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KNRIQUE CARPINTERO - ALEJANDRO VAINER

LAS HUELLAS DE
LA MEMORIA U
Psicoanálisis y Salud Mental
en la Argentina de los é60 y 670
Tomo II: 1970-1983
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Colección Psicoanálisis, Sociedad y Cultura


ENRIQUE CARPINTERO
Colección PSICOANÁLISIS, SOCIEDAD Y CULTURA ALEJANDRO VAINER

Diseño de Tapa:
Víctor Macri

Carpintero, Enrique LAS HUELLAS DE LA MEMORIA II


Las huellas de la memoria II : psicoanálisis y salud mental en la Argentina PSICOANÁLISIS Y SALUD MENTAL EN
de los '60 y '70 : tomo II 1970-1983 / Enrique Carpintero y Alejandro Vainer
la ed. - Buenos Aires : Topía Editorial, 2005. LA ARGENTINA DE LOS '60 Y '70
v. 2, 446 p. ; 23x15 cm. (Psicoanálisis, sociedad y cultura; 12)

ISBN 987-1185-07-3

1. Psicoanálisis. I. Vainer, Alejandro II. Título


CDD 150.195
TOMO II: 1970 - 1983
Fecha de catalogación: 08/09/2005

© Topía Editorial
I.S.B.N.: Obra completa 987-1185-01-04

Realizado con el apoyo del Fondo de Cultura B.A. de la


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PSICOANÁLISIS, SOCIEDAD Y CULTURA
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I -a reproducción total o parcial de este libro en
cualquier forma que sea, idéntica o modificada, no
aulori/.ada por los editores viola derechos reservados.
Cualquier utilización debe ser previamente solicitada.
EDITORIAL
ÍNDICE

Agradecimientos 7
Prólogo 9

Segunda Parte:
El estallido de las instituciones 15
1970-1975

Capítulo I: 19
Los Trabajadores de Salud Mental
1 Los '70: cuando se quería ponerle gatillo a la luna
2 Plataforma y Documento: de la ruptura con la APA a
crear las condiciones para un psicoanálisis rio
institucionalizado
3 Cuestionamos
4 La nueva FAP: una psiquiatría federal
5 La Coordinadora de Trabajadores de Salud Mental y
su Centro de Docencia e Investigación: Una nueva
forma de capacitación
6 Marie Langer: Psicoanálisis y Revolución Social

Capítulo II: 99
El psicoanálisis deja de ser patrimonio de la APA
1 La gran familia nunca volvió a ser la misma

443
2 Jacques Lacan: una nueva escuela freudiana Tercera parte: 283
3 De los grupos lacanianos a la Escuela Freudiana de La desaparición de la Salud Mental
Buenos Aires 1976-1983
4 El psicoanálisis y el poder: Deleuze, Guattari,
Rozitchner y Castel Lista de Trabajadores de Salud Mental desaparecidos 287

Capítulo III: Capítulo V: 307


La Salud Mental entre las comunidades terapéuticas, la Entre silencios, miedos y exilios
psiquiatría social y la Antipsiquiatria 1 El Terrorismo de Estado: los campos de
1 Una sociedad de locos en Lomas de Zamora: El concentración-exterminio en la Argentina
Centro Piloto del Hospital Esteves 2 Salud Mental: el fin de la reforma con el regreso de
2 Principio y fin de la psiquiatría social en el Lanús los neuropsiquiatras
3 David Cooper: el padre de la Antipsiquiatría vivió en 3/Psicología: entre la represión y la resistencia
la Argentina 4 Psicoanálisis: encierro en los consultorios y fracturas
4 Nuevos abordajes en Salud Mental en las instituciones
5 Balance de la Salud Mental a mediados de los '70
Epílogo 395
6 Algunos "olvidados" de la salud mental en la
Argentina: Rodolfo Bohoslavsky, Isabel Calvo, Hebe Bibliografía 397
Friedenthal y Mario Strejilevich
índice por nombres 431
Capítulo IV: 225
La psicología en el campo de la política
1 La Revista Argentina de Psicología: un espacio de pro-
ducción y de polémicas
2 El psicólogo y su profesión
3 Psicología es una carrera al ritmo del país
4 La consolidación de lo grupal se encuentra con las
escenas temidas

444 445
CAPÍTULO V

ENTRE SILENCIOS, MIEDOS Y EXILIOS

1. El Terrorismo de Estado: los campos de


concentración-exterminio en la Argentina

A las 10:30 hs. del 24 de marzo de 1976 asumió el gobierno la Jun-


ta militar integrada por quienes habían sido Comandantes en Jefe
del gobierno de Isabel Martínez de Perón. Los que juraron por los
"Estatutos para el Proceso de Reorganización de la Nación Argenti-
na" fueron el teniente general Jorge Rafael Videla, el almirante Emi-
lio Eduardo Massera y el brigadier Orlando Ramón Agosti.
Inmediatamente todos los mandatos políticos fueron anulados y
se hicieron arrestos masivos de dirigentes políticos, sociales y gremia-
les. La dictadura militar contaba con el apoyo de un sector impor-
tante de la población -en especial de la clase media- que asumieron
como propio el discurso autoritario de la Junta Militar aceptando la
supresión de las garantías constitucionales y la instauración de un or-
den basado en el silencio.
También el nuevo régimen recibió apoyos significativos desde di-
ferentes estructuras de poder. Desde Washington se consideró nece-
saria la dictadura militar para "poner orden y terminar con el colap-
so económico". El Fondo Monetario Internacional (FMI) puso a dis-
posición de la Junta Militar los créditos de la institución para que tu-
viera margen de maniobra durante los primeros meses del nuevo go-
bierno. Los partidos políticos tradicionales optaron por el silencio
apoyando las nuevas medidas tomadas por los militares.1 Las grandes
entidades empresarias como la Unión Industrial Argentina (UIA),
La Sociedad Rural (SR), la Cámara Argentina de Comercio (CAC),
entre otras, apoyaron abiertamente al gobierno. La noche anterior
al golpe los miembros de la Junta Militar se reunieron con la jerar-
quía eclesiástica en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina
(CEA) para acordar en la necesidad de salvar "la Argentina occiden-

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lal y cristiana". Adolfo Tórtolo, arzobispo de Paraná y vicario de las En esta fantástica idea de Grondona podemos entender el verda-
Fuerzas Armadas, bendijo la toma del poder por los militares. En Tu dero objetivo del golpe militar: institucionalizar el poder de la gran
cumán, monseñor Victorio Bonamín pedía "protección divina en es- burguesía y el capital financiero para incorporar a la Argentina en el
ta 'guerra sucia' en que estamos empeñados... Una guerra en la que proceso de mundialización capitalista. Es decir su objetivo era políti-
había que interesar a Dios para que Él participara en ella con su ayu co y no militar ya que, como vimos anteriormente, durante el gobier-
da."2 no de Isabel Martínez de Perón las Fuerzas Armadas habían logrado
Los medios de comunicación se encontraban censurados pero el control de la represión contra las organizaciones guerrilleras, las
muchos de ellos colaboraban activamente con la dictadura. El caso cuales se encontraban derrotadas políticamente y fuertemente debi-
paradigmático fue la editorial Atlántida, conducida por Aníbal C. Vi litadas.5 Para llevar adelante esta política era necesario lograr el dis-
gil, que publicaba las revistas Gente, Somos y Para Ti. La editorial reci ciplinamiento del movimiento social a través del terror. Especial-
oía "paquetes de información" de los servicios de inteligencia que mente disciplinar económicamente a la clase obrera por el retroce-
luego aparecían como artículos en las revistas. A principios de 1977 so del empleo y el salario quitando la base de sustentación a las or-
la revista Para Ti iniciaba una campaña para enseñar a los padres con ganizaciones sindicales. De allí que las víctimas de la dictadura fue-
hijos en edad escolar como reconocer la "infiltración marxista en las ron fundamentalmente los trabajadores. La represión fue padecida
escuelas." En el artículo se establecía que lo más importante es de por intelectuales, artistas, sacerdotes, políticos e, incluso amas de ca-
tectar un determinado vocabulario donde aparecerían frecuente sa, pero fueron los delegados de fábrica, dirigentes sindicales de ba-
mente los vocablos: "diálogo, burguesía, proletariado, América La I i se, estudiantiles y barriales los que constituyeron el porcentaje mayo-
na, explotación, cambio de estructura, compromiso, etc." También ritario de personas desaparecidas.6
planteaba que "el trabajo grupal que ha sustituido a la responsabili En esta perspectiva la condición de "subversivo" no se refería sola-
dad personal puede ser fácilmente utilizado para despersonali/ar .il mente a aquel que realizaba atentados sino a todo el que pensara de
chico." En otro artículo advertía sobre visitas extrañas: "En muchos manera diferente. En un reportaje Videla lo expresaba claramente: "
colegios los alumnos vieron con cierto asombro que un día cualquic Por el sólo hecho de pensar distinto dentro de nuestro estilo de vida
ra su profesor les presentaba a un señor muy bien vestido que li aia es privado de su libertad, pero consideramos que es un delito grave
un portafolios. Luego de ser presentado, el señor empezaba a discí atentar contra el estilo de vida occidental y cristiano queriéndolo
tar sobre un tema que nada tenía que ver con la clase. Esas visitas ex cambiar por otro que nos es ajeno, y en este tipo de hechos no sola-
trañas se repitieron en nuestros colegios desde 1972 hasta no ha< < mente es considerado como agresor el que agrede a través de bom-
muchos meses. Los visitantes eran personajes siniestros como el ]><• bas, del disparo o del secuestro sino también aquel que en el plano
dagogo brasileño Paulo Freiré, que desparramó en aulas argentinas de las ideas quiere cambiar nuestro sistema de vida a través de ideas
su repetido campanilleo sobre 'el papel del oprimido y el papel del que son justamente subversivas; es decir subvierten valores."7 Por si
opresor'."3 En esta perspectiva muchos periodistas se transformaban había alguna duda el gobernador de Buenos Aires, general Ibérico
en voceros de los militares. Bernardo Neustadt manifestaba que "Vi Saint Jean, afirmaba: "Nuestro enemigos son los subversivos, los ami-
déla era lo mejor que nos pudo haber pasado." Mientras tanto Ma gos de los subversivos, y los indiferentes." La idea de "subversión" pa-
riano Grondona sostenía la necesidad de que los militares se queda ra los militares abarcaba desde acciones laborales, revistas de la cul-
ran, por lo menos quince años, para luego fundar "una nueva rcpii tura, protestas de los estudiantes hasta la oposición de los medianos
blica vigilada por la Junta." En esta república "las Fuerzas Armada 1 . y pequeños empresarios nucleados en la Confederación General
quedarán en la posición de los monarcas constitucionales de la 1' u Económica (CGE) que fue disuelta y se emitió una orden de captu-
ropa actual... La nueva República tendrá, como reaseguro, garanda ra internacional para sus líderes.8
militar. Cuando ella se instale entre nosotros, todos, los militares y < i Durante los primeros meses del golpe centenares de sindicatos
viles, rogaremos para que el reaseguro resulte innecesario.4 fueron intervenidos prohibiéndose su actividad y el derecho de huel-
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ga. Los empleados públicos fueron sometidos a la jurisdicción de t i i- che de los lápices" fueron secuestrados más de 20 adolescentes de los
bunales militares. Casi todas las grandes fábricas industriales fueron cuales sólo uno de ellos quedó con vida para dar testimonio en el in-
ocupadas militarmente con el acuerdo de los empresarios. En la I<}>nl forme de la CONADEP.11
Motors de General Pacheco, Provincia de Buenos Aires fuerzas del En un discurso pronunciado por el almirante Emilio Massera en la
ejército rodearon la planta y se llevaron detenidos a cientos de obre- Universidad del Salvador sostenía que la subversión cultural en occi-
ros previamente denunciados por los directivos de la empresa.9 Ante dente se debía a tres intelectuales: Marx por cuestionar la propiedad
un intento de protesta por parte de los obreros de la planta de Gene- privada, Freud por atacar la intimidad de las personas y Einstein por
ral Motors en el barrio de Barracas de la Ciudad de Buenos Aires, la desafiar las ideas existentes del espacio y el tiempo.12 Desde esta pers-
policía y tropas del ejército obligaron a los obreros a trabajar apun- pectiva medieval no era de extrañar que se quemaran públicamente
tándoles con fusiles. Situaciones similares ocurrieron en FIAT, Re libros o se prohibieran otros como El Principito de Antoine de Saint
nault, Peugeot y Mercedes Benz. Exupéry, Rojo y Negro de Stendhal o La cuba electrolítica, confundien-
En el ámbito de la educación, miles de profesores, maestras, admi- do la Cuba socialista con el recipiente para depositar líquidos muy
nistradores y asistentes educacionales fueron despedidos. Más de no- utilizado en experimentos. Tampoco puede sorprender que se pro-
venta carreras fueron eliminadas. La carrera de Sociología de la hibiera la matemática moderna ya que se asociaba la teoría de los
UBA fue cerrada y luego traslada a un sótano de la Facultad de De- conjuntos con la subversión. Pero esta arbitrariedad funcionaba pa-
recho. Un Centro de Inteligencia militar fue creado en el Ministerio ra aumentar el terror de un poder que se creía dueño de la vida y
de Educación donde funcionaba una red de informantes que aclua de la muerte. Miles de personas tuvieron que exiliarse para poder
ban en colegios y universidades. El oficial de la Policía Federal Ar- salvar sus vidas.
mando Luchina dio testimonio en la CONADEP sobre su tarea de in El 19 de julio de 1976 un grupo del ejército entró en un departa-
formación en el departamento de Psicología de la UBA. mento de Villa Martelli, Provincia de Buenos Aires y mató a los diri-
En Bahía Blanca, el general Acdel Vilas con el apoyo de grupos de gentes principales del ERP: Mario Roberto Santucho y Mariano Ur-
derecha y la colaboración de la revista Gentej del periódico local Ñu,' teaga. A cuatro meses del golpe esta organización guerrillera había
va Provincia descubrieron, al mejor estilo de los nazis, una supuesla quedado definitivamente aniquilada.13 Mientras tanto los Montone-
"conspiración internacional" en la Universidad Nacional del Sm ros caracterizaban el inicio de la dictadura militar como una victoria,
(UNS), fue la excusa para que centenares de profesores, estudiantes ya que suponían que la represión iba a permitir una insurrección
e intelectuales fueran secuestrados. En la Universidad Nacional <!<• popular, perspectiva política que los llevó a una ofensiva con atenta-
Tucumán se instaló un campo de concentración dentro de la p n > | > i . i dos de diferente envergadura. Sin embargo, sus acciones no podían
institución. disimular que no contaban con fuerzas suficientes para enfrentar a
Sin embargo las universidades no eran las únicas institución! la dictadura. Sus militantes eran secuestrados y luego de ser asesina-
educacionales donde se llevaba adelante la represión. Los m i l h . m • • . dos se los dejaba en la calle para simular un enfrentamiento. A fines
también iniciaron operaciones en todos los colegios secundarios del de noviembre de 1976, Rodolfo Walsh advirtió que se había perdido
país. Su resultado fue el secuestro de centenares de adolescentes que la batalla y que la situación "amenaza con convertirse en exterminio."14
no podían llegar a imaginar el horror que tenían que padecer. < : < > Pero la dirección continuaba con su estrategia militarista que se pro-
mo, por ejemplo en el Colegio Nacional Buenos Aires.10 Aunque el fundizó en 1979 con la llamada "contraofensiva" por la cual fueron
caso paradigmático fue la lucha que iniciaron un grupo de e s t i i d i . i i i enviados al país los militantes exiliados que rápidamente fueron se-
tes secundarios de la ciudad de La Plata por el boleto e s t u d i a n t i l cuestrados y asesinados. El inevitable fracaso de la "contraofensiva"
Cuando comenzaron las movilizaciones el jefe de la policía de la l'i < > lleva a rupturas y al debilitamiento definitivo de la guerrilla monto-
vincia de Buenos Aires coronel Ramón Camps ordenó secuesli.ii ,> nera. 15
todos los que intervinieran en la protesta. En lo que se llamo "la m > Las organizaciones políticas del peronismo combativo y de la iz-
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(|iii(-rda revolucionaria que actuaban en los sindicatos, las universida otros militares, implican establecer que la dictadura militar llevó ade-
des y los barrios padecían el secuestro y asesinato de miles de sus mi- lante un plan organizado y sistemático de represión basado en los
litantes y dirigentes políticos. La represión abarcaba todas la áreas de campos de concentración-exterminio para hacer desaparecer a miles
la vida de nuestro país. Carros de asalto de la policía, camiones del de personas.18
ejército y los Ford Falcon verde de los servicios de inteligencia patru- Entre 1976 y 1982 funcionaron 340 campos de concentración en
llaban las calles de la grandes ciudades provocando el terror en el 11 de las 23 provincias argentinas, negados por las Fuerzas Armadas
conjunto de la población. La cual debía obedecer órdenes sin refle- que los denominaba Lugar de Reunión de Detenidos (LRD).
xionar atendiendo solamente la vida privada, el trabajo y las noticias Algunos campos estaban instalados en bases militares especial-
deportivas. mente equipadas para darles cabida. Sin embargo, eran los sitios en
En este momento del relato creemos necesario detenernos para que nada se relacionaba con el Ejército los que mostraban la impu-
analizar la metodología central en que se basó el Terrorismo de Es- nidad con la que operaba el régimen militar. Había campos que se
tado: los campos de concentración- exterminio. encontraban en viejas escuelas rurales (La escuelita de Famaillá), en
La historia del Siglo XX estuvo llena de "asesinos de la memoria" hospitales (Hospital Posadas), viejos galpones de tranvías (Olimpo),
como los denomina el filosofo Yosef Yerushalmi.16 De esta manci.i oficinas del Estado (Hidráulica de Córdoba, Club Atlético, Escuela
nos encontramos con censuras, condenas, desapariciones, falsas de- de formación Física de Tucumán), viejas estaciones de radio provin-
claraciones de culpabilidad, asesinatos y podríamos seguir con una ciales (La Cacha), moteles en construcción (El Motel de Tucumán).
larga lista. El objetivo del poder totalitario fue siempre el mismo: im- Cinco grandes campos de concentración conformaban el centro
pedir la reconstrucción de los acontecimientos. Es decir, privar la po- del sistema represivo de los militares: El Vesubio y Campo de Mayo
sibilidad del recuerdo. en las afueras de Buenos Aires, la ESMA y Club Atlético en la Ciudad
Simón Wiesenthal escribió que en los campos de concentración se de Buenos Aires y la Perla en Córdoba.
les decía a los prisioneros: "No importa cómo termine esta guerra: la El Vesubio había sido creado durante el gobierno de Isabel Perón.
hemos emprendido contra ustedes y la hemos ganado; ninguno de El general Suárez Masón controlaba sus actividades. En sus paredes
ustedes quedará para dar testimonio, pero si alguno se salvara, el había esvásticas pintadas y las peores brutalidades se reservaban a los
mundo no le creerá." Sin embargo la persistencia de la memoria peí prisioneros judíos. El campo de concentración de Campo de Mayo
mitió que el silencio y el olvido no triunfara y el mundo pudo cono funcionó en la base del ejército del mismo nombre; era la unidad mi-
cer y creer los horrores cometidos por el nazismo. litar más importante del país conducida por el general Ornar Rive-
Es interesante observar cómo en la Argentina se sostuvo un dialo ros, sucedido por los generales Reynaldo Bignone y Cristino Nicolai-
go similar. El periodistaJacobo Timerman fue secuestrado por el ge des. Más de 3500 prisioneros pasaron por este campo donde muy po-
neral Camps quien lo interrogó y torturó durante varios meses. En cos sobrevivieron. La ESMA funcionó en el casino de oficiales de la
uno de los largos interrogatorios Camps le decía: Escuela de Mecánica de la Armada donde fueron detenidas y desa-
"-Si exterminamos a todos, habrá miedo por varias generaciones. parecidas más de 5000 personas y sirvió a los intereses políticos del
-¿Qué quiere decir todos? Le pregunta Timerman. Almirante Massera. El Club Atlético funcionó en la Ciudad de Bue-
-Todos...unos 20.000. Yademás sus familiares. Hay que borrarlos nos Aires y formaba parte de la Superintendencia de la Policía Fede-
a ellos y a quienes puedan llegar a acordarse de sus nombres. ral que dependía del Primer Cuerpo del Ejército. El viejo depósito
- Es lo que intentó Hitler con su política de Noche y Niebla- con de suministros de la policía albergó más de 2000 prisioneros. En Cór-
testa Timerman. doba estaba La Perla, que pertenecía al poderoso Tercer Cuerpo de
Ante lo cual Camps responde: -Hitler perdió la guerra nosotros l.i Ejército que supervisaba tres provincias y más de la mitad del territo-
ganaremos-. "17 rio de la Nación, bajo el mando del General Luciano Benjamín Me-
Estas palabras de Camps, que eran similares a las expresadas ] > < n néndez.19

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Podemos estimar que en los campos de concentración-exterminio propiamente de muerte, que la muerte de los campos no era lal
pasaron entre 15.000 y 20.000 personas, de las cuales el 90% fueron niiKTk 1 , sino algo infinitamente más escandaloso. En Auschwitz no
asesinadas. La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas se moría, se producían cadáveres. Cadáveres sin muerte, no-hombres
(CONADEP) recibió 8960 denuncias. Como el número exacto toda ( nyo fallecimiento es envilecido como producción en serie. Según
vía no se sabe las organizaciones de Derechos Humanos, como la Ma- una interpretación posible y muy difundida, es justamente esta de-
dres de Plaza de Mayo, suponen la cantidad de 30.000 desaparicio- iM.ulación de la muerte lo que constituye el ultraje específico de
nes. Auscliwitz, el nombre propio de su horror."21
Como sostiene Pilar Calveiro, una sobreviviente de un campo de Pero la desaparición no fue solamente de sus cuerpos sino tam-
concentración: "Los campos de concentración fueron el dispositivo l > i r n de sus ideas pues había que asesinar la memoria. En este senti-
ideado para concretar la política de exterminio, producto de esta do si los desaparecidos quedan despojados de sus diferentes identi-
concepción binaria de lo político y lo social. La política concentra- dades políticas previas a la dictadura militar se deja de lado los inte-
cionaria como concepción pertenece a este universo binario que se- reses materiales y políticos que desencadenaron el exterminio.
para amigos de enemigos; el campo de concentración, como el cuar- Ahora bien. Si ponemos el eje en los campos de concentración-ex-
tel o el psiquiátrico, son instituciones totales."20 Icrminio es porque creemos que esta fue una historia negada por la
En estas instituciones totales se encerraba a los detenidos para ini- sociedad. En este sentido llamarlos Centros de Detención Clandesti-
ciar un proceso de destrucción de su condición humana en la lógica nos resulta más fácil que llamarlos campos de concentración-exter-
característica de los campos de concentración-exterminio. Es decir, minio ya que nos lleva a preguntarnos ¿Cómo una sociedad generó
se los transformaba en una cosa, un número, para luego eliminarlos. semejante barbarie? Y, aún más ¿Cuales fueron sus efectos en la sub-
Cuando entraban, como método, se los torturaba durante varios jetividad?
días, luego se los ataba, se los mantenían con una venda y se les asig- Sigamos con lo que escribe Pilar Calveiro: "El campo de concen-
naban un número. En estas condiciones podían estar semanas o me- tración, por su cercanía física, por estar de hecho en medio de la so-
ses sin hablar con nadie. Cualquier infracción era castigada con nue- ciedad, 'del otro lado de la pared', sólo puede existir en medio de
vas torturas. En algún momento -dependía de la arbitrariedad del una sociedad que elige no ver, por su propia impotencia, una socie-
poder- eran llevados a la enfermería donde se les inyectaba un cal- dad 'desaparecida', tan anodada como los secuestrados mismos. A su
mante para ser "trasladados". Este eufemismo se utilizaba para sacar- vez, la parálisis de la sociedad se desprende directamente de la exis-
lo del campo de concentración y trasladarlos a algún lugar donde tencia de los campos; una y otros alimentan el dispositivo concentra-
eran fusilados o se los subía a un avión desde el cual eran tirados al cionario y son parte de él. No puede haber campos de concentración
mar. Los cadáveres eran enterrados en fosas comunes, incinerados o en cualquier sociedad o en cualquier momento de una sociedad; la
quedaban perdidos en el mar existencia de los campos, a su vez cambia, remodela, reformatea a la
Si bien en otras épocas habían desaparecido personas, la dictadu- sociedad misma."
ra militar definió una nueva arquitectura de la muerte al realizarla "No se puede olvidar que la sociedad fue la principal destinataria de
en forma sistemática como política de Estado. El término "desapare- este mensaje. Era sobre ella que debía deslizarse el terror generalizado,
cido" implicaba la voluntad de encubrir el destino del secuestrado y para grabar la aceptación de un poder disciplinario y asesino; para lo-
la identidad de sus asesinos. Para la "historia oficial" estas personas grar que se rindiera a su arbitrariedad, su omnipotencia y su condición
estaban vivas y para las autoridades "prófugas" de la justicia. Esta ir restricta e ilimitada. Sólo así los militares podrían imponer un proyec-
práctica producía una situación torturante para los familiares y ami- to político y económico pero, sobre todo, un proyecto que pretendía
gos ya que sin la muerte, sin una tumba, se construye un trauma im- desaparecer de una vez y para siempre lo disfuncional, lo desestabiliza-
posible de ser elaborado. Como sostiene Giorgio Agamben "la expre- dor, lo diverso."22 Es decir, anular toda manifestación de rebeldía con-
sión 'fabricación de cadáveres' implica que aquí no se puede hablar tra el orden social establecido a través del miedo instalado en nuestros
cuerpos.
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En este clima de represión hubo formas de resistencia. En el cam- adelante. Sabían que, como Sísifo tenían que volver a levantar y su-
po de la cultura podemos mencionar a Boris Spivacow, que continuó bir la roca, ya que en esa lucha estaba su poder.
editando libros en el Centro Editor de América Latina a pesar de su- Como dijimos anteriormente, el objetivo de la Junta Militar fue in-
frir amenazas y destrucción de libros. Muy pocos directores de perió- corporar a la Argentina en el proceso de mundialización capitalista.
dicos reproducían información prohibida. Entre ellos se encontra- Para esa época se había consolidado en el mundo el predominio del
ban Robert Cox del Buenos Aires Herald y Hermán Schiller de Nueva capital financiero sobre el capital productivo. Es decir, era más ren-
Presencia, suplemento en castellano del diario de la comunidad judía table destinar el dinero a la especulación financiera que a la produc-
Die Presse.'2S Los sectores obreros puestos a la defensiva organizaron ción. La banca internacional comenzó a recibir dinero de los países
métodos de lucha más acordes con la represión desatada y la falta de exportadores de petróleo. Dada la imposibilidad de invertirlo en las
organización legal. Lo cual permitió que años después cuando el actividades productivas de los países más desarrollados los cedieron
plan económico empezó a fracasar se intensificara el enfrentamien- en créditos a los países periféricos, de modo que éstos aumentaron
to contra el poder militar.24 Pero fue en el campo de los derechos hu- su endeudamiento externo y su dependencia con los organismos fi-
manos donde comenzó a denunciarse abiertamente al terrorismo de nancieros internacionales, dando origen de la cuantiosa deuda ex-
Estado. Entre 1971 y 1980 se formaron varias entidades de derechos imia que mientras en 1975 era de 8000 millones de dólares, cinco
humanos. Su antecedente fue la Liga Argentina por los Derechos del años después llegó a 22.000 millones de dólares.28 Si bien dentro de
Hombre fundada en 1937.25 los sectores dominantes había intereses que enfrentaban a una frac-
Sin embargo la entidad que simboliza esta época fueron las Ma- ción con otra, el Ministro de Economía José Alfredo Martínez de
dres de Plaza de Mayo. Desde los inicios del golpe muchas madres de 1 lo/, que acompañó a Videla durante los primeros cinco años de la
desaparecidos comenzaron a pedir por sus hijos ante diferentes au- dictadura, fortaleció las actividades de la burguesía financiera. Una
toridades. En este deambular decidieron encontrarse todos los jue- de las primeras medidas fue reformar el sistema financiero liberan-
ves en los bancos de la Plaza de Mayo. Como la cantidad de madres do las tasas de interés y dando posibilidades a nuevas entidades que
aumentaba cada jueves la policía les prohibió reunirse ante la vigen- .u i mentaron indiscriminadamente el crédito. El proceso de desin-
cia del Estado de Sitio. Su respuesta fue caminar alrededor de la Pi- dustrialización llevó a un aumento de la desocupación y a la prolife-
rámide de Mayo. Esa marcha con sus pañuelos blancos la repitieron i ación del "cuentapropismo". Fue la época de la "plata dulce", ya que
todos los jueves.26 Algunas Madres que eran abuelas fundaron las se ganaba más apostando a la "bicicleta financiera", es decir dejando
Abuelas de Plaza de Mayo para buscar a sus nietos nacidos en cauti- el dinero en la llamadas "mesas de dinero" donde los intereses eran
verio.27 La presencia de las Madres reclamando por sus hijos en or- altísimos, que invirtiendo en alguna actividad productiva. El alto ni-
ganismos oficiales, iglesias, actos y reuniones con periodistas moles- vel de inflación, que llegaba a más del 300 % anual, llevaba a que se
taba a los militares que las llamaban "las locas de Plaza de Mayo". comprara cualquier cosa pues si se tenía el dinero en el bolsillo este
Una solicitada que publicaron en el diario La Nación fue determi- i .i|¡idamente perdía su valor. La "tablita del dólar" mantenía su coti-
nante para que se ordenara un "operativo" al mando del teniente Al /.ación muy baja con lo que permitió que algunos sectores de la so-
fredo Astiz durante un oficio religioso en la iglesia de la Santa Crii/.. i icdacl que podían viajar al exterior regresaran con sus valijas carga-
Astiz, haciéndose pasar por un familiar de un desaparecido, se había d.is de productos importados. Sin embargo los únicos que se benefi-
infiltrado en las Madres bajo el nombre de 'Gustavo Niño'. Así pudo • i.iban eran los especuladores, los prestamistas y las entidades finan-
identificar a algunas ese día en la iglesia, secuestrando a varios din < in as. Evidentemente el poder se sostenía alrededor de la gran bur-
gentes cíe Derechos Humanos y a la monja francesa Alice Doinon u< sía financiera y comercial.
Dos días después secuestraron a su compañera Léonie Duquel y .1 KM 1978 los efectos de la política económica de Martínez de Hoz
Azucena Villaflor de Vicenti, fundadora de Madres de Plaza de IVl.i Incion un aumento del descontento de la clase media y obrera y la
yo. El duro golpe que recibieron las Madres no les impidió según oposición de otros sectores de la burguesía. Además en EEUU había
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asumido el presidente James Cárter, con una política de defensa de I ían cargos públicos y cientos de oficiales retirados y en actividad asu-
los Derechos Humanos y personalidades y organismos mundiales re- mían en directorios de compañías privadas y en puestos gerenciales
clamaban contra la represión de la dictadura militar. Los gobiernos de empresas multinacionales. Los miembros de la inteligencia mili-
de España, Francia, Irlanda, Italia y Suecia pedían explicaciones tar se apoderaban de bienes que pertenecían a desaparecidos y a sus
acerca de los ciudadanos desaparecidos de sus respectivos países. familiares. Se hacían negocios con muebles y otros objetos saquea-
Ante esta situación los militares aprovecharon la realización del dos de sus casas. El general Albano Harguindeguy dirigía un grupo
Mundial de fútbol en la Argentina para intentar unir a la población de policías para hacer secuestros extorsivos cuyos blancos favoritos
contra lo que ellos llamaban "una campaña antiargentina". Luego cían empresarios judíos. La codicia y la corrupción enfrentaban a
del triunfo de Argentina Videla habló al país: "Es toda una nación la los diferentes grupos para mantener áreas de poder.32
que ha triunfado". Y explicó por qué había estado en ocho partidos: El conflicto con Chile por la soberanía sobre unas islas en la zona
"Quise estar a la cabeza de todos los argentinos que enfrentaron es- del canal del Beagle mostró las contradicciones entre los diferentes
te compromiso con el mundo, que es más que un mero compromi- sectores.
so en el campo del deporte". La explotación del sentimiento nacio- El litigio del Beagle entre Argentina y Chile comenzó en 1881. Du-
nal fue palpado por Videla cuando por primera y única vez en su vi- rante todo este tiempo se sucedieron diferentes arbitrajes internacio-
da salió al balcón de la casa Rosada a saludar a la multitud que feste- nales. Cuando la Junta Militar tomó el gobierno se desarrollaban en
jaba el triunfo.29 Ginebra los alegatos de ambas delegaciones ante una Corte Arbitral
En 1979, mientras se realizaba el Mundial de fútbol juvenil en Ja- que finalmente favoreció la posición chilena, situación aprovechada
pón, una comisión de la Organización de Estados Americanos nuevamente por los militares para convocar los sentimientos nacio-
(OEA) llegó al país para investigar la situación de los Derechos Hu- nalistas de la población y así tapar la crisis de poder. Mientras Videla
manos. A través de los medios se organizó una campaña de intimida- y algunos sectores de la Fuerza Aérea sostenían una posición nego-
ción. En radio Rivadavia un conocido relator de fútbol, el "gordo" ciadora otros se preparaban para la guerra. Entre ellos el almirante
Muñoz, gritaba: "Vayamos todos a la avenida de Mayo y demostremos Emilio E. Massera, el general Luciano B. Menéndez y el general Suá-
a los señores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos rez Masón. Ante la gravedad de la situación el gobierno de EEUU,
que la Argentina no tiene nada que ocultar." Julio Lagos desde radio que no podía aceptar una guerra entre dos dictaduras aliadas, reali-
Mitre yjosé Gómez Fuentes desde Argentina Televisora Color (ATC) zó gestiones secretas ante el Vaticano para que negociara una salida.
convocaban a la gente a festejar en la Plaza de Mayo para lo cual el El 27 de diciembre de 1979 llegó al país el cardenal Samoré que, lue-
Ministerio de Educación había dado asueto a los estudiantes. Los fes- go de intensas gestiones entre los dos gobiernos militares, acuerda
tejos debían pasar frente a la sede de la OEA donde familiares de de- un texto común no demasiado comprometido para ambas partes.
saparecidos hacían una larga cola de más de tres cuadras para pre- Las diferentes posiciones en relación al conflicto del Beagle, en
sentar las denuncias. Los servicios de informaciones repartían obleas realidad escondían una lucha para heredar el gobierno de la Junta
que decían: "Los argentinos somos derechos y humanos". Mientras Militar. El general Ibérico SaintJean apoyado por Menéndez, Suárez
tanto en la ESMA los prisioneros eran rápidamente eliminados y Masón y Vilas proponía un proyecto a largo plazo para arribar a una
otros trasladados secretamente a una isla del Tigre, propiedad del democracia vigilada por los militares. Roberto Viola, en cambio sos-
Episcopado.30 Tiempo después el informe de la OEA, con un lengua- lenía la necesidad de crear un "movimiento de opinión nacional"
je típico de la diplomacia, expidió un comunicado particularmente que sería "la cría del proceso" a través de una fuerza política integra-
duro. Los militares permitieron una publicación parcial acompaña da con desprendimientos del peronismo, el radicalismo, del sindica-
da por una negación indignada.31 lismo y políticos de los partidos provinciales. Massera desde los ini-
Para esta época la homogeneidad exhibida inicialmente por la dic cios del golpe trabajaba para un proyecto propio.33 Su centro de ope-
tadura ocultaba una sorda lucha de intereses. Los generales se repai raciones era el campo de concentración que funcionaba en la ESMA
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donde obligaba a colaborar a algunos secuestrados. Su proyecto po- sentimiento compartido por el conjunto de la población. Pero este
lítico y personal era financiado con el robo de los bienes que perte- era uno de los problemas menos urgentes y más alejado de las nece-
necían a familiares de las víctimas, lo que le permitió desplegar una sidades sociales y políticas del pais. Por ello la ocupación de las islas
campaña en todo el país y en Europa. Ante esta lucha de poderes Vi- fue una aventura del poder militar para perpetuarse. No había la me-
dela pasa a situación de retiro para ser nombrado nuevamente pre- nor posibilidad de que las fuerzas armadas mal organizadas, con
sidente por una Junta Militar integrada por el general Roberto Vio- conscriptos sin la suficiente preparación militar, con oficiales co-
la, el comandante de la Armada Armando Lambruschini y de la rrompidos por la represión, la tortura, el robo y la especulación fi-
Fuerza Aérea brigadier Ornar Graffigna. nanciera de sus mandos pudieran ganar esta guerra.34 Además la dic-
En 1980 asumió la presidencia de EEUU Ronald Reagan quien dio tadura se enfrentaba con el poder militar enormemente superior del
un nuevo respaldo a la dictadura militar. Igualmente las contradic- gobierno conservador de Margaret Thatcher, que aprovechó la
ciones internas estallaron en la Junta Militar ante la gravedad de la oportunidad que le brindaban los militares argentinos, con el apoyo
crisis social y económica. La especulación financiera combinada con de la mayoría de los laboristas ingleses y del gobierno de EEUU, pa-
la arbitrariedad y la ausencia de control del poder por parte de los ra resolver su propia crisis interna y fortalecerse en Gran Bretaña
militares embarcados en esa especulación fue llevando a la destruc- con la derrota, en una guerra, de una dictadura aislada internacio-
ción del capital productivo. La desocupación, inflación, descenso de nalmente.
los salarios, cierres de industrias, quiebres de algunas entidades fi- Veamos sucintamente los hechos.
nancieras y la fuga de capitales comenzaron a volcar a la clase media El 2 de abril las tropas argentinas, alrededor de 5000 efectivos del
y a sectores de la burguesía a la oposición. El poder militar se apoya- Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea, desembarcaron en Puerto Ar-
ba casi exclusivamente en su aparato represivo. gentino. Luego de la rendición del gobernador de las islas asumió la
En marzo de 1981 asumió la presidencia Viola, quien anunció una gobernación el general Luciano B. Menéndez. Esa mañana el país se
apertura hacia algunos sectores políticos y sindicales que se habían enteraba de que las Fuerzas Armadas argentinas habían recuperado
nucleado en la "Asamblea Multipartidaria" donde participaban pero- la Malvinas luego de un siglo y medio de usurpación. La noticia fue
nistas, radicales, democristianos, intransigentes, midistas y de los par- recibida con júbilo por la mayoría de la sociedad.
tidos provinciales. Su Ministro de Economía, Lorenzo Sigaut, trató Esa misma noche el presidente de EEUU Ronald Reagan se comu-
de superar la crisis económica realizando una devaluación del 400%. nicaba telefónicamente con Galtieri para avisarle que Margaret That-
La recesión se agudizaba y crecían la desocupación y la pobreza. En cher era su "amiga" y le advertía que Gran Bretaña respondería mi-
noviembre se organizó la "marcha de la bronca" con la consigna de litarmente contando con el apoyo de EEUU. Sin embargo, la sober-
"pan, paz y trabajo" donde participaron más de 50.000 personas. En bia de Galtieri y de los mandos militares los llevó a seguir creyendo
otros puntos del país se realizaron manifestaciones similares. Las Ma- que esa circunstancia era imposible.
dres de Plaza de Mayo continuaban con sus rondas y organizaron la La primera derrota fue en el Consejo de Seguridad de las Nacio-
Marcha de la Resistencia. nes Unidas, que el 3 de abril ordenó el retiro de "todas las fuerzas ar-
Viola fue reemplazado en diciembre de 1981 por Leopoldo Fortu- gentinas de las islas". El 25 de abril una avanzada de las fuerzas ingle-
nato Galtieri, quien semanas antes había sido alabado por Washing- sas recuperaron la islas Georgias donde el teniente Alfredo Astiz se
ton y el Pentágono. Quizás este hecho lo llevó a disponer la invasión rindió sin combatir. La foto de Astiz firmando la rendición recorrió
a las Malvinas creyendo que podía contar con el apoyo de EEUU y la lodo el mundo.
pasividad del gobierno inglés. Mientras la flota británica avanzaba hacia el Atlántico los buques
La guerra de Malvinas fue el intento desesperado para salir de la <lc guerra argentinos carecían de posibilidades para hacer frente a
crisis en que se encontraba el poder militar. La indiscutible legitimi- los submarinos atómicos que se encontraban en la zona de operacio-
dad de la reivindicación de la soberanía sobre las Malvinas era un nes, situación padecida también por la Fuerza Aérea, que tenía serias

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limitaciones técnicas. En las islas los conscriptos estaban mal alimen- de 1000 kilómetros para acercarse a las fuerzas inglesas y regresar a
tados, con ropa inadecuada y carentes del apoyo de la artillería. sus bases en la Patagonia.
Sin embargo estos hechos fueron ocultados por los medios de co- Finalmente en la noche del 20 al 21 de mayo varios buques de gue-
municación que, por lo contrario difundían una versión triunfalista, rra británicos llegaron a las islas donde desembarcaron infantes de
que se manifestaba en un optimismo general alimentada con la or- marina y paracaidistas. Lo que los militares argentinos en su impro-
ganización de colectas y manifestaciones de solidaridad en la Pla/,a visación consideraban imposible, ocurrió. Se libraron desiguales
de Mayo. combates entre conscriptos mal preparados y fuerzas militares profe-
Es necesario destacar que los partidos políticos tradicionales y la sionales hasta que el 14 de junio el general Menéndez se rindió al ge-
mayoría de las organizaciones de izquierda apoyaron la invasión a neral inglés Brit Moore. La guerra duró setenta y tres días. Nunca se
Malvinas. Solamente algunos grupos plantearon su oposición a la supo con exactitud el número de argentinos muertos. Los conscrip-
guerra. Pero sus posiciones no podían ser difundidas debido a la tos que pelearon en Malvinas sufrieron graves consecuencias físicas y
censura impuesta a los medios.35 Una situación similar ocurrió en el I (síquicas.
exilio donde muy pocos se atrevieron a sostener un debate de oposi- A partir de esta derrota el régimen militar entró en una etapa de
ción a la invasión a las Malvinas. Entre ellos podemos mencionar a rápida descomposición. La sociedad comienza a enterarse de la im-
León Rozitchner quién se preguntaba: "El dilema es de hierro: nos provisación con que se había encarado esta aventura militar. Galtie-
dan a elegir entre Galtieri o Reagan-Thatcher. Lo mismo hacen en el i i debió renunciar. El 1 de julio de 1982 asumió la presidencia el ge-
interior del país. Ellos dicen: no elegimos a Galtieri, elegimos sólo es- neral Reynaldo Bignone con el objetivo de "institucionalizar el país,
tar al lado de los justos intereses populares'. Pero ¿Quién dijo que a más tardar en marzo de 1984." En esta última etapa el gobierno mi-
las Malvinas son en este momento un 'justo interés popular'? ¿Quién l i l a r estaba decidido a destruir todo lo que podía comprometerlo
dijo que el enemigo principal son en este momento los Estado U n i - con el Terrorismo de Estado. Promulgó una ley de autoamnistía y de-
dos e Inglaterra, y no la fuerzas militares argentinas de ocupación i laró "muertos a todos los desaparecidos" aceptando los errores rea-
que tratan de invertir lajerarquización a su favor? ¿Y quién dijo que li/.ados por la Fuerzas Armadas en la "lucha contra la subversión", pe-
ese interés lo es precisamente en momentos en los cuales la sobera- 10 estableciendo que estos "quedan sujetos al juicio de Dios." Todas
nía efectiva del país fue arrasada por los mismos militares que la de- las organizaciones de Derechos Humanos se opusieron y organiza-
fienden simbólicamente en el enfrentamiento con Inglaterra? Como ron una marcha donde participaron más de 50.000 personas. Frente
'si los justos intereses populares' pudieran ser reivindicados puntual al creciente desbarajuste social y económico se sucedían huelgas y
mente, sin inscribirlos en una jerarquía histórica que en cada mo manifestaciones que eran violentamente reprimidas. En este clima
mentó -como elemental regla general- da sentido a toda reivindica empezaba la campaña electoral.
cíon. 11 n largo camino se iniciaba para vencer los efectos que el Terro-
En este clima donde la guerra era analizada por muchos periodis i ismo de Estado había dejado en el conjunto de la sociedad. Camino
tas como si fuera un partido de fútbol comenzaron a aparecer "los i omcnzado en la soledad de sus rondas por las Madres de Plaza de
desastres de la guerra". El 3 de mayo un submarino inglés dispaio Mayo que, con su actitud indoblegable, pudieron vencer la angustia
contra el crucero general Belgrano y lo hundió, un acto inútil poi del (error. De esta manera fueron ellas las que trazaron la línea divi-
que el buque argentino se encontraba fuera de la zona de exclusión II >i ia necesaria para la democracia: aparición con vida de los desapa-
fijada por Londres y se trataba de una vieja unidad que no podía K ( idos, desmantelamiento del aparato represivo y juicio y castigo a
cumplir ninguna misión ofensiva. La cifra oficial fue de 368 mucrlos. los culpables. La lucha de las Madres de Plaza de Mayo, en la senci-
Dos días después aviones de la Marina argentina hundieron el des !!<•/ de sus objetivos y en la intransigencia de su conducta, introdujo
tructor Sheffield con un misil Exocet. Sin embargo, los pilotos sola una dimensión ética, más allá de la razón de Estado que fue parte
mente contaban con cinco misiles Exocet y tenían que recorrer mas n lenunciable para construir la memoria.

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2- Salud Mental: El fin de la reforma con el regreso de gobierno de Isabel Martínez de Perón, se le sumó el sometimiento a
los neuropsiquiatras los tribunales militares para los trabajadores del Estado. En ese mar-
co se dio "licencia extraordinaria" a algunos Jefes de Servicio, a pro-
El final de los progresos en el campo de la Salud Mental había em- fesionales de planta permanente y a concurrentes de los Servicios
pezado antes del 24 de marzo de 1976. En este sentido, la dictadura I lospitalarios. La justificación "legal" era ser promotor de "presunta
consolidó y amplió el desmántelamiento iniciado en 1974. El proyec- o potencial perturbación ideológica". Fue así como muchos Servi-
to de incorporar a la Argentina en el capitalismo mundializado im- cios de Salud Mental fueron desmantelados. Se suspendieron activi-
plicaba, en el campo de la Salud Mental, la represión de todos los dades formativas y supervisiones, así como en algunos casos se llegó
planes reformistas y de sus principales actores. Esto se logró median- a prohibir a los psicólogos que realizaran psicoterapia. Este proceso
te el secuestro de algunos de ellos, las amenazas que llevaron a otros abarcó a todos los Servicios hospitalarios que enumeramos a conti-
al exilio, el cierre de Servicios de Salud Mental y la prohibición de- nuación.
diferentes prácticas. Esta situación sembró el terror en el conjunto En la Ciudad de Buenos Aires, en el Centro de Salud Mental
de los TSM.37 El objetivo era someterlos y obligarlos a recluirse en el (CSM) N fi l se había exonerado a su jefe y a una psicóloga, prohi-
ámbito privado. El poder volvió a concentrarse en los grupos mani- biendo luego el ingreso de personal ad honórem y reiniciando apli-
\comiales que apoyaron este nuevo orden.38 caciones de ekctroshock. En el CSM NQ2, echaron al jefe y a dos coor-
Ni bien los militares tomaron el poder, el secretario de Salud Pú- dinadores. En el CSM N°3 "Arturo Ameghino" se echó a siete profe-
blica, capitán de navio médico Manuel Irán Campo designó al mayor sionales, además de enfermeros y personal administrativo. Su direc-
médico Ricardo Achenbach como interventor del INSM, que ocupó tor -que no quiso denunciar a su personal- fue trasladado a un hos-
el lugar del interventor saliente Arturo Carrillo. La primera acción pital ubicado a sesenta kilómetros de distancia de la capital. Se cerró
fue intervenir los Hospitales a su cargo, de modo que una serie de su Hospital de Día, echando a todo su personal. A los pocos días, la
médicos de carrera militar -o simpatizantes de los mismos- tomaron rehabilitación de los pacientes consistió en vestirlos con un unifor-
J. ^^Mil^MMH^HtfWW^MW' ' - .

sus cargos.39 me gris y darles la tarea de limpiar el establecimiento. En varios Ser-


La mayor represión en un ámbito hospitalario fue organizada por vicios de Psicopatología sus Jefes fueron echados o trasladados, como
el ex interventor del INSM que había llevado adelante el proyecto de en los Hospitales Alvarez, Tornú, Pirovano y Penna. En el Alvear y el
las comunidades terapéuticas, el coronel médico Julio Ricardo Esté- Pinero fueron echados psiquiatras.
vez, designado Director Interino en el Policlínico Alejandro Posadas En los Hospitales Psiquiátricos monovalentes la situación era aún
de la localidad de Haedo, Provincia de Buenos Aires. El 3 de abril las peor. En el Hospital Tobar García se suprimieron las admisiones gru-
fuerzas militares ocuparon el Policlínico con la justificación de que pales y otras actividades de grupos. Se prohibió la entrada a los con-
era una base de operaciones de la guerrilla. Allí fueron maltratados currentes. Luego de que los Jefes de los Servicios de Hospital de Día
profesionales, enfermeros y trabajadores del Hospital. En el informe y de Internación se negaran a entregar una lista de Trabajadores de
de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONA Salud Mental del Hospital para aplicarles la ley de prescindibilidad
DEP) se denunció a Estévez ya que bajo su gestión se realizó la de se los sancionó con esa ley "por desobedecer a la superioridad", se-
tención de más de 200 personas. En dicho informe, una trabajadora gún palabras de su interventor, el capitán de navio Roberto Copes.
del Hospital, Gladys Cuervo aportaba las siguientes precisiones "el De todas maneras, se aplicó la ley de prescindibilidad a numerosos
25 de noviembre de 1976 me llamó Estévez a la dirección. Allí me en profesionales y miembros del personal administrativo. Uno de los Je-
cañonaron y colocaron los brazos a la espalda. Por la noche me saca fes "rebeldes", Hugo Franano, quien dirigía el Servicio de Interna-
ron en una camioneta y después de dar varias vueltas me dijeron que ción, pagó con su desaparición y posterior asesinato el defender a sus
estaba en Campo de Mayo..."40 Para facilitar la denominada "limpie compañeros.41 El otro, Juan Carlos Stagnaro, a cargo del Hospital de
za ideológica", a la "Ley de Prescindibilidad" que había decretado el Día, tuvo que exiliarse. En el Hospital Moyano prescindieron de dos
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Jefes de Servicio y de ocho profesionales, además de prohibirse el ac- intervención encontrándose claras pruebas de su utilización como
ceso de 85 profesionales ad honórem; y en el Borda dejaron cesan- aguantaderos y refugios de la guerrilla. Imprentas dedicadas a la con-
tes a cuatro jefes de Servicio, veinte enfermeros y gran número de fección de material pornográfico, promiscuidad sexual entre los in-
personal administrativo. ternados psiquiátricos alentada por la propaganda que lo justificaba
En el interior del país la situación era similar. Por ejemplo, en En- a través de una suerte de liberación de las depresiones psíquicas."45
tre Ríos fueron echados cuatro psiquiatras, entre ellos el Director del Las persecuciones ideológicas, cesantías y desapariciones de TSM
Hospital Roballos. Lo mismo ocurrió en Córdoba, con más de 25 em- comprometidos política y socialmente iban a clausurar el camino
pleados de servicios de Salud. En la misma provincia, en Cosquín, se que había comenzado en el período anterior, lo que significaba tam-
intervino militarmente el Hospital Psiquiátrico Santamaría a fin de- bién un exilio para quienes estaban o habían estado implicados en
mayo de 1976 para arrestar a un psiquiatra y a dos psicólogas.42 las reformas en Salud Mental. Este exilio podía ser fuera del país o
Estos son sólo algunos datos de lo que la dictadura estaba aniqui- dentro del mismo. Había que sobrevivir.
lando en el campo de la Salud Mental, no sólo el pasado manicomial Las pertenencias institucionales eran difíciles, ya que estaban teñi-
retornaba, sino que se produjo el mayor vaciamiento de recursos hu- das por la persecución y el miedo. El psiquiatra Miguel Ángel de
manos de los Hospitales de nuestra historia. Boer rememoraba los efectos que había tenido en Comodoro Riva-
El 31 de agosto de 1976 el Poder Ejecutivo Nacional aprobó una davia, Chubut: "aproximadamente en el mes de octubre del año
nueva estructura por la cual el INSM pasó a ser denominado "Direc- 1977, el director del Hospital donde estaba trabajando, hasta ese mo-
ción Nacional de Salud Mental"(DNSM). Se le asignaron nuevas fun- mento ad honórem, me comunicó, muy asustado, que debía dejar la
ciones entre las que se destacaban no solamente la habitual "preven institución en forma inmediata, por cuanto al gestionar mi nombra-
ción de la enfermedad mental", sino que iban más allá, ya que pos miento en el Servicio de Psiquiatría, le informaron que me encon-
tulaban "la adaptación de los individuos a la sociedad" y "asesorar a traba encuadrado en la Ley de Seguridad. En realidad ya estaba ad-
los distintos niveles sobre los problemas filosóficos, socio y etno-psi- vertido puesto que uno o dos días antes un administrativo, que per-
quiátricos relevantes que se sometan a consulta". La DNSM además tenecía a los servicios de inteligencia, me avisó que había sido ubica-
tenía la obligación de inspeccionar periódicamente la planta íísi< ;\e las instalacionesdo.y, 'Te
conjuntamente, "fiscalizar
aviso porque lo conocía ea tu
inspeccionar
viejo que eralasun flor de tipo y no
por otra cosa; te recomiendo que limpies bien tu casa; trata de que
actividades asistenciales de los establecimientos psiquiátricos y el no quede ni la Biblia porque seguro que te van a ir a buscar', fueron
cumplimiento correcto y oportuno de las normas impartidas por l.i algunas de sus amenazantes recomendaciones". De Boer tuvo que so-
DNSM, así como verificar la eficiencia del control técnico."43 Eslas meterse al terror de las entrevistas de evaluación por parte de los
medidas implicaban un control persecutorio de las autoridades en "servicios de inteligencia" para estimar su peligrosidad. Luego de ser
todo el campo de la Salud Mental, ya que brindaban todas las hena expulsado del Hospital le cerraron las posibilidades de ingreso tam-
mientas para instalar el terror, desmantelar los avances en el c a i u | > < > bién a Clínicas privadas debido a su situación. Sus propios pacientes
y otorgar el poder a quienes compartieran su ideología. En Salud del Hospital le solicitaron continuar sus tratamientos en su consulto-
Mental esto tenía un nombre: la psiquiatría manicomial. La consc rio. Luego de un tiempo consiguió organizar una pequeño equipo
cuencia fue que, por ejemplo, aumentaran las camas de internación de trabajo que se transformó en institución privada en su ciudad.41'
psiquiátricas en distintos lugares del país durante este período." La FAP denunciaba lo que estaba sucediendo en el país y seguía
Meses después, Irán Campo justificaba públicamente la acción ir defendiendo a los TSM.
presiva de los "grupos de tareas militares". La excusa era que supm •. El 12 de abril de 1976, Sylvia Bermann -presidente de la FAP- y
tamente los "Centros asistenciales de ¡a Salud Mental habían sido I ,uis M. Esmerado -secretario general de la FAP Capital- convocaron
convertidos en lugares de adoctrinamiento subversivo. Algunos líos para una reunión "con el objeto de debatir libremente sobre la seria
pítales han debido ser ocupados por fuerzas militares para reali/.ar su crisis que en este momento sufren los Servicios Psiquiátricos de di-
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versa índole. Además sobre los crecientes problemas en el campo de se habían ido del país, otros estaban desaparecidos. Los que nos que-
nuestra especialidad, sobre todo en los aspectos científicos y de do- damos no medimos los riesgos de continuarla. Así, las actividades de
cencia e investigación. Nos interesa cambiar ideas con Ud. y los de- la FAP fueron extinguiéndose."49
más colegas, que han estado siempre interesados en estas cuestiones, La organización del VII y último Congreso Argentino de Psiquia-
para poder elaborar propuestas que permitan contrarrestar a la ac- tría organizado por la FAP fue muy dificultosa en medio del terror y
tual situación y entrever una salida a la crisis presente."47 la muerte. Como todo gremio, necesitaba autorizaciones para reali-
El 22 de abril de 1976 enviaron una carta al presidente de la Con- zar reuniones o asambleas.50 Pero a la vez, continuaban denuncian-
federación Médica de la República Argentina donde denunciaban do mediante comunicados de prensa la situación de los psiquiatras
los ataques sufridos a la asistencia en Salud Mental, denunciando las detenidos. El 14 de septiembre enviaron una lista en la que incluían
cesantías y licencias extraordinarias de varios jefes de Servicio, médi- detenidos en distintos momentos y lugares del país con destino co-
cos, psicólogos con nombre y apellido, la eliminación de las concu- nocido: Eduardo Llosas, Claudio Bermann, Nicolás Espiro, Antonio
rrencias ad honórem en todos los Servicios de Psicopatología -que Calabrese, Alberto Sasatelli y Alejandro Pastorini. Pero también "de-
en su mayoría eran sostenidos por ellos-, la limitación del trabajo de saparecidos y/o secuestrados de quienes se carece de toda informa-
_Jos psicólogos sólo en la realización de tests y uno de los primeros ción: Francisco Bellagamba, Raúl Fuentes y Juan Carlos Risau."51
allanamientos y desapariciones, la de Francisco Bellagamba.48 En medio de ese clima de intimidaciones y terror se realizó el Con-
La FAP fue un objetivo preciso en esta política del terror. Era lógi- greso entre el 8 y el 10 de octubre de 1976 en la ciudad de Santa Fe.
co que este gremio que denunciaba la situación y que contaba con Se dividió en tres temas. El primero continuaba con la línea de tra-
militantes de organizaciones de izquierda estuviera en la mira de la bajo de otros congresos: "Modelos de atención para pacientes ambu-
dictadura. No solamente hubo allanamientos. Su Secretario Gremial, latorios." Un largo relato oficial de Valentín Barenblit y Emiliano Ga-
Juan Carlos Risau fue secuestrado y desaparecido. Gervasio Paz re lende sintetizaba los diferentes modelos de la reforma de la Salud
cordaba el episodio: "En la noche del 21 de julio de 1976 teníamos Mental, "que tienen ya una experiencia de años de implementación
una reunión de la FAP en la casa de Sylvia Bermann. Al salir nos fui en nuestro medio, por lo que permiten ser mejor definidos y deben
mos con otro amigo, que iba en el auto. Juan Carlos vivía en el cen generalizarse en su uso a más instituciones y equipos, sin dejar de la-
tro de la ciudad, sobre la avenida Córdoba, a media cuadra del Ten do nunca, el concepto básico en el que tanto nos permitimos insistir
tro Cervantes. Por eso lo dejamos primero. En ese momento la calle en este relato; debe entenderse que cada uno de estos modelos de
estaba desierta. Lo dejamos en la esquina de la Plaza Lavalle, en la atención no solamente comprenden los métodos y las técnicas que
calle Libertad y la avenida Córdoba. Nuestro amigo paró el auto. Mi utilizan, ya que sus objetivos y actividades están permanentemente li-
ramos bien para todos lados, como era habitual entonces, lo saluda gados a las estructuras institucionales en las que los mismos se reali-
mos y se fue. Lo estaban esperando dentro de la casa. Habían cnlra zan."52 Era una forma de aclarar que sin un contexto la reforma era
do antes y tenían a su mujer. Cuando llegó los llevaron a los dos. A imposible. Lo que no se mencionaba explícitamente era la "contra-
la mujer la liberaron a los dos días. AJuan Carlos nunca. Por el mis rreforma" que se estaba produciendo.
mo tiempo secuestraron a un psiquiatra riojano, Raúl Fuentes. A Syl El segundo tema era "Trabajo y Salud Mental". El relato oficial era
via Bermann le secuestraron a una hija y le allanaron la casa. En esc un texto de Sylvia Bermann, Guillermo Bigliani y Rubén Efron, quie-
entonces continuar con la FAP era un riesgo altísimo. Anduvimos al nes con una experiencia interdisciplinaria en el tema hacían una ex-
quilando otros locales, intentamos hacer reuniones, Jornadas, Semi posición teórica y luego mostraban los resultados de investigaciones
narios, etc. Inclusive con temas 'neutrales' como para seguir nuesii .1 concretas llevadas adelante con gremios de trabajadores de la cons-
actividad. Ese mismo año realizamos el VII y último Congreso Argén Irucción y telefónicos.53 Este trabajo era un epílogo de los avances lo-
tino de Psiquiatría en Rosario. Pudimos hacer algunas cosas pero no grados en una temática que quedaría clausurada con la dictadura.
pudimos seguir adelante. La mayoría de los que sosteníamos la KA I' El tercer tema se denominaba "Aspectos clínicos de la drogadic-
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ción". Uno de los relatos oficiales era el del "Centro Nacional de Ree- gado de López Rega con dos policías. Estuvieron un mes controlan-
ducación Social", dirigido por Carlos Caglioti, uno de los responsa- do como trabajábamos. Después el sumario se resolvió favorable-
bles del cierre del Centro Piloto del Hospital Esteves en 1971. mente. E inmediatamente llegó el golpe y me ordenaron echar 30
En el Congreso también se incluía una sesión plenaria especial de personas al 'voleo'. Entre ellas a todos los 'comunistas y peronistas'.
"homenaje al maestro de la psiquiatría argentina Enrique Pichón Ri- La orden era directa del Subsecretario de Salud Pública que había
viére." llamado a cada Director. Finalmente él me dio la lista y me dijo que
El programa del Congreso mostraba menos actividades que en los yo sabía lo que tenía que hacer. Al llegar a Federal los fui llamando
Congresos anteriores. Ya no se mencionaba una larga lista de traba- de a uno y les dije que yo no los iba a echar. La fecha de ejecución
jos libres y mucho menos grupos de discusión. Solamente conferen- era el 31 de marzo. El 29 mandé un telegrama diciendo que no exis-
cias, mesas redonda, paneles, relatos oficiales y conclusiones.54 Una tía en el establecimiento ningún personal para cesantear. A la sema-
época estaba concluyendo. Las tareas de la FAP fueron mermando. na me llegó un telegrama diciendo que cumplimente lo ordenado.
Entre ellas se puede destacar el Seminario sobre Psicoterapia de Gru- Contesté exactamente lo mismo que el anterior. Y me fui a vivir un
po dictado por Marcos Bernard y Andrée Cuissard en julio de 1978. tiempo al campo. Luego pedí el traslado. Como ya estaba la dictadu-
Algo similar sucedió con el GDI y la Coordinadora de Trabajado- ra, sabía que si pedía un lugar me daban otro. Eso hacían siempre los
res de Salud Mental, de la cual formaba parte la FAP Capital. Sergio militares. Como quería ir al Moyano, pedí el Borda y me mandaron
Rodríguez participaba como docente y nos recordaba cómo, luego al Moyano."56 Colonia Federal terminó por transformarse en una Co-
de iniciada la dictadura, "ya no se hacían Asambleas Generales, por- lonia Psiquiátrica de pacientes crónicos. El pasto y las instalaciones
que era peligroso. Había pocas clases. Habíamos organizado un quedaron descuidados tanto como los pacientes. Apenas los recuer-
cuerpo de delegados por materia. Entonces se realizó una Asamblea dos y los rastros de una comunidad terapéutica.
de Delegados en la casa de una compañera. Ya no podíamos reunir El Servicio de Psicopatología del Lanús atravesó varias situaciones
nos en los lugares habituales. Rafael Paz llevó la moción de disolver de terror que se sucedieron a lo largo de la dictadura. Era uno de los
el GDI. Y yo me opuse. Se armó una gran discusión porque yo pro- lugares que tenía el prestigio de haber encabezado la reforma en Sa-
ponía la moción de seguirlo clandestinamente. Eramos diez o doce. lud Mental. Por eso fue atacado especialmente.
Ganó la moción de Rafael por un voto. Así se disolvió el CDI. Al di'.i A los pocos días de iniciada la dictadura, mediante un decreto de
de hoy creo que tenía razón Rafael porque si hubiéramos seguido "licencia extraordinaria", el Jefe de Servicio Valentín Barenblit tuvo
con el proyecto de reuniones clandestinas íbamos a caer todos. Lúe que dejar su cargo. Tomaron su lugar interinamente y sucesivamen-
go quedamos muchos de nosotros sin pertenencia institucional. I ,os te dos ex residentes: primero José Kuten y luego Lucía Barbero. Am-
más 'lacanianos del CDI' se refugiaron totalmente en la Escuel.i bos renunciaron rápidamente. Barenblit continuaba de alguna ma-
Freudiana de Buenos Aires. Entonces Beatriz Perosid, la presidenta nera siendo el Jefe y había reuniones en su domicilio particular. En
de la APBA, habló con varios de nosotros y nos propuso pasar a l l í lodo este primer tiempo, entre las "licencias extraordinarias" y el
Rafael terminó un seminario para docentes que había iniciado en el éxodo por cuestiones de seguridad, quedaron solamente 40 profe-
CDI. Guido Narváez, yo y otra gente nos trasladamos a dar clases cu sionales trabajando en el Servicio -cuando en el período anterior ha-
la APBA."55 bía 150-. Se prohibieron todas las actividades grupales, como sucedió
Las experiencias que habían sido un avance se desmantelaron en en todos los Servicios de Salud Mental. Se redujeron a la mitad las
todo el país. Los profesionales que habían encarnado la reíbr in.i internaciones. Se cerró la Residencia en Psiquiatría. Todo lo que ha-
eran perseguidos. bía sido el Servicio del Lanús parecía terminar.
Raúl Camino seguía a cargo de la comunidad terapéutica en Fede En 1977, el Servicio recibió dos golpes seguidos. El 31 de marzo
ral pero había tenido que atravesar un sumario en la época del J M > lúe secuestrada en la sala de Espera de los Consultorios Externos la
bierno de Isabel Martínez de Perón. Recordaba como "llegó un alio Subjefa del Departamento de Adolescencia, Marta Brea. En ese mo-

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mentó tenía 38 años. También continuaba con su militancia política. dido en el país. La mayor parte de los TSM se recluyeron en el ám-
Los miembros de los "grupos de tareas" actuaron con total impuni- bito privado. También se organizaron grupos de estudio y se funda-
dad dentro del Hospital. El automóvil ingresó y se fue sin que fuera ron una gran cantidad de instituciones asistenciales y formativas du-
detenido, atravesando las barreras de seguridad de la playa de esta- rante toda la dictadura, dando lugar a dos interpretaciones.
cionamiento. Hay diferentes testimonios, algunos afirmaron que di- JPor un lado, están quienes consideraron que esta reclusión en lo
rectamente eran del propio Ejército.57 Sus compañeros hicieron la privado se debió a que, ante el terror, era necesario continuar con la
denuncia y se pusieron en contacto con la familia. Brea es una desa- vida (profesional) de algún modo, tal como vimos, muchos TSM ha-
parecida. Al respecto, Horacio Vommaro, un compañero del Servi- bían sido expulsados de los Hospitales y los Centros de Salud, otros
cio recordaba como "rápidamente nos dirigimos a distintas instan- no pudieron continuar actividades en dichos lugares. Entonces la
cias del poder estatal para saber algo de lo ocurrido. Nuestras pre- formación de instituciones privadas tuvo la función de contención y
guntas e interrogantes eran respondidos con mensajes falsos y despo- de alguna manera, de resistir. Juan Carlos Nocetti relataba en ese
jadas de realidad y sentido. Tenía que ver con un aspecto importan- sentido el origen del Centro para el Estudio de la Familia y la Pareja
te del Terrorismo de Estado: el silencio y el silenciar."58 (CEFyP). Eran profesionales pertenecientes al Centro de Salud Men-
A los pocos días, el propio Valentín Barenblit fue secuestrado. Es- tal N22 de la Ciudad Buenos Aires, que la dictadura desmanteló, tal
tuvo detenido durante más de dos semanas en un campo de concen- como vimos anteriormente. El servicio estaba a cargo de Pedro Hers-
tración. Allí fue torturado y luego liberado. Se exilió en Barcelona,
covici con Adolfo Loketek a cargo del Departamento de Familias y
España.
María Rosa Glasserman en el Departamento de Niños. Loketek y
A partir de entonces el terror terminó de penetrar en los cuerpos
de quienes trabajaban allí y lo sucedido tuvo un efecto devastador, Glasserman continuaron ejerciendo en sus consultorios y reuniéndo-
creando el pánico y la confusión entre quienes se quedaron. El Ser- se en grupos de trabajo. Su orientación conjugaba el psicoanálisis
vicio quedó acéfalo durante tres meses. La DNSM lo intervino po- con los aportes de la Escuela Sistémica organizando un modelo sis-
niendo como Jefe al médico neurólogo con grado de Capitán y sa- témico-relacional. A lo largo de esos años se sumaron otros; organi-
cerdote jesuita Juan Rodríguez Lonardi durante tres meses, justa- zaban periódicamente jornadas y continuaron con esa dinámica has-
mente quien se había encargado de ser el interventor del Hospital ta que en mayo de 1979 fundaron el CEFyP.60 Es la historia de mu-
Esteves en 1970 para echar a Grimson durante la dictadura de Lc- chas nuevas instituciones de Salud Mental que se crearon durante la
vingston. dictadura.
En su lugar fue designado por un supuesto "concurso interno" el Por otro lado, hay quienes consideraron que la fundación de insti-
ex residente psiquiatra Ricardo Meabe que quedó a cargo hasta la tuciones privadas significó una forma de complicidad con lo que es-
llegada de la democracia. Los profesionales que permanecieron sos- taba sucediendo en el país, ya que la mayoría de ellas no denunciaron
tuvieron el Servicio intentando rescatar algo de lo que había sido, laminación que se vivía y, hasta en algunos casos, se negaban a aceptar
reabriendo los espacios que se podían. Se ampliaron las internacio- en tratamiento a víctimas o familiares de desaparecidos. En ese senti-
nes, se reabrió el Hospital de Día, la Residencia y el Club Amanecer. do, Juan Jorge Fariña afirmaba que "desde 1977 a 1981 se crearon no
Pero entre los que se quedaron quedó instalada por muchos año la menos de cuarenta instituciones y grupos de docencia y asistencia
sombra de las culpas y las sospechas. El tema era si haber permane- que no sólo omitieron cualquier tipo de referencia a la problemática
cido era vergonzante y colaboracionista o una resistencia a la dicta de las desapariciones, sino que en muchos casos generaron toda una
dura. El solo hecho de plantear este dilema, marcaba el grado de de- ideología destinada a justificar estas omisiones".61
El había
vastación al cual había llevado el Terrorismo de Estado a quienes n .\n en el Lanús. Si este mismosidoautor
un consideraba que luego
Servicio "modelo" de la Guerra de Malvinas,
tambirn
las mismas instituciones retomaron las discusiones sobre la dictadura,
tuvo un modelo de represión.59 brindando asistencia y reflexionando sobre la dimensión social de la
En este contexto de repliegue se produjo algo que ya había surr práctica.
332 333
Pero esta cuestión sobre la creación de instituciones nos lleva al entre nosotros. Mucho tiempo después nos dimos cuenta de cómo
mismo punto que la situación que habíamos visto en relación al La- sostener la reunión de Equipo semanal contra viento y marea había
nús. La generalización nos impide visualizar que ambas cuestiones sido esencial para nuestro propio apuntalamiento en la tarea."64
tienen algo de verdad. Por un lado, hubo muchas instituciones que Comenzaron con algunas cuestiones acerca de cómo plantearse
se crearon siguiendo la ideología imperante. Algunas de ellas cam- qué contar a los niños que tenían padre o madre desaparecidos; o
biaron luego de la guerra de Malvinas, ofrecieron atención a ex-com- bien ayudar a tolerar la incertidumbre y la angustia ante la ignoran-
batientes y, con el principio del fin de la dictadura, comenzaron a re- cia del destino del hijo. En 1979 crearon oficialmente el Equipo de
pensar lo sucedido. Pero otras instituciones, y algunos TSM sin per- Atención Psicológica de Madres de Plaza de Mayo.
tenencia institucional, fueron focos de resistencia durante toda la En el trabajo observaron cómo la participación de las madres en
dictadura, y continuaron siéndolo luego de finalizada la misma. encontrarse y organizarse fue positiva. No quedaban solas en la pér-
Un caso paradigmático es el Equipo de Asistencia Psicológica de dida de sus propios hijos. Reclamaban la "aparición con vida" y el
las Madres de Plaza de Mayo. Diana Kordon se acercó desde el inicio "castigo a los culpables", tomando una posición activa frente a lo su-
de la dictadura a las Madres. Ella tenía un compromiso político con cedido, ya que algunos terapeutas insistían en que era necesario rea-
la izquierda y estaba identificada con las luchas de las Madres para lizar el duelo por los desaparecidos considerándolos muertos, pero
localizar a sus hijos. Aunque se había formado en el Lanús, su parti- con esta propuesta, "como terapeutas entendíamos que era una for-
cipación fue política. Partía de la necesidad de solidaridad y colabo- ma de favorecer, so pretexto de la cura, la identificación con el agre-
rar con alguna forma de resistencia.62 Trabajó en la recolección de sor y el predominio de los aspectos más hostiles del sujeto, que ine-
nombres para la delegación de Amnistía Internacional que vino a la vitablemente lo conducirían a sentimientos de culpa irreductibles."65
Argentina a fines de 1976 y estuvo a punto de ser detenida en esc Además de no ser terapéutico, descubrieron que esta posición
momento. Kordon aceptó dar una entrevista a una madre que esta- neutral encubría una adaptación al discurso dominante del Terroris-
ba deprimida. Luego, cuando comenzaron las rondas a la Plaza de mo de Estado. Si su objetivo era imponer el silencio y el aislamiento,
Mayo se encontró "escuchando a una madre que me contaba un sue- que implicaban la disociación y la negación de la realidad, las Ma-
ño perturbador y tratando de ayudarla a comprender su significa- dres lucharon por lo contrario. Rechazar esta renegación que impli-
ción inconciente."63 Esto la llevó a que trabajara con ellas como TSM, caba la aceptación de la identificación con la norma de silencio del
respetando su compromiso político. Con el tiempo surgió la idea de Terrorismo de Estado implicaba una posición activa frente al trau-
organizar un equipo de atención psicológica a las Madres y, en 1979 ma. Y esto conducía a poder ligarse con otras personas en la misma
convocó a Lucila Edelman y Darío Lagos para que se sumaran al tra- situación; la posibilidad de mantener una conexión interna positiva
bajo. Lucila Edelman había formado parte de la experiencia del con el desaparecido; la ampliación de sus capacidades yoicas debido
Hospital Esteves. Los tres habían participado en la Coordinadora de al desarrollo de mecanismos sublimatorios y reparatorios de la situa-
Trabajadores de Salud Mental y se habían formado dentro del CDI. ción y finalmente la inclusión de su situación en una perspectiva más
Darío Lagos recordaba la organización del siguiente modo: "la pri- general. Por ello las autoras postulaban que esta identificación con
mera tarea que desarrollamos como Equipo fueron las reuniones de la norma del silencio de la dictadura tenía diversos efectos patológi-
lo que entonces llamamos grupos de orientación. Fue una de las ex- cos a nivel individual y familiar que iban desde la disociación extre-
periencias profesionales más impactantes de mi vida. Coordinando ma, la ruptura de la realidad, crisis familiares severas, trastornos de
los grupos ninguno de nosotros tres podía dejar de llorar en algún aprendizaje en los niños, aislamiento en adolescentes que incluían
momento y eran los otros los que se hacían entonces cargo automá- tendencias paranoides y fobias, entre otros padecimientos.
ticamente de la coordinación del grupo. El impacto era tan fuerte El trabajo con grupos surgió de las propias Madres. Y dicha expe-
que luego seguíamos elaborándolo a lo largo de días, tanto instilu riencia permitió al Equipo ver en la práctica la importancia del pa-
cionalmente en el marco del Equipo como en diálogos informales pel del grupo como espacio de elección para compartir y elaborar si-

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tuaciones traumáticas. Esta experiencia los llevó más allá del tema de
blo, y del modo como se produzca depende en gran medida el cur-
la atención individual y grupal de las Madres.
so futuro de la historia argentina. Muchos proponen olvidar el pasa-
Por un lado, las Madres imprimieron dos folletos llamados "Desa-
do como una forma de pacificar y reconstruir la Nación. Esta pro-
parecidos, efectos psicológicos de la Represión I y II. "(>6 Eran los pri-
puesta de olvido de hoy es la continuidad del silencio de ayer.."69
meros trabajos del Equipo, antes de la publicación del libro Efectos
En abril de 1982 la dictadura de Galtieri comenzó la guerra de
psicológicos de la represión política. Las Madres consideraron que eran
Malvinas. En ese entonces, Dalmiro Bustos tenía a Fabián, su hijo
importantes para la divulgación y como forma de ayuda a familiares
mayor, terminando el Servicio Militar y fue enviado al campo de ba-
de víctimas del Terrorismo de Estado de todo el país.
lalla. Bustos organizó una experiencia, que marcó un hito en la his-
Diana Kordon y Lucila Edelman escribieron el primer trabajo que
toria, con los padres de los jóvenes que fueron enviados al frente.
abría el folleto, "Observaciones sobre los efectos psicopatológicos
Bustos había atravesado la dictadura como muchos TSM compro-
del silenciamiento social respecto de la existencia de desaparecidos"
en agosto de 1982. metidos con la reforma. Tal como habíamos visto, se había clausura-
do la comunidad terapéutica que dirigía en el Hospital Melchor Ro-
Lucila Edelman, recordaba las repercusiones de este texto. "Ese
mero, antes de iniciada la dictadura. Ya entonces había comenzado
primer artículo que escribimos Diana y yo sobre los efectos del silen-
a viajar mensualmente a Brasil para enseñar Psicodrama, mientras
ciamiento social sobre la existencia de los desaparecidos fue publica-
continuaba sus tareas en La Plata. En 1977, su sobrino Pablo y su mu-
do en la revista El Porteño, a fines del '82. Cuando en 1983 se hizo el
jer' embarazada fueron asesinados, episodio que lo llevó a ocultarse
Congreso de Federación de Psicólogos de la República Argentina en
durante tres meses en Mendoza por seguridad. Luego regresó a La
Tucumán lo presentamos con algunas modificaciones. Fue rechaza-
I'lata, pero decidió pasar más tiempo en Brasil, ya que allí tenía una
do con el argumento de que ya estaba publicado. Pero Rafael Paz,
casa. Al tiempo dejó de trabajar con grupos terapéuticos en la La Pia-
que estaba en el Comité Científico, propuso que al menos se le die-
la porque "no aguantaba más" la situación. Entonces desarrolló su
ra un lugar como actividad 'fuera de programa'. El Congreso fue
Actividad terapéutica con psicodrama individual. Bustos recordaba el
inaugurado oficialmente con la presencia del Gobernador militar de
clima de La Plata en ese entonces: "yo atendía en el consultorio y ne-
Tucumán. Cuando íbamos a presentar el trabajo creímos que no iba
cesitaba cerrar las ventanas. Las balas dejaron marcas en las paredes.
a haber nadie. Era un horario pésimo y en una sala que era la más
1 labia una sensación de incorporar la inseguridad total porque nun-
alejada de todas. Al llegar nos encontramos con la sorpresa de que
ca se sabía cuándo iba a aparecer el peligro. Cuando alguien faltaba
estaba llena de gente. Muchos parados y hasta sentados en el piso.
a la sesión, uno se quedaba imaginando mil cosas."70
Luego de la lectura ni se discutió el texto. Terminamos todos cantan-
do las consignas de las Madres de Plaza de Mayo"67. El 2 de abril estaba en San Pablo cuando se enteró de la invasión
.1 las Malvinas. Regresó al día siguiente al país. Pudo ver el 4 de abril
En 1986 publicaron el libro con todos los artículos del Equipo que
a su hijo Fabián en un cuartel durante unos minutos, mientras un
incluían los abordajes clínicos, las problemáticas de contratransfc-
guardia los observaba. Se enteró por un vecino de que el domingo
rencia de los terapeutas, el tema de la tortura en la Argentina, el aná-
de Pascuas, el 14 de abril, se llevaban a los chicos hacia las Malvinas.
lisis institucional y los efectos en la sociedad de este período68. En el
Por supuesto que el Ejército no les avisó, intentaron contactarse a la
último texto del libro, escrito en plena democracia, las autoras pen-
salida del cuartel, pero sólo pudieron ver salir unos camiones. Ante
saban los efectos persistentes de dicha época en la sociedad. Tal co-
la consulta de hacia dónde los enviaban un suboficial les dijo que no
mo Diana Kordon escribía entonces en la introducción : "considera-
les podía informar el destino, pero que "extraoficialmente podía sa-
mos el problema de los desaparecidos como una cuestión que afecta
berse que iban a la isla Soledad."71
al cuerpo social de la nación y que no atañe solamente a los familia-
En los días siguientes Bustos dejó de atender a sus pacientes. No
res. Es un ciclo aún abierto, con efectos duraderos y a largo plazo. Su
podía trabajar. Estaba paralizado. No podía hacer nada. Se había
resolución definitiva está unido a lo que haga el conjunto del puc-
ofrecido como médico voluntario y no lo llamaban. El y su esposa ha-
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biaban telefónicamente con padres de amigos de Fabián, que tam- I '> kg., piorrea de las trincheras (un mal que ataca las encías por el
bién habían sido enviados a las islas. Entonces, frente a la angustia y I1 lo, la humedad, la mala alimentación y la mala higiene), problemas
la depresión recurrrió a lo que sabía hacer: grupos. Hizo un llama- bionquiales, dermatológicos e intestinales varios. Desde el punto de
do a otros padres para convocar a una primera reunión el 9 de ma- visia psicológico, no todos volvieron igual, porque no todos eran
yo en el Club Estudiantes de La Plata. Eran unas cincuenta personas. i Cuales antes de ir a la guerra. A los 18 ó 19 años no todos tenían el
Bustos coordinó la reunión ya que todos querían y necesitaban ha- mismo grado de maduración y tampoco les tocó pasar por la misma
blar y compartir lo que estaba sucediendo. Al terminar comenzaron •.iinación. "Pese a esto hay un desequilibrio básico y general: todos
a organizarse y decidieron empezar, también un programa de radio: debieron quebrar la proscripción del precepto básico de no matar.
"Buenas noches Malvinas, carta abierta al soldado argentino", asimis- Iodos tuvieron que convivir con el sentimiento de que cada minuto
mo se ocuparon de otras cuestiones: la llegada de las cartas, la falta podía ser el último. Si pensamos en la natural hiperplastia que tiene
de comida, la dificultad del intercambio de información. Las reunio- un muchacho de esa edad, podremos comprender las consecuencias
nes se multiplicaron, de dos veces por semana terminaron reunién- posibles." 73 Se encontraron con pesadillas, miedos nocturnos, actitu-
dose todos los días. Debido a la cantidad de participantes tuvieron des regresivas, reacciones de violencia y estados depresivos.
que mudarse a un Colegio que les brindaba un sitio más amplio, el hustos propuso una serie de medidas frente a esta situación: difun-
grupo siempre fue abierto y entraba quien quisiera, desde militares dn la verdad de lo ocurrido, revisar la validez del servicio militar
a periodistas. Tuvo una gran repercusión en los medios de difusión. obligatorio, crear bolsas de trabajo, facilitar el reingreso a las faculta-
El movimiento llegó a tener 700 personas, entre padres, abuelos, des y que recibieran remuneraciones adecuadas. Su atención psico-
hermanos, novias y amigos. La mayoría eran de La Plata, pero hubo ii-i.ipéutica indicada para elaborar lo sucedido frente a un conflicto
participación de familiares de soldados del resto del país. La solida- M \ i d o grupalmente era la terapia grupal. La experiencia del grupo
ridad hacía que trabajaran el día entero ayudando en cualquier lu- de padres terminó en 1983 con el fin de la dictadura. El trabajo de
gar a aquellos cuya desesperación era mayor, asesorados psicológica- los l;uniliares había concluido.
mente por Bustos. ( ion el regreso había comenzado una nueva tarea, ya que los que
A partir del 25 de mayo Bustos comenzó con charlas sobre el mie- i egresaron empezaron a organizar su propio movimiento de ex-com-
do, la depresión, la culpa y hasta cómo prepararse para recibir a los klíjenles. Ya lo largo de los años las heridas no cerraron. Según re-
hijos cuando volvieran. La noticia de la rendición trajo alivio y frus- l n i <• Bustos hubo muchos ex-combatientes con depresiones y más de
tración. Terminó el programa de radio, el envío de cartas y tantas 10 suicidios en los años siguientes.74
otras cuestiones. Pero empezó la incertidumbre de cuándo y cómo Al terminar la dictadura se cerraba un período. También en el
volverían. Bustos recordaba "estábamos juntos sabiendo que en cual- c .uupo de la Salud Mental donde no era reemplazado por un con-
quier momento uno de nuestros hijos podía estar muerto. Teníamos • « p í o que lo superara sino que, por el contrario, se había vuelto a
que convivir con eso. Esa incertidumbre nos aproximaba a las Ma- instalar la psiquiatría biológica.
dres de Plaza de Mayo. Y era muy profunda la sensación de alarma. 11 ubo dos hechos que simbolizaron esta situación.
Muy duro, muy difícil. No me quedaba ni un poco de energía para I .;\P fue cerrada oficialmente por Rafael Paz y Emiliano Calen-
poder oír o hablar con alguien que no estuviese pasando por aque- de en 1983. La regional Capital, como Asociación de Psiquiatras de
llo."72 l.i < lapilal Federal, había continuado organizando algunas activida-
El 21 de junio nadie fue a la reunión, ya que ese día se anunció el des ,\o largo de la dictadura.75
regreso de los chicos. Bustos se reencontró con su hijo. A partir de l;,n 1982 aumentaron sus ofrecimientos con cursos y seminarios de
ese momento el grupo empezó a recibir los relatos de los jóvenes sol- l'ei n.indo Ulloa, Claudio Joñas y Eduardo Pavlovsky. Parecía que ha-
dados y se ofreció para el apoyo y la atención de los ex-combatientes. hi.m aumentado la convocatoria en la Asamblea en la cual se eligie-
Desde el punto de vista físico constataron un adelgazamiento de 6 a ion nuevas autoridades, "con la presencia de un número significati-
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vo de psiquiatras jóvenes pertenecientes a nuevas carnadas."7'' <> se había propuesto, en 1975, la conformación de una "Escuela
También manifestaron su apoyo a la guerra de Malvinas, enviando Ncuropsiquiátrica Argentina con trascendencia nacional e interna-
una declaración a los medios de difusión en la cual sostenían "la pro- i Kinal." Yque para este nuevo momento, "consciente de las transfor-
funda solidaridad con la justa lucha del país apoyado por los pueblos iii.u iones sustanciales ocurridas en el campo de la Psiquiatría en
latinoamericanos y la conciencia progresista del mundo."77 . I I K I S recientes, Neuropsiquiatría se aunaba a tales realidades para
Sin embargo, formalmente la FAP se cerró. Emiliano Calende sos- iii.nilener el rango que ocupa(ba) en la producción escrita en el pla-
tenía que "no sin cierto orgullo de haber transportado hasta allí su no del quehacer neuropsiquiátrico de nuestra patria." Todo esto pa-
nombre y sus banderas, concientes de que habría un nuevo tiempo 1.1 hmdamentar el cambio de nombre de la revista. Desde 1980 se lla-
histórico y de que este requería de nuevas ideas y nueva organiza- in.iría Neuropsiquiatría y Salud Mental. Con este cambio de denomina-
ción. c ion esperaba adecuarse "a las exigencias siempre crecientes de una
Por el contrario, los psiquiatras manicomiales siguieron creciendo psiquiatría moderna y dinámica."80 E incluía como grandes avances
y organizando actividades auspiciadas por la DNSM, que la publicita- publicar investigaciones de la "medicina mental" y la novedad de tra-
ba con una página entera en su revista oficial Neuropsiquiatría. En ese II.H.II en equipo.
avance, surgieron las Jornadas de octubre de la Asociación Argenti- I )c este modo conseguía que la Salud Mental, como nombre, que-
na de Psiquiatras (AAP). En 1978 se organizaron en la Academia Na- i l . n . i diluida en la neuropsiquiatría y perdiera su propio sentido. Es
cional de Medicina con el título de "Psiquiatría y Sociedad Contem- t l r < ii, los psiquiatras manicomiales se habían apropiado de la nomi-
poránea". Pero bajo este título se encubría el ascenso de una psiquia- II.K ion para invertir su significado.
tría biologicista. Por eso en el temario incluían "aspectos neurobio- Ki i ese mismo año, la AAP realizaba sus 'Jornadas de Octubre". Y
lógicos y hereditarios", "endogénesis y psicogénesis en nuestra cultu- . M i í a n ampliándose con invitados del exterior, especialmente de
ra", entre otros. I 'diversidades de Alemania y EEUU. El temario era la Esquizofrenia.
Más significativa fue una mesa redonda que, con el título "Tera- I .os debates propuestos iban del diagnóstico diferencial a las "bases
péutica: significado y meta de la curación desde la perspectiva del Inologicas" de la enfermedad pasando por la "genética de los Neuro-
psiquiatra y del hombre contemporáneo", incluían cuatro temas: ii.msmisores: relaciones con la esquizofrenia". Pero también, en su
conceptos básicos de la psicofarmacología, los tratamientos biológi- • n .iiegia de incluir algo diferente, dejaban un pequeño espacio pa-
cos, psicocirujía y psicoterapia (en ese estricto orden).79 i .1 psicoanalistas. Una sola mesa sobre "Psicoanálisis y Esquizofrenia"
Entre los relatores oficiales se encontraba el elenco estable de psi- ,i i ,11 go de David Liberman, que en ese entonces era miembro de AP-
quiatras manicomiales y de derecha que formaban parte de la AAP: t l r K A y vicepresidente de la IPA, el único argentino que expuso en
Carlos Sisto, Humberto Mesones, Ornar Ipar, Juan Carlos Goldar, Ro- esc evento.81
dolfo Fahrer, Jorge Insúayjulio Herrera, entre otros. I1'.I uso de la "Salud Mental" también continuaba en otras institu-
A partir de entonces se comenzó a encubrir la manicomialización íes que organizaban estos psiquiatras, como la Fundación Argen-
con títulos que aparentaban alguna reforma. En ese sentido, Lucia- i i n . i para la Salud Mental (FASAM), que publicaba desde 1977, la re-
na Sartoris en el Editorial de Neuropsiquiatría de 1980 se proponía, \i I'sicología Médica. En agosto de 1982 convocaron a las 'Jornadas
desde la DNSM, objetivos como la "promoción de la Salud Mental, tic l'sicología Médica" con un comité científico presidido por el fun-
así como de la prevención, asistencia y rehabilitación de las enferme- tl.idoi de la APA Celes Cárcamo, e integrado por Jorge Insúa, Ame-
dades mentales." Y continuaba con una historización particular del li.i Musacchio de Zan, Rodolfo Fahrer y otros. Desde entonces agra-
campo de la Salud Mental, citando que había tres períodos de la pu- i !<•< i.n i a los laboratorios que habían colaborado y a la Municipalidad
blicación. La primera con Ramón Carrillo en 1949, que "encarnaba t i c l.i (lindad de Buenos Aires, ya que el evento se había realizado en
la aproximación de la medicina mental al campo neurológico." Luc- < I < Vnlro Cultural General San Martín.
En las palabras de apertura, Musachio de Zan, miembro didacta
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de la APA, profesora adjunta de Psicología Médica de la UBA y direc- iccer", lo que implicó un ataque a los centros de estudio y a las orga-
tora de Psicología Médica, se arrogaba los logros de FASAM: eran la i i i/aciones gremiales. El aislamiento y terror inundaron las Universi-
única filial argentina de la Federación Mundial para la Salud Mental, dades y los Sindicatos, ya que muchos de ellos tenían una organiza-
que organizaba y auspiciaba mesas redondas, cursos de perfecciona- ción y una tradición de lucha, que abarcaba un gran número de es-
miento, financiaba programas de investigación y ayudaba a la Cáte- iiid¡antes de psicología y psicólogos. El proyecto de estudiante y de
dra de Psicología Médica de la UBA, y en su particular visión de la profesional deseado por la dictadura se sintetizaba en una frase típi-
historia, resaltaba la psicología médica en dos figuras: la trayectoria < .i de la propaganda oficial de la época. Un estudiante entraba a una
de Cárcamo y la de Insúa, desconociendo cualquier otro protagonis- I 'niversidad y tenía que negar la poli tica y decir: "Yo sólo vengo a es-
ta. A pesar de incluir la Salud Mental en el título de la fundación los tudiar". Su corolario, era un profesional que sólo se dedicara a su es-
trabajos expuestos se concentraban en una visión exclusivamente !>(•( ialidad, obediente, que dejara de lado autores considerados "pe-
médica de la Salud Mental82, que se profundizaba en la propia revis- ligrosos", que iban de Freud a Marx. Yque tampoco tuviera prácticas
ta Psicología Médica. En 1983 se incluyeron dos trabajos en la sección gi úpales, trabajo preventivo, comunitario, etc. Por eso, durante estos
"Actualizaciones terapéuticas": "Avances en el tratamiento medica- .nios solamente pudieron crecer teorizaciones y prácticas dentro de
mentoso de la depresión durante la década 1970-1980" y "Tratamien- l . i Psicología, que dejaran a un lado cualquier compromiso social.
tos de las diskinesias tardías con altas dosis de L-Dopa."83 I :A mayoría de las carreras de psicología en el ámbito público del
Comenzaba un camino hacia la hegemonía de una psiquiatría bio- país fueron cerradas durante la dictadura. Sólo quedó funcionando
lógica sobre la psiquiatría social, de los psiquiatras sobre los Trabaja- l.i carrera en San Luis, Rosario y Buenos Aires, con un plan de estu-
dores de Salud Mental y del trabajo individual psiquiátrico sobre el
dio acorde con el proyecto de la dictadura.
trabajo comunitario, entre tantos otros cambios. En la UBA, las carreras de Psicología y Sociología habían sido se-
Empezaba el fin del campo de la Salud Mental.
paradas de la Facultad de Filosofía y Letras durante la gestión de Al-
La AAP continuó su crecimiento transformando sus Jornadas en
berto Ottalagano por la Resolución 260, la cual se efectivizó durante
Congresos y agrupando cada vez un mayor número de profesionales.
la dictadura. El objetivo era preciso. Para las nuevas autoridades ha-
Años después, en un Congreso, realizaban la propia historización de
bía una idea de "infección" ideológica. Por eso barajaron el proyec-
la AAP, donde señalaban cómo se habían desarrollado durante esos
i < > de enviarlas a Medicina y a Derecho. Pero finalmente las llevaron
años de la dictadura, entrando en "un cono de sombra" con el retor-
.1 una directa "dependencia del Rectorado" para aislarlas, vigilarlas y
no de la democracia.
controlarlas. Así, Psicología quedó en la vieja sede de la calle Inde-
La Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) se creó en 1983
pendencia y Sociología en un sótano de la Facultad de Derecho.
con muchos de los integrantes de la FAP. Sin embargo, APSA hasta
En la carrera de Psicología de la UBA el primer interventor fue
el día de hoy reniega de la FAP y su historia. En 1985, organizó el
Luis Felipe García de Onrubia, un profesor de vasta trayectoria en la
"Primer Congreso Argentino de Psiquiatría" desconociendo los siete
• .iiTcra. En noviembre de 1976 declaraba que era "optimista". Se re-
congresos anteriores, muchos de ellos organizados por la FAP con el
l< i ía a que en los "últimos días" las cosas habían cambiado en cuan-
mismo nombre. Tanto la FAP como estos siete congresos son "desa-
l < > a la carrera. No se cerraría ni se convertiría en posgrado de otra,
parecidos" de la historia de la Salud Mental.
v.i que se habían fijado "cupos de ingreso" para 1977. García de On-
i ubia opinaba que el camino era 'jerarquizar en Buenos Aires la en-
3. Psicología: entre la represión y la resistencia
M nanza de la Psicología y elevarla al nivel que merece. La mejor ma-
i H-I a de solidificar la disciplina es inculcando en la gente que la estu-
El proyecto de la dictadura era instalar otro modelo de país. Para
dia, un cierto espíritu científico que muchos no creen necesario te-
hacerlo desarticularon cualquier oposición. En el mismo, la discu-
ner, porque no son muchos los que llegaron a adquirir ese respeto
sión ideológica y la práctica política que se opusiera debían "desapa-
por la seriedad de la investigación que debe caracterizar a todo tra-
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343
escuelas de la Psicología. Pero desde un punto opuesto al proyecto
bajo científico." Por ello proponía ampliar la enseñanza al campo de de Bleger con Psicología de la Conducta. Aquí no había agentes de
la Psicología General, "no porque no vea bien la importancia que ha ¡ambio, sólo una unidad de la psicología.8'
adquirido el psicoanálisis, por el contrario, tengo ante esa disciplina En ese marco las investigaciones que se promovían desde la carre-
una actitud de gran simpatía. Pero es incomprensible que un psicó- ra tenían una línea definida. La cátedra de Test Mentales estudiaba
logo no se instruya igualmente en otros niveles de la ciencia que in- a los nuevos ingresantes cada año, con el supuesto explícito de "ca-
tenta manejar."84 i a eterizar la demanda." En 1981, la cátedra de Psicología Institucio-
Pero su gestión y la ilusión no duraron mucho. Mario Héctor Pe- nal investigaba sobre el "Desarrollo institucional en la gran y media-
na, un ex juez, abogado de confianza del régimen lo sustituyó. Todos na empresa" y la "motivación en el ámbito laboral." Al mismo tiem-
los docentes tenían que ser investigados y aprobados por la Secreta- po, la cátedra de Psicología Social junto con la Secretaría de Trans-
ría de Inteligencia del Estado (SIDE) para poder trabajar, de modo porte y Obras Públicas tenía una investigación sobre la "Percepción
que muchos profesores fueron personas ligadas a organismos de se- comunitaria de la calidad del aire."
guridad: a la Escuela de Policía, de Gendarmería y hasta miembros Seguramente un aire irrespirable para muchos.
del Gabinete Psicológico de la ESMA.85 Algunos pocos docentes es- Los militares habían prácticamente vaciado de sus viejos conteni-
tuvieron, a pesar de todo, en condiciones de quedarse, tal como dos a la carrera. Pero la vitalidad se refugió en los grupos de estudio
León Ostrov en Psicoanalítica. Los nuevos docentes que tomaron las que se multiplicaron, tal como luego de 1966. Pero eran otros tiem-
cátedras fueron horadando rápidamente la carrera, sumando a tal I >< >s. Tenían que enseñar solamente una psicología y un psicoanálisis
efecto, la reinstalación del examen de ingreso con la política de "cu- ajeno a la política y la ideología.
pos" para decidir cuantos profesionales podían recibirse. Y cuanto Al iniciarse la dictadura la situaciones de las instituciones que
menos mejor. Se hacían investigaciones sobre los nuevos ingresantes agrupaban psicólogos tampoco era fácil. Mucho menos si tenían una
a la carrera. Los números son elocuentes. En 1972 había 7060 cur- historia de luchas y continuaban resistiendo. Marcos Vul continuaba
santes de la carrera de Psicología. Mientras que en 1980 sólo eran « u el CIAP, institución que tenía un prestigio ganado, lo cual impli-
3814. caba una cantidad de trabajo que no podían absorber. Vul recorda-
En 1976 ingresaron 563 alumnos. En 1977, 361. En 1978, 333. En l>a como llegaron a recibir unas 50 nuevas consultas por semana y,
1979, la carrera tenía un cupo para 300 nuevos ingresantes. En 1980, por cuestiones ideológicas, los honorarios se pautaban individual-
el cupo había bajado a 200.86 Si no se había cerrado la carrera la idea mente de acuerdo a las posibilidades de cada paciente. Inclusive en
era que quedara la menor cantidad de estudiantes posible. Muchos quipos terapéuticos donde podían convivir personas de alto poder
aspirantes debieron cursar en universidades privadas, que tuvieron adquisitivo con desempleados, este modo estaba explícito en el con-
una importante afluencia de estudiantes, lo que era, por supuesto, i i alo terapéutico. Pero Vul nos recordaba que el inicio de la dictadu-
parte del proyecto de la dictadura. Pero la situación no terminaba i .\e una época muy dura. Tuvimos en el CIAP una época que lla-
allí. Las reglamentaciones y los controles policiales eran moneda co- iii.unos el 'Setiembre Negro'. En ese mes de 1976 tuvimos que levan-
rriente para los alumnos. Además la orientación de la carrera cam- lai la mayoría de las actividades y cuatro de nosotros nos tuvimos que
bió drásticamente. Como era de esperar la carrera se alejó del Psi- n durante un mes y medio por cuestiones de seguridad. Isabel Cal-
coanálisis, el trabajo comunitario y lo grupal. No importaba el rol del vo, Tessie Calvo, Frida Riterman y yo. Fue porque atendíamos mili-
psicólogo en la sociedad. Solamente había que "venir a estudiar". i.mles y algunos de ellos habían caído. Ya nos habían allanado por
Fue prohibido el funcionamiento del Centro de Estudiantes. En ese «•so. Además nos enterábamos todos los días de cómo caía una per-
entonces se acercó a la psicología que se enseñaba en la universida- Mina. Para ese momento casi no quedaban grupos terapéuticos. An-
des católicas como la UCA y El Salvador. El texto La estructura de la teriormente en los grupos no se permitía que se hablara de política,
personalidad de Philipp Lersch se convirtió en un texto obligatorio por seguridad. Aquellas personas que tenían militancia se excluían
para varias materias. Era una visión integracionista de las diferentes
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de los grupos y pasaban a tratamientos individuales y en privado co- i o n Giberti, recordaba como "durante la Feria del Libro también
mo una manera de resguardar a los propios militantes y a quienes se • illanaron la Asociación. En ese momento no sabíamos por qué. Lue-
atendían en grupo. Si caía alguien del grupo podían caer todos. Pe- go supimos que fue una especie de cerrojo y allanaron todas las ins-
ro ya en el '76 casi no trabajábamos en grupos. Y en ese marco mu- liinciones de la zona a raíz de los curas que desaparecieron en la Es-
rió Isabel Calvo en el '77."88 Tal el clima en una institución que mos- < líela de Benedictinos. Fue una madrugada y por suerte no había na-
traba su resistencia a la dictadura. die. Lo único que hicieron fue robarse la plata de la caja, dejar una
La APBA estaba presidida por Jorge Sevilla al comenzar la dictadu- i cvista politizada de nuestra biblioteca sobre la mesa como un men-
ra, no era fácil la situación para la institución en ese momento, ya saje y romper un cuadro de Freud que quedó colgado roto durante
que estaban prohibidas sus actividades. muchos años como un símbolo. Al otro día encontramos el desastre.
A fines de 1976, Sevilla explicaba que aunque habían convocado a Tuvimos que hacer la denuncia a la Policía, como correspondía. Aco-
elecciones estas no se iban a realizar, ya que no habían podido hacer modamos todo de vuelta y seguimos funcionando. Pero a los asocia-
todos los trámites para legalizar la Asamblea y el proceso de renova- dos les daba bastante temor seguir yendo. A lo sumo éramos 40 los
ción de autoridades. Relataba cómo habían tenido que recorrer dis- (|ue participábamos. Todos teníamos miedo. Era una época en que
tintas oficinas para dar aclaraciones: desde Oficinas de Personas Ju- no sabías si al otro día ibas a seguir vivo, aunque no conocíamos la
rídicas, el Ministerio de Trabajo y por supuesto, la Policía Federal. magnitud de lo que después se supo. Teníamos muchos indicios más
Allí tuvieron que aclarar que la APBA era una sociedad civil, sin fines (|iie el resto de la gente, pero si hubiéramos sabido todo probable-
de lucro, con personería jurídica y sin personería gremial, es decir, mente hubiéramos salido corriendo."90
no se encontraba encuadrada en las limitaciones a la actividad sindi- Las tareas de la APBA fueron muchas a pesar del terror. En mayo
cal que la dictadura exigía. Sin embargo, aunque las autoridades pa- de 1977 se sumó a la Agrupación de Profesionales Universitarias
recían no creerles, lograron la autorización. Sevilla instaba la partici- (APU) de Capital Federal. Como ya estaban en la Confederación Ge-
pación de los psicólogos en actividades científicas y en las elecciones neral de Profesionales, esto significaba incorporarse a las organiza-
para consolidar el rol profesional: "sería un triunfo de y para todos ciones que agrupaba a los profesionales de Capital Federal, que en
los psicólogos que en los primeros meses del año 1977 tuviésemos ar- ese momento se planteaban problemáticas comunes debido a las li-
mada toda nuestra actividad científica. Sería de igual importancia mitaciones que imponía la dictadura.91 Inclusive este conjunto de
que todo aquel compañero que tenga ideas, sugerencias, informacio- profesionales podía discutir temas políticos como la planificación de
nes se acercase a brindarlas."89 la Salud.
Las elecciones se realizaron en ese clima enrarecido. A principios En octubre de 1977, Perosio lanzaba en Gaceta Psicológica una pro-
de 1977 ganó la lista "Unidad y Fortalecimiento", que llegó como puesta de resistencia a contrapelo del silencio de la mayoría de la po-
consenso de las diferentes corrientes políticas, -desde Vanguardia blación: "cuando más aislados podemos estar, más hay que intentar
Comunista, algunos sectores del peronismo, hasta sectores indepen- comunicarse; cuando más dudas existen más realizaciones hay que
dientes, quedando por fuera el Partido Comunista, que entró como (oncretar". En ese mismo sentido, se anunciaba la creación de las
minoría- que reivindicaban el quehacer profesional del psicólogo. La "Ediciones Asociación de Psicólogos de Buenos Aires", la reeestruc-
lista elegida llevó a Beatriz Perosio como Presidenta, Hugo Vezzetti luración de algunos Departamentos y la creación del área de Exten-
como Vicepresidente y Osvaldo Avelluto como Secretario General. sión Cultural de APBA.92
Ese mismo año instalaron un stand en la Feria del Libro, y se con- En la edición de noviembre de 1977, Alfredo Smith, director de
tactaron con Eva Giberti para invitarla a participar en la institución (•aceta Psicológica y Secretario de Actividades Profesionales de APBA,
luego de años de aislamiento al que ella había estado sometida por analizaba la reglamentación de las concurrencias hospitalarias ad ho-
el encarcelamiento de su hijo. A partir de entonces, Giberti tuvo una nórem en la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, según el
activa participación en APBA. Osvaldo Avelluto, que había hablado decreto del Secretario de Salud Pública de la MCBA, el Capitán de
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Navio Enrique Ortega, en cuyo articulado se había obviado la men- Smith y su esposa, Celia Kriado; quien dictaba cursos en la Asocia-
ción de los Psicólogos entre el listado de profesiones. Smith ligaba ción; los dos fueron liberados luego de un largo año. Beatriz Perosio
esto a la vigencia de la Ley 17.132 de 1967, dictada durante la época nunca apareció.
de Onganía y que impedía el ejercicio de la psicoterapia a los psicó- Osvaldo Avelluto, Secretario General de APBA de entonces, recor-
logos. Y se ponían límites a las concurrencias: no más de 35 años de daba: "ese momento fue terrible. No sabíamos si se iban a llevar a
edad y 5 años de concurrencia. Smith sacaba una lógica conclusión: más gente.'Pero desde ahí comenzaron las acciones. A pesar del te-
cuando el profesional lograba una buena capacitación se debía reti- rror casi nadie se fue de la APBA, al contrario, la gente tuvo gestos
rar al ámbito privado, que usufructuaba de los resultados de dicha de mucha valentía. Los más antiguos regresaron a la Asociación a
formación. Los perjudicados eran los propios Hospitales y sus usua- participar dando cursos y Seminarios. Hubo apoyos y pedidos públi-
rios, la población de menores recursos siempre iba a estar atendida cos de la Confederación General de Profesionales y de Asociaciones
con personal que se renovaría continuamente y estaría en aprendiza- de Psicólogos de todo el mundo. Enviaron notas y cartas a los tres po-
je permanente. Smith finalizaba anunciando que la APBA se había deres. Nosotros publicamos declaraciones en todos los diarios.
puesto en contacto con otras organizaciones profesionales y servicios "Los de la Comisión Directiva, Hugo Vezzetti y yo, solicitamos en-
hospitalarios para intercambiar información y discutir la cuestión. I revistas con todos los Comandos en Jefe y con la Policía para averi-
En el mismo número se incluyó un artículo explícito sobre los exi- guar qué sucedió. Fuimos a esos lugares con Hugo Vezzetti y tenía-
lios. Su título era claro: "Un tema del que casi no se habla pero que mos terror, porque cuando íbamos no sabíamos si volvíamos. Fuimos
resulta imprescindible", en el cual abordaba el tema, afirmando que al Comando en Jefe del Ejército, con una carta de la APBA. Pedimos
"la mayoría de ellos emigrados por condiciones objetivas desfavora- ver a una autoridad. Nos preguntaron si teníamos entrevista acorda-
bles" y se los invitaba a seguir manteniendo algún intercambio con da. Respondimos: 'No, no, pero somos de la Asociación de Psicólo-
la APBA.93 Anunciaba también la formación de la Federación de Psi- gos.' Entonces todos los policías nos miraban. Nos quedamos un lar-
cólogos de la Argentina (FEPRA), heredera de la vieja "Confedera- go rato esperando. Un momento bastante incómodo. Hasta que nos
ción" (COPRA) que había sido fundada al principio de los '70. La lucieron pasar, nos pidieron nuestros documentos, y después nos
FEPRA proponía un plan de trabajo de los psicólogos de la Argenti- p.ilparon de armas en cada piso. Llegamos al cuarto o quinto, ya no
na para 1978. puedo recordar. Porque nos dijeron: 'pasen por acá, y era un sector
Perosio escribía en Gaceta Psicológica en mayo de 1978 sobre el pro- donde decía 'Prohibido entrar' o 'Entrada restringida'. Nosotros te-
grama de actividades de la APBA. Se habían mudado a una nueva se- níamos una fantasía con Hugo, que entrábamos y caíamos a un po-
de más grande en F. Acuña de Figueroa 726, y comunicaba que esta- /<> hasta el subsuelo. Pero ya estábamos ahí, en un largo pasillo y lle-
ban en proyecto una Editorial, una Escuela de Posgrado, Jornadas, ¡;.mios a un lugar donde había una mesa con dos sillas blancas, una
un proyecto único de Ley del Psicólogo, además de seguir trabajan- iras de otra, como si fuera una película de Federico Fellini. No que-
do con la FEPRA, entre tantos proyectos, también se denunciaba el I 1 ai tíos ni pensar, porque suponíamos que nos estaba fotografiando,
cierre del Hospital Rawson y el alejamiento forzado de muchos psi- (ilutando y grabando. Obviamente era así. Yo me sentía tan ridículo
cólogos del Hospital de Niños.94 poique era un pasillo como de cincuenta metros y estábamos los dos
Hubo un gran compromiso por parte de la Comisión Directiva en solitos esperando ahí en una mesita. Al final nos atendió un secreta-
sus publicaciones, y una APBA que resistía oponiéndose al terror ins- 110 privado del Jefe, que dijo 'hagan la denuncia a la policía'. Ya nos
talado, una posición no demasiado habitual en ese momento. li.ilnan tomado todos los datos.
Sin embargo, esto resultó demasiado irritante para el régimen. I ,as "Ese día fuimos a la policía e hicimos la denuncia. Después fuimos
represalias no se hicieron esperar. El 8 de agosto de 1978 fue secues- .i las otras Fuerzas Armadas. Nos seguían atendiendo en los pasillos.
trada en un Jardín de Infantes de su propiedad, la presidenta de AP- I 1 n la Aeronáutica, tuve una entrevista bastante dura con un oficial,
BA Beatriz Perosio.95 Al día siguiente fueron secuestrados Alfredo un brigadier y un comodoro. Aunque parezca increíble Hugo no lo
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dejaron subir porque no tenía corbata. Entonces tuve que entrar yo y al año y pico salieron. Entre ellos Alfredo y Celia, que fueron libe-
solo. Llegado un momento me preguntaron si conocía bien a la li- rados más de un año después. Con Hugo los fuimos a esperar a un
cenciada Perosio. Contesté que sí, porque ella, además de ser la pre- bar. Estaban los papas y los hermanos. Nosotros dos éramos los úni-
sidenta de la APBA, era mi amiga. cos que no éramos familiares."
"Un sábado a la mañana nos citaron de la Aeronáutica de nuevo. La movilización de APBA creció a partir de la desaparición de Perosio.
Fuimos con Hugo. Nos dejaron en un cuarto un largo rato. Un capi- En las elecciones de 1979 fue elegido Osvaldo Avelluto como pre-
tán, evidentemente de inteligencia nos atendió y nos dijo indirecta- sidente e Isabel Lucioni como Vicepresidente. Ese mismo año la AP-
mente quién la tenía, del siguiente modo: 'Yo le voy a contar que co- IÍA presentó ante la delegación de la Comisión Interamericana de
nocí a un amigo mío que tenían una amiga como la suya. A la casa Derechos Humanos que vino a Buenos Aires un informe que incluía
de ella entraron 16 personas con carnet de coordinación federal. Y un listado de más de 30 psicólogos desaparecidos hasta entonces.98 Y
si en este país hay 16 personas que tienen carnet de coordinación fe- por supuesto continuaron con la Revista Argentina de Psicología. Ese
deral son de coordinación federal.' Le preguntamos de quién de- año, el Editorial de su décimo aniversario ponía palabras a los silen-
pendía. Nos dijo que dependía del jefe de la policía y del ejército."91' cios: "hay circunstancias en las que poder publicar es ya una celebra-
Hugo Vezzetú, vicepresidente de APBA, agregaba lo que sucedió ción. Aun cuando esa misma posibilidad nos remita a silencios 'arbi-
con la Marina: "Cuando fuimos tuvimos una entrevista con Massera, Irados' entre los cuales ha debido transcurrir nuestra publicación.
quien ya para entonces se había retirado de la Junta Militar y se lan- Entre ellos, una ausencia fue silenciada en estas páginas en la espe-
zaba en su propio proyecto político. Desde allí nos respondió cínica- ranza de que fuera nombrada por quienes la silenciaron: Beatriz Pe-
mente que había sido la policía la responsable. Como esta era con- rosio. •
trolada por el ejército comenzó una crítica hacia Videla, planteando Entre el dolor, la lucha por una Ley del ejercicio profesional de la
que ellos con los psicólogos no tenían problema. Psicología continuaba. La situación era diferente en algunas provin-
"También tuvimos una entrevista con Ricardo Balbín, presidente cias, ya que en ciertos casos contaban con una legislación que avala-
de la Unión Cívica Radical, quien nos recomendó que no hiciéramos ba la práctica.100
nada públicamente, porque si no lo sufrían los detenidos. Daba la El 3 de setiembre de 1980, el Ministro de Educación, Juan Llere-
impresión de un hombre vencido y que sentía que con los militares na Amadeo, firmó una resolución sobre las nuevas incumbencias
no se podía hacer nada. Tenía una absoluta información de lo que universitarias. Y sucedió algo inesperado. Se volvieron a definir com-
estaba sucediendo. petencias del psicólogo de una forma curiosa: "no les incumbe la
"Fuimos a la APA para pedir una solidaridad institucional. Nos en- práctica del psicoanálisis, de la psicoterapia ni la prescripción de
trevistamos con Mauricio Abadi quién nos recibió en la sede de la drogas psicotrópicas." Era la única profesión que se definía por la ne-
institución donde había chicas con uniforme que nos trajeron el ca- gativa; este absurdo generó un movimiento importante de los psicó-
fé. Nos dijo 'ustedes piensan que nosotros podemos hacer algo, pe- logos con otras organizaciones. Salieron notas en los diarios. La FE-
ro no podemos llevar ese tema a una asamblea de la institución para l'RA denunció que habían estado participando en una comisión de
decidir la solidaridad con la APBA. El tema no es con el psicoanáli- la Secretaría de Salud Pública del Ministerio de Salud para revisar el
sis y la psicología, por eso no lo podemos tratar institucionalmen- lexto de la ley 17.132, definiendo a la resolución como vina incon-
te. '"97 gruencia o un exabrupto.
Osvaldo Avelluto continuaba: "supimos que Beatriz estaba en 'El Ante la difusión del conflicto, el Ministerio de Educación tomó
Vesubio'. Ahí también estuvieron Alfredo Smith y Celia Kriado. En una actitud defensiva. Edgardo Ventura, secretario de Asuntos Uni-
algún momento posterior, ellos nos contaron que los separaron en versitarios declaraba que "la resolución no surgió como iniciativa del
dos grupos: uno en el que estaba Beatriz y otro grupo, que fue el que Ministro... No hubo causas ideológicas, ni se consideró negativa la ac-
finalmente apareció. Los pasaron a disposición del Poder Ejecutivo, lividad psicoanalítica."

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Se consiguieron apoyos de diversas instituciones y políticos que lle-
la Salud Mental. Era un momento de resistencia y de lucha en un en-
vó a que nunca se tomaran en cuenta estas nuevas e insólitas incum-
cuentro que mostró los avances de la psicología en la Argentina. La
bencias, ya que venció el plazo para ser publicada en el Boletín Ofi-
amplitud de la propuesta dividió los trabajos en diferentes temas:
cial. Con lo cual nunca entraron en vigencia.101
epistemología, psicología institucional, prevención, terapia familiar,
Pero este fue un punto de inflexión para la lucha de los psicólo-
psicoanálisis de niños y psicoanálisis.105 Era una afirmación de los ro-
gos. "Tal resolución no puede dejar de pensarse a la luz de una polí-
les posibles del psicólogo. El Congreso fue un éxito, ya que concu-
tica cultural cuya más eficaz y sostenida acción ha sido la de la cen-
sura. El resultado a la vista es una restricción y un deterioro que abar- rrieron más de mil personas.
ca tanto la Universidad corno la producción editorial y la investiga- Durante y después de la Guerra de Malvinas, comenzó el fin de la
ción científica. Si los responsables de ello soñaron con un país mo- dictadura. Las Asociaciones de Psicólogos ofrecieron asistencia a fa-
delado como el de 1880 deberían advertir que por mucho que atra- miliares y ex-combatientes, comenzando diversas experiencias de
sen su calendario mental no podrán hacer que todo retroceda cien psicólogos y también de psicólogos sociales.
anos. '102 En 1982, Alfredo Moffatt, tras años de estar sin actividades en el
La APBA aprovechaba las contradicciones de la dictadura. Cada país, abrió "El Bancadero", una institución para atención grupal en
dato que aparecía sobre la enfermedad mental de la población ser- crisis. Su difusión comenzó con un reportaje que le hizo María Esther
vía para el cuestionamiento de la situación legal. Cilio un domingo para el diario Clarín . Al otro día tuvieron más de
En 1979, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires realizó 80 nuevas consultas. Y comenzaron a trabajar grupalmente con el
un muestreo de trastornos psíquicos de niños en edad escolar, entre' dispositivo que Moffatt había desarrollado en la década anterior.106
ellos se detectaron un 30 % de patologías agudas. En 1981 el propio También es de destacar cómo había continuado funcionando la
Ministro de Salud pública y Medio Ambiente sostuvo que el 25 % de Escuelas de Psicología Social fundada por Enrique Pichón Riviére,
la población de la Capital y el gran Buenos Aires necesitaba atención que atravesó toda la dictadura difundiendo los abordajes grupales.
psicológica. Estos datos surgían de una investigación del CONICET En 1982 comenzó a funcionar el Movimiento Solidario de Salud
y la DNSM.103De ese 25 % solamente el 0,27 % recibía cobertura. La Mental (MSSM). Aunque este grupo ya venía trabajando informal-
conclusión era simple: no alcanzarían todos los Trabajadores de Sa- mente, produjo una primera declaración en Septiembre de 1982, y
lud Mental si el gobierno quisiera abordar esta problemática. Mucho comenzó a gestar un programa psicoasistencial para personas afecta-
menos, si los psicólogos estaban legalmente invalidados para ejercer das por las violaciones de los derechos humanos junto con Familia-
la psicoterapia. res de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Muchos de
El movimiento no solamente incluyó la defensa gremial, también sus miembros habían desarrollado experiencias individuales en el te-
se profundizaron los eventos científicos como forma de mostrar qui- ma. Algunos de ellos habían integrado la Comisión de Psicología por
se, hacía, tal como durante los veinte años previos. Entre ellos debe los Derechos Humanos que en 1979 había presentado un documen-
mos destacar que la Asociación de Psicólogos de Rosario con el aus- to a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Otros ha-
picio de la FEPRA organizó un congreso sobre "Actualizaciones en bían trabajado en el exilio durante buena parte de la dictadura. Des-
Psicoterapia". de marzo de 1983 su equipo de Niños y Adolescentes lo hizo conjun-
En octubre de 1981 la APBA convocó a su Primer Congreso Me- tamente con Familiares de Desaparecidos y Detenidos por razones
tropolitano de Psicología con el título "Sobre la teoría y la práctica". políticas, y más tarde se unieron con Abuelas de Plaza de Mayo. A fi-
El Comité Organizador estaba integrado solamente por psicólogos y nes de 1983, los efectos del conocimiento sobre la violación a los de-
reflejaba la unión de diferentes perspectivas y generaciones en la or- rechos humanos ligada a la apertura democrática hizo que recibie-
ganización del evento104. Pero también marcaba los avances del con- ran una gran cantidad de consultas que llevaron hasta la implemen-
junto de los psicólogos y quiénes los apoyaban dentro del campo de tación de guardias de 24 horas para las urgencias. Tal como el Equi-
po de Madres, en sus teorizaciones remarcaron el papel de la rene-
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El Editorial de la RAP a finales de la dictadura tenía cierto optimis-
gación de la realidad del Terrorismo de Estado. No sólo se les impe-
mo: "Estamos en este momento en un país en el que vamos abrien-
día saber a los familiares el destino de las víctimas, sino que se preten-
do esperanzas. La Universidad deberá ser transformada para que
día la negación sistemática de la realidad a través de los medios de co-
pueda ser un ámbito realmente productivo, riguroso en lo científico
municación. En este sentido se afirmaba: "Se fue instaurando una se-
y que responda efectivamente a las necesidades y problemáticas del
rie de formaciones psicológicas que, bajo la forma de la negación/re-
país. Los psicólogos debemos asumir el compromiso que implica
negación de la realidad, se encuentran en la génesis de los modelos
participar activa y creativamente en esa transformación. Conocer y
psicotizantes observados en varios de los casos de personas afectadas.
analizar el trayecto recorrido ayudará a no repetir modelos que, por
El hecho de la detención y posterior desaparición del familiar no fue
sujeción a otras disciplinas, por depender de intereses ajenos o por
reconocido durante largos años desde ningún cuerpo social más que
improvisación, fracasaron."109 En este sentido, en mayo de 1983 se
aquel que surgía de la propia evidencia y de la identificación con el
realizaron las Jornadas sobre Formación Universitarias del Psicólogo
grupo de pares igualmente afectados. Esto explica desde el enfoque
psicológico lo que ya es un hecho demostrado socialmente: el mayor - organizadas por APBA- en la vieja sede de la calle Independencia.
Este nuevo ingreso de la Asociación había sido posible por la lucha
grado de entereza yoica y de actitud transformadora ante la realidad
conjunta con el Centro de Estudiantes de Psicología, que nuevamen-
se observa en los familiares que se han agrupado en distintas organi-
te se había creado. Era un encuentro entre dos organizaciones que
zaciones de derechos humanos, en especial las de afectados directos,
constituyendo así un espacio de identificación que les permitió man- venían de historias diferentes, de modo que realizaron unas "pre-jor-
nadas" para retomar el contacto que el aislamiento de la dictadura
tenerse en sus ideales y convicciones ante un entorno que resultó du-
había fomentado. Sally Schneider, que en ese momento retornaba a
rante muchos años hostil y traumatizan te."107 El MSSM publicó un li-
la carrera una vez más, recordaba: "no fue un reencuentro, sino un
bro que sintetizaba sus aportes de todos estos años con el título Terra
rismo de Estado. Efectos Psicológicos en los Niños.108 Presentaba un cuadro difícil, doloroso y bello encuentro de lo que estuvo separado duran-
completo de los efectos del Terrorismo de Estado abordando las con- te estos terribles años. Fue para muchos la posibilidad de hablar por
diciones generales para luego pasar a los abordajes terapéuticos: las primera vez, de conocerse y reconocerse, venciendo de a poco el
psicoterapias individuales y grupales. Contó con un prólogo de Fer- miedo y la desconfianza. Había razones de sobra para tenerla. El pri-
nando Ulloa -que colaboró en el equipo- y un epílogo de Marie Lan- mer día tuvimos que esperar una hora para comenzar, porque el
ger. Todo un símbolo de transmisión de la lucha en el campo de la Sa- 'Cuerpo de Seguridad' no nos permitía pasar al piso que nos habían
lud Mental. asignado, (¿no estaba aún preparado?). ¿Quién puede aprender y
Los años posteriores a la guerra fueron tiempos de movilizaciones. pensar en un clima de terror? ¿Quién se anima a hablar? Poco a po-
Y también de marchas de psicólogos que seguían reclamando por la co se pudo poner en palabras el sufrimiento solitario y el dolor co-
vigencia de la Ley del Psicólogo. Osvaldo Devries era presidente de mún fue lo que nos fue acercando."110 Esa misma noche, del primer
APBA y Francisco Ferrara el Vicepresidente. Osvaldo Avelluto era el día concurrieron a una marcha multitudinaria por los Derechos Hu-
presidente de FEPRA. En ese contexto realizaron una convocatoria a manos. Luego se multiplicaron las reuniones para reorganizar la ca-
través de una solicitada en los diarios para una movilización nacional rrera. Tal como había sucedido tras "la noche de los bastones lar-
por la Ley del Psicólogo en la Ciudad de Buenos Aires. Adhirieron di- gos", la APBA fue fundamental en la reorganización de la carrera.
versas organizaciones profesionales y políticas, y los candidatos a pre-
sidente, ítalo Lúder, Osear Alende y Raúl Alfonsín. La marcha, que 4. Psicoanálisis: encierro en los consultorios y fracturas
convocó a más de 5000 personas, psicólogos y los que apoyaban sus lu en las instituciones
chas fue un éxito. Partió del obelisco hasta el local de la denominada
"Multipartidaria", que incluía al conjunto del arco político de los pai Los psicoanalistas y sus instituciones fueron atravesados por la dic-
tidos tradicionales al cual entregaron un documento con los reclamos. tadura como el resto de la sociedad. Es así como durante este perío-

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do se produjeron varios hechos. Por un lado, un crecimiento de la Fui impactado, no sólo por el número de participantes del Con-
cantidad de psicoanalistas que trabajaban en el consultorio privado. greso, sino también por su sincero interés y entusiasmo al enfrentar
Por otro, las fracturas en las instituciones y creaciones de otras nue- los muy difíciles pero importantes tópicos del Congreso. El interés y
vas. la dedicación de tantos, habla bien del futuro desarrollo del psicoa-
Pero también tenemos que destacar que algunos psicoanalistas es- nálisis en América Latina. Debo también felicitarlos por la excelen-
tuvieron resistiendo en un exilio, interno o externo. Muchos de ellos cia de la organización... y por el extremo grado de consideración que
fuera de las instituciones o bien en una situación minoritaria dentro nos dispensaron ustedes a mí y a mis colegas durante nuestra estadía
de las mismas. Mantuvieron una actitud crítica frente a la dictadura allí. La suavidad con que transcurrió el Congreso es un tributo a
realizando lo que estuviera a su alcance. Muchas veces se soslayan es- vuestra dura labor y muchos esfuerzos."113
tas actitudes no diferenciando a aquellos que ejercen la práctica del Evidentemente debieron ser muchos los esfuerzos de los argenti-
psicoanálisis de sus instituciones. Fueron épocas en las que el silen- nos, ya que se estaba viviendo en un país dominado por el Terroris-
cio se transformó en una constante individual, social e institucional. mo de Estado en el que diariamente ocurrían desapariciones. Ade-
Pero no debemos confundir el silencio producido por el terror, cu- más, la APA estaba dividida interiormente, tal como vimos anterior-
ya sensación es la imposibilidad de enfrentar al poder, con el silen- mente. El "Ateneo de Psicoanalistas de Buenos Aires" funcionaba co-
cio de la complicidad. mo una institución dentro de otra y la idea de dividirse estaba deci-
Los tres grupos que describimos hacia mediados de la década -la dida en 1975. Ateneo tenía una Comisión Directiva con Presidente,
APA, los lacanianos y los de Plataforma y Documento y sus sucesores- tu- Vicepresidente, Secretarios, Tesorero y un programa de actividades.
vieron distintas perspectivas de acuerdo a sus posiciones previas. Ya El problema era cómo realizar la separación en el contexto de la Ar-
no hubo jardines y los senderos se bifurcaron para siempre. gentina que respiraba su peor dictadura y cómo presentar esto, tan-
El XI Congreso Psicoanalítico Latinoamericano se realizó entre el to en el país como en la IPA. El terror por lo que implicaba esta rup-
23 y el 30 de julio de 1976 en el Centro Cultural General San Mar- tura en ambos frentes estaba instalado.
tín. Inclusive la APA recibió apoyo económico del Ministerio de Sa- Mauricio Abadi por la APA y Horacio Etchegoyen por Ateneo fue-
lud Pública para cubrir el costo de la actividad.111 Asistieron 728 ins- ron los que lideraron las negociaciones. Debían llegar a un acuerdo
criptos, la mitad de ellos extranjeros. La temática no molestaba a la antes del Congreso Internacional de Psicoanálisis que se iba a reali-
dictadura, ya que los temas oficiales eran "Narcisismo e Inconscien- zar en septiembre de 1977 en Jerusalén para solicitar allí la aproba-
te". El brasileño Leao Cabernite, a pesar de la silenciada trascenden- ción de la nueva institución. En esos momentos previos fueron dis-
cia del caso Amílcar Lobo, era el Secretario General de COPAL y el cutiendo punto por punto la separación. A la vez, Horacio Etchego-
coordinador del Precongreso de didactas que se realizó días antes. yen y David Liberman se reunieron con el Secretario de la IPA en
Cabernite, que había sido el analista de un torturador, organizaba la Río de Janeiro para ultimar detalles de la escisión. Horacio Etchego-
política de los analistas didactas en latinoamérica. Todo un símbolo yen recordaba años después: "Había mucho temor en nuestro grupo
para 1976. Sostenía en la tradicional política de la IPA: el "reforzar la de quedar afuera de la IPA; no queríamos cometer el error que co-
institución psicoanalítica" debido a que "todos los psicoterapeutas se metieron Lacan, Lagache y Laplanche cuando renunciaron a la SPP
dicen psicoanalistas. Nada les importa que no los reconozcamos co- y se quedaron en pelotas; nosotros no renunciamos. Me acuerdo que
mo tales."112 Al congreso fueron invitados Serge Lebovici, Daniel David (Liberman), que era más temeroso que yo, le preguntó a Wid-
Widlocher y Edward Joseph, presidente, vicepresidente y secretario locher (el secretario de la IPA) qué pasaba si nos echaban de la APA
de la IPA, respectivamente. Este último envió una curiosa carta de fe- y Widlocher le dijo que él no creía que se animaran a echarnos, pe-
licitación por la organización y por el desarrollo del psicoanálisis en ro si nos echaban la IPA nos iba a reincorporar como 'miembros di-
la región: "qué excitante, estimulante e interesante fue mi experien- rectos'".114
cia de asistir al Congreso Latinoamericano. No se pusieron de acuerdo en organizar dos Institutos de Psicoa-
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nálisis dentro de la misma institución, lo que hubiera sido una solu- tra historia. Es decir a defender a la institución psicoanalítica, pero
ción "a la inglesa".115 El grupo Ateneo envió una nota el 20 de mayo no a los psicoanalistas. Fue así como la APA no hizo ningún reclamo
de 1977 para solicitar la presentación de la nueva Sociedad en el público, ni denuncia, ni pedido de habeas corpus ante la justicia du-
Congreso de Jerusalén; el Business Meetingde la IPA aprobó la nueva rante el tiempo en que Valentín Barenblit, miembro de la institu-
sociedad, la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (APdeBA) co- ción, estuvo desaparecido a principios de 1977.
mo "sociedad provisoria" perteneciente a la IPA. Aunque usualmen- En el Congreso de Jerusalén, Walter Briehl, de Los Angeles, un lu-
te el camino era ser nombrados primero "grupo de estudio", la IPA chador por los Derechos Humanos, propuso que la IPA se pronun-
decidió saltear ese paso debido a la cantidad de analistas de larga tra- ciara públicamente contra su violación en la Argentina. Los psicoa-
yectoria que la componían."6 nalistas argentinos, con el terror instalado en ellos, pidieron especí-
Los dos grupos habían firmado un acuerdo previo el 9 de agosto ficamente que no se realizara porque volvían a la Argentina, y supo-
para que la división fuera lo menos problemática posible; acordaron nían los pondría en riesgo. La mayoría de los miembros de la IPA vo-
que los analistas y candidatos de Ateneo dejaban de pertenecer a la tó en contra de la moción de Briehl. Tal como en el caso Lobo, la
APA en el mismo momento en que iba a ser aprobada APdeBA por IPA no quería comprometerse con la violación de los Derechos Hu-
la Asamblea Administrativa de la IPA en Jerusalén. En caso de que no manos.
fuera así se reincorporaban automáticamente a la APA. Hasta orga- Esta situación se repitió en el Congreso realizado en Nueva York
nizaron los detalles de cómo no dejar a los candidatos en análisis di- en 1979. Allí la Sociedad Psicoanalítica Australiana propuso un pro-
dáctico fuera de los reglamentos de la IPA, en el caso de que su ana- nunciamiento público sobre la violación de los Derechos Humanos
lista y él no quedaran en la misma institución, prolongando los pla- en nuestro país. El Comité ejecutivo de la IPA, específicamente su
zos para reiniciar su didáctico.117 presidente, Edwardjoseph, sostuvo que sólo eran "rumores". Con lo
Según una crónica publicada del Congreso de Jerusalén, "(las au- cual se terminó con una declaración que condenaba las violaciones
toridades de la APA), en una actitud sin precedentes en la historia de los Derechos Humanos en "ciertos lugares geográficos".
del movimiento psicoanalítico mundial, patrocinaron dicha separa- En febrero de 1981, la Sociedad Psicoanalítica de París realizó en
ción de profesionales, inclusive solicitaron para ellos la categoría de Francia un encuentro franco-latinoamericano bajo la iniciativa de
Sociedad Componente de entrada. Las autoridades fueron benévo- Rene Major. En ese marco, Jacques Derrida denunció la actitud de la
lamente 'incrédulas de tanto amor' y, aunque manifestaron admira- IPA en una conferencia titulada Géopsychanalyse "and the rest of the
ción por el hecho de que una familia analítica se separase tan pacífi- world".lzo En el extenso texto, Derrida analizaba la declaración de
camente, haciendo gala de tanta madurez, recomendaron a la asam- 1979, retomando la historia de las actitudes de la IPA frente a los he-
blea 'vigilar este ejemplo' argentino y votar el pedido sólo como So- chos sociales y políticos, y denunciaba la complicidad, bajo el manto
ciedad Provisoria."118 de la "neutralidad", con la violación de los Derechos Humanos de la
Esta ruptura llevó a que 49 miembros de APA se incorporaran a IPA por varios motivos. Primero, por no nominar los lugares donde
APdeBA, aunque luego se sumaron algunos más durante los prime- éstos se producían. Argentina y toda América Latina quedaban sin
ros meses.119 Entre ellos organizaron rápidamente la nueva institu- nombre. Segundo, porque la abstracción de "algunas regiones geo-
ción de acuerdo a los proyectos que habían defendido dentro de gráficas" neutralizaba la propia denuncia, Derrida acusaba cómo la
APA. En marzo de 1978 compraron, mediante el aporte de sus so- IPA neutralizaba la ética y la política con una disociación entre la es-
cios, una nueva sede en el barrio de Belgrano de la Ciudad de Bue- fera psicoanalítica y la del ciudadano.121
nos Aires. La APA publicó su "historia oficial" en 1982, con el motivo de su
Las dos instituciones siguieron las políticas históricas de la IPA, 40 aniversario. Revisaba la historia de las rupturas del siguiente mo-
que defendió una supuesta "neutralidad analítica" frente las dictadu- do: "algunos psicoanalistas han señalado que, así como en 1971 la es-
ras a lo largo del Siglo XX, tal como hemos visto a lo largo de nues- cisión había sido fruto de diferentes enfoques ideológicos y había re-

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flejado la desapacible situación nacional, esta nueva escisión debe si- luego presidente de APA en esos años- relataba mucho después su vi-
tuarse al margen de este último marco y reconoce apreciaciones di- vencia sobre la dictadura: "A mí no me pasó nada ni me amenazaron.
símiles de carácter científico e institucional."122 En esta afirmación se Pero yo estaba siempre como con temor de que pudiera pasar cual-
encuentran dos formas de escotomizar lo social y lo político. Prime- quier cosa y que me amenazaran en cualquier momento y que me ce-
ro, situar que la división de 1971 estaba fuera del psicoanálisis y que rraran la Clínica. Allí seguía trabajando con grupos y asambleas. Sa-
sólo reflejaba la problemática social, ya que nada del psicoanálisis es- bía que había que pedir permiso a la policía para realizar reuniones
taba enjuego. Segundo, que en esta última división tan cuidadosa en grupales. Nunca pedí permiso a nadie. En esa época viajé bastante.
sus términos solamente había cuestiones científicas y de organiza- La gente en París me decía lo que estaba pasando acá y que no se sa-
ción institucional. bía."126
Esta negación de la situación social y política no estaba en el pla- También Horacio Etchegoyen, años después, reflexionaba sobre la
no individual. Por ejemplo, muchos conocían la situación de perse- difícil tarea de los psicoanalistas durante las dictaduras, lo ejemplifi-
cución y desapariciones, e inclusive habían quemado o guardado li- caba con el caso Lobo del siguiente modo: "... Cabernite (quien ha-
bros y revistas consideradas "peligrosas". bía defendido a Lobo) es algo más que un equivocado o cobarde, co-
En medio de la división de las instituciones murió Enrique Pichón mo podemos ser todos frente a una situación como propone la dic-
Riviére luego de una larga enfermedad. A pesar de ella, continuó tadura; porque un problema ético gravísimo que propone la dictadu-
con su trabajo hasta el último día. Su discípulo Vicente Zito Lema ha- ra es que si alguien no consiente algunas cosas se tiene que transformar
bía grabado los diálogos durante el otoño y el invierno de 1975 en el y cambiar de profesión y dedicarse a la lucha contra la dictadura."127
consultorio de Pichón. "Estas conversaciones se convirtieron en una Estos testimonios nos muestra cómo el terror había funcionado.
forma creativa contra su enfermedad y de enfrentar, posiblemente APA y APdeBA desarrollaron numerosas actividades científicas du-
una vez más y no la última, a sus fantasmas."123 La muerte y el terror rante esos años. A la vez recibían visitas de psicoanalistas extranjeros
crecían dentro y fuera. El texto fue publicado un año después y se como André Green, Otto Kernberg y Serge Leclaire.
convirtió en la biografía dialogada de Pichón. A mediados de 1977, Luego de la Guerra de Malvinas, tal como una parte mayoritaria
entre tanta muerte, también aconteció la de Pichón Riviére, casi co- de la sociedad, algo había cambiado. En esos momentos, también
mo un símbolo del final de una época. APA y APdeBA ofrecieron tratamientos gratuitos a los ex-combatien-
Durante ese mismo año se publicó un libro de conversaciones con tes y sus familiares.
Mauricio Abadi con el mismo formato y de la misma editorial del tex- La cantidad de psicoanalistas aumentó considerablemente a lo lar-
to dialogado de Pichón Riviére.124 Aunque su subtítulo era "sobre el go de la dictadura. El psicoanálisis institucionalizado se ampliaba. En
psicoanálisis y su relación con la crisis colectiva", nada se hablaba de la APA, a pesar de la escisión, y su consecuente merma de miembros
la situación social que se vivía en ese entonces. Por el contrario, an- en 1977, pasó de contar con 372 miembros en 1975 a 656 en 1982.
te las preguntas del entrevistador sobre la situación, el diálogo deri- En un reportaje de 1983, Joel Zac, entonces presidente de APdeBA,
vaba hacia generalizaciones o situaciones lejanas. Por ejemplo, ante afirmaba que Buenos Aires era la ciudad con más psicoanalistas en
la pregunta sobre la violencia en la sociedad del momento, Abadi el mundo, por supuesto sólo contando los de la IPA. Buenos Aires te-
respondía que era un tema de la psicología social, pero que "creo nía 450, frente a 380 en Londres, 350 en París y 340 en Nueva York.128
que gran parte de la agresión potencial o actual que vemos alrede- El inicio de la dictadura encontró a la Escuela Freudiana de Bue-
dor nuestro surge de un incremento de la angustia de muerte ante nos Aires con su líder en Europa dirigiendo la Escuela desde allí. Ma-
el peligro de una guerra atómica que pueda destruir a la humani- se >tta, luego de un tiempo en Londres, se instaló en Barcelona. Mien-
dad", o bien que era "por la explosión demográfica que se ha produ- li as tanto en la Escuela se multiplicaron actividades a las cuales asis-
cido en los últimos cien años."125 tían nuevos discípulos para estudiar Lacan. Pero no todos los que allí
Jorge García Badaracco -que fue primero secretario científico y iban querían hacerlo.
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Benjamín Domb nos recordaba esos momentos: "al comienzo de (Al1',) y Analista Miembro de la Escuela (AME). Los AE iban a condu-
la dictadura la Escuela se llenaba de alumnos y también de 'canas' ( i i la Escuela y los AME los seguirían. Para la elección de los AE, se
que venían para ver qué pasaba. Estaban ahí paraditos, tomaban diferenciaba un poco de Lacan: planteaba una autopostulación de
apuntes y supongo que no entendían nada porque ni nosotros en- i .ida candidato, a través del envío de una carta a Masotta explicán-
tendíamos mucho de Lacan en ese entonces. Pero sistemáticamente dole las razones de por qué se postulaba y su criterio. Luego él deci-
había dos o tres tipos en cada reunión. También había gente rara diría. Si la respuesta era negativa habría una segunda posibilidad de
que venía a la biblioteca y hurgaba para ver qué pasaba. Nunca hu- discusión. Si la segunda respuesta de Masotta era negativa, automáti-
bo una intervención."129 i .úñente se convertía en AME. El único excluido de esta selección
El temor se infiltraba, sobre todo porque muchos habían tenido c í a Masotta, que se autoproponía como AE. A pesar de que en el nú-
en el pasado militancia en partidos de izquierda. Domb agregaba mrro de los Cuadernos se discutíala cuestión de los grados y las jerar-
que en ese momento tenían "un movimiento de adhesión a lo popu- quías, la situación institucional se complicaba a partir de esta pro-
lar pero no era una militancia. No estábamos inscriptos políticamen- puesta debido a los distintos grupos de poder que interactuabari en
te salvo algunos de nosotros. La mayoría me parece que ya militába- la institución. Era el primer paso hacia la ruptura.
mos en el lacanismo. Un tiempo después, cuando estaba en la Comi- En 1978, Germán García publicó su libro La otra psicopatología, tex-
sión Directiva llegó una notificación de la Policía Federal que tenía- lo en el que develaba el viraje conceptual para concebir la psicopa-
mos que presentarnos tres de los diez. Algunos teníamos anteceden- lología desde la lectura freudiana impulsada por Lacan.13'2 A finales
tes de militancia política. No sabíamos por qué era esa citación pero de ese año salió otro libro, La entrada del psicoanálisis en la Argentina.
ingenua no era. Lo que hicimos fue salir 'formalmente' de la Comi- (>/}•>/áculos y perspectivas.133 En el mismo se encontraba "otra historia"
sión Directiva. En los hechos seguimos. Y por supuesto, no nos pre- que la versión "oficial" de la APA acerca del ingreso del psicoanálisis
sentamos a la Policía. En esos momentos trabajábamos, enseñába- al país. Abarcaba esos otros autores que habían introducido el psi-
mos y estudiábamos mucho. Yo estaba 'alienado' al estudio de Lacan, < < i.málisis antes y por fuera de la fundación de la APA en 1942. El tex-
a los pacientes, a los controles, a la supervisión y dedicaba un mon- i ( > de García llegaba hasta ese momento, haciendo una crítica no so-
tón de horas a la Escuela. Hoy pienso que también era una cosa de- l.i i nc 11 le de la APA, sirio también de todo el grupo de Plataforma y Do-
fensiva frente a la impotencia de lo que estaba pasando. Nosotros te- i límenlo, la mayoría exiliados interna o externamente para ese enton-
níamos la Escuela y allí estábamos. Muchos se fueron, nosotros tenía- i <-s. El libro tuvo difusión en los medios. El diario La Opinión, que en
mos nuestra Escuela. Las polémicas ahora se centraban en las inter- ese momento estaba dirigido por los militares, había publicado el do-
pretaciones sobre Lacan y su articulación con Freud." mingo 5 de noviembre de 1978 una entrevista a Germán García rea-
En las polémicas internas había cuestiones teóricas y clínicas, pe- h/.ida por Raúl Vera Campo como adelanto y promoción de su li-
ro también cuestiones personales. Masotta continuaba dirigiendo l n o . l : ) 1 Hugo Vezzetti luego publicó una extensa crítica en el mismo
desde el extranjero lo cual complicaba la cuestión. diario que titulaba "Una visión mística de la verdad". Cuestionaba la
El 30 de marzo de 1977 Masotta envió una "Proposición sobre ins- L i l i a de rigor en algunos conceptos y en la historia de la psiquiatría
titución de grados en la Escuela Freudiana de Buenos Aires como cu Argentina. Pero también señalaba que García proponía que "la le-
resguardo de los fines de su fundación."130 g i t i m a fundación (del psicoanálisis en la Argentina) fue realizada
Esta abría el número doble 5/6 de los Cuadernos SigmundFreud con I > < > i Osear Masotta. El papel relevante de Masotta en la formación y
el título "Escuela freudiana: el discurso y la fundación." Pero la cues- cu la producción psicoanalítica es indiscutible. Tanto como que su
tión de la instauración de los grados dentro de la Escuela se volvía obra teórica e institucional no puede considerarse aislada de los
compleja por lo que implicaba. Masotta sostenía que la EFBA fuera olios y de cierto espacio social y científico y enmarcado en diversas
"dirigida por quienes trabajan".131 Para ello proponía la misma orga- i u p i u i a s y movimientos del campo psicoanalítico de los últimos 10
nización que había hecho Lacan en la EFP: Analista de la Escuela anos. Dar cuenta de ese proceso es hoy imposible. Sobre ese período
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lambién incursiona García con afirmaciones de las cuales lo menos .ipoyó. El 40% se retiró y fundó la Escuela Freudiana de la Argenti-
que puede decirse es que son tan extemporáneas como mal intencio- i i . i , que en poco tiempo se divididlo nuevamente. De nuestro lado
nadas."135 quedaron Isidoro Vegh, Javier Aramburu, Juan Carlos Cosentino y
Años después, García reflexionaba sobre el hecho de que Vezzetti \ < > . Tampoco éramos un grupo homogéneo, por eso luego también
había resaltado que en ese momento criticaba a quienes no podían nos dividimos. Después de esa división, Masotta envió cartas persona-
responderle: "estábamos en 1978 y me podía defender menos que él, l< .1 cada uno con descalificaciones hacia Isidoro y hacia mí donde
ya que vagaba por los intersticios y no tenía un lugar en ninguna par- I M >s acusaba de canallas y de mediocres."139
te, ni nadie que me amparase. Con el tiempo conocí a Hugo Vezzet- Kii una carta del 23 de mayo, luego de la división, Masotta mostra-
ti y la verdad que con su intención de contradecirme es el único que l > . i su enojo acusando a Isidoro Vegh y Benjamín Domb de lo sucedi-
me leyó con seriedad."136 En otro texto, García agregaba: "La culpa do ' "' En la misma decía que de 66 miembros de la Escuela sólo ha-
estaba en el aire y cada uno trataba, como bien se dice, de cargarle l i i . i n contado con 31 votos a favor, y que no habían votado los 16
el muerto al otro."13' Rliembros en el extranjero de la EFBA.
La producción de los miembros de la EFBA continuaba febrilmen- I )csde la posición contraria, Germán García afirmaba que "Osear
te. A fines de 1978 publicaron Cuadernos SigmundFreud~Nsf7 con el tí- M.isotta había supuerpuesto una serie de cosas a partir de una res-
tulo "Los límites de la interpretación"138. Incluían artículos de algu- i i u « i o n : en un primer momento los AE y los AME surgirían de los
nos miembros de la EFBA además de textos de Martín Heidegger y 'limitadores', puesto que 'para que haya pase, además es necesario
Jacques-Alain Miller y una completa lista bibliográfica de Lacan. n n r existan antes los lugares que posibiliten el movimiento'. Si el lu-
Pero en la Escuela se profundizaban las diferencias que termina- r.u de AE se hubiera instituido como vacío, el procedimiento del pa-
rían con la escisión de mayo de 1979. En esta división había distintos IC hubiera tenido su posibilidad. De esta manera, aunque se aceptó
puntos de vista que se centraban esencialmente en la relación con lo de 'fundadores', nunca fue aceptada la 'nominación' realizada
Masotta. Para algunos Masotta no tenía que seguir dirigiendo la Es- I "'i < )scar Masotta. Saber contra verdad, grado contra jerarquía, clí-
cuela desde afuera. Para otros, era quien estaba autorizado para ha- n u o contra teórico, AE contra AME; por entonces hice una confe-
cerlo. Finalmente estas diferencias llevaron a la ruptura del '79. i < n< ia que se llamó 'Escuela Freudiana, de la parodia al malestar."141
Benjamín Domb recordaba como "en el verano del '77 viajamos 1 ,.\n condujo a la creación de la Escuela Freudiana de la Ar-
Isidoro Vegh, Juan Carlos Cosentino y yo a París a verlo a Lacan. El g< ni nía por parte de los que continuaron fieles a Masotta. Pero esta
nos recibió. En ese momento, Juan David Nasio nos presentó a Jac- división entre quienes continuaban viendo a Masotta como líder y
ques-Alain Miller. Ellos ya tenían conocimiento de nuestra existencia i p i i c n e s lo habían dejado tuvo un hecho adicional que agravó la si-
por los Mannoni. Lacan nos preguntó si éramos capaces de llevar III.K ion. El 13 de septiembre de 1979 murió Osear Masotta en Barce-
adelante la 'Propuesta del 9 de octubre'. El encuentro fue un hecho lon.i ;i los 49 años. Había realizado una intensa actividad docente,
importante para nosotros. Pero también hubo otros dramáticos, co- ellas, la fundación de la Biblioteca Freudiana de Barcelona.
mo la escisión del '79. Masotta había decidido nominar políticamen- l 1. 1 l > i a publicado dos libros, Ensayos Lacanianos y Lecciones de Introduc-
te a un miembro de cada grupo de la Escuela para que se conviertan iinn id /'sicoanálisis. Germán García escribió el 14 de octubre de ese
en AE. Los demás fundadores nos teníamos que convertir en AME. ,1110, en el Suplemento Cultural del diario La Opinión: "¿Hasta dón-
Se suponía que los AE tenían un fin de análisis. Yo me opuse y le dr es posible esta política del síntoma que pueda interpretar los sín-
mandé una carta a Masotta donde le decía que había terminado mi i - i i n . i s de la política sin ceder a esos aires de superyó que hacen de
análisis. Masotta no aflojó y comenzó una situación de mucha ten- ' Ita u l t i m a la práctica de una expiación?... La muerte respondió por
sión. La nominación de AE era un movimiento político dentro de la M.isolia, nosotros nos quedamos sin respuesta. Esa muerte es un nu-
Escuela. En el '79 se terminó rompiendo. Se planteó una votación do en la garganta porque escapa a la aceptación y/o rechazo de la
para ver quien se quedaba con la Escuela. La mayoría, el 60% nos • n , < nanza que Masotta determinó -quizás siga determinando por

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mucho tiempo- las posiciones de los analistas de nuestra comuni- ••<• particularmente por los analistas comprometidos con una prácti-
dad."142 ca viviente (específicamente con los casos de la psiquiatría pesada co-
Para ese entonces, la situación de los psicoanalistas argentinos mo se dice) y donde la invención y la reflexión son para pensar. Es-
también era tema de discusión de sus pares extranjeros. Maud Man- ins analistas han sabido tomar partido en ciertas etapas de la historia
noni, escribió en 1979 acerca de su visión del psicoanálisis en el país, del movimiento analítico contra el carácter autosuflciente de la cien-
a partir de su viaje de 1972. En La teoría como ficción ella propuso su i i.i y la fetichización de la cual corría el riesgo de ser objeto (peligro
versión de la historia del psicoanálisis en Argentina. Allí le daba un .1 no desestimar del lado de los analistas)."144
lugar fundamental a la separación de los grupos Plataforma y Docu- Este marco posterior a la ruptura y la muerte de Masotta tino la
mento para luego ocuparse del grupo lacaniano y de Osear Masotta, r,« siión de un encuentro con Jacques Lacan en Caracas, Venezuela,
del cual afirmaba que "realmente es quien ha introducido de forma cu 1980. Aunque el movimiento lacaniano argentino era mucho más
magistral las ideas de Lacan en América del Sur. Funda una revista, importante que el venezolano, había muchas heridas fruto de las di-
así como una colección, y organiza congresos. A su alrededor gravi- visiones para llegar a traer a Lacan a la Argentina. Diana Rabinovich,
tan los jóvenes que van en busca de un psicoanálisis no instituciona- I >SK oanalista argentina que residía allí, fue quien lo organizó. La par-
lizado. Todos se están psicoanalizando, pero muy pocos realizan una I K ¡pación se dividió. Casi la totalidad de quienes integraban la nue-
práctica y su labor hospitalaria es casi inexistente."143 v.i I'.FA no fueron, mientras que la mayoría de la EFBA viajó. Además
Roberto Harari, Marie Langer y Germán García le enviaron cartas se sumaron psicoanalistas lacanianos que no pertenecían a estas dos
señalando algunos errores de apreciación y tipográficos de su libro Kscuclas, ya que había varios grupos por fuera de las mismas. El en-
que ella corrige en la siguiente edición. Sin embargo la carta de Ger- i neutro se realizó del sábado 12 al martes 15 de julio de 1980.
mán García revelaba el cuestionamiento a Mannoni debido a haber Participaron psicoanalistas franceses y argentinos en su mayoría.
seguido la historia oficial de la APA y de la IPA en el psicoanálisis en 1 ,;u an abrió con el denominado "Seminario de Caracas". Para ese
la Argentina. Su planteo le permitía explayarse en sus ideas, expues- i monees tenía 80 años. Su salud era precaria. Recientemente había
tas en su reciente libro La entrada del psicoanálisis en la Argentina, a tra- disiielto la EcoleFreudianne de París, en diciembre de 1979. Las divisio-
vés del cual intentaba encontrar otra vía de desarrollo del psicoaná- nes lambién habían atravesado la historia de los grupos lacanianos
lisis por fuera de la APA que le posibilitara encontrar otra historia en Francia. En su seminario llamó a los "lacanoamericanos" a reagru-
que apoyara la legitimidad del grupo lacaniano en el país. Maud I MI se en la "Causa Freudiana", su nueva propuesta. A lo largo de esos
Mannoni le respondió que no siguió en contacto con quienes luego «has se realizaron diferentes mesas con presentaciones sobre ciertos
fundaron la Escuela Freudiana de Buenos Aires, pero que "conocí I Minios: temas clínicos, temas libres, acerca del significante, la 'len-
personalmente a Arminda Aberastury, al grupo de Pichón Riviére, ¡;n.r, Melanie Klein desde Lacan, el discurso analítico, la psicosis y la
Eduardo Kalina, José Bleger, Marie Langer, Diego García Reinoso, problemática institucional.145 Este fue el primer y último encuentro
Fernando Ulloa (y todo el grupo uruguayo). He quedado impresio- d< los psicoanalistas argentinos con Lacan, ya que moriría un año
nada por la importancia de sus trabajos clínicos (con los niños, los después.
psicóticos o en el plano de la crítica de las instituciones)... Conocí la Pero el Encuentro de Caracas permitió ver que fuera de las Escue-
Escuela Freudiana de Buenos Aires en sus orígenes en 1970 y no seguí las Freudianas había muchos psicoanalistas que seguían la obra de
los cambios que se produjeron desde entonces, aunque seguí car- I .aran. Era un movimiento en expansión. Roberto Harari había estu-
teándome con algunos de los miembros de ese grupo. Mi relato so- diado con Raúl Sciarreta y Guillermo Maci. Había sido invitado al
bre la Argentina da cuenta de una verdad. En toda escisión hay dife- • IK neutro en Venezuela y a partir de allí estuvo cerca de la Escuela
rentes verdades que surgen. Yo no pretendo, desde mi lugar, osten- l'icndiana de Buenos Aires. Había fundado con un grupo cercano
tar la verdad irrefutable. Los progresos del análisis no están ligados mía institución propia, Mayéutica. Por otro lado, había comenzado
a la verificación de la exactitud de un dogma teórico. Yo me intere- .\r una Colección de la Editorial Trieb, llamada "Lo inconscien-

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te".146 Años después recordaba cómo, en dicha época, "había empe- Los psicoanalistas que habían integrado Plataforma y Documento, y
zado a trabajar profundamente la obra de Lacan. En ese momento quienes dentro o por fuera de las instituciones se opusieron a la dic-
había una retracción, necesaria como efecto que se veía del golpe. tadura tuvieron que enfrentarse con las variantes de un exilio inter-
Había desaparecido una psicóloga que trabajaba conmigo y dos per- no o externo de acuerdo a cada situación individual. Cada cual in-
sonas de un grupo de estudio. Cuando fundamos nuestra institu- tentó resistir a su manera con diversas acciones, que eran posibles
ción, "Mayéutica", decíamos que no teníamos un lugar porque no te- más por fuera que dentro del país.
níamos guita. Pero hoy creo que realmente era por no dar la cara y Muchos de los psicoanalistas de Plataforma y Documento tuvieron
mostrar un local donde funcionaran los consultorios. Hasta que las 11 ue exiliarse del país a lo largo de estos años.149 Las partidas habían
cosas empezaron a relajar un poco el asunto y a fines del '79 busca- < omenzado con las amenazas de la "Triple A". Pero ni bien empezó
mos un lugar."147 la dictadura la desaparición de un psicoanalista marcó que los terro-
Pero para ese entonces el lacanismo era mucho más que dos insti- res no eran infundados.
tuciones. Había una cantidad de grupos de estudio sobre la obra de Rodolfo Walsh escribió sobre el tema en un largo texto sobre la si-
Lacan. Por otro lado en pocos años se fundaron nuevas instituciones i nación en la Argentina, que circuló por embajadas y redacciones de
y se produjeron escisiones en las existentes. Otro factor que sumó a noticias. En el apartado "Profesionales, artistas, sindicalistas, políti-
estas divisiones fue la muerte de Lacan en Francia. Jacques-Alain Mi- ( os" reproducía la desaparición de un psicoanalista que había perte-
ller viajó a la Argentina en 1981, mientras la lucha por la herencia de necido al grupo Documento del siguiente modo: "en marzo de 1976,
Lacan ya había comenzado en Francia. Estar o no estar del lado de inmediatamente después del golpe de estado, un comando castren-
Miller en los siguientes años fue la cuestión para los grupos lacania- se secuestró de su consultorio al psicoanalista Francisco Bellagamba,
nos en la Argentina. luego de reducir y maniatar a un grupo de pacientes que atendía en
En todas las discusiones la política y la situación social del país -al ese momento. Ese día se inauguró otra modalidad que luego se tor-
igual que en los grupos de la IPA- habían quedado por fuera. En es- no habitual en los procedimientos clandestinos: los secuestradores
te caso también se dio un encierro en el psicoanálisis, pero desde .n i anearon las cortinas del consultorio del psicoanalista y dentro de
otra perspectiva. Como dijo alguna vez una analista lacaniana ha- ellas envolvieron su máquina de escribir, su aparato reproductor de
blando de dicha época: "Con todo lo que sucedía afuera, trabajar y discos, el televisor, la vajilla y otros objetos de valor que se llevaron
leer textos de Lacan que te llevaban más allá, daba una misteriosa ion rumbo desconocido. Similar fue la irrupción de los militares en
sensación de libertad". la «asa del escritor Haroldo Conti, becario Guggenheim y premio Ca-
Pero las causas eran más profundas en el caso de la teoría lacania- ía de las Américas, de quien nada volvió a saberse."150
na, ya que para algunos psicoanalistas la misma les permitía conside- Esta situación de terror hizo que algunos analistas que estaban
rar que toda transformación de la estructura subjetiva pasaba por el comprometidos políticamente se exiliaran y difundieran sus ideas
psicoanálisis individual. Con esta perspectiva, se podían cuestionar I >sic oanalíticas en distintos lugares como Brasil, España, México, Ita-
(y negar) las determinaciones sociales y políticas desde racionaliza- lia, Venezuela, entre otros lugares, que describiremos a continua-
ciones teóricas que las desacreditaban, es decir "la crítica que hace i ion. 151
Lacan a la 'consistencia devenida en amo' de los discursos 'revolucio- Armando Bauleo se había ido con Mimi Langer a México a fines
narios', fue utilizada dentro de las instituciones psicoanalíticas ar- • le 1974. En marzo del '76 volvió al país pero a los seis meses decidió
gentinas en esos tiempos terribles para fundamentar posiciones apo- use nuevamente. Estuvo en México, Madrid y finalmente en Italia,
líticas, aun en algunos anti-IPA que en los '70 convivían con la revo- donde desarrolló sus enseñanzas, tomando contacto con Franco Ba-
lución y con Lacan."148 saglia.152
Al comenzar la democracia se produjeron nuevas escisiones. La unidad KM esos pocos meses de su regreso a la Argentina escribió un tex-
de una sola Escuela Freudiana ya era historia. En Francia y en Argentina. to con Eduardo Pavlovsky, "Psicoterapia en situaciones excepciona-
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les" y fue presentado ese mismo año en un Congreso en Milán.153 En l . i i l . i " una escena de su obra en la cual los paramilitares iban a bus-
el mismo comparaban la situación argentina con la de la Alemania nii a los personajes disfrazados de "gasistas". Antes de que entraran,
nazi, lo que los llevaba a afirmar que no podía existir neutralidad en i l i » hacia el balcón y de allí a la casa de al lado. Les dijo a los veci-
esos momentos: "en las situaciones de pánico grupal, el terapeuta se M. .-. que le estaban robando y luego fue directamente a la Comisaría
desempeña como buen continente de las angustias terroríficas del di mmriando él mismo el hecho. Lo vieron como a un médico vícti-
grupo cuando tiene un proyecto político, o está ligado a una organi- ma de un asalto. Enviaron policías a su domicilio. Mientras tanto, se
zación política. Por una ausencia de información del contexto socio- i | i n - d ó con el Comisario e hizo un llamado a su hermano fingiendo
político, puede tomar niveles imaginarios, al servicio de la negación, i | i i < estaba hablando con Raúl Alfonsín, a quien no conocía, dándo-
frente a una situación real de peligro para el paciente."154 Los auto- Ir <•! nombre del Comisario. Cuando la policía y el grupo paramilitar
res sostenían que la caracterización de la situación política permitía v < ilvieron juntos a la Comisaría le preguntaron si era judío. Pavlovsky
discriminar la fantasía de la realidad. Y que los terapeutas no se cu- respondió que no. Lo dejaron ir. Al salir caminando se encontró con
raban de los pánicos sociales con su análisis, sino con la posibilidad u hermano en la esquina. Había entendido su mensaje cifrado. En-
de ubicación frente a lo social. De lo contrario podían caer en la con- l i ó su casa destrozada y le habían robado sus documentos, pero
traidentificación o confusión con temores de los pacientes, o con los no habían dañado ni a su mujer ni a sus hijos. Vivió unas semanas
represores -echando a los pacientes militantes de sus tratamientos-. mudándose de un lugar al otro. Sus compañeros de militancia polí-
Mencionaban la dificultad de los trabajos en grupos por estos temo- IM a le posibilitaron llegar a Montevideo. De allí fue a España. Pav-
res, marca de toda la época. lovsky recordaba: "Yo tuve un exilio de lujo, porque era conocido co-
Eduardo Pavlovsky se quedó un tiempo más en el país y relataba mo terapeuta en Madrid, había ido incluso en el '77 a hacer labora-
sus vivencias de esos tiempos: "había un clima de terror porque se co- lorio, era conocido por el grupo de Antonio y Nicolás Caparros. Yes-
mentaba cotidianamente quiénes habían desaparecido. Se había in- laba con mi amigo Hernán Kesselman."
teriorizado el terror como obvio. Era natural en la forma de los rela- I lernán Kesselman también había tenido que exiliarse en mayo de
tos, donde uno participaba como podía. Si alguien se muere uno ha- M)7(> en Madrid, donde formó la Escuela Pichón Riviére de Psicolo-
bla. Pero otra cosa era que se muriera alguien un día, otro al otro, y gía Social y cofundó la revista Clínica y análisis grupal. Junto con Kes-
así sucesivamente. Había una elaboración del duelo muy particular, sehnan prosiguieron sus investigaciones y actividades en psicoanáli-
no por negación. Nosotros pertenecemos a un sector muy golpeado; sis, psicodrama y grupos. Publicaron varios libros Las escenas temidas
y acá siempre se habla de la dictadura como si hubiera un aparato re- ili'l coordinador de grupos (1977), Espacios y Creatividad (1980) y Clínica
presor, un aparato reprimido, pero en medio de una complicidad ci- (irupal2 (1980), además de artículos en revistas y realizar actividades
vil espantosa, porque si no, no hubiera existido la dictadura. Pero no docentes. 156
sólo había un terror muy grande, sino que también había algo de lo En España también se exiliaron Valentín Barenblit, Luis María Es-
que amplificaron en la película de Roberto Begnini La vida es bella: merado y Mery Schwartz, entre otros.
mucho humor, una risa que no era maníaca ni persecutoria, sino de En Madrid, Pavlovsky y Kesselman comenzaron una polémica pú-
las cosas que además pasaban en Buenos Aires: lo que había de vida, blica con el lacanismo dentro del psicoanálisis, que continuó en el
lo que se podía rescatar de vida sin que signifique un riesgo. Esto me regreso a la Argentina. El 9 de diciembre de 1979 se realizó un Co-
llevó a un error en el diagnóstico de situación. Pensaba que no me loquio sobre Psicología Dinámica Grupal, con la participación de
iban a venir a buscar. Y estrené mi obra de teatro Telarañas. Me lla- Juan Campos Avillar, Nicolás Caparros, Hernán Kesselman, Eduardo
maron diciéndome que la parara y yo les contesté que no la paraba, Pavlovsky, Pacho O'Donnell, Francisco Peñarrubia y Pablo Pobla-
'párenla ustedes'. En el '78 pensé que ya había zafado."155 ción. El debate fue monopolizado por la discusión entre Pavlovsky/
A Pavlovsky lo fueron a buscar un día mientras atendía a un gru- Kesselman y O'Donnell. El tema era lo ideológico en psicoanálisis y
po terapéutico. Le dijeron que venían los "gasistas", tomando "pres- grupos. O'Donnell ya había virado sus posiciones teóricas hacia un
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lacanismo apolítico. En la discusión estaba muy lejos de las ideas re- tina, hasta su partida. El libro se llamó ElAntiyoyóy se publicó en Es-
volucionarias de su libro. Se alejó más con el tiempo, al ser funciona- |..nia. l r '" Paralelamente publicó Elpaciente de las 50.000 horasim, texto
rio público del radicalismo en los '80 y del menemismo en los '90. donde mostraba su cambio de psicoanalista ortodoxo al empleo de
Pero en psicoanálisis propuso una tendencia que desarrolló luego en nuevos dispositivos de trabajo con el uso de Laboratorios, dramatiza-
Buenos Aires, al volver: el Psicoanálisis Freudiano Crupal, que des- i mués y otras técnicas en la formación de terapeutas en Bahía.161
pués se convirtió en el Análisis Freudiano en grupo. A pesar de que r.unbién se exiliaron allí Bernardino Horne, -quien fue el primer AE
los integrantes españoles del debate intentaban volver al tema de los < l< América Latina- y Raúl Courel, -quien formaba parte del Centro
grupos, los tres argentinos acapararon la discusión sobre la ideología ilc Es ludios Psicoanalítico de Tucumán-.
del lacanismo que abarcaba no solamente la Argentina. Para O'Don- (iregorio Baremblitt se exilió en Río de Janeiro donde fundó jun-
nell era un avance, para Pavlovsky y Kesselman era una nueva hege- io ,i Osvaldo Saidón y psicoanalistas brasileros en 1978 el Instituto
monía al estilo de lo que había sido el kleinismo de la APA.157 Esta lliasilcro de Psicoanálisis, grupos e instituciones (IBRAPSI). Sus
fue la primera polémica pública acerca del lacanismo y la dictadura, nicas comenzaron a acercarse a la propuesta del esquizoanálisis de
que luego se dio en nuestro país. I )«• leu/e y Guattari. En ese sentido organizó allí, en 1981, un congre-
Eduardo Pavlovsky volvió a la Argentina a principios de los '80. En 10 .il cual asistieron Félix Guattari, Robert Castel y Franco Basaglia
1983 comenzó a editarse la serie de Lo Crupal. En su primer núme- para discutir la problemática de las instituciones de Salud Mental,
ro Pavlovsky ponía al descubierto una de estas polémicas en el pró- liaremblitt fue promotor de las ideas de Deleuze y Guattari en Bra-
logo de su primer volumen. "... El 'fascismo' de estos años se encar- i l , donde se quedó definitivamente. Saidón retornó a la Argentina
gó de borrar de las universidades esos textos cuestionadores (Cuestio- .il linal de la dictadura.
namos 1 y 2). Un purismo cientifícista y ahistórico invadió la enseñan- También en Río de Janeiro, Jorge Volnovich fue cofundador de la
za del Psicoanálisis en estos años. Un neutralismo vergonzante anu- Sociedade Brasilera de Estudio e pesquisa da infanfa, que desarrolló el psi-
ló la posibilidad transformadora y revolucionaria que el psicoanálisis < oanálisis con niños en Hospitales y con chicos de la calle, retoman-
tiene. Se lo aquietó en discusiones bizantinas. Se lo complicó más do conceptualizaciones de Maud Mannoni.
que nunca. Se lo adormiló en su función de cuestionamiento social. Por otro lado, en San Pablo, los psicoanalistas Guillermo Bigliani,
Se lo aristocratizó. Se lo 'derechizó'. Se lo 'lacanizó'... después de la I ,ea Nuss de Bigliani, Mario Fuks, Lucía Barbero, entre otros, parti-
diáspora que sufrimos algunos de los psicoanalistas argentinos en es- i iparon en la difusión del psicoanálisis en el Instituto Sedes Sapientae,
tos años es más que un episodio fortuito... (esta) es nuestra manera una institución de orientación católica ligada a la Teología de la Li-
de reanudar el diálogo en Buenos Aires con la gente joven. Hablan- beración.
do de grupos, unas veces. Hablando de Instituciones, otras. Para no- También Fernando Ulloa tuvo que irse a Bahía durante un tiem-
sotros hablando de Psicoanálisis, siempre. Pero desde aquel psicoa po por cuestiones de seguridad. Sin embargo, la mayor parte de sus
nálisis que asumió Plataforma cuando produjo la ruptura con la APA. lateas las realizó antes y después en la Argentina. Desde hacía un
Un psicoanálisis que cree, en última instancia, en la existencia de un liernpo había comenzado a trabajar en el campo de los Derechos Hu-
inconciente social e histórico."158 manos, que desarrollaría a lo largo de los años. Desde que presidió
Varios psicoanalistas argentinos se instalaron en distintas ciudades la FAP Capital había comenzado a trabajar con peritaje de tortura-
de Brasil. dos, a pedido de la gremial de los Abogados. Fue el comienzo de su
Emilio Rodrigué se había ido un tiempo antes del inicio de la dic- actividad con víctimas del Terrorismo de Estado y sus familiares, te-
tadura. Se instaló con Marta Berlín en Bahía. Comenzaron a formar ína que se extendió a lo largo de todo ese período. "Para mí fue im-
psicoanalistas con diversas técnicas de trabajo. Publicaron juntos una portante 110 desmentir en todo este quehacer una perspectiva psicoa-
versión íntima de la historia reciente que abarcaba desde su partici- nalítica, en cuanto preparación para la acción clínica, atento a la po-
pación en la marcha a Ezeiza a raíz del regreso de Perón a la Argen- sibilidad de implementar una actitud pertinente en cuanto a idonei-
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dad, en situaciones muchas veces atravesadas por el horror, pero Nicaragua, también enseñaba en la Universidad Nacional Autónoma de
también por el esfuerzo en establecer la verdad."162 Al volver de su México (UNAM), y dictaba el "Seminario de los lunes", que fue un pun-
exilio, antes de terminar la dictadura, comenzó a trabajar en el Mo- ió de encuentro de varios psicoanalistas exiliados.
vimiento Solidario de Salud Mental y luego en peritajes y supervisio- Entre los que se exiliaron en México se puede mencionar a Carlos
nes, sobre todo en relación a Abuelas de Plaza de Mayo.163 LJlloa jun- S< hcnquerman, Silvia Bleichmar y Marta Sánchez, quienes fundaron la
to con un grupo de psicoanalistas no institucionalizados, se agrupa- revista Trabajo del Psicoanálisis; a Miguel Matraj y Enrique Guinsberg que
ron en esa época en el "Foro Psicoanalítico de Buenos Aires" .164 luego crearon la revista Subjetividad y Cultura', a Néstor Braunstein y
Juan Carlos Volnovich y Silvia Werthein se quedaron hasta fines de Marcelo Pastenak que publicaron el libro Psicologíajdeologíay Cienciay a
1976, momento en que partieron para Cuba. Volnovich recordaba l'.mny Blanck-Cereijido que se incluyó en la Asociación Mexicana de Psi-
cómo fue la decisión: "Yo estaba totalmente decidido a quedarme coanálisis. Más adelante llegaron Norberto Bleichmar y Celia Leiber-
acá pase lo que pase. En realidad deberíamos habernos ido mucho inan de Bleichmar, fundadores de una institución de psicoterapia psi-
antes de lo que nos fuimos. Mi intención de permanecer aquí se ins- (oanalítica.
cribía sobre el fantasma de la Guerra Civil Española. Temía que me Diego y Gilou García Reinoso se fueron a fines de febrero de 1976.
pasara lo que le había pasado a los republicanos que se exiliaron y Venían pensando hacía tiempo la partida. Gilou recordaba cómo se fue-
que, cuarenta años después, no habían podido regresar. Todo el 1011 "por muchas razones. Lo que me decidió fue que estaba en un gru-
mundo se iba o desaparecía. Era una cosa espantosa, se desmantela- I x > con un paciente y tuve una intuición de que era alguien de los 'ser-
ban proyectos, como la Cátedra de Psicología Médica de la UBA. Yo vicios'. Me dije que no era mi paciente. Allí pensé que me tenía que ir,
mantenía una disociación 'loca': al mismo tiempo que estaba metido |x >rque o bien tenía razón -y me tenía que ir -, o bien estaba delirando -
en política funcionaba como un analista. Luego del golpe nos muda- y también me tenía que ir-. De todos modos tardaron cuatro meses en
mos, cambiamos a los chicos de escuela. Ellos sabían que no podían darnos el pasaporte."167. Eligieron México. Vivieron unos días en lo de
decir donde vivían, que no debían preguntar el nombre de la calle. Mi mi Langer para luego instalarse en una casa propia y continuaron
Yo cambiaba de consultorio permanentemente. A la vez atendía hi- i o n sus actividades: Gilou retomó sus tareas que había dejado, en la Cá-
jos de militantes en las plazas sin saber el verdadero apellido del chi- icdra de Medicina del Trabajo de la UBA, en actividades en la Secreta-
co."165 Finalmente partieron al entender como una advertencia un M;i de Trabajo en México, junto con Laura Bonaparte, entre otros. Die-
llamado del hermano de Silvia, que vivía en Cuba. Fueron los gesto- )',<> continuó como psicoanalista de niños, enseñando y supervisando.
res de los desarrollos del psicoanálisis en Cuba y también trabajaron, ('.< )laboró con la fundación del posgrado de Psicología en la Universi-
junto a Marie Langer y otros exiliados en México y en tareas de Sa- < l.ul cíe Querétaro en 1980. Gilou recordaba que "el exilio fue grato con
lud Mental durante la Revolución Sandinista en Nicaragua. Regresa- i< x lo lo doloroso que era. Ya no estaba con esa sensación de 'te toca, no
ron al país en 1984. ir loca'. Teníamos trabajo. El psicoanálisis se abrió mucho con la llega-
México fue uno de los lugares que tuvo más psicoanalistas exilia- da de los argentinos a México." Volvieron a la Argentina en 1981.
dos que desarrollaron allí diferentes actividades. Por un lado, tal co- Algunos psicoanalistas se quedaron en el país en un exilio interno. A
mo en España, por el idioma. Pero también porque era un país con pesar de las actitudes de las instituciones psicoanalíticas, es necesario
una tradición de recibir a los exiliados políticos, desde la Guerra Ci- i Icslacar a aquellos que por fuera o por dentro de estas instituciones re-
vil Española. Se exiliaron unos 40, entre psicoanalistas, psiquiatras y sistieron de diferentes maneras, tal como vimos anteriormente: apoyan-
psicólogos. La Asociación Psicoanalítica de México tenía 70 miem- do a las Madres de Plaza de Mayo, sosteniendo la actividad en diferen-
bros entonces, con lo cual se puede considerar que la influencia de irs organizaciones profesionales, oponiéndose a la Guerra de las Malvi-
los argentinos fue muy importante.166 n.is y manteniendo su perspectiva ideológica y política.
Marie Langer, que estaba en México desde 1974, ayudó a muchos I ,a vuelta de la democracia llevó a nuevos desafíos.
exiliados en la inserción en un nuevo país. Además de su trabajo en
374 375
Notas men militar, Universidad Nacional de Quilmes y Página/12, Bs. As., 1999, págs. 43-44.
3 Revista Para Tí, 6 de julio de 1977, en AAW, Documentos para la Historia Argenti-
1 La participación civil en el gobierno militar se puede corroborar en los siguien- na, N°32, Editorial Página/12, Bs. As., 2000.
tes datos: "El 35,3%, o sea más de un tercio de los actuales intendentes con tenden- 4 Grondona, Mariano, "Carta del director. La geometría del Diálogo", revista Car-
cias políticas definidas de todo el país, son radicales; el 19,3% de esos intendentes ta Política, Bs. As., agosto de 1977.
son peronistas y el 12,4% son demócratas progresistas. Tan sugestivos porcentajes 5 " De modo que la excusa que todavía hoy se esgrime para justificar el golpe de
surgen de uno de los trabajos más minuciosos de relevamiento político interno que Estado y que dice que no era posible combatir la guerrilla insurgente con las restric-
se conozca en la actualidad. Ese trabajo, realizado palmo a palmo sobre la extensión ciones que imponía el ordenamiento institucional y jurídico de la democracia en-
total del territorio nacional por los servicios de inteligencia del Estado, demuestra tonces vigente es una evidente falsedad. No sólo lo pudieron hacer (aun violando
sobre los 1697 municipios censados, que sólo 170 intendentes, o sea el 10%, perte- extensamente los derechos, como se hizo en Tucumán, con la conformidad del pe-
necen a las fuerzas armadas; 649 intendentes, o sea el 38% carecen de militancia po- ronismo gobernante y la resignada aceptación de la oposición) sino que ya la habían
lítica definida y 878 intendentes, esto es, 52%, están de un modo u otro adscriptos prácticamente derrotado. Las propias Fuerzas Armadas, reiteradamente desde
a una corriente política concreta." 1976, insistían en la debilidad militar y la impotencia operativa de las organizacio-
"El detalle de los intendentes con tendencia política definida en todo el país es nes guerrilleras. Y lo siguieron haciendo mientras consideraron que no debían dar
el siguiente (hasta fines de 1978): Unión Cívica Radical: 310 intendentes, 53,3% ; cuenta a nadie de un plan represivo que, como se dijo, tenía objetivos mucho más
Justicialismo: 169 intendentes, 19,3% ; Demócrata Progresista: 109 intendentes, extensos que las fuerzas de la insurgencia armada. Recién cuando la dictadura en-
12,4% ; Movimiento de Integración y Desarrollo, liderado por Frondizi, (MID): 94 frentó una oposición más sostenida, sobre todo internacional, y advirtió que no po-
intendentes, 10,7% ; Fuerza Federalista Popular, liderado por Manrique: 78 inten- día evitar las consecuencias de la extensa masacre civil que había llevado a cabo, apa-
dentes, 8,9% ; Partidos Conservadores ajenos a nucleamientos nacionales: 72 inten- reció la línea argumenta! defensiva que decidió olvidar todo lo que anteriormente
dentes, 8,2% ; Neoperonistas: 23 intendentes, 2,7% ; Demócratas Cristianos: 16 in- había sobre 'bandas' de delincuentes que sólo podían practicar el terrorismo y se in-
tendentes, 1,8% ; Partido Intransigente, Alende: 4 intendentes, 0,4%." Marín, Juan ventó, hacia atrás, un enemigo más poderoso, un ejército en armas que habría esta-
Carlos, Los Hechos Armados, Ediciones La Rosa Blindada, Bs. As., 2003, págs. 67-68. do a punto de tomar el poder.". Vezzetti, Hugo, Pasado y Presente. Guerra, dictadura y
- "Las cabezas del Episcopado católico fueron debidamente informadas de los sociedad en la Argentina, Editorial Siglo XXI, Bs. As., 2002, pág. 77.
planes para derribar el régimen constitucional y establecer por un lapso prolonga- (l Distribución de desaparecidos según profesión u ocupación: obreros: 30,2%; es-
do una dictadura militar, seguida de un nuevo orden político y social... En esos pro- ludiantes: 21%; empleados: 17,9%; profesionales: 10,7%; docentes: 5,7%; autóno-
longados encuentros, en el momento crítico de las decisiones fundamentales, tiene mos y varios: 5%; amas de casa: 3,8%; conscriptos y personal subalterno de FFAA y
que haberse realizado un examen completo de la situación y de los efectos que se- de Seguridad: 2,5%; periodistas: 1,6%; actores, artistas, etc.: 1,3%; religiosos: 0,3%.
guirían. El método represivo adoptado no pudo haber estado ausente de dicho aná- luiente: Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CO-
lisis, por cuanto era previsible que los familiares de las víctimas buscarían desespe- NADEP), Nunca Más, Bs. As., 1984.
radamente la intercesión de los obispos, como efectivamente ocurrió. 7 Diario La Prensa, Bs. As., 18 de diciembre de 1977.
El acuerdo alcanzado resulta claro a la luz de los acontecimientos que siguieron. B Esta perspectiva acerca de la "subversión" no fue un invento de la dictadura. La
El régimen tendría vía libre en su acción represiva y contaría con el apoyo del Epis- misma se venía estudiando desde la década del '60 en los colegios militares. En el
copado, a cambio de la presunta defensa que aquél asumiría de la 'civilización occi- manual de estudio, Estrategia Psicosocial, se realizaba un análisis sobre lo psicosocial
dental y cristiana' y la consolidación de los privilegios de la Iglesia. cu el contexto de la estrategia e inteligencia del Estado. Al final se organiza un vo-
Más de ochenta prelados en funciones entre diocesanos, castrenses y auxiliares, i ahulario de estrategia psicosocial donde se dice: "Guerra revolucionaria o subver-
componen el cuerpo episcopal. Sólo cuatro adoptaron una línea de denuncia abier- siva: Si bien estos términos, desde el punto de vista técnico no se los suele conside-
ta de las violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen terrorista: i .11 estrictamente sinónimos, en la práctica y a los fines de la receptividad pública ge-
Enrique Angelelli, de la Rioja, que fue asesinado por las fuerzas armadas simulando nrral se conceptúan como tales. Se trata de una de las expresiones típicas y concre-
un accidente de tránsito el 4 de agosto de 1976; Jaime de de Nevares, de Neuquén i.is de la guerra de nuestros días, la que se suele diferenciar de las otras dos, que son:
y Miguel Hesayne, de Viedma, que se incorporaron a la Asamblea Permanente por l.i guerra clásica o convencional y la guerra en ambiente nuclear". Poli, Jorge Heri-
lo Derechos Humanos yjorge Novak, de Quilmes -consagrado el 19 de setiembre de IxTto, Estrategia Psicosocial, Editado por el Círculo Militar, Bs., As., 1979, pág. 283.
1976-, que integra el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos." Migno 11 "Los dirigentes sindicales Adolfo Sánchez y Juan Carlos Amoroso fueron llama-
ne, Emilio E, Iglesia y Dictadura. El papel de la iglesia a la luz de sus relaciones con el regí dos el día antes del golpe a una reunión con los cabecillas del departamento de Re-

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laciones Laborales de la Ford Motors en su planta de estampado. 'La empresa reúne Fjército le rindieran homenaje en formación"...
al cuerpo de delgados que se encontraba en la planta de estampado...En esa reu- "...A mediados de agosto de 1976. Luis Mattini fue elegido secretario general de
nión el señor Galarraga (gerente de Relaciones Laborales) lee un papel que dice le los restos del PRT, y junto con Merbilhaá y Enrique Gorriarán Merlo, entre otros,
entregó un coronel al cual se negó identificar, pero que 'su palabra bastaba', para formó una nueva dirección política. En setiembre de 1976 Merbilhaá fue secuestra-
exhortarles a trabajar en sus tareas olvidándose de todo tipo de reclamos y, manifes- do por tropas del ejército. En diciembre del mismo año Carlos Germán y Leandro
tó, que todo problema se había acabado.' Como había todavía negociaciones pen- Fote tuvieron igual destino. A fines de 1976 medio centenar de dirigentes, entre
dientes solicitadas por los delegados sobre una cuestión de cuentas, Amoroso pre- ellos Mattini, Gorriarán Merlo y Roberto Coppo partieron al exilio. A mediados de
guntó si esas conversaciones iban todavía a celebrarse. 'Usted, señor, no entiende' , 1977, luego de la tenaz persecución militar a sus últimas células, el PRT-ERP ya no
replicó el jefe de Ford. 'Esta reunión ha terminado. Amoroso dele saludos a Camps.' existía en la Argentina." Seoane, María, Todo o nada. La historia secreta y la historia pú-
Cuando los trabajadores preguntaron quién era ese hombre -el coronel Ramón blica del jefe guerrillero Mario Roberto Santucho, Editorial Planeta, Bs. As., 1993, págs.
Camps, que más tarde se jactó de ser responsable de unas 5000 muertes- los jefes de 309-312.
la Ford se echaron a reír. 'Ya se van a enterar' replicaron." 14 "Luego de señalar que si la teoría galopa a kilómetros delante de la realidad 'la
"Tres días más tarde, Amoroso, Sánchez y los otros dirigentes fueron secuestra- vanguardia corre el peligro de convertirse en patrulla perdida', Walsh reiteraba su
dos de sus casas por hombres armados que llevaban tarjetas tomadas de los archivos propuesta de Resistencia Popular para la 'dura realidad actual que no permite a las
de la oficina de personal de Ford." Andersen, Martín, Dossier secreto. El mito de la gue- masas ni siquiera pensar en el poder, sino resistir para sobrevivir.' Concluía con una
rra sucia, Editorial Planeta, Bs. As., 1993, pág. 214. serie de recomendaciones, comenzando por el reconocimiento de una derrota 'que
10 Garaño, Santiago y Perrot, Werner, La otra Juvenilia. Militancia y represión en el amenaza convertirse en exterminio': el peronismo y la clase trabajadora constitui-
Colegio Nacional Buenos Aires, Editorial Biblos, Bs. As., 2002. rían el sujeto principal de la Resistencia Popular, de la cual la resistencia montone-
11 Seoane, María y Ruiz Nuñez, Héctor, La noche de los lápices, Editorial Planeta, ra no podía ser más que una parte, y esa resistencia debía ligarse en forma absoluta
Bs.,As., 1986. a la política de masas. Para ello una de las prioridades debía ser una prensa clandes-
12 Diario La Opinión, Bs. As., 7 de febrero de 1978. tina y descentralizada." Es así como organiza la Agencia de Noticias Clandestina
13 "En esos días, los presos políticos del PRT-ERP llegaban a la conclusión de que (ANCLA). Meses después decide hacer llegar una carta a la Junta Militar. El 25 de
'la muerte de Santucho había sido un golpe definitivo para sus sueños revoluciona- marzo de 1977 después de enviar por correo los primeros ejemplares de esta carta
rios... x cayó en una emboscada que le tendió un pelotón de la ESMA. Walsh resistió el in-
".. .La izquierda comunista y trotskista argentina, empero, por censura o autocen- tento de secuestro y dispararon contra él. Cuando lo trasladaron al campo de con-
sura, no se expresó sobre la muerte de Santucho. El periódico Avanzada Socialista, centración de la marina estaba muerto. Verbitsky, Horacio, Rodolfo Walsh y la prensa
órgano del PST de Nahuel Moreno, había suspendido su aparición en esos días. El clandestina (1976-1978), Ediciones de la Urraca, Bs. As., 1985, págs. 10-11.
dirigente comunista Fernando Nadra recordó años más tarde que Nuestra Palabra, 15 "En diciembre de 1979, el fracaso catastrófico de la 'contraofensiva' montone-
órgano del PC, 'condenó el asesinato de Santucho, pero también se señaló lo inco- ra actuó como agente catalizador, sacando a la luz una lucha de vieja data: la que li-
rrecto del camino ultraizquierdista'. Sus dichos no pudieron ser constatados en nin- braban en sordina los cuadros que querían una política de masas y el núcleo foquis-
gún periódico o documento comunista de la época. Además, el precipicio político la que manejaba el aparato. Jaime y Olimpia, junto con Pablo Ramos, Daniel Vaca
que separaba al PRT de los comunistas en 1976 se había ahondado, especialmente Narvaja, Gerardo Bavio y Miguel Bonasso, elevaron a la conducción partidaria un
luego de que los comunistas argentinos prestaran 'apoyo crítico' al régimen de Vi- documento interno criticando la reiteración de prácticas militarista y elitistas, que
dela, a quien consideraban un 'general democrático' batiéndose contra amenazas negaban en los hechos las tibias autocríticas del '77 y sólo podían conducir al fraca-
'pinochetistas' como el general Benjamín Menéndez. El matrimonio económico de so histórico de la organización. La discusión interna duró poco: en abril de 1980,
la URSS con el régimen militar -en 1980 la URSS compró el 52% de la cosecha ce- Montoneros conoció una nueva fractura de proporciones." Bonasso, Miguel, Recuer-
realera argentina- fue la explicación, para algunos, de la actitud tomada por los co- do de la Muerte, Editorial Bruguera, Bs. As., 1984, pág, 405.
munistas, alineados con la URSS, que trabaron la condena a la violación de los de- "' En Rossi, Paolo, El pasado, la memoria, el olvido, Ediciones Nueva Visión, Bs. As.
rechos humanos en la Argentina en todos los foros internacionales, con el pretexto 2003.
de que la condena era impulsada por la administración del presidente James Cár- 17 Timerman, Jacobo, El caso Camps, punto inicial, El Cid Editor para la Democra-
ter..." cia en Argentina, Bs., As., 1982, pág. 50.
"...La izquierda peronista, en cambio, lamentó explícitamente la muerte de San- 18 "De la enorme documentación recogida por nosotros se infiere que los dcrc-
tucho. La cúpula de Montoneros ordenó que 'todas las estructuras del Partido y del i líos humanos fueron violados en forma orgánica y estatal por la represión de las

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Fuerza Armadas. Y no violados de manera esporádica sino sistemática, de manera i ¡.mi y Estela de Carlotto); Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), 1978/1979
siempre la misma, con similares secuestros e idénticos tormentos en toda la exten- (fundado por Emilio Fermín Mignone, Augusto Conté, Boris Pasik, Alfredo Galetli,
sión del territorio. ¿Cómo no atribuirlo a una metodología del terror planificada Federico Westerkamp y Carmen Aguiar de Lapaco); Movimiento Judío por los De-
por los altos mandos?..." rechos Humanos, 1978/1979 (surgió por iniciativa de Hermán Schiller, en torno del
"Si nuestras inferencias no bastaran, ahí están las palabras de despedida pronun- suplemento Nueva Presencia, identificado con posiciones de izquierda dentro de la
ciadas en la Junta Interamericana de Defensa por el jefe de la delegación argentina, comunidad judía. Luego se incorpora una corriente religiosa liberal al sumarse el
General Santiago Ornar Riveros, el 24 de enero de 1980: 'Hicimos la guerra con la rabino Marshall Meyer). Seoane, María y Muleiro, Vicente El dictador. La historia se-
doctrina en la mano, con las órdenes escritas de los Comandos Superiores.' Así, creta de Jorge Rafael Videla, Editorial Sudamericana, Bs. As., 2001.
cuando el clamor universal por los horrores perpetrados, miembros de la Junta Mi- -h "En todas esas cuestiones, en todas estas demostraciones, en todos los actos, las
litar deploraban los 'excesos de la represión, inevitables en una guerra sucia', reve- Madres todavía no usábamos pañuelos, y nos comunicábamos solamente los jueves
laban una hipócrita tentativa de descargar sobre subalternos independientes los es- en la Plaza, y en alguna pequeña reunión que hacíamos en un bar o a veces en el
pantos planificados." CONADEP, op. cit, pág. 8. al rio de una iglesia.
10 Andersen, Martín, op.cit. "Cuando ¡lega el mes de octubre entre los organismos que estábamos funcionan-
20 Calveiro, Pilar, Poder y desaparición. Los campos de concentración en Argentina, Edi- do se prepara una marcha... Pero no sabíamos cómo identificarnos, todas no podía-
torial Colihue, Bs., As., 2004, pág. 92. Este libro es uno de los análisis más lucidos mos caminar tantos kilómetros, entonces cómo nos íbamos a identificar: unas iban
que se han realizado sobre los campos de concentración en la Argentina. .1 ir desde Lujan, las otras iban a entrar en Castelar, otras en Moreno, otras en Ro-
21 Agamben, Giorgio, Lo que queda de Auschwitz. El archivo y el testigo. Homo Sacer II, dríguez. Entonces empezamos a ver como nos identificaríamos, y una dijo 'vamos a
Editorial Pre-Textos, España, 2002, pág. 74. ponernos un pañuelo.' '¿Un pañuelo..., y de qué color?, porque tiene que ser el
-- Calveiro, Pilar, op.cit., págs. 147-148. mismo color', 'Ybueno, blanco.' 'Yche, y si nos ponemos un pañal de nuestros hi-
23 Blaustein, Eduardo y Zubieta, Martín, Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el jos'(que todas teníamos esa cosa de recuerdo, que una guardaba). Y, bueno, el pri-
proceso, Editorial Colihue, Bs. As., 1998. mer día, en esa marcha a Lujan, usamos el pañuelo blanco que no era otra cosa, na-
24 Pozzi, Pablo, Oposición obrera a la dictadura (1976-1982), Editorial Contrapunto, da más ni nada menos, que un pañal de nuestros hijos." AAW, Historia de las Madres
Bs. As. , 1988. di' Plaza de Mayo, Asociación Madres de Plaza de Mayo, Colección Documentos del
25 Estos son los organismos de Derechos Humanos y su fundación: Liga Argenti- diario Página/12, Bs. As., sin fecha, págs. 14-15.
na por los Derechos del Hombre, 1937 (es el más antiguo de los organismos y fue 27 Sus testimonios se pueden leer en Nosiglia, E. Julio, Botín de Guerra, Editores
creado por el Partido Comunista como sucesor del Socorro Rojo Internacional); UNLP, UNQ, Abuelas de Plaza de Mayo y diario Página/12, Bs. As., 1997.
Servicio de Paz y Justicia para América Latina (SERPAJ), 1974 (creado por el pre- 28 Caraballo, Liliana, Charlier, Noemí y Garuli, Liliana, La dictadura (1976-1983).
mio Nobel Adolfo Pérez Esquive!); Asamblea Permanente por los Derechos Huma- Testimonios y documentos, Editorial EUDEBA, Bs. As., 1998.
nos (APDH), diciembre de 1975 (la primera reunión se realizó en la Iglesia de la 29 Seoane, María y Muleiro, Vicente, op.cit., págs. 364-365.
Santa Cruz. Estuvieron el obispo Jaime de Nevares, el obispo Carlos Gationi, Osear to La propiedad donde funcionó provisoriamente el centro clandestino del Delta
Alende, Raúl Alfonsín y Alfredo Bravo, entre otros); Movimiento Ecuménico por los había sido el lugar de recreo del cardenal arzobispo de Buenos Aires, y según figu-
Derechos Humanos, febrero de 1975 (su antecedente fue la Comisión Argentina de ra en la escritura, fue vendida a la marina con documentos falsos a nombre de un
Refugiados Chilenos creada luego del golpe de Pinochet. Más adelante lo confor- ex detenido de la ESMA por quien era secretario del vicariato castrense durante la
maron las iglesias evangélicas: Metodista Argentina, Reformada, del Río de la Plata, dictadura, Emilio Teodoro Grasselli. Verbistky, Horacio El silencio, Editorial Sudame-
Discípulos de Cristo, Luterana Unida y de Dios conjuntamente con las cuatro dió- ricana, Bs. As., 2005.
cesis católicas: Quílmes, Neuquén, Viedma e Iguazú); Familiares de Desaparecidos " Bruschtein, Luis "Los Vigil, La prensa y los gritos de Muñoz. Los caretas "Dere-
y Detenidos por Razones Políticas, setiembre de 1976 (fue el primer organismo en ( l í o s y Humanos", diario Página/12, Bs. As., 29 de agosto de 1999.
crearse que reunió a los afectados en forma directa. Entre otros, fueron sus funda- :!~ Andersen, Marín, op.cit, págs. 290-291.
dores: Lucas Orfanó, Liliana Orfanó, Hilda Velasco, Catalina Guagnini, Mabel Gu- :l:i "El Almirante empezó por trasmitirles el plan de exterminio que había elabo-
tiérrez y Angela Boitano); Madres de Plaza de Mayo, abril de 1977 (creado a instan- rado lajunta, pero como si él fuese el único autor. Dijo que había que masacrar al
cias de Azucena Villaflor. Entre otras, fueron sus fundadoras: María Adela Antoko- enemigo. Dijo que todo debía hacerse en secreto, que los nombres propios estaban
letz, Angélica Checha, Nora Cortinas, Tati Almeyda y Hebe de Bonafini); Abuelas de I )i i ihibidos: cada represor debía tener un nombre de guerra y cada preso un núme-
Plaza de Mayo, octubre de 1977 (entre sus fundadoras se encuentra: Isabel de Ma- ro por el que así y, sólo así, lo nombrarían. El almirante Massera se llamaría, aquí en

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la ESMA, el Almirante Cero. Cero, el que está en el centro de los números positivos Jorge Tula, Emilio de Ipola, Pedro Levin, José Nun y Juan Carlos Portantiero.
y negativos. Cero: el centro que nadie puede ver. Miró uno por uno a los oficiales, En otra declaración Ernesto Giudici afirmaba que "el acto del 2 de abril es nacio-
para reconocerlos y los bautizó con sus nombres estrafalarios: Tigre, Pedro, Niño. nalmente justo y anticolonialista". Ante lo cual Rozitchner planteaba: "Analicemos
Después Massera agregó que la única condición de que todo esto funcionase era este razonamiento y esta separación: lo justo del hecho separado de la verdad mate-
que cada marino se sintiese, ante los subversivos, no sólo un servidor de Dios, sino rial de su inscripción ¿Se puede acaso separar? ¿Se puede decir: estoy contra la Jun-
Dios mismo. Se actuaría con la máxima violencia en el campo enemigo: los oficiales ta y apoyo el hecho de retomar las Malvinas? Si en el papel es posible ¿por qué no?
tenían permiso para destruir y robar en las casas y para repartirse lo robado. Pero Pero si somos consecuentes, y el pensar piensa la estructura de lo real, ¿no se ve la
sobre todas las cosas, se atacaría con la peor saña los cuerpos y las almas de los pre- contradicción? ¿No se ve que con esa Junta, y con esa dominación interior, y su ais-
sos: porque ese, dijo, es nuestro verdadero campo de batalla. La mirada de alguno lamiento internacional, era imposible emprender esa recuperación? Es claro, nos
que desconfiaba lo obligó a ampliar la idea. Cada uno debía sentirse Jesús y, debían quedamos sin el pan y sin la torta: sin las Malvinas y sin la moral ¿qué les irán a pe-
sentirlo a él, el Almirante Cero, como Dios padre. Ypara demostrarlo, Massera mis- dir, al gobierno argentino ahora, luego de esta complicidad y de esta miopía ele-
mo salió a participar de los primeros operativos." AAW, Massera. El genocida, Edito- mental? ¿De qué los van a acusar, si antes no se vio la relación? Nos quedaremos con
res Asociación Madres de Plaza de Mayo y Página/12, Bs. As., sin fecha, págs. 71-72. que la recuperación de las Malvinas era una causa justa, pero nada más. La búsque-
34 "El que a hierro mata adentro, a hierro muere afuera: tal fue, corregida, la lec- da de la justicia, acudiendo a cualquier medio, para el caso al ejército argentino, nos
ción. Y con esto sólo queremos decir que la derrota de la dictadura militar en las llevó al fracaso. Cruzados de una reivindicación justa, nos aliamos con cualquier po-
Malvinas se inscribe en una lógica estricta, que en el terror impune del comienzo de der, como si lo 'justo' no tuviera que crear, en la lucha política, las condiciones ma-
su implantación tenía inscripto ya su final. Creemos que ese desenlace, imprevisible teriales y morales para aspirar imponerse a lo real" Rozitchenr, León op.cit., págs.
en los términos precisos en los cuales se desarrolló, no es sólo fruto del azar; por el 49 y 68.
contrario, esta guerra 'limpia' constituyó la prolongación de aquella otra guerra 'su- 37 Uno de los mejores sitios donde se observan las luchas políticas y sus desenla-

cia' que la requirió." Rozitchner, León, Las Malvinas: de la guerra "sucia" a la guerra, ces es en el campo de las nominaciones. La de 'Trabajadores de Salud Mental" es-
"limpia", Centro Editor de América Latina, Bs. As., 1985, pág. 7. laba ligada a un proyecto revolucionario. Por ello, desde la última dictadura esta de-
35 Enrique Carpintero participó en la organización de un grvipo contra la guerra finición cayó en desuso, y desde entonces se utiliza el nombre profesionales de Sa-
que luego de un debate acordaron, entre otros, los siguientes puntos: "1- Estamos lud Mental, o bien la propia especialidad: psiquiatras, psicólogos, psicoanalistas, etc.
frente a una guerra de carácter injusto. 2- El derecho argentino sobre la posesión de Para ampliar la cuestión se puede consultar Vainer, Alejandro, "Profesionales neoli-
las Malvinas es legítimo. 3- El ejercicio de ese derecho de manera civilizada sólo le berales o Trabajadores de Salud Mental", en Topia Revista, N234, Bs. As., mayo 2002.
es posible a un gobierno legítimo. 4- El actual gobiernos es ilegítimo, y lo único que 38 "En su edición del viernes pasado La Opinión empezó a publicar los resultados

sabe hacer bien es matar gente y desplegar acciones militares. 5- Es necesario impo- de una investigación encargada a redactores de la sección Ciencia, acerca de las al-
ner una tregua militar inmediata en relación con este conflicto, y luego lograr la teraciones ocurridas durante las últimas tres semanas en los centros estatales de Sa-
desmilitarización total de las islas y su área marítima de influencia, sin intervención lud Mental de la Capital y el Gran Buenos Aires. En efecto, cesantías o licencias ex-
de ninguna fuerza armada internacional. Simultáneamente, se abrirá curso para traordinarias de jefes de servicios, médicos, psicólogos o asistentes sociales, determi-
una nueva negociación. 6- El gobierno militar argentino no nos representa. 7- Ar- naron una paralización del sistema, con gravísimo daño para los enfermos. Y, tam-
gentina no puede pretender derechos de soberanía nacional sin la vigencia efectiva bién, para la psiquiatría argentina si se observa que aquellas medidas que aparecen
de la soberanía popular. Para lograrla, es imprescindible la inmediata derogación <niño el fruto del choque entre dos escuelas: una de ellas, conservadora, que avan-
del estado de sitio y de toda la legislación represiva de las actividades cívicas, políti- y.:\e la otra, moderna, dinámica; y si se piensa que ese avance rehuye un deba-
cas y sindicales" Bs. As., 3 de mayo, Grupo Cívico. Este documento tuvo amplia difu- te c icntífico,una seria elucidación de doctrinas, de logros, de posibilidades...
sión en nuestro país y en el exterior a pesar de las condiciones impuestas por la dic- "La antigua trenza manicomial, la viaja psiquiatría ha iniciado una ofensiva gene-
tadura. Sin embargo solamente fue publicado por el diario Nueva Presencia, dirigido i ; i l contra los representantes de la nueva psiquiatría. Esta ofensiva, prácticamente
por Hermán Schiller, ya que el resto de los medios de comunicación lo ignoraron. sin antecedentes en la historia hospitalaria argentina, cerró las puertas de las insti-
36 León Rozitchner exiliado en Venezuela escribió un extenso documento para t u í iones a cientos de profesionales de la Salud Mental, algunos de ellos de recono-
cuestionar puntualmente las posiciones sostenidas en el "Manifiesto del Grupo de cido prestigio nacional e internacional. Este cierre interrumpió el tratamiento de
Discusión Socialista" aparecido en México que abogaban por el retiro de las fuerzas miles de pacientes -que ahora golpean las puertas de los consultorios y viviendas de
colonialistas inglesas y el mantenimiento de la "recuperada" soberanía argentina so- los profesionales expulsados- y veda el acceso a la atención de muchos más." "El des-
bre las islas. Entre otros, este manifiesto lo firmaban: José Aricó, Gregorio Kaminsky, t ierro de las tendencias modernas pone en peligro los centros de Salud Mental de

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la Capital y el Gran Buenos Aires", en diario La Opinión, Bs. As., 2 de mayo de 1976. ( ÍSM N°l, los Dres. Hercovici, Bianchedi y Holser del GSM N°2, los Dres. Di Sk'-fa-
;w Entre los nuevos interventores había militares y simpatizantes de la dictadura, i M ) , Risau, Pereyra, Muro, Galvao, Lie. Cardella y Lie. Vezzetti del Hospital Borda, los
entre los cuales podemos citar al capitán de fragata Roberto Copes en el Tobar Gar- I )i es. Cabral, Figueroa y Saravia del Hospital Moyano, los Dres. Barenblit y Criscaul
cía, que luego iría al Hospital Borda; José Botelli en el Centro de Salud Mental del 1 lospital Lanús, la Dra Bermann del Hospital Finochietto, los Dres. Amoldo Vai-
Ameghino; Jorge Raúl Morales en la Colonia Montes de Oca; Enrique Paunero en IHT y Arregui sumados a 15 profesionales más del CSM N°3. En el documento seña-
el Hospital Estevas; Osear Agapito Haulviller en la Colonia Cabred; el Teniente Co- l.iban que la lista era incompleta y estaban agregados, en letra manuscrita, el Dr.
ronel Médico Mario Gustavo Figueroa en colonia Oliva en Córdoba y el vicecomo- < ilicrtcoff del Hospital Penna y los Dres. Barbagelatta, Ribas y Munga del Hospital
dorojosé León Guerra en la colonia Santa María en Córdoba. Koballos de Entre Ríos.
40 CONADEP, Nunca Más. Informe de la Comisión Nacional sobre la desparición de per- '"' Entrevista de los autores con Gervasio Paz, junio 1998.
sonas, EUDEBA, Bs. As., 1984, Legajo N° 1537. Raúl Camino nos relataba sobre có- •r'° Carta de Sylvia Bermann al Inspector General de la Inspección General de las
mo en el Hospital Posadas "habían montado un 'operativo de limpieza' y encontra- Personas Jurídicas del 14 de septiembre de 1976. La carta adjuntaba "la documen-
ron que el personal estuvo implicado. El operativo lo organizó un tipo de la otra tación pertinente con motivo de realizarse la Asamblea General ordinaria de la ins-
fuerza pero el ejecutor fue Estévez. En la democracia fue llevado a declarar en ca- liiución del día 18/9/1976."
milla porque le agarró un ataque de hipertensión." Entrevista de los autores con M Carta que incluye un comunicado de prensa de la FAP del 14 de septiembre de
Raúl Camino, enero de 2000. 1976.
41 Comunicación personal de Juan Carlos Stagnaro. r'- Barenblit, Valentín y Calende, Emiliano, "Relato oficial del VII Congreso de
42 Comisión de Salud Mental de la Casa del Pueblo Argentino, "La represión en Psiquiatría: 'Modelos de atención para pacientes ambulatorios'", mimeografiado,
la Argentina en el área de la Salud Mental", en Imago, Revista de Psicología Psicoanalí- Santa Fe, 1976.
tica, N°2, Monterrey, México, noviembre-diciembre 1977. También AAW, "Argenti- M Bermann, Sylvia; Bigliani, Guillermo y Efrón, Rubén, "Relato del VII Congreso
ne: Répressions dans fe domaine de la sanie mentóle", en PsychiatrieFranfaise, N23, Fran- Ai gen tino de Psiquiatría: 'Trabajo y Salud Mental'", mimeografiado, Santa Fe, 1976.
cia, Junio-Agosto 1977. En ambos casos eran denuncias de Trabajadores de Salud M Programa del VII Congreso Argentino de Psiquiatría.
Mental exliliados en México y Francia que incluían listas de TSM desaparecidos has- •'•' Entrevista de los autores con Sergio Rodríguez, noviembre 1998.
ta ese momento. •r''' Entrevista de los autores con Raúl Camino, enero de 2000.
43 El texto completo del Decreto N21854 del 31 de agosto de 1976 se encuentra r'7 La mayoría de estos datos provienen de Visacovsky, Sergio, El Lanús, op. cit.
en la revista del INSM, Neuropsiquiatría, Volumen VII, NL>2, 1976, págs. 3-4. l'.imbién comunicación personal de Asbed Aryan, quien había sido Jefe del Depar-
44 Por ejemplo, entre 1975 y 1985 en Rosario aumentaron de 7 a 18 las institucio- i. miento de Adolescencia hasta dos años antes de la desaparición de Brea y conti-
nes psiquiátricas de internación. Alberdi,José María, Reformas y contrarreformas. Polí- nuaba como supervisor del equipo.
ticas en Salud Mental en la Argentina, Tesis de doctorado, Río de Janeiro,1996, pág. r'K Vommaro, Horacio, "Palabras sobre el silencio", en AAW, Trabajos 35 años. Pri-
174. nii'iiis Jornadas Encuentro del Servicio de Psicopatología del Policlínica de Lanús, op. cit.
45 Estas declaraciones son de Irán Campo en el diario Clarín de septiembre de
•'' •' Un análisis de esta disyuntiva se puede encontrar en el libro de Sergio Visa-
1976, citado por Alberdi, José María, op. cit., pág. 175. i iivsky. Sin embargo, su propuesta se ciñe al análisis de los efectos de esta cuestión
46 De Boer, Miguel Ángel, "Breve relato de mis vicisitudes como terapeuta duran-
< ODIO emergente de las Jornadas del 35e Aniversario del Lanús realizadas en 1992,
te la dictadura militar", presentado en el Primer Congreso Internacional de Salud que es el objetivo de su investigación. Por eso el autor no toma en cuenta que el so-
Mental y Derechos Humanos organizado por la Asociación Madres de Plaza de Ma- lo hecho de preguntar(se) si "algo habrá hecho" durante la dictadura y las acusacio-
yo, Bs. As., noviembre 2002. nes cruzadas entre miembros del Lanús implican lo profundo que penetró el Terro-
47 Carta interna de la FAP del 12 de abril de 1976. La misma adjuntaba la lista "ce-
i isino de Estado en las subjetividades implicadas. Yque el tema no era pasado, sino
rrada" de invitados a la reunión. O sea, cada invitado a dicha reunión conocía a I Mésente. Visacovsky, Sergio, op. cit.
quién se había invitado. ''" La otra institución de Terapia Familiar, la Sociedad Argentina de Terapia Fami-
48 Bermann, Sylvia y Paz, Juan Gervasio "Carta al Sr. Presidente de la Confedera-
l i a i , liderada por Jorge García Badaracco se fundó en octubre de 1978. El CEFyP es-
ción Médica de la República Argentina, Dr. Horacio Maturi", 22 de abril de 1976. Kilia en sus orígenes compuesto por Adolfo Loketek, María Rosa Glasserman, Estre-
En ella detallaban las cesantías del Dr. Montanari en el Hospital Álvarez, los Dres. lla Joselevich, Jorge Basile, Lía Bikel, Silvia Crescini, Juana M. Droeven, Silvia Galay,
Baranchuk y Finkelstein en el Hospital Pinero, el Dr. Wainstein en el Hospital Piro- Luis Juit, Daniel Kitainik, Haydée Osk, María Ester Panizo, Judith Rapp, Jorge Ro-
vano, el Dr. Mohadeb en el Hospital Tornú, los Dres. Rosarios y Lie. Campello del drigue/., Elida Romano, Alba Schabas, Osear Zack y Marta Zeiturne. La SATF fue

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fundada por Luis Albornoz, J.L. Alonso, Alfredo Canevaro, Jorge Cosín, Osear Czer- "' Asociación de Psiquiatras de la Capital Federal, "Carta a los Asociados", mayo
tok, Jorge García Badaracco, Carlos Kligmann, Stella Maris Molina, Juan Carlos No- de 1982. En la misma Asamblea se había designado una nueva Comisión Directiva
cetti, Marín de Oro, Norberto Proverbio, Rafael Skiadaressis, Alejandro Sicardi, J.N. I ii csidida por Rafael Paz y con Irene Vert como Secretaria General.
Weil y Juan Yaría. Nocetti, Juan Carlos, Familia y psicoanálisis en la Argentina. Apuntes 77 Asociación de Psiquiatras de la Capital Federal, "Declaración de Prensa", Bs.

para una historia conceptual, Editorial Biblos, Bs. As., 2002. As., 10 de mayo de 1982.
'•' Fariña, Juan Jorge, "Ante el terror: La respuesta de los Trabajadores de Salud 78 Reflexión de Emiliano Calende citada por Alberdi, José María, op. cit, pág.

Mental", en Martínez, Victoria (compiladora del Movimiento Solidario de Salud I.


Mental), Terrorismo de Estado. Efectos Psicológicos en los niños, Editorial Paidós, Bs. As., '•' En Neuropsiquiatría, Dirección Nacional de Salud Mental, Volumen X, N"l, Bs.
1987. As., 1978, pág. 92.
'"-' Kordon, Diana, "Introducción", en Kordon, Diana y Edelman, Lucila, Efectos K" Sartoris, Luciana, "Editorial", en Neuropsiquiatría y Salud Mental, Dirección Na-

psicológicos de la represión política, Editorial Sudamericana/Planeta, Bs. As., 1986. i ional de Salud Mental, Volumen XI, N8II-III, Bs. As., 1980.
l>3 Los testimonios se encuentran en Caro Hollander, Nancy, Amor en los tiempos de 81 En Neuropsiquiatría, Volumen XI, N S I, Bs. As., pág. 95.

Odio. La psicología de liberación en América Latina. Ediciones Homo Sapiens, Rosario, 82 Los trabajos de estas jornadas se publicaron en Psicología Médica, Revista argen-

2000, págs. 198 en adelante. IIHII de. psicología médica, psicoterapia y ciencias afines, editada por FASAM, Volumen VII,
M Comunicación personal de Darío Lagos. Bs. As., 1983.
63 Kordon, Diana y Edelman, Lucila, op. cit., pág. 27. 8:) Argerich, Teodoro, "Avances en el tratamiento medicamentoso de la depresión

h(l Equipo de Asistencia Psicológica Madres de Plaza de Mayo, "Desaparecidos. M u í a n t e la década 1970-1980" y Micheli, Federico; Fernández Pardal, Manuel; Par-
Efectos psicológicos de la Represión 1 y 2", Madres de Plaza de Mayo, Bs. As., 1983 d . i l , Ana y Vera, Diana, "Tratamiento de las diskinesias tardías con altas dosis de L-
y 1984. Los folletos incluyeron las primeras versiones de los trabajos que luego se I > < > p a " , en Psicología Médica, Revista argentina depsicología médica, psicoterapia y ciencias
compilaron en Kordon, Diana y Edelman, Lucila, op. cit. en 1986. ii/nifs, editada por FASAM, Volumen VII, Bs. As., 1983.
67 Comunicación personal de Lucila Edelman. 81 Anónimo, "Entrevista exclusiva al Dr. Luis García de Onrubia", en Actualidad

<>a Los trabajos fueron producidos por ellas dos acompañadas por Darío Lagos, l\initógi.ca, Nfi21, Bs. As., noviembre de 1976.
Raquel Bozzolo, Elena Nicoletti, Daniela Siaky, Ester Kandel, Marta L'Hoste y Da- 8r' Schneider, Sally, "Breve historia testimonial de la carrera de Psicología", mi-

niel Kersner. [ticografiado, Bs. As., 1984.


w) Kordon, Diana, op. cit, pág. 22. Es uno de los fundamentos de este libro como Hli AAW, Memoria de la UBA, editado por la UBA, Bs. As., 1979, 1980, 1981, 1982.

el lector habrá visto a lo largo de las páginas. 87 Este autor no solamente era integracionista. La unidad de la psicología pro-

70 Modesto Duelos, Susana, Conversaciones con Daímiro Bustos, Ediciones Hormé, puesta por el Director del Instituto de Psicología de Munich suponía el reingreso
Bs. As., 1995, pág. 65. i l r l concepto del alma mediante la fenomenología.
71 Daímiro Bustos relató minuciosamente cómo fueron las actividades del grupo KK Entrevista de los autores con Marcos Vul, julio 1998.

de padres en un libro. Bustos, Daímiro, El otro frente de la Guerra. Los padres de Malvi- "'' Sevilla, Jorge, "Editorial: Nuestro futuro depende de nosotros", en Actualidad
nas, Editora Ramos Americana, La Plata, 1982, pág. 25. l\in>togica, N922, Bs. As., 1 de diciembre de 1976.
7- Modesto Duelos, Susana, op. cit., págs. 72-73. '•'" Entrevista de los autores con Osvaldo Avelluto, octubre 1998.
73 Bustos, Daímiro, op. cit., pág. 95. '" En esos momentos estaba compuesto por los Colegios de profesionales médi-
'4 Modesto Duelos, Susana, op. cit., pág. 74. i os, abogados, contadores, arquitectos, escribanos, etc. Las cuestiones planteadas se
/r> El programa científico de 1980 contenía Ateneos teóricos y clínicos y Cursos so- i oncentraban en los problemas "profesionales": el deterioro del poder adquisitivo,
bre Epistemología. Asociación de Psiquiatras de la Capital Federal, "Programa Cien- l . i necesidad de formación sistemática de posgrado, la jubilación, la obra social, la
tífico de 1980." En 1981 realizaron actividades como por ejemplo una exposición el reglamentación del ejercicio profesional, derechos y deberes del egresado universi-
25 de marzo en que participantes a un curso de Terapia Familiar Interaccional en i.u iu, etc.
Palo Alto comentaban su experiencia. Asociación de Psiquiatras de la Capital Fede- 11" l'erosio, Beatriz, "Editorial", en Gaceta Psicológica, publicación de la APBA, Bs.

ral, "Primera Reunión Clínica de 1981", marzo 1981. En noviembre de ese mismo V. . octubre de 1977.
año se organizó un homenaje ajacques Lacan con dos clases a cargo de Raúl Scia- 11:1 Smilh, Alfredo, "Editorial" y "Un tema del que casi no se habla pero que resul-

rreta. Asociación de Psiquiatras de la Capital Federal, "Homenaje ajacques Lacan", l.i imprescindible", en Gaceta Psicológica, Bs. As., noviembre de 1977.
noviembre de 1981. '" l'erosio, Beatriz, "Editorial: realidades, esperanzas, frustraciones", en Gaceta Psi-

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cológica, NH11, Bs. As., mayo 1978. Mouján, María Rosa Glasserman y Juan Carlos Nocetti. En Psicoanálisis cíe Niños,
!lr> Beatriz Perosio era militante de Vanguardia Comunista. Si bien esta organiza-
|"I : T Fukelman, Beatriz Janin, Aurora Pérez, María Cristina Rojas y Alicia Vil-
ción política sufrió la desaparición de la mayoría de su dirección política, en el ca- < h.msky. En Psicoanálisis, Hugo Bleichmar, Héctor Dematine, Osvaldo Devries, Jor-
so de Perosio su secuestro y posterior desaparición fue debido a su militancia gre- C,r I lelman, Jorge Krinski, Clara R. De Maldavsky, David Maldavsky, Norberto Maruc-
mial en la APBA. Recordemos que uno de los objetivos de la dictadura militar era i o, |orge Mitri, Guido Narvaez, Ricardo Nepomiachi, Rafael Paz, Sergio Rousseaux,
anular toda forma de oposición provocando el terror con sus métodos represivos. ("•.<• Valeres, Isidoro Vegh, Dulce Suaya, Beatriz Grego, Irene Friedenthal y María
'"' Entrevista de los autores con Osvaldo Avelluto, octubre 1998. .I. 1 l'ilar Berdullas.
97 Comunicación personal de Hugo Vezzetti.
"lli Bruschtein, Luis, "Entrevista a Alfredo Moffatt: desde la Cooperanza y el Ban-
98 En ese momento dicha Comisión recibió tres informes en Salud Mental. Uno . .ulero, hasta las Ollitas y la Escuela de Terapia de Crisis", en diario Página 12, Bs.
de APBA, otro de la Asociación de Psiquiatras de la Capital Federal y un documen- V, , 1 8 de octubre de 2004.
to de la Comisión de Psicología por los Derechos Humanos. El de APBA era anóni- 1117 Fariña, Juan Jorge, "El terrorismo de Estado como fantasma", en Movimiento
mo, pero había sido escrito por Hugo Vezzetti. .Solidario de Salud Mental, Terrorismo de Estado. Efectos psicológicos en los niños, Edito-
99 "Editorial", en la Revista Argentina de Psicología, NS26, Bs. As., marzo de 1980.
n.il Paidós, Bs. As., 1987.
1(111 La situación legal en el país no era similar. Por un lado algunas provincias te- "'" En el texto escribieron Marie Langer, Eduardo Pavlovsky, Francoise Dolto,
nían una legislación que permitía el trabajo en todas la áreas: Entre Ríos (1972), y r.iluardo Luis Duhalde, Juan Jorge Fariña, Adriana S. Taboada, Alicia Stolkiner. El
luego la obtuvieron Misiones (1981), Salta (1983) yTucumán (1983). La mayoría de equipo asistencia! de Niños y Adolescentes estaba formado por Jorge Berman, Da-
las provincias no tenían legislación de ningún tipo, o sea que en ellas regía la vieja me! Fischer, Mabel Guitian, Rosa Maciel, Ménica Marciano, Victoria Martínez, Lau-
Ley de 1967, la 17.132. Había dos excepciones. Río Negro tuvo una ley muy comple- 1.1 Menéndez, Débora Nakache, Vilma Palomo, Marta Pechman, Daniel Vega, Alicia
ta desde 1972 hasta que fue derogada por la Dictadura en 1980. En Córdoba en Siolkiner y Susana Zito Lema. Martínez, Victoria (compiladora del Movimiento So-
1978 se había aprobado una ley que habilitaba la psicoterapia bajo control de un I ii l.i río de Salud Mental), Terrorismo de Estado. Efectos Psicológicos en los niños, Editorial
médico. Para ampliar esta información se puede consultar Avelluto, Osvaldo, "Los l'.tídós, Bs. As., 1987.
psicólogos y la(s) paradoja (s) de los 25 años de la psicología", en Revista Argentina '"'•' "Editorial", en la Revista Argentina de Psicología, N234, Bs. As., julio de 1983.
de Psicología, N934, Bs. As., julio de 1983. "" Schneider, Rosalía, "Breve historia testimonial de la Carrera de Psicología he-
101 Ferrara, Floreal, "Psicólogos: el drama de la ilegalidad", en revista Búsqueda de
i h.i para los aspirantes al ingreso 1984", Mimeografiado del Curso de Ingreso a
un país moderno, N95, Bs. As., setiembre de 1981. IMS-], Carrera de Psicología, Bs. As., 1984.
102 "Editorial", en la Revista Argentina de Psicología, NS28, Bs. As., octubre de 1980.
'" l'lotkin, Mariano Ben, op. cit., pág. 332.
103 Estos datos aparecieron públicamente en el artículo "Alto porcentaje de ar- "- Cabernite, Leao, "El refuerzo de la institución psicoanalítica", en AAW, XI
gentinos con alteraciones psíquicas", diario Clarín, Bs. As., noviembre de 1981. El ('.inigreso psicoanalítico latinoamericano. VI Precongreso didáctico latinoamericano de Psicoa-
mismo texto consignaba el estado general: el 50,71 % se encontraba "muy preocu- nálisis. Relatos, Buenos Aires, 1976, págs. 7-8.
pado", el 47,81 % "muy tensionado" y el 30 % "irritable". '" La misma muestra lo alejado que parecía ese Congreso de la realidad social e
104 Es notable revisar sus nombres para validar este hecho. Era un grupo de las di- institucional que se vivía, más allá de las necesarias fórmulas de cortesía de una car-
ferentes Comisiones Directivas a lo largo de la historia: María Teresa Calvo (Presi- 1.1 institucional. Este carta se publicó en la "historia oficial" de la APA, Asociación Psi-
dente); María Rosa Glasserman (Vicepresidente); Eduardo Gandolfo (Secretario iiHiimlilica Argentina, APA, Buenos Aires, 1982, páginas 73-4.
General); Osvaldo Devries (Secretario Científico); María Altschuler, Isabel Lucioni, "'' Stizman, Jorge H., Conversaciones con Horacio Etchegoyen, Amorrortu Editores,
Elisa Marino, Juan Carlos Nocetti, Sergio Rousseaux, Juan Tausk, Hugo Vezzetti (Co- lis. As., 1998.
mité Científico); Elena Roberto (Secretaria de Organización); Celia Frylinsztein 1 1 r' Esta fue la solución de la Sociedad Británica de Psicoanálisis debido a las disi-
(Secretaria de Prensa y Difusión) y María Avakian (Finanzas). • Inicias entre Anna Freud y Melanie Klein en la década del 40. Para ampliar la te-
'•"' En este caso también vale recordar la lista de este grupo para dimensionar el m.iiica se puede consultar Roudinesco, Élisabeth y Pión, Michael Diccionario de Psi-
evento. En epistemología, Roberto Harari, Gregorio Klimovsky, Isabel Lucioni, Gui- KHiiH'disis, Editorial Paidós, Bs. As., 1998.
llermo Maci, Silvio Maresca, Hugo Vezzetti y Roberto Yañez Cortés. En Psicología 1 10 David Liberman, Joel Zac, Ricardo Avenburg, Elena Evelson, Isabel Siquier de
Institucional, Ricardo Malfé, Roberto Mazzuca, Aldo Schlemenson y Fernando l'.iillá, Delia Faigón, Elizabeth Tabak de Bianchedi, Reggy Serebriany, Alfredo Pain-
Ulloa. En Prevención, Silvia Chiarvetti, Eva Giberti, Wilbur R. Grimson, Juan Carlos i n í a , César Forster, Jorge Carpinacci, Natalio Cvik, Moisés Rabih, Fernando Guiard,
Kusnetzoff y Mirta Videla. En Terapia Familiar, Gisela Ahlin, Octavio Fernández limito y Sheila López, David Rosenfeld, Rebeca y León Grinberg -que estaban ya
388 389
128 Zac, Joel, "Ser o no ser ortodoxo: ésa es la cuestión", en diario Tiempo Aiff'iili
exiliados en Madrid-, Horacio Etchegoyen, Roberto Polito, Darío Sor, Isidoro y Sa-
ra Berenstein, Terencio Gioia y otros eran los nombres más importantes de psicoa- un, 8 de junio de 1983.
nalistas de esta institución. '"•' Entrevista de los autores con Benjamín Domb, septiembre 1998.
m Masotta, Osear, "Proposición sobre institución de grados en la Escuela Freu-
117 Esto figura en la Carta de las autoridades del Ateneo de Psicoanalistas a todos

los colegas en formación en la APA del 19 de agosto de 1977. En la misma mencio- i l i . m a de Buenos Aires como resguardo de los fines de su fundación", en Cuaderno*
nan que el 9 de agosto de 1977 habían firmado un acuerdo entre las futuras dos ins- \i,<-mimdFreudW 5/6, Bs. As.,julio de 1977.
1 " Masotta, Osear, op. cit., pág. 13.
tituciones fijando la transición. Los dos grupos se dedicaron "para ofrecer al candi-
1:12 García, Germán, La otra psicopatología, Ediciones Laumardi, Bs. As., 1978.
dato las mejores y más justas posibilidades de continuar y terminar su carrera con
13:1 García, Germán L., La entrada del psicoanálisis en la Argentina. Obstáculos y pers-
los menores inconvenientes que provengan del cambio".
118 Hagelin, Aiban, "Notas sobre el XXX Congreso Internacional de la IPA", en
/ii'ithias, Ediciones Altazor, Bs. As., 1978.
l:" Vera Campo, Raúl, "De Ingenieros a Freud. Entrevista con Germán Leopoldo
Imago~N'-6, Bs. As., octubre de 1978.
119 En el Informe del Instituto de Formación Psicoanalítica de APdeBA del 7 de (1.irría", en diario La Opinión, domingo 5 de noviembre de 1978.
1 |r' Vezzetti, Hugo, "Una visión mística de la verdad" en diario La Opinión, Bs. As.,
julio de 1978 detallan que finalmente 90 candidatos y egresados de seminarios de la
APA la habían abandonado. En la historia de APA resumen que fueron 38 miembros I '. de abril de 1979.
titulares, 26 adherentes y 70 candidatos. Es decir, 134 psicoanalistas se fueron de '•"' "Entrevista con Germán García", en Rodrigues de Andrade, Puzzk(s) Masotta.
APA hacia la nueva institución. t >w nr Masotta: lo imaginario (búsqueda teórica y búsqueda de imágenes matrices), Ediciones
120 Derrida, Jacques, "Géopsychanalyse and the reste of the world", en Rene Ma-
I h u n o Sapiens, Rosario, 1997, pág. 149.
jor (compilador), Géopsychanalyse: les souterrains de l'institution. Actes du Rencontre fran- "' García, Germán, "Masotta y el análisis laico", citado en Rodrigues de Andrade,
co-latino-américaine, Confrontations-Aubier, París, 1981, págs. 11-30. También el mis- " l > ril., pág. 148.
mo texto se publicó en Derrida, Jacques, Psyché. Inventions de l'autre, Galilée, París, "N AAW, en Cuadernos SigmundFreud, NS7, "Los límites de la interpretación", Edi-
1987, págs. 327-352. i K I I I C S Altazor, Bs. As., diciembre de 1978.
111 Entrevista de los autores con Benjamín Domb, septiembre 1998.
121 Jorge Balan dice que en Jerusalén plantearon esta posición para no agravar

una "situación ya muy riesgosa para sus miembros", en Balan, Jorge, Cuéntame tu vi- "" Masotta, Osear, "Carta del 23 de mayo de 1979", publicada en Izaguirre, Mar-
da, op. cit, pág. 212. Para Élisabeth Roudinesco la dirección de la IPA decidió ser i < • ! < > . Osear Masotta, El revés de la trama, Editorial Atuel/Anáfora, Bs. As., 1999, págs.
"neutral" para no darle motivos para la destrucción de instituciones psicoanalíticas. I V > (i. Allí decía que siete miembros en España se oponían y habían elaborado un
Cuando se presionó por el tema de los desaparecidos, los representantes de las aso- 11<« límenlo: Ménica Torres, Nélida Halfon, Sara Lea Glasman, Adolfo Berenstein,
ciaciones pidieron que no se hiciera nada por temor a las represalias. También, Vez- U.mi Fernández, Juan Carlos Tazedjian y Osear Masotta.
Ul García, Germán, "Una Escuela Fallida", en Izaguirre, Marcelo, op. cit. pág.
zetti, Hugo, "Sumisión conformista a los poderes", en diario Página/12, Bs. As.,7 de
I -I
octubre de 1999. También, Volnovich, Juan Carlos, "Acerca de 'La etificación del
psicoanálisis. Calamidad' de Jean Allouch", en Topía Revista, N'-'23, Bs. As., agosto '" García, Germán, "El deseo de la palabra", en Suplemento Cultural del diario
1998. <>¡>iiiión, Bs. As., 14 de octubre de 1979.
1 " Mannoni, Maud La teoría como ficción, Editorial Crítica, Barcelona, 1980, págs.
•" Asociación Psicoanalítica Argentina, APA, Bs. As., 1982, pág. 76.
123 Zito Lema, Vicente, Conversaciones con Enrique Pichón Riviére. Sobre el arte y la lo-
H'I'JO.
1 "Respuesta de Maud Mannoni", en Izaguirre, Marcelo, op. cit., págs. 163-170.
cura, Timerman Editores, Bs. As., 1976, pág. 11.
124 Vera Campo, Raúl, Conversaciones con Mauricio Abadi. Sobre el psicoanálisis y su re-
''' lis de destacar que asistieron desde FranciaJacques-Alain Miller, Michel Silves-
lación con la crisis colectiva, Timerman Editores, Bs. As., 1977. . Al.lin Gorichard, Charles Melman, Eric Laurent, Claude Dumezil, Serge Cottet,
125 Vera Campo, op. cit., pág. 174. Eduardo Pavlovsky hizo una crítica del libro en i l r l l r Soler, Moustapha Safouan y Gerard Miller. Entre los que venían de la Argen-
el que reconocía que Mauricio Abadi era "el más lúcido y profundo pensador libe- i i n . i <-sUl>an Roberto Harari, Isidero Vegh, Diana de Alvarez, Amalia Baumgart, Pu-
ral del psicoanálisis argentino", señalando que el aspecto más vulnerable del libro < i.mdna, Jorge Fukelman, Gustavo Etkin, Alberto Fernández, Graciela Brodsky,
era el abordaje de la responsabilidad social del psicoanálisis. En Pavlovsky, Eduardo, M .u /clner, Héctor Rúpolo, Guido Narváez, Adrián Scheinkestel, Sergio Rodrí
"Un permanente contrapunto socrático", en diario La Opinión, 3 de abril de 1977. u-/, Ernesto Gorelik, Bernardo Katz, Silvia Wainstein, Nicolás Peyceré,Juan Carlos
120 Entrevista de los autores con Jorge García Badaracco, diciembre 1998. 1 < • . < n l i n o , Ricardo Nepomiachi, Osear Sawike, Benjamín Domb, Jorge Chamorro,

127 Stizman, Jorge H., op. cit., pág. 212. |.u u i Aramburu, Silvia Fendrik, Samuel Basz y Gerardo y Graciela Maeso. En las dis-

390 391
cusiones se encuentra una pregunta de Hugo Vezzetti en la reunión de clausura so- V, , 1980; Kesselman, Hernán y Pavlovsky, Eduardo, Espacios y Creatividad, Búsqueda,
bre la problemática institucional fruto de la disolución de la Ecole Freudianne de Pa- liv As., 1980.
rís, de 1979. Estos datos surgen de la publicación posterior. AAW, Actas de la reunión Campos Avilliar, Juan; Caparros, Nicolás; Kesselman, Hernán; Pavlovsky,
sobre la enseñanza, de, Lacan y el psicoanálisis en América Latina, Editorial Ateneo de Ca- l'iluardo; O' Donnell, Pacho; Peñarrubia, Francisco; Población, Pablo; Psicología Di-
racas, 1982. námica Grupal, Editorial Fundamentos, Madrid, 1980.
146 Esta colección le fvie ofrecida por Miguel Kohan, el director de la revista Ac- I!'B Pavlovsky, Eduardo, "Prólogo", en Lo Grupal, Ediciones Búsqueda, Buenos Ai-

tualidad, Psicológica. En la Colección se publicaron compilaciones y textos de Octave les, 1983.


Mannoni, Conrad Stein, Guy Rosolato, Donald Winnicott, Fiera Aulagnier, Jean '™ Rodrigué, Emilio y Berlín, Marta, ElAntiyoyó, Editorial Fundamentos, Madrid,
Clavreul y otros. También autores argentinos como el propio Harari, Jaime Szpilka 1077.
y Mauricio Abadi. "'" Rodrigué, Emilio, El paciente de las 50.000 horas, Editorial Fundamentos, Ma-
147 Entrevista de los autores con Roberto Harari, octubre 1998. i l t i d , 1977.
148 Woods, Silvia, "Psicoanálisis y política. ¿Todavía?", trabajo presentado en los "'' Luego Rodrigué publicará una serie de textos de tono autobiográfico en la li-
Estados Generales del Psicoanálisis, París, junio de 2000. nca de ElAntiyoyó, como La lección de Ondina. Manual (psicoanalítico) de sabiduría, Edi-
149 De Plataforma se exiliaron Armando Bauleo (Italia), Fanny Barenblit de Salz- h i i i . i l Fundamentos, Madrid, 1980.
berg (Barcelona, España), Gregorio Barenblit (Río de Janeiro, Brasil), Carlos G. Bi- "''-' Ulloa, Fernando, Nove/a Clínica Psicoanalítica, Historial de una práctica, Editorial
gliani y Lea Nuss de Bigliani (San Pablo, Brasil), Luis María Esmerado y Andrés Ga- Ruidos, 1995, pág. 130.
llegos (Barcelona, España), Diego García Reinóse y Gilou Royer de García Reinoso iii:i para ver ios trabajos del equipo, consultar Movimiento Solidario de Salud
(México), Hernán Kesselman (Madrid, España), Marie Langer y Miguel Matrajl Mental, Terrorismo de Estado. Efectos psicológicos en los niños, Editorial Paidós, Bs. As.,
(México), Eduardo Pavlovsky (Madrid, España), Emilio Rodrigué (Bahía, Brasil) y I 'IM7. En el texto figuran trabajos sobre los efectos del Terrorismo de Estado en ge-
Juan Carlos Volnovich (La Habana, Cuba). Se quedaron en el país Guido Narváez, iri.il y luego en particular sobre los niños.
José Rafael Paz y Manuel Braslavsky (que falleció antes del advenimiento de la de- "''' En la década del '90 se instituyeron en el "Foro Psicoanalítico Asociación Li-
mocracia) . ?", conformado por Emiliano Calende, Luis Hornstein, Julio Marotta, Aldo Meli-
De Documento Hugo Bellagamba está desaparecido. Se fueron del país Hugo >, Gervasio Paz, Dora Romanos, Gilberto Simoes, Fernando Ulloa.
Bleichmar y Emilce Dio de Bleichmar (Caracas primero y España después), Ignacio lllr' Entrevista de los autores con Juan Carlos Volnovich, junio 1998.

Maldonado (México), Fanny Elman de Schutt (Madrid, España), Jaime P. Schutl Klank-Cereijido, Fanny, "Del exilio. Psicoanalistas rioplatenses en México",
(Brasil), Horacio Scornik (México) y Fernando Ulloa (Brasil). Se quedaron Diana i. ,.«,,2001.
Etínger de Álvarez, Marcos Bernard, Santiago Dubcovsky, Carlos Kaplan, Raquel '" Knirevista de los autores con Gilou García Reinoso, julio 1998.
Kielmanowicz, Julio Marotta, Aldo Melillo, Lea Rivelis de Paz, Aída Dora Romanos,
Jorge Rovatti, Leopoldo Salvarezza, Gilberto Simoes y Raquel Kozicki de Simoes.
150 Walsh, Rodolfo, "Historia de la guerra sucia en la Argentina", en Verbitsky, Ho-

racio, Rodolfo Walsh y la prensa clandestina, op. cit.


151 Llamativamente ni Francia ni Inglaterra fueron los lugares elegidos por psi-

coanalistas argentinos a pesar de ser los sitios de sus autores de referencia.


152 También allí se exiliaron María Elena Petrelli y Roberto Pico, provenientes del

Centro de Estudios Psicoanalítico de Rosario.


153 Bauleo, Armando y Pavlovsky, Eduardo, "Psicoterapia en situaciones excepcio-

nales", en Bauleo, Armando, Contrainstitución y Grupos, Editorial Fundamentos, Ma-


drid, 1977.
154 Bauleo, Armando y Pavlovsky, Eduardo, op. cit., pág. 113.

155 Entrevista de los autores con Eduardo Pavlovsky, marzo 1999.

150 Kesselman, Hernán; Pavlovsky, Eduardo y Friedlewsky, Luis, Las escenas temidas

del coordinador de grupos, Editorial Fundamentos, Madrid, 1977; Kesselman, Hernán;


Pavlovsky, Eduardo y Friedlewsky, Luis, Clínica Crupal II, Ediciones Búsqueda, Bs.

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