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CLASIFICACION DE LOS SUELOS

1. SISTEMA UNIFICADO DE CLASIFICACIÓN DE SUELOS (S.U.C.S.)

El sistema cubre los suelos gruesos y los finos, distinguiendo ambos por el cribado a
través de la malla No 200; las partículas gruesas son mayores que dicha malla y las
finas menores. Un suelo se considera grueso si más del 50% de sus partículas son
gruesas, y fino, si más de la mitad de sus partículas, en peso, son finas.

SUELOS GRUESOS

El símbolo de cada grupo está formado por dos letras mayúsculas, que son las iniciales
de los nombres ingleses de los suelos más típicos de ese grupo. El significado es:

 Gravas y suelos en que predominan estas. Símbolo genérico, G.


 Arenas y suelos arenosos. Símbolo genérico S.

Las gravas y las arenas se separan con la malla No 4, de manera que un suelo
pertenece al grupo genérico G, si más del 50% de su fracción gruesa (retenida en la
malla No 200) no pasa la malla No 4, y es del grupo genérico S, en caso contrario.

Las gravas y las arenas se subdividen en cuatro tipos.

Grupos GW y SW. Material prácticamente limpio de finos, bien graduado. Símbolo W


(well graded). Para cumplir con los requisitos de estos grupos se garantiza en la práctica
especificando que el contenido de partículas finas no sea mayor de un 5% en peso.

La graduación se juzga por medio de los coeficientes de uniformidad y curvatura. Para


considerar una grava bien graduada se exige que su coeficiente de uniformidad sea
mayor que 4; mientras que el de curvatura debe estar comprendido entre 1 y 3. En el
caso de las arenas bien graduadas, el coeficiente de uniformidad será mayor que 6, en
tanto el de curvatura debe estar entre los mismos límites anteriores.

Grupos GP y SP. Material prácticamente limpio de finos, mal graduado. Símbolo P


(poorly graded).

Son de apariencia uniforme o presentan predominio de un tamaño o de un margen de


tamaños, faltando algunos intermedios; deben satisfacer los requisitos señalados, en lo
referente al contenido de partículas finas (máximo 5%), pero no cumplen los requisitos
de graduación indicados para su consideración como bien graduados.

Dentro de esos grupos están comprendidas las gravas uniformes, tales como las que
se depositan en los lechos de los ríos, las arenas uniformes, de médanos y playas y las
mezclas de gravas y arenas finas, provenientes de estratos diferentes obtenidas durante
un proceso de excavación.

Grupos GM y SM. Material con cantidad apreciable de finos no plásticos. Símbolo M


(del sueco mo y mjala).

En estos grupos el contenido de finos afecta las características de resistencia y esfuerzo


– deformación y la capacidad de drenaje libre de la fracción gruesa; en la práctica se ha
visto que esto ocurre para porcentajes de finos superiores a 12%, en peso, por lo que
esa cantidad se toma como frontera inferior de dicho contenido de partículas finas. La
plasticidad de los finos en estos grupos varía entre nula y media; es decir, es requisito
que los límites de plasticidad localicen a la fracción que pase la malla No 40 abajo de la
línea A o bien que su índice de plasticidad sea menor que 4.

Grupos GC y SC. Material con cantidad apreciable de finos plásticos. Símbolo C (clay).

Como en el grupo anterior, el contenido de finos debe ser mayor que 12%, en peso, y
por las mismas razones expuestas para los grupos GM y SM. Sin embargo, en estos
casos, los finos son de media a alta plasticidad; es ahora requisito que los límites de
plasticidad sitúen a la fracción que pasa la malla No 40 sobre la línea A, teniéndose,
además, la condición que el índice plástico sea mayor que 7.

A los suelos gruesos con contenido de finos comprendido entre 5% y 12%, en peso, el
sistema unificado los considera casos de frontera, adjudicándoles un símbolo doble. Por
ejemplo, un símbolo GP-GC indica una grava mal graduada, con un contenido entre 5%
y 12% de finos plásticos (arcillosos).

Cuando un material no cae claramente dentro de un grupo, deberán usarse también


símbolos dobles, correspondientes a casos de frontera. Por ejemplo, el símbolo GW-
SW se usará para un material bien graduado, con menos de 5% de finos y formada su
fracción gruesa por iguales proporciones de grava y arena.
SUELOS FINOS.

También en este caso el sistema considera a los suelos agrupados, formándose el


símbolo de cada grupo por dos letras mayúsculas, escogidas por un criterio similar al
usado para los suelos gruesos y dando lugar a las siguientes divisiones:

 Limos inorgánicos, de símbolo genérico M (del sueco mo y mjala)


 Arcillas inorgánicas, de símbolo genérico C (clay)
 Limos y arcillas orgánicas, de símbolo genérico O (organic)

Cada uno de estos tres tipos de suelos se subdividen, según su límite líquido en dos
grupos. Si éste es menor de 50%, es decir, si son suelos de compresibilidad baja o
media, se añade al símbolo genérico la letra L (low compressibility). Los suelos finos
con límite líquido mayor de 50%, o sea los de alta compresibilidad, llevan tras el símbolo
genérico la letra H (high compressibility).

Los suelos altamente orgánicos, usualmente fibrosos, tales como turbas y suelos
pantanosos, extremadamente compresibles, forman un grupo independiente de símbolo
Pt (del inglés peat: turba).

Grupos CL y CH. El grupo CL comprende a la zona sobre la línea A de la carta de


plasticidad, definida por LL < 50% e IP > 7%, donde:

LL: límite líquido

IP: índice de plasticidad


El grupo CH corresponde a la zona arriba de la línea A, definida por LL > 50%.

Grupos ML y MH. El grupo ML comprende la zona abajo de la línea A, definida por LL


< 50% y la porción sobre la línea A con IP < 4. El grupo MH corresponde a la zona abajo
de la línea A, definida por LL > 50%.

En estos grupos quedan comprendidos los limos típicos inorgánicos y limos arcillosos,
los tipos comunes de limos inorgánicos y limos arcillosos. Los tipos comunes de limos
inorgánicos y polvo de roca, con LL < 30%, se localizan en el grupo ML. Los depósitos
eólicos, del tipo loess, con 25% < LL < 35% usualmente, caen también en este grupo.

Los suelos finos que caen sobre la línea A y con 4% < IP < 7% se consideran como
casos de frontera, asignándoles el símbolo doble CL-ML.

Grupos OL y OH. Las zonas correspondientes a estos dos grupos son los mismos que
la de los grupos ML y MH, respectivamente, si bien los orgánicos están siempre en
lugares próximos a la línea A.

Una pequeña adición de materia orgánica coloidal hace que el límite líquido de una
arcilla crezca sin apreciable cambio de su índice plástico; esto hace que el suelo se
desplace hacia la derecha de plasticidad, pasando una posición más alejada de la línea
A.

Grupos Pt. Las pruebas de límites pueden ejecutarse en la mayoría de suelos turbosos,
después de un completo remoldeo. El límite líquido de estos suelos puede estar entre
300% y 500%, quedando su posición en la carta de plasticidad netamente abajo de la
línea A; el índice plástico normalmente varía entre 100% y 200%.
LIMITES DE PLASTICIDAD.

La plasticidad no es una propiedad permanente sino circunstancial y dependiente del


contenido de agua. Una arcilla muy seca puede tener la consistencia de un ladrillo, con
plasticidad nula, y esa misma arcilla, con gran cantidad de agua, puede presentar las
propiedades de un lodo semilíquido o inclusive, las de una suspensión líquida.

Entre ambos extremos, existe un intervalo del contenido de agua en el que la arcilla se
comporta plásticamente. La plasticidad de un suelo exige, para ser expresada en forma
conveniente, la utilización de dos parámetros en lugar de uno solo.

Según su contenido de agua en orden decreciente, un suelo susceptible de ser plástico,


puede estar en cualquiera de los siguientes estados de consistencia, definidos por
Atterberg.

Estado líquido, con las propiedades y apariencia de una suspensión.

Estado semilíquido, con las propiedades de un fluido viscoso.

Estado plástico, en que el suelo se comporta plásticamente.

Estado semisólido, en el que el suelo tiene la apariencia de un sólido, pero aun


disminuye de volumen al estar sujeto a secado.
Estado sólido, en el que el volumen del suelo no varía con el secado.

Los anteriores estados son fases generales por los que pasa el suelo al irse secando y
no existen criterios exactos para distinguir sus fronteras. El establecimiento de estas ha
de hacerse en forma puramente convencional.

Attergerg estableció las primeras convenciones para ello, bajo el nombre general de
Límites de Consistencia.

La frontera convencional entre los estados semilíquido y plástico fue llamada por
Atterberg Límite Líquido. Atterberg lo definió en términos de una técnica de laboratorio
que consistía en colocar el suelo remoldeado en una cápsula, formando en él una ranura
y en hacer cerrar la ranura golpeando secamente la cápsula contra una superficie dura;
el suelo tenía el contenido de agua correspondiente al límite líquido, según Atterberg
cuando los bordes inferiores de la ranura se tocaban, sin mezclarse, al cabo de un cierto
número de golpes.

La frontera convencional entre los estados plástico y semisólido fue llamada por
Atterberg Límite Plástico y también en términos de una manipulación de laboratorio.
Atterberg rolaba un fragmento de suelo hasta convertirlo en un cilindro de espesor no
especificado; el agrietamiento y desmoronamiento del rollito, en un cierto momento,
indicaba que se había alcanzado el límite plástico y el contenido de agua en tal momento
era la frontera deseada.

A las fronteras anteriores que definen el intervalo plástico del suelo se les ha llamado
Límites de Plasticidad.

Atterberg consideraba que la plasticidad del suelo quedaba determinada por el límite
líquido y por la cantidad máxima de una cierta arena, que podía ser agregada al suelo,
estando este con el contenido de agua correspondiente al límite líquido, sin que perdiera
por completo su plasticidad. Además, encontró que la diferencia entre los valores de los
límites de plasticidad, llamada Índice Plástico, se relacionaba fácilmente con la cantidad
de arena añadida, siendo de más fácil determinación, por lo que sugirió su uso, en lugar
de la arena, como segundo parámetro para definir la plasticidad.

Ip = LL – LP

Dónde:

Ip: Índice de Plasticidad

LL: Límite Líquido


LP: Límite Plástico

Los elementos esenciales del sistema de clasificación fueron propuestos inicialmente


por Arturo Casagrande (1942) y adoptados posteriormente por el Cuerpo de Ingenieros
de los Estados Unidos para la construcción de aeropuertos. Actualmente, este sistema
se utiliza con modificaciones mínimas en la mayoría de los países fuera de los Estados
Unidos. Dentro de los Estado Unidos el sistema es ampliamente utilizado por
organizaciones tales como el Cuerpo de Ingenieros, la Oficina de Reclamos, y con
pequeñas modificaciones por la mayoría de las firmas consultoras.

Básicamente un suelo es:

Los suelos se consideran de grano fino cuando más del 50% pasa en tamiz No 200, y
son:

ML, OL o CL: si los límites líquidos son menores que 50%, M= Limo, O= Suelos
Orgánicos, C= Arcilla.

MH, OH o CH: si los límites líquidos son superiores a 50%, H= Alta compresibilidad, L=
Baja compresibilidad.

Para poder identificar un suelo fino entonces, es preciso realizar los ensayos de Límites
de Plasticidad o Límites de Atterberg.

Los límites líquido y plástico se ejecutan sobre material correspondiente a la fracción


menor del Tamiz No 40 de todos los suelos, incluyendo gravas, arenas y suelos finos.
Estos límites se utilizan con la Carta de Plasticidad (Cuadro A de Casagrande) para
determinar el prefijo M, O o C, dependiendo de la localización de las coordenadas de
plasticidad del suelo dentro de la carta.

Una descripción visual del suelo debe siempre incluirse conjuntamente con el símbolo
unificado para complementar la clasificación.
2. CLASIFICACION DE SUELOS AASHTO

De acuerdo con este sistema y con base en su comportamiento, los suelos están
clasificados en ocho grupos designados por lo símbolos del A-1 al A-8. En este sistema
de clasificación los suelos inorgánicos se clasifican en siete grupos que van del A-1 al
A-7. Estos a su vez se dividen en un total de doce subgrupos. Los suelos con elevada
proporción de materia orgánica se clasifican como A-8.

Descripción de los grupos de clasificación:

a) Suelos granulares: Son aquellos que tienen 35% o menos, del material fino que
pasa el tamiz No. 200. Estos suelos forman los grupos A-1, A-2 y A-3.

Grupo A-1: El material de este grupo comprende las mezclas bien graduadas,
compuestas de fragmentos de piedras, grava, arena y material ligante poco plástico. Se
incluyen también en este grupo mezclas bien graduadas que no tienen material ligante.

Subgrupo A-1a: Comprende aquellos materiales formados predominantemente por


piedra o grava, con o sin material ligante, estos materiales son bien graduados.

Subgrupo A-1b: Incluye aquellos materiales formados predominantemente por arena


gruesa bien graduada, con o sin ligante.

Grupo A-2: Comprende una gran variedad de material granular que contiene menos del
35% del material fino.

Subgrupo A-2-4 y A-2-5: Pertenecen a estos subgrupos aquellos materiales cuyo


contenido de material fino es igual o menor del 35% y cuya fracción que pasa el tamiz
número 40 tiene las mismas características de los suelos A-4 y A- 5 respectivamente.

Subgrupo A-2-6 y A-2-7: Los materiales de estos subgrupos son semejantes a los
anteriores, pero la fracción que pasa el tamiz número 40 tiene las mismas características
de los suelos A-6 y A-7.

Grupo A-3: En este grupo se encuentra incluidas las arenas finas, de playa y aquellas
con poca cantidad de limo que no tengan plasticidad. Este grupo incluye, además, las
arenas de río que contengan poca grava y arena gruesa.
b) Suelos finos: Contienen más del 35% del material fino que pasa el tamiz número
200. Estos suelos constituyen los grupos A-4, A-5, a-6, y A-7.

Grupo A-4: Pertenecen a este grupo los suelos limosos poco o nada plásticos que
tienen un 75% o más del material fino que pasa el tamiz número. Además, se incluye en
este grupo las mezclas de limo con grava y arena hasta en un 64%.

Grupo A-5: Los suelos comprendidos en este grupo son semejantes a los del anterior,
pero contienen material micáceo o diatomáceo. Son elásticos y tiene un límite liquido
elevado.

Grupo A-6: El material típico de este grupo es la arcilla plástica. Por lo menos el 75%
de estos suelos debe pasar el tamiz número 200, pero se incluyen también las mezclas
arcillo-arenosas cuyo porcentaje de arena y grava sea inferior al 64%. Estos materiales
presentan, generalmente, grandes cambios de volumen entre los estados seco y
húmedo.

Grupo A-7: Los suelos de este grupo son semejantes a los suelos A-6 pero son
elásticos. Sus límites líquidos son elevados.

Subgrupo A-7-5: Incluye aquellos materiales cuyos índices de plasticidad no son muy
altos con respecto a sus límites líquidos.

Subgrupos A-7-6: Comprende aquellos suelos cuyo índice de plasticidad son muy
elevados con respecto a sus límites líquidos y que, además experimentan cambios de
volumen extremadamente grandes.

Las características de los diferentes grupos se presentan en la tabla No. 1.

Índice de grupo: Aquellos suelos que tienen un comportamiento similar se hallan dentro
de un mismo grupo, y están representados por un determinado índice. La clasificación
de un suelo en un determinado grupo se basa en su límite líquido, grado de plasticidad
y porcentaje de material fino que pasa el tamiz número 200. Los índices de grupo de los
suelos granulares están generalmente comprendidos entre 0 y 4; los correspondientes
a los suelos limosos entre 8 y 12 y los de los suelos arcillosos entre 11 y 20 o más.
Para la evaluación de la calidad de un suelo como material para subrasante de
carreteras se incorpora también un número llamado Índice de grupo (IG). IG = (F-35)
[0.2 + 0.005 (LL-40)] + 0.01 (F-15) (IP-10). Ecuación ec-1
<

F = Porciento que pasa el tamiz No. 200. LL= Limite líquido. IP= Índice plástico.
Reglas para determinar el Índice de grupo:
1.- Si la ecuación (ec-1) de un valor negativo para IG, este se toma igual a O.
2.- El índice de grupo calculado con la ecuación (A-1), se redondea al número entero
más cercano (por ejemplo, IG= 3.5 se redondea a IG=4).
3.- No hay un límite superior para el índice de grupo. 4.- Al calcular el índice de grupo
para los suelos que pertenecen a los grupos A-2-6 y A-2-7, utilice la parte derecha de la
ecuación A-1 (IG=0.01 (F-15) (IP-10).
3. CLASIFICACION DE SUELOS BRASILEÑA
Durante el XXI Congreso Mundial de Ciencia del Suelo (WCSS, de la sigla en inglés),
en el Rio de Janeiro (RJ), la 5ª edición revisada y ampliada del Sistema Brasileño de
Clasificación de Suelos (SiBCS), libro que es referencia para investigadores,
estudiantes y productores agrícolas desde 1997. La obra, que no era actualizada desde
2013, ganó una inédita versión en inglés y por la primera vez está disponible
gratuitamente, en el formato e-book – acceda aquí la versión en portugués.

La 5ª edición del SiBCS trae ajustes y correcciones de conceptos básicos relativos a


definición de suelo, caracteres y horizontes diagnósticos, bien como alteraciones de
redacción, redefinición de la sección de control, eliminación o incorporación de clases
de suelos en todos los niveles categóricos.

“Fueron hechas alteraciones en los seis niveles categóricos. Fueron creadas nuevas
clases de niveles categóricos más bajos, adecuaciones en el segundo y en el primero
niveles categóricos, implementadas y eliminadas algunas clases en el tercero nivel. Son
cambios bastante técnicos, que, en el mapeo, en el levantamiento o en la clasificación
de suelos tienen un impacto importante”, resalta el investigador de Embrapa Suelos,
José Francisco Lumbreras.

La nueva versión del SiBCS gana importancia especial en el año en que fue oficializado
el Programa Nacional de Suelos de Brasil (PronaSolos), que tendrá la misión de mapear
en escalas más detalladas 8,2 millones de km² del territorio nacional hasta 2048. Trabajo
que será realizado por equipos formadas por profesionales de decenas de instituciones,
disperso por todos los estados brasileños. “El PronaSolos ayudará mucho, a lo largo de
los años, a mejorar el SiBICS. Pero el sistema en sí ya dará una grande contribución al
programa, para que haga una estandarización de procedimientos y los equipos hablen
la misma lenguaje”, explicó Lumbreras.

Investigación en el campo

El Sistema Brasileño de Clasificación de Suelos es actualizado periódicamente, a partir


de un trabajo coordinado por el Comité Ejecutivo del SiBCS, instituido cuando su primera
edición fue lanzada. Investigadores y técnicos de diversas instituciones participan de
reuniones anuales del comité y también de seminarios para discutir las mejoras. Y la
experiencia de campo es fundamental en eso proceso. Son las llamadas reuniones de
clasificación y correlación de suelo (RCC). Ellas generalmente acontecen a cada dos
años, en caravanas de hasta 12 días de duración. La más reciente, en setiembre de
2017, atravesó el estado de Rondônia por 11 municipios (Porto Velho, Ariquemes,
Machadinho d´Oeste, Ouro Preto do Oeste, Rolim de Moura, Alta Floresta d´Oeste,
Pimenta Bueno, Pimenteiras d´Oeste, Colorado d´Oeste, Cabixi y Vilhena).

Durante esa 12ª RCC, investigadores especialistas en suelos de diversas instituciones


de todo el País transitaron por el guion de viaje de campo para describir los suelos,
discutir sus atributos y su clasificación, bien como hacer correlaciones in situ entre
ocurrencias en la región amazónica de las clases de suelos, su naturaleza y propiedad,
además de sus características geo ambientales, vulnerabilidades y potencialidades para
uso agrícola.

Para las próximas RCCs, entre 2019 y 2020, están previstas caravanas a Maranhão y
Goiás/Tocantins.

3.1. Niveles categóricos del sistema


El nivel categórico de un sistema de clasificación de suelos es conjunto de clases
definidas según atributos de diagnóstico en un proceso el mismo nivel de generalización
o abstracción e incluye todos los suelos que satisfacen esta definición. Las
características utilizadas para la definición de un nivel categórico deben ser propiedades
de los suelos que puedan ser identificadas en el campo o que puedan ser inferidas de
otras propiedades que se reconocen en el campo o desde los conocimientos de la
Ciencia del suelo y de otras disciplinas relacionadas. Las características diferenciales
para los niveles categóricos más elevados de la clasificación de suelos deben ser
propiedades que resulten directamente de los procesos de génesis del suelo o que
afectan directamente a su de la génesis, porque estas propiedades presentan un mayor
número de características accesorias.

Los niveles categóricos adoptados en el Sistema Brasileño de La clasificación de suelos


(SiBCS) son seis: 1º nivel categórico (órdenes), 2º en el nivel categórico (subórdenes),
3º nivel categórico (grandes grupos), 4º nivel categórico (subgrupos), 5º nivel categórico
(familias) y el 6º nivel categórico (series), este último aún carente de definición de
conceptos.

3.1.1. Clases del 1º nivel categórico (órdenes)

En el caso de las órdenes, en algunas clases del SiBCS, se agrupados suelos que, en
la clasificación anterior, constituían clases que se individualizan en los levantamientos
de suelos en el país. de los Neosolos, la cual agrupa los suelos antes llamados de los
Regósolos, Suelos Litólicos, Litosoles, Suelos Aluviales y Arenas Cuartzosas.

Las diversas clases en el primer nivel categórico se separan presencia o ausencia de


ciertos atributos, horizontes diagnósticos o propiedades que pueden identificarse en el
campo mostrando diferencias en el tipo y grado de desarrollo de los procesos que
actuaron en la formación del suelo. Así, la separación de las clases en el primer nivel
categórico se basó en las señales dejadas en el suelo por la actuación de un conjunto
de procesos que se consideraron los dominantes en su desarrollo. Se resalta que la
ausencia de estas características en el suelo también se empleó como criterio para la
separación de clases en este primer nivel categórico.

Los atributos diagnósticos que reflejan la naturaleza del medio ambiente y los efectos
(signos) de los procesos de formación del suelo dominantes en su génesis son los que
deben tener mayor peso para el 1º nivel categórico, porque tienen el mayor número de
características accesorias.

En el caso específico de los Organosolos, los atributos diagnósticos se tuvieron por


objetivo diferenciarlos de los suelos constituidos por material mineral. Así, las
propiedades a utilizar deben contribuir para:

a. Diferenciarlos de los suelos minerales;


b. Indicar su potencial de modificación cuando se drena y / o se cultiva;
c. Prever o identificar la calidad del sustrato mineral y / o residuo mineral;
d. Seleccionar características diferenciales que cambien poco o cambien muy
lentamente con el uso y manejo, además de permitir la predicción de su
comportamiento y del potencial agrícola (diferenciales con gran número de
características accesorias).

3.1.2. Clases del 2º nivel categórico (subórdenes)

Estas clases están separadas por atributos de diagnóstico diferenciales que:

a. Reflejan la actuación de otros procesos de formación de suelo que actuaron


conjuntamente o afectaron los procesos dominantes cuyos atributos
diagnósticos ya se utilizaron para separar los suelos en el primer nivel
categórico; o
b. Involucra a aquellos resultantes de la génesis del suelo, extremadamente
importantes para el desarrollo de las plantas y / o para usos no agrícolas y que
tienen un gran número de propiedades accesorio.
3.1.3. Clases del 3er nivel categórico (grandes grupos)

Estas clases se separan por una o varias de las siguientes características:

a. Tipo y arreglo de los horizontes;


b. Actividad de la fracción arcilla, condición de saturación del complejo sérico por
bases, por aluminio o por sodio y / o presencia de sales solubles;
c. Presencia de horizontes o propiedades que restringen el desarrollo de las raíces
y afectan el libre movimiento del agua en el suelo

3.1.4. Clases del 4º nivel categórico (subgrupos)

Estas clases se separan según los siguientes conceptos (adaptados de Estados Unidos,
1999):

a. Típicos - No son necesariamente los de ocurrencia más extensiva, ni


representan el concepto central del gran grupo al que pertenecen. En algunas
clases, los subgrupos típicos simplemente representan los suelos que no tienen
las características definidas para los subgrupos anteriores en la clave
Taxonómica.
b. Intermediarios o transicionales para otras órdenes, subórdenes o incluso
grandes grupos - Las propiedades pueden ser resultantes de procesos que
llevan un determinado suelo a desarrollar a partir o en dirección a otra clase de
suelo, o que tienen propiedades intermedias para otras clases. Entre las
propiedades usadas para definir los intermediarios, son: ocurrencia de otros
horizontes diagnósticos más allá de aquellos que definen la clase en el nivel
taxonómico anterior, superpuestos o por debajo del horizonte diagnóstico
principal (por ejemplo, vertisoles, gleisólicos, etc.); o las características
diagnósticas asociados a otra clase en expresión inferior a la necesaria para
definir el horizonte diagnóstico (por ejemplo, plurales, tiónicos).
c. Extraordinarios - Estos subgrupos tienen algunas propiedades que no son
representativas del gran grupo, pero no indican transición a otra clase (por
ejemplo, abruptos, antrópicos, Léptico).

El ordenamiento de las clases de 4º nivel categórico se basó en el grado de importancia


del calificativo de subgrupo, conforme a la relación que se muestra en la Tabla 17
Se permite al clasificador hacer posibles combinaciones para cuarto nivel, siempre que
no supere los tres calificativos de subgrupos, los cuales deben ser ordenados conforme
indicado en la Tabla 1. Por ejemplo, Argisolo Rojo Eutrófico solónico abrupto plinsol
3.1.5. Clases del 5º nivel categórico (familias)

La subdivisión de las clases de 5º nivel categórico del SiBCS fue que se realiza sobre
la base de características y propiedades morfológicas, físicas, químicas y mineralógicas
importantes para el uso y el manejo de los suelos.

Los criterios recomendados deben ser probados en las distintas clases de suelos,
verificando metodologías apropiadas y respuestas en términos de importación
agronómica, geotécnica y para fines diversos. Este es un campo que debe ser
estimulado en las acciones de investigación en las instituciones varios.

En este nivel, se agregan las informaciones de carácter pragmático que comprende


características diferenciales para la distinción de grupos más homogéneos de suelos.

Muchos calificativos de 5º nivel categórico se utilizan en prácticamente todos los niveles


de detalle realizados en el País (Rios, 2006), como, por ejemplo, tipos de horizonte A y
grupos de textura.

3.1.6. Clases del 6º nivel categórico (series)

El 6º nivel categórico está en discusión y debe ser el más homogéneo del sistema. Es
el nivel que permite una mejor interpretación de los levantamientos de suelos para
diversos fines.

La definición de clases en este nivel debe basarse las características directamente


relacionadas con el crecimiento de las plantas, principalmente en lo que se refiere al
desarrollo del sistema radicular, a las relaciones suelo-agua-planta ya las propiedades
importantes en las interpretaciones para fines de ingeniería, geotecnia y planificación
ambiental.

3.2. Nomenclatura de las clases

En el primer nivel categórico (orden), los nombres de las 13 clases son formados por la
asociación de un elemento formativo con la terminación "-suelos". Se presentan, en la
Tabla 2, los nombres de las clases, en orden alfabético, sus respectivos elementos
formativos y sus significados.
3.2.1. Clases de 1er. 2º., 3º y 4º niveles categóricos

En fichas de descripción morfológica de perfiles de suelos y en los subtítulos de mapas,


las clases de 1º y 2º niveles categóricos deben ser escritas con todas las letras
mayúsculas; las clases de nivel 3 categórico (grandes grupos) sólo con la primera letra
mayúscula; y, en el 4º nivel categórico (subgrupos), los nombres deben ser escritos con
todas las letras minúsculas, según la Tabla 3.

Las clases del 3º y del 4º nivel categórico se redactan preferentemente con el sufijo "-
ico" al final del nombre, como en el ejemplo de la Tabla 3.
3.2.2. Clases del 5º nivel categórico (familias)

Para una cierta coherencia en la nomenclatura de las clases del 5º, a nivel categórico,
se sugiere la siguiente secuencia de características diferenciales cuyas designaciones
(separadas por coma) deben integrarse denominación de la clase de suelo: grupción
textural; subgrupamento textura; distribución de gravas, nódulos y concreciones en el
perfil; la constitución esquelética del suelo; tipo de horizonte A (que no ha sido utilizado
en otros niveles categóricos); saturación por bases; saturación por aluminio (álico);
mineralogía; subgrupo de actividad de fracción arcilla, contenido de óxidos de hierro y
propiedades ágicas.

Para la clase de los Organosolos, deben ser adoptados criterios especiales que
privilegien la naturaleza de la materia orgánica del suelo.

Para la clase de los Organosolos, deben ser adoptados criterios especiales que
privilegien la naturaleza de la materia orgánica del suelo.

3.2.3. Clases del 6º nivel categórico (series)

Como el sexto nivel categórico es todavía objeto de discusión, no existe una


nomenclatura sugerida. Sin embargo, en el Capítulo 18, se listan algunas características
y propiedades que pueden ser empleadas en la clasificación de los suelos en este nivel.

REDACCIÓN DE LAS CLASES DE SUELO DEL SIBCS EN LAS PUBLICACIONES


NACIONALES E INTERNACIONALES

En textos cortos de libros, artículos en revistas, tesis, disertaciones, tablas y similares,


las clases de 1º, 2º y 3º niveles los categóricos se escriben en minúsculas con las
primeras letras mayúsculas y, en el 4º nivel categórico, con todas las letras minúsculas
("Neosolos Flúvicos Ta Eutróficos vertissólicos", por ejemplo).

La traducción a otros idiomas de los nombres de las clases no es recomendada, pues


se trata de nombres propios. En caso necesario, se hace la equivalencia de clases de
SiBCS al otro sistema taxonómico, añadiendo entre paréntesis y después del nombre
de la clase de suelo del SiBCS, la equivalencia para el otro sistema. El nombre de la
clase de SiBCS tendrá su ortografía en cursiva. Ejemplos: Latosoles (Oxisols),
Latossolos (Ferralsols).

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