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BALANCE DEL COLECTIVO CHILENO DEL CEAAL A LA ASAMBLEA INTERMEDIA

Noviembre 2018
La situación política en la Región:
Los movimientos sociales y políticos populares en Latinoamérica y El Caribe se encuentran
en una compleja situación de repliegue ante la ofensiva neoliberal dirigida por el
imperialismo norteamericano en alianza con las burguesías locales, con hegemonía
financiera, de la región. Después de la aplicación de diversas experiencias de gobiernos
populares y progresistas en los últimos tres lustros, cabe hacer la reflexión del porqué de
sus fracasos y debilitamiento, al punto de tener que explicar el fenómeno del surgimiento
actual de movimientos populistas y de corte fascista en diversos países, incluida la derrota
del PT y la reciente elección de Bolsonaro en Brasil. Consideramos que, por sí mismos, los
métodos utilizados por la reacción imperialista y sus aliados nacionales, no pueden
responder a la identificación de las causas de los severos retrocesos del campo popular
regional: los llamados golpes institucionales, impeachment y otras formas de bloqueos a
las democracias, sólo se pudieron imponer en la medida de los errores de los gobiernos
populares; como la tolerancia a la corrupción; el nepotismo; el personalismo de algunos y;
sobre todo la falta de proyectos de real transformación social y económica, que les
llevaron a mantener las bases intactas del poder de las burguesías locales y relaciones
explotativas de éstas con los trabajadores, perdiendo creciente credibilidad con los
sectores sociales que les respaldaron.
De este modo, consecuentemente, cabe preguntarse autocríticamente desde el
movimiento popular y como red de organizaciones sociales:
¿En qué medida influyeron las políticas desestabilizadoras del imperio en los gobiernos de
la región?
¿Cuál o cuáles son las bases sociales a las que efectivamente interpretaron y a cuáles no
las propuestas de los gobiernos populares?
¿Porqué no se avanzó en transformaciones a la estructura productiva y extractivista de los
respectivos países?
¿Cuáles han sido los obstáculos al efectivo avance en políticas de integración regional?
¿Cuál es la cuota de responsabilidad y que rol se le asignó a la Educación Popular en estos
procesos emancipadores?
La situación política en Chile: El derecho a la Educación y la Educación popular en Chile.

El campo de la educación popular en Chile se redujo abrumadoramente recuperada la


Democracia, a principios de los “90, a la par de la baja del movimiento popular, en una
deliberada maniobra de los sectores políticos hegemónicos que lideraron la transición.
El nuevo paradigma educacional, mantuvo en su base la concepción de bien de consumo
establecida al momento de su privatización en dictadura, aunque siguió los designios del
nuevo Estado que asumió la función de administrar el modelo neoliberal, incorporando
tímidas reformas económicas tendientes a generar un crecimiento económico con mejor
distribución y, en lo social una política subsidiaria que focalizó su atención en los sectores
sociales más vulnerables. En lo político, se mantuvo la base de la Constitución impuesta en
por Pinochet, ampliando sí libertades políticas y de convivencia, y aplicando justicia en la
medida de lo posible a las violaciones de derechos humanos.
Con todo, hoy tenemos un Chile económicamente casi tan desigual como lo era en
dictadura, con una alta concentración de la riqueza en algunos grupos y con grandes
sectores sociales marginados que han acumulado importantes niveles de frustración por
el incumplimiento de las expectativas que se pusieron en la Democracia.
El mercantilismo, el consumismo y la práctica individualista se instalaron como discursos
hegemónicos del modelo, siendo esporádicamente cuestionados por movilizaciones
ciudadanas, por ejemplo, el derecho a la educación (como la de estudiantes secundarios
en 2006 y universitarios el 2011), donde la fragmentación social y política del mundo
popular no permitieron generar niveles sostenibles de lucha que permitiesen siquiera
imaginar el debilitamiento del modelo.
Con el fracaso provocado de la escuela pública en Chile, nuestros grandes desafíos como
educadores populares,están puestos en su recuperación como espacio de rescate de lo
público y lo inclusivo, en favor del fortalecimiento del sujeto colectivo.
Situación actual y Rol del CEAAL:

Esta Asamblea Intermedia nos encuentra en un escenario político muy distinto al vivido
hace dos años en la Asamblea de Guadalajara. Las premisas políticas de entonces deben
ser revisadas autocríticamente, desde la perspectiva de los sectores populares y sus
intereses, a la luz de los severos cambios en la correlación de fuerzas acontecido en la
región.
Se precisa en particular redefinir conceptos acerca de nuestra identidad de educadores
populares, el carácter de nuestra organización y el sentido que daremos a nuestras luchas
en este periodo. En consecuencia, así como debemos reflexionar críticamente de los
cambios políticos sucedidos, debemos hacer las respectivas autocríticas de nuestras
posiciones y de nuestras prácticas. Para esto, podemos plantearnos las siguientes
preguntas:
¿Cuánto conocimos y nos identificaron las propuestas y programas de los gobiernos
populares de la región?
¿Cuáles fueron nuestras luchas y resistencias en sintonía con las de los movimientos
sociales de estos países?
¿Cómo incorporaron estos gobiernos la Educación Popular en sus estrategias de cambio y
desarrollo?
¿Fuimos suficientemente críticos como educadores populares de las desviaciones
democráticas y de las prácticas corruptas en estos gobiernos?

En el plano de nuestras definiciones como CEAAL asumimos la importancia de


definirse como expresión de los sectores populares, en tanto representación del sujeto de
cambio en abierta oposición al modelo neoliberal impuesto en toda región. Sin embargo,
la definición de constituirnos en movimiento social dista lejos de nuestra actual realidad,
donde la fragilidad y limitada incidencia de nuestras organizaciones nos impelen a mejorar
con urgencia nuestras capacidades, coordinaciones, alianzas estratégicas y sobre todo las
propuestas político -pedagógicas.
Como educadores populares debemos avanzar en generar mayores y más
profundos espacios de debate y reflexión para la construcción crítica y creativa que nos
permita romper con los viejos paradigmas que distorsionan la visión para reconocer a los
oprimidos en los escenarios del siglo XXI.
Nuestra posición debe dar férrea lucha a las malas prácticas políticas,
especialmente aquellas que se den en los movimientos sociales y los ámbitos de influencia
o de representación de éstos, como organizaciones sociales, partidos políticos y
gobiernos. La manipulación de las conciencias debe ser una práctica resistida y la ética
debe ser situada como el eje de la construcción de la política.
De igual modo, consideramos importante retomar las lecturas clásicas de la
Educación Popular para la recuperación de conceptos y sentidos originales aplicables en
nuestras praxis pedagógicas, como la dialogicidad o la figura del aprendiz que nos
enseñara Paulo Freire, pero con debido reconocimiento del aporte e influencia de nuevos
autores y la diversidad de experiencias surgidas en nuestros países y en el mundo. En
particular, debemos luchar con aquellos enfoques y prácticas que han depedagogizado a
la Educación Popular en nuestro continente.

Colectivo Chileno CEAAL, Noviembre de 2018.

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