Está en la página 1de 30

y:í'■s-.

Características generales de la psicopatología


infantil y de la adolescencia
C arlos A lmonte

Los objetivos de la psicopatología son el estudio La psicopatología consta de un elemento des­


de los fenómenos psíquicos, el conocimiento de criptivo (fenómeno) y un elemento dinámico
las organizaciones y dinámicas psicológicas que (interacción entre los diferentes componentes de
(están a la base de) subyacen a las perturbacio­ la organización psicológica). La psicopatología del
nes del psiquismo, logrando así un mayor cono­ niño y del adolescente se preocupa tanto del es­
cimiento de sus determinantes, evolución y de las tudio transversal de la manifestación psiquiátrica
consecuencias que un trastorno puede originar en (enfoque sincrónico), como del estudio longitudi­
el desarrollo. Para lograr estos propósitos utiliza nal de los cambios que éste experimenta con el
los diferentes aportes proporcionados por los en­ desarrollo (enfoque diacrónico).
foques psicoanalítico, conductual, cognitivo y sis- En el proceso de determinar la normalidad o
témico. El enfoque sistémico contribuye en forma anormalidad psicológica infanto-juvenil, es nece­
relevante al entendimiento de la interacción de sario utilizar, además de los criterios habituales
los diferentes sistemas que conforman el entorno de normalidad (estadístico, de aprobación social,
en que el individuo se desarrolla. Estos enfoques axiológico), el criterio de normalidad del desarro­
proporcionan, generalmente, visiones parciales llo. Este último criterio constituye la temática de
del desarrollo al privilegiar determinados aspec­ la psicología evolutiva, la que describe las caracte­
tos de éste. El hecho de que tanto el desarrollo rísticas de normalidad para cada etapa de la vida.
psíquico normal como el perturbado sea multide- La psicología evolutiva permite conocer cuándo la
terminado y que la personalidad resultante sea de visión de sí mismo y la imagen del mundo, corres­
gran complejidad, motiva al psiquiatra infanto-ju- ponden a la esperada para la edad, lo que implica
venil a buscar integraciones entre estos diferentes cierta calidad de la percepción, de la simboliza­
enfoques, para lograr una mejor comprensión del ción, del pensamiento, de las formas de integra­
desarrollo y sus desviaciones. También han sido ción afectiva y de las relaciones interpersonales,
muy importantes en el desarrollo y progreso de la entre otras áreas. Para precisar la existencia de la
psicopatología los aportes procedentes de la psi­ anormalidad psicológica es necesario comprender
quiatría, neurociencias, neurodesarrollo, genética, de qué modo el proceso del desarrollo se aparta de
sociología, antropología cultural y epidemiología.
lo esperado para la edad cronológica.
C w t u io 10 Caracsnstcas generales de la psicopatología infantil y de la adolescencia

0 Características de la psicopatoiogía del desarrollo

La psicopatología del niño y del adolescente com­ Las manifestaciones clínicas del desarrollo psí­
parte con la psicología del mismo período etario, quico anormal indican la coexistencia de áreas de
el interés por el estudio del desarrollo psíquico y funcionamiento perturbado que definen la pato­
el hecho de ser ambas genéticas, evolutivas y dia­ logía y áreas de funcionamiento normal que faci­
lécticas. litan la adaptación.
La afirmación que la psicopatología es genéti­ En la práctica psiquiátrica, la correcta delimita­
ca, señala que ésta se preocupa de los orígenes de ción de un trastorno, el diseño de una estrategia
las alteraciones del desarrollo psíquico que ocu­ de intervención eficaz y la apreciación pronostica
rren al perturbarse, ya sea los aspectos genético- de la evolución de éstos, es facilitada por el aná­
disposicionales y/o los ambientales o la interac­ lisis psicopatológico de los síntomas que los con­
ción entre ambos. Es evolutiva porque describe forman, de la organización del desarrollo y de las
los cambios que experimenta la patología por la secuencias de las interacciones interpersonales
acción del desarrollo, ya sea que ésta se supere recurrentes con los otros, las que pueden resultar
espontáneamente -lo que puede ocurrir con las originadoras, atenuantes, mantenedoras o agra­
perturbaciones de la maduración-, se atenúe por vantes de estos trastornos. Una manifestación
efectos del tratamiento -como ocurre con los tras­ depresiya (tristeza, desgano u otras) puede tener
tornos específicos del lenguaje y del aprendizaje-, distintos significados. Puede ser la expresión de
o persista y se complejice -lo que sucede en los una crisis normal en un adolescente, en relación a
trastornos graves de la conducta social y trastor­ pérdidas de imágenes idealizadas de la infancia al
nos del desarrollo de la personalidad, entre otros-. confrontarlas con las nuevas formas de percibir la
Es dialéctica, porque se refiere a la interacción re­ realidad. También puede ser la expresión de una si­
cíproca entre el individuo y el ambiente que per­ tuación de duelo normal o patológico originada por
mite que surjan manifestaciones psicopatológicas la pérdida actual o lejana de una relación significa­
y que éstas a su vez se vayan modificando en el tiva (ruptura sentimental, muerte de un familiar);
transcurso del desarrollo, pudiendo ser supera­ o ser la expresión de un trastorno de adaptación
das, mantenidas o acrecentadas, o que el desarro­ con sintomatología depresiva, o ser la expresión de
llo sufra regresiones, inhibiciones o desviaciones una depresión mayor o de una distimia depresiva.
significativas. Cada una de estas patologías tiene una estrategia
de intervención y un pronóstico distinto.

Consideraciones etiopatogénicas: factores protectores y de riesgo de la salud mental


J
La salud mental y la psicopatología resultan de la periencias de vida), mantenedores y agravantes
interacción recíproca entre los factores protecto­ (representados principalmente por las respuestas
res y de riesgo a que está expuesto el individuo familiares, escolares o sociales a las manifestacio­
en su desarrollo. La salud mental ocurre cuando nes clínicas del individuo), o determinantes, se
predominan los factores protectores sobre los de refieren al protagonismo del sujeto al no asumir o
riesgo, y la resiliencia individual permite que el no adaptarse a las situaciones perturbadoras.
equilibrio se mantenga. Por el contrario, cuando
predominan los factores de vulnerabilidad o de Lás diferentes manifestaciones psiquiátricas,
riesgo y se produce un desequilibrio que la resi­ tanto en el niño como en el adolescente, resultan
liencia personal no puede compensar, se manifies­ del predominio en la interacción de factores de
ta la psicopatología. vulnerabilidad biológica, psicológica y sociocultu-
ral, los que pueden actuar como predisponentes,
Los factores de riesgo pueden ser predisponen­ facilitadores, precipitantes y determinantes. En
tes (vulnerabilidad biológica), precipitantes (ex­ algunos casos pueden actuar como agentes pro-

115
PARTE 1 | D e s a r r o l l o n o r m a l y p s ic o p a t o l ó g ic o

F igura 10-1. E tiopatogenia

tectores, que contribuyen a atenuar o inhibir el de los padres, la marginalidad y el aislamiento so­
impacto de los anteriores (F igura 10-1). cial, las violaciones a los derechos humanos y la
discriminación social. A la inversa, la presencia de
Dentro de los factores psicopatogénicos de ori­
gen biológico, señalaremos las anomalías genéti­ fuentes de trabajo, de leyes sociales y de institu­
cas causadas por un gen o combinación de genes, ciones que se preocupen por la salud y bienestar
trastorno cromosómico o herencia multifactorial, de los ciudadanos es un factor protector del de­
que pueden provocar en el niño trastornos cog- sarrollo.
nitivos y conductuales. Las influencias biológicas Estos factores interactúan de diferentes modos
no genéticas se refieren a efectos congénitos, tras­ en las distintas personas, por lo que, frente a las
tornos adquiridos que pueden ocasionar daño or­ mismas situaciones, los sujetos pueden desarro­
gánico cerebral. El temperamento tiene una base llar distintas manifestaciones sintomáticas y vice­
biológica y puede ser un factor protector o pertur­ versa. Así por ejemplo, en una familia, el duelo
bador en el desarrollo. por la pérdida de un padre puede expresarse en
un niño por ansiedad de separación, en otro por
Entre los factores psicológicos destaca la po­
encopresis, o por trastorno de conducta u otras
tencialidad psicopatógena de experiencias vitales
manifestaciones. En un niño, los síntomas de­
normales: como ingreso al colegio, nacimiento de
presivos pueden ser desencadenados por duelo,
un hermano o experiencias más perturbadoras,
como la muerte de uno o ambos padres, separa­ disregulaciones biológicas, dificultades del rendi­
ción parental, enfermedad crónica de un miem­ miento escolar, abuso sexual y cambios de ciudad
bro de la familia, el maltrato infantil, la institu- o de colegio, entre otros.
cionalización y las psicopatologías parentales: Los factores psicopatógenos pueden ser de ma­
alcoholismo, depresión, esquizofrenia y otras). El yor o menor duración e intensidad, y la reacción
desarrollo psicológico sano es favorecido por un del menor estará en estrecha relación con estas
sistema familiar funcional que estimule, en forma características. En general, mientras más inten­
adecuada, el desarrollo cognitivo y socioafectivo. sos, contingentes y transitorios sean, la respuesta
De los factores socioculturales psicopatogéni­ tenderá a ser más llamativa y notoria, en tanto
cos destaca la pobreza, el bajo nivel sociocultural que si son menos intensos pero más durables la

ii 6
C apítulo 10 ¡ Características generales de la pslcopatologia /

respuesta será menos llamativa pero más persis­ infancia tienen un impacto más profundo y dura­
tente, afectándose los aspectos relaciónales y el dero en el desarrollo que cuando ocurren durante
desarrollo psíquico del niño. la segunda infancia.
La vulnerabilidad del niño frente a los factores El impacto de los agentes psicopatógenos en el
psicopatógenos varía en los diferentes momentos desarrollo del menor también está influido por la
del desarrollo, de modo que, dependiendo de la interacción con los factores protectores presentes
etapa evolutiva en que se encuentre el menor, un en un momento dado. Si predomina la acción de
mismo estimulo psicopatógeno puede desencade­ los factores psicopatógenos sobre los protectores,
nar diversas reacciones que varían en intensidad, se altera el desarrollo y surgen las manifestacio­
duración y profundidad. Por ejemplo, los trastor­ nes sintomáticas (Tabla 10-1).
nos de la vinculación afectiva durante la primera

f T abla 10-1. S alu d m en tal y psicopatología

Factores personales Factores protectores Factores de riesgo


Constitución Procesos regulatorios Trastornos regulatorios:
normales Hiporreactivos
Hiperreactivos
Buscador de estímulos
Temperamento Fácil adaptación Difícil adaptación
Expresión emocional Satisfactoria Restringida, cohibida
Visión de mundo Optimista Pesimista
Realista Nihilista
Relaciones interpersonales Satisfactorias Insatisfactorias
Límites Definidos y respetados Indefinidos, invasivos
Antecedentes mórbidos No relevantes Retardo mental
Trastorno orgánico-cerebral
Trastorno del desarrollo
Enfermedades crónicas
(diabetes, insuficiencia
renal, neoplasia)
Experiencias de vida Integradas Disociadas
Normativas Traumáticas
Expectativas Realistas Utópicas
Irrealizables
Sistema familiar Funcional Disfuncional
Clima familiar Cálido, acogedor Hostil, amenazante
Empático Rechazante
Vital Desvitalizado
Subsistema parental Biparental Monoparental
Actitud frente a los hijos En alianza En conflicto
Cálidos, acogedores desautorizaciones
recíprocas
Maltrato infantil
Definición de límites Claros Difusos e inestables
Estado de salud Salud mental satisfactoria Alcoholismo, psicosis,
depresiones
Salud física satisfactoria Enfermedad coronaria,
cirrosis, muerte

117

I
PARTE I ¡ D esarrollo n o r m á i y psicopatológíco

Subsistema parentofilial Satisfactorio Conflictivo


Vinculación temprana Estable, segura Inestable o insegura
Contenedora Desligada, ansiógena
Subsistema conyugal Estabilidad conyugal Conflictividad conyugal,
separación, triangulación
de hijos
Subsistema fraterno Solidario, aliado Competitivo, desligado,
rivalidades, celos
Sistema escolar Factores protectores Factores de riesgo
Rendimiento escolar Satisfactorio Bajo rendimiento,
Continuidad repitencia, deserción
escolar
Relaciones interpersonales
Con profesores Respeto recíproco Autoritarias,
sometedoras
Con compañeros integrado al grupo Excluido del grupo
Sistema social Factores protectores Factores de riesgo
Recursos económicos Satisfactorio Extrema pobreza
Extrema riqueza
Integración Inserción social Marginalidad
Redes de apoyo Existentes Aislamiento excesivo
Oportunidades Diversas Ausentes o insuficientes

Relevancia del desarrollo psíquico


.......... .....

La preocupación por el desarrollo psíquico es cen­ del desarrollo del lenguaje constituyen, de por sí,
tral en la psicopatología del niño y del adolescen­ una patología que afectará la integración y ajuste
te. Éste trae aparejado el despliegue de las funcio­ social, y pueden continuarse posteriormente con
nes cognitivas, psicomotoras, afectivas y sociales, dificultades específicas del aprendizaje escolar.
las que en el transcurso de la infancia y juventud
En cuanto al desarrollo cognitivo, la aparición
se van complejizando, diferenciando, articulando
del pensamiento preoperacional, operacional con­
e integrando, de tal modo que van modificando
creto y luego hipotético deductivo, permitirán el
cuantitativa y cualitativamente la percepción,
logro de las habilidades necesarias para el éxito en
comprensión y adaptación al mundo. Cuando no
el rendimiento académico. Sus perturbaciones, ya
se logra el desarrollo esperado para cada una de
sea por déficit o disarmonías, se irán expresando
las funciones, de acuerdo a la etapa evolutiva en
en la adaptación general.
que se encuentra el menor, se producirán pertur­
baciones psicopatológicas de distinta intensidad y De manera semejante, el desarrollo del juicio
compromiso que afectarán, de modo diferente, el moral y de la conducta moral será, en parte, facili­
desarrollo personal. tado por la influencia del desarrollo cognitivo, por
Así por ejemplo, el desarrollo del lenguaje fa­ la interacción con distintas personas en diferen­
cilita en el niño expresar sus vivencias y también tes ambientes y por los estilos de sociabilización
ser afectado por las expresiones de los otros, lo que de los padres. Un desarrollo moral insuficiente se
puede contribuir a delimitar y aliviar los trastornos asocia con perturbaciones de la conducta social,
adaptativos y/o emocionales. Las perturbaciones tales como violencia, hurtos, violaciones, etcétera.

118
C a pítulo 1 0 | Características generales de la psicopatología infantil y de la adolescencia

Para evaluar el desarrollo de las funciones A lo largo de su vida un mismo individuo pue­
psicológicas, el criterio cronológico, en algunas de presentar diversas manifestaciones psicopato-
oportunidades, permite distinguir si una manifes­ lógicas en relación a su desarrollo personal. Por
tación es normal o patológica. La persistencia de ejemplo, ansiedad de separación en el período
ciertos comportamientos más allá de una deter­ escolar, trastorno obsesivo-compulsivo en la pu­
minada edad indican patología. La edad facilita­ bertad y depresión al término de la adolescencia o
rá distinguir entre comportamientos normales y pueden coexistir como comorbilidad.
perturbados y posibilitará una determinada mo­
Los síndromes psiquiátricos de larga evolución,
dulación de las expresiones clínicas, permitiendo
como son los trastornos del desarrollo psicológi­
definir pautas para el proceso de socialización.
co y el síndrome de déficit atencional hiperactivo,
Las metas de la socialización varían de acuer­ van sufriendo modificaciones a través de las dis­
do a la edad, por lo que es necesario que los lí­ tintas etapas evolutivas, pudiendo continuar hasta
mites que deben definir los padres y educadores la adultez con manifestaciones diversas. Por ejem­
para facilitar la convivencia social se flexibilicen plo, un retraso del lenguaje durante la edad pre­
y adecúen a las necesidades y características de escolar puede continuarse con dificultades en la
cada período. Si esto no ocurre, se estimula el de­ lectoescritura en los años escolares y dificultades
sarrollo de conductas sociales inadecuadas que de comprensión lectora durante la adolescencia.
pueden reflejar inmadurez o desviación del desa­ El síndrome de déficit atencional hiperactivo pue­
rrollo normal. de continuar expresándose en el adulto a través
de labilidad del humor y/o respuestas impulsivas.
Las perturbaciones se presentan en forma di­
ferente en las distintas etapas evolutivas, por lo La expresión de los trastornos psíquicos pue­
que el criterio longitudinal permite distinguir las de cambiar en los distintos momentos evolutivos.
manifestaciones, expresiones y evolución de los Por ejemplo, la depresión en la edad escolar pue­
trastornos psicopatológicos. El desarrollo puede de expresarse como disminución del rendimien­
ser perturbado en diferentes momentos críticos to académico, trastorno de conducta, encopresis,
de su evolución. Por ejemplo, en el desarrollo etc., ocasionalmente se expresa por conductas
psicosexual, puede perturbarse la asunción de suicidas. Estas últimas se van haciendo más fre­
la identidad de género, la tipificación sexual, la cuentes en las etapas más tardías de la adolescen­
orientación e identidad sexual o el conjunto de cia y en la adultez temprana, en que los cuadros
estas etapas. depresivos van adquiriendo la manera clásica de
expresión.

• Diferencias de la psicopatología según sexo y edad

Las consultas por patología psiquiátrica en los que en la mujer en las etapas preescolar y escolar.
servicios especializados son más frecuentes en los En la adolescencia los trastornos de conducta o
varones, desde la niñez hasta la adolescencia me­ trastornos disociales, el abuso dé alcohol y dro­
dia, lo que se explicaría porque en el varón son gas, predominan en los varones. Las conductas
más frecuentes los trastornos que tienen una base suicidas (ideación, gestos e intentos) son menos
madurativa. En la adolescencia tardía la frecuen­ frecuentes en los varones, pero debido a que éstos
cia de consultas tienden a equipararse en ambos utilizan métodos más efectivos, los suicidios con­
sexos, para predominar en el sexo femenino en la sumados ocurren más en ellos.
adultez.
V. En las mujeres. En la etapa de la adolescen­
En los hombres. El síndrome de déficit de cia las mayores dificultades en asumir la corpora­
atención con hiperactividad motora, trastornos lidad explican la mayor frecuencia del trastorno
del lenguaje y aprendizaje y los trastornos de eli­ dismórfico corporal, anorexia nerviosa o la pre­
minación son significativamente más frecuentes ocupación por el sobrepeso y la obesidad. Los sín-

119
PARTE I ¡ D e s a r r o l l o n o r m a l y p s ic o p a t o l ó g ic o

dromes conversivos ocurren casi exclusivamente por mayores dificultades de integración social y
en el sexo femenino. Los intentos de suicidios son por tener una mayor vulnerabilidad a la angustia
más frecuentes que en el varón, probablemente y a la depresión.

Psicopatología de la adolescencia

Los trastornos psiquiátricos iniciados en la niñez Psicopatología del adolescente en relación


experimentan modificaciones en el curso de la ado­ al cumplimiento de las tareas evolutivas
lescencia, por efectos del desarrollo. Algunos son
superados, otros continúan hacia la adultez, con La psicopatología del adolescente puede ser
las modificaciones que resultan de enfrentar las enfocada en relación a las tareas evolutivas, las
problemáticas propias de la adolescencia relaciona­ perturbaciones psicopatológicas que pueden ocu­
das con la asunción de los roles sociales y sexuales. rrir y los trastornos psíquicos resultantes, como se
También pueden ocurrir agravaciones propias del desarrojja a continuación:
curso evolutivo de cada patología en particular.
Búsqueda de la independencia emocional
En la adolescencia es posible que se manifies­ de sus padres y otros adultos:
ten plenamente patologías que se inician y termi­
nan en esta etapa o que, iniciándose en este perío­ Perturbaciones: dependencia excesiva, sim­
do, se prolonguen hasta la adultez, como muestra biosis por fusión o competitiva, inmadurez, regre­
la T abla 10-2. sión o independencia excesiva.

T abla 10-2. T rastornos psiquiátricos en la adolescencia

Trastornos que se inician en ia niñez y pue­ Trastornos que se inician y terminan en la


den terminar en la adolescencia: adolescencia:
• Encopresis • Trastornos de adaptación
• Enuresis • Trastornos de ansiedad
• Trastorno por déficit atencional con hiperac- • Conductas de riesgo
tividad motora • Trastorno dismórfico corporal
• Trastorno específico de aprendizaje • Obesidades
• Trastorno oposicionista desafiante • Trastornos de conducta alimentaria.
• Trastornos disociales • Anorexias nerviosas
• Trastornos de ansiedad • Psicosis agudas
• Tartamudez • Conductas suicidas
Trastornos que se inician en la niñez y con­ Trastornos que se inician en la adolescencia
tinúan a través de la adolescencia hacia la y continúan en la adultez:
adultez: • Trastornos de ansiedad
• Trastornos del desarrollo de la identidad de • Trastornos de la personalidad
género • Trastornos depresivos y trastorno bipolar
• Retardo mental • Conductas suicidas
• Trastornos generalizados del desarrollo • Trastornos psicóticos
• Trastornos específicos del desarrollo • Trastorno de la conducta alimentaria: ano­
• Tartamudez rexia y bulimia nerviosa
• Trastornos disociales • Trastornos obsesivo-compulsivo
• Trastorno por déficit atencional con hiperac- • Trastornos disociales
tividad motora • Trastornos relacionados con sustancias

\
C apítulo 1 0 | Características generales de la psicopatología infantil y de la adolescencia

Patología: ansiedad de separación, trastorno Patología: bloqueo en la iniciación de relacio­


oposicionista desafiante, trastorno disocial, in­ nes sentimentales en los trastornos de la identi­
madurez caracteriológica, anorexia nervosa, tras­ dad de género, anorexia nervosa, trastorno nar-
torno dependiente de la personalidad, trastornos cisista de la personalidad, trastornos del espectro
pasivos y otros. autista, ansiedad social.

Participación y compromiso social con gru­ Adquisición de pensamiento abstracto o hi­


po de pares de ambos sexos: potético deductivo:
Perturbaciones: aislamiento, ostracismo, timi­ Perturbación: no sobrepasar el nivel de pensa­
dez, incorporación a pandillas o grupos delictivos. miento operatorio concreto.
Patología: trastorno reactivo inhibido y desin- Patología: trastorno de aprendizaje en el ado­
hibido de la vinculación de la infancia no total­ lescente, trastorno de la organización del racioci­
mente superado, trastorno en la identidad de nio, pensamiento abstracto no logrado por patolo­
género, ansiedad social, mutismo selectivo, tras­ gía previa, como ocurre en los retardos mentales.
tornos del espectro autista, trastorno esquizoide
de la personalidad y otros. Elaboración de escala de valores propios y
moral autónoma:
Aceptación de sus cambios corporales y del
Perturbaciones: dependencia de valores aje­
rol psicosexual de acuerdo con las pautas de
la sociedad:
nos, juicio moral preconvencional o convencional,
dependiente de control externo. Cogniciones éti­
Perturbación: dificultad en asumir la corporali­ cas no asumidas. Falta de empatia y culpa.
dad y la identidad sexual de género.
Patología: trastornos disocíales, trastorno de­
Patología: trastorno dismórfico corporal, ano­ pendiente de la personalidad, trastorno sociopáti-
rexia nervosa, trastorno de la identidad sexual de co de la personalidad.
género, disforia de género, trastorno de la identi­
dad del rol de género Progresiva solución de conflictos y adquisi­
ción de seguridad en sí mismo:
Consolidación del concepto de sí mismo:
Perturbaciones: cronificación y complejización
Perturbaciones: dificultad en asumir una iden­ de los conflictos. Inseguridad y desconfianza bási­
tidad definida o una identidad negativa. ca, trastorno cognitivo de tipo ejecutivo
Patología: trastorno límite de la personalidad, Patología: organización neurótica de la perso­
personalidad múltiple, trastornos de conducta di­ nalidad. Trastorno dependiente de la personalidad
social, trastorno antisocial de la personalidad.
Asumir deberes y derechos del adulto:
Desarrollo progresivo de aptitudes, búsque­
Perturbaciones: dificultad o fracaso en asumir
da de su vocación y de la independencia eco­
la adultez.
nómica:
Perturbación: crisis de identidad en relación Patología: quiebre psicótico, adicción a drogas,
con lo académico profesional y actividad laboral. suicidios consumados.
Patología: personalidad dependiente, trastor­ La psicopatología del adolescente, en las pri­
no límite de la personalidad, psicosis recurrentes meras fases del desarrollo, se aproxima a las ca­
o crónicas, adicción alcohol y drogas. racterísticas de la psicopatología del niño y, en las
últimas fases, va adquiriendo las características
Preparación para la elección de pareja y la de la psicopatología del adulto (Tabla 10-3). La dis­
vida familiar: tribución de la morbilidad psiquiátrica en la ado­
lescencia temprana corresponde, en proporción
Perturbación: crisis de identidad en relación a
elección de pareja. importante, a la prolongación de perturbaciones
infantiles, algunas de las cuales son superadas o
PARTE I | 15ES A R R O L L O N O R M A L Y P SIC O PA TO LÓ G IC O

modificadas en esta etapa, y su repercusión en la T abla 10-3. P sicopatología en las fases de la ado - «
estructura de la morbilidad de esa edad es menos LESCENCIA
notoria. En la adolescencia media, por la tenden­
cia a exteriorizar conflictos, adquieren importan­
Adolescencia temprana (11 a 14 años):
cia los trastornos conductuales, el uso y abuso de
sustancias y alcohol, y las conductas suicidas. En • Trastorno de adaptación
la adolescencia tardía, los trastornos de la perso­ • Conducta suicida
nalidad, la esquizofrenia y las distintas formas de • Trastorno por déficit atención con o sinhiperác-
psicosis adquieren relevancia. Sin embargo, en tividad motora
todas estas etapas, son también motivos frecuen­ • Trastornos ansiosos
tes de consulta los trastornos de adaptación, los • Trastornos psicofisiológicos
trastornos de ansiedad, del ánimo, los trastornos • Trastorno conducta disocial
obsesivo-compulsivo, los trastornos psicofisiológi-
• Trastorno del ánimo (depresivo bipolar)
cos y otros.
• Trastorno de conducta alimentaria (anorexia
También en la adolescencia es posible que se nerviosa)
expresen plenamente perturbaciones que perma­ • Trastorno oposicionista desafiante
necieron latentes durante la niñez.
• Trastorno de aprendizaje (retardo en la com­
prensión lectora)
Comportamiento antisocial del adolescente
Adolescencia media (15 a 17 años):
Las conductas antisociales del adolescente ha­
• Trastornos de adaptación
bitualmente son repetidas y forman parte de un
reportorio de conductas cuya agrupación consti­ • Trastorno de personalidad
tuye los criterios diagnósticos de los trastornos de • Conductas de riesgo
conducta disocial. • Conductas suicidas
En posición intermedia, entre la crisis de ado­ • Trastorno de aprendizaje
lescencia que se considera normal y las conductas • Trastorno conducta dísocial
francamente patológicas, algunos adolescentes, • Trastornos relacionados con sustancias
principalmente de sexo masculino, ya sea por un • Trastorno de ansiedad
intenso afán exploratorio (propio de la edad) o por
• Trastorno del ánimo (depresión bipolar)
la influencia nociva de diversos grupos juveniles o
por laxitud de la conducta moral, por no contar • Trastornos psicóticos
con un sistema valórico propio suficientemente • Trastorno alimentación (anorexia y buiimia ner­
asumido, responden en forma desajustada. A di­ viosa)
chas respuestas las denominaremos conductas lí­ • Trastorno obsesivo-compulsivo
mites, ya que de producirse en una persona adulta
Adolescencia tardía (18 a 21 años):
o de persistir en el joven serían francamente pa­
tológicas; pero aún siendo ocasionales, no pueden • Trastornos de adaptación
ser consideradas como plenamente normales. Nos • Trastorno de personalidad
referimos aquí a experiencias (generalmente úni­ • Conductas suicidas
cas) de hurto, vandalismo, fuga del hogar, o tam­ • Crisis de identidad relacionada con elección de
bién experiencias ocasionales de cimarra, uso de carrera o definición laboral
drogas y embriaguez alcohólica. • Trastorno del ánimo (depresión, trastorno bipo­
Para diagnosticar una conducta límite, se re­ lar)
quiere que el adolescente haya tenido un desa­ • Trastorno de ansiedad
rrollo psíquico normal, que la experiencia no se • Trastornos psicóticos
repita, que el contexto familiar sea relativamente • Trastornos de la conducta alimentaria (ano­
sano, y que la conducta origine culpa y deseos de rexia, buiimia)
reparación. • Trastorno obsesivo-compulsivo
Las conductas límite requieren de análisis psi- • Trastorno relacionado con sustancias
copatológico y de confirmación, para resguardar

122
C apítulo 1 0 | Características generales de la psicopaU lía infantil y de la adolescencia

la posibilidad que el desarrollo continúe en forma ha sido satisfactoriamente resuelta; en caso con­
normal. También es preciso realizar controles oca­ trario, es necesario realizar procedimientos acti­
sionales, con el fin de asegurarse que la situación vos orientados a la normalización del desarrollo.

• Relaciones con la psicopatología del adulto

La psicopatología del niño y del adolescente tie­ En la psicopatología infanto-juvenil, la consi­


ne un carácter de "reactividad" mayor que la del deración de las características del desarrollo psi­
adulto. Por ejemplo, algunos cuadros depresivos cológico (aspectos cognitivos, afectivos y sociales)
se modifican fácilmente con cambios ambienta­ del individuo, ya sea normal o perturbado, debe
les y algunas manifestaciones somáticas del niño estar presente en el análisis de los diferentes tras­
pueden ser inducidas por una situación análoga tornos psiquiátricos que motivan la consulta, si­
en el adulto (quejas de cefalea, dolor abdominal). tuación que habitualmente no se considera con
Determinadas manifestaciones conductuales, igual gravitación en la psicopatología del adulto.
que en el adulto son francamente patológicas, El análisis de la psicopatología del niño y del
pueden no serlo en la niñez o en la adolescencia adolescente, además de investigar los procesos
(ej. reacciones primitivas de rabia en la niñez, del individuo, debe orientarse al estudio de las
conductas límites en la adolescencia). interacciones interpersonales. A diferencia de la
psicopatología del adulto, que pone el acento en
Determinados síndromes psicopatológicos del
adulto, pueden tener un significado muy diverso el individuo, postulamos que en la psicopatolo­
en la edad infanto-juvenil. Por ejemplo, el síndro­ gía infanto-juvenil lo pone tanto en el individuo
me conversivo en el adulto, habitualmente es la como en la interpersonalidad relacional.
expresión de un desequilibrio en una personali­ En el adulto predominan las expresiones no-
dad perturbada. En cambio, en un niño, el sín­ sográficas más diferenciadas, en tanto que en el
drome conversivo puede ser la expresión de un niño y en el adolescente predominan las formas
conflicto reciente, sin perturbación significativa nosográficas menos diferenciadas, siendo los lí­
del desarrollo de la personalidad, lo que represen­ mites menos precisos entre los distintos cuadros,
ta un tratamiento y pronóstico diferente. pudiendo existir superposiciones entre ellos.

• Relaciones entre la psicopatología infanto-juvenil y la disfunción fam iliar

Dada la marcada dependencia del niño respecto En el caso del hijo parental, debido a que los
a su entorno, algunas expresiones sintomáticas padres no ejercen con eficiencia la autoridad, el
pueden ser sólo la expresión indirecta de una pa­ hijo ocupa el vacío producido, asumiendo un rol
tología parental, conyugal, parentofilial, fraterna directivo dentro de su familia para el cual no está
o que comprometa toda la organización familiar. preparado, y puede, en consecuencia, perturbar
El hijo puede sobreinvolucrarse y desarrollar roles tanto el funcionamiento familiar como su propio
idiosincráticos tales como el de chivo emisario o desarrollo personal, principalmente en los aspec­
el de hijo parental o estar triangulado en un con­ tos emocionales.
flicto parento-conyugal. En la situación de chivo
emisario, este hijo presenta conductas pertur­ En la etiopatogenia de los trastornos psicofisio-
badoras y por ser el sujeto más vulnerable de la lógicos infanto-juveniles, juega un papel relevan­
familia es designado como el portador de toda la te la calidad de las interacciones interpersonales
patología familiar. y la dificultad en la expresión emocional, esen­
cialmente de rabia, temor y tristeza. El sistema

12 3
w t1

PARTE I | D esarrollo normal y psicopatológico

familiar constituye, sobre todo en el niño menor, gunas familias disfuncionales hemos comprobado
el principal campo de expresión emocional, por que la totalidad de los hijos presentan trastornos
lo que juega un rol preponderante en el inicio y psiquiátricos de diferente tipo y de distinta expre­
mantención de los trastornos psicofisiológicos o sión. En muchos jóvenes, la crisis de adolescencia
psicosomáticos. coincide con la crisis de la edad media de sus pa­
dres y pueden resurgir temas y conflictos de su
La psicopatología grave de los padres (Ej.: al­ propia adolescencia en los padres, que requieren
coholismo, psicosis, depresión mayor, trastornos nuevas soluciones. Por otra parte, la confronta­
graves de la personalidad, trastorno angustioso ción con la irreversibilidad de ciertas decisiones
crónico), puede afectar en forma significativa el tomadas, y la constatación de que en la vida no es
desarrollo psicológico de los hijos, ya que aquéllos posible dar marcha atrás, debilitan la estabilidad
no asumen plenamente la tarea de crianza o no de algunos padres, precisamente en el momento
constituyen modelos apropiados de identificación. en que el joven necesita que sean más estables y
La importancia del sistema familiar en el desa­ consistentes. Los padres también viven momentos
rrollo de la autonomía es fundamental, sobre todo de ansiedad y de depresión por el cambio que su­
en el adolescente. Las características del ejercicio fren sus funciones frente a hijos mayores que van
del rol parental facilita o perturba este proceso. logrando su propia autonomía. De este modo, los
Los padres sobreprotectores dificultan el logro de cambios que se producen en el adolescente no son
la autonomía al tratar al hijo como menos capaz vivenciados en forma pasiva por sus progenitores,
de lo que realmente es. Los padres permisivos, al a menudo la incapacidad de estos para elaborar
no poner límites, dificultan que el hijo adquiera su sus propias crisis tiende a mantener o profundizar
propio control interno. la crisis del joven.
Los padres que favorecen el diálogo y negocian Los padres pueden dificultar el proceso de di­
los límites que no comprometan principios o valo­ ferenciación psicológica y logro de la identidad,
res, facilitan el logro de la autonomía y la respon­ en cuanto obstaculizan la progresiva separación
sabilidad personal de las conductas de sus hijos. y asunción de roles del hijo, facilitando que este
presente actitudes rebeldes e incluso delictivas,
La disfunción familiar puede haberse iniciado con el fin de afirmarse al margen de la familia y
en la niñez y perturbar el desarrollo psicológico de su sistema de valores o, por el contrario, que
del niño y continuar a su vez alterando el desarro­ este permanezca ligado en una relación de de­
llo del adolescente. También la disfunción puede pendencia simbiótica que puede expresarse con
permanecer latente y expresarse en la adolescen­ manifestaciones clínicas diversas o sucesivas,
cia. La disfunción puede ser originada cuando el tales como: ansiedad de separación, dificultad
sistema parental no se adapta a los cambios nor­ para establecer relaciones interpersonales con
males del adolescente o puede producirse una dis­ los pares y pareja, fobia escolar, conductas pasi­
función como resultado de una crisis del sistema vas, reacciones primitivas o conductas suicidas.
conyugal. Al respecto, Rosenthal señala que las relaciones
También es posible que el sistema familiar no de tipo simbiótico serían modelos transmitidos
pueda adaptarse a los cambios que provoca la transgeneracionalmente, ya que los padres que
adolescencia de algunos de sus miembros, pro­ establecen este tipo de relaciones nunca se han
duciéndose alteraciones en el funcionamiento separado psicológicamente de sus propios padres;
interno, de modo que, en lugar de que las relacio­ la madre responde al desarrollo del hijo o hija con
nes entre padres e hijos progresen hacia la auto­ un rechazo ansfbso frente a cualquier cambio en
nomía e interdependencia, el o los adolescentes la relación que ha establecido con él o con ella.
quedan sometidos, infantilizados, parentalizados, Estos padres suelen ser impredecibles y sobrepro­
marginados, culpabilizados, excluidos o fuera de tectores, no permitiendo a sus hijos el desarrollo
control. También puede ocurrir que el joven haga de la autonomía y de toma de decisiones, a la vez
esfuerzos por mantenerse dentro del sistema aún que tienden a aislar al cónyuge y a los hermanos
a costa de su propia estructura personal; así, en al­ de la participación con éste.

12 4
f
C apítulo 1 0 | Características generales de la psicopatologia infantil y de ia adolescencia

• Relaciones entre la psicopatologia y el sistema escolar

El sistema escolar ha constituido una de las ins­ temente en el aula escolar, y la respuesta de los
tituciones de mayor prestigio para la mayoría de profesores y compañeros puede facilitar o dificul­
los estudiantes. En las instituciones educaciona­ tar la adaptación en este contexto.
les transcurre gran parte del tiempo programado,
En el trastorno oposicionista desafiante, el
al alumno se le ofrece un rico campo de interac­
niño, al desafiar la autoridad del profesor, pertur­
ciones interpersonales con adultos y pares. Los
ba la disciplina en la sala de clases. Los trastornos
profesores ejercen un papel protector y vicariante de la conducta social se aprecian, sobre todo, en
del rol parental, sobre todo cuando los estudiantes
niños desertores o excluidos del sistema escolar.
proceden de familias caóticas y los padres no ejer­
cen adecuadamente sus funciones. La ansiedad de separación en la niñez y la fobia
escolar en los púberes originan conflictos y tensio­
Las interacciones que se producen entre el niño
nes entre el niño, la familia y el sistema escolar,
con problemas y la comunidad escolar pueden re­
que es necesario resolver para lograr la reincorpo­
sultar en la mantención, reducción o acentuación
ración del niño en condiciones satisfactorias.
de sus manifestaciones psicopatológicas. Los tras­
tornos específicos del aprendizaje de lectura y cál­ En base a estos hechos se recomienda que las
culo, al no ser detectados oportunamente, ocasio­ dinámicas que se desarrollan en el interior del sis­
nan sobreexigencias que provocan tensiones, bajo tema escolar y entre este y la familia deben ser
rendimiento y baja autoestima en el estudiante. evaluadas y consideradas en el proceso de diag­
En el niño con déficit de atención e hiperactivi- nóstico y tratamiento de los trastornos psiquiátri­
dad, estas manifestaciones se expresan preferen­ cos infanto-juveniles.

Bibliografía
• Almonte C, Lecaros S. Psicopatologia del adolescente. En: 4'* ed. Meneghello J, Fanta E, París E, Rosselot V Pedia­
tría. vol II. Santiago, Chile: Mediterráneo, 1991; 1535-40.
• Almonte C. Psicopatologia del niño y del adolescente. En: Almonte C, Ulloa F. Nociones básicas de psicopatologia
infanto-juvenil y salud mental. Apuntes Docentes. Depto. Pediatría 27-40, Santiago, 1992.
• Almonte C, Capurro G. Estructura de la morbilidad psiquiátrica en niños y adolescentes en consulta ambulatoria
y hospitalización. Rev Psiquiatría y Salud Mental (Santiago, Chile) 2001; 18:22-28.
• Almonte C. Introducción a la psicopatologia del niño y del adolescente. En: Montenegro H, Guajardo H. Psiquia­
tría del niño y del adolescente. Santiago, Chile: Ediciones Salvador 1994: 207-15.
• Campbell S. Psicopatologia y desarrollo. En: Ollendick T, y Hersen M. Psicopatologia Infanfil. Barcelona: Ediciones
Martínez Roca, 1993.
• Cicchetti D, Cohén D. Developmental psychopatology. vol I y II. New York: Wiley, 1995.
• De Negri M. Note introductive alia psichiatria infantile. En: Lezioni di neurologja di psicopatologia clínica infan-
tile. 3ra ed. Padova: Piccin Editore, 1981: 423-25.
• Lang JL. Introducción de la psicopatologia Infantil, definiciones delimitación. Madrid: Paraninfo 1984; 13-17.
• Monedero C. Prólogo en psicopatologia evolutiva. Barcelona: Labor, 1982; 7-8.
• Rutter M. Scienfific foundations of developmental psychiatry. Introduction. London: Willian Heineman Medical
Books Ltd, 1980; 1-7.
Salud mental en el niño y el adolescente
R icardo G arcIa

Los conceptos de infancia y adolescencia en el ser llo de la funcionalidad y finalmente algún grado
humano, junto a la necesidad de su cuidado, pro­ de discapacidad social.
tección y facilitación del desarrollo, son temas re­
Todas estas situaciones llevan a la considera­
lativamente nuevos en la historia de la sociedad,
ción actual de calidad de vida y bienestar personal,
que tiene una compleja evolución y en la que in­
no tan sólo desde la perspectiva de la enfermedad,
tervienen múltiples factores que van posibilitando
sino además del desequilibrio que se produce en­
cambios, en una dimensión de tiempo cada vez
más rápida. Todos estos cambios interactúan con tre la persona y su contexto físico y social. De esta
visión surge el concepto de salud mental, que es
las personas, grupos e instituciones que tienen a
amplio e implica un estado de bienestar psicoso-
cargo el cuidado y desarrollo de los niños y ado­
cial, y no únicamente la ausencia de trastornos
lescentes, quienes a su vez participan en esta rela­
ción como individuos con diferentes habilidades, mentales. Por lo tanto, se trata de una dimensión
esencial de la calidad de vida, que es influida por
capacidades y posibilidades de adaptación.
una amplia gama de factores y experimentada en
Desde el ámbito de la salud, como sociedad se forma individual y colectiva.
ha logrado un significativo avance en el último
En Chile se ha adoptado la definición del Mi­
siglo, logrando a través del conocimiento y la uti­
nisterio de Salud de Canadá sobre salud mental,
lización de nuevas tecnologías el control creciente
la que es 'entendida como "la capacidad del in­
de factores de riesgo para la salud, disminuyendo
dividuo, los grupos y el ambiente de interactuar
la mortalidad general, especialmente la infantil,
entre sí, de promover el bienestar subjetivo, el
ocasionada por grandes flagelos como las enfer­
desarrollo óptimo y uso de las facultades menta­
medades infecciosas y la desnutrición principal­
les individuales y colectivas, consistentes con los
mente. Ha aumentado la sobrevida de recién na­
derechos de las personas, la justicia y el bien co­
cidos de pretérmino y bajo peso extremo, de niños
mún" (OMS, 1998).
con problemas genéticos diversos, con enferme­
dades crónicas, etc. Sin embargo, también han Considerada de esta manera, la salud sería un
aumentado los factores de riesgo psicosociales, recurso de la persona que se enriquece o empobre­
generando problemas de salud mental y la apari­ ce de acuerdo a los intercambios de los diferentes
ción de enfermedades psiquiátricas mejor defini­ procesos en que está involucrada, siendo la perso­
das, con el consecuente compromiso del desarro­ na protagonista de estos procesos.

16 1
fi":
1 •
PARTE II | S alud mental

Estos nuevos conceptos enfatizan la importan­ Se hablará de un trastorno mental cuando ya


cia de los vínculos de personas y grupos, recono­ exista una alteración o enfermedad, por ejemplo:
ciendo las características propias, la necesidad de trastorno ansioso, del ánimo, esquizofrenia, etc.
crear lazos y de aunar esfuerzos para alcanzar ob­ De estas situaciones se preocupa la Psiquiatría
jetivos comunes. del niño y del adolescente, que es una rama de
la Medicina, y cuyo objetivo es el diagnóstico y
De acuerdo a esta definición, se considera un tratamiento de los trastornos o enfermedades
problema de salud mental cuando se rompe este mentales.
equilibrio del individuo con su ecosistema y re­
dunda en una alteración del bienestar psicosocial. Frente al aumento de los problemas de salud
mental y de trastornos psiquiátricos de la pobla­
La salud mental del niño y del adolescente tie­ ción, la Organización Mundial de la Salud (OMS)
ne características propias en la medida que se tra­ ha priorizado acciones en estos ámbitos y ha di­
ta de un individuo en desarrollo, que requiere el fundido el concepto de que "no hay salud sin sa­
cuidado de otros y, por lo tanto, recibe la influen­ lud mental", aludiendo al concepto de que salud
cia de múltiples factores en distintos períodos de física y la salud mental son inseparables e inte­
su evolución, con los cuales interactúa, pudiendo ractúan. Por lo tanto, la atención de problemas de
resultar un desarrollo dentro de parámetros nor­ salud mental, necesariamente, debe estar incluida
males, con problemas de salud mental o trastor­ en el acto médico, en la programación y atención
nos psiquiátricos bien definidos. de salud general.
Estos conceptos son especialmente importan­ Estudios epidemiológicos de trastornos psi­
tes para los niños y adolescentes, quienes son quiátricos, realizados en varias ciudades del país
personas en desarrollo y dependen más de sus por Vicente y cois., concluyeron que la prevalencia
familias y entornos, por lo que se hace necesario total de trastornos en niños y adolescentes entre 4
respetarlos y protegerlos. Lo anterior ha sido plas­ y 18 años es del 38,3%, ajustados al 22,3% cuando
mado en la legislación chilena, ratificando el 30 se agrega el criterio de discapacidad. Los trastor­
de noviembre de 1990 la Convención de 1989 so­ nos más frecuentes son los trastornos conductua-
bre los Derechos del Niño, adoptada por la Asam­ les, representados por el 14,7%, seguidos por los
blea General de las Naciones Unidas. trastornos ansiosos, con el 8,3%, y los trastornos
Es posible que un niño o adolescente tenga pro­ del ánimo, con el 5,1%.
blemas de salud mental en un ambiente de falta En cuanto a factores de riesgo, las niñas tienen
de cuidados y vinculación durante su gestación o más riesgo de presentar trastornos internalizados
en su primera infancia, porque ha sido víctima de (ansiosos y depresivos). Los niños presentan más
violencia o de maltrato intrafamiliar, tenga padres riesgo de presentar trastornos disruptivos o con-
con enfermedades mentales, sufra las consecuen­ ductuales que los adolescentes, pero muestran una
cias de la cesantía de los padres o de tener menos tendencia mayor a presentar trastornos del ánimo.
oportunidades para un desarrollo adecuado, viva
en un ambiente amenazante a su integridad, ten­ La percepción de tener una familia con altera­
ga un sistema escolar inadecuado, etcétera. ciones en su funcionamiento es riesgo para tras­
tornos ansiosos, del ánimo y conductuales. Este
Los problemas de salud mental trascienden el riesgo se repite si existe psicopatología severa de
ámbito de la Psiquiatría, por lo tanto, deben ser los padres. Uno de los riesgos mayores de tener
abordadas por distintas disciplinas científicas, trastorno del ánimo en los hijos es la psicopatolo­
instituciones, profesionales y principalmente la gía materna. Se observó mayor riesgo de psicopa­
propia comunidad y las personas. En este sentido tología en las familias uniparentales y aún mayor
la coordinación intersectorial y las redes sociales si la madre tiene psicopatología. Vivir en familias
son fundamentales. La atención primaria de salud de bajo nivel socioeconómico tiene mayor riesgo
es un área primordial, pero no la única, en ella
de trastornos ansiosos.
se debe fomentar la calidad de vida, promoviendo
factores protectores y de resiliencia y pesquisando El mismo estudio señala insuficiente acceso de
los factores de riesgo en una labor consensuada estos niños, adolescentes y sus familias a los servi­
intersectorialmente. cios de salud mental para mejorar sus problemas.

16 2
C apítulo 15 | Salud mental en el niño y el adolescente

El análisis de los procesos que intervienen en mas frente a los cambios. Los sistemas vivos tien­
los problemas de salud mental y trastornos psi­ den a mantener un balance u homeostasis entre
quiátricos es complejo en el grupo etario en cues­ sus elementos a través de fuerzas opositoras, ya
tión, y una forma de comprenderlo es desde una que al mismo tiempo suceden inputs y outputs.
perspectiva sistémica y evolutiva o de desarrollo, Cuando cambios de cierto grado son introduci­
que se expondrá en forma sintética en las siguien­ dos al sistema, fuertes fuerzas contraactúan. Así,
tes líneas. cualquier sistema tiene un rango básico de esta­
dos básicos, dentro de los que se mueve con re­
La teoría general de sistemas es un modelo
lativa facilidad; pero si éste se recarga de inputs,
científico, amplio y flexible que permite englobar
surgirán resistencias al cambio, generando estrés
una amplia variedad de fenómenos que, general­
y tensión.
mente, se disocian en el análisis de las ciencias
físicas o sociales. Cuando los cambios de los sistemas suceden en
el tiempo, como es la vida de un niño, se habla de
El concepto central es el “sistema", definido
procesos. Un proceso es una secuencia de eventos
por Von Bertalanffy como "un complejo de ele­
que toman lugar en una forma ordenada y esca­
mentos en mutua interacción" y por Muller como
lonada. Se puede hablar de proceso de desarrollo
"una serie de unidades con relación entre ellas,
sistémico, en el que los eventos se desarrollan y se
en las cuales el estado de cada unidad es activado
suceden en una progresión lineal, como las etapas
por, condicionado por, o dependiente del estado
de desarrollo físico o psicológico o los ciclos vita­
de las otras unidades". Los sistemas están com­
les; o un proceso circular, en el que los eventos se
puestos por elementos o unidades que están en
repiten en una secuencia circular.
interacción dinámica y enmarcada por límites que
los separan de componentes que no son del siste­ Muchos ejemplos de los conceptos de procesos
ma. Cada componente del sistema puede ser com­ ocurren en la práctica psiquiátrica, incluyendo los
ponente de un sistema mayor en interacción diná­ conceptos de ciclo vital de Erickson como un pro­
mica con otras unidades, todas las cuales también ceso de desarrollo, el ciclo menstrual o circadiano
están circunscritas por límites, que les permiten como un proceso cíclico o el duelo como un pro­
diferenciarse como sistema. ceso psicosocial que se modula con el desarrollo
en forma satisfactoria o no, dependiendo de las
Esta idea de sistemas dentro de sistemas, in­
relaciones con los otros sistemas.
troduce el concepto de niveles. Así, cuando un
sistema único es al mismo tiempo componente En este punto, es de fundamental importancia
dentro de un sistema y está compuesto por com­ considerar los procesos sociales que se dan en los
ponentes que a la vez son sistemas más pequeños, macrosistemas, los que tienen alto impacto en la
se habla de tres niveles diferentes. salud mental de las personas y los grupos. Urie
Bronfenbrenner desarrolló un modelo ecológico
En relación con el niño con problemas de salud
del desarrollo humano en que ofrece un modelo
mental, se hará referencia a tres niveles generales:
comprensivo de la compleja y permanente inte­
1) el biológico, que incluye células neuronales,
racción de las personas con sus ambientes. Este
sistemas funcionales cerebrales, cerebro, sistema
modelo, que integra la estructura y dinámica de
nervioso central, etc.; 2) el psicológico, incluyen­
las redes sociales y las transacciones de apoyo
do el organismo individual, tanto en su aspecto
que se generan en éstas, es posible considerar­
intrapsiquico como conductual; y 3) el nivel so­
lo en una dimensión actual y en una dimensión
ciológico, que incluye grupos y organizaciones,
histórica. En el esquema propuesto por Bronfen­
especialmente la familia.
brenner, se puede visualizar como el despliegue
El desarrollo del niño o del adolescente lleva a de un catalejo, análogo al desarrollo biográfico
la necesidad de entender la dinámica de los siste­ (F igura 15-1).

16 3
Modelo ecológico de Urie Bronfenbrenner

Después de la Primera Guerra Mundial, el mundo tareas evolutivas, que están enmarcadas en los
ha estado viviendo un acelerado cambio social en procesos sociales de su entorno y de su época.
todos los aspectos, con una velocidad progresiva­
mente mayor. Determinantes han sido los avances Estado y disposición. Un estado es el orde­
científicos tecnológicos, la globalización, las mi­ namiento o condición de un sistema en un deter­
graciones hacia las urbes, la incorporación de la minado punto del tiempo; es como si el sistema
mujer a la vida laboral, los cambios educacionales, se hubiera detenido por un momento y todos sus
entre otros, que han obligado al individuo a some­ componentes fuesen determinados. Un ejemplo
terse a un estrés más permanente y variado. es el examen mental, el que provee al entrevis­
tador una imagen de la condición mental en ese
Este impacto es especialmente significativo en momento. Exámenes repetidos en diferentes pe­
las familias, las que también han tenido un cam­ ríodos de tiempo dan al examinador una visión de
bio importante, que afecta a sus niños y adoles­ secuencia de estados en los que el sujeto va pasan­
centes, quienes tienen que resolver sus propias do, lo que enriquece el análisis de una evaluación

! 16 4
C apítulo 1 5 | Salud mental en el niño y el adolescente

m T abla 15-1. P rograma de residencia niños y adolescentes U. de T oronto

Factores Predisponentes Desencadenantes Mantenedores Protectores


Biológicos
Psicológicos
Sociales
L
inicial y de la evolución de un niño o adolescente Concordante con estos conceptos de estado y
con problemas o trastornos. disposición, desde el punto de vista de salud men­
tal se puede explicitar la existencia de factores
La disposición se refiere a las características o
protectores o de riesgo en el sistema individual
rasgos adaptativos más o menos persistentes de
y familiar. Un niño que ha tenido la oportunidad
los individuos o grupos. Este concepto trasciende
de desarrollar habilidades y destrezas sociales, de
el tiempo, en el sentido que involucra una cuali­
resolución de problemas, un grado adecuado de
dad del sistema, que es potencial pero no actual.
autonomía en una atmósfera afectiva adecuada
En esta dimensión se debe considerar el tempe­
podrá indudablemente sortear mejor los escollos
ramento, disposición que puede diferenciar a los
que le depare la vida.
niños desde pequeños. Este temperamento influ­
ye en la conducta y en la actitud de los padres, en
Formulación diagnóstica. Como una mane­
la misma forma que éstos influyen en sus hijos.
ra de acercarse al análisis de la salud mental de
El concepto de fragilidad es otro concepto tí­ un niño o adolescente, el proceso de formula­
pico disposicional, así como el concepto de resi- ción diagnóstica permitirá construir una hipóte­
liencia. sis comprensiva desde una perspectiva evolutiva,
sistémica, considerando factores biopsicosociales
Se entienden los términos de "vulnerabilidad"
de riesgo y de protección que influyen en la cons­
o "fragilidad" relacionados con factores de riesgo,
trucción y aparición de problemas o trastornos de
que se refieren a organismos que tienen la predis­
salud mental.
posición a desarrollar alteraciones, generalmen­
te frente a situaciones o eventos estresantes que Para estos fines, la formulación diagnóstica
puede darse en diferentes líneas: ansiosa, depre­ comprende dos procesos lógicos: identificación y
siva, obsesiva compulsiva, etcétera. síntesis de los factores de riesgo y protectores en
la vida de un niño o de su familia en una pers­
La resiliencia, por otro lado, se relaciona con
pectiva biopsicosocial. Estos factores, de eviden­
factores protectores y se refiere a la capacidad del
cia empírica, se pesquisarán a partir de la historia
individuo a sobreponerse a las situaciones adver­
clínica y se pueden registrar como en la T abla 15-1.
sas y salir fortalecido de ellas. Es un proceso en
que intervienen factores personales como la ca­ A partir de los factores de riesgo y protectores
pacidad de insight, autonomía, interacción social, identificados, es posible construir hipótesis com­
iniciativa, creatividad e ideología personal. Tam­ prensivas de procesos interactuantes biológicos,
bién intervienen como fuentes de resiliencia un psicológicos y sociales, teniendo como centro la
ambiente social facilitador, habilidades sociales construcción de la persona del adolescente y su
en el manejo de situaciones y competencia en re­ estado de salud mental. Este análisis permitirá es­
solución de problemas (Fonagy, 1994). tablecer estrategias de intervención efectivas y en
forma priorizada.

16 5
PARTE ÍI j S a l u d m ental

Modelos de salud mental

Existen dos modelos o enfoques, que son comple­ • Comunicación intrafamiliar inadecuada o dis­
mentarios en el trabajo de salud mental. torsionada.
• Modos anormales de crianza: sobreprotección
Enfoque de riesgo
parental, supervisión o control parental inade­
Éste fue sustentado por Caplan en 1964, quien cuado, privación de oportunidades de expe­
desarrolló los conceptos de niveles de prevención: riencia.
primaria, secundaria y terciaria. • Ambiente inmediato anormal: crianza insti­
tucional, familia aislada, condiciones de vida
Prevención primaria. Ésta se refiere a acciones
creadoras de situaciones riesgosas.
dirigidas a disminuir el riesgo que aparezca un
trastorno o enfermedad a nivel de la comunidad, • Eventos vitales agudos: pérdida de una relación
por ejemplo, la detección de hipotiroidismo con- de amor, retiro del hogar que acarrea amenaza
génito y fenilquetonuria en el recién nacido como contextual significativa, esquema de relaciones
prevención del retraso mental, la prevención de familiares alterado, eventos provocadores de
alcoholismo y drogas, etcétera. pérdida de autoestima, abuso sexual extrafa­
miliar, experiencia familiar aterradora.
Factores c/e riesgo. Éstos corresponden a las • Estresores sociales: discriminación, persecu­
características o factores que aumentan la pro­ ción, migración o trasplante social.
babilidad de que aparezca una enfermedad que
comprometa la salud, la calidad de vida o la vida, • Estrés interpersonal crónico asociado con el
las que están asociadas a mortalidad futura. Es colegio o trabajo: relaciones conflictivas con
una asociación estadística. pares, trato al niño como chivo expiatorio por
los profesores o supervisores laborales, intran­
Existen factores de riesgo biológicos, psicológi­ quilidad general en el colegio o en el trabajo.
cos y sociales, los que a su vez pueden ser predis­
ponentes, precipitantes o mantenedores. • Eventos o situaciones estresantes resultantes
• Predisponentes: pueden pasar meses o años de la enfermedad o trastorno del niño.
antes del inicio de la enfermedad.
Prevención secundaria. Ésta se refiere a la
• Precipitantes: son eventos que aparecen poco detección precoz, diagnóstico y tratamiento opor­
antes del inicio de la enfermedad.
tuno de las enfermedades. Por ejemplo: trastornos
• Mantenedores: hacen que el problema de salud vinculares, retraso psicomotor, trastornos del áni­
mental se mantenga. mo, trastornos de aprendizaje, etcétera.
Entre las situaciones de riesgo psicosociales Prevención terciaria. Ésta está dirigida a la re­
asociadas, que es necesario investigar como posi­ habilitación de las secuelas de las enfermedades y
ble factor de riesgo, el CIE-10 (Clasificación Inter­ está relacionada con las discapacidades, en el senti­
nacional de las Enfermedades) codifica en el eje V do de mejorar los mecanismos de adaptación social.
los siguientes aspectos:
• Relaciones intrafamiliares anormales: falta de Enfoque de protección o promoción de la salud
calidez en la relación parentofilial, trastornos
Este enfoque también se ha denominado "pre­
vinculares, peleas entre adultos, uso del niño
vención primordial" y se dirige a desarrollar as­
como chivo expiatorio, maltrato físico del niño,
abuso sexual dentro de la familia. pectos que, según las evidencias científicas, favo­
recen el desarrollo y la salud en el individuo, los
• Trastorno o discapacidad mental en el grupo grupos y las comunidades en el contexto que se
primario de apoyo del niño: trastorno mental definió al inicio del capítulo. En este enfoque co­
parental, discapacidad o invalidez parental, bra mucha importancia la resiliencia como factor
discapacidad de un hermano. protector frente a algunas situaciones.

16 6
C apítulo 15 | Salud mental en el niño y el adolescente

Factor protector. Éste se refiere a factores que Resiliencia. Se ha observado a personas que
modifican, aminoran o alteran las respuestas de tienen habilidades para surgir de la adversidad,
una persona a algunos azares ambientales que adaptarse, recuperarse y acceder a una vida sig­
predisponen a un resultado negativo, mitigando nificativa y productiva, con un enfrentamiento
el impacto de situaciones de riesgo. Se han estu­ efectivo ante eventos estresantes y acumulativos,
diado algunas variables relacionadas con factores lo que corresponde a procesos que se desarrollan
protectores, como la adecuada sociabilidad en el frente a algunas contingencias de la vida.
desarrollo de,la personalidad, la cohesión familiar
Este enfoque de protección o promoción de la
y ausencia de conflicto y la disponibilidad de so­
salud mental ha tenido gran desarrollo y aplica­
porte externo.
ción en los últimos años, incorporándose a planes
y programas de salud infantojuveniles.

• Organismos y programas de salud mental en

Ministerio de Salud torialidad en salud mental y la participación de


agrupación de usuarios y factores protectores de
El Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría la salud mental en la población beneficiarla, evitar
del Ministerio de Salud de Chile (Minsal) prioriza o retrasar la aparición de enfermedades mentales
siete áreas de desarrollo y tres de ellas están direc­ prevenibles, detectar y tratar precozmente las en­
tamente relacionadas con la niñez y la adolescen­ fermedades mentales mediante intervenciones de
cia. Estas áreas de desarrollo son las siguientes: costo-efectividad sustentada en evidencia, me­
• Promoción y prevención de salud mental. jorar la calidad de vida de los pacientes con en­
fermedades mentales de larga evolución y de sus
• Trastornos de salud mental asociados a la vio­ familiares y/o cuidadores.
lencia: maltrato infantil.
Las acciones del programa de salud mental y
• Violencia intrafamiliar y represión política psiquiatría deberían ser realizadas en los tres ni­
(1973-1990). veles de atención de salud. En el nivel de atención
• Trastornos de hiperactividad y déficit de aten­ primaria, estas actividades pueden ser realizadas
ción en niños y adolescentes en edad escolar. por el equipo de salud general (incluyendo psicó­
logo), en consultorios, centros de salud, centros
• Depresión. de salud familiar, consultas de médicos generales,
• Trastornos psiquiátricos severos - esquizofre­ Centros Comunitarios de Salud Mental Familiar
nia. (COSAM).
• Alzheimer y otras demencias. En la atención del nivel secundario y terciario,
la atención especializada es otorgada por los equi­
• Abuso y dependencia de alcohol y drogas. pos de salud mental y psiquiatría ambulatoria en
COSAM, consultorios de especialidades, Centros
Para el desarrollo de este plan el Minsal propo­ de Diagnóstico y Referencia (CRS) y, fuera de las
ne un modelo basado en valores fundamentales, estructuras sanitarias, en centros o espacios de
un enfoque técnico, criterios de calidad, soporte cuidado de personas con enfermedades mentales
organizativo, un marco administrativo y estra­ y por equipos profesionales y técnicos de servicios
tegias. Se resalta la importancia de la intersec- de Psiquiatría de hospitales o clínicas.

16 7
Epidemiología psiquiátrica en niños
y adolescentes
Ricardo G arcía

• Generalidades
____________________________________
La epidemiología se refiere al estudio de la fre­ Las investigaciones de epidemiología en salud
cuencia y distribución de una enfermedad o tras­ mental pueden referirse a prevalencia "absoluta",
torno en una población humana y de los factores cuyo principal objetivo es determinar la frecuen­
asociados con las variaciones de dicha frecuencia cia total de los distintos trastornos psicológicos en
y distribución. Esta especialidad contribuye al co­ una población general, y prevalencia "relativa" o
nocimiento de etiologías, curso y tratamiento de tratada, que investiga los porcentajes de pacientes
los trastornos y en la planificación de salud men­ que consultan por estos mismos tipos de trastor­
tal de grupos poblacionales. Uno de los intereses nos. Los objetivos de ambos tipos de estudios pue­
de la epidemiología es averiguar cuáles son los ni­ den resumirse en los siguientes aspectos:
ños de la comunidad que necesitan ayuda por pro­
• Determinar la frecuencia y la duración de los
blemas o trastornos emocionales o conductuales.
trastornos psiquiátricos infantiles en la pobla­
Una reciente publicación sobre el estado global ción general.
de la patología psiquiátrica en niños y adolescen­
• Determinar la asociación de variables demo­
tes según datos de la Organización Mundial de la
gráficas (sexo, edad) con las manifestaciones
Salud (OMS) informa que casi el 20% de este gru­
psicopatológicas infantiles.
po presenta alguna alteración de la salud mental,
que el suicidio es la tercera causa de muerte en • Cuantificar las necesidades de atención psi­
este grupo y que cerca del 50% de los adultos con quiátrica en un determinado territorio, ya sea
patología psiquiátrica comenzó su desarrollo en la en los servicios especializados o en los consul­
adolescencia, siendo así un problema de relevan­ torios de atención primaria.
cia mundial.
• Contribuir a diseñar programas de prevención
En Latinoamérica existen prevalencias que va­ y de atención de las patologías psiquiátricas
rían entre el 15% y el 23%, con impacto similar más frecuentes.
al encontrado mundialmente. En Chile existen
• Conocer los cambios históricos en la frecuen­
pocos estudios en este ámbito, pero existen pre-
valendas entre el 24,2% y el 38,7% en distintas cia de los trastornos psiquiátricos infantiles en
una determinada región.
muestras poblacionales.

16 9
PARTE JI j S a l u d m ental

Los estudios epidemiológicos se realizan habi­ En estudios sobre factores protectores y de ries­
tualmente a partir de las siguientes categorías: go, hay consenso en que la deprivación económi­
ca, la disfunción familiar severa, el maltrato tem­
• Estudios de población bajo control. prano, un temperamento difícil, vivir en medio de
• Estudios de población en contacto con los con­ la violencia y dificultades cognitivas son factores
sultorios generales. de riesgo para un desarrollo sano. En cuanto a los
factores protectores, se ha asociado a crianza afec­
• Estudios comunitarios. tuosa y con autoridad de los padres, oportunida­
des educacionales, autonomía psicológica y salud
Según el objetivo de estudio, la epidemiología física.
puede ser de dos tipos: descriptiva o analítica.
La influencia de estos factores puede variar de
Epidemiología descriptiva. Ésta se refiere a acuerdo al nivel de desarrollo del país y su cultura,
las prevalencias de los trastornos en poblaciones así como en las diferentes categorías diagnósticas
humanas, en población general, consultantes a y género. Todo esto indica que subgrupos específi­
servicios de salud, hospitalizados, etc. Se relacio­ cos comparten factores de riesgo y protectores que
na directamente con estudios y planificación en son necesarios investigar para establecer también
salud mental. intervenciones específicas y dirigidas a ese grupo
en particular.
Epidemiología analítica. Ésta trata de com­
La epidemiología del desarrollo también ha es­
prender la etiología de los trastornos psiquiátricos, tudiado las interrelaciones entre factores de riesgo
generar hipótesis para investigaciones ulteriores y fisicomédicos, genéticos y psiquiátricos. Así se ha
proveer datos básicos a otras investigaciones (ej. podido establecer el riesgo de fumar cigarrillos en
el retraso del lenguaje a los tres años es predictor adolescentes tempranos con trastorno de déficit
de problemas de conducta en los próximos cinco de atención y el desarrollo de conductas de riesgo
años). y adicciones a alcohol y drogas posterior; niños de
En niños y adolescentes, la epidemiología ana­ pretérmino de bajo peso de nacimiento se relacio­
lítica se relaciona con la epidemiología del desa­ nan con trastornos específicos y generalizados del
rrollo o evolutiva, cuyo objetivo es comprender desarrollo; y desnutrición temprana, con trastor­
los mecanismos por los cuales los procesos de nos depresivos y déficit de atención.
desarrollo se ven afectados por factores de riesgo Estudios de De la Barra y cois, encontraron en
para trastornos psiquiátricos específicos y a la vez un estudio longitudinal en población escolar que
procesos de desarrollo que se ven favorecidos por niños que mostraban desobediencia/agresión, ti­
factores protectores. Esto permite proponer estra­ midez e hiperactividad en 1" año de enseñanza
tegias preventivas en las distintas etapas. básica (seis años de edad) aumentaban el riesgo
Para este efecto se utilizan los estudios longi­ posterior de problemas cognitivos/concentración
tudinales, en los que se considera la duración de en 6“ año básico. Los problemas de concentra-
la exposición al riesgo, la etapa de desarrollo de ción/cognitivos en 1ro aumentaban el riesgo de
los niños y el momento en que ocurre. También ser considerados con inmadurez emocional pos­
se consideran los estudios genéticos y cómo algu­ teriormente en 610básico. La hiperactividad en 1ro
nos perfiles interactúan con factores ambientales, básico se correlacionó con desobediencia/agresión
teniendo su propio perfil de factores de riesgo y posterior.
protectores. Un ejemplo de esto son los hijos de En relación con estudios genéticos, factores
padres bipolares controlados en servicio de salud
ambientales y evolutividad, es interesante lo que
comparados con hijos de padres que no han con­
se ha encontrado en cuanto a que las interaccio­
sultado a psiquiatría. Así se observó que los hijos
nes geneticoambientales influyen más poderosa­
de padres bipolares que asistían regularmente a
mente que las variables ambientales o genéticas
servicio de salud especializado tenían menos con­
aisladamente. Así, por ejemplo, se ha observado
ducta de riesgo en alcohol y drogas y mejor con­
que el efecto del maltrato en la conducta antiso­
cepto de familia, a pesar de que mostraban mayor
cial posterior era mayor en los niños con baja acti­
frecuencia de trastornos psicopatológicos.
vidad MAO-A (monoamino-oxidasas A).

17 0
C apítulo 16 | Epidemiología psiquiátrica en niños y adolescentes

E structura de la m o rb ilid a d psiqu iátrica . Ésta cas de los individuos implicados y a los factores
se refiere a la ordenación de las prevalencias de que llevan a buscar ayuda o a ponerse en contacto
los distintos diagnósticos psiquiátricos realizados con los servicios de salud. Este tipo de estudios se
en una población específica durante un período utiliza en epidemiología operativa, para la mejor
de tiempo determinado: estudio transversal de la planificación de los recursos de salud. También
prevalencia. Por otro lado, el estudio longitudinal son útiles para estudiar alguna patología en es­
de la prevalencia permite conocer los cambios pecial en términos diagnósticos y de tratamiento.
que experimentan estos trastornos en el curso
Los estudios en salud mental infantojuvenil
del tiempo, pudiendo precisar así los factores de
deben basarse en la información procedente de
riesgo.
diversos informantes: clínicos, padres, profeso­
res, el propio niño, etc., recogiendo la informa­
Muestreo
ción en distintos contextos. Generalmente, los
M uestreo en po blació n general. Lo ideal es el distintos observadores difieren en sus informes
estudio en muestras de la comunidad, que puede sobre el comportamiento del niño; los profesores
cubrir todo el espectro de trastornos, incluyendo a y los padres muchas veces difieren en catalogar
los individuos que no reciben tratamiento. El pro- • a un niño con problemas, generalmente son más
blema es el estudio de cuadros raros que necesitan precisos para informar sobre los cuadros de tipo
una gran muestra para ser detectados. externalizables (trastornos de conducta, déficit de
atención), y los escolares y adolescentes informan
M uestras clínicas. Estas muestras pueden es­ mejor sobre los cuadros internalizables (trastor­
tar sesgadas en lo que se refiere a las característi­ nos emocionales ansiosos, depresivos).

• Estudios epidemiológicos
J
El primer estudio sistemático de epidemiología tes, unos realizados en poblaciones psiquiátricas,
en psiquiatría de niños y adolescentes fue el rea­ otros en poblaciones pediátricas, en población
lizado en 1958 por Lapouse y Monk, en Buffalo, escolar y también en la población general, pero
en los EE.UU. Éste reveló una alta prevalencia de eran escasos los trabajos realizados con un diseño
trastornos emocionales y conductuales en niños riguroso previo, una buena definición de "caso"
entre 6 y 12 años. Actualmente se efectúan rigu­ e instrumentos de evaluación adecuados y adap­
rosos estudios en diferentes países, mostrando tados a la población que se quiere estudiar y con
que la media de estos trastornos está en el 20%. los criterios diagnósticos operativos.
El estudio epidemiológico de psiquiatría infantil
inicial más relevante fue el realizado por Rutter en Desde la década de 1980 se realizan estudios
la isla Wight, en la década de 1970. En este caso, de tercera generación, que incluyen métodos de
diagnóstico estandarizados y técnicas sofisticadas
fue la primera vez que se realizaron diagnósticos
de muestreo en grandes poblaciones (Tabla 16-1).
clínicos en un trabajo epidemiológico psiquiátrico
de doble fase, es decir, con la utilización de ins­
E studios de C anadá o estu dio de O ntario.
trumentos de tamizaje, y luego entrevista clínica
semiestructurada con los casos positivos. En una En este estudio (Offord y cois., 1987) la muestra
muestra de 3.316 niños de 10 a 11 años, se encon­ comprendió 2.679 niños de 4 a 16 años. El instru­
tró el 6,8% de trastornos psiquiátricos, excluyendo mento utilizado fue el Children Behavior Checklist
el retraso mental. En otra muestra de 2.303 ado­ (CBCL) de Achenbach en sus dos formas: para
lescentes de 14 a 15 años se encontró el 13,2% de padres y para maestros. Consideró únicamente
prevalencia de trastornos psiquiátricos en varones cuatro trastornos: alteraciones de conducta, hipe-
y el 12,5% en niñas. ractividad, alteraciones emocionales y trastornos
somatomorfos. Utilizó los criterios del DSM III
Se publicaron numerosos trabajos desde esa (Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfer­
fecha con resultados a menudo muy discordan­ medades Mentales), pero no aplica ningún tipo de
1
PARTE II | S alud m ental

T abla 16-1. E studios epidemiológicos

Autores Lugar N° muestra Edad Instrumentos Tipo Resultados


de estudio
Offord y cois., Canadá 2.679 4 a 16 CBCL Prevalencia 18,1%
1987 (Ontario)
Anderson y cois., Nva. Zelanda 782 Inicio 3 años DISC-C Longitudinal 17,6%
1987 (Dunedin) Diseño doble
fase
Bird y cois., Puerto Rico 777 4a16 CBCL, Diseño doble 18,0%
1987 DISC-C, DISC-R fase
CGAS
Cohén y cois., EE.UU. 752 9a 19 DISC-P Longitudinal 20,6%
1987 (Nueva York)

CBCL: Children Behavior Cheoklist; DISC-C: Diagnostic Interview Schedule for Children; CGAS: Children's Global Assessment
Scale; DISC-P: Diagnostic Interview Schedule for Parents.

entrevista clínica. Como resultado global refiere el Estudio de Nueva York. Fue un estudio lon­
18,1% de niños con problemas. El grupo de pro­ gitudinal en una muestra de 752 sujetos de 9 a
blemas más frecuentes fue el de las alteraciones 19 años. Se realizó una entrevista por separado
emocionales. a niños y adolescentes y a sus padres, y se esta­
i: :¡ bleció el diagnóstico a partir de esta entrevista. El
Estudio de Nueva Zelandia o de Dunedin. instrumento utilizado fue el DISC. La prevalencia
Éste fue un estudio longitudinal en que los niños obtenida fue del 20,6%.
fueron examinados cada dos o tres años. Para la
edad de once años, la muestra fue de 782 suje­ Estudio en población de niños con patología
tos. La metodología utilizada fue de doble fase. En pediátrica. Este estudio fue realizado por Costeño
este estudio se aplicó la entrevista estructurada y cois, en 1987 en Pennsylvania, en los EE.UU. Los
DISC-C. El porcentaje total de trastornos encon­ autores emplearon la entrevista DISC para niños y
trado fue del 17,6% y las patologías más frecuen­ padres. Encontraron una prevalencia del 22,0% en
tes fueron el trastorno por déficit de atención y las niños que presentaban patología pediátrica.
conductas de oposición.
En las últimas dos décadas años, se han ido
Estudio de Puerto Rico. Fue un estudio de do­
depurando los instrumentos diagnósticos, mos­
ble fase en que se aplicó el DISC. Aquí se entrevis­ trando mayor validez y confiabilidad, se ha intro­
tó a los niños y a los padres. La muestra compren­ ducido la tecnología computacional, existiendo
día 777 niños entre 4 y 16 años. La primera fase versiones digitalizadas. Lo más importante de es­
de screening se realizó con el instrumento CBCL tos trabajos es que introducen el concepto de im­
de Achenbach; también se usó el Children's Glo­ pedimento, discapacidad o compromiso funcio­
bal Assessment Scale (CGAS). Los criterios para el nal, que se relaciona con el trastorno en cuestión,
diagnóstico de los trastornos fueron los recomen­ siendo consistente con el concepto de trastorno en
dados por el DSMIII. Se encontró una prevalencia las clasificaciones internacionales actuales.
del 18% de trastornos. En la T abla 16-2 se presenta una síntesis reali­
zada por la Dra. Flora de la Barra de los trabajos
epidemiológicos más importantes en los últimos
diez años con los criterios mencionados.

172
C apítulo 16 | Epidemiología psiquiátrica en niños y adolescentes

Tabla 16-2. S íntesis de trabajos epidemiológicos en los últimos diez años

Autores, lugar Muestra Instrumento Prevalencia Impedimento


Ford, 2003 10.438 niños DAWBA 9,5% Impedimento
Gran Bretaña 11 a15años mediano o +
Goodman, 2005 Submuestra de 100 2 fases 7%
llha de Mare, Brasil escolares de 7 a 14 SDQ tamizaje
años DAWBA
Multinformante +
revisión por clínico
Mullick, 2005 Submuestra de 208 15,2%
Dhaka, Bangladesh niños de 5 a 10 años
Goodman, 2005 Sübmuestra de 172 15,3%
Novosibirsk, Rusia escolares de 7 a 14
años
Heiervang, 2007 Submuestra de 1.011 7%
Bergen, Noruega niños de 7 a 9 años
Fleitlich-Bilik, 2004 1.251 escolares DAWBA 12,7% Específico
Taubaté, Brasil de 7 a 14 años para c/ámbito
Farbstein, 2010 957 adolescentes 11,7%
Israel de 14 a 17 años
Canino, 2004 1.886 niños DISC-IV 19,8% s/imp. DISC
Puerto Rico de 4 a 17 años 16,4% DISC CGAS imped.
6,9% c/CGAS Global
Roberts, 2006 4.175 adolescentes DISC-IV 8,8% al 10,7% - DISC
Houston de 11 a 17 años 12,0% + DISC CGAS imped.
afroamericanos, 3,6% - 5,2% - Global
mexicanos y 6,3% + CGAS
europeoamericanos
Angold, 2002 Submuestra de 920 Tamizaje 21,1% Sección
Carolina del Norte rural niños y adolescentes CBCL especial CAPA
de 9 a 17 años CAPA para cada diagnóstico
Costello, 2003 1.015 niños y 6,8% ingreso
Great Smoky Mountains adolescentes de 9 a 4,6% 10 años
16 años reevaluados 3,6% 11 años
cada año 4,6% 12 años
6,5% 13 años
6,7% Maños
10,5% 15 años
8,6% 16 años
Cárter, 2010 Submuestra de 442 DISCIV 21,6% DISC
New Haven, EE.UU. niños de kínder Competencia social
enriquecida psicopatol.
Benjet, 2009 3.005 adolescentes CIDI-A 39,4% 25% leves
México DF, México de 12 a 17 años 50% moderados
20% graves
Merikangas, 2010 10.123 adolescentes CIDI 3.0 22,2% CIDI: sufrimiento
EE.UU. de 13 a 18 años modificada para grave/muy grave -
adolescentes impedimento grande
o extremo

Revisión Flora de la Barra. XXVIII Congreso Soc. Psiquiatría y Neurología del Niño y Adolescente, 2010. Simbología: DAWBA: De-
velopment And Well-Being Assessment; SDQ: Strengths and Difficulties Questionnaire; CAPA: Child and Adolescent Psychiatrio
Assessment; DISC-IV: Diagnostic Interview Schedule for Children versión IV; CIDI: Composite International Diagnostic Interview;
CIDRA: Composite International Diagnostic Interview for Adolescent

173
PARTE II I S alud m l n ia l

Situación de Chile

En 1985, Montenegro y cois, realizaron un estudio En 1994, el Servicio de Salud Metropolita­


de salud mental escolar, estandarizando el inven­ no Oriente de Santiago realizó un estudio en los
tario de problemas conductuales y destrezas so­ consultorios de atención primaria sobre el perfil
ciales de T. Achenbach (CBCL) en niños de seis a diagnóstico de los niños y adolescentes que con­
once años. sultaban por morbilidad, siendo atendidos por
médico, psicólogo y asistente social. La muestra
La muestra fue de 587 niños de 1ro a 7mo bási­
estuvo constituida por 2.472 casos. Los resultados
co de la Provincia de Santiago, distribuidos según mostraron que la consulta por problemas de salud
nivel socioeconómico, por sexo y edad (Tabla 16-3).
mental era creciente de acuerdo al grupo etario,
En 1996 Virginia Toledo, Flora de la Barra, Car­ llegando a constituirse en la primera causa de
men López, Miriam George y Jorge Rodríguez rea­ consulta (22,3%) después de los diez años.
lizaron un estudio de diagnósticos psiquiátricos
En 1995 en un estudio de prevalencia relativa
en una cohorte de escolares de 1er año de ense­ en población de hijos de familias de caso control
ñanza básica del área occidente de Santiago. Este escolar, de estudio sobre hijos de padres con tras­
estudio consistió en la exploración psiquiátrica de
torno bipolar del área norte de Santiago, con un
99 escolares de 1“ año básico. diseño de estudio de doble fase, con criterios CIE-
Se utilizaron como instrumentos el TOCA-R 10, se encontró que el 32,1% de los niños y adoles­
(Teacher Observation of Classroom Behavior Revised), centes entre 0 y 18 años presentaba un trastorno
de Sheppard Kellam y cois., y el PSC (Pediatric psiquiátrico (Proyecto Fondecyt 1950724).
Symtoms Checklist), de Jellinek y cois. La evalua­ En el año 2010, se conocieron los principales
ción psiquiátrica estuvo a cargo de psiquiatras in­
resultados del estudio de "Prevalencia de tras­
fantiles utilizando el CIE-10 (Clasificación Inter­
tornos psiquiátricos en niños y adolescentes en
nacional de las Enfermedades, de la OMS).
Chile", de Vicente, Saldivia, Rioseco, Melipilán y
La prevalencia de trastornos psiquiátricos en­ De la Barra (Proyecto Fondecyt 1070559). Este es­
contrados fue del 24,2%, siendo más frecuente el tudio determinó la prevalencia de trastornos psi­
trastorno por déficit de atención y el trastorno de quiátricos de acuerdo al DSM-IV en una muestra
adaptación. de población de niños y adolescentes entre 4 y 18

T abla 1 6 -3 . R esultados de estudio de salud mental en niños de 6 a 11 años (1985) ®

Categoría Frecuencia % Frecuencia %


Hombres (N° = 263) Mujeres (N° = 254)
Conducta antisocial 9,2 6,7
Agresividad/hiperactividad 8 9,8
Ansiedad/depresión 8,4 7,5
Quejas somáticas 6,5 5,9
Crueldad/agresividad 14,1 7,9
Depresión 4,2 5,5
Ansiedad 0,8 9,4
Inseguridad/pasividad 1,9 2,4
Trastorno del desarrollo 14,1 4,3

i7 4
C apítulo 16 | Epidemiología psiquiátrica en niños y adolescentes

años. Se identificaron algunas variables asociadas Vivir en una familia uniparental mostró ries­
con los trastornos psiquiátricos y se estudió el uso go para los tres grupos de trastornos, el efecto era
de servicios en los individuos con estos trastornos. mayor para trastornos de conducta o afectivos si
sólo vivían con la madre. Vivir en una familia de
La muestra en este estudio consideró todos bajo nivel socioeconómico mostró alto riesgo de
los grupos socioeconómicos y étnicos y población
trastornos ansiosos.
urbana y rural. Se seleccionaron cuatro ciuda­
des: Santiago (la capital), dos ciudades en el sur En cuanto al uso de servicios de salud por los
(Concepción y Cautín) e Iquique en el norte. La niños y adolescentes con trastornos psiquiátricos,
muestra fue seleccionada en la población general, sólo el 38,8% habían tenido algún tipo de asis­
a la que se le aplicó la versión computarizada del tencia en salud, educación o servicio social. Esta
DISC-IV un cuestionario de factores de riesgo fa­ asistencia fue más alta en la capital, con el 44,4%,
miliar, de nivel socioeconómico y uso de servicios. y la más baja en Cautín, con el 16,6%; en Concep­
En los niños de cuatro a once años los padres o ción, con el 29,1%, y en Iquique, con el 39,8%. La
cuidadores fueron entrevistados, mientras que los consulta más frecuente fue en los servicios edu­
mayores de doce años se entrevistaron directa­ cacionales (orientación, tratamiento, educación
mente. especial, etc.) y en servicios ambulatorios de sa­
lud (salud mental, atención primaria, centros de
La muestra total incluyó 1.558 sujetos, el 50,9% salud familiar, clínica para tratamiento de drogas,
correspondió a niños y el 49,1% a niñas. El 52,9% pediatras, médicos familiares o servicios de ur­
de la muestra constituyó a niños entre cuatro y gencias).
once años y el 47,1% a adolescentes.
En este estudio se pudo determinar la brecha
Prevalencia. La prevalencia total fue del 38,3%, asistencial, sobre los niños y adolescentes con
ajustada al 22,3% cuando se consideraba el crite­ trastornos psiquiátricos y discapacidad que no re­
rio de discapacidad. Los trastornos más frecuentes ciben atención, que alcanzó el 39,2%, equivalente
son los trastornos disruptivos (conductuales, in­ a 145.170 niños y adolescentes. La brecha es ma­
cluyendo el déficit atencional con hiperactividad), yor para los que presentan trastornos afectivos,
con el 14,7%; trastornos ansiosos, con el 8,3%, y con el 46,4%; seguidos de trastornos ansiosos, con
trastornos afectivos, con el 5,1%. el 44,8%, y abuso y dependencia de drogas, con
el 44,0%.
El uso y abuso de sustancias mostró una baja
prevalencia, con el 1,2%; los trastornos de alimen­ Si solamente se consideraba la asistencia de los
tación y esquizofrenia fueron poco frecuentes. servicios de salud para estos niños y adolescentes
con trastornos y discapacidad social, el porcenta­
Se encontró diferencias por género según las je de los que no son atendidos alcanza el 62,2%,
patologías, como en los trastornos ansiosos y tras­ equivalente a 230.346 personas, y esto es especial­
tornos afectivos en que las mujeres las presentaron mente alto en los trastornos internalizables como
más que los hombres. Los trastornos conductuales los trastornos ansiosos y afectivos.
se observaron tanto en hombres como en mujeres.
Los casos más severos, como esquizofrenia y
De acuerdo a la edad, la ansiedad de separación trastornos de alimentación, en general logran
es más prevalente en niños que adolescentes, al mayor grado de asistencia a pesar de su baja pre­
igual que la ansiedad generalizada y los trastornos valencia.
disruptivos o conductuales. Estas prevalencias di­
ferenciales se constituyeron en factores de riesgo. El presente estudio muestra la importancia de
Además una alta percepción de mal funciona­ los estudios epidemiológicos en términos descrip­
miento familiar era un factor de riesgo para los tivos, usando una metodología rigurosa en cuanto
trastornos ansiosos, afectivos y disruptivos. a diseño muestral e instrumentos comparables
con otros estudios, permitiendo medir prevalen­
La presencia de psicopatología parental tam­
cias generales y específicas, grado de discapa­
bién fue un factor de riesgo para estos tres grupos cidad, datos demográficos y uso de servicios. Al
de trastornos. La relación más significativa se en­ mismo tiempo incorpora elementos de la epide­
contró entre psicopatología materna y trastorno miología analítica y del desarrollo, con los que se
afectivo en los hijos.

175
PARTE 11 | S alud m ental

pueden realizar análisis iniciales, incorporando en una perspectiva de salud mental que posibilita
elementos evolutivos, como etapas de desarrollo, el análisis y postular soluciones, para el mejor de­
genero, factores de riesgo y uso de servicios. sarrollo de la infancia y adolescencia con trastor­
nos psiquiátricos y problemas de salud mental, y
Este tipo de estudio permite dimensionar los
la promoción de factores protectores.
trastornos psiquiátricos en niños y adolescentes

Estructura de morbilidad en poblaciones consultantes a servicios de psiquiatría y salud


mental en Chile

Conocer la distribución y características de los pa­ el 14,5%. Por otra parte, destacan las diferencias
cientes que consultan a un especialista es una he­ significativas por sexo, siendo más característicos
rramienta que, además de entregar nuevos cono­ en los varones los trastornos conductuales, de la
cimientos sobre una patología, también permite eliminación y el TDAH; y en las mujeres, los tras­
realizar una orientación en la atención en salud, tornos psicofisiológicos y la conducta suicida.
tanto en el ejercicio personal de la profesión como
En 1998 Recart y cois, realizaron en Chile un
en las políticas de salud de un país o de institucio­
estudio sobre la prevalencia psiquiátrica en el
nes privadas.
sistema privado de salud. La muestra fue de 376
En Chile, el primer estudio publicado sobre el pacientes, de las cuales el 45,5% correspondió a
tema data de 1982, cuando se evaluó la población mujeres y el 54,5% a hombres, con un promedio
consultante durante dos años al Servicio de Psi­ de edad de once años. En este estudio destacaron
quiatría Infantil y de la Adolescencia del Servicio como las patologías más frecuentes los trastornos
de Salud de la VII Región. En dicho estudio se rela­ adaptativos (16,3%), ansiosos (15,6%), afectivos
ta que la población consultante es predominante­ (14,5%) y el TDAH (15,6%).
mente masculina (57,9%), que aumenta progresi­
En otro estudio en clínica privada en Chile,
vamente con la edad, siendo la mayor proporción
de nivel socioeconómico alto, se revisaron 2.852
adolescentes (62,9%), y que en dicha etapa vital
casos con criterios diagnóstico CIE-10. El pro­
la mayor proporción de pacientes corresponde a
mujeres. Los trastornos más frecuentes (de acuer­ medio de edad fue de 11,08 años, predominando
hombres (66,87%). Las patologías más frecuentes
do a clasificación CIE-9) fueron: hiperquinético
(17,8%), neurosis (16,9%), adaptativos (15,2%), fueron el trastorno por déficit atencional-hiperac-
tividad (29,07%), trastornos del ánimo (20,41%),
conductuales (9,7%), del aprendizaje (7,1%) y
enuresis (6,7%). Finalmente mostró que el 9,5% trastornos del desarrollo de la personalidad
(18,69%), específicos del desarrollo (15,07%), an­
de los pacientes presentaron otra patología psi­
quiátrica asociada. siosos (14,06%), adaptativos (11,01%) y de con­
ducta (11,01%), trastornos del desarrollo emocio-
Otro estudio destacable es el realizado por Dr. nal/social (4,59%), trastornos generalizados del
Almonte y cois., en que se describe la estructura desarrollo (4,3%), trastorno obsesivo-compulsi­
de morbilidad de los pacientes atendidos durante vo (4,28%), trastornos somatomorfos (3,89%),
el año 1998 en el Servicio de Psiquiatría del Hos­ retraso mental (3,86%), trastornos psicóticos
pital Roberto del Río, en Santiago. Se describió (2,52%), trastornos de la alimentación (2,42%),
que los consultantes (N° = 1.028) son predomi­ TIC (2,14%), trastornos del sueño (1,72%), con­
nantemente varones (60,5%), acentuándose esta sumo de sustancias (1,65%), trastornos de elimi­
diferencia a menor edad y tendiendo a la igual­ nación (1,58%), trastornos de identidad de género
dad entre ambos sexos en la adolescencia. Los (1,40%), otras (1,8%). El 48,3% de los pacientes
trastornos más frecuentemente encontrados, de presentó comorbilidad.
acuerdo a clasificación CIE-10 son: adaptativos,
con el 33,3%; Trastorno por Déficit Atencional con Al analizar los estudios chilenos de población
Hiperactividad (TDAH), con el 21,6%, y los espe­ consultante, pese a las limitantes en cuanto a
cíficos del desarrollo (lenguaje, aprendizaje), con número de la muestra, tiempo de consulta, etc.,

17 6
C apitulo 16 | Epidemiología psiquiátrica en niños y adolescentes

éstos comparten criterios diagnósticos y clíni­ la distribución de ciertas patologías, siendo más
cos, observándose que los porcentajes de preva­ frecuentes los trastornos anímicos, ansiosos, ge­
lencia son semejantes, tanto en el sector público neralizados del desarrollo y Trastorno Obsesivo-
como privado, en los cuadros relacionados con Compulsivo (TOC) en el sistema privado.
el desarrollo, como es el caso del trastorno por
Así también, se evidencia una concordancia en
déficit atencional y los trastornos específicos del
la influencia del desarrollo y genero, mostrando
desarrollo, lo que se explicaría por la menor in­
todos los estudios un alto nivel de comorbilidad
cidencia medioambiental en la configuración del
asociada.
cuadro. Por otro lado, se evidencian diferencias en

Hospitalización en psiquiatría infantil y de la adolescencia


J
La atención en psiquiatría infantil y del adolescen­ En el Departamento de Psiquiatría de la Clínica
te se realiza principalmente en forma ambulatoria, Las Condes, en Santiago, de 267 ingresos al ser­
constituyendo la hospitalización una situación ex­ vicio durante veinte meses, 41 correspondieron a
cepcional en el proceso de diagnóstico y tratamien­ menores de 18 años (15,35%). Sólo dos pacientes
to de los trastornos psiquiátricos infantojuveniles. tenían menos de diez años, siendo la mayoría so­
bre los quince años. No se observaron diferencias
Durante 1998 en el Servicio de Salud Mental
de género.
Infantil y de la Adolescencia del Hospital Roberto
del Río, en Santiago, fueron hospitalizados cua­ El principal motivo de ingreso fue la conduc­
renta varones y sesenta mujeres, siendo el 89% de ta suicida, seguido de agitación psicomotora con
éstos mayores de diez años. problemas conductuales graves y problemas emo­
cionales severos.
La predominancia de la mujer adolescente
se explica porque en este grupo se dan con más Los diagnósticos sindromáticos de alta (eje I)
frecuencia los trastornos en los que se indica la fueron 52, ya que varios pacientes presentaban
hospitalización, como son las conductas suicidas, comorbilidad. Aumentaron los diagnósticos rela­
los trastornos conversivos, los trastornos de la ali­ cionados con intento suicida (25%) y adicciones
mentación, entre otros. (11,5%), también aumentaron su frecuencia los
trastornos emocionales, dentro de los que se iden­
Las conductas suicidas ocupan el primer lugar,
tificaron trastornos del ánimo (19%), ansiosos
constituyendo el 32%; los trastornos de persona­
(6,9%) y de somatización (10,3%). Se detectaron
lidad corresponden al 17%, la psicosis al 15%, los
algunas adicciones que los pacientes y sus padres
trastornos de alimentación al 6%, el trastorno an­
no habían informado al ingreso. La psicosis cons­
sioso al 5%, el trastorno adaptativo al 3%, el tras­
tituyó el 12%.
torno conversivo al 3%, el TOC al 3%, el trastorno
depresivo al 2%, el Trastorno por Déficit de Aten­
ción (TDA) al 2% y otros al 7%.

Prevalencia e incidencia de los diferentes trastornos mentales, recopilados del DSM-IV J

Autismo. La incidencia es de 4 a 5 casos por Asperger, Rett y trastornos desintegrativos.


10.000 habitantes. Si se incluyen niños con sín­ No hay muchos estudios sobre estos trastornos.
tomas auristas o autismo atípico, la incidencia Se estima que el primero sería más frecuente que
aumenta a 12 a 15 casos por 10.000 habitantes. el autismo. Tanto el Rett y como el trastorno des-
La distribución entre niños y niñas es 4,5: 1. El integrativo son mucho menos frecuentes que el
autismo está asociado en el 75% al 80% a retraso autismo. El Rett es más prevalente en niñas y su
mental. incidencia sería aproximadamente de 1 en 10.000.

17 7
PARTE II ¡ S a l u e m ental

El trastorno desintegrativo es más frecuente en Trastorno de La Tourette. Su prevalencia es de


varones (4: 1) y sería diez veces más frecuente que 4 a 5 individuos por 10.000 habitantes.
el síndrome de Rett.
Encopresis. Se estima que el Wé de los niños
Trastornos del aprendizaje. En los EE.UU. se de cinco años de edad lo presentaría y sería más
considera que el 5% de los estudiantes de escue­ frecuente en hombres.
las públicas presentan un trastorno de aprendiza­
je. Entre el 10% y el 15% de la población escolar Enuresis. A los 5 años se estima una prevalen­
presenta trastorno de lectura, constituyendo del cia del 7% en niños y el 3% en niñas; a los 10 años
85% al 90% de los trastornos de aprendizaje. Estos del 3% y el 2%, respectivamente, y a los 18 años,
trastornos predominan en hombres (3,8: 1). En del 1% envarones.
los EE.UU. el 4% de los menores en edad escolar
tiene problemas de lectura y el 1% posee trastorno Trastorno por ansiedad de separación. Su
de cálculo. frecuencia es del 4%, más en niñas y en edades
escolares intermedias.
Trastorno del desarrollo de la coordinación.
La prevalencia en niños de cinco a once años se ha Mutismo selectivo. Su prevalencia oscila entre
estimado en el 6%. el 0,08% y el 0,7% de los niños, y es más frecuente
en niñas, con úna proporción de 3: 1.
Trastorno del lenguaje expresivo. Entre el 3%
y el 5% de los niños puede tener trastorno del len­ Trastorno de vinculación. Este trastorno es
guaje expresivo evolutivo. poco frecuente.

Trastorno de adaptación. Éste es el motivo de


Trastorno del lenguaje mixto receptivo-ex-
presivo. El trastorno de tipo evolutivo puede ocu­
consulta más frecuente y tiende a ser más preva-
rrir en el 3% de los niños en edad escolar. lente en las mujeres.

Trastorno de ansiedad generalizada. Su pre­


Trastorno fonológico. Del 2% al 3% de los ni­
valencia se estima entre el 2,7% y el 4,6%, sin di­
ños entre seis y siete años presenta un trastorno
ferencia entre sexos.
moderado a grave. A los 17 años es del 0,5%.
Trastorno de angustia. El trastorno de angus­
Tartamudez. En niños prepuberales su presen­ tia (de pánico) tiene una prevalencia del 0,6% en
tación corresponde al 1% y en la adolescencia al población escolar adolescente, con predominio fe­
0 , 8 %.
menino.
Trastorno por déficit de atención/hiperactivi- Trastorno por estrés postraumático. No hay
dad. Su prevalencia en distintos centros es del 3% estudios conocidos en niños ni adolescentes. En
al 5% para los niños en edad escolar. adultos, la prevalencia actual y de vida oscila en­
tre el 0,4% y el 1,3%.
Trastorno disocial. En varones menores de 18
años, el trastorno disocial posee entre el 6% y el Fobia social. Su prevalencia es del 1% en ni­
16% de prevalencia y en mujeres entre el 2% y el ños y adolescentes, con predominio masculino.
9%. Esta patología ha aumentado en los últimos
años y es más frecuente en áreas urbanas. Es uno Fobia específica. Es frecuente en la niñez,
de los más frecuentes diagnósticos en los centros afectando más a las niñas.
especializados.
Trastorno obsesivo compulsivo. La prevalen­
Trastorno negativista desafiante. Se estima cia sería de entre 0,3% y el 1% en niños y ado­
que el 5,75% de los niños presentan este trastorno lescentes en la población general; en de vida, del
y constituyen un tercio de los motivos de consulta 1,9%. La prevalencia de síntomas obsesivos-com­
a centros especializados. Más frecuente en niños pulsivos se estima en el 19%, sin diferencia entre
(2: 1), el 25% de éstos presenta TDA. los sexos.

17 8
C apítulo 16 | Epidemiología psiquiátrica en niños y adolescentes

Trastorno depresivo. La depresión mayor co­ Distimia. Su prevalencia sería del 0,6% al 1,7%
rresponde al 2% en niños y al 4% en adolescentes, en niños y del 1,6% al 8% en adolescentes.
antes de la pubertad la diferencia entre los sexos
no sería significativa y en la adolescencia sería de Trastorno bipolar. Su prevalencj» es del 0,6%
1: 2 entre hombre y mujer. en población general, con el 13% de síntomas hi-
pomaníacos en adolescentes.

Bibliografía
• Almonte C, Capurro G. Estructura de la morbilidad psiquiátrica en niños y adolescentes en consulta ambulatoria
y hospitalización. Psiquiatr Salud Ment 2001; 18(2):22-28.
• American Psychiatric Association. DSM-IV, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Barce­
lona: Masson, 1995.
• Belfer M, Rohde L. Child and Adolescent Mental Health in Latin America and the Caribbean: problems, progress,
and policy research. Rev Panam Salud Pública 2005; 18(4-5):359-65.
• Belfer M. Child and adolescent mental disorders: the magnitpde of the problem across the globe. J Child Psychol
Psychiatry 2008; 49(3):226-36.
• Bralic S, Seguel X, Montenegro H. Prevalencia de trastornos psiquiátricos en la población escolar de Santiago de
Chile. Acta Psiquiátr Psicol Am Lat 1987; 33(4);316-25.
• Costello J. Using Epidemiological and Longitudinal Approaches to Syudy Causal Hipótesis. En: Rutter M, Bishop
D, Pine D, Scott S, Stevenson JS, Taylor EA et al. Rutter's child and adolescent psychiatry. 5“ ed. Oxford: Wiley-
Blackwell, 2008; 58-70.
• De la Barra F. Conferencia XXVIII Congreso Soc. Psiquiatría y Neurología del Niño y Adolescente, 2010.
• De la Barra F. Epidemiología evolutiva en niños y adolescentes. Rev Chil Neuro-psiquiat 2010; 48(2):152-59.
• Florenzano R. Salud mental y epidemiología psiquiátrica. En: Florenzano R, Carvajal C, Weit C. Psiquiatría. San­
tiago, Chile: Mediterráneo, 1999.
• Garda R, Soto E, Sepúlveda G. Población consultante a Psiquiatría Infantil y Adolescente en el Hospital Regional
de Talca en un período de dos años. Cuadernos Médico-Sodales, 1983.
• Garda R. Psiquiatría de niños y adolescentes. Psiquiatría Clínica. Santiago, Chile: Sociedad de Neurología, Psi­
quiatría y Neurodrugía, 2000.
• Garland A, Hough R, McCabe H, Yeh M, Wood P, Aroons G. Prevalence of psychiatric disorders in youth across five
sectors of case. J Am Acad Child Adolescent Psychiatry 2001; 40:409-19.
• Organizadón Mundial de la Salud. CIE-10, Clasificadón Internacional de los Trastornos Mentales y del Compor­
tamiento. Descripciones clínicas y pautas para diagnóstico. Madrid: Meditor, 1992.
• Recart C, Castro P, Álvarez H. Consulta en salud mental en el servido privado chileno. Soc Psiquiatría y Neurología
de la infanda y de la adolescencia 2000; 11: 24-34.
• Roberts R, Attkisson C, Rosenblatt A. Prevalence of Psychopathology Among Children and Adolescents. Am J
Psychiatry 1998; 155( 6 ):715-25.
• Toledo V de la Barra F, López C, George M, Rodríguez J. Diagnóstico psiquiátrico de una cohorte de escolares de
primer año de enseñanza básica del Área Occidente de Santiago. Rev Chil Neuro-psiquiat 1997; 35:17-24.
• Verhulst FS. La epidemiología en psicopatología infantil. En: Rodríguez-Sacristán J. Psicopatología del niño y del
adolescente. Sevilla: Manuales Universitarios, 1998.
• Vicente B, Rioseco P, Vielma M, Saldivia S. Epidemiología de Salud Mental en Chile. En: Medina E (ed). Imágenes
en Salud Mental. Santiago, Chile: Sociedad Chilena de Salud Mental, 1999.
• Vicente B, Saldivia S, Rioseco P, De la Barra F. Proyecto Fondecyt 1070519
• Wiener J. Textbook of child and Adolescent Psychiatry. Washington DC: American Psychiatric Press, 1991.

179

También podría gustarte