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Narrativa(s), (auto)biografía(s) y formación

Aproximaciones teóricas a las


perspectivas de la investigación
(auto)biográfica en educación
Maria da Conceiçao Passeggi*

Traducido del portugués por: Dora Lilia Marín Díaz**

Aproximaciones teóricas a las perspectivas de la investigación


(auto)biográfica en educación

Las historias de vida constituyeron, a partir de los años ochenta del siglo XX, una
práctica de formación en el contexto de la educación de adultos. Ellas dieron origen
al movimiento socioeducativo de las historias de vida en formación, en el cual se
instaló, a partir del año 2000, la investigación (auto)biográfica en educación. En
este artículo buscamos mapear lo que entendemos por espacio biográfico en la inves-
tigación educativa y en la formación de profesores. Proponemos, inicialmente, una
definición de investigación (auto)biográfica en educación; presentamos, en seguida,
sus dos grandes ejes de investigación, y discutimos, a lo largo del artículo, los cuatro
direccionamientos que emanan del uso de las fuentes (auto)biográficas, utilizadas
como método de investigación y como práctica pedagógica de formación.
Palabras clave: investigación (auto)biográfica, historias de vida, formación de do-
centes, narrativas.

Theoretical approaches to (auto)biographical research


perspectives in education

Since the 1980s, life stories became a formative practice in adult education. They
paved the way to the social-educative movement of life stories in formation, in which
(auto)biographical research in education was installed since the year 2000. In this
article, we intend to outline what we understand by biographical space in education
research and in teacher education. We initially suggest a definition of (auto)biogra-
phical research in education; we then introduce its two main investigation axes,
and we discuss, all through the article, the four directions that arise from the use
of (auto)biographical sources, used both as a research method and as a pedagogical
formative practice.
Key words: (auto)biographical research, life stories, teacher education, narratives.

Approches théoriques aux perspectives de la recherche


__________________________________________________________ (auto) biographique en Éducation
* Professeur en sciences de l’éducation
à l’Université Fédérale du Rio Gran- Les histoires de vie ont constitué à partir des années 1980 du XXe siècle une pra-
de do Norte (UFRN/PPGEd), au Bré- tique de la formation dans le contexte de l’éducation d’adultes. Elles ont donné
sil. Elle dirige le Groupe de recher- l’origine au mouvement socio-éducatif des histoires de vie en formation dans la-
che, Formation, (Auto) Biographie, quelle s’est installée à partir de l’an 2000 la recherche (auto)biographique en édu-
Représentations Sociales (GRIFARS- cation. Dans cet article, on cherche à esquisser ce que nous comprenons par espace
CNPq), lié à la Post-graduation en biographique dans la recherche éducative et dans la formation de professeurs. Nous
Science de l´Education. proposons au début une définition de recherche (auto)biographique en éducation;
E-mail: cpasseggi@digizap.com.br nous présentons après ses deux grands axes de recherche et nous discutons au long
de l’article sur les quatre directions qui émanent de l’usage des sources (auto)bio-
** Doctoranda em Educación de la Uni-
versidade Federal do Rio Grande do
graphiques utilisées comme méthode de recherche et comme pratique pédagogique
Sul, becaria del programa PEC-PG- de formation.
CAPES. Mots clés: Recherche (auto)biographique, histoires de vie, formation d’enseignants,
E-mail: dora.marin@ufrgs.com.br narratives.

Revista Educación y Pedagogía, vol. 23, núm. 61, septiembre-diciembre, 2011 25


L a investigación (auto)biográfica se inscribe en un
movimiento científico y cultural que impulsó, en
los años ochenta del siglo XX, el retorno del suje-
to-actor-autor a las investigaciones en ciencias humanas y
sociales. Frente al declive de los grandes paradigmas —es-
tructuralismo, marxismo, behaviorismo—, el lenguaje como
práctica social, la cotidianidad como locus de la acción y el
saber del sentido común pasan a ocupar un lugar central en
el tejido de otros lazos entre sujeto / objeto, individuo / socie-
dad, determinismo / emancipación, inconsciente / concien-
cia... La atención de los investigadores se centra entonces en
las nociones de reflexividad, representaciones, sentido, creencias,
valores... y se vuelve hacia la historicidad del sujeto y de los
aprendizajes.

Las historias de vida y la biografía (escritura de la vida) retor-


nan al escenario de la investigación, en tanto fuentes de es-
___________________________________________________ tudio privilegiadas, susceptibles de revelar los modos como
1 Pioneros del movimiento socioedu- se tejen los vínculos entre el sujeto y el mundo en las esfe-
cativo de las historias de vida en ras sociales donde él vive e interactúa. Se instaura un nuevo
formación: Gaston Pineau (Francia paradigma en educación. Las historias de vida se tornan, a
e Canadá); Pierre Dominicé, Marie-
partir de los años ochenta, una práctica de formación en el
Christine Josso, Mathias Finger
(Suiza); Guy de Villers (Bélgica); contexto de la educación de adultos. Ellas darán origen al mo-
Bernadette Bonvalot (Francia); An- vimiento socioeducativo de las historias de vida en formación,1 en
tónio Nóvoa (Portugal). el cual viene a instalarse, posteriormente, desde el año 2000, la
2 El Grupo Interdisciplinar de Pes- investigación (auto)biográfica en educación.
quisa, Formação, Auto.Biografia,
Representações de la Universi-
En estos últimos treinta años se multiplicaron los enfoques
dade Federal do Rio Grande do
Norte, financiado por el Consel- y usos de fuentes autobiográficas en la investigación educativa y
ho Nacional de Desenvolvimen- una de nuestras preocupaciones es contribuir al fortalecimiento
to Científico e Tecnológico (GRI- de esos enfoques, a través del estudio de su andamiaje teórico-
FAR-UFRN-CNPq) fue creado en metodológico. Este trabajo es fruto de una reflexión que condu-
1999 y desde entonces viene de-
cimos hace más de diez años en nuestro grupo de investigación2
sarrollando investigaciones sobre
las narrativas autobiográficas. y se articula con los análisis de tesis de maestría y doctorado que
3 II CIPA (Salvador, Universidade orientamos o examinamos, proyectos y artículos sobre los cua-
do estado da Bahia-UNEB, 2006); les emitimos concepto y la lectura de innumerables propuestas
III CIPA (Natal, Universidade de trabajo presentadas para los tres últimos Congresos Interna-
Federal do Riograde do Nor- cionales sobre Investigación (Auto)biográfica (Congressos Inter-
te-UFRN, 2008); IV CIPA (São
nacionais sobre Pesquisa (Auto)biográfica —CIPA—).3 Nuestro
Paulo, Faculdade de Educação
da Universidade de São Paulo- objetivo es sintetizar lo que percibimos como principios episte-
FEUSP, 2010). mológicos de la investigación (auto)biográfica en educación y

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Narrativa(s), (auto)biografía(s) y formación

mapear, en grandes líneas, los diferentes di- vestigación en los descriptores “biografía”
reccionamientos que emergen de dos grandes y “autobiografía”, y afirma que entre 1997 y
ejes ya consagrados: el de las escrituras de sí 2006 la aparición de esos términos pasa del
como método de investigación y el de la uti- 2% (1997), al 20,66% (2006). La cuestión de la
lización de esas escrituras como prácticas de identidad, según André (2009), se presenta en
formación. Nuestro interés es traer elementos el 41% de los trabajos revisados. Stephanou,
que contribuyan a una cartografía del espacio por su parte, identifica el 52% de aparición de
los términos “identidad” y “subjetividad” en
biográfico en la investigación educativa.
sus datos.
Sabemos que narrar la propia vida es una acción
Con base en esos estudios, podemos admitir
humana espontánea. Sabemos también que un
que a partir del año 2000 se observa, en los
largo camino separa la espontaneidad de esa
estudios de posgrado brasileños, el fortaleci-
acción del acto de escribir para contar la pro-
miento de la investigación (auto)biográfica en
pia vida. La historia de la escritura nos muestra
educación. Además de la explosión de tesis y
que los instrumentos y los modos de narrar se de maestrías, como nos revela la investigación
tornaron cada vez más sofisticados y la historia de Stephanou (2008), el movimiento biográfi-
de las mentalidades revela que las (auto)biogra- co se hace sentir también en el éxito de los
fías, restringidas inicialmente a personalidades CIPA, que llegará a su quinta edición en el año
históricas, se democratizaron. En la moderni- 2012. El CIPA ha promovido el lanzamiento de
dad avanzada, se conjugan lo público y lo pri- una extensa producción científica (libros, ana-
vado. Desde la amplia libertad de hablar de sí les, revistas) que dan cuenta de la fertilidad
en los sitios web —Second Life, Facebook, Orkut, de la investigación (auto)biográfica en Brasil
Twitter, MySpace, Nègre pour un inconnu, Museu y en el exterior. Además, como marca de ese
da pessoa...— a la imposición de escribir sobre sí movimiento, citamos la creación de la Asocia-
mismo —curriculum vitae, proyectos de vida, car- ción Brasilera de Investigación (Auto)biográ-
tas de intenciones, memoriales...— todo ello per- fica (Associação Brasileira de Pesquisa (Auto)
mite hablar de una sociedad biográfica. Biográfica —BIOgraph—) y de la Asociación
Norte-Nordeste de las Historias de Vida en
Primero, buscamos definir lo que entendemos formación (Associação Norte-Nordeste das
por investigación (auto)biográfica en educa- Histórias de Vida em Formação —Annhivif).
ción. Luego, presentamos cuatro direcciona-
mientos de investigación que emanan del uso Observamos que las investigaciones en Bra-
de las fuentes (auto)biográficas en educación, sil se han inspirado en las más diversas co-
sea como método de investigación, sea como rrientes y tendencias, tanto externas como
práctica pedagógica de formación. internas, y se caracterizan por una diversidad
productora de nuevos conocimientos. Esa
La investigación (auto)biográfica puede ser una de las causas de la fluctuación
terminológica encontrada en las investiga-
Un trabajo reciente de Marli André (2009) y ciones: método (auto)biográfico, relato de vida,
otro de Maria Stephanou (2008), realizados a historias de vida, historias de vida en formación,
partir de los resúmenes de tesis de maestría investigación narrativa, narrativa, investigación
y doctorado defendidas entre 1990 y 2006 en biográfico-narrativa, enfoque (auto)biográfico...
Brasil, revelan un desplazamiento en los te- sin, con ello, profundizar en los contextos en
mas de investigaciones a partir del año 2000, los cuales surge y se desarrolla cada una de
provocado por la “intención de dar voz al las corrientes de investigación que da origen
profesor”. Stephanou (2008) centra su in- a esas conceptualizaciones. Souza (2006) lla-

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Aproximaciones teóricas a las perspectivas de la investigación (auto)biográfica en educación

ma también la atención sobre la fluctuación que se incluya la multiplicidad de áreas ya


terminológica encontrada en el campo de la consagradas y las propuestas emergentes de
historia oral, que se afirma entre nosotros en investigación? ¿Cuál es su principal objeto
los años ochenta, como en el de la formación de estudio? ¿Qué principios epistemológicos
docente, iniciada en la década del noventa. son comunes a las diversas perspectivas de la
Expresiones como: biografía educativa, narrati- investigación (auto)biográfica?
va de formación, historias de vida, relato de vida,
narrativa de vida, memoria, memoriales, autobio- Podemos comenzar por un diálogo con Geor-
grafías, etc., confunden a aquellos que se ini- ges Gusdorf (1991) a propósito del término
cian en la investigación y necesitan situarlas Auto-bio-grafía, para resaltar el peso etimoló-
en su contexto. gico de la palabra y su complejidad. Creada
en los inicios del siglo XIX, esa palabra revela
Para dar unidad a la diversidad de esas nocio- varias capas de sentido cuando descompone-
nes, hemos adoptado como estrategia reunir- mos los elementos que la constituyen y cuya
las bajo dos denominaciones que juzgamos imbricación justifica las dificultades y la ri-
suficientemente amplias: narrativas (auto)bio- queza de la escritura de sí. Para Gusdorf,
gráficas y escrituras de sí. Las narrativas (auto)-
biográficas permiten incluir tanto la historia Autos es la identidad, el yo conscien-
de una vida, como fragmentos de ella; éstas te de él mismo y principio de una
pueden realizarse en la lengua oral, escrita o existencia autónoma; Bios afirma la
de señales, por medio de expresiones mediá- continuidad vital de esa entidad, su
ticas y digitales (cinebiografía, fotobiografía, desarrollo histórico [...]. La Grafía in-
videografía, webgrafía, etc.). Reservamos la troduce, finalmente, el medio técnico
propio a las escrituras del yo (Gus-
denominación escrituras de sí para textos es-
dorf, 1991: 10, traducción nuestra).
critos por los propios autores.
Para evidenciar el papel del lenguaje en la
La elección del término “investigación (auto)-
elaboración y recepción de las escrituras de sí,
biográfica en educación”, que nos permite
el autor prefirió sustituir el título del su libro
reunir bajo esa denominación el conjunto
Auto-bio-grafía (1991) por Grafibiauto, colocan-
de investigaciones que usan fuentes (auto)-
do en primero lugar la escritura, por su poder
biográficas, va al encuentro de tradiciones
constitutivo del yo y de la vida. En la tradi-
que hace más de treinta años se tornaron re-
ción del movimiento socioeducativo de las
ferencias en el mundo anglosajón: Biographical
historias de vida en formación, Gaston Pineau
research; en la tradición alemana: Biographie-
recuerda haber sustituido, en publicaciones
forschun; se fortalece en Francia: Recherche
posteriores, el término “autobiografía”, que él
biographique en Education; en el mundo hispá- utilizó en el título del libro fundador de ese
nico: Investigación biográfico-narrativa en edu- movimiento,4 por historias de vida, debido a
cación. Ese consenso crea condiciones ideales tres razones: 1) para evitar la vinculación con
para congregar investigadores en una red in- la grafía (escritura); 2) para salir del territorio
ternacional en torno de la investigación (auto) íntimo del yo (autos) y 3) para acoger todas
biográfica como campo disciplinario. Dicho las manifestaciones de expresión de la vida
consenso debe evidentemente ser objeto de es- (bios). Pineau (2006) insiste que habría prefe-
tudio, de discusiones y de investigación epis- rido la inversión bioautografía, postulando la
temológica: ¿cómo definir lo que se entiende indisociabilidad de la vida y de la cognición
por investigación (auto)biográfica, de modo humana. En Brasil, adoptamos la solución de

4 Gaston Pineau e Marie Michèle, Produire sa vie: autoformation et autobiographie (1983).

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Narrativa(s), (auto)biografía(s) y formación

los paréntesis —(auto)biografía— para llamar que ocupamos en la figura de conjun-


la atención sobre dos tipos de fuentes: las bio- to que le atribuimos (Delory-Mom-
gráficas y las autobiográficas. berger, 2008: 36).

¿Qué avanzamos en ese sentido? La inves- El hecho (auto)biográfico es una capacidad


tigación (auto)biográfica superó la idea del universal que encuentra en la narrativa su for-
mero modismo y del estigma de “ilusión bio- ma de expresión más inmediata, a tal punto
gráfica”. Como ya anunciaba Nóvoa (1992: de ser fácilmente confundido con ella.
19), en los años noventa la dimensión histó-
rica del sujeto provoca “transformaciones cu- La biografización, por su parte, se refiere al he-
riosas” no sólo en educación, sino también en cho del narrador apropiarse de un instrumen-
las diversas áreas de las ciencias humanas y to semiótico (grafía), culturalmente heredado,
sociales. Si Bourdieu (1996), preocupado con sociohistóricamente situado, para colocarse,
la objetividad, llamaba la atención sobre “la o colocar al otro, en el centro de la narrativa
ilusión biográfica”, el autor legó a la sociolo- como protagonista de un encadenamiento.
gía un trabajo monumental con entrevistas
biográficas: La miseria del mundo (2003). Y an- Habiendo dibujado su objeto de estudio, es
tes de su muerte publicó, en Alemania, Esbozo posible intentar responder: ¿qué hace la inves-
de una autoanálisis (2005), que él mismo deno- tigación (auto)biográfica? Podemos considerar,
minó Bildungsroman intelectual. en primer lugar, que la investigación (auto)-
biográfica explora el entrelazamiento entre
Parafraseando a Gusdorf (1991: 123), diría- lenguaje, pensamiento y praxis social. Para
mos que la investigación (auto)biográfica per- realizar tal emprendimiento, está atenta a las
mite incluir, sin discriminación, todas las gra- especificidades de los instrumentos semióticos
fías: biografías, autobiografías, fotobiografías, que materializan el hecho biográfico en el pro-
videografías, cinebiografías, webgrafías..., en ceso de biografización. Analiza cómo los indi-
las cuales la historia de la vida de un indivi- viduos integran, estructuran, interpretan los
duo, o de un grupo, es tomada como objeto espacios y las temporalidades de sus contex-
de reflexión. Si adoptamos esa percepción, es tos histórico-culturales para examinar, por ese
posible decir que la investigación (auto)biográ- camino, el proceso de construcción del sujeto
fica incluye en su dominio la multiplicidad de (o del grupo) en la interacción dialéctica entre
áreas consideradas canónicas y las propues- el espacio social y el espacio personal median-
tas emergentes que constituyen territorios te el(los) lenguaje(s). Interroga los modos con
aún inexplorados. los cuales los individuos dan forma a las ex-
periencias, sentido a la existencia, en la inte-
¿Cuál es su principal objeto de estudio? Com- racción con el otro. En suma, la investigación
prendemos que en el centro de sus interroga- (auto)biográfica tiene por ambición compren-
ciones se encuentran el hecho biográfico y el der cómo los individuos (el infante, el joven, el
acto de biografización. Para Delory-Momber- adulto...) o los grupos (familiares, profesiona-
ger, el hecho biográfico precede cualquier grafía les, religiosos, gregarios...) atribuyen sentido al
efectiva. curso de la vida, en el itinerario de su forma-
ción humana, en el recorrido de la historia.
Lo que llamamos hecho biográfico es
ese camino de figuración narrativa Tres grandes principios guían las investiga-
que acompaña lo percibido de nues- ciones. El primero coloca en escena la cons-
tra vida, ese espacio-tiempo interior, trucción de la realidad por el sujeto. El célebre
según el cual nos situamos sin conocer teorema de William Thomas (1932) sintetiza
exactamente el momento y el lugar ese principio: Si los hombres definen una situa-

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ción como real, ella es real en sus consecuencias. guiadas por el deseo de considerar lo que la
La realidad son representaciones construidas persona piensa sobre ella y sobre el mundo, el
en la interacción humana en función de la per- sentido que confiere a sus acciones y la toma
cepción de una situación social. Esas represen- de conciencia de su historicidad. El respeto al
taciones se modifican, se adecuan a los espacios sujeto como agente y paciente de las interaccio-
y a los lugares por ellos ocupados, como sugie- nes sociales permite afirmar que esa postura
ren Berger y Luckmann (2002), acompañando en investigación se alinea a una mirada bio-
las mutaciones sociales y el desarrollo del in- política de lo humano y exige del investiga-
dividuo o del grupo. dor y del formador la misma postura ética.

El segundo principio focaliza el lenguaje como


elemento mediador de la construcción de la La investigación (auto)biográfica y sus
historicidad del sujeto, mediante el trabajo ejes de investigación
de una hermenéutica práctica. En esa direc-
ción, Bruner y Weiser afirman que las vidas Podemos admitir que el campo de acción de
son textos susceptibles de “revisión, exegesis, la investigación autobiográfica en educación
reinterpretación” (1995: 142). Al interpretar la se estructura en torno de dos ejes ya consa-
vida, el sujeto no niega un “texto” anterior, grados. El primero es el que utiliza las fuentes
pero sí su interpretación. Al transformar su biográficas como método de investigación. El
vida en un texto narrativo, el sujeto crea una segundo es el que recurre a las narrativas de
versión provisional de sí mismo, que hasta sí como práctica de formación y de interven-
entonces no existía. ción educativa. Para intentar visibilizar una
cartografía del espacio biográfico, en la in-
El tercer principio defiende que la investi- vestigación educativa, diseñamos la figura 1.
gación (auto)biográfica, antes que ser una Ella se revela simbólicamente muy próxi-
episteme, es un posicionamiento epistemopolíti- ma de la rosa de los vientos: instrumento de
co, como sugieren Pineau y Le Grand (1993). navegación que tiene marcados alrededor los
Ella coloca en el centro de sus inquietudes la 32 rumbos en que se divide la vuelta del ho-
persona humana, creyendo en ella y en su rizonte. Como la rosa de los vientos, la figura
capacidad de reflexión sobre sí misma. No se comporta cuatro direcciones fundamentales
busca, obstinadamente, la “verdad objetiva”. —simbolizadas aquí por las flechas— y cua-
El primer principio impide esa búsqueda. tro direcciones intermediarias —representadas
La “realidad” pasa, obligatoriamente, por la por las líneas punteadas.
mediación de los sistemas simbólicos, consti-
tutivos del imaginario social, que es, al tiem- El eje vertical corresponde al uso de las fuen-
po, subjetivado por los individuos. Lo que se tes (auto)biográficas como método de inves-
procura es la versión provisional del ser, sus tigación y el eje horizontal representa las
experiencias del mundo y su horizonte de ex- prácticas de formación. Cada eje tiene dos
pectativas. direcciones. En el eje de las prácticas de for-
mación está, a la izquierda, la formación del
La investigación (auto)biográfica no intenta adulto (profesores, profesionales, gestores...);
neutralizar la validez de los métodos cientí- a la derecha, la formación del formador, o sea,
ficos heredados. Su mirada epistemológica la de la persona que acompaña al adulto en
apunta a superar una concepción fragmen- formación. En el eje vertical, encontramos,
tada de lo humano. Las investigaciones son en la parte superior, la constitución de las

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Narrativa(s), (auto)biografía(s) y formación

fuentes autobiográficas, y en la base, las tra- vas como prácticas de formación. Pero si está
diciones discursivas. Esas cuatro direcciones interesado en investigar las relaciones de
tienen un valor didáctico, pues en la práctica un grupo con la salud, la entrevista es apenas un
académica ellas se entrecruzan, creando zo- método de investigación.
nas intermedias de intersección (ZDI). Es co-
mún observar, por ejemplo, que una entrevis- El interés de pensar estas diferentes perspecti-
ta narrativa, realizada para la constitución de vas es aclarar caminos que permitan compren-
fuentes biográficas, puede revelarse como un
der que cada una de ellas exige aproxima-
momento de formación, creando una zona
ciones con referenciales teóricos y métodos
intermedia. Bourdieu llama la atención sobre
específicos. Sin embargo, la interconexión de
eso cuando recuerda que los entrevistados,
sobre todo los más necesitados, aprovechan los ejes nos ayuda a pensar que la teorización
para “construir su propio punto de vista so- realizada en una de las cuatro direcciones
bre ellos mismos y sobre mundo” (2003: 704). incide sobre la comprensión de las demás.
Aunque el investigador perciba que las entre- El trabajo de investigación sobre las tradicio-
vistas fueron ocasiones de formación, su foco nes discursivas ayuda a aclarar aspectos de la
es lo que va determinar el direccionamiento relación entre el proceso de formación y los
de la investigación. Puede ser que se interese modos tradicionales de narrar en una deter-
por la transformación de las representaciones minada esfera social. Es lo que tratamos en
de sí y del mundo, en ese caso usa las narrati- seguida.

Constitución de las fuentes autobiográficas

ZDI ZDI

Formación del adulto Formación del formador

ZDI ZDI

Tradiciones discursivas

Figura 1. Eje y direccionamientos de la investigación (auto)biográfica en educación.


ZDI: zonas intermedias de intersección.

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Aproximaciones teóricas a las perspectivas de la investigación (auto)biográfica en educación

Las narrativas (auto)biográficas como el interaccionismo simbólico de George Mead


método y fuente de investigación se articulan y se influencian mutuamente en
defensa del hecho social como una combina-
El sujeto es agente y paciente ción íntima de valores colectivos y de actitu-
de interacciones sociales des individuales. De ahí el interés por los do-
cumentos personales, cartas, diarios íntimos,
El uso de fuentes (auto)biográficas como mé- historias de vida, entrevistas biográficas.
todo de investigación es el eje de mayor tra-
dición. Su interés consiste en dedicarse a la Olvidadas durante 30 años (1940-1970), las
historia de vida del narrador, considerándolo narrativas de vida resurgen en Europa en el
como agente y paciente de las interacciones momento de ruptura con los grandes para-
sociales en el medio social en el que vive. Para digmas a partir de los años setenta. El trabajo
la comprensión de las dos orientaciones de de Bertaux (de 1970 —2010—), realizado en
ese eje, es importante observar, desde el ini- la perspectiva etnosociológica, focaliza la vida
cio, el estatuto sociohistórico del sujeto para del artesano panadero con vista a investigar
neutralizar la dicotomía individuo-sociedad. un grupo social. El investigador hace uso
El sujeto sufre las acciones del medio en su de entrevistas a partir de la cuestión central
proceso de socialización, pero él interviene, —¿Cómo usted se volvió panadero?— para des-
deliberada o involuntariamente, en su medio, cribir, en seguida, las prácticas sociales del
modificándolo. grupo y de la panadería artesanal. La gran
contribución de Ferrarotti (de 1988 —2010—)
La primera orientación concierne a la búsque- para la renovación de las historias de vida, en
da y la constitución de las fuentes autobiográ- sociología, es situarlas en una perspectiva crí-
ficas. Desde el punto de vista de los estudios tica. Para el sociólogo italiano, las historias de
sociológicos, Arfuch (2007: 180) recuerda que vida no sirven para ilustrar hipótesis o teo-
el interés por la voz de los agentes sociales rías. Ellas son el método. No se trata, pues,
se acentúa, en el siglo XIX, cuando la prensa de negar o de relegar la subjetividad y la his-
abre sus ojos a la importancia de lo que acon- toricidad del mundo narrado por los indivi-
tece en la ciudad, que va transformándose en duos, pero sí de admitir como legítima la po-
“urbe amenazadora”. La crónica policial exi- sibilidad de leer una sociedad mediante una
gía la voz del testimonio presencial de quien única biografía. Pues una persona totaliza un
“estaba allí” y vio con “los propios ojos”. La sistema social; es en ese sentido que ella es
“historia oral”, expresión utilizada por Barbey “universal singular”.
d´Aurevilly, en 1852, tiene origen en esa bús-
queda de la “historia verdadera”: aquella que En este segundo eje se encuentran las in-
entró por los ojos y oídos de una generación. vestigaciones educativas orientadas, por
La preocupación con “la verdad” no es ajena ejemplo, hacia la “verdadera” historia de la
al positivismo científico del siglo XIX. En esta educación, aquella que fue vista, oída y vi-
línea, la Escuela de Chicago, a comienzos del vida por sus protagonistas: educadores, inte-
siglo XX, inaugura la investigación científica lectuales, profesores, profesionales, alumnos,
cualitativa con las historias de vida, que se con- gestores... Pero estas fuentes autobiográficas
vierte en un marco para desarrollos posterio- son también de interés para todas las disci-
res, tanto por sus contribuciones, como por plinas —psicología educacional, sociología de
sus limitaciones. la educación, filosofía, antropología, didácti-
ca, práctica de enseñanza, metodología de la
En la Escuela de Chicago, según Coulon investigación— en el sentido que permiten
(1985), la sociología americana de William Tho- focalizar una profusión de temas de interés
mas, la filosofía pragmática de John Dewey y para las ciencias de la educación: procesos iden-

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Narrativa(s), (auto)biografía(s) y formación

titarios; cuestiones de género; inserción / inclusión en el contexto de la historia de su tiempo y de


/ exclusión social; estrés laboral; estrategias de fi- su lugar. La apropiación de la historia social
liación; modos de aprender; formas de ser... y po- como historia personal no sería sólo el objeto
dríamos seguir enumerando otras temáticas de la investigación (auto)biográfica, sino tam-
que emergen de esas fuentes de vida narradas. bién su método.
En este sentido, los referenciales teóricos de-
ben ser buscados en el campo de investiga-
ción propio a lo que es tematizado. Tradiciones discursivas: modos de (auto)-
biografiar
Los métodos de recolección de datos son
múltiples y dependen de su pertinencia para ¡Narrar es humano!
el objeto de estudio e interés del investigador, (Auto)biografiar es un proceso civilizatorio
que puede preferir utilizar fuentes documen-
tales, encontradas en archivos institucionales Es evidente que las personas están constante-
o personales, o la producción de material au- mente elaborando autobiografías involunta-
tobiográfico, recurriendo a entrevistas narra- rias, como sugiere Saramago (2008), y que van
tivas individuales o en grupo (grabadas en haciendo borradores de sí mismas, (re)cons-
audio o en video); solicitar que escriban su truyéndose, incesantemente, en el monólo-
historia de vida, etc. Se incluyen aquí proce- go interior, en el diálogo con el otro. Desde
sos de discusiones en grupos, en los cuales la más tierna edad, el infante hace uso de las
los participantes se motivan a complementar narrativas para rememorar su día, obtener fa-
las informaciones del otro, revisar sus puntos vores, perdón, afecto... como sugieren Bruner
de vista, etc. La dinámica de grupos de dis- y Weisser (1995). Los viejos rememoran sus
cusión, trabajados por Weller (2006), o la de vidas para prolongar sus días, sus diálogos
los grupos focales, descritos por Gatti (2005), con el otro, vencer la soledad. Jovchelovitch
o aun de los grupos reflexivos en talleres de y Bauer (2002: 91) recuerdan las palabras de
escrituras autobiográficas, propuestos por Roland Barthes sobre la narrativa como un
Passeggi (2008b), son procedimientos que fenómeno antropológico: la narrativa está
permiten adaptar los principios deontológi- simplemente allí como la propia vida, a punto
cos, descritos por Pineau (2006: 57), preco- de confundirse con ella. La función social de
nizados por la Carta de la Asociación Inter- la narrativa, agrega Bruner, “es encontrar un
nacional de Historias de Vida en Formación estado intencional que atenúe o por el menos
(Associação Internacional de Histórias de haga comprensible una separación del patrón
Vida em Formação —Ashivif—). cultural canónico” (1997: 50). La narrativa sir-
ve para justificar, hasta lo injustificable, y lle-
Las perspectivas del enfoque histórico-cultu- gar con ella al equilibrio perdido. Contar su
ral, propuesto por Vygotsky (1989, 1991, 1999) historia significa así dar forma a lo que antes
y sus seguidores, Bruner (1997, 2005), Bronc- no lo tenía.
kart (1999) o Yves Clot (2002), son ricas en
pistas de investigación para aprehender las Sin embargo, para que los esbozos de sí se
formas como las personas se interrogan so- hagan visibles a los ojos de su autor, necesi-
bre la construcción permanente de sí mismo, tan de la mediación de la escritura o de otros
de su relación con el trabajo, con el otro en instrumentos semióticos, para tomar cuerpo
el mundo de la vida. En todos los casos, las y objetivarse. En ese sentido, la noción de
investigaciones se dirigen, aquí, hacia la com- tradiciones discursivas presenta un interés es-
prensión de los hechos narrados por las per- pecial para la investigación (auto)biográfica.
sonas como protagonistas de la historia de sí Por tradiciones discursivas entendemos, con

Revista Educación y Pedagogía, vol. 23, núm. 61, septiembre-diciembre, 2011 33


Aproximaciones teóricas a las perspectivas de la investigación (auto)biográfica en educación

Koch (2008) y Kabatek (2006), que se trata de escribe; la subjetividad; la intersubjetividad;


modos de expresión propios de determina- la textualización y la retextualización; la inter-
dos grupos sociales (profesionales, literarios, textualidad; la interpretación...
religiosos, científicos...) que se instalan, evo-
lucionan, se diversifican a lo largo de la his- Los trabajos realizados en esta dirección son
toria y de los cuales el sujeto se apropia para imprescindibles para las prácticas de forma-
vincularse o contraponerse al grupo. Cada es- ción. En nuestras investigaciones hemos es-
fera social, como recuerda Bakhtin (1992), tie- tudiado las diversas modalidades de textos
ne un repertorio de géneros, que evoluciona autobiográficos utilizados en la enseñanza
conforme evolucionan esas esferas, las cuales superior, conforme fue señalado por Passeg-
tienen el poder de sancionar, exaltar, crear, gi, Barbosa y Camara (2008): entrevistas narra-
valorizar sus tradiciones discursivas. tivas, entrevistas de explicitación biográfica,
memoriales académicos, ensayos autobiográfi-
Según Koch (1997), las tradiciones discursivas cos, memoriales de formación, informes, dia-
se sitúan en un espacio intermedio entre la rio íntimo, diario de campo, autobiografía ali-
capacidad humana de lenguaje —dimensión mentaria, cartas, portafolios, autobiografías...
universal— y el acto individual de expresar- La investigación (auto)biográfica se vuelve
se en una determinada lengua —dimensión aquí hacia la naturaleza de los soportes se-
personal—. Las tradiciones discursivas se ca- mióticos de la narrativa; investiga modos de
racterizan por su dimensión histórica; ellas traducir / crear memorias en una matriz dis-
nacen en un determinado medio, se dejan cursiva, culturalmente heredada, socialmente
estructurada en función de parámetros cul-
contaminar por otras tradiciones discursivas,
turales, institucionales, éticos y estéticos. Se
evolucionan, atraviesan fronteras y mueren.
trata, por último, de comprender el proceso
Para Bakhtin, “La riqueza y la variedad de gé-
de biografización y sus implicaciones sobre la
neros del discurso son infinitas, pues la varie-
persona que narra.
dad virtual de la actividad humana es inago-
table” (1992: 279). Es en este sentido que los hallazgos de la in-
vestigación autobiográfica sobre las tradicio-
Las investigaciones, en este segundo sentido, nes discursivas auxilian y son imprescindibles
investigan modos de textualizar la vida: oral- para el eje de las prácticas de formación del
mente, por escrito, en imágenes... los proce- adulto y de formación del formador. Hemos
sos de textualización, retextualización de la buscado apoyo en la perspectiva histórico-cul-
vida, sugieren temas de investigación sobre tural, en los trabajos de Vygotsky (1989, 1991,
su materialidad, sus esferas de producción y 1999), en el interaccionismo sociodiscursivo
recepción, su historicidad. Se investiga cómo desarrollado por Bronckart (1999) y en la psi-
se da el trabajo de apropiación de esas tradi- cología cultural propuesta por Bruner (1989,
ciones discursivas y cómo se da la acción her- 1991, 1995, 1997, 1998, 2001, 2005), que ofrecen
menéutica de (re)interpretación de la vida, contribuciones pertinentes sobre el papel de
por el “yo” que se interroga, mediado por el las narrativas en el desarrollo humano.
acto de lenguaje. Entran aquí en juego: la me-
moria y el olvido en el proceso de reflexión; Una fuente de inspiración a la cual hemos re-
la construcción de la identidad; la interacción currido es la triple mimesis de la conciencia
con el otro y con la esfera social en la cual la histórica propuesta por Ricoeur (1997). La mi-
escritura de sí se realiza; el papel del lenguaje mesis I corresponde a la prefiguración del tiem-
y sus condiciones de producción en la cons- po en la narrativa, los hechos existen, pero no
titución de la conciencia histórica; la relación poseen una organización que se estructure
con la esfera social en la cual y para cual se en historia. La mimesis II concierne a la con-

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Narrativa(s), (auto)biografía(s) y formación

figuración del tiempo que organiza los hechos las historias de vida, lejos de comunicar lo
en la narrativa y crea el encadenamiento. La que ya se sabe, se constituyen en verdaderos
mimesis III dice respecto a la refiguración del procesos de descubrimiento. Esta dimensión
tiempo, la lectura y la (re)interpretación de los heurística permite, a quien escribe, exponer
hechos, de sí mismo y de la vida. Los estudios las experiencias y transformar saberes tácitos
más elaborados de este autor orientan las in- en conocimiento (investigación). El narrador,
dagaciones sobre los procesos de reinvención redefiniéndose como aprendiz, se reinventa
de sí. Esta última perspectiva circunscribe las (formación). En este proceso hermenéutico de
potencialidades de la narrativa (auto)biográ-
permanente interpretación y reinterpretación
fica, primero como fenómeno antropológico:
de los hechos, el adulto reelabora el proceso
“¡Narrar es humano!” y en seguida como un
histórico de sus aprendizajes (acción). Es en ese
fenómeno cultural, histórico: “Autobiografiar
es un proceso civilizatorio”. sentido que se puede hablar de investigación-
acción-formación.

Las narrativas (auto)biográficas como En los últimos años se estrecharon las relaciones
prácticas de formación del adulto entre aprendizaje y reflexividad autobiográ-
fica. Estamos lejos de la racionalidad técnica
Narrar es un proceso autopoyético en la formación del adulto profesional, de
los métodos prescriptivos con reglas rígidas
En el eje de las prácticas de formación, la pers- y de normatizaciones a ser observadas. Peter
pectiva hacia la formación del adulto (profe- Alheit y Bettina Dausien (2006: 190), analizan-
sor, profesional, gestor...) es la más fecunda do las perspectivas de la Comisión Europea
en Brasil. La historia del uso de las narrati- (OECD, 1996), a propósito del “aprendizaje a lo
vas (auto)biográficas como práctica de for- largo de la vida”, defienden la hipótesis de
mación data de los años ochenta en Europa que todo aprendizaje está ligado “al contexto
y se implanta en el contexto de la formación de una biografía concreta”, lo que les permite
continua de adultos, que (re)ingresan en la
hablar de aprendizaje biográfico, como búsqueda
universidad, como un derecho adquirido,
de sus propias estrategias y del camino re-
con el objetivo de la reinserción profesional.
corrido, en perpetua trans-formación. Ivor
La base teórico-metodológica de ese eje, entre
nosotros, está originalmente vinculada a las Goodson (2007) igualmente ha llamado la
obras de los pioneros más representativos del atención sobre las nociones de aprendizaje na-
movimiento socioeducativo de las historias de rrativo y de capital narrativo para señalar que
vida en formación: Gaston Pineau (1983, 2006a, todo aprendizaje es una respuesta a situacio-
2006b), Pierre Dominicé (2000), Marie-Christi- nes reales.
ne Josso (2010a; 2010b), Nóvoa y Finger (1988;
2010), Nóvoa (1992). En la actividad de narrar, la persona busca la
expresión más precisa para dar sentido a los
Su principio orientador es que las narrativas hechos. Una vez materializada, como sugie-
autobiográficas propician un proceso de in- ren Bakhtin y Volochínov,
vestigación-acción-formación y se realizan me-
diante el coemprendimiento de la persona [la palabra] ejerce un efecto reversible
en formación y del formador, en el contexto sobre la actividad mental: ella se pone
institucional en el cual esas narrativas son so- entonces a estructurar la vida interior,
licitadas y producidas. La preocupación pri- a darle una expresión aún más defini-
mordial es que ellas sirvan, esencialmente, a da y más estable. Esa acción reversible
quien escribe. Se admite, como principio, que de la expresión bien formada sobre la

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Aproximaciones teóricas a las perspectivas de la investigación (auto)biográfica en educación

actividad mental (esto es, la expresión ticos de la escritura de sí. La intimidad y la


interior) tiene una importancia enor- vulnerabilidad de quien narra se presentan
me que debe ser considerada (1995: como una cuestión-clave, despertando temores
118). y riesgos para el formador. Estas cuestiones
son, de hecho, reveladoras de la necesidad de
En este ejercicio de retorno sobre sí, los apren- explicitar mejor los objetivos y la naturaleza
dizajes formales, informales, no formales, del trabajo con las narrativas autobiográficas
que se realizan (realizaron) dentro y fuera de como una acción de intervención educativa.
las instituciones de enseñanza, son revalua-
dos. Es admisible que esa reflexión permita al En la literatura referente a las historias de
narrador comprender la acción de las fuerzas vida en formación, encontramos en la noción
sociales sobre sus aprendizajes a lo largo de la de acompañamiento un concepto importante
vida y, eventualmente, tomar conciencia de para esta perspectiva. Este concepto se intro-
las representaciones que orientan su acción duce en una ciencia de la mediación, al decir de
en el mundo.
Ferrarotti (2010). En nuestros estudios (Pas-
seggi, 2006a, 2007, 2008a, 2008b, 2009) hemos
Es preciso recordar que en esta dirección todo
procurado teorizar la noción de mediación bio-
el interés de la investigación (auto)biográfica
gráfica como modo específico de acompaña-
es garantizar condiciones ideales del retorno
miento en la perspectiva de la investigación
sobre sí mismo, para que el trabajo de bio-
(auto)biográfica. Se trata de una actividad prác-
grafización ejerza la acción de reversibilidad
tica, que puede ser ejercida por el formador,
sobre el pensamiento de quien narra, trans-
formando representaciones anteriores de sí y en las más diversas áreas del conocimiento
del mundo de la vida. Esa acción regresiva (salud, educación, gerontología, psicología,
y progresiva es lo que permite hablar del “sí sociología clínica, etc.), con el propósito de
mismo” como un “yo reflexionado”, reinven- provocar cambios deseables para la persona
tado por la acción del leguaje. De modo que en formación y deseadas por el sujeto. La
mediante el uso de la escritura (grafía), el yo mediación biográfica no significa injerencia o
(autos) toma conciencia de sí y resignifica la interferencia. Por ser formativa, la intención de
vida (bios) para nacer de otra manera: auto- formar(se) es guiada por el coemprendimien-
poiesis. to del formador y de quien se forma. Ella se
define, sobre todo, por las nociones de cuida-
do y de respeto mutuo.
La narrativa (auto)biográfica como prác-
El concepto de mediación biográfica
tica de formación del formador
se inspira en los estudios de Vygotsky
(1989, 1991) sobre la ley general en el
Acompañar es cuidar de la persona
desarrollo de las funciones psíquicas
que camina hacia sí
superiores, las cuales se desarrollan,
a través de una serie de microtrans-
El uso de las narrativas (auto)biográficas
formaciones, a lo largo del tiempo y
como práctica de formación del adulto tie- en un doble movimiento. Un movi-
ne como corolario la formación del formador. miento de interacción entre personas
¿Cómo acompañar a la persona que escribe sobre (interpsicológico), y un movimiento
sí? Cada vez que dialogamos con un audito- de apropiación interna (intrapsicoló-
rio más heterogéneo, o incluso en los cursos gico). El primero correspondería a un
de formación de formadores, las cuestiones saber-hacer con el otro, y el segundo
puestas en debate se orientan, con frecuen- a un saber hacer solitario. Pero poco
cia, hacia aspectos terapéuticos y psicoanalí- se sabe aún sobre los procesos media-

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Narrativa(s), (auto)biografía(s) y formación

dores que operan el paso de un movi- dad. Ese modelo se opone a la realidad del ser,
miento al otro. La mediación biográfica a su complejidad y eventuales incoherencias.
pretende situarse en la secuencia de Es en este sentido que trabaja Yves Clot (2002,
esa reflexión. El objetivo es compren- 2006), en el ámbito de la psicología del trabajo.
der mejor las relaciones que se tejen Para Clot, el trabajo “no es una actividad entre
entre el formador (mediador) y el otras” (2006: 12). Ejerce en la vida personal del
adulto en formación y de ellos con la adulto una función psicológica específica que
narrativa de vida a lo largo del proce- incide sobre su subjetividad y actividad profe-
so de escritura autobiográfica. En este sional. La búsqueda de comprensión del com-
sentido, investiga el saber-hacer con
portamiento del adulto en situación de forma-
el otro, heteroformación, y el saber-ha-
ción está en el centro de esta perspectiva de la
cer solitario, autoformación (Passeggi,
investigación autobiográfica.
2007).

Es importante señalar que las funciones del


formador en la mediación biográfica evolucio- Para no concluir
nan conforme el narrador va avanzando en el
proceso de biografización (Passeggi, 2009). En Ese esbozo de conceptualización de la inves-
este sentido, no se debe temer lo inconsciente; tigación (auto)biográfica tuvo como propósito
por el contrario, se debe ayudar a quien narra dar una vuelta por el horizonte y dibujar, aun-
a hacer un zoom sobre sus experiencias para que imperfectamente, un mapa aproximado
tener (con)ciencia de lo que sabe. del espacio biográfico, con sus perspectivas
fundamentales e intermedias. Su propósito fue
La preocupación con la formación del for- poner en debate cuestiones teóricas relaciona-
mador se tornó central en el seno del movi- das con sus principios epistemológicos, con la
miento socioeducativo de las historias de vida intención de contribuir a la demarcación del
en formación. En la década del noventa se de- campo de la investigación (auto)biográfica en
finieron los principios éticos y deontológicos educación, interrogar puntos de convergen-
de esta práctica en la Carta de la Asihvif. El cia, visualizar horizontes y, por ese camino,
primero de estos principios es la exigencia de fomentar el diálogo entre grupos de investi-
que el propio formador tenga la experiencia gación, en Brasil, que tienen la preocupación
de escritura de sí como práctica de formación. común con lo (auto)biográfico como fenóme-
no discursivo, cultural y antropológico; como
En esta segunda perspectiva, el objetivo es, fuente y método de investigación; como prácti-
pues, comprender cómo formar al formador. ca de investigación-acción-formación y, final-
Propiciarle conocimientos sobre el hecho bio- mente, como procedimiento de intervención
gráfico y los procesos de biografización. Es educativa, que se realiza por la mediación bio-
innegable que la vida del adulto está irreme- gráfica, en la interacción entre formador y na-
diablemente asociada al mundo del trabajo: rrador.
situación de empleo, desempleo, ingreso, per-
manencia o jubilación. Las investigaciones rea- Estos ejes y direcciones necesitan ser profun-
lizadas revelan que el narrador, al tomar con- dizados, explicitados, ilustrados, enriqueci-
ciencia de incoherencias y discordancias en su dos. Como primer diseño, ellos nos parecen
recorrido profesional, enfrenta crisis de iden- válidos por permitir la inclusión de las di-
tidad profundas, y que ellas son vividas como versas corrientes que trabajan en la misma
un punto de fragilidad. Cuestión estimulante dirección, en diversas áreas que auxilian la
para la formación del formador. Se observa investigación en los estudios de posgrado en
que, generalmente, entra en juego el arque- educación: sociología, sociología clínica, etno-
tipo del héroe, que no conoce crisis de identi- metodología, literatura, filosofía, artes, edu-

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Aproximaciones teóricas a las perspectivas de la investigación (auto)biográfica en educación

cación ambiental, educación y salud, psico- del otro sobre su vida. La reflexividad auto-
logía social, psicología, nutrición, etnografía, biográfica se constituye así en un proceso
representaciones sociales... emancipador, provocador del deseo de cui-
dar mejor de sí y del otro.
Entendemos que para formar una red interna-
cional de investigación (auto)biográfica es im- El reconocimiento de los seres humanos como
portante que los trabajos se fundamenten con- personas plenas de posibilidades aún no rea-
ceptualmente en principios epistemológicos, lizadas, antes que ser un posicionamiento
teóricos y métodos, y que puedan ser discu- epistemológico, es un empoderamiento ético.
tidos y evaluados por la comunidad científica.
Pero nos parece también que esa comunidad Esa percepción hace evolucionar la idea inti-
de investigadores (auto)biográficos asume, en mista de la subjetividad, generalmente atri-
sus estudios, ante todo una perspectiva epis- buida a las escrituras autobiográficas, hacia
temopolítica del sujeto para aproximarse a la una visión histórico-cultural del sujeto.
inmensa “biblioteca del existir humano”, como
diría Saramago (2008). Percibimos que en el re-
corrido intelectual de estos investigadores, es Referencias bibliográficas
esa visión humana del ser en devenir, pleno de
posibilidades, lo que los conduce en sus activi- Alheit, P. e B. Dausien, 2006, “Processo de for-
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Referencia

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gués por Dora Lilia Marín Díaz, Revista Educación y Pedagogía, Medellín,
Universidad de Antioquia, Facultad de Educación, vol. 23, núm. 61, sep-
tiembre-diciembre, 2011, pp. 25-40.
Original recibido: agosto de 2011
Aceptado: septiembre de 2011

Se autoriza la reproducción del artículo citando la fuente y los créditos


de los autores.

40 Revista Educación y Pedagogía, vol. 23, núm. 61, septiembre-diciembre, 2011

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