Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MACROECONOMÍA BÁSICA
MACROECONOMÍA BÁSICA
Tabla de contenido
CAPITULO PRELIMINAR
LA MACROECONOMÍA EN EL CONTEXTO DE LA CIENCIA ECONOMICA
CAPITULO I
LA CONTABILIDAD NACIONAL
Introducción
1.1. El concepto de Contabilidad nacional
1.2. El Producto nacional (PN)
1.2.1. El Producto nacional bruto (PNB)
1.2.2. El Producto interno bruto (PIB)
1.3. La Contabilidad nacional y los componentes del Producto nacional bruto
1.3.1. La cuenta de Ingreso nacional (Y)
1.3.2. La cuenta de Gasto nacional (G)
1.4. Algunas cuentas nacionales secundarias
1.4.1. El Ingreso nacional (Y)
1.4.2. El Ingreso personal (Yp)
1.4.3. Ingreso disponible (Yd)
1.5. La producción nacional y la interacción de los sectores económicos
1.5.1. Los sectores económicos
- Sector Primario (Agropecuario).
- Sector Secundario (Industrial).
- Sector Terciario (De los Servicios).
1.5.2. La Matriz Insumo – producto: relación intersectorial
1.6. Datos estadísticos del Producto interno bruto de los países
latinoamericanos
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
El PIB como medida de bienestar en el mundo
Cálculo del PSB en Cuba
PREGUNTAS DE EVALUACIÓN
LECTURAS RECOMENDADAS
CAPÍTULO II
HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO
Introducción
2.1. El pensamiento económico en la antigüedad
Platón, Aristóteles y Catón. –Tomás de Aquino
2.2. El mercantilismo
2.3. El liberalismo económico
La escuela fisiócrata. – La escuela clásica
2.4. La escuela socialista
2.5. La escuela neoclásica
2.6. La escuela keynesiana
2.7. La Escuela poskeynesiana
2.8. Otras escuelas del pensamiento económico moderno
La escuela estructuralista. – La escuela monetarista
2.9. Síntesis de la evolución histórica del pensamiento económico
LECTURA COMPLEMENTARIA
Neoliberalismo y Socialdemocracia: un enfoque latinoamericano
PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
LECTURAS RECOMENDADAS
CAPÍTULO III
TEORÍA MACROECONÓMICA
Introducción
3.1. Teoría macroeconómica clásica
3.2. Teoría macroeconómica Keynesiana
3.3. Los instrumentos de la propuesta keynesiana
3.3.1. El consumo
3.3.2. La función consumo
- Consumo autónomo:
- Consumo inducido:
3.3.3. La función ahorro
- El ahorro autónomo
-El ahorro inducido
3.3.4. Las propensiones marginales a consumir y a ahorrar
- La propensión marginal a consumir
- La propensión marginal a ahorrar
-Determinación de la PMgC y la PMgS
3.3.5. La inversión
3.3.6. El multiplicador de la inversión
3.4. La crisis de 1929: punto de inflexión del pensamiento macroeconómico
3.5. La revolución keynesiana
LECTURA COMPLEMENTARIA
La Gran Depresión de los años 30
PREGUNTAS DE AUTOEVALUACIÓN
LECTURAS RECOMENDADAS
CAPÍTULO IV
EQUILIBRIO GENERAL DE LA ECONOMÍA: un enfoque macroeconómico
Introducción
4.1. Concepto de equilibrio económico
4.2. Contexto teórico del equilibrio económico
4.3. Modelo para determinar el equilibrio general de la economía
4.3.1. Definición de las variables del modelo
4.3.2. Representación gráfica del equilibrio general (y simple) de la economía
4.3.3. Demostración matemática del equilibrio general y simple de la economía
- Equilibrio general: Yd = G.
- Equilibrio simple: Yd = C
4.4. Teorema de la tina de baño
4.5. Equilibrio y pleno empleo
LECTURA COMPLEMENTARIA
El flujo circular del Ingreso y el Gasto
PREGUNTAS DE EVALUACION
LECTURAS RECOMENDADAS
CAPÍTULO V
DESEMPLEO E INFLACIÓN: la encrucijada de los gobiernos
Introducción
Los Ciclos Económicos
Auge
Recesión
Depresión
Recuperación.
5.2. El desempleo
5.2.1. Concepto teórico del desempleo
5.2.2. Causas del desempleo
5.2.3. Clases de desempleo
Desempleo temporal
Desempleo friccional
Desempleo estructural
Desempleo cíclico:
5.3. La inflación
5.3.1. Concepto de inflación.
5.3.2. Causas de la inflación.
5.3.3. Grados de inflación.
5.3.4. Consecuencias de la inflación.
5.4. La curva de Phillips y la estanflación
5.5. Control gubernamental: políticas fiscal y monetaria
5.5.1. Política fiscal
- Instrumentos de política fiscal
- Tipos de política fiscal
5.5.2. Política monetaria
- Principales mecanismos e instrumentos de política monetaria para controlar la
inflación.
5.5.3. El control de la inflación y el desempleo, explicado desde el equilibrio
macroeconómico.
5.5.3.1. La oferta agregada (OA)
5.5.3.2. La demanda agregada (DA)
5.5.3.3. El equilibrio macroeconómico (E)
- Expansión económica
- Recesión económica
LECTURA COMPLEMENTARIA
Los objetivos de la política económica
PREGUNTAS DE EVALUACION
LECTURAS RECOMENDADAS
SÍNTESIS BIOGRÁFÍCA
CAPÍTULO PRELIMINAR
Concepto de economía
El término economía proviene del griego oikonomía (oikos = casa, nomos = ley),
que hace alusión a las normas para administrar la casa o el patrimonio familiar. De
hecho, esta definición etimológica no corresponde hoy a las funciones,
dimensiones y complejidades que el estudio de la economía implica.
Han sido muchas las definiciones que se han dado a la economía a través del
tiempo; podríamos decir que una por cada estudioso de esta ciencia. Sin embrago,
una definición que refleja los alcances y propósitos de esta rama del conocimiento
en nuestros tiempos, es la siguiente:
Objeto de la economía
Metodología de la economía
El siguiente cuadro sinóptico nos permite comprender con mayor facilidad esta
clasificación:
1. Economía positiva
Como quiera que los agentes que intervienen en las actividades económicas
(productores, consumidores, gobierno, etc.) son disímiles observados
colectivamente, sus comportamientos y reacciones son también variados y
obedecen a motivaciones particulares de cada grupo. Esta situación hace bien
difícil la identificación del comportamiento de los entes económicos en el contexto
del sistema.
El paso desde los hechos reales hasta su teorización puede hacerse a través de
los métodos inductivo y deductivo; cualquiera que sea el método, debe facilitar a la
teoría económica formular principios, teorías, leyes o modelos que le den a la
economía su carácter de ciencia.
La teoría económica se subdivide a su vez en:
Los temas relacionados con el nivel general de los precios y la inflación, los
ingresos, el desempleo, la devaluación, las exportaciones o con la teoría general
del equilibrio y del creciemieto, por ejemplo, son propios del análisis
macroeconómico.
2. Economía Normativa
Política económica:
Otros instrumentos: existen otros instrumentos que si bien son establecidos por el
gobierno, están dirigidos directamente al control de las actividades de las
empresas: el control de precios, la regulación de los monopolios, las políticas
salariales y la congelación de créditos, son ejemplos de otros tipos de
instrumentos utilizados para el logro de los objetivos planteados por la política
económica.
CAPÍTULO 1
LA CONTABILIDAD NACIONAL
Competencias a desarrollar:
1. Interpretativas:
2. Argumentativas:
LA CONTABILIDAD NACIONAL
Todos los países del mundo disponen de algún sistema que les permiten evaluar
el desarrollo de las actividades de sus economías. La forma más generalizada
como las naciones miden el desempeño de sus actividades económicas, es a
través de la producción de bienes y servicios que pueden mostrar en un período
determinado, para posteriormente establecer comparaciones de los resultados
entre un período y otro, incluso, comparaciones de crecimiento económico con
otros países.
La manera más práctica, y la más usual en todos los países del mundo, para
medir el comportamiento de la economía es contabilizando la producción de
bienes y servicios que genera el aparato productivo (el conjunto de empresas);
esto significa que el desempeño de la economía se mide en función de todo lo que
se produce en el país, lo cual constituye en términos macroeconómicos, la llamada
Producción nacional o Producto nacional. El registro de los datos de la producción
de bienes y servicios en la economía del país es lo que da origen a la Contabilidad
nacional.
Como quiera que la contabilización del Producto nacional bruto implica incluir
todos los bienes y servicios finales producidos por el sistema económico, para
facilitar esta tarea, generalmente estos bienes y servicios se clasifican según el
sector de la economía (primario, secundario o terciario) que mayor participación
tenga en el proceso para obtenerlos. En el sector primario, por ejemplo, se
producen millones de toneladas de algodón, cientos de miles de cabezas de
ganado, millones de toneladas de carbón, cientos y cientos sacos de café, etc.; en
el sector secundario la producción es más diversificada: varios miles de camisas,
millones de bolsas de leche pasteurizada, miles de millones de lápices, millones
de medicamentos, etc.; y finalmente, en el sector terciario se prestan diversas
clases de servicios como los del transporte, los bancos, las comunicaciones y la
energía.
El cálculo del producto nacional bruto es pues, mucho más complejo y de más
cuidado del que aparentemente requiere. Si en el proceso de contabilización de la
producción de bienes y servicios no se excluyeran aquellos bienes que se utilizan
como materia prima, más comúnmente llamados bienes intermedios, el producto
nacional bruto sería, evidentemente, exagerado. Este problema queda resuelto
cuando para efectos de establecer la producción nacional, sólo se tienen en
cuenta los bienes y servicios finales.
El cálculo del Producto nacional bruto (PNB) se puede hacer de dos maneras: una
es por la vía directa que consiste en sumar los valores resultantes de la
multiplicación de las cantidades de bienes y servicios finales producidos por sus
correspondientes precios de mercado; la otra es a través del método del valor
agregado que estudiaremos a continuación.
- Bienes intermedios: son aquellos que han sufrido alguna transformación, pero
que tal como se presentan no son aptos o adecuados para el consumo directo, por
lo que se tienen que someter a nuevos procesos para convertirlos en bienes
finales, listos para consumir. Generalmente los bienes intermedios son utilizados
como materia prima para fabricar otros bienes finales, como por ejemplo, cuero,
madera, metales, tela, entre otros.
- Bienes finales: son aquellos bienes terminados y listos para el consumo que no
requieren más procesos de transformación; son ejemplos de estos, una camisa,
un televisor, un refresco, un tractor, por ejemplo.
- Valor agregado: es el valor del bien final descontando el costo de los bienes y
servicios intermedios que fueron utilizados en su elaboración. Por supuesto que
para el caso que nos ocupa el concepto de valor agregado que hemos expuesto
resulta insuficiente para explicar el método que nos evitará la doble contabilización
de bienes.
Este método, generalmente utilizado por la mayoría de los países para calcular su
producción nacional, consiste básicamente en determinar el valor del bien final
sumando los valores de cada uno de los bienes y servicios intermedios que se
emplearon en su elaboración. Así, por ejemplo, si nos referimos a la fabricación de
pan tendremos que sumar el valor del trigo que el agricultor vende al molinero,
más el valor de la harina que éste obtiene moliendo el trigo y que luego vende al
distribuidor mayorista de harinas, más el valor de la harina que el distribuidor
mayorista vende al panadero para fabricar el pan que termina vendiendo al
consumidor final; por supuesto que el valor del pan (bien final) está determinado
por la suma de los valores de los bienes y servicios intermedios que se utilizaron
en su fabricación (trigo, harina, comercialización de la harina, pan, etc.), más la
ganancia que obtiene el tendero por su comercialización.
Para una mejor descripción del método del valor agregado, consideremos el
siguiente caso práctico:
Tabla 1.1.
Cálculo del Valor agregado
Como se puede observar en la Tabla 1.1., en cada fase de la producción del pan
se van obteniendo subproductos (trigo, harina, servicio de distribución y
transporte, etc.) que se venden como bienes intermedios (columnas 1 y 2); de
igual manera, en la columna 3 de la misma tabla se puede apreciar el valor que se
le agrega (Valor agregado) al proceso de producción en cada fase, y se puede
deducir que la suma de los valores agregados de cada fase es igual al valor del
pan como bien final: $20. Esto quiere decir que para el cálculo del producto
nacional bruto se puede tomar, ya sea el valor de la venta final, o el monto de la
suma de los valores agregados en cada fase de producción.
Este método del valor agregado constituye una buena fórmula para evitar la doble
contabilización de los bienes intermedios, toda vez que el valor de estos queda
automáticamente incluido en el valor del bien final. Cabe aclarar que muchos
productos pueden ser bienes intermedios o finales, según la utilización que se le
de; la harina de trigo, por ejemplo, se considera un bien final cuando se compra
para uso doméstico, pero también se le puede considerar bien intermedio cuando
se adquiere en la industria como materia prima para la elaboración de otros
productos como el pan.
En los países menos desarrollados, por ejemplo, una gran parte de su producción
agrícola se destina para el autoconsumo de los productores y por tanto, no se
incluyen en el producto nacional bruto; igual sucede con el trabajo de las amas de
casa que no se tiene en cuenta para la contabilidad de la producción global del
país. Por otro lado, las actividades económicas consideradas ilegales como el
contrabando, el narcotráfico y la prostitución, aunque evidentemente generan
ingresos y satisfacen necesidades, no son incluidas, por cuestiones obvias, en la
contabilización del producto nacional bruto.
Por supuesto que aún cuando estas actividades se ejecutan al margen del
mercado legal o de manera clandestina, inciden en la producción de bienes y
servicios y por tanto, tienen su efecto y repercuten en el desenvolvimiento normal
de la economía del país. Así las cosas, las cifras oficiales del producto nacional
bruto presentan una incoherencia con la realidad; esto hace más difícil la tarea de
los gobernantes para proyectar sus políticas económicas.
Otro problema de gran relevancia que presenta el producto nacional bruto como
herramienta para evaluar el progreso y bienestar de un país radica en que su
cálculo se establece con base en el valor de mercado de los productos, que es
igual al precio por la cantidad. En efecto, el valor del producto nacional bruto
puede aumentar de un período a otro, pero ese aumento pudo haberse dado
porque se produjeron más bienes y servicios (incremento de la producción), o bien
porque aumentaron los precios de los artículos (inflación). Si se presenta el primer
caso significa que la producción nacional es mayor ahora y el país tuvo un
crecimiento económico y por ende un mejor bienestar social; si el incremento del
valor del producto nacional bruto se debió a un alza de los precios de los bienes,
significa que en realidad no hubo mayor producción ni crecimiento económico que
proporcione mejor bienestar social; se tendría simplemente un mayor valor
nominal del producto nacional bruto. En este caso, si se quiere conocer el
incremento real de la producción nacional de un país para compararla con la de
otros períodos, es necesario eliminar el efecto ocasionado por el aumento de los
precios de los bienes, es decir, eliminar el efecto de la inflación a través de un
mecanismo que consiste en deflactar el valor del producto nacional bruto.
Para deflacionar el valor del producto nacional bruto es necesario conocer el valor
de éste y el índice de precios para el consumidor en los períodos a comparar. De
otro lado, normalmente el índice de precios al consumidor se calcula a partir de las
alzas de precios que hayan tenido, de un período a otro, un conjunto
representativo de productos de consumo básico, más conocido como canasta
familiar.
Para deflacionar el valor del producto nacional bruto se establece un año base
cualquiera (generalmente el anterior) con el cual se quiere comparar el valor
actual; al índice de precios del año base se le asigna el valor arbitrario de 100 y se
relaciona con el índice de precios y con el valor monetario del producto nacional
bruto del año a comparar. Veamos un ejemplo:
Supóngase que el valor del producto nacional bruto de un país para el año 2007
fue de $15.000 y el para el 2005 de $25.000; el índice de precios para el
consumidor se registró para este año en 110 (el índice de precios para el año base
2007 se asume, arbitrariamente, como 100). Aparentemente el producto nacional
bruto (o producción nacional) del país se incrementó en $10.000; sin embargo,
aún cuando pudo haber un crecimiento real de la producción nacional, este
incremento también fue ocasionado por la inflación registrada en el año 2008.
Para calcular el valor monetario real del producto nacional bruto del año 2008 y
establecer su verdadero incremento de un período a otro, se aplica la siguiente
fórmula:
Aún cuando las definiciones del PIB y del PNB son muy parecidas, existe una
gran diferencia en cuanto a su interpretación. Recordemos que el Producto
nacional bruto lo definimos como el valor monetario, a precios de mercado, de los
bienes y servicios finales producidos por las empresas nacionales ubicadas dentro
y fuera del país, en un período determinado.
Cuando en un país existen más empresas extranjeras que las que éste tiene en el
extranjero, el producto interno bruto de ese país resulta ser mayor que su producto
nacional bruto (PIB > PNB); esto se debe a que la producción de las empresas
extranjeras ubicadas en el país de referencia incrementan su producto interno
bruto más de lo que sus empresas en el extranjero incrementan su producto
nacional bruto.
Es normal que en las naciones menos desarrolladas el producto interno bruto sea
mayor que el producto nacional bruto; esto es así porque normalmente los países
desarrollados tienen más empresas en las naciones menos desarrollados que las
que estos tienen en aquellos; de igual manera, en los países desarrollados el
producto interno bruto es menor que el producto nacional bruto, por las razones
antes expuestas.
¿Qué significa para un país el hecho de que su producto interno bruto sea mayor
que su producto nacional bruto (PIB > PNB)?. Por un lado quiere decir que su
economía depende, en buena parte, de la inversión extranjera; por otro significa
que la generación de empleo, la producción de bienes y servicios y la recaudación
de impuestos están influenciadas por otros países.
Hasta ahora nos hemos referido a las Cuentas nacionales representadas por el
producto nacional (producción nacional), más concretamente por el Producto
nacional bruto (PNB) como cuenta básica de la Contabilidad nacional. Como
hemos anotado, el cálculo del producto nacional bruto se puede establecer de dos
formas: una es a través del método del valor agregado, tema que se estudió
ampliamente en el aparte 1.2.1. de este capítulo; la otra es mediante la vía directa
que consiste en sumar los resultados luego de multiplicar las cantidades de bienes
y servicios finales producidos, por sus correspondientes precios de mercado.
El producto nacional bruto es, como se habrá observado, una corriente o flujo de
bienes y servicios finales que se producen, unos para el consumo y otros para la
inversión. Ahora bien, la producción de bienes y servicios conlleva a unos costos
que el empresario debe asumir por el pago de los factores de producción (tierra,
trabajo, capital etc.) que utiliza para ello; estos costos del productor constituyen a
su vez, un ingreso para los dueños de esos factores productivos. De igual manera,
estos bienes y servicios son adquiridos, unos para consumo de la sociedad
(alimentos, televisores, servicios médicos, etc.) y otros que se utilizan para
producir otros bienes y servicios (máquinas, equipos, etc.) lo cual representa un
gasto para quienes los compran.
Desde este pinto de vista el producto nacional bruto se puede representar con la
siguiente ecuación algebraica:
PNB = W + R + P + K
Donde:
PNB = C + I + G´ + (X – M)
Donde:
C = Consumo: son los pagos o gastos que tienen los consumidores cuando
compran bienes y servicios para satisfacer sus necesidades.
G´ = Gastos del gobierno: son los pagos realizados por el gobierno cuando
adquieren bienes y servicios para su funcionamiento.
PNB = W + R + P + K = YNB
PNB = C + I + G´ + (X – M) = G
PNB = YNB = G.
Generalmente, tanto las empresas como los particulares, ganan más de lo que
realmente reciben. En efecto, una parte del ingreso nacional debe pagarse como
impuestos directos deducidos de las utilidades o ganancias de las empresas; de
otro lado, las empresas también suelen retener parte de sus utilidades para
efectos de reinversión y para pagos al sistema de seguridad social, lo cual afecta
el monto del Ingreso nacional. Por tanto, al Ingreso nacional que reciben los
propietarios de los factores de producción se deben restar los impuestos directos,
las ganancias retenidas y los aportes al seguro social; el valor resultante se
denomina Ingreso personal (Yp):
Abarca las actividades para la explotación de los recursos naturales en todas sus
formas: agricultura, silvicultura, ganadería, caza, pesca, minería en general, pozos
de petróleo y gas natural. Los productos o recursos obtenidos en este sector de la
economía, son ante todo, materias primas que necesitan de un proceso de
transformación, aún cuando sea elemental, para su utilización; tal es el caso del
algodón, la madera, el cuero y la lana, el carbón y el petróleo, por ejemplo.
Sin duda, el nivel de desarrollo económico de los países está asociado al grado de
industrialización y tecnificación de los mismos; bajo la concepción de que la
tecnología crea más tecnología, podemos establecer que las naciones muy
industrializadas, y altamente tecnificadas, son cada vez más desarrolladas.
La prestación de uno o varios de estos servicios, al igual que en los otros sectores,
puede llegar a tener mayor importancia en unos países, más que en otros; tal es el
caso de algunos países caribeños, donde la prestación de los servicios turísticos,
por ejemplo, representan su mayor fuente de ingresos.
La Tabla 4.1. resume las operaciones realizadas por los sectores económicos,
permitiéndonos además deducir la siguiente información:
1. El Sector Primario obtuvo una Producción Bruta de $100, de la cual destinó $35
a la Venta Intermedia de Insumos ($5 de semillas vendidas al mismo sector, y $30
de materias primas agrícolas, vendidas al Sector Secundario); los $65 restantes
de la Producción Total ($100 - $35 = $65), fueron destinados a satisfacer
necesidades sociales, bajo la operación de Ventas de Bienes Finales:
Tabla 1.2.
OPERACIONES DE LOS SECTORES ECONÓMICOS
Compra de Insumos:..................................................$25
- Semillas:..............................................$ 5
- Abonos:...............................................$10
- Servicios:.............................................$10
Valor Agregado:........................................................$75
- Salarios:...............................................$40
- Intereses:..............................................$ 5
- Renta de la Tierra:................................$15
- Ganancias:............................................$15
Valor de la Producción Bruta:...................................$100
Compras de Insumos:................................................$80
- Materias Primas Agrícolas:...................$30
- Insumos Industriales:............................$40
- Servicios:..............................................$10
Valor Agregado:.......................................................$70
- Salarios:...............................................$40
- Intereses:..............................................$ 5
- Rentas:.................................................$ 5
- Ganancias:............................................$20
Valor de la Producción Bruta:................................ .$150
Compra de Insumos:................................................$ 10
- Insumos Industriales:............................$5
- Servicios:..............................................$5
Valor Agregado:......................................................$130
- Salarios:...............................................$75
- Intereses:.............................................$10
- Rentas:................................................$ 5
- Ganancias:...........................................$40
Valor de la Producción Bruta:.................................$140
3. La Producción Bruta del Sector Terciario fue de $140; $25 de los cuales
representaron Ventas Intermedias de Insumos ($10 al Sector Primario, $10 al
Secundario, y $5 al mismo sector); los $115 restantes ($140 - $25 = $115),
representaron las Ventas de Bienes Finales:
4. El Valor Total de la Producción Bruta de los tres sectores fue de $390, así:
El ejemplo hasta aquí tratado muestra la dependencia que existe entre los
distintos sectores económicos; esta relación intersectorial se puede representar
mediante la Matriz Insumo-Producto, concebida por Wassily Leontief, la cual se
expone a continuación:
Cuadro 1.1.
Matriz Insumo - producto
Agricultura 5 30 0 35 65 65 0 100
Industria (A) 10 40 5 55 95 50 45 150
Servicios 10 10 5 25 115 115 0 140
Salarios 40 40 75
Intereses 5 5 10
Rentas (C) 15 5 5
Ganancias 15 20 40
VALOR DE LA
PROD. BRUTA 100 150 140 390
C: relaciona los pagos para remunerar a los dueños de los factores de producción,
por medio de salarios, intereses, rentas y ganancias.
Como se explicó en otro aparte de este capítulo, los países desarrollados utilizan
el Producto nacional bruto como indicador principal para medir el nivel de
crecimiento de sus economías; distinto lo hacen los países menos desarrollados
que recurren al Producto interno bruto para los mismos fines. Cabe aclarar que,
según la apreciación de muchos analistas, el crecimiento económico de los países
se refleja también en la mayor participación que los sectores secundarios
(industrial) y terciario (de los servicios) de la economía, tengan en la formación del
producto interno bruto, y en la menor contribución que el sector primario pueda
aportar en su generación.
Partiendo de los valores totales del producto interno bruto se puede estudiar la
situación de la economía de los países que utilizan este indicador; es posible,
además, establecer comparaciones con otros países que tengan el mismo
sistema, o sistemas similares, para totalizar sus cifras de producto interno bruto. A
continuación presentamos la Tabla 1.3., donde se muestra el comportamiento del
PIB de los países latinoamericanos entre los años 2004 - 2007.
Tabla 1.3.
América Latina: proyección del PIB, 2004 - 2007
(Tasa de variación porcentual anual)
* Tomado de “Principios de Economía”. N. Gregory Mankiw. Mc Graw Hill. Madrid 1998. Página
449.
“Una manera de valorar la utilidad del PIB como indicador del bienestar económico
es examinar los datos internacionales. Los países ricos y los países pobres tienen
enormes diferencias entre sus niveles de PIB per cápita. Si un elevado PIB
aumenta el nivel de vida, deberíamos observar que el PIB está estrechamente
correlacionado con los indicadores de la calidad de vida. Y de hecho lo está.
La Tabla (expuesta) muestra 12 de los países más poblados del mundo ordenados
según su PIB per cápita. También muestra la esperanza de vida (lo que se espera
que dure la vida en el momento de nacer) y el porcentaje de la población adulta
que sabe leer. Estos datos muestran un claro patrón. En los países ricos, como
Estados Unidos, Japón y Alemania, las personas pueden esperar vivir hasta bien
entrados los 70 años y casi toda la población sabe leer. En los países pobres,
como Nigeria, Bangladesh y la India, las personas normalmente sólo viven hasta
entrados los 50 años y sólo sabe leer alrededor de la mitad de la población.
* Tomado de “Economía: enfoque América Latina”. Norris C. Clement y otros. Mc Graw Hill, tercera
edición. México 1991. Página 234.
En los últimos años ha habido una gran controversia sobre el grado del éxito o
fracaso de la economía cubana en el decenio de 1980, especialmente si se la
compara con las economías de mercado de América Latina que han mostrado un
estancamiento o retroceso en ese mismo período. Conforme a las mediciones
estadísticas oficiales (efectuadas por el gobierno del país), la economía ha crecido
a una tasa anual percápita de 5.5.% (una vez hechos los ajustes correspondientes
a la inflación) durante el período comprendido entre 1980 y 1986. Pero en ese
mismo lapso en el resto de América Latina disminuyó en una tasa anual percápita
de 1.1% aproximadamente.
Sin embargo, los datos anteriores han sido puestos en tela de duda por los
especialistas norteamericanos que estudian la economía cubana; los conocedores
del Mundo Occidental sostienen que la economía de ese país está pasando desde
hace algunos años por un estado de desorganización.
... la medida de mayor uso con que se estima la producción total en América
Latina es el producto interno bruto (PIB), mientras que en Cuba y en el resto del
bloque socialista se recurre al concepto de producto social bruto (PSB). He aquí
las dos diferencias fundamentales entre ambas medidas.
2. El PSB se basa en el valor bruto, que permite la “doble contabilidad”, pero que
excluye los servicios “no productivos” (arte y cultura, gobierno, milicia, deporte,
vivienda, atención médica, educación, servicios personales, etc.).
Ahora bien, una vez llevada a cabo la conversión (con medios indirectos), ¿qué
conclusiones pueden sacarse en relación con la controversia referente a las tasas
de crecimiento de la producción total de Cuba? Una vez hecha la conversión del
PSB al PIB, se plantea la pregunta: ¿es la tasa de crecimiento en términos del PIB
menor o mayor que en términos de PSB? Por desgracia, no es un proceso simple
la obtención de una respuesta. Sin embargo, los cálculos dados en el artículo
concluyen que, durante el período de 1975 – 1986, la tasa de crecimiento de la
economía cubana en términos del PIB fue probablemente un poco mayor que el
5.5% expresado en términos de PSB.
El primer paso en el cálculo del PIB per cápita consiste en dividirlo entre el número
total de habitantes, un poco más de 10 millones. Así, el PIB estimado per cápita
(en pesos de 1981) es de $2052. Usando el tipo de cambio oficial de enero de
1981 ($1 = $1.36 dólares estadounidenses), el PIB per cápita en Cuba sería de
$2792. Sin embargo, el tipo de cambio lo fija el gobierno cubano y no las fuerza
internacionales de la oferta y la demanda; los economistas occidentales piensan
que el valor del peso está “sobrevaluado” por los déficit en la balanza comercial en
que suele incurrir el gobierno cubano.
Pese a ello, la utilización de métodos estándar para convertir las monedas locales
en equivalentes del dólar* pone el PIB per cápita de ese país en niveles superiores
a los $2792, obtenidos cuando se usa el tipo de cambio oficial. Así, el PIB per
cápita parece ser por lo menos igual al promedio de América Latina y,
probablemente un poco mayor.”
GLOSARIO
Gasto nacional: Son los pagos o erogaciones que hacen los entes económicos
en bienes y servicios.
Valor agregado: Es el valor del bien final descontando el costo de los bienes y
servicios intermedios que fueron utilizados en su elaboración. Por supuesto que
para el caso que nos ocupa el concepto de valor agregado que hemos expuesto
resulta insuficiente para explicar el método que nos evitará la doble contabilización
de bienes.
PREGUNTAS DE EVALUACIÓN
a) Bien final ()
b) Bien intermedio ( )
c) Materia prima ()
LECTURAS RECOMENDADAS
1. Clement, Norris C., y otros. Economía: enfoque América Latina. Mc. Graw Hill.
México, 1991. Tercera edición. Capítulo 14 y Apéndice del Capítulo 14.
4. Samuelson, Paul A., y Nordhaus, William. Economía. Mc. Graw Hill. Madrid,
1996. Decimoquinta edición. Capítulo 22.
5. Mochón, Francisco. Economía básica. Mc. Graw Hill. Santafe de Bogotá, 1992.
Segunda edición. Capítulo 11.
CAPITULO 2
Competencias a desarrollar:
1. Interpretativas:
2. Argumentativas:
Platón fue el primero que hizo una exposición sistemática sobre las bases de la
sociedad y del origen de la ciudad-estado, y se refirió a los principios de lo que
sería la sociedad ideal en las que no existieran las injusticias. En sus obras, La
república y Las leyes se encuentran la mayor parte de las ideas económicas de
este filósofo y las explicaciones de la división del trabajo y del origen de la ciudad
(Estado) como la base de la República ideal. Decía Platón que la ciudad era una
consecuencia de la división del trabajo, la cual era, a su vez, el resultado de las
diferentes actitudes naturales de los hombres y de la multiplicidad de las
necesidades humanas. Sostuvo que la especialización en una determinada labor
se hacía necesaria cuando un producto determinado no podía esperar al
trabajador (como sucedía cuando los trabajadores tenían que realizar muchas
faenas) sin echarse a perder. Pero cuando el trabajador se especializaba y ya no
daba abasto por sí mismo, se hacía imprescindible la organización comercial.
En relación con el dinero, Aristóteles afirmó que este nació como solución a las
dificultades del trueque, pero que su función de cambio se tergiversó cuando
apareció el comercio por el comercio mismo, o sea el afán de adquirir dinero.
Sostuvo que éste actúa de dos maneras en el proceso económico: como medio de
cambio, cuya función termina con la adquisición del bien necesario para satisfacer
una necesidad, y en la forma de capital-dinero que conduce a los hombres al
deseo de acumulación ilimitada. El dinero, decía, está destinado para ser usado
en el cambio, pero no para acrecentarlo por medio del interés; por naturaleza, el
dinero es estéril y multiplicarlo por medio de la usura es antinatural (dinero no pare
dinero). Concluye que el dinero tiene un origen más convencional que natural.
A pesar de que estos filósofos dedicaron buena parte de sus escritos a las
cuestiones netamente económicas, sus observaciones constituyeron ante todo un
conjunto de reglas y consejos políticos a los gobernantes para el manejo de la
economía.
- Tomás de Aquino
2.2. El mercantilismo
- Escuela fisiócrata
Ante los señalamientos de los errores y excesos del Mercantilismo nace en Francia la
Escuela fisiócrata que constituye la primera manifestación científica del pensamiento
económico; el primer exponente de las ideas fisiócratas fue Francois Quesnay, autor de
dos importantes obras: Tableau économique (Tabla económica) y Maximes générales du
governement économique d´un royaume agricole (Máximas generales del gobierno
económico de un reinado agrícola).
De otra parte, según Quesnay, sólo el trabajo agrícola podía crear un excedente que
se traducía en el producto neto de una nación. Sostuvo que la industria y el comercio no
creaban valores, sólo los transformaba, y dicho proceso de transformación no añadía
nada a la riqueza de la comunidad. Por consiguiente, la tributación, que era el instrumento
más poderoso del intervencionismo estatal, sólo debía existir para la agricultura, mientras
que la industria y el comercio debían quedar libres del pago de contribución. La máxima
financiera de la fisiocracia se traducía en un impuesto único para la tierra. Los fisiócratas
no tuvieron la menor intención de usar este análisis en contra de la clase terrateniente; sin
embargo, a pesar de que tal propuesta se prestaba para pensar todo lo contrario, sus
argumentos tenían sus bases en la idea de que la tributación de la industria y el comercio
representaba una doble tributación para la agricultura.
- Escuela clásica
La escuela clásica nació en Inglaterra, e igual que la fisiócrata se basó en los principios
del Liberalismo económico.
La Escuela clásica comienza con la publicación del libro Wealth of nations (La riqueza
de las naciones) de Adam Smith quien en su obra se opuso a las ideas mercantilistas;
consideraba que la riqueza y el poder de un país no deberían limitarse a acumulación de
metales preciosos. No demostraba preocupación por el poderío militar ni por la defensa
de la nobleza; al contrario, se preocupaba por un mayor bienestar económico y un mejor
nivel de vida de toda la sociedad. En este sentido, no estuvo de acuerdo con las ideas
fisiócratas en cuanto a la esterilidad de la población que no participaba en las faenas
agrícolas (la industria y el comercio).
La teoría clásica tiene su origen en el análisis que hace Smith sobre la posibilidad de
mantener el orden económico mediante el liberalismo y también de la interpretación de los
avances tecnológicos introducidos en el sistema económico por la Revolución Industrial,
que en esos años alcanzaba su madurez, y que sería el reinado del capitalismo industrial.
Adam Smith* es una de las figuras más relevante de toda la historia del pensamiento
económico; su obra no está impregnada de grandes ideas nuevas sino que la fundamentó
en temas preexistentes, pero la dotó con un sentido racional y esclarecedor. Sostenía que
el Estado no debía intervenir en la economía ya que las mismas fuerzas del mercado
(oferta y demanda), actuaban como una “mano invisible” que hacía que la economía se
mantuviera en equilibrio.
* Con frecuencia, y con justa razón, a Adam Smith se le conoce como el padre de la economía científica.
En La riqueza de las naciones el autor establece los principios y supuestos que serían
la base para el desarrollo de una economía organizada. Sus argumentos parten de la
convicción de que existe un orden natural de la sociedad en el cual el individuo actúa
impulsado por las motivaciones. Según Smith, la conducta humana está estimulada de
manera natural, por los siguientes seis principios: 1) el interés propio (“no esperamos
nuestra comida de la benevolencia del carnicero, el cervecero y el panadero, sino del
respeto que sienten por sus propios intereses”), 2) la conmiseración, 3) el deseo de ser
libre, 4) el sentido de la propiedad, 5) el hábito del trabajo y 6) la tendencia a cambiar,
permutar o trocar una cosa por otra. Esta creencia en el equilibrio natural de las
motivaciones llevó a Adam Smith a su famosa aseveración de que, al buscar su propio
provecho, cada individuo es “conducido por una mano invisible a promover un fin que no
estaba en su propósito”. Cuando un individuo de la comunidad, decía, busca el mayor
provecho posible para sí mismo, éste obligado por la ley natural, contribuye al mayor bien
común.
Siendo así, el orden natural de la sociedad sólo le reconoce a los gobiernos tres
deberes propios: el primero es el deber de la defensa contra las agresiones extranjeras; el
segundo es establecer una buena administración de la justicia; y el tercero, desarrollar y
sostener obras e instituciones públicas que no serían sostenidas por el sector privado por
no ser lucrativas. La paz en el interior y en el exterior de las naciones, justicia, educación
y un mínimo de empresas e instituciones públicas que desarrollen obras como carreteras,
puentes, canales y puertos, son todos los beneficios que puede ofrecer el gobierno. Fuera
de eso, la “mano invisible” es más eficaz.
Refiriéndose al valor, Smith diferencia el valor en uso (valor de uso) que es la utilidad
de un bien en particular, y el valor en cambio (valor de cambio) que es la capacidad que
tiene un bien para comprar otros bienes. Menciona una paradoja, por cierto muy conocida:
dice que algunas de las mercancías más útiles, como el agua, apenas tiene algún valor de
cambio, mientras que otras, como los diamantes, que aunque de poca utilidad, pueden
cambiarse por un gran número de otros bienes.
En relación con los salarios, Malthus opinaba que estos tenderían siempre a ser
mínimos debido a las fuerzas naturales del crecimiento de la población. Si los salarios
crecen, decía Malthus, las personas se sentirán con mayor bienestar y tendrán más hijos,
lo cual, por ende, hará que dichos salarios vuelvan a disminuir hasta llegar a los niveles
de subsistencia.
David Ricardo, amigo y crítico de Malthus, hizo también una contribución importante a
la doctrina económica, unas veces enfrentándose y otras ampliando las apreciaciones de
Adam Smith. Básicamente los argumentos de Ricardo abogaban por la libertad de
comercio entre las naciones; para lograr este propósito, sostenía, era necesario reducir o
abolir los aranceles que para la época, en Inglaterra, eran bastante altos para proteger a
los terratenientes contra las importaciones de alimentos que podían adquirirse en el
extranjero a precios más bajos.
A partir de la suposición de que los gustos y preferencias de los pueblos, las formas de
producción y las bases de los recursos naturales no son iguales en todos los países del
mundo, llegó a la conclusión de que las naciones, como los individuos, debían
especializarse en la producción de uno o más artículos y comercializar sus excedentes,
cambiándolos por los bienes elaborados de otras naciones. Se supone que la
especialización de la mano de obra y de la nación en la producción de uno o más artículos
dependía de los recursos disponibles de cada nación y de la potencialidad para
explotarlos. Este planteamiento, fundamentado en las condiciones habituales de la oferta
y la demanda de cada país, es lo que se conoce hoy como la doctrina de la ventaja
comparativa de cada país para aprovechar sus fortalezas económicas; con este postulado
Ricardo llega a la conclusión de que el comercio internacional puede incrementar la
producción mundial de bienes y servicios.
Con la expansión del Capitalismo industrial, enmarcado en los principios del Liberalismo
económico, surgieron algunas crisis sustentadas en la sobreproducción de bienes y
servicios que desvirtuaron las típicas leyes del ajuste económico automático planteado
por la Escuela clásica. El Liberalismo económico, fundamentado en la no intervención del
Estado en la actividad económica y la teoría de los economistas clásicos que sostenía
que el orden económico sería gobernado por las leyes naturales, parecía desmoronarse
ante las constantes crisis que enfrentaban las economías nacionales. La filosofía del dejar
hacer, dejar pasar, defendida por los fisiócratas y los clásicos, fue severamente criticada
por un nuevo pensamiento económico: la Escuela socialista.
Marx construyó un modelo procurando demostrar que las sociedades están sujetas a
una constante transformación histórica y que los clásicos se equivocaron al promulgar que
el orden natural del sistema capitalista, una vez establecido, conduciría a la estabilización
y al crecimiento económico; sostenía Marx que las fuerzas que generan ese orden
procuran estabilizarlo, sofocando el crecimiento de nuevas fuerzas que amenazan
detenerlo, hasta que esas nuevas fuerzas finalmente se afirmen y realicen sus
aspiraciones.
Los principios básicos del socialismo se basan en la creencia de que la propiedad privada
de los medios de producción, es decir, todos los recursos físicos utilizados en el proceso
de producción, es la razón, en gran parte, de muchos de los males y conflictos de las
sociedades capitalistas. Comparte también el pensamiento socialista la creencia de que la
producción y distribución de bienes y servicios deben realizarse de acuerdo con las
necesidades humanas, y no con el ánimo del beneficio privado, como en las sociedades
capitalistas.
Uno de los principales aportes que hace Marx al pensamiento económico de su época
se refiere a la plusvalía. En sus comienzos, dice Marx, existía la economía natural en la
que la producción de la sociedad sólo se daba para satisfacer necesidades; así las cosas,
los bienes sólo tenían valor de uso, o sea que se producían y consumían por un y para un
grupo pequeño de personas (generalmente la familia), para satisfacer sus necesidades
humanas. Sin embargo, con el correr del tiempo, al darse la división social del trabajo y la
especialización, se incrementó la producción de artículos con la consiguiente obtención de
excedentes (de producción) que se podían intercambiar (vender) por dinero, el que, a su
vez, podía cambiarse (comprar) por otros artículos.
1. C-M-C (los artículos C se cambiaban por dinero M que, a su vez, servía para pagar
otros artículos C).
2. M-C-M´ (el dinero M se cambiaba por otros artículos C, que a su vez, se venden por
una cantidad mayor de dinero M´)
3. Entonces: M´ = M + m, donde m es la plusvalía (un mayor valor) en la distribución de
bienes y servicios.
Otro importante análisis de Marx, esta vez relacionada con la importancia del Estado
en el desarrollo de la economía, se basa en dos supuestos importantes: el primero
supone que el sistema económico es competitivo, o sea, que intervienen muchos
compradores y muchos vendedores, tal como lo describe Smith; el segundo, supone que
hay dos clases principales en la economía: los capitalistas que son dueños de los medios
de producción y el proletariado (los obreros) quienes venden a los capitalistas su fuerza
de trabajo para obtener lo esencial para la vida. En este caso, la clase trabajadora
siempre está a merced del capitalista.
En la historia del pensamiento económico, pocas obras como El capital, han causado
tanto impacto y provocado importantes modificaciones en el orden económico de muchas
naciones del mundo.
La escuela neoclásica tuvo su aparición a finales del siglo XIX y a pesar de conservar los
principios básicos de la teoría clásica, se dedicó a estudiar aspectos concretos y
fundamentales de la economía, tales como la asignación de recursos escasos y sus
alternativas de utilización, la productividad marginal, la optimización, etc.
Hoy, después de casi siglo y medio, la teoría neoclásica es el paradigma dominante en las
ciencias económicas, por lo que también se le llama la ortodoxia; este calificativo obedece
a que, desde la perspectiva neoclásica, la economía es interpretada como un método de
optimización que aplica a toda la sociedad.
En la década de los años treinta, conocida como los años de la Gran Depresión,
cuando la doctrina clásica ya no se adaptaba a la realidad económica de la época y
cuando parecía ser que la economía del mundo no se recuperaría nunca, se publicó en
1936, un libro que revolucionaría el concepto de la economía moderna: Teoría general de
la ocupación, el interés y el dinero, del inglés John Maynard Keynes*.
En efecto, el impacto que la obra de Keynes causó en la primera mitad del siglo XX
sólo es equiparado a la influencia que las obras de Adam Smith y Karl Marx tuvieron
sobre el pensamiento y la política económica en los siglos XVIII y XIX, respectivamente.
Las obras de Smith, Marx y Keynes, los tres grandes economistas que han marcado un
hito en la historia del pensamiento económico, provocaron profundos cambios en los
lineamientos de las actividades económicas en los últimos siglos.
Finalmente, por considerar de suma importancia los aportes que el pensamiento de Adam
Smith tuvo en los sistemas económicos del mundo, y principalmente el de John Maynard
Keynes en la economía moderna, se abordará, en otros apartes de este capítulo, la
exposición de las teorías macroeconómicas de estos dos personajes.
___________________________
* Es a John Maynard Keynes a quien se le atribuye la formulación de la teoría macroeconómica.
2.7. Escuela estructuralista (cepalismo)
Los pueblos indígenas que vivían en América Latina tenían sus propias formas de
organización social y económica hasta antes de que llegaran los conquistadores
españoles y portugueses. Con la invasión, conquista y colonización de los pueblos
indígenas por parte de España y Portugal, se les impuso, de manera brusca y forzada, un
sistema capitalista traído de Europa y basado en el mecanismo del mercado, hasta
entonces desconocido para los pueblos indígenas. En las condiciones en que se implantó
el capitalismo en las naciones de América Latina, sus pueblos quedaron reducidos a
simples proveedores de materias primas de los países considerados hoy como
desarrollados; desde este punto de vista, la economía de la región no funcionó ni eficiente
ni equitativamente. Estas son las razones por las cuales los estructuralistas piensan que
el actual sistema económico de los países de América Latina, debe ser reformado.
De manera específica, piensan que existen por lo menos cuatro aspectos en los que
las economías de los países latinoamericanos, a las que llamó economías periféricas,
necesitan cambios estructurales: 1) la distribución de las tierras y las condiciones de
tenencias en el sector agrícolas, son deficientes; tanto las unidades excesivamente
grandes como las demasiadamente pequeñas son ineficientes y por ello obstaculizan el
buen funcionamiento de toda la economía. 2) la especialización excesiva de la mayoría de
los países de América Latina para la producción y comercialización de un solo producto,
el monocultivo, hace que sus economías resulten vulnerables a las fluctuaciones de
precios en el comercio internacional. 3) la riqueza y el poder están concentrados, en la
mayoría de estos países, en manos de pocas familias, y se utilizan para ponerle trabas al
funcionamiento del sistema de libre mercado, y para controlar el sistema político en su
propio beneficio. 4) el sistema de comercio y sistema financiero internacionales favorece
más a los países industrializados que a los que están en vía de desarrollo.
El tema principal de los programas expuestos por los estructuralistas para acelerar el
desarrollo de los países latinoamericanos, es la reforma de las estructuras del capitalismo
actual. Consideran que el gobierno debe asumir muchas funciones que los capitalistas no
han sabido desempeñar con responsabilidad, como es el impulso del desarrollo.
2.8. Escuela monetarista
Cabe aclarar que en los últimos tiempos, en muchos países latinoamericanos se han
adoptado políticas de “choque” para reducir los altos índices de inflación,
recomendaciones muy propias de esta escuela.
Cuadro 2.1.
Desde hace ya varios siglos el mundo político y económico se encuentra polarizado entre
el capitalismo y el socialismo. El primero, el capitalismo es descendiente directo del
liberalismo económico inspirado en el laissez-faire, laissez-passer (dejar hacer, dejar
pasar), cuyos principios se basaron en la libertad individual, la propiedad privada, el libre
mercado y el papel restringido del Estado en la economía. El segundo, el socialismo,
encarnado en Karl Marx, surgió como una crítica severa al capitalismo clásico de Adam
Smith; se fundamentó en la propiedad y el control de los medios de producción por parte
del Estado y en los derechos colectivos sobre los individuales. Entre estos dos extremos,
capitalismo y socialismo, ha oscilado ampliamente el péndulo de la economía política de
los países del mundo.
No obstante, ambos sistemas económicos han presentado serios problemas que cada
uno de ellos ha pretendido resolver para subsanar las deficiencias en su aplicación. El
capitalismo, por ejemplo, terminó aceptando una participación cada vez más activa del
Estado en la economía, situación que ha sido interpretada por muchos de sus defensores
como una marcha acelerada hacia el socialismo y que ha sido la causa de la crisis que
actualmente está viviendo esta organización capitalista. Ante este hecho surge la
propuesta de volver a la práctica del liberalismo económico estableciendo la libre
competencia y reduciendo la intervención del Estado en la economía. A esta postura se le
ha llamado neoliberalismo.
1. Neoliberalismo.
En efecto, el decenio de los ochenta es conocido como “la década perdida de las
economías latinoamericanas”. Durante estos años las naciones de Latinoamérica
sufrieron una de las crisis económicas más grande de su historia; la más severa desde la
Gran Depresión de 1930. La crisis de los ochenta se caracterizó principalmente por la
exagerada deuda externa, los altos índices de inflación, las altas tasas de desempleo y el
bajo crecimiento económico; todos estos males achacados al excesivo intervencionismo
estatal.
Por otra parte, las exportaciones no crecieron según lo proyectado porque los
empresarios, a falta de capital y de fuentes de financiación blanda, no pudieron “subirse al
bus de la modernización”. Frecuentemente se dice, y con justa razón, que la apertura en
países como Colombia se dio solo hacia dentro, lo cual le trajo consecuencias nefastas,
especialmente en las pequeñas y medianas empresas que claudicaron ante el embate de
las multinacionales extranjeras. Si bien la apertura de la economía era necesaria y
conveniente para afrontar los retos de la tendencia mundial, ella se debió “surfiar” y no
esperarla “de frente” como se hizo; la forma como se aplicó, más que el modelo mismo,
ha sido la causa de su fracaso.
Fueron básicamente cuatro los aspectos que los estudiosos del tema le atribuyeron al
fracaso de este esquema en la economía colombiana:
1. No fue concertada. Se aplicó unilateralmente por parte del gobierno, sin contar con el
consenso del gremio empresarial ni de los representantes de la clase trabajadora.
2. No se previó la creación de un fondo que garantizara los préstamos a pequeños y
medianos empresarios para que tecnificaran y modernizaran sus medios de
producción.
3. No fue selectiva. La apertura se dio para toda clase de bienes y servicios, sin tener en
cuenta la prioridad que debían tener los bienes de capital (maquinaria). El resultado de
esta decisión se reflejó en la invasión de bienes de consumo extranjero en vez de
tecnología.
4. No fue gradual. Este modelo se aplicó en un tiempo récord de dos años, sin dar tregua
a los empresarios nacionales para que asimilaran el impacto de tal evento. (En países
como Chile este modelo se proyectó para ser implementado en el transcurso de veinte
años).
Los defensores del neoliberalismo consideran que este modelo ha permitido moderar el
excesivo intervencionismo estatal, lo cual se traduce en una mayor eficacia económica,
una disminución de la corrupción y la burocracia, y en una mayor equidad en la
distribución del ingreso. De igual manera, consideran que ha contribuido con la
transparencia en los procesos económicos, con el mejoramiento en la productividad y en
los avances significativos en la aplicación de tecnologías. El sistema de mercado,
sostienen, es dinámico y flexible, capaz de responder a los cambios de la economía
nacional e internacional.
Concluyen los detractores del neoliberalismo que este modelo es una manifestación clara
del salvajismo capitalista que, justificando la acción del mercado, niega todo lo social.
2. Social democracia.
La social democracia no es tan reciente como muchos creen; la semilla de este esquema
político – económico fue sembrada durante la Gran Depresión, en la década de 1930.
De esta manera, la teoría keynesiana fue interpretada por algunas tendencias políticas
como la base para la generación de un Estado de bienestar. En efecto, las pretensiones
políticas, las presiones de los movimientos sindicales y los males económicos de la
época, obligaron a crear y ampliar un moderno Estado de bienestar social basado en una
política de gastos cuyas funciones fundamentales eran las de garantizar el pleno empleo,
estimular el proceso de crecimiento económico, permitir el acceso a la educación, la
salud, la vivienda, las pensiones y al seguro de desempleo, de la población de bajos
ingresos. De igual manera, la teoría de Raúl Prebisch que consistió en un modelo
proteccionista basado en tarifas, cuotas y permisos especiales de importación, tuvo muy
buena acogida en Latinoamérica donde produjo muchos beneficios al generar nuevos
empleos, mayores ingresos y altos niveles de industrialización.
Para la década de 1970, las teorías de Keynes y Prebisch se habían consolidado en las
economías de la mayoría de los países de América Latina. Para entonces los gobiernos
centrales habían asumido un papel preponderante en la dirección de sus economías. Este
papel llevó a los gobiernos a convertirlos en grandes inversionistas de las industrias
básicas, de los servicios públicos y de la producción de bienes y servicios; así mismo,
asumieron la regulación de los ciclos económicos y las políticas de crecimiento y
desarrollo de la economía.
Los críticos del modelo socialdemócrata sostienen que la participación e intervención del
gobierno en la economía ha disminuido la capacidad de conseguir una asignación
eficiente de recursos, así como la libertad política y económica de los ciudadanos.
Sostienen, además, que la excesiva participación del Estado en la economía fue la causa
principal de la crisis de la deuda externa en el decenio de 1980, la cual se contrajo para
atender las grandes cargas burocráticas adquiridas en la década anterior.
Escuela fisiócrata: Corriente económica liderada por Francois Quesnay que basaba su
pensamiento en la creencia de que las actividades económicas no deberían ser
excesivamente reglamentadas, menos por fuerzas distintas de las naturales. Sus
exponentes defendían una mayor libertad para el desarrollo de las actividades
económicas y para la conservación del producto de esas actividades. Como una clara
manifestación del Liberalismo económico, nació en Francia una frase que sintetizaba la
propuesta de los fisiócratas: Laissez-faire, laissez-passer, le monde va de lui-même (dejar
hacer, dejar pasar, el mundo sigue igual).
Los principales seguidores de la tradición clásica fueron Thomas Robert Malthus y David
Ricardo.
Escuela socialista: Los principios básicos del socialismo se basan en la creencia de que
la propiedad privada de los medios de producción, es decir, todos los recursos físicos
utilizados en el proceso de producción, deben ser administrados por el Estado. De igual
manera, sostienen que la producción y distribución de bienes y servicios deben realizarse
de acuerdo con las necesidades humanas, y no con el ánimo del beneficio privado, como
en las sociedades capitalistas.
Karl Marx y Friedrich Engels, han sido reconocidos como los pioneros de esta escuela.
Consideran que existen cuatro aspectos en los que las economías de los países
latinoamericanos, a las que llamó economías periféricas, necesitan cambios estructurales:
1) la distribución de las tierras y las condiciones de tenencias en el sector agrícolas. 2) la
especialización excesiva de la mayoría de los países de América Latina para la
producción y comercialización de un solo producto. 3) la riqueza y el poder están
concentrados, en la mayoría de estos países, en manos de pocas familias. 4) el sistema
de comercio y sistema financiero internacionales favorece más a los países
industrializados que a los que están en vía de desarrollo.
Considera la libertad económica como una necesidad requerida para la libertad política,
por lo que representa la defensa del capitalismo de libre comercio y critica las políticas
económicas intervenidas por los gobiernos modernos surgidos desde la época de la Gran
Depresión. Sus recomendaciones incluyen la no-intervención del gobierno, o sea, una
economía de libre mercado sin las políticas del tipo keynesiano antes mencionado.
Mercantilismo: Corriente económica que imperó a mediados del siglo XVI en Europa, y
que despertó un gran espíritu nacionalista que dio lugar a la supremacía del Estado, quien
por naturaleza debía ejercer control en la industria y el comercio, nacional e internacional;
el comercio se convirtió en la principal actividad económica de la época.
Los principales defensores de esta corriente fueron: en Inglaterra, Tomás Mun y William
Petty, y en Francia, Jean Baptiste Colbert.
Según los fisiócratas, debía existir un impuesto único que se debía cobrar a:
1 los comerciantes ( )
2. los artesanos ( )
3. los agricultores ( )
4. la industria ( )
a) el crecimiento de la población ( )
b) el crecimiento de la economía ( )
c) el crecimiento de los salarios ( )
d) el crecimiento de la riqueza ( )
David Ricardo abogaba por la libertad de comercio entre los países; sostenía que para
lograr este propósito era necesario:
Según los estructuralistas, el poco desarrollo de los países de América Latina se deba
a aspectos como:
a) la distribución de la tierra ( )
b) la producción de un solo cultivo (el monocultivo) ( )
c)la concentración de la riqueza y el poder manos pocas familias ( )
d) el comercio internacional y la relación con el sistema financiero mundial ( )
LECTURAS RECOMENDADAS
3. Clement, Norris C, y otros. Economía: enfoque América Latina. Mc. Graw Hill. México
1991. Tercera edición. Capítulos 5 y 6.
4. Roll, Eric. Historia de las doctrinas económicas. Fondo de cultura económica. México
1985. Quinta edición. Capítulos 1 al 10.
TEORÍA MACROECONÓMICA
Competencias a desarrollar:
3. Interpretativas:
4. 2. Argumentativas:
TEORÍA MACROECONÓMICA
Recuérdese que, tal como se explicó en el primer capítulo, el producto nacional, además
de ser un flujo de bienes y servicios, puede estudiase en términos de ingresos y gastos
nacionales, llegando a la conclusión de que PNB = YNB = GN, lo cual se puede
interpretar como un equilibrio en la economía. Una descripción adecuada de la forma
como se determinan el producto, el ingreso y el gasto nacionales, debe estar basada,
necesariamente, en alguna teoría macroeconómica general.
Si bien es cierto que existen muchas teorías macroeconómicas que tratan de explicar el
equilibrio general de la economía, también lo es que las planteadas por las escuelas
Clásica y Keynesiana son las tradicionalmente aceptadas como las más generales y
válidas en el contexto del sistema capitalista.
Los economistas clásicos suponían que todos quienes recibían un ingreso, terminaban
gastándolo íntegro. Pensaban, además, que todas las personas trabajaban con el fin de
obtener un ingreso y con él adquirir los bienes y servicios que no producían, pero que
necesitaban; por tanto, el hecho mismo de trabajar garantizaba que los trabajadores
gastaban todos sus ingresos recibidos, y en consecuencia, no habría problemas de
producción, de consumo ni de desocupación. En otras palabras, trabajarían quienes
quisieran y cuanto quisieran y toda la producción (oferta) sería adquirida (demanda). Esta
situación de equilibrio se ilustra en la gráfica 3.1.
Gráfica 3.1.
Sistema clásico de determinación de los ingresos
Producción nacional
EMPRESAS PUBLICO
(Producción) (Consumidores)
Ingreso nacional
Sin embargo, esta teoría se vio asaltada por la circunstancia de que existen muchas
personas que no gastan todo lo que ganan, sino que ahorran una parte del ingreso; en
consecuencia, se quedarían muchos productos sin vender y la Ley de Say se quedaría sin
piso. En este caso, decían los clásicos, existen mecanismos automáticos que corregirían
esta situación; uno de esos mecanismos es la tasa de interés.
Tal afirmación nació de la creencia de que las personas ahorraban porque les atraía el
interés que podían ganar con sus ahorros. Cuanto mayor fuera el interés, mayor serían
sus ahorros. Por otro lado, los que pagaban ese interés eran los inversionistas quienes
necesitaban ese dinero para desarrollar sus proyectos de inversión; cuanto menor fuera la
tasa de interés que tuvieran que pagar, mayor sería la cantidad de dinero que tomarían en
préstamo, y mayor la inversión que realizarían. En otras palabras, los clásicos suponían
que la tasa de interés era el precio del ahorro y de la inversión y que estaba determinada
por la oferta (ahorro o fondos para prestar) y por la demanda (fondos para invertir). El
mecanismo automático de la tasa de interés hacía que este tendiera a un equilibrio natural
por las simples fuerzas de la oferta y la demanda de dinero. Este mecanismo se ilustra en
la Gráfica 3.2.
Gráfica 3.2.
Mecanismo de ajuste de la tasa de interés, según los clásicos
i2 ---------------- Equilibrio
i1 --------------------------
Demanda de fondos para
Invertir (inversión)
0 1 2 3 4 5 S, I
La curva de oferta de fondos para prestar muestra que a mayor tasa de interés, por
ejemplo i3, mayor es la tendencia de ahorro de las personas (4.5 unidades monetarias), y
a menor tasa de interés, por ejemplo i1, menor es el ahorro de los individuos (sólo una
unidad monetaria). Contrariamente, la curva de demanda de dinero (fondos para invertir)
muestra que a mayor tasa de interés como por ejemplo i3, menor es la demanda de
dichos fondos (sólo una unidad monetaria) y en consecuencia habrá menos proyectos que
rindan lo suficiente como para pagar esa alta tasa de interés y obtener algo de ganancias;
a menor tasa de interés (i1), mayor será la demanda de fondos de inversión (4.5 unidades
monetarias). La interacción de la oferta y la demanda de dinero para prestar e invertir
harían que la tasa de interés tendiera siempre a un nivel de equilibrio donde el ahorro
sería igual a la inversión.
Siendo así, pensaban los clásicos, aunque una parte del dinero se saque del flujo de
ingresos en forma de ahorros, el mecanismo automático de la tasa de interés lo vuelve al
sistema económico en forma de inversión. En este caso cambia la estructura del gasto ya
que este flujo se bifurca ahora en dos corrientes: una para gastos en bienes y servicios de
consumo y otra para bienes de inversión; la idea de que todo el ingreso ganado se gasta,
sigue vigente. La gráfica 3.3., muestra la nueva estructura del sistema clásico de
determinación de los ingresos.
Gráfica 3.3.
Nueva estructura del sistema de determinación de los ingresos, según los clásicos
Producto nacional
EMPRESAS PUBLICO
(Producción) (Consumo)
Ingreso nacional
Inversión
Ahorro
Las tesis de la teoría de los clásicos aún tienen que pasar otra prueba de fuego: ¿qué
pasaría si los ahorradores no ofrecen su dinero ahorrado para que los inversionistas lo
utilicen en sus proyectos, sino que deciden guardarlo en una alcancía o debajo del
colchón? En este caso, sostenían los clásicos, el dinero ahorrado no regresa a la corriente
de ingresos, pero aún así, existen otros mecanismos automáticos que resuelven este
problema: los precios de los productos y de los salarios.
Supóngase que el valor de la producción (oferta), que es igual al valor de los ingresos de
los propietarios de los factores, es de $1000 en un año determinado y a precios
corrientes; sin embargo, de esos $1000 los individuos guardan $200 debajo del colchón.
La demanda sería entonces de sólo $800 y existiría un exceso de producción (exceso de
oferta) de $200; antes de quedarse con esa producción sobrante, los productores optarían
por rebajar el precio con tal de salir del exceso de oferta, y aunque ganarían menos,
venderían toda su producción. Esta situación implica que muchos productores no puedan
cubrir sus costos de producción y, en consecuencia, abandonen sus actividades; esto
implicaría a su vez que muchos trabajadores sean despedidos y por tanto se cree
desocupación (desempleo). Sin embargo, los clásicos pensaban que la competencia no
sólo era entre productores cuando rebajaban los precios para vender más, sino que
también existía competencia entre los trabajadores; en efecto, estos estarían dispuestos a
aceptar un menor salario a cambio de no ser despedidos; la aceptación de salarios más
bajos significaría menos costos de producción para los empresarios y la producción
aumentaría al igual que el empleo, pero a niveles de salarios más bajos. Para entonces, el
nivel de equilibrio se volvería a recuperar.
Por supuesto que la teoría clásica no tuvo forma de explicar la circunstancia de la Gran
Depresión cuando en la década de 1930 la producción de la mayoría de los países cayó
drásticamente y millones de trabajadores se quedaron sin empleo; situación que llevó a
pensar a muchos economistas modernos que la economía no se recuperaría nunca en la
mayoría de los países del mundo.
De esta manera, Keynes rebatió la teoría clásica en todos sus supuestos fundamentales y
presentó en cambio su teoría general del empleo. La moderna teoría general del empleo
de Keynes tiene como principal elemento el ingreso nacional; en ella argumenta que el
pleno empleo y, consecuentemente, la estabilidad del sistema y el equilibrio general de la
economía dependen del nivel de ingreso nacional.
Para conocer mejor los propósitos de la macroeconomía moderna, en este aparte se hará
referencia al comportamiento de cada uno de los elementos que constituyen la oferta y la
demanda, agregadas, así como el ahorro y la inversión totales. En otras palabras, se
estudiarán los principales instrumentos de la propuesta keynesiana.
Para poder establecer los instrumentos principales de esta teoría, ocupémonos de ahora
en delante de sólo dos partes de la identidad antes expuesta; es decir, de YNB = GN. El
Ingreso nacional bruto (YNB) al que llamaremos desde ahora simplemente Ingreso
nacional y que identificaremos como Y, y el Gasto nacional que connotaremos con la letra
G, se pueden llevar a la igualdad Y = G. Los términos Y y G se pueden analizar de
manera separada. Si suponemos por ahora, con el fin de simplificar nuestra exposición,
que el gobierno no participa en las actividades económicas, y que la economía es
cerrada, es decir, que no existe el comercio internacional, y por tanto no hay
exportaciones ni importaciones, el ingreso nacional, según el destino que se le de, se
puede utilizar para comprar bienes y servicios o para ahorrar: Y = C + S; el gasto
nacional, en cambio, se puede gastar en consumo de bienes y servicios o en inversión: G
= C + I. Los componentes individuales de estas dos ecuaciones - Consumo (C), ahorro (S)
e inversión (I) – son los elementos que permiten determinar los agregados
macroeconómicos de Ingresos y Gastos nacionales, y son los que constituyen los
instrumentos de la propuesta keynesiana.
3.3.1. El consumo
Queda dicho entonces que el Consumo, C, depende directamente del nivel de ingreso Y,
y a partir de aquí se puede decir que existe una relación de dependencia entre las
variables C y Y. Esta relación es generalmente expresada por la función consumo, cuya
notación está dada por: C = ƒ(Y).
Desde este punto de vista, el consumo se define como aquella parte del ingreso que se
destina (se gasta) a la compra de bienes y servicios. A partir de la ecuación Y = C + S, se
puede establecer que si una familia gasta todo su ingreso en consumo, su ahorro es cero,
lo cual indica que no tiene capacidad para ahorrar; si, por el contrario, esa familia gasta
(consume) menos de lo que gana, le queda un remanente que puede ahorrar. Finalmente,
si la familia gasta más de lo que gana, debe cubrir este faltante con ahorros de otros
tiempos o hacer préstamos; cualquiera de estas dos actitudes representa un desahorro.
Este criterio bien se puede aplicar al conjunto de la economía.
El en contexto del comportamiento del consumidor, Keynes consideró que existían dos
niveles de consumo: autónomo e inducido.
Consumo autónomo: para explicar este concepto Keynes supuso que todas las
personas necesitaban un nivel mínimo de gasto para consumo de subsistencia; este nivel
de consumo es una cantidad fija que el individuo debe tener para sobrevivir, aún cuando
no tengan ingreso alguno. Esto significa que el consumo autónomo es independiente del
ingreso, y para mantenerlo, las personas recurren a los ahorros del pasado, a préstamos
contra ingresos futuros o simplemente a la caridad.
Consumo inducido: este nivel de consumo tiene su explicación en la apreciación de
Keynes sobre el hecho de que las personas tienden a incrementar (aumentar) su
consumo cuando se incrementan sus ingresos, aunque en una menor proporción que la
del incremento del ingreso; en otras palabras, el consumo inducido es el incremento del
consumo cuando hay un incremento en el ingreso. Se le llama inducido porque,
contrariamente al consumo autónomo, aquel sí depende del nivel de ingreso.
C = a + bY
Donde:
C = consumo
a = consumo autónomo
bY = consumo inducido
Y = ingreso
Tabla 3.1.
Comportamiento de la función consumo
Y 0 10 20 30 40 50
C 10 16 22 28 34 40
- Cuando el ingreso es $0 (Y = 0)
C = 10 + 0.6 Y
C = 10 + 0.6 (0)
C = 10 + 0
C = 10
- Cuando el ingreso es $10 (Y = 10)
C = 10 + 0.6 Y
C = 10 + 0.6 (10)
C = 10 + 6
C = 16
La gráfica 3.4 nos muestra el comportamiento del consumo como función del ingreso.
Gráfica 3.4.
Representación gráfica de la función consumo
(C )
45
E
40
C o n s u m o
35
30
25 C = 10+0.6Y
20
15
10
A B
5
D C
0
0 10 20 30 40 50 60
In g r e s o (Y )
Como el consumo total está formado por el consumo autónomo más el consumo inducido,
en la gráfica también se puede observar esta composición; para un nivel de ingresos de
$50, por ejemplo, el consumo es de $40 (estos datos se pueden verificar en la Tala 3.1.),
este nivel de consumo total se descomponen en $10 de consumo autónomo más $30 de
consumo inducido ($10 de consumo autónomo + $30 de consumo inducido = $40 de
consumo total).
De acuerdo con lo estudiado en este aparte se puede establecer que el consumo total es,
definitivamente, dependiente del ingreso.
3.3.3. La función ahorro
El ahorro definido como aquella parte del ingreso que no se destina al consumo,
constituye otro elemento del instrumental de la teoría keynesiana. De la ecuación ingreso
Y = C + S, se puede deducir que de éste, una parte se destina para consumo y otro para
ahorro; si todo el ingreso se utiliza para consumo (C), el ahorro (S) será cero; pero si se
deja una parte sin consumir, esa parte se destinará, necesariamente, para el ahorro. Lo
anterior indica que entre el consumo y el ahorro existe una estrecha relación (inversa), y
que, así como el consumo, el ahorro también depende del ingreso: S = ƒ(Y). A medida
que se incrementa el ingreso de las familias, su capacidad de ahorro es mayor, y
viceversa.
Y=C+S
Y = (a + bY) + S
Y – (a + bY) = S
S = Y – (a + bY)
S = Y – a – bY
S = – a + Y – bY
S = – a + Y (1 – b)
S = – a + (1 – b)Y
Donde:
S = Ahorro total
– a = Ahorro autónomo
(1 – b)Y = Ahorro inducido
Y = Ingreso
Dado que las ecuaciones de consumo y ahorro tienen una relación inversa, los términos
que las componen son idénticos, pero en sentido contrario. Vamos porque: el término – a
de la ecuación ahorro que representa el ahorro autónomo, tiene el mismo significado del
término a para la ecuación consumo, que representa el consumo autónomo. El hecho de
que el ahorro autónomo sea negativo (– a), y dicho sea de paso, es un desahorro, se
debe a que las familias tienen que recurrir a préstamos o a ahorros del pasado (ambos
casos se constituyen en desahorro), para cubrir las necesidades del consumo autónomo
(a). En este sentido, – a representa en ahorro, lo que a representa en el consumo. Por
otra parte, la expresión (1 – b)Y de la ecuación ahorro que representa el ahorro inducido,
equivale al término bY de la ecuación consumo, que representa el consumo inducido.
Ambos términos, (1 – b)Y y bY, se refieren al incremento que tienen el ahorro y el
consumo respectivamente, cuando hay un incremento en el ingreso.
El ahorro autónomo (– a) es la cantidad fija mínima de ahorro que tienen las familias,
independientemente de su nivel de ingresos. Recalcamos que el ahorro autónomo es
negativo porque representa los desahorros (ahorros negativos) que tienen que hacer las
familias cuando utilizan los ahorros de tiempos pasados o hacen préstamos para cubrir
las necesidades impuestas por el consumo autónomo. Si una familia se gasta los ahorros
que tiene, está “desahorrando”, y ello se traduce en un ahorro negativo.
El ahorro inducido (1 – b)Y es la proporción del incremento del ingreso que se destina al
ahorro; se le llama inducido porque, contrario al ahorro autónomo, aquel sí depende del
nivel de ingresos. Un ejemplo a partir de la función general del ahorro S = – a + (1 – b)Y
nos permitirá entender mejor el comportamiento de esta variable y su relación directa con
el ingreso; así mismo se podrán analizar los niveles de ahorro autónomo e inducido.
b) la expresión (1 – 0.6)Y, que termina siendo igual a 0.4Y, representa el ahorro inducido;
este valor indica que por cada peso que se incremente el ingreso, el 40% (40 centavo) de
ese incremento, o de ese peso, se destina (se induce) al ahorro. Como se observa, el
ahorro depende del ingreso.
Tabla 3.2.
Comportamiento de la función ahorro
Y 0 10 20 30 40 50 60
S –10 –6 –2 2 6 10 14
La gráfica 3.5 nos muestra el comportamiento del ahorro como función del ingreso.
Gráfica 3.5.
Representación gráfica de la función ahorro
A h o r r o (S )
20
15
F
10 S = -10+0.4Y
5
A B C
0
0 20 40 60 80
-5
-1 0
E D
-1 5
I n g r e s o (Y )
Como se ha anotado, entre el consumo y el ahorro existe una relación inversa (si uno
aumenta, el otro disminuye), y los dos están en función (dependen) del ingreso. Por otra
parte, el concepto propensión se refiere a la tendencia a, y marginal quiere decir adicional;
así las cosas, la propensión marginal a consumir y a ahorrar se interpreta como la
tendencia que tienen las familias a consumir o a ahorrar una proporción de cada peso
adicional que reciben como ingreso.
El ejemplo esquemático de la Tabla 3.3. nos permitirá entender mejor esta situación:
Tabla 3.3.
Esquema explicativo de las propensiones marginales a consumir y a ahorrar
Si el ingreso de una familia se incrementa en, digamos $100, este incremento podría
destinarse en una mayor parte para incrementar el consumo en $80 y una menor para
incrementar el ahorro en $20; si el ingreso se siguiera incrementando en el mismo monto,
este nuevo incremento se podría distribuir en una mitad para incrementar el consumo y
otra para incrementar el ahorro; si el incremento del ingreso persistiera en la misma
cantidad, este tercer incremento se destinaría en una menor parte para incrementar el
consumo y una mayor para incrementar el ahorro, y así sucesivamente, hasta cierto
punto, ya que algunos bienes como los de lujo, tienen consumo ilimitado. A este
comportamiento se le conoce como propensión marginal a consumir y a ahorrar.
PMgS = ∆S / ∆Y
Debido a que las funciones de consumo y ahorro son inversas, la parte del ingreso que no
se propende a consumir, se propende a ahorra, y viceversa. Esto quiere decir que la
PMgC más la PMgS será igual a la totalidad del incremento del ingreso (PMgC + PMgS =
100% de Y).
En conclusión: b = PMgC = ∆C / ∆Y
Igual análisis se puede hacer con el ahorro. En la ecuación general S = – a + (1 – b)Y, el
coeficiente de Y, es decir, (1– b), representa la propensión marginal a ahorrar, y en la
ecuación específica S = – 10 + (1 – 0.6)Y, la propensión marginal a ahorrar es 0.4 (1 – 0.6
= 0.4); esto quiere decir que por cada incremento que sufra el ingreso, el 40% se
destinará al ahorro. Se entiende que el resto (60%) se destinará al consumo.
En conclusión: (1 – b) = PMgS = ∆S / ∆Y
2. Por la igualdad PMgC + PMgS = 1. Bajo el principio de que lo que se consume más lo
que se ahorra es igual a la totalidad del incremento del ingreso, se tiene que:
PMgC + PMgS = 1
De donde:
PMgC = 1 – PmgS
PMgS = 1 – PMgC
PMgS = 1 – PMgC
PMgS = 1 – 0.6
PMgS = 0.4
Gráfica 3.6.
Propensiones marginales a consumir y a ahorrar
120
C , S
100 C = 10 + 0.6 Y
80
60
∆C = 30 S = - 10 + 0.4 Y
40 ∆Y = 50
20 ∆S = 20
0 ∆Y = 50
Cuando el ingreso pasa de $50 a $100, por ejemplo, su incremento es de $50 (∆Y = 50).
Este incremento del ingreso representa también incrementos en el consumo y en el
ahorro. Así, cuando el ingreso es de $50, el consumo es $40, y cuando el ingreso es de
$100, el consumo es de $70, lo cual quiere decir que el consumo se incrementa en $30
(∆C = 30). Igual pasa con el ahorro; cuando el ingreso es de $50, el ahorro es $10, y
cuando el ingreso pasa a $100, el ahorro pasa a $30, lo cual quiere decir que el ahorro se
incrementa en $20 (∆S = 20). Teniendo los incrementos del ingreso (∆Y = 50), del
consumo (∆C = 30) y del ahorro (∆S = 20), podemos determinar las propensiones
marginales a consumir y a ahorrar, así:
PMgC = ∆C / ∆Y PMgS = ∆S / ∆Y
PMgC = 30 / 50 PMgS = 20 / 50
PMgC = 0.6 PMgS = 0.4
Obsérvese que el 0.6 de la PMgC y el 0.4 de la PMgS son los coeficientes de la variable Y
en las variables de consumo y ahorro, respectivamente, según lo visto en el numeral 1 de
este aparte. Se puede comprobar también que PMgC + PMgS = 1, según lo expuesto en
el numeral 2.
3.3.5. La inversión
La inversión se puede definir como la compra o gasto de nuevos bienes que permiten
producir nuevos bienes y servicios. Constituyen inversión la compra de máquinas y
equipos nuevos, la construcción de infraestructura para fábricas, oficinas y viviendas, así
como los saldos de inventarios de las empresas al final del año contable. Para todos los
casos, la inversión debe representar un aumento en el capital real de la economía.
Cuando una empresa adquiere una máquina nueva dentro del país, esa transacción no
constituye inversión; ello representa un simple traslado de patrimonio entre empresas, ya
que los bienes que producirá la empresa que compró la máquina, serán los bienes que
deja de producir la empresa que la vendió.
La inversión, distinta del consumo y del ahorro, no depende del ingreso; son otros los
factores que determinan el nivel de inversión como, por ejemplo, las expectativas de
ganancias de las empresas, el avance tecnológico, el crecimiento de la población, la
expansión del mercado, las políticas gubernamentales, la evolución del comercio exterior,
el descubrimiento de nuevos productos, la tasa de interés, e incluso, la situación política
del país.
Los entes económicos que mayor volumen de inversión presentan, son las empresas y el
gobierno; sin embargo los motivos que inducen al estamento gubernamental a invertir en
la construcción de una hidroeléctrica o de una nueva vía férrea, son distintos de los que
conducen a los empresarios a ampliar sus fábricas o a la adquisición de nueva
maquinaria. El gobierno, por lo regular, está motivado por mejorar las condiciones de vida
de la sociedad, mientras que el sector privado es motivado por las expectativas de
obtener un lucro.
Dado que la inversión no depende del ingreso, aquella se presenta como una variable
autónoma que se representa gráficamente con un a línea horizontal cuyo valor es
constante para cualquier nivel de ingreso.
Gráfica 3.7
Comportamiento de la inversión autónoma
60
40
20
10 I
Aunque el ahorro resulte del comportamiento colectivo de los consumidores (las familias)
individuales, y la inversión del comportamiento colectivo de las empresas (y del
gobierno), como dijo Keynes, esos dos elementos son aspectos diferentes de una misma
realidad. El ahorro representa un drenaje o fuga de capital del sistema económico
mientras que la inversión representa una inyección de capital al mismo, cuando se
adquieren máquinas y equipos que producirán nuevos bienes y servicios. En el momento
de que lo ahorrado sea igual a lo invertido, se presenta una situación de equilibrio en la
economía.
Y=G
C+S=C+I
C+S–C=I
S=I
La Gráfica 3.8 muestra el equilibrio del ahorro y la inversión, al tiempo que permite
explicar las situaciones que se presentan en la economía cuando tal equilibrio no existe.
Gráfica 3.8
Representación gráfica del equilibrio entre el ahorro y la inversión
60
C ,I
50 S = -10+0.4Y
40
30
S >I
20
S=I
10 I = 10
S<I
0
0 50 100 150 200
-10
-20
In g r e s o (Y )
No obstante, ningún mecanismo puede garantizar que el monto de ahorro obtenido sea
siempre igual, automático y de manera continua, al de la inversión realizada. Cuando el
ahorro es menor que la inversión (S < I) significa que las familias ahorran menos (y
consumen más) de lo que las empresas y el gobierno invierten; en otras palabras, el
volumen de dinero que se “saca” de la economía (drenaje) es menor que el que se “mete”
a través de la inversión (inyección); en este caso, la economía experimenta una
expansión. Contrariamente, cuando el ahorro es mayor que la inversión (S > I) significa
que las familias ahorran más (y consumen menos) que lo que las empresas y el gobierno
invierten; el volumen de dinero que se “saca” del sistema económico es mayor que el que
se invierte en bienes de capital; en este caso la economía presenta una situación de
contracción. Ambas situaciones, expansión y contracción, requieren, según Keynes, la
intervención del Estado para equilibrar la economía.
Finalmente, a pesar de que existe una estrecha relación entre el ahorro y la inversión, el
comportamiento de sus curvas son diferente, tal como se muestra en la Gráfica 3.8; esto
es así debido a que, primero, el grupo social que ahorra (las familias) tiene
comportamiento diferente del que invierte (las empresas y el gobierno), y segundo, el
ahorro está en función del ingreso, mientras que la inversión lo está de otros factores
distintos del ingreso.
∆Trabajo
(Más Sueldos)
∆ Bienes de Capital
∆Y (Maquinaria)
∆ByS
(Más Producción)
Dado que la inversión guarda estrecha relación con el ahorro, y éste con el consumo, se
puede establecer que el multiplicador de la inversión guarda una correlación con la
propensión marginal a consumir. Siempre que la propensión marginal al consumo sea
pequeña, una vez realizada, una nueva inversión en la economía, genera un incremento
en el empleo y el ingreso.
K = ∆Y / ∆I
Donde:
K : es el Multiplicador de la Inversión
∆Y: representa el incremento que sufre el Ingreso por efecto del incremento de la
inversión
Gráfica 3.9
El multiplicador de la inversión
70
C ,I
60 S
50
E´
40 I´
30 ∆ I = 20
E
20 I
∆Y = 30
10 0
0
0 20 40 60 80 100 120
-1 0
-2 0
In g r e s o (Y )
Partimos del punto E donde el Ingreso (Y) es $50 y, el Ahorro (S) y la Inversión (I) son
iguales a $20, lo cual supone un equilibrio en la economía, según lo explicado antes. Si la
inversión se incrementa en, por ejemplo, $20 (∆I = 20), la nueva curva de inversión se
desplaza paralelamente hacia arriba (representada ahora por I´) e interseca a la curva de
ahorro en el punto E´. Como se puede observar, en el punto E´ las curvas de ahorro e
inversión vuelven a ser iguales a $40, lo que significa un nuevo punto de equilibrio. Por
otra parte, el ingreso ha experimentado un incremento de $30 al pasar de $50 a $80. En
síntesis, un incremento de $20 en la inversión ha producido un incremento del ingreso en
$30; este resultado es atribuido al efecto multiplicador de la inversión.
K = ∆Y / ∆I
K = 30 / 20
K = 1.5
El resultado K = 1.5 indica que por cada peso en que se incrementa la inversión, el
ingreso se incrementará 1.5 veces más que el incremento de la inversión.
Como hemos observado, tanto la teoría clásica como la keynesiana tuvieron sus propios
argumentos para defender sus tesis. Sin embargo, fue la depresión de los años treinta el
escenario en que puso a prueba y se comprobó la eficacia de estos dos modelos
económicos.
La teoría clásica que había tenido su origen en el seno de la obra de Adam Smith, La
Riqueza de las Naciones, publicada en 1776, se había mantenido en vigencia durante
siglo y medio, tiempo en los que le tocó enfrentarse a los desafíos de tres escuelas del
siglo XIX. La Escuela Histórica Alemana de Economía, representada por Gustav von
Schmoller, sostenía que con las doctrinas del manchesterismo y del liberalismo
económico, Alemania no alcanzaría su desarrollo económico e industrial que quería. Así
mismo, las escuelas Socialista y Marginalista confrontaron sus tesis con el clasicismo,
pero no hubo espacio donde este no pudiera defender su doctrina.
Sin embargo, el 24 de octubre de 1929, fecha conocida como el “jueves negro”, la Bolsa
de Nueva York se desplomó, produciendo la más honda crisis económica jamás vivida por
país alguno en el mundo. La industria dejó de producir, las empresas cerraron, los
bancos quebraron, los inversionistas se arruinaron, los trabajadores se quedaron sin
empleo y la ciudadanía se sumió en la más grave situación de pobreza y miseria.
Aunque fueron varias las causas de la crisis, se conoce que la fuerte contracción de la
demanda fue la principal generadora de tal suceso. Aún así, los ajustes automáticos
nunca se dieron, y las soluciones que proponía la teoría liberal clásica, como eran la
reducción del gasto público, la restricción del crédito y la disminución de los salarios,
empeoraron la situación. Esta circunstancia llevó a pensar a muchos economistas
modernos que la economía no se recuperaría nunca en la mayoría de los países del
mundo.
Los argumentos de la teoría clásica, que parecían sólidos a la hora de explicar el
mecanismo del equilibrio económico, dejaron de tener credibilidad ante la imposibilidad de
hacer que la economía reaccionara positivamente en medio de la crisis.
De esta manera, la propuesta de John Maynard Keynes pareció ser la fórmula que les
permitió a gobernantes y dirigentes políticos, sacar a sus países de la prolongada e
intensa crisis económica. Con ello había nacido una nueva forma de administración
económica que muy pronto se adoptaría en la mayoría de naciones del mundo: la teoría
keynesiana.
Si bien el liberalismo económico tuvo vigencia durante siglo y medio, las circunstancias de
la Gran Depresión de los años 30 puso en evidencia sus falencias al no poder resolver el
problema de la crisis, y en cambio permitieron la validación del modelo keynesiano que
resultó eficaz en las penurias de la crisis. La teoría macroeconómica había cambiado su
paradigma, y su punto de inflexión había sido la crisis de 1929.
La revolución keynesiana tiene su origen con su obra “Teoría general del empleo, el
interés y el dinero” publicada en 1936, en plena década de la Gran Depresión, cuando la
doctrina clásica ya no se adaptaba a la realidad económica de la época.
La Gran Depresión fue un acontecimiento económico en el que todos los países del
mundo se vieron sumidos en la más profunda y prolongada crisis económica, durante la
década de los años treinta.
Antecedentes - causas
Los años posteriores a la Primera Guerra Mundial representaron para Estados Unidos una
época de fuerte crecimiento económico; su aparato productivo funcionó plenamente y la
economía alcanzó su auge en 1924. Para entonces, el mercado se inundó de mercancías
sin tener la correspondiente respuesta de la demanda, lo que produjo un desequilibrio en
el mercado y desembocó en la saturación del negocio y la acumulación de stocks
invendibles.
Por otra parte, las buenas cosechas obtenidas en los campos inundó el mercado de
materias primas y de productos agrícolas, lo cual ocasionó una baja en los precios; los
agricultores que en otros tiempos habían tenido excelentes ganancias se habían animado
a endeudarse comprando maquinaria, aperos y nuevas tierras, pero ahora se vieron
impotentes para saldar sus deudas con los bancos y perdieron sus propiedades, casas y
máquinas, viéndose obligados a emigrar a las ciudades.
En las ciudades, los empresarios convencidos del malestar de sus negocios, optaron por
otra clase de actividad y se dedicaron al negocio fácil y rápido de la compra y venta de
acciones en la bolsa; este hecho provocó un dinamismo sin precedentes en el mercado
bursátil de ese país.
La dinámica bursátil fue tal que los bancos terminaron por hacer préstamos con la sola
garantía de las acciones adquiridas, lo que significaba que la fuerte demanda de acciones
por parte de la ciudadanía, estaba respaldada por capitales provenientes de créditos
bancarios. Este negocio, claramente especulativo, provocó un desequilibrio entre el
mercado de valores y la economía productiva, situación que fue advertida por muchos
inversionistas quienes decidieron retirar sus capitales.
El crack de la Bolsa de Nueva York
Una semana antes del crac se empezaron a sentir inquietantes signos de desconfianza
por parte de quienes tenían invertidas sus fortunas en papeles bursátiles. En esos días, la
oferta de acciones, que de por sí era muy superior a la normal, empezó a crecer hasta
llegar a la exagerada cifra de 13 millones y posteriormente a 33 millones de acciones. Los
inversionistas, intranquilos por la debilidad del mercado habían empezado a vender sus
títulos, especialmente aquellos que no estaban en condiciones de soportar la baja de
precios y no podían responder a los créditos que habían obtenido para comprarlos. La
oferta masiva de acciones precipitó la caída vertiginosa de su cotización e impulsó a sus
propietarios a desprenderse de las que podrían tener.
Más de un millón de familias que había invertido sus ahorros, contraído créditos e
hipotecado sus casas con el objeto de adquirir unas acciones, quedaron en la absoluta
ruina, pues dichas acciones eran ahora simples papeles que habían perdido la mayor
parte de su valor.
Los ahorradores retiraron masivamente sus depósitos de los bancos, dejándolos sin
capacidad crediticia. Muchos de estos quebraron al no poder responder a la retirada
masiva de capitales, y otros tuvieron que vender sus propias acciones para obtener
liquidez, lo que resintió, aún más, la ya frágil estructura bancaria del país.
Las relaciones e influencias que Estados Unidos tenía para la época sobre el resto del
mundo permitieron que el impacto de la crisis y posterior depresión se extendiera a otros
países y continentes, dándole así un carácter internacional.
En Gran Bretaña, la libra de esterlina muy afectada por el déficit externo y las quiebras
bancarias, sufrió una depreciación de cerca de 35%, lo que la llevó al abandono del
patrón oro, arrastrando en su devaluación a otras monedas vinculadas a ella.
Todos los países sufrieron un descenso en P.I.B. Los niveles de renta decrecieron
aceleradamente y no volvieron a recuperase, en muchos casos, hasta bien pasada la
Segunda Guerra Mundial, ya en los años cincuenta.
- Sociales
El efecto social más patente de la crisis de 1929 fue el crecimiento del desempleo a
nivel mundial. El número de desocupados se evaluó en al menos 40 millones, y los
que conservaron sus empleos sufrieron una drástica reducción de sus salarios.
- Políticas
En los países europeos, que después de la Primera Guerra Mundial habían adoptado un
sistema liberal democrático, se impulsaron ideologías nacionalistas y totalitarias, para
hacerle frente a la crisis que el liberalismo económico no había podido remediar. Alemania
e Italia constituyen ejemplos visibles de esta situación.
Soluciones a la crisis
Las soluciones iniciales que los principales estados capitalistas adoptaron ante la crisis
fueron basadas en el modelo del liberalismo económico que imperaba desde el siglo
anterior; es decir, reducción del gasto público para evitar el déficit estatal, reforzamiento
de la moneda frente a la devaluación, restricción del crédito, disminución de los salarios y
de los gastos sociales, etc.
Pero una vez demostrada la ineficacia de estas medidas, la mayoría de los gobiernos
asumieron las recomendaciones fundamentadas por el economista inglés John Mainard
Keynes en su obra “Teoría general sobre el empleo, el interés y el dinero”, publicada en
1936.
En esta obra analizaba las causas de la depresión mundial y daba una serie de
recomendaciones para solventarla. Aseguraba que el motor de la economía habría de
sustentarse en una adecuada relación entre la producción y el consumo, pues de ella
dependían los beneficios empresariales y la inversión.
Proponía entonces generar una demanda adicional que jalonara la producción, para lo
cual era necesario la intervención del Estado para que restableciera el equilibrio entre la
oferta y la demanda.
La puesta en circulación de abundante dinero, por parte del Estado, con el fin de
provocar una moderada inflación. El peligro de una alta tasa de inflación sería
inexistente en tanto el desempleo fuera elevado.
El incremento de los salarios. Un aumento de los sueldos de los trabajadores
produciría una expansión monetaria que tendería a estimular el consumo y en
consecuencia, la producción.
En resumen, Keynes abogó por el abandono de la ortodoxia del "laissez-faire" que había
guiado el capitalismo del siglo XIX y propuso un mayor protagonismo del Estado en la
vida social y económica.
A partir de estas propuestas, se instauró una nueva doctrina económica que se conoce
como keynesianismo, y que aún en este siglo tiene vigencia en la mayoría de países del
mundo.
GLOSARIO
Ahorro: Se define como aquella parte del ingreso que no se destina al consumo,
Ahorro autónomo: Es la cantidad fija mínima de ahorro que tienen las familias,
independientemente de su nivel de ingresos. El ahorro autónomo es negativo porque
representa los desahorros (ahorros negativos) que tienen que hacer las familias cuando
utilizan los ahorros de tiempos pasados o hacen préstamos para cubrir las necesidades
impuestas por el consumo autónomo.
Ahorro inducido: Es la proporción del incremento del ingreso que se destina al ahorro;
se le llama inducido porque, contrario al ahorro autónomo, aquel sí depende del nivel de
ingresos.
Consumo autónomo: Se refiere a la cantidad fija que el individuo debe tener para
sobrevivir, aún cuando no tengan ingreso alguno. Esto significa que el consumo autónomo
es independiente del ingreso, y para mantenerlo, las personas recurren a los ahorros del
pasado, a préstamos contra ingresos futuros o simplemente a la caridad.
Inversión: Se define como la compra o gasto de nuevos bienes que permiten producir
nuevos bienes y servicios. Constituyen inversión la compra de máquinas y equipos
nuevos, la construcción de infraestructura para fábricas, oficinas y viviendas, así como los
saldos de inventarios de las empresas al final del año contable. Para todos los casos, la
inversión debe representar un aumento en el capital real de la economía.
1. Consumo ( )
2. PNB ( )
3. Ahorro ( )
4. Inversión ( )
5. Gasto ( )
el valor 30?
La expresión 0.7?
1. Clement, Norris C y otros. Economía: enfoque América Latina. Mc. Graw Hill. México
1991. Tercera Edición. Capítulo 15.
Competencias a desarrollar:
1. Interpretativas:
2. Argumentativas:
- Establecer relación entre las variables que hacen posible el equilibrio económico
de un país
- Identificar los factores que permiten la búsqueda del equilibrio de la economía.
CAPÍTULO 4
A partir del análisis anterior se puede llegar a la conclusión de que, en un país, todo lo
que se produce (Producción Nacional), es igual a todo lo que reciben las familias (Ingreso
Nacional) cuando venden sus factores de producción, que a su vez es igual a las compras
o consumo (Gasto Nacional) de las familias y otros agentes de la economía. Siendo así,
PNB = YNB = GN, lo que representa el equilibrio general de la economía de un país.
Son muchas las teorías macroeconómicas que tratan de explicar el equilibrio general de la
economía; sin embargo, las escuelas clásica y keynesiana han sido tradicionalmente
aceptadas como las más generales y válidas en el contexto de las economías capitalistas.
Como se recordará, el Ingreso Nacional está representado por los pagos que reciben los
propietarios de los factores de producción en forma de sueldos y salarios, rentas,
ganancias o utilidades, intereses, etc. Sin embargo, el ingreso según el destino que se le
dé puede ser utilizado para la compra de bienes y servicios por parte de las familias
(Consumo = C), para Ahorrar (S) y para pagar impuestos al gobierno (T). En
consecuencia: Y = C + S + T.
Y=C+S+T
Y–T=C+S
Yd = C + S
Por su parte, el Gasto Nacional (G) está representado por los pagos que hacen los
consumidores cuando compran bienes y servicios (Consumo = C), los gastos que tienen
algunos agentes económicos, como las empresas y el gobierno, cuando adquieren
maquinaria (Inversión = I), la compra de bienes y servicios que hace el gobierno para su
funcionamiento (Gastos del Gobierno = G´), y los Saldos Netos de las exportaciones y las
importaciones (X – M). O sea que: G = C + I + G´+ (X - M).
Yd = G
C + S = C + I + G´+ (X – M)
S = I + G´+ (X – M)
En este mismo escenario del equilibrio general de la economía es posible establecer otro
nivel de equilibrio entre el Ingreso Disponible (Yd) y el Consumo (C): Yd = C. A esta
relación de igualdad se le conoce como Equilibrio Simple. La condición para que se dé
este caso de equilibrio es que el Ahorro (S) sea cero (0); la deducción es la siguiente:
Yd = C
C+S=C
C–C+S=0
S=0
Como se pudieron haber dado cuenta, la demostración del equilibrio general (y el simple),
requiere de la participación de otras variables macroeconómicas distintas del Ingreso y el
Gasto; vale decir, del Consumo, ahorro e Inversión, que conforman el llamado
“instrumental keynesiano”. También se requiere incluir el concepto de Impuestos y Saldo
Neto de comercio exterior.
En resumen:
1. Y = C + S + T
Y–T=C+S
Yd = C + S
donde:
Y = Ingreso Nacional: son los recursos de que disponen las familias para comprar bienes
y servicios y ahorrar.
C = Consumo: es aquella parte del ingreso disponible que las familias destinan (gastan) a
la compra de bienes y servicios.
2. C = a + bY
donde:
C = Consumo.
a = Consumo autónomo: es el monto fijo, mínimo, de consumo que toda persona (familia)
debe tener para subsistir, aún cuando no tenga ningún ingreso.
Y = Ingreso Nacional.
3. S = - a + (1 – b)Y
donde:
S = Ahorro
Y = Ingreso Nacional
4. G = C + I + G´+ (X – M)
donde:
G = Gasto Nacional: son los pagos o erogaciones que hacen los agentes económicos en
bienes y servicios (consumo de las familias y el gobierno, e inversión de las empresas).
C = Consumo
(X – M) = Saldo Neto de comercio exterior: se refiere al saldo que queda luego de restar
las importaciones de las exportaciones que haya realizado la nación en un período
determinado.
Será necesario suponer una economía abierta que facilite la interacción de estas
variables, para poder explicar el equilibrio económico.
1). Y=C+S+T
Y–T=C+S
Yd = C + S
Yd = 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
C+ 10 16 22 28 34 40 46 52 58 64
S -10 -6 -2 2 6 10 14 18 22 26
2). T = 10
3). C = a + b Yd
C = 10 + 0.6Yd
Yd 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
C 10 16 22 28 34 40 46 52 58 64
4). S = - a + (1 – b) Yd
S = - 10 + (1 – 0.6)Yd
S = - 10 + 0.4Yd
Yd 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
S -10 -6 -2 2 6 10 14 18 22 26
5). I = 5
6). G´= 12
7). (X – M) = -1
8). G = C +I + G´+ (X – M)
G = 10 + 0.6Yd + 5 + 12 + (-1)
G = 26 + 0.6Yd
Yd 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
G 26 32 38 44 50 56 62 68 74 80
Definidas y desarrolladas las variables del modelo de equilibrio económico mediante sus
respectivas ecuaciones, se presentan sus resultados a continuación:
Tabla 4.1.
Comportamiento de las variables del modelo de equilibrio económico.
(En billones de pesos)
Y T Yd C S I G´ (X-M) G
(1) (2) (3=1-2) (4) (5) (6) (7) (8) (9=4+6+7+8)
10 10 0 10 -10 5 12 -1 26
15 10 5 13 -8 5 12 -1 29
20 10 10 16 -6 5 12 -1 32
25 10 15 19 -4 5 12 -1 35
30 10 20 22 -2 5 12 -1 38
35 10 25 25 0 5 12 -1 41
40 10 30 28 2 5 12 -1 44
45 10 35 31 4 5 12 -1 47
50 10 40 34 6 5 12 -1 50
55 10 45 37 8 5 12 -1 53
60 10 50 40 10 5 12 -1 56
65 10 55 43 12 5 12 -1 59
70 10 60 46 14 5 12 -1 62
75 10 65 49 16 5 12 -1 65
80 10 70 52 18 5 12 -1 68
85 10 75 55 20 5 12 -1 71
90 10 80 58 22 5 12 -1 74
95 10 85 61 24 5 12 -1 77
100 10 90 64 26 5 12 -1 80
Fuente: cálculos del autor.
Gráfica 4.1.
Equilibrios, general y simple, de la economía
100
C ,S ,I,G
80 G
Y=G
C
60
40
Y=C
S
20
I+G´+(X-M)
G´
I
S=0
0
0 20 40 60 80 100
-2 0
In g r e so ( Y )
En la gráfica se observa que a un nivel de $65 billones las cuervas de Ingreso disponible y
gasto nacional se cruzan; en ese punto las dos curvas son iguales y es ahí donde se
presenta el equilibrio general de la economía (Yd = G = 65). A ese mismo nivel de
Ingreso, la curva de ahorro se cruza con la curva resultante de la suma de la inversión, el
Gasto del gobierno y el saldo del Comercio exterior; en ese punto se presenta la igualdad
S = I + G´+ (X –M), como condición del equilibrio general de la economía.
En la gráfica también se puede observar que a un nivel de $25 billones, las curvas de
Ingreso disponible y de Consumo se cruzan, generando la llamada situación de Equilibrio
simple (Yd = C = $25); en este punto el ahorro es cero (S = 0), condición para que se de
este equilibrio.
En otras palabras, el equilibrio general (y el simple), se puede interpretar como que todo
lo que se gana (Ingreso), se gasta (Gasto) o se consume.
Sin embargo, no hay que perder de vista que el Ingreso nacional, tomado como patrón de
medida de equilibrio, también se puede expresar en términos de Producción Nacional, o
Producto nacional; de ahí la igualdad que se estableció entre estas variables (PN = YN =
GN) para expresar el equilibrio de una economía.
1. Equilibrio general: Yd = G.
Yd = G
C + S = C + I + G´+ (X – M)
10 + 0.6Yd + (-10 + 0.4Yd) = 10 + 0.6Yd + 5 + 12 -1
10 + 0.6Yd – 10 + 0.4Yd = 26 + 0.6Yd
Yd – 0.6Yd = 26
Yd ( 1 – 0.6) = 26
0.4Yd = 26
Yd = 26 / 0.4
Yd = 65
Remplazando en G, tenemos:
G = C + I + G´+ (X – M)
G = 10 + 0.6Yd + 5 + 12 – 1
G = 26 + 0.6Yd
G = 26 + 0.6 (65)
G = 65
Como quiera que el Equilibrio general implica que el Ahorro sea igual a la suma de la
Inversión, el Gasto del gobierno y el Saldo de comercio exterior (S = I + G´+ (X – M), se
tiene que:
Yd = G
C + S = C + I + G´+ (X – M)
S = C – C + I + G´+ (X – M)
S = I + G´+ (X – M)
16 = 5 + 12 – 1
16 = 16
2. Equilibrio simple: Yd = C
Yd = C
C +S = 10 + 0.6Yd
10 + 0.6Yd + (-10 + 0.4Yd) = 10 + 0.6Yd
10 + 0.6Yd – 10 + 0.4Yd = 10 + 0.6Yd
0.4Yd = 10
Yd = 10 / 0.4
Yd = 25
Remplazando en C, tenemos:
C = 10 + 0.6Yd
C = 10 + 0.6 (25)
C = 10 + 15
C = 25
Para que exista equilibrio entre Ingreso disponible (Yd) y Consumo (C), se debe dar el
hecho de que el Ahorro sea igual a cero (S = 0):
Yd = C
C + S = 10 + 0.6Yd
10 + 0.6Yd + S = 10 + 0.6Yd
S = 10 + 0.6Yd – (10 + 0.6Yd)
S = 10 + 0.6Yd – 10 – 0.6Yd
S=0
Figura 4.1.
Esquema del teorema de la tina de baño
3 CLEMENT, Norris C. y otros. Economía: enfoque América Latina. Tercera edición. Mc Graw Hill. México
1991. Pág. 244.
Uno de los grifos representa los ingresos de dinero a la economía por concepto de
Inversiones (I), y el otro, los Gastos del gobierno (G´); así mismo, uno de los drenajes
representa los egresos de la economía por concepto de Ahorros (S), y el otro, los
Impuestos (T) pagados por los entes económicos. Imaginémonos también que la tina está
llena de agua hasta la mitad de su capacidad, nivel que representa el pleno empleo. El
compromiso de los planificadores de la economía (el gobierno) consiste en mantener el
agua en el nivel en que se encuentra, es decir, en el pleno empleo.
A medida que el agua entra a la bañera por los grifos I y G´(a medida que entra dinero a
la economía en forma de Gasto del gobierno e Inversión), el nivel de agua aumenta (se
genera más empleo). Contrariamente, cuando se abre el drenaje S, el nivel de agua baja
(cuando se sacan Ahorros de la economía se pierden empleo), a menos que se revierta a
la bañera por el grifo I (al menos que se reviertan a la economía en forma de inversión).
De igual manera, si se abre el drenaje T, se estaría utilizando el agua de la bañera y su
nivel disminuiría (si se toma dinero de la economía para pagar impuestos, se gastará
menos y se perderán otros empleos).
Si por los drenajes S y T sale agua más rápidamente de la que entra por los grifos I y G´,
el nivel de agua de la bañera disminuirá (si los Ahorros y los Impuestos son mayores que
la Inversión y los Gastos del gobierno (S + T > I + G), el nivel de empleo disminuirá, o sea
que se genera una situación de desempleo).
En cambio, si los grifos I y G´ bombean agua a la tina con mayor rapidez que la que los
drenajes S y T la dejan salir, el nivel de agua de la bañera aumentará ( si la Inversión y el
Gasto del gobierno son mayores que el Ahorro y los pagos de Impuestos (I + G´> S + T),
la economía tendrá más empleo). Cuando en la economía se genera más empleo de los
que la fuerza laboral puede atender, el nivel de salarios aumenta, y el público empezará a
demandar más bienes y servicios de los que puede ofrecer el aparato productivo,
presentándose un alza en el nivel general de precios, es decir, inflación.
Como lo deseable en toda economía es que esta funcione a un nivel de pleno empleo, la
esencia de la teoría keynesiana es que el gobierno y las autoridades monetarias ajusten
permanentemente los grifos (Inversión y Gastos del gobierno) y drenajes (Ahorros e
impuestos), de manera que se mantenga el nivel de pleno empleo, sin que ello genere
inflación excesiva.
No obstante, dado que en el corto plazo (un año), la tierra, el capital y el acervo de
maquinaria y tecnología, se consideran constantes o fijos, solo la mano de obra puede
considerarse como factor variable; en consecuencia, el pleno empleo se considera
cuando no hay desocupación por razones de baja producción en las empresas, sino por
cambio de trabajo de las personas (desempleo friccional) o por falta de capacitación frente
a los puestos de trabajo (desempleo estructural).
Sin embargo, para que una economía se mantenga en equilibrio con niveles de pleno
empleo, es necesario que las variables macroeconómicas involucradas en esta situación
(Consumo, Inversión, gasto del gobierno, saldo de comercio exterior), se estén ajustando
permanentemente, conforme a los cambios que se presenten en la economía, tarea que
por naturaleza le corresponde al gobierno nacional.
A pesar de que Keynes tuvo sus diferencias con los economistas clásicos sobre el
funcionamiento de la economía, coincidía con ellos en que tal funcionamiento se daba en
forma de flujo circular, por donde corren las diferentes variables macroeconómicas, tal
como lo muestra la figura4 4.2.
Figura 4.2.
Flujo circular del Ingreso y el Gasto
El flujo circular es un proceso continuo el cual se puede explicar tomando como punto de
partida las Empresas. Estas unidades económicas producen bienes y servicios (PIB)
luego de que las Familias les han vendido los factores de producción (tierra, trabajo,
capital y habilidades administrativas), por los que reciben rentas, salarios, intereses y
utilidades.
Hasta aquí se puede sintetizar que las empresas han producido bienes y servicios y han
pagado a las familias los factores de producción que les compraron y utilizaron para
fabricar los productos y ofrecer los servicios; el gobierno ha cobrado impuestos y hecho
las transferencias de pagos.
El Ingreso disponible, ahora en los bolsillos de las Familias, se destinará, una mayor parte
para el Consumo (flujo 5), y otra menor para el Ahorro, (Yd = C + S). El gasto en
Consumo permanece en el flujo circular y representa el componente más importante del
Gasto agregado; el Ahorro de las Familias se canaliza al Mercado financiero5 (bancos y
otras instituciones financieras) que constituye el enlace entre ahorradores y prestatarios.
El gobierno también pide dinero prestado cuando presenta déficit presupuestal (sus
gastos son mayores que sus ingresos), para cubrir sus gastos de funcionamiento. Las
compras de bienes y servicios del gobierno entran a la corriente del Gasto (flujo 7), y el
Gasto total es ahora C + I + G´. Parte del gasto de las familias en Consumo (C), de las
empresas en Inversión (I) y del gobierno ( G´), se aplica a las importaciones de bienes y
servicios por parte de estos entes económicos. Debido a que el gasto en importaciones
fluye hacia los productores extranjeros, y no a los nacionales, este rubro sale del flujo
circular (flujo 8). Así mismo, el Resto del Mundo también compra productos nacionales, lo
que representa una exportación para el país, y por tanto, una entrada al flujo circular (flujo
9). El Saldo neto de las exportaciones menos las importaciones, está representado por (X
– M).
Hasta aquí, por la parte superior del flujo circular corren variables del Gasto como
Consumo, Inversión, Gastos del gobierno y Saldo del comercio exterior (C + I + G´+ (X –
M)); este paquete constituye el Gasto total o agregado que fluye hacia las Empresas (flujo
10).
Si imaginariamente dividimos la Figura 4.2., del flujo circular del Ingreso y el Gasto, en
dos secciones, superior e inferior, a partir de un eje medio, a la altura de las Familias y las
Empresas, encontramos que:
3. La parte inferior del flujo circular representa los Ingresos porque se analiza a partir
de lo que pasa con el ingreso que resulta de la producción. El Ingreso agregado es
el Ingreso total de producir el PIB, y el Ingreso disponible es el remanente del
Ingreso, luego de restarle los Impuestos y sumarle las Transferencias. En
consecuencia, PIB = Ingreso agregado o Ingreso total.
4. La parte superior del flujo circular representa el Gasto porque analiza los
componentes del Gasto total. El Gasto total en la producción es igual al valor de
mercado del Producto total o PIB. En otras palabras, C + I + G´+ (X -M) = Gasto
agregado o total = PIB.
Y = PN = G
Y=G
Yd + T = C + I + G´+ (X – M)
Ingreso agregado (total o nacional) = Gasto agregado (total o nacional)
Pleno empleo: Situación en la economía en la que, en el corto plazo (un año), la tierra, el
capital y el acervo de maquinaria y tecnología, se consideran constantes o fijos, solo la
mano de obra puede considerarse como factor variable; en consecuencia, el pleno
empleo se considera cuando no hay desocupación por razones de baja producción en las
empresas, sino por cambio de trabajo de las personas (desempleo friccional) o por falta
de capacitación frente a los puestos de trabajo (desempleo estructural).
PREGUNTAS DE EVALUACION
1. Clement, Norris C y otros. Economía: enfoque América Latina. Mc. Graw Hill. México
1991. Tercera Edición. Capítulo 15.
Competencias a desarrollar:
6. Interpretativas:
7. Propositivas:
Durante siglos, en muchos países del mundo, los gobiernos sólo se preocupaban por
defender la soberanía nacional, mantener la paz en el interior de sus fronteras y
administrar la justicia; casi nunca intervenían en las actividades cotidianas de la
economía. Esta situación tuvo vigencia hasta las tres primeras décadas del siglo XX,
época en la que predominaba el postulado de la “mano invisible”, de Adam Smith, quien
aseguraba que las economías capitalistas eran capaces de resolver, de manera
automática, todos los problemas económicos nacionales.
Sin embargo, en la década de los años treinta del siglo pasado, durante la Gran
Depresión, cuando la mayoría de los países del mundo se encontraban sumidos en la
más severa recesión y sufrían los más altos índices de desempleo, los hechos y
acontecimientos que supuestamente resolverían los problemas económicos, de manera
automática y espontánea, no aparecieron nunca.
En respuesta a dicha depresión, John Maynard Keynes sostuvo que la economía era una
actividad, al fin y al cabo, desarrollada por los hombres, y por tanto, susceptible de ser
influenciada por ellos. Para eso, sostenía Keynes, era necesario conocer primero las
relaciones que existían entre las variables económicas nacionales como el Ahorro, la
Inversión, la Masa monetaria, la Demanda de dinero, entre otras. Conocidas las
relaciones entre estas variables, el gobierno podía asumir un papel más activo y alterar
sus comportamientos de acuerdo con las necesidades del caso. El secreto estaba, según
Keynes, en aplicar adecuada y activamente las herramientas que tradicionalmente habían
sido de su resorte, como impuestos, gastos gubernamentales y creación de dinero.
La actividad económica de todos los países fluctúa de un año a otro. Con el paso de los
años la economía generalmente puede producir más, por efectos del aumento de la
población activa, del incremento del stock de capital y de los avances de los
conocimientos tecnológicos. Sin embargo, en algunos años no se registra este
crecimiento normal y, en consecuencia, la economía registra comportamientos poco
deseados: las empresas tienen dificultades para vender todos los bienes y servicios que
ofrecen y se ven obligadas a reducir su producción, situación por la cual les sobre
personal que tienen que despedir, generándose así una situación de desempleo, al
tiempo que sus máquinas entran en un período de paro. A estas fluctuaciones se les
conoce como Ciclos económicos.
Los ciclos económicos no se presentan de manera regular y casi siempre son imposibles
de predecir con precisión; aunque ellos varían en longitud e intensidad, siempre presentan
cuatro fases a saber: auge, recesión, depresión y recuperación.
Gráfica 5.1.
Fases del Ciclo económico
Nivel de
Producción
Auge
Auge
Recuperación
Recesión
Depresión
Tiempo
En la Gráfica 5.1., se muestran las cuatro fases típicas de un ciclo económico, cuyas
características son:
a. Auge. Es la fase alta del ciclo. Ella supone una situación de prosperidad en
la economía, gran optimismo por parte de los empresarios y consumidores,
y tasas de inversión, producción, consumo y empleo, muy altas.
Estos síntomas son muestra de que la fase de auge empieza a ceder, dando paso a la
siguiente: la recesión.
c. Depresión. Es la parte más baja del ciclo y representa los peores momentos
de la economía. Se caracteriza por la reducción aguda de la producción
nacional, bajos niveles de consumo y altos índices de desempleo.
El tiempo de duración de cada fase no es igual para todos los ciclos, ni para la economía
de todos los países; el nivel de desarrollo y crecimiento de las naciones, así como la
voluntad política del gobierno de turno, influyen en la duración e intensidad de las fases
de los ciclos.
Una de las fases más prolongadas e intensas que se hayan presentado en la historia
económica del mundo fue la depresión de los años 30s, más recordada como la Gran
Depresión, que duró diez años y en la que el nivel de desempleo, en países como
Estados Unidos, alcanzó el exagerado nivel de 25%. Fue a partir de este acontecimiento
que John Maynard Keynes, en su obra “Teoría general del empleo, el interés y el dinero”,
publicada en 1936, cuando todos los países habían perdido la esperanza de recuperarse
de la Gran depresión, opinó sobre la necesidad de que los gobiernos aumentaran el gasto
público, como mecanismo de recuperación económica.
Como puede advertirse, los ciclos económicos están estrechamente relacionados con las
fluctuaciones de la producción nacional, y los efectos más significativos son la inflación y
el desempleo.
5.2. El desempleo
El desempleo es uno de los grandes problemas económicos y sociales que los gobiernos
tienen que resolver con mucha prudencia. Este, más que como una variable económica
debe interpretársele como un problema social que pone en peligro la estabilidad política
de los países.
La fuerza laboral de un país está conformada por la Población en Edad de Trabajar7 que
está trabajando o está buscando trabajo (desempleada). Según la Oficina Internacional
del Trabajo – O.I.T., se considera que una persona está desempleada cuando tiene las
siguientes dos condiciones: 1) que no esté trabajando y, 2) que esté buscando trabajo; el
incumplimiento de una de estas dos condiciones la excluye de la categoría de
desempleada.
Es oportuno aclarar que cuando en economía se habla de “pleno empleo”, no quiere decir
que toda la Fuerza laboral esté trabajando y, en consecuencia, la tasa de desempleo es
cero. El pleno empleo hace referencia a aquella situación en la que no existe desempleo
por causa de baja producción de las empresas (desempleo cíclico); el desempleo que se
presenta es por razones de deseo de cambiar de trabajo por parte de las personas
(desempleo friccional), o por falta de capacitación de la mano de obra frente a los puestos
de trabajo (desempleo estructural).
Existen dos tipos de argumentos que explican las causas del desempleo. Uno, expuesto
por los economistas clásicos, afirma que la principal causa está en el funcionamiento del
mercado de trabajo; otro, de autoría keynesiana sostiene que la razón del desempleo está
en los bajos niveles de demanda de bienes y servicios en la economía (poca demanda
agregada).
En efecto, los clásicos consideraron que el deseo de los trabajadores de recibir unos
salarios excesivamente elevados, era la explicación del desempleo. Esta actitud de los
trabajadores, según estos economistas, se ve motivada por la propia legislación sobre
salarios mínimos y la presión de los sindicatos por la reclamación de salarios más altos.
Según los clásicos, el mercado de trabajo se comporta igual que el de cualquier otro bien
o servicio. Cuando los salarios son altos, superiores a los de equilibrio del mercado, por
un lado, las empresas demandarán menos mano de obra y, por otro, habrían más
personas interesadas en trabajar, atraídas por el buen pago; en consecuencia, se
presentará un nivel de desempleo.
7 Para el caso de Colombia, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, la Población
en Edad de Trabajar – PET, es aquella mayor de doce años.
Gráfica 5.2.
Mercado de trabajo según los clásicos
Salario
Oferta de
trabajo
w1
w0
E
Demanda
de trabajo
Mano de obra
En la Gráfica 5.2., se observa que cuando el salario es w0, las empresas demandan 0B
trabajadores y el mercado está en equilibrio E (se considera una situación de pleno
empleo). Cuando el salario asciende a w1 las empresas sólo están dispuestas a demandar
0A trabajadores, mientras que una cantidad de 0C de ellos están ofreciendo su fuerza de
trabajo; en consecuencia, el número de trabajadores desempleados es AC (0C – 0A). Si
el salario desciende hasta w0, alcanza el nivel de equilibrio en el que las empresas
aumentarán su demanda, y los trabajadores disminuirán su oferta, ambos a la cantidad de
equilibrio 0B.
Gráfica 5.3.
Mercado de trabajo según Keynes
Desde una perspectiva keynesiana, una estrategia para disminuir el desempleo consiste
en estimular la demanda de bienes y servicios o el gasto agregado.
Las personas con desempleo temporal son conscientes de que estarán sin trabajo
durante largos períodos en que no hay temporada; algunos de ellos, inclusive,
escogen a propósito una ocupación temporal, como es el caso de los estudiantes y de
los recolectores de cosechas.
La inconformidad (por salarios bajos, mal trato, rutina, etc.) de algunos trabajadores,
es el factor más representativo para que se manifieste el desempleo friccional.
5.3. La inflación
Es preciso observar que cuando sube el precio de la gasolina, esta circunstancia produce
un efecto multiplicador del alza, jalonando los precios de la gran mayoría de los otros
bienes y servicios; esto se debe a que este producto es básico en el desarrollo de las
actividades económicas de los países.
Las causas de la inflación son múltiples, sin embargo, dependiendo del grupo económico
(consumidores, productores o gobierno) que la protagonice, se pueden agrupar así:
- Por exceso de dinero en poder del público: cuando la cantidad de dinero que el público
tiene disponible para gastar es proporcionalmente mayor que la cantidad de bienes y
servicios disponibles en el mercado para vender, se presenta un desequilibrio en la
economía. Esto significa que la demanda (la disponibilidad para comprar artículos) es
mayor que la oferta (cantidad de productos disponibles para vender en el mercado), lo
cual se traduce en un exceso de dinero en poder del público frente a pocos bienes y
servicios producidos por la economía. Analizada desde este punto de vista, esta situación
representa una escasez (poca producción) de bienes y servicios en relación con la
capacidad de compra de los consumidores; y como es sabido, la escasez de productos
genera un alza en sus precios, lo que se tipifica como inflación.
- Las emisiones de dinero por parte del gobierno. Generalmente los países con
economías mixtas tienen un déficit presupuestario crónico provocado por las fuertes
inversiones destinadas a atender las necesidades sociales (salud, educación, vías, etc.) y
por los altos costos de la administración pública. Ante esta situación los gobiernos se ven
forzados a cubrir este déficit con préstamos internos o externos, con emisiones de dinero
que directa o indirectamente van a incrementar la cantidad de circulante en poder del
público. Si este aumento de dinero en el sistema económico no tiene respuesta, paralela e
inmediata, que generalmente no la tiene, de la producción de bienes y servicios, se
presenta una cadena de alzas en los precios y por tanto, un proceso inflacionario.
- El aumento salarial. Aunque suene impopular, los aumentos de los salarios producen
inflación. Como quiera que su principal causa está en el exceso de dinero en poder de
los consumidores, los incrementos exagerados de los sueldos generan un proceso
inflacionario; esto es así porque todo incremento en el salario de los trabajadores
representa una masa de dinero adicional que antes no circulaba en el sistema
económico y ahora estará presionando los preciso al alza al no encontrar respuesta en
el incremento de la producción de bienes y servicios. A la anterior explicación se suma
el hecho de que todo incremento en el pago de la nómina de una empresa representa
un costo para ella; costo que de alguna manera debe recuperar y la forma más usual
de hacerlo es aumentando el precio de los bienes que produce, situación que termina
generando inflación.
- Por incremento en los costos de producción. Cuando aumentan los precios de los
insumos (materia prima, mano de obra, servicios) de una empresa, quiere decir que han
aumentado sus costos de producción. Estos aumentos deben ser recuperados por el
empresario quien termina subiendo el precio de los bienes que produce, formando con
ello una espiral de naturaleza inflacionaria. En este caso la inflación la protagoniza el
productor.
La inflación moderada se caracteriza por una leve y casi imperceptible expansión del nivel
general de los precios. Un alza de precios que se sitúa en un promedio de 5% anual se
considera un proceso inflacionario moderado, situación propia de los países
desarrollados. Cuando el nivel general de precios crece a un ritmo promedio de 10%
anual se dice que hay inflación reprimida; pero si dicho crecimiento se acerca al 20%
anual se tipifica como una inflación controlada. Por supuesto que entre mayor sea la tasa
de crecimiento inflacionaria, mayores y más rígidos serán los mecanismos aplicados para
controlarla.
La inflación conocida como galopante se caracteriza por que el ritmo de crecimiento anual
es acelerado y a medida que avanza su crecimiento, los mecanismos que se utilizan para
controlarla son cada vez menos eficaces, hasta el punto que se puede volver incontrolable
y desatar una hiperinflación. La inflación galopante puede compararse con el ejemplo de
la bola de nieve, que a medida que rueda se hace más grande y menos controlable, hasta
llegar a convertirse en una mole gigantesca que no es posible detener y que arrasa con
todo lo que encuentra a su paso.
La hiperinflación se caracteriza por la violenta expansión del nivel general de los precios,
generando un caos total no sólo en lo económico, sino también en lo político y lo social.
En muchos países del mundo se han presentado casos de hiperinflación que llegaron
incluso a destruir las bases del orden económico. "Al inicio de la década de los veinte, en
relación con la situación vigente antes de la guerra, en Austria los precios se multiplicaron
por 14.000, en Hungría por 23.000 y en Polonia por 25.000. Pero en Alemania se registró
la mayor inflación de que se tenga noticia: entre 1914 y 1923 los precios aumentaron 1
trillón de veces”8
Más recientemente, en países como Argentina, Brasil y Perú, en la década de los ochenta
sus inflaciones alcanzaron niveles que se representaban en un porcentaje de cinco
dígitos.
8. ROSSETTI, José Paschoal. Introducción a la economía. Decimoquinta edición. Editorial Harla. Pág. 185.
Las principales consecuencias que pueden traer las inflaciones, independientemente de
sus intensidades, son las siguientes:
Si bien es cierto que la inflación y el desempleo son los dos mayores problemas
económicos que deben afrontar las naciones, especialmente las que están en vía de
desarrollo, también lo es que, elegir entre un bajo índice de inflación a costa de un alto
nivel de desempleo, o viceversa, es la mayor encrucijada en la que suelen estar los
gobiernos de turno cuando pretenden darle solución a estos problemas. Esto es así
porque para controlar la inflación, por ejemplo, generalmente se tienen que tomar
medidas económicas que afectan negativamente el crecimiento económico y, en
consecuencia, el empleo. Esta situación ya ha sido estudiada desde hace varias décadas
a través de la Curva de Phillips.
La Curva de Phillips, llamada así por representar la opinión del economista investigador
Neozelandés, A. W. Phillips, muestra la relación inversa que existe entre inflación y
desempleo (a menor desempleo, mayor inflación). En efecto, si en el eje de abscisas
medimos la tasa de desempleo y en el de ordenadas el índice de inflación, obtendremos
una curva con pendiente negativa, convexa al origen, parecida a una curva de indiferencia
o a una de demanda, que en macroeconomía se ha denominado curva de Phillips (a corto
plazo).
Gráfica 5.4.
Curva de Phillips
Índice de
Inflación (%)
12
6
Curva de
Phillips
Tasa de Desempleo (%)
0 4 8
Sin embargo, los acontecimientos de los años setenta del siglo pasado, en muchos países
como Estados Unidos, donde se presentó una situación de alto índice de inflación,
simultáneamente con un estancamiento económico (ocasionado por un alto nivel de
desempleo), demostraban que sí era posible que en una economía, inflación y desempleo
pudieran darse de manera sincrónica, lo cual constituía un fenómeno que se conoce como
estanflación. Esta circunstancia que no aplicaba para los postulados de la Curva de
Phillips (a corto plazo), exigía nuevas y diferentes explicaciones que los economistas de la
época revisaron, llegando a la conclusión de que existe una Curva de Phillips a corto
plazo que muestra la relación inversa entre inflación y desempleo, generada por los
cambios en la demanda agregada, y otra Curva de Phillips a largo plazo, que permite
explicar la coexistencia de un estancamiento económico con la inflación (estanflación),
resultado de una contracción de la oferta agregada.
La estanflación suele presentarse cuando hay una contracción de la oferta agregada. Esto
quiere decir que en el mercado se ofrecen pocos productos, lo cual se traduce en una
escasez de bienes respecto de su propia demanda; como es sabido, toda escasez genera
un alza en los precios y ello provoca la inflación. Así mismo, el hecho de que haya poca
oferta de bienes en el mercado significa que la producción es baja y por tanto las
empresas requieren menos manos de obra, por lo que se ven obligadas a despedir
personal generando una situación de desempleo. Lo anterior demuestra la posibilidad de
convivencia entre la inflación y el estancamiento de la economía en un mismo momento,
cuando se experimenta una contracción en la oferta agregada.
La posición vertical de la Curva de Phillips a largo plazo permite explicar que en épocas
cuando la oferta agregada se contrae (disminuye), el comportamiento de la inflación no
tiene ninguna relación con el comportamiento del desempleo; puede presentarse un alto
índice inflacionario sin que ello implique una disminución de la desocupación, tal. Si
consideramos, por ejemplo, el punto a como el momento inicial de la economía, con una
tasa de desempleo de 8% y una inflación de 6%, al presentarse una contracción de la
oferta agregada, y por tanto una escasez, los precios tienden a subir generando un
espacio de inflación (hasta el 12%, para este caso), aunque la desocupación se mantenga
en su tasa inicial de 8%; la economía estará representada ahora por el punto c, con un
índice inflacionario de 12% y una tasa de desempleo constante (8%). Esto indica que,
bajo estas circunstancias, la inflación puede subir y bajar a los niveles que quiera, sin que
ello afecte o impacte el índice de desempleo; como se puede observar, para el ejercicio
que nos ocupa, la desocupación se mantiene constante a pesar del incremento de la
inflación.
Las políticas fiscal y monetaria son los instrumentos que utilizan los gobiernos para
controlar dos de los más graves problemas de los países: el desempleo y la inflación. Sin
embargo, la combinación de ambas, puede resultar una buena formula un desempeño de
la economía.
La política fiscal consiste en administrar las decisiones deliberadas del gobierno respecto
de sus compras (gasto), los impuestos y su endeudamiento, a fin de contribuir con el buen
desempeño de otras variables macroeconómicas como el empleo, la inflación y el PIB.
Antes de la Gran Depresión, la política fiscal tenía como propósito lograr y mantener el
equilibrio del presupuesto nacional. Sin embargo, a raíz de las reflexiones de Keynes y de
los acontecimientos económicos de la Segunda Guerra Mundial, los economistas y
gobernantes consideraron que, efectivamente, el problema del desempleo debía ser
resuelto por el Estado, lo cual era posible a través de la política fiscal. Tal idea era
diferente a la de los clásicos y los monetaristas, quienes pensaban que el problema de
desempleo se resolvía por sí sólo.
Hoy por hoy la política fiscal busca la promoción del mayor nivel de empleo posible (pleno
empleo), con estabilidad de precios y crecimiento económico de las naciones.
Los impuestos: son los tributos que las personas deben pagarle al Estado para su
sostenimiento y administración.
Si el gobierno decide disminuir los impuestos, los consumidores tendrán ahora más
dinero o ingresos disponibles para gastar. Un mayor consumo de la población
incentiva la producción de bienes y servicios del aparato productivo, lo que
requerirá de mayor cantidad de mano de obra para atender ese aumento de
demanda agregada.
Dependiendo de la situación que esté pasando la economía y las intenciones del gobierno
para direccionarla, la política fiscal puede aplicarse con cualquiera de los siguientes dos
propósitos:
Política fiscal expansionista. Se aplica con el propósito de generar expansión y
crecimiento en la economía incentivando la demanda agregada, especialmente
cuando se presenta una situación de recursos productivos desempleados. Para el
efecto se utilizan mecanismos como:
b. Bajar los impuestos: mediante esta decisión, las personas pueden contar con
mayor ingreso disponible y, por tanto, más capacidad de consumo, lo cual incentiva
la producción de bienes y servicios por parte de las empresas.
a. Reducir el gasto público: cuando el gobierno decide reducir el gasto público, está
restringiendo el dinero en poder del público y, en consecuencia, la demanda
agregada, y por tanto, la producción.
b. Subir los impuestos: con esta medida la población tiene menos dinero disponible
para el consumo, las empresas venden menos y la economía se frena.
Es claro que la política fiscal, en general, constituye una herramienta válida para que los
gobiernos puedan garantizar el desenvolvimiento de una economía sana. Sin embargo,
debe ser muy cauteloso en la aplicación de las medidas correspondientes porque pueden
afectar, bien la producción nacional, o bien las finanzas públicas, y poner en peligro la
estabilidad económica del país.
Sin embargo, por lo regular, los países que tradicionalmente han mostrados altos índices
de inflación y desempleo, concentran su política monetaria en la resolución de estos dos
problemas, preocupándose, en primera instancia, por el control inflacionario.
Como se ha dicho, la inflación es uno de los más graves problemas que agobian las
economías en desarrollo, por lo que las autoridades monetarias optan por aplicar
mecanismos que permiten mantener la estabilidad de los precios.
Principales mecanismos e instrumentos de política monetaria para controlar la
inflación.
Entre los mecanismos que utiliza el gobierno para controlar la inflación se encuentran los
siguientes:
La regulación del dinero en poder del público es quizá el mecanismo más usual de la
política monetaria para controlar la inflación. Ello se debe a que la tenencia de efectivo
por parte de las familias genera una mayor y más rápida propensión al consumo, lo
que precipita el alza en los precios.
Como quiera que el principal incentivo de la inflación es el exceso de dinero en poder del
público, el gobierno, en el marco de la política monetaria, utiliza los siguientes tres
instrumentos monetarios básicos, para regular la posesión de recursos monetarios en
manos de los consumidores:
Finalmente, hay que entender que la economía es como una partida de ajedrez en la que
el movimiento de una ficha para atacar otra del enemigo, implica dejar al descubierto y
vulnerable otras fichas del propio bando que pueden resultar "más importante" que la que
se quiere “comer”. Así, cuando el gobierno "mueve las fichas" del encaje bancario, la tasa
de interés, el mercado abierto de capitales, etc., para controlar la inflación, generalmente
se tienen que sacrificar otras "fichas macroeconómicas" como el empleo y el crecimiento
económico. Si las medidas antiinflacionarias no son proporcionales y/o adecuadas para el
caso, la economía se podría ver envuelta en problemas de desempleo y recesión,
resultando más grave el remedio que la enfermedad.
La Oferta Agregada representa la cantidad total de bienes y servicios que los productores
de un país están dispuestos y en condiciones de ofrecer y vender en un momento
determinado, dependiendo del nivel de los precios, de la capacidad productiva de sus
empresas y de los costos de producción.
OA = PN, y como
PN = YN, entonces, por la ley matemática de transición,
OA = YN.
Sin embargo, de acuerdo con el enfoque del equilibrio económico (ver numeral 4.2. del
Capítulo 4.), C + I + G´+ (X – M) = G (Gasto Nacional). O sea, que DA = C + I + G´+ (X –
M) = G.
Es decir, si:
Establecida la igualdad entre Demanda Agregada (DA) y Gasto Nacional (G), podemos
asumir que la curva de Demanda Agregada se representa en el plano cartesiano como la
del Gasto Nacional (ver Gráfica 5.5.)
5.5.3.3. El equilibrio macroeconómico (E)
Gráfica 5.5.
El equilibrio macroeconómico
O A , D A
OA
OA > DA DA
E = Equilibrio macroeconómico
DA > OA
Zona de
Expansión
económica
I n g r e so (Y )
Una economía en equilibrio supone que todo el potencial de producción del país tiene un
potencial de consumo igual, por lo que también supone una situación de pleno empleo
(todos los recursos están siendo utilizados), y una inflación de cero. Aún cuando se podría
pensar que este debe ser el estado ideal de las economías, en la practica, es improbable
que se presente una situación de estricto equilibrio; no obstante, los gobiernos procuran
mantener la economía de sus países muy cerca del punto de equilibrio, para aplicar con
mayor facilidad, las acciones de políticas (fiscal y/o monetaria), según las necesidades de
expansión o recesión.
En la misma gráfica, una posición distinta a la del equilibrio (E), implica una situación de
Expansión (si hay un movimiento a la izquierda de E), o de Recesión (si el movimiento se
presenta a la derecha de E); ambas situaciones son ocasionadas por las fluctuaciones o
ciclos económicos.
Expansión económica
Como se puede observar en la Gráfica 5.5., al lado izquierdo del equilibrio E, la curva de
Demanda Agregada (DA) está por encima de la de Oferta Agregada (OA). En términos
prácticos esto significa que la cantidad de bienes y servicios que la sociedad está
dispuesta y quiere comprar es mayor que la que los empresarios están en condiciones de
producir y vender; es decir, que la Demanda Agregada es mayor que la Oferta Agregada
(DA > OA).
Una situación en la que la demanda es mayor que la oferta (tal vez por un exceso de
dinero en poder del público), debe interpretarse como una escasez, porque ello está
indicando que en el mercado no hay las cantidades de bienes y servicios suficientes para
atender las disposiciones de compra de la población. Bajo esta circunstancia, los precios
tienden a subir, lo que es propio en épocas de escasez, presentándose un proceso
inflacionario.
Recesión económica
Cuando hay exceso de oferta, como en este caso, los empresarios tienen problemas para
vender su mercancía, por lo que se ven obligados a disminuir su producción para evitarse
los costos de oportunidad o de administración de inventarios. Esta decisión conlleva al
despido de trabajadores, lo que se traduce el una situación de desempleo, que termina
afectando el dinamismo de la economía y, en consecuencia, se presenta un estado de
recesión económica.
*Tomado de: Martínez Coll, Juan Carlos. El producto nacional en la economía de Mercado, virtudes e
inconvenientes.http://www.eumed.net/cursecon/10/index.htm. edición del 22 de marzo de 2006.
Las concepciones liberales del siglo diecinueve consideraban que el libre juego de los
agentes económicos privados conducía a la óptima situación económica por lo que el
papel del Estado en la economía debía limitarse a la defensa de los derechos de
propiedad y a obligar al cumplimiento de los contratos. Pero a lo largo del siglo veinte se
fue constatando que la iniciativa privada, por sí sola, conducía a fuertes desequilibrios por
lo que era necesaria una intervención cada vez más consciente y amplia.
Aunque todos los economistas están de acuerdo en la necesidad de esa intervención, las
diferencias ideológicas conducen a enfoques completamente opuestos sobre los objetivos
de la política económica del Estado, el orden de prioridad entre ellos y el grado de
intensidad de la intervención. En cualquier caso, sea cual sea su ideología, la mayoría de
economistas podrá admitir la formulación de objetivos que damos a continuación
aclarando que el orden es totalmente arbitrario.
- Sostenibilidad. Que las actividades económicas y las rentas obtenidas por las
generaciones presentes no pongan en peligro a las generaciones futuras. La
sostenibilidad puede ser entendida como equidad intergeneracional.
Se llama política fiscal a las intervenciones del Estado en el sistema económico utilizando
instrumentos fiscales.
Los dirigentes políticos sólo podrán adoptar las decisiones correctas si conocen de la
forma más exacta posible las medidas de las variables macroeconómicas. Las variables
objetivo son las que se desea manipular: la producción, el empleo, la inflación. Para influir
sobre ellas se utilizan las variables instrumentales: el gasto y los ingresos públicos, la
cantidad de dinero en circulación o los tipos de interés.
GLOSARIO
Recesión de un ciclo económico: En esta fase, que sigue a la del auge, el gobierno
adopta medidas contra la inflación, lo que se traduce en un “enfriamiento” de la economía,
por lo que el nivel de producción decrece, debido a que el consumo lo ha hecho.
Depresión o crisis: Es la parte más baja del ciclo y representa los peores momentos de
la economía. Se caracteriza por la reducción aguda de la producción nacional, bajos
niveles de consumo y altos índices de desempleo.
Oferta agregada: Representa la cantidad total de bienes y servicios que los productores
de un país están dispuestos y en condiciones de ofrecer y vender en un momento
determinado, dependiendo del nivel de los precios, de la capacidad productiva de sus
empresas y de los costos de producción.
Política fiscal: Consiste en administrar las decisiones deliberadas del gobierno respecto
de sus compras (gasto), los impuestos y su endeudamiento, a fin de contribuir con el buen
desempeño de otras variables macroeconómicas como el empleo, la inflación y el PIB.
a) Recesión económicas
b) Expansión económica
c) Inflación en la economía
d) Equilibrio económico
a) Disminuir el desempleo ()
b) Controlar la inflación ()
c) Regular los impuestos ()
d) Estimular la economía ()
a) Disminuir el desempleo ()
b) Controlar la inflación ()
c) Regular los impuestos ()
d) Estimular la economía ()
Durante varios años fue funcionario del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (hoy
Ministerio de la Protección Social), donde participó en el desarrollo de proyectos de
investigación económica y administrativa relacionados con la gestión para la generación
de empleo.
Desde inicio de los años noventa ha estado vinculado a la academia, impartiendo las
cátedras de Fundamentos de Economía, Microeconomía y Macroeconomía en la
Corporación Unificada Nacional, CUN, donde, además, entre 1997 y 1999 se desempeñó
como Coordinador del Área Económica. Entre 1999 y 2000 fue profesor catedrático de
Macroeconomía y Economía Colombiana en la Universidad La Gran Colombia de Bogotá.
Actualmente el doctor Cruz Buelvas está desarrollando su tesis de grado sobre Los
obstáculos pedagógicos y epistemológicos que los estudiantes de economía encuentran
en el proceso de enseñanza – aprendizaje de esta disciplina; trabajo que le permitirá
obtener el título de Magíster en Educación en la Universidad Santo Tomás de Bogotá.