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UNIVERSIDAD LAICA “ELOY ALFARO DE MANABÍ”

FACULTAD DE ODONTOLOGÍA

ASIGNATURA: ANATOMÍA TOPOGRÁFICA

CÓDIGO DE LA ASIGNATURA: AT1534

DOCENTE: DRA. FREDDY ÁVILA.

NOMBRE DE LOS INTEGRANTES:

ESTRELLA CHUQUI KORAYMA

TAPIA VERA MARCELO

RUIZ VIART REY

NIVEL: SEGUNDO SEMESTRE PARALELO: “A”

PRIMER PARCIAL

INFORME
FECHA: 15/11/2017

GRUPO #2

TEMA: PAREDES DE LA CAVIDAD BUCAL

PERIODO ACADÉMICO 2017-2018

OBSERVACIONES

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1. PARED ANTERIOR: LABIOS

Los labios son dos repliegues musculomembranosps situados en la parte anterior de la boca.
Se distinguen en superior e inferior. Resultan embriológicamente del desdoblamiento de la
lámina epitelial que ocupa el contorno de la boca primitiva o muro penetrante. La parte
anterior del desdoblamiento constituye los labios, mientras que la parte posterior del muro
forma las encías.

Cuando se hallan aproximados, cierran el conducto digestivo en su extremo superior.

Separados el uno del otro, limitan un ancho orificio, orificio bucal, por medio del cual el
tubo digestivo comunica con el medio exterior. Estudiaremos sucesivamente:

A. Conformación exterior

Los labios tienen direccion curvilinea de los arcos dentarios, junto a los que se hallan
aplicados.

El encuentro de los dientes del maxilar superior con los del maxilar inferior es lo que
mantiene la altura de los labios. Se sabe, en efecto, que cuando se caen los dientes, los
labios disminuyen de altura y se introducen dentro de la boca.

Aunque constituidos bajo un mismo tipo, los dos labios, como veremos, no presentan una
conformación absolutamente idéntica. Consideraremos en cada uno de ellos:

1.° Cara anterior. — La cara anterior o cutánea mira hacia delante en el labio superior, y
abajo y adelante en el labio inferior.

a) En el labio superior presenta ante todo un surco medio, surco subnasal o philtrurn, que
desde el subtabique desciende al borde libre del labio, en el tubérculo del labio superior.
Mas ancho por abajo que por arriba, y por consiguiente de forma más o menos triangular, el
surco subnasal está limitado, a derecha e izquierda, por dos rebordes que se dirigen
oblicuamente hacia abajo y afuera. Morfológicamente, el surco subnasal corresponde a la
línea de adherencia de los mamelones incisivos del labio primitivo. A cada lado del surco
subnasal, inmediatamente por fuera de los rebordes laterales precitados, se encuentran dos
superficies triangulares y aproximadamente planas; cubiertas de un ligero vello en la mujer
y en el niño, dan origen en el hombre a esos pelos largos y tiesos cuyo conjunto constituye
el bigote.

La cara anterior del labio superior está separada de la mejilla por el surco naso labial.

b) En el labio inferior encontramos primero, en la línea media, una pequeña depresión o


fosilla, fosita media, , en la que se implanta, en el hombre adulto, ese grupo de pelos que se
designan vulgarmente con el nombre de mosca. A la derecha e izquierda de esta fosilla, el
labio está constituido por dos superficies planas o ligeramente cóncavas, en las que crecen
pelos muy escasos y cortos.

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El labio inferior esta. separado del mentón por el surco mentolabial que abraza por su
concavidad dirigida hacia abajo la eminencia del mentón.

2. Cara posterior. — La cara posterior o mucosa está en relación con la cara anterior de
las encías y de los arcos dentarios. Es lisa y está constantemente humedecida por la saliva.

Esta cara forma la parte anterior de la pared externa del Vestibulo de la boca.

3. Borde adherente. — E l borde adherente marca el limite periferico de los

labios y debe ser examinado separadamente por el lado de la cara y !ucr el lado

de la boca,

a) Por el lado de la cara, el borde adherente del labio superior corresponde al extremo
posterior del tabique nasal, al borde posterior de las ventanas nasales, al extremo posterior
del ala de la nariz y un surco oblicuo que lo separa de la mejilla y que designaremos con el
nombre de surco geniolabial o labiogeniano. El borde adherente del labio inferior esta
señalado en su parte media por un surco curvilíneo cóncavo hacia abajo: el surco
mentolabial. A cada lado de este surco el labio inferior se confunde, sin línea de
demarcación alguna, con las partes blandas de la región mentoniana.

b) Por el lado de la cavidad bucal, el borde adherente de los labios se halla indicado, lo
mismo para el superior que para el inferior, por el surco horizontal que forma la mucosa al
reflejarse de la cara posterior de los labios sobre las encías (surco gingivolabial). Este surco
esta interrumpido en la línea media por un repliegue mucoso triangular, de dirección
sagital, que es muy visible cuando se tira de los labios hacia delante, separándolos de las
encías: el frenillo del labio

4.° Borde libre. — El borde libre de los labios, redondeado de delante atrás, irregularmente
plegado en sentido transversal, es notable por su coloración roja o rosada. Esta coloración,
que se confunde paulatinamente hacia atrás con la mucosa bucal, cesa de súbito hacia
delante, siguiendo una línea por lo regular curva que la separa de la piel. Aquí tampoco se
asemejan ambos labios: así como el labio superior tiene una eminencia media, el tubérculo
del labio superior, limitada lateralmente por dos depresiones, el labio inferior, que se
adapta exactamente a aquel, presenta, por el contrario, una depresión media y a cada lado
una ligera convexidad. En su borde libre es donde los labios ofrecen su máximo espesor.
Este grosor es muy variable según las razas y según los individuos; mide generalmente de
10 a 12 milímetros en las razas europeas. A nivel de su borde adherente, el grosor de los
labios no es más que de 6 o 7 milímetros.

5.° Extremos, comisuras y orificio bucal. — Los dos labios se unen en sus extremos para
formar lo que se ha convenido en llamar comisura de los labios.

Existen, pues, dos comisuras una derecha y otra izquierda, dispuestas simétricamente con
relación a la línea media.

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Al unirse entre si en las comisuras, los dos labios circunscriben un orificio; el orificio
bucal. Este orificio, que es la vía de introducción de los alimentos, es susceptible de abrirse
y cerrarse, como el orificio palpebral, con el que presenta la mayor analogía.

Ampliamente abierto por efecto de la separación máxima de los dos maxilares, es


irregularmente circular, más alto que ancho, y permite que el ojo y el dedo puedan

explorar las paredes de la boca en todos sus detalles.

B. Constitución anatómica

Los labios se componen de cuatro capas superpuestas, que son, de delante atras, las

siguientes: la piel, la capa muscular, la capa submucosa y la capa mucosa.

1.° Piel. — La piel de los labios es notable por su espesor, por su resistencia y, sobre todo,
por su adherencia intima a los fascículos musculares subyacentes, fascículos cutáneos
cuyas inserciones, en su mayoría, se efectúan en su cara profunda. Abunda en folículos
pilosos y por esto posee numerosas glándulas sebáceas anexas a estos folículos.

2 .° Capa muscular. — La cara muscular está constituida en su mayor parte por el musculo
orbicular de los labios, se dispone alrededor del orificio bucal como anillo aplanado o,
cuyo diámetro mayor va transversalmente de una a otra comisura.

Al orbicular, musculo esencial de los labios, se juntan, una porción de músculos que,
partiendo de diferentes regiones de la cara, van a insertarse, como radios convergentes,
alrededor del orificio bucal:

1° para el labio superior, los elevadores comunes del ala de la nariz y del labio superior,
los elevadores propios del labio superior, los caninos y los cigomaticos menores;

2°, para el labio inferior, los cuadrados del menton; g.°, para las comisuras,

los buccinadores, los cigomaticos mayores, los triangulares de los labios y los risorios

de Santorini.

Todos estos músculos contribuyen a asegurar a los labios una movilidad extrema, la cual
interviene en gran parte en la expresión y la mímica, así como también en la fonación, ya
que la forma del orificio bucal varia en la emisión del sonido de cada vocal.

3.° Capa submucosa, glandulas labiales. — La capa submucosa, situada entre la capa
muscular y la mucosa está formada por tejido conjuntivo laxo, con fibras elásticas finas y
poco numerosas. Contiene una multitud de pequeñas glándulas que se denominan
glándulas labiales. Estas glándulas son tan numerosas que, por decirlo así, se amontonan
unas con otras y forman una capa casi continua por detrás del musculo orbicular: la capa

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glandular. En estado normal, se perciben pequeñas masas salientes, duras e irregulares,
dichas glándulas labiales.

Morfológicamente, las glándulas labiales son glándulas arracimadas. Cada una de ellas está
constituida por un número más o menos considerable de lóbulos redondeados o piriformes,
de los que parten pequeños conductos excretorios que, después de un trayecto variable,
pero siempre muy corto, desembocan en un conducto excretorio común. Este conducto
excretorio se abre, a su vez, en la superficie libre de la mucosa. Las glándulas labiales son
mixtas, a la vez mucosas y serosas.

4.° Capa mucosa. — La capa mucosa, que constituye la mucosa labial, forma el estrato

más profundo de los labios.

A. Disposición general

La mucosa labial reviste a la vez la cara posterior de los labios y su borde libre.

a) En la cara posterior presenta una coloración rojo-grisácea y un aspecto abollado.


Lateralmente se continua sin línea de demarcación alguna con la mucosa de las mejillas. En
el borde adherente de los labios se refleja sobre sí misma, para dirigirse a los bordes
alveolares de los maxilares y convertirse en mucosa gingival: de este modo forma, arriba y
abajo, el largo surco.

En el borde libre de los labios la mucosa es a la vez más delgada y más adherente que en la
cara posterior. Es notable por su coloración roja o simplemente rosada; esta coloración
resulta, en gran parte, de su riqueza vascular; pero también es debida a su transparencia,
que permite entrever los fascículos musculares situados por debajo.

4. PARED INFERIOR: SUELO DE LA BOCA

Las partes blandas que separan la cavidad bucal del cuello y la cierran están comprendidas
entre dos arcos óseos, uno situado arriba y adelante, la rama horizontal del maxilar
superior; el otro situado abajo y atrás, el hueso hioides. En medio de estas partes blandas,
un músculo ancho, el milohioideo, cercado por el arco mandibular y tendido entre los dos
arcos, establece una separación entre el suelo de la boca y la región supra hioidea del
cuello. El músculo milohioideo es el que forma el substrato del suelo de la boca; está
relacionado anatómica y funcionalmente con la cavidad bucal.

Los órganos situados encima de él pertenecen a fortiori al suelo bucal. Si el límite inferior
del suelo corresponde al milohioideo, su límite superior está representado por la mucosa
bucal.

La pared inferior está ocupada por la cara dorsal de la lengua, que se adapta a la curva del
arco mandibular; pero, si se prende la punta de la lengua y se la levanta, se descubre debajo
del órgano una pequeña región, a la que se da el Legitimo nombre de región sublingual.

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Milohioideo: El milohioideo constituye la pared inferior del suelo, tendido en las dos líneas
oblicuas internas del maxilar, constituye una especie de hamaca contráctil, de profundidad
variable según los desplazamientos del maxilar y del hueso hioides (masticación y
deglución). Se halla completada y reforzada por detrás por el hiogloso y, por delante y
arriba, por los dos músculos genihioideos.

Región sublingual o porción libre del suelo de la boca: la cara inferior descansa
normalmente en una superficie de forma triangular, extendida desde las encías hasta la base
de la lengua: la región sublingual o porción libre del suelo de la boca. Su vértice, dirigido
hacia delante, está situado inmediatamente por detrás de los incisivos; la base del triángulo,
encorvada hacia atrás, corresponde a la parte más posterior de la cara inferior de la lengua;
sus dos lados están limitados, a la derecha y a la izquierda, por los arcos dentarios. En
profundidad, la región sublingual se extiende hasta el músculo milohioideo, que la separa
de la región supra hioidea.

El triángulo sublingual está cubierto por la mucosa bucal, lisa y rosada, a través de la cual
se transparentan las venas raninas. En la línea media, un pliegue mucoso que une la cara
inferior de la lengua al suelo de la boca: el frenillo o filete. A cada lado del frenillo y en la
parte posterior de la región se levanta un pequeño tubérculo con un orificio redondeado en
su vértice, el ostium umbilical, desembocadura del conducto de Wharton.

Los órganos contenidos en este espacio son numerosos:

 Glándula sublingual; oval, alargada paralelamente al hueso, su extremo anterior


llega, detrás de la sínfisis del mentón, a ponerse en contacto con la del lado opuesto.
Una serie de conductos emanados de las glándulas se abren en la mucosa bucal; el
más voluminoso de ellos, el conducto de Rivinus, desemboca algo por detrás y al
lado del conducto de Wharton.
 La prolongación anterior de la glándula submaxilar penetra en el espacio
sublingual. En forma de cono, signe el trayecto del conducto de Wharton, por dentro
de las glándulas sublinguales.
 Conducto de Wharton: El conducto excretorio de la glándula submaxilar sigue la
cara interna de la glándula sublingual, cerca de su borde superior. Su anchura es de
2 a 3 milímetros; su longitud, de 4 a 5 centímetros.
 Arteria y vena sublinguales: Estos vasos irrigan la región. Están situados en la cara
interna de la glándula, debajo del conducto de Wharton. La arteria procedente de la
lingual tiene un calibre de 2 milímetros aproximadamente y se anastomosa con la
submentoniana, rama de la facial.
 El nervio lingual llega al compartimiento a nivel del segundo molar verdadero.
Situado primero encima del conducto de Wharton, pasa luego por fuera y
finalmente por debajo de él. Finalmente termina en la glándula y en la mucosa del
suelo de la boca y de la lengua.

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 El nervio hipogloso mayor sigue también el conducto de Wharton, de atrás delante,
pero de arriba abajo, y solo alcanza el limite posterior del espacio. Envía al nervio
lingual una o dos anastomosis en este punto.
 Los órganos precedentes están rodeados de una capa de tejido celuloadiposo, laxo
sobre todo por dentro a causa de la gran ‘movilidad de la glándula.

RELACIONES DEL SUELO DE LA BOCA

a) Relaciones superiores: La mucosa bucal perforada por los conductos salivales.

b) Relaciones inferiores: El tabique muscular del milohioideo, reforzado por los


músculos genihioideos.

c) Relaciones anteroexternas: El milohioideo separa el suelo de la boca del


compartimiento submaxilar.

d) Relaciones posteriores: El suelo bucal está bloqueado por detrás por la base de la
lengua, unida al hioides. Dos músculos se insertan: el hiogloso por fuera y lingual
por dentro.

2- PAREDES LATERALES O MEJILLAS.

Las mejillas, que constituyen las paredes laterales de la boca, exceden con mucho los
límites de esta cavidad. Se extienden, en altura, desde el borde inferior de la órbita hasta el
borde inferior del maxilar, y en anchura, desde el borde posterior del masetero hasta la
comisura de los labios y las partes laterales de la nariz. Un surco oblicuo hacia abajo y
afuera, generalmente muy marcado, los separa de la nariz y de los labios: por arriba recibe
el nombre de surco nasogeniano y, por abajo, el de surco labiogeniano y nasolabial.

Así limitadas, las mejillas ocupan la mayor parte de la cara; corresponden a la vez a la
región malar, a la región masetérica y a la región geníana propiamente dicha de la anatomía
topográfica. En realidad, sólo la porción media de las mejillas corresponde a la cavidad
bucal; la región malar y la región masetérica no tienen ninguna relación con esta cavidad.
En estos últimos puntos la mejilla está fija, al contrario de la boca, donde es libre y flotante.
Del lado de la cavidad bucal, esta porción de la mejilla está limitada por la reflexión de la
mucosa sobre los huesos maxilares. El substrato anatómico de esta porción flotante es el
músculo buccinador. La mejilla bucal no solamente flota, sino que es capaz de cambiar de
dimensiones y de forma, según la separación de los maxilares y según la presión del aire
contenido en la boca.
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CONFORMACION EXTERIOR.

Así limitada, la mejilla es una pared cuadrilátera, un repliegue limitado, delante, por el
surco nasolabial; detrás, por el borde anterior de la rama vertical del maxilar inferior; abajo,
por la línea oblicua externa del maxilar inferior; arriba, por un plano convencional
horizontal que pasa por la parte inferior del pómulo. Su grosor, algo mayor que el de los
labios, varía, según el estado de gordura de los sujetos, de 10 milímetros a 3 centímetros y
más. Cada una de ellas ofrece a la consideración dos caras, una externa y la otra interna, y
cuatro bordes.

CARA EXTERNA.

La cara externa es regularmente abombada en el niño y también en el adulto que tenga


cierta gordura; En los sujetos enflaquecidos, por el contrario, se halla más o menos
deprimida hacia la cavidad bucal. En los ancianos,

por la caída de los dientes y la resorción más o menos pronunciada de los dos bordes
alveolares, las mejillas, al adquirir un volumen demasiado grande para el espacio que han
de cubrir, se arrugan en el sentido de la hendidura bucal y presentan, en su cara externa, un
sistema de surcos radiados característicos (mejillas seniles).

CARA INTERNA

La cara interna de las mejillas se apoya, en la mayor parte de su extensión, sobre el macizo
óseo de la cara, al que está íntimamente adherida. Únicamente su porción central está libre
y tapizada por la mucosa: es la que en rigor forma la pared lateral de la boca. Se halla muy
bien limitada, por arriba y abajo, por el surco horizontal que es continuación del surco
gingivolabial y que forma la mucosa bucal al reflejarse de la cara interna de las mejillas
sobre los bordes alveolares del maxilar inferior. Por detrás se extiende hasta el pilar anterior
del velo del paladar. Por delante, finalmente, se continúa sin línea de limitación alguna con
la cara posterior de los labios. En el ángulo posterosuperior de la cara interna ábrase, en el
vestíbulo de la boca, el conducto excretorio de la glándula parótida, es decir, el conducto de
Sténon. El orificio, en forma de hendidura, está situado algo por delante del cuello del
segundo gran molar superior.

BORDES.

Los bordes de la mejilla bucal son los que ya hemos indicado a propósito de sus límites.
Los cuatro son adherentes. El superior se inserta en el maxilar superior, a la altura del
vértice de los alvéolos dentarios. El inferior sigue la línea interna de la rama horizontal de
la mandíbula. El anterior se confunde por delante con los labios. El posterior tiene como
límite el borde anterior de la rama vertical y de la apófisis coronoides del maxilar inferior.
Comprobemos que en este punto los planos superficiales de la mejilla pasan por fuera del
maxilar, para confundirse con la región masetérica, mientras que la capa muscular, más
profunda, pasa por dentro de la rama vertical, para fijarse en el ligamento pterigomaxilar.

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CONSTITUCIÓN ANATÓMICA.

Las mejillas comprenden cinco capas distintas, que se sobreponen por el orden siguiente,
yendo de fuera adentro (fig. 14): la piel, el tejido celular subcutáneo, la capa aponeurótica,
la capa muscular y la capa mucosa.

l- PIEL.

La piel de las mejillas es notable por su finura y por su vascularización: sabido es con qué
rapidez se colora o palidece bajo la influencia de las emociones, aun las más ligeras. Lisa
en el niño y en la mujer, en el hombre adulto se cubre de largos pelos que se desarrollan
principalmente en su parte posterior e inferior. Es, finalmente, muy rica en glándulas
sudoríparas y en glándulas sebáceas.

2- TEJIDO CELULAR SUBCUTANEO. CAPA ADIPOSA.

El tejido celular subcutáneo está más o menos lleno de grasa, según los individuos. Su
mayor espesor corresponde siempre a la parte central de la mejilla y a la región contigua al
agujero suborbitario.

Al lado de este tejido adiposo, comparable al que se encuentra en todas las regiones del
organismo, existe una formación adiposa particular denominada bola adiposa de Bichat.
Esta masa, muy desarrollada en el niño, pero constante en el adulto y en el viejo, aunque
con proporciones menores y con más débil consistencia, se halla situada en el espacio
comprendido entre la cara profunda de la piel por fuera y la cara externa del músculo
buccinador por dentro.

CAPA MUSCULAR. BUCINADOR Y SU APONEUROSIS.

La porción flotante de la mejilla ofrece una armazón muscular aponeurótica formada por el
músculo buccinador cubierto con su aponeurosis. Este musculo se inserta en los rebordes
alveolares de cada uno de los maxilares, por fuera en la piel y por dentro en la mucosa.

La cara superficial del músculo buccinador, cubierta por su aponeurosis, gruesa por detrás,
donde se confunde con el ligamento pterigomaxilar, y delgada por delante, donde toma el
aspecto de una hoja celulosa, está en relación con el conducto de Stenon, vía excretoria de
la glándula parótida.

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CAPA MUCOSA.

La mucosa bucal de la mejilla tapiza la cara profunda del músculo buccinador. Descansa
directamente en este. Esta es lisa y regular, presenta una constitución semejante de un modo
general a la mucosa de la boca.

El epitelio pavimentoso es denso y grueso; la dermis es muy abundante en fibras elásticas;


en cuanto a la submucosa, adhiere fuertemente a las fibras musculares. Es atravesada por
los conductos de las glándulas molares.

Pared superior: Bóveda Palatina


La pared superior de la boca está formada por dos tercios anteriores por la bóveda palatina
y en su tercio posterior por una porción del velo del paladar
A) Conformación exterior
La bóveda palatina, en el individuo provisto de sus partes blandas, la misma configuración
que en el esqueleto, es una región en forma de herradura, circunscrita por delante y a ambos
lados por el reborde alveolar de los dos maxilares superiores
En la línea media debemos considerar el rafe fibroso, dirigido de delante atrás, divide la
región en dos mitades exactamente simétricas. Este rafe medio, más o menos pronunciado
según los individuos, es tan pronto saliente como hundido. A veces también se halla en el
mismo plano que las partes contiguas, y en tal caso se distingue de estas únicamente por su
coloración más blanca
A derecha e izquierda de dicho rafe, la bóveda palatina difiere de un aspecto en su tercio
anterior y en sus dos tercios posteriores. En su tercio anterior es muy irregular: presenta
todo un sistema de crestas rugosas transversales o mas o menos oblicuas, rectilíneas o
arciformes, las crestas palatinas. En sus dos tercios posteriores la bóveda palatina presenta
una superficie mas lisa y uniforme
En su parte posterior, la bóveda palatina se continua, sin línea de demarcación exterior
manifiesta, con el velo del paladar.
B) Constitución anatómica
La bóveda palatina se compone de tres capas, que son, de arriba abajo: una capa ósea, una
capa mucosa y una capa glandular
1- Capa ósea: Esta presente por el periostio que lo recubre
2- Capa mucosa: es de color blanquecino o de color blanco rosado
3- Capa glandular: la capa glandular está formada por dos grupos de glándulas
- las glándulas palatinas situadas a cada lado de la línea media, entre la
mucosa palatina y el periostio suprayacente
- glándulas palatinas presentan en su máximo desarrollo en la parte
posterior de la región, donde se las ve superpuestas hacia delante y
desaparecen ordinariamente a nivel de una línea horizontal que pasa por
los dos caninos

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5- Pared posterior o velo del paladar
El velo del paladar es un tabique musculomembranoso de un centímetro degrosor, que se
prolonga por detrás de la bóveda palatina, y ahí el nombre de porción blanda del paladar
El borde anterior rectilíneo e invisible o casi invisible, se inserta en el borde posterior de la
bóveda palatina. El borde posterior, festoneado y flotante, cae en estado de reposo hacia la
base de la lengua. Lateralmente, el velo se inserta por delante en el macizo esfenomaxilar,
mientras que por detrás se une íntimamente a las paredes laterales de la faringe, de las que
es solitario.

A) Conformación exterior
El velo del paladar es primero horizontal, como la bóveda palatina, de la cual es
continuación: después se encorva hacia abajo y acaba por ser casi vertical. Desde el punto
de vista de su forma, es irregularmente cuadrilátero y presenta, por lo tanto, dos caras y
cuatro bordes. De sus dos caras, una es anteroinferior y la otra posterosuperior. Sus cuatro
bordes se distinguen en anterior, inferior y laterales.
Cara anteroinferior: la cara anteroinferior denominada también cara bucal, se observa en
esta cara:
*Una línea media, una cresta anterosuperior o rafe que se continua con el de la bóveda
palatina
*A cada lado del rafe, gran número de pequeños orificios, más o menos visibles, que
corresponden a la desembocadura
Cara posterosuperior: La cara posterosuperior o nasal es continuación del suelo de las
fosas nasales
Borde anterior: El borde anterior del velo del paladar, sólidamente inserto en las láminas
horizontales, delgadas y cortantes, de los huesos palatino, es rectilíneo y se continua
directamente con el borde posterior de la bóveda palatina sin línea de demarcación
Bordes laterales: los bordes laterales, bastante mal definidos, se confunden con las partes
próximas. Corresponden sucesivamente de delante atrás: a la parte más posterior de las
encías superiores: el borde convexo del vértice en la apófisis pterigoides; a las paredes
laterales de la faringe, en las que tienen su punto de apoyo y con las cuales se confunden
Borde inferior: El borde inferior, libre mira hacia abajo y atrás. Deben estudiarse en el:
*Úvula
*Los pilares del velo del paladar
*La fosa amigdalina

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B) Constitución anatómica
El velo del paladar comprende en su estructura: 1- una hoja aponeurótica, la aponeurosis
del velo del paladar, que constituye, por decirlo asi, el esqueleto: 2- músculos, los músculos
del velo del paladar; 3- una mucosa; 4- glándulas
Aponeurosis del velo del paladar:
Es una ancha hoja tendinosa, muy resistente, que continua por detrás la bóveda palatina
ósea: solo ocupa el tercio aponeurosis pieza fundamental para la estática y la mecánica del
velo del paladar, van a fijarse los musculo del velo
Músculos del velo del paladar:
Son diez, cinco músculos a cada lado, y se designan con un hombre compuesto de dos
términos: el primero recuerda su origen: el segundo su terminación en el paladar
Estos músculos son: el peristafilino externo, el peristafilino interno, el palatoslafilino el
glosotafilino y el faringostafilino. El velo del paladar situado entre la cavidad bucal y la
encrucijada aerodigestiva.

Bibliografía
Figún, M. E. (2009). Anatomia Odontológica Funcional y Aplicada. El Ateneo.

Latarget, M. (s.f.). Tratado de Anatomía Humana, Tomo 4. Salvat Editores, S.A.

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