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En el Perú las familias tienen un enemigo que ataca por igual a los padres e hijos: el
alcoholismo. Según el Ministerio de Salud, este mal representa actualmente la
segunda causa de enfermedades y muertes en el país y el futuro no luce nada
alentador. El problema no es desconocido. En enero de este año, el Centro de
Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro) advertía que
“existen evidencias de que en el Perú hay aproximadamente un millón de peruanos
alcohólicos”.
Según las estadísticas del Minsa, los peruanos más afectados por este problema son
los varones adultos de las zonas urbanas y las regiones con más alcoholismo son
Callao, Cuzco, Lima, Junín, Arequipa, La Libertad y Tacna.
Sin embargo, hay algo más alarmante. Según Cedro, los adolescentes, mujeres y
hombres, toman ahora con la misma intensidad y la edad de inicio es más baja. En
junio de este año, la directora adjunta de Cedro, Carmen Masías, reveló que los
hombres y mujeres peruanos comienzan a consumir alcohol a partir de los 12 ó 13
años de edad.
La representante de Cedro resaltó lo dañino que esto es para la salud de los menores
y lo graficó señalando que dar de beber a un niño de 12 años es igual que hacerlo con
uno de dos, pues en ambos casos el cerebro no termina de formarse.
Los especialistas indican se da porque muchas veces el primer contacto con el alcohol
se da al interior de los hogares, donde "tomar licor es socialmente aceptado como algo
normal". Así, los niños de 9 a 10 años prueban licor cuando "algún familiar les invita el
resto de lo que queda en sus copas".
Ante esta realidad de peligro para nuestros hijos, las autoridades plantean que es
necesario enfatizar la necesidad de un trabajo de prevención entre los adolescentes.
Sin embargo, ese trabajo debe comenzar por casa.
El consumo de alcohol parece haberse convertido en una grave adicción entre los
escolares de educación secundaria del país. El último informe de la Comisión Nacional
Pero lo más grave es que existen 120 mil alumnos de secundaria categorizados como
“bebedores excesivos”.
RIESGO PREMATURO
Eso no es todo. La investigación de Devida precisa que la edad promedio de consumo
es 13 años. Sin embargo, un grupo de estudiantes contó que comenzó a beber alcohol
desde los 8 años. El 25% lo hizo antes de los 11 años.
El estudio señala que, por cada 10 varones que beben licor, nueve mujeres lo
hacen. “En los varones, el beber excesivo es ligeramente más alto que en las mujeres,
pero las diferencias no son significativas”, se consigna en el estudio.
También se estableció que las ciudades que registran los más altos índices de adicción
son Lima, Arequipa, La Libertad, Tacna y San Martín.
FÁCIL ACCESO
Como si fuera poco, el fácil acceso a estos productos legales es alarmante. El 40.3%
dijo que fueron sus compañeros los que le ofrecieron alcohol o cigarros en el colegio,
mientras que el 38.6% afirmó que los compraba en las afueras de los planteles.
En tanto, el 35.9% de estudiantes precisó que personas ajenas a los centros educativos
comercializaba ilegalmente alcohol o cigarrillos.
PELIGROSA MODA
La curiosidad de los jóvenes por conocer sensaciones nuevas es lo que los lleva a este
peligroso consumo. Milton Rojas, especialista de Cedro, se refirió a los llamados tragos
de moda entre los escolares.
Uno de estos es el conocido como ‘La Milagrosa’, que es una combinación de alcohol,
una bebida energizante y dos pastillas de Viagra. “Esta mezcla es altamente
peligrosa pues las reacciones –dependiendo del organismo– pueden ser fatales”,
advirtió Rojas
Influencias
Los patrones de consumo de alcohol en menores de edad se deben a una variedad de
factores: la familia, los amigos, los medios de comunicación, las normas culturales y la
religión, así como las políticas gubernamentales. Por ejemplo, se ha comprobado que
la promoción de bebidas alcohólicas en los medios publicitarios influye en la decisión
que toman los adolescentes para beber, y existe evidencia que demuestra que esta
publicidad aumenta las probabilidades de que los adolescentes y jóvenes comiencen a
beber, o aumenten su consumo de alcohol. Las políticas gubernamentales pueden
influir en estos patrones a través de diversas formas, inclusive mediante estrategias de
El alcohol y la educación
El alcohol perjudica las áreas cerebro responsable del aprendizaje y la memoria, las
habilidades verbales y la percepción visual-espacial. Por consiguiente, el consumo
excesivo de alcohol afecta la creación de nuevos recuerdos, las habilidades de
resolución de problemas, el pensamiento abstracto, la atención y la concentración. Los
estudios sugieren que el consumo de alcohol en adolescentes afecta de forma negativa
la función neurocognitiva, como la capacidad de estudiar y obtener buenos resultados
en los exámenes.Debido a que la adolescencia es una etapa muy importante para el
desarrollo cerebral, el consumo de alcohol puede tener efectos negativos a largo plazo
en su vida adulta.
El alcohol y el comportamiento
Los jóvenes corren el riesgo de desarrollar conductas perjudiciales debido al alcohol
que incluyen beber en exceso, problemas en sus relaciones, accidentes viales y
relaciones sexuales de alto riesgo que han sido referidas por ellos mismos.6 Estas
conductas tienen sus propias consecuencias `para la salud y seguridad de los jóvenes,
que incluyen daños al desarrollo cerebral, riesgo de lesiones y muerte y un mayor
riesgo de participar en actos de violencia y de contraer enfermedades contagiosas.
Mantenga y fomente una relación franca y de apertura con su hijo. Esto aumenta
las posibilidades de que su hijo le hable sobre sus anhelos e inquietudes.