Está en la página 1de 17

5 hábitos improductivos que te están arruinando la vida

1. Permites que las distracciones te aparten de tus objetivos


Gracias a inventos como la televisión, las redes sociales, o Internet hoy en día somos menos productivos que en cualquier otra
época de la historia.
Es genial poder ver qué hace un amigo tuyo que está a 30.000 kilómetros de distancia de ti, o enterarte de las últimas noticias
casi antes de que sucedan.

Pero ¿te has planteado cuál es el porcentaje real de esas cosas que te aportan algo de valor? ¿De verdad merece la pena
dejar de lado algo importante sólo porque tu teléfono te dice que alguien ha colgado una nueva foto en Facebook?
Sólo porque alguien te llame, te mande un mensaje, o incluso llame a tu puerta no significa que debas abandonar lo que
haces en ese momento para atender esa distracción.
Puedes hacerlo cuando tengas un momento libre o te tomes un descanso; hay otro tipo de cosas más importantes para tu vida
que leer un chiste que alguien te acaba de manda

2. No te marcas objetivos para alcanzar lo que quieres


¿Qué es más fácil: tumbarte en la cama y soñar con hacerte rico, o realizar el viaje de tus sueños? ¿O levantarte y pasar a la
acción para conseguirlo? Sin duda lo primero es mucho más sencillo.
Pero ¿has conseguido alguna vez algo pensando o imaginándolo? NO. Porque para lograr algo no basta con desearlo: hay que
moverse.
Hasta que no conviertas ese deseo en un objetivo claro y específico, esa idea sólo estará presente en tu mente y no se hará
realidad.
No digas que quieres hacer el viaje de tu vida: di a qué sitio quieres ir, cuántos días quieres pasar allí, y programa una fecha
para comprar los billetes de avión que te llevarán hasta ese lugar.

3. ¡Eres demasiado flojo!


Qué bien se siente cuando tienes que hacer algo que no te apetece NADA en absoluto y tu mente de repente piensa
“bueno, dentro de una hora lo hago, aún tengo tiempo”.
Luego pasa esa hora, y te das cuenta de que ya es un poco tarde para seguir con tu tarea, y decides cenar y dejarlo para
mañana.
Y así pasan las horas, los días, sin conseguir terminar eso que empezaste hace una semana o un mes. Cuanto más tiempo
pase, más difícil se te va a hacer ponerte luego a trabajar en ello.
Una buena idea para motivarte aquí es pensar en el enorme alivio que sentirás cuando lo hayas finalizado. Eso te empujará a
poner tu voluntad para terminarlo cuanto antes.

4. Te quejas de todo y de todos


¿Quejarte de lo mal que están las cosas, de que el dólar sube o baja, de que te sientes solo o que no has conseguido lo que
querías te ha servido alguna vez de algo?
Probablemente no.

Las quejas no son más que excusas que te pones para no dar el paso y cambiar tu actitud o lo que te rodea; no mejorarán ni tus
finanzas, ni tu situación, ni tu vida.
En cambio hacer algo al respecto sí conseguirá que por fin ocurra ese cambio que llevas esperando.
5. Gastas demasiado
¿Todavía te preguntas por qué sigues siendo tan pobre, o por qué cada mes no tienes ni un centavo para pagar tus deudas?
Si gastas demasiado dinero en cosas que no necesitas (revistas, televisión por cable que apenas ves, o montones y montones de
ropa que nunca te pones) ahí está tu respuesta.
6. Lo dejas todo por otras personas
No me entiendas mal: sacar tiempo de vez en cuando para ayudar a otras personas, o estar ahí para tus amigos cuando te
necesitan es una cualidad que demuestra que eres una buena persona.
Pero dejarlo todo – sea importante para ti o no – cada vez que alguien te llama, o te pide un favor, sólo te está impidiendo vivir
tu vida.
Tú debes ser el dueño de tu tiempo, y no dejar que los demás te controlen. Y debes respetar y valorar las horas que tienes, y
aprovecharlas para conseguir algo bueno en tu vida, no sólo para mejorar las de los demás.

7. No escribes nada de lo que quieres conseguir


En los últimos años hay muchos estudios científicos que prueban que aquellas personas que escriben sus ideas o sus
objetivos en papel, tienen muchísimas más posibilidades de cumplirlosque las que no lo hacen.
¿Sabes por qué? Porque si a ti se te ocurre algo y no lo apuntas, lo más probable es que se te olvideporque los seres
humanos tenemos demasiadas cosas en la cabeza como para almacenarlas todas dentro.
Y por supuesto si no las recuerdas, no podrás hacer nada para cumplirlas.
Así que si todavía sigues siendo de los que tienen mil pensamientos pero nunca los apuntas, es hora de empezar tu propio
diario de ideas para escribirlas y que nunca se te olviden.
8. No tienes una rutina diaria
No es necesario que para cada día establezcas una rutina estricta en la que controles qué debes hacer a cada minuto.
Pero sí es buena idea que fijes unos horarios para las tareas más importantes del día, como una hora para despertarte, cuándo
comer, qué momento es el mejor para trabajar en tus proyectos…
Si sigues durmiéndote y levantándote cada día a una hora distinta, y no tienes programadas tus actividades, es muy poco
probable que logres llegar a los objetivos que te has marcado.
9. No tomas el suficiente tiempo para descansar
Tu cuerpo y tu mente son como una máquina: no puedes hacerlos trabajar durante todo el día sin que en algún momento uno
de los dos te diga “¡basta, no puedo más!”.
Por eso necesitan relajarse de vez en cuando, sin importar si esa pausa es grande o pequeña.
Cuando empieces a sentir que tus fuerzas se resienten, párate, respira hondo, y descansa unos minutos o haz algo distinto
para desconectar.
10. Hablas demasiado y preguntas muy poco
¿Cuánto has aprendido hablando demasiado solamente tú y no dejando a los demás que expresen sus ideas? Seguramente
muy poco.
Hacer preguntas, tener deseos de aprender, y descubrir lo que piensan los demás y sus puntos de vista te enseñarán
grandes cosas que, cuando no paras de hablar, te perderás.
11. Intentas ser perfecto
Ah, la perfección: sabes que no existe, pero aún así intentas llegar a ella como sea; tratas de que cada pequeño detalle sea
perfecto, malgastas tu tiempo en perfeccionar ciertas cosas cuando podrías estar haciendo otras más importantes…
Pero de lo que quizás no te des cuenta es de que eso sólo te supone más ansiedad y más ira para tu vida.
Cuando intentas que todo sea perfecto y no lo consigues, lo único que logras es frustrarte cada vez más y más, y llenar tu
mente con pensamientos negativos que no te llevarán a ninguna parte.
Por eso es el momento de parar ya ese perfeccionismo absurdo que intentas conseguir, y ser feliz aceptando que la vida tiene
también sus fallos y sus errores.
12. Evitas tomar decisiones
Ya sé que las decisiones difíciles son duras de tomar (por algo se llaman “decisiones difíciles”); pero si tú no las
tomas, alguien o algo lo hará por ti.
Y será mucho peor porque entonces tú no tendrás ningún control sobre esa decisión.
Elegir qué debes hacer en el momento adecuado es lo que te ayudará a seguir adelante y dar los pasos necesarios para
alcanzar las metas que te propongas.
Así que no tengas miedo, y enfréntate a tus decisiones cuando se te presenten con firmeza y seguridad en ti mismo.
13. No tienes ningún respeto por tu salud
Tu ambición, tus ganas de triunfar, o incluso querer ser feliz no te servirán de nada si estás agotadoo te encuentras mal.
La salud de tu cuerpo es fundamental para que tu mente esté bien, y tengas las fuerzas y la motivación necesarias para
afrontar los retos que se te presenten.
Si te duele el estómago, la cabeza, o no has dormido lo suficiente, lo más probable es que sólo te den ganas de tumbarte
para descansar, o no tengas la energía que necesitas para trabajar en lo que quieres.
Por eso debes acostumbrarte a comer comidas sanas, beber mucho agua, hacer algo de ejercicio a diario (caminar por ejemplo
durante 30 minutos, pasear en bicicleta) etc.

14. Empiezas muchas cosas pero no terminas nada


¿Cuántos proyectos o ideas que querías hacer has empezado? ¿Y cuántos de ellos has conseguido terminar?
Si cada vez que un obstáculo se cruza en tu camino, tú te rindes y abandonas, nunca lograrás alcanzar las metas que tanto
deseas.
Por eso debes sacar la fuerza que hay dentro de ti y tener voluntad para finalizar aquello que empiezas.
Cuando sientas que algo te aburre, que ya no quieres seguir adelante, o que no tienes fuerzas para continuar, mira atrás y
comprueba todo lo que ya has logrado hasta llegar ahí.
No merece la pena tirar a la basura todo el esfuerzo y el tiempo que has invertido hasta ese momento sólo porque un pequeño
contratiempo se cruce en tu camino.

15. No admites tus errores


Este hábito es quizás uno de los peores de toda la lista. Negar tus errores, o culpar a otros de ellos, sólo hará que tu vida no
mejore, y te impedirá llegar a los objetivos que quieras alcanzar.
Todos cometemos fallos porque somos humanos; a veces nuestros errores son más grandes, y otras no tienen tanta
importancia.
Pero de lo que debes darte cuenta es de que un fallo no es en sí algo negativo, sino que puede ser una estupenda lección para
aprender y hacerlo mejor la próxima vez.
Así que deja que tus errores te enseñen, tómalos como una oportunidad en vez de como un fracaso, y sigue adelante con
entusiasmo hasta llegar a donde deseas.
Hábitos improductivos: 1- Permitir distracciones

Todos estamos expuestos a distracciones, pero esto no significa que debamos centrar nuestra atención en ellas. Recibir una
llamada, un texto, una visita, no significa que debes dejar lo que estás haciendo en segundo plano, por el contrario, siempre puedes
encontrar tiempo para poder realizar todas las actividades que deseas.

Hábitos improductivos: 2- No establecer metas

Para lograr algo es necesario establecer determinadas metas que pretendas lograr en un determinado período de tiempo, porque
de lo contrario quedará simplemente en un vago pensamiento que posiblemente nunca llegue a concretarse.
Hábitos improductivos: 3- Plantear demasiados objetivos

Por otro lado, no es recomendable establecer demasiadas metas que no nos permitan enfocar todas nuestras energías en un único
objetivo. Ten presente que siempre es más importante la calidad que la cantidad.

Hábitos improductivos: 4- Pasar horas frente al televisor

Si te sientes más conectado con los personajes de la televisión que con tus amigos de la vida real, es momento de realizar algunos
cambios. Además, recuerda que todas estas horas que pasas delante del televisor las podrías aprovechar en una actividad más
productiva.

Hábitos improductivos: 5- No cumplir con las comidas

En ocasiones estamos tan atareados que olvidamos cumplir con todas las comidas, por lo que nuestro organismo no funciona
correctamente, generando que mucho antes de que finalice el día estemos agotados.

Hábitos improductivos: 6- Dejar todo por el resto

Siempre se debe estar dispuesto a dar una mano cuando alguien nos necesita, pero eso no significa que todo el tiempo debas
dejarlo todo por los demás. Ten presente que tu tiempo es sumamente valioso.

Hábitos improductivos: 7- No escribir nada

Escribir nos es sumamente útil para recordar todo aquello que debemos hacer; pero además eliminará el miedo a olvidarte de algo
importante, permitiendo que te concentres en la tarea que estás realizando en el momento.

Hábitos improductivos: 8- No tomar descansos

Está comprobado que tanto la mente como el cuerpo necesitan tiempo de descanso, aunque sea unos 10 o 15 minutos. Cuando te
comienzas a sentir inquieto o abrumado es importante que tomes unos minutos para despejar tu mente.

Hábitos improductivos: 9- Multitarea

Está comprobado que la multitarea puede afectar negativamente la productividad de los individuos, además, de que puede
generar altos niveles de estrés. Lo aconsejable es poner tu atención y ocuparte de una tarea a la vez.

Hábitos improductivos: 10- Intentar ser perfecto

Todos tenemos claro que la perfección no existe, pero aun así la seguimos persiguiendo de vez en cuando. No pierdas el tiempo en
esto, será mejor que te dediques a hacer tareas que sean relevantes.
Aquí va la lista de estrategias secretas:

Utiliza la Regla de los Dos Minutos. Esta regla CONOCIDA HACE DÉCADAS gracias a David Allen dice que si al planificar estás delante
de una acción que se pueda HACER EN MENOS DE 2 MINUTOS no la planifiques: HÁZLA. Si consigues hacer de esta regla un hábito
habrá muchas tareas que nunca pospondrás, las terminarás y ya dejarán de preocuparte subconscientemente.

Da ese pequeño primer paso. A veces tardamos en hacer pequeñas tareas porque subconscientemente tenemos un temor a
realizarlas. ¿La solución? Planifica trabajar en esa tarea/proyecto ÚNICAMENTE 5 MINUTOS. Verás como el miedo desaparece.
Recuerda que mientras estés EN ACCIÓN no puedes temer nada (miedo y acción son INCOMPATIBLES).

Adquiere rutinas lo antes posible. Convierte las tareas repetitivas en rutinas y terminarás haciéndolas SIN ESFUERZO. Las rutinas
son hábitos que haces de forma casi inconsciente y simplifican tu vida.

Toma esas decisiones. Muchas veces aplazas una tarea de manera inconsciente sólo porque no te paraste a pensar en ella. Dedica 2
minutos a aclarar qué significa esa tarea y QUÉ VAS A HACER (cuál será la siguiente acción a tomar).

Controla y haz seguimiento de tu tiempo. Anota en tu cuaderno personal las tareas que realizas cada día y cuanto tiempo has
dedicado a cada una. Al anotar tu tiempo creas un compromiso interno con respecto a cómo usas tu tiempo.

Aprende a decir no. Te apuesto lo que quieras a que muchas de las “tareas” que pospones son compromisos que HAN TERMINADO
EN TU AGENDA por no saber decir que no.

Gestiona tu energía, no tu tiempo. Es importante que trabajes MÁS en tus mejores momentos. Si estás agotado o de mal humor las
probabilidades de que seas poco productivo aumentan. Para ser más productivo descansa lo suficiente, controla tu alimentación,
haz ejercicio y medita regularmente (la app que personalmente utilizo es Mindfulness).

Utiliza la estrategia de Seinfeld. Jerry Seinfeld, actor y cómico, usa esta estrategia para no dejar de escribir chistes cada día. Si
tienes que hacer una tarea todos los días (como en mi caso es escribir 1 post), coge un calendario y marca con una X cada día que
lo haces. El objetivo es no romper la cadena de equis en el calendario.

Divide el trabajo en acciones pequeñas y concretas. Un proyecto grande y complejo puede abrumarte. Cuando lo divides en
pequeñas tareas consigues ver el camino y casi mágicamente la resistencia a enfrentarlo DISMINUYE. Como dijo alguien una vez:
¿Cómo te comerías a un elefante? Bocado a bocado. 😉

Establece 1 recompensa cada vez que termines una tarea que se te resiste. Motívate pensando en qué harás cuando termines esa
tarea. Tiene que ser algo que te apetezca, te relaje y no te suponga ningún esfuerzo. Debes definir HOY tus propios incentivos.

Hazlo divertido. Si se trata de una tarea aburrida, busca maneras de hacerla divertida. Puedes por ejemplo usar la estrategia
Seinfield, la técnica Pomodoro o recompensas por cada acción terminada.

Utiliza una lista diaria de tareas corta. Un lista diaria corta te dará sensación de control y te ayudará a estar más centrado en lo que
de verdad es importante que termines hoy. Personalmente cada día creo lo que llamo la lista de “5 acciones importantes a
terminar hoy” y la lista de “5 acciones importantes a terminar/planificar hoy”. La primera lista son cosas que sí o sí tengo que
terminar en el día, la segunda lista son otras acciones importantes que si puedo las termino hoy y si no las planifico para otro día
concreto.

Utiliza herramientas que te gusten y evita distracciones. No quieras hacerlo todo con una hoja de papel y un lápiz. Utilizar
herramientas prácticas y atractivas hará que tengas más ganas de ser más productivo. Personalmente utilizo la app Promodoro
para controlar períodos productivos de 25 minutos y la app Things para recopilar y planificar todas las tareas que tengo que
terminar en algún momento.

Define y revisa regularmente tus objetivos. Lo más importante a la hora de definir las tareas que vas a realizar es UNIRLAS con
alguno de tus objetivos. Primero, claro está, deberás definir tus objetivos para las categorías de “cuerpo”, “mente”, “espíritu”,
“finanzas” y “relaciones personales”. Personalmente defino estos objetivos semanalmente (en línea con objetivos a 1 año y 3
años).

¿Tienes alguna otra estrategia “SECRETA” que quiere


11 Técnicas para administrar el tiempo

Sin lugar a dudas para que las personas tengan éxito realmente en
la vida, hay que aprender a gestionar adecuadamente el tiempo.

Una cosa es cierta: las personas más efectivas y exitosas son expertos en la gestión del tiempo y tienen el mismo
número de horas en el día ¿cómo lo hacen?. La gestión del tiempo no tiene nada que ver con magia, ni ampliar el
tiempo para adaptarse a tus necesidades, sino de saber utilizarlo de manera más efectiva. Se trata de una auto-
gestión, en vez de tiempo de gestión.

Estos son algunos consejos sobre la utilización de su tiempo con eficacia:

1) Identificar lo que es realmente importante en tu vida y desarrollar tus actividades y objetivos en torno a estas
grandes tareas. Tener claros los valores fundamentales para que cuando tu tomes decisiones no te paralices.

2) Identificar cuáles son tus factores de pérdida de tiempo: ¿cuánto tiempo pasas viendo la televisión? ¿Cuántas
actividades puedes delegar a otros? ¿Vives tu en un ambiente desordenado que drena tu energía? ¿Qué
actividades puedes eliminar sin ninguna repercusión especialmente importante? ¿Cuánto tiempo pasas
preocupandote por cosas que no están dentro de tu círculo de influencia?

3) Eliminar la postergación. Simplemente lo dejas claro y simple. Identificar por qué estás postergando y desafiar
tus suposiciones. Si eres un perfeccionista ? Aprender a manejarlo. Haz una lista de tareas pendientes que son
imposibles de dejar pasar? - Recorta la lista. ¿Te sientes abrumado con algunas tareas de gran tamaño?

4) Utiliza un sistema de planificación tal como una lista de tareas diarias. Ten una lista de tareas pendientes, te
ayudará a concentrarte en las grandes actividades de la vida, especialmente si tienen prioridad.

5) Planea la tarea más difícil y hazla primero. Después no tendrás energia para desarrollarla, las menos difíciles
puedes hacerlas despues.
6) Centrarse en la tarea en cuestión. No hacer muchas cosas al mismo tiempo. Concentrate en una tarea en
particular, logra hacerla y luego sigue adelante. Sí eres capaz de realizar varias tareas, esta bien pero es mejor
concentrarse en una sola a la vez.

7) No hagas una actividad dos veces cuando esta está terminada. Sigue con la siguiente tarea pendiente.

8) Dar un plazo estricto a las reuniones o actividades. Asegúrate de que tu sales con ideas y deberés claros de la
reunión, de lo contrario, es sólo una pérdida de tiempo.

9) No caigas en tareas que no tienes la obligación de hacer o que no son beneficiosas para ti y tu desempeño.
Aprende a delegar con eficacia. Asegúrate de delegar en personas que tienen conocimientos, aptitudes y delega
una tarea completa. Ofrecer ayuda si es necesario.

10) Evitar distraerte con llamadas telefónicas o faxes o emails, o llamados de personas durante las actividades que
debes concentrarte en forma intensiva, a no ser que tengan que ver con el deber que estás haciendo. Da
instrucciones claras a tu secretaria de no ser interrumpido, por ejemplo.

11) Nunca dejes una situación en la que se requiere tomar una decisión importante o una acción específica. Tomar
una acción de inmediato te asegurará ahorrar tiempo en el futuro. Si postergas una decisión de una acción, está
vendrá de nuevo a ti y perderás más tiempo tratando de resolver las consecuencias.

También podría gustarte