Está en la página 1de 36

UNIVERSIDAD DE TALCA

ESCUELA DE DERECHO

APUNTES
EL RECURSO DE APELACIÓN PENAL

HERNÁN GONZÁLEZ GARCÍA


Profesor de Derecho Procesal

2009
I.-PRIMERA PARTE

1.- EL RECURSO DE APELACION.

Concepto.
El recurso de apelación es un medio de carácter procesal que la ley confiere a
los intervinientes agraviados por una resolución judicial para solicitar ante el tribunal
que la dictó, dentro de plazo y con fundamento escrito 1 , que su superior jerárquico -
que queda facultado para revisar los hechos y el derecho y para decidir la cuestión en
alzada en aquello que concretamente se coloca bajo la esfera de su competencia,
según el acto de su interposición- la revoque o enmiende.

Elementos.
a) Es un medio de carácter procesal.
b) La ley lo confiere a los intervinientes agraviados.
c) Procede respecto de resoluciones judiciales.
d) Debe presentarse ante el tribual a quo.
e) Debe deducirse dentro de un plazo determinado.
f) Debe interponerse por escrito 2 , con fundamentos de hecho y de derecho y
petición concreta.
g) Debe plantearse para conocimiento y decisión del tribunal jerárquicamente
superior al que dictó la resolución.
h) La formalización del recurso determina la competencia del tribunal ad
quem.

2.- LOS INTERVINIENTES.

Nociones previas.
Son intervinientes en el procedimiento penal los sujetos procesales facultados
para actuar en él con el objeto de sostener la acción penal o de defenderse de ella, en
forma directa o indirecta.

¿Quiénes son intervinientes?. (12)


a) El fiscal (80 A de la Constitución Política de la República, Ley N° 19.640,
77 cpp)
1
La ley N° 20.253 de 14-03-2008 que modifica varios estatutos legales, incorpora al
Código Procesal Penal, una norma especial sobre la forma y oportunidad de
interposición del recurso de apelación, la que se indica al tratar los casos referidos a
la prisión preventiva (II-3, artículo 149).
2
Id.1.

1
b) El imputado (1, 4).
c) El defensor (8).
d) La víctima (108).
e) El querellante (111).

¿Desde cuándo se es interviniente?.


Desde que se realiza cualquier actuación procesal o desde el momento en que
la ley permite ejercer facultades determinadas.
Por ejemplo, el ministerio público desde que toma conocimiento de la
existencia de un hecho que reviste caracteres de delito y promueve la persecución
penal (77); el imputado desde que pide que se le informe acerca de los hechos que se
le atribuyen o solicita diligencias de investigación destinadas a desvirtuar las
imputaciones que se le formulan (7, 93); el defensor desde que asume la defensa en
los actos iniciales de la investigación (8, 102); la víctima desde la ocurrencia del
hecho en tanto pide medidas de protección o requiere ser oída por el fiscal y/o por el
tribunal (109); el querellante desde que deduce querella (111).

3.- LA FACULTAD DE RECURRIR.

Definición.
Es la facultad que se otorga por la ley a los intervinientes agraviados por una
resolución judicial, para que puedan apelar de ella, esto es, para optar por que se
eleve a un tribunal superior el conocimiento y la decisión de una cuestión que, en
primera instancia, no les es favorable.

Titulares y exigencias para ejercer esta facultad.


Pueden recurrir el ministerio público y los demás intervinientes agraviados;
sólo pueden hacerlo por los medios y en los casos expresamente establecidos en la ley
(352).
Quienes pueden recurrir son, por tanto: el fiscal, el imputado, el defensor, la
víctima y el querellante.
Pero, además, hay que ser agraviado con una determinada resolución judicial.
El agravio es el perjuicio que se sufre con una decisión que resulta adversa;
para que exista, no es necesario que la afectación sea total, pues el agravio puede
consistir, no sólo en no haber obtenido lo solicitado, sino, también, en no haber
obtenido todo lo solicitado, sino sólo una parte de ello o en haber obtenido algo, pero
diferente a lo pedido, en la medida en que ello no satisfaga la debida pretensión.

4.- TRIBUNALES QUE DEBEN ACTUAR.

2
Conceptos básicos.
El tribunal es un sujeto procesal (76 Constitución Política de la República, 14
a 21 del Código Orgánico de Tribunales y 1, 2, 6, 9, y 69 a 76 del Código Procesal
Penal).
a) Constituye un órgano del Estado que debe intervenir en el proceso penal.
b) A él le corresponde conocer y juzgar en forma exclusiva y excluyente las
causas criminales que la ley pone bajo la esfera de su competencia.
c) Está dotado de imperio, es decir, de la facultad para ordenar el
cumplimiento coercitivo de sus resoluciones.
d) Rige, a su respecto, el principio de legalidad tanto en lo orgánico ("juez
natural") como en lo funcional ("debido proceso").
e) Su actuación debe sustentarse en la independencia, en la imparcialidad y en
la inmediatez, lo que debe traducirse en los ámbitos interno y externo, en la
autonomía de cada uno en el juicio público, en la recepción y percepción abierta y
directa de la prueba, en la equidistancia ante los intervinientes, en el igual celo y en el
fallo inmediato.
f) Para el proceso penal la denominación tribunal comprende a los órganos
siguientes: Corte Suprema, Cortes de Apelaciones, Tribunales de Juicio Oral en lo
Penal, Juzgados de Garantía.

Tribunales y recurso de apelación.


El recurso de apelación se inserta en el principio de jerarquía.
Los órganos del Poder Judicial que se vinculan a través del recurso de
apelación, en materia procesal penal de la reforma procesal penal, son, básicamente,
los Juzgados de Garantía y las Cortes de Apelaciones.

5.- RESOLUCIONES APELABLES Y RESOLUCIONES INAPELABLES.

Reglas generales.
Son apelables las resoluciones dictadas por el juez de garantía en los casos
indicados por el artículo 370 del Código Procesal Penal:
1.- Cuando ponen término al procedimiento, hacen imposible su prosecución o
la suspenden por más de treinta días; y,
2.- Cuando la ley lo señala expresamente.
Son inapelables las resoluciones dictadas por un Tribunal de Juicio Oral en lo
Penal (364).
(Ver artículo 63 N° 3 letra b) del Código Orgánico de Tribunales).

Clasificación de las resoluciones apelables.


1.1.- Las resoluciones que ponen término al procedimiento son:

3
a) El sobreseimiento definitivo (253).
b) La resolución que aprueba la decisión del ministerio público de no
iniciar investigación (168).
c) La resolución que rechaza la reclamación deducida en contra del
principio de oportunidad (170).
d) La resolución dictada en la audiencia de preparación del juicio oral
que acoge las excepciones de previo y especial pronunciamiento de cosa juzgada y
extinción de la responsabilidad penal (271).
1.2.-Las resoluciones que hacen imposible la prosecución del procedimiento
son:
a) El sobreseimiento temporal (253).
b) La resolución dictada en la audiencia de preparación del juicio oral
que acoge las excepciones de previo y especial pronunciamiento de incompetencia
del juzgado de garantía, litis pendencia y falta de autorización para proceder
criminalmente (271).
1.3.-La resolución que suspende la prosecución del procedimiento por más de
treinta días es aquella que suspende el procedimiento basada en la cautela de las
garantías del imputado que no está en condiciones de ejercer sus derechos (10), en la
medida en que no se produzca ninguno de los desenlaces previstos en la parte final de
dicho artículo.
2.-Las resoluciones apelables porque la ley lo señala expresamente son:
a) La que declara inadmisible la querella (115).
b) La que declara el abandono de la querella (120).
b1) La que declara ilegal la detención en los casos de los delitos graves
indicados en el artículo 132 bis (agregado al Código por la ley N° 20.253 de 14-03-
2008).
c) La que ordena, mantiene, niega lugar o revoca la prisión preventiva
siempre que hubiere sido dictada en una audiencia (149). (La ley N° 20.253 de 14-03-
2008, agrega dos incisos nuevos a este precepto) 3 .
d) La que ordena, mantiene, niega lugar o revoca alguna de las
medidas cautelares personales previstas en el artículo 155, siempre que hubiere sido
dictada en una audiencia (155).
e) La que niega o da lugar a medidas cautelares reales (158).
f) La que se pronuncia acerca de la suspensión condicional del
procedimiento (236 inciso sexto).
g) La que revoca la suspensión condicional del procedimiento (239
inciso segundo).

3
Id.1.

4
h) La que decreta el sobreseimiento definitivo de la causa cuando el
fiscal no comparece a la audiencia de cierre provocado de la investigación o si,
compareciendo, se niega a declararla cerrada 247 inciso tercero).
i) La que decreta el sobreseimiento definitivo o temporal del
procedimiento (253, 271 inciso tercero).
j) La que, en la audiencia de preparación del juicio oral, resuelve las
excepciones de incompetencia, litis pendencia y falta de autorización para proceder
criminalmente (271 inciso segundo).
k) La que, en el auto de apertura del juicio oral, excluye pruebas al
ministerio público por la causal del 276 inciso tercero (277 inciso final).
l) La sentencia dictada en el procedimiento abreviado (414).
m) La resolución que recae en la petición de desafuero (418).
n) La resolución que se pronuncia sobre la querella de capítulos (427).
ñ) La sentencia que falla la petición de extradición pasiva (450).

6.- INTERPOSICIÓN DEL RECURSO DE APELACION.

Requisitos.
a) Debe existir una resolución judicial (352).
b) Debe deducirse por el interviniente facultado para hacerlo (352).
c) Debe presentarse por escrito (367) 4 .
d) El libelo debe contener los fundamentos de hecho y de derecho y las
peticiones concretas que se someten a consideración del tribunal (367).
e) Debe presentarse ante el mismo tribunal que resolvió la cuestión que se
discute (365).
f) Debe hacerse valer dentro de cinco días contados desde la fecha de la
notificación correspondiente (366) 5 .

La apelación subsidiaria de la reposición.


Si en contra de la resolución procede, igualmente, el recurso de reposición, la
apelación debe interponerse en forma subsidiaria a la reposición. El código previene,
en verdad, que tal circunstancia importa renuncia a la apelación (362). Lo expuesto
vale para resoluciones dictadas fuera de audiencia; el plazo se reduce a tres días. En
todo caso, la reposición no excluye el deber de fundamentar la apelación y de
incorporar la petición concreta.

7.- PROVIDENCIA QUE DEBE RECAER EN EL RECURSO DE APELACION.

4
Id.1.
5
Id.1.

5
Examen de admisibilidad y decisión.
Frente al recurso de apelación, el juez debe dictar una providencia
concediéndolo o denegándolo (365).
Examen de admisibilidad:
1.- Si el recurrente tiene la calidad de interviniente facultado para recurrir y si
ha suscrito el recurso.
2.- Si se recurre en contra de una resolución pasible de impugnarse a través de
dicho recurso.
3.- Si la resolución causa agravio al apelante.
4.- Si el recurso está interpuesto dentro del plazo establecido en la ley.
5.- Si contiene fundamentos de hecho y de derecho.
6.- Si tiene peticiones concretas.

El recurso que se concede y sus efectos.


Si el juez estima que se reúnen todos esos requisitos, debe conceder el
recurso; si falta uno o más de ellos, debe denegarlo.
La regla general en cuanto a la concesión del mismo, es la concesión en el
sólo efecto devolutivo (368).
Concedido el recurso, el juez debe ordenar que se eleve al tribunal superior
copia fiel de la resolución y de todos los antecedentes que fueren pertinentes para un
acabado pronunciamiento sobre el recurso (371), debiendo individualizar, en la
misma providencia, cuáles son las piezas que deben compulsarse para cumplir con tal
propósito.
La providencia debe expresar que se concede el recurso de apelación, en el
sólo efecto devolutivo; debe mencionar la resolución en contra de la cual se otorga;
debe determinar las piezas precisas que deberán compulsarse; y debe ordenar que se
eleven los autos al tribunal ad quem.
Si, por excepción, el recurso es de aquellos que deben concederse en ambos
efectos, la providencia, en este aspecto, es diversas, pues debe condecirse con aquello
y, por tanto, no llevará las expresiones referentes al sólo efecto devolutivo ni la orden
de obtener compulsas.

El recurso que se deniega.


El juez también está habilitado para denegar el recurso de apelación. Debe
proceder de dicho modo si no concurren todos los requisitos analizados
precedentemente; la resolución debe ser fundada (36).

Plazo para proveer el recurso.


No existe una norma específica acerca del plazo dentro del cual el juez debe
proveer el recurso; cabe imponer la regla general dada por el código en el artículo 38,

6
el que señala que las presentaciones escritas deben ser resueltas por el tribunal antes
de las veinticuatro horas siguientes a su recepción.

Plazo para elevar los antecedentes al tribunal ad quem.


El Código Procesal Penal previene, en el artículo 371, que Concedido el
recurso [de apelación] el juez remitirá al tribunal de alzada copia fiel de la
resolución y de todos los antecedentes que fueren pertinentes para un acabado
pronunciamiento sobre el recurso, pero no regula el plazo dentro del cual deben
elevarse dichos antecedentes, ante lo cual rige la remisión que hace el artículo 52 del
código, para dar aplicación a la norma del artículo 198 del Código de Procedimiento
Civil que establece, como regla general, que el proceso debe enviarse en el día
siguiente al de la última notificación. Excepcionalmente, el plazo puede ampliarse por
los días que estime necesario el tribunal para obtener las copias pertinentes, sobre lo
que deberá hacer una declaración expresa para evitar una dilación indebida.

Antecedentes que deben elevarse.


A la Corte debe elevarse copia fiel de la resolución apelada y de todos los
antecedentes que fueren pertinentes para un acabado pronunciamiento sobre el
recurso (371), entre los que debe incluirse, obviamente, el texto íntegro de la
apelación.

8.- EFECTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN.

Regla general.
La regla general acerca de los recursos indica que la interposición de un
recurso no suspende la ejecución de la decisión, salvo que se impugnare la sentencia
definitiva condenatoria o que la ley dispusiere expresamente lo contrario (355).
Entre las normas particulares del recurso de apelación se prescribe -en
términos semejantes- que éste debe concederse en el sólo efecto devolutivo, a menos
que la ley señale expresamente lo contrario (368).

Excepciones.
Entre los casos en que el recurso debe concederse en ambos efectos, aparecen
los siguientes 6 :
1.- El recurso de apelación que se concede en contra de la resolución dictada
por el juez de garantía en el auto de apertura del juicio oral, en la parte en que excluye
prueba al ministerio público por considerar que proviene de actuaciones o diligencias
declaradas nulas y la obtenida con inobservancia de garantías fundamentales (276,
277).
6
Id.1.

7
2.- El recurso de apelación concedido por el juez de garantía respecto de la
sentencia definitiva recaída en el procedimiento abreviado (414). Como el precepto
no distingue sobre el particular, esto rige tanto para la sentencia condenatoria como
para la absolutoria.

9.- EL RECURSO DE HECHO.

Concepto y finalidad.
El recurso de hecho está expresamente contemplado en el artículo 369 del
Código Procesal Penal.
Es el medio que la ley procesal otorga a los intervinientes agraviados por la
providencia que recae sobre el escrito de interposición del recurso de apelación, para
que el tribunal superior al que la dictó la enmiende en el sentido que se propone, esto
es, que se conceda el recurso de apelación que se ha denegado (verdadero recurso de
hecho), o que se deniegue el que ha sido concedido a otro interviniente, o que se
otorgue en ambos efectos o en uno sólo, si se ha concedido en uno de ellos o en
ambos, respectivamente (falsos recursos de hecho).
Ante la deducción de un recurso de hecho es al tribunal de alzada al que le
toca decidir, en el fondo, si cabe o no el recurso de apelación que se discute y cuáles
deben ser sus efectos en el evento en que optare por su admisibilidad.
El recurso de hecho es un remedio al servicio del recurso de apelación y está
concebido en función de él; por tanto, no hay recurso de hecho, falta su objeto si,
previamente, no se ha interpuesto y proveído un recurso de apelación.

Modo de interposición.
El recurso de hecho debe deducirse por escrito, directamente ante el tribunal
ad quem y debe contener los antecedentes de hecho y de derecho en que se sustenta,
junto con la petición concreta que se formula al tribunal y que debe estar
directamente vinculada con la providencia recaída en un recurso de apelación.

Plazo.
El plazo para interponer el recurso de hecho es de tres días, pues así lo indica
el artículo 369; el plazo es de días corridos, es decir, no se descuentan los feriados,
pero si el último día del plazo es feriado, se extiende el plazo hasta el día siguiente
hábil, de acuerdo con la regla general del artículo 14. El plazo debe contarse desde la
notificación de la resolución respectiva, es decir, de aquella que recayó en el libelo de
apelación, dictada por el tribunal a quo.
No hay norma expresa que aumente el plazo.

Tramitación.

8
Presentado el recurso de hecho, debe ser proveído por la Corte de
Apelaciones; si tiene en su poder los antecedentes, debe ordenar dar cuenta del
recurso; si no posee tales datos, debe pedirlos al tribunal a quo; recibidos por la Corte,
debe ordenar dar cuenta del recurso. La práctica demuestra que, muchas veces,
también se pide informe al juez que dictó la resolución impugnada.

Conocimiento y decisión.
El recurso de hecho debe fallarse en cuenta, es decir, sin previa vista de la
causa, lo cual significa que no se incorpora a la tabla, no es necesario anunciarlo en
día determinado, no cabe oír alegatos y no hay debate en audiencia.
Si el recurso de hecho es desechado por la Corte, no varía la decisión recaída
en el recurso de apelación.
Si el recurso de hecho es acogido, la misma sentencia debe precisar los
términos bajo los cuales se acepta y los alcances y efectos del mismo. En uno u otro
caso, debe comunicarse al tribunal de primera instancia para los fines consiguientes.
La competencia de la Corte de Apelaciones sobre el recurso de hecho es de
única instancia, en razón de lo cual la resolución que recae en el recurso de hecho es
inapelable.

10.- LA ADHESIÓN A LA APELACION.

Noción y requisitos.
Es sabido que la adhesión a la apelación es la formalización de la pretensión
de la parte apelada para que la decisión en alzada sea reformada en la parte que a
aquél le agravia.
El código no contempla, en forma expresa, como sí lo hace respecto del
recurso de nulidad, el trámite de adhesión a la apelación, es decir, la posibilidad de
que el apelado manifieste su voluntad de que la decisión en alzada sea enmendada en
aquella parte que a él lo agravia.
Sin embargo, por remisión del artículo 52, compartimos la idea de que es
procedente la adhesión estatuida en el artículo 216 del Código de Procedimiento Civil
en relación con lo dicho en el artículo 217 del mismo texto, con la debida adecuación
al nuevo sistema recursivo.
Formalmente la adhesión debe constar por escrito y debe contener
fundamentos de hecho y de derecho, además de peticiones concretas, toda vez que en
definitiva es un trámite semejante al recurso de apelación directo.

Oportunidad.
La adhesión a la apelación puede plantearse en primera o en segunda
instancia.

9
En primera instancia debe hacerse hasta antes de que se eleven los autos al
tribunal superior.
En segunda instancia debe presentarse dentro del plazo contemplado en el
artículo 382, el que, sin bien está dentro de las normas del recurso de nulidad, debe
aplicarse al recurso de apelación por disposición del artículo 361.
También hay que señalar que no cabe la adhesión desde que se presenta el
escrito de desistimiento de la apelación.
Si el desistimiento es posterior a la adhesión, se extingue el recurso de
apelación, pero subsiste la adhesión en forma independiente.

Abandono de la adhesión.
Opera respecto de la adhesión el abandono, pues, en todo, sigue la suerte del
recurso de apelación por tratarse de un trámite análogo a éste, y resultaría desapegado
a la lógica del código que la Corte examinara un asunto -en que sólo subsiste la
adhesión- si el adherente no comparece a la audiencia respectiva.
Del mismo modo, tanto el tribunal a quo como el ad quem deben hacer, en su
caso, el correspondiente examen de admisibilidad de la adhesión (382, 361) para
proceder en consecuencia.

11.- INGRESO Y PRIMERA PROVIDENCIA DEL RECURSO DE APELACION


EN EL TRIBUNAL AD QUEM.

Ingreso.
Recibida la carpeta judicial, en la secretaría del tribunal ad quem, el Secretario
debe estampar un certificado en el que conste la fecha de ingreso de la causa y el
proceso debe registrarse en el correspondiente libro de ingresos de la Corte, para que
se le asigne el rol respectivo. Actualmente, las operaciones se hacen de modo
electrónico y los datos pertinentes se incorporan al sistema informatizado.

Primera providencia.
La primera providencia debe ser dictada por el Presidente de la Corte. Por
aplicación del artículo 371, consideramos que también cabe para la apelación la regla
del artículo 382, en virtud de la cual el decreto inicial debe proveer de un plazo de
cinco días para que las demás partes solicitaren la inadmisibilidad, se adhirieren a él o
formularen observaciones por escrito. Este lapso, sin embargo, no opera cuando se
trata de apelaciones que deben agregarse extraordinariamente a la tabla de acuerdo
con lo prevenido por el artículo 66 inciso cuarto del Código Orgánico de Tribunales,
pues resulta incompatible con esta norma de carácter específico 7 .

7
Id.1.

10
Comparecencia.
El apelante no está obligado a comparecer ante el tribunal ad quem, dentro del
plazo que contempla el artículo 200 del Código de Procedimiento Civil, para seguir
su recurso; pero debe concurrir a la audiencia respectiva.

Fijación de la audiencia.
Vencido el plazo previsto en el artículo 382 -salvo cuando se trata de casos
que deben agregarse extraordinariamente, en los que esto debe hacerse de inmediato,
para el día siguiente hábil o, incluso, para el mismo día- el Presidente de la Corte
debe fijar, mediante resolución, la fecha de la audiencia para la vista del recurso y
debe ordenar que la causa se incluya en la tabla respectiva 8 .

12.- SUSPENSIÓN DE LA VISTA DE LA CAUSA.

Noción preliminar.
La suspensión de la vista de la causa es la situación que se presenta cuando,
por alguno de los motivos expresamente señalado en la ley, se posterga el
conocimiento de un recurso, en un procedimiento que se halla en tabla para su
resolución por la Corte, como consecuencia de lo cual no se verifica el anuncio ni la
audiencia correspondiente.

Clasificación.
La suspensión de la vista de la causa puede deberse a una causal propia del
tribunal o a causales de otro origen.
1.- En cuanto a la causal del tribunal:
La ley prohíbe que se suspenda la vista de un recurso de la reforma procesal
penal, por falta de jueces que pudieren integrar la Sala del tribunal (356).
Si un miembro de la Corte estuviere inhabilitado, debe formarse Sala con un
miembro no inhabilitado, incluso, si es necesario, interrumpiendo la vista de los
recursos de carácter civil.
La suspensión por esta causal propia del tribunal se permite, no obstante, en el
caso en que no se alcanzare a integrar Sala con los jueces no inhabilitados que
conformaren ese día el tribunal.
2.- En cuanto a otras causales:
No puede suspenderse la vista de la causa por las causales de los N° 1, 5, 6 y
7 del artículo 165 del Código de Procedimiento Civil (357), es decir:
2.1.-Por impedirlo el examen de causas preferentes o la continuación
de la vista de un pleito del día anterior.
2.2.-Por solicitarlo alguna de las partes o pedirlo de común acuerdo.
8
Id.1.

11
2.3.-Por tener alguno de los abogados otra vista o comparecencia a que
asistir en el mismo día ante otro tribunal.
2.4.-Por considerar el tribunal que existe un trámite indispensable que
cumplir en forma previa.
A renglón seguido, el código distingue si en el procedimiento hay o no
personas privadas de libertad:
3.- Si en el procedimiento elevado ante la Corte hay personas privadas de
libertad, sólo cabe la suspensión por muerte del abogado del recurrente, del cónyuge
o de alguno de sus ascendientes o descendientes, ocurrida dentro de los ocho días
anteriores al designado para la vista del recurso.
Esto, tácitamente, deja sin efecto los literales N° 2, 3 y 4 del artículo 165 del
Código de Procedimiento Civil, pues queda suplido.
4.-En los demás casos, la suspensión procede:
4.1.-Por petición del recurrente.
4.2.-Por solicitud de todos los intervinientes, de común acuerdo.
En razón de estas causales cabe la suspensión, en total, sólo una vez.

Plazo para solicitar la suspensión.


Si el recurrente solicita la suspensión o la piden de común acuerdo todos los
intervinientes, deben hacerlo por escrito, hasta las doce horas del día hábil anterior a
la audiencia correspondiente, salvo que la agregación de la causa se hubiere hecho
con menos de setenta y dos horas antes de la vista, caso en el cual la suspensión
podrá solicitarse hasta antes de que comenzare la audiencia (357).
(Ver artículo 373 inciso segundo del Código Orgánico de Tribunales).

13.- EL ANUNCIO.

Definición.
Es el acto por el cual la Corte de Apelaciones, a través de un Relator que actúa
como Ministro de Fe en la vista del recurso, comunica a los intervinientes y al
público en general, a viva voz o por medio de un sistema correlativo de números,
electrónicos o no, en la antesala del Tribunal (de la Sala respectiva), que un
determinado juicio -previamente incorporado en la tabla correspondiente a ese día- va
a ser conocido por el tribunal, en virtud de lo cual -si el recurso ha sido declarado
admisible- invita a los intervinientes que han comparecido, a ingresar a estrados para
-por medio de sus abogados- hacer valer sus derechos en forma oral.
Si el recurso ha sido declarado inadmisible, en cuenta, el mismo Ministro de
Fe debe comunicar tal aserto y se omite la audiencia.

12
Si al momento en que se realiza el anuncio de la causa, el Ministro de Fe
constata la inasistencia del recurrente, se produce el hecho que dará lugar al abandono
del recurso.

Papeleta de anuncio.
Al comienzo de la audiencia diaria la Corte debe dar a conocer los asuntos
que, incluidos en la tabla del día, no podrán verse en la audiencia por algún motivo
legal. Dicha información debe anotarse en una papeleta, suscrita por el Relator y debe
publicarse, para su lectura por abogados y público en general, en la entrada de la Sala
correspondiente o en algún lugar inmediato a ella que cumpla tal finalidad.

14.- EL ABANDONO DEL RECURSO DE APELACIÓN.

Concepto y clasificación.
Es la sanción que se aplica al apelante que no comparece a la audiencia
pública en que debe ventilarse la apelación (358 inciso segundo), en virtud de lo cual
el tribunal de segunda instancia, que es el que debe declararlo, deja de tener
competencia para conocer de la cuestión en alzada y, consiguientemente, la
resolución pertinente adquiere el carácter de firme.
Si existe un solo apelante y se produce la situación de abandono, éste será
total; si son varios los apelantes, el abandono procede sólo respecto de él o de los
recurrentes que no hubieren concurrido, caso en el cual el abandono será parcial,
debiendo proseguirse el curso de la apelación en lo demás.
No cabe el abandono del recurso ante la incomparecencia del recurrido; la ley
permite procederse en su ausencia.

Requisitos.
1.- Debe haberse fijado la fecha de la audiencia para su vista, mediante la
respectiva resolución dictada por el Presidente de la Corte.
2.- Debe haberse incluido el proceso en la tabla para el día correspondiente.
3.- Debe anunciarse la vista del recurso, a través del sistema habitual (esto es,
a viva voz o en forma electrónica), en el exterior de la Sala en que se halle agregada
la causa.
4.- El Ministro de Fe, después de constatar -en la ante Sala- la inasistencia del
recurrente, debe certificar que, llamado a la audiencia, no compareció.
5.- La Corte debe dictar la correspondiente resolución que lo decreta.

Oportunidad para decretarlo.


El abandono del recurso debe declararse una vez confirmada la no
comparecencia del apelante, en razón de lo cual -si no hay otros apelantes presentes-

13
no se verifica la audiencia pública, por innecesario y tampoco es necesario que el
Ministro de Fe levante acta sobre el particular, pues basta la certificación y la
resolución fundada en ella, para cumplir las formalidades de rigor y disponer la
devolución de los autos a primera instancia.

Impugnación.
Aunque el código no lo contempla expresamente para el caso del abandono
del recurso, nos parece claro que la resolución que lo declara es susceptible de ser
atacada mediante el recurso de reposición, pues concurren a su respecto las
exigencias previstas en el artículo 362.
En efecto, aquella resolución no es sentencia definitiva y debe dictarse fuera
de audiencia. El recurso de reposición, en todo caso, debe presentarse dentro de
tercero día y debe ser fundado. El tribunal, a su vez, puede pronunciarse de plano u
oyendo a los demás intervinientes.

15.- EXAMEN DE ADMISIBILIDAD Y RESOLUCIÓN QUE DEBE RECAER


EN EL RECURSO DE APELACIÓN, EN SEGUNDA INSTANCIA.

Alcance inicial.
Si bien es cierto que el Código Procesal Penal no contempla que la Corte
efectúe un examen de admisibilidad del recurso de apelación como lo establece,
expresamente, para el recurso de nulidad (383), dicho trámite debe llevarse a cabo en
forma previa a la audiencia y en cuenta o, de modo excepcional, previa audiencia
(361, 364, 366, 367, 370) (52 cpp, 201, 213 y 214 parte inicial cpc).
La Corte de Apelaciones siempre debe practicar el examen de admisibilidad
del recurso de apelación.

En cuenta.
El examen de admisibilidad del recurso de apelación debe llevarse a cabo en
cuenta, es decir, sin previa audiencia o vista del recurso. La Corte, en privado, debe
revisar el proceso a fin de constatar:
1.- Si la resolución en alzada es pasible de apelación.
2.- Si el recurso está deducido dentro del plazo que establece la ley.
3.- Si el libelo contiene fundamentos de hecho y de derecho 9 .
4.- Si en él se formulan peticiones concretas.
5.- Si el recurso está debidamente concedido por el tribunal a quo.
Si el tribunal de segundo grado considera que se cumple con tales exigencias,
debe declarar admisible el recurso para pasar, acto seguido, a la audiencia pública de

9
Id.1.

14
debate. Si la Corte, por el contrario, llega a la convicción de que falta alguno de esos
requisitos, debe declarar inadmisible la apelación y la audiencia no se realiza.

Previa audiencia.
La Corte está facultada para diferir el examen de admisibilidad, obrando en
relación, previo debate de ello en la misma audiencia de la vista del recurso, a
semejanza de lo que puede suceder acorde con lo dispuesto por el artículo 213 del
Código de Procedimiento Civil.
Después de realizado el debate acerca de la admisibilidad del recurso, se abren
diversas posibilidades, a saber:
1.- Que la Corte, previa deliberación -que es privada- decida de inmediato. Si
declara inadmisible el recurso, no entra a conocer la cuestión apelada y termina la
audiencia; si lo declara admisible, se reanuda la audiencia para el debate relativo al
asunto apelado.
2.- Que la Corte, previa deliberación, deje el asunto de la admisibilidad para
resolverlo junto con la materia en alzada, lo que, a su vez, puede ocurrir
inmediatamente después de concluida la audiencia pública o en una fecha posterior
que, en todo caso, debe fijar y comunicar a los intervinientes en esa misma
oportunidad.

Impugnación.
La resolución que declara inadmisible el recurso de apelación es recurrible vía
reposición, en los mismos términos referidos para aquella que declara abandonado el
recurso. En todo caso, hay que tener presente lo preceptuado en los artículos 362 y
363 del código.

16.- AUDIENCIA DE LA VISTA DEL RECURSO.

Características de la audiencia.
La vista del recurso debe llevarse a cabo en un audiencia pública (358), sin
relación: oralidad, inmediatez, bilateralidad e igualdad de armas en el debate, que
son, a la vez, los principios fundamentales del juicio oral.

Desarrollo de la audiencia.
La audiencia debe comenzar con la individualización, por parte del ministro
de fe, de los miembros que integran el tribunal y de los intervinientes que han
concurrido a hacer las defensas orales, y con una reseña de los datos del recurso. Bajo
ningún concepto procede la relación.
El Presidente de la Sala debe indicar el tiempo que otorga a los intervinientes
para alegar y debe concederles la palabra, comenzando por el recurrente. Si son

15
varios los recurrentes, deben exponer en el orden en que hayan interpuesto sus
respectivos recursos. Luego deben intervenir los recurridos.
Acto seguido, tienen derecho a expresarse los recurrentes y los recurridos,
esta vez, para las aclaraciones que estimaren del caso.
Durante el debate, los miembros del tribunal pueden formular las preguntas
que estimen pertinentes o pedir a los intervinientes que profundicen sus
argumentaciones o se refieran a puntos específicos de la cuestión debatida.
Agotados los pasos precedentes, el Presidente de la Sala debe declarar
concluido el debate, luego de lo cual no cabe aceptar más opiniones.

Facultades del Presidente.


Son aplicables, sobre el particular, las normas del artículo 292. El Presidente
debe dirigir el debate, pero también, debe exigir el cumplimiento de las solemnidades
que correspondieren y debe moderar la discusión y encauzarla si se desviare a
aspectos impertinentes o inadmisibles; siempre, en todo caso, debe preservar el
ejercicio de la acusación y el derecho a defensa.
Al Presidente le toca determinar, igualitariamente, el tiempo de uso de la
palabra de los intervinientes; pero también debe interrumpir a quien abusare de ello.
Asimismo, él debe ejercer las facultades disciplinarias destinadas a mantener
el orden y decoro durante el debate y podrá limitar el acceso de público, impedir el
acceso u ordenar la salida de aquellas personas que se presentaren en condiciones
incompatibles con la seriedad de la audiencia.

Acerca de la prueba.
No procede rendir prueba en la vista del recurso de apelación; el artículo 359
admite la producción de prueba, exclusivamente, en el recurso de nulidad, sobre las
circunstancias que constituyeren la causal invocada, siempre que se hubiere ofrecido
en el escrito de interposición del recurso.

17.- FALLO DEL RECURSO DE APELACIÓN.

Plazo para fallar.


La Corte debe fallar (358) en la misma audiencia, una vez concluido el debate
y después de la deliberación.
Si esto no es posible, deberá hacerlo en un día y hora que debe dar a conocer a
los intervinientes en la misma audiencia.
Con todo, para determinar cuál es el plazo en el que la Corte debe dictar
sentencia en las cuestiones que, vía apelación, son sometidas a su conocimiento,
deben distinguirse dos situaciones:

16
1.- Causas agregadas extraordinariamente a la tabla: si se debate sobre la
prisión preventiva u otras medidas cautelares personales, la decisión debe
pronunciarse -previa deliberación- inmediatamente después de concluida la audiencia
o dentro de la misma jornada del tribunal.
2.-Causas de la tabla ordinaria: Como el código no indica, en el título de la
apelación, el plazo dentro del cual la Corte debe dictar sentencia para el caso en que,
previa deliberación, no lo hiciere en la misma audiencia, cabe aplicar la norma que el
código contiene para el recurso de nulidad, siguiendo el dictado de los artículos 361 y
384, para concluir que el fallo debe dictarse dentro de veinte días.

Contenido de la sentencia.
La Corte de Apelaciones sólo puede pronunciarse sobre la cuestión solicitada
(360), en el recurso, por el recurrente, de lo cual se infiere que la competencia del
tribunal ad quem queda marcada en el acto de interposición del recurso, en el escrito
del mismo.
El principio anterior aparece corroborado en el mismo precepto, cuando
agrega una prohibición que apunta en dos sentidos:
1.- El tribunal de alzada queda impedido de extender el efecto de su decisión a
cuestiones no planteadas en el recurso.
2.- La Corte no puede ir más allá de los límites de lo solicitado.
Excepciones:
1.- Si son varios los imputados por el mismo delito y uno solo de ellos apela,
la decisión favorable que se dictare aprovecha a los demás, a menos que los
fundamentos fueren exclusivamente personales del recurrente.
2.- Si la resolución judicial es apelada por un solo interviniente, la Corte no
puede reformarla en perjuicio del recurrente (prohibición de la reformatio in peius).
Por último, en el conocimiento del recurso de apelación deducido en contra de
la sentencia del procedimiento abreviado, la Corte puede pronunciarse acerca de la
concurrencia de los supuestos del procedimiento abreviado previstos en el artículos
406 (414 inciso segundo). Si la Corte considera que no se reúnen los requisitos, el
efecto es la nulidad, y, en tal perspectiva, dentro del trámite de la apelación, está
facultada para declararla de oficio.

Forma de la sentencia.
Las sentencias definitivas de segunda instancia deben dictarse con arreglo a lo
establecido en el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil y en el Auto
Acordado de la Excma. Corte Suprema sobre la forma de las sentencias.
Acorde con lo preceptuado por el artículo 360, la Corte debe centrar sus
fundamentos en el asunto en alzada, adecuando su decisión con aquello que resulta

17
inmodificable o, al menos, dejando a salvo su opinión frente a lo que -por el alcance
del recurso- debe mantener incólume.

Lectura de la sentencia.
Debe indicarse la audiencia en la que se dará a conocer el fallo.

Recursos en contra de la sentencia que recae en el recurso de apelación.


Ningún precepto del código se refiere en forma directa a este tema tratándose
del recurso de apelación, como sí lo hace el artículo 387 respecto del recurso de
nulidad. En contra de la resolución que resuelve el recurso de nulidad no cabe recurso
alguno.
Pero, como las resoluciones apelables están claramente determinadas, es
evidente que no procede este recurso en contra de la sentencia de segunda instancia;
además, nuestro sistema no contempla la tercera instancia.

18.- RENUNCIA Y DESISTIMIENTO DEL RECURSO DE APELACIÓN.

La renuncia.
La renuncia del recurso de apelación es el acto formal por el cual un
interviniente que ha sido notificado de una resolución judicial adversa, manifiesta -
dentro del plazo que la ley le otorga para recurrir- su voluntad en orden a no
interponer dicho recurso, en virtud de lo cual se extingue su derecho para que dicha
decisión sea conocida por el tribunal superior al que la dictó y queda a firme, salvo -
en esto último- que otro interviniente también se hubiere alzado en contra de la
misma.
Presentada la renuncia precluye el derecho correspondiente, de forma tal que
no puede ser ejercido de nuevo, ni aún en el evento de que el plazo para apelar no
hubiere vencido.

La renuncia tácita.
La renuncia tácita del recurso de apelación se produce cuando se solicita la
reposición de una resolución apelable y no se deduce el recurso de apelación en
subsidio de la reposición (362 inciso tercero).

El desistimiento.
El desistimiento del recurso de apelación es el acto solemne a través del cual
el interviniente agraviado por una resolución judicial que dedujo en tiempo y forma el
recurso de apelación en contra de ella y antes que éste se agote, manifiesta su
voluntad en orden a no mantener la pretensión en alzada, con lo que se produce la

18
extinción del recurso y la decisión deja de ser pasible de examen por el tribunal ad
quem, quedando a firme.

Efectos del desistimiento.


El desistimiento afecta sólo al interviniente que se desiste; expresamente, el
código indica que sus efectos no se extienden a los demás recurrentes o a los
adherentes al recurso, por lo que la apelación debe proseguir su curso en todo aquello
que no resulte comprendido en el desistimiento.

Facultades para renunciar y desistirse.


De acuerdo con la regla contemplada entre las disposiciones comunes a todo
procedimiento del Libro I del Código de Procedimiento Civil, para renunciar recursos
se requiere contar con poder especial (7 inciso segundo), lo que no se exige para
desistirse de los recursos.
Dicha norma resulta aplicable en materia procesal penal, conforme la remisión
que hace el artículo 52, pero con la importantísima salvedad que hace el artículo 354
inciso tercero, en cuanto a que el defensor no puede renunciar a la interposición de un
recurso, ni desistirse de los recursos interpuestos, sin mandato expreso del imputado.

19
II.-SEGUNDA PARTE.

1.- COMPETENCIA Y CUESTIONES AFINES.

Definición legal.
La competencia es la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de
los negocios que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones (artículo
108 del Código Orgánico de Tribunales).

Competencia absoluta.
1.- Competencia de los Juzgados de Garantía: artículo 14 cot.
2.- Competencia de los Tribunales de Juicio Oral en lo Penal: artículo 18 cot.
3.- Competencia de las Cortes de Apelaciones: artículo 63 cot.
4.- Competencia de la Corte Suprema: artículo 8 cot.

Competencia relativa.
Artículo 157 del Código Orgánico de Tribunales.
Principio de territorialidad.

Los conflictos de competencia.


Dos o más tribunales se arrogan competencia para conocer un mismo asunto o
se excusan para abordarlo (Contienda de competencia (entre tribunales); cuestión de
competencia (motivada por intervinientes).
El recurso de apelación no está excluido para temas de esta naturaleza.

Conflictos posibles.
a) Entre un juzgado de garantía (reforma procesal penal) y un juzgado del
crimen (del antiguo sistema).
b) Entre dos o más juzgados de garantía.
c) Entre un juzgado de garantía y un tribunal de juicio oral en lo penal.
d) Entre dos o más tribunales de juicio oral en lo penal.

El recurso de apelación en los conflictos.


Procede (370 letra a)) en contra de la resolución dictada por el juez de garantía
por la que se declara incompetente y ordena remitir los antecedentes al juez del
crimen, si se basa en que el delito no es de aquellos que quedan comprendido en la
reforma procesal penal, según el artículo 483.
Si se trata de una contienda entre dos o más juzgados de garantía, cualquiera
sea el destino, el procedimiento no concluye y, por tanto, no se da el sustento legal

20
para la procedencia de la apelación. Pero la contienda debe ser dirimida por el
tribunal superior jerárquico (190, 192 cot).
El artículo 264 faculta al acusado para oponer como excepción de previo y
especial pronunciamiento la incompetencia del juez de garantía. La resolución es
apelable (271 inciso segundo).

En cuanto a las inhabilidades.


Se aplican las reglas del Código de Procedimiento Civil y del Código
Orgánico de Tribunales, con ciertas adecuaciones, como, por ejemplo, lo indicado en
los artículos 75 y 76 del Código Procesal Penal y 195, párrafo final del Código
Orgánico de Tribunales.
Son inapelables las sentencias que recaen en los incidentes sobre implicancia
o recusación (205 cot), salvo las siguientes:
a) La que pronuncia el juez unipersonal desechando la implicancia deducida
ante él.
b) La que pronuncia el juez unipersonal aceptando la recusación graciosa.
c) La que pronuncia el juez unipersonal declarándose de oficio inhabilitado
por alguna causal de recusación.

2.- QUERELLA Y RECURSO DE APELACIÓN.

Concepto.
La querella es el escrito que debe presentarse ante el juez de garantía con los
requisitos previstos en el artículo 113, por la víctima del delito o por cualquiera de las
otras personas habilitadas legalmente para hacerlo, en el evento que desee iniciar un
juicio o formalizar su entrada en un procedimiento vigente, con lo que adquiere el
carácter de parte y puede ejercer los derechos que tal calidad le confiere (112 inciso
segundo, 261).

Querella y recurso de apelación.


En lo relacionado con la querella, el recurso de apelación procede en dos
circunstancias:
1.-Si se declara inadmisible la querella (115).
2.-Si se declara abandonada la querella (120).

Inadmisibilidad de la querella y recurso de apelación.


El artículo 114 establece que los casos en que la querella no debe ser admitida
a tramitación por el juez de garantía, son:
a) Cuando fuere presentada extemporáneamente, de acuerdo a lo establecido
en el artículo 112, es decir, después de haberse cerrado la investigación por el fiscal.

21
b) Cuando, dentro de tercero día, no se subsanaren los defectos representados
por el juez de garantía, relativos a la falta de alguno de los requisitos contemplados en
el artículo 113.
c) Cuando los hechos expuestos en ella no fueren constitutivos de delito.
d) Cuando de los antecedentes contenidos en ella aparezca de manifiesto que
la responsabilidad penal del imputado se encuentra extinguida. En este caso, la
declaración de inadmisibilidad debe declararse previa citación del ministerio público.
e) Cuando se dedujere por persona no autorizada por la ley.
La resolución del juez de garantía que declara inadmisible la querella es
apelable, pues así lo dice, expresamente, el artículo 115. Agrega, no obstante, que en
la tramitación del recurso de apelación no puede disponerse la suspensión del
procedimiento.
Con todo, si la querella es rechazada por alguno de los primeros dos motivos
del artículo 114, el juez debe actuar acorde con lo prevenido por el artículo 117.
Por último, el código prescribe que es inapelable la resolución que declara
admisible la querella.

Abandono de la querella y recurso de apelación.


El abandono de la querella constituye una sanción para el actor pasivo y
procede de oficio o a petición de cualquiera de los intervinientes, en los casos
siguientes (120):
a) Cuando el querellante no se adhiere a la acusación fiscal o no acusa
particularmente en la oportunidad que corresponde.
b) Cuando no asiste a la audiencia de preparación del juicio oral sin causa
debidamente justificada.
c) Cuando no concurre a la audiencia del juicio oral o se ausenta de ella sin
autorización del tribunal.
La decisión que declara abandonada la querella es apelable.
La declaración de abandono de la querella impide al querellante ejercer los
derechos que en esa calidad le confiere el código (121), lo que no incluye,
obviamente, el derecho a recurrir en contra de ella, pues, aparte de que la ley
consagra el recurso de apelación, para el cual, en la especie, el agraviado por esencia
es el querellante, aquél efecto no puede cobrar vigencia mientras no quede
ejecutoriada la resolución que decreta el abandono de la querella.
Al igual que en el caso de la inadmisibilidad de la querella, en la tramitación
del recurso de apelación que incide en la decisión que declara abandonada la querella,
no puede disponerse la suspensión del procedimiento (120).

2 bis.- EL RECURSO DE APELACIÓN EN LA DETENCIÓN ILEGAL.

22
La ley N° 20.253 de 14-03-2008 incorpora al Código Procesal Penal el
artículo 132 bis que establece la procedencia del recurso de apelación de la resolución
que declara la ilegalidad de la detención.
En efecto, tratándose de los delitos establecidos en los artículos 141, 142,
361, 362, 365 bis, 390, 391, 433, 436 y 440 del Código Penal, y los de la ley N°
20.000 que tengan pena de crimen, la resolución que declare la ilegalidad de la
detención es apelable por el fiscal o el abogado asistente del fiscal, en el sólo efecto
devolutivo.

3.- EL RECURSO DE APELACIÓN EN LA PRISIÓN PREVENTIVA.

Concepto.
La prisión preventiva es una medida cautelar personal que procede, a petición
del ministerio público o del querellante, una vez formalizada la investigación, y que
el tribunal puede imponer si concurren los requisitos del artículo 140.

Prisión preventiva y recurso de apelación.


En relación con la prisión preventiva son apelables -siempre que se hayan
dictado en audiencia- las resoluciones siguientes:
1.- La que ordena la prisión preventiva.
2.- La que mantiene la prisión preventiva impuesta con anterioridad.
3.- La que niega lugar a decretar la prisión preventiva.
4.- La que revoca o deja sin efecto la prisión preventiva.
Lo que hay que tener en claro es que lo apelable es la resolución que ordena,
mantiene, niega lugar o revoca la prisión preventiva, pues así lo expresa el artículo
149 del Código Procesal Penal, siempre que hubiere sido dictada en una audiencia,
pues el código no impide que una resolución de tal tipo pueda ser dictada -en los
casos que previene- fuera de audiencia.

Reglas agregadas por la ley N° 20.253 de 14-03-2008.


El referido cuerpo legal agrega los incisos segundo y tercero al artículo 149
del Código Procesal Penal, en virtud de lo cual, tratándose de los mismos delitos
mencionados en el artículo 132 bis también incorporado por esa ley, el imputado no
puede ser puesto en libertad mientras no se encuentre ejecutoriada la resolución que
negare o revocare la prisión preventiva, salvo el caso en que el imputado no haya sido
puesto a disposición del tribunal en calidad de detenido.
El recurso de apelación debe interponerse en la misma audiencia, gozará de
preferencia para su vista y fallo y deberá ser agregado extraordinariamente a la tabla
del mismo día de su ingreso al tribunal de alzada, o a más tardar a la del día siguiente
hábil.

23
Se faculta a la Corte de Apelaciones para decretar, en su caso, orden de no
innovar a fin de impedir la posible fuga del imputado.

4.- LAS OTRAS MEDIDAS CAUTELARES PERSONALES Y EL RECURSO DE


APELACIÓN.

Enunciación.
Además de la prisión preventiva, el código contempla las medidas cautelares
personales del artículo 155.
El tribunal puede imponer una o más de estas medidas, según lo juzgue
adecuado al caso y, la procedencia, duración, impugnación y ejecución de estas
medidas cautelares se rigen por las disposiciones aplicables a la prisión preventiva, en
cuanto no se opongan a lo previsto en el respectivo párrafo.

Las medidas del artículo 155 y el recurso de apelación.


Son apelables las resoluciones siguientes:
1.- La que ordena o impone una medida cautelar personal.
2.- La que mantiene una medida de ese tipo antes aplicada.
3.- La que deniega lugar a una medida cautelar personal.
4.- La que revoca una medida que estaba en vigencia.

5.- EL RECURSO DE APELACIÓN EN LAS MEDIDAS CAUTELARES


REALES.

Medidas cautelares reales.


Las medidas cautelares reales que el código permite son aquellas precautorias
contempladas en el Título V del Libro Segundo del Código de Procedimiento Civil,
es decir:
1.- El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda.
2.- El nombramiento de uno o más interventores.
3.- La retención de bienes determinados.
4.- La prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados.
Tales medidas pueden solicitarse durante la etapa de investigación, tanto por
el ministerio público como por la víctima del delito y corresponde al juez de garantía
pronunciarse acerca de ellas, previa tramitación de acuerdo con las normas dadas para
las medidas prejudiciales.
La víctima también puede solicitarlas al deducir la demanda civil.

Procedencia de la apelación.

24
El artículo 158 dice que son apelables las resoluciones que niegan o dan lugar
a las medidas cautelares personales, es decir, tanto si no se accede a la petición del
ministerio público o de la víctima (caso en el cual a ellos se les produce el agravio y
pueden recurrir), como si se otorgare alguna de ellas (situación en la cual es el
imputado el que cuenta con el derecho para apelar).

6.- LA SELECCIÓN DE CASOS Y EL RECURSO DE APELACIÓN.

Noción previa.
El Código Procesal Penal faculta al ministerio público para no iniciar o
desistirse de una investigación y no seguir adelante en la persecución penal. Las
situaciones contempladas para dicho fin son: el archivo provisional, la facultad de no
iniciar investigación y el ejercicio del principio de oportunidad.

El archivo provisional.
El archivo provisional de la investigación consiste en lo que su nombre indica
y procede, en tanto no se hubiere producido la intervención del juez de garantía en el
procedimiento, cuando faltan antecedentes que permitan desarrollar actividades
conducentes al esclarecimiento del hecho (167).
Si el delito merece pena aflictiva, la decisión debe someterse a la aprobación
del Fiscal Regional.
La víctima puede pedir al ministerio público la reapertura del procedimiento y
la realización de diligencias y puede reclamar de la denegación de esa solicitud ante
las autoridades del ministerio público.
El archivo provisional constituye una decisión del ministerio público que no
requiere pronunciamiento judicial, por lo que no es apelable.
La víctima, sin embargo, está facultada para provocar la intervención judicial
deduciendo la querella respectiva (169). Si el juez admite la querella, el fiscal debe
seguir adelante la investigación conforme a las reglas generales. Si la querella se
declara inadmisible, el querellante tiene derecho a recurrir de apelación de acuerdo
con la regla del artículo 115.

La facultad de no iniciar investigación.


El ministerio público está facultado para no iniciar investigación.
En efecto, mientras no se hubiere producido la intervención del juez de
garantía en el procedimiento, el fiscal puede abstenerse de toda investigación (168),
en alguno de los casos siguientes:
a) Cuando los hechos relatados en la denuncia no fueren constitutivos de
delito.

25
b) Cuando los antecedentes y datos suministrados permitan establecer que se
encuentra extinguida la responsabilidad penal del imputado.
La decisión del fiscal debe ser siempre fundada y debe someterse a la
aprobación del juez de garantía; esto último no sucede, como ya vimos, para el caso
del archivo provisional.
Si el juez aprueba aquella decisión, se pone término al procedimiento o se
impide su prosecución, efecto que no se produce en el evento que ella sea desechada.
La víctima -como ocurre ante el archivo provisional- tiene derecho a provocar
la intervención del juez de garantía, mediante la interposición de la querella
correspondiente (169), de forma tal que es a través de esta vía como puede recurrir de
apelación en caso que la querella fuere declarada inadmisible (115).

El principio de oportunidad.
En virtud del principio de oportunidad estatuido en el artículo 170, el fiscal
puede no iniciar la persecución penal o abandonar la ya iniciada, cuando se trata de
un hecho que no compromete gravemente el interés público, con las salvedades que el
mismo precepto indica. Para ello, debe emitir una decisión motivada que debe
comunicar al juez de garantía para que éste, a su vez, disponga que sea notificada a
los intervinientes, si los hubiere.
Dentro de los diez días siguientes, el juez, de oficio o a petición de cualquiera
de los intervinientes, puede dejarla sin efecto por alguna de las causales que en el
mismo artículo se mencionan. Además, debe dejarla sin efecto si, dentro del mismo
plazo, la víctima manifiesta de cualquier modo su interés en el inicio o en la
continuación de la persecución penal.
La resolución del juez que, por cualquiera de los casos anteriores, deja sin
efecto la decisión del ministerio público, obliga al fiscal a continuar con la
persecución penal y, por tanto, no es apelable, ya que no se enmarca en ninguna de
las hipótesis previstas por el artículo 370.
Ahora bien, vencido el plazo antes referido o rechazada la reclamación por el
juez, los intervinientes tienen diez días de plazo para reclamar de la decisión del fiscal
ante las autoridades del ministerio público. Si transcurre este lapso sin que hubiere
habido reclamación o si esta se rechaza, se entiende extinguida la acción penal
respecto del hecho de que se tratare.
Consideramos que si el juez de garantía rechaza la reclamación de la víctima
en el caso en que ésta manifiesta su interés en el inicio o en la continuación de la
persecución penal, tal resolución es apelable, porque se pone término al
procedimiento o se impide su continuación en un caso en que el juez estaba obligado
a dejar sin efecto la decisión del ministerio público.

26
7.- EL RECURSO DE APELACIÓN Y LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL
PROCEDIMIENTO.

Concepto y requisitos.
La suspensión condicional del procedimiento constituye una salida alternativa
que el juez puede decretar si el fiscal se lo solicita, con el acuerdo del imputado,
siempre que se reúnan las exigencias siguientes (237):
a) Que la pena que pudiere imponerse en caso de condena, no exceda de tres
años de privación de libertad.
b) Que el imputado no hubiere sido anteriormente condenado por crimen o
simple delito.

Enunciación de las resoluciones y apelación.


Es apelable la resolución que se pronuncia acerca de la suspensión condicional
del procedimiento, pues así lo indica expresamente el artículo 237. Es más, este
precepto señala que es apelable por el imputado, por el ministerio público y por el
querellante.
Frente a lo anterior debemos consignar las alternativas siguientes:
a) Si se accede a la suspensión condicional del procedimiento puede apelar
sólo la querellante.
b) Si se deniega dicha medida, puede apelar el ministerio público y el
imputado.
c) Si se revoca la aludida suspensión, puede apelar el ministerio público y el
imputado.
d) Si se modifica alguna de las condiciones impuestas para el ejercicio de la
medida, la estimamos apelable, ante lo cual puede apelar el ministerio público, el
imputado o el querellante, dependiendo de la modificación de que se trate y en la
medida en que produzca agravio. (Ver artículo 238).

8.- LA RESOLUCIÓN QUE APRUEBA ACUERDOS REPARATORIOS Y EL


RECURSO DE APELACIÓN.

Concepto.
Los acuerdos reparatorios son medidas alternativas que pueden convenirse
entre imputado y víctima para resarcir a ésta, y, consecuentemente, para poner
término al procedimiento, cuando éste incide en hechos que afectan bienes jurídicos
disponibles de carácter patrimonial, pero requieren de la aprobación del juez de
garantía (241).
Una vez cumplidas las obligaciones contraídas o garantizadas debidamente a
satisfacción de la víctima, el juez debe dictar sobreseimiento definitivo, total o

27
parcial, en la causa (242), con lo que se produce la extinción de la responsabilidad
penal del imputado.

El recurso de apelación en los acuerdos reparatorios.


El código no contempla el recurso de apelación en forma especial para la
resolución que aprueba un acuerdo reparatorio; sin embargo, como ante el acuerdo
reparatorio debe pronunciarse sobreseimiento definitivo, entra en aplicación la
normal del artículo 253 que hace apelable esta resolución.
En atención a la naturaleza del acuerdo y al efecto que produce, tienen
derecho a apelar la parte querellante (si no coincide con la víctima) y el ministerio
público, siempre que en la audiencia respectiva no lo hubieren aceptado o se hubieren
opuesto. En cambio, este derecho no le asiste al imputado ni a la víctima, toda vez
que, al consentir libre e informadamente en la concreción del acuerdo, no son
agraviados. Tampoco procede la apelación de la resolución que desecha un acuerdo
reparatorio, porque ésta no corresponde a ninguna de las enmarcadas en el artículo
370.

9.- EL RECURSO DE APELACIÓN Y LA COMUNICACIÓN DE LA DECISIÓN


DEL MINISTERIO PÚBLICO DE NO PERSEVERAR.

Concepto.
Practicadas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y
sus autores, cómplices o encubridores, el fiscal debe declarar cerrada la investigación
(248) lo que constituye el cierre espontáneo de ella, a diferencia del denominado
cierre provocado que ocurre en los casos previstos en el artículo 247.
Cerrada la investigación espontánea, el ministerio público se enfrenta a tres
posibilidades:
a) Solicitar el sobreseimiento definitivo o temporal de la causa.
b) Formular acusación, cuando estimare que la investigación proporciona
fundamento serio para el enjuiciamiento del imputado contra el cual se hubiere
formalizado la misma.
c) Comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento, por no haberse
reunido durante la investigación los antecedentes suficientes para fundar una
acusación.
La comunicación señalada en la letra anterior deja sin efecto la formalización,
da lugar a que el juez revoque las medidas cautelares que se hubieren decretado y la
prescripción de la acción penal continúa corriendo como si nunca se hubiere
interrumpido (248 letra c)).
La decisión de no perseverar es privativa del ministerio público; adoptada por
el fiscal debe comunicársela al juez, a quien -como sucede con la formalización de la

28
investigación- no le cabe más que tenerla presente, salvo revocar las medidas
cautelares que estuvieren vigentes.

No perseverar y recurso de apelación.


Si el fiscal hace uso de la facultad consagrada en la letra c) del artículo 248,
esto es, comunica la decisión de no perseverar en el procedimiento, el querellante
puede pedirle al juez de garantía que lo faculte para formular la acusación y
sostenerla en los mismos términos que la ley lo establece para el ministerio público, o
bien debe proceder (el juez) a decretar el sobreseimiento correspondiente (258 inciso
tercero). En este último caso, el querellante tiene derecho a apelar (258 inciso final).
Y, acorde con el artículo 109 letra f), la víctima cuenta con el mismo derecho.

10.- SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO Y RECURSO DE APELACIÓN.

Concepto.
El sobreseimiento definitivo es una resolución judicial que pone término al
procedimiento en los casos que establece la ley y tiene la autoridad de cosa juzgada
(251). La iniciativa para alcanzarlo debe provenir del ministerio público (78 letra d),
248 letra a) y/o del imputado (93 letra f)). Una vez concluida y cerrada la
investigación, el fiscal puede pedir el sobreseimiento definitivo; también está
habilitado para hacerlo en las respectivas oportunidades que se regulan para los casos
especiales. El imputado tiene derecho a pedir el sobreseimiento definitivo hasta la
terminación del procedimiento.
Como el sobreseimiento definitivo es una resolución judicial, compete dictarlo
al juez de garantía (249) y, en caso de apelación, a la Corte de Apelaciones
correspondiente.

Causales generales.
Procede dictar sobreseimiento definitivo siempre que concurra alguna de las
circunstancias siguientes (250):
a) Cuando el hecho investigado no fuere constitutivo de delito.
b) Cuando aparece claramente establecida la inocencia del imputado.
c) Cuando el imputado estuviere exento de responsabilidad criminal en
conformidad al artículo 10 del Código Penal o en virtud de otra disposición legal.
d) Cuando se hubiere extinguido la responsabilidad penal del imputado por
alguno de los motivos establecidos en la ley.
e) Cuando sobreviniere un hecho que, con arreglo a la ley, pusiere término a
dicha responsabilidad.
f) Cuando el hecho de que se trata hubiere sido materia de un procedimiento
penal en el que hubiere recaído sentencia firme respecto del imputado.

29
Causales especiales.
El código contempla, en diversos artículos no necesariamente vinculados,
algunos motivos específicos que dan lugar al sobreseimiento definitivo, los que sirven
para explicitar el literal d) del artículo 250, a saber:
a) El cumplimiento de la suspensión condicional del procedimiento sin que
hubiere sido revocada (240 inciso segundo) extingue la acción penal y, de oficio o a
petición de parte, el juez de garantía debe dictarse sobreseimiento definitivo.
b) Cumplido o garantizado un acuerdo reparatorio (242), el juez debe
sobreseer definitivamente la causa respecto del imputado que lo hubiere celebrado.
c) La situación descrita en el artículo 247 inciso tercero, inserta en el cierre
provocado de la investigación, que se da cuando el fiscal no cierra la investigación en
el plazo respectivo y es apercibido a hacerlo y siempre que, no asista a la audiencia o
en la audiencia respectiva no cierre la investigación.
d) El caso previsto en el artículo 247 inciso cuarto, esto es, si el fiscal se
allanare a la solicitud de cierre, debe formular en la audiencia la declaración en tal
sentido y tiene diez días para deducir acusación (la ley no le franquea la posibilidad
de comunicar la decisión de no perseverar). Si dentro de dicho plazo no acusa, el juez
de oficio o a petición de parte, debe citar a los intervinientes a audiencia y sobreseer
definitivamente la causa (tampoco surge la facultad del artículo 248 letra c).
e) Si el juez suspende la audiencia de preparación del juicio oral para que se
corrija algún vicio formal de la acusación y el ministerio público no lo subsana en el
plazo que se le otorgue, debe decretarse el sobreseimiento definitivo, salvo que
existiere querellante que hubiere deducido acusación o se hubiere adherido
oportunamente a la del fiscal (270).
f) Puede el juez de garantía -en la audiencia de preparación del juicio oral,
siempre que se encontraren suficientemente justificadas- acoger las excepciones de
previo y especial pronunciamiento de cosa juzgada o extinción de la responsabilidad
penal, evento en el cual debe dictar sobreseimiento definitivo (271).
g) Cuando en el procedimiento simplificado se suspende la imposición de la
pena y transcurre el plazo de observación sin que el imputado hubiere sido objeto de
nuevo requerimiento o de una formalización de la investigación, el tribunal debe dejar
sin efecto la sentencia y, en su reemplazo, debe dictar sobreseimiento definitivo
(398).
h) En el procedimiento por delitos de acción privada el código señala que debe
dictarse sobreseimiento definitivo si el querellante se desiste de la querella (401) y,
también, en el caso en que el querellante abandone la acción por alguno de los
motivos indicados en el artículo 402.
i) Si la Corte de Apelaciones declara que no ha lugar a la formación de causa
en el procedimiento de desafuero (421) y si declara inadmisible la querella de

30
capítulos (429), tales resoluciones producen los efectos del sobreseimiento definitivo,
y si el Estado requirente se desiste de la solicitud de extradición (453), debe
sobreseerse definitivamente.
j) En caso de enajenación mental del imputado, también puede llegarse al
sobreseimiento definitivo (460, 465).

Sobreseimiento definitivo y recurso de apelación.


El artículo 253 señala expresamente que el sobreseimiento es impugnable por
la vía de recurso de apelación ante la Corte de Apelaciones respectiva y como no dice
a cuál de ellos se refiere, es evidente que comprende tanto el definitivo como el
temporal.
El artículo 247, también de modo expreso, señala, respecto de la primera de
las alternativas en él tratadas, que es apelable, lo que resulta redundante a la luz de la
disposición genérica del artículo 253.
Pero, ¿quién puede apelar del sobreseimiento definitivo?
Ante todo, está facultada para apelar la víctima del delito, pues así lo expresa
el artículo 109 letra f) del código; el derecho para hacerlo también corresponde al
querellante, de acuerdo con las reglas generales que informan los recursos (352, 370
letra a)); y, por lo mismo, puede hacerlo el ministerio público, siempre que él no
hubiere pedido el sobreseimiento.
Como el sobreseimiento definitivo no agravia al imputado, no es apelable por
este interviniente.
En cambio, si el imputado pide el sobreseimiento definitivo y se le rechaza,
esta resolución sí es apelable por el imputado, acorde con el artículo 93 letra f), pues
la expresión recurrir, incorporada en ese contexto, debe entenderse como sinónimo
de apelar, lo que, a la vez, debe relacionarse con la norma del artículo 370 letra b)
que da sustento a dicha posición.

11.- SOBRESEIMIENTO TEMPORAL Y RECURSO DE APELACIÓN.

Concepto.
El sobreseimiento temporal es una resolución judicial que suspende el
procedimiento por alguna de las causales establecidas en la ley, en virtud de lo cual,
una vez superada la razón que lo motivó, debe reabrirse para su prosecución.
Incumbe al ministerio público solicitar que se dicte tal sobreseimiento; pero
también puede pedirlo el imputado.

Causales del sobreseimiento temporal.


El sobreseimiento temporal procede en los casos previstos en el artículo 252,
que son:

31
a) Cuando para el juzgamiento criminal se requiere la resolución previa de
una cuestión civil.
b) Cuando el imputado no comparece al procedimiento y es declarado rebelde.
c) Cuando, después de cometido el delito, el imputado cae en enajenación
mental.
d) Cuando el acusado no hubiere comparecido a la audiencia del juicio oral y
hubiere sido declarado rebelde.

Sobreseimiento temporal y recurso de apelación.


El sobreseimiento es impugnable por vía de apelación (253).
¿Quién puede apelar?
Resultan aplicables las reglas anteriores con la salvedad de que, tratándose del
sobreseimiento temporal, no puede vedarse al imputado el derecho a recurrir, en la
medida en que lo haga para pedir que se modifique el sobreseimiento temporal por
uno de carácter definitivo. (Ver caso d) TJOP).

12.- LAS EXCEPCIONES DE PREVIO Y ESPECIAL PRONUNCIAMIENTO Y


EL RECURSO DE APELACIÓN.

Concepto.
Las excepciones de previo y especial pronunciamiento son defensas dilatorias,
mixtas o perentorias que el imputado puede plantear en la audiencia de preparación
del juicio oral, con el objeto de que en esa etapa se corrija o concluya el
procedimiento (263 letra b).

Enumeración.
De acuerdo al artículo 264 del Código Procesal Penal, las excepciones de
previo y especial pronunciamiento son:
a) Incompetencia del juez de garantía.
b) Litis pendencia.
c) Cosa juzgada.
d) Falta de autorización para proceder criminalmente.
e) Extinción de la responsabilidad penal.

Clasificación y recurso de apelación.


1.- La incompetencia del juez de garantía, la litis pendencia y la falta de
autorización para proceder criminalmente (271 inciso segundo):
Si se trata de alguna de estas excepciones, el juez debe resolverlas de
inmediato, previo debate. La resolución que recae sobre esto, es apelable, pues así lo
señala expresamente el citado precepto legal.

32
2.- La cosa juzgada y la extinción de la responsabilidad penal (272 inciso
tercero):
El juez -previo debate- puede acoger una o más y decretar el sobreseimiento
definitivo, siempre que esté suficientemente justificado el fundamento; en caso
contrario, debe dejar la resolución para la audiencia del juicio oral.
Si el juez de garantía dicta sobreseimiento definitivo, la resolución es apelable
en los términos que examinamos en los párrafos referentes al sobreseimiento. Si el
tribunal deja la decisión para el juicio oral, la resolución es inapelable por expresa
mención del 271 inciso final.

13.- EL RECURSO DE APELACIÓN ANTE LA EXCLUSIÓN DE PRUEBA.

La exclusión de prueba.
De acuerdo con lo prevenido por el artículo 276 del código, el juez de garantía
-en la audiencia de preparación del juicio oral y expresándolo en el auto de apertura
del juicio oral- debe excluir aquellas pruebas que sean manifiestamente impertinentes
y las que tuvieren por objeto acreditar hechos públicos y notorios. También debe
hacerlo cuando considera que la prueba es sobreabundante. Por último, debe excluir
la prueba que proviniere de actuaciones o diligencias que hubieren sido declaradas
nulas y aquella que hubiere sido obtenida con inobservancia de garantías
fundamentales (prueba ilícita (150)).

La apelación ante la exclusión de prueba.


El auto de apertura del juicio oral es apelable, pero sólo por el ministerio
público y únicamente si a él se le excluyen pruebas por la última causal, es decir
cuando el juez determina que esa prueba proviene de actuaciones o diligencias que
hubieren sido declaradas nulas y aquella que hubiere sido obtenida con inobservancia
de garantías fundamentales, es decir, por tratarse de prueba ilícita (277 inciso final).
En consecuencia, para que proceda la apelación en este ámbito es necesario
que concurran los requisitos siguientes:
1.- Que el juez de garantía, en el auto de apertura el juicio oral, excluya
pruebas.
2.- Que la prueba se excluya por estimar que proviene de actuaciones o
diligencias declaradas nulas o que hubieren sido obtenidas ilegalmente.
3.- Que la apelación la deduzca el ministerio público en tiempo y forma.
La apelación, en el caso antes propuesto, debe concederse en ambos efectos,
lo cual constituye una excepción a la regla general contenida en el artículo 368 (277).

14.- SENTENCIA DEL PROCEDIMIENTO ABREVIADO Y RECURSO DE


APELACIÓN.

33
Noción y requisitos.
El procedimiento abreviado es aquella forma que se emplea para conocer un
caso penal y fallarlo en la audiencia de preparación del juicio oral, siempre que para
los hechos que comprende, el fiscal solicitare una pena que no superior a cinco años
de privación de libertad, y que el imputado, en conocimiento de los hechos materia de
la acusación y de los antecedentes de la investigación que la fundaren, los acepte
expresamente y manifieste su conformidad con la aplicación de este procedimiento
(406).
Si existe parte querellante tiene derecho a oponerse, siempre que la pena
solicitada en su propia acusación, excediere de tal límite (408).
En todo caso, es al juez de garantía a quien le toca resolver si accede o no al
procedimiento abreviado (410).

La sentencia del procedimiento abreviado y el recurso de apelación.


La sentencia -condenatoria o absolutoria- recaída en el procedimiento
abreviado es apelable (414 cpp). El recurso debe concederse en ambos efectos.

Facultad especial de la Corte de Apelaciones.


En el conocimiento del recurso de apelación, la Corte puede pronunciarse
acerca de la concurrencia de los supuestos del procedimiento abreviado previstos en
el artículo 406.
Si la Corte considera que no concurren tales exigencias, debe anular el fallo,
pues, aunque expresamente no lo dice el inciso segundo del artículo 414, dicha
decisión del juez de garantía habría infringido la disposición del señalado artículo
406.

15.- EL RECURSO DE APELACIÓN EN OTRAS CUESTIONES.

Desafuero, querella de capítulos y extradición pasiva.


La resolución que pronuncia la Corte de Apelaciones sobre la petición de
desafuero, es apelable para ante la Corte Suprema (418 cpp); como el precepto legal
no distingue, procede dicho recurso tanto en contra de la que rechaza la solicitud,
cuanto respecto de aquella que lo acoge.
La resolución que pronuncia la Corte de Apelaciones sobre la querella de
capítulos, también es apelable para ante la Corte Suprema (427 cpp).
Por último, el artículo 450 indica que en contra de la sentencia que se
pronuncia sobre la extradición pasiva, procede el recurso de apelación, aunque
también hace procedente el de nulidad por las causales que precisa, correspondiendo
a la Corte Suprema conocer de ellos.

34
Etapa de ejecución de las sentencias penales.
Existe discusión acerca del alcance del artículo 466 del Código Procesal
Penal, en especial, en lo que dice relación con la eventual intervención de la parte
querellante o de la víctima, y hemos tenido que concluir, en homenaje al debido
proceso -para el predominio de la igualdad de armas- que la exclusión de éstos no es
de carácter total, o bien, que su exclusión es simplemente para la ejecución de la
sentencia condenatoria o de la medida de seguridad, pero no para actuar en caso de
incumplimiento de alguna de ellas.

******

Estos apuntes están basados en el libro:


El Recurso de Apelación del Código Procesal Penal
Ley-Doctrina-Jurisprudencia
de
Hernán González García
Editorial LexisNexis

******

35

También podría gustarte