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Calibración de Mochilas Aspersoras para

la Aplicación de Agroquímicos

La efectividad de los agroquímicos se ve afectada generalmente por la aplicación deficiente o excesiva del
producto. En este sentido la calibración de los equipos se vuelve esencial, con la cual se determina tanto
el volumen de agua como la dosis de producto para controlar adecuadamente al agente que causa daño
al cultivo. Sin embargo, para la calibración de los equipos aspersores también debe tenerse en cuenta
aspectos de la fenología y fisiología de los cultivos, cuando la aplicación se requiera aplicar en ellos, pues
a mayor cantidad de follaje se requiere una mayor cantidad de agua, y en algunas ocasiones de producto.
Actualmente existen un sin número de
equipos para la aspersión de agroquímicos,
pero sin duda las mochilas aspersoras, tanto
por su practicidad como costo son los equipos
más extendidos.

Mochila aspersora
Este equipo se recomienda para aplicaciones
localizadas y para lugares donde la
maquinaria no puede acceder por la
topografía accidentada. Existen numerosos
modelos, los tanques de 10, 15 y 20 L son los
más comunes. De manera general, la mochila
aspersora está compuesta por un tanque,
bomba, cámara de presión, lanza o tubo de
aspersión con válvula de gatillo y una boquilla
(Figura 1). El material con el que son Figura 1. Partes de una mochila aspersora, con
fabricadas es por lo general plástico, aunque componentes plásticos y metálicos.
algunos componentes de la misma son de Foto: Intagri.
metal.

¿Por qué realizar la calibración de una mochila aspersora?


Calibrar una mochila consiste en ajustar la cantidad de producto y agua que se desea aplicar en un área
mayor a partir del gasto que se determine en un área menor según el ritmo del operario. Cuando la
cantidad de producto aplicado es deficiente se tiene una baja efectividad del mismo. Por otra parte, si la
cantidad es excesiva provoca fitotoxicidad en el cultivo. Lo anterior, causa que se pierda tiempo y dinero,
ya que en el primer caso se requerirá de una segunda aplicación u otro método de control, y en el segundo
caso se tiene problemas en el crecimiento normal del cultivo y por tanto una reducción en el rendimiento.
Un efecto poco considerado por una mala calibración, es la contaminación al ambiente que se ocasiona
por la sobredosis de agroquímicos. Con la calibración también se asegura la aplicación del producto y
agua a niveles constantes y uniformes, con la dosis recomendada.
El momento para calibrar una mochila será cuando se tenga las siguientes situaciones:

 Aplicación de productos diferentes, ya que se necesitan distintas cantidades de agua para su


aplicación.
 Diferentes tamaños de plantas de una parcela a otra.
 Cambio de boquillas o cuando la mochila es nueva.
 Distinto aplicador.

Principales factores que afectan la calibración de las mochilas aspersoras


Para lograr una correcta calibración deben tomarse en cuenta los siguientes factores:

Velocidad. Es importante mantener una velocidad constante tanto del aplicador como en el ritmo de
bombeo para que la aplicación sea uniforme. Se recomienda una velocidad de avance del aplicador de 2
a 2.5 km/h, lo que es igual a 40 m/minuto.

Presión de pulverización. La presión de pulverización al igual


que la velocidad debe ser constante. Como bien es sabido a una
mayor presión, menor tamaño de gotas y viceversa. Menores
tamaños de gota son susceptibles a deriva, pero gotas grandes
pueden escurrir. Se recomienda una presión entre los 20 a 40 PSI
(1.4 a 2.8 bar).

Personal de campo. Es quizá el factor más importante para


determinar la calibración de las mochilas aspersoras, pues de él
depende llevar a cabo las aplicaciones. Su conocimiento puede
llevar a una mala aplicación porque no tiene noción de lo que
implica una buena aplicación. Aunque se tenga una excelente
calibración del equipo, el criterio de este personal se vuelve
importante.

Tipo de boquilla. De ella depende el caudal, número y tamaño


de gotas y distribución del producto. Existen tres grande grupos: Figura 2. El personal es el principal
1) abanico plano, recomendadas para la aplicación de herbicidas factor a tomar en cuenta, pues de
principalmente debido a que proporcionan una cobertura él dependen factores como
uniforme; 2) las de cono lleno y 3) las de cono hueco, estas velocidad y presión de aplicación.
Foto: Pérez y Forbes.
últimas dos se utilizan preferentemente para la aplicación de
insecticidas y fungicidas, ya que mojan bien el haz y el envés por
generar gotas más pequeñas.
Fenología y fisiología de la planta. Este aspecto, también debe considerarse al momento de calibrar una
mochila aspersora debido a que determina la cantidad de agua a emplear para tener una cobertura total
sobre el cultivo. A mayor tamaño y follaje, mayor será la cantidad de agua requerida (Cuadro 1).

Cuadro 1. Cantidad de agua necesaria para la aplicación de acuerdo al tamaño en el cultivo de


cebolla.
Fuente: Quiñones, 2016.
Altura de la planta (cm) 20 50 70 >90
Volumen de agua (L/Ha) 150 410 656 820

Metodología para la calibración de mochilas aspersoras


Previo a realizar la calibración de la
bomba se debe corroborar que el gasto
que marca la boquilla en su
nomenclatura sea el que se descarga a
la presión indicada por el fabricante,
para ello se utiliza una probeta
graduada o un recipiente que tenga
marcas de medición. Se recomienda
que para una buena determinación por
lo menos se realicen 4 repeticiones. Si
Figura 3. Corroborar el gasto de la boquilla ayudará a evitar el caudal en la boquilla es menor o
que se desperdicie producto durante las aplicaciones. mayor al indicado en un 10 %, se
Foto: Teejet.
recomienda sustituirla por una nueva.

A continuación se exponen cada uno de los pasos a seguir para una calibración de una mochila aspersora:

1. Delimitar un área conocida (AC), por ejemplo un largo de 50 m por 2 m de ancho, lo cual equivale
a 100 m2.
2. Determinar una velocidad constante que el aplicador mantenga durante el día de trabajo. El
aplicador debe caminar varias veces sobre los 50 m de largo midiendo el tiempo que tarda en
recorrerlo hasta que lo haga a una velocidad constante. Para obtener la velocidad de trabajo se
divide el largo del recorrido entre el tiempo promedio que le tomo realizarlo.

𝑫𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒓𝒆𝒄𝒄𝒐𝒓𝒓𝒊𝒅𝒂 (𝒎)


𝑽𝒆𝒍𝒐𝒄𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒕𝒓𝒂𝒃𝒂𝒋𝒐 (𝒎/𝒎𝒊𝒏𝒖𝒕𝒐) =
𝑻𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒓𝒆𝒄𝒐𝒓𝒓𝒆𝒓 𝒍𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂 (𝒎𝒊𝒏𝒖𝒕𝒐𝒔)

3. Llenar la mochila de agua con un volumen conocido (V1).


4. Colocar la mochila aspersora en la espalda del aplicador. El aplicador debe accionar la palanca
hasta la presión máxima, es decir, hasta que la palanca ya no baje completamente (es la misma
presión con la que se determinó el gasto de la boquilla previamente).
5. Avanzar sobre el área delimitada en el paso 1, asperjando el líquido a la velocidad constante
establecida en el paso 2. Es importante no dejar de accionar la palanca de bombeo durante la
aspersión, tratando de mantener de igual manera una presión y altura de aplicación constantes.
El traslape debe ser el mínimo posible.
6. Terminada la aspersión se mide el volumen de agua sobrante en el tanque de la mochila aspersora,
el cual se conocerá como V2, con el propósito de determinar la cantidad de líquido asperjado
mediante la fórmula siguiente:

𝑽𝒐𝒍𝒖𝒎𝒆𝒏 𝒅𝒆 𝒂𝒈𝒖𝒂 𝒂𝒑𝒍𝒊𝒄𝒂𝒅𝒐 (𝒗𝒂) = 𝑽𝟏 − 𝑽𝟐

7. Del paso 2 al 6 se repite al menos 3 veces y se calcula el promedio de gasto.


8. Una vez se conoce el volumen asperjado en el área delimitada, se extrapola el dato a una hectárea
a través de la siguiente formula:

𝑽𝒐𝒍𝒖𝒎𝒆𝒏 𝒅𝒆 𝒂𝒈𝒖𝒂 𝒂 𝒂𝒑𝒍𝒊𝒄𝒂𝒓 𝒆𝒏 𝟏 𝒉𝒂 (𝑽𝑨) = (𝟏𝟎, 𝟎𝟎𝟎 𝒎𝟐 ∗ 𝒗𝒂)/𝑨𝑪

9. Se realiza la mezcla, con la cantidad del agroquímico recomendada por el asesor técnico o la
etiqueta del producto y la cantidad de agua estimada para su aplicación en un tanque. Es
importante leer las especificaciones de la etiqueta de los productos para evitar una
incompatibilidad que ocasione obstrucción en las boquillas.

Fuentes consultadas:

Quiñones, L. S. 2016. Principios Básicos en la Aplicación de Agroquímicos. Curso Aplicación Eficiente de


Agroquímicos. Intagri. Gto, México.

Delgado, V. L. A.; Rodríguez, U. R. 2009. Calibración de una Bomba de Espalda para la Aplicación de
Herbicidas. Info Agro. Costa Rica. 2 p.

Gabela, F.; Cascante, J. 1976. Manejo y Calibración de Aspersoras para Herbicidas. INIAP. Quito Ecuador.
11 p.

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