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PARA ENCENDER LA VELA DE LA

“CORONA DE ADVIENTO”
Después del saludo y el canto de un estribillo apropiado, se enciende la vela de la “Corona de Adviento” y se acompaña con una
oración que haga presente la esperanza de María. Alguien de la asamblea, o el propio celebrante, enciende un cirio de la “Corona
de Adviento”. Entre tanto, se puede cantar otra estrofa del canto de entrada.

Primer domingo de Adviento: ¡Vigila!


RITO DE LA “CORONA DE ADVIENTO”:
Ahora encenderemos el primer cirio de la “Corona de Adviento”, en nuestro
camino hacia la Navidad. Encendemos, Señor, esta luz, como aquél que
permanece vigilando, en vela, esperando para salir el encuentro del Señor que
viene.
Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen
En esta primera semana de Adviento, queremos estar atentos y preparados,
como María, para acoger al mensajero que nos trae la mejor noticia, la más
profunda y la alegría más verdadera.
¡Ven, Señor Jesús! ¡Ven, Señor Jesús!

Segundo domingo de Adviento:


¡Prepárate!
RITO DE LA “CORONA DE ADVIENTO”:
Ahora encenderemos dos cirios de la “Corona de Adviento”, en nuestro camino
hacia la Navidad.
Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel y los pobres del
mundo anhelan la liberación. En María se acumulan las esperanzas.
Nosotros, como símbolo de la nueva justicia, encendemos estas dos velas. Que
cada uno de nosotros, Señor, sea tierra preparada, como María, para que
aniden en ella y nos invada el Salvador.
¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!

Tercer domingo de Adviento: ¡Alégrate!


RITO DE LA “CORONA DE ADVIENTO”:
Ahora encenderemos tres cirios de la “Corona de Adviento”, en nuestro camino
hacia la Navidad.
En Nazaret se rasgaron los cielos por ala acogida de una mujer, en el desierto
clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: el Señor llega. Preparad los
caminos, porque ya se acerca.
Con su “hágase”, María despejó y preparó el camino al Señor.
Cuando encendemos estas tres velas, cada uno de nosotros quiere ser luz que
refleje a la antorcha de la mañana.
¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, Salvador!

Cuarto domingo de Adviento: ¡Entrégate!


RITO DE LA “CORONA DE ADVIENTO”:
Ahora encenderemos cuatro cirios de la “Corona de Adviento”, en nuestro
camino hacia la Navidad.
Al encender estas cuatro velas, en el último domingo, pensamos en ella, la
Virgen, tu Madre y nuestra madre.
Nadie te esperó con más ansia, con más ternura, con más amor. Nadie te
recibió con más alegría.
Te sembraste en ella como el grano de trigo se siembra en el surco. En sus
manos encontraste la cuna más hermosa. También nosotros queremos
entregarnos así: en la fe, en el amor y en el trabajo de cada día.
¡Ven pronto, Señor! ¡Ven, a salvarnos!

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