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DERECHO PROCESAL PENAL

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES Y POITICAS – UNNE.

TRABAJO PARCIAL FINAL

Puntos a desarrollar: Sobreseimiento. Concepto. Clases. Valor. Forma. Efectos.


Recursos. Semejanzas y diferencias con la sentencia absolutoria. Sobreseimiento
de la etapa instuctoria. Causales. Ejemplos de las distintas causales. ¿Qué órgano
jurisdiccional concede el sobreseimiento?

Primeramente, para comenzar, se puede decir que éste instituto penal está
regulado en el Título V, arts. 334-338 del Código Procesal Penal Nacional, y en el
Libro Segundo, Titulo II, Cap. IV, arts. 334-340 del Código Procesal Penal de
Corrientes, y tiene por consecuencia cerrar definitiva e irrevocablemente el proceso
con relación al imputado a cuyo favor se dicta.
Por consiguiente, en la oportunidad señalada para evaluar los resultados de
la investigación a los fines de la acusación, o en cualquier momento de aquélla que
evidencie que el imputado no podrá ser condenado por el delito que se le atribuye,
corresponde el dictado del sobreseimiento. Éste es definido como la decisión
jurisdiccional que cierra el proceso en forma definitiva e irrevocable a favor del
imputado, por no tener fundamento o haberse extinguido la pretensión penal que se
hacía valer. En tal caso la acusación no podrá formularse y el proceso deberá
cerrarse.
En cuanto a las clases de sobreseimiento, según existan varios imputados
de un mismo delito o varias imputaciones a una misma persona, el sobreseimiento
podrá ser total (a todas las personas, o por todos los delitos) o parcial (sólo a
algunos de los coimputados del mismo delito; o por algunos delitos de los varios
atribuidos a la misma persona). La distinción tiene importancia porque los efectos
beneficiosos del sobreseimiento sólo alcanzan a quien fue sobreseído y sólo por la
imputación a la que el sobreseimiento se refiere.
Por otra parte, en cuanto a su oportunidad, se puede distinguir el
sobreseimiento durante la investigación preparatoria (el más común o clásico por
decirlo de alguna forma), el cual puede darse en cualquier momento de la
instrucción. En segundo lugar, el sobreseimiento obligatorio, regulado en el art. 343
del CPPC, que se da una vez vencida la prorroga extraordinaria, sin haberse
modificado la situación que la determino, en otras palabras, cuando no se reunió la
prueba suficiente, por lo que el juez debe dictar sentencia de sobreseimiento;
incluso el mismo imputado, sigue el artículo, puede instar al sobreseimiento antes
del vencimiento de la prórroga, si se hubieren recibido pruebas a su favor. Y por
último, también podrá ordenarse en los actos preliminares del juicio, el
sobreseimiento plenario, (art 387 CPPC), pero bajo la condición de que no sea
necesario el debate para acreditar las causales por las que excepcionalmente
procede en esta etapa: casos de justificación, inculpabilidad, inimputabilidad,
excusas absolutorias, extinción de la pretensión penal o por aplicación de la ley más
benigna excluyente de culpabilidad.
Por otra parte, es muy importante, a los fines no solo procesales sino también
constitucionales, que se dicte el sobreseimiento por los operadores del sistema y el
órgano judicial con la certeza de aplicarlo, es decir que, quien lo pretende debe
demostrar esta certeza.
Asimismo, debe aclararse que la evidencia a la que se pueda arribar por el
aporte de las pruebas sobre extremos fácticos o jurídicos debe asimilarse a la falta
total de prueba de responsabilidad penal. El dictado del sobreseimiento no debe
limitarse a los casos en que está probado que el imputado no ha cometido el hecho
o que lo ha cometido en circunstancias que le eximan de pena, sino que debe
extenderse a aquellos en que ninguna prueba exista de su culpabilidad. Tanto en el
primer caso, como el segundo aparece indudable la irresponsabilidad: en los
primeros, por la demostración de hechos ciertos, y en los demás, por la falta
absoluta de justificación de los cargos o sospechas que pudieran haberse formulado
contra el imputado.
No obstante, la insuficiencia conviccional de las pruebas puede también ser
causal de sobreseimiento, bajo ciertas condiciones, cuando ellas no son suficientes
para elevar la causa a juicio, pero tampoco suministran la certeza de la inocencia,
supuesto que se corresponde con el estado de “duda” sobre los extremos fácticos
de la imputación. En tal caso también se autoriza el sobreseimiento, siempre que
esa duda sea insuperable. Se protege de este modo el interés del imputado,
impidiendo la prosecución del proceso en su contra cuando la culpabilidad no
aparece suficientemente acreditada, a la vez que se evita el inútil desgaste
jurisdiccional que acarrearía seguir adelante cuando se conoce de antemano que
no podrá dictarse sentencia de condena.
Es importante repetir que el sobreseimiento cierra irrevocable y
definitivamente el proceso con relación al imputado a cuyo favor se dicta. Una vez
firme impide que, por el mismo delito, se quiera reabrir el mismo procedimiento, o
iniciar otro en contra del imputado que fue sobreseído (principio non bis in ídem). El
sobreseimiento por lo tanto, tiene la misma fuerza que una sentencia absolutoria, y
en esto se asemejan ya que una vez definitivas, ambas adquieren fuerza material
formal. Sin embargo, no son equiparables, ya que el sobreseimiento se produce
antes del debate, y su dictado significa justamente que la causa no se elevara a
juicio, mientras que la sentencia absolutoria es consecuencia directa del debate oral
y público.
En lo que concierne a los recursos, el art. 338 CPPC, dispone que la
sentencia de sobreseimiento será apelable, sin efecto suspensivo, por el Ministerio
Público. Asimismo se autoriza a recurrir al querellante, pero si su apelación no va
acompañada con la del fiscal, ésta valdrá solo como disconformidad. Y por último,
también puede apelar el imputado, cuando se le imponga una medida de seguridad
o cuando al dictarse el sobreseimiento no se haya observado el orden que establece
el artículo 336, ya que, resultaría injusto que si un hecho no constituye delito o no
se ha cometido, se diga que se sobresee por prescripción.
Con respecto a las causales que determinan la procedencia del
sobreseimiento en la etapa de instrucción, están reguladas en el art. 336 del CPPC,
y son: 1) Que el hecho investigado no se cometió o no le fue por el imputado
(inexistencia de alguno de los extremos materiales de la imputación) 2) Que el
hecho no encuadra en una figura penal (por atipicidad, no sólo en la figura que fue
objeto de la imputación, sino en ninguna otra); 3) Que media una causa de
inimputabilidad (como la demencia), exculpación o justificación (es decir, que exista
legítima defensa), o una excusa absolutoria (en caso de un hurto entre parientes
por ejemplo); 4) Que la pretensión penal se ha extinguido (la prescripción), vale
aclarar que esta última causal procede en cualquier estado o grado del proceso.
Finalmente, para terminar, corresponde al juez la facultad de sobreseer,
quien lo puede realizar en cualquier momento de la instrucción, de oficio o a pedido
de parte, y lo debe realizar atraves de una sentencia (art. 337 CPPC). Es importante
aclarar, que el sobreseimiento es una resolución fundada, que tiene el valor de
cerrar el proceso y el efecto de devolver al imputado su libertad, si es que este
estuvo privado de ella, haciéndose las comunicaciones pertinentes, y recuperando
las cauciones realizadas y el material secuestrado.

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