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EL DERECHO NO SE MENDIGA SE EXIGE

PAGO POR CONSIGNACIÓN

El artículo 1251 del código civil peruano define que el pago por consignación es
el cumplimiento efectivo de la obligación, la prestación de la cosa o del hecho
que es debido.

Según Ángel Cristóbal Montes “tiene lugar cuando la ley permite al deudor
que ha intentado cumplir en la debida forma su obligación, tropezando con la
adversa voluntad del acreedor a recibir el pago, liberarse del débito mediante el
depósito de la cosa debida ante la autoridad judicial.

Estamos entonces en presencia del mecanismo de ofrecimiento de pago y


consignación que produce la extinción de la obligación y la liberación del
deudor sin provocar la satisfacción del derecho del acreedor”.

Ésta figura jurídica es muy importante ya que le da la posibilidad al deudor que


en caso de cumplir a cabalidad con lo estipulado y de encontrarse frente a la
negativa del acreedor de recibir la prestación pactado, del modo pactado en el
lugar pactado, acudir a la vía judicial para cumplir con la obligación.

El pago por consignación debe de cumplir con ciertas características, debe ser
judicial, al llevarse a cabo el ejercicio coactivo de un derecho debe de ser
realizado por medio de un proceso judicial ya que para ser legitimo deberá
tener la intervención del órgano jurisdiccional competente, es facultativo,
porque el deudor tiene la posibilidad de elegir si utiliza ese mecanismo o no, ya
que no, debe respetar los principios generales que gobiernan el pago, para que
la consignación tenga fuerza de pago deben concurrir las personas, modo ,
objeto y tiempo.

Dicho pago es el que satisface el deudor, o quien está legitimado para


sustituirlo, con intervención judicial; esto último, es la característica
fundamental de esta forma de pago. El acreedor no quiere recibir el pago, tal
vez por considerar que no es completo o apropiado, en cuanto al objeto, modo
y tiempo de satisfacerlo; o bien que él no puede recibir ese pago por ser
incapaz, estar ausente o ser incierta su calidad de acreedor.

Este dispositivo funciona mediante una demanda que pone el objeto debido
ante el juez para que éste, a su vez, lo atribuya al acreedor dando fuerza de
pago, de tal forma que el deudor queda liberado .

Dicho pago se aplica Sólo cuando el deudor resulta coartado en el ejercicio de


su derecho de pagar, está autorizado a recurrir a la consignación judicial. De
ahí que en el proceso a que esa consignación da lugar, el actor antes que nada
tiene que justificar el motivo por el cual recurre a esa forma de pago
excepcional. Sólo la "negativa injustificada" del acreedor autoriza al deudor a
hacer la consignación judicial.

Pero, si la actitud del acreedor que no acepta el pago es legítima, se impone el


rechazo de la demanda de consignación. Para estar autorizado a poner en
movimiento el aparato judicial, el deudor tiene que mostrar una justificación. A
falta de ello, si el acreedor pide el rechazo de la consignación, corresponde
rechazarla.

El deudor, para lograr el efecto de liberación, no sólo debe consignar la


prestación debida, sino satisfacer los requisitos que detallan los incisos de la
norma en comentario:" El deudor debe demostrar haber ofrecido al acreedor el
pago de la prestación debida o haberlo puesto a su disposición de la manera
pactada en el título de la obligación".

Nótese que el deudor tiene que haber hecho el ofrecimiento -sea judicial o
extrajudicial- conforme lo detalla el artículo 1252 del Código Civil. Esta oferta y
posterior consignación permite vencer la mala voluntad del acreedor. El deudor
ofrece al acreedor el objeto debido y luego, después de hacer constar su
negativa, lo consigna ante el juzgado.

En relación a la oferta, Planiol y Ripert señalan que la validez de la oferta


supone que todas las condiciones necesarias para el pago concurren
capacidad del accipiens y del solvens, vencimiento del término o cumplimiento
de la condición suspensiva, integridad del pago.
Esta última condición, referida a la integridad de la prestación, lleva a exigir que
el deudor, para realizar una oferta válida, ha de ofrecer todo lo que viene
exactamente determinado en el objeto de su obligación, la totalidad del capital,
de los intereses y de los gastos liquidados; no sería bastante la promesa de
completarlo más tarde. Pero pudiera darse el caso de que no se hubiese hecho
todavía una determinación precisa que el crédito no sea líquido o los gastos
debidos no se hayan liquidado aún.

En ese caso, habrá de contentarse con la oferta de una suma aproximada,


evaluada por el deudor, siempre que éste se obligue a completarla más tarde,
en su caso. Otra de las justificantes es que el acreedor debe estar en mora o
debe negarse injustificadamente a recibir el pago. La mora del acreedor se
encuentra regulada en el artículo 1338 del Código Civil.

Para “ALBALADEJO” no consiste sólo en que éste injustificadamente retrase


la realización de la prestación (por no recibirla o no cooperar a tal realización),
sino en retrasarla injustificadamente, una vez ofrecida con la intimación que se
la reciba o se preste cooperación para que sea realizada.

El efecto general de la mora del acreedor se basa en que el deudor no debe


sufrir perjuicios por la misma, es decir, debe quedar indemne, como si hubiese
pagado. Para que opere la mora del acreedor deben cumplirse los siguientes
requisitos:

1.- Que haya llegado el momento del cumplimiento.

2.- Que el deudor lo ofrezca al acreedor requiriéndole lo reciba o ponga de su


parte para que pueda efectuarse.

3.- Que el acreedor se niegue sin razón a admitirlo, o, de cualquier modo, no


esté en condiciones de recibir la prestación que se le ofrece debidamente.

4.- En cuanto a la negativa a recibir el pago, ésta puede ser expresa o tácita.
La norma señala tres supuestos para calificar la negativa tácita: respuestas
evasivas, inconcurrencia al lugar pactado en el día y hora señalados para el
cumplimiento, y cuando rehúse a entregar recibo o conductas análogas.
PLANIOL, MARCELO y RIPERT, nos dice que la negativa del acreedor
constituye el caso típico en el pago por consignación. A través de este medio,
no puede quedar el deudor deseoso de exonerarse de la deuda, librado a la
buena voluntad del acreedor de querer o no querer recibirle el pago.

Por ello dice el inciso 2 del artículo 1251 del Código Civil que" la consignación
puede tener lugar cuando el acreedor no quisiera recibir el pago ofrecido por
el deudor". Como ya hemos señalado líneas arriba, para que la consignación
sea viable se estima que el deudor tiene que probar el rechazo del pago por
parte de la creedor, lo que puede hacer por cualquier medio de prueba. Se
asimila al rechazo un justificado silencio del acreedor o cualquier actitud de
éste que implique condicionar la recepción del pago al cumplimiento de
exigencias al margen del objeto debido, como el pretender otorgar recibo con
salvedades o condicionamientos improcedentes que limiten el carácter
cancelatorio del pago.

La prueba del rechazo del pago, que tiene que suministrar el deudor, es una
consecuencia del carácter excepcional que reviste esta forma de pago que no
está librada al capricho del obligado.

Según el ART.1252 El ofrecimiento puede ser judicial o extra judicial es judicial


en los casos que así se hubiera pactado y además: cuando no estuviera
establecida contractual o legalmente la forma de hacer el pago, cuando por
causa que no le sea imputable el deudor estuviera impedido de cumplir la
prestación de la manera prevista, cuando el acreedor no realiza los actos de
colaboración necesarios para que el deudor pueda cumplir la que le compete,
cuando el acreedor no sea conocido o fuese incierto, cuando se ignore su
domicilio, cuando se encuentre ausente o fuera incapaz sin tener representante
o curador designado, cuando el crédito fuera litigioso o lo reclamaran varios
acreedores y en situaciones análogas que impidan al deudor ofrecer o efectuar
directamente un pago válido.

El ofrecimiento extra judicial debe efectuarse de la manera que estuviera


pactada la obligación y, en su defecto, mediante carta notarial cursada al
acreedor con una anticipación no menor de cinco días anteriores a la fecha de
cumplimiento debido, si estuviera determinado. Si no lo estuviera, la
anticipación debe ser de diez días anteriores a la fecha de cumplimiento que el
deudor señale.

Maria nella Ledesma Narváez 1. En el pago por consignación, el deudor


empieza por ofrecer al acreedor la prestación debida y después de comprobar
la negativa, consigna el objeto de ésta. La oferta puede ser judicial o
extrajudicialmente .En el primer caso opera sea porque las partes así lo
pactaron o porque existe un desacuerdo entre ellas, ya sea sobre el objeto o
sobre la forma o la fecha del pago, todo ello generado porque no se estableció
contractual o legalmente la forma de hacer el pago.

2.- Uno de los supuestos que señala la norma para el ofrecimiento judicial es
que "el acreedor fuese incapaz de recibir el pago al tiempo que el deudor
quisiese hacerlo". El precepto se orienta a viabilizar el pago frente a los
incapaces carentes de representantes legales o curadores, pues, si los
tuvieren, el pago habría que hacerlo a ellos. Empero, señala LLAMBÍAS si el
representante careciera, por la índole de la obligación, de facultades para
recibir válidamente el pago, procedería la consignación; por citar, el pago del
precio de un inmueble del pupilo que el tutor no estuviese autorizado a percibir.

El requisito de la incapacidad que abre la vía de la consignación judicial, ha de


concurrir al tiempo del pago. Una incapacidad anterior, ya superada, no sería
suficiente, porque el acreedor ya estaría en condiciones de recibir un pago
válido, que resultaría liberatorio para el deudor.

3. Por otro lado, la norma señala a "la ausencia del acreedor" como
otra justificante para el ofrecimiento judicial del pago. Se parte del supuesto de
la no presencia del acreedor, en el lugar de su domicilio. Se sabe de
la existencia del acreedor, pero no de su paradero, pues si se lo conociera
habría que intimarlo a recibir el pago, si el acreedor guardara silencio o no
cooperara para la recepción del pago.

El campo propio de este supuesto se refiere a la simple ausencia cuando se


ignora el paradero del acreedor. En tal caso, el deudor que quiera liberarse sólo
podrá hacerlo mediante consignación judicial. Sobre el particular LLAMBÍAS
dice: "no se aplica el precepto a la hipótesis de la presunción de fallecimiento,
en base a la ausencia calificada por el transcurso de los plazos legales, pues
entonces se abre la sucesión del acreedor y el crédito se transmite a los
herederos con quienes debe entenderse el deudor".

4. La consignación puede tener lugar cuando fuese dudoso el derecho del


acreedor a recibir el pago y concurriesen otras personas a exigirlo del deudor,
esto es, cuando "el crédito fuera litigioso o lo reclamaran varios acreedores".
Esa circunstancia, la duda razonable sobre la titularidad del crédito, justifica
que el deudor tenga motivos serios para no saber quién es el verdadero
acreedor; y como quien paga mal puede verse precisado a pagar nuevamente,
para evitar ese riesgo, él puede hacer un pago por consignación para que sea
el juez el que defina quién es el titular del crédito y quién tiene derecho para
percibir el pago consignado.

La norma regula el procedimiento a seguir para el pago por consignación, la


misma que debería estar ubicada en el Código Procesal Civil. La consignación
consiste en depositar la cosa bajo el poder de la autoridad judicial y a
disposición del acreedor. Con ello queremos decir que no es indispensable su
entrega material al juzgado, sino que aun custodiada en distinto lugar
al juzgado, el juez la tenga bajo el poder de su voluntad.

Como regla general, la consignación debe ir precedida del ofrecimiento de


pago y ser comunicada previamente a las personas interesadas en el
cumplimiento de la obligación. Ambas cosas se tienen que acreditar ante la
autoridad judicial; sin embargo, de manera excepcional, el deudor puede
consignar sin previa oferta real, como es el caso del pago en la adjudicación de
bienes provenientes de remate judicial y el caso de expropiación por causa de
utilidad pública.

El ofrecimiento debe realizarse en el lugar convenido para el pago y, si no


hubiese mediado pacto especial, es competente "el juez del lugar del domicilio
de la persona que lo promueve o en cuyo interés se promueve, salvo
disposición legal o pacto en contrario", señala el artículo 23 del Código
Procesal Civil. La norma considera que el ofrecimiento judicial y consignación
se tramitan como procesos no contenciosos, la cual es coherente con el
artículo 802 del Código Procesal Civil; sin embargo, debemos precisar
que puede darse el caso que "cuando hay un proceso contencioso en que se
discute la relación material que originó o que esté conectada a la obligación
debida, el ofrecimiento y eventual consignación deben realizarse en dicho
proceso.

De acuerdo a lo analizado considero importante ésta figura como medio de


extinción de la obligación y de liberación del deudor ya que si éste ha cumplido
con todo lo establecido el acreedor no tiene por qué negarse a recibirle lo
pactado ya que si no fuese por ésta figura jurídica el acreedor simplemente se
negaría a recibir lo pactado y siempre mantendría al deudor con la obligación
de cumplir con lo que se comprometió aún y cuando no sea culpa de él que no
se realice el cumplimiento.

A si mismo esta figura permite que el deudor no se encuentre acorralado por el


acreedor y pueda realizar dicho pago evitando con esto una medida cautelar de
embargo a la ves también puedo agregar que existen muchas personas que
desconocen de este tema y envés de solucionar el problema más bien llegan a
endeudarse más porque lo único que hacen es pedir más dinero prestado con
el único propósito de cumplir con su obligación frente a la entidad financiera.

Además hay personas que han llegado a vender sus cosas con tal de
satisfacer al banco sin importarles quedarse sin nada el acreedor está obligado
a darle facilidades de pago a su deudor agregándole, además de cooperar en
el cumplimento de la obligación.

El pago por consignación no es otra cosa que la conducta que tiene que
realizar el deudor y puede consistir en dar, hacer o no hacer algo dicha
conducta o comportamiento humano no se consigna sino los bienes que son
objeto de la prestación, es cierto que no todo está dicho en cuanto al pago por
consignación se refiere, ya que esta modalidad es parte del derecho y este es cambiante por
cuanto que, al ser creación humana, evoluciona de acuerdo a las condiciones sociales.
Se rescata que el pago por consignación es una figura utilizada para proteger
al deudor en caso de que el acreedor no cumpla en ofrecerle facilidades de
pago y se rehúse a recibirlo en el plazo establecido ante lo cual se tendrá que
designar un depositario o una cuenta judicial quien trasmite el pago al acreedor.

Esta si bien es cierto está acompañada de la oferta real de pago para que sea
eficaz y se confiera la audiencia para designar legalmente la consignación; de
lo contrario se incurre en incumplimiento y el deudor no se libera de la deuda
es por eso que el pago por consignación es de vital importancia para poder
evitar el abuso por parte de las entidades financieras.

HUARACA SARAVIA DAVID JAVIER CICLO VII TURNO NOCHE


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

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