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- Contratos típicos

Son contratos típicos los que cuentan con una regulación sustancial en las leyes. No basta con que
sean mencionados incidentalmente en alguna ley, o para establecer alguna consecuencia jurídica.
Tal es el ejemplo que brinda el contrato el contrato de leasing, al que se refieren la Ley 26/1988,
sobre Disciplina e Intervención de las Entidades de Crédito, el RDL 4/2004, del Impuesto de
Sociedades, y el Real Decreto 1643/1990, que aprueba el Plan General de Contabilidad. Sólo son
contratos típicos aquellos cuyas características esenciales, nacimiento y ejecución, se encuentran
regulados por la ley, aunque se trate de una regulación sucinta o parcial, que haya de ser
completada en gran medida con las normas generales sobre los contratos. Son ejemplos la
compraventa (artículos 1445 y siguientes del Código civil), el depósito (artículos 1758 y siguientes
del Código civil), el mandato (artículos 1709 y siguientes del Código civil), la fianza (artículos 1822 y
siguientes del Código civil), el contrato de seguro (Ley 50/1980), el arrendamiento urbano (Ley
29/1994), o el contrato de edición (artículos 58 y siguientes del Real Decreto Legislativo 1/1996,
que aprueba el Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual).

Contratos tipicos y Derecho civil

- Contratos atípicos

Son contratos atípicos todos los demás, que se rigen fundamentalmente por las normas generales
de los contratos (artículos 1254 a 1314 del Código civil), así como con las de los contratos
parecidos, de una misma naturaleza esencial o de naturaleza similar (Sentencia del Tribunal
Supremo 30.4.2002 -RJA 4038). Son ejemplos, el contrato de cajas de seguridad, el contrato de
explotación de máquinas recreativas, el contrato de utilización de autopista, el contrato de
camping, el contrato de factoring, el contrato de gestión de cartera de valores, el contrato de
cuenta corriente, el contrato de franquicia, el contrato de patrocinio o esponsorización, el
contrato de abanderamiento, los contratos de explotación ganadera, contrato de crianza y
engorde de pollos, contrato de hospedaje, contrato de asistencia sanitaria... Resulta obvio de esta
enumeración que hay que distinguir entre frecuencia (tipicidad social) de determinados contratos
y tipicidad jurídica, que es a la que venimos refiriéndonos aquí. La tipicidad social suele ser el
antecedente de la regulación legal específica de un contrato, impulsada por aquélla, dando lugar a
que dicho contrato deje de ser jurídicamente atípico: un ejemplo de este proceso nos lo brinda la
Ley 40/2002, de 14 de noviembre, reguladora del contrato de aparcamiento de vehículos, que ha
dejado así de ser un contrato atípico.

Camping y contratos atipicos


- Implicaciones de la tipicidad

La tipicidad no implica necesariamente la aplicación a un contrato de la regulación prevista por la


ley en su totalidad. El derecho de contratos es fundamentalmente un derecho dispositivo y no
imperativo, de acuerdo con el propio concepto de autonomía privada. Recuérdese que el límite
constituido por la ley, que el artículo 1255 del Código civil establece, se refiere a la ley imperativa.
Una vez comprobado que las partes han querido perfeccionar un determinado contrato típico, se
aplicará la regulación prevista por la ley para el mismo, salvo en lo que las propias partes hayan
acordado de forma distinta, y salvo aquellas normas que, por ser de esencia de ese tipo de
contrato, no puedan ser cambiadas por voluntad de las partes. De ahí la importancia de distinguir
en la regulación de todo contrato típico las normas imperativas y las dispositivas.

Contratos y abogados

- Atipicidad de los contratos

Frecuentemente la atipicidad de los contratos deriva de haberse añadido a un contrato típico


actuaciones o prestaciones ajenas a su configuración habitual (típica), y que se vienen a añadir por
voluntad de las partes en el caso concreto: compraventa en exclusiva, arrendamiento con opción
de compra o de venta; arrendamiento de industria, pacto de distribución y comisión de venta en
exclusiva (gasolineras). Lo que da lugar en ocasiones a distinguir entre un contrato principal y otro
u otros accesorios. Otras veces, la atipicidad procede de la unión en un solo contrato de las
prestaciones propias de dos o más contratos. Se habla en tales casos de contratos complejos y de
contratos mixtos. Para la regulación de los contratos atípicos se suele acudir parcialmente, por
medio de la analogía, a lo expresamente previsto para el contrato o los contratos típicos con que
el contrato atípico tenga una mayor semejanza por razón de sus prestaciones y contenido. Así,
para los contratos de cajas de seguridad puede ser útil tener en cuenta la regulación del depósito y
del arrendamiento de cosas. En ocasiones, a pesar de esa semejanza con diversos contratos,
predomina la semejanza con uno de ellos, y su regulación es la que debe tenerse en cuenta con
carácter prioritario. En la regulación de los contratos atípicos adquieren frecuentemente una
mayor importancia los usos y las reglas profesionales (artículo 1258 del Código civil).
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS
1.- Contratos Unilaterales y Bilaterales:

*Contrato Unilateral: es un acuerdo de voluntades que engendra solo obligaciones para una parte.

*Contrato Bilateral: es el acuerdo de voluntades que da nacimiento obligaciones para ambas


partes.

Cuando en un contrato bilateral existen obligaciones que impliquen la transferencia de una cosa, si
está se destruye por caso fortuito o fuerza mayor es necesario poder establecer quién debe de
sufrir la pérdida. La cosa siempre perece para el acreedor (en los contratos traslativos de dominio
el acreedor es el dueño; mientras en los contratos traslativos de uso, el acreedor a la restitución es
el dueño y la cosa perece para él).

Si el contrato fuere unilateral no habría posibilidad de plantear el problema, porque esta cuestión
supone que siendo las obligaciones recíprocas, una parte no cumple entregando la cosa, por un
caso de fuerza mayor y en atención a esto la otra parte debe cumplir, ya que no es imputable el
incumplimiento del deudor.

2.- Contratos Onerosos y Gratuitos:

*Contrato Oneroso: es aquél en el que existen beneficios y gravámenes recíprocos, en éste hay un
sacrificio equivalente que realizan las partes; por ejemplo, la compraventa, porque el vendedor
recibe el provecho del precio y a la vez entrega la cosa, y viceversa, el comprador recibe el
provecho de recibir la cosa y el gravamen de pagar.

*Contrato Gratuito: sólo tiene por objeto la utilidad de una de las dos partes, sufriendo la otra el
gravamen. Es gratuito, por tanto, aquel contrato en el que el provecho es para una sola de las
partes, como por ejemplo el comodato.

3.- Contratos Conmutativos y Aleatorios:

*Contrato Conmutativo: es aquel contrato en el cual las prestaciones que se deben las partes son
ciertas desde el momento que se celebra el acto jurídico, un ejemplo muy claro es el contrato de
compraventa de una casa.

*Contratos Aleatorios: es aquel que surge cuando la prestación depende de un acontecimiento


futuro e incierto y al momento de contratar, no se saben las ganancias o pérdidas hasta el
momento que se realice este acontecimiento futuro. Ejemplos son el contrato de compraventa de
cosecha llamado de "esperanza", apuestas, juegos, etc.

4.- Contratos Principales y Accesorios:


*Contrato Principal: es aquel que existe por sí mismo, en tanto que los accesorios son los que
dependen de un contrato principal. Los accesorios siguen la suerte de lo principal porque la
nulidad o la inexistencia de los primeros originan a su vez, la nulidad o la inexistencia del contrato
accesorio.

*Contratos Accesorios: son también llamados "de garantía", porque generalmente se constituyen
para garantizar el cumplimiento de una obligación que se reputa principal, y de esta forma de
garantía puede ser personal, como la fianza, en que una persona se obliga a pagar por el deudor, si
éste no lo hace; o real, como el de hipoteca, el de prenda, en que se constituye un derecho real
sobre un bien enajenable, para garantizar el cumplimiento de una obligación y su preferencia en el
pago.

La regla de que lo accesorio sigue la suerte de lo principal, sufre en ciertos casos excepciones,
porque no podría existir el contrato accesorio, sin que previamente no se constituyese el principal;
sin embargo, el Derecho nos presenta casos que puede haber fianza, prenda o hipoteca, sin que
haya todavía una obligación principal, como ocurre cuando se garantizan obligaciones futuras o
condicionales.

5.- Contratos Instantáneos y de Tracto Sucesivo:

*Contrato Instantáneo: son aquellos que se cumplen en el mismo momento en que se celebran, es
decir, su cumplimiento se lleva a cabo en un solo acto.

*Contrato de Tracto Sucesivo: es aquel en que el cumplimiento de las prestaciones se realiza en un


periodo determinado, y que, por deseo de las partes se puede extender para satisfacer sus
necesidades primordiales y estos términos pueden ser:

Ejecución continuada: ejecución única pero sin interrupción.

Ejecución periódica: varias prestaciones que se ejecutan en fechas establecidas.

Ejecución intermitente: se da cuando lo solicita la otra parte.

Tipos de contratos

Existen cuatro tipos de contratos en función de su objetivo, que son: contratos de trabajo,
contratos de compraventa, contratos de alquiler y contratos de servicios. Sin embargo, en este
post veremos en profundidad los contratos de trabajo. Existen diferentes tipos de trabajo, en
función de la temporalidad o duración del trabajo o según el objetivo de la relación laboral. Existen
8 tipos de contratos de trabajo, que detallamos a continuación:

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1 Tipos de contratos

1.1 Tipos de contratos de trabajo: Indefinidos o temporales

1.1.1 Contrato indefinido

1.2 Contrato temporal

1.2.1 Por obra o servicio

1.2.2 Contrato Eventual

1.2.3 De interinidad

1.2.4 De relevo

1.2.5 Contrato de formación y aprendizaje

1.2.6 Contrato de prácticas

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1.5 Relacionado

Tipos de contratos

Tipos de contratos de trabajo: Indefinidos o temporales

Hay dos grandes grupos de contratos de trabajo laborales: Los contratos de trabajo indefinidos y
los contratos de trabajo laborales. Estos últimos se dividen, además, por el objetivo laboral por el
cual se realizan. En muchas compañías se estilan más los contratos temporales, sin embargo, en
algunos tipos de empresa se tiene un alto porcentaje de empleados con contratos indefinidos.
Vamos a ver en profundidad en qué consisten:
Contrato indefinido

La principal característica de este tipo de contratos es que no hay un límite temporal para la
finalización del mismo. En el caso de que el empresario quiera poner fin al contrato laboral
indefinido, deberá indemnizar al trabajador afectado. Que el contrato sea indefinido supone una
mayor estabilidad laborar para el trabajador.

Formas de realización del contrato indefinido: puede realizarse mediante pacto verbal o de forma
escrita, aunque siempre es recomendable que este tipo de contratos se formalice por escrito.

Ventajas del contrato indefinido: Este tipo de contrato supone numerosas ventajas tanto para el
trabajador como para el empresario. Para el trabajador, la principal ventajas de este tipo de
contrato laboral es la estabilidad que aporta un contrato indefinido. Mientras que para el
empleador, realizar un contrato indefinido supone la posibilidad de beneficiarse de algunos tipos
de ayudas, subvenciones o deducciones de orden fiscal dependiendo de la persona contratada.

Importante: El contrato de trabajo pasará a ser indefinido de forma automática cuando el


trabajador supere los 2 años de relación laboral consecutivos con la empresa en la que se
encuentre trabajando. Excepto en los contratos de internidad, de relevo o contratos formativos,
casos en los que los contratos no se harán indefinidos automáticamente pasado el período de 2
años.

Contrato temporal

El contrato temporal supone el pacto entre el trabajador y el empresario en el que se estipula la


prestación de servicios del trabajador por un período de tiempo concreto y fijado en el mismo.

En su mayoría, los contratos de trabajo temporales deberán ser realizados por escrito, excepto
algún contrato, en el que puede darse el caso de pactarse de forma verbal. En este tipo de
contratos existe la posibilidad de prorrogar el contrato por otro período de tiempo temporal.
Aunque, en el caso de superar los 2 años de contratos temporales consecutivos, se hará contrato
indefinido de forma automática (excepto en los casos que hemos visto anteriormente).

Existen varios tipos de contratos de trabajo temporales, los más comunes son los siguientes:

Por obra o servicio

Se conoce como contrato por obra y servicios todos aquellos que tienen un inicio y un final
determinados, aunque la fecha del final es incierta porque se halla circunscrita a la finalización de
la obra o servicios contratados.

Contrato Eventual

El contrato eventual es el contrato temporal más realizado en la actualidad. Este tipo de contrato
se emplea cuando una empresa precisa de trabajadores de forma temporal por causas imprevistas
o por temporadas altas, es decir, en situaciones en las que se necesita un mayor número de
trabajadores. Estos contratos suelen tener un período de duración de 6 meses.

De interinidad

Son contratos de interinidad todos los que tienen como objetivo la cobertura o sustitución de
forma temporal de un puesto vacante. La duración del contrato puede ser muy variable, ya que la
duración se determina en función de la ausencia del trabajador a sustituir. Estos contratos suelen
realizarse ante bajas laborales de los trabajadores, o períodos vacacionales o durante un proceso
de selección (como unas oposiciones, por ejemplo) para cubrir dicha vacante.

De relevo

Los contratos de relevo se realizan en ocasiones específicas en las que se necesita sustituir a una
persona dentro de una empresa, la cual tiene una reducción de jornada a causa de la conocida
como jubilación parcial. Este contrato se realiza para cubrir el período de tiempo que ha dejado de
trabajar el empleado que se encuentra en una situación de jubilación parcial.

Contrato de formación y aprendizaje


Estos contratos solo se pueden realizar a jóvenes de entre 16 y 30 años, aunque no podrá
realizarse a mayores de 25 años si la tasa del paro baja del 15%. Este tipo de contratos surge con el
objetivo de coadyuvar e impulsar la inserción laboral, permitiendo alternar entre el trabajo y la
formación, consiguiendo que los trabajadores ejerzan su actividad con una mayor preparación.

Este tipo de contratos tiene un límite temporal, no pudiendo prorrogarse más allá de los 3 años.
Una vez finalizado este período, se podrá optar por realizar un contrato indefinido (aunque no es
obligatorio). Este contrato también tiene un límite salarial, no pudiendo ser menor que el salario
mínimo interprofesional.

Contrato de prácticas

Tiene el objetivo de ofrecer formación y el salario no puede ser inferior al 75% del sueldo del que
recibe un trabajador en el mismo puesto. Tiene un objetivo similar al tipo de contrato de
formación, que es ofrecer una formación profesional con la pretensión de que el trabajador ejerza
su función con mayor profesionalidad y eficacia. Este tipo de contratos se vincula a una formación
muy concreta, que ayudará a obtener experiencia en un sector determinado a la vez que se
mejora la comprensión de la actividad que se está realizando.

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