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LA IMAGEN EUROPEA DEL NUEVO MUNDO EN LOS TIEMPOS DEL CONTACTO.

la aventura de la búsqueda-viaje

El tópico de la busqueda-viaje lo tomamos de cultura e imperialismo (2004) del ensayista palestinos


estadounidense Edward W. Said. Tópico que emerge de las imágenes que proyectó la literatura europea
sobre el mundo no europeo, así como los relatos de los exploradores y etnologos que en el siglo XIX lo
recorrieron. El propósito es descubrir la imagen de un mundo que durante su vida colonial perdió mucho
de su ser,para luego reimaginar esas partes borradas y asumir su rescate.

Esta búsqueda-viaje fue practicada en el nuevo mundo del siglo XVI por descubridores y conquistadores
que generó la continuidad del poder político basado en testimonios recogidos en diversos ámbitos
geográficos.

Descubridores y conquistadores, así como expresa Beatriz Pastor en su libro Discurso narrativo de la
conquista de América (1983) actuaron bajo el influjo no sólo del oro, gloria y evangelio, sino de un cuarto
factor, la fascinación por lo maravilloso.

Esta fascinación no obró en la realidad auténtica del nuevo mundo, sino que se echó a camino a la
búsqueda y encuentro con otra América: la irreal. Influyeron sobre este impulso los viejos mitos y las
novelas de caballería. Influyeron poderosamente el mito de la fuente de la juventud y el de las siete
ciudades encantadas. El primer relato del prolífico historiador y sociólogo argentino Enrique Gandía,
refiere que fue John de Mandeville, el viajero que en sus relatos citó un manantial que concedía la
inmortalidad y se llamaba Fons Juventutis. Esta narración encontró en América una tradición similar
diseñada en un extenso territorio desde el orinó con Hasta la Florida, hablaba de la existencia de
numerosos ríos maravillosos que devolvían la juventud a quien bebiese o se bañase en ellas.

Su búsqueda impulsó las expediciones, aunque fracasaron. El segundo mito pertenece a Portugal
medieval y fue registrado por Fernando Colon y cronistas posteriores a él. Cuenta que al producirse la
invasión musulmana que derrotó a Don Rodrigo de España, siete obispos portugueses huyeron de su
país, cuando sus embarcaciones arribaron a una isla imaginaria de nombre Antilla quemaron sus naves y
luego cada uno fundó una ciudad. Este relato halló su semejante en México, habla del origen de las siete
tribus nahuas. Fue comentada por un aborigen cautivo llamado Tejo, quien aseguraba que en un
desierto del norte de México estaban dichas ciudades maravillosas.

Hubo soñadores que inventaron mundos exóticos. Seguramente el más extraordinario fue Fray Marcos
de Nizza quien durante y después de una exploración inventó un mundo deslumbrante. El funcionario
español fascinado por descubrir y poseer aquellas regiones maravillosas, decidió organizar Una
expedición que debía recorrer el sur del territorio norteamericano. En 1539, dicha expedición no
encontró ningún territorio fascinante que prometía la narración del indígena Tejo , sin embargo, el
franciscano con su Relación del descubrimiento de las siete ciudades contribuyó a la impostacion
definitiva en la imaginación española de la existencia de las siete ciudades encantadas..
D. Antonio Mendoza deslumbrado por la relación del Fray marcos de Nizza organizó una expedición
encaminada a descubrir tales ciudades pero no las halló. El informe fue entregado en secreto al virrey
quien aún no convencido de la verdad, ordenó la marcha de otra expedición al mando de Vasquez de
Coronado quien dio por cierta la no existencia de ninguna ciudad encantada.

La serie de relatos místicos y de aventuras no fue cancelada, apareció una nueva versión, la del indígena
conocido como Perico que fue capturado en una batalla, aseguró la existencia de Yopaha, país grande,
rico en oro que era extraído de minas, lo que indujo a Hernando de Soto a realizar una expedición en
1540, expedición que fue un fracaso, como la de Pone de León en 1512 quien partió en busca de la
fuente de la juventud.

Por esta misma ruta ficcionadora, en el sur americano nacieron otros territorios: El dorado, el país de la
canela y de los omaguas, todos vinculados a la teoría europea cosmografica que campeaba en esa
época.

El viejo mito de las amazonas que el mundo venía soñando desde Homero y durante la edad media,
también se desplazó al sur de América. Las amazonas eran mujeres guerreras que combatían desnudas,
que toleraban al varón solamente para hacerse preñadas. Este mito impulsó expediciones cuyo objetivo
era encontrar ese lugar u otras regiones ricas de las que antes Benalcázar, Federman y Ximenez de
Quesada habían escuchado hablar en sus travesías. Ximenez de Quesada imaginaba El dorado como una
ciudad de oro y tan grande como sevilla. En 1514 una expedición lo buscó, no lo encontró pero retornó
con la noticia de la existencia de otro territorio rico, el de los Omaguas. A la conquista de este nuevo
territorio marchó en 1514 la expedición de Gonzalo Pizarro que también tuvo en su proyecto de
conquista la región de la canela. Pizarro fracasó y en su relación informaba al rey que la región era pobre
y deshabitada y de su conquista no sacaría ningún provecho.

Años después, en 1560, Pedro de Ursúa, Guzman y Lope de aguirre intentarían arribar a El dorado. El
destino trágico de esta expedición fue narrado en su primera parte por Pedro Simon y la relación
publicada en 1627.

La imagen europea del nuevo mundo al cerrarse el siglo XVI tiene en Montaigne una connotación entre
fabulosa y realista. En sus ensayos hay una suerte de síntesis de su visión que no concuerda con la que
tuvieron otros autores que escribieron en Francia sobre este mismo tópico. Casi todos escribieron
usando datos de viajes no realizados sino imaginados o relatos de mercaderes que confundieron el
nuevo mundo con otras regiones.

Montaigne imaginó al Perú con el Cusco como centro donde la riqueza era espantosa magnificiencia. Fue
él quien originó el concepto del "buen salvaje" que en el siglo XVII redondeó la conciencia de una "edad
de oro" mítica. Fue quien al nuevo espacio descubierto llamó en contraposición a quienes pensaban que
era una continuación de Europa : Nuevas indias,Indias nuevas, nuevo mundo. Y fue también él, quien
impostó el pensamiento de que cuando el nuevo mundo no haga mas que entrar en la luz, el otro saldrá.
Mitificación. Desmitificación.

A la etapa de los grandes proyectos del descubrimiento y de la conquista, signada por la ambición de
someter y poseer los territorios maravillosos, Beatriz Pastor llama El tiempo del discurso mitificador, esta
signado por un proceso de ficcionalizacion que en primera instancia parte de la visión colombina de
América. Colón no estuvo convencido que las tierras que conoció y recorrió constituían un nuevo ámbito
geográfico, para él correspondían a los territorios de las costas orientales de Asia de acuerdo a sus
conocimientos adquiridos de la ciencia geográfica de platón, Aristoteles, Alberto Magno, San Anselmo,
Avicena y Ptolomeo. La imagen que Colon tuvo de América fue ficticia y lo paradójico sucedió. Después
del 12 de octubre de 1492 no ocurrió un conocimiento real del mundo recién llegado a conocer por él,
sucedió todo lo contrario, su desconocimiento continuó y se acentuó.

El libro de Marco Polo pesó mucho en la instrumentalizacion del nuevo mundo no sólo en el imaginario
sino también en la realidad. Colón, no solamente produjo un mundo literalmente fantástico sino otro útil
al mercado europeo. Sobre esta base, que hoy a nuestra vista es netamente colonialista, la política
posterior del descubrimiento se desarrolló como acto que englobaria la "depredacion" la "degradación"
y la " explotación" que Bartolomé de las Casas denominó aniquilamiento o destrucción de las indias.

Al producirse la reducción de la obtención del oro, así como el descenso demográfico de la población
nativa y el no satisfactorio rendimiento de la agricultura, se abrió la perspectiva de conquistar territorios
de tierra firme donde habían riquezas. Hernan Cortés fue un hombre que tras un acto de desobediencia
al gobernador de Cuba Diego Velasquez, partió el 15 de febrero de 1519, este conquistador fue tomado
como modelo, tuvo en Gómana un falsificador de la realidad. Cortés en sus cartas-relación manifiesta al
rey únicamente lo que a este le interesa y oculta la realidad real. Esa manera de encubrir la realidad al
escribir producía proyectos historiograficos que combinaban lo real con lo fantástico. La ficcionalizacion
del proceso de la conquista, es en Cortés diferente a la del almirante genovés, el ingrediente nuevo que
Cortés añadió a la ficcionalizacion es el del riesgo de romper el orden, en su caso dicho orden estaba
sustentado y representado por Diego Velasquez y más tarde por Pánfilio Narvaez. Este rasgo desvela la
capacidad racional de este conquistador, pues llegó a separar la praxis política de los ideales del
cristianismo.

El discurso mitificador de la conquista, estuvo coronado por el triunfo y la esperanza de conquistar


territorios donde sería saciada la sed de oro, bienestar y riquezas. El discurso desmitificador fue el del
desencanto y del fracaso.

La serie de errores y la cancelación de la aventura-búsqueda de tesoros en territorios fabulosos


inexistentes o existentes pero inaccesibles debido al desconocimiento cartográfico de las nuevas tierras,
fueron elementos que jugaron un papel de ensambladores. Tanto el discurso mitificador como el
desmitificador no se dieron dentro de un orden cronológico que supone un desarrollo lineal de los
acontecimientos sino que se dieron de modo simultáneo y a veces en forma paralela.
El discurso desmitificador desveló una serie de elementos característicos del nuevo mundo que se
vislumbró como una realidad concreta y no soñada acorde con la maravilla de los mitos. La naturaleza no
se mostró difícil con su vastedad de tierras desérticas o terriblemente abruptas, con mares tempetuosos,
selvas intrincadas con insufrible ardor tropical, con pantanos y ríos bravos. El comienzo del discurso
desmitificador esta en la carta de Jamaica de Colón en la que trata de descubrir de la manera mas
comprensible una naturaleza ante cuya hostilidad la fuerza humana es inocua. A esta naturaleza se
asocia el sufrimiento humano.

El discurso desmitificador tiene sus episodios dramáticos en los fracasos de las expediciones de Ponce de
León (1512), de Pánfilio de Narvaez (1526), de Hernando de Soto (1539), y de Vasquez de Coronado
(1540). Pero los episodios rudamente trágicos de este fracaso están expuestos en otras dos relaciones.
La primera Los naufragios, escrita por Álvar Nuñez Cabeza de vaca y ña segunda por Francisco de
Vasquez que logró sobrevivir a la carnicería desatada por "los marañones" en la expedición de Pedro de
Ursúa y Lope de aguirre. Los naufragios publicada en 1542 es el relato de la expedición de Pánfilio de
Narvaez, desastrosa desde un principio.

La relación de la jornada de Omaguas y El dorado se titula el texto desmitificador de Francisco Vasquez,


sobreviviente de la expedición de Pedro de Ursúa encargada de hallar por orden del virrey del Perú,
Andres Hurtado de Mendoza, los reinos dorados. Los conjurados en la creencia de que Ursúa estaba
hechizado por una mestiza y temerosos del fracaso conspiraron. Encabezados por Lope de aguirre lo
eliminaron. Aguirre asumió el mando y nombró gobernador a Fernando de Guzman, a quien más tarde
cuando rompió con España lo proclamó príncipe de tierra firme, Perú y Chile. Desechó la conquista de El
dorado, planeó ir a Panamá para organizar la conquista del Perú. Llamó a sus hombres "los marañones",
todos guerreros feroces.

Sus tropelías le acarrearon el abandono y odio de sus hombres hasta que fue asesinado por dos de sus
marañones. Fue Fray Pedro Simón quien relató su muerte (1626).

La increíble expedición de Lope de aguirre en el trópico, es dentro del discurso desmitificador, el más
trágico testimonio de la cancelación de búsqueda de tierras ignotas y maravillosas. A estas notas del
discurso desmitificador hay otras que se extienden, la geografía del fracaso en la que despunta la
nostalgia. Nostalgia de la tierra y el hogar que se quedaron atrás, la lejanía del mundo del que partieron
y la posibilidad de retornar que se hacía neblinosa o en todo caso una incógnita. Por eso a las ciudades
que fundaron les asignaron los mismos nombres de sus ciudades nativas o en otro caso le pusieron
nombres de santos cristianos o los antepusieron a las denominaciones autóctonas. Así nacieron en el
nuevo mundo ciudades con nombres que duplicaban los de muchas ciudades españolas.

Imagen de América: siglos XVII, XVII, XIX.

En 1599, al finalizar el siglo XVI fue publicado el texto de Walter Raleigh, referente a su viaje a la Guayana
y al Orinoco en 1595. Su libro traducido al alemán, italiano, francés y holandés obtuvo una rápida
difusión debido a la fiebre aventurera que despertaron los descubrimientos de los portugueses y
españoles.
La poetizacion de la América continuó con la obra de Antonio de León Pinelo: El paraíso en el nuevo
mundo. Historia natural y peregrina de las indias orientales, publicada en 1656. América aparece como la
encarnación de viejas profecías.

Por otra parte, en este mismo siglo, la visión que tenían del nuevo mundo los franceses no provenía de
las crónicas erróneas escritas por marinos que acechaban las presas coloniales de España, sino de
quienes no lo habían visto nunca y todo lo que sabían era de oídas. Por lo tanto lo que escribieron es una
mezcla de noticias y fábulas inventadas para la satisfacción de los libreros.

En el siglo XVIII, época de la ilustración, los viajeros franceses que llegaron al nuevo mundo fueron
científicos en misión oficial y no visitantes que actuaban por cuenta propia. Los viajeros oficiales vieron
al nuevo mundo como una región lejana, atrasada aunque rica en recursos. De manera general en los
años del siglo XIX los informes fueron contradictorios.

Pero si en estos fue borrado lo fantasioso, en cambio asomó la imagen del indígena, no el de la tradición
dorada, sino el que habiendo salido de los duros años coloniales no había sido beneficiado con la
independencia, por ejemplo para los franceses Grasset Saint Sauver y H. Azais, según Pablo Macera, el
indio no dejaba de ser una "bestia".

Percepción europea del nativo americano.

Desde un principio fue percibido de manera positiva, Colón lo percibió como objeto mercancía, Cortés
como humano que no había llegado a su plenitud y necesitaba protección, Álvar Nuñez Cabeza de vaca
como un humano primitivo. La percepción discordante pertenece a Alonso de Ercilla, para quien el
nativo era igual al europeo, poseedor de valores y de libertad.

Las controversias que engendró la percepción europea del nativo americano en la etapa de la conquista
cobró vigencia al producirse en 1550 la disputa de Valladolid entre Juan Gines de Sepulveda, cronista real
de Felipe II y Bartolomé de las Casas. Para Sepulveda era lícito y justo reducir por las armas a aquellos
cuya condición natural es la de obedecer a otro. Las casas interpretando a Aristoteles distinguió custodia
tipos de barbarie. El primero que demuestra rareza, ferocidad, desorden que va contra las buenas
costumbres, segundo pertenece a los pueblos que no hablan griego o lo hablan mal, tercero a los que no
se pertenecen así mismos, que son capaces de ser de otro, el cuarto corresponde a los extraños en la
ciudad de Dios, idea que se confunde con la concepción cristiana de los infieles. Las casas inspirado por
el deseo de demoler la hipótesis de Sepulveda desarrolla sus ideas entorno a la esclavitud por
naturaleza. Discute el concepto de barbarie y su aplicación a los indios americanos.

La dicotomia civilización/barbarie de antigua data nació en escenarios donde se produjo el encuentro de


dos pueblos con culturas diferentes y que así mismo esas tenían distintos niveles.

En el escenario del siglo XIX ocurre el despegue del capitalismo industrial. Los ricos estados europeos
bajo el lema de "enriqueceos" desarrollan la teoría de las "zonas de influencia" nombrando con esa las
zonas del mundo donde es posible vender sus productos y de donde al mismo tiempo también es
posible extraer insumos para la cada vez más ambiciosa industria europea. Los estados convertidos en
potencias militares apoyan la penetracion de sus núcleos capitalistas en las zonas de influencia
apareciendo así el capitalismo imperial del que Inglaterra es su cabeza.

Emerge nuevamente la dicotomia civilización/barbarie. Nacía la ernologia como una ciencia de las razas
que se encaminó a historiar a la humanidad fundamentando la superioridad del hombre blanco que fue
reconocido como forjador de la civilización. El corolario, Europa era el centro de la civilización y el afuera,
era el espacio de la barbarie donde todo, el hombre y el paisaje eran otros. Se estableció una dicotomia:
Europa/América.

A mediados del siglo XVIII la dicotomia civilización y barbarie se mundializó al ser introducido el
concepto racial que se añadió a la cultura que primó anteriormente. Desde entonces los bárbaros no
sólo eran los pueblos que estaban fuera de Europa, sino también los que no tenían la piel blanca.

Como yodo viajero que vino al nuevo mundo y que al retornar a su país se dedicó as escribir un libro o
informe en base al material que acopió, Ordinaire también lo hizo. Acentuó su eurocentrismo a la par
que también aguzó su percepción de que el mundo mundo de las jóvenes repúblicas latinoamericanas
correspondían a la periferia, al mundo de los otros. Estos "otros" latinoamericanos físicamente
comparados con los europeos son en a conjunto imágenes que discrepan del canon de belleza occidental
cuyos iconos son las estatuas griegas y del renacimiento, en tanto que los europeos son físicamente
altos, esbeltos y blancos; los indios y mestizos son de baja estatura, gordos, de colores que no son sino la
opacidad.

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