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CONTIGENCIA

En lógica, la contingencia es el modo de ser de lo que no es necesario ni imposible,


sino que puede ser o no ser el caso. En general la contingencia se predica de los
estados de cosas, los hechos, los eventos o las proposiciones.

Existe un debate sobre si es aceptable hablar de entidades contingentes (o


entidades necesarias o imposibles), conocido como el debate en torno a las
modalidades de dicto (de la palabra) y de res (de la cosa).

La relación entre necesidad, posibilidad y contingencia es fácil de malentender.


Todo lo que es contingente es posible, pero no todo lo que es posible es contingente,
pues aquello que es necesario también es posible, pero no es contingente.

Por otra parte, no todo lo que no es necesario es contingente, pues lo que es


imposible no es ni necesario ni contingente.

En lógica modal, se dice que una fórmula es contingente cuando es verdadera en


al menos un mundo posible y falsa en otro.

En el ámbito del transporte, el término está asociado al número de licencias que se


pueden conceder para la realización de actividades de transporte.

HISTORIA DE LA CONTINGENCIA

Aristóteles oponía la contingencia a la necesidad, noción que fue recogida en la


Edad Media por Tomás de Aquino, para quien el ens contingens (el mundo, el ser
humano) se opone al ens necessarium (Dios).

El ser contingente es aquél que no es por sí, sino por otro si. Así pues, puede ser y
no ser, no es necesario que sea. Éste no es el caso de Dios, cuya existencia para
Tomás de Aquino es necesaria: Dios no puede no existir.

Posteriormente, Gottfried Leibniz se sirvió de la distinción entre contingencia y


necesidad para mostrar la diferencia entre verdades de hecho (referidas a asuntos
que pueden ser o no ser) y verdades de razón (que son necesarias).
De ahí que las proposiciones o enunciados contingentes puedan ser verdaderos o
puedan ser falsos. Un enunciado contingente no necesita ser verdadero ni necesita
ser falso. La negación de un enunciado contingente, no supone caer en
contradicción. En cambio, la negación de un enunciado necesario es contradictoria.

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