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S-III - seminario de integración y práctica profesio n a l I I I

EDUBP | ABG | s é p t i m o c u a t r i m e s t r e

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 1


í ndice

g presentación 3

g programa 5
contenido módulos

g mapa conceptual 7

g macroobjetivos 7

g agenda 8

g material 9
material básico
material complementario

g evaluación 10
evaluación 1 | 85
evaluación 2 | 269

g glosario 11

g módulos *
m1 | 17
m2 | 35
m3 | 86

* cada módulo contiene:


microobjetivos
contenidos
material
actividades
glosario
evaluación

impresión total del documento 269 páginas !

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presentación

Bienvenido a Seminario de Integración y Práctica Profesional III

Estimado alumno de la U.B.P., me complace darle la bienvenida al Seminario


de Integración y Práctica Profesional IV. Juntos, salvando toda “distancia”,
recorreremos el complejo y apasionante mundo de la práctica jurídica en el
ámbito de lo penal, inclinados particularmente al sector de estas ciencias
vinculado al ámbito empresarial, vale decir, lo penal económico.

Nos moveremos en un camino signado por estrategias, razonamientos,


argumentos y creadora imaginación, un sendero de síntesis en donde pondremos
en contacto la vida real con el derecho analizado en aquellas asignaturas ya
transitadas, como las partes general y especial del Derecho Penal, el Derecho
Procesal Penal y ciertos sectores del Derecho Privado. Seremos protagonistas
del encuentro ser - deber ser. Nos introduciremos en el mundo de la potestad
regresiva del Estado, el poder más violento, pero a la vez organizado, que tiene
aquel y que puede ejercer contra el ciudadano.

En esta actividad que nos toca emprender advertiremos en toda su dimensión


el servicio profesional que cumple el abogado, en cualquiera de los roles que
le toca jugar en el único campo en donde, en la actualidad, puede resolverse el
conflicto penal: el judicial. Nada más cercano a las virtudes y miserias del ser
humano, nada más cercano a lo que es la vida.

Tendremos que interactuar. Ponernos en contacto a través de la comunicación.


Elaborar ideas y transmitirlas del mejor modo posible, para que los derechos
o los objetivos que nos toca en suerte defender dentro del juego legal sean
expresados y entendidos de manera exhaustiva.

Será la hora de templar nuestros caracteres, manejar nuestros sentimientos e


intentar ser objetivos; manejarse con prudencia en los contactos personales,
con ilustración, claridad y sencillez a la hora de exponer nuestros puntos de vista
y con la suficiente efusividad en los momentos decisivos de luchar por nuestras
convicciones en pos de la defensa de los intereses a los que representamos.

Estimado alumno: para quien tiene como quehacer cotidiano el ejercicio


profesional, es un alto honor poder acompañarlo en sus primeros contactos con
esta maravillosa combinación de drama y comedia que es el proceso penal,
en donde el apotegma “dos más dos no siempre es cuatro” se realiza en
toda su dimensión. Allí donde los operadores jurídicos deben seguir a rajatabla
las célebres palabras de Eduardo Couture en uno de sus mandamientos del
abogado, bajo el riesgo de fracasar en su egregia labor: «Piensa, el derecho se
aprende estudiando, pero se ejerce pensando».

Usted deberá tener en cuenta que el programa elaborado es para un Seminario


de Integración y Práctica Profesional en lo penal. No lo es para el desarrollo de
una asignatura de formación teórica. De todos modos, aun cuando ello signifique
que en Ía mayoría de Íos casos los puntos enunciados no llevan una explicación
teórica, puede suceder que algunos de los temas sugeridos no hayan sido
ana!izados anteriormente en forma acabada (por ejemplo, perquiziciones) o
todavía no exista un conocimiento preciso de los mismos (por ejemplo, DPP II).
Es por eso que se impone en esta modaIidad de enseñanza a distancia una
mínima complementación teórica de los temas aludidos, para asegurarle a usted
el conjunto de herramientas indispensables para abordar la práctica.

Un nuevo desafío nos impone la educación semipresencial a profesores y

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alumnos. Se trata del hecho de no tener la posibilidad de la convocatoria
en un mismo contexto territorial del grueso de los cursantes, por lo cual se
dificulta la asunción de diferentes roles y su constante interacción en lo que
es la dramatización del proceso penal (roles contemporáneos). La dificultad
se reconduce a la búsqueda de una solución que quizás tenga mucho en
común con la realidad del profesional: la continua mutación de su posición
procesal, según los intereses a defender. A medida que aparezcan las distintas
tareas a realizar, usted asumirá Ía posición de sujeto procesal esencial
para la ejecución de ese acto (roles sucesivos). Se acudirá, además, a las
herramientas informáticas a los efectos de permitir un mínimo de coetaneidad
para aquellos actos que requieren la concurrencia de dos personas como
mínimo (por ejemplo, a través del chat).

Para que la simulación sea exitosa deberemos proceder, entonces, lo más


conforme a la realidad. En tal sentido, lo aconsejable para la puesta en práctica
del seminario es lo que a continuación se expone: los docentes redactarán
un hecho penalmente típico que contenga una serie de particularidades que
permitan la discusión, tanto de aspectos procesales como sustantivos, es decir,
lo suficientemente rico en matices como para que cada parte cuente con firmes
argumentos para sustentar determinada posición. Además, debe tratarse de un
hecho que permita, también, el adecuado desarrollo de todos los temas incluidos
en el programa. Con él se elaborará la denuncia (primer acto procesal) y en
función de ese hecho se realizarán todos los demás actos procesales, incluido el
juicio. Se trata, como usted advierte, de trabajar un mismo y único caso en forma
completa, desde su comienzo (denuncia) hasta su terminación(sentencia).

Con esta nueva asignatura se pretende asegurar a usted una practica intensiva en
lo penal, con el fin de dotarlo de habilidades y conocimientos imprescindibles en
el ejercicio de la profesión, ora abordando la problemática jurídica sin prejuicios
limitativos, ora elaborando estrategias intraprocesales, ora transformando
situaciones desfavorables en argumentos beneficiosos para la posición que
asume en el proceso. A través de la práctica intensiva, se intenta que advierta
su grado de conocimiento de la teoría del derecho penal, en su parte general, y
sus modernas construcciones; cuál ha sido su asimilación en el estudio de las
figuras penales en el Código Penal argentino; si ha rendido sus frutos el análisis
de la ley ritual en materia penal y, por último, si se encuentra en condiciones
de intervenir como abogado defensor, asesor, etc., en el fuero penal, ante las
fiscalías y Juzgados de Instrucción, Correccionales, de Faltas o Cámaras, en el
orden provincial o federal.

Será de gran relevancia que usted tenga en claro que, en materia jurídica,
prácticamente no existen verdades inconcusas y que la vida profesional importa
una discusión permanente entre los distintos sujetos procesales –canalizada por
las vías legales preestablecidas–, por lo cual exige un serio entrenamiento en
el ejercicio de la argumentación. Entonces, será un valor por demás importante
la constante actitud de diálogo y comprensión. La actividad profesional deberá
realizarse con lealtad, probidad, responsabilidad, capacidad científica respecto
de terceros y demás profesionales.

Le deseo el mayor de los éxitos en su paso académico por la asignatura


bosquejada, augurando una rica experiencia mutua derivada de este proceso de
enseñanza-aprendizaje.

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p r o g rama

MÓDULO 1: ACTOS INICIALES DE LA INVESTIGACIÓN PENAL


PREPARATORIA
(Unidades 1 y 2)

UNIDAD 1: El supuesto del hecho

1. Introducción: La defraudación por administración infiel o fraudulenta.

UNIDAD 2: Actos iniciales de procedimiento

1. Denuncia: Escrita. Verbal. Personal. Por mandatario. Requisitos formales.


Procedimiento (Código Procesal Penal de Córdoba y de la Nación).
Contenido: relación del hecho y propuesta de medidas probatorias. La
cuestión de la calificación legal.
2. Recepción de la denuncia por el funcionario competente. Admisión
(adecuación típica). Desestimación. Archivo: procedimiento del CPP, art.
334. Requisitoria fiscal de instrucción en el CPP Nación.

MÓDULO 2: FASES PROBATORIAS Y CRÍTICA DE LA INVESTIGACIÓN PENAL


PREPARATORIA
(Unidades 3, 4 y 5)

UNIDAD 3: Fase probatoria I

1. Medidas probatorias iniciales que pueden ser ordenadas por el Fiscal de


Instrucción (CPP Córdoba) o por el Juez de Instrucción (CPP Nación). Las
llamadas “directivas”.
2. Mantenimiento de la libertad (CPP Córdoba) o eximición de prisión (CPP
Nación).
3. La declaración del imputado. Procedimiento.
4. Detención. Recuperación de la libertad (CPP Córdoba). Excarcelación (CPC
Nación). Control jurisdiccional (CPP Córdoba). Posibilidades impugantivas.
5. Planteo y resolución de nulidades.
6. Planteo y resolución de excepciones.

UNIDAD 4: Fase probatoria II

1. Pedido de paticipación de los defensores en los actos de investigación.


Resolución del Fiscal o del Tribunal.
2. Medidas probatorias comunes: órdenes de secuestro, de requisa, de
allanamiento. Declaraciones testimoniales. Reconocimiento de personas.
Reconocimiento de cosas. Careos. Pericias.
3. Resolución de la situación legal del imputado: prisión preventiva (CPP
Córdoba). Auto de procesamiento y de falta de mérito (CPP Nación).
Posibilidades impugnativas.

UNIDAD 5: Fase crítica

1. Sobreseimiento. Posibilidades impugnativas.


2. Clausura de la investigación: requerimiento de citación a juicio. Posibilidades
impugnativas.

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MÓDULO 3: JUICIO. FASES
(Unidades 6, 7 y 8)

UNIDAD 6: Los actos criminales

1. Actos preliminares: Citación a juicio. Integración del Tribunal. Inhibición y


recusación (con o sin causa). Ofrecimiento de prueba. Diligenciamiento de la
prueba. Investigación suplementaria. Designación de audiencia de debate.

UNIDAD 7: El debate

1. Debate: apertura. Cuestiones preliminares. Declaración del imputado.


Recepción de la prueba. Discusión final. Posibilidades impugnativas.

UNIDAD 8: La sentencia

1. Sentencia: deliberación. Redacción de la sentencia. Posibilidades


impugnativas.
2. Procedimientos especiales: juicio abreviado. Juicio por delito de acción
privada: querella.

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m a p a c o n c eptual

m a c r o o b j etivos

• Conocer la terminología básica de la asignatura, como medio de interpretar


en forma comprensiva los campos conceptuales que la conforman.
• Desarrollar un alto grado de habilidad en la aplicación práctica de los
principios teóricos del Derecho Penal (sustantivo y procesal), para abordar
con argumentos fundados la práctica jurídica.
• Aprender técnicas, adquirir costumbres, asumir usos, plantear y razonar
situaciones problemáticas, como herramientas esenciales para el ejercicio
profesional.

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• Internalizar hábitos reflexivos y de evaluación de los resultados obtenidos,
a fin de lograr un alto grado de objetividad en la visión de conjunto de
nuestros avances profesionales.
• Asumir diferentes roles laborales, evitando de este modo el anquilosamiento
ideológico en determinado aspecto del ejercicio profesional.
• Elaborar escritos judiciales con el objeto de lograr agilidad en la tramitación
procesal.
• Preparar y reconocer las distintas estrategias técnicas en la evolución del
proceso penal, como modo natural de obtener una mayor competitividad
dentro de la profesión.

a genda

Pocentaje estimativo por módulo según la cantidad y complejidad de


contenidos y actividades

Representación de porcentajes en semanas

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m a terial

Materiales Básicos:

a) CLEMENTE, José Luis: Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba.


Ley Nro. 8123. Lerner, Córdoba, 2000.

b) Material de apoyo elaborado por los docentes del área. (Este material lo
encontrará en los materiales de los módulos)

c) Bibliografía utilizada en asignaturas cursadas anteriormente:

- CAFERATA NORES, José I. y otros: Manual de Derecho Procesal Penal,


Córdoba, Ciencia, Derecho y Sociedad.
O también

- MAIER, Julio B. J.: Derecho Procesal Penal Argentino. Editores del Puerto,
Buenos Aires, 1996.
- NÚÑEZ, Ricardo: Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Lerner,
Córdoba, 1999.
- NÚÑEZ, Ricardo: Manual de Derecho Penal. Parte General. Lerner,
Córdoba, 1999.
Materiales complementarios

AYÁN, Manuel: Ejecución penal de la sentencia. Advocatus, Córdoba, 1998.


AYÁN, Manuel: Recursos en materia penal. Principios generales. Lerner,
Córdoba, 1985.
BINDER, Alberto: Introducción al Derecho Procesal penal. Ad-Hoc, Buenos
Aires, 1993.
CAFFERATA NORES: Introducción al Derecho Procesal Penal. Lerner; Córdoba,
1994.
CREUS, Carlos: Derecho Penal. Parte Especial. Astrea, Buenos Aires, 1996.
D’ALBORA, Francisco: Código Procesal Penal de la Nación. Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 1997.
FERREIRA VIRAMONTE, Luis: Práctica Profesional. Derecho Procesal Penal.
Lerner, Córdoba, 1993.
FORO DE CÓRDOBA: Cuaderno de Jurisprudencia – Tribunal Superior de
Justicia – Sala Penal. I y III. Advocatus, Córdoba, 1994.
LA LEY: Fallos de la Corte Suprema de la Justicia de la Nación (colección
completa). Buenos Aires.
MANDELLI, Adriana: Doctrina Judicial. Mediterránea, Córdoba, 2000.
SANCINETTI, Marcelo: Casos de Derecho Penal. Hammurabi, Buenos Aires,
1998.
TORRES BAS, Raúl: Código Procesal Penal de la Nación. Lerner, Córdoba,
1997.
VÁZQUEZ, Luis Federico: El procedimiento y la instrucción sumarial. Lerner,
Córdoba, 2000.
VÉLEZ MARICONDE, Alfredo: Derecho Procesal penal. Lerner, Córdoba, 2000.
ZAFFARONI, Eugenio; SLOKAR, Alejandro y ALAGIA, Alejandro: Derecho Penal.
Parte General. Ediar, Buenos Aires, 2000.

Páginas web

http://www.eldial.com.ar

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Jurisprudencia, legislación y doctrina

http://argentina.derecho.org/jurisprudencia/
Jurisprudencia

http://vlex.com/ar/
Noticias de derecho, legislación y jurisprudencia. Librería, revistas

http://www.latinlex.com/ar
Leyes, doctrinas, fallos, sumarios y plenarios. Modelos y formularios

Legislación

Código Penal de la Nación.


Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba.
Código Procesal Penal de la Nación.

e v a l u ación

En esta ocasión me permito informarle sobre las pautas que utilizaré para la
corrección de sus logros en los objetivos previstos en el presente curso de
educación a distancia.

En primer lugar, deseo advertirle que la evaluación ha sido diseñada con la


misma modalidad de las actividades organizadas en los diversos módulos y
abrevando en el mismo caso práctico planteado en ellas. Por tal motivo, resulta
sumamente conveniente que usted haya realizado todas las actividades que se
proponen para cada módulo.

Además, será de gran ayuda que una vez finalizado el estudio integral de cada
módulo, repase el mapa conceptual correspondiente y el mapa conceptual de
la asignatura. De esta manera, podrá tener una visión general de cada núcleo
definitorio de los que integra el módulo, y de éste en su inserción general.
Consecuentemente, esto le permitirá relacionar los temas abordados y ayudará
a la realización de un examen crítico de los mapas conceptuales. Incluso, hasta
sería aconsejable que los formulara de acuerdo a su propia visión de la materia.
Todo esto, sin lugar a dudas, contribuye a un aprendizaje integral y crítico de la
asignatura, redundando a la vez en su beneficio, con miras al examen final de la
misma, que será realizado en base al mapa conceptual.

La primera evaluación comprende el módulo I y parte del II, con un total de


cinco cuestiones a resolver. El segundo parcial se basa en la segunda parte del
módulo II y en el módulo III. Cada interrogante tiene un valor de 20 puntos. Para
aprobar se requiere contar con un total de cincuenta puntos como mínimo.

Usted deberá resolver los conflictos planteados y temas propuestos en forma


precisa y concreta, dando los fundamentos de la respuesta que propone; seguirá
para ello las indicaciones consignadas en cada planteo.

Asimismo, cuando en algunos casos existan posiciones jurisprudenciales o


doctrinarias encontradas, deberá exponer sucintamente cada una de ellas y dar
las razones por las que usted considera a la elegida como la correcta.

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Al dar la fundamentación legal no se requerirá la transcripción de las normas
invocadas, pero sí su mención de modo claro y concreto.

Pondré particular atención, a la hora de evaluar, en la utilización de lenguaje


técnico (25 %), el encuadramiento conceptual que usted realice del problema
social a resolver (25%), y la elaboración del acto procesal presentado (25%).

Recuerde que la evaluación del S. IV recoge en forma integral sus conocimientos


adquiridos sobre las Partes General y Especial del Derecho Penal Sustantivo,
como así también lo vinculado al Derecho Procesal Penal. La evaluación de esta
parte de su historia académica también tendrá relevancia en la visión crítica de
su trabajo (25%).

Usted advertirá que la tarea de evaluar resulta ser demasiado elevada y


comprometida, en tanto implica analizar la tarea de un igual, a la vez que se
traduce en la propia criba del evaluador respecto de sus avances y progresos en
la enseñanza de su asignatura. Espero que ambos derivemos de esta instancia
la mayor cantidad de logros posibles.

evaluación parcial 1

Diríjase a la página 85 para leer el contenido de esta evaluación.

evaluación parcial 2

Diríjase a la página 269 para leer el contenido de esta evaluación.

g l osario

Acción: 1°. Primer estrato analítico en la teoría del delito o de la imputación


delictiva. 2°. Medio a través del cual se excita el deber del Estado de imponer
una sanción establecida por la ley al partícipe (en sentido amplio) de un hecho
típico penalmente antijurídico (penal) o la restitución del objeto materia del delito
o la reparación del daño material o moral causado con el hecho delictuoso
(civil). Las acciones penales pueden ser públicas (promovibles de oficio o a
instancia de parte) o privadas. Las acciones civiles siempre son privadas.

Actor civil: Sujeto eventual del proceso penal, quien ejerce en el proceso penal
una pretensión resarcitoria solicitando la restitución del objeto materia del delito
o la reparación del daño material o moral causado con el mismo.

Acta: Soporte material en donde consta la realización de un acto procesal.

Acto procesal: Manifestación de voluntad o de conocimiento realizada en el


proceso penal por personas obligadas o autorizadas a participar en el mismo,
susceptible de producir su nacimiento, modificación o extinción.

Actor penal: Sujeto esencial del proceso penal, quien promueve y ejerce la
pretensión penal, tanto en los delitos de acción pública (Ministerio Público

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Fiscal) como en los de acción privada (querellante exclusivo), en contra de los
supuestos partícipes (en sentido amplio) en un hecho delictuoso, solicitando del
órgano jurisdiccional la aplicación de la ley penal.

Actos preliminares del juicio: Es la primera fase del juicio, realizada por el
Tribunal en forma escrita. Tiene por finalidad preparar el debate.

Actuaciones: Conjunto de actos procesales con el cual se integra formalmente


el expediente procesal.

Acusación: Manifestación de conocimiento y de voluntad del actor penal


(Ministerio Público o querellante exclusivo), por la cual se enrostra con grado
de probabilidad la participación punible en un hecho delictuoso al imputado,
contenido en el requerimiento de citación a juicio (delitos de acción pública) o
en la querella (delitos de acción privada).

Ámbito de actuación: Límite territorial dentro del cual el Fiscal de Instrucción


puede ejercer la actividad instructoria durante la investigación fiscal
preparatoria.

Antijuridicidad: Tercer estrato analítico de la teoría del delito o de la imputación


delictiva, en el que se analiza la contradicción formal y material de una conducta
con el ordenamiento jurídico y, más específicamente, con las normas penales.

Apelación: Es un recurso, devolutivo, sin limitación de los motivos, dirigido


en contra de las resoluciones del juez de instrucción, siempre que sean
expresamente declaradas apelables o causen gravamen irreparable, por lo cual
se reclama al tribunal de alzada su revocación, modificación o anulación.

Auto: Resolución jurisdiccional mediante la cual se resuelve un incidente o un


artículo del proceso.

Casación: Es un recurso extraordinario, con efectos devolutivo y suspensivo,


mediante el cual, por motivos de derecho específicamente previstos por la ley, el
Ministerio Público o una de las partes postula la revisión de los errores jurídicos
atribuidos a la sentencia de merito que la perjudica, reclamando la correcta
aplicación de la ley sustantiva o la anulación de la sentencia, y una nueva
sentencia, con o sin reenvío a nuevo juicio.

Coerción procesal: Toda restricción al ejercicio de derechos personales o


patrimoniales del imputado o de terceras personas, impuesta durante el curso
de un proceso penal y tendente a garantizar el logro de sus fines.

Culpabilidad: Cuarto estrato analítico de la teoría del delito, en donde para el


positivismo jurídico se analiza la relación psíquica entre el hecho cometido y su
autor material (dolo y culpa).

Competencia: Capacidad de un órgano jurisdiccional para entender en una


causa por razones de territorio, materia y función o, excepcionalmente, por
conexión.

Condenado: Persona contra quien se ha dictado una sentencia firme de


condena.

Considerandos: Parte de una resolución judicial en donde se fundamenta la


razón para llegar a alguna decisión sobre una causa sometida a proceso penal.

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Costas: Gastos que se ocasionan a las partes con motivo de un procesamiento
judicial, cualquiera sea su índole.

Debate: Es un acto procesal complejo –integrado por una serie coordinada de


actos procesales singulares– que constituye un todo indivisible, ya sea desde el
punto de vista de los medios como de sus fines, y cuya finalidad es llegar a una
sentencia absolutoria o condenatoria con respecto al acusado en la causa.

Declaración: Manifestación de conocimiento o de voluntad de un sujeto obligado


o autorizado en el proceso, que se realiza de viva voz, dejándose constancia
específica o genérica en acta.

Decreto: 1°. Resolución jurisdiccional mediante la cual se resuelven cuestiones


en el proceso penal de mero trámite, el cual debe ser fundado solo en los casos
expresamente establecidos por la ley. 2°. Resolución del Fiscal de Instrucción
durante la investigación fiscal preparatoria, el cual debe ser fundado cuando la
ley prescriba especialmente esa forma.

Demandado civil: Sujeto eventual y doblemente accesorio del proceso penal,


contra quien se ejerce una pretensión civil por considerarse que, según las leyes
civiles, responde por el daño causado con el hecho delictuoso por el imputado.

Denuncia: La denuncia es una manifestación de voluntad de una persona, que


pone en conocimiento de la autoridad encargada de recibirla la existencia de un
hecho delictuoso de acción pública, sea promovible de oficio o dependiente de
instancia privada, para que la misma proceda a su investigación y represión si
corresponde.

Derechos constitucionales: Mínimas prerrogativas otorgadas al individuo frente


a la potestad represiva del Estado, previstas en las cartas magnas (nacional y
provinciales) y tratados internacionales con jerarquía constitucional, las cuales
no pueden ser transgredidas a los fines de asegurar un debido proceso.

E.D.: Revista jurídica “El Derecho”.

Ejecución: Momento procesal constituido por el conjunto de actos necesarios


para la efectiva aplicación de todas las providencias, penales y civiles, contenidas
en la sentencia.

Encartado: Persona imputada y sometida a una medida de coerción personal en


un proceso penal.

Enrostrado: Persona a quien se le imputa determinado hecho delictuoso en un


proceso penal.

Excepción: Es una defensa de forma; es el derecho de impugnar, provisional


o definitivamente, la constitución o desarrollo del proceso penal, denunciando
algún obstáculo o deficiencia que se base directamente en una norma de
derecho (no incide sobre el hecho que constituye el objeto sustancial de aquel
proceso).

Expediente: Es el conjunto de actuaciones, las cuales constan en un conjunto


de fojas, realizadas por o ante un órgano judicial, con motivo de una imputación
jurídica delictiva.

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Extremos de la imputación delictiva: Aspectos objetivos (existencia del hecho
delictuoso) y subjetivos (participación punible) a comprobar en un proceso penal
seguido contra una persona.

Figura delictiva: Cada una de las conductas descriptas en abstracto en la


segunda parte del Código Penal (parte especial) y que, de reunir las condiciones
de ser acciones, típicas, antijurídicas, culplables y punibles, serían sometibles a
una pena o, en caso de inimputabilidad, existiendo el entuerto (injusto o ilícito),
llevarían aneja una medida de seguridad.

Fallos: Fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, publicados por “La


Ley”.

Fojas: Cada una de las hojas que componen el expediente penal.

Garantías constitucionales: Remedios previstos en las Constituciones (nacional


y provinciales) para remediar las arbitrarias restricciones a derechos individuales
en el proceso penal.

Honorarios: Retribución que recibe por su trabajo quien ejerce o practica una
profesión o arte liberal.

Imputabilidad: Capacidad para ser penalmente responsable.

Imputado: Es el sujeto esencial del proceso penal; persona indicada como


partícipe (en sentido amplio) de un hecho delictuoso en cualquier acto de la
persecución penal dirigido en su contra y desde el primer momento de ella.

Incidente: Toda cuestión o controversia accesoria, promovida por parte


interesada en el proceso, surgida en ocasión del proceso y que abre una vía de
trámite distinta a la principal.

Inconstitucionalidad: Es el recurso extraordinario, devolutivo y suspensivo,


mediante el cual se solicita la revocación de un auto o sentencia, contrario a
las pretensiones de quien recurre, cuestionándose la constitucionalidad de una
ley, decreto o reglamento que estatuyan sobre materia regida por la Constitución
Provincial aplicada en aquellos.

Instancia: 1°. Cada una de las etapas o grados en que se divide el proceso. 2°.
Manifestación formal de algún sujeto que pretende ejercer determinado poder
dentro del proceso.

Interpretación: Consiste en una operación compuesta, que exige establecer el


significado abstracto de la regla legal (intelección de la ley) y su significado
concreto frente al caso a resolver (aplicación de la ley).

Investigación penal preparatoria: Etapa eventual del proceso penal, realizada


generalmente por el Fiscal de Instrucción y, eventualmente, por el Juez de
Instrucción (obstáculos fundados en privilegios constitucionales), realizada
en forma limitadamente pública y relativamente contradictoria y escrita, cuyo
objetivo es la incorporación de elementos de prueba de cargo o de descargo y
asegurar la persona del imputado, con la finalidad de dar base a la acusación,
el juicio abreviado inicial o el sobreseimiento. Tiene dos fases: fase probatoria y
fase crítica.

J.A.: Revista jurídica “Jurisprudencia Argentina”.

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Juicio: Etapa esencial del proceso penal, realizada en base a una acusación,
en forma contradictoria y prevalecientemente oral, pública y continua, en donde
el imputado ejerce su defensa material, las partes ofrecen pruebas y alegan
de las pretensiones deducidas. Tiene tres fases: actos preliminares, debate y
sentencia.

Jurisdicción: Potestad soberana otorgada a determinados órganos para aplicar


el derecho.

L.L.: Revista jurídica “La Ley”.

L.L. Cba.: Revista jurídica “La Ley Córdoba”.

Medida de seguridad: Son los medios de que dispone el derecho penal,


distintos de las penas y que cumplen una función de prevención especial.

Ministerio Público Fiscal: Órgano público predispuesto por el Estado que tiene
por finalidad la promoción y ejercicio de las acciones públicas (promovibles de
oficio o instancia de parte).

Ocurrencia: Es el recurso no jurisdiccional, directo y devolutivo sin formalidades


preestablecidas, que procede en contra de ciertas resoluciones del Fiscal de
Instrucción, de carácter denegatorio o ante la no modificación por parte de éste
de ciertas resoluciones preexistentes de carácter limitativo de la libertad, que se
interpone directamente ante el Juez de Instrucción solicitando la revocación de
la resolución o la subrogación en el ejercicio del acto.

Oposición: Es un recurso durante la investigación penal preparatoria contra una


resolución del Fiscal de Instrucción –por ende no jurisdiccional– eventualmente
devolutivo, con formalidades preestablecidas y para los casos expresamente
previstos, a fin de que el órgano que la dictó o, ante su denegatoria, un
órgano jurisdiccional (Juez de Instrucción), la revoque o modifique.

Pena: Mal con el que amenaza el derecho penal para el caso de que se realice
una acción típica, antijurídica, culpable y punible.

Perquizición: Restricción a derechos individuales destinados a la captura del


imputado a recabar elementos de prueba para la causa.

Procedimiento: Trámite particular predispuesto por el derecho para resolver


determinada situación o incidencia producida en el proceso penal.

Proceso penal: Serie gradual, progresiva y concatenada de actos, realizada


por órganos públicos predispuestos o por particulares obligados o autorizados,
mediante un sistema instrumental predispuesto por el derecho como garantía de
justicia, y cuya finalidad es acreditar (o desvirtuar) una hipótesis delictiva y la
actuación de la ley penal sustantiva.

Prueba: 1° Concepto estático: Todo lo que sirva para acreditar o desvirtuar una
hipótesis delictiva y la participación punible del imputado en un proceso penal
determinado. Existen cuatros acepciones diferentes:
a. Elemento de prueba: dato objetivo que, introducido al proceso, produce
un conocimiento cierto o probable acerca de los extremos de la imputación
delictiva.
b. Medio de prueba: procedimiento establecido por la ley para la producción,

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recepción y valoración de la prueba.
c. Órgano de prueba: sujeto que porta un elemento de prueba y lo transmite al
proceso.
d. Objeto de prueba: todo lo que sirva para confirmar o desvirtuar una hipótesis
delictiva en cualquier proceso (en abstracto) o en un proceso determinado (en
concreto).
2°: Concepto dinámico: Actividad realizada por todos los sujetos
procesales destinada a la producción (proposición u ofrecimiento), recepción y
valoración de la prueba.

p.s.a: Por supuesto autor.

Punibilidad: Quinto estrato analítico de la teoría de la imputación delictiva, en


donde se analizan las condiciones de procedibilidad, las excusas absolutorias y
las condiciones objetivas previstas en las figuras delictivas.

Queja: Es un meta-recurso destinado a impugnar la resolución jurisdiccional que


deniega indebidamente un recurso que procede ante otro tribunal, a fin de que
éste –ante quien se interpone– lo declare mal denegado.

Querellante: Particular presuntamente ofendido por el supuesto hecho delictuoso


que se constituye en el proceso penal por delitos de acción pública (promovible
de oficio o a instancia de parte) para coadyuvar con la actividad persecutoria del
Ministerio Público Fiscal (querellante particular) o para ejercer, de manera única,
la pretensión en los delitos de acción privada.

Recurso: Manifestación de voluntad de quien se considera agraviado por una


resolución jurisdiccional injusta e ilegal, mediante el cual se solicita al mismo
tribunal o a uno de grado superior (alzada) que, mediante un nuevo examen, la
revoque, modifique o anule.

Repertorio: Libro que contiene, extractadas, determinadas materias con sucinta


referencia a textos más amplios o a las fuentes originales

Reposición: Es un recurso ordinario, no devolutivo, dirigido contra las


resoluciones jurisdiccionales, limitadas genéricamente por la ley, por el cual el
agraviado reclama al mismo tribunal que dictó el pronunciamiento, su revocación
o modificación por contrario imperio.

Requerimiento: Es el modo en que promueve y ejerce la acción el Ministerio


Público.

Resolución: Forma que adquieren las decisiones de determinados órganos


judiciales (Fiscal de Instrucción o Tribunales).

Resuelvo: Parte dispositiva de una resolución judicial, en donde consta la


manifestación de voluntad de un órgano del Estado sobre algún aspecto de la
causa investigada.

Revisión: Es un recurso extraordinario, devolutivo y eventualmente interruptivo


de la ejecución de la resolución atacada, el cual es susceptible de vulnerar la
cosa juzgada formal a favor del imputado por los motivos taxativamente previstos
por la ley.

Sanción procesal: Amenazas que se ciernen sobre los actos procesales por
carecer estos de las formas exigidas por la ley antes (inadmisibilidad) o después

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(nulidad) de su ingreso jurídico al proceso, por no haberse realizado en el
término previsto por la ley (caducidad) o por ser incompatible con un acto o una
conducta anterior (preclusión).

Sentencia: Resolución jurisdiccional que cierra irrevocable y definitivamente el


proceso. Existen tres especies: sobreseimiento, absolución o condena.

S.J.: Revista jurídica “Semanario Jurídico”.

Substanciación: Participación o posibilidad de participación de todas las partes


relacionadas a una pretensión en una actividad procesal derivada de ésta.

m ó dulos

actos iniciales de la investigación penal preparatoria m1

m1 microobjetivos

¿Qué tengo qué lograr?

• Internalizar parámetros jurídicos valorativos de análisis de la realidad, con


la finalidad de conceptuar o excluir determinado supuesto de hecho como
delictivo.

• Relevar prima facie indicios probatorios para subsumir un supuesto hecho


producido en la realidad social en el amplio espectro de figuras delictivo-
penales.

• Avizorar los extremos fácticos, subjetivos y normativos exigidos en la ley


penal para que una hipótesis planteada pueda quedar encuadrada en un tipo
delictivo

• Estimar en forma celerísima los elementos de prueba indispensables


para acreditar la hipótesis delictiva afirmada.

• Adquirir conocimientos rituales sobre el modo de desarrollo de la actividad


persecutoria en los primeros momentos de la investigación penal.

m1 contenidos

¿De qué se trata?

El desafío que usted afrontará en este módulo inicial es contactarse


con los primeros momentos de la actividad persecutoria en contra de quien
ha cometido un hecho delictuoso. El Estado sincroniza su actividad a partir de

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 17


la denuncia o conocimiento de un hecho concreto, supuestamente acaecido
históricamente, y de los primeros indicios que ayuden a armar esta suerte de
rompecabezas que es la hipótesis delictiva. Para determinar qué es lo que se
busca acreditar y los métodos autorizados por la ley para lograrlo, los órganos
oficiales cuentan con el ordenamiento jurídico, a donde acuden para verificar
si la conducta expresada es susceptible de persecución o no, mediante una
actividad de intelección y subsunción. Es por eso indispensable conocer las
actividades a través de las cuales el Ministerio Público toma conocimiento de
las conductas delictivas, los actos procesales que se realizan coetáneamente y
los rumbos legales de los distintos sujetos y personas autorizadas a actuar en el
proceso penal.

Es recomendable, al terminar el desarrollo del presente, acudir


nuevamente al mapa conceptual para corroborar si el esquema allí elaborado ha
sido internalizado correctamente. En todo caso, el ejercicio le permitirá criticar,
en su caso, dicho mapa conceptual y reelaborarlo como método nemotécnico
de ayuda.

mapa conceptual

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m1 material

¿Qué materiales voy a utilizar?

Materiales básicos

a) CLEMENTE, José Luis: Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba.


Ley Nro. 8123. Lerner, Córdoba, 2000.

b) Material de apoyo para el módulo 1 elaborado por los docentes del área
IC

c) Bibliografía utilizada en asignaturas cursadas anteriormente:

- CAFERATA NORES, José I. y otros: Manual de Derecho Procesal Penal,


Córdoba, Ciencia, Derecho y Sociedad.
- NÚÑEZ, Ricardo: Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Lerner,
Córdoba, 1999.
- NÚÑEZ, Ricardo: Manual de Derecho Penal. Parte General. Lerner,
Córdoba, 1999.

Materiales complementarios

FERREIRA VIRAMONTE, Luis: Práctica Profesional. Derecho Procesal Penal.


Lerner, Córdoba, 1993.
FORO DE CÓRDOBA: Cuaderno de Jurisprudencia – Tribunal Superior de
Justicia – Sala Penal. I y III. Advocatus, Córdoba, 1994.
LA LEY: Fallos de la Corte Suprema de la Justicia de la Nación (colección
completa). Buenos Aires.
MANDELLI, Adriana: Doctrina Judicial. Mediterránea, Córdoba, 2000.
SANCINETTI, Marcelo: Casos de Derecho Penal. Hammurabi, Buenos Aires,
1998.
TORRES BAS, Raúl: Código Procesal Penal de la Nación. Lerner, Córdoba,
1997.
VÁZQUEZ, Luis Federico: El procedimiento y la instrucción sumarial. Lerner,
Córdoba, 2000.
VÉLEZ MARICONDE, Alfredo: Derecho Procesal penal. Lerner, Córdoba, 2000.
ZAFFARONI, Eugenio; SLOKAR, Alejandro y ALAGIA, Alejandro: Derecho Penal.
Parte General. Ediar, Buenos Aires, 2000.

Legislación

Código Penal de la Nación.


Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba.
Código Procesal Penal de la Nación.
Leyes orgánicas del Poder Judicial y del Ministerio Público (Nación y Provincia).

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m1 | material | IC
información complementaria

I) ETAPAS Y FASES DEL PROCESO PENAL

El proceso penal consta de las siguientes etapas y fases:


1º. Un procedimiento preliminar eventual a cargo de la Policía Judicial, destinado
a reunir los elementos probatorios necesarios para dar fundamento a la
imputación inicial y promover la acción penal.
2º. En el Código Procesal Penal de la Nación se regula la instrucción común, la
cual se define como la etapa eventual y preparatoria del juicio, que cumple un
órgano jurisdiccional en virtud de excitación oficial (de la Policía o del Ministerio
Público) y en forma limitadamente pública, limitadamente contradictoria y escrita,
para investigar la verdad acerca de los extremos de la imputación penal y
asegurar la presencia del imputado, con el fin (específico) de dar base a la
acusación o determinar el sobreseimiento.
Para casos excepcionales se prevé una instrucción sumaria que es la
realizada por el Agente Fiscal con los mismos fines y objetivos que la instrucción
común, pero sólo cuando se trata de casos de aprehensión en flagrancia por las
cuales no proceda la prisión preventiva y con un plazo máximo de 15 días.
El Código Procesal Penal de Córdoba regula la investigación penal
preparatoria, la cual es la etapa eventual del proceso penal realizada por un
órgano integrante del poder persecutorio del Estado (Fiscal de Instrucción
y, excepcionalmente, Juez de Instrucción), en forma limitadamente pública,
relativamente contradictoria y escrita, para investigar la verdad acerca de los
extremos de la imputación penal y asegurar la presencia del imputado, con el fin
(específico) de dar base a la acusación, al juicio abreviado inicial o determinar el
sobreseimiento.
Teniendo en cuenta el fin específico de esta investigación (dar base
al sobreseimiento o a la acusación), la ley prevé una fase crítica (a veces
intermedia, porque se produce después de la clausura de aquella), destinada a
resolver si existe o no fundamento para elevar la causa a juicio.
3º. El juicio plenario es la fase esencial del proceso que se realiza, a base de una
acusación, en forma contradictoria y prevalentemente oral, pública y continua,
que tiene por fin la defensa material del acusado, la recepción de las pruebas
pertinentes y útiles, la plena discusión del Fiscal y de las partes y la decisión
jurisdiccional definitiva sobre el fundamento de las pretensiones que se han
hecho valer mediante las acciones ejercidas.
4º. Fases eventuales y extraordinarias constituyen los juicios de casación (no hay
apelación en contra de la sentencia del Tribunal de juicio), inconstitucionalidad
y revisión. Los recursos son una manifestación de voluntad de quien ataca una
resolución jurisdiccional por considerarla ilegal y agraviante, a fin de que el
Tribunal que la dictó u otro de grado superior (alzada), mediante un nuevo
examen la revoque, modifique o anule (Ayán, 40).
5º. Finalmente se lleva a cabo la fase de ejecución, donde el mismo Tribunal de
juicio dispone las medidas necesarias para hacer efectivo su pronunciamiento.
La ejecución es el momento constituido por el conjunto de actos destinados a
realizar las providencias penales y civiles contenidas en una sentencia.

II) LOS PRINCIPIOS POLÍTICOS DEL PROCESO PENAL

La persecución penal. Oficialidad. Estatalidad. Oficiosidad. Crisis: alternativas


político-procesales
El principio de oficialidad significa que el Estado, como titular de la

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potestad de reprimir al transgresor de la norma penal, debe instituir determinados
órganos (persecución y decisión) para administrar realmente la ley penal.
Este principio tiene los siguientes corolarios: estatalidad, oficiosidad y
legalidad.

1. Estatalidad
A fin de cumplir la función penal en lo formal, el Estado instituye distintos
organismos:
La Policía Judicial investiga los delitos de acción pública que llegan a su
conocimiento y se los comunica inmediatamente al Fiscal de Instrucción.
El Ministerio Público promueve y ejerce la acción penal, procediendo
a realizar la investigación indispensable para dar base a sus requerimientos
(elevación a juicio).
Los Tribunales –dentro de su órbita respectiva– ejercen la jurisdicción
(control y decisión) hasta ejecutar la sentencia.

2. Oficiosidad
Ante la presunta violación de una norma jurídico-penal (un hecho con los
caracteres externos de delito), el Estado reacciona inmediata y espontáneamente
para reintegrar el orden jurídico; pero la iniciativa de la investigación o el origen
del proceso penal no está, en nuestro sistema, a cargo de todos los órganos
públicos arriba mencionados, sino tan sólo de la Policía Judicial o del Ministerio
Público.
De la oficiosidad se desprenden dos subprincipios: a) promoción de
oficio; b) inevitabilidad.
a) La Policía Judicial y el Ministerio Público tienen el deber de proceder
de oficio, por iniciativa propia, a promover la acción penal pública en las formas
establecidas por la ley, sin necesidad de ninguna excitación extraña (oficial o
particular), excepto los casos de acciones dependientes de instancia privada
(CP, arts. 71 y 72).
b) Salvo las excepciones mencionadas, que en verdad enervan la
pretensión represiva, la voluntad de los particulares (aunque sean damnificados
por el delito) o de otros funcionarios públicos (por eminente que sea su situación
jerárquica) carece de eficacia para enervar o evitar la promoción de la acción
pública.
Hasta no hace mucho tiempo la investigación era potestad del Juez de
Instrucción, quien tenía a su cargo la protección de los derechos individuales
del imputado y la persecución del mismo. Eso hizo decir a nuestra doctrina que
la función que el mismo cumplía era una función “esquizofrénica” y que quien
tenía al Juez como Fiscal “necesitaba a Dios como defensor”. A partir de estas
críticas y del proceso de democratización que se produjo en el país, se empezó
a vislumbrar una clase de proceso en donde la investigación (instrucción) ya
no está en manos del Juez, sino en manos del órgano persecutor que luego
va a acusar en paridad de condiciones con el imputado durante el juicio. Los
jueces se limitan a cumplir tareas de control (Juez de Control o de Garantías) y
de decisión (Juez en lo Correccional o Cámara en lo Criminal).
Por otro lado, y en lo que respecta a la inevitabilidad, existen voces que
hoy se levantan procurando que en el ejercicio de las acciones (incluso pública)
se le den mayores facultades de disposición a la víctima (v.gr., retractación).

3. Legalidad (oportunidad)
Según el principio de legalidad, tanto el Ministerio Público como la
Policía Judicial tienen el deber de ejercer la acción pública de acuerdo en
todo caso con la ley penal, es decir, siempre que aparezca cometido un hecho
delictuoso, sin que puedan inspirarse en criterios políticos de conveniencia o
de utilidad social: carecen de toda facultad discrecional para juzgar sobre la

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conveniencia o la utilidad social de la persecución; son esclavos de las leyes. Lo
cierto es que en la realidad no todos los hechos delictivos se conocen; no todos
los hechos conocidos se persiguen; no todos los hechos perseguidos llegan a
una decisión definitiva (cifra negra).
Del principio de legalidad se desprenden los de: a) necesidad de la
promoción; b) irretractabilidad.
a) En el momento inicial, cuando la Policía Judicial o el Ministerio
Público llegan a conocer la existencia de un delito de acción publica promovible
de oficio, tienen el deber de investigar el hecho y, en casos excepcionales
(investigación jurisdiccional) promoverla.
b) Una vez realizada la investigación o promovida la acción, no puede
suspenderse, ni hacerse cesar, ni interrumpirse, salvo los casos expresamente
establecidos por la ley.
Al principio de legalidad se opone el de oportunidad, el cual se expresa
como la atribución que tienen los órganos encargados de la promoción de la
persecución penal, fundada en razones diversas de política criminal y procesal,
de no iniciar la acción pública, o de suspender provisionalmente la acción
iniciada, o de limitarla en su extensión objetiva y subjetiva, o de hacerla cesar
definitivamente antes de la sentencia, aun cuando concurran las condiciones
ordinarias para “perseguir y castigar”.
Lentamente, la legislación empieza a receptar la posibilidad práctica de
este principio reservado especialmente al Congreso de la Nación, quien regula
la posible disponibilidad de la acción (v.gr., suspensión del juicio a prueba).
En la actualidad, se tiende a imponer en la doctrina el apotegma
elaborado por Hassemer: “Tanta legalidad como sea posible, tanta oportunidad
como sea necesaria”.

c) Igualdad de posición entre imputado y acusado


La equiparación procesal –en cuanto a poderes otorgados durante la
realización del proceso penal– del imputado al órgano de la acusación se
encuentra constitucionalmente garantizada. Efectivamente, mediante el Pacto
internacional de derechos civiles y políticos (art. 14, inc. 3º) y la Convención
americana sobre derechos humanos (art. 8, inc. 2º). Como sabemos, ambas
regulaciones tienen jerarquía constitucional (CN, art. 75, inc. 22).
Esta garantía implica tres consecuencias fundamentales:
1) En primer lugar, que sólo el órgano de la persecución y, eventualmente, el
querellante particular, son los encargados de probar la hipótesis delictiva.
2) En segundo lugar, que el tribunal, cualquiera sea, no puede convertirse en
un coacusador, facilitando o coadyuvando la tarea del Ministerio Público y del
órgano adherente (querellante) en contra del imputado.
3) Que el imputado, en cualquier momento, puede reclamar para sí los poderes
otorgados al órgano de la acusación para cumplir su función, a los efectos de
permitir la falsación de la hipótesis delictiva.

1. Los fines del proceso penal


Se ha dicho tradicionalmente que los fines del proceso penal son:
descubrir la verdad real sobre un supuesto hecho delictuoso y actuar sobre él la
ley penal sustantiva (positiva o negativamente).

a. Descubrimiento de la verdad real


Con asiduidad se hacía la diferencia entre la verdad que se persigue
en el proceso civil y en el proceso penal. Tanto el proceso penal –se afirmaba–
como el civil tienden a la averiguación de la verdad sustancial de los hechos;
pero mientras el Juez civil debe limitarse a verificar las proposiciones de las
partes y ha de quedar satisfecho con la verdad aparente, formal o convencional
que surja de sus manifestaciones, el M. Público y el Juez penal tienen, en

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cambio, el deber de investigar la verdad real, objetiva, sustancial de los hechos
sometidos a enjuiciamiento, para dar base cierta a la justicia, no obstante la
confesión del imputado.
Pronto esta tendencia a pretender asir la “verdad verdadera” se tornó
ingenua en tanto la teoría del conocimiento que le servía de base (adequatio rei
intellectus) demostraba aquella característica.
Asimismo, el hecho de tener un conjunto de límites –que provienen de
la inducción fáctica y la verdad probabilística de la premisa menor del silogismo
práctico, de la deducción jurídica y la verdad opinable de las premisas en lo
que respecta a la premisa mayor, en la subjetividad específica del conocimiento
judicial y el método legal de la comprobación procesal proveniente del sistema
judicial y de los derechos individuales– impide hablar de “verdad real”.
Si alguna validez tiene hoy el concepto verdad real es sólo como garantía
de que sólo se va a condenar a una persona por la comisión de un hecho
delictuoso cuando la hipótesis, luego de ser sometida a todas las cribas fácticas
y valorativas, se muestre como incontrastable.
Por todas estas condicionantes, en la actualidad sólo se habla de una
verdad forense. Sus límites en el proceso penal son evidentes.

b. Actuación de la ley penal sustantiva


El proceso tiene por finalidad mediata la justa actuación de la ley penal
sustantiva, es decir, la función de hacer concretas y reales las previsiones
abstractas de dicha ley.
Con esta fórmula se abarca expresamente no sólo el designio de obtener,
mediante la intervención del órgano jurisdiccional, la verificación positiva o
negativa del fundamento verdadero de la pretensión jurídico-penal emergente
del delito, o sea, el designio de obtener un pronunciamiento condenatorio o
absolutorio, sino también el de hacer efectiva o ejecutar la sanción que en el
primer caso se imponga al transgresor de la norma de derecho sustantivo. La
ejecución queda dentro y no fuera del derecho procesal. Es que esto completa
la garantía de todo individuo a saber de antemano cuál es la consecuencia de su
conducta, a qué proceso va a ser sometido y, por último, cuáles son los ribetes
de la ejecución de la sanción.

c) Eficiencia y garantía como objetivos políticos del proceso penal


Así como la justicia se encuentra respecto de la seguridad jurídica en
una contraposición de principio, lo mismo ocurre con la formalidad de la justicia
y la eficiencia del derecho penal y del procedimiento penal. Un instrumental
enérgico es una típica amenaza de los derechos del imputado en el proceso
penal. Si se reúnen en una sola idea la conformidad al estado de derecho
y la energía, entonces se vota en favor de la eficiencia (quizá sin percibirlo).
El estado de derecho vive de la contraposición entre formalidad de la justicia
y eficiencia, y la conformidad al estado de derecho debe controlar y frenar al
Estado fuerte; idealmente, debe poder quebrarlo en caso de conflicto.

2. El consenso entre los sujetos procesales: concepto y función


Si bien la pena sólo se puede aplicar a quien se le demuestre en
forma categórica su culpabilidad acerca de un hecho delictuoso, en los últimos
tiempos han aparecido (reaparecido, mejor) interesantes propuestas que pueden
significar la posibilidad de desplazamiento (parcial) de la “verdad material”
por una verdad “consensual”. Esto se desprende de la idea de considerar al
consenso como una forma alternativa de solución para ciertos casos penales,
evitando la pena, simplificando o acelerando su imposición, o pactando su
extensión.
La noción de consenso se suele relacionar con la idoneidad que se
puede reconocer a la expresión unilateral o al acuerdo de voluntades entre

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órganos públicos, entre estos y particulares o de particulares entre sí, para evitar
la iniciación del proceso penal, para lograr su finalización de un modo más
simple o más corto que el previsto ordinariamente, para convenir la imposición y
la extensión de la sanción penal, o para procurar soluciones diversas a la pena
como modo de resolver el proceso.
La propuesta de darle eficacia jurídica al “consenso” encuentra
propulsión en tendencias modernas que, viendo en el delito más un conflicto
intersubjetivo que una infracción legal (o ambas cosas a la vez), aconsejan
priorizar (en ciertos casos) la reparación del daño causado por el ilícito por sobre
su castigo, otorgar a la víctima un protagonismo en la resolución del caso penal
más acorde con su condición de primera y máxima damnificada por la infracción
penal, y receptar criterios de “utilidad” y “oportunidad” frente al reconocido
fracaso del principio de legalidad.
Pero estas ideas chocan con los fundamentos teóricos que inspiran
el sistema penal y procesal argentino, como son el principio de legalidad
(todo delito de acción pública que se comete debe ser investigado, juzgado
y penado), y el de verdad real (adecuación entre lo realmente ocurrido y lo
reconstruido conceptualmente en el proceso) como base de una imposición de
la pena por parte de órganos jurisdiccionales del Estado. El impulso del principio
de legalidad abarca la inevitable e irretractable tarea de investigar la verdad real
y la inevitable e irretractable imposición de la pena al verdadero culpable o,
mejor aún, a todo verdadero culpable.
Y aquí es donde se evidencia la tensión entre “verdad real” y “verdad
consensual”, pues esta puede prestarse a que se castigue a quien no sea
culpable, o a que no se castigue a quien (o a todo quien) lo es, no sólo por
posibles amañamientos de la verdad, sino por su sustitución como base de
resolución del caso por alternativas a la pena que prescinden total o parcialmente
de ella (v.gr., reparación de la víctima, oblación voluntaria de la multa).

III) LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR: CONTENIDO

1. Denuncia: Concepto. Contenido. Facultades y obligados a denunciar. Reglas


de procedimiento en el CPP de Córdoba y Nación.

A. Concepto:
La denuncia es una manifestación de voluntad de una persona, que
pone en conocimiento de una autoridad competente para recibirla la existencia
de un delito de acción pública.
Sus caracteres principales son el de ser un acto previo (anterior
a la promoción de la acción), espontáneo (manifestación de voluntad) e
irretractable (una vez realizado, ya no existe posibilidad de volverse atrás sobre
la manifestación).
La denuncia puede ser facultativa u obligatoria. La primera, además,
puede ser no condicionante o condicionante.
Por regla la denuncia es facultativa. Toda persona que tenga noticia de
un delito perseguible de oficio puede denunciarlo al Fiscal de Instrucción o a la
Policía Judicial (CPP Cba., art. 314, primer párrafo; CPP Nación, art. 174).
Excepcionalmente, existe la obligación de denunciar. Tienen obligación
de denunciar los delitos perseguibles de oficio: 1º) los funcionarios o empleados
públicos que los conozcan en el ejercicio de sus funciones; 2º) los médicos,
parteras, farmacéuticos y demás personas que ejerzan cualquier ramo del arte
de curar, salvo (excepción de la excepción) que el conocimiento adquirido por
ellos esté por la ley bajo el amparo del secreto profesional (CPP Cba., art. 317;
CPP Nación, 177).
La denuncia facultativa puede ser condicionante o no condicionante.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 24


Cuando la acción penal depende de instancia privada, sólo puede denunciar
quien tenga facultad para instar (CP, art. 72; CPP Cba., art. 314, segundo párrafo;
CPP Nación, art. 174). En los otros casos es no condicionante.

B. Forma
La denuncia puede presentarse en forma escrita o verbal, personalmente
o por medio de mandatario especial. En este último caso debe acompañarse el
poder.
La denuncia escrita debe ser firmada ante el funcionario que la reciba.
Cuando sea verbal, se debe extender un acta, de conformidad a lo que
analizamos al ver actos procesales (CPP Cba., 315; CPP Nación, art. 175).

C. Contenido
La denuncia debe contener, en cuanto fuera posible, la relación
circunstanciada del hecho (tiempo, modo, lugar), con indicación de sus
partícipes (autor, coautores, instigadores, cómplices primarios y secundarios),
damnificados (entre ellos, especialmente la víctima), testigos y demás elementos
(de prueba) que puedan conducir a su comprobación y calificación legal.
Cuando la denuncia fuera formulada por el titular de la acción civil,
puede contener también la manifestación acerca de la delegación del ejercicio
de la acción en el asesor letrado, por supuesto, sin constituirse en actor civil
(CPP, art. 11) (CPP Cba., art. 316; CPP Nación, art. 176).

D. Reglas de procedimiento
En la provincia de Córdoba, la denuncia puede ser presentada ante el
Fiscal de Instrucción o ante la Policía Judicial. Cuando procede la investigación
fiscal preparatoria el Fiscal que recibe la denuncia actúa de inmediato. Si se trata
de un hecho por el que procede investigación jurisdiccional, el Fiscal formula
requerimiento conforme al contenido del art. 341 del CPP, en el término de tres
días, salvo que por la urgencia del caso deba actuarse de inmediato.
Si el Fiscal requiere la desestimación y el juez no estuviera de acuerdo,
regirá el art. 359 (CPP, art. 319).
Cuando la denuncia fuera presentada ante la Policía Judicial, esta actúa
con arreglo a sus atribuciones (CPP, art. 324), comunicando y procediendo (CPP,
art. 326) de conformidad a las exigencias legales (CPP, art. 320).
El denunciante no es parte en el proceso, ni incurre en responsabilidad
alguna, excepto los casos de falsedad o calumnia (CPP, art. 318).
En la Nación, en donde la instrucción es la regla, la denuncia ante el
Fiscal o las fuerzas de seguridad tiene ribetes semejantes a la denuncia realizada
ante estos organismos en el ámbito provincial (CPP Nación, arts. 181 y 182).
Pero en esta jurisdicción puede hacerse la denuncia ante el Juez de Instrucción.
El Juez que reciba una denuncia debe transmitirla inmediatamente al agente
fiscal (nemo procedat iudex ex officio) dentro del término de veinticuatro horas,
salvo que por la urgencia del caso aquel fije uno menor. El agente fiscal formula
requerimiento conforme al artículo 188 o pide que la denuncia sea desestimada
o remitida a otra jurisdicción.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, el Juez de Instrucción
que reciba una denuncia puede, dentro del término de veinticuatro horas –salvo
que por la urgencia del caso fije uno menor– hacer uso de la facultad de delegar
la investigación de los delitos de acción pública al agente fiscal, en cuyo caso
este asume la dirección de la investigación conforme a las reglas establecidas
en el título respectivo del CPP o pedirá que la denuncia sea desestimada o
remitida a otra jurisdicción.
Será desestimada cuando los hechos referidos en ella no constituyan
delitos, o cuando no se pueda proceder. La resolución que disponga la
desestimación de la denuncia o su remisión a otra jurisdicción será apelable,

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aun por quien pretendía ser tenido por parte querellante (CPP, art. 180).

2. Actos de la Policía Judicial

A. Función
La Policía Judicial es la encargada, por orden de autoridad competente o
–en caso de urgencia– por denuncia o iniciativa propia, de investigar los delitos
de acción pública, impedir que los cometidos sean llevados a consecuencias
ulteriores, individualizar a los culpables y reunir las pruebas útiles para dar
base a la acusación o determinar el sobreseimiento. Si el delito fuera de acción
pública dependiente de instancia privada, sólo debe proceder cuando reciba
la denuncia condicionante de las personas previstas en el art. 72 del CP (CPP
Cba., art. 321; CPP Nación, art. 183).
Son oficiales y auxiliares de la Policía Judicial los funcionarios y
empleados a los cuales la ley acuerde tal carácter. Son considerados también
oficiales y auxiliares de Policía Judicial los de la Policía Administrativa, cuando
cumplan las funciones que el CPP establece (CPP Cba., art. 322).
Los oficiales y auxiliares de la Policía Judicial son nombrados y removidos
conforme a lo dispuesto por la Ley Orgánica del Ministerio Público (ley provincial
7.826). Cumplen sus funciones bajo la superintendencia directa del Ministerio
Público y deben ejecutar las órdenes que les impartan los Jueces, Fiscales y
Ayudantes Fiscales.
Los oficiales y agentes de la Policía Administrativa, en cuanto cumplan
actos de la Policía Judicial, están en cada caso bajo la autoridad de los jueces
y fiscales, sin perjuicio de la autoridad general administrativa a que estén
sometidas (CPP Cba, art. 323).
Los oficiales y auxiliares de la Policía Judicial que violan disposiciones
legales o reglamentarias, que omiten o retardan la ejecución de un acto propio de
sus funciones o lo cumplen negligentemente son sancionados por los tribunales
o el Ministerio Público, previo informe del interesado, con apercibimiento o multa
de hasta 50 jus, sin perjuicio de la suspensión hasta por treinta días, cesantía
o exoneración que pueda disponer el Tribunal Superior de Justicia y de la
responsabilidad penal que corresponda.
Los oficiales y agentes de la Policía Administrativa, pueden ser objeto de
las mismas sanciones; pero la suspensión, cesantía o exoneración de ellos sólo
puede ser dispuesta por el Poder Ejecutivo.

B. Atribuciones
La Policía Judicial tiene las siguientes atribuciones (CPP, art. 324):
1) Recibir denuncias (CPP, art. 320).
2) Cuidar que el cuerpo, instrumentos, efectos y rastros del delito sean
conservados, mediante los resguardos correspondientes, hasta que llegue al
lugar el Fiscal de Instrucción.
3) Si hubiera peligro de que cualquier demora comprometa el éxito de la
investigación, hacer constar el estado de las personas, cosas y lugares, mediante
inspecciones, planos, fotografías, exámenes técnicos y demás operaciones que
aconseje la policía científica.
4) Proceder a los allanamientos del art. 206, a los requisitos urgentes con arreglo
al 209 y a los secuestros impostergables.
5) Si fuere indispensable, ordenar la clausura del local en que se suponga, por
vehementes indicios, que se ha cometido un delito grave, o proceder conforme
al art. 274 (arresto).
6) Interrogar sumariamente a los testigos presumiblemente útiles para descubrir
la verdad.
7) Citar y aprehender al presunto culpable en los en los casos y forma que este

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 26


Código autoriza.
8) Recibir declaración al imputado, sólo si éste lo pidiera, en las formas y con las
garantías que establecen los artículos 258 y ss.
9) Usar de la fuerza pública en la medida de la necesidad.

C. Prohibiciones
Los oficiales y auxiliares de la Policía Judicial no pueden abrir la
correspondencia que resguardan o hubieran secuestrado por orden de autoridad
judicial competente, sino que la remitirán intacta a esta. Sin embargo, en los
casos urgentes pueden ocurrir a la más inmediata, la que autorizará la apertura
si lo creyere oportuno.
Tampoco pueden difundir a los medios de prensa los nombres y
fotografías de las personas investigadas como participantes de un hecho, salvo
que mediare expresa autorización del órgano judicial competente (Cprov., art.
19, incs. 2º y 12 y art. 50).

D. Deberes
Los oficiales de la Policía Judicial deben comunicar inmediatamente
al Fiscal de Instrucción todos los delitos que llegaren a su conocimiento, y
practicar los actos urgentes que la ley autoriza y los que aquel les ordenare,
observando las normas que el CPP establece.
Sin perjuicio de lo dispuesto por el art. 278, las actuaciones y las
cosas secuestradas serán remitidas al Fiscal de Instrucción o al Juez de Paz
(39) dentro del plazo de tres días de iniciada la investigación; pero dichos
funcionarios podrán prorrogarlo por otro tanto cuando aquella sea compleja o
cuando existan obstáculos insalvables (CPP, art. 326).

3. Investigación fiscal e investigación jurisdiccional: la discusión político-


procesal

Siguiendo a Cafferata Nores, podemos decir que la investigación


preparatoria es la etapa del procedimiento penal que, a partir de la hipótesis de
un delito, procurará reunir pruebas para establecer si hay suficiente fundamento
como para acusar a alguna persona por su comisión.
Desde el punto de vista político-procesal, bajo una óptica técnica o
científica, se puede señalar que el desempeño de tareas de investigación que
cumple el Juez en la instrucción no se corresponde con la imparcialidad que
debe presidir el ejercicio de la potestad jurisdiccional. Si bien históricamente
la investigación fue puesta a su cargo buscando mayores garantías para
el sospechoso, los resultados, en este aspecto, no han sido precisamente
paradigmáticos. La triple función asignada al Juez de Instrucción (investigador
del imputado, contralor de la observancia de las garantías de este frente a su
propia actividad y evaluador del mérito probatorio de su propia investigación),
es menos una utopía funcional que una hipocresía práctica.
Además, parece artificial que el Fiscal base su acusación en pruebas
que no son recibidas por él y para cuya selección carece, generalmente, de toda
iniciativa vinculante, pues sólo puede proponer diligencias que el Juez cumple
si, a su exclusivo criterio, resultan pertinentes y útiles.
También es criticable la inversión de roles, ya que el Fiscal que deberá
investigar se limita a controlar la investigación y el Juez que la debería controlar
la realiza personalmente.
Entonces, es más conveniente establecer un procedimiento de
investigación a cargo del Ministerio Fiscal, eficaz, ágil y garantizador, reduciendo
la actividad del Juez sólo a algunas intervenciones de autorización o control,
impuestas por requisitos constitucionales (garantías individuales, fundamento de
la acusación). Con él, además de un mayor resguardo de aquellos aspectos, se

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procura obtener también ventajas prácticas en orden a la eficacia, al evitar cierta
pomposidad de la instrucción jurisdiccional (exagerada para tan sólo fundar una
acusación) y al aprovechar la actividad policial dirigida por el Fiscal (que en
aquel sistema se reproduce ante el Juez), acordándole al Ministerio Público la
estrategia de la investigación.
La agilidad y eficacia de la investigación fiscal preparatoria dependerá
fundamentalmente de las atribuciones que se otorguen al Fiscal, pues mientras
mayor sea la autonomía que tenga de los jueces en orden a los poderes de
investigación y coerción, mayores serán las posibilidades de éxito. Ello sin
trasponer los límites infranqueables que imponen las garantías constitucionales.
También tiene influencia en la eficacia el sistema de división del trabajo que se
imagine para los Fiscales (temporal o territorial).
En orden a las atribuciones probatorias, el Fiscal debe ser el dueño
de la estrategia de la investigación y estar facultado para recibir todas las
pruebas, aun las definitivas e irreproductibles, siempre que en este último caso
se garantice la intervención de la defensa. Pero los elementos de convicción
que recoja durante la investigación preparatoria sólo tendrán valor para dar
fundamento a la acusación o al sobreseimiento, en su caso.

4. CPP Córdoba y Nación. Investigación fiscal e investigación jurisdiccional.
Reglas. Diferencias entre ambos ordenamientos. Trámite: desafuero y antejuicio.
Procedimiento ulterior.

A. CPP Córdoba y Nación: Investigación fiscal e investigación jurisdiccional

En la provincia de Córdoba, la investigación está como regla a cargo


del Fiscal de Instrucción (investigación fiscal), mientras que excepcionalmente,
cuando existen obstáculos fundados en privilegios constitucionales, queda en
manos del Juez de Instrucción (investigación jurisdiccional).
En la Nación, la fórmula se invierte. La instrucción a cargo del Juez es
la regla, y la investigación a cargo del Agente Fiscal sólo procede cuando el
Juez de Instrucción decide que la dirección de la misma quede a cargo de aquel,
excluyéndose de las potestades del Agente Fiscal la declaración del imputado,
la mayoría de las medidas de coerción personal, la producción de los actos
definitivos e irreproductibles, el archivo de las actuaciones, la persecución penal
o el sobreseimiento del imputado y todo otro acto que la ley sólo otorgue al Juez
de Instrucción (CPP, arts. 196, 212 y 213).
Volviendo a Córdoba, en la investigación fiscal, el Fiscal de Instrucción
procede con arreglo a la ley para reunir los elementos que puedan servir de base
a sus requerimientos. Estos pueden fundamentarse en los actos practicados
por la Policía Judicial dentro de sus facultades legales, salvo en lo relativo a la
declaración del imputado (CPP, art. 328).
El Fiscal de Instrucción practica y hace practicar todos los actos que
considere necesarios y útiles para la investigación, salvo aquellos que la ley
atribuya a otro órgano judicial. En este caso, los requerirá a quien corresponda
(CPP, art. 329).
Cuando tiene que practicar actos definitivos e irreproductibles, el Fiscal
garantiza el contradictorio a través de la notificación a la defensa (CPP, art.
330).
También debe proveer a la defensa del imputado (CPP, art. 331).
En el ejercicio de su función, el Fiscal de Instrucción puede citar, privar y
acordar la libertad al imputado, y recibirle la declaración, conforme a lo previsto
en las reglas específicas sobre medidas de coerción personal establecidas
en el CPP (CPP, art. 332). En cualquier momento, el imputado puede solicitar
directamente al Juez de Instrucción la aplicación de los artículos relativos a
mantenimiento, recuperación o cese de la prisión preventiva, quien requerirá de

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 28


inmediato las actuaciones y resolverá en el término de 24 horas.
La resolución es apelable por el Fiscal de Instrucción o el imputado, sin
efecto suspensivo (CPP, art. 333).
El Fiscal de Instrucción puede disponer, por decreto, el archivo de
las actuaciones cuando no se pueda proceder o cuando el hecho en ellas
contenido no encuadre en una figura penal. En este último caso, si se hubiere
recibido declaración como imputado a alguna persona, procederá a solicitar el
sobreseimiento. En todos los casos, las partes podrán oponerse a la decisión del
Fiscal. Cuando mediare discrepancia del Juez de Instrucción regirá el artículo
359.
El archivo dispuesto por el Juez es apelable por el querellante que se
hubiere opuesto, salvo el caso del art. 359.
Regirá el art. 464, y si la decisión del Juez fuese revocada, otro Fiscal de
Instrucción proseguirá con la investigación (CPP, art. 334).
Las partes pueden proponer diligencias, las que serán practicadas salvo
que el Fiscal no las considere pertinentes y útiles; si las rechazara, podrán
ocurrir ante el Juez de Instrucción en el término de tres días. El Juez resolverá
en igual plazo. La denegatoria será apelable.
En el término de diez días a contar desde la declaración del imputado,
el Fiscal de Instrucción por decreto fundado y con arreglo a los requisitos del
art. 282, dispondrá la prisión preventiva, cuando concurran las causales del art.
281.
El imputado y su defensor pueden oponerse ante el Juez (art. 338). La
resolución de este es apelable por el Fiscal y el imputado (CPP, art. 336).
La investigación fiscal debe practicarse en el término de tres meses
a contar desde la declaración del imputado. Si resultare insuficiente, el Fiscal
podrá solicitar prórroga al Juez de Instrucción, quien podrá acordarla por otro
tanto. Según las causas de la demora y la naturaleza de la investigación, la
prórroga podrá concederse hasta doce meses más (CPP, art. 337).
En los casos que la ley autoriza la oposición a una resolución o
requerimiento del Fiscal de Instrucción, esta se deducirá ante quien la dictó en el
término de tres días, salvo que se establezca otro trámite. Si el Fiscal mantuviera
su decisión, elevará la oposición en igual término ante el Juez de Instrucción,
junto con las actuaciones y sin perjuicio del cumplimiento de los actos urgentes
de investigación. El Juez resolverá en el término de tres días (CPP, art. 338).
La investigación jurisdiccional sólo procede cuando existen obstáculos
fundados en privilegios constitucionales (art. 340). Si en estos casos se formulare
requisitoria fiscal o querella contra un legislador, magistrado o funcionario sujeto
a juicio político, enjuiciamiento o juicio de destitución, el Tribunal competente
practicará una investigación sumaria que no vulnere la inmunidad del imputado.
Cuando existiere mérito para el juzgamiento, se solicitará el desafuero, antejuicio
o destitución, ante quien corresponda, acompañando copia de las actuaciones
y expresando las razones que lo justifiquen. La investigación sumaria no podrá
exceder de dos meses, bajo pena de caducidad.
Si de acuerdo con el art. 94 de la Constitución Provincial, el legislador
hubiere sido aprehendido, el Tribunal dará cuenta a la Legislatura con la
información sumaria del hecho, dentro del término de 24 horas. Del mismo
modo se procederá cuando el aprehendido estuviera sujeto a juicio político o
enjuiciamiento o juicio de destitución, en cuyo caso se cumnicará la privación de
la libertad del magistrado o funcionario a la Cámara de Diputados, al Jurado de
Enjuiciamiento o al Tribunal Superior de Justicia, según corresponda (CPP, art.
14).
Si se produce el desafuero o la destitución, el Tribunal dispondrá la
investigación jurisdiccional correspondiente o dará curso a la querella. En
caso contrario, declarará por auto que no se puede proceder y archivará las
actuaciones (CPP, art. 15).

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Cuando se proceda contra varios imputados y sólo alguno de ellos goce
de privilegio constitucional, el proceso podrá formarse y seguir con respecto a
los otros (CPP, art. 16).
El requerimiento de investigación jurisdiccional debe contener (CPP, art.
341):
1) Las condiciones personales del imputado o, si se ignorase, las señas
o datos que mejor puedan darlo a conocer.
2) La relación circunstanciada del hecho, con indicación, si fuere posible,
del tiempo y modo de ejecución y de la norma penal que se considere
aplicable.
3) La indicación de las diligencias útiles para la averiguación de la
verdad .
En general, las normas sobre la investigación jurisdiccional son
semejantes a las normas sobre investigación fiscal. Las diferencias que se
advierten son en primer lugar la posible participación del Ministerio Público
en todos los actos de la investigación, y examinar en cualquier momento las
actuaciones. Si el Fiscal hubiera expresado el propósito de asistir a un acto,
será avisado verbalmente con suficiente tiempo y bajo constancia, pero aquel
no se suspende ni retarda por su ausencia. Cuando asista, tiene los deberes
y facultades que se le otorgan a los que participan en las diligencias de la
investigación (CPP, art. 343). Si se rechaza la proposición de las diligencias
probatorias, sólo procede el recurso de apelación (CPP, art. 344). En caso de
insuficiencia del tiempo para la investigación, el Juez puede motu proprio ampliar
por otro tanto (CPP, art. 346).
Cuando el Juez hubiere recibido declaración al imputado y estimare
cumplida la investigación, correrá vista al Fiscal de Instrucción a los fines de la
acusación. Este, en el término de seis días, requerirá las diligencias probatorias
que estime necesarias o procederá con arreglo al art. 355. Sólo en casos graves
y complejos el término podrá prorrogarse hasta por otro tanto (CPP, art. 347).

m1 actividades

m1 | actividad 1

Identificación de un hecho supuestamente delictuoso

Durante el lapso comprendido entre el 18 de marzo de 1986 y el 24


de abril de 1999, el Sr. Pedro Arco se desempeñó en el cargo de Gerente de
la Sección Créditos en el Banco Social de la Provincia de Córdoba, sito en
intersección de calles 27 de Abril y Avda. Vélez Sársfield, B° Centro de la ciudad
de Córdoba.

Ante la propuesta de una entidad bancaria privada –Citi Bank–, el


mencionado decide renunciar a su puesto laboral.

Con fecha 15 de mayo de 1999, asume el cargo vacante el Sr.


Juan Briones. Como primera medida de su gestión, y a los efectos de
evitar confusiones entre ambas administraciones y, de ese modo, deslindar
responsabilidades, el nuevo Gerente dispone la realización de una auditoría
interna sobre las operaciones comerciales y financieras en aquel departamento.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 30


El día 3 de junio de 1999, el Contador Julio Franchetti eleva a
consideración del Sr. Gerente el dictamen por él realizado. Del mismo surge
el otorgamiento de un número indeterminado de préstamos crediticios sin los
requisitos previstos por las circulares internas del Banco Social. Entre ellos, se
destacan la falta de documentación acreditante de los avales necesarios, como
condición para la procedencia de las operaciones.

Ante el cuadro de situaciones, el Sr. Briones, atento el rol que desempeña,


decide interiorizarse de su responsabilidad funcional.

Previa consulta en Legales de la institución, decide contratar al estudio


jurídico donde usted trabaja para el asesoramiento jurídico del banco y la
realización de la actividad procesal destinada a poner en funcionamiento la
actividad estatal tendente a reprimir, en caso de que las hubiere, las conductas
delictuosas. Con tal objetivo, se presenta en su estudio el día 20 de agosto de
2000.

Luego de relatarle el hecho arriba bosquejado, en una información


sintética le explica a usted que en la Asesoría Letrada del Banco lo han ilustrado
acerca de su obligación, como funcionario público, de denunciar supuestas
conductas delictivas. Por tal motivo, pretende que usted corrobore o desvirtúe
tales consideraciones, y que lo informe técnicamente de la actividad a desplegar
desde ese momento, realizando todos los actos procesales y extraprocesales
correspondientes.

Teniendo en cuenta el caso presentado, prima facie, su labor profesional


discurrirá por la subsunción –o no– en la ley penal de la conducta bosquejada a
través del relato de su nuevo cliente. A 1

En su rol de abogado del Sr. Briones, deberá informarle por escrito


acerca de los pasos a seguir como consecuencia del hecho descripto, sobre
su responsabilidad funcional, y los actos indispensables a desarrollar, cómo
hacerlos, ante quién, cuándo, dónde y con qué finalidad. A 2

A más de confirmar la continuación de su actividad como abogado,


el Sr. Briones, en virtud de su actividad profesional, le manifiesta que él no
puede seguir personalmente la sustanciación del proceso, por lo que quiere
delegárselo a usted. Le pide que lo informe respecto del modo en que tal
decisión se puede llevar adelante. A 3

Acto seguido, usted elaborará el acto formal indispensable para poner en


conocimiento del órgano judicial competente en la Provincia de Córdoba los
sucesos acaecidos, e informará acerca de los requisitos para su presentación en
el carácter jurídico que le permita representar al Sr. Briones para tal efecto. A 4

m1 |actividad 1 | AA

asistente académico 1

Los conocimientos que usted ha adquirido en Derecho Penal ll le


permiten reducir el universo de normas aplicables. No obstante, una vez que
usted se encuentra en este estrecho margen, no solo necesita de la nuda
revisión de la ley, sino que, a fin de lograr el significado jurídico de una conducta,
tendrá que apelar a las distintas propuestas doctrinarias y jurisprudenciales
sobre el tema. En tal sentido, sería conveniente que usted revisara sus materiales

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 31


de la disciplina arriba aludida y alguna página de Internet de las presentadas,
en donde se encuentren fallos de los Tribunales nacionales y provinciales Las
primeras preguntas que debe realizarse son: 1. ¿Puede existir una lesión a algún
bien jurídico de los protegidos por la ley penal? 2. ¿Cuáles serían las figuras que
más se acercan a la hipótesis planteada?

m1 |actividad 1 | AA

asistente académico 2

Para una correcta respuesta profesional, salvo casos de fuerza mayor,


resulta indispensable un análisis exhaustivo de la causa desde sus aristas
y posibilidades estratégicas. Cerciórese, antes de contestar, de cuál es la
complejidad de la causa, la gravedad del hecho, las posibles incidencias, las
derivaciones que probablemente tenga tal circunstancia. Será indispensable
para responder, entonces, un estudio acabado de la ley penal (sustantiva y
procesal), remitiéndolo para dicho menester a los respectivos códigos. Es
necesario, pues, transitar la figura delictiva especificada por los distintos estratos
analíticos del delito (Derecho Penal I) y, luego, analizar, según la clase de delito
y pena a imponer, la competencia y el procedimiento previsto por la ley para la
sustanciación del mismo.

m1 |actividad 1 | AA

asistente académico 3

La teoría de la representación se encuentra en el derecho privado. Si


bien las normas penales le van a explicitar a usted qué tipo de acto jurídico
se requiere, el sujeto competente para realizarlo, el contenido del mismo y los
derechos y obligaciones que de él surgen deberán ser buscados por usted en
las leyes civiles y comerciales. Pregúntese: ¿a través de qué acto jurídico puedo
actuar en lugar de mi cliente?

m1 |actividad 1 | AA

asistente académico 4

Le recomiendo, previo a elaborar la instancia correspondiente, una


lectura detenida del material de apoyo elaborado por la cátedra para el módulo.
Ha sido construido para facilitarle a usted la respuesta de los diferentes
interrogantes apuntados.

m1 | actividad 2

Los primeros actos de los órganos públicos predispuestos.

La actividad judicial, como planteamos en la introducción a la presente


asignatura, obliga al profesional en su actividad a adoptar diferentes posiciones
jurídicas a lo largo de su vida. Le propongo ahora cambiar de rol. Usted será

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 32


el Fiscal de Instrucción receptor de la denuncia presentada por el abogado
de Juan Briones. A ello le agregaremos una modificación esencial: imagine
que tal acto, en contraposición al por usted presentado, no encuadra en figura
penal, en tanto todos los actos realizados por el denunciado –Pedro Arco– se
encuadraban dentro de sus atribuciones.

m1 |actividad 2 | AA

asistente académico

Su tarea consiste ahora en suspender la acción penal pública por una


causal expresamente establecida por la ley: el archivo de la causa. Al analizar
esta posibilidad usted tendrá que acudir a sus conocimientos sobre los principios
que rigen la función penal del Estado, respecto a la actividad que puede realizar
durante la investigación este órgano del Estado, como así también lo vinculado
a la tramitación de este acto. Le recomiendo un análisis de la normativa y del
bosquejo básico del escrito correspondiente.

m1 | actividad 3

La denuncia como resorte de la actividad de los órganos judiciales

Usted continúa con su rol de Fiscal. Pero ahora, a diferencia de la


actividad anterior, la conducta de Arco sí encuadra en figura penal. Por tal motivo,
a su entender, la acción penal persecutoria es procedente. En tal caso, decide
continuar con la actividad procesal consecuente con la notitia criminis receptada
formalmente, disponiendo el conjunto de actos procesales consustanciados con
su estrategia procesal. A

m1 |actividad 3 | AA

asistente académico

Para responder a la consigna, usted deberá apelar a sus conocimientos


sobre investigación penal preparatoria, caracterizando el hecho investigado,
a quién le corresponde la investigación y cuál es el procedimiento que
normalmente se sigue en esos casos. Es mi consejo que averigüe en el precinto
o comisaría cercana a su domicilio cuál es la actitud que adopta el órgano de
la persecución en los primeros momentos de la investigación, y que lo compare
con lo que dice la ley. A fin de cotejar los conocimientos alcanzados, usted
intentará fundamentar la respuesta a la consigna planteada. Con esto me refiero
específicamente a la relación existente entre su estrategia y los distintos actos
procesales incoados.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 33


m1 | actividad 4

La instancia de constitución en querellante particular

Una vez iniciada la acción penal pública, las personas ofendidas por
el delito tienen atribuciones para participar en el proceso penal respectivo.
Como abogado que representará al Estado provincial en la acreditación del
hecho delictuoso y la participación punible del imputado, usted estima que es el
momento apropiado para instar la constitución en querellante particular. A

m1 |actividad 4 | AA

asistente académico

Para poder redactar el acto procesal solicitado, usted deberá prestar


atención a las normas que establecen los requisitos para la instancia. Tenga en
cuenta, en lo que se refiere a la representación de la Provincia, la ley provincial
n° 8.835, la cual consta en la bibliografía básica. En su caso, usted invente y
nomine a la persona que tiene la función de representar.

m1 glosario

Acción: 1°. Primer estrato analítico en la teoría del delito o de la imputación


delictiva. 2°. Medio a través del cual se excita el deber del Estado de imponer
una sanción establecida por la ley al partícipe (en sentido amplio) de un hecho
típico penalmente antijurídico (penal) o la restitución del objeto materia del delito
o la reparación del daño material o moral causado con el hecho delictuoso
(civil). Las acciones penales pueden ser públicas (promovibles de oficio o a
instancia de parte) o privadas. Las acciones civiles siempre son privadas.

Acta: Soporte material en donde consta la realización de un acto procesal.

Actor penal: Sujeto esencial del proceso penal, quien promueve y ejerce la
pretensión penal, tanto en los delitos de acción pública (Ministerio Público
Fiscal) como en los de acción privada (querellante exclusivo), en contra de los
supuestos partícipes (en sentido amplio) en un hecho delictuoso, solicitando del
órgano jurisdiccional la aplicación de la ley penal.

Actuaciones: Conjunto de actos procesales con el cual se integra formalmente


el expediente procesal.

Decreto: 1°. Resolución jurisdiccional mediante la cual se resuelven cuestiones


en el proceso penal de mero trámite, el cual debe ser fundado solo en los casos
expresamente establecidos por la ley. 2°. Resolución del Fiscal de Instrucción
durante la investigación fiscal preparatoria, el cual debe ser fundado cuando la
ley prescriba especialmente esa forma.

Denuncia: La denuncia es una manifestación de voluntad de una persona, que

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 34


pone en conocimiento de la autoridad encargada de recibirla la existencia de un
hecho delictuoso de acción pública, sea promovible de oficio o dependiente de
instancia privada, para que la misma proceda a su investigación y represión si
corresponde.

Extremos de la imputación delictiva: Aspectos objetivos (existencia del hecho


delictuoso) y subjetivos (participación punible) a comprobar en un proceso penal
seguido contra una persona.

Imputado: Es el sujeto esencial del proceso penal; persona indicada como


partícipe (en sentido amplio) de un hecho delictuoso en cualquier acto de la
persecución penal dirigido en su contra y desde el primer momento de ella.

Interpretación: Consiste en una operación compuesta, que exige establecer el


significado abstracto de la regla legal (intelección de la ley) y su significado
concreto frente al caso a resolver (aplicación de la ley).

Ministerio Público Fiscal: Órgano público predispuesto por el Estado que tiene
por finalidad la promoción y ejercicio de las acciones públicas (promovibles de
oficio o instancia de parte).

Querellante: Particular presuntamente ofendido por el supuesto hecho delictuoso


que se constituye en el proceso penal por delitos de acción pública (promovible
de oficio o a instancia de parte) para coadyuvar con la actividad persecutoria del
Ministerio Público Fiscal (querellante particular) o para ejercer, de manera única,
la pretensión en los delitos de acción privada.

Resolución: Forma que adquieren las decisiones de determinados órganos


judiciales (Fiscal de Instrucción o Tribunales).

Subsunción: Actividad intelectual consistente en contactar el mundo del ser y


del deber ser, a través de la posible comprensión de una conducta externa de
una persona en una manda legal.

Supuesto de hecho concreto: Elaboración conceptual sobre un hecho sucedido


en la realidad, a la cual se accede por vía inductiva a través de la producción de
elementos de prueba.

Víctima: Persona que en los primeros momentos de la investigación aparece


como la ofendida por el hecho delictuoso, esto es, la titular del soporte material
del bien jurídico protegido.

fases probatorias y crítica de la investigación penal preparatoria m2

m2 microobjetivos

¿Qué tengo que lograr?

• Confrontar los conocimientos teóricos desarrollados en asignaturas anteriores


con los actos procesales destinados a restringir la libertad de la persona durante

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 35


la sustanciación de un proceso, para advertir cómo se plasman en la práctica las
garantías individuales del imputado.
• Analizar el modo formal-inductivo de acreditar la hipótesis delictiva durante la
investigación a través de pruebas legales, objetivas, pertinentes y útiles, con el
fin de reconocer los caminos correctos de probar.
• Participar en la actividad probatoria, en sus distintos momentos (producción,
recepción y valoración), a los efectos de diferenciar los aportes que realizan los
sujetos del proceso en tal sentido.

m2 contenidos

¿De qué se trata?

Como usted ya sabe por las asignaturas estudiadas junto a esta, la investigación
penal preparatoria es esencialmente una etapa de coerción y actividad probatoria
destinada a verificar si existen elementos de convicción suficientes para citar a
juicio o, en su defecto, dar base al sobreseimiento y, eventualmente, al juicio
abreviado inicial.
Esta segunda parte estará signada por la adquisición de conocimientos prácticos
en ese sentido. Veremos la actividad de los órganos públicos predispuestos
destinada a justificar la hipótesis delictiva, como así también las distintas
medidas privativas de la libertad en contra del imputado que se pueden dictar
para asegurar su persona y, a la vez, evitar que éste entorpezca la investigación
o intente eludir la acción de la justicia.
Asimismo, abordaremos la actividad de los demás sujetos procesales (querellante
particular, imputado) durante esta etapa del proceso, principalmente en su pedido
de participación en la misma, la defensa material del imputado (declaración) y
la actividad impugnativa en contra de los actos procesales dictados por el Fiscal
de Instrucción.
Por último, nos introduciremos en la fase crítica de la investigación. Allí seremos
protagonistas de la actividad valorativa de los distintos personajes que participan
en el proceso penal.
Repitiendo la consigna apuntada en el anterior, una vez finalizadas las
distintas actividades de este módulo, remítase al mapa conceptual del
mismo e interróguese sobre la asimilación de conceptos y contenidos en él
presupuestados. Nada mejor para un docente en vías de aprendizaje que obtener
críticas constructivas sobre los elementos de la asignatura, para paulatinamente
ir mejorándola. ¡Usted es protagonista en dicha evolución!

m2 material

¿Qué materiales voy a utilizar?

Materiales básicos

a) CLEMENTE, José Luis: Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba.


Ley Nro. 8123. Lerner, Córdoba, 2000.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 36


b) Material de apoyo para el módulo 2 elaborado por los docentes del área
IC

c) Bibliografía utilizada en asignaturas cursadas anteriormente:

- CAFERATA NORES, José I. y otros: Manual de Derecho Procesal Penal,


Córdoba, Ciencia, Derecho y Sociedad.

- MAIER, Julio B. J.: Derecho Procesal Penal Argentino. Editores del Puerto,
Buenos Aires, 1996.

Materiales complementarios

BINDER, Alberto: Introducción al Derecho Procesal penal. Ad-Hoc, Buenos


Aires, 1993.
CAFFERATA NORES: Introducción al Derecho Procesal Penal. Lerner; Córdoba,
1994.
CREUS, Carlos: Derecho Penal. Parte Especial. Astrea, Buenos Aires, 1996.

Páginas web

http://www.eldial.com.ar
Jurisprudencia, legislación y doctrina

Legislación

Código Penal de la Nación.


Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba.
Constitución de la Provincia de Córdoba.
Constitución de la Nación Argentina.
m2 | material | IC
información complementaria

LOS SUJETOS DEL PROCESO PENAL

En el proceso penal intervienen sujetos esenciales (imputado, Ministerio Público


[o querellante exclusivo en los delitos de acción privada] y Tribunal), eventuales
(actor civil, demandado civil y querellante particular) y particulares autorizados
(víctimas, parientes cercanos del privado de la libertad) u obligados a participar
(testigos, peritos, etc).

I. EL IMPUTADO

1) Concepto
El imputado es la persona indicada como partícipe de un hecho
delictuoso en cualquier acto de la persecución penal dirigida en su contra y
desde el primer momento de ella (Cafferata, DPP, 71).
Otras denominaciones de este sujeto procesal se muestran insuficientes.
Así, no puede denominárselo procesado, pues este es quien está sometido a
un proceso en virtud de un auto de procesamiento, vale decir, una declaración
jurisdiccional de presunta culpabilidad (CPP de la Nación, art. 306). Tampoco

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 37


acusado, pues este es el sujeto contra el cual se ha formulado una acusa-
ción, pública (requisitoria, CPPCba., art. 355; Nación, 347) o privada (querella,
CPPCba., 424; Nación, 415).

2) Garantías constitucionales que lo protegen


El imputado tiene los siguientes derechos: juicio previo, inocencia,
defensa, prohibición de la persecución penal múltiple (ne bis in idem), juez
natural, independencia e imparcialidad del tribunal.

A) Juicio previo
Toda persona tiene derecho a que sólo se le imponga una pena luego de
un proceso tramitado por órganos predispuestos de acuerdo a las formas y en
los tiempos previstos por la ley. Se trata de la garantía nulla poena sine iudicio
la cual se encuentra prevista en el art. 18 de la Constitución Nacional: «Ningún
habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior
al hecho del proceso...», repetido por el art. 39 de la Constitución provincial:
«Nadie puede ser penado sino en virtud de un proceso tramitado con arreglo a
esta Constitución...» y por los arts. 1os de los Códigos Procesales Penales.
Históricamente, se ha entendido el juicio previo en tres sentidos
diferentes:

a) Como el poder de promover el juicio indispensable para actuar


concretamente la ley sustantiva, esto es, el poder de excitar la jurisdicción penal
competente para emitir ese juicio.
En la actualidad, el art. 120 de la Constitución Nacional prevé
expresamente tal función: «El Ministerio Público es un órgano independiente con
autonomía funcional y autarquía financiera, que tiene por función promover la
actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales
de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República».
Cierto es que las legislaciones provinciales todavía no han adecuado, en
su mayoría, la normativa a la Constitución Nacional en virtud del principio
de subordinación, manteniendo la promiscuidad institucional que significa la
pertenencia del órgano persecutorio al Poder Judicial y, por ende, el germen del
sistema inquisitivo, vale decir, la confusión entre persecución y decisión (véase
ley provincial 7826, art. 1º).
b) Desde un punto de vista subjetivo, el juicio previo que impone la
Constitución o proceso penal es una entidad jurídica prefijada o un tipo legal
abstractamente definido por el derecho procesal, el cual establece las formas y
los términos de los actos que la integran y el orden (procedimiento) que debe
observarse al cumplirlos.
Como sucesión de actos que están disciplinados individual y
colectivamente por el derecho, en consecuencia, el proceso penal se interpone
necesariamente entre el delito inicialmente presunto, y la pena (o medida de
seguridad) amenazada para quien resulte culpable como partícipe del mismo,
siendo así el único medio de descubrir la verdad y de actuar efectivamente la ley
penal.
«En otros términos, la Constitución hace del proceso penal un instrumento
esencial de la justicia represiva, el que sólo tiene eficacia jurídica cuando
se observan concretamente las formalidades prescritas por el derecho que le
da vida» (Vélez Mariconde3, II, 25). Así como el principio de legalidad es el
criterio político criminal fundamental del Derecho penal sustantivo, el principio
de formalidad es el criterio político criminal del Derecho penal procesal.
Hoy en día se reconoce que juicio previo (CN, art. 18) es igual a
acusación (CN, art. 120), defensa (CN, art. 18), prueba (CN, art. 18) , sentencia
(CN, art. 18) y recurso (CADDHH, art. 8, inc. 2º, ap. h; PIDDCP, art. 14, inc. 5º).

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c) Desde un punto de vista ideológico, el juicio constituye una operación
intelectual que en definitiva realiza el juzgador cuando relaciona las ideas de
delito y penalidad, con aplicación a un hecho dado y a un determinado indivi-
duo, para llegar a afirmar o a negar, como proposición resultante de un cálculo
racional, la culpabilidad del individuo y la necesidad del castigo, es decir cuando
aplica la ley al caso particular, cuando emite un juicio lógico concreto que pone
término al proceso. En este sentido, juicio previo equivale a sentencia previa.

B) Inocencia
Debido a ciertas equivocaciones doctrinarias, hoy se pueden advertir
dos principios vinculados al ítem tratado. Por un lado, el principio de inocencia,
de carácter estático, más vinculado al Derecho penal sustantivo, y cuyo origen
se remonta a las legislaciones procesales penales italianas (especialmente de
1930) por la cual nadie puede ser considerado culpable mientras una sentencia
firme así no lo declare (Constitución Provincial, art. 39, CPPCba., art. 1º). Por
otro lado, un principio de carácter dinámico, estrechamente relacionado a la
actividad procesal y de neta raigambre liberal, por el cual toda persona se
presume inocente hasta que se demuestre lo contrario (CADDHH, art. 8, inc. 2º;
PIDDCP, art. 14, inc. 2º).
Toda persona es inocente hasta que no se demuestre su culpabilidad
(principio de inocencia). Toda persona durante la sustanciación del proceso
debe ser considerada inocente hasta que una sentencia definitiva establezca
que es culpable (principio de presunción de inocencia). En tanto el primero hace
mención a una relación lógico-normativa, por la cual hasta que no se den los
presupuestos para afirmar la culpabilidad la persona es no culpable o, lo que
es lo mismo, inocente, el segundo alude fundamentalmente a la forma en que
el individuo debe ser tratado, especialmente por los órganos jurisdiccionales,
durante el devenir procesal. El primero es un estado jurídico del imputado; el
segundo es una ficción legal mediante la cual se pretende evitar todo prejuicio
que adelante de algún modo consecuencias vinculadas a la sanción penal (pena
o medida de seguridad).
Del segundo se derivan corolarios que producen efectos en el ámbito
probatorio y en el coercitivo:
a) En el campo de la prueba, esto significa que el imputado no tiene
ninguna carga probatoria de su inocencia; es al Estado a quien le corresponde,
mediante la actividad de su órgano persecutorio (CN, art. 120) destruir la
inocencia normativa que el individuo tiene. Por otro, importa que si el Tribunal no
llega a la certeza acerca de la existencia de los extremos objetivos y subjetivos
de la imputación delictiva, no puede condenar al individuo (in dubio pro reo).
b) En el aspecto coercitivo, limita la actividad del legislador procesal,
permitiendo sólo excepcionalísimamente medidas de coerción personal del
imputado al solo efecto de garantizar los fines del proceso: acreditación de la
hipótesis delictiva y aplicación de la ley penal sustantiva (carácter netamente
cautelar). En cuanto a los órganos jurísdiccionales, les exige que interpreten
restrictivamente las normas que prevén medidas de coerción personal (CPPCba.,
art. 3º; Nación, art. 2º) y que sólo se apliquen cuando se den los requisitos
legales, los presupuestos probatorios (fumus bonis iuris) y no exista otro modo
de asegurar la presencia del imputado (periculum in mora).

C) Defensa
El derecho de defensa está previsto en la Constitución Nacional (art. 18),
en los Tratados Internacionales con Jerarquía Constitucional (CADDHH, art. 8;
PIDDCP, art. 14) y en la Constitución Provincial (art. 39).
La defensa es el derecho subjetivo individual, y cuando no es utilizado

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por el imputado como exigencia limitativa de la potestad represiva del Estado,
de acreditar la inocencia o cualquier circunstancia capaz de excluir o atenuar su
responsabilidad.
Es una actividad esencial del proceso penal, integrando el triángulo
formal de la justicia represiva, en cuanto nadie puede ser condenado sin ser oído
y defendido.
La defensa del imputado tiene dos aspectos diferenciables: la defensa
material y la defensa técnica:

a) La defensa material se realiza mediante manifestaciones que el


imputado puede hacer en el proceso, declarando cuantas veces quiera (tanto en
la instrucción como en el juicio) siempre que sus declaraciones sean pertinentes.
Pero también puede abstenerse de declarar, de modo que, en ese caso, la
defensa se efectúa por simple silencio.

b) La defensa técnica, generalmente ejercida por un abogado y


excepcionalmente concedida al propio imputado, se ejerce mediante instancias,
argumentaciones, alegatos u observaciones que se basan en normas de derecho
sustantivo o procesal.
Exige, lógicamente, conocimientos jurídicos de que el imputado, en la
mayoría de los casos, carece; sin ellos, él no se podría defender eficazmente, y
la defensa, por ende, no respondería a los fines de su institución.
Como antes dijimos, normalmente la defensa es ejercida por el defensor
técnico. El defensor es al abogado que asiste y representa al imputado durante la
sustanciación del proceso, protegiéndolo e integrando su personalidad jurídica
mediante el ejercicio de poderes independientes de su voluntad, en virtud del
interés individual y exigencia del interés público.
En los Tratados Internacionales con Jerarquía Constitucional, en lo que
se refiere a la técnica, se especifica el derecho de defensa. Así se distingue entre
defensor de confianza, autodefensa y defensor oficial.

aa) Defensor de confianza: El imputado tiene derecho a ser asistido por
un defensor de su elección (CADDHH, art. 8, inc. 2º, d; PIDDCP, art. 14, inc. 3º,
ap. d).

bb) Autodefensa: Todo inculpado tiene derecho a defenderse
personalmente (CADDHH, art. 8, inc. 2º, ap. d; PIDDCP, art. 14, inc. 3º, ap. d).

cc) Defensor oficial: Todo imputado tiene derecho irrenunciable (?) a
ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado si el inculpado no se
defendiere por sí mismo ni nombrare un defensor dentro del plazo establecido
por la ley.

D) Prohibición de la persecución penal múltiple (ne bis in idem)


De acuerdo al PIDDCP (art. 14, inc. 7) nadie puede ser juzgado ni
sancionado por un delito por el cual haya sido condenado o absuelto por una
sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país.
La Constitución provincial amplía la garantía al establecer que nadie
puede ser perseguido penalmente más de una vez por el mismo hecho (art. 39).
Del mismo modo dispone el art. 1º de los Códigos Procesales Penales (CPP
Cba. y Nación).
Se lo define diciéndose que «...ninguna persona puede ser perseguida
penalmente (y por cierto, tampoco juzgada) más de una vez en forma sucesiva,
ni tener contemporáneamente pendiente más de una persecución penal con
relación al mismo hecho delictivo..» (Cafferata Nores, DPP, 43).
Para que el principio ne bis in idem sea aplicable, será necesario que

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la segunda (o posterior) persecución penal se refiera al mismo hecho que fue
objeto de la primera. El concepto de identidad de hecho implica, a estos efectos,
la existencia de una triple identidad: identidad de la persona (eadem personam),
identidad de objeto (eadem re) e identidad de causa de persecución (eadem
causa petendi).

a) eadem personam: La garantía sólo puede invocarla la misma persona


física que ya fuera objeto de una primera persecución, cuando se pretenda
perseguirla por el mismo hecho. Quien no sufrió la primera persecución no
podrá invocar el principio a su favor.

b) eadem re: Se refiere a la identidad de contenido fáctico de la primera


persecución penal con el de la nueva (sucesiva o simultánea); o sea, la identidad
sustancial de la acción u omisión humanas hipotéticas atribuidas desde una
perspectiva “naturalística”, y no por su diferente repercusión jurídico-penal.
Si esa identidad fáctica esencial existe, rige el principio aun cuando en la
posterior persecución se afirmen nuevas circunstancias o un modo diferente de
participación, o se pretenda una calificación legal distinta.

c) eadem causa petendi: Es sinónimo de identidad de persecución


ejercitada. En lo penal, fundamentalmente, requiere que las pretensiones penales
ejercitadas sucesiva o simultáneamente sean idénticas en sus alcances jurídico-
procesales, es decir, iguales en su capacidad de provocar una consideración
del mismo hecho, que les da fundamento a ambas, bajo todos sus posibles
encuadramientos penales por parte de los tribunales que deben intervenir en
ambos casos. Últimamente se entiende que el recurso del acusador contra la
sentencia de un tribunal buscando agravarla implica una violación al principio ne
bis in idem.

E) Juez natural
De acuerdo a la Constitución Nacional ningún habitante de la Nación
puede ser juzgado por comisiones especiales o sacado de los jueces designados
por la ley antes del hecho de la causa (CN, art. 18). La Constitución provincial
prevé que nadie puede ser juzgado por otros jueces que los instituidos por la
ley antes del hecho de la causa y designados de acuerdo con esta Constitución
(art. 39).
De este principio resulta, en primer término, que la organización judicial
debe ser regulada por la ley (en sentido formal); es decir que ni el Poder Ejecutivo
ni el persecutorio pueden crear tribunales o dictar normas de competencia.
Con una formulación negativa –se observa en segundo lugar– la
Constitución Nacional prohíbe la intervención de los jueces o comisiones
especiales designados ex post facto para investigar un hecho o juzgar a una
persona determinada; de modo que, con una formulación positiva, exige que la
función jurisdiccional sea ejercida por los magistrados instituidos previamente
por la ley para juzgar una clase de asuntos o una categoría de personas.
En realidad, no queda vedada la actuación de un juez especial que haya
sido instituido en esa forma por la ley orgánica de los tribunales, sino de la de
un juez extraordinario que sea encargado o tenga la misión de juzgar un caso
determinado.
Por lo demás, la garantía no exige –si bien se mira– que el magistrado
judicial sea nombrado con anterioridad al hecho. Puede ocurrir (y acontece con
frecuencia) que la designación del juez se efectúe después de producido el
hecho. Esto es legítimo, con tal de que se observen las normas legales que
instituyen y organizan la magistratura.

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F) Independencia e imparcialidad del tribunal
De acuerdo a la Constitución Nacional (art. 114, inc. 6º), la CADDHH
(art. 8, inc. 1º), el PIDDCP (art. 14, inc. 1º) y el DUDDHH (art. 10), toda persona
tiene derecho a que frente a una acusación formulada en contra de ella, el juez
o tribunal que vaya a resolver sea independiente e imparcial.
«La imparcialidad es la condición de “tercero desinteresado”
(independiente: neutral) del juzgador, es decir, la de no ser parte, ni tener
prejuicios a favor o en contra, ni estar involucrado con los intereses del acusador
ni del acusado, ni comprometido con sus posiciones, ni vinculado personalmente
con estos; y la actitud de mantener durante todo el proceso la misma distancia
de la hipótesis acusatoria que de la hipótesis defensiva (sin colaborar con
ninguna) hasta el momento de elaborar la sentencia. No es casual que el
triángulo con que se grafica esta situación siempre sea equilátero; tampoco que
la justicia se simbolice con una balanza, cuyos dos platillos están equilibrados y
a la misma distancia del fiel.
«Ello le obliga a asegurar la igualdad de posibilidades entre acusación
y defensa para que cada una pueda procurar –mediante afirmaciones y
negaciones, ofrecimiento y control de pruebas de cargo y de descargo, y
alegaciones sobre la eficacia conviccional de todas ellas– desequilibrar los
platillos de la balanza a favor de los intereses que cada una representa o encarna
(verdadero “control de calidad” de la decisión final).
Por cierto que la imparcialidad así entendida supone la independencia
del tribunal respecto de cualquier tipo de poder o presión político o social, que
impida o esterilice cualquier influencia que intente desequilibrar “desde afuera”
alguno de aquellos platillos. Debe tener plena libertad para decidir el caso,
estando sometido sólo a la ley y a su conciencia (el adverbio “sólo” es la clave
de la interpretación concreta de la independencia» (Cafferata Nores, DPP, 41).

G) Posible extensión de estas garantías a otros sujetos procesales. El problema


según se trate de personas individuales u órganos estatales.
Un problema que ha preocupado a la doctrina es si las garantías antes
mencionadas son extensibles a otros sujetos del proceso. En primer lugar,
se descarta que puedan ser utilizadas por los órganos estatales en virtud de
que obedecen al Derecho penal liberal en que justamente estas garantías son
puestas al servicio del individuo frente al Estado. En cuanto a su aplicación a
otros sujetos del proceso, en lo que respecta al querellante el mismo coadyuva a
la actividad del Ministerio Público; por ende, su participación es accesoria de los
poderes de aquel. En lo que hace a las partes civiles, se aplican los principios
propios del Derecho privado: el poder dispositivo de las partes.


3) Medidas de coerción personal
La coerción procesal es toda restricción al ejercicio de derechos
personales o patrimoniales del imputado o de terceras personas impuesta durante
el curso de un proceso penal y tendiente a garantizar los fines persecutorios: la
acreditación de la hipótesis delictiva y la actuación de la ley penal sustantiva en
el caso concreto.
Tradicionalmente se distingue en el seno de las medidas de coerción
a las personales y a las reales. Las primeras son limitaciones a la libertad
ambulatoria de la persona; las segundas importan una restricción a la libre
disposición de una parte del patrimonio.

A) El problema constitucional

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Ya dijimos con anterioridad que la presunción de inocencia limita la
potestad legislativa a lo estrictamente necesario en este ámbito para asegurar la
acreditación de la hipótesis delictiva y la actuación en concreto de la ley penal
sustantiva. En el plano judicial, impide toda interpretación extensiva o analógica
de las medidas de coerción personal.

B) Medidas de coerción personal en particular


Las medidas de coerción personal en particular que existen en los
Códigos Procesales Penales son: citación, arresto, aprehensión, detención,
incomunicación y prisión preventiva.

a) La citación es la orden dirigida al imputado para que comparezca


ante el órgano judicial competente, en la oportunidad y lugar prefijados, bajo
apercibimiento de ser detenido y obligado por la fuerza a comparecer (Cba., art.
271; Nación, art. 282).

b) El arresto es una breve privación de la libertad, subsidiaria de la orden


de no dispersión, impuesta con fines de investigación a varias personas que han
intervenido en un hecho, cuando en el primer momento de la investigación no
fuere posible individualizar a los responsables y a los testigos.

c) La aprehensión es el acto de privar de libertad a una persona


sospechada de criminalidad, por autoridad policial (pública) o por particulares
(privada), a fin de ponerla inmediatamente a disposición de la autoridad judicial
competente (Cba., arts. 275 a 279; Nación, arts. 284 a 287).

d) La detención es el estado relativamente breve de privación de la


libertad que un órgano judicial competente impone a quien sospecha partícipe
de un delito reprimido con pena privativa de la libertad, cuando no estima que
pueda corresponder una condena de ejecución condicional, a fin de asegurar
su comparendo inmediato y evitarle toda acción capaz de impedir o poner
obstáculos a la actuación de la ley penal sustantiva (Cba., art. 272; Nación,
283).

e) La incomunicación es la privación de libertad, limitada en el tiempo por


disposición constitucional, de una persona impidiendo, a su vez, todo contacto,
por el medio que sea, con otras personas (Cba., art. 273; Nación, art. 205).

f) La prisión preventiva es el estado de privación de la libertad que un


órgano judicial (Juez de Instrucción o Fiscal de Instrucción) impone al imputado
durante la sustanciación del proceso, cuando se le atribuye un delito reprimido
con pena privativa de la libertad, a fin de asegurar la actuación efectiva de la ley
penal (Cba., 281 y 282; Nación, 312).

g) Existen otras restricciones menores a la libertad: la de prestar caución,


fijar y mantener domicilio, permanecer a disposición del órgano judicial y
concurrir a todas las citaciones que se le formulen, abstenerse de realizar
cualquier acto que pueda obstaculizar el descubrimiento de la verdad y la
actuación de la ley. Asimismo, puede imponérsele la obligación de no ausentarse
de la ciudad o población en que reside, no concurrir a determinados sitios,
presentarse a la autoridad los días que fije, o de someterse al cuidado o vigilancia
de la persona o institución que se designe, quien informará periódicamente a la
autoridad judicial competente (Cba., art. 268).

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C) La libertad durante el proceso penal
La persona sometida a un proceso penal puede mantener su libertad
durante la sustanciación de aquel o puede recuperar la libertad cuando la misma
haya sido limitada para asegurar aquel.
El mantenimiento de la libertad es el estado de libertad, sometido a
especiales vínculos a los cuales se encuentra sometido el imputado, cuando se
evita la prisión preventiva (Cba., 270). En el Código Procesal Penal de la Nación
se la denomina eximición o exención de prisión (Nación, 316).
La recuperación de la libertad también es el estado de libertad en que
se halla el imputado, sometido a determinados vínculos, pero, a diferencia de
aquella, se produce cuando se hace cesar el arresto, la detención (recuperación
sensu stricto, Cba., art. 280) o la prisión preventiva (cesación, Cba, art. 283). En
el Código Procesal Penal de la Nación se la denomina excarcelación (Nación,
arts. 317 y 318).

D) Cauciones
Para mantener (eximición) o recuperar (excarcelación) la libertad, muchas
veces el órgano judicial competente establece cauciones (Cba., 288; Nación, art.
320), vale decir, garantías de que el individuo cumplirá con las obligaciones que
se le impongan. Las cauciones pueden ser reales, personales o juratorias.

a) Caución real: es la que se constituye depositando dinero, fondos


públicos o valores cotizables, o gravando con hipoteca bienes inmuebles (Cba.,
292; Nación, art. 324).

b) Caución personal: consiste en la obligación que asume el imputado


junto con fiadores solidarios, de pagar la suma que el Juez fije en caso de que
no comparezca a la citación judicial, durante el proceso, o se sustraiga a la pena
privativa de la libertad que se le impusiere (Cba., art. 290; Nación, art. 322).

c) Caución juratoria: consiste en una promesa jurada que hace el


imputado de que cumplirá las obligaciones que se le impongan (Nación, art.
321).

4) Rebeldía. Declaración. Efectos


El imputado se encontrará en estado de rebeldía cuando sin grave y
legítimo impedimento no compareciere a la citación judicial, no cumpliere con
las exigencias de la prisión domiciliaria, se fugare del establecimiento o lugar en
que estuviere detenido o se ausentare del lugar designado para su residencia,
sin licencia del Tribunal o del Fiscal de Instrucción (Cba., art. 86; Nación, art.
288).
En los casos que proceda, el Tribunal o el Fiscal de Instrucción, según
corresponda, declara la rebeldía, por resolución motivada, y expide la orden de
detención si antes no se hubiere dictado (Cba., 87; Nación, 289).
La declaración de rebeldía produce efectos en relación al proceso y
sobre la prisión preventiva y las costas. En cuanto al primero, la declaración
no suspende el curso de la investigación. Si fuera declarada durante el juicio,
este se suspende con respecto al rebelde y continúa para los demás imputados
presentes.
Declarada la rebeldía, se reservan las actuaciones y los efectos,
instrumentos o piezas de convicción que fuera indispensable conservar. Cuando
el rebelde comparezca, la causa continúa según su estado (Cba., 88; Nación,
290).

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En relación a los segundos, la declaración de rebeldía implica la
revocatoria del cese de prisión preventiva y obliga al imputado al pago de las
costas causadas por la contumacia (Cba., 89; Nación, art. 291).

5) El defensor. Clases. Facultades. Deberes. Número. Nombramiento. Defensor


Común. Mandatario
Ver CPP Cba., arts. 118 a 127; CPP Nación, arts. 104 a 113.

Lecturas complementarias: Balcarce, Fabián, La defensa en juicio del imputado


según los tratados internacionales con jerarquía constitucional en Revista de
la Facultad de Derecho, 1997, vol. 2º; La duración razonable del proceso en
“Cuaderno del Departamento de Derecho Procesal y Práctica Profesional”,
Nueva Serie Nº 1, Advocatus, Córdoba, 1996; Presunción de inocencia. Crítica
a la posición vigente, Lerner, Córdoba, 1996; Cafferata Nores, José, Derecho
Procesal Penal, Congreso de la Nación, 1998; Introducción al Derecho Procesal
Penal, Lerner, Córdoba, 1994; Casal, Eduardo, Los Tratados de Derechos
Humanos y su incidencia en el Derecho Procesal Penal en Cuadernos de Doctrina
y Jurisprudencia Penal, Año II, Nº 3, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1998; Clariá Olmedo,
Jorge, Tratado de Derecho Procesal Penal, Ediar, Buenos Aires, 1960; Maier,
Julio, Derecho Procesal Penal Argentino, Hammurabi, 1989; Vélez Mariconde,
Alfredo, Derecho Procesal Penal, 3ª Edición, Lerner, Córdoba, 1986; Vivas,
Gustavo, Manual de Derecho Procesal Penal, Alveroni, Córdoba, 1999

II. EL MINISTERIO PÚBLICO

1) Concepto
Así como en la acción civil al sujeto que demanda se lo denomina actor
civil, a quien ejerce la acción penal se lo denomina actor penal. El actor penal
es el sujeto esencial del proceso penal quien promueve y ejerce la acción penal,
sea en los delitos de acción pública, sea en los delitos de acción privada.
El Ministerio Público es una especie de actor penal. Se trata del actor
penal público, sujeto esencial del proceso penal que, como órgano extrapoder
y en defensa de los intereses generales de la sociedad, promueve y ejerce la
acción en todos los delitos de acción de ejercicio público (promovible de oficio
o a instancia de parte).


2) Evolución histórica

A) Antecedentes
El Ministerio público surgió “de las cenizas de la Edad Media”, como
un órgano del monarca: primero defendió sus intereses económicos y después
procuró la represión de los delincuentes, ocupando el lugar del acusador
privado.
Al comienzo, como enseña Hélie, el Rey designó procuradores para que
defendieran en los juicios sus intereses o trataran de asegurar la recaudación de
las multas que se imponían a los delincuentes, pues una parte de ellas ingresaba
a su patrimonio; y esos procuradores, que empezaron por ser transitorios, se
convirtieron más tarde en funcionarios permanentes.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 45


Mucho tiempo después, cuando el Rey asumió la soberanía y la
representación del Estado, de suerte que debía asegurar la represión de los
crímenes que atentaban contra la organización jurídica de la sociedad (excepto
los delitos en que el derecho de acusar siguió perteneciendo al ofendido), sus
procuradores “fueron llevados insensiblemente a asumir, con la defensa de los
intereses privados de aquel, la defensa de los intereses generales del Estado;
confundieron en sus atribuciones objetos que emanaban del mismo principio;
salvaguardaban los derechos del Rey al asegurar la represión de los crímenes;
obraban en su interés al obrar en interés general”.
En los países monárquicos o imperiales, el M. Público siguió siendo un
representante del Rey o Emperador, pero defendiendo ya un interés público de
justicia; y cuando se implantó la República, triunfando el principio de soberanía
nacional, se transformó en un representante del Poder Ejecutivo.
La necesidad del Ministerio Público, en cualquiera de estos regímenes
políticos, debió advertirse casi unánimemente cuando se consolidó el principio
ne procedat iudex ex officio y prevaleció el concepto de que la acción penal es
pública. El primero exige, para asegurar el derecho de defensa, la intervención
de un acusador independiente del juzgador, es decir, excluye en absoluto
la posibilidad de que, como ocurrió en el proceso inquisitivo, una misma
persona asuma las funciones de ambos; y la naturaleza pública de la acción
penal, impuesta por el concepto de que el delito atenta contra el orden jurídico-
social, significó la proscripción del sistema de acción privada, salvo casos
excepcionales, determinando la injerencia del Estado mediante el Ministerio
Público.

B) Evolución en la Argentina y en el Derecho Comparado


Hasta mediados de la década del 80, ofrecía ejemplos de dos soluciones
opuestas:

a) En el orden nacional, donde perturbaba la dualidad de funciones que
se le acordaban (de hacienda y de justicia, lo que se conforma a su origen) el
M. Público estaba colocado en una situación ambigua, si así puede calificarse
el hecho de que imperen dos criterios: el Procurador General de la Nación y
los Fiscales de Cámara (lo mismo que los jueces) eran nombrados por el Poder
Ejecutivo con acuerdo del Senado y gozaban de inamovilidad siempre que
durara su buena conducta, mientras que los procuradores o Agentes Fiscales,
designados sin aquel requisito, eran verdaderos representantes de dicho Poder,
el cual los nombraba y removía por simple decreto. Pero todos los miembros
del M. Público estaban bajo la superintendencia de la Corte Suprema Nacional,
de modo que esa confluencia de poderes justifica los conflictos suscitados con
relación a los Agentes Fiscales.

b) En Córdoba, los miembros del M. Público que ejercían funciones de


justicia (Fiscal de Tribunal Superior, Fiscales de Cámara y Agentes Fiscales)
formaban parte del Poder Judicial: eran nombrados por el Senado de una terna
propuesta por el Poder Ejecutivo, gozaban de inamovilidad mientras durara su
buena conducta y sólo podían ser removidos por el Jurado de Enjuiciamiento de
Magistrados.

c) A partir de 1986 se produjo una paulatina modificación de las
Constituciones Provinciales, en donde primó la idea según la cual el Ministerio
Público pertenecía al Poder Judicial. La teoría del mal menor elaborada por Vélez
Mariconde, según la cual existiendo tres poderes en el Estado republicano, el
lugar más adecuado para el Ministerio Público es el Poder Judicial, fue ganando
terreno hasta imponerse.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 46


Sin embargo, con la Reforma de la Constitución Nacional de 1994, el
problema adquirió una nueva tonalidad al bosquejarse al organismo en dicha
Carta Magna como un cuarto Poder del Estado, independiente tanto del Poder
Ejecutivo como del Poder Judicial (también del Legislativo).
En virtud del principio de subordinación (CN, art. 5) las provincias deben
adecuarse al sistema republicano existente en la Nación. Sin embargo, hasta la
fecha muchas de las provincias argentinas, entre ellas Córdoba, mantienen al
Ministerio Público como parte del Poder Judicial, violentando lo establecido por
la Ley Nacional Fundamental.

d) La legislación francesa, por su parte, ha seguido fielmente la tradición


y ha servido de ejemplo a muchas otras. Según ella, el M. Público representa al
Poder Ejecutivo ante la autoridad judicial; sus miembros son amovibles y están
bajo la autoridad directa del Guardasellos, el cual está armado, a su respecto,
de un derecho de superintendencia y de un poder de disciplina, a los cuales
su amovilidad da la más enérgica de todas las sanciones. El Guardasellos,
ciertamente, tiene el derecho de dar instrucciones a los miembros del M. Público,
a fin de que estos ejerzan o se abstengan de ejercer la acción publica, y, en
caso de resistencia, provocar su cambio de residencia o cesantía; pero aquí
se detienen sus poderes (cuando se sigue pensando en los funcionarios, esto
parece una ironía. El derecho de acción pública no le pertenece).
De esto se deriva, entre otras, una fórmula muy ingeniosa tendente
a explicar por qué se detienen allí los poderes del Ministro: “Los miembros
del M. Público –dice Garraud– están obligados a dirigir a los tribunales los
requerimientos que el Ministro les ha ordenado formular o dimitir de sus
funciones; pero tienen el derecho de concluir en la audiencia según su opinión
personal, aun por el rechazo de sus requerimientos; pues las conclusiones, que
no son más que la opinión del magistrado que las da, deben quedar libres para
ser concienzudas. El M. Público –continúa enfáticamente y con orgullo– tiene el
honor de afirmar, hoy como antes, que si la plume est serve, la parole est livre”.
Ante la evidente necesidad de que el M. Público se inspire solamente
en la ley y en la verdad, con esta fórmula se procura una parcial o relativa
independencia funcional de sus miembros; pero el subterfugio implica una
confesión de que, estando encargado de una función de justicia, este organismo
no puede depender del Poder Ejecutivo cuando emite sus conclusiones finales
acerca del fundamento de la pretensión represiva. Además, la doctrina es de
una dudosa eficacia real, pues no puede gozar de verdadera independencia un
funcionario respecto de otro que lo nombra, que le da órdenes e instrucciones
y que tiene la facultad de trasladarlo o dejarlo cesante. La solución no puede
depender de un principio que contradice la verdadera situación del M. Público, y
cuya eficacia depende, en último término, de la buena voluntad del representado;
la solución debe ser buscada franca y derechamente.

e) Actualmente, en la legislación italiana, el M. Público ejerce, bajo


la vigilancia del Ministerio de Gracia y Justicia, las funciones que la ley le
atribuye como órgano propulsor y colaborador de la justicia, de modo que
los magistrados que lo integran pertenecen al Orden Judicial y gozan de
independencia funcional. Están sometidos al Ministro a fin de que cumplan
escrupulosa y eficazmente sus funciones, pero gozan de inamovilidad. En teoría,
los poderes del Ministro se reducen actualmente a la vigilancia sobre la marcha
regular de los asuntos y a la disciplina, excluida toda injerencia o directiva de
mérito en los asuntos singulares (Manzini). En la práctica, según nuestro ilustre
testigo, esa dependencia se traduce en una verdadera dirección, tanto que la
acción penal no es promovida siempre que aparece cometido un delito, de
acuerdo con el principio de legalidad, sino que impera el criterio político o de
oportunidad.

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Este divorcio entre la teoría y la práctica demuestra una deficiencia legal,
es decir que si la legislador quiere asegurar la independencia del M. Público
como órgano que esté sometido exclusivamente a la ley (principio de legalidad),
y establece la inamovilidad de sus miembros, no puede imponer, al mismo
tiempo, un vínculo de dependencia con el Poder (Ejecutivo) que muchas veces
actúa naturalmente, con criterio político o discrecional.

3) Ubicación institucional

Como antes hemos afirmado, le cupo a Alfredo Vélez Mariconde elaborar


la doctrina por la cual el Ministerio Público pertenecía al Poder Judicial. Se
pretendía de esta forma que el Ministerio Público no se viera atrapado por los
criterios políticos del Poder Ejecutivo o, en su caso, del Poder Legislativo. Cierto
es que en esos tiempos la división tripartita de poderes impedía dar otra solución
que no fuera introducir el organismo en alguno de los tres departamentos del
sistema republicano vigente por aquellos tiempos, so riesgo de violentar el
régimen constitucional.
La respuesta dada al problema por Vélez era plausible dentro del
ordenamiento jurídico con el cual tenía que dogmatizar el autor.
Sin embargo, en la actualidad la Constitución Nacional reformada
en 1994, en su art. 120, establece: “El Ministerio Público es un órgano
independiente, con autonomía funcional y autarquía financiera, que tiene por
función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad de los
intereses generales de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades
de la República”.
Hasta la fecha, las provincias que preveían el M. Público como parte del
Poder Judicial no han reformado sus Constituciones en virtud del principio de
subordinación (CN, art. 5º), entre ellas Córdoba (arts. 171 a 173, Ley provincial
Nº 7826, art. 1º), fundada tal actitud principalmente en argumentos culturales
y políticos como el de considerar que la mejor ubicación del M. Público se
encuentra en el Poder Judicial. También se han esgrimido argumentos legales
basados en un mal entendido federalismo, de acuerdo a los cuales las provincias
tendrían como potestad reservada (no delegada a la Nación, CN, arts. 75,
inc. 12, 121 y 122) la de colocar el M. Público en el Departamento del Poder
que considere conveniente. En la Nación ya se ha reglamentado el artículo
aludido de la Constitución Nacional, previendo al Ministerio Público como órgano
extrapoder.

4) Organización. Principios y funciones

A) El Ministerio Público, en nuestra provincia, se encuentra, en lo


que a materia penal se refiere, organizado de la siguiente manera: por un
Fiscal General, dos Fiscales Adjuntos, Fiscales de Cámara (en lo Criminal y de
Acusación), en lo Correccional y de Instrucción (Ley 7826, art. 5º).
El Fiscal General actúa en los recursos extraordinarios ante el Tribunal
Superior de Justicia (CPP, art. 72).
Además de las funciones acordadas por la ley, el Fiscal de Cámara en
lo Criminal actúa durante el juicio ante el Tribunal respectivo. Puede llamar al
Fiscal de Instrucción que haya intervenido en la investigación penal preparatoria,
por intermedio del Tribunal, en los siguientes casos: 1º) Cuando se trata de
un asunto complejo, para que le suministre información o coadyuve con él,
incluso durante el debate; 2º) Si estuviera en desacuerdo fundamental con el
requerimiento fiscal o le fuere imposible actuar, para que mantenga oralmente la
acusación. Iguales atribuciones tienen los Fiscales en lo Correccional (CPP, art.

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73).
El Fiscal de la Cámara de Acusación, además de las funciones acordadas
por la ley, actúa en los recursos deducidos ante ella en la forma prevista por el
CPP (CPP, art. 74).
El Fiscal de Instrucción dirige la investigación fiscal, practicando y
haciendo practicar los actos inherentes a ella y actúa ante el Juez de Instrucción
(investigación jurisdiccional) cuando corresponda (CPP, art. 75).

B) El Ministerio Público está regido por los siguientes principios (Cprov.,


art. 171):

a) Legalidad: La actividad que realiza el M. Público no es discrecional,


sino que se encuentra vinculada en todo su desarrollo a los designios del
legislador.

b) Imparcialidad: El Ministerio Público debe actuar con un criterio


objetivo de justicia, sin adherir a criterios de utilidad o conveniencia política.

c) Unidad de actuación: El Ministerio Público es único y es representado


por cada uno de sus integrantes en los actos y procesos en que actúen (Ley
7826, art. 2).

d) Dependencia jerárquica: El Ministerio Público se organiza


jerárquicamente. Cada fiscal controla el desempeño de quienes lo asisten y
es responsable por la gestión que ellos tienen a su cargo, pudiendo impartir
instrucciones a los fiscales inferiores. Los funcionarios que asisten a un superior
jerárquico y los órganos inferiores, deben obediencia a sus instrucciones (CPP,
art. 4).

e) Funciones: el M. Público tiene como funciones genéricas, las


siguientes: a. Promueve y ejerce la acción penal; b. dirige la Policía Judicial; c.
practica la investigación fiscal preparatoria.

5) El ejercicio de la acción penal pública

A) Noción de acción penal


Las acciones penales –dice Núñez– son las modalidades del derecho-
deber del Estado de aplicarle la pena establecida por la ley al partícipe de un
hecho penalmente antijurídico y culpable.
El art. 71 del Código Penal establece que deben iniciarse de oficio, todas
las acciones penales, con excepción de las siguientes: 1º. las que dependieran
de instancia privada; 2º. las acciones privadas. Se trata de una clasificación
sustancial.
Se dividen las acciones penales, por su disposición, en públicas y
privadas; y las públicas, por su promoción, se subdividen en promovibles de
oficio y promovibles a instancia privada. Desde luego, la regla general está
constituida por las acciones públicas promovibles de oficio. Los arts. 72 y 73 del
Código Penal enumeran taxativamente los delitos que dan lugar a las categorías
de excepción.
Al establecer acciones privadas y acciones públicas dependientes
de instancia privada, la ley consagra derechos subjetivos individuales que
condicionan el ejercicio de la potestad represiva del Estado, es decir, la actuación
de la ley penal. Son derechos sustanciales que la ley procesal penal no puede

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negar ni modificar, sino sólo establecer los medios o formas en que pueden ser
ejercidos.

B) Acción penal de ejercicio público y de instancia privada

a) Acción pública: Como antes dijimos, la regla es que la acción penal


sea de ejercicio público. El titular del ejercicio de la acción pública es el órgano
del Estado (Ministerio Público Fiscal) el cual debe iniciar su ejercicio de oficio
(principio de oficialidad). El órgano público debe iniciar de oficio la acción
si prima facie resulta que se ha cometido un delito perseguible por acción
pública, salvo que, en razón de la función pública del autor, ese ejercicio esté
constitucionalmente supeditado a la resolución de un antejuicio (principio de
legalidad). El ejercicio de la acción pública debe realizarse en contra de todos
los participantes en el delito y no sólo de algunos; y es irretractable (principio de
indivisibilidad).

b) Acción dependiente de instancia privada: En los delitos de acción


pública dependientes de instancia privada, el ofendido no tiene el ejercicio de
la acción penal, sino una facultad preprocesal, anterior al proceso y también
sustantiva, que es la facultad de provocar la promoción. Esta facultad preprocesal
se otorga a fin de que en los casos de delitos contra la integridad sexual (ley
25.087), el strepitus fori no agrave la lesión; mientras que en los demás casos
toma en cuenta fundamentalmente el exclusivo interés del agraviado.
En este caso, reiteramos, la ley concede al ofendido la facultad de instar
la promoción de la acción, no la promoción misma. La facultad del particular es
singularísima, pues se agota con su ejercicio; expresada su voluntad favorable
a la iniciación del proceso, su poder dispositivo perece, se extingue entera y
definitivamente.
La instancia es irretractable y no tiene por objeto persona determinada,
sino hechos determinados y comprende, por lo tanto, a todos los partícipes
en ellos. La instancia se subjetivamente indivisible, pero es objetivamente
divisible. Desde el punto de vista del Derecho penal, ella es una condición de
punibilidad.

III. LA VÍCTIMA (EL QUERELLANTE)


1) La víctima en el proceso penal. Evolución histórica


Cuando la organización jurídica de la sociedad determina la prohibición
de la primitiva autodefensa o venganza individual, la que ya había sido limitada
por la ley del talión y la composición; cuando el Estado hace suyo el poder
de administrar justicia, que es una expresión de su soberanía, excluyendo la
posibilidad de que el ofendido, su familia, o el clan reaccionen a voluntad contra
el delito; cuando la actividad del Estado sustituye a la del individuo, de suerte
que el proceso resulta un medio de aplicar el derecho punitivo, el derecho de
venganza se convierte en el de demandar justicia, de acusar. La acción procesal
reemplaza a la acción física, produciéndose el grandioso fenómeno social que
constituye un primer síntoma de civilización.
Confundida con la acción civil que se basa en el delito, la penal nace
como una especie de derecho sustancial (similar al que tiene el ofendido en
nuestras acciones privadas), en el sentido de que el castigo depende de la
voluntad del acusador, desde que este condiciona en absoluto el ejercicio de
la potestad jurisdiccional. El acusador es dueño de la acción y de la pena.

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Es el sistema de la acusación privada de los primitivos germanos, totalmente
abandonado por obra de la civilización.
En un segundo momento de esta evolución nace la idea de que algunos
delitos perjudican a la colectividad, de suerte que su represión no puede estar
supeditada a la voluntad del ofendido; y entonces se los clasifica en públicos
y privados, como ocurre en Grecia y en Roma. La situación anterior no cambia
con respecto a los segundos; pero cuando se trata de un delito público cualquier
ciudadano tiene el derecho de acusar, asumiendo la defensa y representación
de la sociedad de que forma parte. Surge así el sistema de acusación popular
para una categoría, cada vez más dilatada de delitos.
Más tarde, en las postrimerías del Imperio Romano, ese régimen decae
a consecuencia de diversos factores, y como la inactividad de los particulares
se traduce en la impunidad de los delincuentes (algunos de los cuales interesan
tanto al Emperador), porque no hay juicio sin acusación, el Estado siente la
necesidad sin previa excitación de los particulares; y entonces se consagra –lo
que es una conquista del interés colectivo– el sistema de persecución de oficio:
primero como excepción para los casos en que falte una acusación particular;
después se convierte prácticamente en la regla general; mucho más tarde revive
con fuerza extraordinaria en el proceso inquisitivo, adquiriendo una significación
distinta y objetable: el promotor de la acción procesal es el mismo juez.
Posteriormente se advierte que este régimen reúne y confunde dos
funciones, la de juzgar y la de acusar, que deben ser y permanecer distintas
en interés de la imparcialidad judicial, al mismo tiempo que, luego de un largo
proceso evolutivo, se consolida el concepto de que la acción penal es pública;
y se organiza el Ministerio Público como órgano exclusivo de la misma. Este
sistema de acusación pública fue establecido en Francia y en gran parte de
los países de Europa continental y es el adoptado por la nueva legislación
argentina.
Hasta hace algunos años se estimaba que el derecho del ofendido
(víctima) era irrelevante para la vida del proceso, porque no incide sobre el
contenido sustancial del mismo, excepto las contadas “acciones privadas”.
En la actualidad se nota un resurgimiento de la víctima en todas
las latitudes. En este sentido, Cafferata Nores tiene dicho que a la víctima
«...debe acordársele el derecho a ser informada de sus facultades procesales
–generalmente constituirse en actor civil y querellante particular–, y aun cuando
no haya hecho uso de las mismas, el de conocer las resoluciones que se dicten
sobre la situación del imputado y opinar sobre ellas.
«Por ser conveniente, también ampliar su protagonismo en el aspecto
sustancial, acordándole alguna posibilidad de condicionar o determinar la
solución final del caso penal, lo que, desde otro punto de vista, importará
modificar algunos principios que rigen la persecución penal (v.gr., legalidad) y
restringir atribuciones de sus responsables oficiales (el M. P. Fiscal).
«Para ello, se piensa en permitir a la víctima de ciertos delitos de
acción pública, el ejercicio de las facultades que incidan sobre la persecución
penal (similares a las que se le reconocen en los delitos de acción privada)
acordándole nuevo valor a la libre expresión de su voluntad. Se propone en tal
sentido, que la reparación (que no siempre tendrá un contenido estrictamente
civilista sino que podría ser simbólica –v.gr. disculpa aceptada–) del daño
causado en delitos que afecten bienes jurídicos disponibles, de contenido
patrimonial o de naturaleza culposa, pueda extinguir la acción penal. El mismo
efecto se pretende para la retractación de la instancia privada en los delitos
que dependen de ella, y también se proyecta –como alternativa– autorizar la
conversión de la acción pública en acción privada, en aquellos casos y bajo
ciertas condiciones.
«Pero debe quedar claro, que si la víctima quiere, puede procurar
la imposición de una pena al autor, constituyéndose en querellante (con los

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alcances que se fijen) y conjuntamente puede reclamar la reparación del daño
sufrido, ejercitando en el proceso penal o en otro civil independiente la acción
resarcitoria. Pero si encuentra que la mejor solución para su interés lo constituye
la reparación, puede aceptarla y consentir la extinción de la acción penal
emergente del delito que ha sufrido. No se pretende imponerle solución alguna;
se propone dejar libradas estas opciones a la autonomía de la voluntad.
«Hoy se procura ampliar el concepto de víctima en relación a su sentido
tradicional (el ofendido por el delito), buscando captar los llamados bienes
o intereses jurídicos colectivos (v.gr., derechos humanos y del consumidor,
protección del medio ambiente, etcétera), permitiéndose que actúen como tales,
en coordinación con el M.P. Fiscal, aquellas asociaciones intermedias cuyo
objetivo específico sea la defensa de ese bien o interés» (Cafferata Nores, DPP,
68).

2) El querellante de acción penal pública (o querellante conjunto): querellante


autónomo y querellante adhesivo. Presentación
«Existía una corriente de pensamiento entre los procesalistas locales
contraria a cualquier forma de participación del ofendido por el delito en el
ejercicio de la acción penal pública, aun cuando se admitió que se trataba de
una cuestión de pura política, de que las leyes procesales pudieran resolver
libremente dentro de ciertos límites. Esta oposición fue variando hasta lograr un
estado de opinión favorable, por el avance de convicciones teóricas y el sustento
de experiencias concretas que reconocen el derecho de la víctima a intervenir
como querellante y recogen su utilidad como contralor de la actividad judicial y
como colaborador de la investigación.
«El debate –en su evolución– cruzó argumentos, incluso de orden
constitucional. Por un lado se dijo que la institución del querellante particular
contraría el principio de que la acción penal es pública, y que el Estado es,
en consecuencia, el titular excluyente “del derecho de acusar”. Se agregó que
se podría alterar el principio de igualdad, porque por los mismo delitos en una
parte del país el imputado tendrá un sólo acusador (el fiscal) y en otras partes,
dos, según los códigos procesales (nacional o provinciales) acepten o no al
querellante.
«Desde la vereda opuesta se señaló que es un derecho natural o de
los no enumerados por la Constitución el de promover la querella contra el
agresor y sostenerla, ante el poder público, hasta que se obtenga su castigo,
derecho que no puede admitir restricciones, pues negar al individuo la facultad
de perseguir, inclusive de manera legal, las ofensas inferidas a su propio derecho
sería tiránico, al despojar a este de la potestad de defenderse.
«La discusión fue zanjada sin entrar en la naturaleza jurídica del
derecho a querellar –aunque habría que hacerlo–, admitiéndose como posible la
incorporación del querellante particular en los procesos que motivan los delitos
de acción pública, porque la Constitución Nacional no tiene ninguna norma que
expresamente establezca o prohíba algún tipo especial de acusador. Pero hoy
se discute sobre si la ley suprema otorga tanta libertad a los códigos procesales
para la regulación de la actividad acusatoria como para que estos impidan
al damnificado la posibilidad de intervenir como querellante, o si tal omisión
significaría privarlo de algún derecho o potestad que le acuerde la Constitución
o la ley penal. Se coincide en cambio en que podrían autorizar su intervención
en tal carácter, pues la circunstancia de que la potestad de acusar haya sido
conferida al Estado a través del M. P. Fiscal (art. 120, Constitución Nacional)
no era argumento suficiente para afirmar el monopolio excluyente de la acción
penal.
«Tal como hoy legisla el Código penal, los códigos procesales no podrán
conferir exclusivamente al ofendido la función acusatoria (fuera de los casos de

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acción privada) privando a los órganos oficiales de la titularidad de la acción
(persecución) pública, porque lo impide él en su art. 71. Tampoco podrán
aquellos supeditar su ejercicio ni a la previa intervención del ofendido, ni a
cualquier otra condición no prevista por la ley de fondo. Pero ello no descalifica
la posible intervención del damnificado junto con los funcionarios encargados
de perseguir, o sólo frente a la inercia o desinterés de estos. La querella
sólo tendería así a facilitar la punición (no a condicionarla) determinando la
intervención del órgano jurisdiccional, que resolverá si ella corresponde. Y esto
también se justificaría por la coincidencia entre el interés de la víctima en lograr
la sanción del ilícito, con el interés estatal en idéntico cometido.
«Sin embargo, hoy se propone hacer desaparecer para ciertos casos
esta limitación, permitiendo que la víctima (constituida o no en querellante)
pueda evitar la punición cuando esto sea más favorable a su interés.
«Hasta tanto esto ocurra, habrá que permitirle al querellante –como
mínimo– intervenir en el proceso, con facultades para acreditar la existencia
del delito y la participación punible del imputado, y recurrir contra las
resoluciones jurisdiccionales adversas a su interés o favorables al imputado
(v.gr., sobreseimiento, absolución), incluso si el M.P. Fiscal no las impugna.
La posibilidad recursiva tampoco importará una afectación a la oficialidad del
ejercicio de la acción (persecución) penal, si no se priva a aquella autoridad, del
derecho a impugnar, ni se pone condicionamiento alguno a su actuación. Sólo
se tratará de que, frente a la conformidad del acusador público, el querellante
pueda provocar un nuevo examen de la cuestión por parte de un tribunal de
alzada. También deberá permitirse que si el fiscal requiere el sobreseimiento
(no acusando) o la absolución (durante el juicio) del acusado, la acusación del
querellante (previo al control judicial admitido por cualquier acusación) pueda
dar base al juicio, y su pedido de pena permita que el tribunal la imponga en la
sentencia».

Existen diferentes formas de querellante en los delitos de acción


pública:

A) Querellante conjunto: Se encontraba previsto en el antiguo CPP de la Nación.


Presupone la actuación del Ministerio Público interviniendo como sujeto esencial
del proceso penal junto a él. La actuación de este querellante es autónoma con
respecto a la del acusador público, aunque se presuponga su presencia.

B) Querellante subsidiario: Es típico de la legislación austríaca. Quien se


considera ofendido por un hecho delictuoso contenido en la acusación del M.
Público sólo puede actuar cuando el órgano estatal abandona temporaria o
definitivamente el ejercicio de la acción penal. Mientras el órgano público actúa,
el particular no puede intervenir en el proceso.

C) Querellante adhesivo: Está contemplado en el ordenamiento procesal penal


alemán. Se da al ofendido la facultad de adherirse a las conclusiones y acusación
del Ministerio Público.
«El CPP de Córdoba sólo permite el querellante “adhesivo”, cuyas
atribuciones procesales son inferiores a la del querellante conjunto del CPPN,
por ejemplo en materia requirente y recursiva» (Vivas Ussher).
En efecto, según el CPP de Córdoba, el querellante particular podrá
actuar en el proceso para acreditar la existencia del hecho delictuoso y la
responsabilidad penal del imputado en la forma que el mismo dispone (CPP, art.
94, primer párrafo).

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Lecturas complementarias: Cafferata Nores, Derecho Procesal Penal, Congreso
de la Nación, 1998; José de Cafferata, Cristina, El Ministerio Público Fiscal,
Alveroni, Córdoba, 1997; Nuñez, Ricardo, Manual de Derecho Penal. Parte
General, Cuarta Edición, Act. Félix González y Roberto Spinka; Torres Bas,
Raúl, Apuntes de Derecho Procesal Penal (Clases Magistrales), Librería Facultad,
Córdoba, 1987, I; Vélez Mariconde, Alfredo, Derecho Procesal Penal, Lerner,
Córdoba, 1986, I; Vivas Ussher, Gustavo, Manual de Derecho Procesal Penal,
Alveroni, Córdoba, 1999.

IV TEMAS COMUNES A LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR

1) Actos procesales. Clasificación. Reglas generales


A) Concepto
Se debe diferenciar el hecho jurídico procesal del acto jurídico procesal.
El primero es el acontecimiento del mundo externo que en virtud del derecho
procesal es susceptible de producir algún efecto jurídico inmediato en el
proceso. Los segundos son las manifestaciones de voluntad o de conocimiento
formuladas en el proceso por órganos públicos, o por particulares, y que influyen
en la constitución, desarrollo o extinción del proceso penal.

B) Clasificación

Los actos procesales se clasifican según el sujeto, su finalidad y su


forma.

a) Según el sujeto, los actos procesales se clasifican en:

aa) Actos del Juez: Son los llevados a cabo por el titular del órgano
jurisdiccional del Estado, el cual está encargado de actuar concretamente la ley
penal.

bb) Actos del Ministerio Público: Son los llevados a cabo por el órgano
encargado de la promoción y el ejercicio de la acción penal. En doctrina no se
discute si los actos del M. Público son procesales o administrativos, posición
esta última sostenida por los italianos especialmente. Para nosotros, los actos
del Ministerio Público son procesales, ya que consideramos que para saber la
naturaleza de un acto debemos atender a los efectos jurídicos que el mismo
produce.

cc) Actos de los órganos auxiliares: son los realizados por sujetos que
cumplen una función estatal de colaboración con la administración de justicia.
Tales son los realizados por el Secretario del órgano o por la Policía Judicial.
El primero es un funcionario encargado de auxiliar o dar fe de los actos de los
órganos jurisdiccionales.

dd) Actos de parte: Son los que emanan de cualquiera de los otros
sujetos procesales o de sus colaboradores, tanto con respecto a la cuestión
penal como a la civil.

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ee) Actos de terceros: Son los realizados por personas que, sin ser
sujetos procesales, colaboran eventualmente en la administración de justicia.
Tales son los actos de los testigos, peritos, intérpretes, etc. En la actualidad
existen terceros que están facultados para intervenir en el proceso en forma
limitada, ejerciendo ciertos poderes otorgados por la ley procesal (v.gr., parientes
o familiares del imputado en la designación de defensor o en el pedido de
libertad del mismo; la víctima, etc.).

b) Según su finalidad, es decir, por lo que se propone el sujeto del


mismo en relación con el proceso, los actos procesales se clasifican en:

aa) Actos de promoción: Son aquellos que ponen en movimiento la


acción penal, dando comienzo al proceso.

bb) Actos de investigación: Son aquellos que tienen por objeto conocer
o esclarecer la verdad de los hechos, y se cumplen por el Fiscal de Instrucción
y el Juez de Instrucción, según el tipo de investigación de que se trate.
Excepcionalmente los pueden llevar a cabo la Cámara en lo Criminal y el Juez en
lo Correccional, en la investigación suplementaria durante los actos preliminares
del juicio.

cc) Actos de coerción: Tienen por objeto asegurar la efectiva actuación


de la ley penal, evitando de esa manera todo daño jurídico. Se pueden dirigir
contra las personas, especialmente del imputado para evitar su fuga y hacer
efectivo el cumplimiento de la sentencia que lo condene. También contra
terceros, para evitar la desaparición de material probatorio, como serían los
casos del arresto inmediato cuando existe posibilidad de que el testigo se fugue
o la simple citación para que comparezca.
Coactivamente también, y ya teniendo un carácter real, se puede ordenar
el secuestro de cosas relacionadas con el delito, sea para utilizarlas como
prueba o para, eventualmente, confiscarse.

dd) Actos de postulación: Son los que, como simplemente las palabras
los definen, concretan un pedido o pretensión específicamente de las partes,
y fundamentalmente cumplen la función de interpretar situaciones existentes o
que ponen en conocimiento del juzgador circunstancias no advertidas hasta ese
momento.

ee) Actos de decisión: Se confunden normalmente con las resoluciones


judiciales y constituyen manifestaciones de voluntad del Tribunal, siempre
sujetas a formas estrictas, que sirven para producir una consecuencia en el
proceso.

c) Por la forma, se dividen en:

aa) Orales o escritos: Serán orales o escritos según predomine en ellos


la oralidad o la escritura, ejemplificándose con los cumplidos en el debate o en
la instrucción. Sin embargo, la mayoría de los actos son verbales y actuados,
en tanto son prestados en forma oral dejándose constancia de los mismos en
actas.

bb) Originales o derivados: La clasificación tiene en cuenta que se hayan


realizado por primera vez o que constituyan copias, auténticas o no, además de
informes o certificados.

cc) Públicos o secretos: Según tengan acceso a su realización

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particulares o no. En general, para los actos de la investigación preparatoria
existe absoluto secreto en relación a terceros, mientras que los realizados en el
juicio son públicos, salvo raras excepciones.

C) Reglas generales
Según nuestra ley vigente, todos los actos procesales deben cumplirse
en idioma nacional, bajo pena de nulidad (CPP, art. 128). Para fechar un acto
deben consignarse el lugar, día, mes y año en que se cumpliere. La hora debe
ser indicada sólo cuando la ley lo exija. Si la fecha es requerida, bajo pena
de nulidad, esta sólo puede ser declarada cuando aquella, en virtud de los
elementos del acto o de otros conexos, no pueda establecerse con certeza (CPP,
art. 129).
Todos los actos procesales deben cumplirse en días y horas hábiles,
salvo los de la investigación penal preparatoria. En caso de necesidad, el
Tribunal puede habilitar los días y horas que estime conveniente (CPP, art. 130).
En los actos en que se requiera juramento, el Juez, el Presidente del
Tribunal, el Fiscal de Instrucción o el Ayudante Fiscal lo reciben –bajo pena de
nulidad– por las creencias del que jure, después de instruirlo de las penas que
la ley impone a la falsedad. El declarante prometerá decir la verdad de cuanto
supiere y le fuere preguntado, mediante la fórmula: lo juro.
Si el deponente se niega a prestar juramento en virtud de creencias
religiosas o ideológicas, se le exigirá promesa de decir verdad (CPP, art. 131).
Las personas que son interrogadas deben responder de viva voz y sin
consultar notas o documentos, con excepción de los peritos y de quienes sean
autorizados para ello en razón de sus condiciones o de la naturaleza de los
hechos.
El declarante es invitado a manifestar cuanto conozca sobre el asunto de
que se trate y, si fuere menester, se lo interrogará.
Las preguntas que se formulen no serán indicativas, capciosas ni
sugestivas.
Cuando se proceda por escrito, se consignarán las preguntas y
respuestas, usándose las expresiones del declarante (CPP, art. 132).
Para recibir juramento y examinar a un sordo, se le presentan por escrito
las fórmulas y las preguntas; si se tratare de un mudo, responde por escrito; si
fuere un sordomudo, las preguntas y respuestas son escritas. Cuando dichas
personas no supieren leer o escribir, se nombrará intérprete a un maestro
de sordomudos o, en su defecto, a alguien que sepa comunicarse con el
interrogado (CPP, art. 133).

2) Actas
Se debe distinguir entre acto procesal y acta procesal. El primero, como
se ha dicho, consiste en una manifestación de voluntad o de conocimiento de
los sujetos procesales, en tanto que el acta procesal es el documento escrito
en donde se hace constar el acto procesal. Así, verbigracia, el debate es un
conjunto de actos procesales, en tanto que el acta de debate es un documento
único en donde constan todos los actos realizados en el mismo.

3) Actos y resoluciones jurisdiccionales y del Ministerio Público

A) Resoluciones jurisdiccionales

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a) Concepto
Resolución jurisdiccional es toda manifestación del Juez penal, que
tenga eficacia dispositiva en orden al contenido formal o sustancial del proceso
penal en que se emite.
El contenido sustancial está constituido por la pretensión represiva,
mientras que el contenido formal por los poderes de las partes.

b) Elementos constitutivos
Toda resolución jurisdiccional consta de dos elementos:

aa) Elemento lógico: Este elemento se refleja en la motivación (Cprov.,


art. 155). Aun en los casos en que la ley no exige motivación (v.gr., decretos) este
elemento se encuentra presente, ya que para disponer, debe el Juez deliberar a
tenor de la ley.
Es la valoración legal del estado del asunto, ora en el orden material, ora
en el orden procesal.

bb) Elemento dispositivo: Consiste en la determinación de la


consecuencia que se pretende producir dentro del proceso en que se emite.
Este elemento no consiste en una manifestación de voluntad autónoma,
sino en una explicación concreta de la voluntad no derogable de la ley que se
manifiesta abstractamente en la norma jurídica.
El elemento intelectual es presupuesto del elemento volitivo. El elemento
lógico constituye un elemento interno de la persona que emite la resolución,
en tanto que el segundo constituye la exteriorización del primero. De ahí la
necesaria correlación que debe existir entre los motivos y la resolución.

c) Clasificación
Por su forma, las resoluciones jurisdiccionales se distinguen en:

aa) Sentencia: La sentencia, en sentido sustancial, es la declaración de


voluntad contenida en una decisión jurisdiccional que cierra el proceso, que
resuelve esencialmente sobre el hecho debatido, previo examen y alegación
de las pruebas aportadas por las partes para fundamentar en cada caso sus
pretensiones.
Sin embargo, existen otros tipos de sentencia que, si bien no resuelven
sobre el fondo, ponen fin definitivamente al proceso. Nos referimos a las
sentencias de sobreseimiento y las dictadas en los juicios abreviados (inicial o
final).

bb) Autos: Es la decisión pronunciada a instancia de parte o de oficio


en el curso de la investigación, del juicio o de la ejecución sobre un incidente o
artículo del proceso. El auto no versa sobre el fondo de la cuestión sino sobre la
forma, sobre alguna condición o presupuesto que falta o que se considera que
falta.

cc) Decreto: Es la decisión pronunciada en el curso del proceso, fuera


de los casos mencionados en los apartados anteriores, o en aquellos en que
esta forma haya sido especialmente prescripta por la ley.

Por su contenido sustancial, las resoluciones se distinguen en:

aa) Resoluciones definitivas: Son las que constituyen la valla que pone
fin al procedimiento, aun cuando no sean firmes. Así, el auto que clausura

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el sumario con la declaración de sobreseimiento, aunque sea recurrible, es
definitivo en el estado de autos. También son definitivas las resoluciones en los
casos de recursos y de aplicación de medidas de disciplina.

bb) Resoluciones preparatorias: Son las que constituyen presupuesto de


una ulterior situación procesal. Tal por ejemplo, el auto de clausura del sumario
y elevación de la causa a juicio.

cc) Resoluciones interlocutorias: Son los otros tipos de resoluciones.


Los autos son interlocutorios en cuanto proveen a la preparación o integración
de la prueba.

B) Actos y resoluciones del Ministerio Público


El Ministerio Público, al reunir múltiples roles en el proceso penal,
adquiere ciertas potestades que se ven plasmadas en requerimientos,
conclusiones y resoluciones.

a) Los requerimientos son manifestaciones del Ministerio Público


vinculadas a su actividad estricta de parte encargada del ejercicio de la
pretensión represiva en el proceso penal y dirigidas al órgano jurisdiccional
competente.

b) Las conclusiones también se vinculan a su actividad de parte, pero


se manifiestan principalmente en una actividad valorativa tendente a auxiliar al
órgano jurisdiccional en la resolución de cuestiones sustanciales o formales,
principales o incidentales, vinculadas a la causa que se investiga.
Los representantes del M. Público deben formular motivada y
específicamente sus requerimientos y conclusiones, bajo pena de nulidad; nunca
deben remitirse a las decisiones del Juez; proceden oralmente en los debates y
en los recursos, cuando corresponda, y por escrito en los demás casos (CPP,
art. 154, primer párrafo).

c) Las resoluciones son manifestaciones del Fiscal de Instrucción


dispuestas durante la investigación preparatoria a su cargo, que tienen eficacia
respecto de la actividad persecutoria a su cargo.

Las resoluciones del Fiscal de Instrucción son dadas por (CPP, art.
154):

aa) Decreto fundado: Esta forma se utiliza cuando está especialmente


prescripta por la ley (v.gr., prisión preventiva [CPP, art. 336]), bajo pena de
nulidad.

bb) Decreto: Este tipo de resolución se dicta, en forma residual, cuando


no esté especialmente previsto el decreto fundado.
La falta de firma produce la nulidad, tanto de los decretos como de las
resoluciones (CPP, art. 154 in fine).

4) Comunicaciones, notificaciones, citaciones y vistas

A) Las comunicaciones son las vías procedimentales establecidas por la ley


para que un órgano judicial, cuando un acto procesal se deba ejecutar por otra
autoridad, ponga en conocimiento de este la diligencia requerida.
La ley establece como vía normal el oficio (CPP, art. 157). Los órganos

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judiciales pueden dirigirse directamente a cualquier autoridad de la Provincia, la
que debe prestar toda su cooperación y expedir los informes que le soliciten, sin
demora alguna (CPP, art. 158).
Se suele distinguir, en el ámbito específicamente jurisdiccional, según
la comunicación sea dirigida a un órgano judicial de mayor, igual o inferior
jerarquía, en rogatoria, exhorto o mandamiento, respectivamente.
Las comunicaciones entre diferentes jurisdicciones provinciales se
diligencian de acuerdo a la ley provincial 6425 que adhiere a la ley nacional
22.117, siempre que se tratare de las provincias adheridas a tal convenio (CPP,
art. 159).
Los exhortos que provengan o se destinen al extranjero deben
diligenciarse a través del Tribunal Superior, de acuerdo a los Tratados o
costumbres internacionales (CPP, arts. 160 y 161).
Si el diligenciamiento de un oficio fuera denegado o demorado, el
requirente puede dirigirse al Tribunal Superior o al Fiscal General, según
corresponda, quienes ordenarán o gestionarán la tramitación si procediere,
según sea de la provincia el órgano requerido. El Tribunal Superior resolverá
previa vista al Fiscal.

B) Las notificaciones es el modo procesal de dar a conocer a las partes las


resoluciones y requerimientos que dicten los órganos judiciales (Jueces, Tribunal
y Ministerio Público) (ver arts. 163 a 173).

C) La citación es la manera que tienen los órganos judiciales respectivos –por


sí o por la Policía Judicial– para hacer comparecer en determinado tiempo y
lugar a los imputados que estuvieren en libertad, testigos, peritos, intérpretes y
depositarios, bajo apercibimiento de compelerlos por la fuerza pública (CPP, art.
175).

D) Las vistas son notificaciones realizadas a las partes, normalmente por tres
días, a fin de que esta puedan hacerse oír en forma previa a una resolución y, de
esta forma, lograr la sustanciación (CPP, arts. 176 y 178).

.

5) Términos procesales

A) Concepto
Alguna doctrina distingue entre término y plazo, entendiendo que el
primero es el momento determinado en que un acto procesal debe verificarse,
fijado en una unidad de medida de tiempo mediante la designación de un
acontecimiento futuro y cierto, positivo o negativo. Plazo, por el contrario, sería
el período de tiempo durante el cual puede realizarse el acto, sin determinar el
momento en que debe llevarse a cabo y que queda al arbitrio del sujeto que lo
produce.
Gráficamente podríamos representarlos como sigue, aclarando que los
puntos A y B serían los términos –el primero inicial y el segundo final– y el plazo
sería el espacio comprendido entre A y B.

X___________________X
A B

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Técnicamente y dentro de nuestro vocabulario jurídico no haremos
diferencia y los utilizaremos indistintamente.
Ahora sí estamos en condiciones de brindar un concepto. Término es el
plazo o lapso dentro o fuera del cual debe cumplirse un acto procesal para que
pueda ingresar o ser legalmente válido y eficaz en el proceso penal.

B) Clasificación
Los términos procesales se clasifican según su origen, sus efectos, por
su forma de computarlos y por su determinación en el tiempo.

a) Por su origen, los términos procesales se distinguen en:

aa) Convencionales: Son aquellos fijados de común acuerdo por las


partes y difícilmente tienen cabida en el proceso penal.

bb) Legales: Los términos legales son los expresamente fijados por la
ley, lo que sucede en la mayoría de los casos.

cc) Judiciales: Los términos judiciales son aquellos que pueden ser
fijados discrecionalmente por los órganos judiciales, dentro de los parámetros
fijados expresamente por el legislador. Los términos judiciales dan lugar a
cuatro posibilidades diferentes de aparición: 1. fijación del plazo sin ninguna
previa determinación de la ley (ej., CPP, art. 237); 2. fijación del plazo entre el
mínimo y máximo que fija la ley (CPP, art. 367); 3. fijación del término por debajo
de un máximo establecido por la ley (CPP, art. 374); 4. fijación del término por
encima de un mínimo establecido por la ley.

b) Por sus efectos, los términos se distinguen en:

aa) Perentorios: Son aquellos dentro de los cuales deben cumplirse los
actos para que puedan ingresar o tengan eficacia jurídica por su valor, ya que en
caso contrario les cae la sanción de caducidad (CPP, art. 102).

bb) Dilatorios: Son aquellos fuera de los cuales debe efectuarse el acto
para que tenga valor legal (CPP, art. 367).

cc) Ordenatorios: Son los fijados por la ley para cumplir los actos, pero
aunque no se respeten no tienen sanción procesal, sino que la sanción es por
vía disciplinaria o de superintendencia en su caso (CPP, arts. 336 y 345).

El nuevo CPP distingue términos fatales y no fatales. Si el imputado


estuviese privado de su libertad, son fatales los términos de los artículos 337,
346 y 361. En este último supuesto (citación a juicio), el término se fija en
treinta días que se computan a partir de la recepción del proceso (CPP, art. 182,
segundo párrafo).
En caso de acumulación de procesos, por conexión, los términos
fatales corren independientemente para cada causa a partir de la respectiva
acumulación.
Dichos términos no se computan, en ningún caso, durante el tiempo de
diligenciamiento de prueba fuera de la circunscripción, incidentes, recursos, o
mientras el Tribunal no esté integrado (CPP, art. 182, tercer y cuarto párrafo).
El vencimiento de un término fatal sin que se haya cumplido el acto para
el que está determinado, importa automáticamente el cese de la intervención
en la causa del Juez, Tribunal o representante del M. Público al que dicho

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plazo le hubiera sido acordado. El Tribunal Superior o el Fiscal General, según
sea el caso, disponen el modo en que se produce el reemplazo de aquellos.
Las disposiciones de este artículo sólo son aplicables al Juez, Tribunal o
representante del Ministerio Público titular, y no a quienes ejercieran competencia
interinamente por subrogación en caso de vacancia o licencia.
El funcionario judicial sustituido es pasible de la apertura del
procedimiento del Jurado de Enjuiciamiento. Para los sustitutos se computan los
plazos íntegros a partir de su avocamiento, los que son fatales con las mismas
consecuencias.
El Fiscal General o los Fiscales Adjuntos deben controlar, bajo su
responsabilidad personal, el cumplimiento de los términos fatales (CPP, art.
183).

c) Por su determinación en el tiempo se clasifican en:

aa) Independientes: Son los que se señalan en la ley con abstracción


de los hechos o actos procesales (CPP, art. 461).

bb) Subordinados: Son aquellos que están establecidos con referencia


a otro acto procesal (CPP, art. 92).

cc) Improrrogables: Son aquellos cuya dirección está fatalmente marcada


por la ley, de modo que vencido el plazo el acto al cual se refieren no se puede
realizar, ya que el plazo no puede ser ampliado. La regla es que en el proceso
penal los términos son improrrogables (CPP, art. 182).

dd) Prorrogables: Son aquellos que pueden ser ampliados, generalmente


por un lapso igual al término primitivo (CPP, art. 306).

d) De acuerdo a la forma de computarlos, los términos se diferencian


en:

aa) Individuales: Son los términos que se conceden separadamente para


cada una de las partes (CPP, art. 102).

bb) Comunes: Son aquellos que están dados para las partes en su
conjunto, de forma que se cuentan a partir de la última notificación y expiran
para todas las partes simultáneamente (CPP, art. 363).

C) Reglas para computarlos


Los términos en el proceso penal se computan en la forma establecida
por el Código Civil (CPP, art. 180). El momento inicial y también el final varían
según la unidad cronológica de la determinación abstracta del término. En los
términos fijados por hora, la hora que sirve de base para a partir de ella señalar la
inicial, es la indicada en el acto que fija el plazo o la de la verificación del evento;
pero no debe contarse la fracción de tiempo transcurrido desde aquel instante
hasta el comienzo de la primera hora completa. Cuando los plazos fijados por
horas sean veinticuatro, cuarenta y ocho, setenta y dos, etc., más que plazos
horarios lo que la ley ha querido establecer son plazos en un día, dos o tres,
respectivamente; siendo difícil determinar el momento a partir del cual hay que
empezar a contar las horas, se entiende que el término está integrado por el día,
los dos o tres días siguientes, etc., al que señala la ley como día base.
En los términos fijados por días, estos no se contarán de momento a
momento ni por hora, sino desde la medianoche en que termina el día de su

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fecha (C.C., art. 24). Esta solución es aplicable ya que la ley procesal establece
que los términos se contarán en la forma prevista por el Código Civil. Se hace
una clara remisión a los arts. 24, 25, 26 y 27 de dicho digesto. En estos términos
fijados por días, que son los más comunes, no se computan entonces el día
en que se realiza el acto a partir del cual hay que contarlo (dies a quo non
computatur in termino). Los términos son continuos y en ellos se computan los
días feriados, salvo las excepciones que la ley establece. Si el término vence
un día feriado, se considera prorrogado de derecho al día hábil siguiente; si
el término fijado venciera después de las horas de oficina, el acto que deba
cumplirse en ella podrá ser realizado durante las dos primeras horas del día
hábil siguiente (CPP, art. 181, segundo y tercer párrafo).
En los términos fijados por meses o años, los mismos se cuentan
naturalmente. Si el mes en que ha de principiar un plazo de meses o años,
contara de más días que el mes en que ha de terminar el plazo de meses o años
y el plazo corriere desde alguno de los días en que al primero de dichos meses
excede al segundo, el último día del plazo será el último día de este segundo
mes (C.C., art. 26).

6) El régimen de las excepciones

A) Concepto
Resulta necesario aclarar que las excepciones no son más que un tipo o
especie de defensa.
Según vimos en las bolillas anteriores, la defensa es el derecho de
oponerse a una pretensión jurídica que se hace valer, al sostenerse que ella
carece, total o parcialmente, de base fáctica o jurídica. Sus caracteres son
inconfundibles: 1º. recae sobre el objeto sustancial de la relación jurídico-
procesal constituida, es decir, sobre el hecho imputado; 2º. se traduce en
razones de hecho y de derecho dirigidas a demostrar que el hecho atribuido
no existe o no lo ha cometido el imputado, o que no constituye delito (no
encuadra objetivamente en una figura o tipo penal) o constituye uno más leve
que el afirmado por el acusador, o que concurre alguna causal excluyente de
imputabilidad, culpabilidad, antijuridicidad o punibilidad, o simplemente, alguna
circunstancia que atenúe la responsabilidad del imputado, o que la pretensión
resarcitoria no tiene fundamento jurídico; 3º. exige ser considerada en una
decisión judicial de fondo.
En cambio, la excepción (defensa de forma) es el derecho de impugnar,
provisional o definitivamente, la constitución o desarrollo del proceso penal,
denunciando algún obstáculo o deficiencia que se base directamente en una
norma de derecho (no incide sobre el hecho que constituye el objeto sustancial
de aquel proceso) (Vélez Mariconde3, II, 385).
En otros términos, con la excepción no se provoca el examen del hecho
imputado sino que, en virtud de otro hecho jurídico (lato sensu) se trata de
evitarlo; su objeto (tema o materia) puede ser una ley (de amnistía), una ley o
un decreto (de indulto), un acto jurídico-procesal (sentencia anterior o acusación
no interpuesta debidamente), una instancia privada, un proceso pendiente, la
potestad jurisdiccional que se ejerce, la competencia del Juez, la capacidad para
ser parte o la capacidad procesal del acusador, lo mismo que cualquier causal
que extinga la pretensión represiva; y merece un tratamiento legal específico:
puede ser de previo y especial pronunciamiento.
Hablamos sin duda de las excepciones procesales, que versan sobre
el ius procedendi y no sobre el ius puniendi. Se ha dicho que en el proceso
penal no existen realmente excepciones sustanciales, lo que puede aceptarse
en el sentido de que todas ellas tienden a hacer inadmisible la constitución o el

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desarrollo de la relación procesal. Todas reposan, necesariamente, en la falta de
una condición de perseguibilidad.
Sin embargo, hay casos en que la ausencia de una condición de
perseguibilidad depende de la inexistencia de otra de punibilidad, como ocurre
con una excepción que impugna el desarrollo del proceso penal en virtud de
que, según el proponente, se ha producido una causal extintiva de la pretensión
represiva que se hace valer, es decir, de la potestad o “derecho” de punir que
incumbe al Estado en el caso concreto sometido a juicio.
Aun cuando algunos creen que aquí se trata de instituciones jurídicas
de carácter mixto, parece evidente que la excepción ataca el ejercicio de la
potestad jurisdiccional y tiende a evitar la persecución del supuesto delito que
se investiga, de tal modo que es una impugnación a la vida misma del proceso
penal.
Pero más importante es advertir que la excepción penal –a pesar de que
esta nomenclatura se originó en el proceso civil– ofrece rasgos peculiares que
nos alejan radicalmente de los conceptos allí elaborados. En efecto:
1º. Los obstáculos o deficiencias legales en que se basan las excepciones
–si se trata de una acción pública y sin perjuicio del derecho individual de
denunciarlos– deben ser puestos de relieve por el Tribunal sin necesidad de
ninguna excitación extraña, o sea, de oficio; con mayor razón, desde luego,
cuando se refieren a un presupuesto procesal (p.ej., incompentencia).
2º. Las excepciones pueden ser opuestas, no sólo por el imputado, sino
también por el Ministerio Público y las partes.
3º. Aquí no rige el principio de la carga probatoria, de manera que
el excepcionante no tiene el deber de probar el fundamento de la excepción
so pena de que esta sea rechazada solamente por su omisión; en cuanto al
imputado, esto resulta del principio de inocencia.
Tales rasgos son siempre consecuencia de que el proceso penal tutela
intereses eminentemente públicos, en fuerza de los cuales no se limita al
particularmente interesado la posibilidad de proponer una impugnación que
tiende a impedir que se constituya o prosiga la relación procesal. Esa tutela
está siempre a cargo del juzgador y del M. Público, aunque el particular no la
provoque.

B) Clasificación
Las excepciones se clasifican por su dirección y el efecto que producen
cuando son admitidas. Las dilatorias atacan las condiciones formales para la
constitución o el desarrollo de la relación procesal, y cuando se hace lugar a
ellas debe archivarse el proceso y ordenarse la libertad del imputado, si está
detenido, pudiendo aquel continuar tan luego se salve el obstáculo al ejercicio
de la acción penal; las perentorias, en cambio, impugnan el contenido sustancial
de la relación procesal (la pretensión punitiva), y cuando se hace lugar a ellas
debe sobreseerse en la causa y ordenarse la libertad del detenido (si no existe
otra causal de detención). En un caso, el proceso se suspende porque no puede
continuar válidamente; en el otro termina (CPP, arts. 22 y 23).

C) Enumeración

Existen las siguientes excepciones:

a) Falta de jurisdicción o de competencia (CPP, art. 17, inc. 1º): La falta


de jurisdicción es la falta de potestad para juzgar un hecho que escapa a la
soberanía estatal de la cual aquella emana.
La falta de competencia es la falta de capacidad para juzgar un asunto

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por razón de la materia, del territorio o de conexión entre causas incoadas ante
tribunales de la misma jurisdicción.

b) Falta de acción, porque esta no se pudo promover, no fue iniciada


legalmente o no pudiere proseguir.

aa) La acción no se pudo promover:

aaa) Cuando en los delitos de acción pública dependiente de instancia


privada, la promoción de la acción no fue provocada por denuncia del ofendido
o, si este fuere incapaz, de su representante legal, tutor o guardador (en
orden excluyente), entendiéndose que asume la condición de guardador aquella
persona que por cualquier motivo tiene el menor a su cuidado (CPP, art. 6º).

bbb) Cuando el M. Público no formuló requerimiento de investigación


jurisdiccional (CPP, art. 340) o la Policía Judicial no practicó sumario de
prevención o no comunicó al Juez de Instrucción la existencia del delito, sino
que dicho magistrado actuó de oficio.

bb) La acción no fue iniciada legalmente:

aaa) En los delitos de acción privada, cuando la querella no fue


interpuesta en forma, de acuerdo al art. 427 del CPP.
bbb) Si el imputado se encuentra sometido a otro proceso por el mismo
hecho (litis pendentia) o ya ha sido juzgado en virtud de idéntica imputación
(cosa juzgada).

cc) La acción no puede proseguir::

aaa) Cuando existe una cuestión prejudicial que debe resolverse en otra
jurisdicción (CPP, art. 10), de cuya solución dependa la existencia del delito
imputado (cuando se admite la existencia de aquella cuestión, el ejercicio de la
acción se suspende hasta que se pronuncie la otra jurisdicción).

bbb) Porque se persigue a una persona que goza de privilegio


constitucional, y no se ha producido el desafuero (si es legislador) o la destitución
(si es un magistrado sujeto a juicio político o jurado de enjuiciamiento).

c) Extinción de la pretensión penal:


Esto se da cuando la acción penal se ha extinguido porque el imputado
ha muerto, o se ha producido la prescripción, o existe renuncia del agraviado o
se ha dictado una ley de amnistía o se ha pagado el mínimo de la multa durante
la investigación preparatoria o el máximo durante el juicio, o se ha suspendido el
juicio a prueba o ha habido avenimiento entre víctima y victimario (CP, arts. 59,
64, 76 bis y ss. y 132). Se trata en este caso de excepciones perentorias.

D) INTERPOSICIÓN

a) Durante la investigación
Las excepciones deben deducirse por escrito y, si fuere el caso, deben
acompañarse todas las pruebas que justifiquen el hecho en que se basen, bajo
pena de inadmisibilidad.
Si las excepciones se basan en hechos que deban ser probados

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previamente, se ordena la recepción de la prueba por un término que no puede
exceder de quince días, y se cita a las partes a una audiencia para que oral y
brevemente hagan su defensa. El acta se labra en forma sucinta. El trámite de
la excepción no puede durar más de un mes, no computándose el tiempo de
diligenciamiento de prueba fuera de la provincia, incidentes, recursos o actos
que dependan de la actividad de las partes (CPP, art. 18).
-Investigación jurisdiccional: De las excepciones planteadas se corre
vista al Ministerio Público, al querellante particular y a las partes interesadas. El
Tribunal resuelve por auto (CPP, art. 19, primer párrafo).
-Investigación fiscal: Si la excepción se deduce durante la investigación
fiscal, efectuado el trámite arriba mencionado, el Fiscal elevará el incidente a
resolución del Juez de Instrucción, con opinión fundada, en el término de tres
días. Si no hubiera prueba que recibir, elevará inmediatamente las actuaciones
(CPP, art. 19, segundo párrafo).
El incidente se sustancia y se resuelve por separado, sin perjuicio de
continuarse la investigación. La resolución es apelable.

b) Durante los actos preliminares del juicio


Antes de fijarse la audiencia para el debate, el Ministerio Público y
las partes pueden deducir las excepciones que no hubieren planteado con
anterioridad (CPP, art. 17), pero el Tribunal puede rechazar sin trámite las que
fueran manifiestamente improcedentes. Rige el plazo previsto para el trámite
durante la investigación preparatoria (CPP, art. 365).

c) Durante el debate
Inmediatamente después de abierto el debate, se pueden deducir, bajo
pena de caducidad, las cuestiones de competencia por razón de territorio, salvo
que la posibilidad de proponerlas no surgiera sino en el curso del proceso (CPP,
art. 383).

7) Las llamadas “sanciones procesales”: nulidad, inadmisibilidad, caducidad,


preclusión.

A) Concepto
Para algunos autores existe una sola sanción procesal que es la nulidad
(De la Rúa y Maier); para otros, son dos (nulidad e inadmisibilidad) las
sanciones (Clariá Olmedo, Creus), y para otros son tres (nulidad, inadmisibilidad
y caducidad) (Núñez). Sin embargo, el pensamiento más influyente, en el
ámbito federal y provincial, es aquel que distingue cuatro sanciones procesales:
inadmisibilidad, nulidad, caducidad y preclusión.
Las sanciones procesales son amenazas que se ciernen sobre los actos
cumplidos o a cumplirse en el proceso para evitar que produzcan los efectos
queridos por los órganos públicos y las partes, sea porque carecen de las formas
o requisitos exigidos, o porque no se han realizado en el tiempo oportuno,
o porque son incompatibles con una conducta anterior del mismo sujeto que
pretende cumplir el acto.

B) Clases
Como antes mencionamos, existen cuatro sanciones procesales:

a) Caducidad: Es la amenaza que se cierne sobre los actos jurídicos

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procesales de parte, cuando los mismos no se han cumplido dentro del término
perentorio taxativamente fijado por la ley.

b) Preclusión: Es la sanción procesal que impide legalmente el
cumplimiento de un acto en el proceso por ser este incompatible con una
situación o conducta anterior, generada por el mismo sujeto que pretende ahora
realizarlo.

c) Inadmisibilidad: Es la amenaza que se cierne sobre un acto de parte,


el cual ha ingresado materialmente, pero no jurídicamente, al proceso, por no
haberse observado en su realización las prescripciones (formas o requisitos)
exigidos por la ley para ello.

d) Nulidad: Es la sanción procesal que hace o determina la falta de


eficacia legal de un acto jurídico introducido al proceso, porque el mismo se ha
realizado sin observar las formalidades prescriptas por la ley de manera genérica
o específica.

aa) Las nulidades pueden ser de dos tipos:

aaa) Nulidades genéricas: Son las que están establecidas en forma


general o en conjunto, cuando en una o varias normas se fijan taxativamente
los requisitos bajo cuya condición deben cumplirse los actos, en sentido amplio,
que ella circunscribe para que no alcance dicha amenaza procesal (CPP, art.
185).

bbb) Nulidades específicas: Son las que, por el contrario, están


determinadas y diseminadas en distintos artículos de la ley, con indicación
precisa para cada acto en particular de las formalidades que deben reunir bajo
la sanción que taxativamente la conmina (CPP, art. 355).

bb) Asimismo, las nulidades son de diferentes especies. Estas son:

aaa) Absolutas: Estas nulidades tienen las siguientes características:


1. pueden ser declaradas de oficio o a petición de parte, aun de aquella que
no tenga interés legítimo o haya concurrido a causarla; 2. pueden oponerse
o peticionarse en cualquier estado y grado del proceso, abarcando las etapas
normales y la eventual de los recursos; 3. son insubsanables (CPP, arts. 185 y
186).

bbb) Relativas: Estas nulidades tienen como rasgos distintivos: 1. pueden


oponerse o plantearse por las partes que tengan interés y no la hayan causado;
2. deben ser opuestas en las oportunidades y formas prescriptas taxativamente
por la ley; 3. pueden ser subsanadas en las formas expresamente establecidas
en la ley (CPP, arts. 187, 188 y 189).

cc) Distintos sistemas de nulidad


En la legislación comparada han existido cuatro tipos de sistemas de
conminar las nulidades:

aaa) Formalista: Según este, la falta de cualquier elemento formal, aun el


más intrascendente, producía o daba lugar a la nulidad del acto.

bbb) Privatista: Este sistema dejaba libradas a la plena voluntad de las


partes la apreciación y la definición en cuanto a los actos procesales que deben
ser declarados nulos.

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ccc) Judicial: Deja en manos del juez la valoración de las formas no
observadas, estableciendo que sólo las sustanciales son causa de nulidad.

ddd) Legal: Este sistema que es el que recepta el CPP Cba. Establece
que no hay más nulidades que las expresa y taxativamente previstas por la ley.

Lecturas complementarias: Clariá Olmedo, Jorge, Tratado de Derecho Procesal


Penal, Ediar, Buenos Aires, 1966, IV; Creus, Carlos, Invalidez de los actos
jurídicos procesales, Astrea, Buenos Aires, 1993; De la Rúa, Fernando, Recurso
de Casación en Materia Penal, Depalma, Buenos Aires, 1994; Núñez, Ricardo,
Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba anotado, Lerner, Córdoba,
1986; Torres Bas, Raúl, Apuntes de Derecho Procesal Penal (Clases Magistrales),
Librería Facultad, Córdoba, 1987; Vivas Ussher, Gustavo, Manual de Derecho
Procesal Penal, Alveroni, Córdoba, 1999.

V. INVESTIGACIÓN JURISDICCIONAL: LA DISCUSIÓN POLÍTICO CRIMINAL

Siguiendo a Cafferata Nores, podemos decir que la investigación


preparatoria es la etapa del procedimiento penal que, a partir de la hipótesis de
un delito, procurará reunir pruebas para establecer si hay suficiente fundamento
como para acusar a alguna persona por su comisión.
Desde el punto de vista político-procesal, bajo una óptica técnica o
científica, se puede señalar que el desempeño de tareas de investigación que
cumple el Juez en la instrucción no se corresponde con la imparcialidad que
debe presidir el ejercicio de la potestad jurisdiccional. Si bien históricamente
la investigación fue puesta a su cargo buscando mayores garantías para
el sospechoso, los resultados, en este aspecto, no han sido precisamente
paradigmáticos. La triple función asignada al Juez de Instrucción (investigador
del imputado, contralor de la observancia de las garantías de este frente a su
propia actividad y evaluador del mérito probatorio de su propia investigación),
es menos una utopía funcional que una hipocresía práctica.
Además, parece artificial que el Fiscal base su acusación en pruebas
que no son recibidas por él y para cuya selección carece, generalmente, de toda
iniciativa vinculante, pues sólo puede proponer diligencias que el Juez cumple
si, a su exclusivo criterio, resultan pertinentes y útiles.
También es criticable la inversión de roles, ya que el Fiscal que deberá
investigar se limita a controlar la investigación y el Juez que la debería controlar
la realiza personalmente.
Entonces, es más conveniente establecer un procedimiento de
investigación a cargo del Ministerio Fiscal, eficaz, ágil y garantizador, reduciendo
la actividad del Juez sólo a algunas intervenciones de autorización o control,
impuestas por requisitos constitucionales (garantías individuales, fundamento de
la acusación). Con él, además de un mayor resguardo de aquellos aspectos, se
procura obtener también ventajas prácticas en orden a la eficacia, al evitar cierta
pomposidad de la instrucción jurisdiccional (exagerada para tan sólo fundar una
acusación) y al aprovechar la actividad policial dirigida por el Fiscal (que en
aquel sistema se reproduce ante el Juez), acordándole al Ministerio Público la
estrategia de la investigación.
La agilidad y eficacia de la investigación fiscal preparatoria dependerá
fundamentalmente de las atribuciones que se otorguen al Fiscal, pues mientras

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mayor sea la autonomía que tenga de los jueces en orden a los poderes de
investigación y coerción, mayores serán las posibilidades de éxito. Ello sin
trasponer los límites infranqueables que imponen las garantías constitucionales.
También tiene influencia en la eficacia el sistema de división del trabajo que se
imagine para los Fiscales (temporal o territorial).
En orden a las atribuciones probatorias, el Fiscal debe ser el dueño
de la estrategia de la investigación y estar facultado para recibir todas las
pruebas, aun las definitivas e irreproductibles, siempre que en este último caso
se garantice la intervención de la defensa. Pero los elementos de convicción
que recoja durante la investigación preparatoria sólo tendrán valor para dar
fundamento a la acusación o al sobreseimiento, en su caso.

1) CPP Córdoba y Nación: Investigación fiscal e investigación jurisdiccional


En la provincia de Córdoba, la investigación está como regla a cargo
del Fiscal de Instrucción (investigación fiscal), mientras que excepcionalmente,
cuando existen obstáculos fundados en privilegios constitucionales, queda en
manos del Juez de Instrucción (investigación jurisdiccional).
En la Nación, la fórmula se invierte. La instrucción a cargo del Juez es
la regla, y la investigación a cargo del Agente Fiscal sólo procede cuando el
Juez de Instrucción decide que la dirección de la misma quede a cargo de aquel,
excluyéndose de las potestades del Agente Fiscal la declaración del imputado,
la mayoría de las medidas de coerción personal, la producción de los actos
definitivos e irreproductibles, el archivo de las actuaciones, la persecución penal
o el sobreseimiento del imputado y todo otro acto que la ley sólo otorgue al Juez
de Instrucción (CPP, arts. 196, 212 y 213).
Volviendo a Córdoba, en la investigación fiscal, el Fiscal de Instrucción
procede con arreglo a la ley para reunir los elementos que puedan servir de base
a sus requerimientos. Estos pueden fundamentarse en los actos practicados
por la Policía Judicial dentro de sus facultades legales, salvo en lo relativo a la
declaración del imputado (CPP, art. 328).
El Fiscal de Instrucción practica y hace practicar todos los actos que
considere necesarios y útiles para la investigación, salvo aquellos que la ley
atribuya a otro órgano judicial. En este caso, los requerirá a quien corresponda
(CPP, art. 329).
Cuando tiene que practicar actos definitivos e irreproductibles, el Fiscal
garantiza el contradictorio a través de la notificación a la defensa (CPP, art.
330).
También debe proveer a la defensa del imputado (CPP, art. 331).
En el ejercicio de su función, el Fiscal de Instrucción puede citar, privar y
acordar la libertad al imputado, y recibirle la declaración, conforme a lo previsto
en las reglas específicas sobre medidas de coerción personal establecidas
en el CPP (CPP, art. 332). En cualquier momento, el imputado puede solicitar
directamente al Juez de Instrucción la aplicación de los artículos relativos a
mantenimiento, recuperación o cese de la prisión preventiva, quien requerirá de
inmediato las actuaciones y resolverá en el término de 24 horas.
La resolución es apelable por el Fiscal de Instrucción o el imputado, sin
efecto suspensivo (CPP, art. 333).
El Fiscal de Instrucción puede disponer, por decreto, el archivo de
las actuaciones cuando no se pueda proceder o cuando el hecho en ellas
contenido no encuadre en una figura penal. En este último caso, si se hubiere
recibido declaración como imputado a alguna persona, procederá a solicitar el
sobreseimiento. En todos los casos, las partes podrán oponerse a la decisión del
Fiscal. Cuando mediare discrepancia del Juez de Instrucción regirá el artículo
359.
El archivo dispuesto por el Juez es apelable por el querellante que se

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hubiere opuesto, salvo el caso del art. 359.
Regirá el art. 464, y si la decisión del Juez fuese revocada, otro Fiscal de
Instrucción proseguirá con la investigación (CPP, art. 334).
Las partes pueden proponer diligencias, las que serán practicadas salvo
que el Fiscal no las considere pertinentes y útiles; si las rechazara, podrán
ocurrir ante el Juez de Instrucción en el término de tres días. El Juez resolverá
en igual plazo. La denegatoria será apelable.
En el término de diez días a contar desde la declaración del imputado,
el Fiscal de Instrucción por decreto fundado y con arreglo a los requisitos del
art. 282, dispondrá la prisión preventiva, cuando concurran las causales del art.
281.
El imputado y su defensor pueden oponerse ante el Juez (art. 338). La
resolución de este es apelable por el Fiscal y el imputado (CPP, art. 336).
La investigación fiscal debe practicarse en el término de tres meses
a contar desde la declaración del imputado. Si resultare insuficiente, el Fiscal
podrá solicitar prórroga al Juez de Instrucción, quien podrá acordarla por otro
tanto. Según las causas de la demora y la naturaleza de la investigación, la
prórroga podrá concederse hasta doce meses más (CPP, art. 337).
En los casos que la ley autoriza la oposición a una resolución o
requerimiento del Fiscal de Instrucción, esta se deducirá ante quien la dictó en el
término de tres días, salvo que se establezca otro trámite. Si el Fiscal mantuviera
su decisión, elevará la oposición en igual término ante el Juez de Instrucción,
junto con las actuaciones y sin perjuicio del cumplimiento de los actos urgentes
de investigación. El Juez resolverá en el término de tres días (CPP, art. 338).
La investigación jurisdiccional sólo procede cuando existen obstáculos
fundados en privilegios constitucionales (art. 340). Si en estos casos se formulare
requisitoria fiscal o querella contra un legislador, magistrado o funcionario sujeto
a juicio político, enjuiciamiento o juicio de destitución, el Tribunal competente
practicará una investigación sumaria que no vulnere la inmunidad del imputado.
Cuando existiere mérito para el juzgamiento, se solicitará el desafuero, antejuicio
o destitución, ante quien corresponda, acompañando copia de las actuaciones
y expresando las razones que lo justifiquen. La investigación sumaria no podrá
exceder de dos meses, bajo pena de caducidad.
Si de acuerdo con el art. 94 de la Constitución Provincial, el legislador
hubiere sido aprehendido, el Tribunal dará cuenta a la Legislatura con la
información sumaria del hecho, dentro del término de 24 horas. Del mismo
modo se procederá cuando el aprehendido estuviera sujeto a juicio político o
enjuiciamiento o juicio de destitución, en cuyo caso se cumnicará la privación de
la libertad del magistrado o funcionario a la Cámara de Diputados, al Jurado de
Enjuiciamiento o al Tribunal Superior de Justicia, según corresponda (CPP, art.
14).
Si se produce el desafuero o la destitución, el Tribunal dispondrá la
investigación jurisdiccional correspondiente o dará curso a la querella. En
caso contrario, declarará por auto que no se puede proceder y archivará las
actuaciones (CPP, art. 15).
Cuando se proceda contra varios imputados y sólo alguno de ellos goce
de privilegio constitucional, el proceso podrá formarse y seguir con respecto a
los otros (CPP, art. 16).
El requerimiento de investigación jurisdiccional debe contener (CPP, art.
341):
1) Las condiciones personales del imputado o, si se ignorase, las señas
o datos que mejor puedan darlo a conocer.
2) La relación circunstanciada del hecho, con indicación, si fuere posible,
del tiempo y modo de ejecución y de la norma penal que se considere
aplicable.
3) La indicación de las diligencias útiles para la averiguación de la

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verdad .
En general, las normas sobre la investigación jurisdiccional son
semejantes a las normas sobre investigación fiscal. Las diferencias que se
advierten son en primer lugar la posible participación del Ministerio Público
en todos los actos de la investigación, y examinar en cualquier momento las
actuaciones. Si el Fiscal hubiera expresado el propósito de asistir a un acto,
será avisado verbalmente con suficiente tiempo y bajo constancia, pero aquel
no se suspende ni retarda por su ausencia. Cuando asista, tiene los deberes
y facultades que se le otorgan a los que participan en las diligencias de la
investigación (CPP, art. 343). Si se rechaza la proposición de las diligencias
probatorias, sólo procede el recurso de apelación (CPP, art. 344). En caso de
insuficiencia del tiempo para la investigación, el Juez puede motu proprio ampliar
por otro tanto (CPP, art. 346).
Cuando el Juez hubiere recibido declaración al imputado y estimare
cumplida la investigación, correrá vista al Fiscal de Instrucción a los fines de la
acusación. Este, en el término de seis días, requerirá las diligencias probatorias
que estime necesarias o procederá con arreglo al art. 355. Sólo en casos graves
y complejos el término podrá prorrogarse hasta por otro tanto (CPP, art. 347).

.
Lecturas complementarias: Cafferata Nores, José, Introducción al Derecho
Procesal Penal, Lerner, Córdoba, 1994; Torres Bas, Raúl, Apuntes de Derecho
Procesal Penal (Clases Magistrales), Librería Facultad, Córdoba, 1987; Vélez
Mariconde, Alfredo, Derecho Procesal Penal, Lerner, Córdoba, 1986.

VI. CLAUSURA DE LA INVESTIGACIÓN PENAL PREPARATORIA

1) Sentido y función del llamado procedimiento intermedio en el proceso penal.


El sistema en el CPP de Córdoba y Nación. Crítica

A) El procedimiento intermedio. Crítica


El procedimiento intermedio es la segunda fase de la investigación penal
preparatoria destinada a la crítica de los sujetos esenciales del proceso penal,
respecto a la fase anterior destinada a la recolección de los elementos de prueba
que puedan dar base a la acusación, al juicio abreviado inicial o determinar el
sobreseimiento.
En el Derecho Comparado, explica Vivas Ussher: «Las regulaciones
que materializan esta idea procesal, de efectuar un control de legalidad de
lo actuado en la faz investigativa, son por demás heterogéneas e incluyen la
denominada etapa intermedia (Ordenanza Procesal Penal, CPP Modelo para
Iberoamérica), crítica instructoria (modelo italiano), clausura de la instrucción,
control del gran jurado (sistema angloamericano)» 1.
Aunque no se regule expresamente el control de legalidad investigativa,
este se lleva a cabo inexorablemente y es siempre un procedimiento intermedio
que se da entre la investigación propiamente dicha y los actos preliminares del
juicio. En Córdoba se encuentra después de la investigación fiscal (de parte)
o, excepcionalmente, de la investigación jurisdiccional (del supuesto órgano
imparcial) y antes de los actos preliminares del juicio (fase del juicio).
Tanto el CPP de Cba. como el CPP de la Nación la denominan clausura.
Sin embargo, queda claro que la fase no se agota en la tramitación del cierre de
la investigación. Se trata de un momento de reflexión y valoración de lo actuado,
en donde el Tribunal competente (Juez de Instrucción [Control]) verifica si se

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dan las condiciones para elevar la causa a juicio de acuerdo a la requisitoria
realizada por el órgano estatal encargado de la persecución penal (probabilidad
positiva) o si se debe sobreseer (certeza negativa o duda insuperable). Incluso,
puede darse en este momento alternativas de solución del conflicto social, como
es el juicio abreviado inicial.

B) Sistemas legislativos
Respecto a la elevación a juicio se dan, tanto en la doctrina como en
las legislaciones positivas, dos sistemas bien diferenciados que se distinguen
fundamentalmente en que uno sigue un régimen de carácter discrecional o
facultativo, mientras que el otro resulta obligatorio; también se diferencian por los
órganos que intervienen y por la facultad específica asignada a los mismos, que
delimita el examen sobre la existencia de una participación punible y el mérito
de la prueba que permita fundamentar la remisión del proceso a plenario.
Para una mejor explicación del tema, es necesario hacer una distinción
de los dos sistemas, señaladas en las legislaciones positivas más importante
que los han adoptado.

a) Sistema obligatorio
En este sistema de elevación de la causa a juicio en forma obligatoria,
en todos los casos debe hacerse un examen de los fundamentos, o sea de la
viabilidad de las condiciones para que la causa llegue a plenario, no importando
que el imputado se haya opuesto o no a la elevación.

aa) En Inglaterra, al imperar un sistema acusatorio puro, se instituyeron


dos Tribunales de diversa composición y funciones, para juzgar en todos los
casos los fundamentos de la acusación.
En primer lugar, se establecía un cuerpo colegiado popular llamado el
Gran Jurado, el cual estaba encargado de examinar las probanzas recogidas en
la instrucción y expedirse sobre los fundamentos de la elevación de la causa a
juicio, dejando completamente de lado la consideración de la responsabilidad
penal del imputado. Según sus sostenedores, la institución se fundamentaba
en la protección de la libertad del imputado, al determinarse si la acusación
tenía bases serias. Si faltaba esa seriedad, era superfluo entrar a considerar la
responsabilidad del imputado, decían.

bb) En Francia, repudiado el sistema inquisitivo con la Revolución
Francesa, se adoptó el sistema inglés al que hemos hecho referencia, pero bien
pronto se adujeron inconvenientes, por lo que el Jurado Popular fue suplantado
por un colegio técnico llamado Cámara del Consejo, que tenía la misión de
pronunciarse sobre el mérito del sumario. Pero adolecía este organismo de un
defecto fundamental, ya que uno de sus tres miembros (el presidente) era el
Juez que había llevado a cabo la investigación. Si bien se pretendía así que este
Juez, por estar al tanto de los pormenores de la causa, informara a sus colegas
de la misma, era evidente que su voluntad se tornó preponderante sobre las de
los demás.
Al lado de este cuerpo se creó otro que con el tiempo iba a ser el
único que iba a perdurar: la Cámara de Acusación, que en un primer momento
sirvió para resolver por vía de acusación y luego, ampliando sus facultades,
examinaba todo el trámite del proceso previo a la remisión del sumario a juicio.
Sus funciones terminaron siendo tan amplias que el propio Código de la materia
reglamentó minuciosamente todo el trámite a seguir, en especial en cuanto a la
forma y alcance de su intervención.

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b) Sistema facultativo
La particularidad de este sistema reside en que únicamente no se eleva
la causa a plenario en forma directa habiéndose formulado acusación, cuando la
defensa –notificada de las conclusiones de aquella– se ha opuesto conforme se
regula en el ordenamiento ritual. Es decir que si no media oposición, no cabe un
nuevo pronunciamiento (esta vez del Instructor) sobre el mérito del sumario. Por
eso es un sistema facultativo, porque el pronunciamiento no debe producirse en
todos los casos sino que depende de la oposición del imputado.
Este sistema fue adoptado por Austria e influyó en nuestra legislación.
Deja al Ministerio Público el poder de decidir si él debe llevar la acusación
delante del Tribunal, y cuál ha de ser el objeto de esa acusación.
En efecto, dispone esta legislación que el acta de acusación (requisitoria
fiscal en nuestro derecho), debe ser sometida al Juez de Instrucción o al
Presidente de la Cámara del Consejo, según se haya tenido o no información
previa.
Concluido el examen por cualquiera de estos dos órganos, si debe
hacerse lugar a la acusación, el Juez comunica la misma al imputado
informándole que puede oponerse.
Si el imputado no se opone en el término legal o renuncia expresamente
a la oposición, el Juez somete la acusación a la Corte de Primera Instancia, ante
donde se llevará a cabo el juicio.
En caso de oposición, el Juez somete la causa a la Corte de Segunda
Instancia la cual, previa audiencia del Procurador General, se pronuncia sobre
la oposición. El mismo procedimiento vale cuando el imputado, sin haberse
opuesto, se manifiesta agraviado por el arresto.
Además, la Corte de Segunda Instancia debe rechazar provisoriamente
el acta de acusación cuando sea necesario para hacer desaparecer un vicio de
forma o para aclarar mejor el hecho. Es un caso similar al que ocurre en nuestro
derecho cuando la Cámara devuelve los autos para que el Fiscal formule nueva
requisitoria por contener errores o vicios la primitiva.
Con respecto al coimputado que no ha deducido oposición, se establece
que si no se da curso a aquel trámite se considera como si este la hubiera
formulado. Además se legisla sobre las formas y recursos.

2) El sobreseimiento: facultad de sobreseer. Valor. Procedencia (causales).


Forma. Efecto. Discrepancia entre el Fiscal y el Juez de Instrucción.

A) Sobreseimiento. Concepto
El sobreseimiento es la resolución jurisdiccional que cierra definitiva e
irrevocablemente el proceso con relación al imputado a cuyo favor se dicta por
carecer de fundamento o estar extinguida la pretensión represiva que se hace
valer 2.
El sobreseimiento puede ser total o parcial, desde el punto de vista
objetivo o subjetivo.
El sobreseimiento, desde el punto de vista objetivo, es total si se dicta
en relación a todos los hechos atribuidos. Será parcial, cuando sólo se refiera a
uno o alguno de los hechos que se investigan en la causa.
El sobreseimiento, desde el punto de vista subjetivo, es total cuando se
dicta en relación a todos los imputados en el proceso penal concreto. Es parcial
cuando se refiere a uno o algunos de los imputados.


B) Facultad de sobreseer

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La facultad de sobreseer corresponde al órgano jurisdiccional. Como
desarrollaremos más abajo, pueden hacer uso de esta atribución el Juez de
Instrucción, la Cámara en lo Criminal, el Juez en lo Correccional o el Tribunal
Superior de Justicia.
Durante la investigación jurisdiccional puede ser dictado de oficio por
el Juez de Instrucción. En la investigación fiscal, debe ser requerido en forma
fundada por el Fiscal de Instrucción. En caso de desacuerdo, rige el trámite ante
el Fiscal de la Cámara de Acusación (CPP, art. 359).

C) Procedencia
El sobreseimiento total o parcial podrá ser dictado de oficio durante la
investigación, sin perjuicio de los casos en que puede dictarse durante los actos
preliminares del juicio (CPP Cba., art. 370).
En el supuesto de extinción de la pretensión penal (CPP Cba., art. 350,
inc. 4°), el sobreseimiento procede aún a petición de parte en cualquier estado
del proceso (CPP Cba., art. 348).

a) Explicando el artículo, podemos decir que pueden dictar el
sobreseimiento:

aa) Durante la investigación penal preparatoria: En esta etapa puede ser


dictado por el Juez de Instrucción, en todos los supuestos previstos por el art.
350.

bb) Durante los actos preliminares del juicio: Durante los actos
preliminares del juicio, las Cámaras en lo Criminal (en pleno o en Salas
Unipersonales) o los Jueces en lo Correccional pueden dictar sobreseimiento
por las causales previstas por el art. 370.

cc) Durante la etapa recursiva extraordinaria: El Tribunal Superior de


Justicia puede dictar el sobreseimiento por extinción de la pretensión penal
(CPP, art. 348).

b) Los supuestos por los cuales se puede dictar el sobreseimiento


durante la investigación penal preparatoria son (CPP, art. 350):

aa) Que el hecho investigado no se haya cometido o no lo haya sido por


el imputado:
En este inciso se hace referencia a los extremos objetivos y subjetivos
de la imputación jurídico-delictiva. Por un lado, la no existencia de la acción
o de la omisión que se investiga, que hace a la representación conceptual del
proceso, y por el otro, a la falta de participación de quien se ha traído como
supuesto autor, coautor, instigador, cómplice necesario o no necesario.

bb) Que el hecho no encuadre en una figura penal:


Aquí se valora la falta de tipicidad. Si bien existe la conducta y la
intervención del sujeto imputado, el hecho acreditado no se subsume dentro
de los tipos que se desarrollan en el Libro Segundo del Código Penal y,
excepcionalmente, en el Libro Primero (v.gr., art. 51).

cc) Que medie una causa de justificación, inimputabilidad, inculpabilidad


o una excusa absolutoria:
Las causas de justificación, según la teoría tradicional, excluyen la
antijuridicidad del hecho. Entre ellas se destacan el estado de necesidad, el
cumplimiento de un deber, el ejercicio legítimo de un derecho, autoridad o

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cargo, algunos casos de obediencia debida y legítima defensa propia o de un
tercero (C.P., art. 34, inc. 3°, 4°, 5°, 6° y 7°).
Son inimputables los menores de 16 años, los que tengan insuficiencia
o alteraciones morbosas de sus facultades, quien se encuentra en estado de
inconsciencia y quien no puede comprender la criminalidad del acto (Ley 22.278,
art. 1°, C.P., art. 34, inc. 1°).
Las causas de inculpabilidad, por su parte, son la ignorancia o error de
hecho (C.P., art. 34, inc. 1°) y la amenaza de un mal grave e inminente (C.P., art.
34, inc. 2°).
Entre las excusas absolutorias encontramos el desistimiento en la
tentativa (CP, art. 43), tentativa de aborto (CP, art. 88, 2ª disposición), prueba de
la imputación (CP, art. 111, inc. 3°), injurias recíprocas (CP, art. 116), retractación
(CP, art. 117), hurto, defraudaciones y daño entre parientes (CP, art. 185),
revelación de la conspiración (CP, art. 217), disolución de tumulto (CP, art. 232),
encubrimiento entre parientes (CP, art. 279).

dd) Que la pretensión penal se haya extinguido:


La pretensión penal se extingue por:

aaa)Causales enumeradas:
i) La muerte del imputado (CP, art. 59, inc. 1°)
ii) Amnistía (CP, art. 59, inc. 2°)
iii) Prescripción (CP, art. 59, inc. 3°)
iv) Renuncia del agraviado (CP, art. 4°)

bbb)Causales no enumeradas:
i) Oblación voluntaria de la multa (CP, art. 64)
ii) Suspensión del juicio a prueba (CP, arts. 76 bis y ss.)
iii) Avenimiento entre víctima y victimario (CP, art. 132)

ee) Que habiendo vencido todos los términos de la investigación penal


preparatoria y sus prórrogas (sea fiscal [CPP Cba., 337] o jurisdiccional [CPP
Cba., 346]), no hubiere suficiente fundamento para elevar la causa a juicio
(CPP Cba., 354) y no fuese razonable, objetivamente prever la incorporación de
nuevas pruebas.
La última causal es netamente procesal y se la denomina duda
insuperable, por oposición a la certeza negativa exigida para las demás causales
de sobreseimiento (CPP, art. 350, incs. 1° a 4°). Para justificar esta nueva causal
se afirma que aquí la evidencia es de que no se van encontrar los suficientes
elementos de prueba indispensables para acreditar el hecho y la participación
punible del imputado en el posterior desarrollo del proceso. Al respecto dice
Cafferata Nores: «Pero la evidencia a la que se puede arribar por el aporte
de prueba negativa sobre aquellos extremos (certeza) debe asimilarse a la
falta total de prueba positiva de responsabilidad penal. La prueba negativa, la
demostración de la inculpabilidad no es posible por lo general; el pretenderla
representaría en la mayoría de los casos un absurdo lógico y una manifiesta
iniquidad» 3.

c) Durante los actos preliminares del juicio, existen las siguientes


causales de sobreseimiento, siempre que para acreditarlas no sea necesario el
debate (CPP, art. 370):

aa) Que el acusado sea inimputable.

bb) Si se hubiese operado la prescripción de la pretensión penal, según


la calificación legal del hecho admitida por el Tribunal.

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cc) Por la producción de cualquier otra causal extintiva de la acción.

dd) Si se verificara que concurre una excusa absolutoria.



d) Durante la etapa eventual de los recursos extraordinarios ante
el Tribunal Superior, el sobreseimiento se puede dictar por extinción de la
pretensión penal (CPP, art. 348, segundo párrafo).

D) Valor
El sobreseimiento cierra irrevocable y definitivamente el proceso con
relación al imputado a cuyo favor se dicta (CPP, art. 349).

a) Acción penal
El sobreseimiento es irrevocable, pues de ningún modo o por ninguna
causa el pronunciamiento que ha quedado firme puede modificarse, o dejarse
sin efecto dentro del mismo procedimiento 4.
Cuando la sentencia que dispone el sobreseimiento queda firme por
vencimiento de los términos previstos para recurrir o por agotamiento de la
vía impugnativa, favorece al imputado con el ne bis in idem al igual que una
sentencia absolutoria 5. Esto en virtud de que es definitivo.

b) Acción civil
Si absolver significa liberar a una persona de la imputación que se le
ha formulado; si la ley civil se remite a la procesal en cuanto a las formas que
puede adquirir una absolución; si el sobreseimiento en nuestro sistema positivo
se dicta en la instrucción por las mismas causas que determinan la sentencia
absolutoria posterior al juicio plenario y hace cosa juzgada; si la ley civil no exige
que la absolución a que se refiere sea exclusivamente la que puede dictarse
después del juicio contradictorio, parece indudable que el sobreseimiento, en
cuanto a la acción reparatoria, se rige por los mismos principios aplicables a la
sentencia absolutoria.
Queda claro que, aun después del sobreseimiento al imputado es
posible obtener, accionando contra este o quien resulte tercero civilmente
demandado, la indemnización civil, en la misma forma que sucedería en el
caso de dictarse una sentencia absolutoria. Esto porque el órgano jurisdiccional
puede declarar que una persona debe ser absuelta penalmente de un hecho,
y sin embargo corresponder en este último que se haga efectiva, a pesar de
aquella decisión, la reparación pertinente por el daño causado 6.

E) Forma y fundamento
El sobreseimiento se dispone por sentencia (CPP, art. 351). La sentencia
es la resolución jurisdiccional que pone término al proceso (CPP, art. 141). El
Tribunal debe fundamentar, bajo pena de nulidad, las sentencias (CPP, art. 142).
La sentencia debe ser suscripta por el Juez o todos los integrantes del Tribunal
que actuaren y también por el Secretario. La falta de firma produce la nulidad del
acto (CPP, art. 143).
En la sentencia de sobreseimiento se tienen que analizar las causales,
siempre que fuere posible, en el orden previsto en el artículo 350. Esto es
importante, pues de no hacerlo puede dar lugar a la apelación del imputado, su
defensor, e incluso del Ministerio Público.
La sentencia de sobreseimiento es apelable, sin efecto suspensivo,
por el Ministerio Público y, salvo el caso previsto por el art. 59 (discrepancia

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entre Fiscal y Juez de Instrucción), por el querellante particular. En este último
supuesto regirá lo dispuesto en el art. 359.


F) Efecto
Dictado el sobreseimiento, se tiene que ordenar la libertad del imputado
que estuviese detenido. Aquí la palabra detención se encuentra utilizada en
un sentido amplio comprensivo de cualquier medida de coerción personal:
arresto, detención, aprehensión, prisión preventiva. Por ley 22.117 se exige la
comunicación al Registro Nacional de Reincidencia a fin de dejar constancia de
la resolución respectiva. Si el sobreseimiento es total, objetiva o subjetivamente,
se archiva el expediente y las piezas de convicción que no corresponda restituir
(CPP, art. 353).

G) Discrepancia entre el Fiscal de Instrucción y el Juez de Instrucción


En el caso que durante la investigación fiscal, el Fiscal de Instrucción
solicitare el sobreseimiento y el Juez de Instrucción estuviere en desacuerdo,
se elevan las actuaciones al Fiscal de Cámara de Acusación. Si este coincide
con lo solicitado por el inferior (Fiscal de Instrucción), el Juez debe resolver
en tal sentido, haciendo lugar al pedido de sobreseimiento. En caso contrario,
vale decir, en caso de que el Fiscal de Cámara de Acusación coincidiera con el
Juez de Instrucción, aquel formulará directamente el requerimiento de citación
a juicio, que tramitará con arreglo a lo previsto en el título de la Clausura (CPP,
arts. 354 a 360).

3. Plazos de la investigación
Los plazos para realizar la investigación preparatoria son:

A) Investigación fiscal:
La investigación fiscal debe practicarse en el término de tres meses a contar
desde la declaración del imputado. Si resultare insuficiente, el fiscal podrá
solicitar prórroga al Juez de Instrucción, quien puede acordarla por otro tanto,
según las causas de la demora y la naturaleza de la investigación. Sin embargo,
en los casos de suma gravedad y de muy difícil investigación, la prórroga puede
concederse hasta por doce meses más (CPP, art. 337).

B) Investigación jurisdiccional:
La norma del artículo 346, que regula los plazos de la instrucción, es
idéntica (incluso remite) a la norma del artículo 337 del CPP. La investigación
jurisdiccional debe practicarse en el término de tres meses a contar de la
declaración del imputado. Si dicho plazo resultare insuficiente, el Juez puede
disponer la prórroga por otros tres meses, teniendo en cuenta la causa de la
demora y la naturaleza de la investigación. Sin embargo, en los casos de suma
gravedad y de muy difícil investigación, la prórroga puede disponerse hasta por
doce meses más.

4) Requerimiento fiscal de citación a juicio: procedencia. Forma y


contenido. Facultades defensivas. Elevación por auto o por simple decreto

A. Requerimiento fiscal de citación a juicio: procedencia

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a) Investigación fiscal preparatoria:
Para que sea procedente el Requerimiento de Elevación de la Causa
a Juicio son necesarios los siguientes requisitos (CPP, art. 354) durante la
investigación fiscal:

aa) Que se le haya recibido declaración al imputado (CPP, art. 306).

bb) Que el Fiscal de Instrucción considere que está cumplida la


investigación.

cc) Que existan elementos de convicción suficientes para sostener como


probable la participación punible del imputado en el hecho intimado (CPP, art.
261). Caso contrario procederá solicitando el sobreseimiento (CPP, art. 348).

b) Investigación jurisdiccional preparatoria:


En el caso de la investigación jurisdiccional, el procedimiento es
diferente y requiere actividades tanto del Juez de Instrucción como del Fiscal de
Instrucción (CPP, art. 347):

aa. Juez de Instrucción:

aaa) Es necesario que el Juez haya recibido declaración al imputado.

bbb) Es imprescindible que el Juez de Instrucción considere cumplida la


investigación.

ccc) El Juez de Instrucción debe correr vista al Fiscal de Instrucción a


los fines de la acusación.

bb) Fiscal de Instrucción:


El Fiscal, en el término de seis días –sólo prorrogable en casos graves
y complejos–, a contar de la notificación de la vista, puede tener dos actitudes
diferentes:
aaa) Requerir diligencias probatorias que estime necesarias.
bbb) Formalizar la acusación (CPP, art. 355).

B) Forma y contenido

a) La forma de la solicitud de elevación de la causa a juicio es la de


un requerimiento (CPP, art. 355). El Fiscal, pues, asume su esencial función de
parte. El requerimiento, por exigencia derivada de los principios generales del
CPP, debe ser escrito, motivado, específico y firmado por el representante del
Ministerio Público Fiscal, bajo pena de nulidad. El Fiscal de Instrucción nunca
puede remitirse a lo decidido por el Juez del Instrucción (fundamentalmente
durante la investigación jurisdiccional) (CPP, art. 154, primer párrafo).

b) El contenido del requerimiento fiscal es el siguiente:

aa) Los datos personales del imputado (identificación nominal) o, si se


ignoraren, los que sirvan para identificarlo (identidad física).

bb) Una relación clara, precisa, circunstanciada y específica del hecho:


La relación es clara cuando se realiza sin giros ampulosos y en lenguaje

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llano, de tal modo que puede ser entendido por quien es el imputado.
La relación es precisa cuando está redactada de tal manera que excluye
todo tipo de ambigüedades que puedan hacer dudar acerca de cuál es el hecho
sobre el que existe probabilidad o su calificación legal.
El hecho está circunstanciado cuando se discriminan los cuestiones de
tiempo, modo y lugar.
Por último, se encuentra especificado cuando se lo diferencia de otros
supuestos hechos que concurran en la causa.

cc) Los fundamentos de la acusación: Es necesario que se den los


motivos de la acusación basándolos fundamentalmente en los elementos de
prueba recolectados y valorados según las reglas de la sana crítica racional.

dd) La calificación legal: Aun cuando esta no obliga al Tribunal (iura novit
curia), es imprescindible su mención en la pieza acusatoria.
El contenido exigido por la ley es indispensable. A falta de alguno de sus
elementos, se impone la sanción de nulidad, la cual es absoluta, en virtud de que
la deficiencia de estos requisitos impacta directamente en el derecho de defensa
en juicio representado en este caso por el principio del contradictorio (CN, art.
18).

C) Facultades defensivas (instancias)


A pesar de la deficiente redacción del artículo pertinente, cualquiera sea
la investigación penal (fiscal o jurisdiccional), se le otorga a la defensa técnica
del imputado ciertas instancias.
En efecto, de acuerdo al artículo 357 del CPP, las conclusiones del
requerimiento fiscal deben ser notificadas al defensor del imputado quien puede,
en el término de tres días (a partir de la notificación), oponerse, instando:

a) el sobreseimiento o;

b) el cambio de calificación legal;

c) falta de mérito
.
En este caso, las actuaciones deben ser remitidas de inmediato al Juez
de Instrucción.

D. Elevación por auto o por simple decreto


Según haya planteado oposición, o no, el abogado defensor del
imputado, el procedimiento y la resolución por la cual se eleva la causa es
diferente.

a) Elevación por decreto: Cuando el abogado defensor del imputado no


deduce oposición y, en el caso de que sean varios los imputados, ninguno de
los abogados defensores lo hiciere, el expediente es remitido por simple decreto
al Tribunal de Juicio (Cámara en lo Criminal o Juez en lo Correccional) (CPP, art.
358, tercer párrafo).


b) Elevación por auto: Cuando uno de los abogados defensores se
hubiere opuesto (solicitando el sobreseimiento o el cambio de calificación legal),
el Juez de Instrucción resuelve la oposición en el término de cinco días. Si no

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 78


hiciera lugar a lo solicitado, tiene que disponer por auto la elevación de la causa
a juicio o, en su caso, el auto de falta de mérito. Este auto debe ajustarse a
los requisitos exigidos para el auto de prisión preventiva (CPP, art. 282). De
igual modo procede si acepta el cambio de calificación legal propuesto por la
defensa.
Cuando hay varios imputados, la decisión debe dictarse con respecto
a todos, aunque el derecho que acuerda el artículo 357 (derecho a oposición),
hubiese sido ejercido sólo por el defensor de uno.
El auto de elevación de la causa a juicio es apelable por el defensor que
dedujo la oposición (CPP, art. 358, primer, segundo y cuarto párrafo).

E. Clausura y notificación

a) La investigación penal queda clausurada cuando se dicta el decreto


de remisión a juicio o queda firme el auto que lo ordene.

b) Cuando el Tribunal de juicio tiene asiento en otro lugar, aquellas


resoluciones tienen que ser notificadas a las partes y defensores, quienes deben
constituir nuevo domicilio.

(Footnotes)
1
Gustavo Vivas Ussher, Manual de Derecho Procesal Penal, Alveroni, 1999, II,
ps. 254 y ss.
2
Rául Torres Bas, El procedimiento penal argentino, Lerner, Córdoba, 1986, I,
p. 333. José Luis Clemente, Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba,
Lerner, Córdoba, 1998, III, p. 162.
3
Cafferata Nores, Introducción al Derecho Procesal Penal, Lerner, Córdoba,
1994, p. 195.
4
Torres Bas, ob. cit., I, p. 348.
5
Clemente, ob. cit., III, p. 165.
6
Torres Bas, ob. cit., I, p. 358.

m2 actividades

m2 | actividad 1

La detención y posterior declaración del imputado

Usted representa a la Fiscalía de Instrucción actuante en la causa “Pedro Arco


y otro p.ss.aa Administración Fraudulenta”, Expdte., Letra A, año 2001. En su
declaración, el imputado Arco alude, entre otras circunstancias, a la persona
que, a la sazón en que el declarante se desempeñaba como gerente de la
Sección Créditos del Banco Social de la Provincia de Córdoba, ocupaba el cargo
de sub-gerente del Departamento Avales, Sr. Marcos Reyna. Según el imputado,
los créditos cuyo otorgamiento autorizó en desempeño de su función, fueron
concedidos en razón de la aprobación de los avales correspondientes a los
mismos, que efectuaba el departamento a cargo de Reyna. Como consecuencia
de los dichos de Arco, ahora tiene que receptar la declaración de Reyna.
Con lo aportado por las manifestaciones de Arco, sumado a ello la documentación
presentada por Briones a la causa (analizada por Franchetti), usted, por el rol
que cumple, se plantea la necesidad de resolver la detención de Marcos Reyna
de acuerdo a las reglas procesales que rigen en general, y de manera específica
la medida de coerción apuntada. A

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 79


m2 |actividad 1 | AA

asistente académico

Le sugiero apelar a lo que usted conoce sobre los principios constitucionales


(leyes fundamentales y tratados internacionales con jerarquía constitucional)
que rigen a las medidas de coerción personal, a partir de la presunción de
inocencia. Luego, analice las reglas del Código Procesal Penal relativas a las
formalidades de la detención. Por último, acuda al libro de modelos.

m2 | actividad 2

La participación de las partes en los actos de investigación

Usted, como abogado del querellante particular, desea participar en la


investigación para conocer y controlar los actos de prueba que en ella se
realizan. A tal fin, redacta el escrito solicitando dicha participación. Asimismo,
y en el mismo escrito, usted propone diligencias probatorias, entre las que se
destacan la testimonial de Alberto Superti, domiciliado en calle Julio A. Roca
N° 220, ciudad de Córdoba, quien habría escuchado conversaciones entre Arco
y Reyna en donde se habrían puesto de acuerdo para otorgar créditos sin los
avales exigidos por la ley a amigos comunes. Por otro lado, ante la sospecha
de quienes iniciaron la investigación en la entidad bancaria de que los dos
imputados tendrían documentación relacionada con la conducta delictuosa que
se les imputa, propone el allanamiento de los domicilios de ambos. A

m2 |actividad 2 | AA

asistente académico

Le propongo que aproveche los materiales aportados por la asignatura PP I –si


están a su alcance– y, en su caso, al análisis exhaustivo de todo lo relativo a
materia de prueba, para analizar cuáles son los poderes de la parte que usted
representa durante esta etapa del proceso penal. Por otro lado, ausculte en
el CPP qué normas debe citar para deducir el acto procesal requerido como
actividad práctica. Será importante tener en cuenta el modelo de escrito que trae
el material básico.

m2 | actividad 3

La prisión preventiva

La documentación aportada, las declaraciones testimoniales, la documentación


secuestrada en los domicilios de Arco y Reyna, la declaración de los imputados,

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 80


demuestran con grado de probabilidad la existencia del hecho de administración
fraudulenta y la participación punible de los imputados. Existen vehementes
indicios de que intentaron eludir la acción de la justicia o entorpecer la
investigación, lo cual queda demostrado por los pasajes de avión con destino a
Honolulu que ambos tenían en su poder al momento de detenerlos.
Usted ahora comparte el rol de Fiscal de Instrucción. Ya ha tomado declaración
al imputado y han pasado diez días desde tal acto procesal. Es su obligación
dictar el auto de prisión preventiva. Con los datos aportados, y con otros que
usted considera convenientes, se dispone a elaborar el decreto de prisión
preventiva. A

m2 |actividad 3 | AA

asistente académico

Como en el asistente académico de la actividad 1 del presente módulo, le


sugiero apelar a lo que usted conoce sobre los principios constitucionales (leyes
fundamentales y tratados internacionales con jerarquía constitucional) que rigen
a las medidas de coerción personal, a partir de la presunción de inocencia.
Luego, analice las reglas del Código Procesal Penal relativas a las formalidades
de la detención. Por último, acuda al libro de modelos.

m2 | actividad 4

El sobreseimiento

Usted continúa la investigación penal preparatoria como Fiscal de Instrucción.


Suponga que en la causa aparecen dos testigos indubitables en cuanto a sus
afirmaciones, y en declaración testimonial ante usted afirman que el Sr. Reyna
realizó los hechos que se le imputan porque fue coaccionado por Arco, quien
continuamente le advertía que tenía amigos “muy pesados” que eran capaces
de “acabar” con la esposa y los hijos de Reyna. Traído a declarar nuevamente,
Reyna reconoce que los hechos son de esa manera y agrega a la causa un video
en donde consta una de las veces en que Arco lo amenazaba. Arrepentido de
su hecho, Arco pide declarar nuevamente, y asume su responsabilidad por los
hechos, confesando su continua coacción en relación a Reyna.
Con estos datos (elaborados con mayor precisión por usted) decide solicitar el
sobreseimiento de Reyna al órgano judicial que corresponda. A 1
Acto seguido, en el rol del órgano autorizado para dictar sobreseimiento, usted
deberá confeccionarlo. A 2
En contra de la resolución en donde consta el sobreseimiento, usted, como
abogado de Reyna, decide impugnarlo. En tal carácter, pues, se decide a
redactar la impugnación respectiva. A 3

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 81


m2 |actividad 4 | AA

asistente académico 1

Para la realización del presente ejercicio usted deberá tener en cuenta quién es
el órgano judicial encargado del dictado de sobreseimiento. A tal fin, remítase
a las normas de competencia y cerciórese de cuál es, durante esta etapa de
la investigación, el encargado de dicha actividad procesal. Tenga en cuenta el
material elaborado por la cátedra relativo a sobreseimiento. Para la formalización
de dicho acto, tendrá que acudir al material básico, donde encontrará lo
solicitado.

m2 |actividad 4 | AA

asistente académico 2

Tenga presente de qué acto jurisdiccional se trata el sobreseimiento (vea


los materiales elaborados por la cátedra), las normas penales, sustantivas y
procesales, y, con el modelo previsto en la bibliografía básica, elabórelo.

m2 |actividad 4 | AA

asistente académico 3

Con el ejercicio de marras se ingresa de lleno a la actividad recursiva de las


partes. Usted debe, en primer lugar, analizar las distintas clases de recursos
que existen en la ley y cuál es el que se adecua a la impugnación que el
abogado defensor intenta. Verifique también si la ley autoriza alguna vía recursiva
particular y expresa en contra de la sentencia de sobreseimiento. Esencial será
el análisis de la ley adjetiva.

m2 | actividad 5

La requisitoria de citación a juicio

Produzcamos una modificación al supuesto de la actividad N’ 4 del presente


módulo. No existe ninguna causal de exclusión del delito que impida la
imputación de Arco y Reyna. Por tal motivo usted, como Fiscal de Instrucción a
cargo de la investigación, ante la probabilidad de existencia del hecho delictuoso
y la participación punible de los imputados, se decide a realizar la requisitoria de
citación a juicio. A

m2 |actividad 5 | AA

asistente académico

Recuerde usted que la requisitoria de citación a juicio es un acto con formalidades


esenciales, cuya inexistencia puede traer como consecuencia la nulidad del
mismo. Tenga en cuenta el estado espiritual que exige el mencionado, los

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 82


requisitos de elaboración, y, con el bosquejo del escrito contenido en la
bibliografía básica, las reglas previstas en el CPP, la calificación legal dada al
hecho desde el inicio de la causa, prepárelo, No olvide que en la requisitoria de
citación a juicio está contenida la acusacion que va a servir de base al posterior
juicio.

m2 glosario

Actuaciones: Conjunto de actos procesales con el cual se integra formalmente


el expediente procesal.

Acusación: Manifestación de conocimiento y de voluntad del actor penal


(Ministerio Público o querellante exclusivo), por la cual se enrostra con grado
de probabilidad la participación punible en un hecho delictuoso al imputado,
contenido en el requerimiento de citación a juicio (delitos de acción pública) o
en la querella (delitos de acción privada).

Antijuridicidad: Tercer estrato analítico de la teoría del delito o de la imputación


delictiva, en el que se analiza la contradicción formal y material de una conducta
con el ordenamiento jurídico y, más específicamente, con las normas penales.

Apelación: Es un recurso, devolutivo, sin limitación de los motivos, dirigido


en contra de las resoluciones del juez de instrucción, siempre que sean
expresamente declaradas apelables o causen gravamen irreparable, por lo cual
se reclama al tribunal de alzada su revocación, modificación o anulación.

Auto: Resolución jurisdiccional mediante la cual se resuelve un incidente o un


artículo del proceso.

Coerción procesal: Toda restricción al ejercicio de derechos personales o


patrimoniales del imputado o de terceras personas, impuesta durante el curso
de un proceso penal y tendente a garantizar el logro de sus fines.

Culpabilidad: Cuarto estrato analítico de la teoría del delito, en donde para el


positivismo jurídico se analiza la relación psíquica entre el hecho cometido y su
autor material (dolo y culpa).

Declaración: Manifestación de conocimiento o de voluntad de un sujeto obligado


o autorizado en el proceso, que se realiza de viva voz, dejándose constancia
específica o genérica en acta.

Decreto: 1°. Resolución jurisdiccional mediante la cual se resuelven cuestiones


en el proceso penal de mero trámite, el cual debe ser fundado solo en los casos
expresamente establecidos por la ley. 2°. Resolución del Fiscal de Instrucción
durante la investigación fiscal preparatoria, el cual debe ser fundado cuando la
ley prescriba especialmente esa forma.

Derechos constitucionales: Mínimas prerrogativas otorgadas al individuo frente


a la potestad represiva del Estado, previstas en las cartas magnas (nacional y
provinciales) y tratados internacionales con jerarquía constitucional, las cuales
no pueden ser transgredidas a los fines de asegurar un debido proceso.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 83


Actuaciones: Conjunto de actos procesales con el cual se integra formalmente
el expediente procesal.

Acusación: Manifestación de conocimiento y de voluntad del actor penal


(Ministerio Público o querellante exclusivo), por la cual se enrostra con grado
de probabilidad la participación punible en un hecho delictuoso al imputado,
contenido en el requerimiento de citación a juicio (delitos de acción pública) o
en la querella (delitos de acción privada).

Antijuridicidad: Tercer estrato analítico de la teoría del delito o de la imputación


delictiva, en el que se analiza la contradicción formal y material de una conducta
con el ordenamiento jurídico y, más específicamente, con las normas penales.

Apelación: Es un recurso, devolutivo, sin limitación de los motivos, dirigido


en contra de las resoluciones del juez de instrucción, siempre que sean
expresamente declaradas apelables o causen gravamen irreparable, por lo cual
se reclama al tribunal de alzada su revocación, modificación o anulación.

Auto: Resolución jurisdiccional mediante la cual se resuelve un incidente o un


artículo del proceso.

Coerción procesal: Toda restricción al ejercicio de derechos personales o


patrimoniales del imputado o de terceras personas, impuesta durante el curso
de un proceso penal y tendente a garantizar el logro de sus fines.

Culpabilidad: Cuarto estrato analítico de la teoría del delito, en donde para el


positivismo jurídico se analiza la relación psíquica entre el hecho cometido y su
autor material (dolo y culpa).

Declaración: Manifestación de conocimiento o de voluntad de un sujeto obligado


o autorizado en el proceso, que se realiza de viva voz, dejándose constancia
específica o genérica en acta.

Decreto: 1°. Resolución jurisdiccional mediante la cual se resuelven cuestiones


en el proceso penal de mero trámite, el cual debe ser fundado solo en los casos
expresamente establecidos por la ley. 2°. Resolución del Fiscal de Instrucción
durante la investigación fiscal preparatoria, el cual debe ser fundado cuando la
ley prescriba especialmente esa forma.

Derechos constitucionales: Mínimas prerrogativas otorgadas al individuo frente


a la potestad represiva del Estado, previstas en las cartas magnas (nacional y
provinciales) y tratados internacionales con jerarquía constitucional, las cuales
no pueden ser transgredidas a los fines de asegurar un debido proceso.

Excepción: Es una defensa de forma; es el derecho de impugnar, provisional


o definitivamente, la constitución o desarrollo del proceso penal, denunciando
algún obstáculo o deficiencia que se base directamente en una norma de
derecho (no incide sobre el hecho que constituye el objeto sustancial de aquel
proceso).

Expediente: Es el conjunto de actuaciones, las cuales constan en un conjunto


de fojas, realizadas por o ante un órgano judicial, con motivo de una imputación
jurídica delictiva.

Garantías constitucionales: Remedios previstos en las Constituciones (nacional


y provinciales) para remediar las arbitrarias restricciones a derechos individuales

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 84


en el proceso penal.

Imputabilidad: Capacidad para ser penalmente responsable.

Incidente: Toda cuestión o controversia accesoria, promovida por parte


interesada en el proceso, surgida en ocasión del proceso y que abre una vía de
trámite distinta a la principal.

Investigación penal preparatoria: Etapa eventual del proceso penal, realizada


generalmente por el Fiscal de Instrucción y, eventualmente, por el Juez de
Instrucción (obstáculos fundados en privilegios constitucionales), realizada
en forma limitadamente pública y relativamente contradictoria y escrita, cuyo
objetivo es la incorporación de elementos de prueba de cargo o de descargo y
asegurar la persona del imputado, con la finalidad de dar base a la acusación,
el juicio abreviado inicial o el sobreseimiento. Tiene dos fases: fase probatoria y
fase crítica.

Ministerio Público Fiscal: Órgano público predispuesto por el Estado que tiene
por finalidad la promoción y ejercicio de las acciones públicas (promovibles de
oficio o instancia de parte).

Ocurrencia: Es el recurso no jurisdiccional, directo y devolutivo sin formalidades


preestablecidas, que procede en contra de ciertas resoluciones del Fiscal de
Instrucción, de carácter denegatorio o ante la no modificación por parte de éste
de ciertas resoluciones preexistentes de carácter limitativo de la libertad, que se
interpone directamente ante el Juez de Instrucción solicitando la revocación de
la resolución o la subrogación en el ejercicio del acto.

Oposición: Es un recurso durante la investigación penal preparatoria contra una


resolución del Fiscal de Instrucción –por ende no jurisdiccional– eventualmente
devolutivo, con formalidades preestablecidas y para los casos expresamente
previstos, a fin de que el órgano que la dictó o, ante su denegatoria, un
órgano jurisdiccional (Juez de Instrucción), la revoque o modifique.

m2 evaluación

evaluación parcial 1

Usted es el defensor de Pedro Arco en la presente causa. En tal carácter, advierte


que existen elementos de prueba –los que deberá imaginar y hacer constar– que
llevarían a demostrar la inocencia de su cliente respecto del hecho que se le
imputa. Es por eso que notificada la requisitoria de citación a juicio (ver módulo
2, actividad 5) decide oponerse a la misma solicitando el sobreseimiento de Arco
por alguna de las causales previstas en el art. 350 del CPP. Elabore el escrito
pertinente, haciendo mención de las normas aplicables.

Clave orientadora: Es conveniente, para la resolución de la presente evaluación,


que usted acuda a tres puntos esenciales del derecho penal: 1°. analizar los
distintos estados espirituales que dan lugar a las resoluciones judiciales en pos
de llegar a una sentencia, ora absolutoria, ora condenatoria; 2°. verificar cuáles
son las causales por las que procede el sobreseimiento durante la investigación
penal preparatoria; 3°. analizar cuál es el grado de relevancia que usted tiene
como abogado defensor en la fase crítica de la investigación penal preparato-
ria.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 85


juicio. fases m3

m3 microobjetivos

¿Qué tengo que lograr?

• Desarrollar estrategias defensivas con el fin de asegurar el mayor beneficio,


según las circunstancias, para la parte que le ha confiado sus intereses.

• Aprender técnicas de acotamiento en la valoración de la prueba producida


en el debate, a fin de destacar aquello que favorece la posición defendida.

• Elaborar argumentos y razonamientos correctos en la discusión y rechazo


de determinados elementos de prueba introducidos en el proceso, evitando
de este modo meras disputas verbales, dilaciones indebidas o afirmaciones
impertinentes.

• Agilizar el proceso de acción y reacción en la discusión producida en el


debate, con el objeto de evitar que por la oralización de dicho acto procesal
complejo, se recepten o dejen de receptar aspectos relevantes para el
derecho particular que se defiende.

• Objetivizar el análisis de los elementos incorporados al proceso para que


en el pedido realizado en el alegato o, en su caso, al resolver la causa, lo
expresado sea manifestación de prudencia y equilibrio.

m3 contenidos

¿De qué se trata?

Ya conoce usted la relevancia del juicio en el proceso penal. Dicha importancia


se agiganta en un sistema de instancia única, en tanto la etapa a analizar se
transforma en la etapa esencial de aquel, realizada en base a una acusación,
en forma contradictoria, prevalecientemente oral, pública y continua, en donde
el imputado ejerce en forma amplia su defensa material, el Ministerio Público
y las partes –en igualdad de condiciones– ofrecen, producen, controlan las
pruebas y alegan sobre ellas, mientras que el órgano jurisdiccional resuelve
definitivamente sobre las pretensiones ejercidas.
El juicio se divide en tres fases: actos preliminares, debate y sentencia. El
presente módulo tiene por objetivo hacerlo transitar por dichos estratos a fin de
que usted advierta cómo se resuelve legalmente el conflicto penal.
Primero, nos introduciremos en los actos preliminares, los cuales se extienden
desde la recepción de la causa hasta el momento en que empieza el debate.
Luego, intentaremos adecuarnos a las circunstancias del método enseñanza-
aprendizaje, transformando el debate oral en la discusión que nos permita el
chat, concluyendo con su alegato.
Por último, abordaremos el momento de la sentencia, en donde usted contribuirá
a su formación como al descubrimiento de los puntos débiles de la misma
susceptibles de impugnación.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 86


Una vez más, finalizada la actividad práctica, recobre su contacto con el mapa
conceptual del módulo. Confronte lo desarrollado y descubra si los caminos
previstos en aquel esquema han sido transitados.

Espero, por último, que haya disfrutado en la construcción mutua de la actividad


profesional en el ámbito penal.
«A la distancia», lo saludo cordialmente.

mapa conceptual

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 87


m3 material

¿Qué materiales voy a utilizar?

Materiales básicos

a) CLEMENTE, José Luis: Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba.


Ley Nro. 8123. Lerner, Córdoba, 2000.

b) Material de apoyo para el módulo 3 elaborado por los docentes del área
IC .

c) Bibliografía utilizada en asignaturas cursadas anteriormente:

- CAFERATA NORES, José I. y otros: Manual de Derecho Procesal Penal,


Córdoba, Ciencia, Derecho y Sociedad.
O también
- MAIER, Julio B. J.: Derecho Procesal Penal Argentino. Editores del Puerto,
Buenos Aires, 1996.
- NÚÑEZ, Ricardo: Manual de Derecho Penal. Parte Especial. Lerner,
Córdoba, 1999.
- NÚÑEZ, Ricardo: Manual de Derecho Penal. Parte General. Lerner,
Córdoba, 1999.

Materiales complementarios

AYÁN, Manuel: Ejecución penal de la sentencia. Advocatus, Córdoba, 1998.


AYÁN, Manuel: Recursos en materia penal. Principios generales. Lerner, Córdoba,
1985.
FORO DE CÓRDOBA: Cuaderno de Jurisprudencia – Tribunal Superior de Justicia
– Sala Penal. I y III. Advocatus, Córdoba, 1994.
LA LEY: Fallos de la Corte Suprema de la Justicia de la Nación (colección
completa). Buenos Aires.
MANDELLI, Adriana: Doctrina Judicial. Mediterránea, Córdoba, 2000.

Páginas web

http://argentina.derecho.org/jurisprudencia/
Jurisprudencia

http://vlex.com/ar/
Noticias de derecho, legislación y jurisprudencia. Librería, revistas

http://www.latinlex.com/ar
Leyes, doctrinas, fallos, sumarios y plenarios. Modelos y formularios

Legislación

Código Penal de la Nación.


Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba.
Código Procesal Penal de la Nación.
Constitución de la Provincia de Córdoba.
Constitución de la Nación Argentina.

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 88


m3 | material | IC
información complementaria

a) El juicio

1. Concepto e importancia. Antecedentes históricos

A. Concepto
Se ha definido genéricamente al juicio como la etapa esencial del
proceso que se cumple a base de una acusación y que tiene por objeto la
recepción de los elementos de prueba, la discusión plena de las partes y la
decisión jurisdiccional sobre el fundamento de las pretensiones que se han
hecho valer.

El juicio, desde un punto de vista objetivo, es la segunda y esencial
etapa del proceso penal, realizada en base a una acusación, que se cumple por
el órgano jurisdiccional en forma prevalecientemente oral, pública, contradictoria
y continua, y que tiene por objeto el ofrecimiento y recepción de la prueba y la
discusión plena de las partes, para resolver en definitiva sobre el fundamento de
las pretensiones jurídicas ejercidas 1.

Desde un punto de vista subjetivo, es el momento culminante de la


relación procesal, en que el Tribunal ejerce su plena potestad jurisdiccional,
y el Ministerio Público Fiscal y las partes, en igualdad de derecho y en plena
contradicción, dan fundamento a las distintas pretensiones ejercidas 2.

B. Importancia
El carácter de esencial que se le asigna al juicio parte de la base
constitucional, genéricamente aplicable, de que nadie puede ser condenado
sin ser oído, de manera que no podría actuarse la ley penal sustantiva en una
decisión concreta que constituya la sentencia, si con anterioridad, sobre la base
inicial de una acusación, no se realizara el debate con amplio ofrecimiento
previo de la prueba, para que todo ello sirviera de fundamento a aquella decisión
jurisdiccional definitiva.
En la actualidad, existen ciertas excepciones a esta forma de
resolver el conflicto social derivado de la supuesta comisión de un hecho
delictuoso. Se trata de la reaparición de ciertas propuestas de considerar el
consenso como una forma alternativa de solución para ciertos casos penales 3.
Las hipótesis de acuerdo han sido receptadas en nuestro CPP, en los arts. 356
(juicio abreviado inicial) y 415 (juicio abreviado).
Sobre esa base se encuentra estructurado el juicio en nuestras
leyes modernas, lo que nos permite afirmar que su existencia resulta esencial, en
una u otra forma analizada, para el cumplimiento del fin mediato del proceso.

C. Antecedentes históricos
El procedimiento oral reinó en toda la antigüedad. La República
romana lo perfeccionó y ni siquiera el Imperio pudo abatirlo, en cuanto al juicio,
a pesar de adoptar la escritura en un período preliminar; también lo encontramos
en la primera mitad de la Edad Media, pues los germanos no conocieron otro;
y sólo murió cuando se implantó el sistema inquisitivo, por la fuerza de una
concepción que percibió en el procedimiento escrito la forma de imponer el
secreto y despreciar la defensa del imputado.
Como era lógico, la Revolución Francesa decretó el triunfo definitivo
del juicio oral, público, contradictorio y continuo, aunque posteriormente se
implantara una instrucción escrita. El sistema mixto se expandió por toda

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 89


a) El juicio

1. Concepto e importancia. Antecedentes históricos

A. Concepto
Se ha definido genéricamente al juicio como la etapa esencial del
proceso que se cumple a base de una acusación y que tiene por objeto la
recepción de los elementos de prueba, la discusión plena de las partes y la
decisión jurisdiccional sobre el fundamento de las pretensiones que se han
hecho valer.

El juicio, desde un punto de vista objetivo, es la segunda y esencial
etapa del proceso penal, realizada en base a una acusación, que se cumple por
el órgano jurisdiccional en forma prevalecientemente oral, pública, contradictoria
y continua, y que tiene por objeto el ofrecimiento y recepción de la prueba y la
discusión plena de las partes, para resolver en definitiva sobre el fundamento de
las pretensiones jurídicas ejercidas 1.

Desde un punto de vista subjetivo, es el momento culminante de la


relación procesal, en que el Tribunal ejerce su plena potestad jurisdiccional,
y el Ministerio Público Fiscal y las partes, en igualdad de derecho y en plena
contradicción, dan fundamento a las distintas pretensiones ejercidas 2.

B. Importancia
El carácter de esencial que se le asigna al juicio parte de la base
constitucional, genéricamente aplicable, de que nadie puede ser condenado
sin ser oído, de manera que no podría actuarse la ley penal sustantiva en una
decisión concreta que constituya la sentencia, si con anterioridad, sobre la base
inicial de una acusación, no se realizara el debate con amplio ofrecimiento
previo de la prueba, para que todo ello sirviera de fundamento a aquella decisión
jurisdiccional definitiva.
En la actualidad, existen ciertas excepciones a esta forma de
resolver el conflicto social derivado de la supuesta comisión de un hecho
delictuoso. Se trata de la reaparición de ciertas propuestas de considerar el
consenso como una forma alternativa de solución para ciertos casos penales 3.
Las hipótesis de acuerdo han sido receptadas en nuestro CPP, en los arts. 356
(juicio abreviado inicial) y 415 (juicio abreviado).
Sobre esa base se encuentra estructurado el juicio en nuestras
leyes modernas, lo que nos permite afirmar que su existencia resulta esencial, en
una u otra forma analizada, para el cumplimiento del fin mediato del proceso.

C. Antecedentes históricos
El procedimiento oral reinó en toda la antigüedad. La República
romana lo perfeccionó y ni siquiera el Imperio pudo abatirlo, en cuanto al juicio,
a pesar de adoptar la escritura en un período preliminar; también lo encontramos
en la primera mitad de la Edad Media, pues los germanos no conocieron otro;
y sólo murió cuando se implantó el sistema inquisitivo, por la fuerza de una
concepción que percibió en el procedimiento escrito la forma de imponer el
secreto y despreciar la defensa del imputado.
Como era lógico, la Revolución Francesa decretó el triunfo definitivo
del juicio oral, público, contradictorio y continuo, aunque posteriormente se
implantara una instrucción escrita. El sistema mixto se expandió por toda Europa,
incluso en España, donde el procedimiento oral, para la fase decisiva del juicio,
fue establecido definitivamente en 1882.
Puesto que el método oral rigió siempre en Inglaterra y Estados
Unidos, no es difícil anotar que el procedimiento escrito constituye en el mundo

EDUBP | ABOGACÍA | seminario de integración y práctica profesional III - pag. 90


civilizado actual una excepción que sólo encontramos en América Latina, donde
en los últimos años se ha excluido casi totalmente y donde regía la antigua
legislación española. El ejemplo de los países civilizados, incluso la Madre
Patria, ya no es despreciado como tiempo ha, producto de lo que era una
inercia contraria a la lógica, a los postulados de nuestro régimen político y a las
exigencias de la justicia.
El nuevo derecho argentino, por lo tanto, no ha hecho más que
obedecer a tales imperativos y a las enseñanzas de la experiencia ajena.
La oralidad propia del juicio oral, no es más que la mejor forma de
asegurar la inmediación, que es un canón lógico 4.

2. El juicio previo querido por la Constitución Nacional: oral, público, continuo,


contradictorio, de instancia única y decidido por jurados. Significado de cada
uno de estos caracteres

A. Caracteres del juicio


Los caracteres esenciales del juicio son: a) oralidad; b) publicidad;
c) contradicción y, d) Continuidad. Aunque hasta el momento no se haya
prestado demasiado atención al tema del juicio por jurados previsto en nuestra
Constitución Nacional (arts. 24, 75, inc. 12 y 118), del mismo no sólo se deriva
la necesaria participación ciudadana en la administración de justicia, ora como
derecho individual de los ciudadanos, ora como base organizativa del Estado,
sino también la instancia única en el enjuiciamiento procesal penal.

a) Oralidad:
El sistema de la oralidad es el sistema que requiere que la sentencia
se fundamente en la prueba y en alegaciones recibidas verbalmente de viva voz
en juicio público 5.
La oralidad es, en realidad, sólo un procedimiento, un medio para
posibilitar la vigencia de los más notables caracteres del juicio penal moderno,
para hacer efectivas las virtudes individuales y combinadas de la publicidad,
la inmediación, la concentración, el contradictorio y la identidad física del
juzgador.

b) Publicidad:
La publicidad de los debates es regulada como la posibilidad de
que cualquier persona pueda presenciar su desarrollo total, y conocer luego los
fundamentos de la sentencia.
Esta característica es derivada del principio de la publicidad de los
actos de gobierno, propio del sistema republicano y permite el control popular
sobre la administración de justicia.

c) Contradicción:
El principio de contradicción exige igualdad plena entre las partes
y, entre otras cosas, la posibilidad de que las pruebas que vayan a fundar la
sentencia sean ofrecidas por el imputado, las partes, el Ministerio Público Fiscal
y los defensores, y recibidas con el control de estos, que luego deberán tener
derecho a argumentar sobre sus resultados.

d) Continuidad:
La continuidad (o concentración) requiere la mayor aproximación
temporal posible entre los momentos en que se recibe la prueba, se argumenta
sobre su resultado y se dicta la sentencia.
De allí que los códigos contemporáneos exijan que el debate
(núcleo del juicio) se desarrolle durante todas las audiencias consecutivas que

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sean necesarias para su terminación.

e) De única instancia y decidido por jurados:
Este principio significa que la decisión sobre si una persona debe
ser sometida a una pena o debe quedar libre de ella no es una decisión
que pueden tomar los jueces constitucionales. Como es una decisión de
trascendental importancia –tanto para la persona imputada en particular, como
para el conjunto de la sociedad–, ella debe ser tomada en conjunto entre los
jueces constitucionales y miembros de la misma sociedad 6.

3. Restricciones a la oralidad, a la publicidad y a la continuidad: causas de


restricción a la publicidad; prohibiciones para el acceso a la audiencia de debate;
poder de policía y de disciplina del Tribunal; obligaciones de los asistentes;
supuestos de suspensión de la audiencia del debate.

A. Causas de restricción a la publicidad


El principio general es que el debate (segunda fase del juicio) debe
ser público, bajo pena de nulidad. Todos los que asistan a las audiencias
del debate deben permanecer respetuosamente y en silencio. No pueden
llevar armas u otros elementos aptos para molestar u ofender, ni adoptar una
conducta intimidatoria, provocativa o contraria al decoro; ni producir disturbios
o manifestar de cualquier modo opiniones o sentimientos (CPP, art. 378). Amén
de lo expresado, el Tribunal (Cámara en lo Criminal o Juez en lo Correccional),
puede resolver, aun de oficio, que se realice total o parcialmente a puertas
cerradas, cuando la publicidad afecte la moral (v.gr., delitos contra la integridad
sexual) o la seguridad pública. La resolución por la cual se dispone la restricción
debe ser fundada; se hace constar en el acta y es irrecurrible.
Desaparecida la causa de la clausura, se debe permitir el acceso al
público.
Cuando se juzga a un menor de 18 años, el debate se debe realizar
a puertas cerradas, durante la presencia de este (CPP, art. 372). Además, no
tienen acceso a la sala de audiencia los menores de 14 años, los dementes y los
ebrios.
Por razones de seguridad, orden, higiene, moralidad o decoro, la Cámara
puede ordenar también el alejamiento de toda persona cuya presencia no fuera
necesaria o, en su caso, limitar la admisión a un determinado número (CPP, art.
373).

B. Poder de policía del Tribunal


El Presidente del Tribunal –o el Juez en lo Correccional (el cual tiene las
atribuciones propias del Presidente de la Cámara en lo Criminal [CPP, art. 414])–
ejerce el poder de policía y disciplina de la audiencia, y puede corregir en el acto
con multa de hasta 50 jus (Código Arancelario para Abogados y Procuradores
de la Provincia de Córdoba) o arresto de hasta ocho días, las infracciones a lo
dispuesto en el artículo siguiente, sin perjuicio de expulsar al infractor de la sala
de audiencia.
Cuando la medida afecta al Fiscal, a las partes o sus defensores, debe
ser dictada por la Cámara en pleno. Si se expulsare al imputado, su defensor lo
representa a todos los efectos (CPP, art. 377).

C. Restricciones a la oralidad
El principio de oralidad se ve limitado también por las siguientes
excepciones:

a) Declaración del imputado: Si durante el debate el imputado se niega a declarar


o incurre en contradicciones, las que se le deben hacer notar, el Presidente

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ordenar la lectura de las declaraciones prestadas por aquel ante los Jueces de
Instrucción, de Menores y de Paz o ante el Fiscal de Instrucción, siempre que
se hubiesen observado las normas de la investigación (CPP, art. 385, segundo
párrafo).

b) Lectura de declaraciones testificales: Las declaraciones testificales recibidas


por el Juez, el Fiscal de Instrucción o el Ayudante Fiscal durante la investigación
penal preparatoria, pueden leerse únicamente en los siguientes casos, bajo
pena de nulidad:
aa) Cuando habiéndose tomado todos los recaudos no se hubiese
logrado la concurrencia del testigo cuya citación se ordenó, o hubiese acuerdo
entre el Tribunal y las partes.
bb) A pedido del Ministerio Público o de las partes, si hubiere
contradicciones entre ellas y las prestadas en el debate, o fuere necesario para
ayudar la memoria del testigo.
cc) Cuando el testigo hubiera fallecido, estuviera ausente del país, se
ignorase su residencia o se hallare imposibilitado por cualquier causa para
declarar.
dd) Si el testigo hubiera declarado por medio de exhorto o informe (CPP,
art. 397).

c) Lectura de actas y documentos: El Tribunal puede disponer, a pedido del


Ministerio Público o de las partes, la lectura de:
aa) La denuncia.
bb) Los informes técnicos y otros documentos producidos por la Policía
Judicial.
cc) Las declaraciones efectuadas por coimputados absueltos,
sobreseídos, condenados o prófugos, si aparecieran como partícipes del delito
que se investiga o de otro conexo.
dd) Las actas labradas con arreglo a sus atribuciones por la Policía
Judicial, el Fiscal o el Juez de Instrucción.
ee) Las constancias de otros procesos judiciales de cualquier
competencia (CPP, art. 398).

D. Restricciones a la continuidad
El debate continúa durante todas las audiencias consecutivas que sean
necesarias hasta su terminación, pero puede suspenderse por un término
máximo de 15 días en los siguientes casos:

a) Cuando deba resolverse alguna cuestión incidental que por su naturaleza no


puede decidirse inmediatamente.

b) Cuando sea necesario practicar algún acto fuera del lugar de la audiencia y
no pueda cumplirse en el intervalo entre una y otra sesión.

c) Cuando no comparezcan testigos, peritos o intérpretes cuya intervención


sea indispensable a juicio de la Cámara, el Fiscal o las partes, salvo que
pueda continuarse con la recepción de otras pruebas hasta que el ausente sea
conducido por la fuerza pública o declare conforme al artículo 365 (investigación
suplementaria).

d) Si algún Juez, Jurado, Fiscal o defensor se enfermare hasta el punto de no


poder continuar su actuación en el juicio, a menos que los dos últimos puedan
ser reemplazados. En estos supuestos, el Presidente les informará lo ocurrido en
la audiencia.

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e) Si el imputado se encontrara en la situación prevista en el apartado anterior,
caso en que debe comprobarse su enfermedad por los médicos forenses, sin
perjuicio de que se ordene la separación de juicios (CPP, art. 368).

f) Si alguna revelación o retractación inesperada produjera alteraciones


sustanciales en la causa, haciendo indispensable una investigación
suplementaria, que se debe practicar con arreglo a lo dispuesto por el artículo
365.

g) Cuando el defensor lo solicite conforme al artículo 388 (ampliación de la


acusación o hecho diverso).

h) Si se produjere la situación prevista en el artículo 126, segundo párrafo


(abandono poco antes o durante el debate de la defensa técnica).

En caso de suspensión, el Presidente anunciará el día y hora de la


nueva audiencia, y ello valdrá como citación para los comparecientes. El debate
debe continuar enseguida del último acto cumplido cuando se dispuso la
suspensión.
Si esta excediere el término máximo antes fijado, todo el debate debe
realizarse nuevamente, bajo pena de nulidad, e iniciarse antes de los sesenta
días.
Durante el tiempo de suspensión, los Jueces y Fiscales pueden intervenir
en otros juicios (excepción a la inmediación).

Por último, debemos destacar la diferencia que existe entre suspensión,
interrupción y aplazamiento.

a) La interrupción del debate no es más que la breve paralización de la
actividad judicial (un paréntesis que no alcanza a ser suspensión), con el objeto
de que las personas que en él participan gocen del reposo físico y mental que
les permitirá renovar energías, lo que es indispensable a veces para asegurar
una intervención eficaz. Durante la interrupción, desde luego, los jueces no
pueden actuar en otros juicios, puesto que ella se justifica como medio de
asegurar el descanso de las personas.

b) El aplazamiento es una especie de suspensión que debe disponerse
al comenzar el debate, si hay algún inconveniente insalvable para realizarlo,
o que se da cuando, después de haber ordenado la suspensión, resulta
imposible continuar el debate en el indicado término de quince días. Ya no
puede producirse una continuación, como la indicada anteriormente; el debate
debe realizarse de nuevo completamente, desde el primer acto, lo que significa
aplazar o diferir la vista de la causa.

c) La suspensión, por último, se caracteriza por que se da por los casos
expresamente previstos por la ley (CPP, art. 374); no puede prolongarse por un
término que exceda de quince días (si excede se convierte en aplazamiento); y
se caracteriza porque el debate continúa desde el último acto cumplido durante
la audiencia en que se dispuso la suspensión 7.

a) El juicio común (continuación)

1. ACTOS PRELIMINARES DEL JUICIO


El juicio se desarrolla en tres fases. La primera es una fase preparatoria
a la cual el Código de Córdoba denomina actos preliminares. La segunda y la
tercera son el debate y la sentencia, respectivamente.

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En la fase preparatoria el Tribunal, mediante una serie de actuaciones,
entra en conocimiento cabal del proceso que se somete a su decisión. En otras
palabras, estudia el expediente, señalando los actos que deberán desarrollarse
en el proceso 8.
Esta fase se cumple por escrito y tiene por objeto fundamental –sobre la
base de prescripciones importantes que sintetizan la conformación del Tribunal,
el ofrecimiento de prueba, la investigación suplementaria, la unión o separación
de juicios y la posibilidad de poner fin al proceso en base al sobreseimiento–,
preparar la segunda (el juicio) 9.
La fase preparatoria se extiende desde que la causa criminal llega
elevada a juicio al Tribunal de Alzada (Cámara en lo Criminal o Juez en lo
Correccional), hasta que comienza el debate con la lectura de la acusación
dispuesta por el Presidente del Tribunal.

a) Control de posibles nulidades producidas durante la investigación


preparatoria
De acuerdo al artículo 361, primer párrafo, recibido el proceso por el
Tribunal de Juicio (Cámara en lo Criminal o Juez en lo Correccional), este
verifica el cumplimiento, según corresponda, de lo previsto en los artículo 355
y 358. En este sentido controla que el requerimiento fiscal de citación a juicio
contenga los datos personales del imputado o, si se ignoraren, los que sirvan
para identificarlo; una relación clara, precisa, circunstanciada y específica del
hecho; los fundamentos de la acusación; y la calificación legal (CPP, art. 355). En
caso de oposición por parte de uno de los defensores de los imputados, evalúa
si el auto por el cual se eleva la causa a juicio reúne los requisitos del art. 282
del CPP: los datos personales del imputado o, si se ignoraren, los que sirvan
para identificarlo; una sucinta enunciación de los hechos; los fundamentos de la
decisión; la calificación legal del delito, con cita de las disposiciones aplicables,
y la parte resolutiva.
Si no se hubieran observado las formas prescriptas por dichas normas,
la Cámara (o el Juez en lo Correccional) declarará de oficio las nulidades de
los actos respectivos y devolverá el expediente, según proceda, al Fiscal o Juez
de Instrucción. Desde el momento que dichas nulidades pueden ser declaradas
de oficio, se entiende que las mismas son de carácter absoluto. Por otra parte,
debe tenerse en cuenta que tanto la requisitoria como el auto de elevación, en
su caso, son actos cuya finalidad es garantizar el contradictorio y, por ende,
aseguran la intervención del imputado a través del contradictorio especie del
derecho de defensa en juicio (CN, art. 18; Cprov., art. 40).

b) Integración del Tribunal


Luego de comprobar que no existen nulidades, el Tribunal en pleno (o
el Juez en lo Correccional) clasifican la causa a los fines de la asignación del
ejercicio de la jurisdicción a las Salas Unipersonales o a la Cámara en Colegio.
Las Salas Unipersonales surgen de la división de la Cámara en lo Criminal en
tres, procediendo cada una de ellas de acuerdo a las normas del juicio común,
asumiendo la jurisdicción, respectivamente cada uno de los vocales, en ejercicio
de las atribuciones propias del Presidente y del Tribunal encargado de aquel
(CPP, art. 34 bis). No obstante, se puede disponer el ejercicio de la jurisdicción
en forma colegiada cuando se tratare de causas complejas, a criterio del Tribunal
(CPP, art. 34, inc. 1°).
De inmediato, se notifica la clasificación efectuada al Ministerio Público
Fiscal, al querellante particular y a la defensa del imputado, quienes en el
término común de dos días pueden ejercer el derecho previsto por el artículo
369 –al que provee el Tribunal en el plazo de 24 horas–. Recordemos que, según
el artículo mencionado, si el máximo de la escala penal prevista para el o los
delitos contenidos en la acusación fuera de quince años de pena privativa de la

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libertad o superior, el Tribunal –a pedido del Ministerio Público, del querellante o
del imputado–, debe disponer su integración con dos jurados.
Los jurados tienen las mismas atribuciones de los vocales. La intervención
de aquellos cesa luego de dictada la sentencia (CPP, art. 369).
En la misma oportunidad (dos días), la defensa del imputado debe
expresar su conformidad u oposición al ejercicio unipersonal de la jurisdicción,
es decir que la defensa del imputado puede oponerse a tal ejercicio (CPP, art. 34
ter, inc. 2°). También, en caso de que haya optado por la integración del Tribunal
con escabinos, se sobreentiende que se ha negado a la posibilidad de ejercicio
unipersonal de la Jurisdicción (CPP, art. 34 ter, inc. 3°).
Si la investigación se hubiera cumplido en un Tribunal (Juez de
Instrucción) con asiento distinto al Tribunal de Juicio, los términos a los que se
refieren los párrafos segundo y tercero de la presente norma (dos y tres días,
respectivamente) se extienden, en ese orden, a cinco días y quince días (CPP,
art. 361, último párrafo).

c) Citación a juicio. Facultades del Ministerio Público, de las partes y los


defensores
Decidido lo relativo a la integración del Tribunal, el Vocal actuante o
el Presidente del Tribunal –según corresponda– citará, bajo pena de nulidad,
al Fiscal, a las partes y defensores, a fin de que en el término de tres días
comparezcan a juicio, examinen las actuaciones, los documentos y cosas
secuestradas e interpongan las recusaciones que estimen pertinentes (CPP, art.
361, segundo párrafo).

d) Ofrecimiento de prueba
Vencido el término de citación a juicio (CPP, art. 361), el Presidente
notificará a las partes para que en el término común de diez días ofrezcan
prueba.
La acentuación del principio acusatorio determina que sea el Ministerio
Público el responsable de la iniciativa probatoria tendente a descubrir la verdad
sobre los extremos de la imputación delictiva. La inobservancia de este precepto
debe ser comunicada por el Presidente del Tribunal al Fiscal General, a los fines
que corresponda (Ley provincial N° 7826, art. 16, inc. 1° y Ley 7956, art. 2°).
El Fiscal General puede impartir las instrucciones que estime pertinentes
(Ley provincial 7826, arts. 11 y 16, inc. 7°) o disponer la sustitución del Fiscal de
Cámara (CPP, art. 362).
El Ministerio Público y las partes tienen que presentar la lista de testigos
y peritos, con indicación del nombre, profesión y domicilio. También pueden
manifestar que se conforman con que en el debate se lean las pericias de la
investigación.
Sólo puede requerirse la designación de peritos nuevos para que
dictaminen sobre puntos que anteriormente no fueron objeto de examen
pericial, salvo los psiquiatras y psicólogos que deben dictaminar sobre la
personalidad psíquica del imputado o de la víctima. Si las pericias ofrecidas
resultan dubitativas, contradictorias o insuficientes, el Tribunal puede ejercer, a
requerimiento del Ministerio Público o de las partes, la atribución conferida en el
artículo 241, vale decir, tiene la facultad de nombrar uno o más peritos nuevos,
según la importancia del caso, para que la examinen y valoren o, si fuera factible
y necesario, realicen otra vez la pericia (CPP, art. 241).
Cuando se ofrezcan testigos nuevos debe expresarse, bajo pena de
inadmisibilidad, los hechos sobre los que serán examinados (CPP, art. 363).

e) Reglas de la admisión y rechazo de la prueba ofrecida


El Presidente ordena la recepción de la prueba ofrecida.
La Cámara puede rechazar, por auto, la prueba evidentemente

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En la fase preparatoria el Tribunal, mediante una serie de actuaciones,
entra en conocimiento cabal del proceso que se somete a su decisión. En otras
palabras, estudia el expediente, señalando los actos que deberán desarrollarse
en el proceso 8.
Esta fase se cumple por escrito y tiene por objeto fundamental –sobre la
base de prescripciones importantes que sintetizan la conformación del Tribunal,
el ofrecimiento de prueba, la investigación suplementaria, la unión o separación
de juicios y la posibilidad de poner fin al proceso en base al sobreseimiento–,
preparar la segunda (el juicio) 9.
La fase preparatoria se extiende desde que la causa criminal llega
elevada a juicio al Tribunal de Alzada (Cámara en lo Criminal o Juez en lo
Correccional), hasta que comienza el debate con la lectura de la acusación
dispuesta por el Presidente del Tribunal.

a) Control de posibles nulidades producidas durante la investigación


preparatoria
De acuerdo al artículo 361, primer párrafo, recibido el proceso por el
Tribunal de Juicio (Cámara en lo Criminal o Juez en lo Correccional), este
verifica el cumplimiento, según corresponda, de lo previsto en los artículo 355
y 358. En este sentido controla que el requerimiento fiscal de citación a juicio
contenga los datos personales del imputado o, si se ignoraren, los que sirvan
para identificarlo; una relación clara, precisa, circunstanciada y específica del
hecho; los fundamentos de la acusación; y la calificación legal (CPP, art. 355). En
caso de oposición por parte de uno de los defensores de los imputados, evalúa
si el auto por el cual se eleva la causa a juicio reúne los requisitos del art. 282
del CPP: los datos personales del imputado o, si se ignoraren, los que sirvan
para identificarlo; una sucinta enunciación de los hechos; los fundamentos de la
decisión; la calificación legal del delito, con cita de las disposiciones aplicables,
y la parte resolutiva.
Si no se hubieran observado las formas prescriptas por dichas normas,
la Cámara (o el Juez en lo Correccional) declarará de oficio las nulidades de
los actos respectivos y devolverá el expediente, según proceda, al Fiscal o Juez
de Instrucción. Desde el momento que dichas nulidades pueden ser declaradas
de oficio, se entiende que las mismas son de carácter absoluto. Por otra parte,
debe tenerse en cuenta que tanto la requisitoria como el auto de elevación, en
su caso, son actos cuya finalidad es garantizar el contradictorio y, por ende,
aseguran la intervención del imputado a través del contradictorio especie del
derecho de defensa en juicio (CN, art. 18; Cprov., art. 40).

b) Integración del Tribunal


Luego de comprobar que no existen nulidades, el Tribunal en pleno (o
el Juez en lo Correccional) clasifican la causa a los fines de la asignación del
ejercicio de la jurisdicción a las Salas Unipersonales o a la Cámara en Colegio.
Las Salas Unipersonales surgen de la división de la Cámara en lo Criminal en
tres, procediendo cada una de ellas de acuerdo a las normas del juicio común,
asumiendo la jurisdicción, respectivamente cada uno de los vocales, en ejercicio
de las atribuciones propias del Presidente y del Tribunal encargado de aquel
(CPP, art. 34 bis). No obstante, se puede disponer el ejercicio de la jurisdicción
en forma colegiada cuando se tratare de causas complejas, a criterio del Tribunal
(CPP, art. 34, inc. 1°).
De inmediato, se notifica la clasificación efectuada al Ministerio Público
Fiscal, al querellante particular y a la defensa del imputado, quienes en el
término común de dos días pueden ejercer el derecho previsto por el artículo
369 –al que provee el Tribunal en el plazo de 24 horas–. Recordemos que, según
el artículo mencionado, si el máximo de la escala penal prevista para el o los
delitos contenidos en la acusación fuera de quince años de pena privativa de la

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libertad o superior, el Tribunal –a pedido del Ministerio Público, del querellante o
del imputado–, debe disponer su integración con dos jurados.
Los jurados tienen las mismas atribuciones de los vocales. La intervención
de aquellos cesa luego de dictada la sentencia (CPP, art. 369).
En la misma oportunidad (dos días), la defensa del imputado debe
expresar su conformidad u oposición al ejercicio unipersonal de la jurisdicción,
es decir que la defensa del imputado puede oponerse a tal ejercicio (CPP, art. 34
ter, inc. 2°). También, en caso de que haya optado por la integración del Tribunal
con escabinos, se sobreentiende que se ha negado a la posibilidad de ejercicio
unipersonal de la Jurisdicción (CPP, art. 34 ter, inc. 3°).
Si la investigación se hubiera cumplido en un Tribunal (Juez de
Instrucción) con asiento distinto al Tribunal de Juicio, los términos a los que se
refieren los párrafos segundo y tercero de la presente norma (dos y tres días,
respectivamente) se extienden, en ese orden, a cinco días y quince días (CPP,
art. 361, último párrafo).

c) Citación a juicio. Facultades del Ministerio Público, de las partes y los


defensores
Decidido lo relativo a la integración del Tribunal, el Vocal actuante o
el Presidente del Tribunal –según corresponda– citará, bajo pena de nulidad,
al Fiscal, a las partes y defensores, a fin de que en el término de tres días
comparezcan a juicio, examinen las actuaciones, los documentos y cosas
secuestradas e interpongan las recusaciones que estimen pertinentes (CPP, art.
361, segundo párrafo).

d) Ofrecimiento de prueba
Vencido el término de citación a juicio (CPP, art. 361), el Presidente
notificará a las partes para que en el término común de diez días ofrezcan
prueba.
La acentuación del principio acusatorio determina que sea el Ministerio
Público el responsable de la iniciativa probatoria tendente a descubrir la verdad
sobre los extremos de la imputación delictiva. La inobservancia de este precepto
debe ser comunicada por el Presidente del Tribunal al Fiscal General, a los fines
que corresponda (Ley provincial N° 7826, art. 16, inc. 1° y Ley 7956, art. 2°).
El Fiscal General puede impartir las instrucciones que estime pertinentes
(Ley provincial 7826, arts. 11 y 16, inc. 7°) o disponer la sustitución del Fiscal de
Cámara (CPP, art. 362).
El Ministerio Público y las partes tienen que presentar la lista de testigos
y peritos, con indicación del nombre, profesión y domicilio. También pueden
manifestar que se conforman con que en el debate se lean las pericias de la
investigación.
Sólo puede requerirse la designación de peritos nuevos para que
dictaminen sobre puntos que anteriormente no fueron objeto de examen
pericial, salvo los psiquiatras y psicólogos que deben dictaminar sobre la
personalidad psíquica del imputado o de la víctima. Si las pericias ofrecidas
resultan dubitativas, contradictorias o insuficientes, el Tribunal puede ejercer, a
requerimiento del Ministerio Público o de las partes, la atribución conferida en el
artículo 241, vale decir, tiene la facultad de nombrar uno o más peritos nuevos,
según la importancia del caso, para que la examinen y valoren o, si fuera factible
y necesario, realicen otra vez la pericia (CPP, art. 241).
Cuando se ofrezcan testigos nuevos debe expresarse, bajo pena de
inadmisibilidad, los hechos sobre los que serán examinados (CPP, art. 363).

e) Reglas de la admisión y rechazo de la prueba ofrecida


El Presidente ordena la recepción de la prueba ofrecida.
La Cámara puede rechazar, por auto, la prueba evidentemente

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impertinente o superabundante (CPP, art. 364).
La prueba es impertinente cuando no se vincula al objeto de prueba en
concreto.
La prueba es superabundante cuando los elementos de prueba que se
pretenden ingresar ya se encuentran comprobados acabadamente por el mismo
o por otros medios de prueba.
La ley exige que sea evidente la impertinencia o la superabundancia. De
no ser así, el Tribunal (Cámara en lo Criminal o Juez en lo Correccional) podría
estar prejuzgando.
La regla es la recepción de la prueba. En este caso el encargado de
disponerla es el Presidente del Tribunal. La excepción es el rechazo de la prueba.
Aquí quien lo ordena es la Cámara en pleno (siempre que no esté actuando una
Sala Unipersonal o Juez en lo Correccional).

f) Investigación suplementaria
Durante los actos preliminares, el Presidente del Tribunal, a requerimiento
del Ministerio Público o de las partes y siempre con noticia de ellas –bajo pena
de nulidad– puede disponer la realización de los siguientes actos:

1°) Reconocimientos de personas (CPP, art. 249) que se hubiesen practicado


durante la investigación penal preparatoria.

2°) Declaración de testigos que no pudieran comparecer al debate.

3°) Reconocimiento de documentos privados ofrecidos como prueba.

4°) Pericias y demás actos que no pudieran practicarse durante el debate.

Estos actos deben incorporarse al debate por su lectura.


A estos fines puede actuar uno de los Vocales de la Cámara (cuando el
Tribunal actúe en pleno).
La investigación suplementaria no puede durar más de treinta días (CPP,
art. 365).

g) Excepciones previas al debate


Antes de fijarse la audiencia para el debate, el Ministerio Público y
las partes pueden deducir las excepciones que no hubieran planteado con
anterioridad, las cuales se encuentran enumeradas en el artículo 17 del CPP. Sin
embargo, el Tribunal puede rechazar sin trámite las que fueran manifiestamente
improcedentes. Rige el plazo del artículo 19.

h) Unión y separación de juicios


Si por el mismo delito atribuido a varios imputados su hubieran formulado
diversas acusaciones, la Cámara puede ordenar la acumulación, aun de oficio,
siempre que esta no determine un grave retardo.
Si la acusación tuviera por objeto varios delitos atribuidos a uno o más
imputados, el Tribunal puede disponer que los juicios se realicen separadamente
pero, en lo posible, uno después de otro (CPP, art. 368).

i) Indemnización y anticipo de gastos


Cuando los testigos, peritos e intérpretes citados no residan en la ciudad
donde se realizará el debate, el Presidente debe fijar prudencialmente, a petición
del interesado, la indemnización que corresponde por gastos indispensables de
viaje y estadía.
Las partes civiles y el querellante particular deben consignar en
Secretaría el importe necesario para indemnizar a las personas citadas a su

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pedido, salvo que también lo fueran a propuesta del Ministerio Público o del
imputado, o que acrediten estado de pobreza (CPP, art. 371).

j) Sobreseimiento previo al debate


La Cámara debe dictar de oficio sentencia de sobreseimiento –siempre
que para establecer estas causales no fuera necesario el debate– si nuevas
pruebas acreditan que el acusado es inimputable; si hubiera operado la
prescripción de la pretensión penal, según la calificación legal del hecho
admitida por el Tribunal; si se produjere otra causa extintiva de aquella; o si se
verificara que concurre una excusa absolutoria (CPP, art. 370).

k) Designación de la audiencia de debate


Vencido el término de citación a juicio (CPP, art. 361) y cumplida la
investigación suplementaria (CPP, art. 365) o tramitadas las excepciones (CPP,
art. 366), el Presidente fija día y hora para el debate, con intervalo no menor
de diez días (término dilatorio) ni mayor de sesenta días, y ordena la citación
del Fiscal, partes y defensores y de los testigos, peritos e intérpretes que deban
intervenir.
Las citaciones se pueden efectuar como lo dispone el artículo 175 del
CPP.
Si el imputado no estuviera en su domicilio o en la residencia que se
le hubiera fijado se debe ordenar su detención, revocando incluso la resolución
anterior por la que se dispuso su libertad.

2. ANÁLISIS COMPARATIVO, RESPECTO DE LAS REGLAS PRECEDENTES,


ENTRE LAS DISPOSICIONES DEL CPP CÓRDOBA Y CPP NACIÓN
Entre las diferencias fundamentales que se pueden advertir entre el CPP
de Córdoba y el CPP de la Nación, es que en el último el término de citación
a juicio y para el ofrecimiento de la prueba se reúnen en uno solo de diez
días, que puede extenderse a quince días cuando los juzgados intervinientes
(de Instrucción y de Juicio) tienen distinta sede (CPP Nación, art. 354). Aquí no
existe la posibilidad de dividir la Cámara en Salas Unipersonales, ni tampoco la
alternativa de la integración del Tribunal con Jurados.
Además, la instrucción suplementaria es concebida fundamentalmente
como un poder autónomo de investigación del Tribunal de Juicio y,
secundariamente, como un poder de partes (CPP Nación, art. 356). Ello se debe
a que el sistema que rige en la Nación es el mixto o inquisitivo reformado.
La designación de audiencia para el debate se realiza con un intervalo no
menor de diez días, que puede ser reducido si existe conformidad del presidente
y las partes. No existe término ad-quem como en Córdoba (CPP Nación, art.
359).

3. DISCUSIÓN SOBRE EL VALOR INTERRUPTOR DE LA PRESCRIPCIÓN DE


LA ACCIÓN PENAL DE CIERTOS ACTOS PRELIMINARES DEL JUICIO. LA
JURISPRUDENCIA DE LA SALA PENAL DEL TSJ CÓRDOBA Y DE LA CÁMARA
NACIONAL DE CASACIÓN PENAL
De conformidad al artículo 67, cuarto párrafo, del Código Penal, la
prescripción del acción penal se interrumpe por secuela del juicio (según Ley
Nacional N° 25.188).
La doctrina se ha esforzado por determinar el significado de la expresión,
sin que hasta la fecha exista una posición unívoca en el país en relación a la
manda penal.
Entre las interpretaciones jurisprudenciales se destacan la tesis amplia
–sostenida fundamentalmente por la Cámara Nacional de Casación Penal– y la

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tesis procesalista o restrictiva –defendida por el Tribunal Superior de Córdoba–.
Entre los doctrinarios, en los últimos tiempos, se han esbozado dos
nuevas tesis referidas a la temática: la hiperlimitada –defendida por Pastor– y la
de Eugenio R. Zaffaroni, de la que nos hemos hecho eco.

A. Tesis amplia
La Cámara Nacional de Casación Penal recepta la tesis amplia. Según
el Alto Tribunal, la palabra juicio que contiene la expresión analizada debe
entenderse como proceso, abarcando dicho término la investigación penal
preparatoria (o instrucción) más el juicio propiamente dicho. Es por esto que
cualquier acto (esencialmente de carácter jurisdiccional) que se desarrolle a
partir de la imputación, significativo de una actividad en pos de la evolución
del proceso hacia la sentencia definitiva, debe entenderse como interruptivo de
la prescripción de la acción penal (v.gr., auto de procesamiento; elevación de
la causa a juicio). Para esta tesis la voz secuela es propia del argot forense, y
mediante ella se hace alusión a actos del procedimiento (véase Cámara Nacional
de Casación Penal in re “Patat”, Sala III, Causa N° 241, Res. 13/2/95).

B. Tesis procesalista o restringida


Nuestro más alto Tribunal Provincial ha dicho 10: «La prescripción
debe interrumpirse frente a la secuela del juicio considerado este en sentido
restrictivo.
«Ello es así porque ese vocablo encuentra su exacto sentido y alcance
en la ley procesal que rige el caso, desde que bien se ha señalado que es un
principio aceptado el de que cuando la ley penal se refiere a conceptos propios
de otra rama jurídica, el intérprete debe buscar en esta lo que ese concepto es.
«El juicio plenario es la base esencial del proceso que se realiza a base
de una acusación, en forma contradictoria y prevalentemente oral, pública y
continua, que tiene por fin la defensa material del acusado, la recepción de las
pruebas pertinentes y útiles, la plena discusión del Fiscal y de las partes y la
decisión jurisdiccional definitiva sobre el fundamento de las pretensiones que se
han hecho valer mediante las acciones ejercidas.
«La modificación introducida por el art. 1° de la ley 13.569 al Código
Penal obedeció a la finalidad de poner término a las maniobras y artimañas
de leguleyos puestas en juego en los procesos penales, dilatando hasta varios
años su tramitación con el deliberado propósito de lograr que la acción penal
prescribiese antes de que se dictara sentencia; esas maniobras precisamente
eran las más utilizadas en la etapa instructoria. Pero, aceptar por ello que la
noción de secuela de juicio se refiere a este sentido irrestricto implicaría que,
subordinando la decisión a una interpretación teleológica, se dejara de lado una
más acabada satisfacción de los principios de legalidad de la represión y del
debido proceso (art. 18 C.N.).
«Es que en orden al primero de esos principios resulta que ampliar
la idea del “juicio” en sentido de proceso total, importaría, de manera clara,
extender, en contra de la noción legal que suministra la ley procesal, su
contenido.
«En cuanto al segundo de los principios señalados, ocurre que la
interpretación que sostenemos atiende mejor al derecho del acusado de obtener
una resolución definitiva de su situación frente a la ley y a la sociedad, que
ponga término del modo más breve a la incertidumbre y a la restricción de la
libertad que comporta el enjuiciamiento penal.
«Ahora bien, no cualquier acto dentro del juicio es la secuela interruptiva
de la prescripción, sino sólo aquellos que, emanados del órgano jurisdiccional,
adoptados por propia iniciativa o a requisición fiscal o petición de las partes,
importen la prosecución activa del procedimiento y se encaminen a su desenlace
normal: la sentencia.

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«Más precisamente: debe tratarse de un acto persecutorio que cause
impulsión del procedimiento, el que mueva la maquinaria procesal activando
sus consecuencias, de modo que mantenga su vitalidad y prosiga su desarrollo
como efecto dinámico del acto mismo, lo que requiere la acción efectiva del
órgano jurisdiccional dictando sus decisiones impulsivas del procedimiento del
juicio penal.
«Por ello, los actos procesales del Ministerio Fiscal y de las partes no
son secuelas del juicio, desde que no actúan directamente sobre el proceso, ni
mueven su máquina funcional; se dirigen al Tribunal y necesitan ser traducidos
por este en actividad procesal para ejercer influencias sobre el juicio y su
desarrollo.
«En tal sentido, y a modo de ejemplo, puede decirse que son actos de
secuela del juicio: la citación a juicio, el decreto que ordena una instrucción
suplementaria, la designación de audiencia del debate, las resoluciones
ordenatorias sobre la unión y separación de juicios, la realización del debate, la
sentencia y la lectura de sus fundamentos».

C. La tesis de Daniel Pastor


Para este autor, a partir de la modificación del Código Procesal Penal de
la Nación en 1990, reforma que recepta el sistema inquisitivo reformado, debe
estimarse la palabra juicio como plenario, vale decir, como segunda etapa del
proceso penal. Sin embargo, restringe aún más la tesis vigente en la provincia
de Córdoba. Para él los únicos actos constitutivos de secuela de juicio son la
citación a juicio (CPP Nación, art. 354), primer acto del procedimiento principal
dictado por el presidente del Tribunal, y la lectura de la sentencia definitiva
condenatoria (CPP Nación, art. 400), último acto significativo del juicio dictado
por el Tribunal 11.

D. La tesis de Eugenio Raúl Zaffaroni


Según este doctrinario, a partir de una interpretación literal de la palabra
secuela como sinónimo de consecuencia y un concepto de juicio semejante
al de Francesco Carrara, quien hablaba de juicio como procedimiento exterior
destinado a lograr un juicio subjetivo y lógico (sentencia), estima que la única
secuela de juicio es la sentencia 12. Nosotros 13 nos hemos hecho eco de tal
interpretación, considerando que secuela de juicio es la sentencia condenatoria
no firme.

c) El juicio (continuación)

1. El debate oral: Dirección. Apertura. Cuestiones preliminares. Incidentes.


Asistencia y representación del imputado. Declaración del imputado. Facultades
del imputado. Ampliación de la acusación. Hecho diverso. Reglas para la
recepción de la prueba. Reglas para el interrogatorio. Preguntas inadmisibles.
Excepciones a la oralidad: lectura de declaraciones testificales, actas y
documentos. Posibilidad de introducción de nuevas pruebas. Discusión final.

A. El debate oral:
Desde un punto de vista objetivo, el debate es un acto procesal complejo,
que se integra con una serie coordinada de actos procesales singulares, que
constituye un todo idealmente indivisible, ya sea desde el punto de vista de los
medios como de sus fines.
Desde el punto de vista subjetivo, el debate se constituye en uno de
los momentos principales o culminantes de la relación jurídica procesal, en el
que los sujetos del proceso receptan potestades y deberes, sin duda de fácil
distinción a las atribuidas en otras etapas y fases del proceso 14.

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B. Dirección
El presidente del Tribunal (o el Juez en lo Correccional o integrante de
la Sala Unipersonal) es el encargado de dirigir el debate, hacer las advertencias
legales, recibir los juramentos y declaraciones y moderar la discusión, impidiendo
derivaciones impertinentes o que no conduzcan al esclarecimiento de la verdad,
sin coartar por esto el ejercicio de la acusación y la libertad de la defensa (CPP,
art. 381).

C. Apertura
El día y hora fijados para el comienzo del debate, el Tribunal se
constituye en la Sala de Audiencias. Después de verificar la presencia del Fiscal
(de Cámara o Correccional), de las partes y sus defensores, y de los testigos,
peritos e intérpretes que deban intervenir, el Presidente declara abierto el debate
(CPP, art. 188, inc. 2°). Advierte al imputado que esté atento a lo que va a oír y
ordena la lectura de la acusación (CPP, art. 355 y 358) (CPP, art. 382).

D. Cuestiones preliminares
Inmediatamente después de abierto por primera vez el debate, se
pueden deducir, bajo pena de caducidad, las nulidades a que se refiere el inciso
2 del artículo 188, vale decir, aquellas producidas durante los actos preliminares
del juicio.
Las cuestiones referentes a la incompetencia por razón de territorio, a la
unión o separación de juicio, a la admisibilidad o incomparecencia de testigos,
peritos o intérpretes y a la presentación o requerimiento de documentos, pueden
plantearse en la misma oportunidad, con igual sanción, salvo que la posibilidad
de proponerlas no surja sino en el curso del debate (CPP, art. 383).

E. Trámite de los incidentes


Todas las cuestiones incidentales serán tratadas en un solo acto, a
menos que el Tribunal resuelva hacerlo sucesivamente o diferir alguna, según
convenga al orden del proceso.
En la discusión de las cuestiones incidentales, el Fiscal y el defensor
de cada parte hablarán solamente una vez, por el tiempo que establezca el
Presidente (CPP, art. 384).

F. Asistencia y representación del imputado


El imputado debe asistir a la audiencia libre en su persona, sin perjuicio
de la vigilancia y cautela necesarias que se dispongan para impedir su fuga o
violencia.
Si después del interrogatorio de identificación (260.385) el imputado
deseara alejarse de la audiencia, se procede en lo sucesivo como si estuviera
presente, será custodiado en una sala próxima y para todos los efectos será
representado por el defensor. Si su presencia fuera necesaria para practicar
algún acto, puede ser compelido por la fuerza pública.
Cuando el imputado se encuentra en libertad, la Cámara puede ordenar
su detención para asegurar la realización del juicio (CPP, art. 375).

G. Declaraciones del imputado


Después de la apertura del debate o de resueltas las cuestiones
incidentales en el sentido de la prosecución del juicio, el Presidente recibirá
declaración al imputado conforme a los artículos 259 y siguientes, bajo pena de
nulidad, y le advertirá que el debate continuará aunque no declare.
Si el imputado se negara a declarar o incurriera en contradicciones,
las que se le harán notar, el Presidente ordena la lectura de las declaraciones
prestadas por aquel ante los Jueces de Instrucción, de Menores y de Paz o ante
el Fiscal de Instrucción, siempre que se hubieran observado las normas de la

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investigación.
Cuando hubiese declarado sobre el hecho, se le pueden formular
posteriormente en el curso del debate, preguntas destinadas a aclarar sus
manifestaciones (CPP, art. 385).

H. Declaración de varios imputados


Si los imputados fueran varios, el Presidente puede alejar de la Sala de
Audiencia a los que no declaren, pero después de todas las declaraciones debe
informarles sumariamente de lo ocurrido durante su ausencia (CPP, art. 386).

I. Facultades del imputado


En el curso del debate, el imputado puede hacer todas las declaraciones
que considere oportunas –incluso si antes se hubiese abstenido– siempre que
se refieran a su defensa. El Presidente debe impedir cualquier divagación y, si
persistiere, incluso puede alejarlo de la audiencia.
El imputado puede hablar también con su defensor sin que por esto la
audiencia se suspenda, pero no puede hacerlo durante su declaración o antes
de responder a preguntas que se formulen.
Nadie le puede hacer sugestión alguna (CPP, art. 387).

J. Ampliación del requerimiento fiscal


El Fiscal debe ampliar la acusación si de la investigación o del debate
resultare la continuación del delito atribuido o una circunstancia agravante no
mencionada en el requerimiento fiscal.
En tal caso, con relación a los nuevos hechos o circunstancias atribuidos,
el Presidente procede, bajo pena de nulidad, conforme a lo dispuesto por los
artículos 261 y 262, e informa al Fiscal y al defensor que tienen derecho a pedir
la suspensión del debate para ofrecer nuevas pruebas (CPP, art. 363) o preparar
la acusación o la defensa.
Cuando este derecho sea ejercido, el Tribunal suspende el debate por
un término que fijará prudencialmente, según la naturaleza de los hechos y la
necesidad de la acusación y la defensa, sin perjuicio de los términos máximos
de suspensión del debate (CPP, art. 374).
Regirá lo dispuesto por el artículo 365 (investigación suplementaria), no
obstante con el límite de los 15 días dispuesto por el art. 374.
El nuevo hecho que integra el delito continuado o la circunstancia
agravante sobre la que versa la ampliación quedan comprendidos en la
imputación y el juicio (CPP, art. 388).

K. Hecho diverso
Si del debate resulta que el hecho es diverso del enunciado en la
acusación, el Tribunal dispone, por auto, correr vista al Fiscal de Cámara para
que proceda con arreglo a lo dispuesto en el apartado anterior.
Si el Fiscal discrepa con el Tribunal al respecto, la sentencia decidirá
sobre el hecho contenido en la acusación.
Reiniciado el debate, el trámite continúa conforme a las disposiciones
relativas a la apertura del debate, a las declaraciones del imputado, recepción
de las pruebas y discusión final (CPP, arts. 382, 385, 390 y 402) (CPP, art. 389).

L. Reglas para la recepción de la pruebas


Después de la declaración del imputado, el Presidente procede a recibir
la prueba en el orden indicado en el CPP, salvo que considere necesario alterarlo
(CPP, art. 390).

a) Normas de la investigación penal preparatoria: En cuanto sean

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aplicables y no se disponga lo contrario, se observan las normas de la
investigación penal preparatoria relativas a la recepción de la prueba (CPP, art.
391).

b) Dictamen pericial: El presidente hará leer la parte sustancial del


dictamen presentado por los peritos, y si estos hubiesen sido citados,
responderán bajo juramento, salvo los peritos de control, a las preguntas que se
les formularen.
El Tribunal puede disponer que los peritos presencien los actos del
debate (CPP, art. 392).

c) Testigos: En seguida, el presidente procede al examen de los testigos


en el orden que estime conveniente, comenzando por el ofendido. Después
de la declaración, serán interrogados conforme a lo previsto en el artículo
396. La parte que los propuso abrirá el interrogatorio. El artículo mencionado
dispone: Con la venia del Presidente, el Fiscal, las partes y los defensores,
pueden formular preguntas a las partes, testigos, peritos o intérpretes. Luego, el
Presidente y los Vocales pueden formular las preguntas que estimen necesarias
para la mejor comprensión de la declaración (CPP, art. 396).
Antes de declarar, los testigos no pueden comunicarse entre sí ni
con otras personas, ni ver, oír o ser informados de lo que ocurra en la
Sala de Audiencias. Después de hacerlo, el Presidente dispone si quedarán
incomunicados (CPP, art. 393).
El testigo o el perito que no comparece por legítimo impedimento puede
ser examinado en el lugar en que se hallare, por un Vocal. Pueden asistir,
además de los miembros del Tribunal, el Fiscal, las partes y los defensores. En
todo caso, el acta que se labre debe ser leída durante el debate (CPP, art. 394).

d) Elementos de convicción: Los elementos de convicción secuestrados


se presentarán, según el caso, a las partes y testigos, a quienes se le invita a
reconocerlos según lo dispuesto por el artículo 254 y a declarar lo que fuera
pertinente (CPP, art. 395).

LL. Excepciones a la oralidad: lectura de declaraciones testificales, actas y


documentos.
Ver unidad N° 4.

M. Posibilidad de introducción de nuevas pruebas


El Tribunal puede ordenar, a requerimiento del Ministerio Público, del
querellante o del imputado, la recepción de nuevos medios de prueba, si en
el curso del debate resultaran indispensables o manifiestamente útiles para
esclarecer la verdad sobre los extremos de la imputación delictiva.
También puede citar a los peritos si sus dictámenes resultaran
insuficientes o proceder con arreglo al artículo 241. Las operaciones periciales
necesarias se practicarán acto continuo en la misma audiencia, cuando fuera
posible (CPP, art. 400).

N. Discusión final
Terminada la recepción de las pruebas, el Presidente concederá
sucesivamente la palabra al actor civil, al Ministerio Público, al querellante
particular, y a los defensores del imputado y del demandado civil, para que en
este orden emitan sus conclusiones. No pueden leerse memoriales, excepto el
presentado por el actor civil que estuviera ausente.
El actor civil concretará su demanda con arreglo a lo previsto en el
Código Procesal Penal y limitará su alegato a los puntos concernientes a la
responsabilidad civil, conforme al art. 107 del CPP.

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El demandado civil también observará lo dispuesto para la formulación
de la contestación de la demanda en el Código Procesal Penal de la Provincia
de Córdoba.
Si intervinieran dos Fiscales o dos defensores del imputado, todos
pueden hablar dividiéndose sus tareas.
Sólo el Ministerio Público y el defensor del imputado pueden replicar.
Corresponde al segundo la última palabra. La réplica debe limitarse a la refutación
de los argumentos adversarios que antes no hubiesen sido discutidos.
En caso de manifiesto abuso de la palabra, el Presidente debe llamar la
atención al orador; si este persistiera, puede limitar prudencialmente el tiempo
del alegato, teniendo en cuenta la naturaleza de los hechos en examen, las
pruebas recibidas y las cuestiones a resolver. Vencido el término, el orador debe
emitir sus conclusiones.
La omisión implica incumplimiento de la función o abandono injustificado
de la defensa (CPP, art. 127).
En último término, el Presidente pregunta al imputado si tiene algo que
manifestar y cierra el debate.
A continuación, se establece el orden en que los miembros del Tribunal
emitirán sus votos (CPP, art. 402).

Ñ. Potestades autónomas de investigación del Tribunal de Juicio


Aun cuando, con la acentuación del principio acusatorio, se han reducido
sobremanera las posibilidades del Tribunal de Juicio de disponer la recepción
de prueba de oficio, sin embargo, quedan todavía ciertas excepciones dignas de
destacar:

a) Inspección judicial: Si para investigar la verdad de los hechos fuera


indispensable una inspección, el Tribunal puede disponerla, aun de oficio, y la
practica de acuerdo a lo que se prevé para el examen de testigos en su domicilio
(CPP, art. 399 en conc. 394).

b) Reapertura del debate: Si el Tribunal estima, durante la deliberación,


absolutamente necesario ampliar las pruebas incorporadas, puede disponer a
ese fin la reapertura del debate. La discusión queda limitada entonces al examen
de los nuevos elementos (CPP, art. 407).

2. Acta del debate: contenido. Causas de prueba compleja: grabación,


videograbación o versión taquigráfica

A. Acta del debate: contenido
El Secretario labrará un acta del debate que debe contener, bajo pena
de nulidad:
1°) El lugar y fecha de la audiencia, con mención de la hora en que comenzó y
terminó, y de las suspensiones dispuestas.
2°) El nombre y apellido de los jueces, jurados, fiscales, querellante particular,
defensores y mandatarios.
3°) Las condiciones personales del imputado y el nombre de las otras partes.
4°) El nombre y apellido de los testigos, peritos e intérpretes, con mención del
juramento y la enunciación de los otros elementos probatorios incorporados al
debate.
5°) Las instancias y conclusiones del Ministerio Público y de las partes.
6°) Otras menciones prescriptas por la ley o las que el Presidente ordenare hacer
y aquellas que solicitaren el Ministerio Público o las partes.
7°) La firma de los miembros del Tribunal, del Fiscal, defensores, mandatarios y
Secretario, previa lectura.

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B. Causas de prueba compleja
En las causas de prueba compleja, a petición de parte o cuando
la Cámara lo estimara conveniente, el Secretario resumirá al final de cada
declaración o dictamen la parte sustancial que debe tenerse en cuenta. También
puede ordenarse la grabación, video grabación o la versión taquigráfica total o
parcial del debate (CPP, art. 404).

3. Sentencia: Deliberación. Reapertura del debate. Requisitos de la sentencia.


Lectura. Sentencia y acusación: principio de congruencia. Nulidad de la
sentencia

A. Deliberación
Inmediatamente después de terminado el debate, bajo pena de nulidad,
los Jueces y Jurados que intervengan pasarán a deliberar en sesión secreta,
a la que sólo puede asistir el Secretario. El acto no puede suspenderse, bajo
la misma sanción, salvo caso de fuerza mayor o que alguno de los Jueces o
Jurados se enfermara hasta el punto de no poder seguir actuando.
La causa de la suspensión se hace constar y se informa al Tribunal
Superior. En cuanto al término de ella, rige el de la suspensión del debate (CPP,
arts. 405 en conc. con el 374).

B. Reapertura del debate


Ver punto 1; letra Ñ.

C. Requisitos de la sentencia
La sentencia debe contener:
1°) La mención del Tribunal y fecha en que se dicta; el nombre y apellido de
los Jueces, Jurados, Fiscales, partes y defensores que hubieren intervenido en
el debate; las condiciones personales del imputado, y la enunciación del hecho
que haya sido objeto de la acusación.
2°) El voto de los Jueces y Jurados sobre cada una de las cuestiones planteadas
en la deliberación, con exposición concisa de los motivos de hecho y de
derecho en que se basen, sin perjuicio de que adhieran específicamente a las
consideraciones y conclusiones formuladas por el magistrado que votara en
primer término.
Los jurados pueden adherir al voto de cualquiera de los Jueces.
3°) La determinación precisa y circunstanciada del hecho que el Tribunal estime
acreditado.
4°) La parte resolutiva, con mención de las disposiciones legales aplicadas.

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m3 actividades

m3 | actividad 1

La iniciación del juicio.

El Fiscal de Instrucción interviniente en la causa estima cumplida la investigación


preliminar y formula mediante decreto la requisitoria de citación a juicio.
Notificado este acto procesal, vence el término de ley sin que los defensores
de los imputados deduzcan oposición al mismo, quedando firme la resolución.
La causa es elevada por simple decreto a la Cámara en lo Criminal de
Octava Nominación. Estudiada la causa (inexistencia de nulidades) y clasificada
(Tribunal en pleno), se cita a juicio. Posteriormente se notifica a las partes para
que en el término de diez días ofrezcan prueba. Usted, como abogado de la
parte querellante, ofrece la prueba que hace al derecho de su cliente. En dicho
ofrecimiento de prueba, usted deberá pedir como nuevo medio de prueba,
además de los que surgen de la causa, la declaración de Ana Cortés y Carlos
Vera, la primera domiciliada en 0. Trejo N° 242, B° Centro; el segundo, en Avda.
Peyrano N° 384, B° Los Cirios, ambos de la ciudad de Córdoba, personas estas
que afirman conocer a Estanislao Piñero quien, como empleado de la sección
Avales del Banco, les habría dicho que con una pequeña “suma de dinero”
a favor de él y los sres. Arco y Reyna, podían acceder en forma breve a la
adquisición de créditos por mayor cantidad incluso que la solicitada. Por otra
parte, existen documentos secuestrados en la causa sobre los que la defensa
de Arco aduce que la firma inserta en ellos no es la de su cliente, sino apócrifa.
Por tal motivo, es indispensable una pericia para acreditar la autenticidad
de la misma, lo que usted también requiere solicitando una investigación
suplementaria. A

m3 |actividad 1 | AA

asistente académico

A más de analizar el art. 363 y los modelos respectivos, tenga en cuenta que
el ofrecimiento de prueba es un acto que el legislador ha rodeado de formas
esenciales que, de no cumplirse, pueden tornar inadmisible el acto.

m3 | actividad 2

El alegato de las partes

Usted conoce que el alegato es un acto esencialmente oral en donde las partes
analizan y valoran la prueba incorporada en el proceso, pidiendo a partir de
ello lo relativo a la pretensión ejercida en el proceso penal concreto. Pues
bien, usted sigue en el rol de abogado del querellante particular y tiene que
cumplir con el acto procesal. Atento la imposibilidad de hacerlo en forma
oral, lo realiza en forma escrita, teniendo en cuenta todas las pruebas que

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se han ido incorporando en el proceso (documentación aportada por Briones,
documentación secuestrada, declaraciones testimoniales –salvo las que excluían
la responsabilidad penal–, pericias, etc.). A

m3 |actividad 2 | AA

asistente académico

Usted deberá tener en cuenta los puntos salientes de los elementos de prueba
incorporados a la causa, acudiendo a su imaginación a fin de llenar los
intersticios sobre las distintas facetas que componen la prueba.

m3 | actividad 3

La sentencia

Luego de la recepción de la prueba y de los alegatos, llega la hora de dictar


la sentencia, acto en el cual quedará sintetizado lo más importante del proceso
penal, esencialmente de la discusión producida en el debate. Usted, ahora,
ocupa el rol del Tribunal colegiado encargado de resolver. Entre la prueba
receptada, existen tres peritos: Carlos Balbuena, Andrés Aguirre y Rodolfo
Carranza, quienes afirman que, de acuerdo a la documentación analizada, Reyna
no habría violado sus deberes funcionales; por el contrario, los habría cumplido
acabadamente, habiendo demostrado la diligencia exigida en el análisis de los
avales, sin perjuicio de que estos, a la postre, fueran inauténticos.
Atento a los datos aportados, usted absuelve a Reyna y condena a Pedro Arco
por haber incurrido en administración fraudulenta. A 1

m3 | actividad 3 | AA

asistente académico 1

Le aconsejo, como método más viable para realizar la actividad, analizar la


copia del expediente IC 1 que se encuentra adjunta al material elaborado por
la cátedra. Asimismo, incursione en la legislación relativa a redacción de la
sentencia. Por otro lado, usted deberá tener en cuenta las pautas previstas por
el Código Penal para imponer la figura penal apuntada (Parte Especial y Parte
General).

m3 | actividad 3 | IC
información complementaria 1
Expediente

Requiere citación a juicio IC 1.1

Insta sobreseimiento total IC 1.2

Sentencia IC 1.3

Expediente IC 1.4

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m3 | actividad 3 | IC
información complementaria 1.1

REQUIERE CITACIÓN A JUICIO

SR. PRESIDENTE DE LA EXCMA. CÁMARA DEL CRIMEN

El Sr. Fiscal de Instrucción del Distrito Judicial I, Turno 4°, en los


autos caratulados “Ibañez, Rosa Alejandra p.s.a. Robo en Grado de Tentativa”
Expte. Letra “T N° 07, Año 2001”, que se tramitan por ante esta Fiscalía, ante V.
E, comparece y dice:

GENERALES DEL IMPUTADO

Se sigue la presente causa en contra de Rosa Alejandra Ibañez, alias no tiene,


de veinticuatro años de edad, de estado civil soltera, de profesión empleada
doméstica, de nacionalidad argentina, que ha nacido en Córdoba Capital el día
cuatro de octubre de mil novecientos setenta y seis; domiciliado en Pasaje N° 3
N° 227 B° Villa El Libertador, que es hijo de Guillermo Ibañez, profesión jubilado,
y de Juana del Valle Diaz, Prio. N° 871.265 Secc. A.G.

RELACIÓN DE LOS HECHOS

Con fecha veintitrés de diciembre de dos mil, siendo aproximadamente


las 13:45 hs. en el local comercial denominado C&A, sito en calle San Martín N°
67 de B° Centro de esta ciudad de Córdoba, se hizo presente la imputada Rosa
Alejandra lbañez, y con propósitos furtivos, mediante la utilización de fuerza en
las cosas, esto es la rotura de el tiro izquierdo de un vestido marca Palomino
talle 6 o 7 años, de color crudo, procedió a arrancar el sensor de seguridad
que el mismo tenía. Así las cosas cuando la misma después de pasar por el
sector de cajas y abonar una mercadería que había adquirido, una vez que hubo
traspasado el sector de alarmas fue interceptada por personal de seguridad de
la firma quien al proceder al control de la misma, ya que había sido advertido
de la conducta sospechosa, encuentra dentro de la bolsa, entre la mercadería
que había abonado, un vestido marca Palomino talle 6 o 7 años, de color crudo,
el cual no había sido abonado; lo que diera motivo a la aprehensión de Rosa
Ibañez.

DECLARACIÓN DEL IMPUTADO

Al ejercer su defensa material con la debida asistencia de su abogado


defensor, la prevenida Ibañez, negó el hecho que se le imputaba y se abstuvo de
responder a preguntas de la Fiscalía (fs. 19).-

PRUEBA VALORADA

Obran en autos las siguientes pruebas: Testimonios de: Martín Miguel


Mamonde (fs. 01, 02), Ivana Stanich (fs. 08), Ana Lisa Martínez (fs. 16), Sergio
Lescano (fs. 17); Documentales: Acta de Aprehensión (fs. 03), Acta de Secuestro
de elementos (fs. 04), Croquis del lugar del hecho (fs. 05); Informativa: Informe

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Médico del imputado (fs. 12), Planilla Prontuarial de la imputada (fs. 15); y,
demás constancias de autos.

CONCLUSIÓN

Los distintos elementos de prueba que se vienen de relacionar,


válidamente incorporados a la presente causa, permiten sostener la existencia
histórica de los hechos de la manera en que fueran relatados en el presente
requerimiento y la participación responsable de la imputada Rosa lbañez, en
virtud de que cuenta la Fiscalía con el testimonio en primera medida de Ana
Martínez, la que mientras cumplía sus tareas de seguridad en C&A advierte la
presencia sospechosa de la imputada Ibañez dando aviso de esta circunstancia
a su compañera Ivana Stanich; la que se refiere a la emergencia de la siguiente
forma: avisada de la existencia de una persona de actitud sospechosa, la
imputada lbañez, espera que la misma pase por el sector de cajas abone una
mercadería que había comprado y una vez que la misma hubo traspuesto las
alarmas del local, sin que éstas se activasen, procede a controlar a la traída a
proceso, pudiendo establecer que además de elementos que había abonado
llevaba también, sin haberlo pagado, un vestido de lino marca Palomino, de color
crudo, el cual presentaba una rotura en el tiro izquierdo del mismo. En virtud de
lo mencionado se solicitó la presencia de personal policial, haciéndose presente
el agente Martín Mamonde, el que procediera a la aprehensión de Ibañez y
al secuestro de la prenda, labrándose en la oportunidad las correspondientes
actas. Encuadra el accionar de la encartada en la figura prevista para el
robo en grado de tentativa, al apoderarse con fuerza en las cosas, esto es
procediendo a arrancar el sensor de seguridad del vestido en cuestión, lo
que ocasionare la rotura del tiro de la prenda, y al tratar de abandonar el
local comercial fuera sorprendida por personal de seguridad frustrando de
esta forma su cometido, debido a razones ajenas a su voluntad. Lo expuesto
resulta concluyente desvirtuar la posición exculpatoria negativa asumida por la
imputada. Elementos de juicio suficientes para arribar a la conclusión apuntada
en primer término, conforme el grado de probabilidad que requiere esta etapa
procesal.

CALIFICACIÓN LEGAL

Rosa Alejandra Ibañez, ya filiada, deberá responder como probable


autora responsable del delito de Robo en grado de tentativa tal cual lo prescriben
los arts. 45, 164 y 42 del C. Penal.

PETITUM

Por lo expuesto y conforme lo establecido por los arts. 354 y 355 del C.
de P.P., a V.E., requiero cite a juicio a Rosa Alejandra lbañez, ya filiada, como
probable autora responsable del delito de Robo en grado de tentativa tal cual lo
prescriben los arts. 45, 164 y 42 del C. Penal.

FISCALIA, 30 de marzo de 2.001.

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m3 | actividad 3 | IC
información complementaria 1.2

INSTA SOBRESEIMIENTO TOTAL


SEÑOR JUEZ DE CONTROL:

La Fiscal de Instrucción de la Fiscalía de Primer turno del Distrito VIII, en estos


autos caratulados “CUEVAS SERGIO ALBERTO P.S.A, ROBO CALIFICADO
(EXPTE C-5I-2000)”, ante V.S. comparece y dice:

I- CONDICIONES GENERALES: Se sigue la presente causa en contra de


SERGIO ALBERTO CUEVAS, argentino, empleado, de veinte años de edad,
nacido en la ciudad de Córdoba, el día veintiséis de mayo del año mil
novecientos ochenta; hijo de Rolando Ornar Cuevas y de Mercedes Herrera con
domicilio en Calle Loreto n° 226 de Barrio Yapeyú de esta ciudad de Córdoba,
Prio. nro. 688.603 sección A.G; por el suceso que se pasa a detallar:

II-EL HECHO: El día Jueves diez de agosto del año dos mil aproximadamente
a la hora trece y en circunstancias en que Andrea Bricca, Luis Bustamante,
Gabriel Aldeco, Ariel Aldeco, Diego Brisca y Eduardo Martín se encontraban
dentro del comercio denominado “GOMERIA PUNTA NEUMATICOS”, sito en
calce Monseñor Pablo Cabrera n°2213 de Barrio parque Chacabuco de esta
ciudad, los cuatro primeros en !a parte del taller y los dos últimos en una
oficina existente en el mencionado comercio, se habrían hecho presentes
con fines furtivos, el imputado Sergio Alberto Cuevas y otro sujeto de sexo
masculino aún no identificado. En dichas circunstancias, el imputado Sergio
Alberto Cuevas, quien habría portado un arma de fuego, probablemente un
revolver calibre 38 con la que apuntaba a Andrea Brisca, Luis Bustamante,
Gabriel Aldeco y Arili Aldeco, les habría exigido que “se tiraran al piso, que
se quedaran callados y les entregaran las billeteras”; y les habría sustraído
seguidamente a Andrea Brisca la suma de pesos ciento cincuenta ($.150,00),
a Ariel Gustavo Aldeco su billetera, la cual contenía un carnet de conducir,
su Documento Nacional de Identidad n° 17.534.923, y las tarjetas de Crédito,
VISA, AMERICAN EXPRESS, MASTERCARD Y NARANJA, todas a nombre del
mencionado Aldeco y la suma de treinta pesos ($.30,00) al tiempo que el
otro sujeto de sexo masculino aún no identificado se dirigió hacia la oficina
en donde se encontraban Diego Bricca y Eduardo Martín, y apuntando a
este último con el arma de fuego que portaba, probablemente una pistola de
color clara, lo trasladó hacia un depósito allí existente y bajo amenazas de
muerte lo desapoderó ilegítimamente de una billetera de tela de color azul
la que contenía un carnet de conductor de Mendiolaza, una cédula federal,
un carnet de mutual, todos a nombre del mencionado Martín, novecientos
cuarenta pesos en efectivo ($940,00), un cupón de tarjeta naranja a nombre
de Carlos Perez, como así también un buzo tipo polar talle L de color azul
y arena; luego de lo cual le exigió que se tirara al piso de una pequeña
cocina existente en el local comercial, para seguidamente reunirse con el
imputado Cuevas y darse a la fuga corriendo, para luego ascender a un
automóvil Marca Chevrolet, modelo Corsa de color verde conducido por un
tercer sujeto de sexo masculino aún no identificado y huir del lugar.

III- DECLARACIÓN DEL IMPUTADO: SERGIO ALBERTO CUEVAS en


oportunidad de ejercer su defensa material ante este Ministerio (fs. 53/54/55),
optó por negar el hecho que se le atribuía y se abstuvo de seguir prestando
declaración, manifestaciones que fueron realizadas en presencia de su abogada
defensora, Ia Dra. Graciela Diaz.-

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IV- PRUEBA VALORADA: Durante la Investigación Fiscal Preparatoria practicada
se han colectado los siguientes elementos probatorios:
Testimoniales Of. Ayte Marcos Adolfo Guevara (fs.01/02), Eduardo Martin (fs.05
y 70), Ariel Gustavo Aldeco (fs.06), Andrea Graciela Bricca (fs.07), Enrique Jorge
Saldaño (fs.15), Lucas César Rodríguez (fs.36), Roque Antonio Paez (fs.38), Héctor
Ricardo Galván (fs.44), Diego Enrique Bricca (fs.68/69), Gabriel Alfredo Aldeco
(fs.97/98), Héctor Ricardo Galvan (fs.119);DOCUMENTAL-INSTRUMENTAL E
INFORMATIVA: Croquis lugar del hecho (fs.03), Reconocimiento fotográfico del
imputado Cuevas (fs.8 a 14), Acta de Inspección Ocular vivienda allanada (fs.16),
Croquis Casa del imputado (fs.17), Informe Servicio Penitenciario Provincial
(fs.19), Planilla Prontuarial (fs.20, 33 y 41), Solicitud orden de allanamiento
(fs.22), Decreto de detención y Secuestro (fs.23), orden de allanamiento
diligenciada (fs.24 a 26), Informe Técnico Médico n° 018573 (fs.31), Pericia
psiquiátrica del imputado Cuevas n°2057/00 (fs.64/65/66), Reconocimiento de
Cosas (fs.84; 87 y 100/101), Reconocimiento de personas (fs.85/86; 88/89;
102/103); Certificado antecedentes (fs.106) y siete tomas fotográficas remitidas
por la Dirección de Policía Judicial, sección Fotografía legal (fs.107), certificado
(fs.112) y demás constancias obrantes en autos.

V) CONCLUSIÓN: Del análisis de la prueba reseñada supra surge que, si bien


con los elementos de juicio incorporados hasta aquí, se ha logrado acreditar la
existencia material del hecho denunciado, no sucede lo propio, hasta el momento
respecto a la participación responsable del encartado Sergio Alberto Cuevas
con el grado de probabilidad exigido para la etapa en que nos encontramos.
Én cuanto a la existencia histórica del hecho en estudio, y las circunstancias de
como se sucedió el mismo, podemos afirmar, que el mismo aconteció sin
lugar a dudas, toda vez que son contestes los testimonios receptados de
las personas damnificadas en el presente hecho, Diego Enrique Bricca, Ariel
Gustavo Aldeco, Gabriel Aldeco, Eduardo Martin, Andrea Gabriela Bricca y Luis
Bustamante, quienes hicieron referencia a la irrupción de dos delincuentes y
del proceder ilegítimo de estos relatando pormenorizadamente, cada una de
las circunstancias de tiempo, modo y lugar. Puede afirmarse, en consecuencia,
con la probabilidad requerida, que para la presente etapa en la que nos
encontrarnos, el hecho tuvo, efectivamente, realización material. En lo que
hace a la participación responsable en el hecho del encartado Sergio Alberto
Cuevas,
advertimos que la misma no ha sido posible acreditarla con elementos de prueba
independiente, En efecto en el transcurso de la presente investigación, solamente
contamos con el reconocimiento en álbum fotográfico y de personas realizado
por tres de las seis personas mencionadas precedentemente, en este caso
una de ellas, la damnificada Andrea Gabriela Bricca respecto a la persona
del imputado Cuevas a fs. O8 de autos, en ocasión de llevarse a cabo un
reconocimiento fotográfico, lo sindicó: “ ...es el que tenía el revolver... “Es
de tener en consideración que posteriormente a este señalamiento, la testigo
referida, al realizar el reconocimiento en rueda de personas y estando
posicionado como n°2, el imputado Cuevas (fs. 102/103) manifestó: “ Están
distintos a los de la foto. El numero dos es mas o menos parecido. No estoy
segura. Es el que se parece mas a la cara que yo vi en el negocio, pero no estoy
segura. Fue el que me apuntó... “. En tanto, Ariel Gustavo AIdeco, el segundo
testigo que realizó un reconocimiento fotográfico, en ocasión de llevarse a
cabo el mismo, (fs.09) manifestó “:..que las fotografías...son de muy similares
características del sujeto que portaba el revolver, pero en la foto está con el pelo
más corto. “. Posteriormente, el mismo testigo, en ocasión de llevarse adelante
reconocimiento en rueda de personas (fs.85/86), y estando posicionado el
imputado Cuevas como n°3, el mencionado Aldeco, manifestó: “ No estoy

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completamente seguro corno lo dije antes, pero me parece que es el n°3. Fue
el que me encaró y me hizo tirar al suelo. Miraba para afuera y para adentro
del comercio. Tiene el mismo tipo de pelo. No estoy seguro”. A preguntas de
la Dra.Diaz, abogada defensora del imputado Cuevas en relación a lo que el
reconociente dijo “como lo dije antes” el testigo respondió: que lo dijo antes,
ya que en ocasión de llevarse a cabo el reconocimiento fotográfico, dijo lo
mismo, que no estaba completamente seguro”. También contamos en autos
con el reconocimiento en rueda de personas, que otra de los testigos, Luis
Bustamante, realizó del imputado Cuevas no pudiendo reconocer en la misma
a ninguna de las personas que perpetraron el hecho. A tales consideraciones,
señaladas supra, debe agregársele, la circunstancia de que ninguna de las otras
tres personas presentes el día del suceso delictuoso, esto es, Diego Bricca,
Gabriel Aldeco, Eduardo Martin se encontraban en condiciones de reconocer
a las personas que ingresaron el día 10/08/2000 al comercio Punta Neumáticos
(ver fs.68/69, 70 y 97.).Otro elemento a tener en consideración, lo da el Acta
de Allanamiento realizado en el domicilio del imputado Cuevas (fs.24) donde no
se logró el secuestro de armas de fuego pero si de vestimentas que pudieron
haber vestido los delincuentes el día del hecho sub-examen. A raíz de ello, este
Ministerio ordenó practicar reconocimiento de objetos por parte de los testigos
en condiciones para ello, esto es Andrea Gabriela Bricca, Ariel Aldeco y Luis
Bustamante, teniendo los mismos resultados negativos (fs.84, 87 y 100/7_01).
Como corolario de lo relatado precedentemente, y en apoyo de la presente
solicitud, debe tenerse en cuenta el criterio sustentado por la Excma. Cámara de
Acusación, en autos caratulados “NEYRA, Miguel Enrique y otros p.ss.aa. Robo
Calificado reiterado” – auto n°47 de fecha 16/03/89, Secretaria n°2, como asi
también en autos caratulados: “QUEVEDO, Oscar Ariel p.s.a.Robo Calificado”
- Auto n°26 de fecha 24/03/2000, en donde se expresó, a pesar de no resultar
novedoso para dicho Tribunal, que siendo la única y principal fuente de prueba
cargosa en orden a la participación que habría tenido el imputado en el ilícito, el
señalamiento del damnificado, el mismo no es suficiente para considerar como
probable la presunta participación del mismo en el evento delictivo. Tal criterio
sustentado, se adecua al presente hecho, toda vez que no surge otra prueba
independiente, a más de la sindicación no del todo contundente por cierto,
de parte de los testigos Andrea Bricca y Ariel Aldeco. La prueba hasta aquí
colectada, conforma un cuadro fáctico que resulta insuficiente para atribuir la
probable participación del encartado en el hecho que se investiga.- Por todo
ello, estimando agotada la investigación, en cuanto se refiere a la participación
de SERGIO ALBERTO CUEVAS este Ministerio Fiscal solicita a V.S. dicte
sobreseimiento TOTAL en !a presente causa, en favor del encartado SERGIO
ALBERTO CUEVAS, respecto del hecho -CO-AUTOR DE ROBO CALIFICADO-
que se le atribuía. (arts.348 y 350 inc.1° segundo supuesto del C.P.P y art.166
inc.2 en función del art.164 del C.P.).
VI-PETITUM: por todo lo expuesto este Ministerio Fiscal solicita a V. S. Dicte
sobreseimiento TOTAL en la presente causa a favor de SERGIO ALBERTO
CUEVAS, ya filiado, por el delito de ROBO CALIFICADO (art.166 inc 2° en
función dei art.164 del C.P.) que se le atribuye, conforme lo preceptuado por los
art. 321, 328, 348, 350 inc.1° segundo supuesto supuesto del C.P.P.-

Fiscalía 26 de Octubre de 2000


Dora María Inés Espinosa
Fiscal de Instrucción

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Córdoba, veintiuno de diciembre de dos mil.

Y VISTA: La presente causa caratulada “CUEVAS, SERGIO ALBERTO P.S.A.


ROBO CALIFICADO”, Expte. N° C-81-00 a fin de resolver la situación legal de
SERGIO ALBERTO CUELLO, argentino, soltero, empleado, hijo de Rolando Omar
y de Mercedes Herrera, nacido en la ciudad de Córdoba el 26 de mayo de
1980, domiciliado en calle Loreto n° 226 de B° Yapeyú de esta ciudad, DNI n°
28.268.624, Prio. N° 688.603 A.G.
DE LA QUE RESULTA: EL HECHO: El día 10 de agosto de dos mil, y siendo
las 13 hs. aproximadamente, en circunstancias en que Andrés Bricca, Luis
Bustamante, Gabriel Aldeco, Ariel Aldeco, Diego Bricca y Eduardo Martín se
encontraban dentro del comercio denominado “Gomería Punta Neumáticos”, sito
en calle Monseñor Pablo Cabrera n° 2213 de barrio Parque Chacabuco de esta
ciudad, los cuatro primeros en la parte del taller y los dos últimos en una oficina
existente en el mencionado comercio, se hicieron presentes con fines furtivos, el
imputado Sergio Alberto Cuevas y otro sujeto de sexo masculino que no pudo
ser individualizado por la Fiscalía de Instrucción. En dichas circunstancias, el
imputado Sergio Alberto Cuevas, portando un arma de fuego, probablemente
un revolver calibre 38 con la que apuntaba a Andrea Bricca, Luis Bustamante,
Gabriel Aldeco y Ariel Aldeco, les exigió que “se tiraran al piso, que se quedaran
callados y les entregaran las billeteras sustrayéndole seguidamente a Andrea
Bricca la suma de pesos ciento cincuenta ($.150,00), a Ariel Gustavo Aldeco su
billetera, la cual contenía un carnet de conducir, su DNI y las tarjetas de Crédito,
VISA, AMERICAN EXPRESS, MASTERCARD Y NARANJA, todas a nombre del
mencionado Aldeco y la suma de treinta pesos ($.30,00) al tiempo que el otro
sujeto de sexo masculino aún no identificado se dirigió hacia la oficina en donde
se encontraban Diego Bricca y Eduardo Martín, y apuntando a este último
con el arma de fuego que portaba, probablemente una pistola de color clara,
lo trasladó hacia un depósito allí existente y bajo amenazas de muerte lo
desapoderó ilegítimamente de una billetera de tela de color azul la que contenía
un carnet de conductor de Mendiolaza, una cédula federal, un carnet de mutual,
todos a nombre del mencionado Martín, novecientos cuarenta pesos en efectivo
($940,00), un cupón de tarjeta naranja a nombre de Carlos Perez, como así
también un buzo tipo polar talle L de color azul y arena; luego de lo cual le exigió
que se tirara al piso de una pequeña cocina existente en el local comercial, para
seguidamente reunirse con el imputado Cuevas y darse a la fuga corriendo, para
luego ascender a un automóvil Marca Chevrolet, modelo Corsa de color verde
conducido por un tercer sujeto de sexo masculino aún no identificado y huir del
lugar.

Y CONSIDERANDO:
I. DECLARACIÓN DEL IMPUTADO: Que al momento de ejercer su defensa
material, el sometido a proceso SERGIO ALBERTO CUEVAS a fs. 53/55,
en presencia de su abogado defensor, negó el hecho que se atribuye y
se abstuvo de prestar declaración.
II. PRUEBA VALORADA: Que durante la Investigación Fiscal Preparatoria
se ha colectado el siguiente elemento probatorio: TESTIMONIALES:
Of. Ayte. Marcos Adolfo Guevara (fs.01/02), Eduardo Martín (fs.05 y
70), Ariel Gustavo Aldeco (fs.06), Andrea Gabriela Bricca (fs.07),
Enrique Jorge Saldaño (fs.15), Lucas César Rodríguez (fs.36), Roque
Antonio Paez (fs.38), Héctor Ricardo Galván (fs.44), Diego Enrique
Bricca (fs.68/69), Gabriel Alfredo Aldeco (fs.97/98), Héctor Ricardo
Galvan (fs.119);DOCUMENTALES: Croquis lugar del hecho (fs.03),
Reconocimiento fotográfico del imputado Cuevas (fs.8 a 14), Orden
de allanamiento (fs.24/26), Pericia psiquiátrica del imputado Cuevas
(fs.64/66), Acta de Reconocimiento de persona (fs.85/86; 88/89; 102/103),

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Planilla Prontuarial del encartado Sergio Alberto Cuevas(fs. 20,33,41) y
demás constancias de autos.

III. CALIFICACIÓN LEGAL: Que el prevenido SERGIO ALBERTO CUEVAS


se le atribuye la comisión del delito de Robo Calificado (arts. 45 y 166
inc. 2° del C.P.)
IV. Que el SR. Fiscal en su dictamen de fs. 120/124 insta el sobreseimiento
Total de la presente causa a favor del prevenido conforme a lo previsto
por el art. 348 y 350 inc.1° segundo supuesto del C.P.P., en virtud de
que si bien con los elementos de juicio incorporados se ha acreditado
la existencia material del hecho, no así en cambio la participación
responsable del encartado en el mismo (fs. 122) en efecto, sostiene
el representante del Ministerio Público que solamente cuenta con el
reconocimiento fotográfico y de personas efectuadas por tres de los seis
damnificados. Los cuales dos de ellos fueron dubitativos y el restante
negativo (fs. 123 y 123 vta.). Asimismo, sostiene el Sr. Fiscal que no
se logró el secuestro de armas de fuego y que el reconocimiento de
objetos –vestimentas- también dio resultado negativo. Motivo por el cual
sostiene que la prueba reunida es insuficiente para considerar como
probable la participación del imputado en el ilícito. Ya que no surgen
autos otra prueba independiente a más de la sindicación no del todo
contundente del prevenido (fs. 124).
V. Que el suscripto comparte plenamente el criterio sustentado por el Sr.
Fiscal a fs. 120/124, toda vez que si bien la prueba colectada en esta
etapa procesal es suficiente para acreditar con el grado de probabilidad
exigido la existencia del hecho atribuido al encartado, no así en cambio
para tener A Sergio Alberto Cuevas como partícipe en el mismo. En
efecto, respecto a la existencia histórica del hecho en estudio y las
circunstancias de tiempo, lugar y modo, el mismo resulta corroborado
por los testimonios con testes de las personas damnificadas receptadas
en la presente instrucción – ver declaraciones de Diego y Andrés Bricca,
Ariel y Gabriel Aldeco, Eduardo Martín y Luis Bustamante- lo cual prueba
la efectiva realización material del hecho bajo examen. En cambio, en
lo que hace a la participación del imputado Sergio Antonio Cuevas,
las probanzas de autos resultan insuficientes para endilgarle al mismo
la autoría del hecho de referencia. En efecto, el incoado Cuevas fue
sindicado como uno de los autores del atraco al ser individualizado por
tres de los testigos mencionados precedentemente. En efecto, Andrea
Gabriel Bricca y Gustavo Ariel Aldeco reconocieron a Cuevas como
uno de los asaltantes identificándolo con el que tenía el revólver (ver
fs 08 y 09 respectivamnete). Posteriormente a este señalamiento, al
realizar el reconocimiento en rueda de personas, ambos testigos si
bien identificaron a Cuevas con la persona que habían sindicado en el
reconocimiento fotográfico, la misma no fue del todo contundente. Toda
vez que Andrea Bricca manifestó –estando posicionado Cuevas en el 2°
lugar de la rueda- que el N° 2 era más o menos parecido, que se parecía
a la cara que vi en el negocio, que fue el que la apuntó, pero que no
estaba segura (fs. 103), en tanto que Aldeco expresó –posicionado el
imputado en el tercer lugar de la rueda- que le parecía que era el N° 3 el
que lo encaró y lo hizo tirar al suelo, pero que no estaba completamente
segura, al igual, que al realizare l reconocimiento fotográfico(fs. 86).
Así mismo, es dable tener en cuenta que otros testigos del suceso
investigado, Luis Bustamente, no pudo reconocer al practicarse un
reconocimiento en rueda de personal al prevenido, como algunas de
las personas que perpetraron el atraco –ver fs. 89 vta.-. A ello debemos
agregar que conforme lo manifestaron los restantes testigos – Diego

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Bricca, Gabriel Aldeco, y Eduardo Martín- ninguno de ellos se encontraba
en condiciones de reconocer e identificar a los maleantes (fs. 68 vta. 70 y
97 vta.) A lo relatado precedentemente hay que sumarle la circunstancia
que allanado el domicilio del encartado, el mismo arrojó resultado
negativo con relación al secuestro de armas de fuego, pero positivo
respecto a vestimentas que el mismo pudo utilizar el día del hecho(fs.
24). A consecuencia de ello, el Sr. Fiscal dispuso que se practicara
un reconocimiento de objetos por parte de los testigos que están en
condiciones para ello – Andrea Bricca, Ariel Aldeco y Luis Bustamante-,
arrojando los mismos resultados negativos (fs. 84,87 y 100/101). En
consecuencia, no surge en autos otra prueba independiente que acredite
la participación responsable del prevenido Sergio Alberto Cuevas en
el hecho que se atribuye, reduciéndose las probanzas de autos a la
sindicación no del todo convincente de solamente dos de los testigos
–Andrea Bricca y Ariel Aldeco-, lo cual a criterio del suscripto resulta
insuficiente para tener al prevenido como partícipe en el evento que se le
enrostra, correspondiendo dictar el sobreseimiento total de la presente
causa a favor de SERGIO ALBERTO CUEVAS por el hecho que se le
atribuye en autos, calificado legalmente como robo Calificado(arts. 45 y
166 inc. 2° del C.P.), a tenor de lo dispuesto por los arts. 348 y 350 inc.
1°, primer supuesto del C.P.P.. por lo expuesto y normas legales citadas.
RESUELVO: Disponer el Sobreseimiento Total de la presente causa a
favor de SERGIO ALBERTO CUEVAS, ya filiado, por el delito que se le
atribuye en autos calificado legalmente como Robo Calificado (arts. 45 y
166 inc. 2° del C.P.) a tenor de lo preceptuado por los arts. 348 y 350 inc.
1°, segundo supuesto del C.P.P. –PROTOCOLÍCESE Y NOTIFÍQUESE-.

Eduardo Barrios
Juez

Esteban Ignacio Díaz


Secretario

Juzgado de Control N° 5
Poder Judicial
Córdoba

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m3 | actividad 3 | IC
información complementaria 1.3

SENTENCIA NÚMERO: SIETE

Córdoba, veintitrés de Julio de mil novecientos noventa y nueve.- Y VISTA: Esta


causa “V-1/92”, a fin de resolver la situación legal de ROSA MABEL VILLEGAS:
argentina, con instrucción, empleada doméstica, nacida en Las Achiras, Depto.
San Javier, Pcia. de Córdoba, el cinco de Abril de 1.973, hija de Raúl y Lucía
Herminia Romero (o Romera), Prontuario N° 477.126, Sección A.G..- DE LA QUE
RESULTA: conforme a la Requisitoria Fiscal de fs. 82, se le atribuye a Rosa
Mabel Villegas el siguiente hecho: El catorce de Noviembre de 1991, entre las
21:00 y 22:00 horas, la acusada Rosa Mabel Villegas que se encontraba en avan-
zado estado de gravidez y ocultaba a terceros, se retiró de la casa de Gloria
Lidia Linares, sito en calle Güemes 477, B° Villa Domínguez, de la ciudad de Villa
Carlos Paz de esta Pcia., donde se desempeñaba como empleada doméstica,
para dirigirse hasta una obra en construcción, contigua al domicilio antes men-
cionado, lugar donde inmediatamente después de dar a luz una criatura de sexo
masculino, encontrándose bajo influencia de su estado puerperal y para ocultar
su deshonra por ser soltera, intentó dar muerte a su hijo recién nacido, enter-
rándolo en un pozo de aproximadamente 80 cms. de diámetro y 20 cms. de
profundidad, a la intemperie -en temperatura relativamente baja-, cubriéndole
la cabeza y la espalda con escombros, una mitad de bloque de cemento con
arena, tras lo cual regresó a la mencionada casa de su patrona, aduciendo haber
estado con una amiga, sin que lograra consumar su propósito, debido a que los
llantos del niño fueron escuchados por Mirna Andrea Linares y su madre Gloria
Lidia Linares, avisando ésta a la autoridad policial, la que entre las 23:30 y las
24:00 horas aproximadamente, logró encontrar al bebé aún con vida, dándose
de inmediato intervención médica.- Y CONSIDERANDO: Que el hecho imputado
a Rosa Mabel Villegas ha sido calificado legalmente de conformidad a lo esta-
blecido por los Arts. 42 y 81 inc. 2° del Código Penal.- Que los elementos de
convicción reunidos en el proceso autorizan dicho encuadramiento y permiten
comprobar la causa extintiva de la pretensión penal por el transcurso del tiempo,
pues desde que tuvo lugar el evento hasta la fecha ha transcurrido con exceso el
término de la pena señalada en el Art. 62 inc. 2° del citado texto legal, el que no
aparece interrumpido por la comisión de otro delito ni por la secuela de juicio,
según se desprende de la Planilla Prontuarial de fs. 87, del informe del Registro
Nacional de Reincidencia de fs. 88 y de las constancias de autos.- Corresponde
en consecuencia declarar prescripta la acción penal emergente del delito que se
le atribuye a la encartada, en orden a lo dispuesto por los Arts. 62 y 59 inc. 3°
del Código Penal y 438, 350 inc. 4° y 370 del C. P. P. .- Por lo expuesto y normas
legales citadas, SE RESUELVE: Sobreseer a Rosa Mabel Villegas por el delito
de tentativa de infanticidio que le atribuía la Requisitoria Fiscal de elevación a
juicio, Arts. 92 y 81 inc. 2° del Código Penal, por Prescripción de la acción penal.-
PROTOCOLICESE, HALASE SABER Y DESE COPIA.

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