Está en la página 1de 29

Theoria, Vol.

18 (2): 15-42, 2009 ISSN 0717-196X

Revisión / Revision

LA CONSTRUCCIÓN DE UNA EMOCIÓN Y SU RELACIÓN


CON EL LENGUAJE: REVISIÓN Y DISCUSIÓN DE UNA ÁREA
IMPORTANTE DE LAS CIENCIAS SOCIALES
THE CONSTRUCTION OF AN EMOTION AND ITS RELATION
WITH THE LANGUAGE. A DISCUSSION OF AN IMPORTANT AREA
OF THE SOCIAL SCIENCES

SIMONE BELLI
Despatx B5 - 032, Departament de Psicologia Social, Edifici B - UAB, 08193 Bellaterra (Barcelona), Spain,
Tef +34 93 581 1704, Fax +34 93 581 2125, http://psicologiasocial.uab.es/belli/
“http://psicologiasocial.uab.es/ca/user/54” http://psicologiasocial.uab.es/ca/user/54

RESUMEN

El estudio de las emociones ha sido una de las áreas de investigación más importantes en ciencias sociales. La
psicología social también ha contribuido al desarrollo de esta área. En este artículo analizamos parte de la
contribución hecha por esta disciplina al estudio de la emoción, entendida como construcción social, y la
fuerte relación que tiene con el lenguaje. Específicamente, planteamos una discusión a partir de las caracterís-
ticas generales de la psicología social de las emociones y las aportaciones desde diferentes disciplinas de esta
área de investigación, para dar sentido a la relación que tienen las emociones con el lenguaje. En este sentido,
hemos revisado referencias bibliográficas básicas para el estudio de la construcción de una emoción, las
hemos organizado temáticamente y clasificado en 3 grandes categorías: 1) Aportaciones y antecedentes desde
diferentes perspectivas; 2) Enfoque construccionista y de-construccionista de la emoción y 3) Enfoque
postconstruccionista de la emoción. En la primera categoría hemos considerado las principales aportaciones
desde las ciencias sociales, las cuales se pueden sintetizar en dos áreas: el carácter filosófico en la construcción
de una emoción y el pasaje entre la filosofía y la psicología mainstream de la emoción. En la segunda categoría
hemos trazado una línea que empieza con la relación entre emoción y lenguaje y la construcción social de la
emoción, es decir, su perspectiva discursiva. Acabando por las teorías postconstruccionistas, como el concep-
to de performance de Judith Butler y la tecnociencia. Para dar mayor sentido a esta línea de estudio nos ha
parecido oportuno utilizar como ejemplo una emoción concreta en particular, el enamoramiento.

Palabras claves: Construcción social de la emoción, lenguaje, performance, tecnociencia.

ABSTRACT

The study of emotions has been one of the most important research areas of the Social Science. Social
Psychology has also contributed to the development of this area. In this article we analyze the contributions
done by this discipline to the study of emotions, understood as social contribution, and the strong relation it
has with language. Specifically, we establish a discussion between, the general characteristics of the social
psychology of emotions and the support of the different disciplines of this research area, to make sense with
the relation that emotions have with language. According to this we have reviewed basic bibliography related
to the building of an Emotion.We have organized them by topics and classified them in three categories: 1)
contributions and records from different perspectives. 2) A constructive and de-constructive approach of the
emotions and 3) A post- constructive approach of the emotion. In the first category we have considered the
main contribution of Social Science, which can be synthesized into two areas: the philosophic character in

15
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

the building of an emotion, and the passage between philosophy and psychology. In the second category we
have establish a line that starts with the relations between emotion and language and the social construction
of the emotion that is to say, its discourse perspective. Finally ending with the post constructive theories, as
the performance concept of Judith Butler and the techno- science. To give more sense to this line of study we
decided to use as an example a concrete emotion: “falling in love”.

Keywords: Social construction of the emotion, language, performance, techno science.

Recibido: 23.09.09. Revisado: 27.10.09. Aceptado: 22.12.09.

INTRODUCCIÓN través del lenguaje. Es en esta dirección que


vamos a tratar en el siguiente artículo la es-
El grito que cada uno de nosotros emite tricta relación que tienen las emociones con
en el primer instante de la propia histo-
ria personal cuando ha sido expulsado
el lenguaje. Trataremos sobre todo una emo-
del útero para entrar en el mundo exter- ción en particular, fundamental en la histo-
no es un señal emotivo. Es la emoción el ria de la evolución de los hombres en el de-
primer lenguaje de todos nosotros.
(Oatley, 2007:116)
sarrollo de la cultura occidental, que es el
amor (Oatley, 2007:18), entendido en el
¿Qué es la tristeza? ¿Qué es la ira? ¿Qué es el sentido más amplio del término contribu-
miedo? ¿Son sólo palabras o hay algo más? yendo a definir la esencia de los seres huma-
En principio, tristeza, ira, miedo son emo- nos. “Ci sono persone che non si sarebbero
ciones. Cómo también lo es el amor. Por lo mai innamorate, se non avessero mai sentito
general, suele considerarse que las emocio- parlare dell’amore”, dijo La Rochefoucauld.
nes corresponden a experiencias corporales Sin historia de enamoramientos y amor no
naturales que luego se expresan a través del sabríamos como enfrentarnos esta emoción
lenguaje, y ese lenguaje, a su vez, suele cali- fundamental. También porque esta particu-
ficarse como irracional y subjetivo. Es decir, lar emoción ha sido investigada en sus múl-
primero sentimos en el cuerpo lo que más tiples facetas, y parece ser la emoción por
tarde sale por nuestras bocas en forma de un antonomasia cuando se trata de la relación
discurso que en cierto modo se opone a la entre emociones y lenguaje. En los textos
razón. De las emociones también se dice que revisados, el amor y el enamoramiento pa-
se gestan en el inconsciente y no en la vo- recen tener importancia primaria, y nume-
luntad, que son más espontáneas que artifi- rosos autores han tratado este tema en sus
ciales; más “sentidas” que “pensadas”. En escritos. Por estas razones hemos elegido esta
ocasiones se las mezcla con conductas con- emoción para poder explicar los varios pa-
sideradas racionales, o cuyo estatus existen- saje de nuestra revisión bibliográfica.
cial pertenece al orden de lo no-emotivo y, Durante más de cien años las emociones
recientemente, se afirma que no son patri- han sido objeto de estudio de varias disci-
monio exclusivo de la interioridad de las plinas de las ciencias humanas y sociales,
personas sino que son construcciones socia- entre ellas cabe mencionar la filosofía, la
les de naturaleza fundamentalmente discur- psicología y la sociología. El tema de las
siva. En efecto, la psicología social de la emociones ha sido estudiado en todas las
emoción ha demostrado que los procesos, ramas de las ciencias sociales, de allí que exis-
los determinantes y las consecuencias de las ta un gran número de aproximaciones teó-
emociones se desarrollan en la interacción a ricas que mantienen puntos de vista dife-

16
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

rentes. Por esta razón en la primera parte de Edwards 1997, 2000). Cabe decir que
este artículo vamos a tratar las aportaciones Edwards está claramente influenciado por
más importantes que en el ámbito de estas las principales corrientes construccionistas-
tres disciplinas han aportado al tema de las discursivas de Harré (1984), Wooffitt (1992),
emociones y la relación con el lenguaje. Billig (1987), Atkinson y Heritage (1984) y
Por ejemplo en el ámbito de la psicolo- Potter y Wetherell (1987).
gía, Mayor (1988) afirma que no hay una En los ultimos años, el tema de las emo-
definición de emoción comúnmente acep- ciones ha sido influenciado por la investiga-
tada. Y la historia de las emociones debe verse ción postconstruccionista (Iñiguez, 2005),
siempre en el contexto de los cambios ocu- particularmente usando la performatividad
rridos en la psicología como disciplina ge- como noción central. Según Judith Butler
neral. De hecho, pudiera decirse que lo que (1993) la construcción de las emociones es
más ha influido en el estudio de las emocio- un procedimiento abierto a constantes trans-
nes ha sido el cambio constante experimen- formaciones y redefiniciones (Butler, 1997;
tado por la psicología a lo largo de su evolu- Braidotti, 2000; Spivak, 1990). Definido
ción disciplinar. Y estas influencias pasan esto, se ha visto como el último efecto de
también en las otras dos áreas de estudio, la esta evolución natural entre emoción y len-
filosofía y la sociología. Una revisión en esta guaje ha sido en último término la tecno-
área que no tome en cuenta estas disciplinas ciencia. Han aparecido nuevas emociones,
es destinada a dar sólo unos aspectos super- o diferentes manera de llamar a las emocio-
ficiales, sin tener en cuenta de dónde ha na- nes ya existentes en la tecnociencia. Debido
cido esta problemática, que será lo que vere- al uso de las nuevas tecnologías de la infor-
mos en la primera parte de esta revisión. mación y de la comunicación según un as-
Sucesivamente se ha centrado la atención pecto emocional. Este es el lugar donde por
en el binomio emoción-lenguaje. Su interés ejemplo confluyen los intereses comunes de
ha sido elaborar argumentos que sirvan para filósofos, epistemológos y psicólogos embar-
diferenciar la relación entre estos dos térmi- cados en el proyecto de la máquina afectiva
nos, es decir, si las emociones se pueden “lo- (Rose, 1983; Brown, 2005; Brown y Stenner,
calizar” en el lenguaje o si a través del lengua- 2001; Michael, 2000, 2006), en el concep-
je se accede a las emociones (Harré, Finlay- to de cyborg y de techno-disembodiment
Jones, 1986; Bax, 1986; Good et al., 1988). (Haraway, 1989, 1995; James y Carkeek,
Definida esta relación, hemos profundiza- 1997; Gibbs, 2006, Hollinger, 2000; Ra-
do en el estudio de la construcción social de mos, 2005) o simplemente en la noción del
las emociones en cuanto evolución natural “disclosure”, fenómeno muy difuso de lo que
del binomio anterior. La idea ha sido distin- significa expresar emociones a través de una
guir, tanto en los aspectos históricos como pantalla.
antropológicos, cómo se construyen las emo- Dada la multiplicidad de perspectivas, las
ciones siempre teniendo como eje el discur- controversias abiertas y los planteamientos
so (Harré, 1984; Stearns y Stearns, 1985; teórico-metodológicos plurales, tal y como
Ibáñez, 1994; Harré y Stearns, 1995). La lí- ya hemos dicho, en este artículo nos propo-
nea sucesiva a este planteamiento se recon- nemos describir el panorama científico del
centra en la psicología discursiva tal como estudio de la emoción como una línea con-
la propone Derek Edwards, centrando su tinua de las diferentes aportaciones de las
propio interés en el estudio de las emocio- ciencias sociales. Nos ha parecido atractivo
nes en el discurso (Edwards y Potter, 1992; trazar esta línea de continuidad de esta área

17
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

de conocimiento, siriviéndonos de un ejem- en la contemplación de ratas u ocas


plo que, gracias a su fuerzas explicativa y a grises (Peters, 1958).
su impacto en diferentes investigaciones, nos
han hecho comprender la importancia de la Sirviendose de esta cita, Lyons (1985: 4)
relación entre emoción y lenguaje. Expresar define que la emoción no son más que mo-
la emoción del enamoramiento, del estar delos funcionales expresados en palabras, y
enamorado, en definitiva, del amor, ha sido es dificil concebir cómo alguien podría lle-
a lo largo de la historia de la literatura una gar muy lejos sin intentar formularlas. Así
suerte de argumento principal, donde se ha que las emociones son sentimientos dirigi-
desarrollado toda una serie de mitos y expe- dos hacia afuera, hacia lo que en cada situa-
riencias durante muchos siglos. Por esta ra- ción se supone que es la causa de los senti-
zón, vamos a descubrir cada área de investi- mientos. En este caso Lyons (1985:55)
gación en este ámbito, ayudandonos con las retoma la concepción de Spinoza de las emo-
diferencias de la expresión del “amor”. ciones, y que muchas veces, nos advierte
Spinoza, muy a menudo nos formamos fal-
sas creencias acerca de las causas de nuestros
1. ANTECEDENTES sentimientos, lo que nos lleva a odiar a los
que no debiéramos y a amar a los que no
1.1. El carácter filosófico son dignos de ser amados.
La emoción del amor ilustra lo dicho con
William Lyons (1985) nos ofrece un buen toda claridad. Según Lyons (1985:186), nos
punto de partida para introducirnos en el servimos de los sentimientos ante todo como
tema de la filosofía de la emoción. Citamos indicadores de la presencia o la ausencia del
a este autor porque también nos introduce amor. Decimos cosas del estilo “¿ya no me
en el tema del enamoramiento. El autor quieres?” cuando la otra persona no “ha
toma muy a menudo y deliberadamente el mostrado sentimientos” en una situación en
amor como ejemplo, ya que tiene suficiente donde era de esperar que lo hiciese. Del
interés e importancia como emoción por sí mismo modo, podemos inferir de “no sien-
sola. Además nos permite trazar una línea to ya nada por ti”, que “ya no te quiero”. No
relacional entre la filosofía y la psicología, y es fácil declarar que se siente amor por al-
a la misma vez entre emoción y lenguaje, guien, “amor” en un sentido emocional, con
tema central del presente artículo. la esperanza de ser creído si al mismo tiem-
po uno sostiene que nunca ha albergado res-
La utilidad de examinar cuidadosa- pecto a tal persona ninguno de los sentimien-
mente el lenguaje ordinario, si uno es tos que pueden hallarse causalmente vincu-
psicólogo, estriba en que por lo gene- lados a los aspectos evaluativos del amor.
ral le proporciona una pista de las dis- El trabajo de Ludwig Wittgenstein (1958)
tinciones que desde el punto de vista va justo en esta dirección, desarrollando la
teórico es importante tener en cuen- carga discursiva de las emociones en el len-
ta. Sabemos bastante de los seres hu- guaje. El autor postula que las emociones
manos y tal conocimiento está implí- no son exclusivamente experiencias menta-
citamente incorporado a nuestro len-
guaje. Antes de desarrollar una teoría, les, sino también procesos identitarios, que
en cuanto fase preliminar, podría re- determinan el individuo. Esta particular for-
sultar mucho más fructífero explici- mulación llama la atención porque parece
tar tal conocimiento que embelesarse invalidar la hipótesis de que las emociones

18
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

son solamente sentidos, ya que no pueden la psicología postempirista vienen así discu-
en ningún caso ser definidas sufridas, pasi- tidos a partir de los trabajos de Harré (1989).
vas, víctimas, optando por la definición que Un tema de interés común entre la Filo-
las emociones pueden ser definidas por un sofía del Lenguaje y la Psicología Discursiva
observador externo. Wittgenstein ha puesto es la importancia del rol del lenguaje en la
en evidencia la diferenciación, cómo hizo construcción de una emoción. Para Foucault
Aristóteles, entre materia y contenido de las (1966), el discurso constituye la junción
emociones, manteniendo la relación que las entre los objetos y la teoría, y es productivo
emociones y las reacciones psicológicas no no sólo para las declaraciones, es decir, lo
son dos eventos diferentes, sino que pueden explícito, sino también para el objetivo y la
ser descritas de dos maneras diferentes. Es potencia del objeto en cuestión: así que el
esta inseparabilidad entre la materia y la for- materialismo se redefine a fin de incluir la
ma que mantiene la característica denomi- inmaterialidad corporal del tema. Este par-
nada “alteración orgánica”, es decir, la co- ticular análisis del discurso foucaultiano per-
nexión entre la emoción y los objetos, y en- mite comprender cómo los efectos inmate-
tre la emoción y los cambios psicológicos y riales son tomados seriamente en el discur-
conductuales, ya que son lógicos y necesa- so y, al mismo tiempo, dadas las condicio-
rios, hasta llegar a una síntesis de ambos y a nes cambiantes del discurso, producen estos
una definición común de emoción. efectos contingentes. El análisis del discurso
Según Wittgenstein (1958), el conoci- de Foucault, dado que permite sacar lo in-
miento observado de sí mismo consiste en material desde el habla, puede permitir ex-
que nosotros no conocemos nuestras pro- traer las emociones desde el discurso. Este
pias emociones y nuestros propios senti- cambio inmaterial que se encuentra en el
mientos de manera natural, sino que los co- discurso, este cambio emocional, encuentra
nocemos según un recorrido epistémico. una perspectiva dinámica, un vector de al-
Esto hace que nosotros produzcamos arti- teración, que no considera adecuado man-
culaciones lingüísticas espontáneas de nues- tener las estructuras divagadoras y las prác-
tras sensaciones e impresiones del mundo. ticas normativas que han monopolizado la
No las describimos, sino que las expresamos atención etnográfica en la investigación. Este
con el efecto de que parecen más relaciona- mismo paradigma dinámico se lo puede en-
das con el comportamiento que con la len- contrar cómo característica principal en las
gua. Wittgenstein descubre una nueva espe- mismas expresiones emocionales.
cie de actos del discurso. Alejado de la con- En este apartado hemos podido compren-
sagración de las palabras y de la emoción en der la importancia que juega el papel de las
la performatividad, las locuciones son he- emociones en el lenguaje según la perspecti-
chos, procesos puramente espontáneos. Esto va filosófica. En el presente articulo adquie-
crea en el discurso de las emociones una re sentido tratar la construcción de la emo-
nueva definición: la definición de la acción ción partiendo desde la concepción filosófi-
refleja. Estas locuciones espontáneas tienen ca, ya que esta disciplina fue pionera, antes
el estado categorial de hechos. La acción re- que la Psicología y de la Sociología entre otras
fleja es un marco interpretativo que pone el ciencias, al tratar la emoción como algo que
límite en la diferencia entre las distintas ca- se construye a través del lenguaje y que no
tegorías tradicionalistas, entre el decir y el existe fuera de él, como hemos tenido oca-
hacer, o de la mente y el cuerpo. sión de explicar en este apartado.
Estos nuevos métodos del paradigma de

19
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

1.2. El pasaje de la Filosofía a la Psicología Charles Darwin utilizó por primera vez
el termino “expression emotional”, es decir,
Existe una linea borrosa que define el pasaje la emoción es algo que se expresa y se espe-
entre estas dos disciplinas, sobre todo cuan- ra. La pregunta que se planteó fue “¿Qué es
do se trata de enmarcar un area de conoci- una emoción?”. Pero para Darwin las emo-
miento como la presente de las emociones y ciones son el punto final, y vienen expresa-
el lenguaje. Por esta razón no queremos po- das después del proceso corporal. En la in-
nernos como objetivo una neta demarcación vestigación actual esta pregunta, planteada
entre las dos disciplinas, sino una continua por Darwin, es retomada por otra impor-
interrelación entre las dos que nos permita tante figura actual en el campo del estudio
ver un conjunto de aportaciones interesante de las emociones, Keith Oatley. La autora
a nuestra revisión. entiende las emociones como una función
El tema de las emociones en la Psicología básica en la comunicación, siempre depen-
ha sido estudiado en todos sus ramos, sobre dientes de las intenciones de los demás y de
este tema existe un gran número de aproxi- las acciones. Una comunicación de emocio-
maciones teóricas que mantienen puntos de nes pautadas según turnos de habla (Oatley
vista diferentes. Mayor (1988) sostiene que y Jenkins, 1992:61). Pero esta parte se pro-
no hay una definición de emoción común- fundizará en los apartados posteriores.
mente aceptada, y por este motivo la histo- “¿Qué es una emoción?”. Esta es la pre-
ria de la emoción en la Psicología debe verse gunta argumentada en el 1884 por William
en el contexto de los cambios en la Psicolo- James, fundador de la psicología estadouni-
gía general. Esta importante aclaración es dense, considerado uno de los más impor-
necesaria y fundamental antes de tratar el tantes psicólogos y filósofos de Estados Uni-
campo de la Psicología de la emoción. Lo dos. Retoma la misma pregunta que años
importante en este recorrido es tener muy antes realizó Darwin. La respuesta fue suge-
claro que lo que más ha influenciado al tema rida hace casi dos milenios y medio en Gre-
de la emoción en la Psicología han sido cau- cia y aceptada todavía hoy. Las emociones,
sados por los cambios producidos en el con- según Aristóteles, están provocadas sobre
texto general de la historia de la Psicología. todo por la manera de juzgar los eventos, en
Partiendo de esta consideración, es posible relación a lo que cuentan para nosotros:
aplicar teorías psicológicas más generales objetivos, intereses, aspiraciones. Es el fun-
para intentar definir el contexto más especi- damento de la perspectiva psicofisiológica,
fico de la Psicología de la emoción. y fue la psicología conductivista elaborada
Igualmente muchos autores y autoras que por William James (1890) a la que dio ini-
trabajan en esta área, reclaman un enfoque cio a numerosos estudios sobre la emoción.
principalmente mainstream. En este senti- De hecho, entre los psicólogos y psicólogas
do se aproximan a la tradición conductivista que se dedican al estudio de la emoción es
que presta atención a las interacciones a tra- ampliamente compartida la idea de que el
vés de la observación, pero se alejan meto- principal descubridor de esta “disciplina” en
dológicamente al seguir las normas de los la psicología moderna fue William James
enfoques más cuantitativos y positivistas. Es (Mayor, 1988; Izard, 1991; Mandler, 1988;
por ello que el comportamiento del indivi- Averill, 1988; Gergen, 1994; Soyland,
duo en un contexto social ocupa un lugar 1994).
central, en el sentido de que es visto cómo Fundamental ejemplo para comprender
la mejor manera de llegar a establecer rela- los estudios de James, a parte de los aquellos
ciones causales. sobre de la percepción del miedo y la reac-

20
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

ción frente a un animal feroz, fue el estudio Ambos sostienen que las emociones son una
sobre la percepción del amor. Para James el amalgama de estados psicológicos y los re-
amor es la percepción de un cambio corpo- sultados de sus causas, es decir, sus conse-
ral que se produce en un individuo. Es de- cuencias. El miedo, por ejemplo, es la sen-
cir, que para James el amor, como cualquier sación psicológica de creer que la situación
otra emoción, es un producto de un cambio en que nos encontramos puede ser percibida
corporal. Los principales problemas que tie- como peligro. Demostraron cómo con las
ne esta teoría jamesiana son de atribuir prin- asunciones de algunas vitaminas (o drogas,
cipalmente a lo que James considera real- en según que casos), se podía notar el efecto
mente cambios corporales. Según el psicó- que éstas producían a nivel emocional en los
logo estadounidense, la emoción es un sen- individuos. Dolf Zillmann (1971) desarro-
timiento secundario activado indirectamen- lla una línea de investigación siguiente a la
te. James sostiene así que una emoción es la de Schachter y Singer. En este experimento,
percepción del cambio corpóreo (James, los sujetos habían sido insultados y después
1884). tenían una oportunidad para vengarse. El
Un contemporáneo de James, Carl Lange éxito fue que, la mayoría de las veces, los
(1887), ofrece una aclaración a la teoría sujetos no se vengaban, y reprimían sus pro-
jamesiana. Lange aclara la noción de cam- pias emociones. Hampson y Morris (1978)
bios, especificando que este cambio se pro- y Griffiths (1989) continuaron estudiando
duce en las vísceras del individuo. Este cam- el comportamiento humano en relación a
bio visceral constituye la base de la natura- estas reacciones emotivas con buenos resul-
leza de las emociones según los conductivis- tados.
tas de la época, y corresponde a lo que ahora Pero resulta evidente, y numerosas inves-
llamamos sistema nervioso principal. Esta tigaciones lo demuestran (Marañon, 1924;
teoría, aclarada por Bernard y Bernard (1932), Schachter y Singer, 1962; Zillmann, 1971;
da inicio a muchas investigaciones psicofi- Hampson y Morris; 1978) que, en los Esta-
siológicas de las emociones. dos Unidos hasta la mitad del siglo XX, la
Sin ninguna duda, una teoría tan revolu- idea que se había hecho dominante era que
cionaria como aquella de James-Lange ha únicamente la conducta emocional podía ser
encontrado a lo largo del siglo numerosas el objeto de una Psicología de la emoción.
críticas y escepticismo en las diferentes ra- El dominio de esta doctrina conductista ex-
mas de la Psicología. La perspectiva neuro- cluye el análisis de la experiencia y de la con-
lógica encuentra en la figura de Walter ciencia emocional. La Psicología europea fue
Cannon (1927), una de las críticas más im- insensible al interludio conductista, y se cen-
portantes que se han hecho jamás a la teoría tró en la estructura de la experiencia inferi-
de James-Lange. El planteamiento de Cannon da.
indica que el sistema nervioso no es funda- Es en esta óptica que Mayor (1988) consi-
mental para el proceso de las emociones, dera las dos facetas de la emoción, la mental
porque este sistema constituye sólo una res- y la orgánica, que se puedan plantear a inte-
puesta a una emoción producida, y también grarse en las distintas perspectivas. Mandler
porque este sistema es protagonista sólo en (1988) argumenta que lo que una Psicolo-
algunas emociones, mientras que en otras gía de la emoción debe encarar son las con-
no, como por ejemplo en la emoción en que diciones que hacen surgir los eventos cogni-
tratamos en el presente articulo, del amor. tivos y fisiológicos y las reglas combinato-
Schachter y Singer (1962) ofrecieron una rias de ambos, así como ofrecer una pers-
teoría sobre la naturaleza de las emociones. pectiva que integre los aspectos cognitivistas

21
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

y conductivistas como parte de una misma las romantic relationship. Trata de hacer un
Psicología de la emoción, recogiendo tanto análisis del discurso sobre el amor y lo ro-
las contribuciones de unos como de otros, mántico, tratando el tema del amor y de
ya que ambos se han estudiado por separa- cómo se expresan ciertos sentimientos en las
do especialmente después de las brillantes relaciones de pareja. Jackson (1994), por su
aportaciones de Ekman (1982). Paul Ekman parte, investiga cómo se construye y, sobre
recoge tanto las aportaciones de las teorías todo, se manipula la narrativa romántica y
evolucionistas darwinianas (Darwin, 1872) los instintos primordiales, así define el sexo,
como las teorías de comunicación social ex- en los discursos emocionales.
plicadas por Julian Huxley (1914, 1963), Hemos podido entender como nació el
para hacer nuevas propuestas no sólo desde interés para el estudio de la emoción por
una Psicología Social de la emoción, sino parte de la Psicología, sobre todo cómo a
también desde una Psicología Social más través de los años este interés ha pasado por
antropológica y comunicativa. diferentes corrientes, y haya cambiado su
Esta es la otra gran rama de la Psicología manera de entender la emoción como un
de las emociones, constituida inicialmente proceso psicología. Ha resultado útil deli-
por los estudios de Paul Ekman. Su teoría near esta trayectoria, para situar el lector en
basada en las expresiones faciales se centra una posición más cómoda, para compren-
en seis figuras-ejemplos que pueden expre- der la trayectoria que dibujan los autores de
sar seis distintas emociones y ser útiles para este texto. Es decir, la importancia que tiene
poderlas homologar. El problema principal el lenguaje en el estudio de las emociones.
es que se consideró sólo algunas razas de in- Como hemos podido averiguar en este
dividuos, sobre todo pertenecientes a la cul- apartado, la Psicología de la emoción es una
tura occidental, los cuales sabían perfecta- disciplina que ha dado amplio espacio al es-
mente a qué se referían determinadas emo- tudio de la emoción en los últimos dos si-
ciones, pero no se estudiaron otras culturas glos. Es importante comprender estas dis-
las cuales, por ejemplo, no veían películas tintas perspectivas, como mencionamos an-
cinematográficas ni televisión, o sea que teriormente, en el contexto científico don-
podían diferenciar sus expresiones emotivas de se han producido estas corrientes. Pero
y no homologarlas a lo que veían en la panta- cada una de estas perspectivas, en diferentes
lla. Se trata de estudios que describen estados maneras, han aportado y influenciado en
donde los sujetos se encuentran en la inme- manera considerable el tema de la emoción
diata disposición para actuar frente a un par- vista como construcción social y discursiva.
ticular impulso exterior (Frijda, 1986), así que Gracias al panorama científico que acaba-
la idea de emoción es concebida como la mos de presentar, nos resulta más compren-
expresión de un sentido de urgencia (Arnold sible entender cómo el estudio de la emo-
y Gasson, 1954; Tomkins, 1970). ción ha tenido una “historia” distinta y com-
Otra importante corriente en los estudios plementaria a lo largo de más de cien años,
de las expresiones de la emoción está consti- y nos permite continuar nuestra revisión
tuida por los autores que trabajan el tema bibliográfica de la construcción de la emo-
de las expresiones lingüísticas de las emo- ción teniendo en cuenta estos aspectos dife-
ciones, sobre todo desarrollados por Russel rentes y enriquecedores, a la vez que ofrecer
(2003) y Wierzbicka (2008). Margaret algunas coordenadas comunes para la com-
Wetherell (1995) es autora de un importan- prensión de los siguientes apartados.
te trabajo sobre las expresiones lingüísticas,

22
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

2. CONSTRUCCIÓN Y DE-CONS- se intenta introducir las emociones en las


TRUCCIÓN DE UNA EMOCIÓN palabras, algunos autores lo consiguen, otros
no tanto. Pero también podemos pensar este
Como hemos visto en la primera parte de proceso de forma inversa. Estos autores in-
este articulo, las emociones tienen una fuer- tentan construir estas emociones a través del
te relación con el lenguaje (Kenny, 1963; uso de las palabras. Tratar el tema del amor,
Harré, 1986a, 1989; Armon-Jones, 1986). y del enamoramiento, sin que esta emoción
Nosotros entendemos esta particular relación exista de verdad en el individuo. Construir
como proceso de construcción de la emo- un contexto, dar sentido a determinadas
ción, algo que puede ser construido social- palabras para que se puede hablar de amor.
mente (Berger y Luckman, 1966; Harré, Como veremos más adelante, y que ahora
1986a). Se trata de entender las emociones no profundizaremos, se trata de hacer del
como una construcción que sólo es posible amor una performance. Una performance
a través del lenguaje (Bax, 1986; Besnier, emocional.
1990; Chance y Fiese, 1999; Danes, 1994). Los grandes escritores combaten conti-
En esta segunda parte veremos cómo esto nuamente poniendo en sus páginas esta
es posible, y cómo influye en nuestro acer- emoción que hemos descrito anteriormen-
camiento a esta disciplina. te. Sobre todo al representar de la mejor
manera estos múltiples aspectos del amor.
Es la gran tarea del escritor, como nos dice
2.1. Emoción y lenguaje Bjorn Larsson, lingüista y escritor de nove-
las. Acuerdan que es imposible contar o re-
“Le langage est [...] peut-etre un obstacle à vivir el gran amor, como también la inter-
la solitude de l’homme” (Hagège, 1986:8).
pretación de los no verbales signos de amor.
”El lenguaje (el de la vida, no el de los ma- Hasta que se dice “Te quiero”, que es un sig-
temáticos), ese otro lenguaje viviente que
es el arte, el amor y la amistad, son todos no de no retorno.
intentos de reunión que el yo realiza desde Sólo tratamos un aspecto de esta
su isla para trascender su soledad” (Sábato,
1967:144). performance en esta parte, después la vere-
mos más detalladamente. Pensamos en ha-
Antes de empezar a definir en qué consiste cer revivir las grandes pasiones amorosas,
la construcción de una emoción, nos ha pa- pero la paradoja parece decir que es imposi-
recido oportuno pararnos a pensar qué sig- ble revivirlas. Pero, a través del uso de deter-
nifica hablar de emoción y lenguaje. Oatley minadas palabras, la construcción de deter-
(2007:27) sostiene que en 500 años de his- minados contextos, permiten recrear esta
toria de la escritura las emociones han sido performance. Poder narrar esta gran pasión
los argumentos más interesantes. Sobre todo amorosa, aunque esto no permita revivirlas.
existe una emoción que es la que más se ha Aunque no sea posible revivirla, con las pa-
utilizado en estos 500 años de historia de la labras es posible reconstruir estos particula-
escritura, que es el amor. Pensamos por un res estados de ánimos, estas situaciones pu-
momento en la expresión emocional “Te ramente emocionales, sólo a través del uso
quiero”. Esta expresión sirve, o por lo me- del lenguaje, sólo gracias a esta performance.
nos lo intenta, para exprimir la emoción de Otra temática muy fascinante cuando se
amor a otra persona, sobre todo ejemplos trata este tema del amor “con las palabras”,
muy famosos son los que están contenidos es la interpretación de los grandes romances
en el romance de amor. En estos romances de amor, es decir, la interpretación de los

23
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

signos, las miradas, los gestos, que son muy psico-mágico de las emociones (Sastre, 1972).
precarios ya que son performance. Como vi- Psico-mágico ya que decir “te quiero” es una
mos en el apartado anterior, sobre todo con performance de no retorno (Larsson, 1997).
los estudios de Ekman, hacen parte del len- Después de esta performance la vida de estos
guaje corporal y de cómo se expresan emo- dos individuos difícilmente podría regresar
ciones, y la performance también requiere al estado anterior de la pronunciación de esta
esto. Los gestos, signos, miradas decimos que “formula”. Para lo bueno y para lo malo.
son precarios, ya que existen en el momen-
to de su actuación, en el momento en que
vienen expresados, y después desaparecen, y 2.2. Estudio de construcción social
en la tentativa de repetir de la misma mane- de la emoción
ra estas actuaciones para tener los mismos
efectos, está destinado a fracasar. Es inútil Después de haber definido lo que entende-
intentar repetirlos, no significaría nada una mos por emociones y lenguaje, ahora nos
simple repetición de la expresión “te quie- dedicaremos en el núcleo de este articulo, es
ro”, una mirada cómplice hecha entre des- decir, los estudios de la construcción social
conocidos. El decir “te quiero” se entiende de la emoción. Lo que nos interesa particu-
como una performance emocional, también larmente de estos estudios son sobre todo la
si además de decirlo, mientras el individuo perspectiva histórica y la discursiva. Ya que,
lo dice, le rodea el cuello con los brazos y le como veremos más adelante con varios ejem-
acaricia la oreja a la persona amada. Al final plos, nos ayudaran a entender el concepto
una emoción para ser externa, no es sólo un de performance ya citado anteriormente.
enunciado sino una performance completa, Los autores que investigan la construc-
según el concepto de Butler (1993). El “te ción social de la emoción desde el punto de
quiero” es una expresión total del propio vista histórico son varios, pero los más des-
cuerpo, y no sólo un simple enunciado. tacables son Harré (1984), Stearns y Stearns
También la manera y la forma en que se (1985), Gergen (1990), Clark (1988),
produce esta performance, ser tímido, por Dickinson y O’Shaughnessy (1997), Kemper
ejemplo, en el momento de decir un “te quie- (1981) y Wouters (1989). Esta perspectiva
ro” estos elementos influyen en la propia histórica plantea una particular teoría de la
performance. El “te quiero” dicho por una construcción social de la emoción, partien-
persona tímida no es el mismo “te quiero” do de los estudios de la evolución de la “aci-
dicho por una persona segura de sí misma. dia” de Wenzel (1960), por ejemplo. Cómo
Las palabras son las mismas, pero las dos esta particular emoción ha desaparecido ha
performance son diferentes entre sí. En cuan- cambiado a través del transcurrir del tiem-
to una persona expresa su emoción no en el po, pero esto lo veremos más detalladamen-
enunciado mismo sino en el modo como lo te en la parte final de este artículo.
enuncia según Green (The expression of La segunda macro-categoría de los estu-
emotion, 1970: 565). dios de la construcción social de la emoción
Las palabras están diseñadas para produ- que nos ha parecido importante presentar
cir realmente emociones, que puede existir en esta revisión es la discursiva. Una prime-
en el espacio intersubjetivo. ra línea se ha centrado en dilucidar el con-
También el tiempo de la reciprocidad cepto de metáfora de la emoción como un
precaria donde en un momento un indivi- recurso discursivo (Lakoff, 1980), en esta
duo pronuncia al otro la fórmula mágica: dirección se encuentran trabajos innovado-
Te quiero. Y aquí interviene el elemento res, creativos y de calidad (Russel, 2003;

24
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

Wierzbicka, 2008; Gibbs, 2006; Greenwood, der cómo construimos las emociones a tra-
1992; Harré y Stearns, 1995; Hollander y vés el lenguaje, ahora nos centraremos en los
Gordon, 2006; Kövecses y Palmer, 1999). aspectos psicológicos. Como dice Larsson,
Estos autores parten de un punto en común: para tener algo en común, es decir, lo que
la propuesta de concebir la emoción como las emociones permiten es compartir. Por-
un producto construido por el discurso. que para la psicología discursiva el rol de las
interacciones verbales es fundamental, nos
Once one sees the task of understanding explica Larsson (1997:147), en la constitu-
human behavior as involving interpreta- ción y el surgir de lo psíquico del hombre,
tion and empathy rather than prediction sobre todo en la relación entre hombres.
or control, the self-reports of the people
one is studying become very important The human sciences must come to terms
in any psychological research project. And not only with a description of the events
these should not be taken as (falsifiable) that affect a person but also with the in-
reports of states of mind but as expres- terpretation of those events by that very
sions of how things are to the subject. person. This entails that, for many pur-
Thus the experimenter or observer has to poses, the investigator must enter into
entter into a discourse with the being dialogue with the subject and, of course,
studied and try to appreciate the shape that dialogue will not itself be psycho-
of the subject’s cognitive world. But at logically neutral in relation to the subject’s
this point it no longer makes sense to talk thought and action. Furthemore, they
of observer and subjects at all. There are enter into dialogue as “investigator” and
only coparticipants in the project of mak- “subject”, but this is only one of the many
ing sense of the world and our experience role pairs they, as individual people, might
of it (Harré y Gillet, 1994:21). adopt. And the perception of other as-
pects of their relationship may, of course,
Ya que la emoción es social y producida have an influence on any behavior that
siempre a su estrecha relación con el lenguaje occurs in an experimental situation (Harré
y la comunicación, como diría Searle (1992: y Gillett, 1994:135).
248). El descubrimiento del caracter social
de la mente y esta necesidad compartida y Ahora bien, como fruto de este interés
acompañada por la semantica, la pragmática compartido por la construcción social de las
lingüística de nuestro campo de acción, la emociones, y la psicología, en las últimas
Psicología social y discursiva (Larsson, décadas se han realizado aportaciones que
1997:20). Es decir, la construcción social de se sitúan a sí mismas en un nuevo espacio
la emoción que permite hablar de emociones denominado “Psicología discursiva de la
comunicables. Searle nos ofrece una gran ayu- emoción” (Edwards, 1997, 1999); espacio
da para entender estos conceptos en su texto que se corresponde con la junción de las di-
The construction of Social Reality (1995). ferentes líneas que hemos distinguido ut
supra.
En la Psicología discursiva de la emoción
2.3. Psicología discursiva de la emoción el tema más importante es el uso que se da a
las emociones en el discurso, específicamente
“(...) Mettre quelque chose en commun” (Larsson, 1997:32). las acciones y efectos que produce el discurso
emotivo en los marcos relacionales (Buttny,
Después de haber presentado de qué mane- 1993).
ra el socio-construccionismo ayuda a enten- La Psicología discursiva de la emoción se

25
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

constituye a partir de los estudios de autores y la memoria, además de Buttny (1993) y


como Oatley y Jenkins (1992) y los trabajos sus estudios sobre la responsabilidad social
de explicación de la emoción basada en la en la comunicación.
cognición, Coulter (1990) y su bosquejo de Según Edwards (2001, p. 145), “la psi-
la disposición y sensación emotivas y, final- cología de la emoción se convierte en el es-
mente, Garfinkel (1984) con la categoriza- tudio de cómo se utilizan y se hacen rele-
ción de las emociones según los criterios de vantes los términos emocionales en el dis-
racionalidad. curso cotidiano”. Esta definición está am-
Para comprender la Psicología discursiva pliamente argumentada (Edwards, 1997,
hay que retomar algunos autores sociocons- 2000) y compartida (Harré, 1999).
truccionistas que la influencian, de modo Edwards (2000, 2001) estudia la inver-
particular las aportaciones de Harré (1986a). sión emocional en el habla de forma extre-
A pesar de lo que defendemos en este artí- ma, y considera la construcción de reaccio-
culo, la Psicología discursiva y el construc- nes como reacciones emocionales. El tema
cionismo social se han diferenciado en el de las reacciones emocionales viene analiza-
enfoque: mientras que la Psicología discur- do más detalladamente por Bamberg (2005).
siva se ha centrado más en el papel del ha- En los trabajos de Edwards, siempre hay que
bla, el construccionismo social ha puesto su destacar la importancia que tienen las for-
énfasis en las relaciones sociales y en el con- mulaciones de guiones (Edwards, 1997).
texto donde éstas se producen. Hay también Característica principal de la Psicología
quien sostiene (Cortina, 2004) que autores discursiva de la emoción es el uso del análi-
como Lakoff (1980) y Wierzbicka (2008) y sis del discurso, y sus 10 puntos principales
sus modelos cognitivos-semánticos dan im- (Edwards y Potter, 1992).
portantes aportaciones a la Psicología dis- Para una esencial bibliografía sobre la
cursiva, sin que por esto haya que mencio- Psicología discursiva de la emoción, se pue-
nar y dar importancia a los procesos discur- de destacar los siguientes autores como los
sivos. Gergen (1994) encuentra una impor- más representativos: Edwards (1997), Potter
tante relación entre estas dos importantes (2003), Billig (2001), Coulter (1990), Lynch
perspectivas, y propone el modelo cogniti- y Bogen (1996), y Wieder (1974).
vo-semántico y el construccionismo social. Lo que se ha visto en este apartado es una
Los temas psicológicos que analiza prin- muestra representativa de los autores y de
cipalmente la Psicología discursiva de la los trabajos más importantes en la discipli-
emoción son el estudio de las percepciones, na de la Psicología discursiva de la emoción.
de los sentimientos y, por último, de las En el próximo apartado se introduce la pers-
emociones (Edwards, 1997; Iñiguez, 2003; pectiva postconstruccionista en el estudio de
Edwards y Potter, 1992; Edwards, 2000, la emoción.
2001).
El mismo Edwards (2001) cita algunos
antecedentes de la Psicología discursiva de 3. POSTCONSTRUCCIONISMO
la emoción: Pollner (1987) y las inconexio- DE LA EMOCIÓN
nes con la realidad, Wieder (1974) y sus es-
tudios sobre las reglas de los narcotrafican- Ahora bien, después de haber definido qué
tes, Atkinson y Heritage (1984) y sus inves- es una emoción, qué es lenguaje y de qué
tigaciones de la exclamación “¡Oh!” en la re- manera tratan esta relación el construccio-
cepción de nueva información, Lynch y nismo social y, en manera particular, la Psi-
Bogen (1996) y sus estudios sobre el olvido cología discursiva, ponemos la atención en

26
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

los estudios postconstruccionista que en los bricaciones constituidas y sostenidas a tra-


ultimos tiempos han tenido bastante rele- vés los signos corporales y otros medios dis-
vancia en las ciencias sociales. cursivos” (Butler, 1993:136). De esta ma-
Los estudios postconstruccionistas de la nera, la emoción es una performance produ-
emoción se desarrollan principalmente gra- cida a través de estas fabricaciones, actos in-
cias a las aportaciones de Foucault (1966, ternamente discontinuos. Es decir, que las
1984) y Bourdieu (1977). Los teóricos pos- emociones no existen antes de sus performan-
tconstruccionistas rechazan los estudios ce, y el éxito de la copia, o sea el “repetir”
construccionistas para explicar las estructu- una emoción previamente constituida, nun-
ras que están en la base de los fenómenos ca puede ser invocada o acertada, para re-
sociales y se definen principalmente en la producir fielmente el que se cita, es decir,
deconstrucción que hace Derrida del signo. una nueva emoción.
Un aspecto que nos ha parecido muy in- Estos actos o “fabricaciones” se conside-
novador en este ámbito es el tema de la per- ran naturales a través de la ejecución repeti-
formance. Este concepto nos ayuda a enten- da en el tiempo en un conjunto de múlti-
der esta emoción como algo cambiante, no ples interacciones sociales cotidianas. Estos
repetible, propio como el amor en los ro- actos performativos están abiertos a cons-
mances o en la vida real. tante transformaciones y redefiniciones. Los
actos o “fabricaciones” (Butler, 1993) even-
tualmente devienen normativas, y éstas pue-
3.1. Performance y emoción den ser vistas como naturales.
La noción de performance de Butler es
“Al que toca o recita le resulta indispen- deudora del trabajo de John Austin (1955).
sable la presencia de otros: la lábil
performance existe sólo si es vista o Cuando se menciona el concepto de perfor-
escuchada, por lo tanto, sólo en presen- matividad en el lenguaje, sin alguna duda
cia de un ‘público’” (Virno, 2004:42)
hay que citar los trabajos de John Austin.
Cuando se trata el tema de performance en Uno de sus trabajos más representativos y
los estudios postconstruccionistas segura- más pertinentes para mi investigación, es
mente el nombre de Judith Butler es el más “How to do thinghs with words” (1955).
importante. Ya que Butler (1993, 1997) trata Austin distinguió tres tipos de actos que
el tema de las emociones como una evolu- pueden llevarse a cabo con palabras, deno-
ción constante en los discursos. Dando una minándolos actos locucionarios, ilocuciona-
mirada a las emociones en una óptica com- rios y, por último, perlocucionarios. Decir
pletamente innovadora a través el concepto algo es un acto locucionario, pero al mismo
de performance. Aunque en sus textos no tiempo es un acto ilocucionario y a veces
aparece explícitamente el término “emo- perlocucionario. Butler le interesa el acto
ción”, surge de manera espontánea en todos perlocucionario según el cual decir es igual
sus discursos y posturas. a hacer. Donde decir algo es producir efec-
Utilizando el concepto de performan- tos y consecuencias en los sentimientos, los
ce (Butler, 1993), se explora cómo el habla pensamientos o las acciones de uno mismo
crea una necesidad de construir emociones o de los otros. En el mismo texto, Austin
particulares: “Estos actos, gestos, promulga- menciona a los sentimientos y emociones
ciones, generalmente construidos, son per- estipuladas en actos performativos conven-
formativos en el sentido que la esencia o cionales, y en los aspectos elocutivos produ-
identidad que se pretende expresar son fa- cidos de manera performativa. El mismo

27
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

concepto de performance utilizado por Judith gumentábamos anteriormente en la concep-


Butler, no deja de ser un acto locutivo. El ción wittgensteniana de articulaciones lin-
punto implícito en el trabajo de Austin es güísticas espontáneas de nuestras sensacio-
que la performance depende de circunstan- nes. Así como entender que las locuciones
cias más o menos felices, donde su misma son hechos, procesos puramente espontáneos
estructura es parte de sus circunstancias. Butler (Wittgenstein, 1958). Ya que ciertas normas
adopta y extiende esta última noción por- son validas sólo por algunos contexto y sólo
que le importa la fuerza o el poder que estos para algunas personas, no pueden ser dupli-
actos tienen sobre otros individuos y sobre cadas para diferentes situaciones. La políti-
el mismo hablante y, sobre todo, su capaci- ca de la performatividad presupone el po-
dad de producir cambios y transformacio- der iterativo del discurso para producir el
nes intencionales. fenómeno de la emoción, ya que la emo-
Butler le interesa el acto perlocucionario ción no existe antes de decir algo, antes de
donde decir algo es producir efectos y conse- producir discurso.
cuencias en los sentimientos, los pensamien- Nosotros exploramos en nuestra investi-
tos o las acciones de uno mismo o de los otros. gación cómo estas “fabricaciones” hacen
Butler adopta y extiende la noción de emociones. Las emociones así concebidas
performance porque le importa la fuerza o el son un fenómeno construido socialmente,
poder que estos actos tienen sobre otros in- una construcción identitaria donde la au-
dividuos y sobre el mismo hablante y, sobre diencia social performa la manera de com-
todo, por su capacidad de producir cambios portarse (Butler, 1993). Como explicamos
y transformaciones intencionales. Otro con- anteriormente, estas emociones no pre-exis-
cepto muy importante para Butler es el con- ten antes de sus performance, y no pueden
cepto de iteración (Butler, 1993). La autora ser reutilizadas y categorizadas y citadas en
utiliza la teoría de la iterabilidad de Derrida, el futuro (Gregson y Rose, 2000: 438).
ya que le permite profundizar su concepto Otro concepto muy importante para
de performance: “La performatividad no pue- comprender a fondo las obras de Butler, es
de ser entendida fuera de un proceso de ite- el concepto de iteración. Butler (1993) uti-
rabilidad, una regulada y limitada repetición liza la teoría de la iterabilidad de Derrida ya
de normas. (…) Esta iterabilidad implica que que le permite profundizar su concepto de
la performance no es un acto, o evento, performance: “La performatividad no puede
singular, sino que una producción ritualizada ser entendida fuera de un proceso de itera-
(…).” (Butler, 1993:95). En definitiva, “una bilidad, una regulada y limitada repetición,
repetición estilizada de actos” (Butler, 1993: que crea normas. (…) Esta iterabilidad im-
140). plica que la performance no es un acto o even-
El concepto de performatividad en Butler, to singular, sino que es una producción
por tanto, es un intento de encontrar una ritualizada (…).” (Butler, 1993:95). En de-
forma de re-pensar la relación entre las es- finitiva, “una repetición estilizada de actos”
tructuras sociales y los organismos indivi- (Butler, 1993: 140).
duales. En la interpretación de Butler, la El concepto de performatividad en Butler
performatividad se entiende como aquello así definido es un intento de encontrar una
que promueve y sostiene la realización gra- forma más consagrada de re-pensar la rela-
cias a un proceso de iterabilidad o de repeti- ción entre las estructuras sociales y los orga-
ción sometida a ciertas normas. Estas nor- nismos individuales. Butler sostiene que el
mas deben ser entendidas según lo que ar- género es creado a través la performance y

28
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

sugiere que el género no es una identidad diferente que en la escritura. Pero, además,
fija determinada por unas series de diferen- porque la relación del cuerpo con el habla
tes actos, sino más bien una identidad que aunque oblicua, se realiza en la misma emi-
está constituida a lo largo del tiempo y del sión. Aunque escribir y hablar son ambos
espacio a través de una iteración estilizada actos del cuerpo, la marca del cuerpo que se
de actos (Butler, 1993). lee en el texto escrito no siempre deja en claro
Ya que la emoción aún no existe antes de de quién es el cuerpo. El acto de habla, en
decir algo, antes de producir discurso, la cambio, se realiza corporalmente y la simul-
emoción no está. taneidad de la producción y de la exteriori-
Los actos performativos se construyen por zación de la expresión no sólo comunican
la iteración, la persistencia y la estabilidad lo que se dice sino que muestra el cuerpo
pero también por la posibilidad de la ruptu- como el instrumento privilegiado de la ex-
ra, del cambio, de la deconstrucción. Sin presión retórica. En palabras de Felman, que
embargo, la performance no es solamente una Butler retoma, el exceso de discurso debe
actuación, una teatralización o simplemen- leerse junto con, y a veces en contra, del con-
te un realizar. Según Butler, esta iteración tenido preposicional de lo que se dice. Lue-
instituye un sujeto a la vez que es su condi- go, la relación acto de habla / acto del cuer-
ción de temporalidad. No se trata de un acto po pone en su justo lugar al cuerpo, sus ges-
singular o de un acontecimiento, sino de una tos, su estética y su saber inconsciente, como
producción ritualizada, de una iteración re- el sitio de la reconstrucción del sentido prác-
petida bajo ciertas condiciones de prohibi- tico, sin el cual la realidad social no puede
ción y de tabú, que nunca determinan al constituirse como tal. Al final una emoción
sujeto por completo (Femenías, 2003). Jus- para a ser externa no es sólo un enunciado,
tamente ahí, continua Femenías (2003), sino una performance completa, según la
ancla la capacidad política y transforma- concepción de Judith Butler. El “te quiero”
dora de las enunciaciones capaces de reins- es una expresión total del propio cuerpo, y
cribir nuevos significados. En sentido estric- no sólo un simple enunciado.
to, la fuerza de los performativos deriva de El concepto de performance, aplicado por
su ruptura con los contextos anteriores y de ejemplo en los relatos de pacientes esquizo-
su capacidad de asumir ilimitadamente otros frénicos, en los estudios de Ivan Leudar, se
nuevos. puede comprender esta iteración. Leudar
Efectivamente, distanciándose de Austin analiza la “voz” que oyen los pacientes es-
y de Derrida, Butler sostiene que lo que cons- quizofrénicos, y cómo cambia en los rela-
tituye la verdadera fuerza de los performati- tos, apareciendo y desapareciendo continua-
vos no se corresponde con la formulación mente, cambiando de forma e intensidad,
de ninguno de ellos. No obstante, ambos nunca aparece de la misma manera. Esta
puntos de vista, tomados en conjunto, la lle- “voz” es posible entenderla como una emo-
van a proponer una teoría de la iterabilidad ción, que nunca se encuentra en el mismo
social de los actos de habla. Para ello, reco- nivel de violencia y presencia para los pa-
noce apelar a las articulaciones de Toni cientes esquizofrénicos, así como compren-
Morrison y Shoshana Felman sobre el esta- der el proceso de iteración que constituye la
tus de los actos de habla como actos corpo- performance (en el próximo apartado se pro-
rales. Que el habla no es igual que la escri- fundizará más el tema de “oír” voces).
tura parece claro, sostiene Butler, porque el Otro ejemplo muy útil para entender el
cuerpo está presente en el habla de un modo concepto de performance son los documen-

29
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

tos visuales sobre Scientology, en el grupo Así que los actos, gestos, códigos, en ge-
Discourse Unit coordenado por Ian Parker. neral son performativos en el sentido de que
En estos documentos visuales ha sido posi- la esencia o la identidad que pretenden ex-
ble comprender que las emociones nunca presar de otra manera son productos fabri-
están bien definidas y, sobre todo, son algo cados y sostenidos mediante signos corpó-
que se transforman continuamente en los reos y otros medios discursivos (Butler,
relatos emocionales, un concepto en cons- 1993:136). Pero esto no quiere decir que
tante evolución, siempre diferente. En el según Butler el cuerpo es reducible al len-
grupo del Discourse Unit se ha podido com- guaje, sino que el lenguaje emerge del cuer-
prender cómo la performance emocional po (Butler, 2003:198). Así que se puede afir-
pueda emerger en los relatos. Se ha analiza- mar que para Butler el concepto de perfor-
do el documental realizado por la BBC matividad no está elaborado “sólo por actos
“Scientology and me”, donde la relación discursivos, sino también actos corporales”
entre los entrevistados y los entrevistadores (Butler, 2003:198). La relación entre los dos
es muy ambigua, y esta ambigüedad está es bastante complicada, y Butler la define
construida por el cambio de manera conti- “chiasmus” (Butler, 1993). Esto hace que
nua de los relatos emocionales entre entre- “exista siempre una dimensión de la vida
vistados y entrevistadores. Este cambio con- corporal que no puede ser plenamente re-
tinuo se ha entendido como una construc- presentada (Butler, 2003:1999).
ción y deconstrucción dinámica y abierta, A esto Butler agrega la fuerza ilocuciona-
es decir, una performance. De esta manera, ria que sostienen cada emisión y que reside,
el concepto de performance lo he podido precisamente, en que lo que se dice no es
entender en términos de estudios de las separable de la fuerza del cuerpo. Se trata,
emociones. por tanto, de unos actos corporales. Si todo
Es importante comprender que “la per- acto de habla se realiza corporalmente, no
formatividad no es un acto único, sino una sólo se comunica lo que se dice sino que el
repetición y un ritual que logra su efecto cuerpo constituye un instrumento retórico
mediante su naturalización en el contexto privilegiado de la expresión. Un acto per-
del cuerpo” (Butler, 1993:15). Ya que el cuer- formativo es una práctica discursiva, en el
po no es un “hecho” para Butler (1990), sino sentido de que se trata de un acto lingüísti-
una frontera variable, regulada políticamen- co que, por lo tanto, está constantemente
te, una práctica significativa. Esto permite sujeto a interpretación. El acto performati-
alcanzar el tema de las emociones en la tec- vo debe ser ejecutado como una obra tea-
nociencia, ya que los términos de techno- tral, presentándose a un público e
disembodiment y máquina afectiva tienen interpretándose según unas normas prees-
mucho a que ver con este elemento de “cor- tablecidas; el acto performativo produce a
polaridad” con las emociones, como se verá su vez unos efectos, es decir, construye la
más adelante. realidad como consecuencia del acto que es
Además Butler propone una distinción ejecutado (Butler, 1997).
crucial entre expresión y performance. Ya que Este concepto de performance no ha sido
los actos, de diferentes formas, que el cuer- utilizado sólo para estudios de género, hay
po presenta o produce en sus significacio- una narrativa muy vasta sobre el uso del con-
nes culturales, son performativos, que no cepto de performance butleriano en las cien-
pre-existen la identidad en que el acto pue- cias sociales. Hasta geógrafos en los últimos
de ser medido, es un acto que no puede ser años utilizan este concepto para explicar, por
ni verdadero ni falso, ni real ni aparente. ejemplo, la construcción social identitaria en

30
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

los espacios geográficos humanos (Gregson La performance de Joan Jonas, por ejemplo,
y Rose, 2000: 434). Porque en la construc- plantea un paisaje anacrónico de tecnología
ción identitaria, la performance juega un va- y emociones, las video-performances. La ar-
lor central, está constituida por miradas, tista trabaja constantemente en la elabora-
personalidades y emociones, y todo esto vie- ción y reinstalación de cada una de sus obras,
ne manipulado por las identidades. Ser “ama- añadiendo y sustrayendo, destilando nuevos
bles”, “simpáticos”, son conceptos que vie- significados y composiciones para cada una
nen modificados, manipulados según dife- de sus obras como si fueran actuaciones en
rentes personas (Guyatt, 2005). Victoria directo. Así que la obra no se encuentra nun-
Guyatt (2005) propone un estudio de géne- ca en un estado definitivo, continuamente
ro sobre los trabajadores en un pub en Nue- se encuentra en un estado de iteración.
va Zelanda, haciendo una distinción de Cómo diría Hannah Arendt: “Las artes que
emociones entre trabajadores y trabajadoras. no realizan ninguna ‘obra’ tienen una gran
Si las chicas se mueven en un contexto emo- afinidad con la política. Los artistas que las
cional absolutamente positivo, de chicas practican –bailarines, actores, músicos y si-
“majas”, amables y simpáticas. Por otro lado, milares– necesitan de un público al cual
los chicos tienen que aparecer como “vio- mostrar su virtuosismo, como los hombres
lentos”, agresivos, fuertes y “kicking ass”. que actúan políticamente necesitan de otros,
Estas dos diferentes construcciones identi- ante cuya presencia comparecer” (Arendt,
tarias de género tienen que ser vistas como 1961:211).
una performance constante y progresiva en También la formulación de Averill (1982)
sus tareas naturales de trabajadoras y traba- de entender las emociones como roles so-
jadores de un pub. Estas fabricaciones emo- ciales, puede ser enfatizada con la función
cionales constituyen la identidad de género performativa de las emociones, así como
(Butler, 1993). Estas fabricaciones o actos poder concebir el discurso emocional con
son simplemente naturales iteraciones de las emociones en sí mismas. Por ejemplo, se
performance a lo largo del tiempo, de múlti- puede considerar el amor como una emo-
ples maneras de vivir las interacciones coti- ción, una ulterior performance. El caer en
dianas (Butler, 1993). Estas performance son amor, “falling in love”, el enamorarse es una
reglamentadas, pero al mismo tiempo son fabricación más del mundo. James Averill
inestables, y alteradas por posicionamientos (1982) sugiere que las emociones son unas
subjetivos que pueden ser adoptados a lo improvisaciones basadas en la interpretación
largo de la performance. que el individuo hace de la situación. Estas
Otro ejemplo de estas múltiples maneras improvisaciones e interpretaciones ocurren
de entender la performance la se puede en- en contextos sociales, en las experiencias
contrar por ejemplo en las obras de la artista cotidianas. Así que el enamoramiento es la
Joan Jonas (MACBA, 2008). Artista pione- adopción del rol social de la performance de
ra en la práctica de la performance, que plan- algunos comportamientos según Paul E.
tea una lectura de su trabajo a través la rela- Griffiths (1997). Otro ejemplo bastante per-
ción entre su práctica performativa y el ori- tinente es lo que proponen Leudar et al.
gen de la instalación de video como género. (2008). Estos autores tratan el tema de las
Sus obras remiten a sí misma, al cuerpo de emociones como una comunicación cons-
la artista, sus avatares, transformaciones, tante en el lenguaje cotidiano. De esta ma-
deformaciones y reconstrucciones a través de nera se entiende los relatos de los niños que
su alter ego, de abstracciones de lo femeni- no pueden expresar su ansiedad en la mane-
no o de la contraposición de roles sexuados. ra convencional, inmediatamente obvia o de-

31
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

liberada. Schegloff (1972), por su parte, su- pectivas, la histórica y la discursva. Si recor-
pone unas propiedades secuenciales del ha- damos bien, en la histórica se decía que hay
bla-en-interacción. Sostiene que los mons- emociones que cambian en el tiempo, y este
truos de que habla Abu, el niño que aparece cambio es debido al discurso, la perspectiva
en el análisis, son monstruos buenos, amis- discursiva. Los dos puntos de vista se han
tosos por algunos y malos por otros niños. podido entender a través de la disciplina
Monstruos que aparecen y desaparecen de denominada Psicologia discursiva. Este cam-
la vida de Abu. Emociones, ansiedad que van bio, esta evolución, o estas emociones que
y vuelven continuamente. Estos monstruos desaparecen se pueden entender pero sólo a
se pueden considerarlos como performance. través los estudios postconstruccionistas. La
El análisis que tratan los autores parece de- performance es un ejemplo cuando entende-
cir que todo el mundo tiene sentimientos, mos que hay algunas emociones que apare-
que todo el mundo tiene estos monstruos, cen, y otras que desaparecen en el lenguaje
pero nadie sabe bien cómo enfrentarse a ordinario. Ya que las emociones son narrati-
ellos. En este caso particular, los niños reac- vas, son relatos de acciones (Oatley y Jenkins,
cionan en manera diferente respecto a la 1992:75).
conducta normal. La ansiedad para estos Las emociones son unas experiencias cor-
niños se convierte en los monstruos, terro- porales que no pueden ser separadas de los
ríficos e impulsivos. Es lo que G.H. Mead contextos socio-culturales en que nos encon-
(1934) define como una “conversación de tramos. Es por este motivo que considera-
emociones”, estos particulares comporta- mos importante ver cómo las emociones han
mientos que vienen expresados en términos cambiado a lo largo de los años. Es una ma-
expresivos en grupos de interacción. Estos nera de entender las emociones en una pers-
relatos hechos con emociones, “agitan” emo- pectiva histórica-discursiva y ver los cambios
ciones en los demás (Wittgenstein, 1980). con el pasar del tiempo, también se puede
Son las actividades de los niños que re-des- entender esta visión cómo una performance
criben las propias emociones relevantes, una en el habla cotidiana. Existen términos emo-
performance continua, que representan es- cionales que nuestras generaciones ya no
pecíficos y diferentes lenguajes, diferentes utilizan, los utilizamos pero con otros tér-
maneras de enfrentarse con los propios minos que han sustituido a los anteriores en
monstruos. la arena discursiva. Porque las emociones
devienen obsoletas, pasadas de moda, com-
pletamente out. Las emociones evolucionan
3.2. La performance de las emociones o desaparecen a lo largo del tiempo, y lo
en el tiempo hacen siempre bajo el concepto de perfor-
mance en nuestros relatos cotidianos. Cada
Llegados a estas últimas fases de este traba- lengua nos ofrece ejemplos de emociones que
jo, y después haber definido los varios pasa- han desaparecido, que ya no existen más en
jes, y juntos a la conclusión que las emocio- nuestros discursos. Por ejemplo, el término
nes tienen una fuerte relación con el len- “acidia” o el término “nostalgia”, unas emo-
guaje, sobre todo bajo el concepto de per- ciones extintas más en la arena discursiva.
formance, ahora nos centraremos en qué sig- En uso desde el siglo XIII hasta el siglo
nifica todo esto, y cuales son los “efectos” en XVI, a día de hoy, el término acidia tiene
el lenguaje cotidiano. Decíamos anterior- sinónimos como pereza, vagancia, desinte-
mente, cuando tratamos el tema del cons- rés, pero no equivale a lo mismo. Acidia se
truccionismo social, que existen dos pers- refiere a emociones asociadas con la pérdida

32
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

de la motivación intrínseca hacia los pro- no hay que sorprenderse si las emociones
pios deberes religiosos (Robert, 2003:245). aparecen y desaparecen en la arena discursi-
En la literatura se puede encontrar el térmi- va. Esta performance constante hace que apa-
no “acidia” en el Don Quijote de Cervantes. rezcan nuevas emociones en la arena discur-
El término “acidia”, rescatado en los últimos siva.
años por Giorgio Agamben (1995), para Robert (2003: 160) sostiene que las emo-
designar el estado que ubica entre el duelo y ciones generan acciones, sobre todo referi-
la melancolía: “Durante toda la Edad Me- das por las palabras que generan estas mis-
dia, un azote peor que la peste que infecta a mas emociones. En este sentido, las emo-
los castillos, las villas y los palacios de la ciu- ciones, o la palabras que se refieren a las
dad del mundo se abate sobre las moradas emociones no son las mismas en un aula de
de la vida espiritual, penetra en las celdas y la Universidad de Chicago o en un monas-
en los claustros de los monasterios, en las terio medieval en España (Roberts, 2003:
tebaidas de los eremitas, en las trapas de los 183). Cambian en el tiempo y en el espacio,
reclusos. Acedia, tristitia, taedium vitae, desi- es decir, en el contexto en el que se generan.
dia son los nombres que los Padres de la Igle- Las emociones van cambiando en el len-
sia dan a la muerte que induce en el alma”. guaje natural y espontáneo de la vida coti-
La acidia pertenece también a los siete peca- diana. Nuevos términos entran en la arena
dos capitales, y que muchas veces venía re- discursiva gracias a la performance que se ha
lacionado a Dios (Edwards, 1997). Pero en tratado anteriormente, y nuevos ámbitos se
nuestros dias está emoción está completa- van produciendo. Así que las emociones, por
mente desaparecida, y es muy dificil encon- ejemplo, empiezan a introducirse en los re-
trarla. Ahora existen otros sinónimos como latos tecnológicos como una performance más
pereza, pero podemos entender perfecta- en el habla cotidiana. Historias de amor de-
mente que no es lo mismo. Así que el termi- lante de una pantalla plana, son al orden del
no “acidia” desapareció en el uso contem- dia.
poráneo. El concepto de performance relacionado
Otro ejemplo es el término “melancolía”. con las TIC produce una nueva narrativa
Nuestros antepasados hacían un uso frecuen- en las ciencias sociales, como el techno-
te de esta palabra, expresaban muchas veces disembodiment y la máquina afectiva. Sólo
esta emoción, pero no nuestras generacio- en los últimos años se ha comprendido que
nes (Robert, 2003:160). Es muy fácil poder las emociones y las nuevas tecnologías tie-
recordar nuestros abuelos pronunciar este nen una relación muy estrecha. Sobre todo
término en sus relatos, pero nosotros ya no en el tema de la afectividad, por ejemplo, en
lo utilizamos. Ahora melancolía parece ha- las entrevistas de usuarios y usuarias de
ber pasado de moda. No aparece en nues- locutorios en la ciudad de Barcelona en el
tros discursos cotidianos. Ni aparece en las marco del proyecto GESCIT, se ha podido
canciones que en un pasado no muy lejano entender este tema a través de la entrevista
hacían un uso frecuente de este término. de una madre inmigrante que habla por te-
Ahora melancolía está sustituido en el len- léfono con sus hijos y su familia en su país
guaje cotidiano con términos cómo tristeza, de origen, llorando, o el caso en que una
depresión, soledad. joven inmigrada “sale de fiesta” con sus ami-
La presentación de estos dos ejemplos sir- gos del país de origen conectados en la Red.
ve para apoyar la tesis de que las emociones Las emociones son unas experiencias cor-
tienen que ser interpretadas en el contexto porales que no pueden ser separadas de los
social en que se producen, de esta manera contextos socio-culturales en que nos encon-

33
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

tramos. Es por este motivo que considera- Las emociones van cambiando en el len-
mos importante constatar que las emocio- guaje natural y espontáneo de la vida coti-
nes han cambiado durante el paso de los diana. Nuevos términos entran en la arena
años. Es una manera de entender las emo- discursiva gracias a la performance y nuevos
ciones en una perspectiva histórica, y ver los ámbitos se van produciendo, como por ejem-
cambios con el pasar del tiempo, también plo en el sector tecnológico. Así es que las
esta visión se puede entender como una per- emociones empiezan a introducirse en los
formance en el habla cotidiana. Existen tér- relatos tecnológicos como una performance más
minos emocionales que nuestras generacio- en el habla cotidiana. El concepto de perfor-
nes ya no utilizan, utilizamos sin embargo mance relacionado con las TIC produce una
otros términos que han sustituido los ante- nueva narrativa en las ciencias sociales como
riores en la arena discursiva. ¿Por qué las el techno-disembodiment y la máquina afectiva.
emociones devienen obsoletas, fuera de Sólo en los últimos años se ha comprendido
moda, completamente out? Las emociones que las emociones y las nuevas tecnologías
evolucionan o desaparecen a lo largo del tiem- tienen una relación muy estrecha. Sobre todo
po, y lo hacen a partir de la performance en en el tema de la afectividad, hemos tenido
nuestros relatos cotidianos. Cada lengua nos oportunidad de observar múltiples veces
ofrece ejemplos de emociones que han des- como, por ejemplo, cuando una madre ha-
aparecido, que ya no existen en nuestro dis- bla por teléfono con sus hijos y su familia en
curso. Por ejemplo el término “acidia” o el el país de origen llorando, o el caso de una
termino “nostalgia”, unas emociones extin- joven inmigrada que “sale de fiesta” con sus
tas en la arena discursiva. amigos del país de origen conectados en la
Red, o una conversación en chat entre jóve-
nes enamorados a mil kilómetros de distan-
3.3. La última frontera emocional: cia.
la tecnociencia Los ejemplos que hemos enseñado en el
párrafo anterior sirven para apoyar la tesis
Hemos entendido en esta revisión las emo- que las emociones tienen que ser interpreta-
ciones como una práctica textual, una tra- das en el contexto social en que se produ-
yectoria de evolución semántica. Así que uno cen, de esta manera no hay que sorprender-
de los objetivos para un investigador en este se si las emociones aparecen y desaparecen
ámbito sería buscar los discursos emociona- en la arena discursiva. Un campo muy re-
les en la vida contemporánea, adoptando una ciente de investigación en el tema de la emo-
perspectiva histórica que concierna cómo el ción es el de la tecnociencia. Mike Michael
discurso de las emociones está sujeto al te- (1996, 2000, 2004, 2006) con una postura
rreno socio-lingüístico. Comprender que la de claro método semiótico reconoce las emo-
performance está sujeta a la potencia del dis- ciones como materia afectiva.
curso de las emociones. El discurso de las En la tecnociencia el tema de las emocio-
emociones se llena de discursos sobre metá- nes está relacionado también con la concep-
foras y nuevas concepciones para articular y ción semántica del concepto de embodiment,
comprender las emociones en el léxico. Con- aunque no considerando su trato cognitivo
ceptos como techno-disembodiment, human- y centrándose sobre todo en su parte comu-
affective machine hacen parte del lado tecno- nicativa y lingüística, así como utilizando
científico de las emociones, son ejemplos de este concepto, sobre todo, desde el punto
nuevas performance, nuevas emociones que de vista de la tecnociencia. Los principales
aparecen en el arena discursiva. autores que tratan esta cuestión son Haworth

34
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

(1990), Niedenthal et al. (2005), Prinz tactar con alguien que ya conocemos, pero
(2005), Lyon (1999), Katz (1996), Harré y entrar en una dimensión más íntima donde
su texto The necessity of personhood as es posible expresar nuestras emociones más
embodied being (1995), Malin y Peterson escondidas. Y todo a través el lenguaje, bajo
(2001) y Haworth (1990). el concepto de performance, así que este ra-
El concepto de embodiment también tie- zonamiento nos permite repensar en otros
ne una acepción más extrema, que es el términos las relaciones afectivas, el aspecto
techno-disembodiment. Esto concepto está íntimo en las nuevas tecnologías. Las emo-
trabajado sobre todo por James y Carkeek ciones en que nos encontramos cuando es-
(1997a; 1997b). tamos delante de una pantalla plana. El con-
Estos diferentes discursos sobre los afec- cepto de disclosure es la emoción principal
tos y las emociones en la tecnociencia, se la que nos provoca el medio tecnológico.
pueden ver en el contexto particular que Como hemos podido ver en las varias entre-
ofrece Nicolás Rose con el concepto de ma- vistas analizadas en los proyectos de nuestro
teria afectiva (Rose, 1983) y la figura de la grupo de investigación Gescit y JovenTic,
máquina que construye el individuo, la má- por ejemplo, muchos de los entrevistados
quina afectiva. Esta visión viene también afirman que son capaces de decir cosas a sus
encarnada por la figura del cyborg que ofre- conocidos delante de una pantalla que difí-
ce Haraway (1990, 1995) y Hollinger cilmente se lo dirían en persona. Si pensa-
(2000). También Gergen (1990) da una re- mos en todo esto en términos afectivos-emo-
interpretación de materia afectiva en la so- cionales, podemos entender la fundamental
ciedad posmoderna. importancia que tienen estos aspectos en las
Steve Brown y Paul Stenner (2001; relaciones afectivas.
Brown, 2005) hablan de emociones colecti- Las tecnologías informáticas miden,
vas en la tecnociencia y en la sociedad del cuantifican e identifican los estados emocio-
consumo, retomando los escritos de Spinoza nales y afectivos, y la comunicación de estos
y también de autores más recientes como afectos en tiempo real entre personas y, en
Schaub (1933), bajo el concepto de materia consecuencia, entre máquinas. El concepto
afectiva que deviene ser humano-máquina. de techno-disembodiment, según la definición
Cuando se trata el tema de las emocio- de James y Carkeek (1997), es “una crecien-
nes y el lenguaje en la tecnociencia hay un te abstracción de la forma en que vivimos
aspecto muy importante, sobre todo si nos nuestros cuerpos y una generalización de la
centramos en la emoción del amor, que es el mediación tecnológica de las relaciones so-
disclosure (Aviram, Amichai-Hamburger, ciales” (James y Carkeek, 1997:107). James
2005; Qian y Scott, 2007). Es uno de los y Carkeek (1997:109) sostiene que la fuerza
aspectos fundamentales que hemos encon- de este concepto es relacionado a un aspec-
trado a lo largo de nuestros análisis como to emocional residual dependiente de la car-
grupo de investigación. Lo que nos fascina ga erótica-romántica, por ejemplo la techno-
al hablar con un desconocido o con alguien sexuality (James y Carkeek, 1997). Relacio-
que ya conocemos, pero que sólo a través de nes sexuales sin la presencia de otra persona
una pantalla podemos decirle cosas que nun- o la representación tecnológica de un órga-
ca diríamos de persona. Sobre todo en ma- no sexual, la amplia gama de prácticas
teria afectiva. Esto nos permite entender el de telephone-sex y chat-sex hasta la cirugía
éxito que tienen el uso de estas tecnologias estética, estos ejemplos ilustran un emergen-
en diferentes aspectos de la vida. Fenóme- te desarrollo, pero ya generalizado en estos
nos como el Facebook garantizan eso, con- tiempos posmodernos. Estas prácticas son

35
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

parte del fenómeno más amplio de techno- güística.


disembodiment, una creciente abstracción de Todos estos campos de las ciencias socia-
la forma en que vivimos nuestros cuerpos y les han servido para llegar al construccionis-
una generalización de la mediación tecno- mo social de las emociones. Ya que es im-
lógica de las relaciones sociales (James y portante comprender que es imposible ha-
Carkeek, 1997). blar de construccionismo social de las emo-
Rose (1983) sostiene que las tecnologías ciones sin tener en cuenta de estos antece-
relacionan a los seres humanos pueden me- dentes, y estas aportaciones.
dir, cuantificar e identificar los estados emo- Como hemos dicho a lo largo de este tra-
cionales y comunicar con ellos en términos bajo, expresar emociones significa meter algo
emocionales en tiempo real entre persona y en común con los demás. Hemos visto tam-
ordenador. Un ejemplo de affective machine es bién cómo una performance emocional,
la construcción de sistemas tecnológicos que como lo es el amor, cambia a través este cam-
pueden relacionarse con los seres humanos bio histórico-discursivo. En cuanto perfor-
y transmitir cambios biopsicológicos, por mance, el amor siempre depende de los ges-
ejemplo el uso de zapatos, pulseras, camise- tos no verbales, y a cómo el Otro responde.
tas que perciben y transmiten al individuo Algo en estos gestos que quieres no hacer
estos cambios, de manera que su estado nunca, en cuanto performance, difícilmente
emocional cambie en sus contextos sociales. se repiteran de la misma forma. Estos gestos
Éstos son los gadgets de una única fase en la no traducibles a palabra. Todo pasa para
interacción entre hombre-máquina. poder vivir realmente las emociones en el
También el consumo de las tecnologías espacio intersubjetivo. Gracias al concepto
es una posible emoción. El simple término de performance, elaborado por Judith Butler,
“iPod” es una emoción en nuestro relatos hemos entendido cómo las emociones no
cotidiano. El considerar las emociones como son algo fijo, definido y estático, sino que
un producto de consumo es un aspecto que están en constante evolución, cumplen con-
ha tenido bastante éxito en los trabajos de la tinuamente un proceso de iteración, y lo
última década (Belli e Iñiguez-Rueda, 2008). hacen a través del lenguaje natural y subjeti-
Como se ha dicho anteriormente las emo- vo. Esta constante iteración hace que las
ciones no sólo devienen obsoletas, sino que emociones aparecezcan y desaparezcan de la
nuevas formulaciones entran en la arena dis- arena discursiva. Dejando olvidadas algunas
cursiva. (acidia) y descubriendone nuevas (la tecno-
ciencia). Considerando las emociones como
una evolución constante en los discursos
DISCUSIÓN cotidianos. Esta evolución constante en el
discurso, en la actualidad, tiene su máxima
Cómo sustentamos en un anterior artículo expresión en la tecnociencia. De hecho, el
(Belli & Iñiguez, 2008), las emociones tie- término emoción se puede relacionar con
nen una fuerte relación con el lenguaje. Se ámbitos muy concretos en la tecnociencia,
pueden expresar emociones a través del len- de esta manera nuevas expresiones emocio-
guaje. Es por esta razón que creemos funda- nales entran en juego en la arena discursiva.
mental en este articulo profundizar como, El nacimiento de conceptos como techno-
desde diferentes disciplinas de las ciencias disembodiment, o la relación emocional en-
sociales, se han aportado importantes con- tre individuos y nuevas tecnologías, es de-
tribuciones a esta tesis. Sobre todo por la cir, el concepto de máquina-afectiva de
filosofía, la psicología, la sociología y la lin- Nikolas Rose, son sólo algunos ejemplos de

36
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

ello que nos introducen en el ámbito actual amor es una variable, cambia continuamen-
de la tecnociencia. O el concepto de disclosure, te, nunca está al mismo nivel, nunca se pue-
útil para pensar al amor en el era de la tec- de buscar una única definición de amor com-
nociencia. partida por todo el mundo. Es una perfor-
Podemos concluir diciendo que hemos mance continua y constante. Para cada indi-
definido en esta revisión bilbiografica una viduo existe una versión del amor que cam-
posibilidad de contingencia de esta relación bia continuamente, cambia en el tiempo,
entre emociones y lenguaje, y que la consi- cambia respecto a la persona que tienes a tu
deramos como una ruptura o continuación lado.
del construccionismo social, es decir, el
postconstruccionismo, tratado en la última
parte del artículo, donde encontramos, en REFERENCIAS
el concepto de performance de Judith Butler,
la relación directa entre emoción, lenguaje AGAMBEN, G. (1995). Homo sacer: Il potere
y su respectiva variación. El fin último de sovrano e la nuda vita. Italia: Einaudi.
esta performance es su acercamiento a la tec- ARENDT, H. (1961). The crisis in culture.
Between Past and Future. New York: Viking
nociencia. Consideramos imposible hablar
Press.
de tecnociencia y performance sin tener en ARMON-JONES, C. (1986). The thesis of con-
cuenta todo este proceso. Por esta razón he- structionism. The Thesis of Construction-
mos querido hacer este recorrido, para lle- ism, in R. HARRÉ (ed) The Social Construc-
gar a estas conclusiones, ya que nos permiti- tion of Emotion. Oxford: Blackwell.
rá avanzar con nuestras futuras investigacio- ARNOLD, M. & GASSON, J. (1954). The
nes sobre el tema de las emociones y el len- human person. New York: Ronald.
guaje en las nuevas tecnologias. ATKINSON, J. M. & HERITAGE, J. (1984).
Bauman (2006) sostiene que las emocio- Structures of social action: Studies in con-
nes son variables y traviesas, pierden ímpetu versation analysis. Cambridge: Cambridge
con gran rapidez, tienden a ser desviadas del University Press.
objetivo inicial a la más mínima distracción. AUSTIN, J. (1998). How to do things with
El amor es como la sed, acaba siempre por words. Pragmatics: Critical Concepts, Lon-
don: Routledge
saciarse. Como también entender que las
AVERILL, J. R. (1982). The structural bases of
emociones son notoriamente veleidosas, emotional behavior. Emotion, 1,24.
pueden cambiar por completo. Las muche- ________. (1988). Disorders of emotion. Jour-
dumbres que se forman para linchar a al- nal of Social and Clinical Psychology, 6(3-
guien no son fiables; a veces pueden sentirse 4), 247-268.
conmovidas por la pena. Las emociones son AVIRAM, I. & AMICHAI-HAMBURGER, Y.
múltiples y hablan con voces diferentes y, a (2005). Online infidelity: Aspects of dyadic
menudo, discordantes, y es por este motivo satisfaction, self-disclosure, and narcissism.
que Max Weber, en su obra más conocida Journal of Computer-Mediated Communi-
La ética protestante y el espíritu del capitalis- cation, 10(3)
mo (1903), menciona la razón como elemen- BAMBERG, M. (2005). Narrative discourse and
to fundamental para la buena sobrevivencia identities. Narratology Beyond Literary Criti-
cism: Mediality, Disciplinarity. New York:
de la sociedad, porque la razón, a diferencia
Walter de Gruyter.
de las emociones, es una y tiene un única BAUMAN, Z. (ed). (2006). Liquid fear. Cam-
voz. Porque las emociones son una perfor- bridge: Polity Press ed.
mance continua, cada intento de repetirlas BAX, M. M. H. (1986). Expressive encoding of
está destinado a fracasar. Como sabemos, el

37
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

value judgements and the projection of agree- emotions. American Journal of Sociology,
ment in the context of conversation. Argu- 94(2; 2), 415-417.
mentation: Proceedings of the Conference CORTINA, A. (2004). The jealousy passion: A
on Argumentation. semiotic discourse analysis. [A paixao do
BELLI, S., & IÑIGUEZ-RUEDA, L. (2008). ciume: analise semiotica do discurso] Alfa:
El estudio psicosocial de las emociones: Una Revista de Linguística, 48, 2, 48(2), 79-94.
revisión y discusión de la investigación ac- COULTER, J. (1990). Mind in action. Oxford:
tual. Psico, 39(2), 139-151. Polity Press ed.
BERGER, P., & LUCKMANN, T. (2003 / DANES, F. (1994). Involvement with language
1966). La construcción social de la realidad, and in language. Journal of Pragmatics, 22,
Buenos Aires: Amorrortu editores. 3-4, Oct, 22(3-4), 251-264.
BERNARD, L. L., & BERNARD, J. S. (1932). DARWIN, C. (1872). The expression of the
Pereira. Emociones y evocaciones (Book re- emotions in man and animals. London:
view). Social Forces, 11(1), 594-594. Murray.
BESNIER, N. (1990). Language and affect. DICKINSON, R. & O’SHAUGHNESSY, J.
Annual Review of Anthropology, 19, 419- (1997). Reviews and communication. Jour-
451. nal of Macromarketing, 17(2), 116.
BILLIG, M. (1987). Arguing and thinking. EDWARDS, D. (1997). Discourse and cogni-
Cambridge: Cambridge University Press. tion. London: Sage Publications ed.
BOURDIEU, P. (1977). Outline of a theory of EDWARDS, D. (2000). Extreme case formula-
practice. Cambridge: Cambridge Univ Press. tions: Softeners, investment, and doing
BRAIDOTTI, R. (2000). The way we were: nonliteral. Research on Language & Social
Some post-structuralist memoirs. Women’s Interaction, 33(4), 347-373.
Studies International Forum, 23, 715-728. EDWARDS, D. (2001). Reading Seventeen. In
BROWN, S. D. (2005). Collective emotions: by M. WETHERELL, S. TAYLOR, S. J.
Artaud’s nerves. Culture and Organization, YATES (eds) Discourse Theory and Practice:
11(4), 235-247. A Reader. London: Sage Publications Ltd.
BROWN, S. D., & STENNER, P. (2001). Be- EDWARDS, D. D., & POTTER, J. (1992).
ing affected: Spinoza and the psychology of Discursive psychology. London: Sage Publi-
emotion. International Journal of Group cations Ltd.
Tensions, 30(1), 81-105. EKMAN, P. (1982). Emotion in the human face.
BUTLER, J. P. (1993). Bodies that matter: On New York: Cambridge University Press.
the discursive limits of sex. London: Rout- FEMENÍAS, M. L. (2003). Judith Butler:
ledge. Introducción a su lectura. España: Catálogos.
BUTLER, J. (1997). Excitable speech: A poli- FOUCAULT, M. (1966). Las palabras y las
tics of the performative. New York: Rout- cosas. México: Siglo XXI.
ledge. FOUCAULT, M. (1984). L’uso dei piaceri. storia
BUTLER, J. (2003). Gender trouble. In ANN della sessualitá 2. Milano: Feltrinelli.
J. CAHILL and JENNIFER HANSEN FRIJDA, N. (1986). The emotions. studies in
(eds), Continental Feminism Reader. Row- emotion and social interaction. New York:
man & Littlefield. Cambridge University Press.
BUTTNY, R. (1993). Social accountability in GARFINKEL, H. (1984). Studies in
communication. London: Sage Publications. ethnomethodology. UK: Polity Press Cam-
CANNON, W. (1927). The james-lange theory bridge.
of emotions. American Journal of Psychol- GERGEN, K. J. (1990). Affect and organization
ogy, 39, 115-124. in postmodern society. In S. SRIVASTVA, &
CHANCE, C. & FIESE, B. (1999). Gender- D. D. L. COOPERRIDER (eds), Apprecia-
stereotyped lessons about emotion in family tive management and leadership: The power
narratives. Narrative Inquiry, 9(2), 243-255. of positive thought and action in organiza-
CLARK, C. (1988). The social construction of

38
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

tions. (pp. 153-174). San Francisco: Jossey- nale for the natural sciences. Oxford:
Bass. Blackwell.
GERGEN, K. J. (1994). Realities and relation- ________. (1989). Language and the science
ship. Cambridge: Harvard University Press. of psychology. Journal of Social Behavior &
GIBBS, R. W. J. (2006). Embodiment and cog- Personality, 4(3), 165-188.
nitive science. Cambridge, MA: Cambridge ________. (1994). Physical being: A theory for
University Press. a corporeal psychology. Oxford: Blackwell
GOOD, M. D., GOOD, B. J., & FISCHER, Publishers.
M. M. J. (1988). Introduction: Discourse ________. (1995). The necessity of personhood
and the study of emotion, illness and heal- as embodied being. Theory & Psychology,
ing. Culture, Medicine and Psychiatry, 1988, 5, 369-373.
12, 1, Mar, 12(1), 1-7. ________. (1999). The fabric of self: A theory
GREEN, O. (1970). The expression of emo- of ethics and emotions (book). American
tion. Mind, 551-568. Journal of Sociology, 105(1; 1), 250.
GREENWOOD, J. D. (1992). The social con- HARRÉ, R., & FINLAY-JONES, R. (1986).
stitution of emotion. New Ideas in Psychol- Emotion talk across times. The Social Con-
ogy, 10(1), 1-18. struction of Emotions, In R. Harré (ed), The
GREGSON, N., & ROSE, G. (2000). Taking social construction of emotions, 220-223.
butler elsewhere: Performativities, spatialities Oxford: Blackwell.
and subjectivities. Environment and Plan- HARRÉ, R., & GILLETT, G. (1994). The dis-
ning D, 18(4), 433-452. cursive mind. London: Sage Publications Inc.
GRIFFITHS, P. E. (1989). The degeneration HARRÉ, R., & STEARNS, P. N. (1995). Dis-
of the cognitive theory of emotions. Philo- cursive psychology in practice. London: Sage
sophical Psychology, 2(3), 297-313. Publications Inc.
________. (1997). What emotions really are: HAWORTH, J. T. (1990). The embodyment
The problem of psychological categories. theory of pre-reflexive thought and creativ-
Chicago: University of Chicago Press. ity. In K. J. GILHOOLY, M. T. G. KEANE,
GUYATT, V. (2005). Research article gender R. H. LOGIE & G. ERDOS (eds) (2006),
performances in a service orientated workplace Lines of thinking: Reflections on the psychol-
in Aotearoa/New Zealand. New Zealand Ge- ogy of thought, vol. 2: Skills, emotion, cre-
ographer, 61, 203. ative processes, individual differences and
HAGÈGE, C. (1986). La structure des langues. teaching thinking. (pp. 203-215). Chichester,
France: Presses universitaires de France. England: John Wiley & Sons.
HAMPSON, P. J., & MORRIS, P. E. (1978). HOLLANDER, J. A., & GORDON, H. R.
Unfulfilled expectations: A criticism of (2006). The processes of social construction
neisser’s theory of imagery. Cognition, 6, 1, in talk. Symbolic Interaction, 29(2).
Mar, 6(1), 79-85. HOLLINGER, V. (2000). Cyborgs and Cita-
HARAWAY, D. J. (1989). Primate visions: Gen- dels/Between monsters, goddess, and cy-
der, race, and nature in the world of modern borgs. Signs: Journal of Women in Culture
science. New York (USA): Routledge. & Society, 25, 577.
________. (1990). A manifesto for cyborgs: HUXLEY, J. (1914). The courtship habits of
Science. Technology, and Socialist. New the great crested grebe. Proceedings of the
York: Routledge. Zoological Society, (35).
________. (1995). Ciencia, cyborgs y mujeres: HUXLEY, J. (1963). The future of man-evolu-
La reinvención de la naturaleza. Valencia: tionary aspects. Man and His Future. In
Publ. Universitat de Valencia. Wolstenholme G (ed). Man and his future.
HARRÉ, R. (1984). Social elements as mind. Boston: Little Brown and Co.
British Journal of Medical Psychology, 57(2), IBÁÑEZ, T. (1994). Constructing a represen-
127-135. tation or representing a construction. Theory
________. (1986). Varieties of realism: A ratio- and Psychology, 4(3), 363-382.

39
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

IÑIGUEZ RUEDA, L. (2003). Análisis del commun. Etudes romanes de Lund 57. Lund
discurso. Barcelona: Editorial UOC. Univ. Pr.
IÑIGUEZ, L. (2005). Nuevos debates, nuevas ––––––––––. (1997b). Masculinities: A social
ideas y nuevas prácticas en la psicología so- constructionist perspective. ProQuest Infor-
cial de la era “post-construccionista”. Athenea mation & Learning.
Digital, 8, 2. LEUDAR, I., SHARROCK, W., HAYES, J. &
IZARD, C. E. (1991). The psychology of emo- TRUCKLE, S. (2008). Psychotherapy as a
tions. Springer. “structured immediacy”. Journal of Pragmat-
JACKSON, J. (1994). Chronic pain and the ics, 40(5), 863-885.
tension between the body as subject and ob- LYNCH, M. & BOGEN, D. (1996). The spec-
ject. In T. J. CSORDAS (ed), Embodiment tacle of history. Speech, Text and Memory at
and experience: The existential ground of the Iran Contra Hearings. Durham, NC:
culture and self. (pp. 201-228). Cambridge, Duke University Press.
UK: Cambridge University Press. LYON, M. L. (1999). Emotion and embodiment:
JAMES, P. & CARKEEK, F. (1997). Techno- The respiratory mediation of somatic and so-
disembodiment. Virtual Politics: Identity and cial processes. In A. L. Hinton (ed), Biocultural
Community in Cyberspace. approaches to the emotions (pp. 182-212).
JAMES, P. & CARKEEK, F. (1997). This ab- New York: Cambridge University Press.
stract body: From embodied symbolism to LYONS, W. (1985). Emotion. Cambridge:
techno-disembodiment. In D. Holmes (ed), Cambridge University Press.
Virtual politics: Identity and community in MALIN, B., & PETERSON, T. R. (2001).
cyberspace (pp. 107-124). London: Sage Communication with feeling: Emotion, pub-
Publications, Inc. licness, and embodiment. Quarterly Journal
JAMES, W. (1884). What is emotion? Mind, of Speech, 87, 216.
IX(189). MANDLER, G. (1988). Historia y desarrollo
JAMES, W. (1890). The principles of psychol- de la psicología de la emoción. In L. MAYOR
ogy. Mineola, NY: Dover Publications. (Comp.), Psicología de la emoción. Teoria
KATZ, J. (1996). Families and funny mirrors: básica e investigaciones. Valencia: Promolibro.
A study of the social construction and per- MARAÑON, G. (1924). Contribution á l’étude
sonal embodiment of humor. American Jour- de l’action émotive de l’adrénaline. Revue
nal of Sociology, 101, 1194. Française d’Endrocrinologie, 2, 301-325.
KEMPER, T. D. (1981). Social constructionist MAYOR, L. (1988). Psicología de la emoción.
and positivist approaches to the sociology of Teoría básica e investigaciones. Valencia: Pro-
emotions. American Journal of Sociology, molibro.
87(2; 2), 336-362. MEAD, G. H. (1934). Mind, self, and society:
KENNY, A. (1963). Action, emotion, and will. From the standpoint of a social behaviorist.
London: Routledge. Chicago: University of Chicago Press.
KÖVECSES, Z., & PALMER, G. B. (1999). MICHAEL, M. (1996). Constructing identities:
Language and emotion concepts: What The social, the nonhuman and change. Sage.
experientialists and social constructionists ––––––––––. (2004). Reconnecting culture,
have in common. In G. B. PALMER, & D. technology, and nature: From society to het-
J. OCCHI (eds), Languages of sentiment: erogeneity. London: Routledge.
Cultural constructions of emotional sub- –––––––––. (2006). Technoscience and every-
strates. (pp. 237-262). Amsterdam: John day life: The complex simplicities of the
Benjamins Publishing Company. mundane. Open University Press.
LAKOFF, G. (1980). Metaphors we live by. –––––––––. (Ed.). (2000). Reconnecting cul-
Chicago: University of Chicago Press. ture, technology and nature: From society
LANGE, C. (1887). Ueber gemuthsbewgungen to heterogeneity. London: Routledge ed.
3(8). NIEDENTHAL, P. M., BARSALOU, L. W.,
LARSSON, C. B. (1997a). Le bon sens RIC, F. & KRAUTH-GRUBER, S. (2005).

40
La construcción de una emoción y su relación con el lenguaje: Revisión y discusión... / S. BELLI

Embodiment in the acquisition and use of SASTRE, J. (1972). Bosquejo de una teoría de
emotion knowledge. In L. F. BARRETT, P. las emociones. Madrid: Alianza Editorial.
M. NIEDENTHAL & P. WINKIELMAN SCHACHTER, S., & SINGER, J. E. (1962).
(eds), Emotion and consciousness (pp. 21- Cognitive, social, and physiological determi-
50). Guilford Press. nants of emotional state. Psychological Re-
OATLEY, K. & JENKINS, J. M. (1992). Hu- view, 69, 379-399.
man emotions: Function and dysfunction. SCHAUB, E. L. (1933). Spinoza: His personal-
Annual Review of Psychology, 43, 55-85. ity and his doctrine of perfection. Monist,
OATLEY, K. (Ed.). (2007). Breve storia delle 43, 1-22.
emozioni. Bologna: Il Mulino ed. SCHEGLOFF, E. A. (1972). Notes on a con-
PETERS, R. S. (1958). The concept of motiva- versational practice: Formulating place. Stud-
tion. London: Routledge & Kegan Paul. ies in Social Interaction, 75-119.
POLLNER, M. (1987). Mundane reason: Re- SEARLE, J. R. (1992). The rediscovery of the
ality in everyday and sociological discourse. mind. Cambridge MA: MIT Press.
Cambridge: Cambridge University Press. ––––––––––. (1995). The construction of so-
POTTER, J. & WETHERELL, M. (1987). cial reality. Harmondsworth, Ltd: Penguin
Discourse and social psychology: Beyond Books.
attitudes and behaviour. London: Sage. SOYLAND, A. (1994). Psychology as metaphor.
POTTER, J. (2003). Discourse analysis and dis- Sage Publications Thousand Oaks, Calif.
cursive psychology. Qualitative Research in SPIVAK, G. C. (1990). The post-colonial critic.
Psychology: Expanding Perspectives in Meth- New York. Routledge.
odology and Design. Washington: American STEARNS, P. N., & STEARNS, C. Z. (1985).
Psychological Association, 73-94. Emotionology: Clarifying the history of
PRINZ, J. J. (2005). Emotions, embodiment, emotions and emotional standards. The
and awareness. In L. F. BARRETT, P. M. American Historical Review, 90(4), 813-836.
NIEDENTHAL & P. WINKIELMAN TOMKINS, S. (1970). Affect as primary moti-
(eds), Emotion and consciousness. (pp. 363- vational system. In M. Arnold (ed), Feeling
383). New York: Guilford Press. and emotions: The loyola symposium. New
QIAN, H., & SCOTT, C. R. (2007). Anonym- York: Accademic Press.
ity and self-disclosure on weblogs. Journal VIRNO, P. (2004). Cuando el verbo se hace
of Computer-Mediated Communication, carne. Buenos Aires: Cactus Tinta de Limón.
12(4), 1428-1451. WEBER, M. (2003 (1903)). La ética protestante
RAMOS, J. O. (2005). Lengua, cultura y escri- y el espíritu del capitalismo. México: Fondo
tura en la sociedad virtual: tres décadas de de Cultura Económica.
red-acción (1971-2001), CLAC 8:2001. WETHERELL, M. (1995). Romantic discourse
ROBERTS, R. C. (2003). Emotions: An essay and feminist analysis: Interrogating invest-
in aid of moral psychology. New York: Cam- ment, power and desire. In S. WILKINSON,
bridge University Press. & C. KITZINGER (eds), Feminism and
ROSE, N. (1983). Effects of rational emotive discourse: Psychological perspectives. Lon-
education and rational emotive education don: Sage Publications.
plus rational emotive imagery on the adjust- WIEDER, D. L. (1974). Language and social
ment of disturbed and normal elementary reality: The case of telling the convict code
school children. ProQuest Information & The Hague: Mouton.
Learning. WIERZBICKA, A. (2008). A conceptual basis
RUSSELL, J. A. (2003). Core affect and the for research into emotions and bilingualism.
psychological construction of emotion. Psy- Bilingualism: Language and Cognition,
chological Review, 110(1), 145-172. 11(02), 193-195.
SÁBATO, E. (1967). El escritor y sus fantasmas. WITTGENSTEIN, L. (1958). Philosophical
Madrid: Aguilar. investigations. New York: Macmillan ed.

41
Theoria, Vol. 18 (2): 2009

––––––––––. (1980). Philosophical remarks. tion of emotions (book). Theory, Culture &
Oxford: Basil Blackwell. Society, 6(4), 704-707.
WOOFFITT, R. (1992). Telling tales of the ZILLMANN, D. (1971). Excitation transfer in
unexpected: The organization of factual dis- communication-mediated aggressive behav-
course. London: Barnes & Noble Books. ior. Journal of Experimental Social Psychol-
WOUTERS, C. (1989). The social construc- ogy, 7(4), 419-434.

42
Copyright of Theoría: Ciencia, Arte y Humanidades is the property of Universidad del Bio-Bio and its content
may not be copied or emailed to multiple sites or posted to a listserv without the copyright holder's express
written permission. However, users may print, download, or email articles for individual use.

También podría gustarte