Está en la página 1de 4

DOSIER

La jadeíta y la
cosmovisión
de los olmecas
Karl Taube

Los olmecas se distinguieron como expertos


talladores de jade en cuentas, figurillas y ha-
chas, estas últimas estrechamente relacio-
nadas con el simbolismo del maíz y la ferti-
lidad agrícola. Esta importancia simbólica
–como en el caso de las hachas finamente
labradas en Europa durante el Neolítico–
deriva en parte del hecho de que se usaran
para desbrozar la maleza y preparar los te-
rrenos para el cultivo.

U
n rasgo distintivo de los ol- maron quetzalitzli, término que se refiere
mecas fue su gran aprecio por tanto a su semejanza en color con las plu-
el jade, que trabajaron con un mas de quetzal como a su transparencia
grado notable de destreza y semejante a la de la obsidiana, itzli. Tam-
perfección. A pesar de ser una piedra muy bién gustaban particularmente de la jadeí-
dura y densa, el jade fue labrado y pulido ta verde mar o azul turquesa, que con fre-
por los olmecas hasta adquirir el brillo de cuencia ahuecaban o labraban hasta
un espejo. El jade preferido por los olme- obtener puntas y bordes para que fuera aún
cas, y por todos los pueblos mesoamerica- más transparente. Aunque el debate acerca
nos posteriores, no fue el jade nefrita de del origen del jade ha dado lugar a las más
los antiguos chinos, sino la jadeíta. La ja- diversas especulaciones y discusiones, re-
deíta, comparada con el jade nefrita, es conocimientos en campo recientes han
mucho más dura y con tonos más variados mostrado que el origen del material se en-
1. El dios olmeca del maíz normalmente mues- y brillantes que incluyen el verde esmeral- cuentra en la parte central de la región del
tra una hendidura en la cabeza de la que surge da brillante, el amarillo e incluso el morado. valle de Motagua, en el oriente de Guate-
una mazorca. Hacha de jadeíta, Arroyo Pesque- Tal vez el jade más apreciado por los olme- mala (fig. 2). Hasta donde conocemos, esa
ro, Veracruz. Museo de Antropología de Xalapa,
Veracruz.
cas fue el verde esmeralda translúcido, región sigue siendo la única fuente de ja-
foto: rafael donis / raíces piedra que los aztecas posteriormente lla- deíta en Mesoamérica.

la jadeíta y los olmecas / 43


DOSIER DOSIER

3. Dios olmeca del maíz y el cosmograma formado por una


barra y cuatro puntos. La presencia del dios del maíz al cen-

El origen del jade ha dado lugar a las más diversas especulaciones y discusiones. Recien-
tro de este cosmograma se relaciona tal vez con la muy di-
fundida metáfora del mundo creado y ordenado a la mane-

temente se ha propuesto que el origen del material se encuentra en la parte central de la


ra de una milpa con cuatro lados.
a) Deidad del maíz en un hacha de jadeíta. Arroyo Pesque-

región del valle de Motagua, en el oriente de Guatemala.


ro, Veracruz. Museo de Antropología de Xalapa.
b) Dios del maíz con motivos de barra y cuatro puntos en
el rostro. Escultura de serpentina. La Merced, Veracruz.
c) Cabeza de una estatuilla de jadeíta del dios del maíz; en
la parte posterior aparece el cosmograma de una barra y
cuatro puntos. Probablemente procede de Arroyo Pesque- valor de las piezas derivaba en gran medi- deado por cuatro mazorcas en forma de Depósitos de hachas
ro, Veracruz.
da de la habilidad y esfuerzo invertidos en hacha en las orillas (fig. 3a). Como ya lo
d) Mosaico que forma los motivos de barra y cuatro puntos.
su elaboración. ha señalado Frank Kent Reilly, esta com- Cuando se representa al dios olmeca del
Foto: Archivo Karl Taube

Bloques de serpentina. Parque-Museo La Venta, Villaher-


mosa, Tabasco. Entre los olmecas, las hachas de jade posición recrea el cosmograma olmeca maíz con la barra y los cuatro puntos, los
Dibujos: Karl Taube estuvieron estrechamente relacionadas formado por una barra y cuatro puntos; elementos con forma de hacha aparecen
con el simbolismo del maíz y la fertilidad el dios del maíz constituye la barra central en las esquinas de la composición. Sin em-
b agrícola. Esta importancia simbólica, vertical, como eje del axis mundi. El dios bargo, en lo que se refiere a los depósitos
2. Parte visible –aproximadamente dos metros– de una veta de jade azul en el valle de Mo- como en el caso de las hachas finamente olmeca del maíz al centro de un cosmo- de hachas de estilo olmeca, suelen colo-
tagua, Guatemala, región considerada la única fuente de jadeíta en Mesoamérica. labradas en Europa durante el Neolítico, grama de cuatro esquinas se relaciona tal carse sobre los puntos cardinales, no en-
deriva en parte del hecho de que se usaran vez con la muy difundida metáfora del tre ellos, para formar una cruz. Además
para desbrozar la maleza y preparar los te- mundo creado y ordenado a la manera de de estos depósitos del Preclásico Medio
Hachas de jade a rrenos para el cultivo. Mientras que en la una milpa con cuatro lados. en La Venta, se conocen otros depósitos,
antigua Europa se cultivaba trigo y ceba- En un monumento de La Merced, Ve- más o menos contemporáneos, en la zona
Las excavaciones dirigidas por los arqueó- da, el principal cultivo de los los olmecas racruz, se ve al dios maíz con los cuatro maya, en Ceibal, Guatemala, y San Isidro,
logos Ponciano Ortiz y María del Carmen del Preclásico Medio fue el maíz, planta elementos y la barra central sobre la cara, Chiapas (fig. 4a). En las excavaciones que
Rodríguez en el manantial de El Manatí, cuya mazorca se asemeja a la forma y el lo cual podría ser la personificación de toda dirigió recientemente Francisco Estrada-
Veracruz, han mostrado que el jade se en- color de las hachas de jade. Un grupo de la superficie de la Tierra. Un dios olmeca Belli en Cival, un sitio del norte del Pe-
cuentra en la región olmeca en fechas tan hachas de jade con incisiones, atribuidas del maíz que corona una estatuilla de jadeí- tén, en Guatemala, se descubrió un muy
tempranas como 1500 a.C. Ahí se localiza- al sitio olmeca de Arroyo Pesquero, mues- ta de la colección de Dumbarton Oaks, en complejo depósito de hachas de jade del
ron, en el contexto de la fase olmeca Ojo- tra imágenes del dios olmeca del maíz Washington, D.C., muestra en la parte pos- Preclásico Medio, con cinco hachas de
chi, hachas bellamente labradas y un collar (fig. 1); si bien esta deidad tiene muchas terior una versión del cosmograma de la jade colocadas verticalmente en un pozo
con cuentas de jade translúcido azul ver- formas, el dios olmeca como maíz madu- barra y los cuatro puntos nuevamente en cruciforme (fig. 4b). Además de las cua-
doso. Aunque objetos presuntamente he- ro normalmente muestra una hendidura alusión al mundo con cuatro esquinas. (fig. tro hachas colocadas en los brazos de la
chos de jade se representaron como joye- en la cabeza de la que surge una mazorca 3c). Este cosmograma también aparece en cruz había un hacha colocada en un hue-
ría en monumentos olmecas tempranos de (figs. 3a, 3b, 3c). Toda la cabeza del dios los mosaicos llamados “mascarones” de la co más hondo al centro. Esta hacha del
San Lorenzo (ca. 1150-900 a.C.), el jade es del maíz simboliza una grano de maíz con Venta, Tabasco, los que cubren enormes centro es de un jade particularmente fino
escaso en este sitio. El jade finamente tra- la mazorca surgiendo del centro de la plan- cantidades de serpentina en bruto, una pie- y translúcido, azul verdoso, y estaba acom-
bajado no aparece en abundancia sino has- c
ta verde. En un gran número de hachas in- dra verde más suave asociada al jade en el pañada por muchos guijarros de jade alu-
ta el Preclásico Medio, en el sitio olmeca cisas, el dios olmeca del maíz aparece ro- pensamiento olmeca (fig. 3d). vial procedente de la región del valle de
de La Venta (ca. 900-500 a.C.). Una de las
formas más comunes del trabajo en jade
son las hachas con forma de pétalos; es de-
a b

Ilustración: Francisco Estrada-Belli / Proyecto Arqueológico Holmul


cir, elegantes hachas que parecen pétalos
de flores por su diseño, con el filo en el
lado más ancho. Es verosímil que estas ha-
chas de jade pulido fueran la forma usual
para comerciar e intercambiar el jade; así

Dibujos: New World Archaeological Foundation


podían verse el color, las fisuras y otras
marcas en la superficie pulida y también d
podía apreciarse de inmediato su transpa-
rencia en los delgados bordes de las nava-
jas. A partir de estas hachas se podían la-
brar estatuas y joyas, incluidos pendientes
ahuecados con forma de concha o las cu-
riosas “cucharas” olmecas, que se hacían
cortando sobre el eje longitudinal de las 4. Depósitos de hachas del Preclásico Medio; en ellos las hachas suelen colocarse sobre los puntos cardinales, no entre ellos, para formar una cruz.
hachas. Este trabajo de lapidaria fue extre- Cosmograma de barra y cuatro puntos
a) Depósito de hachas acompañadas por un cuenco y orejeras. San Isidro, Chiapas.
madamente laborioso y es evidente que el Maíz b) Depósito de hachas y ollas en un pozo cruciforme. El Cival, Guatemala.

44 / Arqueología Mexicana la jadeíta y los olmecas / 45


DOSIER DOSIER

a 5. Hachas y estelas olmecas. En los depósitos las hachas Motagua. Estos guijarros de río aluden al El jade y la a b
están casi siempre colocadas verticalmente. Su forma y po- agua, de la misma manera que lo hace su representación
sición son muy semejantes a las de las estelas en miniatu-
ra; tanto las estelas olmecas como las mayas posteriores
propio color azul verdoso. El depósito te- del aliento
parecen hachas enormes. Las hachas también se utiliza- nía una alusión aún más directa al agua:
ron como colgantes. contenía cinco grandes ollas de barro que Debido a su cercanía tanto con la región
a) Dios del maíz en una estela con forma de hacha. Monu- fueron colocadas sobre la ofrenda de jade olmeca como con los yacimientos de jade
mento 25-26, La Venta. Parque-Museo La Venta, Villaher- antes de enterrarla. Resulta claro que las de Motagua, no sorprende que los mayas
mosa, Tabasco.
ollas y el simbolismo de los rumbos se re- del Clásico atribuyeran al jade el mismo c d
b) Dios de la lluvia con colgante de jade en el ceñidor. De-
talle de la Estela 2, La Venta. Parque-Museo La Venta. lacionan con el bien conocido complejo simbolismo que los olmecas. Un rasgo
c) Mujer con atuendo de ave. Colgante de jade para ceñi- mesoamericano de dioses pluviales en común es la representación del aliento
dor. Museo de Antopología de Xalapa. cada rumbo, que incluye a los chaaks ma- como un elemento parecido a una cuen-
Dibujos: Karl Taube. foto: carlos blanco / raíces
yas, los cocijos zapotecos y los tlaloques del ta delante de la nariz, que denota la res-
Centro de México. Aunque las hachas se piración del alma en los seres vivos (fig.
e f
relacionan con los relámpagos y la lluvia 6). Las estatuillas olmecas de jadeíta y ser-
en muchas culturas mesoamericanas pos- pentina suelen tener pequeñas perfora-
teriores, entre los olmecas este símil no ciones en el tabique nasal, laborioso tra-
ha podido establecerse aún. bajo que tal vez sir vió para dotar
En los depósitos de estilo olmeca del ritualmente de aliento y de vida al objeto Cuenta del aliento
Preclásico Medio las hachas están casi terminado. Aunque estas cuentas-aliento
b siempre colocadas verticalmente, con los son muy raras en el arte del Centro de 6. La cuenta del aliento entre olmecas y mayas. El simbolismo del jade se asociaba con el aliento y es
bordes filosos hacia arriba. Su forma y común su representación como un elemento parecido a una cuenta delante de la nariz, que denota la
México durante el Clásico y el Posclási-
respiración del alma en los seres vivos.
posición son muy semejantes a las de las co, los aztecas mencionan que el jade ex- a) Detalle de un colgante labrado olmeca con la representación de un rostro con la cuenta del aliento.
estelas en miniatura y James Porter ha hala aliento húmedo, como se anota en el b) Personaje en un pendiente olmeca de jade, la cuenta del aliento frente a su rostro es semejante al
anotado que tanto las estelas olmecas libro XI del Códice Florentino: “…estas pie- signo de la lluvia.
como las mayas posteriores parecen ha- dras siempre echan de sí una exhalación c) El dios del maíz del Protoclásico maya con cuenta del aliento. Detalle de una orejera de Pomoná, Tabasco.
chas enormes. De hecho, las estelas de d) Personaje olmeca con cuenta del aliento y tocado de serpiente emplumada. Detalle del Monumen-
fresca y húmeda, y donde esto está, cavan
to 19, La Venta. mna.
piedra verde de La Venta en las que apa- y hallan las piedras en que se crían estos e) El rey Pakal y la cuenta del aliento florido. Detalle de la tapa del sarcófago de Pakal. Palenque, Chiapas.
rece el dios olmeca del maíz parecerían chalchihuites [jades]”. f) El dios Itzamnaaj exhalando cuentas del aliento de jade. Códice de Dresde.
versiones monumentales de las hachas de Para los mayas del Clásico las orejeras Dibujos: Karl Taube. foto: marco antonio pacheco / raíces

jade y serpentina en las que aparece la se relacionaban especialmente con el alien-


imagen del mismo dios (fig. 5a). El fa- to y, al igual que las flores, aparecían con a
Voluta del aliento
moso conjunto de estatuillas de La Ven- frecuencia como elemento de aliento an-
ta conocido como Ofrenda 4 se encuen- tes del rostro. En el arte antiguo maya, el
Colgante de jade para ceñidor tra de pie ante estelas miniatura, hechas motivo de un par de volutas simétricas que
con mitades de hachas de jadeíta corta- se desenredan hacia afuera, generalmente
c das por su eje longitudinal. Es notable desde las flores, indica aliento dulce, como c
que dos de las estelas fueran hechas de b
el emanado por las flores (figs. 7a, 7b).
las mitades de una sola hacha, que origi- Este elemento puede encontrarse en épo-
nalmente tuvo la imagen de una figura ol- cas aún más tempranas en las representa-
meca voladora. Tanto los olmecas como ciones de estilo olmeca de Chalcatzingo,
los mayas del Clásico usaron placas de Morelos, donde una especie de cocodrilo d e
jade en forma de hacha colgando de sus exhala una nube desde un par de volutas
ceñidores; un ejemplo de esto entre los de aliento (fig. 7c). Estas volutas aparecen
olmecas se ve en las deidades voladoras en un par de orejeras incisas de jade de La
de la Estela 2 de La Venta (fig. 5b). A di- Venta, con elementos redondos que repre-
ferencia de los mayas del Clásico, que las sentan una flor (fig. 7d). Las flores que res-
colgaban en grupos de tres, entre los ol- piran se encuentran también en un hacha
mecas estas hachas en los ceñidores se de serpentina estilo olmeca, presuntamen-
utilizaban individualmente. Un hacha de te procedente de Chalcatzingo, donde ve- 7. Volutas del aliento en el Clásico maya y el Preclásico olmeca. El motivo de un par de volutas simé-
jade olmeca muy fina, usada como col- tricas que se desenredan hacia afuera, generalmente desde las flores, indica aliento dulce, como el
mos una planta florecida (fig. 7e). Los ele-
emanado por las flores
gante, que muestra a una mujer ricamen- mentos florales de La Venta representan a) Volutas del aliento brotan de un conjunto de flores de jade. Detalle de la Lápida de la Creación, Pa-
te ataviada, se asemeja claramente a una el aliento de las orejeras de jade. El aliento lenque, Chiapas.
estela en bajorrelieve (fig. 5c). Lo mismo de las orejeras fue, para los antiguos b) Flor con voluta maya del aliento. Detalle de una trompeta de concha del Clásico Temprano.
puede decirse de muchas hachas colgan- mesoamericanos, ciertamente húmedo, y c) Una especie de cocodrilo exhala una nube desde un par de volutas de aliento. Monumento 1-A-5.
tes incisas usadas por los mayas del Clá- Chalcatzingo, Morelos.
aparece con gotas de lluvia y hasta con co-
d) Voluta del aliento olmeca. Orejeras de jade. La Venta. mna.
sico Temprano, como la muy conocida rrientes de agua. Los murales mayas de San e) Volutas olmecas del aliento en plantas. Hacha de serpentina. Museo de Arte de Dallas.
Placa de Leiden. Bartolo, Guatemala, del siglo i a.C., mues- Dibujos: Karl Taube. foto: boris de swan / raíces

46 / Arqueología Mexicana la jadeíta y los olmecas / 47


DOSIER

a b c tran gotas de lluvia cayendo desde oreje-


ras (fig. 8a), y en el Clásico Tardío maya se
elaboró una figurilla de estilo teotihuaca-
no con orejeras donde la lluvia brota des-
de elementos curvos parecidos (fig. 8b).
Más aún, los murales de Tepantitla, en Teo-
tihuacan, muestran a Tláloc con corrien-
Gotas de lluvia
d tes de agua que fluyen desde sus orejeras
(fig. 8d); y un par de orejeras de concha,
más o menos de la misma época, proce-
dentes de Uaxactún, Guatemala (fig. 8c),
muestran a Tláloc en el centro, como ori-
gen de la lluvia y el agua. Volvemos a ver
este elemento, donde caen gotas de lluvia,
e en figurillas de Veracruz estilo Nopiloa, del
Clásico Tardío (fig. 8e).
Un elemento presente casi siempre en
las orejeras mayas del Clásico es el tubo de
jade que termina con una cuenta, y puede
rastrearse hasta los antiguos olmecas (figs.
9a, 9b). Desde tiempos de los olmecas y
hasta los aztecas del Posclásico Tardío, este
8. Orejeras con representación de gotas de lluvia en Mesoamérica. El aliento de las orejeras fue, para tubo y cuenta sirvieron como el símbolo
los antiguos mesoamericanos, ciertamente húmedo, y aparece con gotas de lluvia y hasta con corrien-
más elemental de la lluvia. El Monumento
tes de agua.
a) Gotas de lluvia mayas. Figura femenina. Preclásico Tardío. Pintura mural (detalle). San Bartolo, Gua- 1 de Chalcatzingo es un magnífico ejemplo,
temala. pues la lluvia que cae aparece tanto en el to-
b) Figura con máscara estilizada de Tláloc teotihuacano y gotas de lluvia. Estela 16. Dos Pilas, cado de la figura central como en el trasfon-
Guatemala. do (fig. 9c); con las gotas que caen hay tam-
c) Mosaico de concha y jade con la máscara de Tláloc. Clásico Temprano. Uaxactún, Guatemala.
bién discos, casi de seguro orejeras. Juntos,
d) Tláloc con corrientes de agua que fluyen desde sus orejeras. Detalle de un mural de Tepantitla. Teo-
tihuacan, estado de México. estos dos elementos olmecas forman el con-
e) Tláloc y gotas de lluvia. Detalle de una figurilla. Nopiloa, Veracruz. junto orejeras, que simboliza el aliento y la
Dibujos: Karl Taube. foto: marco antonio pacheco / raíces
emanación de lluvia. Como una piedra azul
verdoso y translúcida, el jade tenía que ver
con varios temas relacionados con el pen-
a b samiento olmeca: maíz, agua y viento/aire,
Cuentas lo que lo convierte en la duradera piedra de
Discos la vida y la belleza.

Karl A. Taube. Doctor en antropología por la Uni-


versidad de Yale. Profesor de antropología en la
Universidad de California en Riverside. Es autor de
varios libros y artículos sobre el arte y la religión de
la antigua Mesoamérica. Actualmente es iconógrafo
del Proyecto San Bartolo.

c
Para leer más…
Clark, John E., y Mary Pye (eds.), “Olmec Art and Ar-
chaeology: Social Complexity in the Formative Pe-
riod”, en Studies in the History of Art, vol. 58, National
Gallery of Art, Washington, D.C., 2000.
Estrada-Belli, Francisco, “Lightning Sky, Rain and the
Maize God: The Ideology of Preclassic Maya Rulers
at Cival, Peten, Guatemala”, en Ancient Mesoamerica,
9. Orejeras con cuentas y gotas de lluvia mayas y olmecas. Desde tiempos de los olmecas y hasta los núm. 17, 2000, pp. 57-78.
aztecas del Posclásico Tardío, el tubo y la cuenta que formaban las orejeras sirvieron como el símbo- Seitz, Russell, George E. Harlow, Virginia B. Sisson y
lo más elemental de la lluvia. Karl Taube, “ ‘Olmec Blue’ and Formative Jade Sour-
ces: New Discoveries in Guatemala”, en Antiquity,
a) Personaje que lleva una orejera con tubo y cuenta. Dintel 15. Yaxchilán, Chiapas.
núm. 75, 2001, pp. 687-688.
b) Rostro en un un colgante para ceñidor; lleva una orejera de la que salen un tubo y una cuenta. Mu- Taube, Karl A., Olmec Art at Dumbarton Oaks, Dumbarton
seo de Antropología de Xalapa. Oaks, Washington, D.C., 2004.
c) Figura antropomorfa sentada en el interior de una cueva, con cuentas y discos que representan la _______ , “The Symbolism of Jade in Classic Maya
Religion”, Ancient Mesoamerica, núm. 16, 2005,
lluvia. Monumento 1. Chalcatzingo, Morelos.
pp. 23-50.
Dibujos: Karl Taube

48 / Arqueología Mexicana

También podría gustarte