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Introducción a la didáctica Ficha VII Setiembre 2018

Proceso de musicalización

1) En el video se pueden ver dos niños con su padre haciendo música. Estos
niños están en un proceso de musicalización. Han sido incentivados por ese
adulto, experimentado, absorbido la música y se comunican con la misma.
Se los ve divertirse y que están desarrollando su oído.

2) La música influye sobre las personas desde su condición energética. El


sonido y la música movilizan. De ahí su gran poder de abrir canales e influir
en todos los aspectos del ser humano; el cuerpo, el espíritu, la mente, la
comunicación. Cuando somos movilizados por la música se produce una
respuesta, a veces se puede escuchar, se puede ver, a veces es interna.

La música también es alimento que nutre, permanece dentro de cada


persona, pasando a formar parte de nuestra estructura. Toda experiencia es
registrada, de alguna manera, por los seres humanos. En el caso de las
experiencias sonoras, las estructuras absorbidas pasaran a formar una
especie de núcleo sonoro interno. Este “archivo” interno esta ligado al
proceso en el que se va generando la identidad musical de cada uno. De
esto se trata el proceso de musicalización; la absorbción, el metabolismo y
la posterior emisión de las estructuras sonoro-musicales dentro de un marco
netamente afectivo.

El proceso de musicalización puede comprenderse si se compara con el


proceso de adquisición de la lengua materna. Como en esta, la absorción
del lenguaje musical por parte del niño requiere de la convivencia y
repetición de experiencias musicales dentro de un marco de contención
afectiva como el que ofrecen los padres y los familiares. Es esencial que
conviva con personas que “hablan y entienden” el lenguaje musical.

En el proceso de musicalización se distinguen tres etapas o “funciones”


básicas.

• 1ra etapa: Alimentación (estimulo/recepción). La música, como alimento, se


transforma en el niño pequeño, en movimiento y bienestar psíquico. A partir del
nacimiento, la música constituye una fuente de energía corporal y espiritual que
perdura a lo largo de toda la vida. La proximidad de la música induce un
proceso de absorción por parte del niño. Es importante que padres y maestros
dispongan y ofrezcan música en cantidad suficiente y de buena calidad. Y es
necesario que padres/maestros hagan expreso su deseo de ofrecer la música al
niño, ya que este sentimiento provocará en el niño el deseo de recibirla y
apropiarse activamente de ella.
• 2da etapa: Comunicación (respuesta). Durante la primera etapa la música
funciona como una fuente de energía, generadora de respuestas múltiples
(motrices y afectivas), no específicamente sonoras. En la segunda etapa el
estimulo sonoro-musical ya es capaz de inducir una respuesta de índole sonora.
Debería promoverse el contacto temprano y espontaneo del niño con objetos
sonoros y con instrumentos ya que estos, a la par que lo estimulan y
sensibilizan, educan su oído. Estos ademas de producir sonidos al ser
Introducción a la didáctica Ficha VII Setiembre 2018

manipulados por el niño, estimulan los mecanismos de expresión y


comunicación en la criatura, y le permiten relacionar lo que hace con lo que
escucha. Los instrumentos son tan eficaces como el canto, y complementarios
de este, en los procesos de musicalización. Prácticamente ningún niño se
resiste a la influencia o al “embrujo” de los instrumentos musicales.
• 3ra etapa: Toma de conciencia (generalización, alfabetización). En las dos
etapas anteriores el oído participa, aunque a nivel subconsciente, en la
actividad musical. Pero al igual que en el lenguaje hablado, el lenguaje musical
y la educación del oído culminan con la integración de la conciencia mental a
las capacidades sensoriales y afectivas desarrolladas a través de la practica
musical espontanea. Todo proceso de educación auditiva involucra la
participación del oyente a nivel intelectual. El oído consciente apunta a la
comprensión musical, ya que es capaz de fijar, repetir, continuar, variar,
reconocer semejanzas y diferencias, representar, producir e inventar música de
acuerdo con consignas propias y ajenas; permite, además, describir y explicar
como se procede para producir, reproducir y reconocer los sonidos y la música.
En otra palabras, es capaz de comprender y generalizar.
Esta tercera fase es la que caracteriza los comienzos del proceso de
alfabetización musical, aunque se trata de un proceso gradual que viene
preparándose desde los primeros contactos guiados entre el niño y la música.

3) Las clases que he tomado en el IPA donde se utiliza la música (ya sea en
una canción al iniciar clase de Introducción a la didáctica, Educación de la
voz, Dirección de Coros, entre otras) han alimentado enormemente mi
mundo sonoro interno. El uso de canciones de África, con estilos, melodías,
ritmos distintos; las canciones de las distintas épocas, con polifonías y
armonías no comunes en ésta época y este lugar del mundo. Ahora forman
parte de mi mundo sonoro interno, y he utilizado muchos recursos, de los
que escuché y canté en clases, para mis composiciones.

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