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El universo Sihorff.

En una era del universo Sihorff, más allá de Andrómeda transcurría el tiempo con
segundos luz, cada segundo corresponde a un día en universo homo. El clima era
siempre espeso, lluvioso. Existen árboles kilométricos de hojas lilas tornasol y el
tronco esbelto cubierto de espinas denominados Lilium. Los señores y siervos de
Horff vivían a base del cultivo de estos árboles, los cuales al triturarlos y
condensarlos servían para dar energía a toda sustentabilidad de vida.

Entre sus costumbres se hallan la oración y fervor a la Dragonessa de Sihorff, su


templo es una especie de representación de ella misma: La cabeza de la
Dragonessa es color verde esmeralda con mirada profunda y comprensiva, su
vestido con forma cónica hacia abajo hecho de mithril, un metal muy resistente de
un verde profundo con más brillo que el mismo oro. Bajo el manto metalico cubre a
todos sus fieles. Cuenta con una enredadera de esmeraldas que impactan la
decoración. En sus manos sostiene un nicho con un Draconnus, como el nombre
lo anuncia es un dragón de la especie más sangrienta, mágica y espeluznante de
la casa guerrera y protectora de Andrómeda. El elemento central de los rituales de
los Horff es una roca con 5 cuarzos de colores que alumbran todo el interior del
templo, a los cuales ¡¡???

La vida era simple, solo obedecer una regla infalible: ¡Alto! No hables. Es el más
puro código que puede representar como civilización a los Horffianos. No pueden
comunicar su real pensar, al momento de tener una emoción intensa su tono de
piel se va mutando a diversos colores según su pulsión. Las criaturas Wgrol son
pequeños seres grisáceos con cuernos extraños que se encargan de aterrorizar a
aquellos Horffs que sean sorprendidos sintiendo “algo” y para finalmente ser
llevados a las cortes pulverizantes coloridas, debido a la misma sangre
transmutable que servía como compuesto perfecto del Lilium, la exportación
interplanetaria era el próximo paso de Gwinski, absoluto señor de las castas de
Horff.
Para ganarse la existencia de este universo bastaba con tomar las ciencias
básicas para todo buen Horffiano: Física cuántica los primeros 200 segundos luz,
teoría de los universos, astrología compuesta, bioquímica del Lilium, Química
industrializada y genética Horffiana, relaciones interestelares, aerodinámica
espacial, etc. por el tiempo restante de vida Horff que databa aprox. 2000
segundos luz. Extraían laureles tornasol de los Lilium, y tus tonos verdosos sin
emociones cada vez dejaban más opaca la visibilidad.

Leile Huff, hija de gran Horffiano: Turson Huff reconocido por su trabajo duro a sus
1500 segundos luz y su hermosa criatura que es un descontrol mortal para
cualquiera que le admirase. Le habían detectado un mal genético y su piel se
torna de todos los colores y son pocos los que gozan de poder dejar fluirlos.
Howieh Tucci, hijo de un humilde trabajador de la liga Huff. Cada mañana
admiraba a la especial Leile y parecía que se tornaba de rosado a rojo intenso,
demoraba detrás de un arbusto en lo que controlaba su emoción, ella no tenía
problema en aparentarlo.

Las duran espinas yacían sobre las manos de los Tucci, cansados cada jornada a
comer un poco de baba de caracol con carne de saltarín de rio, una especie de
pez con escamas azul profundas que sabían a moras tostadas. Esa noche Howieh
decidió dar un paseo nocturno y al cruzar la puerta noto que se encontraba Leile
de tono casi negro, denso, se encontraba en una tristeza muy profunda. Le
preguntó que tenía y confeso haberse molestado con su padre esa noche, el en su
afán de no verla triste comenzó a decirle lo importante y especial que era su
esencia para todo el universo de Horff, ante la dragonessa misma. Un horrible
Wgrol andaba merodeando, escuchando cada palabra… en espera de llevar al
pequeño a las fuentes sangrientas.

B.A.R.C.

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