de los
apartamentos. Las actividades en estos corredores son
visibles, también desde las ventanas de los edificios
adyacentes. Un proyecto con edificios con estas puerta y el corredor. Estas áreas semi-privadas frecuentemente
características es Stapleton Houses, donde además de la son apropiadas por los residentes, quienes colocan sillas y sofás
transparencia de un costado del corredor, el área de entrada en estos espacios externos cuando hace calor. La permanencia
a cada apartamento ha sido retirada un poco más de un de los residentes en estas áreas, por supuesto, aumenta la
metro, creando una pequeña zona de transición entre la vigilancia de los espacios visibles desde ellas.

15
 organización y configuración interna de muchos proyectos
Como una medida para poder evacuar los edificios en caso
resulta poco comprensible, particularmente cuando largos
de incendios, ningún apartamento puede estar a más de 30
bloques de edificios se agrupan. Autoridades que responden a
metros de una escalera de emergencia. Para responder a
llamadas de emergencia tienen problemas para distinguir un
este requisito, el diseño más común es uno en que estas
edificio de otro y, una vez dentro del edificio, navegar hasta el
escaleras de emergencia se colocan en un punto central del
apartamento correcto. Esto contrasta con la simplicidad de
edificio, generalmente detrás de los ascensores. Como
direcciones cuando cada unidad de vivienda tiene un número en
estas escaleras deben tener salidas independientes,
una calle que tiene un nombre, y dificulta el aspecto de la
generalmente se descargan en el área trasera del edificio,
vigilancia relacionado con la respuesta de las autoridades ante
opuesta al lado de la entrada al vestíbulo. Esto contribuye a
situaciones reportadas por los residentes.
la ambiguedad en la configuración el edificio, ya que los
residentes utilizan la entrada principal pero también puerta y
Imagen y percepción
las escaleras de emergencia cuando se acercan al edificio
desde el lado trasero del edificio, para evitar dar la vuelta
La introducción de una agrupación grande de edificios que
entera al edificio para entrar. Esto desnaturaliza el carácter
difieren en altura, textura y morfología de los edificios en el área
de las escaleras de emergencia, desconcentra los flujos de
llama la atención a este conjunto, y no siempre de forma
personas y dificulta la aprehensión de criminales, que
positiva. Cuando esta imagen física se combina con los
pueden salir del edificio desde dos puntos diferentes. El
prejuicios contra las familias de bajos ingresos, el resultado es
diseño de los edificios en el proyecto Edenwald Houses
una estigmatización de los residentes, en que el aspecto
mantiene salidas separadas para las escaleras de
diferente de los edificios refuerza una identidad negativa. Por
emergencia, pero las mismas desembocan en un área
alguna razón, los proyectos públicos de vivienda casi siempre
contigua a la entrada principal del edificio. Esto disuade el
están diseñados de manera que contrasten con los edificios en
uso de las escaleras de emergencia como una ruta
su entorno y son fácilmente reconocidos como complejos
alternativa para llegar a los pisos superiores, ya que se
residenciales diferentes a sus vecinos. Esta diferenciación,
encuentra cerca de escaleras mucho más cómodas que
junto con las características sociales de sus residentes,
desembocan en el vestíbulo. Los que entran y salen por las
contribuye a que sus residentes sean particularmente
escaleras de emergencia pasan por zonas visibles desde la
vulnerables a la actividad criminal.
entrada del edificio y su vestíbulo.
Tal vez más importantes que las ambigüedades funcionales Edificios y proyectos de vivienda pública normalmente son
del diseño de los edificios son las ambigüedades que diseñados para reemplazar barrios residenciales de alta
surgen como consecuencia del concepto de super-cuadra, densidad que se encuentran hacinados y físicamente
de uso común en los proyectos de vivienda masiva. La deteriorados. Para lograr tanto altas densidades como mayores
uniformidad en el diseño de los edificios hace que sea difícil amenidades, los edificios de los nuevos proyectos deben ser
distinguir uno de otro. El proyecto tiene la misma apariencia más altos que los que reemplazan, distinguiéndose claramente
desde todos los ángulos. No existe una progresión de su entorno inmediato. Sin embargo, lo mismo podría decirse
ordenada desde la calle hasta el hogar. No hay nada que de muchos edificios de apartamentos construidos para las
los residentes puedan hacer para modificar sus clases media y alta. En estos casos, los edificios
apartamentos o edificios para dotarles de personalidad e frecuentemente proyectan una imagen más positiva, superior a
individualidad. La

16
la de su entorno. Por esto es importante descubrir y articular
Fig. 17. Esta foto de un proyecto de vivienda pública en
exactamente cuáles calidades de los edificios proyectan estas Minneapolis muestra como a diferencia de escala del proyecto
imágenes positivas o negativas. claramente diferencia el edificio y estigmatiza a sus residentes.

En primer lugar, los edificios de apartamentos para las clases

medias y altas raras veces se agrupan en proyectos de más de
dos o tres edificios, mientras que los proyectos de vivienda
púbica típicamente incluyen entre diez a treinta edificios y, por
razones inherentes en esta escala de desarrollo, constituyen
elementos visuales predominantes en el tejido urbano.
En edificios de apartamentos para las clases media y alta, se
incorporan materiales de alta calidad en las fachadas visibles,
un lujo no posible en vivienda pública. Similarmente, muchos
apartamentos para la clase media y alta cuentan con balcones.

Ha sido la política de las autoridades municipales de vivienda

construir y equipar los edificios con materiales e
infraestructura diseñados para minimizar los costos de
mantenimiento y resistir la acción de los vándalos. Se usan
materiales para las superficies de pisos y paredes similares a
los utilizados en hospitales y cárceles, creando una atmósfera
institucional en el interior de los edificios.

Nuestras entrevistas con residentes revelan que la calidad de

las unidades de vivienda es percibida por sus habitantes con
base no tanto en su tamaño y sus amenidades, sino en el
estilo de vida que simbolizan. Diferentes prototipos de
vivienda simbolizan diferentes niveles de estatus social. La Fig. 18. Vandalización del
imagen institucional del diseño físico de los proyectos públicos edficio en el proyecto
de vivienda diferencia a los residentes de estos edificios y Schuykyll Falls, en
llama la atención a su vulnerabilidad social. Los residentes, al Philadelphia.
no poder camuflar sus identidades y adoptar actitudes de
residentes de apartamentos disponibles en el mercado
privado, pueden sobre- reaccionar y tratar sus edificios en la
misma forma que los prisioneros tratan las instituciones
penales que los albergan.

17
El tratamiento estético de los edificios, entonces, tiene una
importancia que va más allá de la buena apariencia física.
La posibilidad de personalizar su entorno físico es una de las
características que distingue el estilo de vida de las clases
media y alta. Un residente que se ha resignado a no
preocuparse por la condición de su entorno cotidiano
inmediato y aceptar su incapacidad para modificar estas
condiciones no intercederá, siquiera en defensa propia,
cuando es víctima de un crimen.
Ubicación y yuxtaposición con respecto al contexto
urbano
Si una calle o un área urbana es reconocida como un lugar
seguro, las áreas adyacentes benefician de esta reputación.
Con un cuidadoso posicionamiento de las áreas públicas y
entradas de los proyectos habitacionales, de manera que dan
frente a áreas que, por una variedad de razones, son
consideradas como seguras, es posible incrementar la
seguridad de los habitantes de estas áreas residenciales.
Ciertas áreas de la ciudad son percibidas como seguras, ya
sea por la naturaleza de las actividades localizadas allí, la
calidad de la vigilancia y patrullaje de la policía, o el número
de transeúntes, entre otras posibles razones. Las áreas
generalmente consideradas como más seguras son las calles
públicas donde hay un intenso movimiento, tanto de
vehículos como personas; áreas comerciales en horas
cuando las tiendas están abiertas; áreas institucionales y
oficinas del gobierno. Las razones por las cuales estas áreas
se consideran seguras tiene que ver con la presencia de
muchas personas participando en diversas actividades, que
potencialmente servirían como testigos o, incluso, ayudar a la
víctima de un crimen. Entrevistas con los residentes reveló
que un factor considerado de mucha importancia es la
vigilancia de los empleados de los pequeños comercios y
funcionarios institucionales que se encuentran en al área. Los
vecinos perciben que estas personas están más
comprometidas con la seguridad del área que un mero
transeúnte.
Los residentes entrevistados siempre identifican las calles
públicas que limitan el proyecto como lugares más seguros que
las sendas y otras áreas públicas al interior de sus proyectos. Al
mismo tiempo, los edificios dentro de los proyectos percibidos
como los más inseguros son aquellos localizados al interior del
proyecto, lejos de las calles. Los edificios considerados más
seguros son aquellos que tienen entradas y vestíbulos que
enfrentan directamente en la calle.
La yuxtaposición de las entradas de los edificios con áreas
institucionales fue vista como un factor positivo durante horas en
que las oficinas estaban abiertas y generaban actividad, pero no
así durante horas de la noche o fines de semana.
La provisión de parques y áreas de juego infantil en zonas
cercanas o dentro de los proyectos de vivienda pública ha sido
considerada deseable por los planificadores, las comunidades y
las autoridades municipales. Por esta razón, ha sido
decepcionante ver que en algunos casos en los cuales su
provisión ha provocado crimen y vandalismo. En el proyecto
Edenwald, el parque en la esquina oeste fue posicionado para
servir tanto al proyecto como la comunidad contigua. Cerca del
parque se encuentran un bar y una licorera, cuya clientela tiende
a permanecer en el área. La relación débil entre el parque y el
proyecto es un factor que contribuye a que el área no es
percibida como bajo el control de ningún grupo en particular. Los
residentes opinan que hubiera sido mejor definir los límites del
parque en tres lados con los edificios del proyecto- un diseño que
habrían facilitado su vigilancia desde los edificios y reforzado el
reclamo territorial de los residentes sobre el esta área.
Un problema similar existe en el proyecto Woodhill Homes, en
Cleveland. El área recreativa se encuentra aislada de otras
áreas de actividad y la calle pública por un desnivel. El uso de la
facilidad por diferentes grupos de adolescentes provocó peleas
entre pandillas locales y las autoridades reaccionaron quitando
18
los aros de baloncesto y las canchas de beisbol. Como
resultado, el área ha caído en desuso, aún cuando es la
única área recreativa que dispone el barrio.

Aunque algunas áreas comerciales e institucionales han

adquirido la reputación de ser lugares seguros, otras tienen
una imagen opuesta. Un problema recurrente de
yuxtaposición es la proximidad de proyectos de vivienda con
instituciones de educación secundaria. Los residentes y la
policía afirman que los estudiantes causan daño a los
espacios públicos y edificios residenciales cercanos a los
colegios, y que narcotraficantes utilizan áreas públicas
dentro de los edificios para esconderse de la policía y
vender drogas a los estudiantes. Esto sugiere que los
proyectos deben diseñarse de manera que los accesos a los Fig. 19. Arriba, el diseño de sitio de un parque seguro, con
dimensiones adecuadas para permitir buena vigilancia desde las
edificios y al conjunto no se ubiquen frente a los colegios. calles en el borde. Abajo, un croquis de Douglas Park, en Chicago,
También se ha encontrado que ciertos usos comerciales, destacando en la zona sombreada el área no visible desde la calle.
como bares, licoreras o lugares de venta de comida que
atraen a los adolescentes tienden a generar crímenes y
vandalismo en áreas inmediatamente contiguas. Esto
sugiere que la estrategia de localizar actividades
comerciales e institucionales dentro de los proyectos para
aumentar los niveles de actividad y, por ende, la seguridad,
debe ser evaluada críticamente, en términos de la
naturaleza de los negocios, los usuarios esperados y su
identidad con los residentes del área, sus períodos de
actividad, la frecuencia de la presencia de autoridades, etc.

Es evidente que existe una relación de doble vía entre el

proyecto y la facilidad yuxtapuesta, y que el éxito de una
configuración particular depende del grado en que los
vecinos puedan identificarse con y vigilar la actividad en la
facilidad, la naturaleza de esa actividad y sus usuarios.
Esto sugiere que las dimensiones y características de la
yuxtaposición tienen mucha importancia. Es obvio que los
diseñadores no pueden hacer mucho sobre la ubicación de
un lugar de venta de hamburguesas en la cercanía del
proyecto, pero decisiones sobre el tamaño, proporciones y

19
posición de los parques caen claramente bajo su
responsabilidad. Basado en su experiencia, el
Departamento de Policía en St. Louis cree que los parques
municipales deben ser proporcionados para facilitar la
vigilancia de toda su área desde la calle que los limitan.
Consecuentemente, prefieren parques largos y delgados,
que tienen un perímetro más largo que puede ser patrullado
eficientemente y ningún área que no sea visible desde este
perímetro. En el mejor de los casos, uno debería poder ver
de un borde a otro.

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