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Jueves, 25 de octubre de 2018

Ensayo N°2 – Gestión Estratégica de Empresas Mineras – IMM3503


“Superciclo del precio cobre: una era de presunta bonanza que disminuyó los márgenes,
aumentó el endeudamiento y bajó productividad de la industria minera”
Por José Pablo Espinoza Jara

Entre los años 2005 y 2006 el precio del metal rojo tuvo un gran salto en la Bolsa de Metales
de Londres, pasando de 167,087 ¢𝑈𝑆$/𝑙𝑏 a 305,295 ¢𝑈𝑆$/𝑙𝑏 (precio nominal) en tan solo un año,
dando inicio al boom de la industria del cobre y al denominado superciclo de precios que duró hasta
el año 2014 con precios sobre los 3 dólares la libra, a excepción de 2009 donde alcanzó
234,217 ¢𝑈𝑆$/𝑙𝑏 pero repuntó rápidamente al año siguiente1. El origen de este precio se ve afectado,
entre muchos otros factores, por la alta demanda de cobre que mantuvo China en el periodo que tiene
sus raíces en la manufactura de bienes de consumo y la construcción, principalmente.
Durante 2015 y 2016 la guerra comercial entre EE.UU. y China mediante tasas arancelarias
a las importaciones de dichos países hicieron frenar el crecimiento de China y el precio se desplomó
bordeando los 2 dólares por libra de cobre refinado, dejando a muchas compañías mineras en una
situación de crisis debido a los altos costos que acumularon en el superciclo de precios.
En épocas de “superciclo del cobre”, muchos países y en especial Chile gozan de prosperidad
económica y la especulación en torno al sector minero aumenta en gran cantidad, atrayendo a nuevos
inversionistas y haciendo que las compañías busquen aumentar su producción incorporando nueva
maquinaria, mayor dotación de personal, pongan en marcha proyectos de expansión o proyectos
nuevos con precios de largo plazo muy altos (hasta 3.5 US$/lb Cobre), generando de esta manera
endeudamiento para la compañía en el corto plazo, hasta el punto incluso de que en 2014 había un
endeudamiento neto en la industria de US$ 350 mil millones versus un EBITDA de US$ 160 mil
millones, lo que evidenció un sobre endeudamiento que no era sostenible a largo plazo y mostró la
crisis que atravesaban algunas compañías mineras con los costos más altos o bien con
sobreendeudamiento.
Esto tiene su origen en el hecho de que las compañías hicieron lo imposible por aumentar su
producción y suplir la alta, pero momentánea demanda, procesando mayor cantidad de material o
bien yendo directamente a las leyes más altas del yacimiento. Éste último factor fue considerado
como uno de los más importantes según 49 líderes del sector minero quienes dijeron en la encuesta
Tetra Tech 2015 que la falta de una planificación minuciosa fue la principal causa del encarecimiento
de sus proyectos. Esta visión trajo graves consecuencias para las empresas mineras cuando el mercado
cambió ya que se incrementaron los costos y, una vez que el precio del cobre bajó, los márgenes
bajaron del 42% en 2010 a 33% en 2013 y como si esto fuese poco, dejó a muchas compañías

1
Cochilco (2018). Precios del Cobre Refinado. 22/10/2018, de Cochilco. Sitio web:
https://www.cochilco.cl/Paginas/Estadisticas/Bases%20de%20Datos/Precio-de-los-Metales.aspx

1
altamente endeudadas, bajo el alero y especulación de que el superciclo sería mucho más duradero
de lo que fue.
Respecto a la productividad de las empresas mineras, se dice que éstas desviaron su foco de
la productividad y lo enfocaron a la producción. Aumentaron su dotación, difirieron las mantenciones
e incorporaron equipos móviles de gran tamaño, pero cuando bajó el precio se dieron cuenta que esto
no era necesario y sobre-reaccionaron a los precios altos, perdiendo la disciplina de trabajadores y
supervisores, quienes, al menos en Chile, tuvieron sueldos cada vez más altos sin que tengan directa
relación con su productividad en la mina. Al ver los trabajadores que la compañía estaba teniendo
márgenes mucho mayores, ellos también quisieron su parte y se les fue otorgada por parte de las
compañías pensando que los precios se mantendrían así durante mucho tiempo.
Según la OCDE, la productividad total de los factores (PTF) de las empresas mineras en Chile
ha disminuido un 4,7% entre 1993 y 20152, lo que ha frenado el desarrollo del país los últimos años.
No se puede dejar de mencionar que los yacimientos en Chile están cada vez más profundos, con roca
más dura y de menor ley, lo que afecta en la productividad, pero el problema es que Chile continúa
utilizando las mismas técnicas de extracción y equipos hace décadas y no se ha invertido en capital
humano e innovación, dos fuentes potenciales del crecimiento en la productividad, sino que se enfocó
solamente en la producción y mover la mayor cantidad de material a toda costa.
Según Iván Arriagada, CEO de Antofagasta plc, “La industria olvidó que era un negocio
cíclico, que la productividad y los costos son importantes” y esto es muy cierto ya que se perdió la
disciplina, la planificación al largo plazo y se tomaron decisiones que no incorporan la volatilidad del
mercado de los metales. En este sentido, un proyecto minero requiere de cientos y a veces miles de
millones de dólares para llevarse a cabo, junto con años de ingeniería, construcción y comienzo de la
operación hasta alcanzar su máxima producción (entre 8-15 años), por lo que tomar la decisión
precipitada de poner en marcha un proyecto que solo flota para buenos precios, durante ciclos altos
de precios del cobre puede ser fatal para una compañía. Según Emily Russel, escritora del libro de
lecciones tras el fin del superciclo del cobre, estas decisiones pueden ser debidas a que gran parte de
los CEO de las grandes compañías mineras provienen del mundo financiero y no del mundo minero,
desconociendo la industria extractiva y no entienden la naturaleza cíclica al largo plazo del mercado
de productos básicos. En este sentido, la inversión de proyectos debe ser con precios de largo precio
moderados, no exaltarse con superciclos y tener una mirada histórica y a futuro del mercado, junto
con detectar y preocuparse de las variables mineras que más influyen en el negocio de cada mina,
conocer su yacimiento, cuáles son las variables críticas, cuáles son las potenciales vías de crecimiento
y en base a eso realizar una planificación e inversión estable y robusta para la compañía.
Como se mencionó anteriormente, el ciclo de precios altos tuvo a las empresas centrada en
aumentar su producción mediante proyectos tanto browfield como greenfield, los cuales muchas
veces fueron pensados ante la presión de los precios altos y no se hacían considerando todos los
stakeholders o su impacto al medio ambiente y la opinión pública se volcó sobre la minería, generando
una mala percepción hacia la industria, efectos que fueron multiplicados por las redes sociales y el
nuevo fenómeno comunicacional.

2
C. Morales, R. Cantillana, F. Brion. (2018). Ocde: sostenida caída de la productividad minera en Chile
amenaza el desarrollo. 25/10/2018, de La Tercera Sitio web: http://www2.latercera.com/noticia/ocde-
sostenida-caida-la-productividad-minera-chile-amenaza-desarrollo/

2
Ciertamente las lecciones que se pueden sacar tras el superciclo del precio del cobre es que
nunca se debe dejar de lado la gestión, la planificación, la productividad y los costos. Las compañías
y CEO’s deben actuar con cautela ante precios altos ya que el mercado del cobre es muy volátil y en
este nuevo mundo globalizado, una nueva política, una catástrofe e incluso una polémica en cualquier
parte del mundo puede derrumbar los precios, dejando a las compañías con costos y endeudamiento
más altos sin escapatoria de la quiebra, o bien las compañías pierden competitividad al centrar su foco
en la producción. Además, Chile debe adecuarse a los nuevos tiempos e invertir en innovación y
desarrollo para mantener su competitividad mediante políticas públicas que fomenten la inversión,
promover la demanda por cobre, el apoyo mutuo, aprovechar al máximo los recursos, promover los
proyectos conjuntos a fin de utilizar las instalaciones y recursos de las compañías cercanas entre sí y
aprovechar al máximo el potencial de los denominados distritos mineros.

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