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IDECS: 1496
N° INFORME: 154-2018
FECHA: 26-12-2018
Palabras clave:
I. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................................................................3
A. Recursos ........................................................................................................................................................................................... 15
B. Integraciones .................................................................................................................................................................................... 19
C. Decisiones......................................................................................................................................................................................... 24
El proyecto Colecciones Jurídicas de la Corte Suprema, es una iniciativa surgida en el año 2014, en
el marco del proyecto de gestión del conocimiento del Poder Judicial. Ésta fue impulsada por la
Corte Suprema y por destacados investigadores del mundo académico, con el objetivo de ofrecer a
los jueces, Ministros, académicos, estudiantes, profesionales, y en general, a la comunidad toda,
una serie de estudios doctrinarios y análisis de tendencias jurisprudenciales en diversas temáticas
de interés nacional e internacional.
El impulso pretende generar beneficios compartidos, facilitando, por una parte, el acceso al
conocimiento generado por el Poder Judicial (las sentencias), y por otra, la concreción de los
principios de transparencia y publicidad del servicio judicial que este Poder del Estado brinda con
altas pretensiones de excelencia.
Este último fin ha dado paso al diseño y creación de la publicación de las “Colecciones Jurídicas de
la Corte Suprema”, que pretende aportar a la discusión en temas centrales de política pública, en
virtud de un trabajo que fortalezca los pilares de calidad, cercanía y acceso, sobre los que
diariamente se construye el sistema judicial.
A. Aspectos metodológicos
2. Cualitativo.
2. Legislación nacional;
Fuentes
3. Doctrina;
4. Experiencias comparadas.
1
MARIENHOFF, Miguel. 1997. Tratado de Derecho Administrativo. Editorial Abeledo Perrot, Buenos Aires. pp. 727 y 728.
b. Recurso: todos,
Motor de búsqueda
c. Búsqueda de fallo por Palabras y Textos Legales:
i. Proximidad:
Texto 1: “Falta”
N°: “3”
Texto 2: “Servicio”
2
Base disponible en línea en:
http://www.intranet.pjud/base_documental/nuevo_cendoc/registro_suprema_basica/busqueda_especifica.php.
Este reproche moral, cuando se trata del Estado, ha seguido una evolución que transita desde la
total irresponsabilidad hasta la reprochabilidad de sus conductas conforme a estándares
abstractos definidos por la ley. Por esto, hoy “(…) está más que nunca vigente el aserto de Maurice
Hauriou respecto de la acción del Estado: “que actúe, pero obedeciendo la ley, que actúe, pero
pague los perjuicios”4.
Es así como la responsabilidad civil del Estado ha conseguido adquirir “(…) un estatuto
independiente del Derecho privado fundamentalmente gracias a la jurisprudencia. La voluntad
3
MUNDACA, Hans. 2011. Responsabilidad del estado por falta de servicio. Editorial Libromar. p. 19.
4
MARÍN, Urbano. 2012. Responsabilidad estatal por falta de servicio. Dificultades de su incorporación al sistema
nacional. [En] Letelier, Raúl (coord.). La falta de servicio. Abeledo Perrot, Santiago. p. 46.
5
SZCZARANSKI, Clara. 2003. Responsabilidad extracontractual del Estado. [En línea]
<https://www.cde.cl/wps/wcm/connect/a443b97e-5366-48f7-bc17-8e723f60e5f5/2.pdf?MOD=AJPERES> [consulta: 26
de diciembre de 2018]. [Consulta: 26 de diciembre de 2018]. p.1.
Desde aquí surge el concepto de falta de servicio como título de imputación de desarrollo
jurisprudencial o pretoriano, que data en el derecho francés desde mediados del siglo XIX7. Este
factor de atribución de responsabilidad “(…) se construye como un incumplimiento en el
funcionamiento normal del servicio, de modo que es una noción autónoma que está vinculada al
carácter material o jurídico del acto singular o general, independiente de la legalidad del acto y con
indiferencias de sus efectos penales. Es una noción amplia en la medida que abarca junto con la
falta positiva del acto cumplido equivocadamente, la falta por omisión y el retardo”8.
En Chile, esta noción de responsabilidad por falta de servicio encuentra su fuente principalmente
en el inciso 2° del artículo 38 de la Constitución Política de la República, en tanto señala que “(…)
Cualquier persona que sea lesionada en sus derechos por la Administración del Estado, de sus
organismos o de las municipalidades, podrá reclamar ante los tribunales que determine la ley, sin
perjuicio de la responsabilidad que pudiere afectar al funcionario que hubiere causado el daño”; lo
que, desde una perspectiva genérica se ve complementado por el texto del artículo 42 de la Ley
Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, que en su artículo 42
dispone que “Los órganos de la Administración serán responsables del daño que causen por falta
de servicio. (…) No obstante, el Estado tendrá derecho a repetir en contra del funcionario que
hubiere incurrido en falta personal”.
6
CORDERO, Luis. 2012. La responsabilidad por falta de servicio y la jurisprudencia de la Corte Suprema. [En] Raúl
(coord.). La falta de servicio. Abeledo Perrot, Santiago. p. 58.
7
Ibíd. p. 58.
8
Ibíd. p. 59.
Fuera de los aspectos teóricos que revisten la discusión sobre la forma de procedencia de la falta
de servicio como criterio de atribución de responsabilidad pública, la aplicación de este régimen
tiene una gran relevancia pública, pues son innumerables los casos que inundan la prensa nacional
informando de situaciones en que se ha intentado hacerla efectiva.
1. Salud
“Condenan a Servicio de Salud y Corporación Municipal de Iquique por muerte de paciente
inyectada con aguja infectada”9
“CS condena a hospital de Linares por negligente atención de paciente que falleció por infarto al
miocardio”10
“Familiares de hombre que murió por mordedura de araña recibirá $ 250 millones de
indemnización”12
9
24Horas.cl. 2018. Condenan a Servicio de Salud y Corporación Municipal de Iquique por muerte de paciente inyectada
con aguja infectada. [En línea] 24horas.cl. 19 de octubre de 2018. <https://www.24horas.cl/nacional/condenan-a-
servicio-de-salud-y-corporacion-municipal-de-iquique-por-muerte-de-paciente-inyectada-con-aguja-infectada-2842076>
[Consulta: 26 de diciembre de 2018].
10
DiarioConstitucional.cl. 2018. CS condena a hospital de Linares por negligente atención de paciente que falleció por
infarto al miocardio. [En línea] DiarioConstitucional.cl 28 noviembre 2018.
<http://www.diarioconstitucional.cl/noticias/asuntos-de-interes-publico/2018/11/28/cs-condena-a-hospital-de-linares-
por-negligente-atencion-de-paciente-que-fallecio-por-infarto-al-miocardio/> [Consulta: 26 de diciembre de 2018].
11
DiarioConstitucional.cl. 2018. CS condena a hospital de Curicó por mal tratamiento de lesión ocular. [En línea]
DiarioConstitucional.cl. 30 noviembre 2018. <http://www.diarioconstitucional.cl/noticias/asuntos-de-interes-
publico/2018/11/30/cs-condena-a-hospital-de-curico-por-mal-tratamiento-de-lesion-ocular/> [Consulta: 26 de
diciembre de 2018].
12
24Horas.cl. 2018. Agencia Uno. Familiares de hombre que murió por mordedura de araña recibirá $ 250 millones de
indemnización. [En línea] 24Horas.cl. 28 de septiembre de 2018. <https://www.24horas.cl/nacional/familiares-de-
hombre-que-murio-por-mordedura-de-arana-recibira--250-millones-de-indemnizacion-2827355> [Consulta: 26 de
diciembre de 2018].
“Municipalidad de Las Condes deberá indemnizar a transeúnte que cayó por vereda en mal
estado”16
3. Seguridad social
“Ordenan al Estado indemnizar a ahorrante por fondos retenidos en caja disuelta en 1990”17
“Juzgado Civil de Santiago acoge demanda por falta de servicio contra Superintendencia de
Pensiones”18
13
AhoraNoticias. 2018. Estado deberá pagar $540 millones a familiares de fallecidos en tsunami de 2010 en Talcahuano.
[En línea] Ahora Noticias en internet. 10 diciembre 2018. <http://www.ahoranoticias.cl/noticias/nacional/243695-
estado-debera-pagar-540-millones-a-familiares-de-fallecidos-en-tsunami-de-2010-en-talcahuano.html> [Consulta: 26 de
diciembre de 2016].
14
CARVAJAL, Cinthya. CASA 212: familia de Camiroaga apeló de fallo que rechazó demanda. [En línea] Economía y
negocios online. 2 diciembre 2018. <http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=526565> [Consulta: 26
de diciembre de 2016].
15
La Prensa Austral. 2018. Cinco vecinos ganan demanda tras aluvión de 2012. [En línea] La Prensa Austral en internet. 6
diciembre 2018. <https://laprensaaustral.cl/titular1/cinco-vecinos-ganan-demanda-tras-aluvion-de-2012/> [Consulta: 26
de diciembre de 2016].
16
AhoraNoticias. 2018. Municipalidad de Las Condes deberá indemnizar a transeúnte que cayó por vereda en mal
estado. [En línea] Ahora Noticias en internet. 22 noviembre 2018.
<http://www.ahoranoticias.cl/noticias/nacional/242000-municipalidad-de-las-condes-debera-indemnizar-a-transeunte-
que-cayo-por-vereda-en-mal-estado.html> [Consulta: 26 de diciembre de 2016].
17
FOCACCI, Guido. 2018. Ordenan al Estado indemnizar a ahorrante por fondos retenidos en caja disuelta en 1990. [En
línea] Biobio Chile.cl. 11 julio 2018. <https://www.biobiochile.cl/noticias/economia/tu-bolsillo/2018/07/11/ordenan-al-
estado-indemnizar-a-ahorrante-por-fondos-retenidos-en-caja-disuelta-en-1990.shtml> [Consulta: 26 de diciembre de
2016].
18
DiarioConstitucional.cl. 2018. Juzgado Civil de Santiago acoge demanda por falta de servicio contra Superintendencia
de Pensiones. [En línea] Diario Constitucional.cl. 6 abril 2018. <http://www.diarioconstitucional.cl/noticias/asuntos-de-
interes-publico/2018/04/06/juzgado-civil-de-santiago-acoge-demanda-por-falta-de-servicio-contra-superintendencia-
de-pensiones/> [Consulta: 26 de diciembre de 2016].
B. Relevancia económica
Adicionalmente, el estudio de la temática tiene una importancia económica para el país. Esto,
atendido a que el Estado destina anualmente grandes cantidades de recursos para pagar las
indemnizaciones a que es condenado en virtud de su responsabilidad por falta de servicio.
En efecto, la ley de presupuesto nacional de cada año posee un ítem específico destinado al pago
de obligaciones emanadas en su contra (subtítulo 26, ítem 02)19. En términos agregados, sólo en el
período enero – octubre de 2018, el gasto fiscal en materia de cumplimiento de sentencias
ejecutoriadas fue de $52.700.114.000.-20
Si bien no es posible obtener detalles del tipo de sentencias que se incluyen en este cálculo,
impidiéndose la identificación certera de si este total corresponde o no a casos de falta de servicio,
de la información disponible es posible colegir el siguiente desglose por partida, capítulo y
programa.
19
Dirección de Presupuestos. 2018. Ley N° 21.053. Ley de presupuestos del sector público. Año 2018. [En línea]
<http://www.dipres.gob.cl/597/articles-172496_doc_pdf.pdf>. [Consulta: 26 de diciembre de 2016]. p. 31.
20
Dirección de Presupuestos. 2018. Presupuesto 2018. 2018. [En línea] <http://www.dipres.gob.cl/597/w3-
multipropertyvalues-15149-24043.html#ejec_partida> [Consulta: 26 de diciembre de 2016].
SUBTÍTULO 26 OTROS GASTOS CORRIENTES - ÍTEM 02 COMPENSACIONES POR DAÑOS A TERCEROS - ASIGNACIÓN 001 CUMPLIMIENTO
SENTENCIAS EJECUTORIADAS
MILES DE $
Partid Ejecución a
Nombre Partida Capítulo Nombre Capítulo Programa Nombre Programa
a DICIEMBRE
MINISTERIO DE SUPERINTENDENCIA DE SUPERINTENDENCIA DE
09 02 01 5.604
EDUCACIÓN EDUCACIÓN EDUCACIÓN
SERVICIO DE SALUD SERVICIO DE SALUD
16 MINISTERIO DE SALUD 22 01 184.014
ANTOFAGASTA ANTOFAGASTA
SERVICIO DE SALUD SERVICIO DE SALUD
16 MINISTERIO DE SALUD 24 01 810.005
COQUIMBO COQUIMBO
SERVICIO DE SALUD SERVICIO DE SALUD
16 MINISTERIO DE SALUD 31 01 207.042
CONCEPCIÓN CONCEPCIÓN
SERVICIO DE SALUD BÍO-
16 MINISTERIO DE SALUD 33 SERVICIO DE SALUD BÍO-BÍO 01 155.949
BÍO
SERVICIO DE SALUD DEL SERVICIO DE SALUD DEL
16 MINISTERIO DE SALUD 39 01 384.465
RELONCAVÍ RELONCAVÍ
SERVICIO DE SALUD SERVICIO DE SALUD
16 MINISTERIO DE SALUD 43 01 25.989
METROPOLITANO CENTRAL METROPOLITANO CENTRAL
MINISTERIO DE
18 25 SERVIU V REGIÓN 01 SERVIU V REGIÓN 551.666
VIVIENDA Y URBANISMO
OPERACIONES
50 TESORO PÚBLICO 01 FISCO 03 50.375.380
COMPLEMENTARIAS
TOTAL 52.700.114
Fuente: Elaboración propia
Lo relevante de esta información, y lo que se pretende rescatar para efectos de este análisis, es la
importancia de los efectos que genera el régimen de responsabilidad por falta de servicio sobre el
gasto del presupuesto público, lo que aconseja estudiar en profundidad los estándares de
comportamiento de los servicios públicos modernos, de modo de prevenir no sólo la ocurrencia de
estas conductas lesivas de intereses de los ciudadanos, sino que además, de los gastos en que el
Estado debe incurrir para indemnizar las personas que han sido víctimas de estas fallas del
servicio.
En este capítulo se presenta un análisis numérico de las variables identificadas al realizar el análisis
de jurisprudencia en materia de falta de servicio, en que la totalidad de las sentencias
corresponden a recursos de casación conocidos por la Tercera Sala de la Corte Suprema. La
selección de la jurisprudencia se efectuó por medio del buscador del Centro Documental de la
Corte Suprema21, a través de una búsqueda avanzada por proximidad de 2 palabras entre los
conceptos “falta” y “servicio”, limitada a aquellos fallos dictados por la Corte Suprema entre el 1°
de enero de 2018 y el 30 de noviembre del mismo año. El universo de sentencias analizadas fue
de 138.
Estudiado ese total de fallos en profundidad, el 52% (72 sentencias) fueron excluidas del análisis
cualitativo que se realizará en la sección siguiente, por caer en alguna de las siguientes hipótesis:
Una vez excluidas del estudio aquellas sentencias que no sustentan jurisprudencia en materia de
falta de servicio, los 66 fallos restantes (48%) son los que constituyen el cuerpo analítico de la
investigación cualitativa que se realizará en el capítulo siguiente, y sobre la base de las que se
entrega el análisis cuantitativo a continuación, y que en lo sucesivo, e indistintamente, se llamarán
casos relevantes.
21
Para estos efectos se utilizó la herramienta disponible en:
http://www.intranet.pjud/base_documental/nuevo_cendoc/registro_suprema_basica/busqueda_especifica.php.
14%
A. Recursos
De las 66 sentencias que permiten sustentar jurisprudencia en materia de falta de servicio, la gran
mayoría corresponde a reclamaciones de casación en el fondo, con un 74%, seguido de recursos
de casación en la forma y el fondo, con un 21%; y constituyendo sólo el 5% los recursos de
casación en la forma.
21%
5%
CASACIÓN FONDO
CASACIÓN FORMA
74% CASACIÓN FORMA Y FONDO
Punta Arenas 2
Temuco 2
Arica 2
Puerto Montt 3
Chillán 3
Rancagua 3
La Serena 3
Talca 4
San Miguel 4
Iquique 5
Valparaíso 7
Concepción 13
Santiago 15
0 2 4 6 8 10 12 14 16
En términos de las fechas en que se concentró la resolución de los casos relevantes en materia de
responsabilidad del Estado por falta de servicio, los datos muestran que la actividad jurisdiccional
fue particularmente intensa en los meses de junio y septiembre; ambos meses en que se dictaron
10 sentencias que sientan jurisprudencia en el ámbito analizado, y que en conjunto representan el
30% de toda la labor del año. Lo anterior, seguido por los meses de enero y marzo, con 7
sentencias cada uno, que en conjunto representan un 21% de la actividad jurisdiccional anual en la
materia.
12
10 10 10
8
7 7
6 6
5 5 5 5
4
3 3
2
0
Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre
Por último, respecto de la duración de las 66 causas analizadas, considerándola desde su ingreso
en primera instancia hasta la fecha de dictación de la sentencia en la Corte Suprema, los datos
demuestran que el promedio de las causas se tramita en un período de 4 años, recorriendo un
margen que va entre un mínimo de 1,7 años y un máximo de 9,2 años.
2%
5% 6%
0-2
39% 2-4
48% 4-6
6-8
8-10
En términos de meses, la mayoría de las causas duran entre 9 a 12 meses, lo que significa
un 69% de las causas estudiadas; seguida lejanamente por el tramo 6 a 9 meses, que
corresponde al 22%. En conjunto este macro-tramo de entre 6 a 12 meses, corresponde al
91% de las causas en estudio.
3%
6%
22% 0a3
3a6
6a9
9 a 12
69%
B. Integraciones
A nivel de integraciones, los datos muestran que en la dictación de los fallos analizados
participaron un total de 30 personas diversas, los que según su calidad de participación se
distribuyen conforme a la siguiente tabla:
Calidad N°
Ministro/a 13
Ministro/a suplente 2
Abogado/a integrante 15
Total 30
A nivel individual, las personas que más integraron la Tercera Sala en 2018, conociendo casos de
falta de servicio relevantes (66), fueron la Ministra Sra. María Eugenia Sandoval con un 77% de los
casos, y los Ministros Sres. Arturo Prado con un 61%, Sergio Muñoz con un 57,6% y Carlos
60
51
50
41
40 38 37
30
19
20 17 16
11 11 11 10
9 8 8
10 7 7
5 4
3 2 2 2 2 2 2
1 1 1 1 1
0
Haroldo Brito
Arturo Prado
Jorge Lagos
Diego Munita
Pedro Pierry
Manuel Valderrama
Carlos Cerda
Leonor Etcheverry
Ricardo Blanco
Rodrigo Correa
María Eugenia Sandoval
Sergio Muñoz
Ricardo Abuauad
Carlos Künsemüller
Antonio Barra
Rosa Egnem
Jorge Dahm
Carlos Pizarro
Julio Miranda
Jaime Rodríguez
Íñigo de La Maza
Juan Manuel Muñoz
22
Conforme al Acta N° 166-2016 de la Corte Suprema, integran la Tercera Sala los Ministros Sr. Muñoz, Sra. Egnem, Sra.
Sandoval, Sr. Aránguiz y Sr. Valderrama, además del Ministro que fuere nombrado en la vacante dejada por el Sr. Pierry.
Con fecha 6 de julio de 2017, y a través del antecedente administrativo rol AD-1018-2017, se aceptó la petición del Sr.
Valderrama en orden a incorporarse a la Segunda Sala del máximo tribunal. Con posterioridad, y a través del Acta N°
104-2017 se incorporó al Ministro Sr. Prado a la Tercera Sala. Por último, a través del Acta N° 34-2018, la Ministra Sra.
Egnem se incorporó a la Primera Sala en el cupo dejado por la salida del Sr. Valdés.
60
50 51
40 41
38 37
30
20
16
10 11 11
9 8
5 4
2 2 1 1
0
20
19
18
17
16
14
12
11
10 10
8 8
7 7
6
4
3
2 2 2 2 2
1 1 1
0
9
8 8
8
7
7
6
5 5
5
4
4
3 3 3 3
3
2 2 2 2 2 2 2
2
1 1 1
1
0
Cruzando la información obtenida entre las variables integración y redacción, es posible señalar
que, proporcionalmente, quienes más redactaron sentencias en relación a la cantidad de veces
que integraron sala en materias de falta de servicio, fueron los Abogados Integrantes Sres. Correa
y Pizarro, con el 100% de los casos cada uno. Dicha información se visibiliza en la siguiente tabla y
gráfico.
N° de N° de
Integrante %
integraciones redacciones
Rodrigo Correa 3 3 100
Carlos Pizarro 1 1 100
Pedro Pierry 7 5 71
Ricardo Abuauad 7 5 71
Jorge Lagos 8 4 50
Julio Pallavicini 2 1 50
Álvaro Quintanilla 19 7 37
Julio Miranda 11 3 27
Juan Eduardo Fuentes 9 2 22
Arturo Prado 41 8 20
Rafael Gómez 10 2 20
Haroldo Brito 5 1 20
Leonor Etcheverry 17 3 18
Ricardo Blanco 11 2 18
Jaime Rodríguez 11 2 18
María Eugenia Sandoval 51 8 16
Rosa Egnem 16 2 13
Sergio Muñoz 38 3 8
Carlos Aránguiz 37 2 5
120
80
71 71
60
50 50
40 37
27
20 22 20 20 20 18 18 18 16 13
8 5
0 0
Continuando con el análisis, y en el contexto de las decisiones adoptadas en los casos relevantes,
es posible señalar que del total de sentencias estudiadas (66), el 36% corresponde a sentencias de
reemplazo, mientras que el 32% resultan ser sentencias que rechazan recursos de casación en el
fondo. Luego le siguen las sentencias que acogen los recursos de casación en el fondo anulando la
sentencia recurrida, con un 18%. Sólo estos 3 tipos de fallos constituyen el 86,4% del cuerpo
analítico.
2%
Sentencia de reemplazo
3%
3%
6% Rechaza casación en el fondo
18%
Inadmisible casación forma, rechazada
casación fondo
Invalidada de oficio
Atendido el carácter colegiado de la Tercera Sala de la Corte Suprema, las decisiones que se
adoptan en el contexto de su actividad jurisdiccional pueden tener un formato de unanimidad o de
mayoría.
Así, del universo de sentencias analizadas en su contenido (66), se observa que la mayoría de
las decisiones se adopta de manera unánime. En este sentido, el 58% de las decisiones se
toma de esa manera (38 fallos), mientras que el restante 42% (28 fallos) se adopta con
disidencias de sus integrantes.
42%
UNÁNIME
58% DIVIDIDA
Del 42% de decisiones adoptadas por mayoría, los datos muestran que la mayoría de las
disidencias han sido planteadas por el Abogado Integrante, don Álvaro Quintanilla, quien ha
disentido en 10 ocasiones (35,7%). Le sigue la Ministra, Sra. María Eugenia Sandoval, con 8
disidencias (26,6%) y los Ministros Sres. Carlos Aránguiz, Sergio Muñoz y Rosa Egnem, con 5
disidencias cada uno (17,9% respectivamente).
0 2 4 6 8 10 12
Álvaro Quintanilla
María Eugenia Sandoval
Carlos Aránguiz
Sergio Muñoz
Rosa Egnem
Jaime Rodríguez
Haroldo Brito
Juan Eduardo Fuentes
Rafael Gómez
Rodrigo Correa
Ricardo Blanco
Por último, y sin afectar el resultado de las decisiones adoptadas por la Sala, sus integrantes
pueden disentir en relación con los argumentos y fundamentos utilizados para arribar a un
resultado determinado; actuar que se denomina como prevención.
0 1 2 3 4 5 6
Carlos Aránguiz
Sergio Muñoz
Carlos Cerda
Rosa Egnem
Haroldo Brito
Finalmente, analizando las materias a las que se refieren las demandadas relevantes incorporadas
en el análisis cualitativo del capítulo siguiente (66), se observa que el sector más reprochado está
constituido por los servicios de salud, que representa el 55% de las demandas por responsabilidad
del Estado que permiten sustentar jurisprudencia en materia de falta de servicio. Más lejanamente
le sigue el sector justicia, que a través del reproche del actuar del Ministerio Público, las Fuerzas
de Orden y Seguridad y los tribunales de justicia, representa un 12% del total de las causas en
estudio. Por último, también resaltan las materias relacionadas con municipios y prevención de
catástrofes, con un 11% y un 8% respectivamente.
1% 1% 1%
3% 3% Salud
5% Justicia
8% Municipios
Prevención de catástrofes
11% 55%
Fuerzas Armadas
Educación
12% Recaudación
Aeronáutica
Energía
Expropiaciones
A nivel de instituciones, se observa que del total de recursos analizados en que se reclama la
responsabilidad patrimonial de la Administración del Estado por falta de servicio (66), se demanda
a 49 instituciones pertenecientes al Estado de Chile. De ellas, 31 corresponden a servicios
dependientes del Poder Ejecutivo, 6 a Municipalidades y 5 a las Fuerzas Armadas. En su conjunto,
estos tres sectores constituyen el 86% de las instituciones contra las cuales se presentaron
recursos.
2%
2%
2% 2% 2%
Ejecutivo
4%
Municipalidades
Fuerzas Armadas
10%
Tesorería
Fisco
Fuerzas de Orden y Seguridad
12% Ministerio Público
64%
Poder Judicial
Universidades
Finalmente, cabe resaltar que dentro del grupo de servicios dependiente del Poder Ejecutivo, la
mayoría de los organismos corresponde a Hospitales o Servicios de Salud Regionales,
representando el 80,6% (25) de la variable Administración.
La noción de la responsabilidad del Estado, o su imputabilidad frente a los daños producidos por
su actuar, constituye una de las preocupaciones de la doctrina administrativista, en términos de
“establecer diversos mecanismos de garantía de los ciudadanos frente a la Administración. (…) Así,
el fundamento histórico, político y administrativo de esta institución emblemática del Derecho
Administrativo radica en su configuración como garantía jurídica de los administrados frente al
Poder Público, y consiguientemente, vinculada en su esencia a una forma de resarcimiento de los
particulares frente a los eventuales efectos lesivos derivados de la acción administrativa”23.
A nivel comparado, la determinación de los sistemas de responsabilidad del Estado han sido
definidos, ya por la ley, ya por la jurisprudencia, existiendo diversos regímenes de imputabilidad
general o especializada, que dificultan la estandarización de un mismo set de principios,
estándares y reglas comunes para su aplicación.
23
CORDERO, Luis. 2015. Lecciones de derecho administrativo: Colección tratados y manuales. Thompson Reuters,
Santiago. p. 638.
24
BARROS, Enrique. 2007. Tratado de responsabilidad extracontractual. Editorial Jurídica, Santiago. p. 483.
Así, observando “la evolución jurisprudencial, las primeras sentencias descansan en la aplicación
de la legislación de derecho civil, como en otros fallos se invocan principios de derecho público. Son
casos específicos26 en que se hizo efectiva la responsabilidad del Fisco, puesto que los tribunales
realizaron esfuerzos y diversas distinciones para excluirla”27. Estos esfuerzos iniciales se vieron
truncados por la dictación del “(…) artículo 87 de la Constitución Política del Estado de 1925 que
dispuso: “Habrá Tribunales Administrativos, formados con miembros permanentes, para resolver
las reclamaciones que se interpongan contra actos o disposiciones arbitrarias de las autoridades
políticas o administrativas y cuyo conocimiento no esté entregado a otros Tribunales por la
Constitución o las leyes. Su organización y atribuciones son materia de ley” (…). [Esto] (…) produjo
un retroceso, debiendo evolucionar tanto la legislación como la jurisprudencia desde la
25
Corte Suprema. Rol 16.687/2017, 4 enero 2018. Considerando duodécimo. También en: Corte Suprema. Rol
39.484/2017, 2 octubre 2018. Sentencia de reemplazo, Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 1°.
26
Dentro de estos casos específicos, “La doctrina cita como los primeros fallos en que se sustenta la decisión en
principios de derecho público “Sociedad Fuschs y Plath con Fisco”, sentencia de 11 de enero de 1908 y “Lapostol con
Fisco”, sentencia de 8 de enero de 1930. Sin embargo, será en la sentencia dictada en “Hexagón con Fisco”, de 28 de
julio de 1987, en que expresamente se declaran inaplicables las disposiciones del Código Civil para decidir la demanda
dirigida contra el Fisco, resolviendo el caso sobre la base de las normas constitucionales y legales diversas al Código Civil.
Desestima la infracción del artículo 2332 del citado Código al no darle aplicación e igualmente las referidas a las Actas
Constitucionales N° 2 y 3, la Constitución y Ley Orgánica Constitucional N° 18.575, en que radica el origen de la
responsabilidad del Fisco. Razona en idéntico sentido la sentencia que rechaza el recurso de casación en el fondo
interpuesto por el Fisco, en los autos caratulados “Mireya Baltra Moreno con Fisco”, de fecha 12 de agosto de 1998,
expresando en su considerando sexto: “Que, en consecuencia, la sentencia ha dado aplicación lisa y llana a las normas
del derecho común, sin reparar que la naturaleza de los vicios que afectan a los decretos impugnados hacen
improcedente estimar que puedan sanearse por el transcurso del tiempo, especialmente si se considera que la
disposición constitucional en cuya virtud se ha declarado la nulidad no contiene remisión expresa alguna que permita
aplicar las reglas de prescripción que el fallo invoca; y la naturaleza de la nulidad que se ha declarado impide integrar o
complementar la norma constitucional con preceptos comunes, ya que el texto de la primera excluye toda posibilidad de
saneamiento desde que dispone que los actos que la infringen son nulos per se, sin necesidad de declaración alguna,
impidiendo así que la voluntad de las partes o el transcurso del tiempo puedan convalidarlos””. (Corte Suprema. Rol
39.484/2017, 2 octubre 2018. Sentencia de reemplazo, Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 1°).
27
Corte Suprema. Rol 16.687/2017, 4 enero 2018. Considerando duodécimo. También en: Corte Suprema. Rol
39.484/2017, 2 octubre 2018. Sentencia de reemplazo, Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 1°.
Sin embargo, “(…) la situación varió con la promulgación de la Ley de Bases de la Administración
del Estado de 5 de diciembre de 1986, que incorporó al Derecho Público chileno el sistema de
responsabilidad extracontractual del Estado elaborado por el derecho administrativo francés,
principalmente a través de la jurisprudencia del Consejo de Estado, que en opinión de la mayoría
de los autores constituye la mejor solución lograda por el derecho para asegurar un debido
equilibrio entre los derechos de los particulares y los intereses públicos. La ley contempló entonces
el artículo 44 –hoy 42- que prescribió: “Los órganos de la Administración serán responsables del
daño que causen por falta de servicio. No obstante, el Estado tendrá derecho a repetir en contra
del funcionario que hubiere incurrido en falta personal”29.
Lo relevante del camino avanzado por los tribunales es que “(…) la jurisprudencia evolucionó
hasta llegar a un estado, pacífico en la actualidad, que reconoce la responsabilidad del Estado-
Administrador, exigiendo, en la mayoría de los casos, un factor de imputación, el que se hace
descansar en la noción de “falta de servicio” que incluye la actividad jurídica ilegal de la
Administración, su mala organización, el funcionamiento defectuoso, las omisiones o silencios
cuando debió actuar, todo lo que debe originar la afectación de un bien de los actores, evolución
que se sustentó sobre la base de la legislación especial, que arranca de los artículos 38 de la
Constitución Política de la República, 4° y 42 de la Ley N° 18.575”30. Lo anterior sin desconocer que
a ello “(…) se agrega la responsabilidad por riesgo e incluso la que origina la actividad lícita en que
se ocasiona igualmente daño al administrado, sin perjuicio que, en este último caso, se ha
expresado por la doctrina que se refiere más precisamente a una responsabilidad del Estado-
Legislador”31.
28
Corte Suprema. Rol 39.484/2017, 2 octubre 2018. Sentencia de reemplazo, Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral
5°.
29
Corte Suprema. Rol 39.484/2017, 2 octubre 2018. Sentencia de reemplazo, Considerando segundo.
30
Corte Suprema. Rol 16.687/2017, 4 enero 2018. Considerando duodécimo. También en: Corte Suprema. Rol
39.484/2017, 2 octubre 2018. Sentencia de reemplazo, Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 1°.
31
Corte Suprema. Rol 39.484/2017, 2 octubre 2018. Sentencia de reemplazo, Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral
1°.
Por último, en las reformas legislativas más recientes, es este mismo factor de imputación el que
se ha adoptado, pues en efecto, “(…) un estudio de la historia fidedigna del Título III de la Ley N°
19.966, (…) permite aseverar que la inclusión dentro de la ley de la responsabilidad del Estado en
materia sanitaria obedeció a la intención específica del legislador de regular esta materia especial,
siguiendo los lineamientos del artículo 42 de la Ley N° 18.575, pues efectivamente dicho título
estableció del mismo modo que la Ley de Bases Generales de la Administración del Estado que la
responsabilidad de éste nace de la falta de servicio, la cual no es otra que el actuar defectuoso de
los Servicios de Salud”33.
Es en este contexto, que una prevención del Ministro Sr. Muñoz ha señalado que “(…) integra la
teoría de la responsabilidad del Estado en general y de la Administración en particular, (…) el
denominado contencioso subjetivo o de declaración de derecho. En efecto, la unificación de la
responsabilidad integra instituciones aparentemente disímiles [-la responsabilidad del Estado por
una parte, y la de la Administración, de otra-], pero (…) aglutina la referencia común a la lesión
originada por la Administración a los particulares, que en algunos casos se expresa de un modo
específico de acuerdo a la forma como se ha producido esta lesión”34.
32
Corte Suprema. Rol 101.739-2016, 13 febrero 2018. Considerando séptimo. También en: Corte Suprema. Rol
35.582/2017, 26 noviembre 2018. Voto Disidente Abogado Integrante Sr. Quintanilla, Numeral 1°.
33
Corte Suprema. Rol 34.630/2017, 1° marzo 2018. Considerando décimo cuarto.
34
Corte Suprema. Rol 39.484/2017, 2 octubre 2018. Sentencia de reemplazo, Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral
3°.
““Llegar a esa conclusión, en principio tan obvia, que impone, por tanto, la formulación de un
principio de resarcimiento de todos los daños causados por el funcionamiento de la Administración,
no ha sido, sin embargo, tarea fácil, ni en nuestro propio Derecho, ni en el panorama general del
Derecho comparado” (Eduardo García de Enterría y Tomás-Ramón Fernández, Curso de Derecho
Administrativo, Tomo II, Editorial Civitas, página 358). Siguiendo al autor citado se puede decir que
la importancia de esta concepción está en el cambio de paradigma, pues la óptica radicará no ya
en responsabilidad de quien causó el daño, si se quiere en una reparación por vía de sanción, sino
que observando o considerando el patrimonio de la persona lesionada. “La responsabilidad
pasará así a convertirse en un mecanismo que se pone en funcionamiento sólo si y en la medida en
que se haya producido una lesión patrimonial en el sentido propio a resultas de la acción u omisión
de la Administración.” “El concepto de lesión se convierte de este modo en el auténtico centro de
gravedad del sistema” (obra citada, página 378), que en el caso de nuestro país resulta más
exigente, puesto que se requiere que la persona sea “lesionada en sus derechos por la
Administración del Estado””36.
De este modo, la importancia del paradigma es que encausa la responsabilidad del Estado
producida por la acción de sus autoridades y funcionarios en torno a un objetivo común: la
reparación integral del daño causado37. Sin embargo, esta respuesta debe ser moderada, pues “(…)
tan importante como lo anterior es determinar el factor de imputación, puesto que será resarcible
la lesión de derechos, en la medida que no deba soportarla quien la ha sufrido (…)”38.
Por último, y si bien a nivel de sujetos pasivos de la responsabilidad del Estado, la jurisprudencia
ha “radicado la observación principalmente del Estado Administrador, (…) no se debe ignorar [que
el daño también puede ser causado por otras entidades, las que se regulan por] la responsabilidad
35
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 3°.
36
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 3°.
37
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 3°.
38
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 3°.
El paradigma que se ha reseñado, sobre “(…) la responsabilidad del Estado y del Estado
Administrador en particular arranca de los artículos 1°, 2°, 4°, 5°, 6°, 7°, 38 de la Constitución
Política de la República, 4° y 42 de la Ley 18.575”40.
En primer lugar, manifiesta que “Todos sostienen que se trata de un sistema de responsabilidad de
Derecho Público, puesto que se rige por principios propios (…) [Sin embargo,] la distinción se
encuentra en los extremos que importa esta afirmación, puesto que unos la observan desde la
perspectiva de las personas, del administrado, y otros desde la Administración” 42.
Expone también que “(…) se abordan los requisitos de la responsabilidad difiriendo en el factor de
imputabilidad. Aquellos exigen o demandan solamente la existencia de un daño o lesión en los
derechos respecto del administrado, excluyendo la mirada respecto del comportamiento de la
Administración y los segundos la incluyen. Surge aquí la conceptualización de la responsabilidad de
la Administración como una organización, que corresponde investigar en cuanto a su
funcionamiento y la forma en que entrega el servicio que presta a los administrados. Surge la
noción de falta de servicio (faute de service), pero esta también produce divergencias”43.
Así, concluye que el desafío, “Simplificando el problema – podrá decirse que inmotivadamente – se
plantea desde una perspectiva sustancial y procesal, puesto que es necesario conceptualizar este
módulo de imputación y determinar en qué parte radica su acreditación”44.
39
Ibíd. Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 4°.
40
Ibíd. Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 6°.
41
Ibíd. Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 5°.
42
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 5°.
43
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 5°.
44
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 5°.
a. Teoría objetiva
“Una concepción objetiva dirá que existe un deber de cuidado general de la Administración, por el
innegable carácter de garante que tiene en el sistema jurídico y en la relación con los particulares,
como también por un componente de responsabilidad ética, política y de bien común, a lo cual se
agrega su deber de solidaridad y respeto de la dignidad de todas las personas, por lo que dicho
deber de cuidado impone un comportamiento normalmente diligente que se refleja en no dañar a
quienes sirve, a las personas en general y los administrados en particular. Esta misma concepción
radica en la Administración la carga de probar que no le asiste responsabilidad en el daño al
ajustarse a un actuar normal”45.
b. Teoría subjetiva
“La teoría de la falta de servicio subjetiva recurre a la noción de funcionamiento defectuoso del
obrar de la Administración, único evento en el que responde, pero en este caso corresponde al
administrado que ha sido dañado probar el defecto en el obrar de la Administración tanto por
acción como por omisión, surgiendo diferentes conceptualizaciones al efecto. Se extrema esta
concepción de la falta de servicio subjetiva, puesto que algunos, exigen no solo se acredite un obrar
defectuoso objetivamente constatable, sino que ha existido culpa en el obrar que ocasionó el daño.
Extremando aún más las cosas se recurre a la noción de culpa del derecho privado, pero se agrega
incluso el llamado a las normas de la legislación civil para regir la situación concreta, en especial el
45
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 5°.
Estableciendo la diferencia entre ambas teorías, la Corte Suprema ha señalado que para
comprometer la responsabilidad objetiva, es suficiente probar “el vínculo o relación de causalidad
entre el hecho y el daño, prescindiéndose del actuar del órgano, mientras que tratándose de la
falta de servicio no basta con la relación de causalidad para comprometer la responsabilidad de la
Administración, en tanto es necesario que concurra una falta de servicio que implica acreditar el
mal funcionamiento del servicio o que éste no ha funcionado”47.
Por su parte, considerando la gravedad de las faltas que hacen procedente la responsabilidad, la
Corte señaló que la diferencia entre ambos regímenes radica en que “(…) en el Código Civil, toda
falta, incluso ligera, basta para comprometer la responsabilidad propia, según los términos de su
artículo 2314, y por el hecho ajeno, según el artículo 2320. En relación con ciertas actividades
46
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 5°.
47
Corte Suprema. Rol 97.722/2016, 23 enero 2018. Considerando cuarto.
48
Corte Suprema. Rol 45.106/2017, 25 septiembre 2018. Considerando sexto.
Por último, cabe resaltar el razonamiento que en diversos votos disidentes y prevenciones ha
manifestado el Ministro Sr. Muñoz, a propósito de la relación existente entre la responsabilidad
civil y la responsabilidad del Estado.
Así, enfatizando la separación entre ambos postulados, el referido juez manifestó que “Pretender
aplicar las normas del Código Civil, considerándolo como derecho común, supletorio a todo el
ordenamiento jurídico resulta exagerado y desproporcionado, por cuanto el Código Civil tiene una
innegable importancia para todo el Derecho, sin embargo, la evolución de las ciencias jurídicas ha
permitido establecer principios y normas propias para determinadas materias, lo cual el mismo
Código reconoce, al estipular en el artículo 4°, que las disposiciones especiales “se aplicarán con
preferencia a las de este Código”, como ocurre precisamente con derechos de fisonomía propia
como el Administrativo. De esta forma el Código Civil es supletorio a todo el Derecho Privado, al
que orienta. Pero no debe olvidarse que si bien el fenómeno de la codificación se plantea para
construir un sistema integral, estructurado y coordinado de la legislación, la descodificación se ha
transformado en la manera empleada por el legislador para adoptar, de manera dinámica, la
forma en que adecua a las nuevas realidades situaciones emergentes que no se encuentran en el
sistema existente, atendidas sus principios, finalidades y valores propios”50.
“De esta forma los principios y normas especiales han emergido en relación con el Derecho Público
en general y el Administrativo en particular, como una descodificación material, pues responde a
postulados diversos y, en no pocas ocasiones, entran en pugna con los del derecho privado, que
regula las relaciones desde un plano de igualdad, con plena autonomía de las personas para
obligarse. No obstante, esta rama emergente definida y representativa de la supremacía de la
finalidad de servicio público, (…) se aparta de aquellos postulados de la autonomía de la voluntad e
igualdad entre partes”51.
49
Corte Suprema. Rol 41.934/2017, 3 septiembre 2018. Considerando séptimo.
50
Corte Suprema. Rol 12.221/2017, 19 abril 2018. Voto Disidente Ministro Sr. Muñoz, Numeral 6.e.
51
Corte Suprema. Rol 12.221/2017, 19 abril 2018. Voto Disidente Ministro Sr. Muñoz, Numeral 6.e.
Bajo este paradigma, no corresponde “(…) hacer aplicación de las normas de los artículos 2314 y
2315 del Código Civil. [A mayor abundamiento, incluso] “Cabe hacer presente que no se utilizó la
expresión “responsables civilmente”, a fin de evitar confusiones con la responsabilidad civil
consagrada en el Código Civil” [tal como] se indica textual y expresamente en el Informe de la
Cuarta Comisión Legislativa (página 164)””54.
De este modo, la falta de servicio aparece como “(…) un criterio nuevo de responsabilidad, que no
es el tradicional de la responsabilidad subjetiva basada en el dolo a la culpa de un denominado
funcionario, sino que atiende a un elemento objetivo que es la falta de servicio público”, como
también lo indica expresamente el Informe de la Cuarta Comisión Legislativa (página 175)”55.
Entonces, “Afirmar una doctrina diversa importa sostener un sistema de responsabilidad del
Estado Administrador diverso al consagrado en los artículos 4° y 42 de la Ley 18.575”56.
6. Prueba
También en relación con la responsabilidad del Estado, la Corte Suprema ha manifestado que “(…)
en la prueba del daño sufrido por un particular, cuya vinculación causal permite su imputación al
Estado, se encuentra ínsita la existencia de una falta de servicio, pues si el Estado ha generado un
daño reparable es obvio que la gestión de la función administrativa ha sido deficiente. (/) Es por
ello que puede afirmarse que la prueba del daño causalmente imputable al Estado equivale a la
prueba de la falta de servicio –el fundamento de la responsabilidad radica en la necesaria
52
Ibíd., Voto Disidente Ministro Sr. Muñoz, numeral 6.e.
53
Ibíd., Voto Disidente Ministro Sr. Muñoz, numeral 6.e.
54
Corte Suprema. Rol 39.484/2017, 2 octubre 2018. Sentencia de reemplazo, Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral
7°.
55
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 7°.
56
Ibíd., Prevención Ministro Sr. Muñoz, Numeral 7°.
Sin embargo, y aun cuando “(…) la responsabilidad extracontractual del Estado se impone
directamente y sobre la base de una presunción de culpa (…) [, ésta] puede desvanecerse siempre
que se pruebe un caso fortuito u otra causal de justificación. [Sin perjuicio de ello,] Mientras esto
no suceda subsistirá la responsabilidad del Estado“. (Rodríguez Grez, Pablo, “Sobre la
responsabilidad extracontractual del Estado”, en Actualidad Jurídica, Nº 23, Enero 2011, p. 32)”58.
Más aún, “(…) sobre la base de los hechos asentados (…) el sentenciador debe realizar una
actividad valorativa, enfrentando y subsumiendo las conductas desplegadas (…) en la normativa
pertinente, para después determinar si se cumplen los presupuestos de la responsabilidad
impetrada, entre los que se encuentra la acción u omisión constitutiva de falta de servicio, el daño
y la relación de causalidad entre ambos”60.
57
Corte Suprema. Rol 1.033/2018, 19 noviembre 2018. Considerando quinto.
58
Ibíd., Considerando quinto.
59 Corte Suprema. Rol 21.793/2017, 27 febrero 2018. Considerando quinto.
60
Corte Suprema. Rol 826/2018, 3 septiembre 2018. Considerando noveno.
En esta sección se presentan los temas relacionados con la responsabilidad del estado por
falta de servicio que la Corte Suprema ha discutido en sus fallos dictados durante el año
2018.
Cada tema se estructura sobre la base de sub-temas y acápites especiales cuando ha sido
necesario, indicándose en cada caso la(s) sentencia(s) que dan origen a la cita en la parte
inferior de cada tema.
En esta materia, un fallo de la Corte Suprema dictado en el mes de junio de 2018, discurrió
específicamente sobre “(…) la determinación de aquella institución que goza de la legitimidad
pasiva para figurar eficazmente como parte demandada en aquellos procesos donde se persigue
hacer efectiva la responsabilidad por falta de servicio de un Establecimiento Autogestionado en
Red. Dicho de otra forma, se trata de dilucidar quién es aquella persona que se encuentra en la
posición jurídica de satisfacer la pretensión hecha valer por el actor”61.
61
Corte Suprema. Rol 37.438/2017, 13 junio 2018. Considerando séptimo.
Sobre el particular, la Corte consignó el marco normativo, señalando que “(…) los incisos 1°, 5° y 6°
del artículo 31 del Decreto con Fuerza de Ley N°1 de Salud del año 2006 prescriben: “Los
establecimientos de salud dependientes de los Servicios de Salud, que tengan mayor complejidad
técnica, desarrollo de especialidades, organización administrativa y número de prestaciones,
obtendrán la calidad de ‘Establecimientos de Autogestión en Red’, con las atribuciones y
condiciones que señala este Título, si cumplen los requisitos que se determinen en el reglamento a
que se refiere el inciso siguiente. (…) Los establecimientos que obtengan la calidad de
‘Establecimiento de Autogestión en Red’ serán órganos funcionalmente desconcentrados del
correspondiente Servicio de Salud, conforme a lo dispuesto en el artículo 33 de la Ley N°18.575,
cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado se fijó por el decreto con fuerza de ley N°1-
19.653, de 2000, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, y a las normas del presente
Libro. (…) No obstante, en el ejercicio de las atribuciones radicadas por ley en su esfera de
competencia, no comprometerán sino los recursos y bienes afectos al cumplimiento de sus fines
propios a que se refieren los artículos 42 y 43. (…)
Para todos los efectos legales, la representación judicial y extrajudicial del Servicio de Salud
respectivo se entenderá delegada en el Director del Establecimiento, cuando ejerza las atribuciones
señaladas en este artículo. Notificada la demanda, deberá ponerla, en el plazo de 48 horas, en
conocimiento personal del Director del Servicio de Salud correspondiente, quien deberá adoptar las
medidas administrativas que procedieran y podrá intervenir como coadyuvante en cualquier
estado del juicio”.
Desde otro punto de vista, agregó que “También se ha dicho que: “La desconcentración se
caracteriza por:
(a) Constituir un sistema de distribución del poder público al interior de un organismo con o sin
personalidad jurídica.
(c) Esta puede ser funcional (si es la función la desconcentrada) o territorial (si la desconcentración
sólo opera en un territorio determinado, por ej. los servicios de salud)” (Luis Cordero Vega.
Lecciones de derecho administrativo. Editorial Legal Publishing Chile, Segunda Edición, Santiago,
año 2015, pág. 122 y 123)”.
Así, en virtud de los fundamentos expresados, la Corte determinó que “(…) los Establecimientos
Autogestionados en Red (…) son “órganos funcionalmente desconcentrados del correspondiente
Servicio de Salud”, al tenor de lo dispuesto en el artículo 33 de la Ley N°18.575 (…) [en la medida
que] El referido artículo 33 prescribe que la desconcentración funcional se realiza “mediante la
radicación por ley de atribuciones en determinados órganos del respectivo servicio”.
La consideración anterior, señala el máximo tribunal, se “(…) halla contenida en la parte final del
inciso con el que concluye el artículo 36 del DFL N° 1 de 2006, de acuerdo al cual, una vez
notificada la demanda respectiva al Director del Establecimiento, éste debe ponerla en
conocimiento personal del Director del Servicio de Salud correspondiente, en el término de 48
horas, quien “deberá adoptar las medidas administrativas que procedieran” y, además, “podrá
intervenir como coadyuvante en cualquier estado del juicio”.
Esclarecido lo anterior, es decir, que los hospitales autogestionados en red son entidades
pertenecientes al Servicio de Salud respectivo, pero desconcentradas funcionalmente, la Corte ha
reflexionado sobre la responsabilidad que recae sobre los respectivos Servicios de Salud. En
efecto, ha señalado que “Sobre este particular es posible afirmar que, tratándose de un órgano
descentralizado, que cuenta con patrimonio y personalidad jurídica propia, el Servicio de Salud
demandado se encuentra obligado a responder pecuniariamente de los daños causados por los
órganos de su dependencia, entre los que se incluyen, sin lugar a dudas, los hospitales que forman
parte de la respectiva red de salud, en tanto [como se ha señalado anteriormente,] la
desconcentración de que son objeto los Establecimientos Autogestionados en Red corresponde a
un sistema de organización administrativa en cuya virtud “se transfieren funciones y competencias
resolutorias de un órgano superior de la administración pública a otro inferior” modalidad
conforme a la cual “la autoridad inferior actúa bajo la dependencia jerárquica del órgano superior,
el que imparte instrucciones y puede revocar las resoluciones del órgano inferior”.
Sin embargo, la Corte hizo una prevención explícita, en torno a que “(…) semejante conclusión no
supone que la responsabilidad pecuniaria, derivada de la actuación con falta de servicio de un
Establecimiento Autogestionado en Red, se radique exclusivamente en el Servicio de Salud
respectivo, en tanto aquél cuenta con un patrimonio de afectación que puede ser destinado al
mismo fin, vale decir, al resarcimiento de los perjuicios causados con motivo del otorgamiento de
las prestaciones sanitarias que, por mandato legal, dicho centro asistencial debe proveer”.
B) Difiriendo de la postura anterior, una prevención del Ministro Sr. Aránguiz manifestó que
éste “(…) difiere en cuanto al estatuto de responsabilidad a que debe someterse la Corporación
Municipal de Educación y Salud de San Bernardo, por estimar que ella es un ente de derecho
público y, por tanto, el factor de imputación aplicable en la especie es la falta de servicio, regulada
en los artículos 4 y 42 de la Ley Nº18.575 y, para el caso específico, en el artículo 152 de la Ley
Nº18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades, teniendo para ello presente:
1º Que si bien la normativa citada en los motivos sexto y séptimo del presente fallo permitió a las
Municipalidades la creación de entidades sin fines de lucro para la administración de determinados
servicios, ello no puede significar que por la sola formación de otra persona jurídica, sea posible
soslayar la circunstancia de tratarse de la satisfacción de necesidades públicas, en este caso, la
prestación del servicio de atención primaria de salud. Es así como la determinación del correcto
sentido y alcance de los artículos citados en el fallo que antecede debe hacerse necesariamente, en
concepto de quien manifiesta este voto particular, a la luz de la finalidad de satisfacción de las
necesidades de la comunidad local que a los entes edilicios confiere el artículo 1° de su Ley
Orgánica”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.721/2017, 29 JUNIO 2018. PREVENCIÓN MINISTRO SR. ARÁNGUIZ, NUMERALES 1° Y 4°
CORTE SUPREMA. ROL 35.721/2017, 29 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, PREVENCIÓN MINISTRO SR. ARÁNGUIZ
Respecto de la coparticipación, la Corte en un fallo del mes de mayo reflexionó -a partir de las
normas de responsabilidad civil sobre solidaridad- sobre la participación de dos o más
instituciones en la ocurrencia de unos mismos hechos que causaron daño a particulares.
En efecto, a partir de la reiteración del artículo 2317 del Código Civil62, ésta señaló que “Sobre esta
norma, ha señalado la doctrina: [que] “Lo característico en estos casos es que el hecho tiene una
orientación final que es compartida, de diferentes maneras por quienes intervienen en su ejecución
(…) Pero también puede haber coparticipación en un mismo hecho sin concertación de voluntad o
propósitos, si simultáneamente concurren dos hechos negligentes en la comisión del daño, como
ocurre frecuentemente en accidentes del tránsito. La ley establece una regla de solidaridad para
estos casos en que los diversos hechos culpables pueden ser calificados como ‘un mismo hecho’
(artículo 2317)”. (Enrique Barros Bourie. Tratado de Responsabilidad Extracontractual. Editorial
Jurídica de Chile. Año 2013, pág. 422)”.
En este contexto normativo, la Corte ha aplicado la solidaridad de los Servicios de Salud tanto de
manera directa, atribuyéndole una falta de servicio cometida por éste, o de manera indirecta, en
cuanto representante del hospital respectivo como órgano desconcentrado funcionalmente.
62
Art. 2317. Si un delito o cuasidelito ha sido cometido por dos o más personas, cada una de ellas será solidariamente
responsable de todo perjuicio procedente del mismo delito o cuasidelito, salvas las excepciones de los artículos 2323 y
2328. Todo fraude o dolo cometido por dos o más personas produce la acción solidaria del precedente inciso.
B) Correlativamente, en el segundo caso, el máximo tribunal dispuso que “el Servicio de Salud
de Quillota y el Hospital de San Martín de dicha localidad, conforman la misma persona jurídica
administrativa, que es la llamada a indemnizar los daños que se demandaron porque sólo existe
una desconcentración funcional de este último y, en consecuencia, ambos deben concurrir al pago.
(…)
[Así] (…) siguiendo el hilo conductor de lo expuesto y, es dable consignar que la complejidad del
hecho dañoso que se intenta indemnizar, la muerte de un joven de 19 años de edad, que contrajo
una bacteria intrahospitalaria, a consecuencia de la falta de servicio que cometieron los
demandados – equivocado diagnóstico y tratamiento-, hace procedente la denominada
concurrencia de responsabilidades, de manera que cada uno de ellos está obligado a reparar el
total de los daños.
Conforme lo dispone el artículo 2317 del Código Civil, (…) “si un delito o cuasidelito ha sido
cometido por dos o más personas, cada una de ellas será solidariamente responsable de todo
perjuicio procedente del mismo delito o cuasidelito, salvo las excepciones de los artículos 2323 y
2328. Todo fraude o dolo cometido por dos o más personas produce la acción solidaria del
precedente inciso.”
En este caso, según se advierte de los razonamientos vertidos en los considerandos precedentes, es
posible concluir que la conducta de los demandados, han resultado determinantes en los
resultados funestos que afectaron a los demandantes, por lo que corresponde establecer que
ambas son responsables in sólidum al pago de las indemnizaciones por daño moral, por lo que no
advierte yerro alguno en la sentencia que se analiza”.
A este respecto, la Corte Suprema ha manifestado que “(…) resulta necesario consignar que la
falta de servicio constituye un sistema de responsabilidad de la Administración del Estado
construido dogmática y jurisprudencialmente en base a lo preceptuado por los artículos 6, 7 y 38
de la Constitución Política de la Republica, así como en base a otras normas infra constitucionales,
dentro de las cuales se encuentra la del artículo 44 de la Ley de Bases Generales de la
Administración del Estado que dispone “Los órganos de la Administración serán responsables del
daño que causen por falta de servicio. No obstante, el Estado tendrá derecho a repetir en contra
del funcionario que hubiere incurrido en falta personal””.
a. Factor de atribución
A) En este sentido, la jurisprudencia de la Corte ha señalado que ésta “(…) no es más que la
materialización, en el ámbito de la Administración Pública, del concepto de responsabilidad
contenido (…)” en el artículo 2314 del Código Civil.
B) Sin embargo, en una disidencia, el Ministro Sr. Muñoz señaló que “La noción de falta de
servicio (…) excluye toda posibilidad de reconducción al Código Civil (…)”.
CORTE SUPREMA. ROL 12.221/2017, 19 ABRIL 2018. VOTO DISIDENTE MINISTRO SR. MUÑOZ, NUMERAL 5
i. Fundamento
El fundamento de este factor de imputación radica “(…) en el hecho que quien contrae la
obligación de prestar un servicio lo debe realizar en condiciones adecuadas para dar cumplimiento
a los motivos considerados al otorgarle la competencia para ello, además de satisfacer el objetivo y
fin para el cual ha sido dispuesta, siendo responsable de los perjuicios que causare su
incumplimiento o irregular ejecución”.
Por una parte se toma el criterio de normalidad del sistema que solamente exige la prueba que el
daño sea producto de la actuación de la Administración, debiendo ésta probar las causales de
exclusión producto de su actuar normal o exento de reproche y del mismo modo que el daño
sufrido por el particular queda comprendido dentro del que debe soportar normalmente una
persona que viva en sociedad, puesto que la administración no se ha apartado de un
comportamiento apropiado, mediano o estándar.
Por otra, se acude a la noción de falla o falta de servicio, constituida simplemente como un defecto
objetivo en el obrar, exenta de aspectos subjetivos, tales como equivocación, desacierto,
incorrección, etc.”.
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, PREVENCIÓN MINISTRO SR. MUÑOZ,
NUMERAL 7°
A) Para efectos de su análisis, “Este factor de imputación, al ser reconducido a las normas del
Código Civil, determina que la responsabilidad se genera cuando el servicio se presta de forma
negligente”.
De este modo, “(…) la falta de servicio es considerada como "la culpa del Servicio".
63
CORTE SUPREMA. ROL 34.225/2017, 29 JUNIO 2018. CONSIDERANDO DÉCIMO
“En efecto, al Estado como a los otros entes públicos administrativos pueden serle aplicadas de
manera diversa las normas del Título XXXV del Código Civil, sin que esto implique desde luego una
63
También en: Corte Suprema. Rol 35.582/2017, 26 noviembre 2018. Voto Disidente Abogado Integrante Sr. Quintanilla,
Numeral 1°.
B) En una disidencia, el Ministro Sr. Muñoz señaló que “La noción de falta de servicio (…)
excluye toda posibilidad de reconducción al Código Civil, cuestión que impide adicionar exigencias
relacionadas con el dolo o culpa del funcionario que actuó como al establecimiento de negligencia,
imprudencia, impericia e inobservancia de reglamentos por parte de la administración o el
funcionario”.
CORTE SUPREMA. ROL 12.221/2017, 19 ABRIL 2018. VOTO DISIDENTE MINISTRO SR. MUÑOZ, NUMERAL 5
Respecto del alcance de la aplicación del concepto de falta de servicio, la jurisprudencia evidencia
dos posturas diversas.
A) En enero de 2018, un fallo manifestó que “Este factor de imputación en caso alguno limita
la responsabilidad de los órganos de la Administración del Estado solamente al ejercicio de la
función específica encargada por la ley, sino que se manifiesta en la actuación de él, sea que se
relacione o no con su misión específica, pero que sea necesario que la desarrolle o simplemente
que la lleve adelante por decisión de sus autoridades y lo anterior se realice como parte de las
funciones generales propias de todo servicio, como en el caso de autos la autorización de vuelo de
una nave comercial.
c. Hipótesis de concurrencia
C) En una prevención del mes de octubre de 2018, el Ministro Sr. Muñoz precisó que “(…)
más que enunciar situaciones particulares integrantes de la noción de falta de servicio, ella
corresponde a toda acción u omisión de la administración de la cual se generan daños para el
administrado y en que ha existido una falla de cualquier orden en el servicio”.
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, PREVENCIÓN MINISTRO SR. MUÑOZ,
NUMERAL 7°
i. Incumplimiento de un deber
En esta materia, “(…) habrá de resaltarse que la omisión o abstención de un deber jurídico de la
Administración generará responsabilidad para aquella si se trata del incumplimiento de un deber
impuesto por el ordenamiento jurídico. En otras palabras, cuando se constate la ausencia de
actividad del órgano del Estado debiendo aquella actividad haber existido, disponiendo de los
medios para ello”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
En esta última hipótesis de funcionamiento irregular, es además “(…) irrelevante la persona del
funcionario y puede o no ser individualizado”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
De este modo, la Corte ha señalado que “(…) tal como se ha tendido a definir en el plano
dogmático y jurisprudencial, (…) el hecho del servicio es aquel que es indisociable del
funcionamiento de la máquina administrativa tomada en su globalidad, en términos tales de no
poderse imputarse a tal o cual agente de manera individual, con todo, pudiendo también el hecho
del servicio residir en la actuación de un agente identificado, en la medida que no es separable del
servicio sino en el funcionamiento u organización colectiva de la Administración”.
CORTE SUPREMA. ROL 7.113/2017, 11 ENERO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO NOVENO
La jurisprudencia del período analizado ha reseñado que “(…) los elementos de esta clase de
responsabilidad son: 1) El funcionamiento anormal del servicio o simplemente falta de servicio,
pudiendo tratarse de una falta de la organización o defecto en el funcionamiento de ella, el cual
puede tener su origen en una actuación jurídica ilegal sin perjuicio que no toda actuación ilegal
constituye falta de servicio; 2) El daño, esto es, que el actuar de la Administración haya ocasionado
directamente un daño que no está amparado en una causal de justificación, y; iii) El nexo causal,
esto es, debe existir una relación de causalidad directa entre la actuación de la Administración del
Estado y el daño sufrido, debiendo tener el hecho que ocasiona el daño una cierta aptitud, en
cuanto debe ser capaz para producir el daño que se reclama”.
En este escenario, las causas en que la Corte ha estimado que los sucesos tienen la connotación
necesaria para ser calificados como generadores de responsabilidad, los hechos se han
desarrollado “(…) en el contexto de la prestación de un servicio público, a través de agentes que se
desempeñan en un centro de salud primario, los que en ejercicio de sus funciones deben proveer las
prestaciones médicas necesarias al paciente, de forma tal que se debe evitar exponerlos a riesgos
innecesarios, sin escatimar esfuerzos para ello”.
Por último, la Corte Suprema ha manifestado que la falta de servicio “(…) consiste precisamente en
aquella falta que es susceptible de comprometer la responsabilidad del Estado”.
En este contexto, “La falta misma que puede constituirla admite graduaciones y, en algunos casos,
la falta de servicio solo existe cuanto la falta cometida ha revestido ciertas características de
Comparativamente. “(…) en el Código Civil, toda falta, incluso ligera, basta para comprometer la
responsabilidad propia, según los términos de su artículo 2314, y por el hecho ajeno, según el
artículo 2320. En relación con ciertas actividades administrativas, en cambio, el derecho
administrativo, particularmente el francés, en que se inspiró nuestro legislador al regular la
materia, se subordina la responsabilidad del Estado y por lo tanto la “falta de servicio”, a la
existencia de una falta grave”.
“Es así como, es incorrecto señalar que se está ante una falta de servicio grave, puesto que para
que exista falta de servicio, justamente la falta ha de ser grave”.
Más aún, la Corte argumenta que “(…) se debe considerar que la relación entre falta grave y falta
simple es paralela a la distinción que formula la Ley de Bases Generales de la Administración del
Estado entre la falta de servicio y la falta personal. Recordemos que la falta personal se define
únicamente por la gravedad de la conducta de un funcionario, pudiendo una conducta acreedora
de sanción disciplinaria no ser considerada como falta personal, sino que como falta de servicio,
atendido que no reviste caracteres de extrema gravedad. Así, la situación en la graduación de la
falta entre grave y simple opera de forma similar a la referida”.
Por último, analizando la titularidad para graduar estas faltas, la Corte ha señalado que “(…) el
concepto mismo de la falta grave, en relación con la falta simple, difícilmente puede estar definido
legalmente, razón por la que será la jurisprudencia la que lo irá estableciendo, pues la distinción
entre ambos es difícil de precisar, particularmente para Chile, donde no ha existido ninguna
aplicación de la institución. Sin embargo, su justificación resulta evidente y necesaria”.
3. Daño
Respecto del elemento del daño, la jurisprudencia ha señalado que “Sobre el punto, la doctrina ha
indicado que “La responsabilidad civil tiene como requisito fundamental el daño producido por el
hecho del cual se pretende hacer responsable al demandado (…) [, en tanto] el daño es siempre el
elemento que determina el momento en que se consuma la perpetración del delito o cuasidelito
civil y nace la obligación indemnizatoria (…)”.
En materia de daños, son dos los principales temas que la Corte Suprema ha reflexionado en el
período estudiado: el daño moral y la pérdida de la chance.
a. Daño moral
“Si bien en nuestra legislación no se encuentra un concepto unívoco de lo que se entiende por daño
moral, su acepción más restringida elaborada por la doctrina se relaciona con el pesar, dolor o
aflicción que experimenta la víctima y que se conoce como pretium doloris. Sin embargo, esta
Así, la profesora Carmen Domínguez Hidalgo ha manifestado sobre el punto: "Estamos con
aquellos que conciben el daño moral del modo más amplio posible, incluyendo allí todo daño a la
persona en sí misma -física o psíquica-, como todo atentado contra sus intereses
extrapatrimoniales.
Comprende pues el daño moral todo menoscabo del cuerpo humano, considerado como un valor
en sí y con independencia de sus alcances patrimoniales". Y agrega: "En suma, el daño moral
estará constituido por el menoscabo de un bien no patrimonial que irroga una lesión a un interés
moral por una que se encontraba obligada a respetarlo". (En "El Daño Moral", tomo I, Editorial
Jurídica de Chile, 2002, páginas 83 y 84)”.
CORTE SUPREMA. ROL 33.865/2017, 24 ENERO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO 10°
CORTE SUPREMA. ROL 3.958/2017, 12 MARZO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO 9°
CORTE SUPREMA. ROL 37.438/2017, 13 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO 5°
CORTE SUPREMA. ROL 18.253/2017, 18 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO 8°
CORTE SUPREMA. ROL 43.707/2017, 21 AGOSTO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO 11°
Así, el daño moral se concibe como un concepto amplio “(…) que comprende no sólo el perjuicio
psíquico como concepto técnico, sino también los sentimientos de tristeza, desazón y necesidad de
adaptación (…)”.
Este alcance del daño moral “(…) constituye una apreciación subjetiva que queda entregada sólo a
criterio y discernimiento de (…) [los jueces de la instancia], valoración que no acepta revisión de (…)
[la Corte Suprema], por la vía de la casación en el fondo”. (Fallo de la Corte Suprema Rol Nº 679-
2002, Gaceta Jurídica Nº 271, pág. 96)”.
CORTE SUPREMA. ROL 40.328/2017, 3 SEPTIEMBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO DÉCIMO
TERCERO
Como corolario de lo anterior, “(…) la situación antes aludida en modo alguno puede entenderse
homologada a un accidente o siniestro provocado por una eventual falta de servicio, por cuanto la
normativa citada no puede extenderse al punto de estimar que las indemnizaciones allí
establecidas cubren el daño moral causado a los familiares del funcionario a raíz, o como
consecuencia de la culpa del servicio”.
Así, es dable concluir que las prestaciones establecidas en la Ley N° 18.948, están destinadas a
cubrir situaciones dañosas ocurridas en el marco de las labores propias del cargo militar, mientras
que la falta de servicio se orienta a indemnizar los hechos lesivos producidos por la negligencia del
servicio, un disvalor adicional introducido por el obrar de la institución.
CORTE SUPREMA. ROL 6.027/2017, 29 ENERO 2018. VOTO DISIDENTE ABOGADO INTEGRANTE SR. QUINTANILLA,
NUMERAL 1°
Agrega que “(…) es aquel riesgo, materializado en un acto de servicio, la justificación del
establecimiento de indemnizaciones reguladas especialmente en la ley en cuanto a su procedencia
CORTE SUPREMA. ROL 6.027/2017, 29 ENERO 2018. VOTO DISIDENTE ABOGADO INTEGRANTE SR. QUINTANILLA,
NUMERAL 2°
Así concluye, que “(…) tratándose de dos regímenes indemnizatorios – el común de los artículos
2314 y 2329 del Código Civil y el especial de la Ley N°18.948 – que tienen por objeto el mismo
daño, esto es, aquel sufrido por el funcionario o por sus familiares en razón de las lesiones o
fallecimiento sufridos en un acto de servicio, (…) ellas resultan incompatibles con la demanda
entablada, que persigue, por tanto, el resarcimiento de un daño que ya fue reparado”.
CORTE SUPREMA. ROL 6.027/2017, 29 ENERO 2018. VOTO DISIDENTE ABOGADO INTEGRANTE SR. QUINTANILLA,
NUMERAL 3°
b. Pérdida de la chance
En esta materia, la Corte ha señalado que “la denominada indemnización por pérdida de chance u
oportunidad, (…) ha sido definida en la doctrina extranjera diciendo que: “la hipótesis es aquella de
un interés en juego que se ha perdido, habiendo cometido el agente un hecho culposo. Pero no
existe certeza que ese hecho culposo haya sido siquiera una condición sine qua non de la pérdida
del interés, pues éste habría podido perfectamente desaparecer, por causas naturales, sin la culpa
del agente. Resulta, entonces, que el interés en juego era aleatorio, que existían solamente
oportunidades de obtenerlo" (Chabas, Francois: “Cien años de responsabilidad civil en Francia”,
Van Dieren Editeur, Paris 2004, pág. 76. Citado por Camilo Arancibia Hurtado, “Recepción de la
pérdida de chance en Latinoamérica: el caso argentino”, en “Actas del Congreso Internacional de
Derecho en homenaje al centenario de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso”,
pág. 156)”.
“También se ha dicho: “Enseñaba Cazeaux que ‘entre lo actual y lo futuro, lo cierto y lo incierto, lo
hipotético y lo seguro, hay zonas limítrofes o zonas grises, como las llama la doctrina’, y tal es el
caso de la ‘chance’. El mismo autor añadía: ‘Se trata de una situación en que hay un
comportamiento antijurídico que ha interferido en el curso normal de los acontecimientos, de
manera que ya no puede saberse si el afectado por ese comportamiento…, habría o no obtenido
cierta ganancia o evitado cierta pérdida. Es decir, que para un determinado sujeto había
probabilidades a favor y probabilidades en contra de obtener o no cierta ventaja patrimonial, pero
un hecho cometido por un tercero le ha impedido tener la oportunidad de participar en la
definición de esas probabilidades” (Félix Trigo Represas, “Pérdida de chance”. Editorial Astrea,
Buenos Aires, 2008. Pág. 25)”.
Agrega la jurisprudencia que “(…) entre nosotros se ha sostenido que: “La pérdida de una chance se
encuentra entre estas últimas hipótesis (cuando no se sabe lo que habría ocurrido en el futuro de
no haberse cometido el hecho ilícito), esto es, incide en la frustración de una expectativa de
obtener una ganancia o de evitar una pérdida. Pero, a diferencia del daño eventual, en los casos de
pérdida de una oportunidad puede concluirse que efectivamente la víctima tenía oportunidades
serias de obtener el beneficio esperado o de evitar el perjuicio, tal como ya se ha mencionado”,
destacando enseguida que se trata del caso de “una víctima que tenía oportunidades de obtener
un bien ‘aleatorio’ que estaba en juego (ganar un proceso, recobrar la salud, cerrar un negocio,
acceder a una profesión, etcétera) y el agente, al cometer el hecho ilícito, destruyó ese potencial de
oportunidades (olvidó apelar, no efectuó un examen, omitió certificar un documento, lesionó al
postulante, etcétera). La víctima en todos estos casos se encontraba inmersa en un proceso que
podía arrojarle un beneficio o evitarle una pérdida (tratamiento médico, apelación de una
Señalan que “(…) en este sentido se ha sostenido también que: “Las chances por las chances no se
indemnizan. Estas deben representar para el demandado la posibilidad de estar mejor. No es la
privación de una chance en sí lo que la hace indemnizable, sino la concatenación de ésta a un
resultado eventualmente más beneficioso para la víctima. Lo que se sanciona con la pérdida de
chance no es el hecho de que la víctima no haya podido optar, elegir, escoger, decidir (un análisis
como ese sería incompleto); antes bien, la pérdida de la chance se hace indemnizable sólo cuando
las chances representan para la víctima de su privación una probabilidad de quedar en mejores
condiciones, sea porque se podría obtener algo mejor o mayor, sea porque se suprime un riesgo
existente [...] En pocas palabras, no es el derecho a optar lo que se indemniza, sino el derecho a
optar por algo mejor” (Ignacio Ríos Erazo y Rodrigo Silva Goñi. “Responsabilidad Civil por pérdida
de la oportunidad”. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2014, pág. 267)”.
La omisión de una atención, diagnóstico y tratamiento oportuno constituye una falta de servicio
que priva a los pacientes de la chance de mejorar su estado de salud o incluso salvar sus vidas.
La omisión de notificar la ocurrencia de accidentes cubiertos por seguro escolar ocurridos dentro
de un establecimiento educacional, constituye una pérdida de la chance para la víctima, en tanto
le priva de la “posibilidad o expectativa de un proceso de sanación más eficiente, desde que las
coberturas que abarca son de amplio aspecto y alcanzan servicios médicos gratuitos, atención
quirúrgica y dental en establecimientos externos o a domicilio o en establecimientos del Sistema
Nacional de Servicios de Salud, hospitalizaciones, medicamentos y productos
farmacéuticos,
prótesis y aparatos ortopédicos, así como la rehabilitación física y reeducación
profesional necesarias”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.582/2017, 26 NOVIEMBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO DÉCIMO
c. Quantum de la indemnización
En esta materia son dos los temas que se discutieron durante el año 2018; a saber, los montos
indemnizables por la vía de la pérdida de la chance, y las sumas por las que se debe condenar en
casos en que interviene la culpa de la víctima.
En primer lugar, la Corte Suprema razonó respecto de los montos de indemnización que
corresponden a la pérdida de la chance. A este respecto, destacó que “(…) la “doctrina en este
sentido es unánime. La oportunidad es lo que se debe indemnizar y no lo que estaba en juego. [Así
Finalmente, en aquellas situaciones dañosas que tiene por causa la falta de servicio y la culpa de la
víctima, “parece apropiado citar al autor Pablo Rodríguez Grez, quien señala: “La recta
interpretación de esta norma –refiriéndose al artículo 2330 del Código Civil- nos obliga a
considerar, desde ya, lo concerniente a la relación causal, puesto que la reducción del daño tiene
como antecedente una causa en que comparten culpas tanto el dañador como el dañado” (…)
“Como bien ha dicho Alessandri, este artículo 2330 supone pluralidad de culpas y unidad de daño,
razón por la cual si las culpas producen daños diversos, cada cual responderá de los que
efectivamente ha causado” (“Responsabilidad Extracontractual”, Editorial Jurídica de Chile,
primera edición, página 353)”.
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO DÉCIMO SEGUNDO
4. Causalidad
En términos generales, la jurisprudencia de 2018 ha sostenido que “para que una persona quede
obligada a indemnizar un perjuicio no basta que éste exista y que haya habido un acto culpable o
doloso suyo; es preciso, además, que el daño sea por causa directa y necesaria del hecho del autor,
de manera que sin éste no se habría producido” (“Las obligaciones”, René Abeliuk Manasevich.
Editorial Jurídica de Chile. Quinta edición actualizada, junio de 2008. Tomo I, páginas 254 y 255)”.
“También se ha dicho que “no basta, para comprometer la responsabilidad civil, que el
demandante haya experimentado un perjuicio y que el demandado haya cometido una culpa. Se
Así, ha sentenciado la Corte que “(…) para que se genere la responsabilidad por falta de servicio, es
necesario que entre aquélla y el daño producido exista una relación de causalidad, la que exige un
vínculo necesario y directo”.
Finalmente, y “(…) A mayor abundamiento, la doctrina nacional (Fernando Araya Jasma, “La
Relación de causalidad en la responsabilidad civil”, Editorial Lexis Nexis, Santiago, 2003, p.7, 9 y
181) ha sostenido que la exigencia del requisito del nexo causal, se infiere de varias disposiciones
de modo implícito, sea que se trate de responsabilidad contractual o extracontractual, objetiva o
subjetiva o diga relación con el daño patrimonial o moral, la que no es discutida en la
jurisprudencia”.
a. Concepto de causalidad
Respecto del concepto de causalidad, los fallos analizados refieren a que ““El requisito de
causalidad se refiere a la relación entre el hecho por el cual se responde y el daño provocado”, “[...]
la causalidad expresa el más general fundamento de justicia de la responsabilidad civil, porque la
exigencia mínima para hacer a alguien responsable es que exista una conexión entre su hecho y el
daño.” (“Tratado de Responsabilidad Extracontractual”, Enrique Barros Bourie. Primera edición,
julio de 2013, Editorial Jurídica de Chile, página 373).17)”.
b. Teorías de la causalidad
A nivel teórico, la jurisprudencia ha reseñado que “(…) diversas son las teorías que tratan de
explicar este tema, a saber: la teoría de la equivalencia de las condiciones, la teoría de la causa
adecuada, la teoría de la causa necesaria y la teoría de la relevancia típica. (Derecho Penal, parte
general, profesor Enrique Cury Urzúa, décima edición año 2011 páginas 294 y siguientes.)”.
En particular, los fallos de la Corte Suprema evidencian una clara tendencia a la aplicación de la
teoría de la causa necesaria, al señalar por ejemplo, que “La doctrina y jurisprudencia están de
“Se ha señalado también que “Es condición del resultado toda circunstancia concurrente a su
producción, que, al ser suprimida mediante una operación mental hipotética, determina la
supresión del resultado” (Enrique Cury Urzúa, obra citada página 294)”.
Lo anterior, “(…) sin perjuicio de la causa inmediata o eficiente, esto es aquella que por su
gravitación o resultado pueda ser apreciada por su importancia, en esta compleja cadena causal,
como la más preponderante, prevalente o presumiblemente la más adecuada para producir y
explicar el vínculo concreto entre acción y la atribución del resultado que se demanda”.
Por ello, a mayor abundamiento, la Corte ha advertido que el hecho “Que una causa sea necesaria
para que se produzca un resultado no significa que también sea suficiente, esto es, que pueda
producirlo sin intervención de otras causas”.
c. Elementos de la causalidad
d. Casos especiales
i. Régimen sanitario
En particular, las sentencias analizadas reiteran “Que en materia sanitaria la certidumbre sobre la
relación causal es difícil de establecer, por lo que en estos regímenes de responsabilidad en la
mayoría de los casos sólo será posible efectuar una estimación de la probabilidad de que el daño se
Es así como la falta de servicio ocurrida en el contexto de una atención sanitaria, “sólo puede
relacionarse causalmente con la pérdida de la oportunidad, pues de no mediar la falta de servicio”
los pacientes podrían tener la opción de alcanzar un mejor estado de salud o al menos contar con
mejores tratamientos para luchar por su salud o su vida.
5. Causales exonerativas
Conforme lo ha señalado expresamente la jurisprudencia, “(…) una causal exonerativa de
responsabilidad es aquella que impide imputar determinado daño a una persona, haciendo
Respecto de la causal exonerativa de caso fortuito o fuerza mayor, la Corte ha manifestado que “la
fuerza mayor está definida como aquel hecho que no depende del actuar de ninguna de las partes
que se encuentran vinculadas al hecho dañino: no debe ser imputable ni a quien lo causa ni a quien
lo sufre.
A mayor abundamiento, el máximo tribunal, “(…) citando a la Corte Suprema de Colombia, refiere
en orden a esta materia lo siguiente: “Así, pues, la cuestión del caso fortuito liberatorio o de fuerza
mayor, al menos por norma general, no admite ser solucionada mediante una simple clasificación
mecánica de acontecimientos apreciados en abstracto como si de algunos de ellos pudiera decirse
que por sí mismo, debido a su naturaleza específica, siempre tienen tal condición, mientras que
otros no. En cada evento es necesario estudiar las circunstancias que rodean el hecho con el fin de
establecer si, frente al deber de conducta que aparece insatisfecho, reúne las características que
indica el art. 1º de la Ley 95 de 1890, tarea en veces dificultosa que una arraigada tradición
jurisprudencial exige abordar con severidad”.
Finalmente, la Corte refiere que esta “(…) institución que se define expresamente en el artículo 45
del Código Civil,64 tiene amplia aplicación en materia de responsabilidad civil, hallándose acorde la
doctrina en que se debe examinar su concurrencia una vez verificado el juicio de reproche
respectivo y asentada la existencia del vínculo relación causal pertinente”.
A mayor abundamiento, la Corte ha señalado que “(…) la doctrina tanto nacional como comparada
reconoce tres elementos indicadores del caso fortuito y los hace parte de su definición: 1. Es un
hecho externo; 2. Es un hecho imprevisible; 3. Es un hecho irresistible”.
64
Art. 45. Se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto a que no es posible resistir, como un naufragio, un
terremoto, el apresamiento de enemigos, los actos de autoridad ejercidos por un funcionario público, etc.
“Luego, que se trate de un hecho imprevisible importará que no resulte posible contemplarlo con
anterioridad a su ocurrencia. Para establecer qué es lo previsible en cada caso concreto, se
requiere analizar las circunstancias particulares que rodean la actividad en desarrollo de la cual
surgió el daño y, por consiguiente, se deben verificar las previsiones normales que habrían de
exigirse a quien alega la fuerza mayor.
Que el hecho sea imprevisible implica que en condiciones normales haya sido imposible para el
agente precaverse contra él. Cuando el acontecimiento es susceptible de ser previsto, no genera
caso fortuito ni fuerza mayor.
La autora citada expresa que “Es necesario contar con un cierto nivel de certeza acerca de la
ocurrencia del hecho, la que debe ser lo suficientemente alta como para excluir las meras
eventualidades”. (Brantt, obra citada, página 131)”.
“En esta perspectiva se expresa en la obra mencionada que “la sola circunstancia de que el
acontecimiento sea imprevisible implica que su ocurrencia es inevitable para el deudor, pues, si
éste no sabe y tampoco le es exigible saber que sucederá un determinado hecho, mal puede
imponérsele el deber de impedirlo”. (Brantt, obra citada, página 147)”.
b. Hecho de la víctima
Al respecto, la jurisprudencia se ha limitado a señalar que “El hecho de la víctima constituye una
causal de exoneración solo en la medida que su acción u omisión sea la única causa del daño (…)”.
6. Prueba
En términos generales, la jurisprudencia de la Corte Suprema ha señalado que la actividad de
acreditación “(…) supone que la parte rinda la prueba pertinente que permita demostrar (…) [las
circunstancias demandadas], en tanto que el juzgador ha de asentar sus conclusiones en dichas
probanzas y no en meras suposiciones o disquisiciones basadas en el sentido común o en sus
apreciaciones personales”.
Así, corresponde al actor “(…) acreditar todos los presupuestos de la acción, debiendo acreditar la
existencia de la falta de servicio, el daño y la relación de causalidad, según lo dispone el artículo 42
de la Ley N° 18.575”.
En particular, la Corte ha sentenciado que para que sea procedente “(…) la responsabilidad del
Estado por un actuar ilegitimo de la Administración [en que] la falta de servicio adquiere el
carácter de presupuesto para su configuración, (…) se requiere acreditar:
(i) la obligación de prestar un servicio público o, a lo menos, que éste ha sido prestado, siendo la
Administración la que actúo;
(ii) esa actuación ocasionó daños o perjuicios en los derechos o intereses legítimos del
administrado,
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
i. Carga de la prueba
En esta materia, la Corte al considerar que la falta de servicio es la culpa del servicio, ha señalado
que “(…) quien la alega debe probar el mal funcionamiento del servicio, su funcionamiento tardío o
el no funcionamiento del mismo; que esta omisión o acción defectuosa haya provocado un daño al
usuario o beneficiario del servicio público de que se trata y, en fin, que la falla en la actividad del
ente administrativo haya sido la causa del daño experimentado (…)”.
En concordancia con lo anterior, un voto disidente y en una prevención del Ministro Sr. Muñoz
precisó que “Si bien el artículo 1698 del Código Civil establece: “Incumbe probar las obligaciones o
si [sic] extinción al que alega aquellas o ésta”, lo cierto es que el desarrollo de la jurisprudencia ha
redefinido el onus probandi, expresando que corresponde la carga probatoria a quien reclama del
órgano jurisdiccional la declaración de un derecho, puesto que debe justificar los hechos que
constituyen los supuestos de existencia y validez de la pretensión. Del mismo modo, le asiste a
quien sustenta la oposición, acreditar la procedencia y los hechos fundantes de la misma, esto es,
que los sucesos que impiden, modifican, transforman o extinguen la pretensión proceden en el
evento que se reclama y se encuentren acreditados. Son los presupuestos de la pretensión, en este
CORTE SUPREMA. ROL 12.221/2017, 19 ABRIL 2018. VOTO DISIDENTE MINISTRO SR. MUÑOZ, NUMERAL 6.E
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, PREVENCIÓN
MINISTRO SR. MUÑOZ, NUMERAL 3°
Esta reflexión hace recordar la discusión entre la visión objetiva y subjetiva de la responsabilidad
del Estado, asumiéndose además una dimensión intermedia consistente en la concepción objetiva
del factor de atribución ‘falta de servicio’.
En este sentido, en relación a los regímenes de responsabilidad y la prueba, una prevención del
Ministro Sr. Muñoz manifestó que “La diferencia entre la concepción objetiva de la responsabilidad
y la concepción objetiva de la falta de servicio está en que en la primera responde de todo daño y
debe probar una eximente de responsabilidad, pues incluso le corresponde asumir los daños por la
actividad lícita. Sin embargo, en la segunda acreditando un comportamiento normal, en concreto,
corresponde excluir su responsabilidad. En definitiva en la falta de servicio objetiva no se abandona
su conceptualización, pero se impone a la administración que acredite que su obrar fue diligente”.
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, PREVENCIÓN MINISTRO SR. MUÑOZ,
NUMERAL 5°
Por último, deliberando sobre la falta de servicio subjetiva, la misma prevención expresa que “La
teoría de la falta de servicio subjetiva recurre a la noción de funcionamiento defectuoso del obrar
de la Administración, único evento en el que responde, pero en este caso corresponde al
administrado que ha sido dañado probar el defecto en el obrar de la Administración tanto por
acción como por omisión, surgiendo diferentes conceptualizaciones al efecto. Se extrema esta
concepción de la falta de servicio subjetiva, puesto que algunos, exigen no solo se acredite un obrar
defectuoso objetivamente constatable, sino que ha existido culpa en el obrar que ocasionó el daño.
Extremando aún más las cosas se recurre a la noción de culpa del derecho privado, pero se agrega
incluso el llamado a las normas de la legislación civil para regir la situación concreta (…)”.
c. Prueba de la causalidad
En particular, en materia de salud, la jurisprudencia ha señalado que no basta “(…) que los actores
demuestren que, con ocasión de la atención sanitaria de que fue objeto, la paciente sufrió un
determinado daño, sino que se debe demostrar, de manera fehaciente, que la actuación del equipo
médico involucrado y el perjuicio que motiva la presentación de la demanda están unidos por una
relación causal, vale decir, por un vínculo que supone que ciertas actuaciones del demandado
fueron la causa precisa y directa del perjuicio padecido”.
d. Medios de prueba
En relación con los medios de prueba, el voto disidente del Ministro Sr. Muñoz en una causa sobre
falta de servicio por la adjudicación de un inmueble en subasta, reflexionó en torno a que la
disponibilidad de los antecedentes que permiten la correcta individualización de un inmueble
constituyen un medio de prueba que el actor debe tener en cuenta al probar la falta de servicio,
pues éstos habilitan “la posibilidad de corroborar previamente la información que emanaba del
proceso con los registros públicos oficiales”.
CORTE SUPREMA. ROL 16.687/2017, 4 ENERO 2018. VOTO DISIDENTE MINISTRO SR. MUÑOZ, NUMERAL 3
Dicho título de imputación excede el margen de mal o irregular funcionamiento del servicio y para
su configuración se tiene en cuenta la forma en que actúa el empleado, cuyo obrar permite ser
calificado, igualmente, de inadecuado, inoportuno, deficiente o de una omisión indebida del agente
público, se habla en tales casos de la culpa o dolo del funcionario por una conducta en que
concurra impericia, imprudencia, negligencia o se incumpla la normativa que regula la materia, en
que, para facilitar la acreditación, se señala que la conducta no está acorde a un comportamiento
medio. (…)
En este mismo sentido, la falta personal existirá siempre que los hechos reprochados a un agente
público se aparten de lo que puede considerarse atinente al servicio, incluso en su funcionamiento
defectuoso”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
Lo relevante del análisis de la falta personal en sede de responsabilidad por falta de servicio, es la
disquisición sobre la vinculación entre una y otra.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
Analizando los antecedentes históricos de la materia, la Corte evidenció que “La jurisprudencial
[sic] francesa acerca del tema ha tenido la siguiente evolución en la aparición, exclusión, conexión,
separación y acumulación que puede suscitarse entre la falta de servicio y la falta personal:
(i) En el caso “Rothschild” (1855) primero y el caso “Blanco” (1873) después, se expresa que las
relaciones, derechos y obligaciones que emergen entre los agentes de la administración y los
particulares que aprovechan sus servicios “no pueden estar regidos según los principios y
disposiciones del derecho civil, que son de particular a particular”, por lo cual emerge el principio
general de responsabilidad patrimonial de la Administración sobre bases autónomas, diferentes a
las provenientes del derecho civil.
(ii) El fallo “Pelletier” ( 1873), donde se introdujo la tesis inicial de que las “faltas personales” tienen
efectos excluyentes sobre las “faltas de servicio”. Bajo tales conceptos, se estableció el sistema del
non cumul o “faltas exclusivas” (habría “falta de servicio pura” o “falta personal pura”).
(iii) Tal doctrina fue superada, primero, por la del precedente “Anguet” (1911), en cuyo,
pronunciamiento se sostuvo, un nuevo criterio: el de la “acumulación de faltas”. A la luz de ello, se
considera que puede producirse una falta de servicio distinta, independiente y paralela a otra falta
personal, y que ambas pueden ser acumuladas.
(vii) En “Delville” (1951) se hizo lugar a una acción de repetición promovida por un funcionario
contra el Estado, luego de haber sido condenado por los tribunales civiles a resarcir la totalidad de
los daños. Se trata de un caso de acumulación de faltas y el Estado tuvo que abonarle al agente la
mitad de lo indemnizado a la víctima”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
Surge así la triple clasificación que puede singularizarse sobre las faltas de servicio y las faltas
personales:
(i) La falta de servicio pura: se da cuando los errores o faltas -anónimas o no anónimas- que
comete un funcionario revisten el carácter de “no separables” de su función. En este primer
supuesto, concurre una falta o funcionamiento irregular o anormal imputable solamente por su
naturaleza al Estado, quedando el funcionario interviniente eximido de responsabilidad personal
por los da-ños causados, a lo cual se agrega que es indiferente que el funcionario se encuentre
identificado o no”.
“(ii) La falta personal pura: se da cuando los errores o faltas que comete un funcionario, sea fuera
o dentro del servicio, revisten el carácter de “separables” de su función y están totalmente
desconectados del servicio o si se prefiere, de la función pública. En este segundo caso, el
funcionario es el único responsable y no el Estado”.
CORTE SUPREMA. ROL 7.113/2017, 11 ENERO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO NOVENO
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
En particular, este tipo de faltas, para los funcionarios que integran órganos excluidos por la Ley de
Bases Generales de la Administración del Estado, se rigen por las normas contempladas en los
artículos 2314 y siguientes del Código Civil.
“(iii) La falta personal impura (o falta de servicio impura): se da cuando los errores o faltas que
comete un funcionario, sea fuera o dentro del servicio, revisten también el carácter de “separables”
de su función, pero, sin embargo, tienen conexión suficiente con el servicio (n ’est pas dépourvue de
tout lien avec le service). Este tipo de faltas se configuran de dos maneras:”
CORTE SUPREMA. ROL 7.113/2017, 11 ENERO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO NOVENO
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
“(i) por superposición: la falta personal se combina en la producción del daño con una falta de
servicio pura (paralela, independiente);
(ii) por desdoblamiento: se desdoblan o se configuran al mismo tiempo con una falta de servicio
cometida durante el servicio, o bien fuera del servicio mas no desprovista de conexión con el
mismo. En cualquiera de estos casos, estamos en presencia de una falta o funcionamiento anormal
imputable al Estado y, paralelamente, el funcionario podrá ser responsable a título personal en la
repetición de la Administración en su contra”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
Volviendo a la vinculación entre un tipo de falta y otro, puede decirse que “Podrá estar presente la
falta personal tanto en el caso en el que la falta de servicio se excluye, como cuando la falta tenga
alguna vinculación con el servicio. (…) [Así] En el plano de un principio general la falta de servicio
no excluye el hecho que se pueda configurar, además, una falta personal. Se puede producir entre
ellas relaciones, separaciones, conexiones y superposiciones. Por ello es que la falta de servicio, en
principio, absorbe la falta personal, excluyéndola. Pero es posible, según se ha dicho, que esta
última también excluya a la primera o concurran conjuntamente, posibilidad, esta última que
nuestro legislador no autoriza, sin perjuicio de la repetición del servicio posteriormente (…)”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
En efecto, en “Todos estos casos, en que en principio tanto el funcionario como el Estado resultan
responsables (por acumulación de faltas y/o de responsabilidades) y que serían llamados a
responder en forma solidaria frente a la víctima, en nuestro país se radica en el Estado dicha
responsabilidad, en el plano de la obligación a la deuda”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
En este escenario, “(…) es indispensable que se encuentre configurada una falta de servicio, puesto
que si la excluye, la repercusión [de la falta personal] ya no se dará. Ante tal antecedente el Estado,
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
En estos casos, se dice que “(…) existe cúmulo de responsabilidad sin cúmulo de faltas, por cuanto
tanto el Estado como el funcionario son responsables – cúmulo de responsabilidad – pero
únicamente hay una falta personal y no una falta de servicio, o sea, no existe cúmulo de faltas”.
“Sin perjuicio que las situaciones señaladas resultan ser las más frecuentes en esta materia,
también se evidencian otras en que concurre tanto el cúmulo de responsabilidad así como el
cúmulo de faltas, y por ende el daño producido ha sido la consecuencia de una falta personal del
funcionario así como también de una falta de servicio por parte de la Administración.
Cabe precisar sobre el punto que la distinción entre responsabilidad del Estado con cúmulo de
faltas y sin cúmulo de faltas tiene importancia por la repetición que el Estado puede hacer contra el
funcionario, que será total cuando no exista falta del Estado y sólo lo será parcialmente cuando
también concurra la falta de servicio de la administración". (Corte Suprema Rol N° 8315-2015)”.
Así, se desprende “(…) la esencial función de la falta personal que reside en permitir la promoción
de acciones de repetición entre el Estado y el funcionario, en un escenario de contribución a la
deuda, en el cual se podrá discutir, incluso su proporción”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
(b) El elemento instrumental: se refiere a si el funcionario usó medios -materiales o no- del servicio
o medios personales.
(c) El elemento ideológico: se vincula con examinar si el funcionario actuó según las necesidades
del servicio o con fines personales. (ver Martín Galli Basualdo, Responsabilidad del Estado por su
actividad judicial, Buenos Aires, Hammurabi, 2006 y la falta de servicio y la falta personal)”.
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
A esto es a lo que ha atendido la Corte Suprema al señalar que “Para determinar la calificación de
una conducta concreta se puede acudir a un parámetro de control, en que surge más nítidamente
la noción de servicio público que impone un actuar en condiciones adecuadas conforme a tal
finalidad, siendo responsable de forma principal y directa de los perjuicios que ocasione su
irregular ejecución. Para este mismo fin surge la apreciación normativa de la actuación, en que el
parámetro de control será la Constitución, la ley, los reglamentos, circulares, protocolos, guías de
actuación, recomendaciones, directrices, lex artis y principios. Tambien en esta tarea puede
considerarse la simple previsibilidad que pueda ocasionarse un daño conforme a las circunstancias
de tiempo y lugar, medios empleados y fines que se han tenido presente al actuar.
(…) Los estándares fundados en la noción de servicio público, regulación objetiva y previsibilidad
del daño en el actuar de la Administración, dejan en claro que no se cumple con un procedimiento
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEXTO
Siguiendo la noción de estándar ideal, el Ministro Sr. Muñoz en una prevención en que alude a los
patrones de comparación de normalidad necesarios para situar la apreciación del factor de
imputabilidad en concreto y no en abstracto, señaló que “(…) Cuando la Administración actuó, se
investigará o mejor dicho se comparará ese actuar con el exigido a un servicio moderno, conforme
a los recursos técnicos y humanos con que debe contar”.
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, PREVENCIÓN MINISTRO SR. MUÑOZ,
CONSIDERANDO 7°
En términos globales, en materia sanitaria la Corte señaló que “para determinar la responsabilidad
médica, se debe atender a la lex artis, que constituye el parámetro de control de la conducta que
alude a la diligencia y cuidado mínimo que es exigible en el desarrollo de un oficio o función
profesional, en el caso concreto, a los profesionales médicos. Se puede decir que aquella está
constituida por el conjunto de principios y normas técnicas cuyo dominio es exigido a cuantos
ejercen la actividad. Así, para establecer si un sujeto cumplió con aquéllas, se considera como
parámetro de control el comportamiento de un profesional medio ante análogos supuestos de
hecho, precisos y determinados, que importa ponderar las circunstancias específicas, en concreto,
a las que aquél se vio enfrentado. De este modo, se deben tener en cuenta las características de la
profesión, la especialidad, la complejidad del acto y las tipologías del paciente para calificar dicho
acto conforme o no a la técnica normal empleada. Adicionalmente se consideran los distintos
aspectos que llevan a determinar la naturaleza de la culpa, como son la negligencia, impericia,
imprudencia e inobservancia de las reglamentaciones”.
En específico, la Corte ha identificado una serie de conductas concretas que constituyen una
enumeración que puede considerarse como un catálogo de estándares o componentes del buen
servicio, y que son las que se indican a continuación:
i. Deberes generales
Poner a disposición de los pacientes todos sus conocimientos y capacidades a fin de entregar
a los pacientes la chance de superar la patología que les aqueja.
Tomar los cuidados necesarios para prevenir los efectos que la literatura médica describe
respecto de las medicinas que se prescriben a los pacientes.
Prevenir y adoptar las medidas de resguardo y control necesarias para evitar el libre
desplazamiento y por sus propios medios de un paciente con movilidad fuertemente limitada
que además padece de un cuadro infeccioso que se prolongue por largos meses.
Proveer las prestaciones médicas necesarias a los pacientes, de forma de evitar su exposición
a riesgos innecesarios, sin escatimar esfuerzos para ello, sobre todo cuando se cuenta con
equipo técnico y profesional para llevar a cabo tal labor.
Atender la totalidad de síntomas que hubiere referido una mujer de forma anterior y
posterior al parto, particularmente la sensación febril, el aumento del volumen vulvar y el
persistente dolor en la zona; y especialmente cuando el recién nacido haya ingresado a la
Unidad de Cuidados Intensivos con diagnóstico de probable infección connatal.
Respecto del actuar de los órganos de prevención de catástrofes, la Corte también ha identificado
un catálogo de estándares o componentes del buen servicio, que son los que se indican a
continuación:
Concebir la actividad de los servicios de emergencia y protección civil desde una óptica
preventiva.
Advertir de los riesgos del desarrollo de la actividad de recolección de algas u otras especies y
del camping, en áreas especialmente peligrosas o expuestas a un fenómeno natural.
Alertar acerca del riesgo de tsunami una vez sucedido un terremoto en zona costera.
No llamar a la población a abandonar los sitios seguros en que se refugien después del
acaecimiento de un terremoto.
Difundir alertas apenas se reciba, para que se proceda a una evacuación de las personas
situadas en los sectores costeros de las zonas afectadas por el terremoto.
c. Gendarmería de Chile
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SÉPTIMO
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SÉPTIMO
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SÉPTIMO
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SÉPTIMO
d. Carabineros de Chile
Constituye un buen servicio la actuación en consonancia con la ley, en especial el proceder ceñido
a las facultades que en materia procesal penal se le entregan para el desarrollo de su cometido
institucional.
e. Recintos educacionales
Por último, respecto de los recintos educacionales, la Corte Suprema estableció que el estándar de
buen servicio de éstos en situaciones de accidentes de salud de un alumno, corresponde a dar
curso al procedimiento de activación del seguro escolar, a fin de que éste entregue cobertura a las
prestaciones posteriores que necesite la víctima.
CORTE SUPREMA. ROL 35.582/2017, 26 NOVIEMBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO DÉCIMO
Las conductas identificadas son las que se señalan a continuación, separadas por el servicio
respectivo que incurrió en ellas.
Constituyen acciones u omisiones que reflejan una falta de servicio las siguientes:
Postergar en seis meses o un año de la atención médica de una paciente con un diagnóstico
de mastopatía graduada en un nivel catalogado incluso de severo, que derivó en la práctica
de una mastectomía.
Privación del paciente de un diagnóstico certero durante un tiempo extenso de tiempo, que
le impida acceder a un tratamiento adecuado para la enfermedad que padece.
Utilización del fórceps en una etapa de parto en que no estaba indicada, por parte de un
profesional que lo utilizó infraccionando la lex artis.
Proporcionar medicamentos sin identificar las causas que pueden estar causando una
reacción alérgica, sea mediante el conocimiento de sus manifestaciones, el uso de manuales
técnicos o la suspensión de los tratamientos farmacológicos vigentes.
Tratar una reacción alérgica como un asunto secundario e irrelevante, de carácter meramente
transitorio.
Omitir una actividad médica concreta para satisfacer las necesidades médicas de una
paciente embarazada en condición de riesgo por patologías de base y de su hijo.
No adoptar las medidas de especial atención de un paciente con evidente fragilidad y con
dificultades de desplazamiento y movilidad, actuando con displicencia y descuido.
Omisión de las medidas necesarias para prever un posible riesgo obstétrico, considerando la
existencia previa de dos abortos espontáneos.
CORTE SUPREMA. ROL 40.328/2017, 3 SEPTIEMBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDOS SEXTO Y SÉPTIMO
También respecto de estos organismos, se evidencian una serie de conductas que la jurisprudencia
considera constitutivas de falta de servicio, y que son las siguientes:
i. Deberes de prevención
No prestar a la población el servicio público que les era exigible, consistente en preparar,
educar y alertar acerca del riesgo de tsunami una vez sucedido un terremoto en zona costera.
No facilitar los medios con que contaban a quienes los piden, y abandonar el lugar sin realizar
acción alguna en auxilio de quienes se hallaban atrapados en ese lugar.
Hacer volver a sus hogares a las personas que, por propia iniciativa, habían accedido a sitios
seguros, sin considerar que muchos de estos se hallaban situados en la zona de riesgo.
c. Armada de Chile
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SÉPTIMO
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO DÉCIMO
CORTE SUPREMA. ROL 35.228/2017, 25 JUNIO 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SÉPTIMO
e. Ministerio Público
f. Establecimientos educacionales
Respecto de las municipalidades, la jurisprudencia consideró que resulta una falta de servicio, la
ausencia de fiscalización en relación al cumplimiento por parte de una adjudicataria y una
empresa a cargo de la ejecución práctica de faenas de las medidas de seguridad destinadas a
proteger la vida y salud de los trabajadores que laboraban en su obra.
Más aún, en un voto disidente, el Ministro Sr. Muñoz consideró que constituye una falta de
servicio municipal, el otorgamiento de una autorización para la exhumación y posterior reducción
de un cadáver, sin contar con la autorización expresa y por escrito de su cónyuge sobreviviente o
sus parientes más cercanos.
CORTE SUPREMA. ROL 35.181/2017, 11 ENERO 2018. VOTO DISIDENTE MINISTRO SR. MUÑOZ, NUMERAL 3°
Por último, en un voto disidente de los Ministros Sres. Muñoz y Aránguiz, se consideró como falta
de servicio del Departamento de Cooperativas de la Subsecretaría de Economía, Fomento y
Reconstrucción, la no advertencia oportuna del mal manejo de los administradores de una
cooperativa en medio de una crisis en la economía, que lo obligaba lógicamente a estar en
situación de alerta ante sus fiscalizados, para evitar perjuicios a los ahorrantes.
CORTE SUPREMA. ROL 101.739/2016, 13 FEBRERO 2018. VOTO DISIDENTE MINISTROS SRES. MUÑOZ Y ARÁNGUIZ,
NUMERAL 7°
10. Prescripción
En materia de prescripción, la jurisprudencia del período reflexionó en torno a la prescripción de la
acción indemnizatoria por falta de servicio. En este contexto, un fallo de enero de 2018 señaló que
“(…) la jurisprudencia de los tribunales es uniforme en cuanto a considerar que la acción
indemnizatoria, por falta de servicio que se sigue en contra de los órganos estatales, prescribe de
acuerdo al plazo indicado en el artículo 2332 del Código Civil, esto es, en el término de cuatro años,
1. Responsabilidad médica
Reiterando los requisitos del régimen general de responsabilidad por falta de servicio, la
jurisprudencia ha señalado que “(…) para que nazca la responsabilidad en materia sanitaria deben
concurrir copulativamente los requisitos establecidos expresamente en la mencionada norma, esto
es, la existencia de falta de servicio del respectivo Servicio de Salud, que haya causado un daño y
que éste sea imputable al mismo”.
La revisión de la historia fidedigna de la Ley N° 19.966, “(…) permite aseverar que la inclusión
dentro de la ley de la responsabilidad del Estado en materia sanitaria obedeció a la intención
específica del legislador de regular esta materia especial, siguiendo los lineamientos del artículo 42
de la Ley N° 18.575, pues efectivamente dicho título estableció del mismo modo que la Ley de
Bases Generales de la Administración del Estado que la responsabilidad de éste nace de la falta de
servicio, la cual no es otra que el actuar defectuoso de los Servicios de Salud”.
Profundizando en ello, también la Corte ha señalado que la falta de servicio es un “(…) factor de
imputación que se presenta como una deficiencia o mal funcionamiento del servicio en relación a
la conducta normal que se espera de él, estimándose que ello concurre cuando el servicio no
funciona debiendo hacerlo y cuando funciona irregular o tardíamente”.
b. Daño
c. Causalidad
Respecto de la causalidad, es preciso resaltar que la Corte ha manifestado que “(…) en materia
sanitaria la certidumbre sobre la relación causal es difícil de establecer, por lo que en estos
regímenes de responsabilidad en la mayoría de los casos sólo será posible efectuar una estimación
de la probabilidad de que el daño se deba a un hecho o, al incumplimiento de un deber de atención
eficaz y eficiente, por el cual el demandado deba responder”.
Específicamente en relación con la prueba del daño en sede sanitaria, la Corte Suprema expresó
en uno de sus fallos que “(…) no siempre es imprescindible la prueba pericial para comprobar la
responsabilidad médica, ya que sin desconocer que en la mayoría de los casos existe un problema
técnico en que aquella prueba es de gran utilidad, en cambio ocurren situaciones en que aquella
fluye del solo establecimiento de los hechos”.
Por último, respecto del estándar de buen servicio, la jurisprudencia ha anotado que “(…) el
profesional actuante debe ajustar su conducta a la lex artis médica, no debe necesariamente curar
o sanar al paciente, sino desplegar su actividad cumpliendo estándares de conocimiento, prudencia
y diligencia.
En este orden de ideas, la Corte también argumentó que la lex artis “(…) constituye el parámetro
de control de la conducta que alude a la diligencia y cuidado mínimo que es exigible en el
Concluye la misma Corte señalando que desde allí surge “(…) el concepto de 'lex artis ad –hoc', en
la que se emplean en la ponderación de la conducta elementos abstractos y concretos para
establecer la responsabilidad” (Corte Suprema, Rol 38.151-2016, considerando undécimo)”.
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEGUNDO
65
Artículo 42.- Los órganos de la Administración serán responsables del daño que causen por falta de servicio.
No obstante, el Estado tendrá derecho a repetir en contra del funcionario que hubiere incurrido en falta personal.
66
Artículo 21.- La organización básica de los Ministerios, las Intendencias, las Gobernaciones y los servicios públicos
creados para el cumplimiento de la función administrativa, será la establecida en este Título.
Las normas del presente Título no se aplicarán a la Contraloría General de la República, al Banco Central, a las Fuerzas
Armadas y a las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, los Gobiernos Regionales, a las Municipalidades, al Consejo
Nacional de Televisión, al Consejo para la Transparencia y a las empresas públicas creadas por ley, órganos que se
regirán por las normas constitucionales pertinentes y por sus respectivas leyes orgánicas constitucionales o de quórum
calificado, según corresponda.
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, CONSIDERANDO SEGUNDO
CORTE SUPREMA. ROL 41.971/2017, 22 MAYO 2018. CONSIDERANDO SÉPTIMO
CORTE SUPREMA. ROL 45.106/2017, 25 SEPTIEMBRE 2018. CONSIDERANDO SEXTO
A esta materia se refirió también una prevención del Ministro Sr. Muñoz al manifestar que “Por la
enunciación de los párrafos 1° y 2° del Título II de la Ley 18.575, como por las materias de que
trata, entiende que igualmente se aplica el artículo 42 a las reparticiones excluidas en el inciso
segundo del artículo 21 (…) Es así como el artículo 42, en correspondencia con el artículo 4°,
dispone que los “órganos de la Administración serán responsables del daño que causen por falta de
servicio”. En todo caso, de estimarse excluida de aplicación de esta norma, debe regirse por el
artículo 4°, el que singularmente, sin el complemento del artículo 42, podría entenderse que
establecería una responsabilidad objetiva derivada únicamente de constatar un derecho lesionado
que ocasione daños al administrado, circunstancia que corresponde descartar”.
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. SENTENCIA DE REEMPLAZO, PREVENCIÓN MINISTRO SR. MUÑOZ,
NUMERAL 6°
3. Ministerio público
El Ministerio Público, regido por la Ley N° 19.640, incorpora en su artículo 5° “(…) un estatuto
especial de responsabilidad por las conductas injustificadamente erróneas o arbitrarias del
Ministerio Público. Por tanto, debe aclararse dicho concepto jurídico, objetivo en el que es útil traer
a colación lo que ha dicho esta Corte Suprema en distintos fallos en relación a este concepto
a) un error inexplicable;
f) un error craso y manifiesto, que no tenga justificación desde un punto de vista intelectual en un
motivo plausible;
Esto implica que aun cuando pudiera no compartirse la intensidad del error exigido por el precepto
legal en análisis, debe excluirse de tal tipo de conductas cuando se procede con un margen de error
razonable (…).
(…) [Esta aseveración] encuentra respaldo en la historia fidedigna del establecimiento del artículo
5° de la Ley N° 19.640, en orden a que se decidió fundar la disposición en el precepto constitucional
consagrado en el artículo 19 N° 7 letra i). Es así como se señala:
“Uno de los principios ya aceptados por la doctrina y la jurisprudencia es que el Estado debe
responder por el daño que cause a las personas con su actividad, u omisión, en su caso. Nuestra
Constitución Política la consagra en el artículo 38°, inciso segundo, en lo que concierne a las
acciones u omisiones de la Administración, y en el artículo 19° Nº 7° letra i), en cuanto a las
resoluciones judiciales que afecten el derecho a la libertad personal y a la seguridad individual, en
la forma que allí se señala.
Al efecto, creyó que una fórmula era establecer la obligación del Estado de indemnizar los daños
causados por el Ministerio Público por acciones u omisiones arbitrarias, ilegales o manifiestamente
erróneas. Estos conceptos no son novedosos para nuestro ordenamiento constitucional, ya que han
experimentado un importante período de decantación en institutos como el recurso de protección y
la propia responsabilidad por la actividad jurisdiccional antes aludida.
Con todo, siendo esta materia de iniciativa exclusiva de S.E. el Presidente de la República, el Primer
Mandatario formuló la indicación número 1, para consignar que el Estado será responsable por los
"actos injustificadamente erróneos o arbitrarios del Ministerio Público".
La Comisión aceptó ese criterio, que guarda concordancia con la responsabilidad del Estado por su
actividad jurisdiccional, la cual procede respecto de aquella resolución que sea "injustificadamente
errónea o arbitraria", sin perjuicio de que esta última se encuentra constitucionalmente restringida
a los casos que hayan redundado en el sometimiento a proceso o condena del afectado. No
obstante, le preocupó que, al mencionar los actos, queden excluidas las omisiones en que incurra el
Ministerio Público. Por tal motivo, optó por hacer referencia a "las conductas", en el entendido de
que, de esta forma, se está comprendiendo tanto a las acciones como a las omisiones de este
organismo”. (Segundo Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento
del Senado, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece la Ley
Orgánica del Ministerio Público, contenido en el Boletín N° 2.152 - 07, evacuado el 21 de julio de
1999)”.
“En efecto, tratándose de la responsabilidad del Ministerio Público donde se exige falta grave para
comprometerla, si la falta no es de carácter grave, ello no significa que no exista la falta, ya que
podría existir. Lo que ocurre es que ella no tiene la entidad como para alcanzar a comprometer la
responsabilidad del Estado”.
Esto implica que para esta “(…) calificación de “injustificadamente errónea” (…) no basta con que el
proceder del ente persecutor sea meramente equivocado, inexacto o desacertado, sino que
también debe estar carente absolutamente de justificación, lo que, a su vez, supone que la
conducta arbitraria del Ministerio Público sea antojadiza o que esté dirigida por la irracionalidad”.
Este régimen posee su fundamento en el hecho de que “(…) La no existencia de la distinción entre
falta grave y simple, podría impedir que el Ministerio Público actuara eficaz y prontamente, para
no poner en riesgo su responsabilidad civil”.
Así, aclarando la diferencia entre la aplicación del régimen de falta de servicio y el error
judicial, la Corte ha agregado también que “(…) no será necesaria la declaración previa de
existir tal actuación injustificadamente errónea o arbitraria [-el error judicial-] cuando la
responsabilidad indemnizatoria se persiga respecto de actuaciones vinculadas a la
actividad judicial pero que no son constitutivas del obrar jurisdiccional propiamente tal. Sin
embargo, dicha declaración previa es insoslayable cuando la indemnización se basa en la
existencia de un sometimiento a proceso o en una condena”.
En este sentido, señaló también que constituye una premisa errada el “(…) entender que la
regulación, entre otras materias, de la responsabilidad civil contractual del transportista aéreo de
pasajeros contenida en el Código Aeronáutico, constituye el establecimiento de un régimen
excluyente de la falta de servicio como factor de imputación de responsabilidad de los órganos de
la Administración del Estado”.
Por último, la Corte argumentó que para que concurra la falta de servicio “(…) no es necesario que
el mal funcionamiento se relacione exclusivamente con la prestación del servicio público que debe
entregar el órgano, pues basta que aquella se presente en el funcionamiento de aquél, toda vez
que los artículos 4 y 42 de la Ley N° 18.575, consagran un sistema de responsabilidad general,
aplicable a toda la Administración”.
De ello “(…) se extrae que el sistema que regula a dichas instituciones y en el caso particular a las
Fuerzas Armadas, es el derecho común, criterio que por lo demás ha establecido expresamente
esta Corte, entre otros, en los autos Rol Nº 371-2008, caratulados 'Seguel con Fisco de Chile',
donde se sostuvo que para arribar a esa conclusión se tiene presente que precisamente el
desarrollo del derecho administrativo, allí donde ha ocurrido, ha sido a partir de la distinta
interpretación de las normas de derecho común para el Estado y para las relaciones entre los
particulares, permitiendo de esta forma la conciliación de la actuación estatal, dotada de imperio
público, como guardiana del interés colectivo, con la protección de los derechos de los ciudadanos,
de tal suerte que cabe aceptar la aplicación en nuestro país a partir del artículo 2314 del Código
Civil de la noción de falta de servicio (considerando décimo quinto)” (Corte Suprema, Rol 3-2013,
considerando séptimo)”.
B) En un voto disidente, el Ministro Sr. Muñoz señaló que “(…) la jurisprudencia, sobre la base
de la legislación especial, ha sustentado la responsabilidad de la Administración. Esta normativa
especial arranca de los artículos 2°, 4°, 5°, 6°, 7°, 38 de la Constitución Política de la República, 4° y
42 de la Ley N° 18.575. La norma del inciso segundo del artículo 21 de la Ley N° 18.575 no afecta la
disposición del artículo 4°, por lo que a su respecto debe atenderse a la concepción de la
Administración del Estado que expresa el inciso segundo del artículo 1° del mencionado cuerpo de
leyes, de forma tal que, sin duda alguna, este régimen de responsabilidad se aplica a las Fuerzas
Armadas, como a las de Orden y Seguridad Pública”.
CORTE SUPREMA. ROL 12.221/2017, 19 ABRIL 2018. VOTO DISIDENTE MINISTRO SR. MUÑOZ, NUMERAL 3
CORTE SUPREMA. ROL 39.484/2017, 2 OCTUBRE 2018. VOTO DISIDENTE MINISTRO SR. MUÑOZ, NUMERALES 1° Y
2°
Lo anterior es trascendente, toda vez en la actualidad, al alero de la normativa especial que regula
la materia, son innecesarios los esfuerzos jurisprudenciales para legitimar la responsabilidad del
Estado, por un actuar ilícito de sus agentes, invocando disposiciones de derecho privado. Esto
último es importante, por cuanto la evolución del Derecho Público, en especial del Derecho
Administrativo, permite sostener que existe un conjunto de principios que orientan la actuación de
la autoridad, que son diferentes de los que se encuentran presentes en relaciones regidas por el
Derecho Privado. Los distintos planos en que los particulares se vinculan entre sí, con aquéllos
exigibles cuando lo hacen con la autoridad o cuando la relación es entre órganos del Estado, son
una realidad que no es posible desconocer, no obstante no exista ninguna norma que así lo
disponga. Ahora bien, esta realidad distinta, como se dijo, determinó la regulación especial
contenida en la Ley N° 18.575, la que no hace más que materializar el principio de responsabilidad
de los órganos del Estado consagrada en los artículos 6, 7 y 38 de la Carta Fundamental”.
CORTE SUPREMA. ROL 12.221/2017, 19 ABRIL 2018. VOTO DISIDENTE MINISTRO SR. MUÑOZ, NUMERAL 5
8. Gendarmería de Chile
En particular, respecto de Gendarmería de Chile, una prevención de la Ministra Sra. Sandoval
manifestó que “A Gendarmería de Chile, conforme a lo establecido en el artículo 21 de la Ley de
Bases de Administración del Estado, le son aplicables en lo que a la responsabilidad por falta de
servicio se refiere, las normas contenidas en este cuerpo legal, la cual excluye, entre otras, a las
Fuerzas Armadas y a las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública”.
CORTE SUPREMA. ROL 21.793/2017, 27 FEBRERO 2018. PREVENCIÓN MINISTRA SRA. SANDOVAL, NUMERAL 1°
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