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La Asociación Costarricense de Geotecnia (ACG) del Colegio de Ingenieros Civiles, por medio de los autores
dedicados a la academia y a la consultoría geotécnica, así como al diseño y construcción de obras
geotécnicas, ofrece este documento que apunta directamente a garantizar que se lleve a cabo la debida
investigación y análisis de taludes y laderas por parte del profesional a cargo.
El Código geotécnico de taludes y laderas de Costa Rica considera exigencias mínimas, sin ser limitativo para
los estudios de evaluación, investigación, análisis y estabilización de deslizamientos de laderas y taludes, al
brindar un enfoque orientado en función del riesgo seleccionado y al considerar el tipo de obras de
infraestructura involucrada. En su sección inicial se destina a indicar los criterios de diseño para definir el nivel
de seguridad del talud o ladera analizada. En la segunda sección se incluye, entre otros aspectos, una ficha
técnica que tiene como objetivo documentar el tipo de ladera o talud que se requiere analizar; con esto se
pretende definir los requisitos mínimos para su investigación y así generar el modelo geotécnico de análisis.
En la tercera sección se han concentrado los métodos de análisis, o bien, otros procesos que permitan
evaluar la estabilidad de estos. Se hace hincapié en que, si bien todos estos métodos han logrado predecir el
comportamiento de los taludes y actualmente se cuenta con modelos computacionales confiables, se obtendrá
un resultado erróneo si la calidad de las características geotécnicas de los materiales que lo conforman es
pobre. La cuarta sección enlista los sistemas de protección y estabilización que pueden implementarse para
su seguridad, y finalmente se incluyen recomendaciones para el monitoreo de las acciones implementadas.
Estabilidad de taludes
La mayoría de los contratistas generales trabaja muy bien en construcción verticales, sobre el
nivel del terreno; sin embargo, bajo el nivel del terreno muchos de ellos tienen dificultades.
Son números los que pierden dinero en sus proyectos, debido a problemas en el subsuelo.
La construcción en el subsuelo es tan difícil y exigente como la que se realiza sobre el terreno.
Angulo de inclinación
Muchas excavaciones se inician con un corte vertical. Algunos suelos se mantienen erectos
hasta profundidades considerables, cuando se cortan verticalmente; pero la mayoría se
desploma. Cuando los taludes verticales se desploman hasta un ángulo estable, grandes
bloques de material pueden caer al fondo de la excavación.
No obstante, los suelos limosos, arcillosos o de arena cementada se excavan a veces hasta
profundidades considerables, antes de que los grandes bloques de material se deslicen hasta
el fondo.
Durante las excavaciones se puede calcular el ángulo al que puede esperarse que se
mantenga el suelo temporalmente. En la tabla 1 se presentan algunos ángulos aproximados y
empíricos.
Al iniciar una excavación, es más fácil comenzar el corte en el ángulo de inclinación
propuesto. Si el ángulo deseado del talud temporal tiene una relación de una horizontal a uno
vertical y la profundidad de la excavación es de 15 pies (4.5 m), la parte superior de la
excavación debe principiarse a 15 pies (4.5 m) fuera del fondo propuesto.
Tabla 1
45° para laderas mojadas; 35° o 1 ½ a 1 para laderas secas; los taludes
1. Arena o arena y grava
húmedos deben ser más tendidos.
Hay muchas excepciones. Los “valores típicos” anteriores no son para utilizarlos en el diseño
de taludes. La ley federal conocida como “Ocupational Sfety and Health Act”, así como
también los códigos industriales estatales, limitan la altura de los cortes verticales no
apuntalados, donde haya hombres trabajando.
Socavaciones
Después de cortar un talud, a veces es necesario socavarlo para introducir cimentaciones o
líneas de servicio público.
Erosión
Las laderas de excavación no tienen ningún recubrimiento y ninguna protección natural, por lo
que son muy susceptibles a la erosión por fuertes lluvias.
Es muy importante limitar la cantidad de agua que corre por las laderas de
excavaciones. Esto se puede hacer mediante la construcción de un dique o una barrera en la
parte superior de talud, que desvíe al agua de la excavación, en lugar de correr sobre el talud.
Luego, cuando se completa el relleno, el suelo puede volver a mojarse. En esas condiciones,
el suelo puede dilatarse y, quizá, resquebrajar muros o losas de concreto situados sobre el
talud.
Los agrietamientos se pueden reducir con facilidad, limitando la evaporación del agua. A
veces esto se lleva cabo rociando frecuentes o “aspersiones atomizadas” de las laderas.
Figura anterior. Guía para establecer la distancia de seguridad desde el borde de los
taludes o las laderas, para le almacenamiento de materiales o la colocación de equipos.
La distancia hacia atrás del borde superior de una ladera puede estimarse como guía
aproximada, suponiendo que el talud podría considerarse seguro, si fuera más alto; pero se
situará en el ángulo de inclinación utilizado al efectuar la excavación. Si ese ángulo de
inclinación es de ¾ a 1, por ejemplo, y el peso sobre las bases de una unidad del equipo es de
500 Lb/pie2 (2,2400 kg/m2), esto equivaldría a hacer que la excavación tuviera 5 pies (1.5 m)
más de profundidad. Esto se ilustra en la figura . Puesto que el equipó se puede utilizar para
levantar cargas, puede aumentar la presión máxima ejercida sobre la base más cercana a la
excavación. Al efectuar los cálculos, este aumento debe agregarse a la carga de las
bases. Por ejemplo, si al elevar alguna carga, de las bases se debe incrementar a 1,000
Lb/pie2 (4,880 kg/m2), la altura equivalente de suelo nuevo es de 10 pies (3 m). Como se
muestra en la figura , los 10 pies (3 m) de suelo nuevo se pueden reemplazar con un bloque
de material. El borde del bloque se encuentra aproximadamente a 4 pies (1.20 m) de
distancia del borde de la ladera. La base de la grúa debe mantenerse también por lo menos a
4 pies (1.20 m) de distancia del borde de la excavación.
Detección de movimiento
Los deslizamientos de tierras y las fracturas de las laderas no se producen de pronto y sin
advertencias. Dan señales de la inminencia de la fractura, antes de que se produzca
realmente. El problema más importante consiste en que muchas veces no se observan o
toman en consideración esas indicaciones.
Los movimientos ligeros de las ladras se pueden descubrir observando puntos fijos de
referencia. Un método más conveniente, pero también más costoso, consiste en instalar
recubrimientos especiales en orificios perforados. Esos casquillos o recubrimientos y los
instrumentos para medir sus movimientos se pueden obtener en varios lugares; sin embargo,
sería mejor trabajar con un ingeniero de suelos que esté familiarizado con el funcionamiento
de esos equipos.
Cortes verticales
En algunos casos se pueden hacer cortes verticales en suelos cementados o que se
componen de limos o arcillas de gran cohesión. También se pueden efectuar cortes verticales
en suelos arenosos que tienen una “cohesión temporal aparente”, debido a su contenido de
agua.
En general la máxima altura vertical a la que se puede mantener un suelo limoso o arcilloso es
igual a la expresión siguiente:
En un terreno arcilloso con una cohesión de 500 Lb/pie² (2,440 kg/m²) y un peso de 100
Lb/pie³ (1,625 kg/m³), la altura temporal a la que se puede cortar un tlud vertical es de 10 pies
(3 m). Este cálculo no incluye ningún factor de seguridad. Con un factor de seguridad de 1.5,
latura permitida del corte sería de 6 ½ pies (1.95 m).
En general, se deben evitar los cortes verticales. Los operadores de equipos no deben
iniciarse ninguna excavación verticalmente para descubrir, cuando concluye el trabajo, que es
muy difícil volver atrás y tender el talud. Las excavaciones deben iniciarse de acuerdo con las
líneas de corte requeridas para la pendiente deseada.
Desagüe: En muchos casos la extracción de agua muy atrás de las pendientes, utilizando
pozos o “web points”, hace aumentar la estabilidad de las laderas.
Cubierta de gunite: Si la ladera no tiene una pendiente excesiva, una cubierta de gunite
retendrá a veces la humedad del suelo y agregará cierta resistencia.
Productos químicos: Cuando es necesario cortar laderas muy escarpadas en zonas con
grandes limitaciones de espacio, es posible estabilizar algunos suelos, inyectándoles
productos químicos.