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M O D U L O

Hacia los nuevos centros de radicación


22
Las expulsiones de los judíos de los países de Europa se extendieron por un
largo período, entre los siglos XIII y XVI, como acabas de estudiar. Cada una de
ellas, enfrentó a las familias judías con el dolor de tener que partir dejando la
tierra natal y el dilema de encontrar un nuevo centro en el exilio.
¿Qué es lo que debían tener en cuenta para que su nuevo lugar de
residencia fuese un hogar, a pesar de estar alejado, en muchos casos, del resto
de la familia y de los amigos? ¿Qué priorizar: los bienes materiales, el idioma,
la cultura, la seguridad económica, la posibilidad de la
continuidad judía?

Consigna de trabajo

A continuación encontrarás una lista de nueve factores que los exiliados


deberían considerar al decidir a donde ir.

a. Léelas.
•Un país cuyo idioma es el tuyo.
•Un país con comida semejante a la tuya.
•Un país con clima similar.
•Un país donde tu familia pueda hallar seguridad económica.
•Un país donde puedas ser judío libremente.
•Un país donde la gente se viste de manera similar.
•Un país con cultura parecida a la tuya (música, entretenimientos, estilo
de vida).
•Un país en el que puedas vivir en un entorno similar a aquél en que vives
ahora (ciudad grande, pequeña, aldea, etc.).
•Un país cuya población es amistosa para con los judíos.

b. Numéralos según tu orden de prioridades del 1 al 9, comenzando con el


más importante.

c. Agrega aquellos factores que, a tu juicio, deberían figurar en la lista y no


fueron mencionados.

Además de los motivos subjetivos que cada familia debió evaluar para
tomar su decisión, se vio obligada a considerar las condiciones objetivas que
encontrarían en los diferentes países.

207
Europa hacia 1550

Consigna de trabajo

Lee la información que encontrarás a continuación sobre los


lugares posibles para formar un hogar.

PORTUGAL

En Portugal había una antigua comunidad judía, numerosa y bien organizada.


En el siglo XIV se dictaron leyes discriminatorias contra los judíos, pero a partir
del siglo XV, su situación mejoró notablemente. El rey Juan I (1385-1433)
protegió a sus súbditos judíos, permitió la inmigración de judíos que huían de
la persecución en España y hasta toleró el retorno de los judíos bautizados a la
práctica de su fe anterior. Esta política que resultó sumamente beneficiosa para
la economía del reino, también fue practicada por sus sucesores.
Varias familias judías lograron enriquecerse por medio de operaciones
comerciales, altas posiciones y considerable influencia en la Corte.

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EL NORTE DE AFRICA. EL MAGHREB
(MAARAV)
Frente a la costa sur de España, del otro lado del mar, al oeste de Egipto se
halla El Maghreb. Constituye una unidad geográfica y cultural aunque hay
diferencias locales entre las diferentes sub-regiones. Desde Marruecos al oeste,
a través de Argelia y Túnez, hasta Libia al este (en el límite con Egipto),
pasaron a formar parte del dominio musulmán desde hacía varios siglos.
En el siglo XVI El Maghreb continuaba estando, después de varios siglos,
en decadencia debido a la dificultades del gobierno central para controlar a las
tribus rivales (almorávides y almohades) que luchaban entre sí para controlar
sus bases territoriales.
Los judíos se habían asentado siglos atrás en ciertos lugares del
Maghreb. En el pasado se habían desarrollado grandes centros de estudio y
erudición tales como Kairován al sur de Túnez o Fez cerca del extremo noroeste
del continente africano.
Toda la región era un centro de comercio en el camino a Asia y a Oriente,
y los judíos tenían en el mismo un importante papel.
La mayor parte de los judíos que habían afluído a España en siglos
anteriores provenían de Africa del Norte. Durante los años que siguieron,
existió una buena comunicación entre los dos centros. Los sabios españoles
habían visitado las famosas ieshivot maghrebíes, y cuando los centros de
estudio españoles cobraron mayor importancia, el tránsito de eruditos tomó
ambas direcciones. En las generaciones anteriores, muchos judíos forzados a
huir de España habían cruzado el mar hacia el sur. Un gran número lo hizo tras
las matanzas de 1391, y muchos de estos se habían dirigido a Argelia.

EUROPA OCCIDENTAL

En el módulo 21 encontrarás la información correspondiente a la


situación de los judíos en Inglaterra, Ashkenaz, Francia y España.

ITALIA

Italia estaba conformada por una docena o más de pequeños estados que
se habían acostumbrado a dirigir independientemente sus propios asuntos. Los
más poderosos eran Milán, Florencia, Venecia, el reino de Nápoles y los Estados
Pontificios.
Los conflictos entre ellos, las rivalidades, las rebeliones internas, las
guerras de conquista y amenazas de invasión eran constantes. La mayoría de
los estados eran repúblicas. Los conflictos permanentes y las ambiciones
personales influyeron en que muchas de ellas terminaron en tiranías u
oligarquías.
En este período se desarrollaron nuevas concepciones políticas.
Surgió la idea de que el estado no existía con propósitos religiosos sino
que debía tener carácter secular. Su objetivo principal debía ser la promoción
de sus propios intereses. Consideraron que la diplomacia era uno de los medios

209
para lograrlo por lo que adoptaron un sistema permanente de embajadores en
las capitales extranjeras. Fomentaron alianzas e hicieron jugar la idea del
equilibrio de poderes para lograr la paz.
Italia atravesaba el período conocido como Renacimiento. Tal como la
palabra lo indica, Renacimiento significa volver a nacer. Fue una época de
esplendor de la actividad cultural y científica que comenzó en Italia y luego se
extendió a otros países de Europa. Buscó su inspiración en los grandes días de
Grecia y de Roma procurando, al mismo tiempo, la creación de un nuevo tipo
de sociedad basada en el pleno desarrollo del potencial humano.

Bosquejos borradores de Leonardo da El Tempietto. Diseñado en 1500


Vinci. Fundición de un cañón. por Bramante, sus líneas románticas
representan un viraje dentro de la
arquitectura renacentista italiana.

Una perfecta descripción del Orbe Celestial. Diagrama realizado por Copérnico
que muestra la relación entre las estrellas, los planetas y el Sol.

210
Los judíos habitaban en Italia por más de 1500 años. Entre los siglos XIII
y XV, hubo muestras favorables para con esta antigua comunidad.
Martín V dictó una bula (enero de 1419) prohibiendo toda coerción en
materia de fe: no se podía molestar a los judíos en sus sinagogas ni bautizarlos
por la fuerza; no se podía perturbarles en sus festividades ni obligarles a
guardar las festividades cristianas, llevar nuevos signos distintivos sobre las
ropas, fuera de aquéllos a que estaban acostumbrados desde tiempos
anteriores. Y aún así podía haber excepciones: los comerciantes viajeros
estaban eximidos de llevar el signo en los casos en que éste podía traer daños
en su comercio. En 1429 los judíos italianos se quejaron ante el Papa contra los
monjes predicadores que en sus discursos convencían al pueblo de que no
tuviera trato con los judíos. Señalaban que ello provocaba conflictos y ataques
a los judíos. El Papa en una nueva bula prohibió tal agitación.

EL IMPERIO OTOMANO
En las costas del suroeste del Mar Negro estaba situada una de las ciudades
más grandes del mundo antiguo: Constantinopla. Era la capital de la parte
oriental del Imperio Romano y, cuando la parte occidental del imperio sucumbió
y se desintegró bajo el ataque de los bárbaros de Europa Occidental,
Constantinopla pasó a ser el centro del imperio anteriormente dominado por
Roma.
Este extenso y vasto reinado abarcaba una gran cantidad de diferentes
pueblos, cada cual con su propia lengua, costumbres y forma de vida; pero
desde sus comienzos en el siglo IV, fue un imperio cristiano. El cristianismo era
la religión oficial y el Imperio Bizantino no era especialmente tolerante. Entre
los diversos pueblos que lo habitaron estaban, por supuesto, los judíos. Su vida
no fue fácil. Bizancio era fuerte pero no invencible.
Otmán era un líder tribal turco que creó, a comienzos del siglo XIV, un
pequeño estado en el límite del Imperio Bizantino. Desde este modesto punto de
partida, el estado fundado por Otmán comenzó a expandirse. Más y más tierras
fueron puestas bajo su control. La gran conquista sobrevino en el año 1453.
Un nuevo capítulo de la humanidad comienza con la caída de
Constantinopla en manos de los turcos otomanos. La ciudad, totalmente
destruida, fue reconstruida y repoblada, y con el nombre de Estambul se
transformó en la capital de mayor poder que controlaría el mundo oriental por
los siglos venideros: el Imperio Otomano.
Los imperios se expanden principalmente gracias a las armas, pero dentro
de las nuevas fronteras, después que los éjercitos completan su trabajo, surge
la necesidad de gente que mantenga estas conquistas: algunos como
administradores y organizadores, otros, como los ejes de las ruedas económicas
del imperio, en resumen, gente de talento y habilidad.

ERETZ ISRAEL
En base a las descripciones que dejó el famoso viajero del siglo XIII, Rav
Biniamín Metudela, sabemos acerca de las comunidades judías en Israel de
aquél entonces y del número de pobladores aproximado de cada una de ellas.

211
Acerca de Ierushalaim nos cuenta que:

...“Ierushalaim es una pequeña ciudad cercada por tres murallas,


en la que habitan diversos pueblos como arameos, griegos, francos y
otros... y hay allí una tintorería que los judíos compran al rey una
vez por año, para que nadie más que ellos mismos puedan dedicarse
al teñido de ropa en la ciudad, ... y son unos docientos judíos los que
viven en las murallas de Migdal David... y no hay en la ciudad un
edificio más fuerte que Migdal David. Allí se encuentran dos
construcciones. En una de ellas se atienden las necesidades de los
enfermos hasta su recuperación o su muerte.
La otra es un palacio construído por el rey Shlomó en el que se
alojan unos cuatrocientos jinetes”...

Traducción y adaptación del texto de


Biniamín Metudela que aparece en
Haaretz Hamuvtajat de R. Banai y Dr. Aviv Ekroni.
Hamajlaká Lejinuj Bagolá.

212
Cuando, en el año 1221 Israel volvió a caer en el poder de los musulmanes
y Ierushalaim volvió a ser ciudad permitida para los judíos, se radicaron allí y
en otros centros de Israel comunidades de sefaradím y ashkenazím.
Los ashkenazím eran los menos por las dificultades que tenían para llegar
hasta Israel.
La mayoría de los habitantes judíos eran creyentes devotos que se
radicaron en Israel por su deseo de vivir cerca de los lugares sagrados. Había
entre ellos rabinos, eruditos y miembros de la secta de los Jasidei Ashkenaz. 1
En el siglo XIV había comunidades en Ierushalaim, Tzfat, Lod, Aza, Beit-
Shan, etc.

HOLANDA

Holanda junto con Bélgica forman los Países Bajos. Entre los siglos XI y XIII,
estaban conformadas por varios estados en los que se encontraban las famosas
ferias de Champagne, Artois y Flandes que se convirtieron en centros de un
gran desarrollo comercial y artesanal al igual que Brujas porque eran, a fines
del siglo XIII, el paso obligado de los comerciantes que iban y venían entre
Italia y el noroeste europeo.
Hasta el año 1506 los Países Bajos formaron parte del ducado de Borgoña,
fecha en que los heredó Carlos V, el joven rey de España cuyo abuelo se había
casado con la única heredera del duque de Borgoña.
El rey de España las trataba como provincias sometidas limitando su
comercio en favor de los comerciantes españoles y obligándolas a pagar altos
impuestos. A pesar de las medidas restrictivas, ciudades como Amberes,
Amsterdam, Brujas, crecieron como centros internacionales de una gran
actividad económica en los que se comerciaba con los productos de la región y
los que se traían de otros centros europeos.
Un número de conversos judíos españoles se radicó en estos lugares donde
se sentían a salvo de la Inquisición, ya que la distancia con España, hacía difícil
descubrir su pasado. Pudieron dedicarse a la medicina, la artesanía, y a las
actividades productivas y comerciales que se desarrollaban en estos países. Con
el correr del tiempo, muchos de los conversos volvieron a la práctica del
judaismo abiertamente.

POLONIA

El reino de Polonia se constituyó en el año 1000 en provincia eclesiástica


autónoma. Tras muchas peripecias ocasionadas por luchas por el poder y
disturbios interiores logró unificarse en el siglo XIV con Lituania,
convirtiéndose en una potencia con gran influencia política en Europa central y
oriental. Su poderío le permitió detener en el año 1410 el avance germano hacia
el oriente y en la mitad del siglo XV reeditó este triunfo logrando anexar
muchos territorios a orillas del Mar Báltico. Accediendo al Báltico, la dinastía

1
Jasidei Ashkenaz: pequeño grupo de eruditos rabínicos y hombres muy religiosos que vivían en forma
simple y austera siguiendo estrictamente la Ley Judía. Su objetivo principal era educar a todos los
judíos, por medio del ejemplo personal, a vivir según la Halajá para acelerar la llegada del Mesías.

213
reinante en Polonia, los Jagellón, se aseguraron las coronas de Bohemia y de
Hungría. En la misma época, Polonia también mantuvo guerras con los rusos,
expandiéndose en dirección al Mar Negro.
Hasta el siglo XIV había pocos judíos en Polonia. Vivían en las ciudades
importantes del país que permitían su residencia, en las ciudades privadas
fundadas por algunos prósperos nobles, en aldeas y fincas tomadas en arriendo
a la nobleza que prefería vivir en Varsovia y en otros centros importantes
dejando la tediosa tarea de dirigir sus fincas en manos judías.

Consigna de trabajo

Completa el siguiente cuadro teniendo en cuenta la información que acabas


de analizar

PAIS OPCION FACIL ACCESO FUNDAMENTACION


sí-no sí-no
Portugal
Alemania
Inglaterra
Francia
Italia
Maghreb
Imperio Otomano
Eretz Israel
Polonia
Holanda

Consigna de trabajo
a.Observa atentamente el mapa de las expulsiones y elabora la siguiente
tabla (en orden cronólogico)

AÑO DE EXPULSION PROCEDENCIA NUEVO CENTRO

b. Responde ¿qué dirección siguieron las corrientes migratorias judías?

214
EXPULSIONES 1000 - 1500

215
Las expulsiones produjeron un enorme cambio demográfico en el judaismo.
Países como Inglaterra, España y Portugal se vaciaron de judíos. Otros, como
Francia y Alemania, quedaron con comunidades empequeñecidas y
concentradas en algunas zonas, debiendo el resto emigrar. En Holanda se
formó una importante comunidad de sefaradím conversos que retornarían al
judaismo. Muchos exiliados sefaradím se radicaron en Israel, El Maghreb e
Italia. A partir del siglo XVI las mayores concentraciones de judíos sefaradím
se encontraban en el Imperio Otomano y las de los ashkenazím en Polonia.

Estudiaremos en el resto del módulo los nuevos centros, sus características


y problemáticas a través de una actividad grupal.

Consigna de trabajo

Reúnete con cuatro o cinco compañeros. Una vez constituído el grupo, lean
la información sobre el centro judío que habrán de analizar y luego resuel -
van la consigna de trabajo correspondiente.
Una vez que hayan resuelto la consigna, escucharemos a un representante
del grupo que expondrá las conclusiones ante el resto de la clase.

LOS NUEVOS CENTROS

Los Centros Sefaradím


El Norte de Africa: El Maghreb

GRANADA
ARGEL
TUNEZ
TANGER ORAN
CONSTANTINA
TLEMCEN
SALE TETUAN
FEZ ARGELIA
MEKNES
SAFI SIJILMASSA
MARRAKESH

MARRUECOS

El norte de Africa en los siglos XV y XVI


Fuente: Exilio 1492. Unidad II. La Diáspora
sefaradí. Instituto Ben Zví

216
Consigna de trabajo

A partir del texto sintetiza los siguientes items. (En el caso de no encontrar
la información sobre determinado item consígnalo)

ITEMS PAISES
Portugal Maghreb
Vínculo con el poder

Impacto del contexto


en la vida judía
Situación económica
Organización comunitaria
Desarrollo cultural
Desarrollo religioso
Personalidades
Aportes trascendentes

Muchos exiliados eligieron el Maghreb como su nueva residencia. A causa


de la proximidad entre Africa del Norte y España y de sus lazos culturales y
económicos, miles de exiliados eligieron radicarse en el Maghreb. Estos no eran
los primeros en cruzar el Estrecho de Gibraltar. En cada época de dificultad
para los judíos de España, marcharon los judíos hacia el sur en la relativa
seguridad del norte de Africa.
La región había sufrido siglos de decadencia económica. La llegada de
las masas de sefaradím alegró al sultán Mohamed, que los consideraba una
población altamente capacitada y talentosa, la cual podía serle de gran valor
en sus intentos de desarrollar el país. Muchos de los recién llegados eligieron
a su capital, Fez, esperando beneficiarse con la protección del sultán.
A principios del siglo XVI, Egipto cayó bajo el dominio otomano, al igual
que el resto de Africa del Norte, con el correr del siglo. El único país que logró
sobreponerse a los turcos fue Marruecos.

TENSIONES Y CONFLICTOS
Los primeros tiempos fueron muy duros para los refugiados, pero la situación
de los que se quedaron mejoró. Tras sólo unos pocos años, muchos de ellos
vivían en relativa comodidad.
Rabí Jaim Gagin, nacido en Fez, se había marchado de Marruecos a
España siendo un niño, para retornar unos veinte años más tarde con los
exiliados. Gagin describe el rápido desarrollo de la comunidad despés de 1498:

“El Señor nos benefició con sus bendiciones y pudimos construir casas y
grandes edificios ornados, y nos bendijo con ieshivot y con estudiantes y
hermosas sinagogas elevadas y bellos Rollos de la Torá cubiertos de seda
con bordadura de plata...”
Por los caminos de Sefarad. Ort.

217
El factor principal en el progreso de la comunidad fue el talento y la
energía de los refugiados, que los llevó a desempeñar un papel central en el
desarrollo del país, exactamente como lo había previsto el sultán. Los judíos
crearon muchas empresas económicas, y se hicieron cargo de gran parte del
comercio exterior del país. El sultán estaba encantado, y recompensó a muchos
miembros de la comunidad otorgándoles diversos privilegios y reduciendo los
impuestos requeridos por el estado.
Las tensiones fueron creciendo en diversas comunidades del Maghreb
entre los judíos nativos y los refugiados y sus descendientes. En Fez, hubo una
feroz disputa en torno a kashrut, que dividió a la comunidad en dos grupos
durante una década. En Túnez, a fines del siglo XVI, comenzó una disputa
comunal que sería superada sólo en el siglo XX.
Los conflictos entre los grupos se debían a diferencias en las costumbres
y tradiciones que la distancia y la vida independiente de cada kehilá habían
afianzado.
La razón más profunda era que los recién llegados traían con ellos
habilidades y conocimientos de los que, evidentemente, los viejos residentes
carecían.
España había sido un centro de cultura mundial. Los sefaradím, conocían
las técnicas de impresión, la fabricación de armamentos y técnicas avanzadas
en el trabajo textil. Además, los exiliados sabían a menudo idiomas que los
locales no entendían y que les permitía mantener conexiones con otros
exiliados que vivían en diferentes países, que muchos de ellos aprovechaban
para su propio progreso económico.
Cuando, como ya vimos, además de estas ventajas, o quizás debido a
ellas, los gobernantes parecieron favorecerles con derechos y privilegios, habría
sido quizás demasiado pretender que los nativos sintieran gran afecto por ellos.
Pronto comenzaron a escucharse acusaciones mutuas. Los judíos nativos
solían reprochar a los recién llegados el ser demasiado poco estrictos en sus
costumbres religiosas. Y los judíos españoles consideraban a menudo que los
otros eran incultos y atrasados.
Aún cuando las tensiones no causaron rupturas declaradas dentro de la
Kehilá, los sentimientos subyacentes bajo la superficie de la vida comunitaria
duraron a veces cientos de años.

PORTUGAL

La mayoría de los exiliados cruzaron hacia Portugal. El rey de Portugal había


prometido un puerto seguro, por lo menos en forma temporaria, para aquellos
judíos que quisiesen llegar. Más de cien mil tomaron esta ruta.
Su vida allí no fue fácil desde el comienzo, pero la situación se volvió
mucho más complicada cuando un nuevo rey, Manuel I, subió al poder en 1495.
En términos de un año comenzaron a llevarse a cabo negociaciones para su
casamiento con la hija de Fernando e Isabel de España. Manuel estaba
entusiasmado con la idea de su casamiento viendo la futura posibilidad de
unificar España y Portugal bajo una misma corona.
Pero Fernando e Isabel tenían una condición: no habían expulsado a los
judíos de sus tierras para volver a anexarlos como parte de las posesiones de la

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familia en Portugal. Exigieron la expulsión de
los judíos de Portugal.
Manuel no tuvo alternativa: un Edicto de
Expulsión fue emitido, y éste comenzaría a
regir a partir de 1497. Los judíos comenzaron a
marcharse. Así, con el inicio del éxodo, se hizo
palpable que la partida de todos los judíos
tendría desastrosas consecuencias en la
economía del país. Viendo que no podría
permitir la permanencia de los judíos, como
tampoco dejarlos ir, Manuel decidió tratar de
retenerlos como cristianos.
Después que pedidos, demandas, amenazas
y torturas no surtieron efecto, el rey recurrió a
una extrema medida para quebrar la
resistencia judía: todos los niños judíos fueron
bautizados a la fuerza. Cuando esto tampoco Fuente: Exilio 1492. Unidad 1.
produjo los resultados esperados, fueron Pág. 105. Instituto Ben Tzvi
tomadas medidas similares contra los adultos.
Todo tipo de medios fueron empleados, pero el resultado final estaba claro.
Para comienzos del nuevo siglo no habían quedado judíos en Portugal. En
cambio, había varias decenas de miles de conversos imposibilitados de partir.
Para los que querían aferrarse a algo judío la única alternativa era partir.
Doña Gracia Mendes, hija de conversos, fue la que ayudó a muchos judíos a
concretar la huída de Portugal.
Esta no fue la única actividad solidaria que realizó en su vida.
Doña Gracia nació en Portugal a principios del siglo XVI y fue bautizada
por sus padres conversos Beatriz de Luna.
Su hermano era el médico real. Ella se casó con Francisco Mendes,
comerciante y banquero internacional. Cuando su marido murió
repentinamente a los pocos años de casada, Doña Gracia quedó a cargo de una
inmensa fortuna y socia de un negocio internacional que desde Amberes era
dirigido por su cuñado.
La casa Mendes realizaba operaciones con Italia, Francia, Alemania e
Inglaterra donde tenían agentes comerciales.
Cuando, en el año 1536, se instauró en Portugal la Inquisición, Doña
Gracia con su hermana y sobrinos partieron hacia Amberes. Allí asumió la
dirección de sus empresas después de la muerte de su cuñado que hasta ese
momento se había dedicado a ello. Invirtió muchas de sus ganancias para
facilitar la huída de otros judíos sefaradím, que como ella, debieron buscar su
salvación en algún lugar más seguro.

Un testimonio de la época nos relata que:


“Es Doña Gracia quien, al principio de su camino ayuda
enormemente a vuestros hijos necesitados, que por su pobreza
son impedidos de salvarse de los fuegos de la Inquisición y tomando
este camino tan largo, son fortalecidos por su fe.

219
En cuanto a los que ya se han marchado y llegaron a los Países
Bajos y a otras partes en la mayor pobreza, o en cuanto a quienes
agotados por el mar están en peligro de no ser capaces de continuar
adelante, ella brinda ayuda con su muy generosa mano, con dinero
y otros beneficios y consuelos.”
Exilio 1492. Instituto ben Tzvi. Unidad I.

Doña Gracia se quedó en Amberes por sólo dos años, para radicarse por
un tiempo en Venecia. Allí fue denunciada a las autoridades como judía secreta
lo que la obligó a escapar a la ciudad norteña de Ferrara, al oeste de Venecia,
donde se declaró públicamente judía con el nombre de Doña Gracia Nasí.
También allí continuó invirtiendo parte de sus ganancias para ayudar a
judíos y conversos a huir de la temida Inquisición.
En 1553 Doña Gracia y su hija Reina abandonaron la Europa cristiana
y se trasladaron a Estambul donde se reunieron con un pariente que había
retornado al judaismo adoptando el nombre de Iosef Nasí. También desde su
nueva residencia mantuvo una enorme actividad a favor de su pueblo.

EL IMPERIO OTOMANO: TIERRA DE PROMISION

Consigna de trabajo

A partir del texto sintetiza los siguientes items. (En el caso de no encontrar
la información sobre determinado item consígnalo)

ITEMS PAIS

Imperio Otomano

Vínculo con el poder

Impacto del contexto


en la vida judía

Situación económica
Organización comunitaria
Desarrollo cultural

Desarrollo religioso
Personalidades
Aportes trascendentes

En los años posteriores a la expulsión, decenas de miles de judíos españoles


llegaron a las tierras del Imperio Otomano.

220
El camino desde la Península Ibérica hasta los Balcanes y Asia Menor era
largo, difícil y peligroso. Los expulsados establecían a menudo estaciones de
tránsito, entre otros, los puertos y las ciudades de Italia. El malestar físico y el
súbito empobrecimiento fueron parte de la rutina diaria de los refugiados. Uno
de ellos escribía que:

“ya se les había agotado todo el dinero en sus andanzas... entre


gente que no entendía su idioma.”
“... los hombres llegaban sin esposa y las mujeres sin marido”.
Ben Sassón. Ibídem.

El imperio otomano en el cenit de su expansión (1683).


Fuente: Exilio 1492. Unidad II: La Diáspora sefaradí. Pág. 17.
Instituto Ben Zvi. 1991.

¿Qué impulsaba a los expulsados españoles a emprender la travesía


hacia el Imperio Otomano? Los dichos del sultán Bayazid II (1481-1512) y los
testimonios judíos que llegaron hasta nosotros nos lo explican:

Cuando el sultán se enteró de la expulsión dijo a sus dignatarios:

“Ustedes están equivocados si creen que este rey [el de España] es


inteligente; únicamente está arruinando su propio país para
enriquecer el nuestro.”
Dubnow, S. Historia universal del pueblo judío.
Tomo VI.

En otro testimonio de la época leemos que:

221
“el sultán envió mensajeros a dar la voz en todo el reino, también
por escrito, de que ninguno de los funcionarios de las ciudades
debía atreverse
a hacer salir a los judíos, o expulsarlos; todos ellos debían recibirles
cordialmente.”
Ben Sassón. Ibídem.

El historiador y poeta turco Samuel Usque, que vivió en aquellos tiempos, escribió:

“El gran imperio turco, sin límites como los mares que lo circundan,
se abrió ampliamente ante nosotros. Están abiertas ante tí, hijo de
mi pueblo, las puertas de la libertad; sin temor puedes profesar tu
fe, puedes comenzar una nueva vida, sacudir el yugo de las falsas
enseñanzas y costumbres a que te obligaron los pueblos-cristianos-
y volver a las viejas verdades de tus antepasados.”
Dubnow, S. Ibídem.

Los antiguos residentes judíos en el Imperio Otomano apoyaron a sus


hermanos perseguidos y desde el comienzo de los problemas en España y
Portugal se organizaron “trabajando activamente... dando dinero como
piedras para rescatar a los cautivos... en esos días el noble Moshé
Capsali hizo mucho en Constantinopla... recorriendo las comunidades
y obligando a todos los hombres a dar la cantidad que
correspondiera.”
Ben Sassón. Ibídem

Los que llegaron a Turquía lograron adaptarse con éxito a las condiciones
del país.
Un viajero francés Nicolay que, en el año 1551, acompañó al embajador de
Francia a Estambul contaba:

“En especial llama la atención la inmensa cantidad de judíos que


habitan en Turquía y Grecia y, sobre todo, en Constantinopla. Pero su
número continúa aumentando por la razón de que ellos comercian
casi en todas partes del imperio con mercaderías y dinero, pues las
más diversas clases de artículos se transportan a este país por tierra
y por mar desde todas las direcciones del mundo. Se puede decir con
seguridad que el comercio y el tráfico monetario de todo el Levante
se encuentran hoy en su mayor parte en manos de judíos.
Son ellos quienes poseen en Constantinopla las factorías más
grandes, como también almacenes llenos de las más variadas
mercaderías.
También son frecuentes entre ellos hábiles artesanos y capataces
de manufacturas, especialmente entre los marranos hace poco
emigrados de España y Portugal. Con gran perjuicio para la cristiandad,
estas gentes enseñan a los turcos los distintos inventos en materia
de armamentos, como la fabricación de balas de artillería,

222
escopetas, pólvora, municiones, etc. Igualmente son judíos quienes
instalaron aquí las oficinas de imprenta hasta ahora desconocidas
en Turquía, donde imprimen libros en latín, griego, italiano, español
y hebreo. Unicamente no pueden imprimir libros en turco y árabe.
Además, los judíos se distinguen por sus vastos conocimientos de
idiomas, de manera que uno se sirve gustosamente de ellos como
intérpretes.”
Dubnow, S. Ibídem.

Entre los que se adaptaron exitosamente a las condiciones del país se


destacó Iosef Nasí, yerno de Doña Gracia 1. Su posición en la corte del sultán
Selim II le permitió tener un trato fluído con todas los grandes de la época que
se acercaban a tratar con el sultán. En el año 1556 recibió el título de duque de
Naxos.
Los inmigrantes se dispersaron por el imperio. Salónica, Adrianápolis,
Esmirna (Izmir) se convirtieron en los principales centros sefaradím.

MATICES DE LA VIDA JUDIA


En todas partes los exiliados consideraban que ellos debían ejercer los cargos
importantes de la comunidad e incluso trataron de organizar, en algunos
lugares, un sistema de conducción en el que las decisiones de la mayoría fueran
obligatorias para la minoría.
La actitud de superioridad asumida por los sefaradím no sólo se debía a su
exitosa adaptación a las nuevas condiciones de vida sino también era el
resultado del orgullo que sentían por su brillante pasado que querían conservar.

1
Fuente: Exilio 1492. La Diáspora sefaradí. Unidad II. Pág. 15. Instituto Ben Zvi. 1991
Doña Gracia: Encontrarás más información en Portugal.

223
Un rabino del círculo de los expulsados lo expresaba de esta manera:

“Lo esencial de la tefilá es que debe ser dicha en una lengua


hermosa ... las oraciones que los sefaradím rezamos son únicamente
las ordenadas por los sabios. Incluso los piyutim-himnos posteriores
en verso-, que recitamos además de las tefilot, han sido compuestos
por Rabí Iehuda Haleví, de bendita memoria, Rabí Shlomó ibn
Gabirol, de bendita memoria, y Rabí Abraham ibn Ezra, de bendita
memoria, todos en perfecto hebreo que puede ser entendido por todos
... Por eso, como he dicho antes, me parece que el que abandona
otros ritos de oración y adopta el de Sefarad no sólo no debe ser
reprochado, sino que debe ser alabado. Porque podría ser, tal vez,
que si sus ancianos- los de otros ritos- hubieran visto el oracional
sefaradí habrían hecho lo mismo- es decir, aceptarlo- por razón
que expuse.”
Ben Sassón. Ibídem.

El talento de los inmigrantes, su orgullo en su pasado brillante, los impulsó a


insistir en la continuidad de su autonomía e independencia para no perder su
identidad. No sólo conservaron su estilo en las tefilot, continuaron hablando el
ladino y recitando las poesías que sus grandes poetas habían escrito en la
Edad de Oro sefaradí.
El modelo de beit-kneset y centro comunitario posibilitó que tanto los
antiguos residentes como los nuevos pudiesen conservar su idiosincracia, sus
ritos y pautas culturales.

SALONICA UNA CIUDAD JUDIA

Salónica era la perla de la corona turca. Por mucho tiempo hubo una pequeña
comunidad de judíos de habla griega en esta ciudad (ver en el mapa). Un
viajero judío que visitó la ciudad a fines del siglo XII, informó acerca de unos
ochocientos judíos viviendo allí, pero sólo después de la conquista otomana de
la ciudad en 1430, comenzó a desarrollarse.
A fines del siglo XV, la comunidad se tornó independiente, y en forma
simultánea llegaron a ella miles y miles de judíos, principalmente de la
Península Ibérica, lo que rápidamente dió a la ciudad una apariencia muy
judía. Por la información que hay parece que más de la mitad de los habitantes
eran judíos. Fueron construidos centros educativos, escuelas, ieshivot y se
crearon instituciones comunitarias de todo tipo. Líderes rabínicos de gran
renombre se sintieron atraídos por la ciudad, la cual contó muy pronto con un
círculo de famosos dirigentes. Estos, poderosos y seguros de sí mismos,
comenzaron a dirigir otras comunidades judías.
Salónica pasó a ser conocida como la “Ierushalaim de los Balcanes”.
Para mediados del siglo XVI se estima que había en la ciudad unos 20.000
judíos.

224
ERETZ ISRAEL

Consigna de trabajo

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ITEMS PAIS
Eretz Israel

Vínculo con el poder

Impacto del contexto


en la vida judía

Situación económica

Organización comunitaria

Desarrollo cultural

Desarrollo religioso

Personalidades

Aportes trascendentes

Ierushalaim en el siglo XVI.

225
A partir del año 1391 muchos judíos sefaradím habían ido emigrando a Eretz
Israel. En el siglo XVI la comunidad judía creció considerablemente
especialmente después que Israel pasó a formar parte del Imperio Otomano en
el año 1517.

Las kehilot más importantes eran las de Ierushalaim, Tzfat y sus alrededores.
Acerca de Ierushalaim se cuenta que estaba formada por:

“una comunidad de todas las clases en total unas trescientas familias


[había] quinientas viudas que tenían una posición especial.
Hacían...una vida holgada porque no tenían que pagar ningún
impuesto ni carga, y mantienen a la comunidad, porque si mueren sin
dejar herederos la comunidad toma todos sus bienes. Y con esto se
costean todas las necesidades públicas. Hay más de docientas personas
que recibían caridades [...]. Muchas de las limosnas se las mandan de
Egipto, Turquía y otros lugares.”
Ben Sassón. Ibídem.

Uno de los residentes de Ierushalaim, invitaba a los que dudaban si


instalarse en la ciudad o no:

“El que quiera venir que venga; aquí podrán vivir de sus artesanías,
siendo éstas las profesiones más adecuadas: orfebre, platero, sastre,
cortador, carpintero, talabartero, tejedor y herrero, y para comprar
y vender todo aquel a quien Dios favoreció con un poco de dinero. Y
también a decir verdad, todos los que sepan estudiar encontrarán lo
suficiente, porque... yo, que no tengo ningún oficio fuera de mis
estudios obtengo lo que necesito para vivir con el estudio de la Torá.”
Ben Sassón. Ibídem.

La mayoría de los refugiados sefaradím se radicaron en Tzfat. Las razones


del crecimiento acelerado de esta ciudad fueron muy simples:

• era el centro judío más próximo a Damasco y la ruta por la que llegaban
los judíos de otras provincias situadas al noroeste del Imperio Otomano para
dirigirse a Israel
• no era ciudad santa de ninguna otra religión, no era reclamada ni por los
cristianos ni por los musulmanes
• estaba cerca de las tumbas de los tanaítas, poseía el atractivo de la tumba
de Shimón bar Iojay, el supuesto autor del Zohar, en la vecina ciudad de Merón
• su ubicación central y cercana garantizaba posibilidades de trabajo y
oportunidades económicas. El comercio de granos, textiles y mercería entre
Tzfat, Damasco y Beirut era muy fluido lo que favoreció la aparición de
buhoneros y pequeños comerciantes en Tzfat y sus alrededores.

Los numerosos eruditos que se radicaron en Tzfat repartían su tiempo


entre el estudio y sus profesiones que les aseguraban un relativo bienestar
económico. Así, por ejemplo el famoso rabino, Iaacov Berav, era un acaudalado
comerciante en especias cuyas transacciones suponían el cobro de grandes

226
cantidades de dinero y el famosísimo sabio Rabí Itzjak Luria comerciaba con
pimienta y otros artículos.
Un judío italiano que visitó Tzfat en el año 1535 escribió:

“...igual que en Italia, donde se están introduciendo mejoras y


formando nuevas plantaciones y la comunidad crece día a día, lo
mismo se está haciendo en esta ciudad. El que haya visto Tzfat hace
diez años y la vea ahora se quedará maravillado. Están viniendo
muchos judíos continuamente y la industria del vestido aumenta
día a día.”
Ben Sassón. Ibídem.

El rasgo más característico de Tzfat fue su intensa religiosidad. Había


numerosos círculos en la ciudad dedicados a la profundización del Tanaj, el
Talmud y fundamentalmente el Zohar.
El Zohar es una colección de muchos libros que guardan cohesión interna
por la temática que tratan. Esta consiste en la explicación del sentido oculto de
la Torá.
Según el Zohar, escribe Dubnow, la Torá se trasmitió al hombre “en
una envoltura”, de modo que el verdadero objeto del estudio consiste
en descifrar lo envuelto. La Biblia, el Talmud y el Zohar, he aquí los
grados de creciente elevación en el conocimiento religioso que todas
las personas razonables han de ascender, uno tras otro. Las que no
llegan más allá del segundo, están muy lejos todavía de la meta final:
el conocimiento de los últimos secretos de la revelación. Sólo quien
hubiera ascendido hasta el grado más alto de la ciencia oculta, será
capaz de entrar en contacto con lo sobrehumano. Pero para eso se
requiere un estado de ánimo especial...
Dubnow, S. Ibídem.

La Cabalá es el estudio dedicado al descubrimiento del sentido oculto de la


palabra de la Torá. El significado de la palabra es recibir. Los cabalistas
dedicaban su vida a recibir y conservar la tradición tal como era interpretada
por los textos sagrados para el judaismo y el Zohar. Este último es el texto
central de la Cabalá pero no es el único ni el último. Los cabalistas de Tzfat y
los que los siguieron en el resto del mundo judío continuaron el trabajo de los
círculos españoles que la crearon junto a Rabí Moshé de León. La
investigación moderna considera a éste último el autor del Zohar,
contrariamente a lo que pensaron los cabalistas de Tzfat y los judíos del resto
del mundo durante muchos siglos.

LOS CIRCULOS CABALISTICOS

Los cabalistas de Tzfat se dedicaron a la Cabalá con un estado de ánimo muy


especial que llamaba la atención de sus vecinos y de los judíos del resto del
mundo.
Junto con la dedicación al estudio se comprometían a una conducta

227
Página de un manuscrito cabalístico anónimo del siglo XIII,
probablemente de origen español. El árbol de las Sefirot.

La unidad de Dios: las diez Sefirot forman la letra alef: Uno

228
irreprochable siguiendo las pautas de la Halajá. Hablaban entre ellos sólo
hebreo, introdujeron la costumbre de dedicar toda la noche de Shavuot al
estudio, llegaban al extremo de elegir a algún otro miembro del grupo para
contarle todos los erev shabat todo lo que habían hecho en la semana, bueno o
malo.
Entre los círculos de Tzfat se destacó el que se formó alrededor de Iosef
Caro.

IOSEF CARO
Nació en España en el año 1488. Su familia siguió el camino de muchos
emigrados recorriendo varios países hasta que lograron establecerse en
Turquía. Atraído, como muchos otros, por las noticias sobre la concentración de
grandes sabios y una intensa actividad creadora en Tzfat se radicó allí en el
año 1525. Allí, Rabí Iaacov Berav, avalado por eruditos de la ciudad,
restableció la hasmajá (ordenación rabínica) basándose en la autoridad de
Maimónides, quien había sostenido que en ciertas circunstancias era posible
restablecer la institución de la hasmajá si ésta era aprobada por todos los
sabios y eruditos rabínicos. Iosef Caro fue uno de los que la recibió.
Este sabio dedicó gran parte de su vida a preparar una guía práctica de la
Halajá.
Esto se hizo necesario en su tiempo porque después de la crisis sufrida por
las kehilot durante las persecuciones y expulsiones prevalecía una gran
confusión con respecto a los aspectos prácticos de la Halajá. Según decía Iosef
Caro, la Torá dejó de ser una sola para transformarse en muchas Torot.
Su sistema consistía en decidir acerca del criterio correcto a elegir según la
opinión de la mayoría de los eruditos
cuando los dictámenes de sabios como
Alfasi y Maimónides discrepaban
entre sí. La obra en la que expuso su
síntesis es el SHULJAN ARUJ que es
el manual de la vida práctica judía que
se convirtió en la guía indiscutible de
la Halajá para todo el judaismo hasta
nuestros días.
Como sus interpretaciones
coincidían, generalmente, con Alfasi y
Maimónides en oposición a las ideas de
los ashkenazím, este libro no pudo
servir de guía práctica a los judíos de
Alemania ni a los jasidím de Polonia
de aquellos tiempos, por lo que estos
últimos prepararon su propia síntesis,
que con el correr del tiempo, se
suplantó por el manual de Iosef Caro.
En el círculo de Iosef Caro se
reunieron otros cabalistas tan famosos
como él mismo. Entre los más
renombrados encontramos a Moshé Frente de la sinagoga de Iosef Caro.

229
Cordovero (1522-1570), Shlomó Alcabetz (1505-1584) autor del Lejá dodí,
Jaim Vital (1543-1629) y el más conocido de todos ellos el Arí Hakadosh cuyo
verdadero nombre fue Rabí Itzjak Luria Ashkenazí.
El Arí se unió al grupo en el año 1570. Fue el que dio forma a las
desordenadas especulaciones de sus contemporáneos. Había nacido en
Ierushalaim en el año 1535 en el seno de una familia de emigrados alemanes.
Al perder a su padre fue trasladado a Egipto, donde recibió su educación en la
casa de un tío. Desde muy temprano, comenzó a vivir una vida solitaria
completamente dedicada a la comprensión y profundización del Talmud y del
Zohar. En el año 1569 volvió a Israel viviendo por un tiempo en Ierushalaim
trasladándose luego a Tzfat donde se puso en contacto con los círculos
cabalísticos. Murió a los 38 años de edad en el año 1572. Acerca de su vida y su
muerte se tejieron infinidades de relatos.

TVERIA: UN PROYECTO MESIANICO

Un tercer centro de Eretz Israel que atraería a los emigrados fue Tveria.
Recordemos que éste había sido el último centro en el Galil por lo que la
tradición judía enseñaba que los tiempos mesiánicos comenzarían con la
reconstrucción de esta ciudad. Las condiciones de Tveria en el siglo XVI no
permitían ilusionarse al respecto. Sin embargo, Doña Gracia Mendes 1 y su
yerno Iosef Nasí se embarcaron en el proyecto de reconstruirla.

En documentos turcos de la época se lee que:

“ Una judía llamada Gracia se comprometió [a pagar] una cuota de


mil piezas de oro [por el arriendo de Tveria], juntamente con varias
aldeas que la rodean.”

... “en una región conocida con el nombre de Tveria... hay unas
construcciones subterráneas de los infieles- aparentemente los
cruzados- y casas dentro de la fortaleza... Junto a las casas hay un
gran lago y más allá varias fuentes de agua caliente; brota agua de
gran calidad especial, y hay una casa de baños abandonada.
También existen innumerables palmeras, y lugares apropiados para
la manufactura de seda y el cultivo de la caña de azúcar. Todos los
años vienen a bañarse mil, dos mil, tres mil musulmanes, judíos y
cristianos... Si esa cantidad de gente se reúne estando [la casa de
baños] en ruinas, ¿cuánto dinero podría producir si estuviera
restaurada? Los que han presentado la solicitud han declarado:
“Nos comprometemos a pagar una suma.”
Ben Sassón. Ibídem.

En el proyecto también se consideraba la construcción de un muro y


asegurar la provisión de agua para la ciudad.
Iosef Nasí que ya entonces tenía un alto cargo en el Imperio Otomano, se
1 Doña Gracia: encontrarás más información en Portugal.

230
ocupó de los aspectos prácticos del plan. Se dirigió a las comunidades judías
italianas para comunicarles que:

“había contratado barcos y alimentos en diversos lugares, como


Venecia y Ancona” para trasladar a los judíos a Tiberíades.
Comprendieron que había elegido de forma expresa Tiberíades “por
haberlo dispuesto el Señor, ya que la región de Tiberíades , que le
fue otorgada, nuestro bendito Dios la eligió para señal y milagro de
nuestra redención y la liberación de nuestras almas, como dice
Maimónides.” (Ver módulo Galil)
Ben Sassón. Ibídem.

La empresa de Doña Gracia y Iosef Nasí reunía funciones de asentamiento


y anhelos mesiánicos. Participaron de la misma artesanos judíos, se
establecieron plantaciones para la cría de gusanos de seda y lana de tipo
merino, originaria de España.
Hubo un período de crisis económica en Tveria. Pero la mayor parte del
siglo XVI, los centros de Eretz Israel estaban inmersos en fructíferos proyectos
económicos y creativos. Las actividades que se emprendieron en todos ellos
fueron los fundamentos económicos de una gran actividad social y espiritual
que se desarrollaría en los siglos venideros.

ITALIA, CUNA DEL RENACIMIENTO

Italia en el siglo XVI. Fuente: Exilio 1492. Unidad II. La Diáspora sefaradí. Pág. 39. Instituto Ben Zvi.

231
Consigna de trabajo

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ITEMS PAIS

Italia

Vínculo con el poder

Impacto del contexto


en la vida judía

Situación económica

Organización comunitaria

Desarrollo cultural

Desarrollo religioso

Personalidades

Aportes trascendentes

La comunidad judía había encontrado en Italia condiciones favorables para


su desarrollo.
En los estados del norte, los inmigrantes judíos de Alemania y Francia
pudieron incorporarse a las comunidades establecidas. Los gobernantes
concedieron a los judíos autorizaciones para abrir bancos que eran regulados
por las autoridades de las ciudades. Se llamó condotta (conducta), a las
reglas que fijaban el accionar de los bancos que tanto el prestamista judío como
el prestatario gentil debían aceptar. Por el privilegio de ser prestamista
municipal el judío podía pagar una suma importante una vez o se comprometía
a abonar un fuerte impuesto anual imponiéndosele la obligación de invertir
cierta cantidad de dinero en el banco. La condotta también regulaba la
aceptación de empeños y la tasa de interés que en general oscilaba entre el 15
y el 25 por 100, muy inferior a la percibida por los prestamistas cristianos.
Otras actividades comunes eran el comercio, la orfebrería, la platería, la
sastrería.
Había judíos impresores, vendedores de libros, músicos, maestros de baile
y un gran número de médicos judíos .
Con respecto a las condiciones de vida en el sur de Italia nos cuenta Rabí
Obadyá de Bertinoro, comentarista de la Mishná:

232
“Palermo- en Sicilia-... tiene unas ochocientas cincuenta familias
judías , reunidas todas ellas en una misma calle, muy bien situada.
Son... artesanos pobres de diferentes especialidades, caldereros,
herreros, cargadores y peones para toda clase de trabajos pesados.
Son despreciados por los gentiles, y andan andrajosos y sucios. Y
tienen que llevar sobre el pecho, como señal distintiva, un trozo de
paño rojo del tamaño de una moneda de oro. Las obligaciones reales
de trabajo son muy duras para ellos, porque los llaman a trabajar
para el rey cada vez que los necesitan, por ejemplo, para arrastrar
hasta la costa las barcas de pesca, construir terraplenes y otras
faenas de esa clase.”
Ben Sassón. Ibídem.

Imprenta a fines del siglo XVII

En el siglo XVI las comunidades judías crecieron considerablemente con la


llegada de los expulsados españoles. Venecia, Génova y Nápoles fueron los
centros privilegiados por los que decidían quedarse en Italia. Muchos se
radicaron en ciudades del interior y otros continuaron su viaje hasta Turquía.
El incremento de la población judía se produjo en medio de una complicada
situación política. A las guerras internas entre los estados, se agregaron los
ataques de las grandes potencias Francia y España, complicándose más aún la
situación con la aparición del enemigo turco que ya se había apoderado de una
parte de Hungría y amenazaba a toda Europa.
Los judíos eran necesarios por sus aportes económicos, pero su número
creciente, llevó a distintos estados a definir una nueva política en su contra.
En Venecia, por ejemplo, en el año 1516, los judíos fueron obligados a vivir
en una zona cerrada denominada ghetto.
El ghetto era un distrito aislado del resto de la ciudad por murallas que
contaban con una o más puertas. Estas se cerraban a la noche por lo que los
judíos que trabajaban fuera de los muros del ghetto debían asegurarse la
vuelta al mismo antes del anochecer. Dentro del ghetto, por ejemplo en el de
Venecia, había muchos negocios que vendían mucho más barato que los
negocios gentiles fuera del ghetto por lo que eran visitados asiduamente por la
población gentil. Las casas del ghetto eran generalmente similares a las de los
gentiles y sus comodidades y aspecto dependían del nivel económico de sus
habitantes. A diferencia de lo que sucedía con los barrios gentiles, las casas del
ghetto crecían a lo alto porque las autoridades eran lentas para permitir su

233
ampliación que se hacía muy necesaria con el crecimiento permanente de su
población, especialmente después de alguna persecución o expulsión de alguna
ciudad más o menos cercana.
Los habitantes del ghetto debían usar un sombrero particular de color
amarillo, salvo algunas excepciones, como la del famoso médico Iaacov
Mantin, que atendía a las máximas autoridades de Venecia y algunos ricos
comerciantes.
El origen del término ghetto es muy discutido. Hay muchas teorías al
respecto. Según una de ellas el nombre deriva de la palabra italiana getto o
gheto que significa fundición porque el primer ghetto en Venecia estaba situado
cerca de una de ellas. Según otra teoría la palabra deriva del hebreo guet que
significa divorcio o separación. Según una tercera se supone que la palabra se
deriva del italiano borghetto que significa pequeño sector de la ciudad.
A partir del siglo XVI, ghetto se convirtió en la designación común de los
barrios cerrados en los que los judíos deberían vivir.
En el año 1535 el gobierno veneciano elaboró una constitución para la
comunidad, ordenando la subdivisión de la kehilá en tres partes: la de los judíos
italianos, griegos y turcos por un lado, los judíos ashkenazím la segunda y la
de los sefaradím la tercera, interfiriendo así en la autonomía judía.
Se limitó la competencia del tribunal rabínico exclusivamente a los pleitos
civiles.
En el siglo XVI y a comienzos del siguiente, habrían de producirse
numerosas persecuciones y expulsiones. En el año 1555, el Papa Paulo IV
promulgó una bula que incluía graves disposiciones contra los judíos. Comenzó
a perseguir a los conversos que vivían en Ancona, haciéndolos torturar y
haciendo que muchos de ellos fuesen quemados en la hoguera.

Plano del ghetto de Roma del siglo XVI

Il ghetto di Roma.

234
Fragmento de la fuente en Piazza delle Scóle en el ghetto de Roma.

Una calle del ghetto de Roma.

Este incidente sacudió al mundo judío. El sultán turco, persuadido por


Doña Gracia y don Iosef Nasí que ya vivían en Turquía, intervino en favor de
los conversos, sin obtener resultado alguno. De los procesados, 24 hombres y
una mujer que mantuvieron con firmeza su adhesión al judaismo, fueron con
dignidad a la hoguera. Los 27 que confesaron y se sometieron fueron enviados
a Malta, logrando, sin embargo, escapar en la mitad del recorrido.
El estado papal de Ancona se negó a brindar asilo a los que huyeron
mientras que Pesaro los recibió.
Doña Gracia apoyada por parte de los comerciantes judíos entablaron un
boicot económico contra el estado papal. Las restricciones económicas y los

235
insultos a los judíos eran muy frecuentes en los territorios papales y en otras
ciudades y principados italianos. Sin embargo, no lograron amedrentar la
iniciativa y creatividad de las kehilot italianas en la economía, lo cultural, lo
científico e incluso lo político que estaban igualmente inspiradas e influenciadas
por el Renacimiento italiano, cuyo objetivo fundamental, fue el desarrollo del
potencial humano como fuerza transformadora de la vida.

La medicina

Así como ocurrió en el mundo musulmán, los médicos judíos jugaron un rol
prominente en todos los aspectos de la medicina, incluyendo su enseñanza en
las universidades, su práctica y su discusión en libros eruditos y populares.
La medicina era una de las carreras más seguidas por los estudiantes
judíos.
Entre los años 1517 y 1619 se graduaron no menos de 80 judíos en “filosofía
y medicina”. Casi no existían en Italia un príncipe o un Papa cuyo médico
personal no fuera un judío. Los médicos judíos hacían también de oficiales
médicos en los ejércitos de varios de los estados italianos o funcionaban como
médicos oficiales de la ciudad (por ejemplo, en las ciudades sicilianas). Otros se
especializaron en la odontología. La fama de los médicos judíos trascendió las
fronteras italianas conociéndose casos de médicos invitados a practicar su arte
en Turquía, Inglaterra, Rusia.
Una bula emitida por el Papa Gregorio XIII en el año 1581, prohibía a los
médicos judíos tratar a pacientes cristianos y, a su vez, prohibía a los
cristianos contratar a médicos judíos. Esto puso fin a la era de oro de la
medicina judía en Italia. Sin embargo, la Universidad de Padua siguió siendo
el centro universitario más concurrido por los jóvenes judíos de toda Europa.
Al igual que los gentiles italianos, los judíos de aquella época dedicaron
mucho de su tiempo e imaginación en la búsqueda del elixir de la vida y del
método para convertir metales baratos en oro por medio de la “piedra filosofal”
(piedra fundamental de la que se podía derivar todo lo demás). De esta forma,
la alquimia se transformó en una preocupación para muchos judíos.

Isaac Israelí, uno de los grandes médicos de la Edad Media.


Ilustración del frontispicio de la traducción al latín de sus obras de medicina.

236
El arte y la tecnología

Los grandes maestros del arte italiano renacentista fueron imitados por los
judíos.
Había pintores judíos, grabadores, orfebres (uno al servicio de César
Borgia), metalistas, trabajadores de la mayólica y mercaderes de arte. Un
desarrollo de esta naturaleza no hubiera sido posible si no hubiera habido
judíos ricos, como por ejemplo los banqueros prestamistas, que emularon a la
nobleza italiana y a los príncipes de la Iglesia en sus roles de mecenas del arte.

La composición musical, la danza y el teatro fueron los aspectos a los que


los judíos contribuyeron más. Todos los niños y niñas judíos recibían educación
musical y se les enseñaba danza. Había mujeres nobles italianas que tomaban
clases de danza junto a mujeres judías. Los maestros eran normalmente judíos.
Estaba permitida la danza entre varones y mujeres.
Había muchos compositores judíos; la lista de los ejecutantes judíos era
muy importante habiendo entre ellos violinistas, flautistas y cantantes
femeninos y masculinos. Los más destacados actuaban ante audiencias de
nobles. En Venecia, en los años 1620 y 1630 existió una sociedad musical judía
con la estructura de una “academia” dirigida por León de Módena, famoso
rabino y compositor. La fama de la academia ese extendió por toda Italia. Otro
centro musical famoso era el de Mantua. Este interés tan intenso por la
música condujo a la aparición de una literatura, escrita por autores judíos,
acerca de la música y la danza que incluían estudios sobre la historia de la
música y de los instrumentos musicales.

237
Lecciones de baile en un manuscrito hebreo.
Fuente: Exilio 1492. Unidad II, La Diáspora sefaradí. Pág. 52. Instituto Ben Zvi.

El teatro jugó un rol no menos importante en la vida cotidiana judía. Hasta


existió un empresario teatral que escribió incluso un libro sobre la
administración de un teatro.
Encontramos teatros judíos en Mantua, Venecia y otras ciudades italianas
y actores judíos que representaban en las cortes de Mantua donde el teatro de
la corte contaba sólo con coreógrafos, ingenieros y consejeros técnicos judíos.
La tecnología del Renacimiento cuyo mayor representante fue Leonardo
da Vinci fue de gran interés para los judíos. Participaron en el desarrollo de
las máquinas, construcción de puentes, desviación de los ríos, en el
mejoramiento de la producción de la industria de la seda, entre otras.
Los judíos demostraron tener un gran amor por las ciudades en las que
estaban radicados, lo que los llevó a expresar sus ideas políticas, tal como lo
demuestran algunos escritos que llegaron hasta nuestros días.

El deporte

La atmósfera que imperaba en Italia alentaba al coraje y a tratar de lograr


a toda costa los objetivos personales.
Fue, por lo tanto, una época de violencia, rivalidades y enfrentamientos
entre familias que duraban décadas.
Los juegos de azar eran la gran diversión de la época. Judíos y no judíos
sentían pasión por estos juegos y terminaban ,en muchos casos, en la miseria.
También la práctica de los deportes y la búsqueda de aventuras amorosas
eran parte de la vida cotidiana.
Entre los deportes al aire libre, se practicaban las caminatas, la
equitación y los juegos de pelota, como por ejemplo el tenis. Este último, se
transformó en una pasión que no se interrumpía ni aún en Shabat. Además de
jugarlo eran comunes las apuestas sobre los jugadores.

238
La posición de las mujeres

La posición de la mujer judía era una réplica exacta de la de su vecina


cristiana.
La mayoría recibía nombres italianos, a diferencia de los varones, que
tenían nombres bíblicos. Recibían educación, participaban de los negocios, de
la vida pública, de la política y de la literatura que escribían en italiano.
Había mujeres judías médicas y expertas en belleza que trabajaban en las
casas de los príncipes aconsejando a sus mujeres, vendiéndoles cremas de
belleza y maquillaje.
Hubo mujeres que estaban autorizadas por el rabinato a oficiar en los
rituales religiosos.
La mujer judía amaba lucir ropas lujosas y provocativas en contra de la
opinión de los rabinos. Tampoco descuidaba la apariencia de las casas que
trataba de arreglar hermosamente.
Las familias se entretenían encontrándose en reuniones en las casas donde
se contaban y leían historias.

La vida social

Las celebraciones religiosas que se efectuaban fuera del beit-kneset


copiaban también el estilo italiano renacentista.
La fiesta de Purím se convirtió, por
imitación del carnaval italiano, en una
fiesta de disfraces completada con la
presentación de obras teatrales.
Los casamientos y los brit-milá
constituían ocasiones para suntuosos
bailes de máscaras; en su camino a ver
a la novia, el novio iba acompañado
por numerosos hombres portando
antorchas; en la fiesta de casamiento
se tiraban flores y dulces.
Las cosas llegaron a tal punto que
las comunidades prohibieron los
excesos fijando un número tope en la
cantidad de invitados para la fiesta, las
cabalgatas, para los caballos ricamente
ataviados, las enormes reuniones que
se efectuaban en las calles, para los
vestidos y las joyas que las mujeres
estaban autorizadas a usar, sobre las
sumas que les estaba permitido gastar
en pelucas, manguitos de piel,
abanicos, flores e incluso en la
iluminada ketuvá (contrato
matrimonial). La ostentación mayor
estaba reservada para los funerales. Janukiá del siglo XVII

239
Entre judíos y cristianos

Patai escribe al respecto:

“Los contactos sociales entre los judíos y los gentiles eran intensos a
pesar de la condición de “tolerados” que investía a los primeros y del
“distintivo judío” cuyo uso era obligatorio en toda Italia. Algunos pocos
judíos consiguieron ser eximidos de esta odiosa obligación mientras que
muchos otros, arriesgándose a recibir severos castigos, hacían caso
omiso de la ley, se vestían igual que los cristianos y competían con ellos
en elegancia y placeres. Motivados por un poderoso deseo de convertirse
en parte de la efervescente y rutilante vida renacentista, no
escatimaban esfuerzos no sólo por vestirse como los cristianos, sino
por conducirse igual que ellos, hablar como ellos, y adquirir un bagage
mental que les permitiera estar a la altura del mejor de los cristianos
en la más brillante conversación”...
Patai, Raphael. La mentalidad judía. Acervo Cultural.

La educación

Una pauta del nivel e interés que tenían los judíos italianos en la educación
se hace evidente cuando consideramos la importancia que tenía el libro en la
vida de las comunidades. Un ejemplo de ello es que en la ciudad de Cremona,
la Inquisición destruyó de una sola vez 12.000 libros que pertenecían a las
ochenta familias judías que vivían en la ciudad.
La cantidad de libros estaba íntimamente ligada a la imprenta judía que
era uno de los negocios judíos importantes. La variedad de las publicaciones
muestra el alto nivel educativo de las masas judías.
Los libros trataban temas tradicionales judíos, filosofía, astronomía,
geografía, historia y literatura universal e italiana siendo los idiomas más
comunes además del hebreo, el italiano o el yidish.
Había colegios judíos para niños y niñas en los cuales recibían educación
judía y el programa secular era idéntico al que recibía la clase alta italiana.
Incluía también esgrima, música y danza.
Muchos estudiantes judíos se graduaban en las universidades italianas.
Para los que querían, al mismo tiempo, profundizar en sus conocimientos
judaicos se elaboraron planes para organizar academias o universidades en
donde se enseñaría Torá y filosofía.
El intento exitoso se concretó en Mantua en el año 1564 y funcionó durante
diez años con un plan de estudios que incluía, además de las materias judías,
composición latina e italiana, lógica, matemática, oratoria, astronomía y
medicina.
En los años 1558 y 1559 aparecieron las primeras ediciones del Zohar 1 en
Italia.
La difusión del Zohar en Italia contribuyó a un gran acercamiento entre los
cabalistas2 de Tzfat y los judíos italianos. Se produjo un intercambio muy fluido
entre ambos centros. En Tzfat se producían las obras de Moshé Cordovero y del
Arí y en Italia se imprimían y difundían.
1 y 2 ver más información en Eretz Israel.

240
HOLANDA

Consigna de trabajo

A partir del texto sintetiza los siguientes items. (En el caso de no encontrar
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ITEMS PAIS

Holanda

Vínculo con el poder

Impacto del contexto


en la vida judía

Situación económica

Organización comunitaria

Desarrollo cultural

Desarrollo religioso

Personalidades

Aportes trascendentes

Bélgica y Holanda seguían siendo gobernados en el siglo XVI por España.


A partir de mediados del siglo XVI fue creciendo el número de calvinistas 1
hasta que llegaron a formar la mayoría, al menos en las ciudades de las
provincias holandesas del norte.
Las medidas del gobierno español contra la libertad religiosa encendieron
una revuelta en el año 1565, cuyas causas no fueron sólo religiosas. Una de
ellas era el sentimiento nacionalista, ya que el rey de España, trataba a estos
países como provincias españolas. Las cosas empeoraron cuando el rey envió al
duque de Alba para sofocar la rebelión. La violenta lucha entre protestantes 2 y
seguidores españoles terminó en el año 1609 con la victoria protestante en lo
que es la actual Holanda.
Con el triunfo de la Reforma, los judíos conversos y refugiados sefaradím,
comenzaron a gozar de mayor libertad para vivir según su religión en
Amsterdam, Rotterdam y en otras ciudades más chicas. A partir del año 1608,
la comunidad contó con un rabino y consiguió que el gobierno holandés se

1 Calvinistas: pertenecientes a la secta de Calvino que se inspiró en las doctrinas protestantes de


Lutero apártandose de las mismas en las tesis sobre la predestinación del hombre, según la cual el
hombre no es libre, debido a su naturaleza corrompida y no puede hacer nada para cambiar su
destino y también se diferenció de Lutero en cuestiones referentes a los sacramentos.
2 Protestantes: encontrarás más información en Alemania.

241
242
pronunciase a favor de la tolerancia religiosa con respecto a los judíos, en tanto
estos, se comprometiesen a no hacer ningún tipo de propaganda religiosa.
Los derechos civiles de los judíos estaban restringidos en mayor o menor
grado, según el lugar en que residían. Carecían, por ejemplo, de acceso a los
gremios de los comerciantes, con la única excepción del gremio de los corredores
de bolsa a causa de la influencia de los capitalistas judíos en la bolsa de
Amsterdam. No se permitía la asistencia de los niños judíos en las escuelas ele-
mentales. Hubo estudiantes judíos sólo en las universidades y en la carrera de
Medicina. Ello se debía a que los médicos, al contrario de los abogados, jueces
y catedráticos podían ejercer su profesión sin prestar juramento según la fór-
mula cristiana.
Todas estas restricciones dieron por resultado una separación de la
comunidad del resto de la población e incluso de la pequeña comunidad
ashkenazí que se había formado a consecuencia de las persecuciones sufridas
por los judíos alemanes durante la guerra de los treinta años (1618-1648).
Los sefaradím aprendieron rápidamente el holandés y a despecho de las
restricciones desarrollaron una amplia actividad económica, contribuyendo así
en gran medida, al rápido progreso del comercio y de la industria que aseguró
a Holanda una hegemonía en el comercio mundial.
Los judíos conversos que habían establecido enlaces con Portugal y los
monarcas de los países de los que habían sido expulsados, aprovecharon las
condiciones que ofrecía su nuevo centro, continuando su comercio de diamantes
que estaba basado en las adquisiciones de piedras en bruto hechas a los
marineros portugueses que regresaban de los territorios productores de las
mismas.
Entre los judíos más acaudalados había accionistas de la Compañía
Holandesa de las Indias Orientales. En 1688 un comerciante judío le prestó al
príncipe Guillermo de Orange dos millones de piezas holandesas de oro sin
interés que facilitaron el triunfo de la rebelión que se había provocado en
Inglaterra a su favor. El príncipe y su esposa se convirtieron entonces en los
reyes gobernantes de Inglaterra aceptando un régimen constitucional.
Las imprentas judías de Amsterdam aprovisionaban de libros a todos los
intelectuales de Europa, entre ellas había varias que se dedicaban
exclusivamente a la impresión de libros hebreos.

La Bolsa de Antwerp.
Construída en el siglo XVI,
fue lugar de intercambio
para las mercaderías
provenientes de todas
las regiones.

243
A medida que la comunidad de los sefaradím se afianzaba en Amsterdam,
se consolidó su organización.

Luces y sombra de la vida comunitaria

En el año 1639 los tres batei-kneset de Amsterdam se unificaron en uno


solo. Confeccionaron un detallado estatuto para la administración autónoma
(“askamot”) que fue sancionado por el consejo municipal de Amsterdam.
La organización de la kehilá seguía los lineamientos generales de las
comunidades, tal como ya lo has estudiado. Había jajamím, parnasím y un
consejo que llamaron maamad que tenía la autoridad para dirigir y juzgar,
según sus criterios, a todos los miembros de la comunidad. Los rabinos se
mostraron particularmente cuidadosos de que ninguno de los miembros de la
kehilá se alejara en lo más mínimo del cumplimiento de la Ley Judía. Sus
decisiones eran ley para toda la comunidad. El que no lo entendía de esa
manera, corría el riesgo de ser considerado hereje y se arriesgaba a que se le
aplique el jerem.
Esta actitud rigurosa de la dirección comunitaria sefaradí se hace más
comprensible, cuando nos detenemos a pensar en la historia y composición de
la kehilá. La mayoría de sus miembros, eran segunda y tercera generación de
judíos conversos que habían mantenido su judaismo en secreto durante por lo
menos un siglo. Recién en el tiempo que estamos analizando, pudieron volver a
vivir públicamente según sus creencias y principios. Al temor de transgredir la
ley judía por las influencias indudables que sufrieron durante su larga
conversión, se agregaba el de pensar que las autoridades gentiles podían
arrepentirse, y revertir la tolerancia religiosa otorgada, si descubrían en el seno
de la Kehilá, alguna actitud contraria a sus intereses. La vida y obra de uno de
los rabinos más conocidos de aquellos tiempos: el escritor y político Menashé
ben Israel (1604-1657) fueron un fiel reflejo de la mentalidad que compartían
muchos sefaradím de la Kehilá holandesa.
Los padres de Rabí Menashé eran anusím que lograron escapar de la
inquisición portuguesa. En Amsterdam creció y recibió una educación judaica y
mundana. Aprendió el latín y los idiomas europeos modernos para poder
estudiar la filosofía, la literatura y la ciencia de su tiempo.
En el año 1627 abrió su propia imprenta dedicándose a publicar obras
judaicas y más adelante se convirtió en el director de la escuela talmúdica.
Sus conocimientos le permitieron establecer relaciones con célebres sabios
y artistas cristianos; la más llamativa de estas amistades es la que mantuvo
con el pintor Rembrandt a quien sirvió de modelo para la pintura “el rabí de
Amsterdam”. Se carteaba con la reina Cristina de Suecia que era una
comentadora de las ciencias.
Rabí Menashé redactó su obra en español y en latín para que fuese
accesible a los no judíos. La apertura que mostró hacia las ciencias y el mundo
circundante, no le impidieron mantener la creencia en la necesidad de una
kehilá sumamente estricta con sus miembros, como la mejor forma de asegurar
la continuidad judía. Esta opinión era compartida por el resto de la dirección
comunitaria. Su expresión más conocida fue la aplicación del jerem a Baruj
Spinoza (1632-1677).

244
Spinoza fue uno de los alumnos más brillantes de Rabí Menashé. Su
maestro y la comunidad lo consideraban el próximo Rav de la Kehilá por sus
conocimientos judaicos y su cultura universal. Fue justamente la comprensión
que Spinoza tenía de las ciencias y la filosofía de su época, que lo enfrentaron
con las exigencias de la comunidad que imponía a sus miembros adhesión
absoluta a sus resoluciones.
Spinoza se anticipó por sus ideas a su época. Conocía profundamente el
pensamiento de Descartes (1596-1650) que fue uno de los pilares del
pensamiento moderno. Como Descartes, tenía plena confianza en la razón y en
sus posibilidades para conocer el orden físico-matemático del universo. Prueba
de ello, es que en su libro Etica demostrada según el orden geométrico,
utiliza definiciones, axiomas y teoremas para demostrar sus teorías.
Spinoza fue muy criticado por su concepción de Dios. Esta se denomina
panteismo y significa que la totalidad del universo es Dios. No existe un
Dios creador fuera de esta totalidad porque Dios es todo. Una forma más
sencilla de decirlo es que cada uno de nosotros, como toda la naturaleza, es
Dios. Muchos religiosos desconfiaron de esta postura porque, según ellos, de
ella se infiere fácilmente la conclusión de que no existe Dios.
Spinoza fue el primero en tener una visión crítico-histórica del Tanaj.
Consideraba que la Torá no era la palabra revelada de Dios, sino la obra
inspirada de hombres religiosos. La lógica consecuencia de esta forma de
pensar, era que el Tanaj y la Torá en particular, reflejan una concepción de vida
de tiempos pasados de gran valor filosófico, cuya expresión práctica es la Ley
Judía. Según Spinoza, como obra que pertenece a un tiempo histórico pasado,
no tiene por qué aceptarse ni seguirse al pie de la letra.
Spinoza explica la aparición del cristianismo como una rebelión contra un
judaismo rígido y anticuado. A su criterio, el cristianismo, a su vez, se convirtió
en una religión dogmática que se preocupaba más que nada por los ritos
externos.
Spinoza no hablaba de eliminar las religiones ni de perseguirlas, aún
considerándolas equivocadas. Todo lo contrario. Consideraba que el estado
debía dedicarse a gobernar, asegurándole a todos los hombres, la libertad para
vivir según sus creencias y deseos.
Estas ideas de Spinoza hicieron su vínculo con la Kehilá de Amsterdam
imposible y tampoco despertaron la simpatía de los círculos cristianos. Después
de que se le aplicara el jerem, fue un pensador solitario reconocido sólo en los
círculos muy modernos de su tiempo, que se ganaba el sustento diario como
óptico y pulidor de lentes. En la actualidad, el judaismo y todo el mundo
reconoce su aporte al pensamiento universal.

El empeño que mostraron Rabí Menashé y los demás líderes comunitarios


para proteger a su comunidad de influencias ajenas a la tradición, lo mostraron
de una forma mucho más positiva, cuando se trató de lograr la readmisión de
los judíos a Inglaterra.
En ese tiempo comenzaban a imponerse el mercantilismo. Según éste, el
estado debía intervenir para promover la prosperidad de un país y acrecentar
su poderío. Esto se podía lograr aumentando el volumen de la producción
industrial y comercial, con lo que se podía proporcionar más dinero al tesoro de
los reyes, para que estos pudieran construir flotas y armar ejércitos poderosos

245
con los que aspiraban a ganar más poder para ellos y los estados que
gobernaban. Todos los que podían contribuir a incrementar el tesoro de los países
eran bienvenidos.
Rabí Menashé conocía estas ideas y las tuvo en cuenta cuando se dirigió a
los lectores ingleses. No fue éste el único argumento que utilizó para
convencerlos de la conveniencia de la readmisión de los judíos. Escribió al
respecto:

“Por eso se puede ver que Dios no nos abandonó; si uno nos
persigue, otro nos recibe civilizada y cortésmente, y si este príncipe
nos trata mal, aquél nos trata bien. Si uno nos destierra del país,
otro nos invita con mil privilegios; como lo han hecho varios
príncipes de Italia, el muy eminente rey de Dinamarca y el poderoso
duque de Saboya en Niza. ¿Y no vemos acaso que esas repúblicas
prosperan y desarrollan el comercio cuando admiten a los israelitas?”
Ben Sassón. Ibídem.

Estas razones eran compartidas por los ingleses simpatizantes del


mercantilismo que conocían el efecto que había producido la inserción de los
refugiados judíos en las economías de Dinamarca, Holanda, en algunas
ciudades alemanas como Hamburgo y Altona, en Italia y Turquía. Creían, que
en igual medida, se incrementaría el comercio con el nuevo mundo y el interior
del país, si se permitía su regreso.
A estas consideraciones se sumaba una creciente tendencia a la tolerancia.
En 1644 Roger Williams había publicado un libro denunciando la persecución
religiosa y propiciando la tolerancia de todas las religiones.
Sectas extremistas de la época de Cromwell consideraban que la guerra
civil y la zozobra de Inglaterra, habían sido un castigo divino impuesto a
Inglaterra por la expulsión de los judíos.
En contra de todas las opiniones favorables a la readmisión de los judíos en
Inglaterra hubo manifestaciones populares. Finalmente en el año 1656 se tomó
la decisión de permitir su regreso. La resolución oficial se convirtió en ley, pero
no se promulgó públicamente debido a la resistencia popular. Se les concedía en
la práctica la igualdad económica pero no los derechos políticos que sólo
recibirían a mediados del siglo XIX. El interés que despertaba el Antiguo
Testamento, el hebreo y la actividad de los que volvían favoreció, con el tiempo,
la actitud amistosa del pueblo.

LOS SEFARADIM EN FRANCIA Y ALEMANIA

Consigna de trabajo

Lee los siguientes textos y completa el cuadro que hallarás al final de los
mismos.

246
La mayoría de las kehilot en el imperio alemán eran de ashkenazím, pero
en varias ciudades alemanas, Hamburgo, Altona y otras ciudades vecinas, se
habían radicado judíos conversos que de hecho vivían como judíos. Mantenían
estrechas relaciones comerciales con agentes conversos de Portugal que eran
dirigentes de las comunidades judías secretas y con los sefaradím de Holanda.
En Francia, en las zonas de Avignón y Burdeos, también se establecieron
comunidades de “cristianos nuevos” provenientes de Italia, Turquía y de los
pueblos vecinos de Provenza.
En Avignón, la presión de los
cristianos sobre las autoridades, determinó
la implantación de un estatuto restrictorio
de los derechos judíos para negociar con
cereales, aceite o vino. Tampoco se les
permitía prestar dinero contra la garantía
de inmuebles, ni forzar a sus deudores a
pagar sus deudas por medio de la
privación de la libertad, ni dedicarse a
“ninguna clase de usura”.
Cuando la comunidad se comprometió
a pagar al tesoro apostólico, además de los
impuestos acostumbrados, una
contribución extraordinaria consistente en
la vigésima parte de su fortuna total se les
acordó una licencia para vivir libremente
sin medidas represivas de carácter
religioso, tal como regían antes. Los judíos
Aarón encendiendo el candelabro.
podían trabajar durante los domingos y
(Manuscrito francés de 1278) otras festividades cristianas con la única
condición de hacerlo a puertas cerradas en
sus casas. Se los liberaba de la obligación de asistir a las prédicas en la iglesia.
Podían reconstruir sus barrios y sinagogas. Pero no se los eximió de la
obligación de usar el distintivo judío. La única mejora que consiguieron fue que
el Papa les permitiera usar un círculo amarillo sobre la ropa en lugar del
sombrero que se había impuesto anteriormente.
Si bien hubo intentos de restablecer la legislación represiva anterior, los
judíos pudieron, en esta zona de Francia, vivir con relativa calma entre los años
1535-1570.
La organización interna de estas kehilot fue notable.
En la comunidad de Avignón la Kehilá funcionaba como una república con
su parlamento, su justicia, administración, jurisdicción y hacienda propias.
La constitución de la Kehilá distinguía tres clases de miembros: los ricos,
cuya fortuna no era inferior a docientas libras; la clase media, con más de cien
libras y el resto eran los pobres.
Al frente de la Kehilá se hallaba un consejo de 15 miembros, seis de los
cuales actuaban como jefes (bayllon), seis como consejeros y tres como
tesoreros.
Los miembros del consejo se turnaban, de modo que los que un año eran
jefes, pasaban a ser al año siguiente consejeros y así sucesivamente. El consejo
de la Kehilá estaba conformado por igual número de miembros de cada una de

247
las tres clases. La duración de los cargos era de doce años, al final de los cuales,
podían proponer otros nombres para ejercerlos con la condición de que no
fuesen sus parientes.
Los jueces estaban encargados solamente de los asuntos civiles. Las formas
de castigo eran las multas y el jerem.
La educación era obligatoria y los maestros recibían su sueldo de la caja de
la comunidad que cobraba comisiones especiales para este propósito. Entre los
impuestos, había uno destinado a proporcionar dotes a novios necesitados.

La comunidad de Burdeos era rica porque allí se concentraron muchos


cristianos nuevos que al principio no delataron sus orígenes judíos. Eran
comerciantes, médicos, abogados y funcionarios. Concurrían a misa y cumplían
con las costumbres cristianas. Sus vínculos con la alta sociedad francesa les
permitió obtener sus documentos de naturalización.
En 1550 enviaron una delegación a París. El rey les otorgó la “carta de
patente” en la que se decía:

“Por intermedio de sus representantes que llegaron a nosotros,


los comerciantes y demás inmigrantes de Portugal, conocidos como
nuevos cristianos, nos presentaron la declaración de que las experiencias
que hicieron al dedicarse al comercio en nuestro país les habían
demostrado con cuánta justicia y benevolencia eran tratados aquí los
buenos y obedientes súbditos, qué amplia era la libertad concedida
al comercio, y con qué buena voluntad los reyes presentaban su
protección a los comerciantes... Animados por el irresistible deseo de
radicarse en nuestro reino y de traer familias como también de traer su
fortuna y los demás bienes, los mencionados portugueses, llamados
nuevos cristianos, nos rogaron les otorgásemos los documentos de
naturalización y también todos los privilegios que se han dado a los otros
extranjeros en nuestro país. Por lo tanto damos a conocer por la presente
que hemos accedido gustosos al requerimiento de estos
portugueses, convencidos de que su voluntad es buena, y sincera es su
intención de obedecernos, de servirnos concienzudamente y de ser útiles
a nuestro reino. Con tal motivo autorizamos y decretamos, con el
consentimiento de los príncipes de nuestra familia y de otras personas
notables... disfrutar de todos los derechos y privilegios de que gozan los
demás habitantes de las ciudades donde viven los forasteros.”

Ben Sassón. Ibídem.

El rey se reservaba también el derecho de expulsarlos en el momento que


lo considerase conveniente.
Hubo reacciones antisemitas por el temor a la competencia judía, pero las
autoridades y especialmente el rey Enrique III, calificó de personas envidiosas
a los que difamaban a los judíos y siguió protegiéndolos.

248
Consigna de trabajo

A partir del texto sintetiza los siguientes items. (En el caso de no encontrar
la información sobre determinado item consígnalo).

ITEMS PAIS
Sefaradím Ashkenazím
Francia Alemania Alemania
Vínculo con el poder

Impacto del contexto


en la vida judía
Situación económica
Organización comunitaria

Desarrollo cultural
Desarrollo religioso
Personalidades

Aportes trascendentes

LOS ASHKENAZIM
LOS JUDIOS EN EL IMPERIO ALEMAN

Las kehilot ashkenaziot debieron adecuarse a las violentas rebeliones que


ocurrieron en Alemania durante el siglo XVI, que estaban estrechamente
ligadas a la reforma protestante.

La Reforma Protestante

La Reforma fue un movimiento que anhelaba


retornar a un cristianismo más primitivo que el
que prevalecía desde el siglo XIII.
El que inició el movimiento fue Martín Lutero en
Alemania, su país natal. El sólo desencadenó el proceso
que culminaría con la separación de su movimiento: el
protestante, de la Iglesia católica en el año 1517.
Martín Lutero fue el dirigente que logró aglutinar a
los sectores descontentos con el catolicismo, en un Martín Lutero,
nuevo movimiento religioso. por Lucas Cranach
el Viejo, 1520.
Causas de la ruptura
Las causas del descontento no sólo existían en Alemania, ya que Inglaterra
e Italia pasaban la misma situación.

249
Los reyes, nobles empobrecidos y una nueva clase rica de propietarios y
banqueros que aparecieron en Europa, consideraban a la Iglesia como una
competidora desleal en el aspecto económico y una traba importante para su
desarrollo, por su ideología.
La Iglesia sostenía la teoría que el negocio era inmoral y que todo hombre
sólo tenía derecho a un salario.
A la nueva generación de banqueros le disgustaba que se dijera que sus
actividades lucrativas infringían las leyes divinas.
No obstante, la Iglesia era un gran imperio económico: el mayor
terrateniente de la Europa occidental; poseía además una inmensa riqueza en
joyas, metales preciosos, etc. Algunas de estas riquezas habían sido adquiridas
por la Iglesia por medio de concesiones de los reyes y los nobles, pero la mayoría
eran donaciones y legados de ciudadanos piadosos. Los reyes, que deseaban
armar ejércitos y flotas poderosas necesitaban más ingresos pero no podían
gravar las propiedades de la Iglesia.
El papado inspiraba cada vez menos respeto. A principios del siglo XIV, los
soldados franceses detuvieron al Papa Bonifacio VIII a raíz de una disputa que
éste mantuvo con el rey Felipe IV de Francia. Bonifacio falleció poco tiempo
después como consecuencia de la humillación. El nuevo Papa fue elegido por el
Rey y la capital papal fue trasladada de Roma a Aviñón (Francia). Los nuevos
Papas fueron acusados de servir a los intereses franceses. El papado se había
convertido, para muchos cristianos, en un simple instrumento de un gobierno
secular. Un intento para restablecer el papado en su capital, trajo como
consecuencia la elección de dos papas, uno en Aviñón y otro en Roma, cada uno
de los cuales se proclamaba como legítimo.
Otro de los factores que precipitaron la ruptura protestante fue la
influencia de los místicos y primeros reformadores que se oponían al camino de
salvación ritualista patrocinado por la iglesia medieval a través de rituales y
sacramentos 1. Según su doctrina, el individuo podía llegar al cielo mediante la
abolición de sus deseos egoistas y la sumisión absoluta del alma a Dios. Para
los reformadores, la fe y una piedad profunda y sincera, acercan al pecador
a Dios mucho mejor que todas las misas del calendario eclesiástico, por lo
que consideraban innecesarios los sacramentos y los milagros sacerdotales.
Estos reformadores denunciaban la inmoralidad del clero, condenaron las
indulgencias, las apelaciones de los fallos judiciales, el diezmo que cobraba la
Iglesia al que se debía agregar una suma que supliese lo que los obispos y
sacerdotes debían desembolsar como comisiones impuestas a sus ingresos
durante el primer año de su sacerdocio.

Doctrina de Lutero

• Rechazó completamente la jerarquía eclesiástica formada por el Papa, los


arzobispos, los obispos y los sacerdotes como “custodios de las llaves del reino
de los cielos”.
• Insistió en el derecho de los sacerdotes a casarse.
• Suprimió todos los sacramentos menos el bautismo y la Eucaristía y negó que
1
Sacramento: acto religioso que tiene por objeto la santificación de una persona: los sacramentos
de la Iglesia católica son siete: bautismo, confirmación, eucaristía, penitencia, extremaunción, orden y
matrimonio. Pequeño Larousse

250
éstos ejercieran el efecto milagroso de conseguir la gracia divina.
• Afirmó que el camino de la salvación se encuentra en la fe y no en los ayunos,
las peregrinaciones, la adoración de reliquias y la invocación de los santos.
• Dio mayor importancia a la autoridad suprema de las Santas Escrituras.
• Abandonó la idea católica de la preeminencia de la Iglesia sobre el estado.
• Sostuvo que cualquier persona tiene el derecho de seguir los dictados de su
conciencia sin necesitar la mediación de la Iglesia.

Con respecto a los judíos Lutero se mostró en un comienzo comprensivo


y consideró que debía convencérselos por medio de la razón. Cuando los judíos
se mostraron reacios a convertirse a su propuesta, cambió su actitud
dialoguista por la de un agresivo rechazo.
El luteranismo se difundió en Dinamarca, Noruega y Suecia. En otros
países de Europa se impusieron variantes del nuevo modelo religioso, como
puedes observar en el mapa siguiente.

La Reforma Católica (Contrarreforma)

La Iglesia Católica debió contener la ofensiva protestante.


Varios Papas comenzaron una campaña para mejorar la imagen de la
Iglesia, para lo cual reorganizaron su estructura económica, concedieron las
jerarquías eclesiásticas a sacerdotes renombrados por su austeridad y trataron
con severidad a los que continuaban entregándose al ocio y los vicios.
Restablecieron la Inquisición.
El Concilio de Trento (1545-1563) confirmó los elementos esenciales del
sistema católico. Se mantuvo expresamente la autoridad del Papa sobre todos

251
los obispos y sacerdotes y se estableció que la autoridad del Sumo Pontífice era
superior a la de los concilios mismos.
Este mismo concilio prohibió la venta de indulgencias, prohibió que los
obispos y sacerdotes acumulasen beneficios para impedir su enriquecimiento,
dispuso la creación de seminarios teológicos en cada diócesis y decidió
establecer la censura de los libros para impedir que las ideas heréticas
corrompieran las mentes de quienes seguían siendo fieles a la fe católica.
La época de la Reforma coincidió con el gobierno de Carlos V quien había
heredado de sus abuelos, Fernando VII y Maximiliano I, la mitad de la Europa
occidental, es decir, España, los Países Bajos y también el Imperio Alemán.
Al principio, los judíos alemanes temieron que el monarca, educado en
España, aplicara también en esta parte del imperio la política inquisitorial.
Pero los temores resultaron infundados. Carlos V tenía suficientes problemas
con los protestantes, por lo que trató de mantener en Alemania el antiguo
sistema de proteger a los siervos y de hacer pagar la seguridad a los que
querían vivir en el imperio. Durante un siglo, Alemania se vio sacudida por
graves conflictos religiosos y sociales.

La situación de los judíos

Las comunidades judías debieron adaptar sus condiciones de vida a las


permanentes revueltas.
Uno de los shtadlaním más importantes de la época, Iosef de Rosheim,
presentó ante las autoridades imperiales el siguiente documento:

“Yo y mis colegas, los apoderados de los judíos, juramos y nos


comprometemos a observar rigurosamente estas reglas, siempre que
los gobernantes y príncipes, los alcaldes en las ciudades y las
provincias del Santo Imperio Romanogermánico, no omitan nada
para garantizarnos una vida tranquila en todos los lugares donde
vivimos, sin perturbarnos con decretos de expulsión, concediéndonos
libertad de domicilio y de comercio, y no inventando contra nosotros
falsas acusaciones para perseguirnos. Porque también nosotros
somos seres humanos, creados por el Dios Todopoderoso, para vivir
sobre la tierra entre vosotros y junto con vosotros.”
(Dubnow, S. Ibídem. pág. 180)

A pesar de la petición, los problemas se reiteraron y los pedidos de Iosef


de Rosheim que se hacía llamar “comandante y gobernador de los judíos” se
repitieron. La muerte de Carlos V y la de Iosef fueron casi simultáneas.
Empezó entonces una nueva época durante la cual el centro de la vida
judía se desplazó hacia la Bohemia y Austria, que eran católicas.
Los judíos siguieron dedicándose al aprovisionamiento de los ejércitos, al
tráfico de joyería y piedras preciosas, llegando algunos a ser judíos de la
corte. Eran odiados por el pueblo y protegidos por los gobernantes y nobles.
A comienzos del 1600 las corporaciones de artesanos exigieron que se
limitara el número de judíos permitidos en la ciudad Francfort del Meno y que
se rebajasen las tasas de interés vigentes.

252
Se propuso que la admisión de los judíos a la ciudad dependería de
la cantidad de riquezas que poseyesen. Los que tuvieran menos de 15.000
piezas de oro serían expulsados de la ciudad y a los restantes les sería impuesto
un préstamo forzoso. De esta manera se cerraba la entrada de más judíos y los
que se quedaran estaban obligados a escuchar un sermón cristiano todas las
semanas.

La vida interna de las kehilot

La organización de las kehilot seguía las pautas de la Edad Media. En el


siglo XVI, no se consolidó una dirección comunitaria central, exceptuando el
liderazgo del shtadlán Iosef de Rosheim, que actuó como un gestor de todas las
comunidades pertenecientes al imperio utilizando su poderío económico, su
influencia y sus relaciones personales a favor de toda la comunidad.
Recién en el año 1603 se volvió a reunir en Francfort del Meno un Consejo
de delegados y rabinos de casi todas las comunidades alemanas.
Allí declararon que los que se atreviesen a oponerse a sus ordenanzas “se
estarían rebelando contra los delegados de los dispersos de Israel
porque los convocados fueron para reunirse y estudiar lo que es
necesario para el bienestar general..., legislar de acuerdo con los
requerimientos de la época y evitar que el pueblo santo se encuentre
como un rebaño sin pastor.”
Ben Sassón. Ibídem.

La vida cultural

La aparición de la imprenta trajo como consecuencia grandes cambios para


el judaismo alemán.
A partir del siglo XVI apareció el libro popular para las multitudes y para
las mujeres. Estas leían los caracteres hebreos pero sólo entendían el yidish.
Especialmente dedicados al público femenino se tradujeron Meguilat Ruth,
Shir Hashirim, Meguilat Ester y Kohelet. Se agregaron una gran cantidad de
leyendas e interpretaciones didácticas del Talmud, del Midrash y de los
moralistas de la Edad Media que explicaban la Torá. Este texto llamado
“Tzeenna urena” (salid y mirad, hijas de Tzión) se convirtió en el texto de
cabecera de las mujeres judías ashkenaziot.
También, dedicados a ellas, aparecieron antologías de consejos, algunos
libros históricos y novelas.
En el mundo de los eruditos que estudiaban en las ieshivot, se cultivaba con
especial preferencia el pilpul, que era un método de discusión que tenía el
propósito de “aguzar el espíritu del estudiante”. Según el mismo, los
estudiantes aprendían el máximo posible de citas del Talmud que examinaban
tratando de desenredar las complicadas explicaciones de los eruditos. Esta
forma de estudiar se convirtió en un deporte intelectual que se hacía con el
único propósito de mostrar sagacidad y erudición en la inmensa literatura
rabínica.
Los que se oponían al método del pilpul, desarrollaron la hagadá como la
forma más apropiada para que todos, especialmente los niños, pudiesen
entender el Tanaj, la Mishná y el Talmud.

253
Escuela judía de la Edad
Media. De un manuscrito
alemán del Pentateuco
(siglo XIV)

POLONIA - LITUANIA

Consigna de trabajo

A partir del texto sintetiza los siguientes items. (En el caso de no encontrar
la información sobre determinado item consígnalo)

ITEMS PAIS

Polonia-Lituania

Vínculo con el poder

Impacto del contexto


en la vida judía

Situación económica

Organización comunitaria

Desarrollo cultural

Desarrollo religioso

Personalidades

Aportes trascendentes

254
Polonia-Lituania eran países católicos en los que los judíos fueron
aceptados para cubrir las necesidades económicas y sociales de la todopoderosa
nobleza polaca, a diferencia de los católicos de occidente, que los habían
expulsado.
Acerca de las características del vínculo entre el noble y los judíos
aprendemos de esta carta de privilegios, que fue ratificada nuevamente en el
año 1699.

Esteban Potocki, señor de Potock y de Buczacz, protector del


supremo reino, starosta de Trambovla, Kaniov, etc, etc.:
Comunico a todos aquéllos que deben saberlo, que los judíos y su
KEHILA de la ciudad de Buczacz han perdido, a causa de la destrucción
provocada por el enemigo, los estatutos con la descripción de los
derechos que recibieron de los señores de la ciudad que me precedieron,
los cuales ya no están en sus manos debido a la desgracia mencionada.
Por lo tanto, los renuevo y autorizo a los judíos a asentarse y
establecerse en mis mencionadas posesiones; les está permitido residir
en esta ciudad (Buczacz), ocuparse libremente del comercio y de las
artesanías conforme a sus oficios y a la necesidad de su sustento.
Otorgo a dichos judíos, ante todo, las destilerías de hidromiel por un
término de 12 años, estipulando que quedan exentos de toda obligación
para con el castillo; vencido ese término estarán obligados a pagar por
cada casa un tálero y medio tálero por las casas posteriores. Autorizo a
los judíos, conforme al estatuto anterior, a utilizar la calzada situada
entre los muros de la iglesia y la casa del cura y que conduce hasta su
sinagoga, que se encuentra sobre el río Strypa. Ratifico también su
derecho a perpetuidad a esa sinagoga, construida por sus antepasados
de su propio peculio, como también al cementerio situado fuera de la
ciudad, y autorizo asimismo añadir al cementerio, cuando sea
necesario, un terreno de 10 codos, y a erigir un muro allí. También les
está permitido construir en dicho cementerio una vivienda tal como se
estila e instalar allí una persona que quedará exenta de todo tributo y
obligación.
Los judíos están exentos de las leyes de la ciudad y de su
juzgamiento. El juzgamiento de delitos menores y mayores, es de mi
jurisdicción y en mi ausencia actuará el encargado de mi castillo en
Buczacz, siendo su obligación comparecer ante él toda vez que alguien
presente quejas contra ellos, hasta tanto se fijen las leyes y los
privilegios otorgados a las ciudades de su Alteza Real.
Si en mi ausencia alguna disposición de mi encargado les resultase
gravosa, no se les debe impedir apelar ante mí. Tampoco se los ha de
privar de juzgamiento ante un tribunal rabínico, según la necesidad y el
asunto de que se trate.
Fuera de esto, se debe eximir a los judíos de Buczacz de todas las
tareas usualmente cumplidas por los habitantes de la ciudad para el
castillo y su hacienda. Sus matarifes están exentos de faenar cerdos
para las necesidades del castillo. Cada uno de ellos estará obligado a
aportar anualmente un pan de sebo, y a faenar animales conforme a lo
que se requiera.

255
Es obligación suya entregar a mi podstarosta en Buczacz un trozo
de carne de muslo por semana.
La feria semanal no deberá celebrarse el sábado, y los judíos no
están obligados a comparecer el sábado en ningún juicio, ni se los debe
encarcelar, salvo en casos de crímenes o robos.
En la ejecución de resoluciones por parte del ayuntamiento y en la
rendición de cuentas se debe dar participación a un PARNAS judío
electo para ese fin.
El hospicio, la casa del rabino y la casa del JAZAN están exentos de todo
impuesto. A los judíos de Buczacz les está permitido también comprar
casas a los burgueses cristianos, instalar destilerías de cerveza e
hidromiel, destilar cerveza, aguardiente e hidromiel. Conforme a la
práctica antigua, cada cual deberá pagar 6 piezas de oro por cada
barril de hidromiel destilada con capacidad de 10 jarros, y 8 piezas por
cada tambor de cerveza destilada. Estarán exentos de pago por
pastoreo.
Les está permitido adquirir cualquier objeto y ocuparse del comercio
por mayor y por menor, y no han de hacerse dificultades de ninguna
naturaleza en la compra, ni el judío al cristiano, ni el cristiano al judío.
Quienes provoquen dificultades pagarán una multa de 10 grziwni.
Prevengo asimismo a los judíos que no osen adquirir objetos de iglesia.
Todo otro comercio les está permitido.
En caso de ataques enemigos están obligados a participar en la defensa
del castillo.
A fin de dar plena vigencia a los puntos y condiciones antedichos,
rubrico con mi propia mano junto al sello usual.
Dado en Buczacz el día 20 de mayo de 1699.
Esteban Potocki [siguen sus títulos]”
En una era de transición. Unidad 4. Universidad Abierta. Israel.

LA “ARENDA”

En el siglo XVI se implementó el sistema de la arenda. Consistía en la


renta de una propiedad, un grupo de haciendas, un campo o parte de él para
administrarlo y recibir las rentas correspondientes por un período
determinado, generalmente tres años.
En un extracto de contrato de “arenda” leemos que:

“al digno señor Abraham ben Shemuel y su esposa... y sus


descendientes nuestra propiedad, según se detalla más abajo... a
saber, la ciudad... y con ella [campos y aldeas]... y los siguientes
pagos en dinero procedentes de ellos, de sus molinos, alojamientos y
posadas [para la venta de todas las] bebidas y aguamiel; asimismo
los derechos de aduana regulares de la ciudad juntamente con los
boyardos 1 y todas las personas, obligadas a trabajar o no obligadas,

1 Boyardo: señor feudal

256
los que residen en esos pueblos y aldeas, sus campos de arada,
su trabajo y sus carros, el impuesto sobre el grano y sobre las
colmenas... sobre los estanques de peces, molinos y su pago, tanto si
ya existen como si fuesen construidos más tarde, juntamente con los
lagos y cotos para la caza de castores, los campos, las praderas, los
montes, los bosques, las eras.... y en general todas las diversas
fuentes de subsistencia, por cinco años completos y consecutivos...
por la estipulada suma de dinero..., cinco mil sloti polacos-piezas de
oro-, suma que ha sido puesta íntegramente en nuestras manos por
cinco años....queda autorizado para percibir los cobros de cualquier
clase, de dichos bienes, y usarlos; para juzgar y
sentenciar... a todos nuestros súbditos; para castigar con multas
de dinero o sentencias de muerte a los que sean culpables o que
desobedezcan impulsados por sus malas acciones.”
Ben Sassón. Ibídem.

Cuando un judío arrendaba una llave de este género habitualmente


instalaba a otros judíos, miembros más pobres de la familia o conocidos, en las
distintas propiedades afectadas y en ocasiones en las dependencias económicas
de las mismas, como posadas, molinos o estanques de peces. El procedimiento
de la arenda introduciría a los judíos en la administración y comercialización
de sus productos. A muchos de ellos les proporcionó la oportunidad de
intervenir en el suministro de alimentos y productos agrícolas para los ejércitos
de los gobernantes, príncipes y duques germanos lo que más adelante, en el
siglo XVII, permitiría a alguno de ellos convertirse en hoftjude (judío de la
corte) en el Imperio Alemán.
La arenda comprendía también el cobro de los derechos de aduana. La
percepción de estos derechos se veía complementada con las tasas derivadas
del comercio de mercaderías que entraban por los puestos de aduana, y por la
instalación de alojamientos para los comerciantes que se retrasaban en su ruta.
El arrendatario tenía prohibido competir con otro judío que hubiese arrendado
una propiedad por el término de tres años.
Los judíos de Polonia y Lituania incorporaron en el año 1607 el heter iscá,
una norma por la que se permitía que un judío participara en las transacciones
de otro, adelantando dinero a cambio de un determinado porcentaje sobre el
capital invertido.

ORGANIZACION COMUNITARIA

Tal como era tradicional en el mundo judío, cada kehilá contaba con su
organización propia. Cuando la comunidad era muy chica o de creación reciente
era común que se unificara con otras cercanas de características semejantes o
con comunidades más grandes y organizadas.

El esquema organizativo de cada Kehilá puede esquematizarse de la


siguiente manera:

257
EL KAHAL
asamblea
eruditos
notables
todos los electores

LOS MIEMBROS DE LA KEHILA

EL KAHAL

PODER LEGISLATIVO PODER EJECUTIVO PODER JUDICIAL

Parnasím Parnasím Rav y Av-beit-din

Tovím Tovím Daianím (jueces)

Miembros del Kahal Tesoreros


y en algunos casos todos los
miembros de la asamblea Recaudadores

Contadores

Tasadores

FUNCIONARIOS QUE PERCIBEN SUELDO

Rav y Av-beit-din Melamed


Jazan Sepulturero
Shamash (cuidador) Partera
Shtadlán Médico
Shojet (matarife)

En Polonia-Lituania había una tradición entre los jefes de las kehilot de


reunirse al menos dos veces por año en alguna de las grandes ferias que se
realizaban en Lublín y Jaroslaw para tratar acerca de los temas que
preocupaban e interesaban a todas las kehilot. Esta costumbre se transformó
en una norma habitual alrededor del año 1580. En estas reuniones
participaban los parnasím, eruditos y, en general notables de cada uno de los
cuatro distritos en que subdividió Polonia. Por supuesto que si había problemas
urgentes entre los grandes encuentros se reunían rápidamente.

258
259
El gobierno interno central de los judíos de Polonia que se llamó Vaad arba
haaratzot (consejo de los cuatro países) o Vaad haaratzot (Consejo de
los países) o Consejo nacional de Polonia se conformó de acuerdo a la
siguiente estructura:

VAAD ARBA HAARATZOT

PARNASIM DAIANIM

KAHAL KAHAL KAHAL KAHAL

PARNASIM DAIANIM PARNASIM DAIANIM PARNASIM DAIANIM PARNASIM DAIANIM

Distrito de Podolia Distrito de Volinia Distrito de la Distrito de la


Gran Polonia Pequeña Polonia

De los dirigentes del Vaad Arba Haaratzot se esperaba que:

“Los dirigentes elegidos por los judíos del país... no deberán


dar ningún paso para desprenderse de los trastornos y cargas
producidos por su puesto de dirección... y desempeñarán su alto
cargo por el bien del cielo, y seguirán la senda de los buenos; de
ese modo prosperarán en todo lo que emprendan. Y proseguirán
detalladamente la intercesión por este país y cualquier otro ante
nuestro señor, su Majestad Imperial el emperador y los ministros de
la Corona. Que no se vean detenidos por la lluvia ni la nieve, y que
no descansen en otros, y que sean diligentes por el amor del cielo, y
que las buenas acciones de sus padres acudan en su ayuda.”
Ben Sassón. Ibídem.

El Vaad Arba Haaratzot debía:

• llevar a cabo todas las negociaciones con el gobierno polaco


• cuidar que hubiera justicia y equidad en la distribución de los impuestos
en el país
• respetar la autonomía de las kehilot

260
• reglamentar las innovaciones introducidas en la actividad económica, la
sociedad y estilo de vida de los judíos con la aprobación de los grandes rabinos
• comunicar a todas las kehilot las takanot.

EDUCACION Y VIDA CULTURAL

Un cronista de la época, Natán Hannover, describió la vida cultural y el


sistema educativo de su tiempo:

“En ningún otro país, la ciencia sagrada está divulgada entre nuestros
correligionarios tan ampliamente como en el reino de Polonia. En cada
comunidad existe una “ieshivá” cuyo jefe recibe de la caja de la
comunidad un sueldo amplio para poder dedicarse, libre de
preocupaciones, a la dirección de la escuela y a sus actividades de
erudito. Las comunidades prestan ayuda también a los “bajurím”
(jóvenes) entregándoles cada semana determinada suma de dinero.
Estos jóvenes, por su parte, están obligados a dar clases, cada uno, a
dos “nearím” (niños) como mínimo, para ejercitarse de tal manera en la
explicación del Talmud y en la discusión de sus problemas. Los niños
suelen recibir sus comidas de la cocina de la comunidad, o por cuenta
de una caja de beneficiencia... En Polonia rige el siguiente sistema
escolar: El “zmán” (curso escolar) corre en verano desde el mes de iyar
hasta mediados de ab (desde mayo hasta agosto); en tanto que, en
invierno, comienza con el mes de jeshván, terminando hacia mediados
de shevat (desde octubre hasta enero). En las “ieshivot”, al principio de
los cursos de verano y de invierno, se estudia, con el mayor celo, la
“Guemará” con los comentarios de Rashi y de los tosafistas 1. Los
eruditos, la juventud y, en general, todos los hombres estudiosos se
reúnen con frecuencia en la academia para sentarse a los pies del jefe
de la “ieshivá”, rodeado de sus amigos y discípulos. Cualquiera está
autorizado para plantear al “Rosh- ieshivá” algún difícil problema
talmúdico, que el rector acepta
complacientemente y discute con amplitud. Luego sigue una clase
académica sobre “Halajá”, en la cual manifiesta su propia opinión.
Después de esta clase, se pasa al “jiluk” (distingo) que consiste
especialmente en lo siguiente: se confrontan varios pasajes contradictorios
del Talmud o de sus comentarios; se aclaran las contradicciones con la
ayuda de otras citas, se descubren nuevas contradicciones en estas
últimas citas que, por su parte, se solucionan citando otros textos,
hasta que la cuestión discutida queda dilucidada por completo...
Además, el rector de la “ieshivá” dicta un curso para adelantados sobre
los poskím (codificadores), especialmente sobre el código Turím, y otro
para los estudiantes sobre Al-Fasi y los demás campesinos, a la vez que
continúa el estudio regular de la Guemará junto con el de Rashi y la
Tosefta.2 Hacia fines de los cursos de verano y de invierno, el Rosh-
ieshivá suele organizar, para los eruditos y los estudiantes, jilukím en
los que interviene también él, por su parte, para aguzar el ingenio de
1 y 2 Ver módulo Nº 17

261
los estudiantes de la ieshivá. Después de la clausura de los cursos de
verano y de invirno el Rosh-ieshivá, en compañía de sus discípulos,
efectúa viajes a las ferias, trasladándose, en verano, a Zaslav o a
Jaroslav y, en invierno, a Lemberg o a Lublín. Allí los jóvenes y niños se
deciden por la ieshivá en la cual desean seguir sus estudios durante el
próximo período escolar. Así acuden a todas las ferias centenares de
directores de ieshivot, millares de jóvenes y decenas de miles de niños,
sin contar el sinnúmero de comerciantes que llegan de todos los países.
A cualquiera que tenga un hijo en edad de casarse, o una hija casadera,
se le ofrece ocasión en abundancia para desposar al hijo y, ante todo,
para encontrar un marido (el ieshivá-bajur) para la hija. De tal suerte,
en cada feria se celebran innumerables compromisos matrimoniales.”
Dubnow, S. Ibídem

Judíos en Polonia

Otro contemporáneo, Efraím von Lenczvka, nos describe su versión de la


educación en Polonia.

“Todos los estudios realizados en la ieshivá estriban en el aguzamiento del


ingenio y en disputas inútiles, llamado “jiluk”. ¡ Los cabellos se ponen de
punta a quien se da cuenta de que rabíes ancianos que presiden ieshivot,
afanosos de inventar cualquier interpretación nueva para desconcertar así
a los demás, desfiguran a sabiendas totalmente con la bendición de todos
los presentes, el sentido de la Guemará! ¿Será, en realidad, la voluntad de
Dios que se aguce el ingenio con mentiras y engaños, se desperdicie
inútilmente el tiempo y se induzca también a los estudiosos a hacerlo? ¡Y
todo esto exclusivamente por amor a la fama de eruditos! Muchas veces
traté ya de convencer a los grandes científicos de nuestra generación de
que es necesario extirpar inexorablemente los métodos del pilpul y del
jiluk, pero mis esfuerzos han quedado infructuosos. Tan grandes son la
avidez de gloria de los eruditos y su interés por la dignidad de jefe de
academia. El daño más sensible de estas disputas inútiles afecta a
nuestros bajurím, pues todos aquellos que no prosperan en dichos artificios
son clasificados de incapaces y desisten finalmente de los estudios a pesar
que, si se hiciera un estudio apropiado de la Biblia, la Mishná, el Talmud y
los poskím, precisamente estos discípulos habrían resultado los mejores.”
Dubnow,S. Ibídem.

262
263
BIBLIOGRAFIA

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Fascículo Nº 38 La Edad de las Cruzadas.
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Dinur, Ben Tzion: Israel Bagolá. cap. VIII. Edic. Dvir. Tel Aviv, 1971.
Dubnov, Simón: Historia Universal del Pueblo Judío Tomo V. Editorial
Sigal. Bs. As., 1951
Dufour, Gerard: La Inquisición en España. Cambio 92. Barcelona, 1992.
Ediciones “TAL” Israel (programas de estudio): Lecciones de Historia II.
Midor ledor (de generación en generación)
Enciclopedia Británica. Tomo VI
Gilbert, Martin: Atlas de la Historia Judía
Grimberg G. C. y Svangström, R.: Historia Universal. Tomo IV: La Edad
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Majón ben Tzví: Exilio 1492
Mc Nall Burns, Edward: Civilizaciones de Occidente I. Siglo XX. Bs. As.,
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ORT: Por los caminos de Sefarad. Argentina, 1992
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Wurmbrand, Max y Roth, Cecil: El Pueblo Judío. 4.000 años de historia.
Editorial Aurora. Tel Aviv.

264
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en Estilos Gráficos S.A.
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