Viva † Jesús

Guardia de Honor del Sagrado Corazón de Jesús

Primer Monasterio de la Visitación de Santa María
Sección de Niños – Reunión de febrero de 2018

Tema: Los niños (y quienes son como ellos), predilectos del Sagrado
Corazón de Jesús.

¡Si no se hacen como

niños pequeñitos, no
entraran en el Reino de
los Cielos!

Querido Jesús:
Los niños
pequeños, de quienes
has hablado en tu
Evangelio: confían, no
se inquietan, no se
preocupan.

Porque van de la
mano de sus papás y
mamás.

Quiero abandonarlo
todo en tus manos,
confiar en el amor que tu
Corazón tiene para mí y para todos los niños del mundo, porque nos
prefieres y miras con mucho amor.
 Cada mañana me levantaré, y poniéndome en tu Presencia
adorable, te encomendaré mi día. A mis padres, hermanos, el
colegio, todo lo que tenga que hacer en este día, lo haré feliz para
honrarte en mi vida.
Cada acto, cada obra, hasta la más cotidiana, será un acto de
amor.
Confiaré en Ti, sabiendo que tu mano bondadosa me sostiene, y
que la misericordia infinita de tu Sagrado Corazón me acompañará
siempre.
Quiero cumplir en todo tu santísima Voluntad. Lo que tu
quieras, es lo que yo quiero. Y lo que pides al Padre Dios en nombre
tuyo, es lo que yo también pido:
La paz en mi país, La justicia y el progreso. Las familias, los niños.
Que todos seamos estudiosos y que respetemos a las personas
mayores que Tú nos has puesto para guiarnos y cuidarnos.
 En cada
momento que me
sea posible,
procuraré entrar de
acuerdo a mis
posibilidades a
alguna Iglesia, y
visitarte en aquel
lugar en que vives
día y noche.
¡El Sagrario!
Si no puedo
acercarme a alguna
capilla, con mi
corazón te visitaré desde donde esté, sobre todo en mi Hora de
Guardia, y te daré todo el amor que como niño puedo darte.
Y ¿si siento que me falta amor?
Le pediré a la Santísima Virgen, nuestra mamá del Cielo, que me
preste un poco de su amor maternal para amarte más.

María, madre mía:

¡Enséñame a
ser pequeñito
para entrar al
Corazón de
Jesús y
cumplir mi
misión de
Guardia de
Honor!
 PEQUEÑAS PRACTICAS DE CARIDAD
Enseñadas por el Rey de Amor a los Parvulillos.
Hacer la voluntad del Padre, es darme sobre la tierra
un Paraíso.
Creer en mi amor y responder a él con el tuyo, es tu
salvación, es mi alegría, es tu vida.
Cree pues, mi querido niño, que yo te amo con un
amor misericordioso, inmenso, infinito… y que yo todo lo
hago por tu bien.
Cree que cuanto más caritativo seas, más te
parecerás a Mí, y más te amaré yo.
No seas malo jamás; sino manso y humilde de
corazón.
El niño. – Eso es muy difícil y muy grande, ¡Jesús
mío!
Jesús. – Yo te doy mi gracia, ella te basta.
Dios sea bendito