Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(Apreciación critica)
“No entendía por que las personas hablaban entre si. Me sentí como un
extraterrestre. No tenía más idea de cómo comunicarme con las personas, de la
que tendría un ser procedente de otro mundo” Sean Barron
Pero también debemos tomar en cuenta que cada uno es un mundo diferente y no
a todos les afectara de la misma forma o con la misma intensidad, lo que si sabemos
y podemos asegurar es que las personas con Síndrome de Asperger tienen
ilusiones, capacidades y muchas ganas de trabajar y de ayudar a los demás, así
como cualquier otra persona, son funcionales y tienen muchas ganas por aprender
y luchar, solo tenemos que aceptarlos, comprenderlos y darles la oportunidad.
Reconoce que somos igual de extraños el uno para el otro, y que mi forma de ser
no es simplemente una versión deteriorada de la tuya. Jim Sinclai
El síndrome de Asperger se encuadra dentro de los llamados “trastornos
generalizados del desarrollo” (TGD) y presenta una serie de alteraciones en el
desarrollo social y comunicativo, con problemas de conducta, intereses restringidos,
y grandes problemas para establecer relaciones, por esto genera prejuicios y
discriminación por la falta de conocimiento de la misma, y se estima que hay entre
1 y 5 casos cada 1.000 nacimientos. Y, según diversos estudios, tiene mayor
incidencia en niños que en niñas.
A pesar de que cada individuo con asperger es diferente, sus síntomas comunes
son, hablando en grandes rasgos, las dificultades en la interacción social, sobre
todo con las personas de su misma edad; alteraciones de los patrones de
comunicación no-verbal; intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y
comportamental; dificultades para la abstracción de conceptos, interpretación literal
del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, en la
interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios.
Los déficits sociales están presentes en aspectos del lenguaje, tales como
dificultades en el ritmo de conversación y frecuentemente alteración de la prosodia
(entonación, volumen, timbre de voz, etc). Asimismo, suelen ser disfuncionales los
patrones de contacto ocular, gestual, etc. En la mayoría de los casos existen
dificultades también en la coordinación motora.
Por lo que cabe mencionar que una adecuada identificación y atención temprana,
un buen ambiente familiar, una adecuada respuesta educativa, una alta capacidad
intelectual y de aprendizaje, son factores que predicen un mejor ajuste social,
personal y emocional en la vida adulta.
Cabe mencionar que las relaciones sociales son fundamentales para que estos
niños pueden desarrollar sus capacidades y su vida en comunidad. Los expertos
aconsejan que es muy positivo saludarles; entablar conversación con ellos con
frases claras y directas; ser pacientes por si no nos entienden a la primera y tolerar
las diferencias.
Una duda muy frecuente es la de su similitud con el autismo y ante eso podemos
decir que la severidad de los síntomas en el autismo es mucho mayor que en el
síndrome de Asperger y el niño posee a menudo poco o nada de lenguaje. Los
problemas en el aprendizaje son más comunes en el autismo clásico. En el
síndrome de Asperger siempre está presente el lenguaje formalmente correcto y la
inteligencia (capacidad cognoscitiva) es normal, e incluso en algún caso puede estar
sobre la media.
CONCLUSIONES: