Está en la página 1de 91

Cálculo Diferencial e Integral I

por Marı́a Luisa Pérez Seguı́


Introducción
Se presenta aquı́ el material correspondiente a un primer curso en Cálculo Diferencial e
Integral, el cual se imparte en la Facultad de Ciencias Fı́sico-Matemáticas de la Universidad
Michoacana.
El material del libro constituyó el 100 % del curso impartido el semestre de agosto de
2016 a febrero de 2017 en la Facultad.
Dentro del texto se intercalan numerosos ejemplos inmediatamente después de que se
ha introducido un concepto nuevo, de manera que sea más completa la comprensión del
concepto. Se proponen también diversos ejercicios; algunos de ellos son rutinarios, mientras
que la solución de otros requiere de un mayor esfuerzo, imaginación y dedicación.
El capı́tulo 1 proporciona cierto material básico y notación sobre Teorı́a de Conjuntos y
Lógica, de forma que el alumno vaya adentrándose en la forma de trabajar en matemáticas.
El capı́tulo 2 estudia el conjunto de los números reales y se pone especial énfasis en
compararlo con otros sistemas numéricos.
En el capı́tulo 3 se introduce el concepto de sucesión. Se aprovecha la idea discreta de
las sucesiones para acostumbrar al lector a la idea intuitiva de lı́mite para, poco a poco, ir
formalizando el concepto. Se trabajan varias técnicas para decidir la convergencia o no de
sucesiones.
El capı́tulo 4 introduce el concepto de función y se profundiza en la idea de continuidad de
una función real de variable real, buscando un equilibrio entre la intuición y la formalización.
Se introducen los ejemplos más importantes de funciones de una variable real.
En el capı́tulo 5 se define la derivada de una función, enfatizando su papel como función
que determina el crecimiento relativo de la función con respecto a la variable, Se deducen
las fórmulas más importantes sobre las derivadas y, finalmente se resuelven los ejemplos más
tı́picos de aplicaciones de la derivada.

Marı́a Luisa Pérez Seguı́


Fac. Cs. Fı́sico-Matemáticas
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
diciembre 2016.

i
Índice
Introducción I

1. Lógica y conjuntos 1
1.1. Deducciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
1.2. Negaciones, “todo” vs “existe” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
1.3. Uso de “y” y de “o” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.4. Demostraciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
1.5. Preliminares de Conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.6. Operaciones con conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

2. El conjunto de los números reales 17


2.1. Algunos sistemas numéricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2.2. Tamaños de conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
2.3. Los reales como campo ordenado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

3. Sucesiones 30

4. Funciones 41
4.1. Conceptos preliminares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
4.2. Continuidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
4.3. Funciones trigonométricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
4.4. Lı́mites de funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
4.5. Inversas de funciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

5. Derivadas 63
5.1. Aplicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80

ii
1. Lógica y conjuntos

Una buena parte del problema en el aprendizaje de las Matemáticas radica en la laxitud
con la que a veces se maneja el lenguaje. Por esta razón, empezaremos el curso viendo un
poco de lógica.

Desgraciadamente tendemos a usar el lenguaje de manera muy imprecisa, lo cual lleva a


ambigüedades. Esto podrı́a ser aceptable al escribir una comedia, inclusive, precisamente la
ambigüedad se presta a un doble juego de palabras que provoca risa. En las Matemáticas no
puede haber lugar para ninguna imprecisión.

En Matemáticas, cuando se asegura algo, no hay ninguna implicación escondida. Es decir,


si se dice “tengo un perro”, eso significa que se tiene por lo menos un perro, pero podrı́an
ser dos o más. Si se quiere decir que sólo es uno, hay que especificarlo diciendo, por ejemplo:
“Tengo exactamente un perro.” o “Tengo uno y sólo un perro.”

Existe un área de las Matemáticas dedicada a la Lógica Matemática. Es un área difı́cil,


profunda, sujeta a mucha investigación de especialistas, que formaliza todo el estudio de
las Matemáticas. Es un área que va mucho más allá de nuestro estudio del Cálculo a nivel
introductorio.

Como seres humanos, tenemos una lógica natural. Nos basaremos en ella para dar al-
gunos ejemplos de lo que es correcto y lo que no es. No intentaremos dar un recetario de
reglas de cómo razonar ni seremos exhaustivos. Serı́a tan absurdo como pretender explicarle
todas las reglas gramaticales a un bebé cuando está empezando a hablar. Empezaremos uti-
lizando frases del lenguaje común para ejercitar un poco nuestra lógica natural, lo cual será
fundamental para poder avanzar en el estudio de las Matemáticas.

1.1. Deducciones

Empezaremos viendo algunos ejemplos sobre posibles deducciones que pueden obtenerse
a partir de algunas proposiciones dadas.

1.1 Ejemplo. ¿Qué puede concluirse de las dos frases siguientes?:


Todo hombre es mortal. Raúl es hombre.
Solución. Raúl es mortal. ♦

1
1.2 Ejemplo. ¿Qué puede concluirse de la frase siguiente?:
No es cierto que a todos los hombres les gusta el futbol.
Solución. Existe por lo menos un hombre al que no le gusta el futbol. ♦

1.3 Ejemplo. ¿Qué puede concluirse de las dos frases siguientes?:


Todos los que no estudien van a reprobar. Alonso va a reprobar.
Solución. Nada. ♦

1.4 Ejemplo. ¿Qué puede concluirse de las dos frases siguientes?:


Confı́o en todos los que no confı́an en sı́ mismos. No confı́o en mı́ mismo.
Solución. Confı́o en mı́ mismo. (Esto es una paradoja, pero no hay problema, es la con-
clusión.) ♦

1.2. Negaciones, “todo” vs “existe”

Cualquier afirmación (matemática) que se haga tiene una “contraria”: negación, de ma-
nera que si la afirmación es verdadera, entonces la negación es falsa, y viceversa.

La negación de la negación es la misma afirmación.

Veamos algunos ejemplos.

1.5 Ejemplo. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:


Todos los matemáticos están locos.
Solución. Existe un matemático cuerdo. ♦

1.6 Ejemplo. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:


Tengo un amigo que no tiene computadora.
Solución. Todos mis amigos tienen computadora. ♦

1.7 Ejemplo. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:


Existe alguna persona que piensa que las matemáticas son aburridas.
Solución. Todas las personas piensan que las matemáticas son divertidas. ♦

2
1.8 Ejemplo. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:
Hay (al menos) un salón de clase en el cual todos los estudiantes aprobaron.
Solución. En cada salón de clase existe un estudiante que no aprobó. ♦

En general las afirmaciones en Matemáticas incluyen, de alguna manera (posiblemente


implı́cita), alguna de las palabras “todo” (que podrı́a sustituirse, tal vez por “cada”) o
“existe” (equivalente a “hay”, o a “algún”). En los ejemplos ya vimos que la negación de
“todo” (en sus diferentes formas como, por ejemplo “cada”) es “existe” (o, equivalentemente,
“hay algún”) y viceversa.

1.3. Uso de “y” y de “o”

Una frase que consta de dos frases unidas por la conjunción “y” es verdadera exactamente
cuando las dos frases lo son. Por ejemplo, es falsa la afirmación:
“Este hongo es venenoso y es comestible.”
Una frase que consta de dos frases unidas por la conjunción “o” es verdadera cuando una
de las dos frases lo es (posiblemente ambas). Por ejemplo, es cierta la afirmación:
“Mido más de un metro o mido menos de metro y medio.”
También es cierta la afirmación:
“En el mar hay agua o existe un perro con 4 patas.”
En general, la negación de una afirmación que usa “y” es una que usa “o” y viceversa,
como veremos en los ejemplos.

1.9 Ejemplo. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:


Juanito es grande y fuerte.
Solución. Juanito no es grande o Juanito no es fuerte. (En este caso, en la negación que
estamos dando, con “o”, abarca las siguientes posibilidades:
Juanito es grande pero no fuerte.
Juanito es fuerte pero no grande.
Juanito no es fuerte y tampoco es grande.) ♦

1.10 Ejemplo. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:


Susana es maestra o es futbolista.

3
Solución. Susana no es maestra y tampoco es futbolista. (En este caso, la frase dada, con
“o”, abarca las tres posibilidades siguientes:
Susana es maestra y también es futbolista.
Susana es maestra pero no es futbolista.
Susana no es maestra, pero sı́ es futbolista. ♦

1.4. Demostraciones

En Matemáticas se busca saber si determinada proposición es verdadera o falsa. Una


prueba o demostración de la proposición debe ser contundente. Un razonamiento lógico debe
llevar de la llamada hipótesis (lo que se está suponiendo) a la conclusión. Desde luego, el
procedimiento que va a usarse depende del tipo de afirmación que se quiera demostrar. En
algunos casos la demostración es inmediata, de un solo paso. En otros casos, se debe recurrir
a otras afirmaciones que se toman como verdaderas, ya sea por definición o porque ya se
ha demostrado su validez a partir de otras, y la demostración puede ser muy larga. Hay
ciertas afirmaciones, inclusive, de las que no se conoce ninguna demostración o que no puede
deducirse a partir de lo que se supone.

Analicemos si los siguientes ejemplos de afirmaciones son verdaderos o falsos.

1.11 Ejemplo. Determinar si es verdadera o falsa la siguiente afirmación, tomando


como un hecho que todo animal es mortal.
Todo perro es mortal.
Solución. Es verdadera pues todo perro es animal. ♦

1.12 Ejemplo. Determinar si es verdadera o falsa la siguiente afirmación:


Toda persona mide menos de 1.8 m.
Solución. Es falsa pues Shaquille O’Neal mide 2.16 m ♦

1.13 Ejemplo. Analizar cómo serı́a una demostración de la siguiente afirmación, y


cómo serı́a la afirmación de su negación:
Existe un cisne negro.
Solución. Para probar que la afirmación es cierta bastarı́a que mostrara un cisne negro.

4
¡Con uno que mostrara serı́a suficiente!
Si quisiéramos probar que la afirmación es falsa, tendrı́amos que analizar cada uno de los
cisnes del mundo y ver que ninguno de ellos es negro. También serı́a válida una demostración
tomando una definición ya aceptada en la que dijera, por ejemplo: “Un cisne es un animal
blanco que...” El punto es que debe darse un argumento general, que abarque todos los
casos. ♦

1.14 Ejemplo. Analizar cómo serı́a una demostración de la siguiente afirmación, y


cómo serı́a la afirmación de su negación:
Todas las quesadillas tienen queso.
Solución. Para probar que la afirmación es cierta habrı́a que mostrar todas las quesadillas
del mundo y exhibir que tienen queso. Otra forma podrı́a ser argumentar que si no tuviera
queso, por definición no podrı́a ser quesadilla.
Para probar que la afirmación es falsa, serı́a suficiente con mostrar una quesadilla que no
tuviera queso. ♦

1.15 Ejemplo. Hay cuatro tarjetas en la mesa. Cada tarjeta tiene un número en un
lado y una letra en el otro. Pedro afirma que si una tarjeta tiene una vocal en un lado
entonces el número que aparece en el otro lado de la tarjeta es par. Si lo que se ve de las
tarjetas es:
E, K, 4, 7,
¿cuántas tarjetas se deben voltear mı́nimamente para ver si lo que dice Pedro es cierto?
Solución. Es necesario voltear 2 y con eso es suficiente: la que muestra E (para ver si
es cierto que del otro lado hay un número par) y la que muestra 7 (pues del otro lado no
deberı́a haber vocal). ♦

1.16 Ejemplo. Si se consideran en orden las siguientes afirmaciones, ¿cuál es la primera


que es cierta?
(a) “(c) es cierta”
(b) “(a) es cierta”
(c) “(e) es falsa”
(d) “(b) es falsa”
(e) “1 + 1 = 2”
Solución. Si (a) fuera cierto, entonces también lo serı́a (c), pero (c) es falso porque dice
que (e) es falso. Entonces (a) es falso. Entonces (b) tampoco puede ser cierto. Como ya
vimos, (c) es incorrecto, ası́ que la primera afirmación cierta es (d). ♦

1.17 Ejemplo. Formados en una fila hay 25 personas; algunas dicen siempre la verdad
y las demás siempre mienten. La primera persona de la fila dijo que todas las demás son

5
mentirosas. Cada una de las otras personas dijo que la persona delante de ella es mentirosa.
¿Cuántas de las personas de la fila son mentirosas?

Solución. La primera persona no pudo haber dicho la verdad pues eso querrı́a decir que
todas las demás son mentirosas, pero ası́ la tercera habrı́a dicho la verdad (al decir que la
anterior a ella es mentirosa) y entonces ella misma no serı́a mentirosa. Entonces la primera
persona dijo mentira, de lo cual se deduce que la segunda persona dijo verdad, la tercera
mentira y ası́ sucesivamente. En total hay 13 mentirosas. ♦

1.18 Ejemplo. Silvia y Constancio juntaron sus canicas. Algunas eran rojas y las otras
eran verdes. Se sabe que en total hubo más canicas rojas que verdes, y que menos de la mitad
de las canicas eran de Silvia. ¿Cuáles de las siguientes afirmaciones seguro son ciertas?
(a) Alguna de las canicas rojas era de Constancio.
(b) Todas las canicas de Silvia eran verdes.
(c) Constancio no puso ninguna canica verde.
(d) Silvia puso al menos una canica verde.
(e) Constancio puso más canicas rojas que verdes.
Solución. La afirmación (a) debe ser cierta, pues si todas las canicas rojas fueran de
Silvia, como hay más canicas rojas que verdes, Silvia tendrı́a más de la mitad de las canicas.
Las afirmaciones (b), (c) y (d) no necesariamente son ciertas. Podrı́a ser, por ejemplo, que
Constancio hubiera puesto 3 canicas rojas y 1 verde y que Silvia hubiera puesto una roja
solamente. Tampoco (e) es necesariamente cierta pues, por ejemplo Constancio podrı́a
haber puesto 3 canicas verdes y 2 rojas, y Silvia dos rojas. ♦

1.19 Ejercicio. ¿Qué puede concluirse de las dos frases siguientes?:


Todo michoacano es mexicano. Ernesto no es mexicano.

1.20 Ejercicio. ¿Qué puede concluirse de las dos frases siguientes?:


Todos los mexicanos usan sombrero. Existe por lo menos un mexicano que toma tequila.

1.21 Ejercicio. ¿Qué puede concluirse de las dos frases siguientes?:


No existen los dragones. Barney existe.

1.22 Ejercicio. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:


Mi abuela tiene un perro y un gato.

1.23 Ejercicio. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:


Cada canica dentro de la caja es roja o azul.

6
1.24 Ejercicio. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:
Existe una persona a la cual le gustan todas las pizzas del menú.

1.25 Ejercicio. ¿Cuál es la negación de la siguiente afirmación?:


A todas las personas les gusta alguna canción de los Beatles.

1.26 Ejercicio. ¿Cuál de las siguientes es la negación de la siguiente afirmación: “Todos


resolvieron más de 20 problemas.”?
“Nadie resolvió más de 20 problemas.”
“Alguien resolvió menos de 21 problemas.”
“Alguien resolvió exactamente 20 problemas.”
“Alguien resolvió más de 20 problemas.”
“Todos resolvieron menos de 21 problemas.”

1.27 Ejercicio. Juan Pablo tiene tres dispensadores de dulces que dan un dulce a la
vez. No puede ver lo que tienen adentro, pero sabe que uno contiene dulces de cereza, otro
está lleno con dulces de limón y otro tiene de los dos sabores. También sabe que todas las
etiquetas de los dispensadores se cambiaron entre sı́ y quedaron equivocados. ¿Cuál es la
menor cantidad de dulces que puede sacar para reetiquetar los dispensadores correctamente?

1.5. Preliminares de Conjuntos

Los conjuntos están formados por elementos y esos elementos determinan a los conjuntos,
es decir, dos conjuntos son iguales si, y sólo si, tienen los mismos elementos.

Normalmente usaremos mayúsculas para denotar a los conjuntos, y minúsculas para los
elementos. Si a es un elemento del conjunto A escribimos a ∈ A; si a no pertenece a a
escribimos a 6∈ A.

Hay varias maneras de describir un conjunto; una de ellas es poniendo sus elementos
entre llaves, por ejemplo, el conjunto A cuyos elementos son 1, 7 y 22 se representa por
A = {1, 7, 22} y ası́ 1 ∈ A, 7 ∈ A y 22 ∈ A pero 4 6∈ A. El orden en que se escriben
los elementos dentro de las llaves no es importante ni tampoco si algún elemento aparece
repetido; por ejemplo, A = {1, 7, 22} = {7, 1, 22} = {22, 22, 1, 22, 7, 7}; en este caso el
conjunto tiene 3 elementos, independientemente de cuántos se hayan enlistado. Otra forma
común de especificar un conjunto es mediante las propiedades que satisfacen sus elementos;

7
por ejemplo, el conjunto de los números enteros del 1 al 5 puede escribirse también como

{x|x es entero y 1 ≤ x ≤ 5} = {1, 2, 3, 4, 5}.

La lı́nea vertical | se lee “tales que” o “con la propiedad” y puede sustituirse por : o por ;
(para no confundirla con algún otro sı́mbolo matemático que se esté usando en el texto en
cuestión).

El conjunto que no tiene elementos se llama conjunto vacı́o y se denota por ∅. Ası́ ∅ = {}.
Es un error decir que el conjunto vacı́o es {∅} pues este último tiene un elemento, a saber,
el conjunto vacı́o: ∅ ∈ {∅}, mientras que el conjunto vacı́o tiene 0 elementos.

Algunos conjuntos importantes en matemáticas son:

N = {1, 2, 3, . . .} es el conjunto de los números naturales.

Z = {. . . , −2, −1, 0, 1, 2, 3, . . .} es el conjunto de los números enteros.

Q = { ab : a, b ∈ Z, b 6= 0} es el conjunto de los números racionales. Aquı́ debe considerarse


que ab = dc si, y sólo si, ad = bc.

R = {A.a1 a2 ... : A ∈ Z, an ∈ {0, 1, 2, 3, . . . , 9} para n ∈ N} es el conjunto de los números


reales. Aquı́ también debe considerarse que hay repeticiones cuando hay “colas”de 00 s o 90 s
(por ejemplo 23.04999 . . . = 23.05000 . . .).

Si A y B son conjuntos tales que cada elemento de A también es elemento de B entonces


decimos que A es subconjunto de B; escribimos A ⊂ B (algunos libros usan la notación
A ⊆ B) y leemos A “está contenido en” B. (Esto mismo también puede escribirse como
B ⊃ A y leemos “B contiene a” A.) Por ejemplo

(∗) N ⊂ Z ⊂ Q ⊂ R.

Escribimos A ⊂ 6 B si A no es subconjunto de B, es decir que algún elemento de A no


pertenece a B (o, en otras palabras, que existe a ∈ A tal que a 6∈ B). Si A ⊂ B pero son
distintos y queremos enfatizar la desigualdad, entonces escribimos A ⊆ 6 B y decimos que A
es subconjunto propio de B. El sı́mbolo ⊂ se llama contención o inclusión. Ası́ tenemos que
En efecto: N ⊆
las inclusiones de (∗) son todas propias. √ 6 Z pues −1 ∈ Z pero −1 6∈ N; Z ⊆
√ 6 Q
ya que 21 ∈ Q pero 12 6∈ Z; Q ⊆
6 R ya que 2 ∈ R pero 2 6 ∈ Q.

Muchas veces es conveniente tener una visualización geométrica de la situación de conjun-


tos respecto a otros. Para ellos utilizamos los diagramas de Venn. Por ejemplo, el diagrama
de la izquierda representa que A ⊂ B y el de la derecha que A ⊂ 6 B:

8
1.28 Proposición. La relación de inclusión entre conjuntos satisface:
(i) Para cualquier conjunto A se tiene que ∅ ⊂ A.
(ii) Para cualquier conjunto A se tiene que A ⊂ A. (Ésta es la propiedad reflexiva de la
inclusión.)
(iii) Si A, B y C son conjuntos que cumplen A ⊂ B y B ⊂ C entonces A ⊂ C. (Ésta es
la propiedad transitiva de la inclusión.)
Si A y B son conjuntos tales que A ⊂ B y B ⊂ A entonces A = B. (Ésta se llama
propiedad antisimétrica de la inclusión.)

El conjunto potencia de un conjunto A es

P(A) = {B : B ⊂ A},

es decir, los elementos de P(A) son los subconjuntos de A; por ejemplo, si A = {1, 2, 3}
entonces P(A) consta de 23 = 8 elementos:

P(A) = {∅, {1}, {2}, {3}, {1, 2}, {1, 3}, {2, 3}, A}.

Ası́, por ejemplo {1} ∈ P(A) pero 1 6∈ P(A) y {1} ⊂


6 P(A).

1.29 Ejercicio. Decir cuáles de las siguientes afirmaciones son verdaderas y cuáles son
falsas:
(a) ∅ ∈ {1, 2}.
(b) {1} ⊂ {1, 2}.
(c) ∅ ⊆
6 P(∅).
(d) {1, 5} ∈ N.
(e) {1, 5} ∈ P(N).
(f) {∅} ∈ P(N).

9
1.6. Operaciones con conjuntos

Si todos los conjuntos que se trabajan en determinado momento son subconjuntos de


otro conjunto X, entonces decimos que X es conjunto universal. Por ejemplo, en geometrı́a
plana el conjunto universal es el plano.

Dado un conjunto A, el conjunto de los elementos que no pertenecen a A (pero que sı́
pertenecen al conjunto universal) se llama complemento de A y lo denotamos por Ac o por
X \ A. Entonces
Ac = {x ∈ X : x 6∈ A}.
El diagrama de Venn correspondiente es:

1.30 Proposición. Sea X el conjunto universal. Entonces


(i) ∅ c = X y X c = ∅.
(ii) Si A es un conjunto entonces (Ac )c = A. ♦

Si A y B son conjuntos, su unión es el conjunto


A ∪ B = {x : x ∈ A o x ∈ B}.
Recordemos que la conjunción “o” significa que la proposición en la que se encuentra es
verdadera si cualquiera de las dos proposiciones que une lo es. Ası́, en este caso la unión
de dos conjuntos A y B se forma agregando a los elementos de A los elementos de B. Por
ejemplo, si A = {1, 2, 3} y B = {3, 4, 5} entonces la unión es el conjunto A∪B = {1, 2, 3, 4, 5}.
El diagrama de Venn para la unión es el siguiente:

10
Si A y B son conjuntos, su intersección es el conjunto
A ∩ B = {x : x ∈ A y x ∈ B}.
Ahora la conjunción “y” nos dice que que las dos condiciones deben satisfacerse simultánea-
mente. Ası́, en este caso la intersección de dos conjuntos A y B se forma tomando los
elementos en común de A y B. Por ejemplo, si A = {1, 2, 3} y B = {3, 4, 5} entonces la
intersección es el conjunto A ∩ B = {3}. El diagrama de Venn para la intersección es el
siguiente:

Cuando A y B no tienen elementos en común, es decir A ∩ B = ∅, decimos que A y B


son ajenos. La situación en el diagrama de Venn es:

Si A y B son conjuntos, la diferencia A menos B es el conjunto


A \ B = {x : x ∈ A y x 6∈ B}.
Por ejemplo, si A = {1, 2, 3} y B = {3, 4, 5} entonces A \ B = {1, 2}. El diagrama de Venn
correspondiente es:

11
1.31 Proposición. Sean A, B y C conjuntos dentro de un conjunto universal X.
Entonces
(i) A ∩ B ⊂ A ⊂ A ∪ B (y, similarmente, A ∩ B ⊂ B ⊂ A ∪ B).
(ii) A ∪ A = A y A ∪ ∅ = A.
(iii) A ∩ A = A y A ∩ ∅ = ∅.
(iv) A = A ∩ B si, y sólo si, A ⊂ B.
(v) (A ∪ B) ∪ C = A ∪ (B ∪ C). En particular, podemos omitir los paréntesis sin peligro
de confusión. Ésta es la propiedad asociativa de la unión.
(vi) (A ∩ B) ∩ C = A ∩ (B ∩ C). En particular, podemos omitir los paréntesis sin peligro
de confusión. ésta es la propiedad asociativa de la intersección.
(vii) A ∪ B = B ∪ A. Ésta es la propiedad conmutativa de la unión.
(viii) A ∩ B = B ∩ A. Ésta es la propiedad conmutativa de la intersección.
(ix) A ∩ Ac = ∅ y A ∪ Ac = X.
(x) A \ B = A ∩ B c .
Demostración. Todas son inmediatas de la definición. ♦

1.32 Proposición. Sean A, B y C conjuntos. Entonces


(i) Distributividad de la intersección sobre la unión:
A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C).
(ii) Distributividad de la unión sobre la intersección:
A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C).
Demostración. (i) Debemos probar Las siguientes dos inclusiones:
(1) A ∩ (B ∪ C) ⊂ (A ∩ B) ∪ (A ∩ C) y
(2) (A ∩ B) ∪ (A ∩ C) ⊂ A ∩ (B ∪ C).
Probemos (1). Sea x ∈ A ∩ (B ∪ C). Si x ∈ A ∩ B, entonces ya acabamos, ası́ que
supongamos que esto no es cierto; pero como x ∈ A, entonces x no puede ser elemento de
B. Sin embargo, x ∈ B ∪ C, ası́ que x ∈ C; de esta manera tenemos que x ∈ A ∩ C y
terminamos.
Ahora probemos (2) suponiendo que un elemento x ∈ (A ∩ B) ∪ (A ∩ C). Sin pérdida de
generalidad, podemos suponer que x ∈ A ∩ B (pues el razonamiento serı́a idéntico en el caso
x ∈ A ∩ C). Entonces tenemos que x ∈ A y también que x ∈ B, pero como B ⊂ B ∪ C,
entonces tenemos que x ∈ A ∩ (B ∪ C).

Nota: La distribución de la intersección sobre la unión no es más que la distribución de


‘y’ sobre ‘o’. Cuando uno ya ha comprendido bien esta distribución, simplemente podrı́a
escribir la demostración como sigue:

12
Se deduce de las siguientes equivalencias:
x ∈ A ∩ (B ∪ C) ⇔ x ∈ A y x ∈ B ∪ C
⇔ x ∈ A y (x ∈ B o x ∈ C) ⇔ (x ∈ A y x ∈ B) o (x ∈ A y x ∈ C)
⇔ x ∈ A ∩ B o x ∈ A ∩ C ⇔ x ∈ (A ∩ B) ∪ (A ∩ C).
El diagrama de Venn correspondiente es

(ii) Se deja como ejercicio. ♦

1.33 Proposición. Leyes de De Morgan. Sean A y B conjuntos dentro de un conjunto


universal X. Entonces
(i) (A ∪ B)c = Ac ∩ B c .
(ii) (A ∩ B)c = Ac ∪ B c .
Demostración. (i) Debemos probar las dos inclusiones:
(1) (A ∪ B)c ⊂ Ac ∩ B c y
(2) Ac ∩ B c ⊂ (A ∪ B)c .
Probemos (1). Sea x ∈ (A ∪ B)c . Entonces x ∈
/ A ∪ B. Si x ∈ Ac , entonces ya terminamos,
ası́ que supongamos lo contrario; esto quiere decir que x ∈ A, pero esto es una contradicción
pues x ∈ / A ∪ B. De forma análoga se prueba que x ∈ B c .
Ahora probemos (2). Sea x ∈ Ac ∩ B c y supongamos que x ∈ A ∪ B; pero entonces, sin
pérdida de generalidad, x ∈ A, lo cual es una contradicción.

Nota. Al igual que cuando probamos la distributividad de la interesección sobre la unión,


cuando ya hemos comprendido bien que la negación de ‘y’ es ‘o’ y viceversa, podemos escribir
la demostración como sigue:

Se deduce de las siguientes equivalencias:


x ∈ (A ∪ B)c ⇔ x 6∈ A ∪ B ⇔ x 6∈ A y x 6∈ B
⇔ x ∈ Ac y x ∈ B c ⇔ x ∈ Ac ∩ B c .

13
El diagrama de Venn en este caso es:

(ii) Se deja como ejercicio. ♦

1.34 Corolario. Sean A, B y C conjuntos dentro de un conjunto universal X. Entonces


(a) (A \ (B ∪ C)) = (A \ B) ∩ (A \ C).
(b) (A \ (B ∩ C)) = (A \ B) ∪ (A \ C). ♦

1.35 Ejercicio. Decir si las siguientes propiedades son verdaderas o falsas para A, B
y C conjuntos en un conjunto universal X. (Si son verdaderas, hacer una demostración; si
son falsas, dar un ejemplo.)
(i) Si A \ B = ∅ entonces A = B.
(ii) (A ∪ B) ∩ C = A ∪ (B ∩ C).
(iii) (A \ B) \ C = A \ (B \ C).
(iv) Si A tiene m elementos y B tiene n elementos entonces A ∪ B tiene m + n elementos.

1.36 Ejercicio. Probar la distributividad de la unión sobre la intersección y hacer el


diagrama de Venn correspondiente.

1.37 Ejercicio. Probar la ley de De Morgan no probada en las notas y hacer el dia-
grama de Venn correspondiente.

Si A y B son dos conjuntos definimos su producto cartesiano como sigue:

A × B = {(a, b) : a ∈ A y b ∈ B}.

Si A = B, en lugar de A × B escribimos A2 ; ası́, por ejemplo, R2 es el conjunto de parejas


ordenadas de números reales, usualmente representadas geométricamente en el plano. De la
misma manera podemos definir An para n natural. Notemos que aquı́, a diferencia de en

14
los conjuntos, es importante si hay repetición y el orden de los elementos, por ejemplo, en
conjuntos tenemos que {1, 2} = {2, 1} = {1, 1, 2} = {2, 2, 1} pero (1, 1, 2), (1, 2, 1) y (2, 2, 1)
son todos elementos distintos de R3 .

1.38 Ejemplo. (a) Si A = {1, 2} y B = {2, 3, 4}, entonces

A × B = {(1, 2), (1, 3), (1, 4), (2, 2), (2, 3), (2, 4)}.

(b) Si A = {x ∈ R : x < 3} y B = {x ∈ R : 1 ≤ x ≤ 2}, entonces A × B es el conjunto


del plano que mostramos a continuación:

1.39 Proposición. Sean A, B conjuntos dentro de un conjunto universal X, y sea C


un conjunto dentro de un conjunto universal Y . Entonces
(i) A × ∅ = ∅.
(ii) (A ∪ B) × C = (A × C) ∪ (B × C).
(iii) (A ∩ B) × C = (A × C) ∩ (B × C).
(iv) Ac × C c 6= (A × C)c .
Demostración. Se deducen directamente de la definición. ♦

1.40 Ejercicio. Decir si las siguientes propiedades son verdaderas o falsas para A y
B conjuntos dentro de un conjunto universal X, y C un conjunto dentro de un conjunto
universal Y . (Si son verdaderas, hacer una demostración; si son falsas, dar un ejemplo.)
(a) Ac × C c = (A × C c ) ∩ (Ac × C).
(b) (A × C)c = (X × C c ) ∪ (Ac × Y ).

15
1.41 Ejercicio. Para a = (a1 , a2 ) ∈ R2 y r > 0, r real definamos
p
Br (a) = {(x, y) ∈ R2 : (x − a1 )2 + (y − a2 )2 < r}.

Probar que si s < r y a ∈ R2 entonces Bs (a) ⊆


6 Br (a) y hacer un dibujo de esto.

16
2. El conjunto de los números reales

2.1. Algunos sistemas numéricos

Estudiaremos aquı́ distintos sistemas numéricos. Explicaremos cómo surge la necesidad


de crear sistemas cada vez más completos y complicados. Conforme avancemos iremos in-
troduciendo la notación necesaria para describir conjuntos. (Una exposición más completa
sobre conjuntos puede encontrarse en el curso de Álgebra Superior I).

Los números que nos sirven para contar se llaman naturales. Son los números 1, 2, 3,
etc. (Algunos libros consideran al 0 como número natural). Denotamos al conjunto de los
números naturales por N. De esta manera tenemos que

N = {1, 2, 3, . . .},

es el conjunto de los números naturales.

Sabemos que en N está definida una suma; es decir, si a y b son naturales (escribimos
a, b ∈ N), entonces a + b también es un número natural. Sin embargo, la operación inversa
de la suma no siempre es posible en N, esto es, dados a y b naturales, no siempre existe un
natural x de manera que a = b + x, como por ejemplo si a = 3 y b = 5 (hay solución si, y
sólo si, a > b). Es por esta razón que es necesario considerar un conjunto más grande en el
cual sı́ se valga restar. Se construye entonces

Z = {. . . , −2, −1, 0, 1, 2, 3, . . .},

el conjunto de los números enteros.

El conjunto de los números naturales está contenido en el de los enteros (escribimos


N ⊂ Z) y en Z hay una suma (que extiende a la de N) pero es más rico en estructura pues
en Z todas las ecuaciones de la forma a = b + x, con a, b ∈ Z tienen solución x en Z. Sin
embargo ahora nos topamos con otra deficiencia en los números enteros: pasa lo mismo que
con los números naturales pero ahora con respecto a las multiplicación, es decir, si a y b son
enteros (con b 6= 0), no siempre la ecuación bx = a tiene solución (por ejemplo no existe
un entero x tal que 6x = 15; en general, hay solución si, y sólo si, a es múltiplo de b). Se
construye entonces el conjunto de los números racionales:
na o
Q= : a, b ∈ Z, b 6= 0 ,
b
Aquı́ debe aclararse que la expresión como cociente de dos enteros no es única, por ejemplo,
2 5
6
= 15 , ası́ que debe tomarse en cuenta que ab = dc si, y sólo si, ad = bc.

La estructura algebraica de Q es muy rica. Contiene a los enteros y hay suma, resta,
multiplicación y división (entre elementos distintos de 0) que satisfacen ciertas propiedades

17
convenientes (las cuales enunciaremos más adelante en el contexto de campo). Sin embargo, el
conjunto de los números racionales todavı́a tiene una deficiencia: no cubre todas las medidas,
por ejemplo, si uno construye un triángulo rectángulo con catetos de medida 1√(que es
racional) la hipotenusa mide un número que veremos después que no es racional: 2. Otro
número bien conocido por nosotros y que se puede probar que no es racional es π. Entonces
se construye:
R = {A.a1 a2 a3 ... : A ∈ Z, an ∈ {0, 1, 2, 3, . . . , 9}, para n ∈ N},
el conjunto de los números reales. Aquı́ también debe considerarse que hay repeticiones en
la escritura que se presentan cuando hay “colas” de 00 s o 90 s (por ejemplo 23.04999 . . . =
23.05000 . . .).

R es el conjunto de los números que nos sirven para medir distancias con dirección, es
decir, con signo. Podemos representar a los reales en una recta numérica y viceversa.

Los elementos de R que no pertenecen a Q (es decir, los elementos de la diferencia de


conjuntos R \ Q) se llaman irracionales. Todo número entero es racional y también todo
racional es real; por ejemplo, 3 = 31 = 3.000 . . ., 25 = 0.4000 . . ., 34 = 1.333 . . .. Resulta que
todo número real es lı́mite de números racionales. Tendremos oportunidad más adelante de
explicar de manera precisa y formal lo que se entiende por lı́mite pero, por ahora, analicemos
un poco qué significa las escritura A.a1 a2 a3 . . . presentada arriba en la descripción de los
números reales. A una escritura de este tipo se le llama expansión decimal.

Nosotros estamos acostumbrados a trabajar en base 10. Por ejemplo, en la escritura de


1095 se toma un 1, luego un 0, luego un 9 y luego un 5 y significa:
1095 = 1000 + 90 + 5
= 1 · 103 + 0 · 102 + 9 · 101 + 5 · 100 .

La razón para la nomenclatura “expansión decimal” es que la expresión se basa en un


sistema posicional en que en cada posición la cifra (que puede ser cualquier entero entre 0 y
9) representa el número de veces que debe tomarse la potencia de 10 correspondiente a esa
posición.

Para escribir este mismo número 1095 en expansión binaria (base 2) deberı́amos ponerlo
como suma de potencias de 2 (1, 2, 4, 8, 16, 32, 64 . . .); en este caso
1095 = 1024 + 64 + 4 + 2 + 1
= 1 · 1010 + 0 · 109 + 0 · 108 + 0 · 107 + 1 · 106 + 0 · 105
+0 · 104 + 0 · 103 + 1 · 102 + 1 · 101 + 1 · 100
= 100010001112

18
Las cifras que se usan en expansión decimal de un número son los enteros del 0 al 9 porque, en
cuanto aparece 10 veces una potencia de 10, más bien se agrega a la cifra más a la izquierda.
Por ejemplo 48 + 6 = 40 + 8 + 6 = 40 + 14 = 40 + 10 + 4 = 54. De la misma manera, las
cifras que se usan en base 2 son los números 0 y 1; en base 3, se usan los enteros 0, 1 y 2.

2.1 Ejercicio. Escribir el número 1095 en expansión ternaria, es decir, en base 3.

2.2 Ejercicio. Realizar la suma siguiente en base 2: 101110102 + 1100012 .

2.3 Ejercicio. ¿Qué caracteriza a los números pares cuando se les escribe en base 2?

2.4 Ejercicio. Convertir los números 4211 y 349 a base 2 y realizar su suma y también
su resta en base 2. Comprobar los resultados convirtiendo otra vez a base 10.

2.5 Ejercicio. ¿Cómo se puede describir un algoritmo para realizar una multiplicación
en base 2?

Ahora consideremos qué significa la escritura de un número no entero en su expresión


decimal. Por ejemplo,
1 4
= 0.4 = ,
5 10
1 3 3 3
= .333 . . . = + + + ...,
3 10 100 1000
1 4 1 5 9
π = 3.14159... = 3 + + + + + + ....
10 100 1000 10000 100000

De esta manera, decimos que los números reales son lı́mite de números racionales. Es-
tudiaremos más adelante este concepto con más cuidado. Por el momento sólo digamos que
todo número en la recta real se puede ir aproximando usando números reales; ası́, si toma-
1 1 4 1 4 1
mos, sucesivamente los números racionales 3, 3+ 10 , 3+ 10 + 100 , 3+ 10 + 100 + 1000 , estaremos
cada vez más cerca de π. Esto podemos representarlo en la recta real, como sigue: primero
estamos entre el 3 y el 4; luego dividimos ese intervalo (del 3 al 4) en 10 partes iguales y el
1
número 3 + 10 está entre la primera y la segunda división; ese pedacito lo volvemos a dividir
en 10 partes iguales y ası́ sucesivamente; de esta manera nos vamos acercando a π.

2.6 Ejercicio. ¿Cómo se describe un número no entero en expansión binaria?

19
Como hemos dicho, todo número √ racional es real (Q ⊂ R) pero hay números reales que
no son racionales y, un ejemplo es 2. Probemos esto.

2.7 Proposición. 2 ∈ R \ Q.

Demostración. Supongamos que 2 = ab , con a y b enteros sin factores en común; enton-
ces, despejando y elevando al cuadrado tenemos que 2b2 = a2 , de donde a es par: a = 2c; pero
entonces 2b2 = 4c2 , ası́ que b2 = 2c2 y entonces b es par, contradiciendo nuestra suposición
de que a y b no tienen factores en común. ♦

2.8 Ejercicio. Probar que si p es un número primo, entonces p no pertenece a Q.
(Sugerencia: Recordar que todo número entero tiene expresión única como producto de
números primos, salvo por el orden.)

No debemos pasar por alto que algunas expansiones decimales son infinitas (después del
punto decimal), como por ejemplo la expansión de 31 , que consta de una infinidad de 30 s.
Esto usualmente se representa por 13 = .3, indicando que el 3 debe repetirse una infinidad de
veces. De esta manera, también podemos considerar números reales como 1.2403 en donde,
a partir del 2 la repetición es de las tres cifras 403. En los casos que acabamos de considerar
en que hay una repetición infinita de cifras, decimos que la expansión de los números es
periódica y llamamos periodo a lo que se repite (en el primer caso el periodo es 3 y en el
segundo, el periodo es 403). Podemos decir que las expansiones finitas son periódicas con
periodo 0 (por ejemplo, 2.4 = 2.40). Es importante notar que hay números reales que no
tienen expansión periódica, como por ejemplo el número .1010010001..., en el que después
del punto los 10 s están intercalados entre cada vez más 00 s.

Una pregunta natural, entonces es, ¿qué caracteriza a los números racionales cuando se
les escribe en notación decimal? La respuesta de esto la encontramos precisamente en si
existe o no periodo de repetición. Enunciamos esto con precisión en el siguiente resultado.

2.9 Proposición. Un número real es racional si, y sólo si, su expansión decimal es
periódica.
Demostración. Supongamos primero que un número x tiene expansión periódica y veamos
que x es un cociente de enteros. Para esto, se multiplica x por potencias apropiadas de 10,
de tal manera que al restar una de otra se elimine el periodo, y después se despeja x de
una expresión de enteros. Esto queda más claro con un ejemplo: Sea x = 3.825; entonces
103 x − 10x = 3825.25 − 38.25 = 3787, ası́ que x = 3787
990
).

Ahora veamos que todo número racional tiene expansión periódica. Esto se basa en un
principio muy elemental pero muy poderoso llamado Principio de las Casillas (o del Palomar):
Si se dispone de n casillas para colocar m objetos y m > n, entonces en alguna casilla deberán
colocarse por lo menos dos objetos.

20
Apliquemos este principio para terminar nuestra prueba: Sea ab el número considerado,
donde a y b son enteros y b 6= 0. Al hacer la división según el algoritmo usual, los residuos
que van quedando son enteros entre 0 y b − 1, ası́ que forzosamente deberá haber alguna
repetición; a partir de ese momento, los cocientes y los residuos que se van obteniendo van
formando un periodo de repetición. ♦

2.2. Tamaños de conjuntos

Veremos aquı́ que N, Z y Q tienen el mismo “tamaño” pero que el “tamaño” de R es


mayor. Debemos precisar qué significa esto del tamaño o cardinalidad de manera media-
namente formal. Notemos que cuando decimos que un cierto conjunto tiene 3 elementos es
porque se pueden contar sus elementos al mismo tiempo que el conjunto {1, 2, 3}. Por ejem-
plo, el conjunto {2, 8, 21} tiene tres elementos: 1 ↔ 2, 2 ↔ 8, 3 ↔ 21. Ası́, para n ∈ N
consideramos a los conjuntos {1, 2, . . . , n} como básicos, y decimos que un conjunto A tie-
ne cardinal n, en sı́mbolos #A = n, si existe una correspondencia uno a uno entre A y
{1, 2, . . . , n}. También decimos que el cardinal del conjunto vacı́o es 0. En conjuntos infinitos
la situación es bastante más complicada. Tomamos N como conjunto básico y a su cardinal le
llamamos ℵ0 (léase alef 0). También decimos que un conjunto con cardinal ℵ0 es numerable.

2.10 Observación. Un conjunto A es numerable si, y sólo si, es infinito y podemos


enlistar los elementos de A de manera que no haya repetición y que se abarquen todos los
elementos: a1 , a2 , a3 , . . . (pues, una vez establecida la correspondencia uno a uno entre N y
A, al elemento correspondiente a i ∈ N le llamamos ai ).

Veremos a continuación que Z y Q son numerables pero que R no lo es.

2.11 Proposición. Z es numerable.


Demostración. Enlistamos los elementos de Z:
0, 1, −1, 2, −2, 3, −3, . . . . ♦
2.12 Ejercicio. Probar que si A y B son numerables, entonces A ∪ B también lo es.

2.13 Proposición. El conjunto de los racionales positivos, Q+ , es numerable.


Demostración. Escribamos los elementos de Q+ en una tabla y numerémoslos en zigzag
siguiendo las flechas como indica el esquema, saltándonos los elementos que ya fueron conta-
dos (por ejemplo, al pasar por 22 nos lo saltamos pues ya lo habı́amos contado en su expresión
1
1
):

21

2.14 Corolario. Q es numerable.


Demostración. Usamos la proposición y el ejercicio anteriores. ♦

2.15 Proposición. R no es numerable.


Demostración. Supongamos que sı́ lo es y demos una numeración para los elementos
positivos de R:
A1 = B1 .b1,1 b1,2 b1,3 · · ·
A2 = B2 .b2,1 b2,2 b2,3 · · ·
A3 = B3 .b3,1 b3,2 b3,3 · · ·
..
.
Construyamos un elemento c = 0.c1 c2 c3 ∈ R que no esté en esta numeración tomando: cn
cualquier dı́gito distinto de 0, 9 y de bn,n . ♦

Dentro de la Teorı́a de Conjuntos se prueba que hay conjuntos con cardinal mayor que
el de R. Otra idea importante en este sentido es la pregunta de si hay conjuntos que tienen
cardinalidad intermedia entre la de N y la de R. Se prueba que la existencia o no es indepen-
diente de la axiomática más estándar de la Teorı́a de Conjuntos. En ciertos contextos se toma
la no existencia como axioma y se le llama Hipótesis del Continuo. Todo esto corresponde a
un estudio muy complicado dentro de la Lógica.

2.16 Ejercicio. Probar que el conjunto de los irracionales no es numerable.

22
2.3. Los reales como campo ordenado

Vamos a estudiar el conjunto R más profundamente. Empecemos por sus propiedades


algebraicas.

Propiedad (R1). R es un campo, es decir, en R están definidas dos operaciones: +


(suma) y · (producto) que satisfacen:
(1) Hay neutro para + llamado neutro aditivo, es decir, un elemento 0 tal que a + 0 =
0 + a = a para todo real a.
(2) Hay inversos aditivos, es decir, dado a real existe otro real que denotamos por −a
que satisface a + (−a) = (−a) + a = 0.
(3) La suma es asociativa, es decir, para a, b, c ∈ R se tiene que (a + b) + c = a + (b + c).
(4) La suma es conmutativa, es decir, para a, b ∈ R se tiene que a + b = b + a.
(5) Hay neutro para · llamado neutro multiplicativo, es decir, un elemento 1 tal que
a · 1 = 1 · a = a para todo real a.
(6) Hay inversos multiplicativos para todos los elementos distintos de 0, es decir, dado
a real no cero existe otro real que denotamos por a1 que satisface a · a1 = a1 · a = 1.
(7) El producto es asociativo, es decir, para a, b, c ∈ R se tiene que (a · b) · c = a · (b · c).
(8) El producto es conmutativo, es decir, para a, b ∈ R se tiene que a · b = b · a.
(9) Se satisface la propiedad distributiva del producto sobre la suma es decir,
para a, b, c ∈ R se tiene que a · (b + c) = a · b + a · c.

2.17 Nota. Q también es campo pero Z y N no lo son.

Otra propiedad importante del conjunto de los números reales es que tienen un orden.
Intuitivamente decimos que a es menor que b si a aparece a la izquierda de b en la recta
numérica. Para poder trabajar de manera más precisa y no tener contradicciones, los con-
ceptos de Matemáticas deben axiomatizarse. Podı́amos haber hecho esto con la construcción
del conjunto de los números reales y con su estructura algebraica; sin embargo, eso resulta
complicado para un curso inicial de matemáticas. Por otro lado, es importante empezar a
hacer este tipo de estudio, por lo que aprovecharemos la axiomática de orden, que no es
tan complicada, para ir adentrándonos en este mundo de la formalización matemática. No
haremos demasiado énfasis en esto.

Propiedad (R2). Hay un conjunto no vacı́o P de R que satisface:


(a) Si a, b ∈ P entonces a + b ∈ P .
(b) Si a, b ∈ P entonces ab ∈ P .
(c) Si a ∈ R, entonces exactamente una de las siguientes es cierta: a ∈ P , −a ∈ P o

23
a = 0.

Decimos que a > b si a−b ∈ P . Definimos también ≥, < y ≤. Resultará que los elementos
de P son precisamente los que están a la derecha del 0, es decir, que P es el conjunto de los
reales positivos. Ésta es la formalización de la definición de orden que conocemos (y que
hace de R un conjunto totalmente ordenado).

Las propiedades de orden que hemos usado con frecuencia se deducen de (R2), como
veremos a continuación.

2.18 Proposición. (a) a2 ≥ 0, 1 > 0 y N ⊂ P .


(b) Si a ≥ b y c ≥ d entonces a + c ≥ b + d y, si una de las dos primeras desigualdades
es estricta, también lo es la tercera.
(c) Si a ≥ b, c ≥ 0 y d ≤ 0, entonces ac ≥ bc y ad ≤ bd.
1
(d) a > 0 si, y sólo si, > 0.
a
(e) ab > 0 si, y sólo si, ambos a y b son positivos o ambos son negativos.
Demostración. Probaremos, como ilustración, algunas de ellas
(a) Por (R2)(c) tenemos tres casos: Si a = 0 entonces a2 = 0; si a ∈ P , entonces a2 ∈ P
por (R2)(b); si −a ∈ P , entonces a2 ≥ 0 también por (R2)(b), pero (−a)2 = a2 , ası́ que
a2 ∈ P . Para ver que 1 ∈ P basta observar que 1 = (−1)2 y utilizar lo que acabamos de
probar. Un argumento inductivo y (R2)(a) nos permiten concluir que N ⊂ P . En un curso de
Álgebra Superior se estudia detenidamente el significado de la inducción matemática; aquı́
simplemente explquemos esto como sigue: Ya sabemos que 1 ∈ P ; por (R2)(a) 2 = 1+1 ∈ P ;
luego, 3 = 2 + 1 ∈ P y ası́ sucesivamente.)
(b) a ≥ b nos dice que a − b ∈ P ; análogamente y c ≥ d significa c − d ∈ P . Usando
(R2)(a) vemos que a − b + c − d ∈ P , de donde obtenemos lo que querı́amos.
(d) Como a y a1 son cada uno inverso multiplicativo del otro, basta demostrar una impli-
1 1
 además es claro que a 6= 0, ası́ que supongamos que − a ∈ P ; pero
cación, digamos (⇒);
1
entonces 1 = a · a 6∈ P , lo cual es un absurdo. ♦

Las propiedades (R1) y (R2) dicen que R es un campo ordenado.

A partir de ahora usaremos las propiedades algebraicas y de orden que hemos visto arriba
de manera natural, sin mencionar que las estamos usando.

Veamos algunos ejemplos de aplicación de las propiedades que acabamos de ver.

Conviene considerar la siguiente notación. Supongamos que a y b son reales con a ≤ b:

24
El intervalo abierto de a a b es

(a, b) = {x ∈ R : a < x < b}.

El intervalo cerrado de a a b es

[a, b] = {x ∈ R : a ≤ x ≤ b}.

Los siguientes se llaman rayos, ya sea cerrados o abiertos:

[a, ∞) = {x ∈ R : a ≤ x}, (−∞, b) = {x ∈ R : x < b}.

Se pueden considerar también intervalos semiabiertos como [a, b) o (a, b].

Ahora sı́ procedamos a resolver desigualdades. En el primer ejemplo explicaremos dete-


nidamente los pasos; cada vez lo iremos haciendo con menos detalle.

2.19 Ejemplo. Determinar el conjunto de reales x que satisfacen la desigualdad −2x+


8 ≤ −7x + 3. Escribir el resultado como intervalo, rayo o unión de éstos y representar el
dibujo en la recta real.
Solución. Utilizando las propiedades vistas arriba sucesivamente ponemos desigualdades
equivalentes a la dada (es decir, desigualdades con el mismo conjunto solución). Procederemos
de la misma manera que se resuelven ecuaciones, sólo tomando en cuenta que si multiplicamos
(o dividimos) por un número negativo, la desigualdad debe invertirse:

−2x + 8 − 8 < −7x + 3 − 8,


−2x < −7x − 5,
7x − 2x < 7x − 7x − 5,
5x < −5,
1 1
5
5x < 5
(−5),
x < −1.

El conjunto solución es (−∞, −1). ♦

2.20 Ejemplo. Describir el conjunto {x ∈ R : x2 − 2x − 3 > 0}.


Solución. Observemos que x2 − 2x − 3 = (x − 3)(x + 1). Queremos que este valor sea
positivo, por lo cual ambos factores son positivos o ambos son negativos.

25
Primer caso. Ambos positivos: x > 3 y x > −1. Como 3 > −1, estas dos condiciones
juntas se reducen a x > 3.

Segundo caso. Ambos negativos: x < 3 y x < −1. Como −1 < 3, estas dos condiciones
juntas se reducen a x < −1.

La solución es (−∞, −1) ∪ (3, ∞). .♦

2.21 Ejemplo. Describir el conjunto {x ∈ R : x2 + 3x + 1 ≤ 0}.


Solución. Podrı́amos usar la fórmula cuadrática para encontrar las raı́ces de x2 +3x+1 = 0,
a manera de factorizarlo y proceder como en el ejemplo anterior. Otra forma que, de hecho,
también nos lleva a la misma factorización pero que nos conviene analizar porque nos recuerda
la forma en que se deduce la fórmula cuadrática y nos hace practicar las desigualdades
es la siguiente (observando que completamos cuadrados en el tercer paso y que todas las
desigualdades que escribimos son equivalentes entre sı́):

x2 + 3x + 1 ≤ 0,
x2 + 3x ≤ −1,
 2  2
2 3 3
x + 3x + ≤ −1 + ,
2 2
 2
3 5
x+ ≤ ,
2 4

Aquı́ tenemos una situación del estilo √y 2 ≤ a con


√ a ≥ 0 (y = x + 32 y a = 54 ) que podemos
resolver escribiendo 0 ≥ y 2 − a = (y − a)(y + a). Otra vez, esto ocurre cuando uno de los
factores es positivo y el otro es negativo, lo cual produce dos casos:
√ √ √ √
El casoqy + a ≥ 0 yq y − a ≤ 0 nos dice y ≥ − a y y ≤ a y, sustituyendo, tenemos
√ √
x + 23 ≥ − 54 y x + 32 ≤ 54 , ası́ que x ∈ [ −3−2 5 , −3+2 5 ].
√ √ √ √
√ y + a ≤ 0 y y − a ≥ 0 nos dice y ≤ − a y y ≥ a. Pero esto implicarı́a que
√ El caso
a ≤ − a, lo cual es imposible, ası́ que sólo nos quedamos con el primer caso.

.♦

2 x+2
2.22 Ejemplo. Describir el conjunto {x ∈ R : x−2
< x−2
< 1}.
Solución. Primer caso. x − 2 > 0. Entonces 2 < x + 2 < x − 2. La primera desigualdad
nos dice que x > 0 y la segunda dice que 2 < −2; como esta segunda es un absurdo y deben
satisfacerse las dos desigualdades simultáneamente, se trata del conjunto vacı́o.

26
Segundo caso. x − 2 < 0. Entonces 2 > x + 2 > x − 2. La primera desigualdad nos dice
que x < 0 y la segunda dice que −2 < 2; como esta segunda no impone ninguna restricción
a x, la cumplen todos los reales y sólo nos fijamos en los que cumplen la primera, es decir,
los reales negativos. La solución final es (−∞, 0). ♦

2.23 Ejercicio. Describir los siguientes conjuntos:


(a) {x ∈ R : x2 ≥ −π}.
(b) {x ∈ R : x2 < −π}.

2.24 Ejercicio. ¿El conjunto (2, ∞) tiene algún elemento menor que todos los demás?,
¿tiene algún elemento mayor?

2.25 Ejercicio. La siguiente “demostración” concluye algo que es claramente falso.


¿En qué paso se cometió un error y por qué? Sea x = y; entonces x2 ≤ xy, por lo tanto
x2 − y 2 ≤ xy − y 2 , de donde (x + y)(x − y) ≤ (x − y)y y entonces x + y ≤ y; ası́ 2y ≤ y y,
por lo tanto, 2 ≤ 1.

2.26 Ejercicio. Encontrar todos los reales x para los que se cumple cada una de las
siguientes afirmaciones (escribir la respuesta como unión de intervalos).
(a) 4 − x < 3 − 2x (d) 5 − x2 < 8
x−1
(b) x2 + x + 1 > 2 (e) ≥0
x+1
2
(c) (x + 2) ≤ 4 (f) (x + 2)2 ≤ 0

2.27 Ejercicio. Demostrar lo siguiente:


(a) Si a > 1 entonces a2 > a. (d) Si 0 < a < 1 entonces a2 < a.
(b) Si 0 < a < 1, entonces a2 < 1. (e) Si 0 ≤ a < b entonces a2 < b2 .
(c) Si a, b ≥ 0 y a2 > b2 entonces a > b. (f) Si ab > 0, entonces 1b < a1 .

2.28 Ejercicio. Hallar el menor valor que puede tener 2x2 −3x+4 si x ∈ R. (Sugerencia:
Completar cuadrados.)

2.29 Ejercicio. Determinar exactamente para qué elementos a ∈ R se tiene que a2 ≥ a.


¿Cómo podrı́a expicarse esto en un dibujo que involucre la gráfica de la parábola que tiene
por ecuación y = x2 y la de la recta con ecuación y = x?

Dado a ∈ R definimos el valor absoluto de a, en sı́mbolos |a|, por



a, si a ≥ 0
|a| =
−a, si a < 0

27
Notemos que |a| es la distancia (sin signo) que hay de a a 0 en la recta real.

2.30 Ejercicio. Probar que, para a, b ∈ R, se tiene que |a| ≤ |b| si, y sólo si a2 ≤ b2 .

2.31 Proposición. (a) |a| ≥ 0; se da la igualdad si, y sólo si, a = 0.


(b) | − a| = |a|.
(c) |ab| = |a||b|.
(d) −|a| ≤ a ≤ |a|.
(e) Para r > 0, |x| < r significa que −r < x < r, es decir, que x ∈ (−r, r).
(f) Para r > 0, {x ∈ R : |x| > r} = (−∞, r) ∪ (r, ∞).
(g) Para r > 0 y a ∈ R, {x ∈ R : |x − a| ≤ r} = [a − r, a + r].
(h) Para r > 0 y a ∈ R, {x ∈ R : |x − a| ≥ r} = (−∞a − r] ∪ [a + r, ∞).
(i) Desigualdad del triángulo: |a + b| ≤ |a| + |b|.
Demostración. Las pruebas de los incisos del (a) al (h) son fáciles y se dejan como ejercicio.
Para probar (i), usamos el ejercicio anterior para observar que es equivalente a probar que
(a + b)2 ≤ (|a| + |b|)2 , que es equivalente a probar que 2ab ≤ 2|a||b|, lo cual es obvio. ♦

2.32 Ejercicio. ¿Qué pasa si no se pide que r > 0 en los incisos (g) y (h) de la
proposición anterior?

2.33 Ejemplo. Encontrar {x ∈ R : |x − 2| + |x + 1| ≤ 4}.


Solución. Queremos quitar el valor absoluto para poder trabajar desigualdades como ya
sabemos hacerlo. Tenemos 4 casos:

Primer caso. x − 2 ≥ 0 y x + 1 ≥ 0. En este caso, x ≥ 2 y x ≥ −1 y, como ambas


deben satisfacerse, se reduce a x ≥ 2. Sin embargo también debe satisfacerse la condición del
enunciado que, en vista de que amobos son no negativos, se convierte en x − 2 + x + 1 ≤ 4,
es decir 2x ≤ 5, o sea x ≤ 25 . Juntando esto con lo anterior tenemos que x ∈ [2, 25 ].

Segundo caso. x − 2 ≥ 0 y x + 1 ≤ 0. En este caso, x ≥ 2 y x ≤ −1, pero este caso es


imposible porque ambas deben satisfacerse simultáneamente.

Tercer caso. x − 2 ≤ 0 y x + 1 ≥ 0. En este caso, x ≤ 2 y x ≥ −1, que se reduce a


x ∈ [−1, 2]. La condición del enunciado se traduce en −x + 2 + x + 1 ≤ 4, es decir 3 ≤ 4, lo
cual no impone restricción en la x ası́ que este caso es lo que ya tenı́amos: x ∈ [−1, 2].

Cuarto caso. x − 2 ≤ 0 y x + 1 ≤ 0. En este caso, x ≤ 2 y x ≤ −1, que se reduce a


x ∈ (−∞, −1]. La condición del enunciado se traduce en −x+2−x−1 ≤ 4, es decir −2x ≤ 3
que es equivalente a x ≥ − 23 . En total, este caso lo cumplen las x ∈ [− 32 , −1].

28
La respuesta final de este ejemplo es la unión de los conjuntos solución de los 4 casos,
esto es: [− 32 , 25 ]. ♦

2.34 Ejercicio. ¿El conjunto del ejercicio anterior es el mismo que {x ∈ R : −4 ≤


x − 2 + x + 1 ≤ 4}?

|x + 2|
2.35 Ejemplo. Encontrar {x ∈ R : ≥ 5}.
|x − 4|
Solución. Empecemos por observar que la desigualdad del enunciado es equivalente a
|x + 2| ≥ 5|x − 4| con la restricción x 6= 4.

Primera forma. Quitemos los valores absolutos analizando los distintos casos, como hemos
hecho antes.

Primer caso. x + 2 ≥ 0 y x − 4 ≥ 0; es decir, x ≥ −2 y x ≥ 4. Lo cual se reduce a x > 4


(pues ya habı́amos dicho que x 6= 4). Entonces la desigualdad del enunciado se convierte en
x + 2 ≥ 5(x − 4), o sea 22 ≥ 4x y esto es x ≤ 11
2
. Juntando con x > 4 tenemos que x ∈ (4, 11
2
].

Segundo caso. x ≥ −2 y x ≤ 4. Lo cual se reduce a −2 ≤ x < 4. La desigualdad del


enunciado se convierte en x + 2 ≥ 5(4 − x), o sea 6x ≥ 18 y esto es x ≥ 3. Juntando con
−2 ≤ x < 4 tenemos que x ∈ [3, 4).

Tercer caso. x ≤ −2 y x ≥ 4. No hay x que satisfagan esto.

Cuarto caso. x ≤ −2 y x ≤ 4; entonces x ≤ −2 y la desigualdad del enunciado es


−x − 2 ≥ 5(4 − x), que equivale a 4x ≥ 22, que nos dice que x ∈ [ 11
2
, ∞), pero esto no es
posible pues tenı́amos que x ≤ −2.

Juntando todo tenemos que el conjunto solución es [3, 4) ∪ (4, 11


2
] = [3, 11
2
] \ {4}.

Segunda forma. En la desigualdad |x + 2| ≥ 5|x − 4| los términos son positivos, ası́


que podemos elevar al cuadrado y tenemos una desigualdad equivalente, en la que ya no hay
valores absolutos (no debemos olvidar la restricción x 6= 4): x2 +4x+4 ≥ 25(x2 −8x+16); ésta
es equivalente, a su vez, a 0 ≥ 24x2 − 204x + 396 = 12(2x2 − 17x + 33) = 24(x − 3)(x − 11 2
)
(aquı́ usmos la fórmula cuadrática para encontrar las raı́ces y poder factorizar). Tenemos
entonces dos casos:
11
Primer caso. x ≥ 3 y x ≤ 2
, que se reduce a x ∈ [3, 11
2
], pero recordando que x 6= 4.
11
Segundo caso. x ≤ 3 y x ≥ 2
, que es imposible.

Juntando tenemos el mismo resultado que en la primera solución. ♦

2.36 Ejercicio. Hacer un dibujo del conjunto de puntos en R que satisfacen |x + 3| <

29
|x − 2|.

2.37 Ejercicio. Encontrar todos los reales x para los que se cumple cada una de las
siguientes afirmaciones (escribir la respuesta como unión de intervalos).
(a) |x − 3| < 8 (c) |x − 1| |x + 1| = 0
(b) |x − 1| + |x − 2| > 1 (d) |x − 1| |x + 2| = 3

2.38 Ejercicio. Demostrar que si x, y ∈ R entonces |x| − |y| ≤ |x − y| ≤ |x| + |y|.

3. Sucesiones

Intuitivamente, una sucesión de reales es una lista de reales (no necesariamente distintos)
en la que importa cómo están ordenados estos elementos. Consideraremos sólo sucesiones
infinitas, o sea, ”listas” infinitas. Para distinguirlas de los conjuntos (en los que importan los
elementos y no el orden en que se escriben ni si hay repetición), escribimos los términos de
la sucesión entre paréntesis: (a1 , a2 , a3 , . . .) o, en forma abreviada, (an )n≥1 (o, simplemente
(an )n si se sobreentiende que se tomará n a partir de 1, aunque podrı́a tomarse a partir
de cualquier entero). Ası́, a1 es el primer término de la sucesión, a2 es el segundo, a3 es el
tercero y, en general, an es el n-ésimo. El rango de la sucesión es el conjunto que forman los
términos de la sucesión: {an : n ∈ N}.
3.1 Ejemplo. (a) La sucesión de los naturales es en la que an = n, es decir, es la
sucesión (1, 2, 3, . . .). Su rango es N.
(b) La sucesión constante 2 es la sucesión en que para todo natural n, se tiene que an = 2,
es decir, (2, 2, 2, . . .). Su rango consta de un solo elemento: {2}.
(c) La sucesión ((−1)n )n es (−1, 1, −1, 1, −1, 1, . . .). Es distinta de la sucesión ((−1)n+1 )n =
(1, −1, 1, −1, 1, −1, . . .), aunque el rango de ambas es el mismo: {−1, 1}.
(d) La sucesión ( n1 )n es la sucesión (1, 12 , 13 , 41 , . . .). Su rango es { n1 : n ∈ N}.
En ocasiones conviene definir una sucesión en forma recursiva, es decir, definiendo los
términos a partir de los anteriores. En casos ası́ debe darse una base de la cual partir.
Son ejemplos de éstas, las sucesiones aritméticas en que la diferencia de cualesquiera dos
términos consecutivos es una constante d llamada diferencia de la sucesión. Por ejemplo,
(e) La sucesión en la que a1 = 1 y, para n ≥ 2, an = an−1 + 2 es la sucesión (1, 3, 5, 7, . . .).
Ésta es una sucesión aritmética de diferencia 2. Otra sucesión aritmética de diferencia 2 es
la sucesión en que a1 = 2 y, para n ≥ 2, an = an−1 + 2; ésta es (2, 4, 6, 8, . . .). Notamos que
ambas sucesiones tienen la misma difinición recursiva pero, al cambiar la base, la sucesión

30
es completamente distinta.
(f) La sucesión de los naturales, definida arriba en (a) es aritmética de diferencia 1.
(g) Si (an )n es una sucesión aritmética de diferencia d, podemos dar una definición no
recursiva de ella, diciendo que an = a1 + (n − 1)d. Observemos que en una definición directa,
podemos conocer cualquier un término sin conocer los demás, mientras que en una definición
recursiva se necesita conocer los términos anteriores. Por ejemplo, las definiciones directas
de las sucesiones de (e) son (2n − 1)n y (2n)n , respectivamente.
(g) La sucesión (π, π, π, . . .) temabién es una sucesión aritmética. Aquı́ a1 = π y la
diferencia es 0.
(h) Una sucesión geométrica se da también en forma recursiva pero, en lugar de sumar
una constante r, se multiplica por ella. En este caso se dice que r es la razón de la sucesión.
Por ejemplo, la sucesión geométrica en la que a1 = 1 y r = 2 es la sucesión (1, 2, 4, 8, 16 . . .).
(i) La sucesión de (g) arriba también es geométrica con razón 1, y también lo son las
sucesiones del ejemplo (c) tomando r = −1.
1
(j) Si (an )n es sucesión geométrica con a1 = 1 y r = 12 , entonces an = 2n−1 .
(k) La sucesión de Fibonacci se define recursivamente por f0 = 1, f1 = 1 y, para n ≥ 2,
fn = fn−1 + f n − 2. Nótese que aquı́ la base de la definición consta de dos elementos puesto
que cada término depende de los dos anteriores. La sucesión es (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, . . .).
Es posible dar una definición no recursiva de la sucesión de Fibonacci pero los términos son
bastante más complicados y no lo haremos aquı́.

A continuación damos la definición de dos sucesiones importantes en matemáticas; la


primera es la que nos dice cómo sumar los primeros n naturales y la segunda habla de las
sumas de potencias de un número fijo.
3.2 Ejemplo. (a) Sea a1 = 1 y, para n ≥ 2, an = an−1 + n. Observemos que an =
1 + 2 + · · · + n, es decir, an es la suma de los primeros n naturales. Ası́, la sucesión es
(1, 3, 6, 10, 15, . . .). La definición que dimos está en forma recursiva. Veamos que la forma no
recursiva de la misma esa dada por an = n(n+1) 2
. Para hacer esto conviene hacer un pequeño
truco: escribir an dos veces pero una en orden opuesto y sumemos:
an = 1 + 2 + 3 + ··· + (n − 1) + n
an = n + n − 1 + n − 2 + ··· + 2 + 1
2an = (n + 1) + (n + 1) + (n + 1) + · · · + (n + 1) + (n + 1).
De aquı́ ya es claro el resultado.
La fórmula
n(n + 1)
1 + 2 + ··· + n =
2
se llama fórmula de Gauss.

(b) Si x ∈ R \ {1}. Sea an = 1 + x + x2 + · · · + xn .. En este caso la sucesión es (1, 1 + x, 1 +


x + x2 , 1 + x + x2 + x3 , . . .) que, recursivamente dice a0 = 1 y, para n ≥ 1, an = an−1 + xn . La

31
expresión no recursiva de esta misma sucesión está dada por la fórmula entonces para toda
n ∈ N ∪ {0} se tiene
xn+1 − 1
an = 1 + x + x 2 + · · · + x n = .
x−1
Para probar esto también hacemos un truco: multiplicamos la sucesión por x − 1, que es
distinto de 0 en vista de que x 6= 1:

(x − 1)an = 1 + x + x2 + x3 + · · · + xn
− x − x2 − x 3 − · · · − xn − xn+1
n+1
= 1 − x

Al despejar an tenemos la epresión propuesta.

Ahora nos interesa ver si determinada sucesión se va aproximando a algún número real.
Intuitivamente, decimos que una sucesión (an )n converge a A si los términos de la sucesión
se van aproximando cada vez más a A de manera que la distancia entre ellos y A va siendo
cada vez más parecida a 0. Dicho ası́ no es posible trabajar; necesitamos dar una definición
matemática más precisa, algo difı́cil de entender al principio, pero que iremos entendiendo
poco a poco, con los ejemplos. Formalmente, decimos que la sucesión (an )n converge a A,
en sı́mbolos an → A (léase “an tiende a A”) o lim an = A (léase “lı́mite de an cuando n
n→∞
tiende a infinito es A”) si para toda ε > 0 existe

n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 entonces |an − A| < ε.

La idea de la definición es que no importa qué tan pequeño fijemos un radio alrededor
de A (que le llamamos ε), a partir de algún momento (que llamamos n0 ) todos los términos
de la sucesión caen dentro del intervalo (A − ε, A + ε).

3.3 Observación. an → A si, y sólo si, |an − A| → 0.

Vamos a ver algunos ejemplos tratando la forma intuitiva y explicando el significado de


la formal, que deberemos usar en las proposiciones más adelante.

3.4 Ejemplo. (a) La sucesión ( n1 )n converge a 0. A manera de ejemplo, si tomamos


1
ε = 0.01, bastará que tomemos n0 = 101 pues para n ≥ 101 se tiene que an ≤ 101 , ası́ que an
1
tiene distancia a 0 menor que 0.01 = 100 . Desde luego, si tomáramos otra ε es posible que
esta n0 no nos sirviera; sin embargo es claro que en cualquier caso, sı́ podemos encontrar la
n0 que nos sirva (que dependerá de la ε dada). Esta convergencia suele llamarse principio

32
arquimediano (que tiene varias formas equivalentes de expresarse y, por el momento aquı́
sólo damos ésta).
(b) La sucesión constante c converge a c. Aquı́ no importa cuál ε > 0 tomemos pues
todos los términos son 2, ası́ que su distancia a 2 es 0 y 0 < ε.
(c) La sucesión ((−1)n )n no converge a ningún real. Decimos que diverge. Para probar
esto, si suponemos que converge al real A, bastará que tomemos ε = 12 para observar que
simpre se quedalgún término fuera del intervalo (A − ε, A + ε).

(d) La sucesión (n)n = (1, 2, 3, 4, . . .) tampoco converge a ningún real, sin embargo,
observamos que es distinta de la del ejemplo anterior en cuanto a que los términos de la su-
cesión van creciendo indefinidamente. Por esta razón decimos que diverge a ∞ y escribimos
lim n = ∞. Más adelante precisaremos la definición de esto.
n→∞
(e) La sucesión (an )n en la que an = n−1
n
converge a 1. Aquı́ podemos analizar la distancia
entre un término genérico de la sucesión y el 1:
n − 1 1
|an − 1| = − 1 = ,

n n
que va tendiendo a 0 cuando n tiende a ∞ y ası́, si damos una ε > 0 cualquiera, como en el
ejemplo (a) podemos saber a partir de cuál término ya tenemos distancia menor que ε con
el 1 que estamos afirmando que es el valor al cual converge la sucesión.
3
(f) La sucesión (an )n definida por an = 10 + 1032 + · · · + 103n converge a 13 . Notemos que la
sucesión es (0.3, 0.33, 0.333, . . .). La diferencia entre an y 13 tiende a 0 pues es 0.000 · · · 03.

Un conjunto de reales X es acotado superiormente si existe un real R tal que para


todo x ∈ X se tiene que x ≤ R. Cuando esto ocurre decimos que R es una cota superior.
Análogamente se define que X sea acotado inferiormente y cotas inferiores. Decimos
que X es acotado si lo es inferior y superiormente o, equivalentemente, si existe un real R
tal que para toda x ∈ X se tiene que |x| < R. En otras palabras, X ⊂ (−R, R), es decir,
todos los elementos de X están encerrados dentro del intervalo (−R, R).

Una propiedad importante del conjunto de los números reales es la siguiente:

3.5. Axioma del supremo. Si X es un conjunto de reales no vacı́o y acotado superior-


mente entonces existe una cota superior, s = sup(X), menor que todas las demás (llamada
supremo de X).

33
3.6 Ejemplo. (a) Si X = (−∞, 1] entonces sup(X) = 1.
(b) Si X = (−2, π) entonces sup(X) = π.

(c) Si X = {x ∈ Q : x2 < 2} entonces sup(X) = 2.
(d) Si X = {1 − n1 : n ∈ N} entonces sup(X) = 1.
(e) Si X = N, entonces X no tiene supremo.
3.7 Observación. (a) El conjunto de los racionales no cumple el axioma del supremo
(en el ejemplo (c) arriba todos los elementos son racionales pero se supremo no lo es).
(b) El supremo puede o no pertenecer a X.
(c) El supremo s de X está caracterizado por ser cota superior pero para cualquier ε > 0
se tiene que s − ε no es cota superior (es decir, existe x ∈ X tal que x > s − ε).
(d) Se define el ı́nfimo de un conjunto de forma análoga: Si X es acotado inferiormente,
entonces X tiene una cota inferior mayor que todas las demás; a esa cota se le llama ı́nfimo
de X y se denota inf (X).

Decimos que una sucesión (an )n es sucesión acotada si su rango {an : n ∈ N} es un


conjunto acotado.

3.8 Proposición. Toda sucesión convergente es acotada.

Demostración. Supongamos que (an )n es una sucesión convergente a A. Entonces, para


ε = 1, tenemos que existe un natural n0 tal que si n ≥ n0 , entonces |an − A| < 1. En conse-
cuencia, para toda n ≥ n0 , se tiene que |an | ≤ |A|+1. Sea R > max{|a1 |, . . . , |an0 −1 |, |A|+1}.
Entonces todo elemento de la sucesión tiene valor absoluto menor que R. ♦

3.9 Nota. No es cierto que toda sucesión acotada sea convergente, por ejemplo, la
sucesión en que el término n-esimo es an = (−1)n . Es claro que esta sucesión está acotada
por 32 , pero ya vimos arriba que diverge.

Dadas sucesiones (an )n y (bn )n en R y c real definimos nuevas sucesiones como sigue:
(a) La sucesión suma (an )n + (bn )n tiene término n-ésimo an + bn .
(b) El producto por el escalar c se obtiene multiplicando cada término de la sucesión
por c: (can )n .
(c) El producto de las sucesiones an )n y (bn )n es la sucesión (an bn )n .
(d) Si bn 6= 0, el cociente de an )n entre (bn )n es la sucesión cuyo término n-ésimo es abnn .

34
3.10 Proposición. Si an → A y bn → B, entonces
(a) an + bn → A + B.
(b) can → cA.
(c) an bn → AB
an A
(d) Si B 6= 0, entonces → .
bn B
Demostración. Haremos sólo (a) y (c); dejaremos (b) y (d) como ejercicio.
(a) Sea ε > 0. Entonces |(an + bn ) − (A + B)| ≤ |an − A| + |bn − B|. Como an → A, existe
n1 ∈ N tal que si n ≥ n1 , entonces |an − A| < 2ε . Análogamente, existe n2 ∈ N tal que si
n ≥ n2 , entonces |bn − B| < 2ε . Sea n0 = max{n1 , n2 }. Entonces para n ≥ n0 tenemos que
|an − A| + |bn − B| < 2ε + 2ε , lo cual implica que ası́ que |(an + bn ) − (A + B)| < ε.
(c) Sea ε > 0. Entonces |an bn − AB| = |an bn − an B + an B − AB| ≤ |an bn − an B| +
|an B − ab| = |an ||bn − B| + |an − A||B|. Aquı́ podemos proceder como en (a), buscando ver
que cada uno de los sumandos es tan chico como queramos para n suficientemente grande.
Consideremos el primer sumando: El que la sucesión (an )n sea convergente implica que es
ε
acotada, digamos, por R > 0. Entonces, sea n1 tal que para n ≥ n1 se tenga que |bn −B| < 2R .
ε
El segundo sumando puede acotarse de la misma manera por 2 (pues |B| es constante y, si
fuera 0, no serı́a problema) y la demostración termina como en (a). ♦

3.11 Ejercicio. Probar que una sucesión (an )n converge a 0 si, y sólo si la sucesión
(|an |)n converge a 0.

3.12 Proposición. Criterio de comparación. Si an → A, bn → B y an ≤ bn para


toda n, entonces A ≤ B.
Demostración. Supongamos que es falso el resultado, es decir, que A > B; sea ε = A−B
2
.
Sea n0 ∈ N tal que, para n ≥ n0 , an ∈ (A − ε, A + ε) y bn ∈ (B − ε, B + ε). Entonces
an0 < A + ε ≤ B − ε < bn0 , lo cual es una contradicción. ♦

3.13 Corolario. Lema del sandwich. Si an ≤ bn ≤ cn para toda n ∈ N y lim an =


n→∞
L = lim cn , entonces (bn )n es convergente y lim bn = L.
n→∞ n→∞
Demostración. Sea ε > 0. Queremos encontrar n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 , entonces
|bn − L| < ε. Sea n1 tal que si n ≥ n1 entonces |an − L| < ε y sea n2 tal que si n ≥ n2
entonces |cn − L| < ε. Entonces, para n ≥ max{n1 , n2 }, tenemos que bn ≥ an > L − ε y
bn ≤ cn < L + ε, ası́ que bn ∈ (L − ε, L + ε), como querı́amos demostrar. ♦

3.14 Ejemplo. La sucesión 21n n converge a 0 pues se encuentra entre dos sucesiones


que convergen a 0, a saber, la sucesión constante 0 y la sucesión n1 n , pues para toda n ∈ N




se tiene
1 1
0≤ n ≤ .
2 n

35
3.15 Ejemplo. Si c ∈ R y k ∈ N, entonces la sucesión an = nck n converge a 0.


Para probar esto, por 3.11, basta ver que n|c|k → 0, pero esta última se encuentra
  entre dos
sucesiones que convergen a 0, a saber, la sucesión constante 0 y la sucesión |c|
n
, pues para
n
toda n ∈ N y toda k ∈ N se tiene
|c| |c|
0≤ k ≤ .
n n

Formalicemos aquı́ la noción de divergencia hacia infinito: Una sucesión (an )n diverge a
infinito (en sı́mbolos, an → ∞) si para todo número real R existe n0 ∈ N tal que si n ≥ n0
entonces an > R. Análogamente, decimos que an → −∞ si para todo número real R existe
n0 ∈ N tal que si n ≥ n0 entonces an < R.

3.16 Proposición. Una sucesión (an )n de elementos positivos tiende a 0 si, y sólo si,
la sucesión de recı́procos ( a1n )n tiende a ∞.
Demostración. Hagamos la implicación (⇒). La demostración de (⇐) es similar y se
queda como ejercicio. Sea R ∈ R. Sin pérdida de generalidad, supongamos que R > 0. Como
an → 0, al dar ε = R1 tenemos una n0 ∈ N que cumple que para n ≥ n0 se tiene que
an = |an | = |an − 0| < ε = R1 , es decir, an < R1 , lo cual implica que para n ≥ n0 ocurre que
1
an
> R, como querı́amos probar. ♦

3.17 Observación. En la proposición anterior se pidió que los an fueran positivos.


Esto fue necesario en la demostración pues usamos que an = |an |. De hecho, es posible que
una sucesión de términos distintos de 0 tienda a 0 pero que la sucesión de recı́procos oscile de
manera que, en valor absoluto crezcaindefinidamente, pero no tienda ni a ∞ ni a −∞. Un
n
ejemplo de esto es la sucesión (−1)n
que converge a 0, de acuerdo a 3.11 y, sin embargo,
n
la sucesión de sus recı́procos es (−1, 2, −3, 4, −5, 6, . . .) diverge oscilando.

3.18 Ejemplo. En caso de que exista, encontrar el lı́mite de la sucesión (an )n si an =


2n2 −1
n3 +2n−7
.
Solución. Dividimos numerador y denominador entre n3 :
2 1
2n2 − 1 − 3 0−0
= n n → = 0. ♦
n3 + 2n − 7 2 7 1+0−0
1+ 2 − 3
n n

Es fácil generalizar el ejemplo anterior:

3.19 Proposición. Sean f (n) y g(n) dos polinomios: f (n) = bk nk + · · · + b1 n + b0 y

36
g(n) = cl nl + · · · + c1 n + c0 , con las bi y las cj reales y bk y cl distintos de 0. Entonces

bk
, si k = l,


f (n) 
ck
lim = 0, si k < l,
n→∞ g(n) 

 ±∞, si k > l.

En el último caso el signo es el mismo que el de bk .


Demostración. En cualquiera de los casos dividimos numerador y denominador por la
potencia máxima de n que aparezca y utilizamos las propiedades de lı́mite vistas en 3.10. ♦

Para la siguiente proposición necesitamos recordar el teorema del binomio de Newton (ver
curso de Álgebra Superior I para la demostración de este resultado, ası́ como la interpretación
de los sı́mbolos).

3.20 Teorema. Teorema del Binomio de Newton. Sean x y y números arbitrarios


y sea n un número natural. Entonces
       
n n n n n−1 n n−k k n n
(x + y) = x + x y + ··· + x y + ··· + y .
0 1 k n

3.21 Proposición. Sea r un número real y sea an = rn .


(a) Si r > 1 entonces an → ∞.
(b) Si 0 < |r| < 1 entonces an → 0.

n
 Demostración. (a) Como r > 1 podemos escribir r = 1 + t con t > 0. Recordemos que
1
= 1, ası́ que, por el Teorema del Binomio de Newton, tenemos que para n ≥ 2,
rn = (1 + t)n = 1 + nt + . . . ≥ 1 + nt → ∞.
(b) Esta demostración se deduce fácilmente de 3.11 y de 3.16. ♦
3.22 Proposición.
√ Sea (an )n una sucesión de reales positivos convergente a a. Enton-

ces an → A.
√ √
Demostración.
√ Sea ε > 0. Queremos probar que | a n − A| < ε. Si A = 0, entonces
√ √ √
| an − A| = | an | = an , y este último es menor que ε si |an | < ε2 , lo cual es posible
lograr para n suficientemente grande pues an → 0. Si A 6= 0, entonces
√ √ √ √
√ √ |( an − A)( an + A| |an − A| |a − A|
| an − A| = √ √ = √ √ ≤ n√ .
| an + A| | an + A| A

Este último es menor que ε si |a
√ n −A| < Aε, lo cual es posible lograr para n suficientemente
grande puesto que an → A y Aε > 0. ♦

A continuación calcularemos algunos lı́mites utilizando los resultados vistos arriba.

37
2n
3.23 Ejemplo. (a) lim = 0 ya que, para n grande,
n→∞ n!
n
2 2 × 2 × ··· × 2 2
0< = ≤ 2 × → 0.
n! 1 × 2 × ··· × n n

3n − 2n
(b) lim = 1, lo cual puede verse fácilmente al dividir numerador y denominador
n→∞ 3n + 2n
entre 3n y utilizar las proposiciones 3.10 y 3.21.
1
(c) Si |a| < 1 entonces lim 1 + a2 + · · · + an = . Para ver esto basta utilizar la
n→∞ 1−a
n+1
a −1
proposición 3.21 recordando que 1 + a2 + · · · + an = .
a−1
n(n + 1)(n + 2)
(d) lim = 1 pues
n→∞ n3
       
(n + 1)(n + 2)(n + 3) n+1 n+2 n+3 1 2 3
= = 1+ 1+ 1+ .
n3 n n n n n n

n−1
(e) lim √ = 0. Esto se comprueba fácilmente al dividir numerador y denominador
n→∞ 1 + n + 2n
entre n.
1 1 1
(f) lim 1 + + + · · · + = ∞. Para probar esto observemos que si sustituimos cada
n→∞ 2 3 n
término k1 por 21r para 2r−1 < k ≤ 2r , entonces la suma decrece, es decir,
1 1 1 1 1
+ > + = ,
3 4 4 4 2
1 1 1 1 4 1
+ ··· + > + ··· + = = ,
5 8 8 8 8 2
1 1 1 1 8 1
+ ··· + > + ··· + = = ,
9 16 16 16 16 2
..
.

Entonces, es claro que la sucesión tiende a infinito pues sus términos van creciendo y los
términos en posición potencia de 2 no están acotados pues a2k > 1 + k2 . ♦

3.24 Ejercicio. Encontrar n0 tal que si n ≥ n0 entonces


1 1
− 0 < .

3
n +1 1000
3.25 Ejercicio. Algunas de las siguientes sucesiones (an )n son convergentes y otras
no. En caso de que sean convergentes, calcular los lı́mites; en caso de que no exista el lı́mite,
explicar por qué. En todos los casos, calcular a1 , a2 y a3 .

38
2n2 − 1
(a) an = .
3 − n + n2
−2n3 + n − 1
(b) an = .
2n2 + 1
πn + (−1)n
(c) an = .
2n3 + 3
√ √
n+2− n
(d) an = √ .
n
√ √
(e) an = n + 2 − 3 n.
1 2 n
(f) an = + + · · · +
n2 n2 n2
5n − 2n
(g) an = .
5n + 2n
n + (−1)n
(h) an = .
n − (−1)n

(n!)2
(i) an = .
(2n)!

(−5)n + 4n
(j) an = .
5n
    
1 1 1
(k) an = 1 − 1− ··· 1 − .
2 3 n
n
(l) an = n(−1) .

sen(n)
(m) an = .
n
 
2
(n) 1 − .
n

3.26 Ejercicio. El siguiente razonamiento es incorrecto.


 nEncontrar el error y explicar
1 1
la razón: Como n
→ 0 cuando n → ∞, entonces lim 1 + = lim 1n = 1.
n→∞ n n→∞

3.27 Ejercicio. Probar que si (an ) es una sucesión creciente y acotada entonces con-
verge al supremo de su rango.

39
Una subsucesión de una sucesión (an )n se obtiene eligiendo una cantidad infinita de
términos de la sucesión de (an )n (posiblemente todos), es decir, una subsucesión es una lista
de la forma (an1 , an2 , an3 , . . .) de manera que n1 < n2 < n3 , . . .).

3.28 Ejemplo. (a) La subsucesión de términos pares de una sucesión se obtiene


tomando n1 = 2, n2 = 4, n3 = 6, etc. (en general, nk = 2k). Por ejemplo, la sucesión de
términos pares de la sucesión (1, −1, 1, −1, . . .) es la sucesión constante −1.
(b) Una subsucesión cola se obtiene eliminando una cantidad determinada de los primeros
términos de la sucesión; por ejemplo, la sucesión ( 51 , 16 , 17 , . . .) es cola de la sucesión (an )n
donde an = n1 .
(c) La sucesión definida por bn = 2n es subsucesión de la sucesión definida por an = n
(aquı́ nk = 2k ).

La siguiente observación es clara a partir de la definición de convergencia.

3.29 Observación. (a) Si (an )n es una sucesión convergente a a entonces cualquier


subsucesión de (an )n también converge a a.
(b) Si una cola de una sucesión converge entonces también la sucesión converge. ♦

3.30 Teorema. Teorema de Bolzano Weierstrass (para sucesiones). Toda su-


cesión acotada tiene subsucesión convergente.
Demostración. Daremos sólo una idea de la demostración. Sea (an )n una sucesión acotada;
digamos que |an | ≤ M para toda n ∈ N. Tenemos dos casos: que el rango R = {an : n ∈ N}
sea finito o que sea infinito. Si R es finito, entonces hay un valor que se repite una infinidad
de veces; sea a este valor. Entonces la subsucesión constante con valor a es subsucesión
de (an )n y es obvio que converge a a. Si R es infinito, partimos el intervalo [−M, M ] a la
mitad. Alguno de los dos intervalos contiene una infinidad de elementos de R, es decir, una
subsucesión de (an )n está contenida en él; ahora partimos ese intervalo a la mitad y repetimos
el procedimiento. Ası́ sucesivamente, vamos logrando que los intervalos se apachurren en un
punto. Ese punto es lı́mite de alguna subsucesión de (an ). ♦

3.31 Corolario. Toda sucesión acotada y monótona (es decir, que los términos vayan
creciendo o que los términos vayan decreciendo) es convergente. ♦

40
4. Funciones

4.1. Conceptos preliminares

Nosotros estamos ya acostumbrados a trabajar funciones; por ejemplo, hablamos del


número que le toca a un alumno inscrito a una universidad, o al color de pelo de cada
persona, o a la temperatura de un objeto en cada instante, o la función “elevar al cuadrado”
un número real, etc. Daremos continuación una definición que engloba todas éstas.

Una función consta de tres cosas: un conjunto A llamado dominio de la función, otro
conjunto B, llamado codominio de la función, y una regla de asignación que asocia a cada
elemento a de A exactamente un elemento f (a) ∈ B; en este caso, escribimos f : A → B
(léase “f de A en B”). Si b = f (a) se dice que b es la imagen de a bajo f o que b es el
resultado de aplicar f a a; también es costumbre escribir a 7→ f (a).

Para A y B conjuntos, el producto cartesiano de A y B es:

A × B = {(a, b) : a ∈ A y b ∈ B},

es decir, A × B (se lee A por B) consta de todas las posibles parejas de elementos de A
con elementos de B, en donde el orden importa y puede haber coincidencia, Por ejemplo,
si A = {1, 2} y B = {1, 2, 3}, entonces A × B = {(1, 1), (1, 2), (1, 3), (2, 1), (2, 2), (2, 3)} que
tiene 6 elementos. Si A = B escribimos A × A = A2 ; por ejemplo, R2 puede representarse
geométricamente como el plano. Si f : A → B es una función, se define la gráfica de f como
el subconjunto de A × B siguiente

Graf (f ) = {(a, f (a)) ∈ A × B : a ∈ A}.

En matemáticas formales la definición de la función es más bien la de su gráfica. Nosotros


haremos la distinción entre los dos conceptos.

4.1 Ejemplo. En los siguientes consideramos dos conjuntos A y B y establecemos una


relación de A a B. Analizaremos si la relación dada es una función.
(a) Si A y B son ambos el conjunto de personas, la relación “ser hermano de” no es
función por dos razones: Hay personas que no tienen hermanos y hay personas que tienen
más de un hermano.
(b) Sin meternos en complicaciones polı́ticas, podemos pensar que cada paı́s tiene exacta-
mente una capital y entonces la relación en que A es el conjunto de paı́ses y B es el conjunto
de ciudades sı́ es función.
(c) Si A es el conjunto de ciudades de América Latina y B es el conjunto de paı́ses, se
puede definir la función que asocia a cada ciudad el paı́s al cual pertenece la ciudad.
(d) Si A = B, la función que asigna a cada a ∈ A el mismo a se llama función idéntica

41
y se le denota por idA . Entonces idA (a) = a para toda a ∈ A.
(e) Para A el conjunto de alumnos de una universidad determinada y B = N, tenemos la
función definida por f (a) = número de registro de a en la universidad.
(f) Para A = B = R la función “elevar al cuadrado” está definida por f (a) = a2 .

Es importante hacer notar que una función depende de tres cosas: el dominio, el codominio
y la regla de asignación; ası́, por ejemplo, las funciones f : N → Z, g : N → N y h : Z → Z
que tienen la misma regla de asignación x 7→ 2x + 1 son todas distintas; inclusive, es posible
que una determinada asignación no defina función para ciertos dominios y codominios pero
sı́ la defina para otros, como es el caso de la asignación x 7→ x2 de N en N que no es función,
pues hay elementos del dominio que no tienen imagen en el codominio (1, por ejemplo, pues
1
2
no es natural), y, sin embargo, esa misma asignación sı́ es función de N en Q.

Decimos que una función f : A → B es inyectiva si no hay dos elementos distintos de


A que tengan la misma imagen, es decir,

Si a1 , a2 ∈ A son tales que f (a1 ) = f (a2 ) entonces a1 = a2 ,

o, equivalentemente,

Si a1 , a2 ∈ A son distintos entonces f (a1 ) 6= f (a2 ).

Un esquema que nos ilustra que una función no es inyectiva es el siguiente.


............................................................................... ...............................................................................
... ... ...
... ...
... ... ... ...
.... ... ... ...
... ...
...
...
...
• ...............................................
....
..............................................
...
.
........................................................
...
...
...
..
...
...
.
.
. ........................................................................
.
...
.
. .....................
...
....
...
.
.
.
.
.
...
.............
. • ...
...
...
....
....
• ............................................
.
....
.
. ..
.
.
.....
...
...
... ... ... ...
... ... ... ..
................................................................................ .................................................................................

A B

En 4.1 (b) es una función inyectiva porque no hay dos paı́ses que tengan la misma
capital; también (d) y (e) son inyectivas, pero (c) no lo es porque, por ejemplo, a Morelia
y a Guadalajara les corresponde la misma imagen. Tampoco (f) es inyectiva porque, por
ejemplo, f (−1) = (−1)2 = 12 = f (1).

La imagen de una función f : A → B es

Im(f ) = {f (a) : a ∈ A}.

Decimos que f es suprayectiva si todos los elementos de B son imagen de elementos de A,


es decir, si B = Im(f ), o, de otra manera, si para todo b ∈ B existe a ∈ A tal que f (a) = b.

En los ejemplos de 4.1 tenemos que (b) no es suprayectiva ya que hay ciudades que no son
capital de ningún paı́s; (c) y (d) son suprayectivas; (e) no lo es porque hay naturales que no
son número de registro de ningún alumno y (f) tampoco porque, por ejemplo, −3 ∈ / Im(f ).

42
Es importante notar que la inyectividad o suprayectividad dependen del dominio y codo-
minio de las funciones; por ejemplo, vimos que la función x 7→ x2 no es inyectiva si el dominio
y el codominio son R, pero se vuelve inyectiva y suprayectiva si se restringen el dominio y el
codominio a R+ , el conjunto de reales positivos. Ası́ mismo la función de f : R → R definida
por f (x) = 2x+1 sı́ es suprayectiva porque dado y ∈ R, se tiene que y es imagen de y−1 2
, pero
la función g : Z → Z con la misma regla de correspondencia que f (es decir g(x) = 2x + 1)
no es suprayectiva en vista de que los números pares no son imagen de ningún entero.

Una función f : A → B es biyectiva si es inyectiva y suprayectiva. De los ejemplos de


4.1, sólo es biyectiva la función idéntica. La función elevar al cuadrado también es biyectiva
cuando ambos, el dominio y el codominio, son R+ y la función x 7→ 2x + 1 cuando el dominio
y codominio son ambos R.

Sabemos que la gráfica de una función de A en B es un subconjunto de A × B; esto es de


especial importancia cuando A y B son subconjuntos de R. En este caso, se localiza A sobre
el eje x, y B sobre el eje y y la gráfica se puede dibujar como una “curva” en el plano. Esta
“curva” no necesariamente es una lı́nea continua (tal vez ni siquiera consta de pedazos de
lı́neas) pero sı́ satisface una condición importante: cada recta vertical que pasa por cualquier
punto del dominio (que se ubica en el eje x) intersecta a la “curva” en exactamente un punto.
Por ejemplo, las siguientes no pueden ser gráficas de funciones:

4.2 Ejemplo. En los siguientes, definimos funciones f : R → R. Los dibujos de sus


gráficas aparecen abajo.
(a) Para c cualquier real, la función constante con valor c, es decir, para toda x, x 7→ c.
(b) La función idR : x 7→ x.
(c) La función parte entera, es decir, f (x) = bxc, el mayor entero menor o igual que x
(por ejemplo, f (10.32) = 10, f (1) = 1, f (−2.5) = −3, f (π) = 3, f (− 41 ) = −1).
(d) La función valor absoluto, es decir, f (x) = |x|.
(e) La función elevar al cuadrado, es decir, f (x) = x2 .
(f) La función f definida por 
1, si x ∈ Q,
f (x) =
0, si x ∈/ Q,

43
(g) La función definida f : R \ {0} → R definida por f (x) = x1 .
(h) La función definida por x 7→ 2x .
(i) La función elevar al cubo, es decir, f (x) = x3 .

La siguiente observación nos dice cómo se ven las gráficas de funciones inyectivas o
suprayectivas.
4.3 Observación. Sea f : A → B con A, B ⊂ R. Entonces
(a) f es inyectiva si, y sólo si, cualquier recta horizontal a la altura de elementos de B
intersecta Graf (f ) en a lo más un punto.
(b) f es suprayectiva si, y sólo si, cualquier recta horizontal que pasa por puntos del
codominio (que se ubica en el eje y) intersecta Graf (f ) en por lo menos un punto.
(c) f es biyectiva si, y sólo si, cualquier recta horizontal que pasa por puntos del codominio
intersecta Graf (f ) en exactamente un punto.

4.4 Ejercicio. ¿Cuáles de las funciones definidas en 4.2 son inyectivas y cuáles son
suprayectivas.

Si f : A → B y g : B → C son funciones, su composición g ◦ f (léase “f seguida de


g”) es la función de A en C definida por (g ◦ f )(a) = g(f (a)). Nótese que, por comodidad,
escribimos f a la derecha de g a pesar de que f se aplica primero que g. El esquema es:

44
Ésta es una especie de “operación” entre funciones que resulta no ser conmutativa aun
cuando los dominios y codominios sean el mismo (en otro caso, es posible que ni siquiera
esté definida la composición); por ejemplo, si f : R → R y g : R → R son las funciones
definidas por f (x) = x2 y g(x) = 2x + 1, entonces (g ◦ f )(x) = g(x2 ) = 2x2 + 1, mientras que
(f ◦g)(x) = f (2x+1) = 4x2 +4x+1; hasta aquı́ hemos visto que f ◦g y g◦f están definidas por
un polinomio distinto, sin embargo todavı́a no hemos probado que son funciones distintas;
para ello debemos ver que alguna de las tres condiciones que las determinan (dominio,
codominio y regla de aplicación) es distinta; como f ◦ g y g ◦ f tienen mismo dominio y
codominio hay que probar que la regla de aplicación da distinto resultado en algún elemento;
veamos que el número 1 nos sirve como ejemplo: (g ◦ f )(1) = 3 pero (f ◦ g)(1) = 9; con esto
ya podemos concluir que g ◦ f 6= f ◦ g.

Como dijimos arriba, la composición de funciones es una especie de operación. No es


operación pues no siempre se pueden operar funciones porque dependen de que el codominio
de la primera que se aplica sea el dominio de la segunda (o que al menos sea subconjunto
de ese dominio). Sin embargo, de la misma manera que hablamos de la no conmutatividad,
podemos hacernos más preguntas que sabemos que otras operaciones satisfacen. Empecemos
por ver que se da la asociatividad, es decir, si f : A → B, g : B → C y h : C → D son
funciones, entonces (h ◦ g) ◦ f = h ◦ (g ◦ f ) pues ambas son funciones de A en C y si a ∈ A
entonces
((h ◦ g) ◦ f )(a) = h(g(f (a))) = (h ◦ (g ◦ f ))(a).
De costumbre omitimos los paréntesis y escribimos h ◦ g ◦ f .

Ahora veamos que idA funciona como neutro por la derecha para todas las funciones con
dominio A: Si f : A → B, entonces es claro que f ◦ idA = f (pues ambas funciones tienen
por dominio A, por codominio B y, al aplicarlas a los elementos a ∈ A la imagen es f (a).
De la misma manera, la función que trabaja como neutro por la izquierda de las funciones
con codominio B es idB (aquı́ se tiene idB ◦ f = f para f : A → B).

Si f : A → B y g : B → A, decimos que f y g son inversas si f ◦ g = idB y g ◦ f = idA .


Las funciones que tienen inversa son las funciones biyectivas.

45
4.5 Nota. Como la función inversa cambia y por x, entonces la gráfica de una función
y la de su inversa son simétricas con respecto a la recta con ecuación y = x.

4.6 Ejemplo. Determinar la función inversa de las siguientes funciones:


(a) idA : A → A.
(b) f : R → R dada por x 7→ x + 5.
(c) f : R+ → R+ definida por f (x) = x2 .
(d) f : Z → Z tal que x 7→ −x.
(e) f : R → R definida por f (x) = 2x + 3.
(f) f : {1, 2, 3} → {1, 2, 3} definida por 1 7→ 2, 2 7→ 1, 3 7→ 3.
Solución. (a) idA : A → A, es decir, la función idéntica es su propia inversa.
(b) g : R → R dada por x 7→ x − 5.

(c) g : R+ → R+ definida por f (x) = x.
(d) g : Z → Z tal que x 7→ −x (es decir, g = f ).
(e) g : R → R definida por g(x) = x−3 2
.
(f) g = f . ♦

Sea c ∈ R. La función de R → R definida por x 7→ x + c se llama traslación por c; si


c 6= 0 la función x 7→ cx es una homotecia por c. Sus gráficas son las siguientes:

Para A y B subconjuntos de R y f : A → B, decimos que


f es creciente si (a1 ≤ a2 ⇒ f (a1 ) ≤ f (a2 ));
f es estrictamente creciente si (a1 < a2 ⇒ f (a1 ) < f (a2 ));
f es decreciente si (a1 ≤ a2 ⇒ f (a1 ) ≥ f (a2 ));
f es estrictamente creciente si (a1 < a2 ⇒ f (a1 ) > f (a2 )).

46
En todos los casos recién definidos, se dice que la función es monótona. Por ejemplo,
las traslaciones son estrictamente crecientes, las homotecias son estrictamente crecientes
si c > 0 y estrictamente decrecientes si c < 0. La función parte entera es creciente; una
función constante es tanto creciente como decreciente. Las funciones elevar al cuadrado y
valor absoluto no son ni crecientes ni decrecientes (a menos que se modifique el dominio, por
ejemplo, a los reales positivos o a los reales negativos). La función definida en 4.2(f) no es
ni creciente ni decreciente.

4.7 Ejercicio. Determinar los dominios en los que las funciones definidas en 4.2 son
monótonas y determinar qué tipo de monotonı́a es en cada caso.

4.8 Ejercicio. Probar que si f es estrictamente creciente o estrictamente decreciente,


entonces es inyectiva. ¿Es cierto que también debe ser suprayectiva?

4.9 Ejemplo. Sea f : R → R la función cuya gráfica aparece


a la derecha. ¿Cómo es la gráfica de g ◦ f para cada una de las
siguientes funciones g : R → R?:
(a) g : x 7→ x + 1.
(b) g : x 7→ 2x.
(c) g : x 7→ −x.
(d) g : x 7→ 2.

Solución. (a) (g ◦ f )(x) = f (x) + 1, ası́ que la gráfica de g está desplazada una unidad
hacia arriba.
(b) (g ◦ f )(x) = 2f (x), ası́ que la gráfica de g duplica la altura en cada x.
(c) (g ◦ f )(x) = −f (x), de manera que la gráfica de f se refleja con respecto al eje x.
(d) (g ◦ f )(x) = 2, ası́ que la gráfica de g no tienen nada que ver con la de f .

En la figura se muestran las gráficas de g obtenidas. ♦

4.10 Ejercicio. Sea f : R → R. ¿Cómo se compara la gráfica de f con la gráfica de

47
f ◦ g para cada una de las siguientes funciones g : R → R?:
(a) g : x 7→ x + 1.
(b) g : x 7→ 2x.
(c) g : x 7→ −x.
(d) g : x 7→ 2.

4.11 Ejercicio. Sea X = {x ∈ R : 0 ≤ x < 2} y sean f, g : X → R definidas por


f (x) = 3x + 2 y g(x) = 5x2 − 7x + 2. ¿Es cierto que Im(f ) = Im(g)?

4.12 Ejercicio. Sea f : X → R una función y sea g la función definida por g(x) =
|f (x)|. Escribir g como composición de f con alguna otra función.

4.13 Ejercicio. Sea f : X p → R una función tal que f (x) ≥ 0 para toda x ∈ X y sea
g la función definida por g(x) = f (x). Escribir g como composición de f con alguna otra
función.

4.2. Continuidad

Intuitivamente, decimos que una función f : X → R es continua (para X ⊂ R) si manda


puntos cercanos de X en puntos cercanos de R. Es claro que con una definición ası́ no es
posible trabajar pues no se tiene una idea precisa de qué significa “cercanos”. Es por esto que
debe darse una definición más formal que puede no entenderse al principio por ser técnica
pero que ilustraremos con ejemplos.

4.14 Ejemplo. La función f : R → R tal que x 7→ 2x es continua. Para probarlo


debemos dar un punto cualquiera x0 en el dominio y también fijar un ε < 0. El dibujo es
como sigue:

48
Observamos del dibujo que nos sirve cualquier valor de δ menor que 2ε . Probemos que,
efectivamente, si |x − x0 | < 2ε , entonces |f (x) − f (x0 )| < ε:
ε
|f (x) − f (x0 )| = |2x − 2x0 | = 2|x − x0 | < 2 · = ε,
2
como querı́amos probar.

4.15 Ejemplo. La función f : R → R tal que x 7→ bxc no es continua en ningún


x0 ∈ Z. Para probarlo, tomemos, por ejemplo, x0 = 2; basta que tomemos ε = 21 . En este
caso el dibujo es:

Es claro que ninguna δ funciona pues, por muy chica que se tome, siempre habrá valores
de x cercanos a 2 cuya parte entera sea 1, es decir, el punto (x, f (x)) queda fuera de la franja
de radio ε marcada.

4.16 Nota. En ocasiones se cae en el error de decir que, intuitivamente, una función es
continua cuando puede dibujarse su gráfica sin levantar el lápiz del papel. Es cierto que si si
puede dibujarse ası́, entonces es continua, sin embargo, lo contrario es falso como lo muestra
la función definida por: 
x, si x ∈ Q,
f (x) =
0, si x ∈
/ Q,
que es continua en 0 (basta tomar δ = ε, como en la función idéntica), aunque no puede
dibujarse sin levantar el lápiz.

4.17 Ejercicio. Dibujar la gráfica de la función de la nota anterior.

4.18 Proposición. La siguientes funciones son continuas.


(a) Cualquier función constante.
(b) La función idéntica.
(c) Si f y g son funciones de un subconjunto X de R en R continuas en x0 ∈ X, entonces
también lo es f + g.

49
Demostración. (a) Dado cualquier x0 ∈ R y cualquier ε > 0, toda δ > 0 sirve, por
ejemplo, puede tomarse δ = 19 pues siempre |f (x) − f (x0 )| = 0 < ε.
(b) Dado cualquier x0 ∈ R y cualquier ε > 0, basta tomar δ = ε:
|f (x) − f (x0 )| = |x − x0 | < δ = ε.
(c) Sea ε > 0. Usando que f es continua en x0 , tomemos δ1 > 0 tal que para |x − x0 | < δ1
se tenga que |f (x) − f (x0 | < 2ε . Análogamente, usando que g es continua en x0 , tomemos
δ2 > 0 tal que para |x − x0 | < δ2 se tenga que |g(x) − g(x0 | < 2ε . Sea δ = min{δ1 , δ2 }.
Entonces si |x − x0 | < δ, tendremos
|(f + g)(x) − (f + g)(x0 )| = |f (x) + g(x) − f (x0 ) − g(x0 )|
≤ |f (x) − f (x0 )| + |g(x) − g(x0 )|
ε ε
< +
2 2
= ε. ♦
También es posible probar que el producto de funciones continuas es continua con un método
similar al de 4.17; sin embargo, es más fácil hacerlo usando sucesiones. Necesitamos un lema.

4.19 Lema. Sean X ⊂ R, x0 ∈ X y f : X → R, función. Entonces f es continua en


x0 si, y sólo si, para toda sucesión (an )n de elementos de X que converja a x0 se tiene que la
sucesión de imágenes (f (an ))n converge a f (x0 ).
Demostración. (⇒) Sea (an )n sucesión de elementos de X que converge a x0 y sea ε > 0.
Usando que f es continua en x0 tomemos δ > 0 tal que si |x−x0 | < δ entonces |f (x)−f (x0 )| <
ε. Por otro lado, usando la convergencia de (an )n a x0 , sea n0 ∈ N tal que para toda n ≥ n0
se tenga que |an − x0 | < δ. Entonces también para n ≥ n0 se tiene que |f (an ) − f (x0 | < ε,
como querı́amos.
(⇐) Procedemos por reducción al absurdo: Supongamos que f no es continua en x0 . Eso
quiere decir que existe una ε > 0 para la cual ninguna δ > 0 sirve; en particular, si para
n ∈ N se toma δ = n1 , se tiene que existe un elemento an ∈ X tal que |an − x0 | < n1 pero
|f (an ) − f (x0 )| ≥ ε, pero eso contradice el que la sucesión (f (an ))n converja a f (x0 ) como
deberı́a ser, según la hipótesis. ♦

Demostremos más propiedades de la continuidad.

4.20 Proposición. (a) Si f y g son funciones de un subconjunto X de R en R continuas


en x0 ∈ X, entonces también lo es f g.
(b) Si f : X → R es continua en x0 ∈ X, B = Im(f ) y g : B :→ R es continua en f (x0 ),
entonces la composición g ◦ f : X → R es continua en x0 .
(c) Sea f : R \ {0} → R definida por f (x) = x1 . Entonces f es continua.
(d) Sea f : R\ → R definida por f (x) = |x|. Entonces f es continua.

(e) La función f : [0, ∞) → R definida por f (x) = x es continua.

50
Demostración. (a) Usamos 4.19. Tomemos una sucesión (an )n sucesión de elementos de
X que converja a x0 . Como f es continua en x0 , por el mismo lema se tiene que la sucesión
de imágenes (f (an ))n converge a f (x0 ); también, la continuidad de g en x0 nos dice que
(g(an ))n converge a g(x0 ). Pero entonces, por 3.10, (f (an )g(an ))n converge a f (x0 )g(x0 ) y
otra vez , por el recı́proco en 4.19 tenemos que f g es continua en x0 .
(b), (c), (d) y (e) se demuestran en forma análoga. ♦

4.21 Corolario. (a) Toda función polinomial, es decir, función de R en R definida


por una expresión de la forma f (x) = cn xn + cn−1 xn−1 + · · · + c1 x + c0 , donde las ci son
constantes, es continua.
(b) Si f : X → R es continua en x0 y f (x) 6= 0 para toda x ∈ X, entonces la función f1
 
1
(definida por f1 (x) = f (x) ) es continua en x0 .
(c) El cociente de funciones continuas es una función continua (en su dominio de defini-
ción, es decir, donde el denominador no se anula).
(d) Si f : X → R es continua en x0 , entonces la función |f | (definida por |f |(x) = |f (x)|)
es continua en x0 .

(e) Si f : X
√ → R es continua
p en x 0 y f (x) ≥ 0 para toda x ∈ X entonces la función f
(definida por f (x) = f (x)) es continua en x0 .
Demostración. (a) Notemos primero que si k es un natural, entonces el producto de k
funciones continuas es una función continua y también la suma de k funciones continuas es
continua (esto es por inducción, pues ya sabemos que es cierto para k = 2). Ahora, una
función f : R → R definida por f (x) = cxn para cierta constante c ∈ R y un natural n es
el producto de la función constante con valor c y el producto de la función idéntica consigo
misma n veces. Una función polinomial es la suma de funciones como las que acabamos de
describir.
(b) La función f1 es la composición de f con la función g definida por x 7→ x1 , es decir,
1
f
= g ◦ f.
f
(c) El cociente g
es el producto de f con g1 .
La validez de (d) y (e) se deduce de la proposición anterior y del ejercicio 4.12. ♦

4.22 Ejemplo. Son continuas las siguientes funciones:


(a) f : R → R dada por
2x + 1
f (x) = 4 .
x + πx3 + 1

(b) f : R → R dada por p


f (x) = |(x − 7)3 | + 6.

51
4.23 Ejercicio. Probar directamente de la definición de continuidad que la función
elevar al cuadrado es continua en x0 = 2.

4.24 Ejercicio. Probar que si f : R → R es continua en x0 y f (x) 6= 0, entonces existe


δ > 0 tal que f (x) 6= 0 para x ∈ (x − δ, x + δ); más aún, si f (x0 ) > 0 entonces f (x) > 0.

4.3. Funciones trigonométricas

Sabemos que el cı́rculo unitario, es decir, el cı́rculo con centro en el origen O y radio 1 es
S = {(a, b) ∈ R2 : a2 + b2 = 1},
y que la longitud de la circunferencia de S es 2π. Para x ∈ R, localizamos el punto de S
en el que, girando en el sentido contrario al de las manecillas del reloj, la longitud desde el
punto (1, 0) ∈ S sea x. A las coordenadas de ese punto les cuales llamamos cos(x) (coseno
de x) y sen(x) (seno de x), respectivamente, como se muestra en la figura.

Nótese que x puede estar en cualquier punto del cı́rculo e, incluso, puede ser mayor a 2π
(darı́a más de una vuelta) o negativo (se medirı́a en sentido de las manecillas del reloj). Sin
embargo, cuando es menor a π2 , se forma un triángulo rectángulo, el ángulo que se forma con
la horizontal es x y el sen(x) es el resultado de dividir cateto opuesto entre hipotenusa, y
cos(x) es el resultado del dividir cateto adyanente entre hipotenusa.

De esta manera, tenemos definidas las funciones sen : R → R y cos : R → R.

Notemos que la imagen


 de estas funciones
 es [−1, 1]. También definimos la función
2k + 1 sen(x)
tangente para x ∈ R \ π : k ∈ Z como tan(x) = . Las gráficas son las
2 cos(x)
siguientes.
52
4.25 Nota. Estas funciones son continuas en su dominio de definición. No probaremos
esto pero es intuitivamente claro de la definición pues a valores cercanos de x les corresponden
imágenes cercanas.

Se definen las otras funciones trigonométricas siguientes:


1
cotangente: cotan(x) = ,
tan(x)
1
secante: sec(x) = y
cos(x)
1
cosecante: cosec(x) = .
sen(x)
4.26 Ejercicio. Determinar los dominios de definición de las funciones cotangente,
secante y cosecante.

Hemos observado que las funciones seno, coseno y tangente tienen un periodo de repe-

53
tición; por esta razón se llaman periódicas; en general, una función es periódica si existe
p > 0 tal que para toda x, se tiene que f (x + p) = f (x). Al menor p para el cual ocurre esto
se le llama periodo de la función. Por ejemplo, las funciones seno y coseno tienen periodo
2π y la función tangente tiene periodo π.
4.27 Ejercicio. Determinar el periodo de las funciones cotangente, secante y cosecante,
y, con base en las gráficas de las funciones seno y coseno, hacer un bosquejo de sus gráficas.

4.4. Lı́mites de funciones

Sean X ⊂ R, f : X → R una función y x0 ∈ X. Decimos que

lim f (x) = L,
x→x0

si para toda ε > 0 existe δ > 0 tal que si 0 < |x − x0 | < δ entonces |f (x) − L| < ε.

Ası́, f es continua en x0 si, y sólo si,

lim f (x) = f (x0 ).


x→x0

4.28 Nota. Al tomar el lı́mite cuando x → x0 de f (x) se entiende que es posible que
f no esté definida en x0 . Por esta razón, se toman siempre valores de x distintos de x0 pero
cercanos a x0 y éste es el sentido de pedir que x cumpla 0 < |x − x0 | < δ. En la expresión
de lı́mite desplegada aquı́ arriba, podrı́amos enfatizar esto poniendo x → x0 , x 6= x0 . Para
simplificar la expresión, no lo haremos.

4.29 Ejemplo. Hallar lı́mite de f cuando x → x0 para los siguientes casos:


(a) f : R → R definida por f (x) = x3 − 2x + 7 y x0 = 0.

+ x+1
(b) f : R → R definida por f (x) = y x0 = 3.
x
Solución. (a) Como f es polinomial, es continua, ası́ que

lim (x3 − 2x + 7) = 03 − 2 · 0 + 7 = 7.
x→0

(b) También aquı́ la función es continua y entonces


√ √
x+1 3+1 2
lim .= = .♦
x→3 x 3 3

54
4.30 Ejemplo. Sea f : R \ {2} definida por
 2
x , si x < 2
f (x) =
4, si x > 2
¿Es posible definir f (2) de manera que sea una función continua en todo R?
Solución. Sı́. basta definir f (2) = 4.

La definición que acabamos no ofrece mayor cambio a lo que ya hemos trabajado pues,
como vimos en los ejemplos anteriores, en funciones continuas, para encontrar
lim f (x),
x→x0
basta aplicar la función a x0 . En más interesante cuando alguno de los valores x0 o L se
sustituye por ∞ o −∞, pues eso nos permitirá graficar muchas funciones. Tenemos todas
las combinaciones posibles (son 6):
lim f (x) = ∞, si dado M ∈ R existe δ > 0 tal que si |x − x0 | < δ entonces f (x) > M .
x→x0

lim f (x) = −∞, si dado M ∈ R existe δ > 0 tal que si |x − x0 | < δ entonces f (x) < M .
x→x0

lim f (x) = ∞, si dado M ∈ R existe N tal que si x > N entonces f (x) > M .
x→∞

lim f (x) = ∞, si dado M ∈ R existe N tal que si x < N entonces f (x) > M .
x→−∞

4.31 Ejercicio. Proponer definición para lim f (x) = −∞ y para lim f (x) = −∞.
x→∞ x→−∞

4.32 Ejemplo. Sea f : R \ {2, −2} → R definida por


x−2
f (x) = .
x2 − 4
Esta función es continua. ¿Qué tanto es posible extender f a una función continua? (Es decir,
¿qué tanto se puede agrandar el dominio de tal forma que la función siga siendo continua?)
Hacer la gráfica de la función.

55
Solución. Notamos que, para todos los valores, salvo 2 y −2 la función está definida por
1
f (x) =
x+2
pues x2 − 4 = (x − 2)(x + 2). Esta función sı́ es posible definirla en 2 de forma que sea
1
continua: f (2) = 2+2 = 14 . Ahora, cuando x → −2 y x < −2 (decimos que x tiende a 2 por
la izquierda), se tiene que f (x) → −∞. Escribimos
lim f (x) = −∞.
x→−2−
Análogamente, cuando x → −2 y x > −2 (decimos que x tiende a -2 por la derecha) se
tiene que f (x) → ∞. Escribimos
lim+ f (x) = ∞.
x→−2
El resto es claro pues sólo debe recorrerse 2 unidades hacia la izquierda la gráfica de la
función g definida por g(x) = x1 que ya sabemos graficar. De hecho, podemos observar que
lim f (x) = 0 = lim f (x) = 0.
x→∞ x→−∞

Hemos observado que en ocasiones la gráfica de la función se acerca a una recta al hacer
tender x a un valor en el que no está definida la función. Rectas ası́ se llaman ası́ntotas de
la gráfica. en el ejemplo anterior tenemos que las rectas con ecuaciones x = −2 y y = 0 son
ası́ntotas de la gráfica.

Decimos que una función f : X → R es función acotada, si el conjunto imagen Im(f )


es acotado (recordemos que esto quiere decir que existe un real M tal que |Imf (x)| ≤ M o,
equivalentemente, que existen dos reales R y S tales que Imf (x) ⊂ [R, S]).

4.33 Ejemplo. (a) La función sen : R → R es acotada pues Im(sen) ⊂ [−1, 1].
(b) Si f : (−π, π) → R es la función parte entera entonces f es acotada pues para todo
x ∈ (−π, π) se tiene que −4 ≤ f (x) ≤ 3.
(c) Si f : (0, 5] → R está definida por f (x) = x1 entonces f no es acotada pues
1
lim = ∞.
x→0 x
56
1
(d) Si f : [1, 5] → R está definida por f (x) = x
entonces f es acotada pues para toda
x ∈ [1, 5] se tiene que |Imf (x)| ≤ 21 .

4.34 Teorema. Si a ≤ b son reales y f : [a, b] → R es continua, entonces f es acotada.


Demostración. Supongamos que es falso. Entonces, para cualquier natural existe un ele-
mento xn ∈ [a, b] tal que |f (xn )| ≥ n. La sucesión (xn ) podrı́a no ser convergente pero, por
3.30, tiene subsucesión (xnk )k convergente. Sea x0 el lı́mite de esa subsucesión. Entonces

xnk −→ x0
k→∞

pero
|f (xnk )|−→ ∞,
k→∞
lo cual es una contradicción puesto que f es continua en x0 . ♦

4.35 Nota. De los ejemplos de 4.33 observamos que hay funciones continuas que son
acotadas aunque el conjunto dominio no es acotado 4.33(a); hay funciones acotadas que no
son continuas 4.33(b), y hay funciones continuas que no son acotadas aunque el conjunto
dominio lo sea 4.33(c). Ası́, tenemos que el recı́proco del teorema anterior es falso, aun
eliminando condiciones.
4.36 Proposición. Si f : [a, b] es continua entonces existen c, d ∈ [a, b] tales que para
toda x ∈ [a, b] se tiene que f (c) ≤ f (x) ≤ f (d).
Demostración. Daremos sólo una idea de la prueba. Encontraremos sólo d (c se encuentra
de manera análoga). Por 4.33 y el axioma del supremo 3.5, la imagen de la función tiene
supremo s. Por 3.7, para cada n ∈ N se tiene que s − n1 no es cota superior, ası́ que existe
xn ∈ [a, b] tal que s − n1 ≤ f (xn ) ≤ s. La sucesión (xn )n está acotada y entonces, por 3.30,
tiene subsucesión convergente. El punto de convergencia es d. ♦

En 4.36 los valores f (c) y f (d) son mı́nimo y máximo, respectivamente, de f o, más
explı́citamente, máximo y mı́nimo absolutos. Decimos que f alcanza su mı́nimo en c
y su máximo en d. Es claro que es posible que c y d no sean únicos, es decir, puede haber
muchos valores en [a, b] en donde la función alcance su mı́nimo (o su máximo).

El siguiente teorema establece que si una función continua toma dos valores f (a) y f (b)
y está definida en todo el intervalo de a a b, entonces toma todos los valores intermedios;
intuitivamente nos dice que no hay saltos de la gráfica dentro de cualquier intervalo en el
que la función esté definida (y sea continua).

4.37 Teorema. Teorema del Valor Intermedio. Sea f : X → R función continua


y sean a, b ∈ R tales que [a, b] ⊂ X. Si r ∈ [f (a), f (b)] (o r ∈ [f (b), f (a)], en caso que
f (a) > f (b)), entonces existe x ∈ [a, b]. al que f (x) = r.

57
Demostración. Daremos sólo idea de la demostración. Trasladando la función si es nece-
sario podemos suponer, sin pérdida de generalidad, que r = 0, que f (a) < 0 y que f (b) > 0.
Tomemos el punto medio x1 de a y b; si f (x1 ) = 0, entonces ya acabamos; si no, nos fijamos
en su signo y en el extremo a o b que tenga signo contrario; sin pérdida de generalidad,
supongamos que f (x1 ) < 0. Ahora tomamos el punto medio x2 de [x1 , b] y repetimos el pro-
cedimiento. Si ninguno de los xn construidos cumple con que f (xn ) = 0, vamos encontrando
intervalos cada vez más chicos de manera que al final quede sólo un punto x0 y debe tenerse
que f (x0 ) = 0 porque x0 es lı́mite de dos sucesiones, una con valores de positivos de la
función y otra con valores negativos. ♦

4.38 Corolario. Todo polinomio f (x) de grado impar con coeficientes en R tiene raı́z
real, es decir, existe x0 ∈ R tal que f (x0 ) = 0.
Demostración. Por 4.37 bastará demostrar que existen a, b ∈ R tales que f (a) < 0 y
f (b) > 0, pero esto es claro porque si f (x) = c2n+1 x2n+1 + c2n x2n + · · · c1 x1 + c0 entonces

lim f (x) y lim f (x)


x→∞ x→−∞

tienen distinto signo (el signo del primero es igual al signo de c2n+1 ). ♦

De la misma manera se puede usar 4.37 para aproximar raı́ces.

4.39 Ejemplo. El polinomio f (x) = x3 + 4x − 7 tiene una raı́z entre 1 y 2.


Solución. Efectivamente, pues f (1) y f (2) tienen distinto signo: f (1) = 13 + 4 · 1 − 7 = −2
y f (2) = 23 + 4 · 2 − 7 = 9. ♦

4.40 Ejercicio. Hacer las gráficas de las funciones cotangente, secante y cosecante.
Explicar el razonamiento.

58
4.41 Ejemplo. Hacer la gráfica de las función f definida por

x3 − 2
f (x) = .
x2 + x − 2

Solución. Como el denominador es igual a (x + 2)(x − 1), el dominio de la función es


R \ {−2, 1}. La función es continua en todo su dominio de definición.
Analicemos primero los cruces con el eje x, es decir,√ para qué x se tiene que f (x) = 0.
3 3
Esto ocurre si, y sólo si, x − 2 = 0, es decir, en x = 2.
Analicemos ahora qué pasa para valores de x cercanos a −2 por la derecha y por la
izquierda:
x3 − 2
lim− 2 = −∞,
x→−2 x + x − 2

pues si x ∼ −2 y x < 2, entonces el numerador x3 − 2 se parece a −10 < 0 y el denominador


se parece a 0 y es positivo pues x + 2 < 0 y x − 1 < 0.
Análogamente,
x3 − 2
lim = ∞,
x→−2+ x2 + x − 2

pues si x ∼ −2 y x > 2, entonces el numerador x3 − 2 se parece a −10 < 0 y el denominador


se parece a 0 y es negativo pues x + 2 > 0 y x − 1 < 0.
Ahora analicemos qué pasa para valores de x cercanos a 1 por la derecha y por la izquierda:

x3 − 2
lim− = ∞,
x→1 x2 + x − 2
pues si x ∼ 1 y x < 1, entonces el numerador x3 − 2 se parece a −1 < 0 y el denominador
se parece a 0 y es negativo pues x + 2 > 0 y x − 1 < 0.
Análogamente,
x3 − 2
lim+ 2 = −∞,
x→1 x + x − 2

pues si x ∼ 1 y x > 1, entonces el numerador x3 − 2 se parece a −1 < 0 y el denominador


se parece a 0 y es positivo pues x + 2 > 0 y x − 1 > 0.
Tenemos que analizar también qué ocurre cuando x → −∞ y cuando x → ∞:

x3 − 2
lim = −∞,
x→−∞ x2 + x − 2
pues el numerador es negativo y el denominador es positivo.
Análogamente,
x3 − 2
lim 2 = ∞,
x→∞ x + x − 2

59
pues ambos, numerador y denominador son positivos.
Podemos también calcular algunos valores de la función:
125
−2 6 −3

5
 − −2
f (0) = = 1, f (2) = = 1.5, f (−1) = = 1.5, f − = 8 ∼ −9.
2 · (−1) 4·1 1 · (−2) 2 −1 −7
·
2 2


x2 − 2x + 1
4.42 Ejercicio. Dibujar la gráfica de f si f (x) = .
x−1

x3 + x
4.43 Ejercicio. Dibujar la gráfica de f si f (x) = .
x2 − 4x + 3

4.5. Inversas de funciones

4.44 Observación. Si f : X → Y es una función biyectiva, definimos f −1 : Y → X,


la función inversa de f , por f −1 (y) = x si f (x) = y. Esta definición es correcta (es decir,
efectivamente f −1 es función) pues el que f sea suprayectiva implica la existencia de x y, el
que sea inyectiva implica que ese x es único para cada y.

60
4.45 Nota. Hemos observado que el que una función sea inyectiva o suprayectiva
depende del dominio y del codominio. Por ejemplo, podemos decir que la función seno es
biyectiva si restringimos el dominio al intervalo [− π2 , π2 ] y el codominio el intervalo [−1, 1].

4.46 Observación. Dado un punto en el plano, (a, b) ∈ R2 , el punto (b, a) es el reflejado


de (a, b) a través de la recta con ecuación x = y. Por esta razón, si f : X → Y es biyectiva
para X, Y ⊂ R, la gráfica de f −1 se obtiene reflejando la gráfica de f a través esa recta.

Definimos entonces las funciones siguientes, que son inversas de las funciones seno, coseno
y tangente, respectivamente:

La función arco seno, arcsen : [−1, 1] → [− π2 , π2 ] es la inversa de la función seno.

La función arco coseno, arccos : [−1, 1] → [0, π] es la inversa de la función coseno.

La función arco tangente, arctan : R → (− π2 , π2 ) es la inversa de la función tangente.

61
Desde luego la función inversa depende del dominio escogido, por ejemplo, otra inversa
de la función seno estarı́a definida para [ π2 , 3π
2
].

4.47 Ejercicio. Graficar la función cotangente y también una inversa de ella.

4.48 Ejercicio. Graficar la función secante y también una inversa de ella.

4.49 Ejercicio. Graficar la función cosecante y también una inversa de ella.

Decimos que f : R → R es función par si f (x) = f (−x) para toda x ∈ R. Por ejemplo,
las funciones x 7→ x2 , x 7→ |x|, x 7→ 3x4 − x2 y x 7→ cos(x) son funciones pares.

4.50 Observación. Si f : R → R es función par, entonces Graf (f ) es simétrica con


respecto al eje de las y.

Decimos que f : R → R es función impar si f (x) = −f (−x) para toda x ∈ R.

4.51 Ejercicio. Decir qué caracteriza a las gráficas de las funciones impares y dar
cuatro ejemplos (que a lo más dos sean polinomiales).

4.52 Ejercicio. Se llenó una botella con un flujo constante de agua. La gráfica describe
el comportamiento de la algura h del agua en la botella dependiendo del tiempo t. ¿Cuál de
las opciones puede haber sido la forma de la botella?

62
5. Derivadas

Si a y b son reales con a < b, x0 ∈ (a, b) y f : R → R es una función, decimos que f es


derivable en x0 si existe el siguiente lı́mite:

f (x) − f (x0 )
lim .
x→x0 x − x0
En este caso ese lı́mite es la derivada de f en x0 y se denota por f 0 (x0 ). Geométricamente
tenemos que f 0 (x0 ) es la pendiente de la recta que más se parece a la curva dada por la
gráfica de f alrededor del punto (x0 , f (x0 )). A esa recta se le llama tangente a f en x0 .

5.1 Proposición. (a) Si f es constante entonces f es derivable en todo x0 y f 0 (x0 ) = 0.


(b) Si f es la función idéntica, f (x) = x, entonces f es derivable en todo x0 y f 0 (x0 ) = 1.
(c) Si f y g son funciones derivables en x0 entonces también lo es la función suma h,
definida por h(x) = f (x) + g(x), y h0 (x0 ) = f 0 (x0 ) + g 0 (x0 ).
Demostración. Hagamos sólo (c), como muestra (las otras dos son inmediatas de la defi-
nición de derivada):

h(x) − h(x0 ) (f (x) + g(x)) − (f (x0 ) + g(x0 ))


lim = lim
x→x0 x − x0 x→x0 x − x0
 
f (x) − f (x0 ) g(x) − g(x0 )
= lim +
x→x0 x − x0 x − x0
0 0
= f (x0 ) + g (x0 ). ♦

Antes de continuar con derivadas de funciones que se obtienen a partir de otras, veamos
el siguiente lema.

5.2 Lema. Si f es derivable en x0 entonces f es continua en x0 .

63
Demostración. Tenemos que

f (x) − f (x0 )
lim |f (x) − f (x0 )| = lim |x − x0 | = f 0 (x0 ) · 0 = 0. ♦
x→x0 x→x0 x − x0

5.3 Proposición. (a) Fórmula producto para derivadas. Si f y g son funciones


derivables en x0 , entonces también lo es la función producto h, definida por h(x) = f (x)g(x),
y h0 (x0 ) = f 0 (x0 )g(x0 ) + f (x0 )g 0 (x0 ).
(b) Si f es función derivable en x0 y c es una constante, entonces también lo es la función
h = cf , definida por h(x) = cf (x), y h0 (x0 ) = cf 0 (x0 ).
(c) Si f : R \ {0} está definida por f (x) = x1 , entonces f es derivable en todo x0 y

−1
f 0 (x0 ) = .
x20

Demostración. (a) Aquı́ usaremos, además de la definición de derivada, el lema anterior:

h(x) − h(x0 ) f (x)g(x) − f (x0 )g(x0 )


lim = lim
x→x0 x − x0 x→x0 x − x0
f (x)g(x) − f (x)g(x0 ) + f (x)g(x0 ) − f (x0 )g(x0 )
= lim
x→x0 x − x0
f (x)(g(x) − g(x0 )) + (f (x) − f (x0 ))g(x0 )
= lim
x→x0 x − x0
g(x) − g(x0 ) f (x) − f (x0 )
= lim f (x) + lim g(x0 )
x→x0 x − x0 x→x 0 x − x0
= f (x0 )g 0 (x0 ) + f 0 (x0 )g(x0 ).

(b) Esto se deduce directamente de que la derivada de una constante es 0 y de la fórmula


producto demostrada en el inciso anterior.
(c)
1 1 x0 − x

x x0 xx0 1 x0 − x −1
lim = lim = lim = 2.
x→x0 x − x0 x→x0 x − x0 x→x0 xx0 x − x0 x0

5.4 Proposición. Regla de la cadena. Si f es una función derivable en x0 y g es


una función derivable en f (x0 ), entonces la función composición h = g ◦ f es derivable en x0
y
h0 (x0 ) = g 0 (f (x0 ))f 0 (x0 ).

64
Demostración.
(g ◦ f )(x) − (g ◦ f )(x0 )
h0 (x0 ) = lim
x→x0 x − x0
g(f (x)) − g(f (x0 ))
= lim
x→x0 x − x0
g(f (x)) − g(f (x0 )) f (x) − f (x0 )
= lim
x→x0 x − x0 f (x) − f (x0 )
g(f (x)) − g(f (x0 )) f (x) − f (x0 )
= lim lim
f (x)→f (x0 ) f (x) − f (x0 ) x→x0 x − x0
0 0
= g (f (x0 ))f (x0 ). ♦

5.5 Corolario. Fórmula cociente para derivadas. Si f y g son funciones derivables


en x0 y g(x0 ) 6= 0 entonces también lo es la función cociente h, definida por h(x) = fg(x)
(x)
,y

f 0 (x0 )g(x0 ) − f (x0 )g 0 (x0 )


h0 (x0 ) = .
g(x0 )2

Demostración. Esto se deduce aplicando la regla de la cadena 5.4 y usando (a) y (c) de
5.3. ♦

5.6 Corolario. Si n ∈ Z y fn (x) = xn entonces fn0 (x) = nxn−1 .


Demostración. Para n = 0 el resultado es claro porque x0 = 1, es decir, f0 es constante.
Si n es natural procedemos por inducción. Para n = 1 el resultado es claro pues se trata
de la función idéntica que ya sabemos que tiene por derivada a 1 y 1x0 = 1.
Ahora tomemos n > 1 y supongamos, por hipótesis de inducción, que el resultado es
0
cierto para n − 1, es decir, fn−1 = (n − 1)xn−2 . Derivemos fn usando la fórmula producto:

fn0 (x) = xn = xn−1 x = (n − 1)xn−2 x + xn−1 · 1 = nxn−1 ,

como querı́amos probar.


Por último consideremos n < 0 y sea m = −n > 0. Entonces xn = x1m y, ahora podemos
usar la fórmula para el cociente de derivadas vista arriba, puesto que m ∈ N y el caso de la
derivada de xm cuando m ∈ N ya lo acabamos de ver. Tenemos:

0 · xm − 1 · mxm−1
fn0 (x) = = −mx−m−1 = nxn−1 . ♦
x2m

65
5.7 Ejemplo. Calcular la derivada de las siguientes funciones:

(a) f (x) = x7 − πx4 + 2x − 2.
(b) f (x) = (8x2 − 1)3 .
4
(c) f (x) = −2xπx+3x .
2
(d) f (x) = (4x+3)7.

2
 7
(e) f (x) = 4x+3 .
Solución.

(a) f 0 (x) = 7x6 − 4πx3 + 2.

(b) f 0 (x) = 3(8x2 − 1)2 16x.

(−8x3 + 3)(πx) − π(−2x4 + 3x)


(c) f 0 (x) = .
π 2 x2
0 − 2 · 7(4x + 3)6 · 4
(d) f 0 (x) = .
(4x + 3)14
 6
0 2 −8
(e) f (x) = 7 . ♦
4x + 3 (4x + 3)2

5.8 Observación. La derivada nos dice cuál es la razón de cambio de la función con
respecto al cambio de la variable, es decir, si la derivada de f en x0 es m entonces para x
cercano a x0 a una distancia d se tiene que la distancia de f (x) a f (x0 ) es aproximadamente
md (tomando en cuenta el signo). Por ejemplo, el que la derivada de una función f en x0 sea
2 significa que, junto a x0 , la función va creciendo al doble de lo que se mueve la variable x,
y si la derivada en x0 fuera −1 esto nos dirı́a que la función va decreciendo al mismo ritmo
que la variable.

5.9 Ejemplo. Comparar el valor de la función dada por f (x) = x2 en 10 y en 11.


Solución. Sabemos que f 0 (x) = 2x. Entonces f 0 (10) = 2 · 10, lo cual dice que si incremen-
tamos, por ejemplo, x0 = 10 en 1, la diferencia de la función en 10 con el valor en 11 crece
aproximadamente en 2 · 10:
f (11) − f (10) ∼ 2 · 10(11 − 10),
lo cual es claro, en efecto, pues dice
112 − 102 = 121 − 100 = 21 ∼ 20 = 2 · 10(11 − 10). ♦

El ejemplo anterior nos sugiere que al tener un valor de x cercano a x0 (llamado dife-
rencial de x en x0 ) obtenemos valores cercanos de la función (diferencial de la función).

66
Tenemos ası́ otra notación más descriptiva de la derivada de una función como cociente de
diferenciales:
df (x) df
f 0 (x) = = (x),
dx dx
la cual nos dice que la razón de la diferencia en f (x) entre la diferencia en x está dada,
localmente, por la función derivada. Esta notación, a pesar de ser más larga, tiene varias
ventajas: la primera es que enfatiza el papel de x (en ocasiones hay funciones de varias
variables), la segunda es que nos permite usar notación más clara con funciones compuestas
dsen(x2 )
(por ejemplo, ); la tercera es que tiene implı́cita la idea de derivada como razón de
dx
cambio.

Hemos visto que cuando la función es derivable en un punto x0 , entonces f 0 (x0 ) es un


número y, para valores de x cercanos a x0 se tiene que
f (x) − f (x0 )
∼ f 0 (x0 ),
x − x0
de donde, despejando,
f (x) ∼ f (x0 ) + f 0 (x0 )(x − x0 ),
y la expresión de la derecha es lineal, es decir, la función l definida por
l(x) = f (x0 ) + f 0 (x0 )(x − x0 )
tiene por gráfica la recta que pasa por (x0 , f (x0 )) y que tiene por pendiente f 0 (x0 ). Todo
esto nos está expresando que, cerca de x0 , la función f se parece a la recta dada por l, a la
cual llamamos tangente a la curva Graf (f ) en (x0 , f (x0 ). Entonces, la idea de derivar una
función f es aproximarla, localmente, por una función sencilla (o sea, una función lineal).

En 5.6 calculamos la derivada de la función dada por f (x) = xn para n ∈ Z. El mismo


resultado también es cierto para potencias
√ racionales. Para poder probarlo recordemos que
para n natural la función f (x) = x es la inversa (en dominio apropiado) de la función
n

“elevar a la n”. El resultado siguiente nos dice cómo calcular la derivada de funciones inversas.
El resultado es una consecuencia de la regla de la cadena

5.10 Proposición. Si f es derivable en x0 e inyectiva en un intervalo (a, b) alrededor


de x0 , entonces la función inversa f −1 es derivable en y0 = f (x0 ) y
1
(f −1 )0 (y0 ) = .
f 0 (x 0)

Demostración. Tenemos que f −1 ◦ f es la función idéntica, es decir, (f −1 ◦ f )(x) = x.


Aplicamos la regla de la cadena a esta expresión (recordando que la derivada de la función
idéntica es 1):
(f −1 )0 (f (x0 ))f 0 (x0 ) = 1. ♦

67
5.11 Ejercicio. Hacer un dibujo que interprete 5.10, es decir, relacionar la recta tan-
gente a Graf (f ) en (x0 , f (x0 )) con la en recta tangente a Graf (f −1 ) en (f (x0 ), x0 ).

5.12 Corolario. Si n ∈ Q y fn (x) = xn entonces fn0 (x) = nxn−1 .


Demostración. Ya sabemos que esto es cierto para cuando n es natural. Empecemos por
1
considerar el caso n = m1 con n ∈ N. Sea g(x) = xm . Para f (x) = x m tenemos que g = f −1
o, equivalentemente, f = g −1 . Por 5.10,
1 1 1 1 n
f 0 (x) = 0 = m−1
=  m−1 = 1
−1
= 1−n
= nxn−1 .
g (f (x)) mf (x) 1 1 n
(x ) n x
m xm n

k
Ahora nos falta el caso en que f (x) = xn con n = m si k ∈ Z y m ∈ N. Esto lo resolvemos
usando la regla de la cadena y el resultado anterior:
 1 k−1 1 1 k k−1 1 k k
f 0 (x) = k x m x m −1 = x m + m −1 = x m . ♦
m m m

5.13 Corolario. Si f : (0, ∞) → R está dada por f (x) = x, entonces f es derivable
y f 0 (x) = 2√1 x . ♦

En el ejemplo 5.9 comparamos los valores de 112 y 102 usando la derivada. Desde luego,
fue sólo una ilustración pues no es difı́cil calcular 112 . Sin embargo es posible aplicar la misma
idea para calcular aproximaciones de valores de una función cuando no es fácil, conociendo
los valores en puntos cercanos. Vemos esto en el siguiente ejemplo.

5.14 Ejemplo. Encontrar un valor aproximado de 9.18 usando diferenciales.

d x 1
Solución. Tenemos que = √ . Tomemos x0 = 9. Entonces
dx 2 x
√ √ 1
9.18 ∼ 9 + √ (9.18 − 9),
2 9
de donde
√ 0.18
9.18 ∼ 3 + = 3.03.
6

(Nota: Podemos usar una calculadora para obtener 9.18 = 3.02985 . . ..) ♦

Para poder calcular las derivadas de las funciones trigonométricas y de sus inversas
necesitamos algunas fórmulas trigonométircas que veremos a continuación.

5.15 Proposición. Si x, y ∈ R entonces


(a) cos2 x + cos2 x = 1.
(b) cos(x + y) = cos(x)cos(y) − sen(x)sen(y).
(c) sen(x + y) = sen(x)cos(y) + cos(x)sen(y).

68
Demostración. (a) Es claro pues, por definición, los puntos en la circunferencia de radio
1 son de la forma (cos(x), sen(x)).
(b) Sean 0 < b ≤ a < π2 y a − b < π2 .

Observemos que los triángulos AOC y BOP son iguales. Entonces los vectores CA y P B
tienen la misma longitud; pero
CA = (cos(a) − cos(a − b), sen(a) − sen(a − b)) y
P B = (cos(b) − 1, sen(b).

ası́ que ||CA|| = ||P B|| dice que


p p
(cos(a) − cos(a − b))2 + (sen(a) − sen(a − b))2 = (cos(b) − 1)2 + sen2 (b)
Desarrollando y usando (a) obtenemos
cos(a)cos(a − b) + sen(a)sen(a − b) = cos(b);
ahora hacemos un cambio de variable: a = x y b = x + y para obtener la fórmula deseada. No
es difı́cil probar que la fórmula vale para cualesquiera valores de x y y, usando la periodicidad
de la función coseno. Se dejan los detalles al lector.
(c) Ahora usamos que sen(x) = cos(x − π2 ), que coseno es una función par, seno es una
función impar y que cos(x − π) = −cos(x):
π
sen(x + y) = cos(x + y − )
2
π π
= cos(x)cos(y − ) − sen(x)sen(y − )
2 2
π
= cos(x)cos(y − ) − sen(x)cos(y − π)
2
= cos(x)sen(y) + sen(x)cos(y). ♦

69
d cos
5.16 Proposición. (a) (0) = 0.
dx
d sen
(b) (0) = 1.
dx
Demostración. (a) Tenemos que

d cos cos(x) − 1
(0) = lim .
dx x→0 x
Para ver que este lı́mite es 0, observemos la siguiente figura:

Tenemos que
0 ≤p ||P X|| ≤ |x|
0 ≤ (1 − cos(x))2 + sen2 (x) ≤ |x|
0 ≤ 1 − 2cos(x) + cos2 (x) + sen2 (x) ≤ x2
x2
0 ≤ 1 − cos(x) ≤ 2
1 − cos(x) |x|
0 ≤ ≤
2
x
1 − cos(x)
Como ambos extremos tienden a 0 cuando x tiende a 0, también lo hace .
x
(b) Aquı́
d sen sen(x)
(0) = lim .
dx x→0 x
Como queremos hacer tender x a 0, sin pérdida de generalidad podemos suponer que |x| < π2 .
Ahora consideremos la siguiente figura:

70
Observamos que
|sen(x)| ≤ |x| ≤ |tan(x)|
|x| |tan(x)|
1≤ ≤
|sen(x)| |sen(x)|
|x| 1
1≤ ≤
|sen(x)| |cos(x)|
|sen(x)|
1≥ ≥ |cos(x)|
|x|
Cuando |x| → 0 se tiene que ambos extremos de la desigualdad tienden a 1, ası́ que también
|sen(x)|
|x|
→ 1. ♦

Para obtener las fórmulas de las derivadas del seno y del coseno conviene tener una nueva
expresión (equivalente) para la derivada. Es el contenido de la siguiente observación.

5.17 Observación. Sea f una función derivable en x0 . Entonces, tomando h = x − x0


tenemos
f (x0 + h) − f (x0 )
f 0 (x0 ) = lim .
h→0 h

d sen(x)
5.18 Proposición. (a) = cos(x).
dx
d cos(x)
(b) = −sen(x).
dx

71
Demostración. (a) Usamos 5.15 y 5.16:

sen(x0 + h) − sen(x0 ) sen(x0 )cos(h) + cos(x0 )sen(h) − sen(x0 )


lim = lim
h→0 h h→0 h
cos(h) − 1 sen(h)
= sen(x0 ) lim − lim
h→0 h h→0 h
d cos d sen
= sen(x0 ) (0) − cos(x0 ) (0)
dx dx
= sen(x0 ) · 0 − cos(x0 ) · 1
= −cos(x0 ).

(b) Ahora usamos que cos(x) = sen(x + π2 ) y la regla de la cadena:

d cos(x) d sen(x + π2 )  π
= = cos x + · 1 = sen(x + π) = −sen(x). ♦
dx dx 2

d tan(x)
5.19 Corolario. (a) = sec2 (x).
dx
d cotan(x)
(b) = −cosec2 (x).
dx
d sec(x)
(c) = sec(x)tan(x).
dx
d cosec(x)
(d) = −cosec(x)cotan(x).
dx
Demostración. Probaremos sólo (a) usando la fórmula del cociente de derivadas y deja-
remos como ejercicio las demás.

d tan(x) d sen(x)
cos(x)
dx cos2 (x) + sen2 (x) 1
= = 2
= = sec2 (x). ♦
dx = cos (x) cos2 (x)

5.20 Ejercicio. Probar los incisos (b), (c) y (d) de la proposición anterior.

Las derivadas de las funciones trigonométricas inversas se deducen faćilmente a partir de


5.10.
d arcsen(x) 1
5.21 Proposición. (a) =√ para x ∈ (−1, 1).
dx 1 − x2
d arccos(x) −1
(b) =√ para x ∈ (−1, 1).
dx 1 − x2

72
d arctan(x) 1
(c) = para x ∈ R.
dx 1 + x2
d arccotan(x) −1
(d) = para x ∈ R.
dx 1 + x2
d arcsec(x) 1
(e) = √ para x ∈ R \ [−1, 1].
dx |x| x2 − 1

d arccosec(x) −1
(f) = √ para x ∈ R \ [−1, 1].
dx |x| x2 − 1
Demostración. Probaremos (a) Las demás se dejan como ejercicio. Sea y0 = sen(x0 ).

d arcsen(y) 1
(y0 ) = d sen(x)
dy (x0 )
dx
1 1
= =
cos(x0 ) cos(arcsen(y0 )
1
=p
2
cos (arcsen(y0 )
1
=p
1 − sen2 (arcsen(y0 )
1
=p .♦
1 − y02

5.22 Ejercicio. Probar los incisos (b), (c), (d), (e) y (f) de la proposición anterior.

Sea X ⊂ R y sea f : X → R. Decimos que el punto (x0 , f (x0 )) de la gráfica de f es


máximo local de f si existe δ > 0 tal que (x0 −δ, x0 +δ) ⊂ X y para todo x en ese intervalo
se tiene que f (x) ≤ f (x0 ). Definimos mı́nimo local de manera similar.

5.23 Lema. Si f es continua en un intervalo (a, b), derivable en x0 ∈ (a, b) y en x0 hay


un máximo o mı́nimo local, entonces f 0 (x0 ) = 0.
Demostración. Hagamos la prueba suponiendo que en x0 hay máximo local y tomemos
δ > 0 como en la definición de máximo local (aquı́ arriba). Para h suficientemente pequeña
(de manera que x + h ∈ (x0 − δ, xo + δ)), se tiene que en la expresión de la derivada

f (x0 + h) − f (x0 )
f 0 (x0 ) = lim ,
h→0 h
el numerador es negativo (por ser f (x0 + h) ≤ f (x0 )) sin importar cómo sea h, pero al tomar
h < 0 o h > 0 el denominador cambia de signo y entonces la única posibilidad del lı́mite es

73
que sea 0. ♦

A los puntos donde la derivada se hace 0 se les llama puntos crı́ticos.

5.24 Observación. (a) El recı́proco del lema anterior es falso; por ejemplo, la función
dada por f (x) = x3 tiene derivada 0 en x0 = 0 y, sin embargo, (0, 0) no es máximo ni mı́nimo
local.
(b) Es posible que la función no sea derivable en un mı́nimo o máximo local. Por ejemplo,
la función “valor absoluto” tiene mı́nimo local en 0.
(c) El máximo absoluto (o mı́nimo absoluto) de una función continua definida en un
intervalo [a, b] puede estar en alguno de los dos extremos (por ejemplo, la función dada por
f (x) = x2 definida en [−1, 0] tiene su máximo absoluto en −1 y su mı́nimo absoluto en 0).
(d) Todo máximo absoluto es máximo local pero una función puede tener varios máximos
o mı́nimos locales en donde el valor de la función sea diferente como se ve en la gráfica
dibujada en la demostración del teorema de Rolle a continuación.

5.25 Teorema. Teorema de Rolle. Sea f : [a, b] → R continua en [a, b] y derivable


en (a, b). Si f (a) = f (b) entonces existe x0 ∈ (a, b) tal que f 0 (x0 ) = 0.
Demostración. Si f es constante, entonces el resultado es claro: todo x0 tiene derivada 0.
Supongamos entonces que f no es constante. Por 4.36 f alcanza su máximo y su mı́nimo en
[a, b]. Además, como f (a) = f (b) y la función no es constante, entonces existe x0 ∈ (a, b) en
donde hay un máximo o mı́nimo local. Por el lema anterior se tiene el resultado. ♦

5.26 Corolario. Teorema del valor medio. Sea f : [a, b] → R continua en [a, b] y
derivable en (a, b). Entonces existe x0 ∈ (a, b) tal que

f (b) − f (a)
f 0 (x0 ) = ,
b−a
es decir, la recta tangente a la gráfica en x0 es paralela a la recta que une los puntos (a, f (a))
y (b, f (b)).
Demostración. Modificaremos la función f de manera que la nueva función g tenga el-
mismo valor en a y en b y aplicaremos el teorema de Rolle a esta nueva función.

74
Definamos
f (b) − f (a)
g(x) = f (x) − (x − a).
b−a
Como f es derivable en (a, b) y continua en [a, b], también lo es g. Observemos que g(a) =
f (a) = g(b), ası́ que g cumple las hipótesis del teorema de Rolle y entonces existe x0 ∈ (a, b)
tal que g 0 (x0 ) = 0. Pero
f (b) − f (a)
g 0 (x) = f 0 (x0 ) − ,
b−a
y de aquı́ ya es claro el resultado. ♦

5.27 Corolario. Si f es derivable en (a, b) y f 0 (x) = 0 para toda x ∈ (a, b) entonces f


es constante en (a, b).
Demostración. Supongamos que no. Entonces existen c < d tales que f (c) 6= f (d). Usando
el teorema del valor medio encontramos un elemento x0 ∈ (c, d) tal que f 0 (x0 ) = f (d)−f
d−c
(c)
6= 0,
y esto es una contradicción. ♦

5.28 Ejercicio. Probar que si f es derivable en (a, b) y f es creciente (resp. decreciente)


entonces f 0 (x) ≥ 0 (resp. f 0 (x) ≤ 0) para toda x ∈ (a, b).

Dada una función derivable f , hemos construido la función derivada. Tiene entonces
sentido preguntarse si esta nueva fucnión es derivable. En ese caso, su derivada es la segunda
2
derivada de f y se denota por f 00 o f (2) , que también se denota por ddxf2 . Ası́ sucesivamente
3
podemos construir derivadas de orden superior: f 000 = f (3) = ddxf3 , . . ..

5.29 Observación. En caso de existir, la segunda derivada nos ofrece información


sobre la función misma: Por 5.28, f 00 (x0 ) > 0 nos dice que f 0 es creciente en un intervalo
alrededor de x0 . Esto nos dice que f es cóncava hacia arriba alrededor de x0 . Si, por el
contrario, f 00 (x0 ) < 0 entonces f 0 es decreciente en un intervalo alrededor de x0 y esto
significa que f es cóncava hacia abajo alrededor de x0 . Un punto de inflexión es aquél
en que la derivada cambia de concavidad (y, por lo tanto, la segunda derivada es 0).

75
5.30 Corolario. Sea f : (a, b) → R derivable en x0 con f 0 (x0 ) = 0 y supongamos que
f 0 es derivable en x0 . Si
(a) Si f 00 (x0 ) > 0, entonces en x0 hay un mı́nimo local de f .
(b) Si f 00 (x0 ) < 0, entonces en x0 hay un máximo local de f . ♦

5.31 Ejemplo. Dibujar la gráfica de la función f : R → R dada por f (x) = 13 x3 + x2 +


x + 2.
Solución. Intersecciones con los ejes: f (0) = 2 y no es fácil encontrar x tal que f (x) = 0,
pero obsevamos que f (−3) = −9 + 9 − 3 + 2 = −1 < 0 y que f (−2) = −8 3
+ 4 − 2 + 2 > 0,
ası́ que, por el teorema del valor intermedio, cruza el eje x en algún punto entre −3 y −2.
Calculemos los lı́mites importantes: lim f (x) = ∞ y lim f (x) = −∞.
x→∞ x→−∞
Ahora busquemos puntos crı́ticos: f 0 (x) = x2 + 2x + 1 = (x + 1)2 , ası́ que la derivada
se anula exactamente en x0 = −1. Veamos ahora qué tipo de punto es: f 00 (x) = 2x + 2,
ası́ que f 00 (−1) = 0 y entonces tenemos que en −1 hay un punto de inflexión y éste es
(−1, f (−1)) = (−1, 35 ).

El dibujo es el siguiente:

x
5.32 Ejemplo. Dibujar la gráfica de la función definida por f (x) = (x−1)2
.

Solución. El dominio es R \ {1}.


Intersecciones con los ejes f (x) = 0 si, y sólo si, x = 0.
Los lı́mites importantes: lim f (x) = 0 = lim f (x).
x→∞ x→−∞

lim f (x) = ∞ = lim+ f (x) pues ambos, numerador y denominador, son positivos.
x→1− x→1

76
Puntos crı́ticos:
(x − 1)2 − 2x(x − 1) x − 1 − 2x −x − 1
f 0 (x) = 4
= 3
= ,
(x − 1) (x − 1) (x − 1)3

ası́ que la derivada se anula exactamente en x0 = −1. Veamos ahora qué tipo de punto es:

−(x − 1)3 − 3(−x − 1)(x − 1)2 −(x − 1) − 3(−x − 1) 2x + 4


f 00 (x) = = = .
(x − 1)6 (x − 1)4 (x − 1)4

Entonces f 00 (−1) > 0 y en −1 hay un mı́nimo local y el punto es (−1, f (−1)) = (−1, −1
4
).

El dibujo es el siguiente:

x2 −2x+2
5.33 Ejemplo. Dibujar la gráfica de la función definida por f (x) = x−1
.
Solución. El dominio es R \ {1}.
Intersecciones con los ejes: f (x) = 0 nunca ocurre pues el numerador es (x − 1)2 + 1. Por
2
otro lado f (0) = −1 = −2. Observemos que podemos reescribir la definición de f como
1
f (x) = x − 1 + .
x−1
Los lı́mites importantes:

lim f (x) = ∞, lim f (x) = −∞, lim f (x) = −∞ y lim+ f (x) = ∞.


x→∞ x→−∞ x→1− x→1

Puntos crı́ticos:
(2x − 2)(x − 1) − (x2 − 2x + 2)
f 0 (x) =
(x − 1)2
2x2 − 4x + 2 − x2 + 2x − 2
=
(x − 1)2
x2 − 2x
= ,
(x − 1)2

77
ası́ que la derivada se anula exactamente en x1 = 0 y x2 = 2 y tenemos que f (0) = −2 y
f (2) = 2. Ahora calculemos la segunda derivada:

(2x − 2)(x − 1)2 − (x2 − 2x)2(x − 1)


f 00 (x) =
(x − 1)4
2(x − 1)3 − 2x(x − 2)(x − 1)
=
(x − 1)4
2 2x(x − 2)
= − ,
x−1 (x − 1)3

y entonces f 00 (0) = −2 < 0 por lo que en (0, −2) hay máximo local, y f 00 (2) = 2 > 0 por lo
que en (2, 2) hay mı́nimo local.

Ahora observemos algo interesante: Cuando x → ∞ y cuando x → −∞ resulta que


0
f (x) → 1. Esto significa que para |x| grande la gráfica de f se parece a una recta con
pendiente 1, es decir, una recta con ecuación de la forma y = x + b. Para encontrar el valor
de b, observemos que éste es casi la distancia de f (x) a la recta con ecuación y = x para x
grande, ası́ que consideramos
1
f (x) − x = x − 1 + − x → −1
x−1
cuando x → ∞ y también cuando x → −∞ y entonces tenemos que la recta con ecuación
y = x − 1 es ası́ntota y la gráfica se parece a ella para |x| grande.

El dibujo es el siguiente:

78
De acuerdo a lo que observamos en el ejemplo anterior tenemos el siguiente resultado:

5.34 Proposición. Sea f : (a, ∞) → R una función derivable. Si


lim f 0 (x) = m y lim f (x) − mx = b,
x→∞ x→∞

entonces la recta con ecuación y = mx + b es ası́ntota de la gráfica de f . ♦

5.35 Ejercicio. Calcular la función derivada de la función f en los siguientes casos:



(a) f (x) = 8x2 − 2 x3 + 1 (e) f (x) = sec(x)x2

3
(b) f (x) = x4 + 2 (f) f (x) = arccos(x)

(c) f (x) = tan(x5 − 1) (g) f (x) = tan5 (x) − 1

3x4 + 2
(d) f (x) = sen4 (2x) (h) f (x) = √
x

5.36 Ejercicio. Dar la ecuación de la recta tangente a la gráfica de f en x = 1 si


f (x) = x3 + 3x2 + 1.

5.37
 Ejercicio. Encontrar la ecuación de la recta tangente al cı́rculo {(x, y) : x2 +y 2 =
√ 
1} en − 21 , 23 .

x2
5.38 Ejercicio. Demostrar que para todo x > 0 se tiene que cos(x) > 1 − 2
. (Suge-
x
rencia: Escribir x = 2
+ x2 ).

5.39 Ejercicio. Probar que la función f dada por



 x + 1, si x ∈ [0, 1]
f (x) =
−x2 + 3, si x ∈ (1, 3]

es continua en x = 1 pero no es derivable en x = 1.

5.40 Ejercicio. Probar que la función f dada por


2

 −x + 4x − 2, si x ∈ [1, 2]

f (x) =
 − 1 x2 + 2x, si x ∈ (2, 3]

2
es derivable en todo el intervalo (1, 3) pero que su derivada no es derivable en x = 2.

79
q 5.41 Ejercicio. Usando el concepto de diferencial encontrar un valor aproximado de
3 0.99
1.1
.

5.42 Ejercicio. Usando el concepto de diferencial encontrar un valor aproximado de


arctan(1.05).

5.43 Ejercicio. Encontrar el máximo y mı́nimo absolutos de la función f dada por


f (x) = x3 − 6x2 + 9x + 1 en [0, 6].

5.44 Ejercicio. Dibujar las gráficas de las siguientes funciones, determinando dominio,
continuidad, paridad, ası́ntotas, máximos y mı́nimos locales, puntos de inflexión y concavi-
dad.
x
(a) f (x) = 2 (d) f (x) = x + sen(x)
x − 6x − 16

2x2 + x
(b) f (x) = (e) f (x) = x2 + |2x + 2|
x−1

(c) f (x) = x2 + 3x + 2 (f) f (x) = x − [x]

5.45 Ejercicio. Probar que si f y g son dos funciones de (a, b) en R tales que f 0 = g 0
entonces existe k ∈ R tal que f (x) = g(x) + k.

5.1. Aplicaciones

Como hemos ya dicho varias veces, la derivada de una función nos representa la razón de
cambio de la función con respecto al cambio de la variable. Un ejemplo importante es el de
velocidad y de aceleración como veremos en el siguiente ejemplo.

5.46 Ejemplo. Imaginemos que un vehı́culo cualquiera se mueve una cierta distancia d
y consideremos a ésta como una función del tiempo. En un periodo (0, t), la velocidad pro-
medio, v(t), se define como la distancia recorrida entre el tiempo que se usó para recorrerla,
es decir,
d(t) d(t) − d(0)
v(t) = = .
t t−0
La velocidad instantánea en un determinado momento (lo que marcarı́a el velocı́metro del

80
automóvil en ese momento) es la derivada de la distancia: v(t0 ) = d0 (t0 ). La aceleración, a
en el tiempo t0 , a(t0 ), nos dice cómo está cambiando la velocidad en ese momento. Tenemos
entonces que
a(t) = v 0 (t) = d00 (t).
Por ejemplo, una velocidad constante proporciona una aceleración 0.

5.47 Ejemplo. Un globo de 5 cm de radio se infla de tal manera que el radio aumenta
2 cm por segundo.
(a) ¿Cuál es el volumen inicialmente?
(b) ¿Cuál es el volumen en un segundo?
(c) ¿En qué razón (con respecto al tiempo) aumenta el volumen en el primer segundo?
(d) ¿Cuál es el volumen en dos segundos?
(e) ¿En qué razón (con respecto al tiempo) aumenta el volumen cuando el radio es de
10 cm?
(f) ¿Qué tipo de gráfica es la del volumen con respecto al tiempo y en qué razón aumenta
el volumen con respecto al tiempo?
Solución. Llamemos v al volumen, r al radio y t al tiempo. Tenemos que v es una función
del radio con v(r) = 34 πr3 y que el radio es una función del tiempo con r(t) = 2t+5. Entonces
podemos poner al volumen como función del tiempo por v(t) = 34 π(2t + 5)3 .
(a) v(0) = 43 π53 = 523cm3
(b) v(1) = 43 π73 = 1437cm3
dv dv
(c) (t) = 4π(2t + 5)2 2, ası́ que (1) = 4π(2 · 1 + 5)2 2 = 1232cm3 seg.
dt dt
(d) v(2) = 43 π93 = 3053 cm3
(e) v(r(t)) = 43 πr(t)3 , ası́ que v 0 (r(t)) = 4π(r(t))2 · r0 (t) = 4π(10)2 · 2 = 2513 cm3 /seg.
(f) La gráfica es de tipo cúbico y, por tanto, la razón de aumento de volumen con respecto
al tiempo es cada vez mayor (aumenta en forma cuadrática). ♦

5.48 Ejemplo. Probar que de todos los rectángulos que tienen el mismo perı́metro, el
cuadrado es el que tiene la mayor área.
Solución. Llamemos x y y a los lados del rectángulo. Entonces el perı́metro es P = 2(x+y)
y el área A es xy. El perı́metro es una constante, de manera que podemos poner a una de
las variables, digamos y, en términos de la otra: y = P −2x 2
. En consecuencia, el área es una
P −2x P x−2x2
función de x: A(x) = x 2 = 2
. Queremos encontrar el valor máximo de A. Tenemos
que A0 (x) = P −4x
2
y esto es 0 si, y sólo si, x = P4 . Como además A00 (x) = −2 < 0, tenemos que
en x hay máximo. Se trata de una parábola, ası́ que este valor nos proporciona el máximo
absoluto. En este caso y = P4 y se trata de un cuadrado. ♦

5.49 Nota. En el ejercicio anterior se probó, realmente, que el máximo producto de

81
dos números cuya suma es una constante se da cuando los números son iguales; en otras
palabras,  2
A
A(A − x) ≤ ,
2
o, equivalentemente, sustituyendo A por x+y, tenemos la forma conocida como desigualdad
de la media geométrica y la media aritmética: Si x, y ≥ 0 entonces
√ x+y
xy ≤ .
2

5.50 Ejemplo. Encontrar las longitudes de los lados del triángulo que tiene base 2,
área 4 y perı́metro mı́nimo.
Solución. Analicemos la situación en el plano coordenado para trabajar con geometrı́a
analı́tica: Pongamos la base con extremos (−1, 0) y (1, 0). Puesto que el área vale 4, la altura
sobre esa base mide 4, es decir, el otro vértice tiene coordenadas (x, 4). El perı́metro de ese
triángulo es una función de x:
p p
P (x) = 2 + (x + 1)2 + 42 + (x − 1)2 + 42 .
De aquı́ que
2(x + 1) 2(x − 1)
P 0 (x) = p + p .
2
2 (x + 1) + 4 2 2 (x − 1)2 + 42
Queremos ver cuándo este valor es 0. Sacamos denominador común y el numerador debe ser
0, esto es, p p
(x + 1) (x − 1)2 + 42 = −(x − 1) (x + 1)2 + 42 .
Al elevar al cuadrado tenemos:
(x + 1)2 (x − 1)2 + 16(x + 1)2 = (x − 1)2 (x + 1)2 + 16(x − 1)2 .
de donde
(x + 1)2 = (x − 1)2 ;
y esto ocurre si, y sólo si, |x + 1| = |x − 1|, lo cual sólo es posible para x0 = 0. Notemos que
éste es el caso del triángulo isósceles. Para deducir si es máximo o mı́nimo, de costumbre
consideramos la segunda derivada, pero en este caso es mucho más fácil estudiar el problema
que estamos tratando en la siguiente figura.

82
Observamos que cuando x → ∞ o x → −∞ el perı́metro del triángulo tiende a ∞, ası́ que
el valor de x0 = 0 que encontramos nos proporciona el mı́nimo absoluto para el perı́metro. ♦

5.51 Ejemplo. Encontrar el punto sobre la recta con ecuación y = −2x + 3 que tiene
menor distancia al punto (4, 1).
Solución. Un punto genérico de la recta es (x, −2x + 3) y su distancia a (4, 1) es una
función de x:
p p
D(x) = (x − 4)2 + (−2x + 3 − 1)2 = (x − 4)2 + (−2x + 2)2 .

Queremos determinar cuándo la derivada es 0, ası́ que basta considerar el numerador de la


derivada que es, precisamente, la derivada de lo que va dentro del radical:
8
2(x − 4) + 2(−2x + 2)(−2) = 0 ⇔ x − 4 + 4x − 4 = 0 ⇔ x = .
5
El punto buscado es    
8 8 8 1
, −2 · + 3 = ,− .
5 5 5 5

Otra vez, observamos que al hacer tender x a −∞ o a ∞ la distancia tiende a infinito,


ası́ que el punto encontrado da la menor distancia posible. ♦

En el problema anterior, observamos que para obtener cuándo la derivada es 0 nos bastó
con el numerador; de hecho, el numerador es la derivada de la misma función, sin el radical.
Esto, de hecho, ya lo sabı́amos de otra manera y lo enunciamos en la siguiente proposición.

5.52 Proposición. Sea f : (a, b) → R derivable. Si para toda x ∈ (a, b) se tiene que
f (x) ≥ 0, entonces p
un punto x0 da un mı́nimo local (resp. máximo local) de la función g
definida por g(x) = f (x) si, y sólo si, es mı́nimo local (resp. máximo local) de f .

83
Demostración. De acuerdo con 2.27(c) sabemos para números no negativos es equivalente
que a ≤ b a que a2 ≤ b2 . Entonces en x0 hay mı́nimo local de f si, y sólo si, existe δ > 0 tal
que para x ∈ (x0 − δ, x0 + δ), f (x0 ) ≤ f (x), lo cual es equivalente a que g(x0 ) = f (x0 )2 ≤
f (x)2 = g(x), puesto que todos estos valores son no negativos. ♦

5.53 Ejemplo. Una escalera de 7 m está recargada en la pared y se va deslizando de


manera que la base de la escalera se separa de la pared a razón de 4 m/seg.
(a) Determinar en qué momento llega la escalera al piso.
(b) Calcular la altura del punto más alto de la escalera en t = 41 , 12 , 1, 23 .
(c) Encontrar la razón en que varı́a la altura con respecto al tiempo en cada uno de los
valores anteriores.
(d) Dibujar la gráfica de la función que representa la distancia del punto más alto de la
escalera al piso con respecto al tiempo.
Solución. Llamemos h(t) a la distancia del punto más alto de la escalera al piso en el
tiempo t y sea b(t) la distancia de la base de la escalera a la pared en el tiempo t. Tenemos
que b(0) = 0, h(b(0)) = 7, b(t) = 4t y
p p √
h(t) = 72 − b(t)2 = 72 − (4t)2 = 49 − 16t2 .

q
(a) La escalera llega al suelo cuando h(t) = 0, es decir cuando t = 49
16
= 74 = 1.75.
√ √
(b) Tenemos h(0) = 7, h 41 = 48 ∼ 6.9, h 12 = 45 ∼ 6.7, h(1) ∼ 5.7 y h 32 ∼
  

84

13 = 3.6.
(c)
−(49 − 16(t)2 )16(t)
h0 (t) = p ,
49 − 16(t)2
2
−(49 − 16 41 )16 1

0 1
 4 −48 · 4 √
h 4
= q = √ = −4 · 48 ∼ −27.7,
49 − 16 14
2 48

2
−(49 − 16 21 )16 1

0 1
 2 −45 · 8 √
h 2
= q = √ = −8 45 ∼ −54,
49 − 16 12
2 45

−(49 − 16(1)2 )16(1) −33 · 16 √


h0 (1) = p = √ = −16 · 33 ∼ −92,
49 − 16(1)2 33
2
−(49 − 16 23 )16 3

−13 · 24 √
h0 3 2

2
= q = √ = −24 13 ∼ −87.
49 − 16 32
2 13

Observamos que la derivada va decreciendo hasta antes de 1, lo que nos dice que ahı́ la función
es cóncava hacia abajo. Sin embargo, en vista de que −92 < −87 (es decir, la derivada creció)
deducimos que entre 1 y 32 hay un punto de inflexión. La gráfica es más o menos como sigue:

5.54 Ejemplo. Sean a y b dos reales positivos. En el plano cartesiano sean O el origen
y I = (1, 0). Para 0 ≤ x ≤ 1 sea L(x) la unión del segmento de recta que va de A = (0, a)
a X = (x, 0) con el segmento que va de X = (x, 0) a B = (1, b). Probar que la longitud de
L(x) es mı́nima cuando los ángulos ∠OXA y ∠BXI son iguales.
Solución. Tenemos la siguiente figura:

85
La función de la que debemos encontrar el mı́nimo es l(x), la longitud de L(x). Tenemos
que
√ p
l(x) = a2 + x2 + b2 + (1 − x)2 ,
2x 2(1 − x)
l0 (x) = √ − p ,
2
2 a +x 2 2 b2 + (1 − x)2

entonces
x 1−x
l0 (x) = 0 ⇔ √ =p
a2+x 2 b2 + (1 − x)2
√ p
a2 + x 2 b2 + (1 − x)2
⇔ =
x 1−x
2 2
a +x b + (1 − x)2
2
⇔ =
x2 (1 − x)2
a2 x2 b2 (1 − x)2
⇔ + = +
x2 x2 (1 − x)2 (1 − x)2
a2 b2
⇔ =
x2 (1 − x)2
a b
⇔ = .
x 1−x
Hemos probado, entonces, que las tangentes de los ángulos ∠OXA y ∠BXI son iguales y
ası́, también los ángulos son iguales.
Para probar que es mı́nimo, basta observar que al hacer tender x a ∞ o a −∞ se tiene
que l(x) → ∞. ♦

5.55 Ejercicio. Una pieza circular de papel con 4 cm de radio se quiere doblar para
que forme un cono. ¿Cuál debe ser la altura del cono si se quiere que el volumen sea el

86
mayor posible? (Nota. Recordar que el volumen de un cono con base de radio r y altura h
es πr2 h/3.)

5.56 Ejercicio. Encontrar cuáles son las longitudes de los lados de un rectángulo con
área máxima si tiene dos vértices en el eje x y otros dos vértices en la parábola con ecuación
y = 9 − x2 .

5.57 Ejercicio. A un pedazo de cartón cuadrado con lado 12 cm se le cortan cuadradi-


tos en las esquinas para doblarlo y con él formar una caja sin tapa. ¿De qué longitud deben
ser los lados de los cuadraditos de manera que el volumen sea máximo?

5.58 Ejercicio. En un cı́rculo de radio 1 se construye un triángulo rectángulo con base


sobre un diámetro y catetos con longitudes a y b, como se muestra en la figura. ¿Cuál es la
máxima posible suma de a y b?

5.59 Ejercicio. Probar de dos maneras distintas que para toda x positiva se tiene que
1
x+ ≥ 2.
x

87
Referencias y lecturas complementarias
Arizmendi H., Carrillo A. y Lara M., Cálculo, Addison-Wesley Iberoamericana.

Courant R. y John F., Introducción al Cálculo y al Análisis Matemático, Limusa, 1988.

Fulks W., Cálculo Avanzado, Limusa, 1967.

Lang S., Cálculo I, Fondo Educativo Interamericano, 1976.

Piskunov N., Cálculo Diferencial e Integral, Montaner y Simón, 1973.

Spivak M., Calculus, Editorial Reverté, S. A.

88

También podría gustarte