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Anja Hilling

PROTECTION
PROTECTION

Spanisch von Edda Webels-Wolf


Mexiko 2007

Alle Rechte vorbehalten, insbesondere das der Aufführung durch Berufs- und Laienbühnen, des
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Recht der Aufführung ist rechtmäßig zu erwerben vom:
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Felix Bloch Erben GmbH & Co. KG . Verlag für Bühne Film und Funk
Hardenbergstraße 6 . 10623 Berlin . Teléfono 030-313 90 28 . Telefax 030-312 93 34
E-Mail info@felix-bloch-erben.de . Internet www.felix-bloch-erben.de

Die Rechte an der Übersetzung liegen bei:


Edda Webels-Wolf, Margaritas 357-J, Col. Florida, 01030, Mexiko-Stadt .

Förderung der Übersetzung durch: / This Translation was sponsored by:


Anja Hilling

Protection Una obra en tres partes

Todos los derechos reservados


Manuscrito no sujeto a venta
Los derechos para su montaje se podrán adquirir únicamente a través de la editorial

Felix Bloch Erben


Felix Bloch Erben GmbH & Co. KG . Verlag für Bühne Film und Funk
Hardenbergstraße 6 . 10623 Berlin . Teléfono 030-313 90 28 . Telefax 030-312 93 34
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Felix Bloch Erben GmbH & Co. KG
Verlag für Bühne, Film und Funk
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D-10623 Berlin
I. Protection
II. Fantasmas
III. Los ojos de Nazife

„I can’t change the way you feel


But I could put my arms around you“
(Massive Attack: Protection)
Personajes
Lucy / Ross
Marc / Marco
Nazife / Leon
I.
Protection
Personajes: Ross / Lucy
Lugar: Afuera
1. La carne
Lucy
Al principio fue la cosa con la piel.
Una decoloración.
Primero la parte interior del codo luego el tobillo.
Poco a poco también mi cara se vio invadida.
Bajo la ceja en la comisura de los labios.
Pequeñas partes pintas pecas.
En realidad, casi no se notaban.
En realidad, bonitas.
Primero rojas luego azules.
Desde hace dos semanas está decayendo.
Lucy
Las primeras manchas fueron milagros.
De repente estaban ahí sin avisar.
Ahora las siento desde antes.
Antes de florecer, un crepitar.
Un aguacero bajo la piel.
Después salen las manchas salen.
Como si yo fuera un prado en primavera.
Ross
Se ve fatal desde hace dos semanas de veras fatal.
En pleno verano en julio.
Nunca la había visto así.
Lucy
También mi olor cambió.
Ross
Desde hace catorce meses a las ocho
Cuando Karstadt1 cierra las puertas
Voy inmediatamente con ella.
Lucy.
A donde siempre está sentada.
El puente Möckern entre la línea uno y la línea siete del metro.
Lucy
A veces recargo el rostro en mi brazo.
Sumerjo la nariz en la piel.
Mi lengua toca prueba se pega al brazo.
Que está mucho más frío que la lengua.
Carne congelada.
Me imagino quedarme así.
La nariz en la carne.
Pegada a mí misma.
Probando el sabor a sal.
Ross
Desde hace dos semanas algo me acompaña.
Algo pesado.
Quizá es la sensación de quedarme sin ella.

1
Karstadt es una elegante tienda departamental, con sucursales en toda Alemania.
Lucy
Ya lo sé. Las cosas no se van a quedar así.
Yo no me voy a quedar así.
Ross
Todos los días se sienta ahí. Toca el contrabajo.
Pero todos los días. Desde hace dos semanas.
Pienso. Quizá.
Quizá hoy ya no esté.
Y después. Cuando la veo.
Sobre la tierra con ese bajo monstruoso.
Entonces ya no es lo mismo. Verla. No es como antes.
No sé.
Quizá me falte su sonrisa.
Lucy
En algún momento voy a sentir la necesidad de toser.

2. La sonrisa
Ross
Su sonrisa cambió.
La forma y el color de los labios.
Los labios de Lucy.
Se han vuelto azules.
Lucy
La tos es así.
Como si hubiera una playa de arena dentro de mí.
La arena sube hasta mi garganta.
Y me pregunto qué tan lejos está
El mar desde aquí.
Ross
No están quietos los labios de Lucy.
Tiemblan en las comisuras donde está la erupción.
Quien no la conozca.
A Lucy.
Podría pensar que es una sonrisa el temblor.
Pero yo.
Yo sé cómo es.
Cuando Lucy sonríe.
Lucy
Con la tos algo es arrastrado hacia adentro.
De regreso al centro donde un corazón palpita vertiginoso.
Una especie de remolino.
El comienzo de una ola.
Rápida. Ruidosa.
Respirar nunca me ha hecho feliz.
Ross
Lucy.
Ella siempre sonríe.
No ampliamente ni tampoco con ruido.
Sólo sonríe.
Sin querer decir nada.
Sin saber
Que su sonrisa es una Vechia Romana en los hielos perennes.
Lucy
Con la tos viene una especie de flema color óxido.

3. La taza
Ross
Desde hace catorce meses la observo.
Lucy
Junto a mí está una taza.
En la taza, un conejo en traje de baño sobre una tabla de surf.
Abajo en la taza dice conejito veraniego.
El asa tiene la forma de orejas de conejo.
La sostengo en la mano.
Cuando toso.
La playa de arena que traigo dentro
La escupo directamente en la taza.
Color óxido.
Espesa.
Ahí se ve muy distinto de como se ve adentro.
Lo que ha y en los pulmones en la taza de conejo.
Una mucosidad con hilos sanguinolentos.
Y me pregunto.
Qué hacer con las flemas que escupo.
Ross
Siempre paso junto a ella. Muy rápido.
Espero.
Cinco minutos junto a las escaleras eléctricas.
A veces diez.
Tomo ron barato del bolsillo interior de mi saco.
Después regreso.
Desde el otro lado.
Espero. Junto al puesto de periódicos.
Ahora me quedo más tiempo oyendo cómo rasguea el bajo.
Sólo entonces tomo otro trago
La acaricio una última vez.
Sólo con la mirada.
Muy rápidamente.
Como si me interesara
De dónde viene el rasgueo.
Desde hace catorce meses siempre como a las nueve de la noche.
Paso junto a ella.
Desapercibido.
Me sumo al torrente que pasa.
Y Lucy.
Nunca ha dejado de tocar su bajo.
Lucy
Claro que sigo tocando.
Cuando ya no toque
Estaré muerta.
Ross
Ni siquiera ha levantado la vista.
Lucy
Mis huesos atraviesan
Poco a poco
Mi piel.
Con dedos desnudos rasgueo las cuerdas.
La música fluye directamente
De mis huesos.
A miles de oídos.
Entre la lína siete y la línea uno del metro.
Ross
Nunca ha hablado conmigo.
Lucy
Mi piel arde.
Tengo frío.
Escupo algo que parece sangre.
Ross
Y nunca tuve la intención.
De hablarle.
Sobre mi oreja derecha crece
Desde hace dos meses
Un eczema abierto.
Tiene la forma de la flama de una vela.
Hablar con ella.
Mi aliento ya no es. Así.
Desde que yo.
Hace dos años cambié el vodka por el ron.
No quiero.
Hablar con ella.
Es sólo que la observo.
Lucy
Hace dos días pasó algo.
Ross
Ella nunca me ha notado.
Lucy
Le enseñé al vagabundo la taza de conejo.
Ross
Me quedé parado junto a ella.
Por primera vez.
Lucy
No sé por qué.
Ross
En la taza flotaba una mosca muerta.
Lucy
Creo. Entonces empezó la fiebre.

4. La cara
Ross
Pensé. Que no se refería a mí.
Ella nunca me ha notado.
Lucy
Hace más de un año que el imbécil me espía.
Ross
Nunca me ha visto a la cara.
No sabe quién soy.
Lucy
Sé cómo se llama.
Jutta, de Kotti 2, conoce a Olaf, su cuidador en el asilo de indigentes.
Él. El vagabundo. Se llama Alois.
Pero todos le dicen Ross.3
Ross
Mi cara. Dicen. Y el tamaño de mis dientes.
Recuerdan a un caballo.
Lucy
Dicen. Ross. Es inofensivo.
Lucy. Dicen. El Ross.
Se rasura apenas se le han caído dos muelas de hasta atrás.
Todavía la va a hacer espera y verás.
Estudió latín en la escuela.
El Ross.
Te adora se nota a leguas.
Y yo pienso. Me importa un carajo si el imbécil me adora.
Pero su cara.
Me gusta mucho.
Ross
No seguí caminando.
Lucy
Se quedó parado.
Ross
Había traspasado un límite.
Lucy
La fiebre había llegado a mi rostro.
Ross
La respiración de Lucy.
Su nariz se hacía estrecha arriba y abajo.
Las aletas muy anchas
Revoloteaban. Como ollares.
Lucy
No lo sé quizá lloré.
Ross
Quise cargarla como se carga a un potrillo.
A través de las oscuras calles a un blanco lecho de enfermo.
Sentí como reventaba un poro
En la flama sobre mi oreja.
El eczema.
El ron en la garganta.
Y caminé.
Pasé de largo junto a ella.

2
Kotty es la forma coloquial para designar a la plaza Kottbuser Tor, donde se reúnen los
indigentes. Está cerca de la estación de metro del mismo nombre.
3
Ross significa caballo en alemán.
De prisa.
Directamente hacia la sálida.
Lucy
Ya no volteó a verme.

5. El miedo
Lucy
Al principio tuve miedo.
Conoce todos mis lugares mis caminos mis horarios.
Conoce mi vida.
Sabe. A las once tomo la línea uno.
Calle de Varsovia.
Camino a la estación oriental por la calle de los Molinos
A pie con el bajo a la espalda.
Él en diagonal atrás de mí al otro lado de la calle.
Con su hocico de caballo.
Cree. Porque no volteo a verlo no lo veo.
Yo lo sé. Él está ahí. Siempre. Desde hace más de un año.
Pero hace dos días.
Cuando se quedó parado junto a mí.
Cuando la fiebre estalló en mi cara.
Hace dos días no lo vi en la calle de los Molinos.
A veces volteaba a buscarlo.
Y pensaba en el miedo que le había tenido.
Veía el lugar vacío en diagonal atrás de mí.
Y no encuentro palabras.
Para el silencio en la calle.
Él me conoce a mí a mi camino por la noche.
Voy con Annette al bar de la estación de trenes.
Atrás del puesto de donas.
Ahí me quedo hasta la una. Y mi bajo pasa la noche ahí.
A Annette le gusta. Siente que hace algo bueno.
Y lo recibe al bajo por sobre la barra hasta la mañana siguiente.
Yo me siento en el bar.
El vagabundo se queda afuera.
A veces veo su cara bajo el tablero donde se anuncian los horarios de los trenes.
Pero no hace dos días.
Hace dos días estaba yo en paz.
Frente a mí en el bar una botella.
Aguardiente de pera Williams.
Veintiocho euros.
Siempre tomo la botella completa con un vaso pequeño.
Abajo en el sótano está Lidl. 4
Ahí cuesta once. La botella completa.
Pero me gusta estar aquí.
Desde hace años.
En la estación de trenes con Annette.
El barco tras la barra.

4
Lidl es un supermercado barato.
Desde abajo del mostrador todos los días hace aparecer una nueva botella.
Pone maní en un cenicero.
Me llama Tesoro.
Tesoro.
Yo le doy lo que tenga.
Más de veintiocho, no hay duda.
Annette nunca dice nada sobre el montón de monedas en su mano.
Las deja caer en un cajón.
Sin contarlas.
La botella está medio vacía.
Me voy.
Siempre me voy a la una.
Atrás a mis espaldas la botella baila en el estuche vacío.
Él. Hace mucho que no pienso en él.
Apenas cuando estoy de regreso lo veo.
Al final del puente Oberbaum.
Demasiado lejos como para ver su cara.
Sólo su pantalón de campana y su larga cabeza me lo dicen.
Ha vuelto.
Me espía.
Me mira. Después aparta la mirada. Mira el agua como un turista.
Los conozco. Sus movimientos.
Al principio me daba miedo.
Pero en algún momento.
En algún momento me acostumbré a él.
A su mirada desde el rabillo del ojo.
Abro el estuche del bajo.
Pongo la botella a un lado.
Me acuesto en el estuche.
De lado.
Sobre el terciopelo rojo.
Me apoyo sobre el brazo.
La cabeza volteando en su dirección.
Él no voltea hacia acá.
Mira el agua.
Me tomo el resto de la botella. Así. En esta posición.
Con la cabeza de lado hacia él.
Hasta que entro en calor.
Entonces me quedo dormida.
Debajo de mí el agua sobre mí el techo del puente.
Se va.
Mira si todavía hay alguna camita que pueda tomar prestada.
Se masturba por mí y alimenta con su semen a los parásitos en sus sábanas.
El imbécil.
Me despierto entre dos y tres.
Siempre.
Me levanto voy a su lugar al final del puente.
Me acuclillo.
Y tengo que mear ahí mismo.
Hace dos días todo era diferente.
Le enseñé la taza y me dejó en paz.
Caminé a la estación de trenes con Annette y de regreso.
Mis huesos estaban secos mi piel era peligrosa.
Adentro estaba el frío.
Afuera la carne estaba caliente.
El maní ni lo toqué.
Annete la mano abierta las monedas la botella.
Estaba casi vacía.
En el puente dentro del estuche de lado sobre el terciopelo.
No me podía acomodar a su forma.
Vi el final del puente.
Vacío.
Pensé. Cobarde.
Cuando me siento de la mierda me dejas sola.
Me recargo en el brazo tomo la botella.
El último resto.
Se me cayó de la mano antes de que pudiera tomar.
Rodó sobre el asfalto.
Ruidosamente.
Se detuvo bajo un pilar.
Todo estaba en silencio.
Ya no me levanté.

6. La noche
Ross
No podía dormir.
Quería.
Pero no podía.
Lucy
Esa noche siempre sí regresó al puente.
Ross
Pensé en su rostro los labios azules la mosca.
Y en mí.
En que no la había cargado.
A algún lado.
Donde hiciera calor.
Porque Lucy. No duerme adentro. Nunca.
Hoy tampoco.
Lucy.
Está acostada tiene fiebre en el puente Oberbaum.
Lucy
Pasos. Oí pasos.
Ross
Eran las tres de la mañana.
Lucy
Miedo no tenía.
Ross
Me acerqué mucho más cerca que nunca.
Lucy
Lo olí. El licor desde su garganta.
Bajo el velo de mis ojos reconocí su larga cabeza.
Ross
Estaba acostada ahí. Tan pequeña y torcida en ese estuche.
Lucy
Mi piel ardía.
Su aliento se sentía frío de lo cerca que estaba.
Podía apagarme.
De un soplo.
Ross
Contuve el aire.
Lucy
Silencio.
Ross
No pasó nada.
Sobre su sien se movió una gota de sudor.
Lucy
Pensé.
Si me tocas.
Te abro la espalda en canal con mi cuchillo.
Hasta el sacro.

7. Noche de vela
Lucy
Su cara desapareció.
Una tos.
Pero más lejos.
En algún momento perdí sus pasos.
Ross
Una botella de aguardiente.
Lo que sea. Frambuesa pera qué sé yo.
La tomé. La acerqué a los labios.
El aguardiente me mordió la garganta y era dulce.
Pera.
La miré.
Lucy.
Me tomé tu aguardiente.
Lucy
Me volví a quedar dormida.
Ross
Me quedé.
En el otro lado la veía.
En su cama de violín.
A veces podía ver un pedazo de su chaqueta.
Amarilla.
A veces su cabello.
Oscuro.
Me pregunté qué hago aquí.
No lo sé.
Todavía no lo sé.
Sólo sé que no me podía ir.
Lucy
Cuando desperté él seguía ahí.
Ross
Cuando desperté ella se había ido.

8. El día
Lucy
Cómo llegué a la estación oriental de trenes hasta el puente Möckern.
No lo sé.
Toqué el bajo.
Con huesos fríos.
Mi piel ardía.
Yo me helaba.
Bajo los párpados un centelleo.
A ratos me quedé dormida.
La cabeza sobre el vientre del bajo.
El dinero estaba en el estuche.
Sin que nadie lo tocara.
A veces caía otra moneda.
A pesar de que yo estaba dormida.
Y no tocaba.
Ross
Fui a Karstadt. Les abría la puerta a las personas.
Sonreía.
Trataba. De mirarlos a los ojos.
Qué puedo decir.
Me metí en mi papel.
Pensé. Hoy.
Hoy trabajas para dos.
Lucy
Hoy dormí todo el día.
Y gané más dinero que tocando el bajo.
Ross
Por la noche poco antes de las ocho
Compré dos botellas en Aldi. 5
Un vodka y un aguardiente de pera Williams.
El cajero estornudó
Cuando saqué las monedas del pantalón.
Pensé en Lucy.
Sabía que tenía fiebre.
Lucy
Me desperté poco antes de medianoche.
Ross
La estaba esperando.
En el puente Oberbaum.
Sobre un tapete verde de baño.
Debajo de mí el agua sobre mí el techo del puente.
Estaba viendo su lugar.
En el otro lado de la calle.
No tomé ni un trago.
Pensé. Sería algo.

5
Aldi es otro supermercado barato.
Si lo pudiéramos hacer juntos.
Tomar el primer trago.
Yo el vodka.
Ella el aguardiente de pera.
Entre nosotros la calle.
Hermoso de alguna manera.
Lucy
Pesqué el metro de las doce y cuarto.
Ross
A las doce acabé por abrir la botella.
Lucy
Las piernas se me doblaron hacia adentro.
El camino a la estación oriental.
El pensar en ello.
Me dio un sueño espantoso.
Ross
Cuando llegó la botella estaba medio vacía.
Lucy
No lo vi inmediatamente.
Ross
Su cabeza estaba agachada.
Ni rastros de una cara.
Y lenta era toda ella.
Increíblemente lenta.
Lucy
Cuando lo vi tuve que toser.

9. El regalo
Ross
Vete a dormir.
Lucy
Tengo que irme otra vez.
Ross
No tienes que.
Lucy
Ocúpate de tus asuntos.
Ross
Dámelo.
Lucy
No toques el bajo.
Ross
Yo lo cuido.
Lucy
Tú.
Ross
Sí.
Lucy
Lárgate.
Me tengo que ir.
Ross
Ten.
Lucy
Estás loco.
Ross
Para ti.
Lucy
Me dio la botella.
Aguardiente de pera. Llena hasta el tope.
Se fue al otro lado. Al otro lado de la calle.
Sobre el piso sobre una mancha verde.
Con el bajo en los brazos.
A veces me volteaba a ver.
Desde el otro lado.
Con su cabeza de caballo.
Me acosté en el terciopelo del estuche.
De lado.
Tomé el aguardiente acostada.
Hasta el fondo.
Mis huesos estaban fríos.
Mi piel, caliente.
Había olvidado qué estaba adentro
Y qué afuera.
Ya no fui a la estación oriental.

10. La mañana
Ross
A la mañana siguiente ella está ahí.
Lucy
No siento nada. Nada de mí.
Ross
El contrabajo.
Cómo ha de trabajar sin el bajo.
Está sobre mi regazo.
Mi dedo pequeño atorado bajo una cuerda.
Jalo el dedo.
Una cortada en el dedo.
La sangre seca.
Tengo la mano dormida.
Lucy
Él está parado sobre mí.
No lo puedo ver ni oler.
Pero escucho su voz.
Ross
Buenos días.
Lucy
En realidad quisiera sonreír.

11. El frío
Ross
Tiembla en la cara.
Más que los dientes.
La nariz aletea.
La superficie de su piel se mueve de acá para allá.
Como si hubiera algo ahí.
Lo que sea.
Que tira de su piel en todas direcciones.
Su cuerpo se ondula bajo la chaqueta amarilla.
Lucy.
Cómo puede uno consumirse así en pleno mes de julio.
Los pilares arrojan sombras el agua centellea.
El cielo es azul.
Sol.
Hay que llevar a Lucy al sol.
Me arrodillo me acerco a ella.
Ella irradia. Su cercanía.
Es caliente y cortante.
Como un licor.
Lucy.
Hay que llevarte al sol.
Lucy
Apestas
Ross
Me aparto de ella.
Con mi cara. De sus rayos.
Apesto.
Lucy.
Y tú te estás muriendo.
Lucy
Tengo frío.

12. La partida
Ross
Me quiero ir. Alejarme de ella.
Apesto.
Pero algo me detiene.
Quizá sea el contrabajo.
Que yace desprotegido sobre la calle.
Lo que sea.
Tenemos que ir al sol.
Lucy
No me puedo mover.
Ross
Yo te cargo.
Lucy
Si me toc as te abro en canal.

13. El sol
Ross
No la toco. No toco nada de ella.
Lucy
Toma el bajo.
Lo pone junto a mí en la tapa del estuche.
Toma el estuche lo levanta.
Empieza a caminar.
Ross.
Me jala atrás de él.
En el estuche del bajo.
Veo sus dedos la mugre negra bajo sus uñas.
A cinco centímetros de mi cara.
Mis pies chocan contra el terciopelo.
La dura madera atrás.
Están entumidos mis pies.
Ya no hay dolor. Nada.
A veces los veo brincar a los pies.
Cuando hay una piedra en el camino.
A veces se detiene.
Ross.
Toma aire.
Sólo mis pies siguen brincando.
Si alguien se detuvo a vernos.
Si alguien habló de nosotros.
De nuestra marcha por la calle.
Debe haber sido.
No lo sé.
Cuando llegamos al sol cerré los ojos.

14. La vista
Ross
Hay un lugar.
Un pequeño monte en el parque Görlitz.
Más bien una colina.
Desde ahí se pueden ver seis colonias de la ciudad.
Aquí la traje.
En su estúpido estuche.
Por la vista y porque hay sol.
Mi suéter está húmedo.
Mojado y frío de mi sudor.
Y ella.
Está acostada junto a mí.
En el terciopelo en el sol.
Los ojos cerrados.
Y está muy quieta.
La nariz los pies incluso el cabello.
En los labios esa sonrisa.
La sonrisa de Lucy.
Me le acerco mucho.
En esta colina con esta vista.
Mi dedo con la marca de la cuerda del contrabajo.
A unos centímetros de sus labios.
Su piel se ha tranquilizado.
Ya no irradia calor.
Lucy
No me tocó.
Ross
La dejé acostada.
Fría en el sol.
Lucy
Al irse todavía dijo algo.
Ross
Soy Ross.
Lucy
Ya sé.
Ross
Ya no dijo nada.
Lucy
Después se fue.
Ross
El contrabajo me lo llevé.

Oscuro
II.
Fantasmas
Personajes: Marc / Marco
Lugar: Un club en Berlín
1. El trayecto
Marc
Al final pensé.
Debí haberlo sabido desde el principio.
Marco
Desde el principio tuve una sensación rara.
Era uno de esos días.
Marc
Ya desde que iba en el taxi me quise dar media vuelta.
Mi mano se humedeció en mi corva.
Mi pantalón era amplio y de lino.
De lino hombre.
Nadie usa pantalones de lino.
Simplemente me debí haber dado la media vuelta.
Marco
Era un día de ésos donde alguien se sube al metro con un cello
Y empieza a tocar así nomás.
Nadie lo mira al tipo con el cello.
Me da un escalofrío entre las estaciones
Y desearía estar aquí.
Aquí.
Bajo las luces de neón junto a los que leen el periódico en el metro.
En ningún otro lado.
Ese escalofrío bajo la piel.
Ese sonido en los oídos.
Marc
Tal vez quería estar triste.
No sé. Tal vez.

2. El pantalón
Marc
Los bajos de aquí.
Había olvidado los bajos de mierda.
Marco
Había olvidado lo sexy que él era.
Marc
Detonaciones.
Marco
Hace dos años que no lo veía.
Y ahora él hace como si.
Como si no me reconociera.
Eso es tan.
Simplemente cerrar los ojos.
Es tan jodido.
Marc
Sí.
Cerré los ojos.
Para estar más cerca de los bajos de los golpes dentro de mí.
Pared abdominal tapa del cráneo yemas de los dedos
Zonas fronterizas.
Sentí los bajos hasta las puntas de los pies.
Marco
Quizá debí haberlo dejado sentado solo en el bar.
Bebía vino tinto.
Antes nunca estaba solo.
Y vino tinto. Aquí nadie toma vino tino.
Algo.
Pues algo cambió en él.
No lo sé quizá sea el pantalón.
Marc
Los golpes en mis piernas.
En ambas piernas también la izquierda.
En la pierna izquierda hasta la punta del pie.
Estos golpes.
Me dan tanta tristeza.
Estos fantasmas.
Lárguense.
No soy alguien que crea en ustedes.
Yo sé.
Que adentro de este Nike bajo este horrible pantalón
Se esconde una pierna de plástico.
Puntas de los pies hombre.
Me puedo considerar afortunado de tener todavía una rodilla.
Marco
Un pantalón amplio y blanco.
Lino creo.
Marc
Un tipo me mira fijamente.
No a mí.
A mis piernas.
Y se ríe el tipo.
Marco
Me reí no sé por qué.
Era sexy.
No me volteaba a ver.
Pero el pantalón era una mierda.
Marc
Me podría marchar.
Pero eso tarda.
Levantarse equilibrar el peso abrirse camino.
En serio.
De aquí a que me vaya el tipo ése ya dibujó un retrato mío.
Marco
Ahora voltea para acá y yo no puedo.
Ahora.
Simplemente no puedo decir nada.
Marc
Su mirada golpea a mi fantasma.
Marco
Si digo algo voy a tener que gritar.
Marc
Me di la vuelta.
Marco
Caminé hacia él.
Marc
Si dice algo voy a hacerme el sordo.
Marco
Perdón.
Marc
Mi vino se cae de la copa.
No mucho sólo un poco sobre la yema del pulgar derecho.
Marco
Mi mano roza su mano.
La muñeca.
Por casualidad.
De camino al cenicero.
Perdón.
En medio de la barra el roce.
Yo sé.
Y él sabe.
Que no fue casualidad.
Marc
Sonríe.
Marco
Sonríe.

3. Los nombres
Marc
Su cara me resultó desconocida.
Marco
Hace mucho que no te veía.
Marc
A mí.
Marco
Claro que a ti. Eres Marc.
Marc
A ambos lados de la botella de cerveza Becks puedo ver sus comisuras.
Eres Marc.
Lo dice como si fuera verdad.
Marc.
Marco
Lo gracioso es.
Yo soy Marco.
Marc
Eso sí es gracioso.
Marco
Marc y Marco.
Marc
Gracioso.

4. La pestaña
Marc
Bueno.
Pensé que la cosa ya había quedado atrás.
La cosa con los clubes los darkrooms.
Los malditos putos.
Todo este ambiente me caga.
Glory Hole.
Fist Fucking Feat Fucking.
Sling Fuck.
¡Cojamos en el sling!
El cerebro lleno de poppers.
El culo tan abierto como un cielo nocturno.
El problema es.
Que yo necesitaría una mano que me ayudara.
Una mano que me ayude a bajar del sling.
Solo ya no puedo.
Por eso me caga.
Renuncio a es to. Con gusto.
Ya me asqueaba desde hace tanto.
También desde antes.
Antes.
También antes me cagaba.
Todo ese menear el pito mamar el pito beber orines.
En serio.
Pensé tantas veces en mudarme al campo.
También desde antes.
También con dos piernas me hubiera sentido mejor en el campo.
Mejor que aquí.
Salud.
El tipo choca su botella de cerveza con mi copa.
Marco.
Lárgate de aquí tesoro.
Largo de aquí.
No creas que es tan divertido cogerte a un inválido.
Marco
Quédate quieto.
Marc
Qué es eso.
Marco
Una pestaña.
Marc
Mi pestaña está con todo y raíz en su dedo índice.
Y ahora qué.
Marco
Pide un deseo.
Marc
Soplo la pestaña.
Hacia un techo lleno de humo.
Y deseo que te quedes.
Marco
Hoy es tu día de suerte.
5. El juego
Marc
Estábamos muy juntos.
Para entendernos.
Su aliento era tibio y olía a cerveza.
Lo absorbí por la nariz.
Su aliento de cerveza Becks.
Lo almacené en la cavidad bucal.
Todavía.
Junto con sus frases.
No que hubieran sido frases importantes.
Ni una sola.
Sólo su cara.
Era como una esfera frente a mi cara.
Y pensé en un campo de futbol.
Pensé de inmediato.
Va a venir alguien
A arrebatarte la esfera.
Entonces hablé.
Él reaccionó.
Vienes seguido.
Marco
Seguido. Bueno, seguido. Más seguido que tú creo.
Marc
Antes venía muy seguido.
Marco
Ya lo sé.
Marc
Cómo es que nunca te vi.
Marco
Eres un imbécil.
Marc
Soy un imbécil.
Marco
Sí me viste.
Pero me olvidaste.
Marc
A ti no podría olvidarte.
Nunca.
Marco
Eres un imbécil.
Marc
Qué puedo decir. La cosa iba bien.
Manteníamos la pelota en juego.
Nunca antes.
Había pensado en metáforas de futbol.
No podía hacer otra cosa.
Ataque fuera de juego tiempo extra.
Tiempo extra.
Velas dedos labios.
Massive Attack.
La lengua en la oreja.
Alto.
Tiempo fuera.
Tengo que ir al baño.
No me tardo.
A desatornillar la prótesis.
Y después me reí.
A medio juego.
Marco
De qué te ríes.
Marc
De nada.
Marco
En qué piensas.
Marc
En futbol.

6. La presión
Marco
A partir de ahí todo empezó a ir mal.
Marc
A partir de ahí me sentí cans ado.
De estar ahí parado con esta presión sobre la cicatriz.
Con este hombre.
Que piensa que las cosas avanzan.
Entre él y yo.
Que no sabe nada del horror bajo el pantalón de lino.
Del hilacho de piel envuelto alrededor del cartílago.
De la costra bajo la rodilla.
De la cara del muñón.
Que no sabe nada del dolor.
De mirarla.
De mirar la herida.
Que no sabe que mi muñón es blando.
Como si te llenaras la mano con yoghurt.
Así se siente mi muñón en tu mano.
Pero así.
Así no te lo imaginaste.
Y yo soy el último.
En querer arrancarte tus sueños.
Tengo sueño sólo tengo sueño.
Quiero acostarme estar solo.
Quitar el silicón aliviar la presión.
Marco
Qué te pasa.
Marc
Quisiera que se fuera.
Marco
Su mirada se aleja.
Se aleja de mí y va hacia los otros.
Qué te pasa.
Quieres bailar.
Marc
Sí hombre.
Vamos a bailar

7. El grito
Marco
Se levanta.
Lentamente.
Es alto.
Más alto que yo.
Se tambalea.
Se queda parado quieto en la habitación.
Pero algo se tambalea en él.
Marc
Espero.
El tornillo de la prótesis se acomoda en la tuerca.
Lentamente.
Marco
Demasiado vino tinto.
Marc
La presión se hace fuerte.
Más fuerte.
Marco
Alguien lo roza.
Marc
Alguien me empuja hacia un lado.
Marco
Por accidente.
Como sucede en las multitudes.
Pero es un roce no un empujón.
Más bien cuidadoso.
Un roce no un empellón.
Un contacto.
La razón para estar aquí.
El apretujar y el rozar la piel.
Pero él.
Marc.
Grita.
Marc
Grité.
Marco
Su mano en la barra.
Veo cómo sus nudillos se ponen blancos.
Y lo oigo gritar.
Marc
Ten cuidado hijo de puta.
Marco
Ten cuidado hijo de puta.
Sé que no soy yo al que le gritó.
El que lo tocó.
Pero pongo la mano en mi cuello.
Está frío mi cuello.
Como si alguien
Con un golpe
Hubiera interrumpido un contacto.

8. El miedo
Marc
Qué haces.
Marco
Me voy.
Marc
Lo agarro.
No a él a su chaqueta.
Entre dos dedos sostengo una tela
Que es áspera y densa.
No te vayas.
Marco
Qué te pasa.
Marc
No se fijó.
Marco
Fue sin querer.
Marc
Tengo miedo.
Marco
Miedo.
Marc
De caerme.

9. El silencio
Marc
Lo miro.
Marco.
Sus ojos oscuros su cara.
Los grabo en mi memoria.
Bajo la mejilla una sombra.
Su cabello fulgura azul bajo la luz.
Un rayo laser toca su oreja derecha.
Todavía sostengo
Con dos dedos
Su chaqueta.
Grité.
Claro que grité.
El hijo de puta me atropelló.
Yo no caigo como ustedes.
Cuando yo me caigo puede pasar cualquier cosa.
Herida abierta infección amputación total.
Así es esto.
Porque algún hijo de puta no se fijó.
Y él.
Marco.
Me mira con ojos tan oscuros y redondos.
No dice nada.
Piensa.
Eso fue una mierda.
Pura mierda gritar aquí como loco.
Porque él nunca.
Nunca ha tratado de levantarse con una pierna de plástico.
Piensa.
Que soy colérico histérico peligroso.
No entiende.
Que no quiero estar tirado frente a él.
Como un escarabajo de lomo redondo.
No entiende.
Que le quiero evitar eso.
Todo esto.
Sencillamente no me entiende.
Lo suelto.
Suelto su chaqueta.
Y se va.
Simplemente se va.

10. El escarabajo
Marco
La cabina es pequeña y roja.
Los bajos de afuera hacen un ruido sordo.
Como golpes a través de cojines de sofá.
Apesta.
Llévame si te atreves.
Está en la puerta.
Un número de celular negro sobre fondo rojo.
Frente a la puerta dos voces de hombre una risa.
Después alguien le baja a un excusado.
Qué te pasa.
Salte vete a bailar déjalo parado.
La columna junto al bar.
Él grita y calla te mira despectivamente.
A todos.
Con su vino tinto y sus pantalones feos.
Una botella cae al suelo.
Dos pedazos de vidrio vuelan hacia mí en la cabina.
El problema es que.
Hay algo bajo mi piel.
Un escarabajo.
Se mueve en la palma de la mano se multiplica en el pliegue del codo.
Se dispersa en la espalda en la región lumbar en la cabeza.
Y yo no sé.
Qué pensar de él.

11. El pedazo de vidrio


Marco
El piso está pegajoso.
Los pedazos de vidrio crujen.
Uno se queda.
Debajo de la suela de mi zapato.
Trato de quitarlo.
Mirando el orinal.
Marc
Qué haces aquí.
Marco
Estoy bailando
Marc
Sólo quería decir.
Marco
Qué.
Marc
Lo que quería decir.
Es.
Yo te quisiera.
Marco
Qué.
Marc
Yo me quisiera despedir.
Marco
Despedir.
Marc
Sí.
Marco
Aquí.
Marc
Sí.
Marco
Por qué.
Marc
Hay menos ruido aquí que afuera.

12. La salida
Marc
Con los ojos mido el camino hacia la salida.
Nueve metros en línea recta.
Si nadie interfiere.
Echo a andar.
Su mirada en mi espalda.
Desplazamiento del peso.
Mi cuerpo en posición diagonal.
Inclinado hacia la derecha.
Así comienzan las lesiones en la cadera.
Dicen los médicos.
Utilice su pierna. La izquierda.
Confíe en la construcción.
Me pongo en marcha.
La fricción de la costra en el silicón.
Su mirada en mi espalda.
El labio superior en la mandíbula inferior.
Nueve metros.
Una vena palpita en el cuello.
La cabeza va más lejos ya que el cuerpo.
Mi cuello se tensa.
Marco.
Sé que está viendo esto.
Los nueve metros.
Y estoy contento.
De haberme evitado esto.

13. La espalda
Marco
Cojea.
Va directamente a la salida.
Lentamente en una línea recta.
Sin voltear hacia atrás.
Pero cojea.
Quizá tuvo un accidente una lesión en la rodilla.
Una amputación.
Algo.
Me importa un carajo.
Sólo quiero que voltée hacia atrás.
El hijo de puta.
Me imagino que corro hacia él.
Que le meto el pie
Simplemente
Desde atrás.
Los dos reiríamos.
Rodaríamos sobre el suelo.
Y nos besaríamos a dos metros de la salida.
Cojea.
Abajo el pedazo de vidrio ha encontrado su camino.
De la suela a la carne.
Me quedo parado lo veo irse.
Con el vidrio en el talón.
Cómo se va.
Por la puerta.
Sin voltear hacia atrás.
Con la cabeza por delante.

Oscuro
III.
Los ojos de Nazife
Personajes: Nazife / Leon
Lugar: Un edificio viejo en Berlín
1. La puerta
Leon
Todo empezó con la puerta.
Una confusión.
Como pasa a veces algo medio tonto.
Nazife
Mierda el timbre dónde está el cuchillo.
La mirilla.
Un tipo redondo en la mirilla con un tulipán.
Con un tulipán hombre.
Miedo.
Olvídalo hombre tú no me das miedo.
Leon
Cuando se abrió la puerta.
Entonces pasó.
Qué te puedo decir.
Me quedé sin palabras.
Todavía.
Vaya que la mujer tenía cabellos.
Quise sumergirme en ellos muy oscuros y suaves.
Amasar amasar amasar.
Los ojos. Profundos como mares los ojos.
Como si estuvieran tristes. O hambrientos.
Los zapatos. Pantuflas.
Estúpidos peluches con cara de gato.
Nazife
Es un poco raro el tipo.
Trae puesta una falda. Con el tulipán.
Me mira fijamente.
El cuchillo hombre no lo olvides.
Leon
Hola. Soy Leon. ¿Soy el primero?
Nazife
Soy el primero.
Imagínense.

2. El lema
Leon
Dónde está Axel. No es ésta la fiesta de Axel.
La del lema.
Verdad que no era broma.
Mujeres de frac sin acompañante.
Hombres de falda y con tulipán.
Nazife
Le digo. No es aquí. La fiesta de Axel.
Es en la casa de atrás.
Piso correcto casa equivocada.
Algo tiene el tipo.
Algo simpático.
Le digo, soy Nazife.
Leon
Soy Nazife. Qué locura. Y la voz.
Quedarse un poquito. Todavía.
Casa equivocada. Lástima.
Nazife
Sí. Lástima.
Leon
Por qué no vienes conmigo.
Nazife
Fiestas con lema me cagan.
Leon
A mí también.
Nazife
Y entonces me da el tulipán el tipo.
Eso sí fue algo.
Regalarme el tulipán.

3. La fiesta
Leon
Y entonces me da con la puerta en las narices.
Eso fue bastante inesperado.
Apenas soy Nazife y eso.
Korucu.
Dice junto a la puerta.
Si apenas estaba empezando algo.
Entre Nazife y yo.
Korucu toda la boca en O.
Y ahora fiesta.
En la casa de atrás súper.
En el pasillo cerveza Becks se filtra por la alfombra.
El DJ Rumbato pone música usando gafas de concha.
No soy el primero.
Karl Heinz juega solo a los palitos chinos sobre el refrigerador.
Elke manosea a Axel bajo el vestido azul.
Hombre Leo donde está el tulipán qué falda tan loca.
Hago el intento en la fiesta.
Un poco de Becks algunos porros papitas fritas.
Nazife.
De la casa de enfrente.
No te puedo quitar de mi piel.
Werner se puede parar de cabeza en minifalda.
Tini mete su lengua en la oreja de Hanna.
Beate con nada puesto bajo el frac.
Hombre Leon no fumes tanta hierba.
Soy Nazife. Qué locura. Lástima. Sí. Lástima.
Me quedé dormido. Muy suavemente.
Cuando despierto están aspirando.
Nazife.
Qué es ese ruido.
Hombre Leon tan buena que estuvo la fiesta y tú dormido.
4. La basura
Nazife
El tipo de ayer con la falda.
Leon
Nazife.
Nazife
Nada menos que junto a la basura.
Leon
Nazife baja la basura.
Viste ropa de deportes.
Nazife
Esto de la basura ya es algo.
A esto le llamo participar en la cotidianidad.
Me acompaña a mi puerta.
Todos los días.
Leon
Tengo que hacer algo para aprovechar esta suerte.
Esto no pasa todos los días.
Haz algo.
Nazife
Hacer las compras es más difícil.
Leon
Haz algo.
Nazife
Mañana tengo que hacer las compras.
Leon
Está a punto de irse.
Nazife
Se ve pálido y más delgado.
Como si hubiera bajado de peso.
Está a punto de decir algo sobre la basura.
Leon
Todavía no lo creo.
Trae puestos los peluches en los pies.
No te vayas.
No te vayas de mi piel.
Nazife
Está a punto de decir algo.
Leon
Di algo.
Nazife
Di algo.
Leon
Buenos días Nazife de la casa de enfrente.
Nazife
Buenos días. Qué tal la fiesta.
Leon
Pues fiesta y ya.
Nazife
Lema de mierda.
Leon
No fue por el lema.
Nazife
De todos modos mierda.
Leon
Fue por ti.

5. El ritmo
Nazife
Ahora todo va muy rápido.
Estamos intercambiando códigos.
Bueno eso con la basura no estuvo tan bien.
Pero por lo demás.
Las miradas pequeñas sonrisas esas cosas.
Ya desayunaste.
Leon
Eso no era lo que yo quería.
Ya desayunaste.
Muy rápido demasiado rápido.
Pensé en algo más largo.
Con Nazife.
La fase de la conquista.
Número de teléfono un café quizá también un concierto.
Un beso en medio de la multitud.
Hacer que todo callara.
Muy lentamente no de inmediato.
Ya desayunaste.
Todavía no.
Nazife
Ven conmigo.
Leon
De veras.
Nazife
De veras.
Leon
Claro que fui con ella.
Nazife
Claro que vino conmigo.

6. La puerta
Leon
Otra vez la puerta de ayer.
Korucu.
Eres turca.
Nazife
Eres fascista.
Leon
No.
Nazife
Yo sí.

7. Los ojos
Leon
Yo estaba a la búsqueda.
A la búsqueda de sus ojos.
Ayer dije tristes o hambrientos.
Hoy. A la luz del día. Digo animales.
Suaves y salvajes las dos cosas.
Los ojos de Nazife.
Nazife
Ven conmigo.
Leon
Yo tenía miedo y estaba excitado las dos cosas.
Excitado por Nazife.
Nazife
Cómo llegaste a mí.
Digo. Es un honor.
El nombre en la puerta. Bien bien.
Debe haber algo más.
Digo. Para que me escojas.
Confiésalo.
Me echaste un ojo.
Estoy aquí completamente sola.
No tengo un hermano escondido en el armario no tengas miedo.
Completamente sola.
No fue tonto de tu parte muy listo.
Leon
Empieza a hablar y me mira de lleno a la cara.
Cada vez se vuelve más bella más bella.
No entiendo lo que dice.
Tampoco sé ya bien a bien cómo fue todo.
La puerta el nombre el tulipán la fiesta.
Algo me pone triste.
Quizá es la sensación
De ser confundido con alguien más.
Nazife
Ojos grandes.
El tipo tiene ojos verdaderamente grandes un poco tontos.
Me mira fijamente enfundado en su falda.
Atrás de nosotros la recámara.
Leon
La puerta a la recámara.

8. Los zapatos
Nazife
Pregúntale a la chica si va a correr.
Siempre traen puestos zapatos tennis los turcos.
Mira Puma.
Haz algo ella se está impacientando.
Ya brota ajo de los poros.
Las agujetas. Las dos.
Leon
Haz algo haz algo.
De pronto hay tanta fuerza.
No se ve esa fuerza.
Me tira al suelo con un brazo.
Y es tan delgado ese brazo.
Estoy tendido en el suelo.
Junto a mí los tennis Puma.
Les quito las agujetas.
Simplemente se las quito.
Nazife
Anda.
Leon
Una cama bastante angosta.
Nazife
Estamos muy cerca.
Él está excitado y sonrojado.
Por el rabillo del ojo.
Veo resplandecer el tulipán de ayer.

9. La mirada
Leon
Silencio.
Nazife
No pasa nada.

10. El cuerpo
Leon
Se quita toda la ropa de deportes.
Eso se ve tan tan absolutamente.
Infantil.
La cabeza en las mangas el pantalón se atora en las pantuflas.
Desnuda.
De repente está desnuda.
Nazife
Ya está.
Leon
Ella es un prodigio.
Yo todavía traigo la falda puesta.
Se aleja de mí.
Yo dejo que la falda se deslice por mis piernas.
Nazife en la cama.
Boca abajo.
El mar de su cabello sobre su rostro sobre todas las cosas.
Nazife
No te atrevas. Ni una sola vez.
A mirarme.

11. El otro
Leon
Su voz se ahoga en las almohadas.
Pero suena fuerte.
Como si hubiera alguien más.
Yo me quedo parado en silencio.
Nazife
No te quedes parado hombre las agujetas.
Amárrame las sucias garras.
Y tú en la cama te callas el hocico.
La cabeza en la almohada y cállate el hocico.
De por sí nadie entiende lo que dices.
Leon
Como si hubiera alguien más.
Nazife
Ya hombre las agujetas.
Leon
Éstas.
Nazife
Anda ya.
Leon
Lo hice.
Nazife
Más apretadas hombre.
Leon
Las apreté tanto.
Tanto que la piel se desbordaba a ambos lados del cordón.
Nazife
Ahora los pies.
Leon
Para los pies no había nada no había cordón.
Sólo miro sus pies.
Las plantas rosadas.
Y las quiero tocar con el dorso de mi mano.
Qué está saliendo mal.
Nazife
Mierda.
Leon
Me tengo que ir.
Desamarrarla e irme.
Nazife
Falta alguien. Alguien sostenía los pies.
Leon
Quién sostenía los pies.
Nazife
El otro. Hombre. El otro.

12. El nombre
Leon
Nazife.
Nazife
Ya párale con Nazife.
Nazife no está aquí.
Mira a la novia.
Te la vas a acabar solo.
Sabes por qué.
Sabes por qué.
Sencillamente porque no se moverá.
Leon
Nazife.
Nazife
Te la vas a acabar solo.
Leon
Ella abre las piernas.
Yo estoy en medio.
No sé nada. Nada.
Estoy parado frente a la cama frente a su culo.
En mi camiseta un veintiocho rojo.
Por qué.
Nazife
Se va a quedar quieta no tengas miedo.
Leon
Mírame.
Nazife tu cara.
Nazife
¿Ya te has cogido un culo turco?

13. El camino
Leon
Mírame.
Qué es lo que quieres.
Nazife
Qué quiere.
Tu verga hombre tu verga.
Tu blanca verga en su sucio culo.
Leon
Es suficiente es suficiente es suficiente.
Duro. Mierda. Duro.
Estoy con ella.
Trepo sobre su cuerpo.
Sobre la parte trasera de su cuerpo.
Hasta su cabello.
Su mar de cabello.
Es un largo camino.
Mis huesos en sus huesos.
Rastros sobre su piel.
Rastros míos.
Meto las manos.
En sus cabellos.
Mi aliento penetra hasta sus oídos.
O pasa a un lado.
No sé nada. Nada.
Nazife
Soy una montaña.
Un ascenso un paisaje.
Soy un camino.
Descanso a las orillas. Descanso a las orillas descanso.
Alguien pone un pie sobre mí se arrodilla.
Golpea con la frente y los codos.
Todo lo que es duro y puntiagudo.
Soy un camino recorrido registrado.
Me quedo donde estoy me quedo donde estoy.
Del principio al final al principio.
Para reencontrarlo siempre reencontrarlo.
Descanso.

14. La cabeza
Leon
Su respiración
No la oigo no la siento.
Nazife
Mi cabeza.
Leon
Su cabello.
Una superficie oscura.
Inmóvil.
Nazife
Mi cabeza hacia arriba por encima del cuello.
Jala mi cabeza desde las raíces.
La deja caer.
La jala hacia arriba.
Una y otra vez una y otra vez.
Leon
No hay cara.
Nazife
Mi lengua.
Leon
No sé si está viva.
Nazife
Mi mandíbula clip clap clip.
Leon
Grito.
Nazife.
La agarro de la nuca.
Como a un conejo.
Mírame.
Por favor.
Mírame.
Nazife
La lengua contra los dientes la lengua contra los dientes.
Leon
Hecho.
Su cara piel sus ojos.
Los ojos de Nazife.
Su boca.

15. La sangre
Nazife
Se está volviendo líquido aquí adentro.
Trago toso escupo.
Lo que sea.
La boca me sabe a hierro.
Leon
Corre sangre sale sangre.
Desde su barbilla hasta la almohada.
Me mira.
Desde la nuca que mi mano voltea.
Ella sonríe.
Me sonríe.
Nazife
Él no sabe nada. Nada.
Leon
Estás sangrando.
Nazife
Lo dice con voz muy queda.
Leon
Estás sangrando.
Nazife
Ahora lo dice más fuerte.

16. La pregunta
Leon
Mierda. Por qué sangras.
Nazife
Por qué.
Leon
Es tu culpa.
Nazife
Sí.
Leon
Es tu culpa no mía.
Nazife
Lo haces muy bien.
Leon
Yo no hago nada. Nada.
Nazife
Así sin amigo.
Tú solo.
Leon
Ya basta.
Deja de sangrar ahora mismo.
Nazife
Sigue así.
Leon
Ya basta.

17. El coraje
Nazife
Termina esto.
Cobarde.
Acábala.
Cobarde.
Muéstrale quién eres.
Yo detengo las piernas tú sostenla a ella.
Tú. Tú debes mostrarle quién eres.
Enséñale lo único que entiende.
Entiende con el culo.
Sólo con el culo.
Muéstrale lo que opinas de eso.
Muéstrale quién eres.
Muéstrale quién es ella.
Cobarde.
Muéstrale
Leon
Te lo voy a mostrar.
Nazife
Sí. Muéstraselo.
Leon
Se lo voy a mostrar.

18. Las flores


Nazife
Soy una hendidura.
Una hendidura en el paisaje.
Una fisura en las montañas.
Ven. Vamos a jugar a la fisura en las montañas.
Primero tú. Luego yo.
Hola. Soy Leon.
¿Soy el primero?
Aquí no te vas a caer al vacío no tengas miedo.
Agárrate fuerte.
De mí.
Con las uñas los dedos de los pies los dientes.
Imáginate algo.
Conmigo.
Muerde golpea.
A través de mí.
Descanso a las orillas. En medio. Descanso.
Hola. Soy Leon.
Lástima. Sí. Lástima.
Déjame algo.
Algo tuyo.
Algunas flores en la piel.
Tulipanes.
Soy un camino.
Principio y final y principio.
Flores a las orillas.
Tulipanes.
Mañana tengo que hacer las compras.
Mañana.
19. El día
Leon
Afuera brilla el sol.
En mi pecho resplandece un número rojo.
Axel.
En el contenedor de vidrio usado.
Hombre Leon se te olvidó algo
Mi falda se resbala no se sostiene en las caderas.
Como si hubiera bajado de peso.
Nazife.
De la casa de enfrente.
Olvidé.
Volver a mirarla a los ojos.

Oscuro

Septiembre 2005.

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