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Raphael, amor mío. juvenilmente desordenado.

Sí, yo lo sé todo sobre


Vicente Leñero mi amor. Me sé de memoria
su biografía (gasto íntegro mi domingo en comprar
sus discos y cuanta revista o periódico publica algo
Querido Diario: de él) y conozco sus datos íntimos mejor que
cualquiera de mis diszque rivales, tipas babosas y
Hoy es el día más feliz de mi vida, hoy se ha desabridas que ni siquiera saben cómo se apellida en
cumplido mi más grande sueño, hoy he tenido la la vida real y dónde nació. Se apellida Martos y nació
suerte (¡y que se muera de envidia todo el mundo!) en Linares, Andalucía, el cinco de mayo de 1945 8¡es
de conocer en persona a mi amor. Lo vi muy de Tauro!). Según confiesa él mismo, su carácter es
cerca, a milímetros de distancia, y casi alcancé a alegre, con reservas; su mayor afición, el teatro, y su
tocarlo. Faltó un pelito para que mi mano rozara su defecto, la vanidad (¡divino!). Su lugar favorito de
mano blanca, cuyos dedos adorables prometen mil recreo es la Costa Azul (creo que eso está en
caricias cuando trazan los ademanes con que mi Francia) aunque a veces pasa largas temporadas en
amor dibuja sus canciones. Desde el día de mi su finca de Málaga nadando en una alberca preciosa
primera comunión (que también para mi amor, según o montando a caballo. Tiene otra casa en Madrid,
declaró una vez, es su día de más grato recuerdo) no donde vive con su familia. Su fruta preferida es el
me había sentido tan impresionada. Se me enchina el plátano, su número de buena suerte es el trece, su
cuerpo de la emoción al revivir el instante en que sus color el negro, y su platillo predilecto son los huevos
ojos color negro divino se encajaron en los míos fritos con papas.
durante una fugacísima mirada que llenó de A ver, que me digan quién de sus admiradoras lo
campanitas la Alameda. Mi amor me miró ¡Me miró, conoce tanto como yo. Que hagan un concurso y a
querido Diario!, y ahora ya nada, nada, pero nada ver quién gana, habladoras. Y todavía sé más. Sé
tiene la menor importancia. Toño puede darme que tiene un tic: tocarse la nariz con el dedo gordo
calabazas con la Bibis. Queta puede quedarse con el de la mano derecha; sé que antes de salir al público
vestido azul, Margarita puede echarme toneladas de pide que lo dejen un rato a solas, completamente a
lodo, que a mí ya nada me va ni me viene: conocí solas, para dominar los nervios y para rezar. Es muy
personalmente a mi amor y soy la mujer más feliz de buen católico y nada supersticioso. Le encantan las
la Tierra. novelas de Julio Verne y adora las poesías de
Fue un día de mucho trajín. Desde las siete de la Bécquer (yo me sé una: “volverán las oscuras
mañana (Diosito es muy comprensivo y me golondrinas...”). Considera que el mejor cantante es
perdonará por no haber ido a misa) Lola y yo nos Charles Aznavour, pero yo ya oí un disco de ese
plantamos en la Alameda. Qué le hace el sol, qué le señor y francamente mi amor es mil veces más
hacen los apretujones y las majaderías de los léperos cantante y más todo que él y que cualquiera.
que andaban por allí buscando lo que siempre van a ¿Le sigo?
buscar a los amontonamientos. Lola y yo estábamos Entre los personajes históricos admira al Cid (ese
dispuestas a cualquier sacrificio con tal de ver de guerrero que interpretó Charlton Heston en el cine) y
cerca de mi amor. Bueno, Lola no tanto porque a entre los personajes de leyenda a Don Quijote (que
ella le sigue chiflando Quique Guzmán. ¡Imagínate!, yo sepa, no lo han hecho película todavía). De los
a estas alturas todavía se desmaya por Quique actores mexicanos siente un profundo cariño por
Guzmán. ¿Verdad que es absurdo? ¡Absurdísimo!, y Cantinflas y por María Félix. Su gran hobby es
no sólo porque Quique se casó con esa güera coleccionar banderines de todas las ciudades donde
chocante que podía ser su mami, sino porque quién se presenta. Su marca preferida de carros es la
se atreve a comparar a Quique con mi amor. Ni Mercedes sport. No bebe, pero le gusta la cerveza,
Quique ni César, ni Alberto Vázquez (ni modo Beto, con moderación.
ya no me importas) tienen un tantito así de gracia y ¿Más?
de la voz y el talento que mi amor reparte a tutiplén. Su representante se llama Francisco Gordillo. Su
El sí que es artista y galán al mismo tiempo. El no se compositor exclusivo (el que le escribe casi todas las
hace del rogar como los Beatles que ay chus, no canciones), Manuel Alejandro. Su fotógrafo personal
quieren venir a México por andar fume y fume es Mike y su secretaria Dominique. No, no hay
mariguana. El es cariñoso, simpático y chulo, absolutamente nada entre Dominique y ni amor, de
chulísimo. Mide 1.74 (seis centímetros más que eso estoy segura, como también estoy segura de que
Toño), pesa 61 kilos (lo mismo que Toño pero qué mi amor no habla en serio cuando dice que su tipo
diferencia) y tiene el pelo castaño claro, largo sin de mujer ideal es María Schell. Lo dice únicamente
exageraciones, medio pachoncito de arriba y para que los periodistas no lo sigan molestando. Eso
salta a la vista.

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En fin, el caso es que hoy en la mañana Lola me pirámides se puede ir cualquier domingo, pero a ver
acompañó a la Alameda para oír cantar en persona a en persona a mi amor sólo se podía esta mañana), y
mi amor. Y lo oí. Y casi alcancé a tocarlo gracias a en lugar de entenderlas como las hubiera entendido
que estábamos en un lugar buenísimo, casi hasta el hombre menos razonable, se enfureció más y
adelante. Buenísimo, pero incomodísimo y muy ciego de celos me gritó: Ajá, con que en lugar de ir
peligroso. Entre empujones y manoseos la oleada de conmi-go preferiste ir a verle la cara a ese... (y aquí
gente vulgar nos traía de un lado para otro. A Lola le pro-nunció una palabra horrible, horrible que ni
rompieron las medias (también qué puntada la suya, siquiera me atrevo a escribir). ¡Toño, por favor!.
¡llevar medias a la Alameda! Y a mí me mancharon Exclamé asustada. Sí, sí, respondió él; preferiste a
de jícama o de no sé qué la minifalda nuevecita. 'ese... (y volvió a pronunciar la palabra
Virgen santa qué tumulto, qué de gritos, qué de espantosísima). En-tonces la que me enojé fui yo, y
alari-dos y qué de aventones cuando por fin, de lo corrí de la casa, y lo llamé majadero, y le dije que
pronto, racataplán, ¡Dios lo bendiga!, llegó mi amor no quería volver a verlo nunca.
en una camioneta blindada. Llegó repartiendo Y es cierto querido Diario, no quiero ver más a Toño.
abrazos a distancia y poniendo esos ojos de borrego Qué bueno que las cosas resultaron así. Mejor que
a medio morir (¡soñados!) con que siempre agradece mejor. Ahora soy completamente libre para entregar-
la entrega total de su público. ¡Qué divino mi amor me por entero, para querer con toda mi alma y con
allí, de bulto, todo él, enterito, real, de carne y todas mis fuerzas a mi amor.
hueso! Todo él para quererlo, para apapacharlo,
para comerte a mordidas, amor mío, amor de toda la Martes
vida.
Sólo pudo cantar cuatro canciones (¡con qué estilo!, Querido Diario:
¡con qué sentimiento!) porque los léperos no dejaban Toño vino a pedirme disculpas por su majadera con-
de empujar y de empujar desobedeciendo a los ducta del domingo. Para demostrar su
organizadores, y porque había pelafustanes necios en arrepentimiento me regaló un disco de mi amor (el
subir hasta el estrado. Era un alboroto increíble. Yo único que me faltaba) y dos revistas (una atrasada,
estuve en un tris de desmayarme, pero no de la que también me faltaba, y otra que había salido hoy
emoción sino a consecuencia del solazo y de los mismo) en las que mi amor hace importantísimas
apachurrones. O a lo mejor sí, a lo mejor sí fue de la declaraciones. Recorté la portada a colores de una
emoción porque en ese momento, me acuerdo muy de ellas y luego luego la pegué en la pared de mi
bien, fue cuando nuestras miradas se cruzaron cuarto, donde antes estaba una de Carlos Lico. Toño
durante un segundo infinito. Y ya no supe qué pasó. se ofreció a ayudarme, y aunque le costó mucho
Oí campanitas, canarios, himnos angelicales y trabajo disimular el coraje que sentía de ver todo mi
después nada. Cuando sentí que Lola me jaloneaba cuarto tapiza-do con fotos de mi amor, no se atrevió
y me daba cachetaditas diciendo: ¿qué te pasa?, a decir nanay. Si se atreve, lo corro de mi casa otra
¿qué te pasa?, mi amor ya no estaba allí. Se había vez, ¡palabra! Pero se quedó en silencio,
ido abandonándome entre aquella multitud apachurrado y dócil como un gatito. Tan mono se
hambrienta de su voz. Se había dio para siempre, portó Toño que hasta me leyó en voz alta la
lejos de mí, muy lejos, camino de la fama que ha entrevista que le hicieron a mi amor.¡Qué
conquistado con su personalidad avasalladora (así declaraciones! Copié algunas en mi álbum (el mismo
dijeron en Radio Centro). Toño me las dictó).
Pero yo no me quedé triste ¡Por qué iba a sentirme “Soy un chico normal, común y corriente, simpático a
triste después de haberlo visto en persona, después veces y antipático en algunas ocasiones. Antipático
de haberlo tenido tan cerca, tan cerquísima? Todo lo cuando estoy nervioso, de mal humor. Y estoy de
contrario, me sentí y me siento inmensamente mal humor cuando no duermo, y cuando no duermo
dichosa. me porto mal. Entonces empiezo a contar: one, two,
Feliz regresé de la Alameda sin dejar de hablar de mi three, four… y me calmo.”
amor con frases que a Lola (viéndolo bien es una Y ésta, formidable, que lo pinta de cuerpo entero:
envidiosa de primera) le parecían exageradas. Ay tú, “Soy un cristal. Nada oculto. Soy transparente. Nada
ya chole, me decía la muy tonta. Al llegar a casa me puedo ocultar. Trato de ser sencillo, soy feliz y me
encontré a Toño. Estaba hecho una chinampina por- gusta la soledad.”
que lo dejé plantado. Se me había olvidado que que- Y ésta que dejó boquiabierto a Toño:
dé de ir con él en su Fiat a las pirámides y me lo “Cuando salgo a la pista me pongo nervioso, muy
reclamaba a gritos, frente a mi papi y a mi mami. nervioso. Creo que el artista que no se pone nervioso
Perdóname Toño, le dije. Quise explicarle con mucha o que no le importa cuál vaya a ser la reacción del
calma las poderosas razones de mi olvido ( a las público, no es artista, es un irresponsable.”

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Toño tuvo que admitir que mi amor es fantástico, y tío Pepe! Cómo sabe decir las cosas y poner en ridí-
para convencerlo de una vez por todas que sí, que en culo a gentes como mi papi y como Toño que por ne-
verdad lo es, le pedí que también me dictara las cios, no quieren reconocer la personalidad avasalla-
declaraciones publicadas en la revista atrasada. dora y el talento extraordinario de mi amor. Lástima
El triunfo no me envanece. Me considero un mucha- que Toño no estaba aquí. Me hubiera encantado que
cho cualquiera, al menor sicológicamente hablando, y oyera a tío Pepe hablar de que mi amor ha revolucio-
sólo espero seguir contando con la confianza y el nado (como el Cordobés en los toros, dijo tío Pepe,
apoyo de quienes me escuchan... ¿Qué si tengo tan taurófilo como siempre) el arte de la canción mo-
manías? ¡A montones! Duermo en completa oscuri- derna.¡Y eso se lo debemos al generalísimo Franco!,
dad, casi siempre de día, y cerrado bajo siete llaves. gritó levantando su vaso de cerveza. Sin el gobierno
Quien como yo trabaja generalmente de noche, odia de Franco no surgirían esos artistazos. Nadie lo pue-
dos cosas: el ruido y la luz... ¡El dinero? No me pero- de poner en duda. Además de ser dueño de una voz
cupa en absoluto... ¡Que si me parezco a algún can- espléndida, potentísima, ese muchacho tiene una
tante en particular? ¡No hombre!, mal o bien, uno sensibilidad increíble para entregarse de lleno a lo
debe parecerse solamente a su imagen reflejada en que canta. Cree en sus canciones. Las vive. No se
el espejo.... No me preocupo de qué dirán, pues a limita a seguir una melodía y a repetir una letra
final de cuentas lo que vale es la reacción del público aprendida de memoria, no simula estar sufriendo o
cuando termino de cantar... ¿Sobre el amor? Caram- gozando, sino que en verdad sufre o goza lo que
ba, pues no se trata de buscarlo sino de recibirlo con canta. Y lo comunica al público: ¡ahí está su gran
los brazos abiertos cuando llegue. El artista tiene chiste! Lo comunica íntegramente, saturando todos
menos tiempo de pensar en ello –su carrera lo absor- los sentidos de su auditorio con esa voz privilegiada,
be- pero igualmente es susceptible de enamorarse y con el gesto. ¡Hay que ver y entender y dejarse lle-
con mayor prontitud. De una mujer guapa, no hay var por los gestos de ese muchacho!, gritó tío Pepe
quien se escape. levantando de nuevo el vaso de cerveza. Son un
Divino, divino, divino. En una palabra: Divino. prodigio de expresión: cálido cuando quiere ser cáli-
Cuando terminamos de copiar las declaraciones de do, tierno cuando quiere ser tierno, dolorido, supli-
mi amor en el álbum, ya era bien tarde. Toño daba cante, seductor siempre: el rostro de un amante para
unos bostezos tremendos. Le pregunté: ¿Ahora sí ya las jóvenes, de un hijo para las madres, de un amigo,
te convenciste de que no sólo es un gran artista sino de un hermano, del otro yo para los hombres de
un chico maravilloso?...Te quiero, contestó Toño co- todas las edades. El público quería un dios y ay lo
mo si no me hubiera oído. Y aunque me dio coraje tiene. Que nadie se sorprenda del alboroto que está
que no me pusiera atención me aguanté. Le dije: Ya causando.
vete, ¿no?, a mi mami no le gusta que te quedes tan Párale, párale, todavía no lo canonices, interrumpió
tarde. mi papi que siempre es así, le gusta llevar la contra-
En la puerta de la sala volvió a pedirme perdón por ria aunque esté oyendo una verdad del tamaño del
su majadería del domingo. Para que te perdone una mundo. Y por culpa de mi papi, ¡tenía que ser!, tío
cosa de ésas necesitas hacer méritos, le dije. Te traje Pepe ya no siguió hablando de mi amor.
revistas y el disco, me dijo. Pero eso no tiene chiste, Bueno, para mí nada de eso resultaba nuevo. Hasta
le dije. ¿Entonces qué más quieres?... Me quedé pen- se quedó corto. Lo que sí me gustó mucho (y me pa-
sando un rato y le contesté: Por ejemplo, podías invi- sé la tarde repitiendo y acariciando las palabras) fue
tarme a El Patio para verlo otra vez en persona. aquella frase: “un amante para las jóvenes”. Mmmm,
Se lo dije nada más para ver qué cara ponía, para ¡Viva tío Pepe!
darle una lección. Yo sé que Toño no tiene dinero
para ir a un lugar así, a donde sólo van gentes muy Sábado
popis. Puso una cara de susto que me dio risa y se
fue todo apachurradísimo. Entonces corrí a mi cuarto, Querido Diario:
me metí en la cama y me puse a escribir esto. Hoy tengo muchas cosas que contarte aunque me
Ahora a dormir, a soñar con mi amor. estoy muriendo de sueño. Sucedió algo importantí-
simo, super. Aún no puedo creerlo y me pellizco y
Viernes me pellizco para tener la seguridad de que he estado
despierta. ¡Hoy volví a ver en persona a mi amor,
Querido Diario: querido Diario, y lo oí cantar no una ni tres ni cuatro
Hoy vino a comer a casa tío Pepe y estuvo hablando canciones como en la Alameda, sino veinte, treinta,
de lo que habla todo el mundo, de lo que todo mil! ¡Fui a verlo en su show de El Patio! ¡Ah, qué
México platica, del único tema que a mí me interesa: experiencia maravillosa! ¡No existen palabras para
estuvo hablando de mi amor. ¡Ah qué inteligente es contarlo! ¡Juro que no existen!

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Toño me dio la gran sorpresa. Muy de mañana habló monstruo, eres el rey, eres el único. Todavía me due-
para decirme que había reservado una mesa en El len las manos de los aplausos y la garganta de los
Patio, que pidiera permiso a mis papás y que estu- gritos. Todavía me brinca el corazón y todavía lo veo
viera lista porque iba a pasar a recogerme muy tem- allí (como si se hubiera retratado para siempre en mi
prano. Al principio creí que era una de sus vaciladas alma y en mis ojos) entregado a su arte... ¡Cuando
y casi le cuelgo el teléfono de sopetón, ¡pero era ver- se puso los claveles sobre sus orejas y entre su pelo
dad! ¿Cómo le hiciste?, le pregunté extrañadísima. divino! ¡cuando lloraba cantando “La llorona”!, ¡cuan-
No quiso decírmelo sino hasta después. Resulta que do agradecía los aplausos abrazándonos a todos y yo
un pariente suyo que trabaja en una agencia de via- sintiendo que me abrazaba a mí! No quería que se
jes o no sé dónde, le consiguió la reservación, aun- terminara nunca. Ya ni me importó la cena, ni le
que a precio de reventa, muy cara. ¡Pero qué impor- importó tampoco a mi mami que medio alocada por
ta el dinero, le dije a Toño, cuando sirve para ir a ver el whisky le gritaba: ¡hijo mío!, ¡mi chiquilín!, ¡mi ro-
a un artistazo como mi amor! El vale eso y mucho rro! Y tía Rosa le gritaba ¡mi rey!, y Margarita daba
más. aullidos como si tuviera el cólico, y tío Pepe (muy
También mi mami se emocionó muchísimo al saber la entrado con una botella de coñac Martell) repetía sin
noticia, y quiso que invitáramos a tío Pepe, a tía Rosa descanso: yo lo he dicho siempre, es un fenómeno,
y a la antipática de Margarita. Me cayó en el hígado es un fenómeno. El menos emocionado era Toño.
lo de Margarita, pero le dije que estaba bien porque Sólo abría la boca para preguntarme: estás contenta?
ante una oportunidad así no era para que me pusiera ¡Qué pregunta más tonta! ¿no es cierto? Claro que
mis moños. Las tres fuimos al salón (quedamos ele- estaba contenta; no contenta, sino feliz, ¡en la mis-
gantísimas) y tío Pepe llegó echando tiros, como si mísima gloria!
fuera a una boda. Parece que a Toño no le gustó Pero ni modo, se acabó la función y nos fuimos. An-
mucho que fuera tanta gente, pero no dijo nanay. tes de despedirme de Toño (a quien mi mami y tío
Tampoco mi papi protestó. Iba a alegar algo sobre el Pepe le dieron miles y millones de gracias) le pregun-
despilfarro de dinero y esas cosas (su tema favorito), té como cuánto había gastado en total. Me daba
pero al saber que Toño era el que invitaba se quedó mucha curiosidad saberlo porque tío Pepe había
muy tranquilo a ver en la tele su cine de medianoche. estado pidiendo mucho whisky y mucho coñac, y por-
¡Y ahí vamos! ¡Qué de gente, Dios mío! ¡Qué trabajos que a la hora que Toño pagó lo vi sacar billetes de a
para entrar y eso que casi llegamos a barrer! El lugar mil. Bueno, me dijo Toño, con todo y la reservación
es precioso: lleno de arcos y columnas y molduras y fueron como cuarenta mil pesos. ¡Híjole!, ¿cuarenta
adornos dorados por todas partes. Se parece un po- mil pesos? Más o menos, dijo Toño. Oye, pero eso
quito al cine Alameda y al Real Cinema, pero más es muchísimo dinero, de dónde lo sacaste. No te pre-
lujoso todavía: como la iglesia de Santa Rosa de Li- ocupes, mi primo me prestó. ¿Pero cómo le vas a
ma. Lujosísimo, en fin. Y la gente, ¡válgame la Vir- pagar? Vendí el Fiat, me dijo. Oye, pero...Sí, mañana
gen!, la mejor sociedad de México: pieles, brillantes, lo entrego. Así que vendiste el Fiat murmuré todavía
mujeres elegantísimas. El servicio regularzón. Sude desconcertadísima. Qué importa, dijo, ya era una
y sude, los meseros no se daban abasto y tío Pepe carcacha inservible.
tenía que llamarlos casi a gritos para que trajeran su No pudimos seguir hablando porque él todavía tenía
otra y otra botella de whisky. Ay caray, cómo bebe y que ir a llevar a tío Pepe, a Tía Rosa y a Margarita, y
cómo nos hizo beber tío Pepe....pero a él no se le porque mi mami se estaba muriendo de sueño. Me
sube nadita. Lo que sí resultó una lástima fue la me- despedí dándole una vez más las gracias (cuarenta
sa que consiguió Toño, estaba en el segundo piso y mil pesos de gracias) y me subí a mi cuarto.
no se veía bien. Tía Rosa y Margarita se lo estuvieron Y aquí estoy. Feliz de haber visto a mi amor nueva-
echando en cara toda la noche. Todo eso resultó a mente, aunque un poco preocupada (ahora que lo
fin de cuentas secundario. Lo importante fue mi pienso, ahora que lo escrito) por el gastazo que tuvo
amor. ¡La locura, el delirio, el fin del mundo! Cuando que hacer Toño. ¡Vendió su Fiat!...Bueno, después de
él apareció, el cabaret se venía abajo; todos los que todo sí es cierto; ya era una carcacha inservible.
estábamos en el segundo piso nos fuimos sobre el
barandal, gritando de pura emoción. A Margarita le Miércoles
apachurraron horrible y a mi mami le arrancaron el
postizo...Ay, cómo aplaudí y lloré y grité en cada una Querido Diario:
de sus canciones. Mi amor estaba hecho un fenóme- Anoche tuve un sueño maravilloso. Soñé que mi
no. La gente le arrojaba pieles, servilletas, flores, y amor me traía serenata al pie de mi ventana. Claro
yo hubiera querido arrojarme desde arriba hasta sus que en el sueño no vivíamos en un departamento
brazos porque ya no encontraba otra forma de aplau- interior, sino en una casa muy bonita de las Lomas,
dirle y de gritarle mi vida, mi vida, mi vida; eres un con balcones a la calle y toda la cosa. Yo estaba dur-

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miendo y de pronto escuchaba su voz y me asomaba gresaría a México en cosa de dos o tras meses a
a la ventana ( con una bata transparente, como la de cumplir nuevos contratos. Pero dos o tres meses son
Bibis) y yo lo veía a él, allí solito, sin orquesta. Mi una eternidad, le dije a Toño. Y él dijo que no era
amor me pedía a señas que no hiciera ruido para que cierto, que se pasan muy rápido, que no lo tomara a
no lo fueran a descubrir los vecinos, y se ponía a lo trágico. Estuvo diciendo cosas así durante cerca de
cantar mis canciones preferidas (“Yo soy aquél”, media hora, sin darse cuenta que sus palabras resul-
“Desde aquel día”, “Estuve enamorado”, “Te quiero taban inútiles para aliviar un dolor que se me encaja
mucho”...) Entonces, quién sabe de dónde, aparecía en el alma: Al fin se fue, cabizbajo y sin cenar (quién
Toño acompañado de cuatro tipos ponchadísimos iba a tener humor para ponerse a preparar algo en
que se lanzaban contra mi amor. Mi amor se quitaba esos momentos). Yo estaba desconsoladísima. No
el saco y púmbatelas se los descontaba, mientras el tenía ganas de hablar con nadie, mucho menos con
muy cobarde de Toño echaba a correr. Mi amor lo Toño que es muy buena gente, sí, pero no compren-
dejaba huir y continuaba cantando. Al terminar, venía de las penas del corazón. Pobre Toño, lo que pasa es
hasta la ventana para decirme que yo era su amor que él nunca ha estado enamorado.
secreto, que no se lo dijera a nadie, que cuando ter-
minara de triunfar en todo el mundo vendría por mí. FIN
Cuando íbamos a besarnos, desperté.
Durante el día estuve piense y piense en el sueño; se
me quitó el hambre y me sentí muy como desgana-
da. A mediodía me habló Toño para invitarme a salir,
pero como ya no tiene coche me dio flojera y le puse
un pretexto tonto. Preferí quedarme en el cuarto
encerrada oyendo discos de mi amor.

Jueves

Querido Diario:
Hoy invité a Toño a la casa para que viéramos juntos
el programa de mi amor que pasaron en la tele. Fue
un programa divino, como todo lo suyo, que también
vieron mi papi y mi mami. Precisamente ahí estuvo lo
malo del asunto. Como siempre, mi papi se puso a
criticar sin razón alguna a mi amor, y como mi mami
no estaba de acuerdo (ni que fuera tonta) empezó a
discutir con él. Por más que yo les decía que se calla-
ran, no hacían caso, seguían discute y discute hasta
que acabaron peleadísimos. Se dijeron cosas horri-
bles delante de Toño, pero gracias a que Toño esta-
ba tan embebido como yo en el programa, no se dio
muy bien cuenta del pleito. No tenía ojos ni oídos
más que para la pantalla. Ni siquiera parpadeó cuan-
do mi papi estrelló un cenicero contra la pared y salió
de la casa diciendo palabrotas, ni cuando mi mami lo
llamó imbécil y se metió a su cuarto dando un porta-
zo terrible.
Qué lata. Pero a pesar de que no disfruté a gusto la
actuación de mi amor, su programa fue sensacional.
Estuvo como siempre: increíble, único, adorado. Y yo
me preguntaba tristeando: cómo dejar de quererlo
así como lo quiero, cómo dejar de pensar en él a to-
das horas, cómo dominar las lágrimas que me salen
a los ojos al saber que mi amor se va de México; se
fue ya y tardará mucho en volver, mucho, mucho....
Para consolarme (porque no pude evitarlo: me eché
a llorar a lágrima tendida apenas terminó el progra-
ma) Toño me dijo que había leído que mi amor re-

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