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11120
DERECHO CONSTITUCIONAL
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS
Serie A: FUENTES, b) textos y estudios legislativos, núm. 81
Jorge CARPIZO
Jorge MADRAZO
DERECHO CONSTITUCIONAL
MÉxico, 1991
Primera edición: 1991
ISBN 968-36-2274-7
INDICE
ADVERTENCIA
L LA CONSTITUCIÓN DE MÉxico 7
1. Su "constitucionRlización" 47
2. Su reglamentación. . 49
•
3. Su realidad . 51
1. Fuentes 57
2. Características. 58
3. Supuestos matices parlamentarios. 58
•
114 ÍNDICE
1. El ejecutivo unipersonal 65
2. Requisitos de elegibilidad 66
3. Principio de no reelección. 67
4. Periodo presidencial 68
5. Sustitución presidencial 69
6. Secretarías de Estado y departamentos administrativos. 70
7. Facultades del presidente de la República . . 71
1. El sistema bicamaral 77
2. Integración de las cámaras . 78
3. Requisitos para ser diputado y para ser senador. 80
4. Suplencia 81
5. Periodos de sesiones 82
6. Quorum de asistencia y de votación . 83
7. Irresponsabilidad e inmunidad. ...... 84
8. Clasificación de las facultades de las Cámaras desde el pun-
to de vista de la forma de su actuación y de la naturaleza
de sus actos 85
9. La ley y el decreto 85
10. El procedimiento legislativo . .. 86
11. Facultades del Congreso de la Unión. 87
12. Facultades exclusivas de la Cámara de Diputados. 89
13. Facultades exclusivas de la Cámara de Senadores. 89
14. La Comisión Permanente 92
ÍNDICE 115
BIBLIOGRAFÍA . 110
Derecho Constitucional, editado por el
Instituto de Investigaciones Jurídicas de
la UNAM, se terminó de imprimir en
los talleres de IMPRESOS CIIÁVEZ, S. A.
DE C. V. el día 18 de diciembre de
1991. La edición consta de 2 000
ejemplares.
ADVERTENCIA
I. LA CONSTITUCIÓN DE MÉxico 7
ADVERTENCIA
I. LA CONSTITUCIÓN DE MÉXICO
Junto con estas fuentes del derecho constitucional mexicano, hay que
tener presente también el método del derecho comparado que los mexi-
canos hemos utilizado abundantemente y con provecho. Especialmente
han inspirado instituciones político-constitucionales en nuestro país las
de España, Estados Unidos de Norteamérica y Francia. En los últimos
años hemos tratado de conocer más y mejor la evolución constitucional
de América Latina, y el sistema representativo mexicano configurado
en 1977 fue influido por el que existe en la República Federal de Ale-
mania. Hemos adaptado a las peculiares circunstancias y a la realidad
de México una serie de instituciones, con lo cual éstas han perdido su
"pureza", pero se han arraigado en nuestro sistema constitucional por
dar respuesta a necesidades concretas, y porque han auxiliado en la con-
secución del objetivo de mejorar nuestra organización jurídico-político-
constitucional.
2. La Constitución mexicana: algunos criterios clasificadores
es natural, ya que cada país tiene sus propios problemas y sus propias
necesidades.
2. La soberanía
3. La división de poderes
4. El sistema representativo
5. El régimen federal
petencias entre los dos órdenes que la propia Constitución, norma su-
prema, crea y que le están subordinados: el de la federación y el de las
entidades federativas. La nota característica del Estado federal, que
acepta el artículo 41, es la descentralización política.
El artículo 115 dice "Los Estados adoptarán, para su régimen inte-
rior, la forma de gobierno republicano, representativo, popular, teniendo
como base de su división territorial y de su organización política y
administrativa el municipio libre".
Si comparamos las decisiones fundamentales que se expresan en el
artículo 40 con las mencionadas en el encabezado del artículo 115, vemos
que son las mismas, lo que configura a México como un tipo de Estado
federal.
Luego, de acuerdo con los preceptos citados, el Estado federal mexi-
cano sustenta los siguientes principios:
a) Las entidades federativas son instancia decisoria suprema dentro
de su competencia (artículo 40).
b) Entre la federación y las entidades federativas existe coincidencia
de decisiones fundamentales (artículos 40 y 115).
e) Las entidades federativas se dan libremente su propia Constitución
en la que organizan su estructura de gobierno, pero sin contravenir
el pacto federal inscrito en la Constitución general, que es la unidad
del Estado federal (artículo 41).
d) Existe una clara y diáfana división de competencia entre la
federación y las entidades federativas: todo aquello que no esté expre-
samente atribuido a la federación es competencia de las entidades fede-
rativas (artículo 124).
Así, como ya asentamos, la regla para la distribución de competencias
en el Estado federal mexicano sigue el principio norteamericano, sólo
que nosotros la hemos hecho rígida por medio de la palabra "ex-
presamente".
Algunas características de esta división de competencias son: a) Exis-
ten las facultades implícitas, pero no han tenido mayor desarrollo; la
federación ha adquirido nuevas facultades a través de reformas constitu-
cionales; b) Dentro del texto constitucional se encuentran facultades que
pueden examinarse tal y como lo realizó Bryce, facultades atribuidas a
la federación, atribuidas a las entidades federativas, prohibidas a la fede-
ración, prohibidas a las entidades federativas; c) Existen facultades
coincidentes que son aquellas que tanto la federación como las entida-
des federativas pueden realizar; ejemplo de ellas son: la educación y el
establecimiento de instituciones especiales para el tratamiento de meno-
DERECHO CONSTITUCIONAL 37
1965 1966
Entidades Millones de pesos Millones de pesos
Federación $ 173,879,078,000.00
Distrito y territorios federales $ 9,289,930,000.00
29 entidades federativas $ 8,898,264,641.00
6. La justicia constitucional
Este principio básico representa uno de los problemas más serios con
que ha tenido que lidiar México, aunque parece ser que en los últimos
años ha ido perdiendo su gravedad debido en parte a que no se aplican
varios de los principios del artículo 130 constitucional.
Durante la colonia española, la Iglesia católica tuvo un marcado poder
político que, a partir de la independencia en 1821, acrecentó al desco-
nocer que el gobierno mexicano pudiera sustituir al monarca español
en el patronato eclesiástico, medio a través del cual el rey español nom-
braba a los obispos y: "proveía beneficios eclesiásticos y gozaba de otros
privilegios lucrativos y pecunarios sobre las rentas eclesiásticas"; además,
la Iglesia católica era la principal propietaria en el país, y sus bienes
se convertían en bienes de manos muertas.
No podemos exponer ahora la historia de las relaciones entre el Estado
y la Iglesia en México, por tanto, sólo haremos resaltar como ejemplos
algunos episodios: durante la intervención norteamericana en 1847, la
Iglesia se dedicó a tratar de derrocar al gobierno; el papa Pío IX decla-
ró sin valor a la Constitución de 1857, y el clero mexicano costeó la
rebelión contra dicha Constitución; la Iglesia católica apoyó la interven-
ción francesa que impuso el imperio de Maximiliano de Habsburgo;
DERECHO CONSTITUCIONAL 47
1. Su "constitucionalización"
1. Su "constitucionalización" . . .. 47
2. Su reglamentación. . . . 49
3. Su realidad . 51
1. Fuentes 57
2. Características 58
3. Supuestos matices parlamentarios. 58
• ▪
1. El ejecutivo unipersonal 65
2. Requisitos de elegibilidad 66
3. Principio de no reelección 67
4. Periodo presidencial 68
5. Sustitución presidencial 69
6. Secretarías de Estado y departamentos administrativos. 70
7. Facultades del presidente de la República . . 71
1. El sistema bicamaral 77
2. Integración de las cámaras 78
3. Requisitos para ser diputado y para ser senador. 80
4. Suplencia 81
5. Periodos de sesiones . ...... 82
6. Quorum de asistencia y de votación 83
7. Irresponsabilidad e inmunidad 84
8. Clasificación de las facultades de las Cámaras desde el pun-
to de vista de la forma de su actuación y de la naturaleza
de sus actos 85
9. La ley y el decreto 85
10. El procedimiento legislativo 86
11. Facultades del Congreso de la Unión. . . 87
12. Facultades exclusivas de la Cámara de Diputados. 89
13. Facultades exclusivas de la Cámara de Senadores. 89
14. La Comisión Permanente 92
DERECHO CONSTITUCIONAL 47
1. Su "constitucionalización"
mente para tratar los asuntos políticos del país". Así, resulta claro que
nuestra carta magna sí previó la posibilidad de la existencia de partidos
políticos, aunque, siguiendo la tendencia constitucional entonces impe-
rante, no se refirió expresamente a ellos.
En el año de 1963, el vocablo "partido político", se introduce en la
Constitución como consecuencia de la implantación del sistema de dipu-
tados de partido a que hemos hecho alusión. También en 1963 se refor-
mó el artículo 63, a fin de señalar responsabilidad a los "partidos polí-
ticos" que, habiendo postulado candidatos en una elección para diputados
o senadores, acuerden que no se presenten a ocupar el cargo sus miem-
bros que resulten electos.
En diciembre de 1977, simultáneamente con las reformas que modifi-
caron el sistema representativo, se "constitucionalizó" a los partidos
políticos, agregándole cinco párrafos al artículo 41 constitucional.
El párrafo segundo de este artículo, y primero que se ocupa de los par-
tidos políticos, quedó redactado en la forma siguiente: "Los partidos
políticos son entidades de interés público; la ley determinará las formas
específicas de su intervención en el proceso electoral".
La categoría de entidades de interés público otorgada a los partidos,
los equipara a los sindicatos y a los ejidos; es decir, el Estado adquiere
la obligación de garantizarles las condiciones para su desarrollo, así
como la de propiciar y suministrar los elementos mínimos para su acción,
asegurándoles vida y concurrencia dentro del proceso político del país.
Dicha expresión no tendría mayor significado y sería sólo una más, si
no se la hubiera relacionado con el derecho al uso de los medios de co-
municación masiva, y el aseguramiento de los elementos necesarios para
poder subsistir.
En el tercero párrafo del artículo 41 al definir a los partidos políticos,
se expresa:
2. Su reglamentación
3. Su realidad
VOTACIÓN GENERAL
MAYORIA RELATIVA
REPRESENTACIÓN PROPORCIONAL
1982 1985
PM 69.3 64.8
PAN 17.5 15.6
PDM 2.3 2.7
PARM 1.4 1.6
PPS 1.9 2.0
PST 1.8 2.5
PSUM 4.4 3.2
PRT 1.3 1.3
PMT 1.6
Otros 0.1 4.7
PRI 50.74%
PAN 16.81%
PARM, PPS, PFCRN, PMS 31.06%
PDM 1.00%
PRT 0.39%
1. Fuentes
2. Características
Las notas características del sistema presidencial puro son las si-
guientes:
a) El presidente de la República es a la vez jefe de Estado y jefe de
gobierno.
b) El presidente de la República es electo por el pueblo.
c) El presidente de la República nombra y remueve libremente a sus
secretarios de Estado.
d) El presidente y sus secretarios de Estado no son políticamente res-
ponsables ante el Congreso.
e) El presidente y sus secretarios no pueden ser al mismo tiempo
miembros del Congreso.
f) El presidente puede pertenecer a un partido político distinto al
de la mayoría del Congreso.
g) El presidente no puede disolver al Congreso, pues de lo contrario
estaría dando un golpe de Estado; si el Congreso diera un voto de cen-
sura al presidente, esto no lo obliga a renunciar.
Todas estas características las reúne el sistema presidencial mexicano,
por lo que es válido clasificarlo como puro.
cutivo, esto no es así, pues para ello sería necesario que se establecieran
las consecuencias del análisis realizado por el senado.
D. De acuerdo con la fracción XXX del artículo 73 constitucional,
el Congreso de la Unión está facultado para expedir todas las leyes, que
sean necesarias con objeto de hacer efectivas las facultades expresas con-
cedidas al propio Congreso de la Unión, en las 29 fracciones anteriores
consignadas en dicho artículo y en otras disposiciones constitucionales.
A la facultad consignada en la fracción XXX se le conoce con el nom-
bre de "implícita" y no constituye una nueva y distinta facultad, sino
que se trata de una facultad subordinada a una expresa. La facultad
implícita puede tener, aunque en México no acontece así, una enorme
importancia, pues a través de ella el Congreso podría dictar leyes para
hacer efectivas facultades constitucionales, en tal forma que se limitaran
o restringieran las facultades del poder ejecutivo.
E. El artículo 88 constitucional establece que el presidente de la Re-
pública no puede ausentarse del territorio nacional sin permiso del Con-
greso de la Unión o de la Comisión Permanente. Llegado el caso, esta
facultad podría ser un arma muy importante del Congreso contra el po-
der ejecutivo, en la hipótesis de que el presidente hubiese aceptado ir a
un cierto país y el Congreso no le diera el permiso.
F. La fracción V del artículo 74 constitucional faculta a la Cámara
de Diputados para conocer de las acusaciones hechas a los funcionarios
públicos de que habla la Constitución por la comisión de delitos oficia-
les, y, en su caso, formular acusación ante la Cámara de Senadores, así
como para desaforar a dichos funcionarios cuando son acusados por la
comisión de delitos del orden común. El presidente de la República, du-
rante su encargo, puede ser acusado por traición a la patria y por delitos
graves del orden común. Tratándose del titular del poder ejecutivo, aun
cuando el delito cometido fuese grave del orden común, la Cámara de
Diputados deberá acusarlo ante el senado como si se tratara de un delito
oficial. Así, llegado el caso, el Congreso de la Unión tendría la posibi-
lidad de destituir al presidente de la República.
Por su parte, las principales funciones del control que tiene el poder
ejecutivo sobre el legislativo son las siguientes:
A. El artículo 72, inciso b), de la Constitución, faculta al presidente
de la República para hacer observaciones a los proyectos de ley que le
envíe el Congreso, disfrutando de un plazo de diez días hábiles para
ejercer esta atribución. A esta facultad se le conoce con el nombre de
veto. Vetado un proyecto de ley, éste tiene que regresar al Congreso
para ser discutido nuevamente; para superar el veto es necesario un
64 JORGE CARPIZO Y JORGE MADRAZO
V. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO
DEL PODER EJECUTIVO
1. El ejecutivo unipersonal
tivo no forman parte de dicho poder, por lo que sólo pueden ser consi-
derados como colaboradores del presidente.
2. Requisitos de elegibilidad
3. Principio de no reelección
4. Periodo presidencial
A. Derivadas de la Constitución
Desde la promulgación de la original Constitución de 1917 a la fecha,
el ejecutivo federal ha ganado importantes facultades y, en cambio, real-
mente sólo ha perdido dos a este nivel. La primera fue la de convocar
por sí mismo al Congreso de la Unión para celebrar sesiones extraordi-
narias debiéndolo hacer, a partir de 1923, por intermediación de la Co-
misión Permanente.
La segunda consistió en la afortunada supresión de la facultad para
solicitar la destitución de autoridades judiciales por haber observado
"una mala conducta". Tal atribución que desapareció del texto constitu-
cional en 1982 significaba un serio obstáculo en el propósito de forta-
lecer la independencia del poder judicial.
72 JORGE CARPIZO Y JORGE MADRAZO
b) Facultades legislativas
d) Nombramientos
A. De la Cámara de Diputados
B. La Cámara de Senadores
4. Suplencia
5. Periodos de sesiones
7. Irresponsabilidad e inmunidad
apartado B, fracción IV; 74, fracción IV, párrafo sexto; 76, fracción V;
84 y 85.
La mayoría de las facultades de la Comisión Permanente se orientan
a sustituir al Congreso o a alguna de las Cámaras durante los periodos
de receso; pero ninguna de ellas es de naturaleza legislativa, sino más
bien de carácter burocrático. Algunas otras facultades de la Comisión
Permanente se dirigen a preparar el siguiente periodo ordinario de sesio-
nes del Congreso. La única facultad autónoma de la Comisión Perma-
nente consiste en convocar al Congreso o alguna de las Cámaras a se-
siones extraordinarias.
Alguna importancia podrían tener las facultades establecidas en los
artículos 29, 76, fracción V, 84 y 85, sin embargo, la Comisión Permanen-
te se encuentra muy limitada en este sentido. De acuerdo con el artículo
29, la Comisión Permanente tiene la facultad de aprobar la suspensión de
garantías solicitada por el ejecutivo, pero no puede concederle facultades
extraordinarias para legislar durante la emergencia. De acuerdo con el
artículo 76, fracción V, la Comisión Permanente puede hacer el nombra-
miento de gobernador provisional en caso de que hayan desaparecido los
poderes en una entidad federativa pero, lo que no puede hacer es decla-
rar cuando hayan desaparecido todos los poderes constitucionales de un
Estado, que es llegado el caso de nombrarle un gobernador provisional.
De acuerdo con los artículos 84 y 85, la Comisión Permanente puede
nombrar un presidente provisional en caso de falta del titular; pero, in-
mediatamente, debe convocar al Congreso a sesiones extraordinarias para
que designe al presidente interino o sustituto, según el caso.
En razón de la naturaleza y límites de las facultades de la Comisión
Permanente, ésta no puede ser considerada como un órgano que ejerza
un verdadero control sobre la actividad del ejecutivo, limitándose su im-
portancia a no retardar el despacho de asuntos burocráticos hasta el si-
guiente periodo ordinario de sesiones del Congreso. Si algún asunto emer-
gente o importante se presentara durante el periodo de receso, siempre
existe la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias. Una parte
de la doctrina mexicana ha insistido en que la Comisión Permanente debe
desaparecer de nuestro sistema.
VII. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DEL PODER JUDICIAL. . 94
BIBLIOGRAFÍA . 110
94 JORGE CARPIZO Y JORGE MADRAZO
Las garantías judiciales son los instrumentos que la ley consagra a efecto
de conseguir la independencia, imparcialidad y eficacia en la actividad de
los órganos jurisdiccionales, y que, por tanto, se traducen también en
garantías para los justiciables. Fix-Zamudio señala que dichas garantías
son las siguientes: la designación de los jueces, la estabilidad en sus fun-
ciones, dignidad de la profesión judicial, independencia económica, eje-
cución de los fallos y auxilio para el cumplimiento de sus decisiones. A
continuación se analizan las más importantes.
A) Designación
B) inamovilidad
sería de seis años, lapso que coincidía con el periodo presidencial y que,
por tanto, permitió al titular del ejecutivo nombrar a la totalidad de los
ministros, menoscabando con ello la independencia del poder judicial.
En 1944 el principio de inamovilidad fue restablecido.
Muchas críticas se han enderezado en contra de la inamovilidad de los
ministros de la Suprema Corte, principalmente por el riesgo que implica
que un funcionario impreparado o corrupto ocupe el cargo vitaliciamen-
te; la única solución para ello es que se tenga gran cuidado y acierto en
el momento de hacer la designación.
Por lo que se refiere a los magistrados de circuito y jueces de distrito,
son nombrados por la Suprema Corte de Justicia para un periodo de seis
años; pero si al cabo de dicho periodo son ratificados o promovidos, al-
canzarán por este hecho la inamovilidad.
C) Remuneración
ser regulada por las constituciones y leyes electorales que, para ello, han
establecido el sistema de representación proporcional.
d) En las legislaturas locales, los representantes propietarios no po-
drán reelegirse para el periodo inmediato ni con ese carácter ni con el
de suplentes. Los suplentes que no hubieran estado en ejercicio pueden
ser electos para el periodo inmediato con el carácter de propietarios.
Las constituciones locales, por lo general, han copiado y adaptado a
los regímenes interiores, una serie de instituciones establecidas en la
Constitución federal, tales como la suplencia de los legisladores, la Co-
misión o Diputación Permanente y la Contaduría Mayor de Hacienda,
entre otras.
Las constituciones locales establecen uno o dos periodos ordinarios
de sesiones de las legislaturas y la posibilidad de celebrar extraordina-
rias, teniendo facultades para convocarlas la diputación permanente o
el gobernador del Estado.
Respecto al poder judicial, la fracción III del artículo 116 de la Cons-
titución federal, como ya dijimos, no contiene bases de organización, es
regulado por las constituciones y leyes orgánicas locales en forma des-
igual. Sólo coinciden las constituciones de los estados, en señalar que el
órgano judicial máximo es un tribunal superior de justicia que funciona
en pleno o en salas y cuya composición es de lo más variado. En cuanto
a los demás tribunales y juzgados su organización es muy diversa; algu-
nos se componen de jueces de primera instancia, jurados, jueces menores
y jueces de paz; otros los designan como jueces letrados locales, jueces
legos locales y jueces auxiliares y, otros más, establecen jueces munici-
pales, jurados populares, jueces de letras y alcaides judiciales, etcétera.
expedir las leyes que prescriban la manera de probar dichos actos, re-
gistros y procedimientos y fijar sus limitaciones y alcances, de acuerdo
con las bases señaladas en el propio artículo 121.
Las prohibiciones a las entidades federativas están previstas en los
artículos 117 y 118 y son absolutas (que en ningún caso pueden ejer-
cerse), y relativas (que pueden ejercerse con consentimiento del Con-
greso de la Unión).
Las prohibiciones absolutas las enumera el artículo 117 y son las si-
guientes:
6. El municipio
muy breves referencias de él, fue bastante para que los estados estable-
cieran en sus regímenes interiores la institución municipal. Por su parte,
las constituciones centralistas de 1836 y 1843 regularon el municipio con
mucha mayor precisión, pero lo "sometieron a la rigidez de las institu-
ciones centralistas, les redujeron sus atribuciones y les negaron auténtico
sustento democrático".
El gobierno del general Díaz hizo desaparecer al municipio al crear
divisiones más amplias llamadas partidos, distritos y prefecturas a cuya
cabeza figuraba un jefe político dependiente del gobernador y del go-
bierno central y a quien se encomendó la preservación de la tranquilidad
y paz interior de las poblaciones, sin importar los medios para lograrlo.
La impopularidad de los jefes políticos, ganada a pulso por su crueldad
y despotismo, propició que se desplegara la bandera de la autonomía mu-
nicipal por el movimiento político social de 1910. La autonomía muni-
cipal fue incluida como principio básico en los planes de San Luis y de
Guadalupe. El 26 de diciembre de 1914, Carranza expidió el decreto
número 8, para reformar el artículo 109 de la Constitución de 1857, y
es conocido como Ley del Municipio Libre. Las bases de esta ley fueron
llevadas al proyecto de Constitución presentado por Carrania al Congre-
so Constituyente de 1916-1917; la idea del municipio libre era una de
las pocas innovaciones verdaderamente importantes que contenía dicho
proyecto. El proyecto de Carranza establecía que los estados tendrían
como base de su división territorial y de su organi7ación política al mu-
nicipio libre, que sería administrado por ayuntamientos de elección di-
recta y sin que hubiera autoridades intermedias entre el ayuntamiento y
el gobernador del Estado.
El problema central que se discutió en el Congreso Constituyente fue
el relativo a la autonomía financiera del municipio, sobre lo cual el pro-
yecto de Carranza no contenía regla alguna.
Al respecto, se presentaron varios dictámenes; el primero, proponía que
los municipios recaudaran tanto los impuestos municipales como los es-
tatales y que la legislatura señalara la contribución del municipio a los
gastos estatales; se nombrarían inspectores para la vigilancia de la con-
tabilidad municipal y establecía que en caso de conflicto hacendario entre
los municipios y los estados resolvería la Suprema Corte de Justicia. Los
diputados Machorro Narváez y Arturo Méndez presentaron un proyecto
que establecía la determinación constitucional de los ingresos municipa-
les y la regla de que en caso de conflicto entre el gobernador del Estado
y el municipio, resolvería la legislatura local y si el conflicto del muni-
DERECHO CONSTITUCIONAL 107
eipio fuese con ésta, resolvería el Tribunal Superior de Justicia del
Estado.
Desafortunadamente la atinada propuesta de Madhorro Narváez y Mén-
dez no fue adoptada por los constituyentes quienes, ya cansados por tan
prolongadas discusiones, apremiados por el tiempo y preocupados por
discutir la cuestión agraria, acabaron por aprobar una propuesta del
diputado Gerzayn Ugarte, redactada en los siguientes términos: "Los mu-
nicipios administrarán libremente su hacienda, la cual se formará de las
contribuciones que señalen las legislaturas de los estados y que, en todo
caso, serán las suficientes para atender a las necesidades municipales".
Con esta propuesta, que fue llevada a la fracción II del artículo 115,
se daba al traste con la autonomía económica del municipio. En otra
grave omisión incurrió el Congreso Constituyente al no incorporar en la
Constitución ninguna regla que permitiera saber cómo y quién resolvería
los conflictos suscitados entre el municipio y el gobernador y la legis-
latura local.
A partir de las sustanciales reformas que este artículo ha sufrido desde
1983, muy particularmente, y 1987, las bases constitucionales para la
organización municipal son las siguientes:
a) Los municipios están investidos de personalidad jurídica y maneja-
rán su hacienda conforme a la ley.
Lo anterior implica que el municipio tiene plena capacidad para ad-
quirir bienes y derechos, asumir obligaciones y contar con un patrimonio
propio. La legislación local establece las condiciones para que una pobla-
ción sea erigida en municipio.
b) El municipio libre constituye la base de la división territorial de los
estados de la federación y de su organización política y administrativa.
En realidad, el municipio no es la base de la división territorial de los
estados, sino son circunscripciones territoriales más amplias denominadas
distritos y utilizados con fines fiscales y electorales. "Lo que el precepto
quiso instituir a través de una fórmula imprecisa, fue la libertad del mu-
nicipio y al mismo tiempo sus vínculos de coordinación con el Estado".
c) Los municipios administrarán libremente su hacienda, la que se
formará de los rendimientos de los bienes que les pertenezcan, así como
de las contribuciones y otros ingresos que las legislaturas establezcan en
su favor y, en todo caso: contribuciones en los rubros que se señalan so-
bre la propiedad inmobiliaria; participaciones federales e ingresos deriva-
dos de la prestación de servicios públicos a su cargo.
La indeterminación de las fuentes impositivas que corresponden al
municipio habían dejado la autonomía y libertad municipal, hasta antes
108 JORGE CARPIZO Y JORGE MADRAZO
BIBLIOGRAFÍA
A. Obras generales
B. Manuales y tratados