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Evolución de La Vestimenta en Japón PDF
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Japón, en japonés Nihon o Nippon (lit. “el origen del sol”) y de nombre oficial Nihon-
koku (lit. “el país del origen del sol”); es un país al este de Asia, constituido por cerca de
siete mil islas, de las que destacan cuatro: Honshū, Hokkaidō, Kyūshū y Shikoku, que
conforman el 97% de la superficie total del país. Su población es de 127 millones de
personas, de la cual, el 25% se concentra en la capital, Tokio, siendo ésta la ciudad más
grande del mundo.
Se sabe que las islas del Japón estuvieron habitadas desde el período Paleolítico
superior, unos 35’000 años atrás. Cerca de años 11.000 y 500 a.n.e., dichos habitantes
desarrollaron un tipo de alfarería, conocida como jōmon, la cual es considerada como
la más antigua del mundo. Posteriormente aparecería la yayoi, que ya utilizaba
herramientas de metal y cultivaba arroz; en dicha sociedad sobresalen los caciques
Yamato, que en siglos posteriores se convertirían en gobernantes expandiendo sus
territorios bajo un sistema centralizado; éste gobierno adoptó las costumbres de Corea
y de China, lo que conllevó a una serie de conflictos y la creación de una cultura
japonesa altamente sofisticada de la aristocracia (794 n.e.) y crearon la entonces capital
del país, Heian-kyō (hoy Kioto). El sistema centralizado fracasó en las provincias y una
serie de revueltas sociales llevaron a los grupos aristocráticos a buscar ayuda de
guerreros que protegieran sus tierras, estos guerreros se conocen como samuráis. El
sistema feudal perdura por varios siglos en Japón, hasta que en 1858, el Comodoro
Mattew Perry obliga al país a abrir sus puertas (después de 251 años de encierro), y en
1868 se instaura la era Meiji. Los samuráis ya no fueron necesarios y el emperador
retoma su poder político (hasta entonces rezagado bajo la figura del shogun).
El país tiene influencia, principalmente china, en sus orígenes, además de europea y, a
partir de la Segunda Guerra Mundial, con la ocupación de Estados Unidos en su
territorio, de éstos últimos.
Vestimenta
Vestimenta en la antigüedad
Japón es un país cuya cultura data de poco más de dos mil años, por lo que su historia
es vasta y la parte de la indumentaria también es extensa.
El país que originariamente poseía un sistema monárquico deja a un lado al emperador
como mera figura icónica y pasa a un sistema feudal. El la casta más alta se encuentra,
por supuesto, el emperador y su familia; le sigue el shogun, quien realmente gobierna;
debajo se encuentra el daimyo (terratenientes); al servicio de éste último, los samurái;
los médicos y acupunturistas forman otra casta, importante; monjes y budistas; y la
clase más baja está compuesta por los comerciantes, artesanos, labradores, sirvientes,
marineros, etcétera; y aún más baja que la clase baja, se consideraban a los mendigos y
a los cristianos.
Como en todas las culturas, la historia de Japón también nos muestra que la vestimenta
sirvió para diferenciar a las clases tanto por los diseños en la misma, así como en las
fibras utilizadas en su manufactura. En el primer milenio del país, podemos encontrar
vestimenta sencilla elaborada con fibras vegetales autóctonas; la introducción de la
seda y el lino, y más delante de la lana y el algodón, enriquecen al vestido y sirven
como símbolo de estatus.
Una parte característica del pueblo japonés que persiste hasta nuestros días es que las
mujeres no utilizaban maquillaje, y este fue casi exclusivo de las cortesanas de alto
rango, las oiran, y después de las geisha. Aunque una costumbre, de tintes machistas,
fue la de las mujeres de clase alta de pintarse los dientes de negro –ohguro-, de
mediados de la era Kofun a principios de era Meiji, para evitar que se vieran los dientes
al sonreír, lo que era considerado vulgar en una dama.
La palabra kimono es de origen más o menos reciente, data apenas de la era Meiji, de
cuando los occidentales que entraron al país preguntaban insistentemente cómo
llamaban a la ropa que ellos llevaban puesta, a lo que sólo respondían con un simple
cosa para vestir. Para el japonés sólo existía el término wakufu que significa,
literalmente, ropa japonesa y la palabra yokufu, ropa extranjera, se utilizaba para
cualquiera que no fuera nacional.
Periodo Nara
La vestimenta se ve influenciada directamente por le moda china.
Aparece una prenda que puede considerarse la antecesora del kimono actual.
Se crea un código de vestimenta, inspirado en los códigos de la Dinastía Tang.
Por ejemplo, se implementa que las togas deben atarse colocando primero la
parte izquierda y cruzando encima la derecha; hasta el día de hoy, esa es la
manera correcta de ponerse un kimono, hacerlo de forma contraria se usa
solamente para vestir a los difuntos.
La vestimenta ya presenta diferencias según el género.
Inspiradas del hanfu, el traje chino, toman las dos formas de cuello, la redonda y
la de solapa, a las que llaman agekubi y tarikubi.
El agekubi es una túnica de cuello redondo alto y ahogado, inspirado en las
ropas de la Dinastía Sui. Las mangas son estrechas y se usa con pantalones,
pues es el tipo de vestimenta que llevan los hombres.
Mientras que el tarikubi, es una toga de solapas cruzadas y mangas sueltas,
tomando inspiración en los atuendos de la Dinastía Tang. Se llevaba, además,
con una falda, puesto que este estilo era el que llevaban las mujeres.
El emperador era el único que llegó a utilizar tanto el agekubi como el tarikubi,
siendo éste último de uso menos formal. Hasta nuestros días, lo sigue utilizando
para ceremonias oficiales y eventos que requieran su uso.
Al agekubi no sufrió cambios y permanece prácticamente igual en la actualidad.
Periodo Heian
En busca de un atuendo nacional, el traje evoluciona a formas más
puras, se vuelve lineal y ceñido.
Evoluciona el uso de colores, combinaciones y texturas.
Restricción de colores según la casta, como el morado, cuyo color
puro era de uso exclusivo del emperador y, en tonos más
degradados se usaba según el grado.
La aristocracia y clases altas, comienzan a utilizar hombreras
amplias para dar el efecto visual de corpulencia de la que carecían debido a su falta
de actividad.
Se implementa el uso de colores, tejidos y formas de acuerdo a la estación del año.
Aparece el antecesor del kimono, una prenda llamada kosode que en sus orígenes
funge como una prenda interior de un opulento traje aristocrático.
La aristocracia crea suntuosos trajes para su uso exclusivo que sirven para marcar bien
la diferencia de clase.
De esos trajes exclusivos de la aristocracia surge el
jyuni-hotoe, que significa doce capas. En esta época el
traje podía llegar a tener hasta de veinte capas, por lo
que su costo era elevado y podía llegar a pesar hasta
20 kg. Se cree que debido a que las mujeres
aristócratas no necesitaban moverse para trabajar y
permanecían sentadas la mayor parte del tiempo el
traje podía ser utilizado como prenda de diario. Este
traje es complejo para ponerse, por lo que quien lo
vestía debía ser asistido por sirvientes. En la actualidad este traje consta sólo de diez
capas y solamente lo lleva la emperatriz en ocasiones muy especiales, o la princesa el
día de su boda. También se puede ver a mujeres llevando versiones económicas en
representaciones de época o festivales, o a cosplayers como un mero disfraz.
Kariginu: originalmente era un traje que los nobles utilizaban para ir de caza,
pero al ser incómodo, se terminó destinando para su uso diario.
Sokutai: era la prenda más formal para los oficiales del rango más alto.
Kanmuri: tocado para hombres adultos, cortesanos y samurái, también el
emperador.
Hitatare: una túnica corta de mangas cuadradas que utilizan los hombres
comunes y más tarde se convertiría en prenda de uso diario del samurái. Es una
prenda funcional que generalmente era de algodón o lino en color crudo, si lo
llevaba alguien de dinero podía ir teñido o adornado de manera sencilla.
Periodo Muromachi
El sistema monárquico pierde su poder político en su totalidad y pasa a manos
del shogun.
La casta samurái se convierte en la milicia oficial y asciende de rango social.
El kosode aún se lleva al estilo de la era Heian, aunque se ha implementado su
decoración según la estación del año.
Uchikakeru: es un atuendo formal de varias capas, con base en el kosode. Es de
alta calidad y va ricamente decorado, teñido y bordado. Para el siglo XVIII se
convierte en el traje de novia más elegante.
Se introducen nuevos textiles al país como la lana y el terciopelo.
El samurái utiliza un kosode debajo de su hakama y hitatare, que lleva los cinco
escudos.
La gente común comienza a utilizar el haori.
los comerciantes comienzan a ganar más dinero por lo que comienzan a llevar
vestimentas de mejor calidad y más decoradas.
Periodo Azuchi-Momoyama
La aristocracia, en vista del ascenso económico de los comerciantes y sus
nuevos trajes de mejor calidad, optan por un estilo más recargado que
ostente poder a través de la decoración excesiva en los textiles que, además,
son de la más alta calidad.
Las mujeres de clase alta añaden un kosode blanco al uchikakeru. En verano
se ataban esta capa para refrescarse un poco, pero con las mangas sueltas.
Con la llegada de los europeos y la cristianización, la cultura japonesa
adopta nuevas costumbres.
Los artesanos y comerciantes, con su nuevo poder adquisitivo, imitan las
ropas de la aristocracia en la medida de sus posibilidades, pero, además,
crean un estilo propio al decorar sus vestimentas con motivos asimétricos,
formas irregulares o curvas.
Florecen los centros de tejido en Kioto, llegando a existir hasta diez mil
tejedores. Con este auge textil, surge la necesidad de crear el sistema de
moneda.
En 1589 abren los barrios del placer, distritos anexos a manera de
ciudadela, destinados al placer carnal a las afueras de ciudades importantes
como Kioto u Osaka. En ellos se ejercía la prostitución de manera libre y
legal. Allí habitaron cortesanas de alto nivel cuyos servicios sólo podían ser
costeados por las clases más altas, y socialmente no era censurado, por el
contrario, poder pagar los servicios de una oiran era sinónimo de un alto
poder económico. La oiran llevan peinados al estilo chino que la mujeres de
todas las clases imitan.
Periodo Meiji
Japón es obligado a abrir sus puertas al extranjero y el sistema
feudal es derrocado, instaurando al Emperador como gobernante en
una monarquía democrática.
Los servicios del samurái ya no son necesarios, por lo que pierden
todos sus derechos, incluso el de portar espada.
La apertura permite la entrada de métodos industrializados de
producción.
El gobierno, para evitar que el extranjero los mire como una nación
bárbara, permite que la gente vista ropa occidental a partir de 1871,
aunque poca gente la utiliza. La milicia al puro estilo occidental en
cuanto a su formación, también lo es en cuanto su vestimenta.