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del aparato.

El aparato tiene siempre razón (y la autocritica de los


individuos le provee un último recurso contra el cuestionamiento del
aparato en tanto que tal). La inversión de la tabla de valores, con la
exnltaci6n jacobina del político y del sacerdocio político, hace que
la alineación política que enunciaba al comienzo deje de ser percibida
y que, al contrario la visi6n sacerdotal de la política se imponga, has- Programa
t a el punto de arrojar en la culpabilidad a aquellos que no entran en
los juegos politicos. Dicho de otro modo, se h a interiorizado tan fuer- para una sociología del deporte19
temente la representaci6n según la cual el hecho de no ser militante,
de no estar comprometido en la política, era una especie de falta de la
que era necesario eternamenteredimirse, quelaúI~marevoluci6npo-
litica, la revolución contra el clero politico, Y contra la usumacidn a u e Una parte de los obstáculos para una sociología científica del
está inscnta en estado potencial en la delegaci6n, queda scempre por deporte obedece a que los sociólogos del deporte son en cierto modo do-
hacer. blemente dominados. en el universo de los sociologos y en el universo
del deporte. Como seriamuy largo desarrollnr esta proposición u n po-
co brutal. ~roceder6.a la mnnera de los profetas, por una parábola.
Ayer noche, en una discusión con un soci6logo estadounidense
de mi amistad.
-.~~~- -~~~~
~~~ Aaron Cicourel. me entere de aue los mandes atletas
negros que, en íos ~ s t a d o s ~ n i < l son
o s , a menudo paga~osporgrandes
universidades, como la Universidad de Stnnford, viven en un especie
de ghetto dorado, en razón de que las personas de derecha no hablan
muy gustosos con los negros y que las personas de izquierda no
hablan muy y s t o s o s con los deportistas. Si se reflexiona sobre esto y
se desarrolla el paradigma, se hallará quizás allí el principio de las
dificultades particulares que encuentra la sociologia del deporte: la
desdeiian los soci6logos y la desprecian los deportistns. Lalógica de la
división social del trabajo tiende arepoducirse en la división del tra-
bajocientífico. Se tiene así por un lado personas que conocenmuy bien
el deporte de modo práctico pero que no saben hablar de él y, por el
~ t r o , ~ e r s o n a s conocen
~ue muy malel deportede modo pricticoy que
oodrian hablar deel pero desdeñanhacerlo, o lo hacen sin razón nijus-
ieza. (...)
Para que pueda constituirse una sociologia del deporte, es nece-
sario ante todo darse cuenta de que no se puede analizar un deporte
particular independientemente del conjunto de las prácticas deporti-
vas; es necesario pensar el espocio dc las prncticasdeportivas como un
sistemndelcualcadaelenie~iturecibe su valor distintivo. Dicho tleotro
modo, para comprender un deporte, cualquiera que sea, es necesario
reconocer la oposición que ocupa en el espacio de los deportes. Este
puede ser construido a partir de conjuntos de indicadores tales que,
por un lado, la distribución de los practicantes según suposicióii en el

'0 IntcrvcneiOn sntc el giupo dc ortudiosnVidn Flsicn y juegos", CEMEA. nnviem-


bro do 1980 y canlcrcnein introduetorin n\8nsimposio dcl1.C.S.S.."Dcporle,clnseir so-
ciales y subeulturo",Pnrls, julio dc 1083.
espacio social, la distribucióii de las diferentes federaciones según su cerlo, entre un deporte y una posesión social, entre In lucha o cl fútbol
número de adherentes, su riqueza, las caracteristicas sociales de sus y los obreros, el judo y los enipleatlos. Aunque no fuese sino porque se
dirigentes, etc., o, por otro, el tipo de relación con el cuerpo que favo- verificorinfficilmente que los obreros esten lejos de ser los m;ls repre-
rece o exige, segúnqueimplique un contacto directo,un cuerpoa cuer- sentadosentrc losfutbolistns. En realidad. laco~@@$enci$, quc es
po, como la lucha o el rugby, o que por el contrario excluya todo con- una verdadera homologia, se establece enti$ el espacio de las przicti.
tacto como el golf, o no lo autorice sino por pelota interpuesta como el c ~ 6 e ~ ó r ~ ~ a s ~ o ~ m ~ s . ~ ~ ~ C ides plas
P mdiferentes
e n ! e , modalidndes fi-
tenis, o por intermedio de instrumentos, como el esgrima. E s necesa- r i a ~ f ~ ~ ipráctica z ~ deios~ ddif<r6htes
~ l ~deportes, y el es-
rio a continuaci6n poner en relaci6n este espacio de los deportes con paci6de~ásposesiones~c~o&, L;asprol>iedadespertinentesderada
el espacio social que en 61 se expresa. Eso a fin de evitar los errores li- ijTh~tiEs8eooi;tiGG
r.-. --.= ~~~-~ ~ definen en la relación entre esos dos esoncios. Y
gados a la puesta en relación directa entre u n deporte y u n grupo que los cambios mismos de las prácticas no pueden comprenderse sino en
sugiere la institución ordinaria. En efecto, se siente de entrada la re- esta lógica, en la medidaen que unode los factoresque la determinan
lación privile~iadaque se establece hoy entre la lucha y los miembros es lavoluntad de mantener al nivel de las prácticas las separaciones
~ ~ ~~

de las clases populares o el aikido y la pequefin burguisia nueva. Son que existen entre las posiciones. ~a historia delas práctiLas deporti-
cosas que se comprenden inclusive demasiado rdoido. El trabaio del vasno puede ser sino una historia estructural, que tome en cuenta las
socidlo& consiste en establecer las pr~~iedades'socialmenteperti- transformaciones sistemáticas que entrañan por ejemplo la oparicidn
nentesque hacen queundeporteestBen afinidadconlosintereses,los de un deporte nuevo(los deportes californianos)~la divulgación de un
gustos, las preferencias de una categoría social determinada. Asi, co- deoorte existente. como el tenis. Parentesic: una de las dificultades
mo lo muestra bien Jean-Paul Clhment, en el caso de la lucha por dei nndlisis de las prácticas deportivas reside en el hecho de que la
ejemplo. la imoortnncia del cuerpo a cuerao. acentuada ~ olar desnu- unidad nominal (tenis, ski, fútbol) que consideran las estadisticas
a
dez de los combatientes, induce un contacto corporal áspero y direc- (comprendidas las mejores y las más recientes, como las del ministe-
to, mientras aue en el aikido el contacto es efimero. distanciado. v el rio de Asuntos culturales) enmascara una dispersidn, más o menos
combate en ei suelo inexistente. Si s e comprende ktn fácilme& el fuerte segúnlos deportes, dela manera de practicarlos, y que esta dis-
sentido de la oposición entre lalucha y el aikido, e s porque la posición persidn se acrecienta cuando el crecimiento del número de practican-
entre "tierra a tierra", "viril", "cuerpo a cuerpo", "directo", etc., y tes~ . ouede
íaue . ser efecto de la sola intensificación de la práctica de las
"a6reoV, "ligero", "distanciado", "gracioso", sobrepasa el terreno del categorías ya practicantes) se acompaña de una diversificación social
deporte y el antagonismo entre dos prácticas de combate. En suma, el de .. orncticantes. Es el casodel tenis..cuya
-.esos - unidadnominal enmas.
elemento determinante del sistema de las preferencias es aqui la re- cara Que,
. . bajo
. el mismo nombre, coexisten maneras de practicnr tan
lacióncon el cuerpo, alcompromisodel cuerpo que está asociado a una
posición social.^ a una experiencia ordinaria del mundo físico v social.
Esa relacidn con el cuerpo es solidaria de toda la relacidn conél mun-
I diferentescomo lo son, en su orden, el esqui fuera de pista, el esquide
circuito v el esaui ordinario: el tenis de los pequeños clubes municipa-
les, que>e practica en jenns y con "~didaS"cobre terrenos duros,~no
do: las prácticas m á s distintivas son también las que se aseguran l a tiene gran cosa en común con el tenis en traje blanco y falda plegada
relación más distanciada con el adversario, son tambi6n las más este- que era reglamentaria hace una veintena de años y que se perpetúa
tizadas, enlamedida en que la violencia está en ellas más eufemizada en los clubes selectos (se encontraría aun todo un universo de diferen-
y en que la forma o lasformas la coloquen sobre la fuerzay la funcidn. ciaanivel del estilo delosjugadores, de surelaci6n con la competición,
La distancia social se retraduce muy bien en la lógica del deporte: el con el entrenamiento, etc.).
golfinstaura portodaspnrtesladistancia, con respecto alos no practi- En suma, la prioridad de las prioridades es la construcción de la
cantes, por el espacio reservado, armoniosamente arreglado, en que estructura del espacio de las prácticas deportivas cuyos efectos regis-
se desarrolla la práctica deportiva; con respecto a los adversarios, por trarán las monografías consagradas a deportes particulares. Si no $6
la 16gica misma de la confrontación que excluye todo contacto directo, que las perturbaciones de Urano son determinadas por Neptuno,
aunque fuese por intermedio de una pelota. creer6 captar lo que pasa en Urano mientras que en realidad capta-
Pero eso no es suficiente y puede aún conducir a una visión rea- re lo que pasa en Neptuno. El objeto de la historia es la historiade las
lista y sustancialista de cada uno de los deportes y del conjunto de los transformaciones de la estructura que no son comprcnsibles sino a
practicantes correspondientes y dela relación entre los dos. Como ha- partir del conocimiento de lo que era la estructura en un determinado
bía tratado de mostrarlo en la iiitroducción a VI1 congreso de HISPA, momento (1n que significa que la oposición entre estructura y cambio,
hay que cuidarsedeestnblecerunarelación directa, comoacabo deha- entre estcítica y dinimica, es completamenteficticiay que no se puede
comprender el cambio de otra manera que a partir de un conocimien- da de los objetos de la investigiición enipirica y concreta.Este esque.
to de la estructura). Esto para el primer punto. nia teórico (oqui, I;i idea tle espacio de los deportes; en otra parte. la
El sebwndo punto es que este espacio de los deportes no es un noción de canipo de poder), aun si queda en gran porte vacío, aun si
universo cerrado en si mismo. Está insertado en un universo de prhc- provee sobre todo precauciones y orientaciones progianioticas, hace
ticas y de consumos también ellos estructurados y constituidos en sis- que yo elija misobjetosde otrnmaiiera y que puedamaximiznr el ren-
tema. Se tiene plena razón para tratar las prácticas deportivas como dimiento delasmonografias: si, por ejeniplo, alno poder estudiar miis
uii espacio relativamente autónomo, pero es necesnrio no olvidar que de tres deportes, tengo en mente el espacio de los deportes, e hipóte-
este espacio es el lugar de fuerzas que no s e aplica a 61 sólo. Quiero sis sobre los ejes según los cuales este espacio se construye, podré ele-
decir simplemente que no se pueden estudiar los consumos depor- gir maximizar el rendimiento de mis inversiones cientilicas eligiendo
tivos, si se quiere llamarlos así, independientemente de los consumos tres puntos alejados en el espacio. O bien podré, como lo hizo porejem-
alimentnrios o de los consumos del ocio en general. Las prhcticas plo Jean-Paul Clément, elegir estudiar un subespncio en este espacio,
deportivas que pueden ser registradas por la investigación estadisti- el subespacio de los deportesde c0mbate.y hacer, a esta escala, un es-
ca pueden ser descritas como la resultante de la relación entre una tudio del defecto de estructura avrehendicndo la lucha. el yudo. el
1 oferta y una demanda o, con mayor precisión, entre el espacio de los nikidocomo tres puntos<leun niismo subcampo de fuerzas. ~Ódré,sin
productos ofrecidos en un momento dado y el espacio de las disposi- correr el riesgo de perderme en los detalles, ir a mirar muy de cerca,
ciones (asociadas a la posición ocupada en el espacio social y suscep- lo que me parece la condición misma del trabajo científico, filmar los
tibles de expresarse en otros consumos en relación con otro espacio de combates, cronometrar cuiinto tiempo se pasa acostado en el suelo en
oferta). la lucha, en el yudo, en el aikido, eii suma, podré medir todo lo que se
Cuando s e tiene en mente la 1 6 ~ i c estructural
a en el interior de puedemedir, pero apartir deuna construcción que determina laelec-
la cual se encueiitra definida cada uña de las prácticns,¿qué debe ser ción de los objetos y los rnsgos pertinentes. Tengo conciencia, al tener
la práctica científica concreta? El trabaio del investigador ;.consiste niuy poco tiempo, del aspecto un poco abrupto, perentorio y quizás
simplemente en dibujar este espacio, apoyándose ejemplo en la aparentemente contradictorio de lo que acabo de decir. Sin embargo,
estructura de la distribución de los luchadores, los boxeadores, los creo que he dado indicaciones suficientes sobre lo que puede ser un
jugadores de rugby, etc., por sexo, por edad, por profesión? En reali- método que apunte a instaurar la dialéctica entre lo global y lo parti-
dad, ese cuadro estructural puede, durante u n cierto tiempo, quedar cular, que es el único que puede permitir conciliar la visión global v
groseramente dibujado, a la medida de las estadísticas globales dis- sinóptica que exige la construcción de la estructura de conjunto y la
ponibles y sobre todo los limites de esas estadísticas y de los códigos visión idiogrhfica, aproximada. E1 antagonismo entre la gran visión
según los que se las elabora. macrosociológica y la vista microscópica de una microsociologin o en-
allí u n principio de método muy general: más que conten- tre la construcción de las estructuras objetivas y la descripción de las
tarse con conocer a fondo un pequeño sector de la realidad de la que representaciones subjetivas de los agentes, de sus construcciones
no se sabe demasiado, por no haberse planteado la pregunta cómo se prhcticas, desaparecen, como todas las oposiciones en forma de "pare-
sitúa en el espacio de donde fue separado y lo que su funcionamiento jas epistemológicas" (entre teoría y empiria, etc.), desde el momento
puede deber a esta posición, es necesnrio -a riesgo de contrariar las en que s e h a logrado -lo que, me parece, es el arte por excelencia del
espectativaspositivistasque todo, sea dicho al pasar, parece justificar investigador-invertir u n problema te6rico de grnii alcance en un ob-
(''m& vale aportar una pequeña coiitribución modesta y precisa que jeto empírico bien construido (con referencia al espacio global en el
construir mandes construcciones su~erficia1es")-. es necesario pues. . . cual está situado) y dominable con los medios disponibles, es decir,
a lamanera de los arquitectos ocadimicos que precentan un bosquejo eventualmente, por uii investigador aislado, sin créditos, reducido a
alacarbonilladel coniuntodel edificioen elinteriordel cualsesituaba su sola fuerza de trabajo.
la parte elaborada endetalle, esforzarse en construir una descripción Pero es necesario corregir la apariencia de realismo objetivista
sumaria del conjunto del espacio considerado. a u e ~ u e d dar
e mi referencia a u n "marco estructural". concebido como
Esle marco provisorio, por imperfecto que seq, se sabe por lo me- ireiioa.1anhlisisempirico. No ceso de decir que las estructuras no son
nos que debe llenarse, y que los trabajos empíricos mismos que orien- otra cosa oue el ~ r o d u c t oobietivado de las luchas históricas tal como
~ ~
ta contribuirdn a llenarlo. Resulta que estos trabajos son iadicalmen- se puede captar'en un momento dado del tiempo. El universo de las
te diferentes, en su misma intención, de los que hubieran sido en pricticas deportivas que la investigación estadística fotografía en un
ausencia de esemarco que es la condición de una coiistrucción adecua- cierto rnomentonoessinoIaresultante de larelación entreuna oferta,
i
producida por toda la historia anterior, es decir un conjunto deUmo- oferta (contribuye a producir la necesidad presentándole la posibili-
delos" de prácticas (reglas, equipamientos, instituciones especializa- dad efectivade su realización) y tambien por la realizacidii delaoferta
das, etc.), y una demanda inscrita en las disposiciones. La oferta mis- en el estado anterior. Hay allí, creo, un modelo muy general que rige
ma talcomo se presenta, enunmomento dado, bajo la formadeun con- las prácticas de consumo más diversas. Hemos visto así cómo Vivaldi
junto de deportes susceptibles de ser practicados (o mirados) es ya el recibió, con veinte años de intervalo, sentidos sociales completamente
producto de una larga serie de relaciones entre modelos de práctica y opuestos, y pasar del estado de "redescubrimiento" musicológico al
disposiciones para la pr6ctica. Por ejemplo, como bien lo mostró status de música de fondo sonora para Monoprix. Aun si es cierto que
Christian Pociello, el programa de prácticas corporales que designa la un deporte, una obramusical oun iexto filos6ficodefinen, por el hecho
palabra rugby no es el mismo -por más que, en su definición formal, de sus propiedades intrínsecas, los límites de los usos sociales que se
tecnica, haya quedado id6ntico-con unos pocos cambios de reglas en pueden hacer de ellos, se prestan a una diversidad de utilizaciones y
los afios 30. en 1950 ven 1980. Está setialado. en la obietividad v en son señalados en cadamomento por el uso dominante que se hace. Un
las representaciones;por las apropiaciones de que ha si20 objeto jpor autor filosófico,Spinoza o Kant por ejemplo, en la verdad (le lo que se
las especificaciones(por ejemplo la "violencia") que recibió en la "rca- propone a la percepción, no se reduce nunca a la verdad intrínseca de
lización" concreta que en 81 han operado agentes dotados de disposi- la obra y, en su verdad social engloba las lecturas mayores que se ha-
cionessocialmenteconstituidase~unafor~a particular(por ejemplo, cen dedlos, por los knntianosy los spinozistas del momento, ellos mis-
en los atios 30. los estudiantes del PUC v del SBUC o de Oxford v de mos definidos por su relación ohietiva o suhietiva por los kantianos v
Cambridge o, en los años 80, los minero; galos y los agricultore< los los spinozistacdel período anteiior y con sÜs lect;ras, pero tambien
oeaueños comerciantes v los emoleados de Romans. de Tolón o de Be- con los promotoreso los defensores de otras filosofías. Contra ese com-
&e&. ~-piaci& socia!hace que, en cada momento, plejo indivisible que es el.Kant apropiado por los kantianos que pro-
cada uha e as rea i a esnofrecidas6ajo un nombre de deporte este yectan sobre Kant y no solamente por la lectura que hacen de 61, sus
marcada, en la objetividad, por un coniunto de propiedades aue no es- propiedades sociales, reacciona Heidegger cuando opone un Knnt me-
tán insc;itas en ia definiczn puramehe t 6 ~ n & a , ~ puedeue aun ser tafísico, casi existencialisto (por ejemplo, con el tema de la finitud), al
oficialmente excluidas. v aue orientan las orácticas v las elecciones Kant cosmopolita, universalista, racionalista, progresista de los neo-
(entre otras cosas dandoun fundamento objetivo a loSjuicios del tipo knntianos. Debe preguntarse ahora adónde quiero llegar. En reo!¡-
"eso huele a pequetioburgu6s o a intelectual", etcetera.) Así, la distri- dad, asicomo el sentido social de una obra de filocofia puede aslinver-
bución diferencial de las prácticas deportivas resulta de la puesta en tirse (y la mayor parte de las obras, Descartes, Kant, o aun Marx, no
reladón entre dos espacios hom610g~s,un espacio de prác&as posi- cesan de cambiar de sentido, al invertir cada generación de comenta-
bles, la oferta, y un espacio de disposiciones a practicar, la demai.da: dores la lectura de la generaci6n precedente), asimismo, una práctica
del lado de la oferta, se tiene un espacio de deportes entendidos como deportiva que, en su definición tdcnica, "intrínseca", presenta siem-
programas de prácticas deportivas, que están caracterizados, prime- pre una gran elasticidad, por lo tanto ofrece una gran disponibilidad
ramente, en sus propiedades intrínsecas, tecnicas (es decir especial- para usos completamente diferentes, hasta opuestos, puede inmbien
mente las posibilidades y sobre todo las imposibilidades que ofrecen cambiar de sentido. Con más exactitud, el sentidodominante, esdecir
para la expresión de las diferentes disposiciones corporales) y, en se- el sentido social queieesatribuidopor sususuarios socialesdominnn-
gundo lugar en sus propiedades relacionales, estructurales, tal como tes (numerica o socialmente) puede cambiar: en efecto, es frecuente
se definen en relaci6n al conjunto de los otros programas de prácticas que en el mismo momento, y tambibn cierto que una obra filosófica,
deportivas simultáneamente ofrecidos, pero que no encuentran su un deporte recibe dos sentidos diferentes, y que el programa objetiva-
plena realización en un momento dado sinoal recibir las propiedades do de practica deportiva que designa un ttirmino como carrera a pie
de apropiación que les confiere, tanto en la realidad como en la repre- o natación, y aun tenis, mgby, lucha, judo, sea una apuesta de luchas
sentación. su asociación dominante a trav6s de los participantes mo- -por el hecho mismo de supolisemia objetiva, de su indeterminación
dales, una posición en el espacio social. Por otra pnrte, del lado de la parcial, que la hace disponible para varios u s o s entre persona's que
demanda. un espacio de exoosiciones deportivas, aue. en tanto la di- se oponen aprop6sito delusoverdadero, del buen uso. de la buenama-
mensión del sistema de l a ~ d i ~ ~ o s i c i (del
o n ehabftui)),
~ son racional- nera de practica la prdctica propuesta por el programa objetivado de
mente, estnicturalmente, caracterizadas como las posiciones a las oráctica considerable (o. en el casode una obrafilosóficaomusical. oor
cuales ellas corresponden, y que son definidas en la particularidad de el programa objetivado de lectura o ejecución). Un depqrte, en u i & -
su especificación en un mómento dado por el estado presente de la mento dado, es un pococomo una obra musical: unapartitura(una re-
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gla dejuego, etc.), pero tambien iiiterpretaciones competitivas (y todo se n elecciones iicgativns, o de peor es nada. Puede decirse, creo, que
un conjunto de interpretaciones del pasado sedimentadas); y es todo las disposiciones asocindns n las difereiitesposicioiies en el espncioso-
esto que cada nuevo interprete s e encuentra enfrentado, más incons- cial, y en pnrticularlns disposicioiies estructuralmente opuestas liga-
ciente que conscientemente, cuando propone"su"interpretaci6n. Ha- (las a las posicioiics opuestas en este espncio, encuentran siempre el
bría que analizar en esta Mgicn los 'retornos" (a ~ a n ta, los instru- medio d e ~ e r p r e ~ n r s e , ~ ear oveces,
, bajo la forma no reconotible de
mentos de Bpoca, al box francBs, etc.). Decía que el sentido dominante oposiciones especificas, ínfimas eimperceptibles si no se tienen Iasca-
puede cambiar: de hecho, especialmente porque s e define en oposición tigorias de percepción~adecuadas,que organizan un campo determi-
a ese sentido dominante. un nuevo tiuo de oráctica deoortiva oude nado cn un momento dado. No está prohibido pensar que las mismas
construirse con loseleme~t~sdel~rogr~rnad~mina~ted~prácti~ade- disposiciones que llevaron a Heidegger hacia una forma de pensa-
portiva puede construirse con los elementos del p r ~ ~ a m a ~ d o m i n a n t e miento "revolucionario conservador" hubieran oodido. con referencia
de práctica deportiva que quedaron en estado virtual. irnolicito o re- a otro espncio de oferta filosófica, llevarlo hacia el joven Marx; o que
chazado (por ejemplo, todala violencia que estaba excluida de un de- el mismo(peronohubierasidoe1mismo)queencuentra hoy en elaiki-
porte por elimperativodelfairplay). El principiode estasinversiones, do una manera de escaaar al iudo, en lo que tiene de objetivamente
cuyasolalógicadela distinci6nno bastaparaexplicar,reside sinduda mezquino, c o m p e t i t i v o , ' p e q u ~ ñ o b ~-hablo
s evidentemente del
enla reacción de losrecien llegad os,^ delas disposicionessocialmente
constituidas que importan en el campo, contra el complejo socialmen-
"~~~~~ ~ .
iudo sociolmente aorooiado- .
sa. hace treinta años, al judo mismo.
hubiera demandado casi la misma co-
te señalado que constituyeun deporte, o una obrafilosófica, comopro- Hubiera querido t d a v i a referirme, aunque fuero superlícinl-
grama obietivado de práctica oero socialmente realizado. encarnado
én agentes socialmenie marcados, por lo tanto sefialado pór las carac-
-
mente. a todo el -oromama de investi~acionesque está implicado en
la ideá de que se coiistituye progresi&mente Ün campo de los profe-
terísticas sociales de esos agentes, por el efecto de la apropiación. Si, sionales de la producci6n de bienes y de servicios deportivos (entre
para la visión sincrónica, tal o cual de esos promamas. el que desima ellos. por ejemplo, los espectáculos deportivos), en el interior del cual
un nombre de deporte (lucha, equitación, tenisyoun nimb;epropióde se deiarroilan~losintereses especificos, ligados a In competencia, (le
filbsofo O de compositor o un nombre de genero, ópera, opereta, teatro las relaciones de fuerza esoecíficas. etcbtera. Me contentar6 con men-
de bulevar, o aun u n estilo, realismo, simbolismo, etc., parece directa- cionar una consecuencia entre otras la de la constitución de este cam-,
mente ligado a las disposiciones inscritas en los ocupantes de una
cierta posici6n social (es, por ejemplo, el lazo entre la lucha y el r u ~ b y
y loi dominados), una visión diaciónica puede conducir a i n a repre- el desarrollo de un deporte-espe~t6culototalmente
sentación diferente. como si el mismo obieto ofrecido oudieran aoro- porte ordinario. Es destncablequeseobservaun proceso semejante en
piárselo agentes dotados de disposicio&s muy diveisas, en s i m a , otros dominios, especialmente eii el de la danza. En amhos casos, la
como si cualquiera pudiese apropiarse de cualquier programa y cual- constitución progresiva de un campo relativamente autónomo reser-
quier programa pudiese apropi6rselo cualquiera. (Este sano "relati- vado a los profesionales --. se acompaña de una desposesión ... . . ..- ..de!ospofa-
vismo" tiene al menos lavirtud de poner en guardia contra la tenden- nos, poco - . w o reducidos al rol de espect&dgfes:,por oposición a la
cia, recurrente en historia del arte, a establecer u n lazo directo entre Hainin~l~eana,ñiñmlid~~aCocia~aafunciones rituales, la danza de
las posiciones sociales y las tomas de posici6n estdticas, entre el "rea- corte, que se vuelve espectáculo, supone conocimientos específicos
lismo", por ejemplo, y los dominados, olvidando que las mismas dis- (hay que conocerla mediday los pasos), por lo tanto maestros de baile
posiciones podrán, con referencia a espacios de oferta diferentes, llevados aponer el acento enla virtuosidad técnica y a operar un tra-
expresarse en tomas de posición diferentes). En realidad, la elastici- bajo de explicitacion y de codificación; a partir del siglo xiX aparecen
dad semdntica no es nunca infinita (basta con pensar en el golfy en los bailarines de oficio. que se oroducen en los salones ante personas
la lucha) y sobre todo, a cada momento, las elecciones no se distribu- que practican y pueden aun ap~eciarcomoconocedores;luego, al final,
yen al azar entre las diferentes posibilidades ofrecidas, aun si, cuan- se
-.tiene
-~~ la escisión total entre los bailarines estrellas v los esoectado-
~ ~~ ~ ~
do elespacio de las posibles seamuy restringido (por ejemplo, el joven res sin práctica reducidos a una comprensión pasiva. Desdcentp.nees,
~ - - ~ ~ ~ ~ .
Marx contra elvieio Marx).la relación entre las disoosiciones
.=.- ~
v las to-
mas de posición es muy oscura por el hecho de que las disposiciones
~~~ Iogvoluei6n.dela ~~í~ti~profesioiinl ...,..~-depede-eada~ezmds_de.lalofi-
ca interna del campo de los p r o ~ ~ o ~ ~ , . s i e n~odprofesionales ~,los
que, en universos, m6sábiertos,menos codificados, pueden-proyectar r e l e ~ r i d o s l i l ~ a n g o p ~ b l f cmenos
6 ~ ~ d capacesae
~ ~ ~ ~ z la comprensi6n
.. . --
directamente su estructura de exigencias, deben en este caso limitar- que i3ñTCp?Kctica. En K t C G a d e deporte, se está a meiiudo, en el me-
jorde los casos.en el estadio de la danza en el sigloXIX, con profesiona- la ausencia de todaobjetivación en una escritura adecuada(1a ausen-
\\ Iesqueseproducenante aficionados a u e ~ r a c t i c a ntodavía o han orac- ciadeleauivalentede la partitura,. que. permite distinguir claramente
-
ticado; pero la difusión que favoreceia celevisi6n introduce cada vez entre pa;titura y ejecuci6n, lleva a identificar la obra con el resulta-
más espectadores desprovistos de toda competencia práctica y aten- do, la danza con el bailarín). S e podría, en esta perspectiva, tratar de
tos a aspectos extnnsecos de la práctica. como el resultado. la victo- estudiar lo que han sido los efectos, en la danza como en el deporte, de
1 na. Lo que acarrea efectos, por intermedio de la sanción (hnanciera
uotra)
' que da el público, en el funcionamiento mismo del camoo de los
)profesionales (como la búsqueda de la victoria a todo precio y ion ella,
la introducción del magnetoscopio. Una de las cuestiones planteadas
es saber si es necesario pasar por las palabras para hacer compren-
derciertas cosas al cuerpo, si, cuando se habla alcuerpo con palabras,
entre otras cosas, el crecimiento de la violencia). Bsas con las palabras iustas te6ricamente. científicamente. aue hacen
Termino aquí puesto que el tiempo aue me fue acordado está comprendermejor al cuerpo, o si, aveces, palabras que no tienen nada
priícticamente agotado. Indico el último pinto en algunos segundos. que ver con la descripción adecuada de lo que se quiere transmitir no
.~~~~
Recordaba. al comenzar. los efectos en el interior del camoo científi-
co de la divisi6n del trabajo entre los te6ricos y los prácticos. Pienso
~

son mejor comprendidas por el cuerpo. Reflexionando sobre esta com-


prensi6n del cuerpo, se podría quizá contribuir a una teoría de la
que el deporte es, junto con la danza, uno de los terrenos donde se creencia. Pensarán que camino con botas de siete leguas. Pienso que
plantea con la máxima agudeza el problema de las relaciones entre la hay un lazo entre el cuerpo y lo que en franc6.s llamamos "l'espirit de
teona y la práctica, y tambi6.n entre el lenguaje y el cuerpo. Ciertos corps". Si lamayorparte delasorganizaciones, seala Iglesia, el ejBrci-
maestros de educaci6n física trataron de analizar lo que es, por ejem- to, los partidos, las empresas industriales, etc., conceden tanto lugar
plo, para u n entrenador o para u n profesor de música, dirigir el cuer- a las disciplinas corporales, es porque en gran medida la obediencia,
po. iC6mo hacercomprenderaalyien, es decira su cuerpo;cómo pue- es creencia, y la creencia es lo que el cuerpo acuerda en el momento
de corregir su gesto? Los problemas que plantea la enseñanza de una en que la mente dice no (se podría, en esta 16gica, reflexionar sobre la
práctica corporal me parece que encierran un conjunto de cuestiones noci5n de disciplina). Es quizá reflexionando sobre lo que el deporte
teóricas de p;.'.nera marnitud. en la medida en aue la ciencias socia- tiene de más específico, es decir la manipulación reglada del cuerpo,
les s e esfuerzan por ha& la téoría de conductasen que se producen, sobre el hecho de que el deporte, como todas las disciplinas en todas
en su gran mayoría, más allá de l a conciencia, que se aprenden por las instituciones totales o totalitarias, los conventos, las prisiones, los
una comunicaci6n silenciosa, práctica, de cuerpo a cuerpo, podría de- asilos, los partidos, etc, es una manera de obtener del cuerpo una
cirse. Y la pedagogía deportiva es quizás el terreno por excelencia pa- adhesi6n que el espíritu podría rechazar, que se llegaría a compren-
ra plantear el problema que se d a n t e a por lo ene eral en el terreno de der mejor el uso que la mayor parte de los regímenes autoritarios
la política: el problema de la toma de concienha. Hay una manera de hacen del deporte. La disciplina corporal es el instrumento por exce-
comprender comoletamente oarticular. a menudo olvidada en las
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lencia de toda especie de "domesticaci6n": se sabe el uso que la peda-
riasde la inteligencia, la q& consisteén comprender con el cuerpo. gogíade losjesuitas hacía de la danza. Habría que analizar larelación
Existen cantidades de cosas que comprendemos solamente con nues- dialbetiea que une las posturas corporales y los sentimientos corres-
tro cuerpo, más acá de laconciencia, sin tener las palabras para decir- pondientes: adoptar ciertas posiciones o ciertas posturas, es, se lo sa-
lo. El silencio de los deportistas del que hablaba al comienzo obedece be desde Pascal, inducir o reforzar los sentimientos que ellas expre-
por una parte al hecho de que, cuando no se es profesional de la explici- san. El gesto, según la paradoja del comediante o del bailarín, refuer-
taci6n, hay cosas que no se saben decir, y las prácticas deportivas son za el sentimiento que refuerza el gesto. Así se explica el lugar otorgado
esas prácticas en las cuales la comprensi6n es corporal. Muy a menu- por todos los regímenes de tipo totalitario a las prácticas corporales
dono sepuedemhsaue decir: "Mira. haz comovo". Se serialaamenudo colectivas que, simbolizando lo social, contribuyen a somatizarlo y
que los libros escritis por los grandes bailariones no transmiten casi que, por ia ~~.;mesiscorporal y colectiva de la orquestaci6n social,
nadade lo que hace e18'genio"de sus autores. Y Edwin Denby, pensnn- apuntan a reforzar esta orquestaci6n. L a Historia del soldadorecuer-
do enThBophile Gautier o en MallarmB. decía aue los seíialamientos da la vieja tradici6n popular: hacer bailar a alguien, es poseerlo. Los
más pertinentes sobrela danza no los hacen tanto los bailarines o aun "ejercicios espirituales" son ejercicios corporales y muchos de los en-
los cnticos sino los aficionados esclarecidos. Lo que se comprende si trenamientos modernos son una forma de ascesis secular.
se sabe que la danza es la única de las artes cultas cuya transmisión Existe una contradiccidn, que siento muy fuertemente, entre lo
-entre bailarines y público,, pero tambi6.n entre maestro y discípu- que quiero decir y las condiciones en las cuales lo digo. Hubiese sido
lo-es enteramente otral y visual, o mejor, mimdtica. Eso en razón de necesario que pudiera tomar u n ejemplo absolutamente preciso y pro-
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fundizarlo; ahora bien, por el hecho de la aceleración impuesta a mi
discurso por las obligaciohes del horario, pueden tener la impresi6n
de que h e propuesto grandes perspectivas teóricas mientras que mi
intención era justamente la inversa ...
El sondeo,
una "ciencia" sin sabio 20
Paracomenzar, una paradoja: es destacable que los mismos que
miran con s o s ~ e c h alas ciencias sociales. v. entre todas, la sociolo~ía,
acojan con afan los sondeos de opinión, &e son una de sus formas a
menudo rudimentaria (por razones que obedecen menos a la calidad
de las 1 Prionas encargadas de concebirlos, de realizarlos y de anali-
zarlos, que a las coacciones del encargo y a las presiones de la urgen-
cia).
El sondeo respondea la ideade la ciencia: da a laspt&ntasque
"todo el mundo se ~ l a n t e a "(todo el mundo. o Dor lo menos, el ~ e a u e n o
mundo de los que Pueden financiar los sondeos, directores de diarios
o semanarios, politicos o jefes de empresa) respuestas rápidas, sim-
ples y cifradas, en aparciencia fáciles de comprender y de comentar.
Ahora bien, en esas materiasmás que en otra parte, "las verdades pri-
" ~ verdaderos roble mas de los edi-
meras son los e r r o r e s ~ r i m e r o s los
torialistas y delos~o~entarista~~olíticossona~enudofalsosproble-
mas a u e el análisis científico debe destruir Dara constmir su objeto.
Las instituciones de investigaci6n eomerciaies no tienen los medios,
ni en primer lugar el tiempo, de realizar este cuestionamiento de las
p r e y n t a s primeras, y si lo pudieran no tienen interés sin duda en
ello, en el estado actual de mercado y de la información de los solici-
tantes de encuestas. Rnzón porla cual se contentan amenudo con tra-
ducir en p r e y n t a s conformes con los problemas que se plantea el
cliente.
Pero, se dirá, Luna práctica que plantea las p r e y n t a s como se
las plantea el cliente no es la fonra cabal de la ciencia "neutra" como
lallama elabuen sentido" positivista? (Un parentesis para aportar un
matiz: sucede que las p r e y n t a s primeras, cuando se inspiran en los
conocimientos y preocup&ionesprácticas, como las que introducen
las investieaciones de mercado. a condición de ser reinter~retadasen
función d e u n a problemática te'órica, aportan informaciones muy va-
liosas, superiores a menudo a las que suscitan las interrogantes más
pretensiosas de los semieruditos). La "ciencia sin sabio" del ideal PO-
sitivista realiza, en las relaciones ontre los dominantes y los domina-
m Texb publicndo enpouvoirs, 33,1985

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