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Cómo escribir una novela

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Una novela es un trabajo narrativo complejo de ficción. Las buenas novelas iluminan la
realidad y muchas veces la trascienden, permitiendo que los lectores encuentren verdad y
humanidad en mundos completamente fabricados. No importa el tipo de novelas que quieras
escribir (literaria o comercial, romántica o de ciencia ficción, bélica, o un drama familiar),
necesitarás tener una energía creativa sin límites y la determinación de ver tu trabajo
completo. Este artículo describe el proceso de soñar un mundo de ficción, diagramar tu
novela, revisarla y editarla.

Pasos

Parte 1
Creando un mundo ficticio

1. Inspírate. Escribir una novela es un proceso creativo y nunca sabes cuándo una buena
idea puede venir a ti. Lleva contigo un cuaderno y una pluma (bolígrafo, lapicero) para
que puedas escribir ideas sin importar dónde estés. Te puedes sentir inspirado por algo
que escuches camino al trabajo por la mañana, o soñando despierto en una cafetería.
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Nunca sabes cuándo te vas a inspirar, así que debes mantener tus ojos y oídos abiertos
sin importar donde vayas.
No esperes que la inspiración venga a ti. La escritura es como la digestión: no
saldrá nada si no entra nada. Por ejemplo, cuando se te ocurre una idea de la nada
mientras estás haciendo algo totalmente irrelevante para tu idea. Deja que tu
subconsciente entre en juego y en algún momento, regresa a tu consciente. La
espontaneidad de estas ideas realmente pueden ayudarte a desarrollar una ironía
rica o giros emocionantes en tu historia.
Ser un escritor requiere de inspiración constante. Algunas veces, a los escritores
les resulta difícil tener ideas en su cabeza. Este problema les sucede a todos los
escritores y la mejora manera es buscar inspiración.
No necesariamente tiene que ser un libro, puede ser un programa de televisión,
una película o incluso ir a una exhibición de o una galería de arte. ¡La inspiración
viene de muchas maneras!
Usa tu cuaderno para escribir fragmentos, párrafos o frases que harán parte de
una historia más completa.
Piensa en todas las historias que te han contado, historias que han sido pasadas
en tu familia desde tu bisabuela, una historia que te haya fascinado en las noticias,
o incluso una historia de fantasmas de tu infancia que se haya quedado grabada
en tu mente.
Considera un momento de tu infancia o de tu pasado que aún tengas muy
presente. Puede ser la muerte misteriosa de una mujer en tu ciudad, la obsesión
de tu vecino con tener hurones de mascotas, o un viaje a Londres del que no
puedes dejar de pensar.
La gente dice que debes "escribir de lo que sabes". Otros piensan que debes
"escribir lo que no sabes de lo que sabes". Piensa en algo de tu propia vida que te
haya inspirado, causado algún problema o te haya intrigado. ¿Cómo puedes
explorar este tema más profundamente en una novela?

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2. Decide qué tipo de novela quieres escribir. No toda novela entra directamente en
determinado tipo de categoría, pero te resultará de mucha ayuda pensar en el género y
los destinatarios de tu novela cuando comiences a planificar tu trabajo. Lee todo lo que
puedas que ya haya sido escrito del género que deseas interpretar para construir una
novela, siguiendo los parámetros del género. Y si no te has decidido por completo por
un género o estás trabajando en más de uno, no hay problema. Es más importante ser
consciente de la tradición en la que estás trabajando que atenerse a un género o una
categoría específica. Considera las siguientes opciones.
La intención de las novelas literarias es que sean obras de arte que abordan en
profundidad determinados temas, con simbolismos y herramientas literarias
complejas. Lee los clásicos de los grandes novelistas de todos los tiempos y
échale un vistazo a las listas útiles como "The 100 Greatest Novels of All Time"
(las 100 mejores novelas de todos los tiempos) de The Guardian (periódico
británico).
Las novelas comerciales son consideradas aptas para entretener y vender
muchas copias. Se dividen en varios géneros, incluyendo ciencia ficción,
suspenso, fantasía, romance, o ficción histórica, entre otros. Muchas novelas de
estos géneros siguen fórmulas predecibles y están escritas en distintos
volúmenes.
Hay mucho en común entre las novelas literarias y las comerciales. Muchos
escritores de ciencia ficción, fantasía, suspenso y otros crean sus novelas de la
misma manera en que lo hacen los escritores de novelas que son generalmente

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literarias. Que una novela venda muchos ejemplares no implica que no sea una
obra de arte.
Cualquiera que sea el género en el que decidas enfocarte, debes leer la mayor
cantidad de novelas dentro de ese género, si es que no lo has hecho ya. Esto te
dará una mejor idea de la tradición en la que estarás trabajando y cómo puedes
agregar o desafiar esa tradición.
Parte de hacer una investigación (ve más abajo para obtener más información)
implica leer otras novelas de tu género o tradición. Por ejemplo, si vas a escribir
una novela ambientada en la Segunda Guerra Mundial contada desde el punto de
vista francés, lee otras novelas sobre ese tema. ¿Qué diferenciará a tu novela del
resto?

3. Piensa en el escenario. Una vez que hayas decidido el género (o géneros) dentro del
cuál te moverás, comienza a pensar en un escenario para tu novela. Esto va más allá de
la ciudad en la cual tus personajes residan. Debes pensar en un universo entero para
ubicar tu historia. Este escenario determinará el ánimo y el tono de tu novela, y afectará
a tus personajes por los problemas que tendrán que enfrentar. Piensa en estas
preguntas para determinar los parámetros del nuevo mundo que vas a crear:
¿Estará basada ligeramente en lugares que te resultan familiares en la vida real?
¿Estará ubicada en el presente o en algún otro momento histórico?
¿Tomará lugar en la Tierra o en algún lugar imaginario?
¿Estará centrada en una ciudad, un vecindario o expandida a varias locaciones?
¿Tomará lugar durante un mes, un año o décadas?
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¿Estará ese mundo cubierto por sombras o inspirará a otros con optimismo?

4. Crea un protagonista y otros personajes. El protagonista de tu novela debe cobrar vida


con una personalidad fácilmente reconocible y con una forma de pensar propia. Los
protagonistas no necesariamente deben ser agradables, pero su historia debe ser
contada de tal manera que los lectores se interesen. Uno de los placeres de leer ficción
es "meterse" en la piel del personaje, viviendo en sus zapatos.
Tu protagonista y otros personajes no deben ser agradables, pero sí tienen que ser
interesantes. Como Humbert Humbert en Lolita, el personaje puede ser
despreciable, mientras sea fascinante.
Tu novela no tiene que tener solo un protagonista. Puedes tener varios personajes
que atraigan a los lectores, y puedes jugar un poco contando la historia desde
distintos puntos de vista.
Tu mundo debe estar poblado de otros personajes. Piensa con quién va a
interactuar tu protagonista, sirviendo ya sea como amigos o enemigos.
No tienes que saber exactamente quién estará en tu novela desde antes de
comenzar. Mientras escribas, puedes encontrar que tu verdadero protagonista es
en realidad uno de los personajes menores que has creado, o puedes encontrar
nuevos personajes progresando desde lugares de los cuales no esperabas.
Muchos novelistas describen pensar en sus personajes como si fueran personas
reales, preguntándose qué harían los personajes en ciertas situaciones y haciendo
lo mejor posible para mantenerse "fieles" a ellos. Tus personajes deben estar tan
bien desarrollados en tu mente que se sienta natural ayudarlos a navegar a través
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de tu mundo ficticio.

5. Visualiza la trama. La mayoría de las novelas, sin importar el género, tienen algún tipo
de conflicto. La tensión se construye hasta el momento en que alcanza un clímax y
luego se resuelve de alguna manera. Esto no significa que las novelas tengan siempre
finales felices. Consiste más en aportar motivaciones para las acciones del personaje y
crear un vehículo de cambio a través de tu trabajo de ficción.
No hay una fórmula establecida para la trama de una novela perfecta. Pese a que
un enfoque tradicional es tener acción creciente (construyendo los detalles y la
tensión de la historia), un conflicto (la crisis principal de la historia), y una
resolución (el desenlace final de la crisis), esta no es la única manera de hacerlo.
Puedes empezar con un conflicto central y trabajar hacia atrás para mostrar por
qué es importante. Por ejemplo, una chica puede estar regresando a casa tras el
funeral de su padre, y el lector puede no saber por qué esto llevará a un conflicto
mayor más adelante.
Tu novela tampoco tiene que "resolver" el conflicto de una manera organizada.
Está bien si dejas algunos cabos sueltos.
Tu novela tampoco tiene que ser lineal. Puede empezar en el presente y puede
saltar una y otra vez entre el pasado y el presente, o puede empezar en el pasado y
dar un salto 20 años hacia el futuro. Haz lo que mejor funcione para contar tu
historia. Para un ejemplo de una novela no lineal, lee Rayuela de Julio Cortázar.
Lee algunas de tus novelas favoritas y sigue el arco de la historia. Analiza cómo
está organizada la novela. Esto puede ser más interesante si la novela no es lineal.
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6. Decide un punto de vista. Las novelas por lo general están escritas en tercera o primera
persona, pero también pueden ser escritas en segunda persona, o en una combinación
de múltiples perspectivas. La primera persona es la voz propia que cuenta la historia
desde el punto de vista de un personaje; la segunda persona, menos común, se dirige al
lector como "tú" y le cuenta al lector exactamente lo que él o ella están haciendo, y la
tercera persona describe un personaje o un grupo de personajes desde una perspectiva
externa.
No tienes que decidir en un punto de vista de la novela antes de escribir la primera
frase. De hecho, puedes escribir el primer capítulo o incluso todo el borrador de la
novela antes de tener mayor claridad de si sería mejor en primera o tercera
persona.
No hay una regla inamovible acerca de cuál punto de vista funciona mejor para un
tipo de novela específica. Pero si escribes una novela con una amplia variedad de
personajes, la tercera persona te puede ayudar a manejar todos los personajes
que la conforman.

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7. Considera empezar de cero. Pese a que es estupendo empezar con un género, trama,
personajes, y un escenario en mente, si quieres escribir una novela, no deberías estar
muy empantanado con todos estos detalles en el principio. Puedes inspirarte con algo
muy simple: un momento histórico, una parte de una conversación que escuches en el
supermercado o una historia que tu abuela alguna vez contó. Esto puede ser suficiente
para que empieces a escribir y a crear algo a partir de tus conocimientos.
Si estás muy ansioso de tener todos los detalles resueltos antes de escribir tu
borrador, podrías sofocar tu propia creatividad.

Parte 2
Haz un esquema de tu novela

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1. Considera hacer un boceto. Cada novelista tiene un método diferente de comenzar una
novela. Crear un boceto puede ser una buena manera de concretar tus ideas y te dará
pequeñas metas a alcanzar para que trabajes en vistas a una meta mayor como lo es
escribir un libro entero. Pero si escribes desde la mitad y no tienes todos los detalles (o
ninguno), entonces solo debes inspirarte y escribir lo que sientas que está bien hasta
que te aferres a algo que realmente te atraiga.
Tu boceto no necesariamente debe ser lineal. Puedes hacer un esbozo del arco de
cada personaje, una especie de diagrama de Venn, mostrando cómo se
relacionarán las diferentes historias de tus personajes.
Una vez que hayas hecho tu boceto, no te atengas a él con rigor. El punto es
simplemente utilizarlo como el puntapié inicial para comenzar a escribir con la
representación visual de hacia dónde va tu historia. Con seguridad cambiará
cuando comiences el proceso de escritura.
Algunas veces, un esquema puede ayudar más después de haber completado uno
o dos borradores de tu novela. Esto puede ayudar a tener un mejor sentido de
cómo está estructurada tu novela y te puede ayudar a ver qué encaja y qué no.

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2. Encuentra una rutina que funcione para ti. Para completar tu primer borrador, tendrás
que encontrar un tiempo y un lugar que sea propicio y te conduzca hacia tus metas de
escritura. Puedes escribir a la misma hora todas las mañanas o tardes, escribir en
espacios de tiempo intercalados durante el día, o escribir durante muchas horas tres
días a la semana. Cualquiera que sea tu rutina, no puedes escribir solo cuando estés
inspirado. Esto es un mito. Tendrás que tratar tu escritura como un trabajo real y seguir
una rutina regular, ya sea que te sientas con ganas o no.
Crea un espacio que te ayude a entrar en una rutina para escribir. Encuentra un
lugar acogedor donde te puedas relajar y no tengas distracciones. Agarra una
buena silla que no te de dolores de espalda después de horas y horas de estar
sentado escribiendo. No vas a escribir un libro en una hora; toma meses, así que
protege tu espalda.
Tu rutina también puede incluir lo que necesites tomar y comer durante tu tiempo
para escribir. ¿Te ayuda el café a mantenerte más despierto y alerta, o muy
inquieto y menos productivo? ¿Te energiza un desayuno grande, o te deja
sintiéndote pesado?

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3. Investiga. La cantidad de investigación que tendrás que hacer dependerá de la novela
que escribas. La investigación que harías si escribes ficción histórica establecida
durante la Guerra de Secesión, por ejemplo, será mayor a la investigación que harías si
vas a escribir una novela para adultos jóvenes, inspirada en tus experiencias en la
secundaria.
Utiliza la biblioteca. Podrás encontrar la mayor parte de la información que
necesitas en la biblioteca de tu ciudad, y las bibliotecas también son lugares
excelentes para escribir.
Entrevista varias personas. Si no estás seguro acerca del tema sobre el que vas a
hablar o no sientes que suena auténtico, encuentra a alguien que tenga
conocimiento de primera mano sobre el mismo y pregúntale todo lo que
necesites.
Investigar también puede influir en el alcance y contenido de tu novela. A medida
que lees acerca del periodo de tiempo o tema del que vas a escribir, puedes
encontrar detalles que sean completamente fascinantes y que pueden cambiar la
dirección de tu novela en su totalidad.

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4. Escribe un primer borrador. Cuando te sientas listo, siéntate y empieza a escribir un
primer borrador de tu novela. No te preocupes de que el lenguaje quede perfecto, nadie
más aparte de ti lo leerá. Escribe sin juzgarte. El primer borrador de la novela no tiene
que ser espectacular, solo tienes que hacerlo. No te contengas. Las partes menos
pulidas de la novela pueden resultar ser las más irresistibles en el futuro.
Determina un momento de cada día para escribir. Es necesario comprender lo que
estás emprendiendo. Muchos escritores maravillosos nunca son valorados en su
verdadera medida porque sus escritorios están llenos de novelas sin completar.
Fíjate pequeñas metas para mantenerte motivado: terminar un capítulo, unas
pocas páginas, o una determinada cantidad de palabras cada tantos días.
También puedes poner metas a largo plazo. Digamos que estás enfocado en
terminar el primer borrador de la novela en un año, o incluso en seis meses. Elige
una "fecha final" y apégate a ella.

Parte 3
Revisando la novela

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1. Escribe la cantidad de borradores que sean necesarios. Puedes tener suerte y solo
tener que escribir tres borradores hasta lograrlo. O quizás tengas que escribir 20
borradores antes de que sientas que la novela se está lista. Lo importante es bajar la
velocidad lo suficiente para poder descifrar cuándo tu trabajo esté finalizado y listo para
compartirlo con otros. Si lo compartes muy pronto, tu creatividad se ahogará. Una vez
que hayas escrito suficientes borradores de tu novela y te sientas listo para avanzar,
puedes pasar a la etapa de la edición.
Cuando le preguntaron cuál era la parte más difícil de escribir "Adiós a las armas"
(después de reescribirla treinta y nueve veces), Ernest Hemingway respondió
"Utilizar las palabras correctas".
Después de que hayas escrito tu primer borrador, tómate un descanso de tu
novela por algunas semanas, o incluso algunos meses, e intenta sentarte y leerla
como si fueras uno de tus lectores. ¿Qué partes necesitan ser explicadas mejor?
¿Qué partes son muy largas y aburridas?
Una regla de oro es que si te encuentras saltando grandes partes de tu novela, tus
lectores también lo harán. ¿Cómo puedes hacer tu novela más atractiva para ellos
al quitar o revisar algunas partes pesadas?
En cada borrador nuevo, o revisión, puedes enfocarte en direccionar uno o
múltiples aspectos de la novela. Por ejemplo, puedes escribir un borrador
completo enfocándote en hacer al narrador más interesante para los lectores, otro
borrador que sea más específico en desarrollar el escenario de los eventos, y un
tercer borrador que dé cuerpo al romance central de la novela.

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Repite este proceso una y otra vez hasta que tengas un borrador del que estés
orgulloso de mostrar a otras personas. Pueden pasar meses o años antes de que
tu novela llegue a este punto; ten paciencia.

2. Practica la autoedición. Cuando tu primer borrador esté terminado, ahí comienza el


trabajo real. Es hora de quitar lo que no vale la pena, reescribir capítulos enteros y pulir
tu lenguaje. No hay necesidad de editar cada frase después del primer borrador. De
todos modos, la mayoría de las palabras cambiarán para el momento en que hayas
completado un borrador sólido.
Comienza por imprimir tu borrador y leerlo desde el comienzo hasta el final. Toma
notas de lo que piensas que debes cambiar.
No te aferres a tu escritura. Puedes sentirte aferrado a determinado párrafo que es
el que impide que la historia avance. Desafíate a tomar la decisión correcta.
Siempre podrás encontrarle otro lugar a ese párrafo.

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3. Muéstrale tu trabajo a otras personas. Comienza mostrándole tu trabajo a alguien en
quien confías, para que puedas acostumbrarte a la sensación de que otros lean tu
trabajo. Dado que no siempre es fácil conseguir una opinión honesta de gente que te
quiere, ya que podrían no ser del todo sinceros con la intención de protegerte, considera
alguna de estas opciones:
Únete a un taller de escritura. Las universidades locales y los centros de escritura
son grandes lugares para encontrar talleres de escritura. Revisarás el trabajo de
otras personas y recibirás comentarios sobre lo tuyo también.
Crea un grupo de escritura. Si conoces otras personas en la misma situación que
tú, arregla encontrarte con ellos una vez al mes para compartir el progreso
realizado y pedir consejos.
Toma los consejos con un grano de sal. Si alguien te dice que un capítulo no está
bien, trata de obtener una segunda opinión antes de decidir quitarlo de tu
manuscrito.
Si de verdad estás comprometido a terminar tu novela, considera aplicar para un
Máster o un Máster en Bellas Artes en escritura creativa. Estos programas ofrecen
un ambiente de apoyo atractivo para compartir tu trabajo con otros. Además,
pueden ayudar a motivarte al establecer plazos para completar tu trabajo.

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4. Considera publicar tu novela. Muchos novelistas principiantes ven su novela como una
experiencia de aprendizaje que los puede ayudar a escribir ficción en el futuro; sin
embargo, si te sientes muy seguro de tu novela y quieres intentar llevarla a un editor,
entonces hay varios caminos que puedes tomar. Puedes elegir publicar con una casa
editorial tradicional, un editor o casa editorial en línea, o auto publicar tu libro.
Si tomas la ruta tradicional, te ayudará encontrar un agente literario que intente
vender tu libro a diferentes editores. Puedes visitar varias páginas de Internet para
encontrar uno (www.writersmarket.com es un buen ejemplo). Se te pedirá
presentar una carta y una sinopsis de tu manuscrito.
Las compañías de auto-publicación varían en calidad. Antes de elegir una,
pregunta por algunas muestras para que puedas ver la calidad de su papel e
impresión.
Si no quieres tomar el camino de la publicación, no hay problema. Felicítate por un
trabajo bien hecho y sigue adelante hacia tu próximo proyecto creativo.

Consejos
Es mejor escribir para ti mismo y no tener público, que escribir para el público y no estar
a gusto. Escribe tu historia como quieras. Hay mercado para todos los géneros y
siempre habrá un espacio para tu historia si está bien escrita y es interesante.
Ten siempre a mano un diccionario de sinónimos mientras escribes.
Evita usar demasiados clichés o frases que se escuchan todo el tiempo en el día a día.
Tienen su lugar pero abusar de ellas es aburrido y para nada creativo.
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Solamente porque amas tu historia no significa que otros lo harán. Ten un mínimo de 3
o 4 amigos en los que puedas creer y confiar antes de enviarla a un editor. Recuerda
registrar los derechos de propiedad intelectual de tu trabajo incluso si no está
terminado.
También recuerda hacer que los personajes tengan opiniones diferentes y similares a
las tuyas, y lo mismo va con sus rasgos de su personalidad.
Si estás estancado y no puedes seguir con tu historia, imagina que uno de tus
personajes está detrás tuyo diciéndote lo que ellos harían en esa situación.
Invierte un poco de tiempo (o mucho), cuando escribas y cuando no, en escuchar música
(específicamente, canciones que emitan una emoción en particular, una sensación, o te
hagan recordar una historia corta). Busca en tu colección actual de CD, casetes, vinilos,
MP3 y también explora otros géneros y estados de ánimo. Haz un compilado de
canciones que puedan encajar con tu novela o historia, algo así como la banda sonora
de una película. Esto te puede dar ideas para agregar emoción a algunas partes de tu
borrador que sientas son un poco blandas o que les falta transmitir alguna emoción. O
puedes tratar de escribir una escena o capítulo basado en lo que sientes a partir de la
canción que estés escuchando.
Escribe acerca de cualquier cosa que desees o fantasees (interpreta esto de cualquier
manera que quieras). Si eres un fan de la ciencia ficción, probablemente no te divertirás
escribiendo ficción histórica.
Lee muchos libros (especialmente aquellos que sean similares en género o relevantes al
tuyo de cualquier manera); antes, durante, y después de escribir tu novela. Esto te
ayudará de muchas maneras.
Para abrirte camino a través de un episodio de "bloqueo del escritor", lee muchos libros,
mira muchas películas o televisión, échale un vistazo a las revistas, viaja, sal a comer, sal
con tus amigos a un bar o a una cena, vete de fiesta, explora la ciudad. Nunca sabrás en
qué momento volverá la inspiración.
Escribe una página al día sin importar qué tan creativo te sientas.
Si tiendes a dejar las cosas para después, intenta unirte a NaNoWriMo: escribe 50 000
palabras en un mes para completar tu novela. Los escritores suelen trabajar mejor
cuando hay un plazo que cumplir. Más motivación.
No esperes a que la inspiración te llegue. Escribir es como la digestión: no habrá un
producto de salida si no hay materia prima de entrada. Por ejemplo, ¿sabes cuando
tienes una idea que llega de la nada, mientras estás haciendo algo totalmente irrelevante
a tu idea? Ahí es cuando observas algo, dejas que se deslice a tu subconsciente donde
es procesado, y en algún momento, regresa a tu conciencia. En algunas instancias,
estos son los mejores recursos para ideas. Su espontaneidad realmente te puede
ayudar a desarrollar una rica ironía o emocionantes giros y vueltas en tu historia.
Si tienes problemas desarrollando un personaje para que sea realista, intenta esto:
llévalo contigo a donde quiera que vayas. La próxima vez que vayas al trabajo, al
supermercado, al centro comercial, o simplemente a la calle, imagina qué harían en tu
posición o situación. Toma nota de lo que harían igual o distinto a ti.
Empieza un diario y lee más, esto mejorará tus habilidades. Recuerda que si quieres
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cambiar algo, simplemente cámbialo. Tu novela puede evolucionar de una guerra en el
Medio Oriente a un simple problema de secundaria. Esto suele suceder. Puedes estar
empezando apenas o en la mitad del libro. Así que asegúrate de pensar bien las cosas
antes de escribirlas.
Hay muchas aplicaciones de "bloc de notas" (Google Keep, Astrid Tasks) para tu
teléfono inteligente (smartphone), iPod o tableta que pueden ser increíblemente útiles
para documentar ideas donde quiera que estés. Algunos dispositivos incluso traen
procesadores de palabras que te permiten escribir sobre la marcha.
Algunas veces un personaje perfecto lo tiene todo, excepto un buen nombre. Invierte en
un libro de nombres de bebés que da el significado de los nombres, y mantenlo contigo
mientras escribas. También hay algunos sitios en Internet que generan nombres. Como
alternativa, puedes intentar usar un traductor en línea que traduzca una palabra en
español (digamos, "guerrero") a otro idioma y usa esa palabra como nombre (si encaja
en la historia en general). Incluso puedes mezclar y contrastar palabras de distintos
lenguajes.
Sabrás después de un tiempo si la historia que has escrito realmente ha cautivado tu
atención e imaginación. Si no sientes esto de inmediato, sigue desarrollando ideas y
tratando. Algunas veces, escuchar música ayuda en los momentos en que estás
escribiendo. Las canciones "correctas" te darán ideas en diferentes escenarios y
capítulos de cómo se sentirán tus personajes acerca de sus aventuras, u otros
personajes alrededor de ellos.

Referencias
National Novel Writing Month
How to Write a Damn Good Novel y How to Write a Damn Good Novel II por James N.
Frey
What If? por Pamela Painter y Anne Bernays
How to Write Best Selling Fiction por Dean Koontz
Writing Down the Bones por Natalie Goldberg
The Power of Myth por Joseph Campbell
How I Write por Janet Evanovich

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