La empresa Indurain se dedica a la reparación de bicicletas y a la prueba y análisis de nuevos modelos.
Se trabaja con bicicletas de carretera y de montaña. Cuando se recibe una bicicleta para su reparación se registra su peso, marca, modelo, color y propietario (nombre y teléfono), además de la fecha y la avería que hay que reparar o los ajustes a realizar. Como aspectos particulares de las de carretera debe recogerse el tipo de rueda (lenticular o de radios); las de montaña tienen como información específica el número de amortiguadores y el tipo (rally o descenso). La recepción de bicicletas la realiza el auxiliar de reparaciones, que asigna un login-contraseña al propietario por si quiere consultar el estado de sus reparaciones desde la página web de la empresa. Si la bici no es la primera vez que se repara, se le recuerdan al cliente las anteriores reparaciones y se le pregunta si quedó satisfecho con la última reparación, guardando dicha información. Cuando el técnico de reparaciones finaliza la reparación rellena un parte de trabajo en el que especifica la fecha, el número de horas que ha empleado y las piezas instaladas. El sistema calcula el precio total a partir del precio de las piezas (de una pieza puede utilizarse más de una unidad), el precio de la hora de mano de obra y el 16 % de IVA. Dichos precios los define el gerente. Después, el técnico “pasa” la bici al departamento de control de calidad, que se encarga de verificar que la bicicleta funciona perfectamente tanto en el rodillo como en carretera (o en el campo) y que por tanto el trabajo de reparación es satisfactorio. El jefe de calidad anota el resultado del control (Satisfactorio / No satisfactorio) y la fecha utilizando el sistema software. Otro servicio que proporciona la empresa es la prueba (test) de bicicletas nuevas. Cuando algún proveedor envía la bici para que sea evaluada (hay que almacenar la misma información que en el caso de las reparaciones, para lo que se utiliza la misma interfaz de usuario), una serie de técnicos expertos someten a la bici a numerosas pruebas. Tras este test, se registra su opinión mediante una serie de atributos que se valoran de 1 a 10: calidad de fabricación, comportamiento, frenos y respuesta. Cada técnico anota su opinión particular. Finalmente, los técnicos devuelven la bici por transporte al proveedor, y el sistema debe generar etiquetas adhesivas con sus datos para pegar en la caja. Debe tenerse en cuenta que debido a ciertos contratos de exclusividad, una bici sólo es distribuida por un único proveedor.