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Helena Lago López

Reseña bibliográfica
La investigación-acción participativa en psicología comunitaria. Principios y retos
En el año 2003, fue publicado un artículo sobre la investigación-acción, dirigido por el
profesor y director de CCBMDR, discapacidad y desarrollo humano, Fabricio E. Balcázar de
la universidad de Illinois chicago, Estados Unidos. Colegio oficial de psicólogos de
Andalucía occidental y universidad de Sevilla.
Dicho artículo expone una revisión amplia de los principios y retos que conforman la
investigación-acción participativa. En primera instancia, se da a conocer que la investigación-
acción es un proceso en el que los miembros de un grupo o de una comunidad que está en
opresión recogen y analizan información y actúan sobre sus problemas con el fin de buscar
distintas soluciones y promover a la transformación política y social (Selener,1997) (citado
por Balcázar, 2003). Cuando se habla de una comunidad oprimida se hace referencia a una
comunidad en la cual se están vulnerando varios derechos y que además están expuestos a
experimentar explotación y marginalización, causando estos fenómenos sufrimientos como
la deprivación, exclusión, discriminación, control de sus culturas y algunos casos de violencia
(Prilleltensky y Nelson, 2002) (Citado por Balcázar, 2003). Por lo tanto, es importante la
participación de las personas de la comunidad independientemente de su educación y/o
posición social en la investigación que se está llevando a cabo, ya que son fuentes que
contribuyen de forma activa al proceso, y a su vez la investigación va dirigida hacia la
generación de acciones que apunten a la transformación de la realidad social de las personas
involucradas.
Por consiguiente, es necesario recalcar que la investigación-acción participativa (IAP), se
enfoca en proveer un contexto concreto en el cual se puedan involucrar de cierta manera los
miembros de un grupo o de una comunidad en el proceso de investigación, desde una forma
no tradicional como agentes de cambio y no como objetos de estudio. El inicio de la IAP es
por medio de un agente externo, es decir, un investigador que juegue el papel de facilitador,
y que en su primer acercamiento con la comunidad pueda dirigirla hacia el desarrollo de la
conciencia crítica y a su vez que facilite la evaluación de las necesidades de la comunidad, a
media que el proceso avanza, el agente debe transformar su papel, puesto que la comunidad
es la que debe identificar en si misma sus necesidades y las posibles soluciones, claro está
que el agente va a facilitar su apoyo basado en su experiencia y conocimientos previos para
que se pueda llegar al éxito. Dentro del desarrollo de la IAP, existen variedades de procesos
que se deben cumplir y establecer para llevar a cabo una buena investigación, y así poder
catalogar que en dicha comunidad si se realizó una investigación-acción participativa.
Desde la taxonomía se pueden clasificar algunas aproximaciones de la IAP, en función de
tres componentes, que comienzan por el grado de participación de los miembros de la
comunidad para determinar el nivel de IAP. En primer lugar, está el grado de control que
tienen las personas sobre el proceso de investigación-acción, luego está el grado de
colaboración en la toma de decisiones que hay entre los investigadores profesionales y los
miembros de la comunidad, y por ultimo está el grado de compromiso de los participantes de
la comunidad y de los agentes externos en el proceso de investigación y cambio social. Por
medio de la combinación de estos componentes se pueden clasificar tres niveles de
investigación-acción que son, el nivel bajo, el nivel medio y el nivel alto. El nivel bajo y el
nivel medio son los más comúnmente usados (Selener, 1997) (citado por Balcázar.2003),
aunque se afirma que el nivel bajo no debe ser considerado como IAP, por lo que en varios
estudios los miembros de la comunidad juegan un papel de segundo plano, mientras que el
nivel medio es uno de los más frecuentes puesto que dentro de la practica incluyen a los
miembros de la comunidad en el equipo de investigación como consultores, a diferencias de
estos dos niveles, el nivel alto es el menos frecuente, ya que es muy difícil porque refleja en
parte la falta de recursos y conocimientos que caracteriza a las poblaciones marginales y
oprimidas, aunque en ONG, agencias de servicios, entre otras, es común puesto que las
agencias tienen control del proceso de investigación y desarrollo de programas de
intervención ya que contratan investigadores para dirigir estos tipos de proyectos.
Para el desarrollo de la IAP, hay tres actividades fundamentales que se conocen como la
investigación, que hace referencia al papel activo que tienen los participantes en documentar
la historia de la experiencia ya sea personal o de la comunidad, analizar de forma sistémica
las condiciones actuales del problema y las condiciones futuras que previenen el cambio a
nivel social, de igual manera, la educación, que refiere a que los participantes aprendan a
desarrollar una conciencia crítica que les pueda ayudar a identificar las causas de sus
problemas e identificar algunas soluciones, a través de la enseñanza para descubrir su propio
potencial para actuar, y también tiene como propósito incluir el entrenamiento de líderes en
como dirigir reuniones y grupos de acción; por último, la acción, que va dirigida a que los
participantes implementen soluciones prácticas y viables a sus problemas haciendo uso de
sus propios recursos o siendo solidario con otros grupos o comunidades a través de una guía
para el desarrollo de la capacidad comunitaria y el índice de acciones. Es importante
mencionar que en 1982 Fawcett et al elaboró un método para identificar necesidades, y así
mismo se propuso por Balcázar, Suarez-Balcázar y Keys, en 1998 un modelo participativo
para el desarrollo de la capacidad de grupos deseosos de solucionar sus necesidades.
El abordaje que se presenta en este documento es de suma importancia, por lo que de manera
concisa expresa como se puede llevar a cabo una investigación-acción participativa dentro
de los parámetros que la consideran, así mismo deja claro algunos puntos negativos que
pueden darse en el avance del proceso y que si en su debido momento no se tienen en cuenta
la investigación será un fracaso. Finalmente, se puede decir que aunque este tipo de
investigación tenga sus falencias es de gran utilidad desde el punto de vista metodológico e
ideológico en algunas problemáticas, ya que no solo permite ayudar a buscar una solución
adecuada a un problema, sino que deja a la comunidad herramientas para que los participantes
las usen y puedan resolver algunas situaciones a las que se vean y sienta opresión.
Balcázar, Fabricio E. 2003. La investigación-acción participativa en psicología comunitaria.

Principios y retos. Colegio oficial de psicólogos de Andalucía occidental y universidad de

Sevilla. Universidad de Illinois chicago. Aportes de psicología, vol 21 N.3.

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