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PROTESTO

El protesto es una figura propia de los Títulos Valores, que reviste trascendental
importancia en razón de ser, generalmente, un requisito indispensable para que el
tenedor pueda ejercer las acciones cambiarias, las mismas que le permitirán
hacerse cobro del importe contenido en el título.

En ese sentido el protesto es aquella diligencia notarial o judicial que tiene por
finalidad dejar constancia fehaciente e indubitable de la falta de pago o aceptación
del Título Valor, para lo cual deberá realizarse en la forma prevista y dentro de los
plazos establecidos por Ley; de lo contrario se perjudicaría el Titulo, es decir
perjudicaría toda eficacia bancaria.
En consecuencia, el protesto en los Títulos Valores sujetos a dicha diligencia,
constituye al tenedor una obligación ineludible previa al ejercicio de las acciones
cambiarias. Tanto es así que inclusive la incapacidad o muerte de la persona que
debe hacer la aceptación o pago del Título Valor, no libera al tenedor de dicha
obligación.

A solicitud del tenedor del Título Valor, el protesto es efectuado por el fedatario
(nombre genérico que designa tanto al Notario Público, que es la persona autorizada
por Ley para ejecutar el protesto, como el Juez de Paz, que podrá hacer el protesto
a falta del Notario Público, quien deberá dirigirlo contra el directamente obligado por
el Titulo Valor, ya sea el girador o contra el aceptante según se trate de Títulos
Valores no aceptados o no pagados respectivamente.

El protesto es el medio por el cual se acredita en forma autentica que el Título –


Valor no ha sido pagado o, tratándose de la letra de cambio, que tampoco ha sido
aceptada.

El acto se llama protesto porque el tenedor hace la protesta de repetir todas las
pérdidas, daños, gastos e intereses contra quien ha dado origen al mismo. La Ley lo
ha regulado en la parte general que concierne a todos los titulos – valores, y
además, específicamente en referencia a la letra de cambio, en el titulo X de la
Sección Segunda. Se trata de un acto sujeto a formalidades especiales. Por su
mérito se conserva a la acción de contra todos los obligados cartulares, que sin el
protesto se perdería.

La Ley otorga al protesto una función probatoria y una conservativa de los derechos
del tenedor del título. Probatoria, en cuanto acredita que el obligado o los obligados
no cumplieron con las obligaciones respectivas, haciendo posible al tenedor ejercitar
las acciones correspondientes. Conservativa, en cuanto sin ese acto se pierden las
acciones propia de los Títulos-Valores.

Además, por el protesto los terceros están en condiciones de conocer la existencia


del acto, evitándose que puedan ser objeto de engaño.
OBLIGATORIEDAD DEL PROTESTO:

Dado el carácter inexcusable del protesto para mantener la eficacia de las acciones
típicas que emergen del Título-Valor sujeto a ese trámite, la Ley no admite que se
dispense por circunstancia alguna. Ni la incapacidad, ni la muerte de la persona a
quien el título debe ser presentado dispensa de la obligación del protesto. En estos
casos, el acto se entenderá que se cumple con el representante legal o con los
sucesores del obligado.

Es de hacer presente que la Ley indica que deberá entenderse que el requerimiento
ha sido hecho a los sucesores del obligado, o sea, que no ordena que la diligencia
se entienda con dichos sucesores. Esto se explica porque no puede exigirse que la
persona que efectue protesto tenga que conocer quien son los sucesores del
obligado que ha dado origen al acto, o que tenga que hacer una indagación respecto
de ellos, lo que, en muchos casos, podrí llevar varios días, muchos más que
aquellos en el que el protesto debe ser realizado.

De otro lado, para los sucesores del obligado en virtud del titulo valor no hay
obligación de manifestar, dentro del término en el cual debe hacerse el protesto, si
aceptan o rechazan la obligación, ni se aceptan o rechazan la herencia, ni a efectuar
declaración de voluntad en uno u otro sentido.

PLAZO PARA EL PROTESTO

Para que el protesto sea efectuado válidamente, tanto el tenedor como el fedatario
(Notario o Juez de Paz) deberán respetar los plazos establecidos por Ley. De lo
contrario, se perjudicaría el Título Valor, es decir perdería mérito cambiario. Por ello
resulta sumamente importante que tanto el tenedor cumpla con entregar el Titulo al
Fedatario como que este último realice la diligencia de protesto en los plazos previos
por Ley, pues de ambos depende que el tenedor quede expedito para ejecutar las
acciones cambiarias que deriven del Título Valor.

El plazo del Protesto dependerá de cada Título Valor y de si el protesto es por falta
de aceptación o por falta de pago.

El Protesto por Falta de Aceptación, de una letra de cambio, deberá realizarse


dentro del plazo de prestación para su aceptación e inclusive hasta los ocho (8) días
posteriores al vencimiento de dicho plazo, ya que este fuera convencional o legal.

En las letras de cambio que requieran ser aceptadas podrá indicarse en el mismo
documento cambiario un plazo para que el girado lo acepte, aunque también es
posible que en el documento cambiario no se señale cual es dicho plazo. En el
primer caso estamos frente a un plazo convencional; en el segundo La Ley impone
que el plazo para la aceptación no sea mayor a un año operando por lo tanto el
plazo legal.

El Protesto por Falta de Pago, de título valor que representan sumas de dinero (a
excepción del cheque y otros títulos valores con vencimiento a la vista), deberá
realizarse dentro de los quince (15) días posteriores al vencimiento del titulo valor.
Este plazo de protesto por falta de pago es aplicable a los títulos valores cuyo
vencimiento no sea a la vista, es decir que no sean exigibles desde que son
mostrados al obligado principal, sino que venzan en una fecha determinada, lo que
podría suceder tratándose de una letra de cambio, un pagaré, un certificado
bancario en moneda extranjera o un certificado bancario de moneda nacional.

LUGAR DEL PROTESTO

Por regla general, el protesto debe hacerse en el lugar designado para su


presentación al pago, según la naturaleza del titulo valor. En tal sentido, el protesto
debería ser efectuado en el lugar expresamente determinado en el título para exigir
la aceptación o el pago. La incapacidad, el fallecimiento o la insolvencia no son
óbice para que deje de llevarse a cabo el protesto.

Si en el titulo valor no hubiera indicaciones algunas sobre el domicilio en el cual se


deberá efectuar el pago ni pueda determinarse el mismo, o cuando la dirección
señalada en el titulo fuere inexistente, el protesto deberá tenerse por realizarlo
mediante una notificación cursada a la Cámara de Comercio Provincial
correspondiente al lugar de pago o de no poder determinarse este, del lugar de su
emisión. De no existir Cámara de Comercio Provincial, el Fedatario dejará
constancia de ello prescindiendo de cualquier notificación, sin que ello se afecte la
calidad de título valor protestado que tendrá el documento.

Tratándose del protesto de título valor cuyo pago debe verificarse mediante cargo en
cuenta, este se podrá realizar facultativamente, ya sea mediante notificación cursada
por el fedatario a la empresa del Sistema Financiero Nacional designada o a través
de la formalidad sustitutoria constituida por una constancia que deje la empresa
respectiva en el mismo título.

LA DILIGENCIA DE PROTESTO

La presente legislación de sobre títulos valores, ha modificado sustancialmente la


anterior tramitación del protesto, a tal punto que ahora consiste esencialmente en
una notificación dirigida al obligado principal, de cuya realización dará fé el fedatario
(Notario o Juez de Paz)

Esta notificación deberá ser efectuada por el Notario o sus secretarios o en su


defecto por el Juez de Paz del distrito correspondiente al lugar de pago. Como se
advierte, es posible que los secretarios del Notario puedan efectuar el Protesto, para
lo cual deberán estar designados por el Notario respectivo y debidamente inscritos
en el registro del Colegio de Notarios correspondiente.
DÍAS HÁBILES PARA REALIZAR EL PROTESTO

Con excepción de los días sábados, domingos, días no laborables y días feriados,
todos los demás días de la semana son hábiles para efectuar el protesto. Por lo
tanto, el protesto será válido en la medida que se realice en algún día comprendido
entre Lunes y Viernes, siempre que sea hábil; claro está que además de lo anterior
la notificación relativa al protesto deberá diligenciarse dentro de los plazos previstos
para cada título valor.

Cabe señalar que los días feriados, Sábado y Domingo y no laborable, si se


consideran para el computo del plazo del protesto, pero si el último día de protesto
fuera inhábil, el plazo de protesto quedará prorrogado hasta el día hábil siguiente.

CONTENIDO DE LA NOTIFICACIÓN DEL PROTESTO

La notificación del protesto que el fedatario curse al obligado principal en su


domicilio, deberá contener lo siguiente:

a. El número correlativo que le corresponde. Se entiende que cada notificación


deberá llevar signado un número y que la numeración deberá ser sucesiva
tomando en cuenta aquel que fue el último, de modo que se mantenga un
orden cronológico.

b. La indicación del lugar y fecha de la notificación; la fecha comprende el año,


mes y día del protesto, este dato permitirá apreciar si la notificación del
protesto se efectuó en la oportunidad que señala la Ley.

c. El nombre del obligado contra quien se realiza el protesto, esto es, el nombre
de la persona contra quien se dirige la notificación, tal persona no es otra que
el girado (si el protesto es por falta de aceptación de una letra de cambio) o
del aceptante (si el protesto es por falta de pago)

d. La indicación del domicilio donde se dirige la notificación.

e. El nombre del solicitante, ello permitirá identificar al tenedor del título valor.

f. Nombre y dirección del fedatario que realiza la notificación; ello es así porque
es el notario quien asume la responsabilidad por sus propios actos, como por
los del secretario que designo; la misma regla se aplica a los Jueces de Paz.

g. Firma del fedatario o de ser el caso del secretario notarial; se aplica esta
exigencia porque el funcionario del protesto es el que da fe de la realización
del acto. Esta notificación deberá ser entregada personalmente o enviada por
el fedatario utilizando medios físicos, telemáticos u otros idóneos que
aseguren y demuestren su recepción en el domicilio señalado como lugar de
pago.

DEFINICIÓN JURIDICA

(Derecho Comercial) Documento auténtico extendido por un escribano o por un


notario a petición del portador de un efecto de comercio, para hacer constar
oficialmente:
ya el no pago al vencimiento del efecto (es el “protesto falta de pago”);
ya la negativa a aceptar una letra de cambio por el librado (es el “protesto falta de
aceptación”).

Acto sustancial que acredita la negativa de la aceptación o del pago de la letra de


cambio o del pago del cheque, así como el estado en que se encuentra el
documento. Simultáneamente, el protesto es, en determinadas circunstancias,
presupuesto para el ejercicio del derecho de regreso contra librador, endosantes y
avalistas en el cheque.

Tiempo y forma: El protesto por falta de aceptación de la letra debe practicarse


dentro de los plazos fijados para la presentación o de los cinco días hábiles
siguientes. El protesto por falta de pago de la letra a fecha fija, a cierto plazo dentro
de la fecha o a plazo vista, dentro de los cinco días hábiles siguientes al
vencimiento. En la letra a la vista, dentro de los plazos para la presentación o de los
cinco días hábiles siguientes. El cheque deberá protestarse dentro del plazo para su
presentación o si se realiza ésta el último día, dentro de los dos días hábiles
siguientes.

El notario levantará acta única con las diligencias formales de rigor y una copia o
reproducción literal del documento. Requisito esencial es notificar el protesto al
librado, que se realizará en los dos días hábiles siguientes a la declaración del
protesto. Se practica la notificación la notificación mediante cédula que puede ser
entregada por el notario o quien éste designe al librador, sus dependientes,
parientes o cualquier persona que se encuentre en el domicilio, y si no la hubiere, a
un vecino de dicho domicilio. Las entidades de crédito deben remitir a sus clientes
librados de cédula en los dos días hábiles siguientes a la notificación; si los librados
fuesen varios o existieran indicatarios, se enviará cédula a todos los de la misma
localidad. Si residiesen en varias, puede reproducirse el protesto en las otras
localidades dentro de los ocho días hábiles siguientes al protesto procedente.

El notario retendrá la letra hasta las catorce horas del segundo días hábil siguiente al
de la notificación. Dentro de dicho plazo pueden los interesados comparecer y hacer
manifestaciones congruentes y aceptar o pagar la letra. En estos casos se cancela
el acta de protesto. El notario entregará la letra y el acta contra el pago de los gastos
de protesto. En otro caso, el notario devolverá la letra y el acta al tenedor dentro de
los cinco días hábiles siguientes a la expiración del plazo dentro del que podrán
comparecer los interesados, salvo que el tenedor se presente a retraerla tan pronto
como expire tal plazo.
En el cheque, el protesto por falta de pago sigue el mismo régimen.

Salvo que el librador haya elegido el protesto notarial, éste puede sustituirse por una
declaración equivalente escrita en la propia letra fechada y firmada por el librado, por
el domiciliario o por cámara de compensación realizada en los plazos previstos para
el levantamiento del protesto notarial y que contenga el rehúse del librado. Esta
declaración equivalente produce los mismos efectos que el protesto notarial respecto
de la conservación del derecho de regreso, pero ni acredita fehacientemente el
estado del documento ni sirve para obligar al juez a mantener el embargo
despachado ex, artículo 68 LCCH del modo que puede ser útil el protesto notarial.

El protesto puede ser dispensado mediante la cláusula sin gastos u otra equivalente
tanto en la letra como en el cheque.

En la letra de cambio no es necesario levantar el protesto por falta de pago cuando


se levantó por falta de aceptación, pues esta negativa abre un seguro de reembolso.
Tampoco es necesario el protesto cuando el librado se encuentre en suspensión de
pagos, quiebra, concurso o hubiese resultado infructuoso el embargo de sus bienes,
o cuando el librador de una letra en aceptación prohibida se encuentre en
suspensión de pagos, quiebra o concurso.

En general protesta (v.). | En el Derecho Mercantil, requerimiento notarial que se


hace para justificar que no se ha querido aceptar o pagar una letra de cambio, para
reservar así los derechos del tenedor contra el librador, endosantes, avalistas e
intervinientes. | El documento o instrumento que acredita este acto. | Testimonio
escrito que libra el notario o escribano de la protesta o requerimiento.
TIPOS DE PROTESTO
Protesto cambiario
Reclamo fehaciente, generalmente por intermedio de escribano o notario, por falta
de pago, al vencimiento de un título de crédito.

Casals Colldecarrera dice bien que la doctrina elabora el concepto de protesto desde
el punto de vista de la prueba, como autenticación de la negativa del girado a pagar
el importe de la letra de cambio o de aceptarla. O sea-agregamos- que el protesto
involucra, a la vez, una negativa (de aceptación o de pago) y una autenticación de la
misma, teniendo en cuenta las consecuencias que dicho acto desencadena. Si se
trata de otro documento cambiario, el protest o será únicamente por falta de pago.

Se trata de un acto formal y auténtico; lo primero por cuanto la ley determina que sus
requisitos son ad solemnitatem, bajo sanción de nulidad; lo segundo por cuanto es
un acto público, impugnable solamente mediante querella o incidente de falsedad.

La secuencia tradicional de ese acto se traduce en la exhibición de la letra de


cambio al girado-presentatio-; luego en la solicitud de su aceptación o de su pago-
requisito-; para finalmente, levantar la protesta ante la negativa del obligado
cambiario-protestatio-.
El fundamento del instituto se encuentra en el tráfico cambiario, que exige
solemnidad para ciertos actos considerados decisivos para el ejercicio y
preservación del derecho del acreedor.

El rigor cambiario se caracteriza en cierto modo, por la vigencia de un plus respecto


de las obligaciones de derecho común, por lo que su vigencia no puede pasar
desapercibida, en silencio, sino hacerse explicita mediante cierta formulación
definida y contundente, que concrete el reclamo del acreedor.

La circulación cambiaria se desenvuelve en forma tal que hace indispensable o bien


un conocimiento general del cumplimiento normal de la obligación declarada o, en su
defecto, la necesidad de ejercer las acciones cambiarias.

La reglamentación del protesto fue privativa de la costumbre de cada país por


cuanto la conferencia de Ginebra dejó librada la cuestión a lo que dispusieran las
altas partes contratantes,
exigiendo solamente que el protesto se efectuara por acto auténtico.

Indiscutiblemente el aspecto más importante del protesto es el que se relaciona con


las acciones cambiarias; el acto del protesto se constituye a modo de exordio del
proceso judicial.
Protesto cambiarlo
Acto notarial en el que se reproduce la letra cambiaría y se efectúan una serie de
declaraciones necesarias para el ejercicio de acciones cambiarías (acciones de
regreso). Fórmula a la que acude el tenedor de la letra de cambio para hacer constar
su falta de aceptación o pago por el obligado cambiario, así como declaraciones
que, realizadas fuera del protesto, perderían eficacia (petición de una segunda
presentación, negación de la firma, falta de representación, etc.). Surtirán los efectos
del protesto: 1) la declaración negatoria de la aceptación que conste en la letra
fechada y firmada por el librado, y 2) la declaración negatoria del pago firmada y
fechada por el librado, el domiciliatario o la Cámara de Compensación. Estas
declaraciones habrán de ser realizadas en los plazos señalados para el protesto.
Protesto del cheque
Es el acto jurídico por el que se hace constar, con fehaciencia legal, que no se paga
el cheque. Aunque habitualmente el protesto por falta de pago de un cheque se
verifica por conducto notarial, es igualmente válida la declaración del librado,
fechada y escrita en el cheque, con indicación del día de la presentación, o la
declaración fechada de una Cámara o sistema de compensación, en la que conste
que el cheque ha sido presentado en tiempo hábil y no ha sido pagado. Ambos tipos
de declaraciones, por surtir los mismos efectos protectores que el protesto, se
denominan también declaraciones equivalentes al protesto. Estas y el protesto se
harán antes de expirar el plazo para la presentación del cheque; y si ésta se verifica
el último día del plazo, podrá levantarse el protesto o hacerse la declaración
equivalente en los dos días hábiles siguientes. El efecto fundamental de aquéllas y
del protesto, siempre que conste que el cheque fue presentado en tiempo hábil y no
fue pagado, es que el tenedor conserva la acción regresiva del cheque; en virtud de
ésta, podrá reclamar contra los endosantes, el librador y los demás obligados. En
todo caso, el tenedor de un cheque impagado y aunque no se haya presentado en
tiempo hábil, tiene acción de regreso contra el librador sin necesidad de levantar el
protesto u obtener una declaración equivalente.
Protesto por falta de aceptación
Es el acto jurídico por el que consta de modo fehaciente la negativa del librado a
aceptar la letra. Normalmente se utiliza el protesto notarial, consistente en el acta
levantada a instancia del tenedor de la letra y en la que, además de copiar ésta, se
hace constar la falta de aceptación. El protesto notarial por falta de aceptación
deberá hacerse dentro de los plazos fijados para la presentación a la aceptación o
de los cinco días hábiles siguientes a su terminación. El Notario, dentro de los dos
días siguientes hábiles, notificará el protesto al librado y le indicará que tiene tiempo
hasta las 14 horas del segundo día hábil siguiente al de la notificación, para
examinar el original de la letra en la Notaría y aceptarla o hacer las manifestaciones
congruentes con el protesto. El Notario, en breve plazo, devolverá la letra al tenedor
con copia del protesto. El protesto por falta de aceptación exime de la presentación
al pago y del protesto por falta de pago. El tenedor que ha protestado la letra por
falta de aceptación podrá ejercitar la acción de regreso sin esperar al vencimiento de
la letra. Salvo que el librador haya exigido en la letra el levantamiento de protesto
notarial, producirá los efectos de éste la declaración denegatoria de la aceptación,
que conste en la letra, fechada y firmada por el librado. En todo caso, la declaración
del librado deberá haberse hecho dentro de los plazos previstos para el protesto
notarial.
Protesto por falta de pago
Es el acto jurídico mediante el cual se hace constar fehacientemente que el librado
se niega a pagar la letra de cambio. Lo habitual es que el protesto por falta de pago
de una letra se verifique por conducto notarial; en tal caso, los requisitos y trámites
de su formalización, así como los efectos del mismo, son idénticos a los previstos
para el protesto notarial por falta de aceptación salvo en que el incumplimiento
denunciado es distinto. El protesto notarial por falta de pago de una letra pagadera a
fecha fija, o a cierto plazo desde su fecha, o desde la vista, deberá hacerse en uno
de los cinco días hábiles siguientes al del vencimiento de la cambial. Si se trata de
una letra pagadera a la vista, el protesto por falta de pago se hará en el plazo
previsto para el protesto por falta de aceptación. Asimismo, y salvo en el caso de
que el librador haya exigido expresamente en la letra el levantamiento de protesto
notarial, producirá los efectos de éste por falta de pago la declaración que conste en
la propia letra, firmada y fechada por el librado, en la que deniegue el pago; la
misma declaración, cumpliendo los mismos requisitos, hecha por el domiciliatario o,
en su caso, por la Cámara de Compensación. En todo caso, las referidas
declaraciones sustitutorias del protesto deberán ser hechas observando los plazos
previstos para el protesto notarial. El protesto es imprescindible para conservar las
acciones cambiarias de regreso.

EL AVAL
El aval en los títulos de crédito es mediante el cual se garantiza en todo o en parte el
pago de la letra de cambio.

 ¿QUÉ ES UN AVAL?

La Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito o LTOC señala que: “Mediante


el aval se garantiza en todo o en parte el pago de la letra de cambio”

 ¿QUIÉN PUEDE SER AVAL?

Cualquier persona que no ha intervenido en la letra o cualquiera de los signatarios


de la misma.

 ¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS FORMALES DEL AVAL?

El aval debe constar en la letra o en hoja que se le adhiera. Se expresará con la


fórmula “por aval” u otra equivalente, y debe llevar la firma de quien lo presta. La
sola firma puesta en la letra, cuando no se le pueda atribuir otro significado, se
tendrá como aval.

Asimismo, el aval debe indicar la persona por quien se presta. A falta de tal
indicación, se entiende que garantiza las obligaciones del aceptante y, si no lo
hubiere, las del girador.

¿SI NO VIENE UNA CANTIDAD SEÑALADA EN EL TÍTULO DE CRÉDITO, EL


AVAL GARANTIZA EL PAGO DE ALGUNA CANTIDAD?

Aún y cuando falte mención de cantidad en el título de crédito, se entiende que el


aval garantiza todo el importe de la letra.

 ¿QUÉ TIPO DE OBLIGACIÓN ADQUIERE EL AVAL UNA VEZ QUE FIRMA


CON ESE CARÁCTER?

El avalista queda obligado solidariamente con aquel cuya firma ha garantizado, y su


obligación es válida, aun y cuando la obligación garantizada sea nula por cualquier
causa.

¿CONTRA QUIEN TIENE ACCIÓN CAMBIARIA EL AVALISTA?

El avalista que paga la letra, tiene acción cambiaria contra el avalado y contra los
que están obligados para con éste en virtud de la letra.

 ¿SON LOS MISMOS TÉRMINOS Y CONDICIONES A LOS QUE SE


ENCUENTRA SUJETO LA ACCIÓN CONTRA EL AVALISTA QUE CONTRA
EL AVALADO?
Así es, ya que la acción contra el avalista estará sujeta a los mismos términos y
condiciones a que esté sujeta la acción contra el avalado.

En conclusión, un aval es una garantía de pago. Los avales los suelen exigir los
bancos a la hora de conceder un préstamo o crédito. El avalista es la persona que
se hace cargo de la deuda en caso de que el prestatario (persona a la que se la
concede el préstamo) no pueda hacer frente al pago. Un aval funciona como un
contrato de afianzamiento a través del cual, una entidad confía en que un tercero va
a cumplir con una obligación financiera. Cuando se solicita un aval, lo que se
pretende es consolidar una garantía de que se va a cobrar. Cuando un banco solicita
a una persona que pide un crédito un aval, el objetivo es asegurarse de que
recibirán el dinero aún en el caso de que la persona que ha recibido el crédito no
pueda hacer frente a los pagos. Tipos y clasificaciones de avales Existen diferentes
formas de clasificar a los avales, en función de diversas variables. En primer lugar,
distinguimos entre el aval en sí mismo y el aval como producto: Aval en sí mismo.
Este aval es el que exigen las entidades financieras cuando conceden un crédito.
Este es el aval encargado de responder ante la entidad por las obligaciones
adquiridas por el beneficiario del préstamo. El aval como producto. Este aval lo
ofrecen los bancos y las entidades financieras. En este caso, el banco no concede
un préstamo, sino que a cambio de una cantidad de dinero (una comisión), se recibe
un aval para contratar un préstamo por un tercero. También los avales se pueden
distinguir en función del emisor. En este caso encontramos: Aval personal. Este es el
aval emitido por una persona física o jurídica, quien se compromete al pago de la
deuda en caso de incumplimiento del prestatario, o deudor principal. Funciona como
una garantía adicional al patrimonio del deudor. Este tipo de aval es el habitual en la
concesión créditos al consumo y financiación de empresas, y son avales gratuitos,
es decir, que el avalista no recibe ningún importe del avalado por otorgarle el aval.
Aval bancario. En este caso es una entidad financiera la que avala y se compromete
a pagar una deuda. En cuanto a los tipos de avales como producto financiero,
diferenciamos entre: Aval económico. En este tipo de aval, la entidad financiera
responde de un pago aplazado (ya sea un alquiler, compra, pagos a Hacienda, etc.).
En estos avales se garantiza que se va a pagar algo en un futuro. El aval económico
puede, a su vez, ser comercial, en caso de que el banco responde ante el
incumplimiento por parte del cliente en transacciones comerciales; o también
financiero, cuando el banco responde en préstamos, créditos, letras de cambio o
pagarés. Aval Técnico. Aquí la entidad financiera responde económicamente del
incumplimiento de obligaciones de naturaleza no económica. Los avales técnicos
son aquellos en los que se garantiza que vamos a efectuar una obra o servicio tal y
como se ha solicitado. Este tipo de avales se solicitan en casos de concursos
públicos, obras, contratos de suministro, etc. En la mayor parte de estos casos, se
exige un pre aval para poder participar en un concurso público. Créditos
documentarios. Estos son avales internacionales. Suelen solicitarse en operaciones
de importaciones y exportaciones. La entidad financiera se hace cargo de un pago,
siempre que se cumplan las condiciones exigidas por parte del exportador. Lo
habitual en estas operaciones es que sea el banco del país del importador el que
intervenga.
INTRODUCCIÓN

Con el presente trabajo El protesto es una figura propia de los Títulos Valores, que
reviste trascendental importancia en razón de ser, generalmente, un requisito
indispensable para que el tenedor pueda ejercer las acciones cambiarias, las
mismas que le permitirán hacerse cobro del importe contenido en el título.
OBJETIVOS

 Comprender la naturaleza y función del Derecho del Trabajo y en especial sus


finalidades.

 Conocer el ámbito histórico e ideológico en que surgieron los principios e


instituciones básicas del Derecho del Trabajo, para aplicar este conocimiento
al interpretar las normas al solucionar casos concretos.

 Aplicar las fuentes del Derecho del Trabajo, especialmente las propias de la
disciplina, para el estudio de sus instituciones fundamentales.
CONCLUSION

El trabajador protegido, por desempleo, es en principio el que presta servicios por


cuenta ajena mediante contrato de trabajo. No obstante, este inicial ámbito subjetivo
ha sido objeto de constante ampliación a lo largo del tiempo. Durante los años
ochenta el sistema fue incorporando sucesivamente a grupos de empleados públicos
sujetos a régimen administrativo, hasta el punto de que, en la actualidad, quedan
comprendidos dentro del mismo tanto Asimismo, a la protección por desempleo se
han incorporado también sujetos «asimilados» a la figura del trabajador, como es el
caso de los socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado (así como, tras
la Ley 45/2002, de los socios trabajadores de cooperativas de explotación
comunitaria de la tierra y socios de trabajo en las restantes cooperativas).

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