Está en la página 1de 2

Resumen y sinópsis

Ahora parecía un chico como cualquier otro. Quizá estaba


impresionado por mi padre. A mi papá mucha gente lo conoce.
Muchos me han preguntado qué se siente ser el hijo de él. Yo les
digo que nada en especial. Un poco de orgullo, digamos que un
poco más que el resto de los hijos, de eso me he dado cuenta,
pero es algo que se vuelve pesado y muchas veces casi quieres
que tu papá sea como el de cualquiera a quien nadie, salvo sus
amigos, conoce y, sin embargo, muchas veces es bonito que lo
reconozcan y la verdad es que siempre eso de la fama de mi
padre me causó gran confusión.

ANALISIS DE "ÉL CAZABA HALCONES"


El fragmento a analizar en esta ocasión pertenece a la obra “Él cazaba halcones”, del reconocido
escritor peruano Javier Arévalo. Este fragmento toma lugar ya avanzada la historia, cerca del clímax
de esta. La obra tiene como trama la búsqueda del padre, pero no desde el punto psicoanalítico
de la búsqueda de un padre sentimentalmente perdido, si no la búsqueda literal de un padre
secuestrado. El autor, Javier Arévalo Vela, nace en Perú en el año 1965 y tiene otros títulos muy
famosos como “El misterio del pollo en la batea” o “Vértigo bajo la luna llena”. En sus interesantes
obras podemos ver temas de la realidad.

Se puede intuir que el tema principal es el futuro incierto del “secuestrado” ya que la repulsión
que sentían hacia ese sujeto era casi absoluta. Todo esto da vuelta atrás, todo empieza cuando el
secuestrado, de nombre Rafael Botija, manda una llamada misteriosa con una amenaza al padre de
Gabriel, que para su desdicha no se encuentra, desdicha por la única razón de que la persona que
contestó era un “hacker”, es decir, una persona muy bien informada y que sabe usar la tecnología a
su conveniencia.

En cuanto al futuro de dicho hombre, ni el lector sabe lo que se espera, puesto que Manuel (el
guardaespaldas de Gabriel) hablaba utilizando claves, razón por la cual el estereotipo de persona
secuestrada estaba aun más nervioso.

Como subtema encontramos el rencor, sensación que no solo comparten el protagonista y su


protector, ya que se encuentra identificado también Edián, que tiene recuerdos vagos de su
infancia, sin embargo tras analizar otro fragmento de la obra nos damos cuenta de que comparte
esos sentimientos por la única razón de que cuando el era niño también se llevaron a su padre en
medio del bosque y lo dejaron literalmente en la nada.

En cuanto a la forma, se utiliza un narrador homodiegético protagonista en primera persona, pues


la historia es relatada por Gabriel Rodríguez, cuyo padre ha sido secuestrado y se encuentra en la
constante búsqueda. Este tipo de narrador nos ayuda a ver la historia desde el punto de vista de
Gabriel, podemos apreciar sus preocupaciones, angustias y como se sentía en ausencia de su
padre. En este fragmento el manejo de tiempo es cronológico lineal, a pesar de que en la obra
rebosan las anacronías. En este sucinto fragmento, los hechos acontecen en el auto de Mati, un
escenario utilitario, camino a la nada, haciendo tiempo, mirando con desdén al bosque prohibido,
que asomaba sus ojos de inseguridad por en puente, que era lo único que unía a los jóvenes
intrépidos con el posible paradero de padre de Gabriel. Encontramos una personificación
metafórica: “El bosque protegido nos miraba desde el frente”, con esto el autor nos quiere decir
que estaban justamente al frente del bosque, probablemente con intención de entrar a buscar al
desaparecido ahí. El personaje principal de la obra y del fragmento es Gabriel, un joven de unos 16
años que siempre ha sufrido las consecuencias de tener un padre periodista y conductor de radio,
víctima de la opresión de la media. Entre los personajes secundarios del fragmento, encontramos a
Manuel, el guardaespaldas de Gabriel; a Mati, quien conducía el auto, Edián, el misterioso chico
del halcón, dispuesto a ayudar a Gabriel, y por último a Rafael Botija, el presunto envuelto en la
captura del secuestrado. Como personaje en ausencia tenemos a Matías Rodríguez, el secuestrado,
a quien están buscando todos y algunas fuentes dicen que se encuentra en el bosque protegido.
Como recurso narrativo, encontramos el diálogo, pues el fragmento está constituido por una
conversación entre los personajes buscando una dirección en donde se supone está el
secuestrado. Se hablan en momentos por códigos para mantener en confidencia esta información.
El tipo de lenguaje es plenamente coloquial, informal. No encontramos palabras tan rebuscadas ni
refinadas y a pesar de encontrar unas cuantas groserías en el desarrollo de la obra, el lenguaje se
mantiene a un nivel coloquial.

En conclusión, toda la obra es muy interesante pues mantiene un suspenso picaresco que deja al
lector con ganas de seguir leyendo, tal como me ocurrió. Este fragmento es especial me parece
muy importante pues juega un rol esencial en el desarrollo de la historia pues es justo el momento
en el cual Gabriel puede obtener una información más específica sobre el paradero de su padre, y
es justo el momento en donde empieza la acción de la obra, el clímax.

También podría gustarte