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La ley del Gobierno 50/1997 dispone en su art. 2 que corresponde al presidente del gobierno,
crear modificas y suprimir por real decreto los departamentos ministeriales. Si es imperativo
que sea la ley la encargada de crear nuevos órganos de gobierno diferentes a los anteriores,
hasta el momento la ley no ha creado en virtud de esta facultad constitucional nuevos órganos
de gobierno. Efectivamente, los secretarios de estado no son órganos del gobierno, sino
órganos de colaboración y apoyo del gobierno, tal y como indica la ley del gobierno.
Debemos diferenciar entre: el gobierno como órgano pluripersonal y que identificamos con el
consejo de ministros, y, por otra parte, los diversos miembros de este, del gobierno. Pues unos
y otros poseen facultades y funciones propias. El consejo de ministros como órgano colegiado
del gobierno, se compone del presidente, los vicepresidentes y los ministros. Algunas de sus
funciones más relevantes son las siguientes: aprobar proyectos de ley, aprobar el proyecto de
ley de presupuestos generales del estado, aprobar decretos leyes y decretos legislativos,
acordar la negociación y la firma de tratados internacionales, declarar los estados de alarma y
excepción, proponer al congreso de los diputados la declaración del estado de sitio, etc. Totas
ellas se encuentran en el art. 5 de la Ley del Gobierno.
El gobierno de ministros puede por real decreto y a propuesta del presidente crear comisiones
delegadas del gobierno, que son órganos encargados de coordinar la actuación de varios
departamentos ministeriales. Pueden integrarse además de por cualquiera de los miembros
del gobierno, también por los secretarios de estado correspondiente al real decreto de
creación, disponen su composición concreta en cada caso. Por ejemplo, la comisión delegada
del gobierno para asuntos económicos se compone de: la ministro/a de economía, industria,
hacienda, fomento, educación, trabajo y también los secretarios de economía, de ajena digital,
de hacienda y de presupuestos. Existen en todo caso diversas comisiones delegadas del
gobierno como la de asuntos de inteligencia; interior, defensa y exteriores; asuntos
migratorios; política científica y tecnológica, etc.
El presidente tiene el siguiente estatus. No es un “primus inter pares”, sino que en el modelo
español el presidente ostenta por su origen y funciones una situación de clara preeminencia y
dirección respecto de los demás miembros del gobierno. En efecto, el presidente es el único
órgano que ostenta la confianza parlamentaria obtenida en el proceso de investidura. Además,
le encomienda la Constitución la dirección de la acción del gobierno y la coordinación de las
funciones de sus miembros.
Los vicepresidentes ejercen las funciones que les asignan el presidente. Pueden asumir
también la titularidad de un departamento ministerial, ostentando pues la condición de
ministro.
2. Fase Regia
El rey mantiene consultas con los representantes designados por los grupos políticos con
representación parlamentaria. Es decir, con los representantes de los partidos que hayan
conseguido al menos un escaño en el congreso. Tras las consultas, el rey emite propuesta
de candidato a la presidencia del gobierno sin que sea preciso que el elegido sea miembro
de las cortes generales, es decir, no hace falta ser diputado ni senador. Refrenda el
presidente de los diputados.
3. Fase del Congreso de los Diputados
El candidato propuesto por el rey acude al congreso de los diputados, expone su programa
de gobierno y solicita la confianza de la cámara (discurso de investidura). Tras ello, se
realiza un debate con los representantes de cada uno de los grupos parlamentarios
(debate de investidura). A continuación, se somete la propuesta a votación; llamada
pública por llamamiento.
El candidato necesita mayoría absoluta para ser elegido en pleno, sino se logra 48 h,
después se celebra una nueva votación donde el candidato solo necesita mayoría simple.
Si tampoco se logra, se tramita nuevas propuestas del modo en que ya hemos visto. Si
ningún candidato tuviera éxito, el rey disolverá las cámaras y convocara nuevas elecciones
con refrendo del presidente del congreso, siempre y cuando hayan transcurrido dos meses
desde la primera votación infructuosa. En el supuesto de que el candidato propuesto si
alcance la mayoría precisa, el presidente del congreso lo comunicará al rey que deberá
nombrarlo formalmente como presidente del gobierno. Es elegido por el congreso, pero
es nombrado por el rey.
A partir de ahí el presidente elije a sus ministros y vicepresidentes, debiendo en todo caso
nombrarlos el rey.
El gobierno se rige en su organización y funcionamiento por la ley del gobierno, por los reales
decretos del presidente sobre composición y organización del gobierno, así como por las
disposiciones organizativas internas emanadas del presidente del gobierno y del consejo de
ministros. Real decreto vigente 355/2018 del 6 de julio.
El presidente del gobierno convoca y preside las reuniones del consejo de ministros, fijando
además su orden del día. Las deliberaciones del consejo son, en todo caso, secretas. En caso
de: ausencia, vacante o enfermedad, las funciones del presidente son asumidas por el
vicepresidente por orden de prelación, y en defecto de ellos, por los ministros según el orden
de precedencia de los departamentos. En cuanto al estatuto de los miembros del gobierno,
conviene remarcas las siguientes consideraciones:
1. El art. 98 de la CE nos dice que los miembros del gobierno no podrán ejercer otras
funciones representativas que las propias del mandato parlamentario. Ni cualquier
otra función pública que no derive de su cargo, ni actividad profesional o mercantil
alguna. Solo pueden ejercer aparte de miembro del gobierno, diputado o senador.
2. La constitución establece un fuero especial para ello en la materia penal art. 102 de la
CE establece que: el Tribunal Supremo será el encargado de determinar su
responsabilidad criminal o penal. Además, la acusación por traición o cualquier otro
delito contra la seguridad del estado solo podrá plantarse por ¼ parte de los miembros
del congreso, necesitando además la aprobación del congreso por mayoría absoluta.
3. Deben los miembros de gobierno guardar secreto; no solo de las deliberaciones del
consejo de ministros; sino sobre todas las materias declaradas clasificadas a las que
tengan acceso en el ejercicio de sus funciones. Se extiende también a los
procedimientos judiciales.
Supone una capacidad de iniciativa del gobierno frente al reto de poderes del Estado,
orientado y condicionando su acción.
En relación con el poder legislativo, el gobierno ostenta iniciativa legislativa, gozando sus
proyectos de ley de preferencia en su tramitación. Además, puede aprobar decretos leyes en
caso de extraordinaria y urgente necesidad. También tiene el monopolio de la iniciativa
legislativa en los Presupuestos Generales del Estado, y por último puede disolver las cámaras y
convocar elecciones.
Esta labor se desempeña a través de la representación del estado ante los diferentes países y
la organización desde la Comunidad Internacional, y a través del control de la administración
exterior. Asimismo, supone el liderazgo del proceso de conclusión de tratados internacionales.
El gobierno ostenta la iniciativa de este proceso, así como las funciones de negociación y
conclusión del acuerdo. Ahora bien, en determinados supuestos las Cortes Generales deben
autorizar tal conclusión.
- Dirección de defensa del estado. Esta función se ejerce tanto frente a enemigos internos
del orden constitucional, como externos. Implica no solamente la dirección de la política
militar, sino también el desempeño de otras actuaciones como la conclusión de alianzas
exteriores, la previsión de recursos, la gestión de inteligencia, etc.
Aunque el gobierno dirige la política de defensa, ha de hacerlo respetando las facultades que
al respecto asume las cortes generales según nuestra legislación. Así, por ejemplo, la
autorización para la participación de las fuerzas armadas que, en misiones en territorio
extranjero, o el debate sobre las líneas generales de defensa corresponden a las Cortes
Generales (art 4 de la LO de defensa nacional 5/2005).
Además, y por imperativo constitucional las Cortes Generales deben autorizar la declaración
de guerra y los acuerdos de paz (art 63.3 de la CE)