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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS


MAESTRÍA EN SOCIOLOGÍA
ENSAYO ACADÉMICO
JUAN CARLOS MOJICA CARDOZO
NOVIEMBRE 13 DE 2015

CREATIVIDAD Y DESARROLLO
Ensayo de problematización

Introducción

En lo que sigue, a manera de ensayo académico, voy a plantear una conjunto de


preguntas que permitan dimensionar la naturaleza, pertinencia y magnitud del
siguiente problema de investigación: Si se caracteriza a los colombianos como
personas creativas, emprendedoras y apasionadas, entonces, ¿de qué manera se
pueden aprovechar esos recursos de creatividad para construir una alternativa
teórica al modelo tradicional de desarrollo? La batería de preguntas que generará
este ejercicio servirá para delimitar el campo de investigación sobre el cual construir
un proyecto que indague sobre la viabilidad empírica de una teoría del desarrollo
social centrada en la creatividad.

Las reservas de creatividad

La pregunta señala en primer lugar hacia la creencia general de que los


colombianos contamos con una inmensa reserva de creatividad, que somos
recursivos y prácticos a la hora de solucionar problemas y enfrentar dificultades, y
que ponemos el corazón en cada cosa que hacemos (García M., 1994). Este
supuesto es el hilo de Ariadna para rastrear una opción al modelo tradicional de
desarrollo: en efecto, si el colombiano es creativo, emprendedor y apasionado,
características fundamentales de la cultura de la creatividad, entonces la sociedad
civil en Colombia está en una situación privilegiada para movilizar esas fuerzas de
la creatividad social y asumir el reto de construir una nueva sociedad, democrática,
sí, pero segura de lograr una paz duradera (Yunnus, 2007). Si se quiere re-inventar
a Colombia, el modelo que parte de los recursos de creatividad como foco del
desarrollo puede tener hoy la oportunidad de plantear una verdadera alternativa de
cambio social en esta tierra cansada de tanta violencia (AAVV, 2002).

Los demonios de la sangre

En segundo lugar, para visibilizar la pertinencia del problema desde una perspectiva
del asombro marcada con más preguntas, cuestionaré algunas de las propiedades
del concepto de desarrollo que han sido dominantes en la historia de la República.
Inmersas en sus propios intereses, las elites colombianas han dirigido este país con
la creencia errónea de que el Estado está al servicio de los intereses prioritarios de
la porción de sociedad económicamente activa. Aceptado sin oposición, el
argumento de que son las fuerzas productivas del país las que movilizan el
desarrollo ha facilitado mantener los privilegios de las clases pudientes de la nación
y ha construido una imagen perversa de la política. Sí, son ellas las que crean
empleo, generan riqueza, transforman la marcha del país; Sí, son quienes
contribuyen en mayor medida a los ingresos fiscales del Estado; Sí, facilitan el
comercio de productos, tecnologías, recursos y demás bienes importados que
modernizan al país. Sí, son quienes han divulgado los valores de una sociedad del
emprendimiento y el trabajo duro como paradigma del buen vivir. En síntesis, son
las élites las que han construido un país democrático en medio de 200 años de
historia llenos de reclamos, violencia, insurrección y luchas civiles intestinas.

Pero ¿quiénes son los que no se adaptan, los que además de apasionados,
emprendedores y creativos son violentos, inconformes, y están dispuestos a perder
la vida por razones incomprensibles? ¿Por qué esos violentos no ven las bondades
del régimen político dominante que busca el beneficio de toda la sociedad partiendo
de la productividad económica como eje del desarrollo y de la democracia
representativa como modelo del acuerdo político constitucional? ¿Cuáles son las
exigencias de una minoría alzada en armas que quiere reintegrarse en unas
condiciones de cambio y justicia social? ¿Qué tienen en común estos grupos
violentos minoritarios con aquellos otros que a lo largo de 200 años de historia
republicana han cuestionado la hegemonía de las élites productivas de este rico
país latinoamericano? ¿Qué dimensión de la hegemonía republicana de 200 años
de historia democrática es la que pone en evidencia este sentimiento de rabia,
violencia, insurrección y muerte?

Las banderas de la paz

Pero si han sido constantes los intentos de cambio político e insurrección a lo largo
de 200 años de historia constitucional, entonces, ¿qué ha pasado con los demás
sectores de la población que se han habituado a vivir bajo condiciones de miedo,
inseguridad y violencia? ¿Qué lugar ocupan hoy en los intereses del Estado los
desposeídos, sin tierra, sin hogar, sin trabajo, sin condiciones mínimas de
existencia? La pobreza en sus diversas dimensiones ¿qué atención recibe del
Estado y qué tan efectiva resulta? En su discurso de aceptación del premio Nobel
de la Paz en el año 2006, Muhamad Yunus creador del Banco Grameen afirmó: “La
frustración, hostilidad y furia que genera la miseria imposibilitan una paz sostenible
en cualquier sociedad”. ¿Qué se hace en Colombia para asegurar el bienestar de la
mayoría de la población que vive en condiciones de pobreza? ¿Cómo asegurar una
paz duradera si las condiciones generadoras de pobreza siguen reproduciéndose
en el Estado, la economía y en las diversas formas de trabajo asalariado que ha
creado una sociedad ensimismada, centralista y discriminatoria? (Marquez 1994).
“Para lograr una paz estable debemos encontrar maneras de suministrarle a la
gente la oportunidad de vivir una vida decente” concluye Yunnus (2006, p. 5),
recordando que sin esos mínimos de existencia la paz sigue siendo una quimera.

La Constitución pluralista

Ahora bien, si la sociedad colombiana en su conjunto se concibe a sí misma como


constructora de un Estado social de derecho que reconoce la urgencia de atender
la desigualdad social y reducir la discriminación ampliando el universo de derechos
incluso a aquellos “indeseables”; si la Constitución Política de 1991 declara el poder
soberano del pueblo y el imperio de la ley en una sociedad pluralista, diversa,
multicultural, pluriétnica, entonces ¿cómo hacer para que esos principios se
transformen en fuentes del desarrollo humano, del ejercicio y protección de los
derechos sociales, económicos y culturales, en la forma jurídica de la ciudadanía
democrática? La legitimidad del Estado social de derecho no se queda en la letra
de la Constitución, encarna en la vida de sus ciudadanos.

De esta manera, las élites cedieron y desmontaron las barreras reaccionarias que,
entre reforma y reforma a la Constitución de 1986, configuraron un modelo
autoritario de democracia. El viento fresco que derrumbó el modelo vertical y
excluyente de comunidad política abrió las puertas a una sociedad más amplia, que
reconocía la diversidad de creencias religiosas, de doctrinas morales e ideas del
bien. Habilitó al poder público para reconocer y escuchar la voz del pueblo cuando
sus derechos constitucionales no eran respetados en términos de educación, salud,
trabajo y vivienda digna. Puso al frente la necesidad de tender canales de
comunicación entre el Estado y sus ciudadanos, y viceversa. Instruyó al poder
judicial para mantener bajo control los desmanes de la corrupción y reducirla a
costos mínimos. Creó la ilusión de un Estado donde el pluralismo moral era la regla,
y los principios de justicia se aplican a todos sin distingos. Si esto es así, entonces,
¿por qué las dos primeras décadas del siglo XXI fueron las más violentas de la
historia reciente de Colombia? Los intentos de cambio social en Colombia han ido
siempre de la mano de la violencia más radical y esquizofrénica.

Los polos productivos del desarrollo

Si desde el siglo XIX la empresa colombiana ha sido receptora de múltiples


tecnologías provenientes de países industrializados, entonces, ¿de qué manera el
sector productivo en Colombia ha impulsado el desarrollo de tecnologías propias a
partir de las transferencias realizadas?
Si durante 200 años de República Colombia se ha beneficiado de la transferencia
tecnológica de los países industrializados, entonces, ¿qué puede hacer el país para
generar sus propias tecnologías?

Ante las oportunidades de acceso y cobertura que ofrecen las tecnologías de la


comunicación y la información ¿de qué manera puede la universidad pública en
Colombia proyectarse hacia un futuro de innovación tecnológica y de creación de
conocimiento científico?

La pregunta se abre con otras preguntas

Si creativamente en otras partes del mundo se han desarrollado alternativas a la


visión unidimensional que caracteriza a la economía de mercado de maximizar las
ganancias, entonces ¿qué opciones de negocio orientadas a maximizar los
beneficios sociales se han experimentado en Colombia?

- Si existen alternativas tecnológicas para generación de energías limpias que son


amables en términos ambientales, entonces ¿por qué el Estado sigue apoyando los
modelos de generación de energía basados en el uso de recursos fósiles (carbón y
petróleo) y en la concentración de fuentes de agua?

- Si la producción agrícola en Colombia es dependiente del uso de abonos,


fungicidas y herbicidas importados, de alto costo de adquisición y peligrosos para el
medio ambiente, entonces ¿qué alternativas al uso de estos químicos se han
desarrollado en los centros de investigación en el país?

- Sostener la tesis de que generar desarrollo social en un contexto de construcción


de la paz en Colombia, una de las líneas de trabajo fundamental.

- Un marco de interpretación para defender la idea de que para construir la paz en


Colombia se hace necesario incorporar a la estructura socio-económica actual un
plan de colonización de la zona del país que hasta la Constitución Política de 1991
se conoció como Territorios Nacionales.

- Sin ese proceso de colonización, se perdería la oportunidad ampliar la densidad


poblacional en estas regiones integrando a los grupos de amnistiados a la vida
pública, que es, a la vez, la oportunidad de abrir el país a una sociedad ampliada.

- Para finalizar, a manera de respuesta anticipada a la pregunta de investigación,


intentaré articular una hipótesis que deje ver la magnitud del problema y señale a la
distancia qué poder ponemos en nuestras manos si acertamos a integrar creatividad
y desarrollo como una alternativa teórica fuerte al modelo productivo dominante.

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